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Una de las mejores cosas de saltar a la cuerda es que lo único que necesitas (la
cuerda, evidentemente) es un material muy accesible para tu bolsillo, que
puedes guardar en cualquier rincón y que puedes llevar a cualquier sitio, ya que
es muy sencillo de transportar.
Ahora bien, ¿cómo tiene que ser la cuerda con la que saltemos? Lo más
importante que debes tener en cuenta antes de comenzar a entrenar con la
cuerda es que esta sea regulable: debes poder alargarla o acortarla en función de
tu altura para poder así saltar de una forma cómoda y con mayor seguridad.
La mayoría de las cuerdas en el mercado tienen la posibilidad de alargarlas o
acortarlas en la zona de los mangos de una manera fácil y rápida. Si tu cuerda
no lo permite, tendrás que enrollarla en las manos hasta conseguir la longitud
deseada.
En cuanto al material de la cuerda, tenemos diferentes posibilidades:
Cuerdas de velocidad fabricadas con cable recubierto de nylon: se utilizan
generalmente en competición (en
las competiciones de CrossFit, por ejemplo) ya
que son muy rápidas. En estos eventos se busca
completar un número concreto de saltos en el
menor tiempo posible, por lo que este tipo de
cuerdas suelen ser las más adecuadas. Además,
suelen tener mangos de un material ligero como el
aluminio y rodamientos para facilitar el movimiento
de la cuerda.
Ahora que ya tienes tu cuerda, lo primero que tienes que hacer es regular su
longitud para poder entrenar con ella. Como decíamos, la longitud de la cuerda
se mide en función de tu altura. Lo único que tienes que hacer es doblarla a la mitad,
pisarla en el medio con uno de tus pies mientras te mantienes de pie con los pies
juntos y medir los extremos con la cuerda estirada hasta aproximadamente las
axilas.
Si la dejas más corta, tendrás que mover los brazos en exceso para poder hacer
girar la cuerda y es muy posible que te golpees en las espinillas más de lo
necesario (te vas a golpear alguna vez, seguro, pero al menos que sean las menos
posibles). Si la dejas demasiado larga, saltar será extremadamente e
innecesariamente complicado.
Lo más habitual en los entrenamientos con una cuerda de saltar es realizarlos por tiempo,
como si fuera un HIIT, con un tiempo de trabajo en el que estamos saltando todo el rato y
un pequeño tiempo de descanso incompleto para tomar aire.
Puedes comenzar con un simple Tabata de cuatro minutos de saltos normales (con los pies
juntos): ocho series de 20 segundos de trabajo en las que estamos saltando, separadas por
descansos de 10 segundos en los que dejamos de saltar. Si esto es poco para ti, descansa
un minuto al terminar el Tabata y comienza con otro.
Además de los saltos normales con los pies juntos, también podemos realizar otros tipos
de saltos. Los más conocidos son los double hundes, muy típicos de CrossFit que, como su
nombre indica, consisten en hacer pasar la cuerda dos veces por debajo de nuestros pies
en un mismo salto. Para hacerlos necesitarás una cuerda de velocidad. ¿Cuántos doublés
unders puedes encadenar seguidos?
Otra posibilidad es la saltar solamente sobre una pierna, como si estuviéramos saltando a
la pata coja, para pasar luego a la otra, o ir alternando pierna izquierda y derecha. También
podemos cruzar la cuerda por delante antes de que pase bajo nuestros pies.
Puedes realizar todas las combinaciones que se te ocurran para crear tu propio
entrenamiento. Así, el entrenamiento con cuerda de saltar se convierte en una rutina
rápida, efectiva y divertida.
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Guía del tercer bimestre, mes de Julio del ciclo escolar 2,022.