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ACTUALIZACIÓN

Mielopatías no traumáticas
E. López-Dolado*
Servicio de Rehabilitación. Hospital Nacional de Parapléjicos. Toledo. España

Palabras Clave: Resumen


- Mielopatía Múltiples agentes patogénicos pueden dañar la médula espinal, generando un cortejo sintomático similar
- Mielitis al ya descrito para la lesión traumática, y que comprende pérdida de fuerza y sensibilidad con distribu-
ción metamérica, pérdida del control esfinteriano y disautonomía. La etiología determinará la forma de
- Mielopatías vasculares inicio, el curso evolutivo, la localización, la extensión del daño longitudinal y transversal, el pronóstico y,
- Tumores de la médula espinal en muchos casos, su tratamiento. A pesar de que ante la sospecha de mielopatía la resonancia magnéti-
ca es la exploración complementaria de elección, el diagnóstico se basa en la exploración clínica, que
también es esencial para establecer el pronóstico. A continuación se revisarán las principales enferme-
dades inflamatorias, infecciosas, vasculares, tumorales y carenciales que afectan a la médula espinal,
atendiendo a sus síntomas y signos clínicos, su curso evolutivo, las herramientas paraclínicas necesa-
rias para su diagnóstico y tratamiento y su pronóstico de recuperación neurológica y de discapacidad.

Keywords: Abstract
- Myelopathy Nontraumatic myelopathies
- Myelitis Multiple pathogens can cause spinal cord damage showing a symptomatology similar to that of traumatic
- Vascular myelopathies spinal cord injury, including: metameric pattern of motor and sensory loss, loss of sphincters control and
dysautonomia. Onset form, course of the disease, damage location. Longitudinal and traverse extent,
- Tumors of the spinal cord
prognosis and, frequently, treatment, depend on its etiology. Magnetic resonance is the complementary
test of choice in myelopathy suspicion. Diagnosis is based on clinical examination, which also plays an
essential role in the establishment of prognosis. The main inflammatory, infectious, vascular, tumor and
deficiency diseases, affecting spinal cord, will be reviewed below. In all cases, symptomatology, clinical
signs, progression, diagnostic tools, treatment, neurological and functional recovery will be assessed.

Introducción muchos casos, su tratamiento. A pesar de que ante la sospe-


cha de mielopatía la resonancia magnética (RM)1 es la explo-
La mielopatía, sea cual sea su causa, es una urgencia médica. ración complementaria de elección, el diagnóstico se basa en
Múltiples agentes patogénicos pueden dañar la médula espi- la exploración clínica, que también es esencial para estable-
nal, generando un cortejo sintomático similar al ya descrito cer el pronóstico2. Para determinar la etiología subyacente,
para la lesión traumática, y que comprende pérdida de fuerza será necesario realizar además un análisis de sangre periféri-
y sensibilidad con distribución metamérica, pérdida del con- ca, orina y líquido cefalorraquídeo (LCR), radiografía simple
trol esfinteriano y disautonomía. La etiología determinará la de tórax y potenciales evocados somatosensoriales, motores
forma de inicio, el curso evolutivo, la localización, la exten- y visuales o incluso tomografía computadorizada (TC) tora-
sión del daño longitudinal y transversal, el pronóstico y, en coabdominopélvica, tomografía por emisión de positrones
(PET) o biopsia de glándula salival o labial3. En la tabla 1 se
detalla la clasificación general de las mielitis no traumáticas
*Correspondencia y en la tabla 2 resumen las principales causas de daño medu-
Correo electrónico: elopez@sescam.jccm.es; lamidolado@gmail.com lar congénito.

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (VI)

TABLA 1
Clasificación de las mielopatías no traumáticas
Mielitis inflamatorias
Mielitis inflamatorias no infecciosas
Se engloba bajo el término de mielitis transversa a un grupo
Mielitis transversa idiopática, posvacunal y posinfecciosa
heterogéneo de enfermedades que producen lesiones infla-
Esclerosis múltiple matorias focales de la médula espinal. Su incidencia es rela-
Neuromielitis óptica tivamente baja (de 1 a 8 casos por millón y año)4 y, aunque
frecuentemente acaban siendo catalogadas de idiopáticas, las
Mielitis paraneoplásica
mielitis también pueden ser posinfecciosas y posvacunales o
Mielitis de las enfermedades reumáticas: LES, síndrome Behçet,
síndrome de Sjögren y sarcoidosis autoinmunes. Los síntomas iniciales (hipoestesia al tacto leve
Mielopatía hepática y espinotalámica de nivel sensitivo con conservación de la
sensibilidad vibratoria y posicional, paraplejia fláccida y dis-
Mielitis infecciosas
función esfinteriana) se instauran en más de cuatro horas y
Víricas: CMV, VEB, virus herpes, enterovirus, rabia, VIH, HTLV-1 y virus del Zica
menos de cuatro semanas. La RM muestra hipertensidad en
Bacterianas: enfermedad de Lyme, mielitis piógena, mielitis tuberculosa, neurosífilis
y tabes dorsal T2 con edema medular en los niveles involucrados. La seve-
Fúngicas y parasitarias: granuloma epidural ridad de los síntomas será tanto mayor cuantas más metáme-
ras estén afectadas. Lo habitual es que queden secuelas fun-
Mielopatías vasculares
cionales en el estadio crónico, entre ellas la espasticidad,
Infartos medulares
aunque el pronóstico depende de la etiología, la extensión y
Hemorragias espinales: intramedulares, subaracnoideas, epidurales, subdurales la rapidez en la instauración del tratamiento agudo4.
Malformaciones vasculares arteriovenosas Con el fin de detener el proceso inflamatorio, se deberá
Embolismo fibrocartilaginoso iniciar lo antes posible un tratamiento con metilpredniso-
lona endovenosa entre 3 y 7 días en dosis de 1 g al día o
Mielopatía por descompresión
30 mg/kg/día si se trata de un paciente en edad pediátrica,
Mielopatías no inflamatorias para continuar posteriormente con una pauta descendente
Mielopatía cervical espondilótica de corticoides por vía oral. Si se sospecha un mecanismo
Mielopatía por radiación inmune/desmielinizante (neuromielitis óptica —NMO— o
Mielopatía por electrocución
esclerosis múltiple —EM—) o en los que la respuesta a los
corticoides fue escasa, se planteará la plasmaféresis, hasta
Degeneración combinada subaguda (mielopatía por déficit de vitamina B12)
un máximo de cinco ciclos en función de la mejoría neuro-
Mielopatía por déficit de cobre lógica. Los pacientes deben recibir 2 mg/kg/día de ciclofos-
Tumores de la médula espinal y la columna vertebral
famida durante el período de recambio plasmático. El uso
Intradurales intramedulares: ependimoma, astrocitoma, hemangioblastoma y de inmunosupresores a largo plazo se deberá considerar en
metástasis las mielitis autoinmunes4-8. Además, lo más precozmente
Intradurales extramedulares: Schwanoma, meningioma, metástasis posible deberá iniciarse un tratamiento rehabilitador para
Extradurales: metástasis de cáncer de pulmón, mama, linfoma, cáncer renal, minimizar las secuelas y evitar las complicaciones de las
melanoma, cáncer de colon y cáncer de ovario
mielopatías crónicas9.
CMV: citomegalovirus; LES: lupus eritematoso sistémico; VEB: virus de Epstein-Barr;
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.

TABLA 2
Etiología del daño medular congénito

Etiología Tipos y características


Disrafismos espinales y espina bífida (EB) EB oculta. El defecto es puramente óseo, cubierto de piel. Del 10-20% de la población general lo presenta. Mayor frecuencia
de hernias discales
EB quística cerrada o meningocele. Además del defecto óseo, hay una hernia de las meninges rellena de líquido cefalorraquídeo.
Menos frecuentes que el mielomeningocele. Clínica más insidiosa y menos severa y mejor pronóstico tanto ortopédico como
neurológico
EB quística abierta o mielomeningocele. Defecto óseo y hernia de médula, raíces y meninges que están expuestas o solo recubiertas
por una fina capa de piel. La forma paralítica más frecuente. Asociado con mucha frecuencia a hidrocefalia y malformación de Arnold
Chiari tipo II
EB con lipoma intrarraquídeo. El defecto óseo va acompañado de la presencia de un tumor graso, en general anclado al sacro,
que abraza médula y raíces. La hidrocefalia y malformación de Arnold Chiari tipo II son excepcionales
Malformaciones de Chiari Tipos I, II, III y IV
Enfermedades esqueléticas Inestabilidad atloaxoidea del síndrome de Down. Odontoides, hipoplasia dens e hiperlaxitud del ligamento transverso
Acondroplasia
Mucopolisacaridosis tipo IV (Morquio) y tipo VII (Sly)
Osteogénesis imperfecta
Síndrome de regresión caudal y agenesia de sacro
Otros Médula anclada congénita

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MIELOPATÍAS NO TRAUMÁTICAS

Mielitis transversa idiopática B

Los trastornos de la médula espinal que se engloban en esta


categoría se caracterizan por la presencia de desmieliniza-
ción y/o necrosis metamérica debida a una anomalía en la
respuesta inmunológica, no a un efecto directo del agente
responsable que no se llega a encontrar. C
D
La mielitis transversa idiopática (MTI) puede tener un
inicio agudo o subagudo y presentarse a cualquier edad, aun-
que es más frecuente en la segunda y cuarta décadas de la
vida. En la franja de edad pediátrica, Pidcock y colaborado-
res describieron una distribución bimodal con un pico en
niños menores de 5 años y otro durante la adolescencia8.
Para establecer su diagnóstico, es necesario que se cumplan
los siguientes criterios: a) clínica compatible, es decir, nivel
A E
sensitivomotor metamérico claro asociado a afectación esfin-
teriana; b) LCR con pleocitosis y aumento del índice de IgG Fig. 1. Mielitis inflamatorias. Imágenes de resonancia magnética que muestran
y c) inflamación medular demostrada con captación de gado- un aumento del grosor medular e hiperintensidad (flechas amarillas) en el con-
linio en la RM, que además excluya lesiones medulares com- texto de: una mielitis transversa idiopática cervical (A); zonas de hiperintensi-
dad cerebral y de la médula torácica en un paciente con encefalomielitis aguda
presivas6. diseminada (B y C) e hiperintensidad en T2 cervical alta en el seno de una neu-
Las manifestaciones clínicas de MTI generalmente afec- romielitis óptica (D) con captación de contraste (E).
tan a ambos hemicuerpos, aunque su distribución es asimé-
trica. La progresión hasta el máximo grado de deterioro neu-
rológico se produce entre las 4 primera horas y los 21 días y ga a descartar una infección por citomegalovirus, y el patrón
en el cénit sintomático, todos los pacientes sufren disfunción parcheado sugiere NMO. La extensión longitudinal también
vesical, alrededor del 90% refieren parestesias y disestesias ayuda a orientar el diagnóstico etiológico. Hablaremos de
que asocian un nivel sensitivo, y más de la mitad presentan mielopatía transversa longitudinal cuando la afectación en
paraplejia fláccida. La mayoría de los niños alcanza el cénit neuroimagen afecta a más de tres cuerpos vertebrales conse-
de su enfermedad dentro de la primera semana. Los síntomas cutivos, lo que se observa frecuentemente en niños aquejados
más comunes de inicio en niños y adolescentes son el dolor de EMAD (fig. 1B y C) y NMO1,7,10. Tras evaluar la RM,
de espalda, el dolor abdominal y los vómitos. La alodinia y la será necesario buscar signos de inflamación en el LCR como
pérdida de distintos grados de sensibilidad y movilidad de las pleocitosis, proteinorraquia elevada, bandas oligoclonales o
cuatro extremidades y el tronco por mielopatía cervical son elevación del índice de IgG. También se extraerá sangre pe-
también síntomas frecuentes. La ausencia inicial de reflejos riférica con el fin de buscar en suero bandas oligoclonales y
obliga a hacer un diagnóstico diferencial con el síndrome de cuantificar la concentración de gammaglobulina. Las mues-
Guillain-Barré. tras de LCR deberán ser enviadas para su cultivo y reacción
Es importante resaltar que el niño con una mielopatía en cadena de la polimerasa (PCR) para virus, bacterias, hon-
aguda puede también presentar algún síntoma encefalopáti- gos y parásitos, con el fin de descartar mielitis infecciosa, y
co, principalmente ataxia o afectación de algún par craneal, deberán buscarse anticuerpos antiacuaporina 4 si se sospecha
lo que obliga a descartar la encefalomielitis aguda disemina- NMO y el estudio fue negativo en suero.
da (EMAD), la EM y la NMO, principalmente mediante una
RM de todo el neuroeje, incluyendo la cerebral8.
En estadio crónico, dos terceras partes de los pacientes Mielitis transversa en el seno de una esclerosis
quedan con secuelas discapacitantes, la mitad de ellos graves. múltiple
El deterioro rápido, la presencia de dolor neuropático y el
hallazgo clínico de shock espinal son factores de mal pronós- La EM puede comenzar con una mielitis, si bien no es la
tico funcional final. No obstante, más del 30% de los pacien- forma de inicio más frecuente. La historia familiar, la edad,
tes quedan solo con secuelas mínimas6. Con respecto a la la coexistencia de lesiones cerebrales, la presencia de bandas
RM, las secuencias más sensibles son la STIR y la T2. El oligoclonales en el LCR y el incremento en el índice de IgG
aumento del diámetro de la médula es la norma pero es muy se asocian con un aumento estimado del riesgo de conver-
inespecífico (fig. 1A), por lo que son los hallazgos en T2 y la sión de un 13%. Los déficits tienen una distribución asimé-
captación o no de contraste las que nos orientan en el diag- trica y con mayor afectación sensitiva que motora, afectando
nóstico diferencial. Así, la hiperintensidad central se observa el 36,5% a la columna cervical, el 38,8% a la torácica y
en MTI pero también en NMO, mientras que la localización 12,9% a la lumbar. En el 22,5% de los pacientes, la RM
periférica o paracentral es más típica de la EM, especialmen- inicial es normal y en la cuarta parte de ellos es también
te si las lesiones son múltiples imágenes multifocales o en normal el LCR. La presencia de disinergia esfinteriana entre
forma de llama se observan en la EMAD. En las secuencias los síntomas de inicio y el hallazgo de tres o más metámeras
T1, el refuerzo leptomeníngeo y de las raíces anteriores obli- alteradas en la RM indican un mal pronóstico. El hallazgo de

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (VI)

bandas oligoclonales positivas, junto con un índice IgG ma- de asociarse a otras lesiones del SNC. La RM muestra en T2
yor de 0,7 tiene una sensibilidad diagnóstica de EM del una mielitis longitudinal de más de 3 metámeras, con afecta-
100%11,12. ción simétrica de la sustancia gris y generalmente capta ga-
dolinio. La mitad de los pacientes presentan además pleoci-
tosis en el LCR15. El carcinoma pulmonar de células
Mielitis transversa por neuromielitis óptica pequeñas y el cáncer de mama son los tumores que más fre-
cuentemente asocian MP16. El pronóstico de las MP es muy
La NMO es una enfermedad autoinmune, crónica e inflama- malo. No responden ni a la inmunoterapia ni al tratamiento
toria del SNC, que se suele iniciar al final de la tercera déca- tumoral y la práctica totalidad quedan con secuelas gra-
da de la vida y que se caracteriza por la aparición de brotes ves15,17.
de neuritis óptica (NO) y mielitis. Tiene un curso recidivan-
te en más del 80% de los casos, hallándose como anteceden-
te previo una infección o vacunación en el 20-30% de ellos3. Mielitis en el contexto de una enfermedad
La RM medular muestra mielitis longitudinal (fig. 1D) que autoinmune
capta contraste de forma heterogénea (fig. 1E) y afectación
más centromedular que periférica en el plano transverso. La
RM craneal muestra hiperintensidad en T2, muchas veces Diversas enfermedades autoinmunes sistémicas, como el lu-
clínicamente silente en las regiones próximas a los ventrícu- pus eritematoso sistémico (LES), la enfermedad de Behçet, el
los, diencéfalo e hipotálamo10. En el LCR suele haber una síndrome de Sjögren (SS) o la sarcoidosis pueden presentar
ligera pleocitosis y las bandas oligoclonales se encuentran a lo largo de su evolución episodios de mielitis. Por otro
solo en un 30% de los casos. lado, la aparición de cuadros reumáticos en pacientes con
El hallazgo, en una gran mayoría de pacientes con NMO EM, NMO y, sobre todo, NMOSD también se ha descrito.
de autoanticuerpos específicos en suero (anticuerpos antia- Determinar con exactitud el diagnóstico de la enfermedad de
cuoporina-4 —αc-AQP4— o NMO-IgG) indica, por un base es clave, porque el tratamiento es diferente. Incluso al-
lado, que existe afectación de la inmunidad humoral y, por gunos fármacos utilizados en enfermedades reumáticas,
otro, que se trata de una entidad distinta de la EM. Merece como los factores biológicos, pueden inducir episodios de
la pena reseñar, sin embargo, que los ac-AQP4 también se inflamación del sistema nervioso central (SNC) y, por ello,
han detectado en otras enfermedades autoinmunes13,14. El deben evitarse en la EM. Por tanto, la atención y el trata-
diagnóstico de NMO exige el cumplimiento de los siguientes miento óptimos de estos pacientes se localizan en la intersec-
criterios: ción entre la neuroinmunología y la reumatología e implica
1. Un episodio de NO y un episodio de mielitis. un abordaje interdisciplinar18.
2. Dos de los siguientes: a) lesiones en la RM que afectan
a más de tres metámeras contiguas; b) RM craneal inicial sin Lupus eritematoso sistémico
criterios para EM y c) Ac-AQP4 positivos. Se denomina El LES es una de las enfermedades autoinmunes con mayor
trastorno del espectro de la NMO (NMOSD) al cuadro clí- tasa de mielitis. A pesar de ello, la mielopatía lúpica es infre-
nico que incluye manifestaciones atípicas y ac-AQP4 positi- cuente (un 1-2% de los pacientes con LES la sufren). Suele
vos, como el hipo, los vómitos y la narcolepsia por disfunción aparecer en los primeros 5 años de enfermedad y es su pri-
troncoencefálica o diversos trastornos neuroendocrinos pre- mera manifestación en la mitad de los casos. La fisiopatoge-
vios a la MT y/o a la NO. Por último, existe un pequeño nia no está del todo aclarada. La vasculitis y la trombosis de
porcentaje de pacientes Ac-AQP4 negativo, en los que por los pequeños vasos serían los principales mecanismos res-
otro lado se detectan anticuerpos contra la MOG (myelin oli- ponsables del daño neuronal y axonal. Diversos trabajos se-
godendrocyte glycoprotein), en los que la lesión óptica predomi- ñalan una asociación entre la presencia de anticuerpos anti-
na sobre la medular y cuyo pronóstico de discapacidad es fosfolípidos (aPL) y la mielopatía lúpica, que apuntaría a una
mejor13,14. patogenia trombótica.
El tratamiento de los brotes consiste en megadosis de Clínicamente, aparece como un cuadro agudo de tetra-
metilprednisolona, plasmaféresis e inmunoglobulina huma- plejia o paraplejia con nivel sensitivo claro, que progresa rá-
na. El tratamiento de mantenimiento persigue la inmunosu- pidamente hasta su cénit en las primeras 24 horas. Los seg-
presión, con ritubximab o azatioprina como primera elec- mentos cervicales y torácicos medios (T5-T8) son los más
ción. Es importante reseñar que los fármacos utilizados para frecuentemente implicados, y la retención aguda urinaria y el
el tratamiento de la EM empeoran el proceso y están contra- íleo intestinal son la norma. No es infrecuente que asocie
indicados en la NMO13. otras manifestaciones neurológicas, como NO (20-50%), de-
presión, convulsiones, psicosis y oftalmoplejia. En la RM,
suelen encontrarse más de 4 segmentos afectados19.
Mielitis transversa paraneoplásica Como tratamiento se administrará metilprednisolona y
ciclofosfamida por vía endovenosa lo más precozmente posi-
La médula espinal puede ser la diana de un síndrome para- ble (recomendación grado A). Incluso en los casos en los que
neoplásico causado por proteínas neuronales expresadas por el LCR sugiere meningitis, se debe iniciar lo antes posible el
el tumor. Las mielopatías paraneoplásicas (MP) pueden ser tratamiento con glucocorticoides en dosis alta, mientras se
monofásicas, cursar en brotes o ser progresivas, incluso pue- realizan los estudios microbiológicos. Sin embargo, debido a

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MIELOPATÍAS NO TRAUMÁTICAS

la baja prevalencia de mielitis en el LES, existe poca eviden- clofosfamida e infliximab. El pronóstico es variable: el 66%
cia sobre el tratamiento óptimo20. de los casos mejoran, el 25% empeoran y el 9% permanecen
Entre un 14 y un 27% de los casos presentan una resolu- estables3.
ción completa con tratamiento. La recurrencia es variable
según las series, pero en todo caso es alta: entre el 18 y el
50% de los pacientes sufrirá un nuevo brote de mielitis den- Mielopatía hepática
tro del primer año, a pesar de haber recibido el tratamiento
óptimo19. El fallo hepático es una causa bien conocida de encefalopatía
con hiperamoniemia. Es mucho menos conocida y frecuente
Enfermedad de Behçet la aparición de mielopatía. Descrita por Zieve y colaborado-
La tríada clásica de la enfermedad de Behçet, enfermedad res en 1960 y denominada por ellos «mielopatía hepática»,
inflamatoria sistémica que produce vasculitis, incluye uveítis este cuadro cursa con debilidad espástica progresiva, habi-
y aftas orales y genitales recurrentes. La principal manifesta- tualmente de los miembros inferiores, con nivel sensitivo a
ción neurológica es la meningorradiculitis. La mielitis afecta veces no del todo claro y poco compromiso esfinteriano. La
a un 2,5-30% de los pacientes con neuro-Behçet y suele presencia de insuficiencia hepática y shunt porto-cava, gene-
asentar en la médula cervical y torácica. Su tratamiento es ralmente quirúrgico, es mandatoria. El intervalo medio des-
con corticoides, inmunosupresores (metotrexato, ciclofosfa- de el shunt hasta la aparición de los síntomas de mielopatía es
mida) y agentes anti-TNF alfa (infliximab)21. de 28,7 meses, con un rango entre 4 meses y 5 años. La gran
mayoría de los pacientes con mielopatía hepática (80%) han
Síndrome de Sjögren presentado también episodios de encefalopatía hepática. La
El SS es una enfermedad autoinmune sistémica de las glán- patogenia no resulta nada clara y el diagnóstico es clínico,
dulas exocrinas, sobre todo salivales y lagrimales, que genera una vez excluidas otras causas de mielopatía, así como los
sequedad de las mucosas. La prevalencia de la afectación déficits de vitamina B12 y ácido fólico y las infecciones por el
neurológica varía entre un 8,5 y un 70%. La afectación agu- virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), HLTV-1 y la
da medular es frecuente, y puede ser la primera manifesta- neurosífilis. Los hallazgos en RM son inespecíficos. Se cuen-
ción de la enfermedad. Los episodios de mielitis asientan en ta con información patológica post mortem de 15 casos que
la médula cervical y suelen afectar a varios niveles en la RM. mostraba desmielinización simétrica de los tractos laterales,
El SS debe descartarse en pacientes adultos con EM y seque- principalmente el corticoespinal, pero también espinocere-
dad de mucosas y también en niños con mielitis recurrentes7. beloso, que se iniciaba en niveles cervicales y se intensificaba
El tratamiento de elección son los corticoides y, en casos progresivamente en sentido caudal. El compromiso de los
refractarios, la inmunoterapia22. cordones posteriores y la presencia de lesión axonal fueron
menos frecuentes3,25. El único tratamiento potencialmente
Sarcoidosis eficaz es el trasplante hepático26.
La sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa multisisté-
mica que afecta habitualmente a los pulmones y más rara-
mente a los ojos y la piel. La neurosarcoidosis es poco fre- Mielitis infecciosas
cuente (entre el 5-15%), pero potencialmente muy grave. La
incidencia estimada de mielopatía es del 0,43%, aunque po- La infección del SNC puede deberse a una infección vírica,
dría estar infradiagnosticada, pues se confunde fácilmente bacteriana, fúngica o parasitaria, pero su clínica es la de una
con NMOSD23. Afecta a la médula cervical en el 61% de los mielitis transversa. El estudio del LCR y el análisis micro-
casos, a la torácica en el 58%, a la lumbar en el 12% y a la biológico de sangre y LCR lleva al diagnóstico etiológico y
cola de caballo en el 13%. El 32% de los pacientes exhibe el tratamiento es el de la enfermedad de base.
afectación a múltiples niveles3. El diagnóstico es fácil cuando
coexisten lesiones en otros órganos fácilmente biopsiables y
difícil en los de mielopatía aislada. La aparición de un cuadro Abscesos intramedulares
constitucional con pleocitosis en el LCR, adenopatía hiliar
en la radiografía de tórax y elevación de la enzima converti- Las infecciones de la médula espinal son raras y afectan más
dora de angiotensina en suero y en LCR orienta mucho el a niños y ancianos. La diseminación suele ser por vía hema-
diagnóstico. El hallazgo en la RM de captación subpial de tógena desde el pulmón, el corazón (por endocarditis pre-
contraste que afecta a más de dos niveles y persiste más de via), el tracto genitourinario y la piel. La clínica de mielitis
dos meses también es muy sugerente de mielitis por sarcoi- se acompaña de dolor y fiebre, y puede tener un curso agudo,
dosis23. La anatomía patológica de las muestras de tejido subagudo o crónico. Los síntomas y los signos dependerán
biopsiado evidencia granulomas epitelioides, con acumula- de la región medular afecta, aunque la mayoría de los absce-
ción densa de macrófagos epitelioides y linfocitos T CD4+ y sos medulares asientan en la columna torácica. La prueba
menos linfocitos CD8+ limitados a la periferia. En casos se- diagnóstica de elección es la RM con contraste y el trata-
leccionados, puede ser necesaria la biopsia medular24. miento combina antibióticos parenterales y evacuación qui-
El tratamiento más aceptado son los corticoides, aunque rúrgica con toma de muestras para cultivo. Los patógenos
se han utilizado también inmunosupresores, principalmente más frecuentemente hallados son las especies de Stapyllococcus
metrotrexate, azatioprina, cloroquina, hidrocloroquina, ci- y Streptococcus, pero un 25% de las muestras intraoperatorias

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (VI)

resultan estériles. Aunque la grandísima mayoría de los abs- Mielopatía por HTLV-1
cesos se resuelven, el pronóstico funcional es malo, quedan-
do con discapacidad grave más del 75%25.
El HTLV-1 (human T-lymphotropic virus-type-1) es el retro-
virus humano causante de la paraparesia espástica tropical.
Es un virus endémico en América Central y del Sur, Japón,
Mielopatía tuberculosa Melanesia y África Ecuatorial, estando la mayoría de los in-
fectados asintomáticos. Las vías de transmisión son: lactancia
El mal de Pott asocia mielitis entre el 10 y el 20% de los casos
materna, transmisión sexual y vía sanguínea. Los signos de
en los países desarrollados. Produce dos cuadros clínicos: pa-
mielopatía afectan al 0,25-3,8% de los infectados, aparecen
raplejia precoz (por enfermedad activa, en los dos primeros
en la cuarta década de la vida (como paraparesia espástica
años) y paraplejia tardía (años después de la aparente aquies-
lentamente progresiva, disestesias, dolor de características
cencia de la enfermedad). Los mecanismos de lesión neuroló-
mixtas y disfunción esfinteriana) y se deben a un daño tanto
gica son varios y a veces coexisten: inflamatorio (edema me-
de la sustancia blanca como de la gris, preferentemente torá-
dular, absceso, tejido de granulación); mecánico (discopatía,
cica. El período medio de latencia en la aparición de la para-
estenosis de canal); intrínseco (mielomalacia, siringomielia
paresia progresiva es de 11 años, y la pérdida de la deambu-
secundaria, infarto secundario, aracnoiditis, iatrogenia) y
lación autónoma se suele producir alrededor de los 20 años.
compresión extrínseca por tuberculomas. La RM es la técnica
En un tercio de los casos, se detecta un aumento de marca-
de elección en fases iniciales de la enfermedad, aunque el
dores de inflamación en el LCR y la RM es patológica solo
diagnóstico de la meningitis tuberculosa se basa en el aisla-
en el 14% de los casos. El diagnóstico de certeza requiere la
miento y cultivo del Mycobacterium tuberculosis en el LCR.
confirmación de la infección por HTLV-1. No se ha hallado
Valores de adenosindeaminasa en LCR superiores a 10 UI/
tratamiento eficaz para la etiología de base. Los fármacos
litro apoyan el diagnóstico. El tratamiento es el de la tuber-
para el control del dolor, la espasticidad y la disfunción vesi-
culosis pero, además, más de la mitad de los pacientes necesi-
cal, junto con el tratamiento físico, a pesar de ser sintomáti-
tará tratamiento quirúrgico. El tratamiento precoz mejora el
cos, inciden positivamente en la calidad de vida de estos pa-
pronóstico de recuperación. Si ya hay paraplejia, el 60% de
cientes3,25,27.
los pacientes quedan con secuelas graves y discapacitantes3,25.

Neurosífilis y tabes dorsal Mielitis y virus de la inmunodeficiencia humana


El daño de la médula espinal por infección por el VIH pue-
La afectación del SNC por Treponema pallidum se conoce
de ser una manifestación directa de la infección aguda, lo
como neurosífilis. La afectación precoz coloniza las menin-
que es la norma, o deberse a otra de las infecciones oportu-
ges, el LCR y el árbol vascular cerebral y medular. La afec-
nistas. Dado que los pacientes infectados por el VIH pre-
tación tardía daña el parénquima cerebral y medular. El cua-
sentan distintos grados de afectación cerebral y del sistema
dro clínico es muy variable, tanto en su sintomatología
nervioso periférico, no es fácil reconocer el peso relativo
(cambios en la personalidad, ataxia, cefalea, crisis comiciales)
que en ellos tiene la afectación medular. La infección opor-
como en su intensidad. En el examen físico deben buscarse
tunista de la médula espinal más frecuente es la debida a
signos de la ETS y de focalidad neurológica (hiporreflexia,
HTLV-1 y se conoce como mielopatía vacuolar (MV). La
alteración de la sensibilidad, pérdida de fuerza, edema de pa-
MV es a menudo asintomática, hasta que el recuento de
pila y signo de Romberg). En la mayoría de las ocasiones, no
CD4+ menor de 200/mcl y cuando aparece clínica, esta es
es posible realizar el diagnóstico directo de las lesiones sifilí-
similar a la degeneración combinada subaguda (DCS). Su
ticas, por lo que el diagnóstico indirecto serológico de la en-
patogenia no se conoce realmente. Los hallazgos patológi-
fermedad se ha convertido en el procedimiento más habitual.
cos de autopsia muestran un patrón segmentario con infla-
La leucocitosis con serología positiva en el LCR confirma la
mación y presencias de vacuolas en las áreas de mielina e
neurosífilis.
infiltración de macrófagos. El tratamiento combina anti-
El tratamiento es la penicilina intravenosa (iv) y la cura-
rretrovíricos, suplementos de vitamina B12 y ácido fólico.
ción es la norma si el diagnóstico se ha hecho en la fase pre-
Los corticoides y las gammaglobulinas no han demostrado
coz. Si el diagnóstico se ha realizado en fase tardía o el pa-
tener efecto25.
ciente no ha recibido tratamiento, el cuadro clínico
resultante se conoce como tabes dorsal y se corresponde con
un síndrome medular posterior con afectación predominan-
te, aunque no exclusiva de los cordones posteriores. Se suele
Mielopatías no inflamatorias
acompañar de artropatía de Charcot vertebral, pérdida de no traumáticas
visión y, en última instancia, lleva a la paraplejia, la demencia
y la ceguera. Una vez instaurado el daño del parénquima me- La médula espinal puede verse afectada, si bien en menor
dular, la penicilina intravenosa no tiene efecto en lo ya per- grado que el cerebro, por fenómenos vasculares isquémicos
dido, pero puede evitar la progresión. Debe acompañarse de o hemorrágicos, por enfermedades carenciales y nutriciona-
tratamiento del dolor neuropático y terapia física para mini- les, por patología degenerativa, tóxica, genética, hereditaria
mizar las secuelas funcionales2. e incluso iatrogénica.

4406 Medicine. 2019;12(75):4401-11


MIELOPATÍAS NO TRAUMÁTICAS

Enfermedades vasculares de la médula espinal

Dada la elevada frecuencia de la patología cerebrovascular, la


mielopatía vascular medular es sorprendentemente rara, tan
solo representa el 1-2% de toda la patología vascular del SNC.
El riego sanguíneo de la médula espinal está en manos de tres
arterias: la arteria espinal anterior que irriga los dos tercios an-
teriores del cordón medular, y las dos arterias espinales poste-
riores que irrigan los cordones posteriores. Las arterias espina-
les son mucho menos susceptibles a la ateroesclerosis y rara vez
albergan émbolos, de modo que los eventos patológicos vascu-
lares que asientan en la médula espinal son de tres tipos: infar- A B C
tos, hemorragias y malformaciones arteriovenosas28. Fig. 2. Mielopatías vasculares. Imágenes de resonancia magnética que muestran
Dependiendo del grado de afectación de las arterias espi- (flechas amarillas): una hiperintensidad en T2 en el territorio espinal anterior
nales, encontraremos los siguientes síndromes clínicos25. compatible con un infarto medular cervical (A); atrofia cervical secundaria a
hemorragia espinal (B); hiperintensidad en T2 en territorio espinal anterior aso-
ciado con nódulos de Schmörl (flecha roja) en los discos, compatible con embo-
Transección completa lismo fibrocartilaginoso (C).
Por afectación de las tres arterias. De inicio abrupto y pro-
gresión rápida, dejan tetra o paraplejias completas, grado A
según la clasificación de (ASIA)29. Apenas hay margen de Alrededor del 50% son toracolumbares y un 25% cervi-
mejoría funcional y las complicaciones son la norma en el cales. La clínica de inicio suele comenzar con dolor lancinan-
período crónico. Dejan discapacidades graves. te que rápidamente se asocia a déficit de fuerza, hipoestesia y
compromiso esfinteriano. La isquemia de la hipotensión ar-
Síndrome de la arteria espinal anterior terial grave produce generalmente un infarto en T4 a T8
La afectación se circunscribe a la arteria espinal anterior. Clí- predominantemente centromedular3,25. El infarto por embo-
nicamente dejan tetra o paraplejias incompletas sensitivas y lismo de fibrocartílago suele manifestarse con dolor cervical
completas motoras, grado B según la clasificación de la ASIA, o dorsal, parestesias, disociación termoalgésica y déficit mo-
gracias a la preservación de las dos arterias posteriores. Existe tor progresivo30. La RM es la técnica diagnóstica de elección
una mayor afectación de la fuerza y la sensibilidad termoalgé- y muestra hiperintensidad en T2 distribuida en territorio
sica y el compromiso esfinteriano es habitual. El pronóstico vascular, afectando a una o varias metámeras. La angiografía
de recuperación es algo mejor, pero habitualmente persisten medular, salvo que haya sospecha firme de malformación ar-
secuelas crónicas y algún grado de discapacidad. teriovenosa (MAV), no está indicada, puede empeorar la is-
quemia y no suele ser patológica. El tratamiento es el de la
Hemisección medular o síndrome de Brown Sequard enfermedad de base si se conoce. Los antiagregantes o anti-
Menos frecuente que el anterior, el daño vascular afecta a las coagulantes no está claro que prevengan nuevos episodios
arterias paramediales penetrantes, ramas de la arteria espinal isquémicos. El pronóstico de recuperación neurológica es
anterior, habitualmente solo en una de las dos hemimédulas, favorable en la mitad de los casos, aunque las secuelas son
dejando tetraplejias incompletas grado C o incluso D de la habituales. El tratamiento rehabilitador precoz es fundamen-
escala de la ASIA, y consecuentemente mejor pronóstico de tal para minimizar al máximo el nivel de discapacidad final3.
recuperación en estadio crónico.
Hemorragias espinales
Síndrome centromedular Se producen en el contexto de traumatismos raquimedulares,
Debido a un infarto de los vasos penetrantes en la sustancia rotura de MAV, coagulopatías o pacientes en tratamiento
gris centromedular. En general, estos infartos se producen anticoagulante (fig. 2B). Suelen cursar con dolor cervical o
en los extremos de la zona de una transección completa. torácico intenso, irradiación radicular hacia las extremida-
des, seguido de disestesias y debilidad muscular. En ocasio-
Infartos medulares nes se acompañan de rigidez de nuca y cefalea. La prueba
La práctica totalidad se localiza en el territorio de la arteria diagnóstica de elección es la RM3.
espinal anterior, dan lugar a síndromes de la arteria espinal
anterior (fig. 2A) y se deben a una patología aórtica (ateroma- Hemorragia intramedular
tosis, disección, complicación del tratamiento quirúrgico de un Tiene un inicio agudo o subagudo, afecta frecuentemente a
aneurisma). Menos frecuentemente son embólicos (endocardi- la región centromedular cervical y se caracterizan por el do-
tis bacteriana, mixoma auricular o núcleo pulposo del disco lor asociado a síndrome siringomiélico3,25.
intervertebral (fig. 2C). Otras causas raras de isquemia medular
son: las meningitis y aracnoiditis adhesivas crónicas; la hipo- Hemorragia subaracnoidea
tensión arterial grave; la inhalación de cocaína o la inyección de Es muy rara. La causa más común es la rotura de una MAV
heroína; y las complicaciones de la angiografía (neurotoxicidad espinal, seguida por la anticoagulación. La punción lumbar
del contraste, desprendimiento de placa de ateroma)3. junto con la RM medular son diagnósticas28.

Medicine. 2019;12(75):4401-11 4407


ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (VI)

Hemorragia epidural y subdural con mucho, la mielopatía más frecuente a nivel mundial31. El
Ambas son muy raras. Son más comunes en pacientes anticoa- daño medular se produce por estenosis del canal vertebral
gulados y el factor precipitante habitual es la punción lumbar. El debido a los cambios discales y osteoligamentosos propios
tratamiento del hematoma epidural es quirúrgico urgente, tras del envejecimiento. Los niveles vertebrales más frecuente-
revertir la anticoagulación. El pronóstico final depende de la mente afectados son C5-C6, C6-C7 y C4-C5. La reducción
gravedad de los déficits antes de la cirugía. El hematoma subdu- del diámetro anteroposterior del canal espinal por debajo de
ral puede presentarse como un síndrome de Brown-Séquard de 13 mm, la alteración en los potenciales evocados somatosen-
curso subagudo o como un cuadro progresivo de compresión soriales y la presencia de radiculopatía predisponen a la mie-
medular. El tratamiento es quirúrgico, si bien algunos casos pue- lopatía. Son también factores predisponentes de MCE, el
den evolucionar espontáneamente hacia la resolución completa3. mayor tamaño de los cuerpos vertebrales y la edad avanzada,
pero no lo es el sexo32. Casi el 80% de los pacientes comien-
Malformaciones vasculares za con debilidad muscular, marcha inestable y pérdida de
En 1926, Foix y Alajouanine, a partir de las autopsias de dos sensibilidad en una o varias extremidades. Un 18% de los
pacientes que fallecieron tras desarrollar una mielopatía suba- casos presenta además dolor. Si bien la urgencia miccional
guda y progresiva, describieron por primera vez la existencia y/o el tenesmo son frecuentes, la incontinencia es rara, sobre
de «estructuras vasculares tortuosas» en la superficie del cor- todo al inicio del cuadro. La progresión clínica es episódica
dón medular. Pero sería Lhermite en 1931 quien las caracte- con estabilidad o leve deterioro entre las fases de empeora-
rizara como malformaciones arteriovenosas (MAV) y propu- miento en el 75% de los pacientes. El 20% presenta deterio-
siera la aparición de fenómenos trombóticos en su interior ro lento y un 5% deterioro inicial seguido de un período
como causa de la mielopatía. Las MAV espinales se clasifican largo de estabilidad.
en cuatro tipos. El tipo I, también denominadas fístulas AV En la exploración física se encuentra habitualmente hipe-
durales, es el más frecuente, y aparece en las regiones dorsales rreflexia, piramidalismo (Hoffmann y Babinski positivos), un
de la región torácica lumbar hasta el cono medular. El tipo II nivel metamérico e hipoestesia parcheada infralesional y, en
son intramedulares o intradurales y presenta un nido vascular algunos casos, Romberg y signo de Lhermite positivos33.
intraparenquimatoso. El tipo III o «juvenil» y eI tipo IV in- Las radiografías de columna cervical ponen en evidencia
tradural extramedular son muy raros. El curso clínico de la los cambios degenerativos vertebrales, pero la prueba de
mielopatía por MAV suele ser gradual y se debe a fenómenos imagen de elección es la RM, que evidencia la compresión
isquémicos o más raramente hemorrágicos25,28. medular y radicular y la existencia de malacia medular por
pérdida neuronal en la sustancia gris y desmielinización. El
Malformaciones arteriovenosas espinales tipo I o durales. tratamiento es conservador en los casos de leves a modera-
Se trata de malformaciones de bajo flujo que aparecen más fre- dos, reservándose el quirúrgico para los pacientes con dolor
cuentemente en varones entre 40-60 años y discurren por la intratable y síntomas/signos de enfermedad progresiva. En
superficie dorsal de la médula espinal sobre segmentos toraco- estos casos, puede ser necesario realizar una TC cervical que
lumbares (sobre todo T5 a T8). Cursan como una mielopatía tiene mejor resolución para ver los componentes óseos de la
focal progresiva con episodios de deterioro agudo sobreañadi- estenosis31,33.
dos. Casi la mitad de los pacientes tiene dolor radicular e infra- La amiotrofia cervical espondilótica constituye un sín-
lesional con hiperalgesia y disestesias, alteración progresiva de drome específico debido, no solo a la compresión mecánica
la marcha y disfunción esfinteriana. En la RM se observa isque- de la médula espinal que induce el canal estrecho, sino tam-
mia, edema y presencia de venas dilatadas y serpiginosas en la bién al daño selectivo de la sustancia gris del asta anterior
superficie medular. El tratamiento de la MAV dural es la embo- por compromiso vascular inducido por la compresión. El
lización o ligadura de las arterias nutricias3. tratamiento inicial es conservador, terapia física (tracción,
masoterapia, cinesiterapia y ortesis) y tratamiento farmaco-
Malformaciones arteriovenosas espinales tipo II o intra- lógico sintomático para el dolor y la espasticidad, reserván-
durales. Generalmente intramedulares y de alto flujo, pueden dose el quirúrgico para los casos refractarios. El pronóstico
ser también en parte durales. Cerca del 70% de estas MAV se es malo, en general, pero además empeora si la evolución es
diagnostican en menores de 25 años, en los que es frecuente larga y si el daño medular demostrado en la RM es extenso34.
encontrar aneurismas y estenosis arteriales que frecuentemen- Por último, deberá realizarse un diagnóstico diferencial
te sangran. La clínica de inicio puede ser brusca o lentamente con la hidrocefalia con presión normal, la DCS, la esclerosis
progresiva. En la RM se ve una médula ensanchada con múl- lateral amiotrófica, la EM, otras causas de neuropatía perifé-
tiples lesiones hiperintensas en T1 por sangrados previos. La rica o radiculopatía, la compresión tumoral, la siringomielia,
angiografía espinal sirve para evidenciar la MAV en detalle y la afectación cervical de la artritis reumatoide y la parapare-
planificar su tratamiento, que habitualmente es quirúrgico, sia espástica hereditaria31,33,34.
aunque no tan eficaz como las tipo I3,25,28.

Mielopatía posirradiación
Mielopatía cervical espondilótica
Es una complicación de la radioterapia administrada a la mé-
La mielopatía cervical espondilótica (MCE) es la causa más dula espinal como tratamiento de un tumor primario o me-
común de daño medular en adultos mayores de 55 años y, tástasis. El riesgo es mayor cuanto mayor es la dosis y tam-

4408 Medicine. 2019;12(75):4401-11


MIELOPATÍAS NO TRAUMÁTICAS

bién en función del campo de irradiación. La región afectada A B C


en más ocasiones es la cervical, y la prevalencia real de este
cuadro se desconoce.
Se han descrito dos síndromes clínicos: la mielopatía pos-
irradiación precoz y la tardía. Con respecto a la precoz, apa-
rece de media a las 10-16 semanas tras el tratamiento. Su
inicio es insidioso, con debilidad y acorchamiento intermi-
tente de las extremidades inferiores, acompañado de disiner-
gia esfinteriana, cervicobraquialgia y signo de Lhermite. La
sintomatología se resuelve entre el sexto y el noveno mes, lo
que unido a las latencias alargadas en los potenciales evocados
somatosensoriales sugiere una desmielinización de los cordo-
nes posteriores. No necesita tratamiento. La mielopatía posi-
rradiación tardía es mucho más rara, pero también mucho Fig. 3. Tumores de la médula espinal. Imágenes de resonancia magnética corres-
más grave e invalidante. Aparece de media entre el primer y pondientes a (flechas amarillas): un astrocitoma cervical (S); múltiples masas de
gliobastoma multiforme de alto grado en columna cervical, torácica y lumbar (B)
el segundo año tras la radioterapia como debilidad progresiva y ependimoma espinal torácico (C).
con un nivel sensitivo, espasticidad, dolor y compromiso es-
finteriano. El diagnóstico diferencial debe incluir otras causas
de mielopatía, metástasis extradurales e intramedulares, mie-
la DCS. Fue inicialmente descrita en una paciente a la que se
litis necrotizante e infarto medular. Su pronóstico es infausto,
le había realizado una resección gástrica y se asocia, además
pues progresa hasta convertirse en una transección completa
de a la gastrectomía, a malnutrición, prematuridad, nutrición
y conduce a la muerte en un plazo de 2 años3,25.
enteral o parenteral sin suplementos de cobre, ingesta de
quelantes del cobre y exceso de zinc36. A pesar de que los
suplementos parenterales de cobre resuelven los trastornos
Mielopatía por déficit de vitamina B12 hematológicos concomitantes, las secuelas de la mielopatía
persisten25.
La deficiencia de vitamina B12 produce alteraciones hemato-
lógicas y neurológicas. La mielopatía recibió el nombre de
DCS por tener un inicio subagudo y el compromiso combi-
nado de los cordones posteriores y el tracto corticoespinal.
Tumores de la médula espinal y del canal
Los hallazgos patológicos de esta mielopatía son bien cono- vertebral
cidos e incluyen desmielinización de los cordones posterio-
res y el tracto anterolateral con edema en las vainas de mie- Los tumores de la médula espinal son mucho menos fre-
lina y vacuolización espongiforme que da al tejido afecto un cuentes que los del encéfalo. A diferencia de los tumores ce-
aspecto parcheado. rebrales, casi todos los primarios son benignos, dañan por
La clínica es muy estereotipada. Suele comenzar con la compresión y muchos de ellos son subsidiarios de cirugía de
aparición de síntomas sensitivos (parestesias de predominio resección antes de que la mielopatía sea irreversible28.
en extremidades inferiores, ataxia, hipoestesia posicional y
vibratoria). La debilidad muscular, la alteración de la marcha Tumores medulares primarios
y el piramidalismo se desarrollarán posteriormente. Así, el Suponen el 20% de los tumores espinales, pero solo el 4% de
hallazgo de un síndrome medular posterior, junto con signo los tumores primarios del SNC. El más frecuente es el epen-
de Bakinski, obliga a descartar DCS. La RM muestra hiper- dimoma (45-65%) (fig. 3C), seguido del astrocitoma (20-
señal en T2 limitada a los cordones posteriores, que puede 35%) (fig. 3A). En frecuencia descendente, le sigue el heman-
extenderse al tracto anterolateral. Son signos de buen pro- gioglioblastoma. El neurocitoma, el glioblastoma multiforme
nóstico la ausencia de nivel sensitivo metamérico y de signos (fig. 3B) o el germinoma son muy raros3,37. Suelen extenderse
piramidales, el signo de Romberg negativo, la edad inferior por varias metámeras y la clínica es muy variable: disfunción
a 50 años y una extensión menor a 7 metámeras. El trata- esfinteriana, tortícolis, parestesias, disestesias, paraparesia,
miento es la reposición parenteral u oral de la vitamina B12, síndrome de hemisección medular, dolor radicular si el tumor
junto con el factor intrínseco si fuera necesario35. afecta la zona de entrada de una raíz dorsal o síndrome sirin-
Como curiosidad, en la década de los 80-90, se describie- gomiélico si el tumor ocupa el espacio centromedular. La
ron varios casos iatrógenos de DCS por el uso de óxido ni- RM informa sobre su localización, extensión y características
troso con fines anestésicos en pacientes con déficit de vitami- estructurales, y ayuda al diagnóstico diferencial que incluye
na B12 pero sin mielopatía25. desde las metástasis intramedulares hasta las lesiones inflama-
torias, desmielinizantes o vasculares medulares.
El tratamiento dependerá del tipo de tumor. Así, en el
Mielopatía por déficit de cobre 80% de los ependimomas la cirugía consigue la extirpación
completa y el pronóstico vital y funcional es bueno. La ra-
El déficit de cobre produce ataxia y una mielopatía progresi- dioterapia adyuvante está indicada en los astrocitomas de
va que se superpone tanto clínica como radiológicamente a alto grado y cuando la extirpación fue incompleta en ependi-

Medicine. 2019;12(75):4401-11 4409


ENFERMEDADES DEL SISTEMA NERVIOSO (VI)

momas y astrocitomas de bajo grado. La quimioterapia pue- Conflicto de intereses


de ser una alternativa en astrocitomas de alto grado infiltran-
tes, dado su mal pronóstico vital y funcional3.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Metástasis
La gran mayoría (95%) se localiza a nivel extradural dentro Bibliografía
del canal vertebral y dan síntomas por compresión. Las me-
tástasis intramedulares son raras, solo el 1-2% de todas las r Importante rr Muy importante
metástasis espinales. La mayoría se diseminan vía hematóge-
na o más raramente directamente desde las leptomeninges. ✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión
En casi la mitad, el tumor primario es de pulmón, seguido a ✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica
distancia por la mama (11-14%), el linfoma (4-12%), el car- ✔ Epidemiología
cinoma renal (4-9%), el melanoma (4-9%), los cánceres co-
lorrectales (3-7%) y el carcinoma ovárico (1%). En el 2-6% ✔
1. Yus Fuertes M, Gutiérrez García B. Médula espinal. En: Pedrosa CS,
de los casos, el tumor primario no se identifica3,37. editor. Manual Pedrosa. Madrid: Marbán; 2015. p 359-448.
El síntoma de inicio más frecuente es el dolor, seguido ✔
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El tratamiento habitual es la radioterapia fraccionada con ✔
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o sin corticoides. El papel de la cirugía es controvertido y se litis. Neurology. 2002;77:2128-34.
indica en tumores radiorresistentes. La supervivencia media ✔
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es de unos pocos meses, en función de la agresividad del tu- mo de actuación diagnóstica. Rev Neurol. 2009;49(10):533-540.
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autores declaran que en este artículo no aparecen datos de
pacientes.
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