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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN FEDERALIZADA


DIRECCIÓN DE EDUCACIÓN SECUNDARIA Y SUPERIOR
DEPARTAMENTO DE FORMACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DOCENTE
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
SUBSEDE BUENAVISTA 071

LICENCIATURA EN INTERVENCIÓN EDUCATIVA REFLEXION SOBRE: “El SÍNDROME DE DOWN


Y LA REALIDAD DE LOS PADRES”
HACIA LA INTERVENCIÓN FAMILIAR ALUMNOS:
YOHALY VELAZQUEZ MONTOYA
PROFESORA: JOSUE VÁZQUEZ TOLENTINO
MTRA. KARLA PATRICIA CORONEL ROMERO 7° SEMESTRE GRUPO D

30 DE SEPTIEMBRE 2021
VILLAFLORES, CHIAPAS.
El Síndrome de Down
y la realidad de los padres.
¿Qué es el síndrome de Down?

Después de lo visto en los videos y de la reflexión expuesta por la catedrática,


llegamos a entender la realidad de la concepción del síndrome de Down.
Comenzando desde su origen que se da por una anomalía en el par 21 de los
cromosomas, por eso también se le conoce como trisomía 21 y que esto produce
que los niños con el padecimiento presenten ciertas características (internas y
externas) que comparten quienes lo padecen. Todo esto nos permite ver de una
manera diferente al síndrome y terminar con aquellos mitos que tanto daño hacen
a las personas con Síndrome de Down como:

1. El Síndrome de Down es hereditario: esto no es del todo cierto, pues el 99 %


de los casos no están ligados a la herencia, pero si depende mucho de la
edad de la madre, si tiene más de 35 años.
2. Quienes la padecen mueren muy jóvenes: así era antes, pero consideramos
que el desconocimiento de la condición del niño y la falta de un tratamiento
adecuado, disminuía la calidad de vida de la persona. Por ejemplo, en el siglo
XX no llegaban a vivir mas de 10 años y en la actualidad la esperanza de
vida aumento a los 50 años.
3. Es casi improbable que mi hijo nazca con síndrome de Down: esto no es
cierto, pues este síndrome es el más común en todo el mundo. Uno de cada
mil nacidos, lo tendrá y por ser un desorden genético, cualquier pareja es
candidata a procrear un hijo en estas condiciones.
4. Las personas con Síndrome de Down son tontas y no aprenden: esto no es
cierto, si bien la capacidad cognitiva de ellos puede ir de leve a moderada.
La mayoría es capaz de aprender y desarrollar un sin fin de habilidades. Todo
depende del seguimiento que se le dé a temprana edad.
5. Si yo o alguno de mis hijos se junta con alguien con Síndrome de Down, se
le puede contagiar: esta también es otra mentira, como ya hemos visto en
clases, este es un desorden genético y no una enfermedad contagiosa como
en el caso de los virus.
6. Todos los que lo padecen son agresivos: también es una mentira, las
personas con el síndrome desarrollan personalidades tan variadas como las
personas normales. Entonces la personalidad de ellos dependerá más de
cómo han sido criados.

Dentro de las características de un niño con Síndrome de Down están la


disminución de las capacidades cognitivas, así como rasgos físicos muy
particulares (implantación baja del pabellón auricular, boca, nariz y orejas
pequeñas, puente nasal plano, manos y pies pequeños, retraso en el desarrollo,
entre otros), así como rasgos no externos (trastornos convulsivos, del sueño o
padecimientos del corazón, etc.).

¿Cuál es la perspectiva de los padres?

Tuvimos la oportunidad de ver a través de los ojos de los


padres de una niña con Síndrome de Down llamada Sofía.
Ellos nos cuentan que nunca llegaron a imaginar que
tendrían a una hija con estas condiciones, pues desde antes
de que ella naciera, ya trazaban un plan de vida para ella.
La primera reacción de los padres al saber que tendrían una
hija especial, fue de mucho miedo, negación y depresión, ya
que este era un tema nuevo para ellos.

La lucha más grande con la que los padres de Sofía tuvieron que atravesar, fue
el desconocimiento del Síndrome de Down. Eso dificultó mucho el proceso de
aceptación y el de adaptación al nuevo estilo de vida al que la familia tendría que
acostumbrarse, ya que todos los planes futuros que los padres habían
imaginado, se habían derrumbado. Nos llama mucho la atención, como las
primeras personas que estuvieron ahí con ellos fueron los amigos de la familia,
dándoles buenos consejos y diciéndoles que era posible salir adelante. Podemos
rescatar la valiosa intervención del especialista en Síndrome de Down que le dio
a los padres una orientación oportuna sobre la verdadera realidad del síndrome,
a partir de entonces, dejaron de fijarse en las limitaciones de Sofia y dedicar sus
esfuerzos en desarrollar sus capacidades. Tanto los padres, abuelos y amigos
de la familia, aprendieron la belleza que hay en un niño con Síndrome de Down
y a partir de ello, comenzaron a disfrutar de la vida con Sofia, haciéndola feliz y
siendo también felices al lado de ella. Eso nos deja una muy valiosa enseñanza,
“podemos ser felices a pesar de las circunstancias, pues no es la Discapacidad
la que condiciona la felicidad, sino el amor que se tengan los integrantes de una
familia”.

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