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INTELIGENCIA EMOCIONAL

Los buenos líderes son personas motivadoras, personas con entusiasmo que buscan sacar
lo mejor que hay en nosotros. Hoy en día, no todos los grandes líderes son los que poseen
mayor Coeficiente Intelectual sino aquellas personas que saben manejar las emociones.
Las características propias o personales de los líderes son cualidades relativamente
estables que hacen que cada persona sea única, por ejemplo sus rasgos físicos, sociales y
psicológicos.
Para un correcto liderazgo es necesario que el líder posea ciertas competencias (habilidades)
pero permitirán el correcto manejo de sus acciones en favor del éxito de sus organizaciones.
(Northouse, 2009, citado en Palomo, 2012) “Las competencias del liderazgo se agrupan en
tres categorías: administrativas, interpersonales y conceptuales” (p. 45).
A su vez dentro de las competencias interpersonales encontramos como parte de esta a la
Inteligencia Emocional.

INTELIGENCIA EMOCIONAL (IE):


Este concepto fue descrito por primera vez en 1990 por Salovey y Mayer, pero cobro
mayor importancia a partir de la publicación del libro Inteligencia Emocional de Daniel
Goleman. Es a partir de 1995, cuando la Inteligencia Emocional se hace conocido y lleva
a la investigación y publicación de numerosos textos relacionados con esta temática.
Definición:
Hellriegel (2009) afirma “La inteligencia emocional es el conjunto de habilidades que
permiten a las personas reconocer y comprender sus sentimientos y emociones y también
los de terceros y, a continuación, utilizar ese conocimiento para guiar su forma de pensar
y actuar” (p.499). Es decir, la inteligencia emocional (IE) es la capacidad de entender y
manejar tus propias emociones y las de las personas que te rodean.
Robbins (2013) afirma “La inteligencia emocional es la capacidad para 1. reconocer las
emociones propias y las de los demás, 2. entender el significado de esas emociones, y 3.
regular las propias emociones. Los individuos que conocen sus propias emociones y que
saben interpretar bien las señales emocionales -por ejemplo, saber por qué están
enfadados y expresarlo sin quebrantar las normas- tiene más probabilidades de ser
eficaces” (p. 150). Por ende se conoce que la Inteligencia Emocional juega un rol
importante en el desempeño laboral.
La inteligencia emocional no se obtiene de nacimiento, sino que se desarrolla conforme
la persona vive diversas experiencias y madura. Y a su vez el desarrollo de la inteligencia
emocional tarda años en adquirirse, y por ende las personas no pueden modificar
fácilmente este aspecto de su composición personal. La inteligencia emocional en el
liderazgo es esencial para conseguir el éxito.
La Inteligencia Emocional ha sido un concepto polémico pues tiene tanto defensores
como detractores.
Argumentos a favor de la IE

Entre los argumentos favorables para la IE están su atractivo intuitivo, el hecho de que la
IE predice criterios relevantes y la idea de que tiene una base biológica.

Atractivos intuitivos

Este argumento nos dice que las personas que detectan las emociones de los demás,
controlan las suyas propias y manejan bien las interacciones sociales tendrán una gran
ventaja en el mundo de los negocios.

La Inteligencia Emocional predice criterios relevantes

Se refiere que la capacidad para reconocer emociones en la expresión facial de los demás
y “leer entre líneas” (captar señales sutiles acerca de las emociones de la gente) nos
permite predecir la evaluación correcta de personas para su organización. La Inteligencia
Emocional se correlacionaba en forma moderada pero consistente con el desempeño
laboral.

La IE tiene bases biológicas

A través de varios estudios se tiene que la Inteligencia Emocional tiene una base
neurológica que no está relacionada con las medidas estándar de inteligencia. Además,
existe evidencia de que la Inteligencia Emocional tiene influencias genéticas, lo que
sustenta la idea de que mide un factor biológico real.

Argumentos en contra de la IE

La IE tiene tantos críticos como defensores. Sus críticos dicen que es vaga e imposible de
medir, por lo que cuestionan su validez.

Los investigadores no coinciden en las definiciones

Para muchos investigadores no está claro el concepto de Inteligencia Emocional, ya que


utilizan diferentes definiciones para este constructo, los cuales se pueden medir con
autorreportes, y que están conectados básicamente por el hecho de que no son redundantes
con la inteligencia cognitiva.

La IE no se puede medir

Muchos críticos han formulado preguntas acerca de la medición de la Inteligencia


Emocional. Por ejemplo, una medición pide que usted asocie ciertos sentimientos con
colores específicos. Otras mediciones son reportadas por el sujeto, y no tienen respuestas
correctas o erróneas. Las medidas de la Inteligencia Emocional son diversas y los
investigadores no las han sometido a un estudio riguroso.

La IE no es más que la personalidad, pero con otro nombre


Algunos críticos plantean que la Inteligencia Emocional se relaciona tanto con la
inteligencia y la personalidad, confundiendo ambos términos o incluyéndolo uno sobre el
otro. Un argumento así tiene cierto fundamento, pues la Inteligencia Emocional parece
correlacionarse con las medidas de la personalidad, sobre todo con la estabilidad
emocional.

Regulación emocional.

Es la de identificación y modificación de las emociones que se experimentan.


Algunas estrategias para cambiar las emociones incluyen pensar en cuestiones más
agradables, evitar pensamientos negativos, distraerse, revaluar la situación y utilizar
técnicas de relajación.
Regular las emociones varía en cada individuo, puesto que algunos tienen un nivel alto
en el rasgo de personalidad enfrentan más problemas para hacerlo, y a menudo les resulta
difícil controlar su estado de ánimo. O otros, quienes tienen niveles de autoestima bajos
también presentan más dificultades para mejorar sus cuadros de tristeza, son menos
proclives que los demás a considerar que merecen lograr un buen estado de ánimo.

Liderazgo Resonante:

Palomo (2012) afirma que “Las personas resonantes son aquellas que sincronizan mejor
con los demás y las que mantienen relaciones más transparentes” (p. 62).

Los líderes resonantes son personas capaces de estimular, movilizar y canalizar las
emociones de cada una de los miembros de una organización, provocando un clima
favorable a la organización. Despiertan de manera natural la resonancia, y su pasión y
entusiasmo repercute en su equipo.

El líder resonante, tiene la habilidad de conciliar las características de todos los estilos de
liderazgo (visionario, democrático, etc.).

Las cuatro dimensiones de la inteligencia emocional

La inteligencia emocional tiene cuatro elementos: dos se refieren a la conciencia y otros


dos a la acción. Tal como se muestra en la siguiente gráfica.
Figura 1. Cuatro dimensiones de la inteligencia emocional

Autoconciencia

Hellriegel (2009) define “La autoconciencia es la habilidad para reconocer y comprender


los estados de ánimo, las emociones y los impulsos propios y también su efecto en
terceros” (p. 499). Las personas que tengan autoconciencia o que se conozcan saben que
sus reacciones emocionales podrían tener efectos positivos o negativos sobre sus
empleados. Las personas con autoconciencia saben lo que quieren obtener y de la vida en
general. Son honestas consigo mismas y pueden ver el panorama de objetivos a su
alrededor.

Autocontrol

Hellriegel (2009) “Es la habilidad para regular y redirigir los impulsos, los estados de
ánimo y los deseos personales” (p. 501). Los líderes eficaces controlan los sentimientos
y los utilizan para fines constructivos. Cuando se enojan, los líderes con inteligencia
emocional analizan las causas de su molestia y buscan la manera de eliminarlas y se dan
tiempo para reflexionar en los objetivos planteados y así volver a retornar su entusiasmo.

Conciencia social

Hellriegel (2009) afirma “Es la capacidad para comprender la composición emocional de


otras personas, así como la habilidad para tratarlas con base en sus reacciones
emocionales” (p. 501). Los líderes eficaces sienten empatía con los sentimientos de sus
seguidores. Son capaces de captar las señales de malestar que proyectan las personas.

Habilidad social
Hellriegel (2009) nos dice “es la capacidad para crear redes interpersonales, administrar
relaciones, encontrar áreas comunes y crear entendimientos” (p. 502). Suelen ser personas
apreciadas y tienen un amplio círculo de amistades. Utilizan sus relaciones personales
para conseguir que todos se dirijan en la misma dirección y ello provoca un mejor
desempeño de la organización.

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