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Entre los principales socioeconómicos reportados por los pueblos indígenas y que
afectan su desarrollo, está la problemática agraria, específicamente lo relativo a la
inseguridad jurídica que reviste la posesión que ellos ejercen sobre la tierra, donde
han permanecido por siglos, aun antes de la llegada de los conquistadores.
Este hecho marco el inicio de una larga historia que hasta en la actualidad persiste
y que ha conllevado grandes conflictos entre los guatemaltecos, al ser despojado
de sus tierras los pueblos indígenas, fueron sometidos a la esclavitud y a un
sistema ajeno a la cultura; sin embargo, idearon mecanismos de conservación de
sus valores, lo que nos permite en la actualidad conocer sus practicas ancestrales.
EL DESPOJO
El despojo en Guatemala, ha sido una dinámica paralela al desarrollo de este país,
la cual ha afectado en mayor medida la comunidad maya, quien conforma la
mitad de sus habitantes, las prácticas de despojo y desplazamiento forzoso
responden a la institucionalidad del racismo, y a la estructura económica de
Guatemala, teniendo en cuenta que es un país con una economía basada en la
agricultura, en la cual los intereses de las elites terratenientes y de los gobiernos
militares han prevalecido, sobre el bienestar de la comunidad indígena, con lo cual
los esfuerzos por crear procesos de restitución legal de las tierras se han visto
envueltos en inexactitudes jurídicas e ineficiencia en la implementación de
políticas públicas.
Una de las figuras jurídicas de la cual se valieron para despojar a los indígenas de
sus tierras fue la llamada composición de tierras, que se implanto en 1542, el
contenido esencial de esta ley consistía en que todas las tierras sin título legal
eran de la corona, todo ello para legalizar el exceso de tierras retenidas
ilegalmente. Durante toda la época colonial y buena parte de la republica hasta la
segunda mitad del siglo XIX, se mantuvo este procedimiento ritualizado y lleno de
trampas jurídicas en el siguiente orden: denuncia, medida, remate y adjudicación.
Este procedimiento de composición de tierras era la estrategia utilizada hasta hoy
de ocupar primero y luego arreglar los papeles, actuando frecuentemente de mala
fe y originando un alto nivel de conflictividad alrededor de la tendencia de la tierra.
Los Principios rectores de la política agraria colonial, fueron los que determinaron
el desarrollo inicial decisivo del latifundismo en nuestro país. Entendiéndose que la
legislación de Indias tuvo un carácter marcándome casuista, resolvía y problemas
escapando del control de la corona y teniendo como principal incentivo la
acumulación de riqueza para todos los colonizadores. Las leyes coloniales en
Guatemala constituyeron la expresión jurídica de los intereses de la clase
económicamente dominante. La legislación indiana se formó principalmente con
un caudal de Reales cedulas, cuya implementación perfilo la política agraria de la
colonia, la cual estaba perfectamente bien definida, para lograr consolidar la
dominación de los indios y mestizos, poniéndolos al servicio de sus intereses.
El principio en mención tuvo mucha importancia por haber sido la expresión legal
de un acto material absolutamente básico: el despojo de los nativos y la
apropiación por parte de la corona de todas las tierras descubiertas. Este principio
constituyo el principal componente fundamental del latifundismo, con base en este
principio el Estado Español desarrollo el segundo principio de su política agraria
en Indias: La tierra como aliciente, la corona española, la imposibilitada para el
pago de todas las expediciones de la conquista como empresas estatales, abrió
espacios de participación de empresas privadas con el atractivo de ofrecerle a los
conquistadores la concesión de tierras y control sobre los nativos. Este principio,
determinado por la necesidad de expandir y consolidar un imperio sin hacer
gastos, a expensa de los conquistados, fue a su vez un punto departida del
latifundismo colonial, pero de manera profunda decisiva en la etapa de conquista y
colonización intensiva a lo largo del siglo XVI. A finales de este siglo los
colonizadores poseían tierra e indígenas en abundancia.
Kají Imox:
Periodo del presidente Justo Rufino Barrios, En 1871el gobierno de Justo Rufino
Barrios dictó nuevas leyes sobre la tenencia de la tierra, que permitieron la
creación de enormes fincas a lo largo y ancho de Guatemala. Con ello, las fértiles
tierras de los pueblos indígenas pasaron a manos de nuevos propietarios, lo que
significó la expulsión de sus tierras ancestrales y su desplazamiento en busca de
nuevas áreas libres para cultivar la tierra. Proliferaron en la región grandes fincas
cafetaleras alemanas, seguidas por explotaciones de cardamomo, banano,
maderas y otros productos de agro exportación. La presencia alemana fue seguida
por la estadounidense, siempre concebidos por el Estado, la sociedad ladina y el
resto del mundo como “civilizadores” de los indígenas.
Las nuevas modalidades que se implementarían para despojar de tierras, tenía ya
la precondición de la acumulación colonial de tierras a favor de los criollos. La
tierra iba a ser vista desde dos ángulos: primero como una base del monopolio de
una parte de la corteza terrestre para producir en gran escala el grano; y segundo,
como una modalidad constante para presionar a la gran masa campesina indígena
a la desposesión y obligarla lentamente a trabajar en las haciendas extensivas. El
segundo punto fue ciertamente lento, motivado por la índole productora de café
que necesitaba sólo durante cierta época de cosecha una cantidad masiva de
trabajadores temporales. Esto obligó a mantener en parte la economía campesina
indiana para que en sus propias tierras se reprodujeran sin costo alguno para los
grandes terratenientes. En este sentido fueron afectados los departamentos de
San Marcos, Quetzaltenango, y Alta Verapaz que serían los más significativos
espacios donde se desarrollaría el grano. En ellos se ubicará principalmente el
proceso de expropiación, base de la acumulación originaria. La tierra sin mano de
obra no rinde y, por ello, las medidas de despojo fueron principal vehículo de
atracción. El acceso a las tierras ancestralmente tenía el legado colonial y muchas
de las mejores habían sido acaparadas en un proceso de acumulación agrario a
favor de los criollos o descendientes españoles y la Iglesia, a través de privilegio
estatal. Sin embargo, dado que el reducido proceso productivo más rentable
anterior al café (colorantes), al no requerir mayor número de brazos, permitió una
estable producción del campesino precolombino. En este sentido el campesino
quedaría resguardado en una cuarta parte del espacio nacional, con un70% de la
población total del país. Con el ascenso de la producción de café, el proceso de
expropiación adquirió a partir de 1860, un furor inusitado, propio de un proceso de
acumulación originaria que motivó la señal de inicio de la transición lenta al
capitalismo dependiente.
Artículo 28:
Los pueblos indígenas tienen derecho a la reparación, por medios que pueden
incluir la restitución o, cuando ello no sea posible, una indemnización justa,
imparcial y equitativa, por las tierras, los territorios y los recursos que
tradicionalmente hayan poseído u ocupado o utilizado de otra forma y que hayan
sido confiscados tomados ocupados, utilizados o dañados sin su consentimiento
libre, previo e informado.
Derechos de los pueblos indígenas. Guatemala requiere de una reforma del marco
jurídico del agro y de un desarrollo institucional en el área rural que permita poner
fin a la desprotección y el despojo que han afectado a los campesinos y, en
particular, a los pueblos indígenas; que permita la plena integración de la
población campesina a la economía nacional; y que regule el uso de la tierra en
forma eficiente y ecológicamente sostenible de acuerdo a las necesidades del
desarrollo. Con este fin y tomando en cuenta en todos los casos las disposiciones
del Acuerdo sobre Identidad y Derechos de los Pueblos indígenas.
CONCLUSIONES
1) El hecho histórico de la conquista española dio inicio al despojo de tierras
de los pueblos indígenas y, posteriormente, se implementaron instituciones
jurídicas para legalizar tal despojo durante la colonia; lo cual redujo a los
pueblos habitantes de estas tierras en simples servidores y trabajadores de
las tierras, de la que un día fueron propietarios.