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UNIVERSIDAD NACIONAL DE PIURA

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ALUMNA : Lázaro Lachira Ana María

CURSO : Acto Jurídico

TEMA : Reseña Histórica del libro ll del C.C de 1984

DOCENTE : DR. Vicente Acosta Iparraguirre

CICLO : lll

Piura, Mayo del 2019


RESEÑA HISTORICA DEL LIBRO II DEL C.C PERUANO 1984

Introducción
El presente trabajo tiene como fin dar a conocer como es introducida la Teoría del Acto
Jurídico en nuestra Codificación Civil Peruana, para ello se desarrollaran ciertos puntos
tales como el origen del acto jurídico; cuáles fueron sus influencias doctrinarias como lo es
la francesa, la alemana y la italiana, además de mencionar a los anteriores códigos como
lo son el de 1852 y el de 1936 hasta llegar a nuestro actual Código Civil de 1984 en el cual
podremos encontrar en el artículo 140 la definición de Acto Jurídico.
ORIGEN HISTÓRICO DEL ACTO JURÍDICO
El acto jurídico como institución del derecho civil no es una creación legislativa, es decir,
no nace en un Código Sustantivo (Código Civil), sino es una elaboración posterior a dicho
cuerpo normativo.
Así tenemos, que el acto jurídico es una creación doctrinaría posterior al Código Civil
Napoleónico de 1804; esto es, nace en Francia a partir de las Ideas de Domat y Potier y,
podríamos señalar que todo ello es como consecuencia de una necesidad impuesta por la
sociedad en aquel entonces.
Debe precisarse que los franceses en su Código Civil (primer hito en la codificación civil
mundial) regularon lo concerniente a las Convenciones (que son los antecedentes del
contrato), creyendo que esta figura jurídica voluntaria sería suficiente para regular todas
las relaciones Jurídicas que pudiesen derivarse como producto de lo ejercido de la
autonomía de la voluntad y, con innumerables efectos Jurídicos.
LA DOCTRINA ALEMANA
El Código Civil alemán, también conocida como «BGB», (en alemán «Bürgerliches
Cesetzbuch»), promulgado en el año de 1896 y vigente a partir de 1900, es una creación
de la escuela pandectista alemana, que a partir de las ideas de Savigny y de Ihering busca
sentar las bases del derecho civil contemporáneo remitiéndose a los textos orinales del
Derecho Romano.
El Código alemán se caracterizó por establecer un desarrollo sistemático desglosando en
dos partes dicho cuerpo normativo, es decir, una Parte General y otra Especial, donde
precisamente, en los conceptos generales, aparece el negocio Jurídico.
LA DOCTRINA ITALIANA
Como es de conocimiento general, la codificación civil italiana (plasmada en el Código Civil
de 1942) constituye el tercer gran hito en la codificación civil mundial, después de los
franceses y alemanes respectivamente.
Se debe partir de una premisa fundamental en el sentido de que el negocio jurídico no
esto regulado en forma expresa en el Código Civil Italiano de 1942, sin embargo para su
desarrollo normativo se remiten a los contratos; aunque con serios cuestionamientos y
criticas ya que no puede ser equiparado la institución del negocio jurídico (por su amplitud
conceptual y generalidad) con la figura del contrato (que es más limitado en su desarrollo
normativo).

El Código Civil de 1852:


Recién a partir de 1852 nuestro país contó con un Código Civil de vigencia real y efectiva,
pues hubo antecedentes que no alcanzaron la sanción legislativa, como el proyecto de
Manuel Lorenzo de Vidaurre, trabajado entre 1834 y 1836.El Código Civil peruano fue
promulgado el 29 de diciembre de 1851 por el presidente Echenique, e inició su vigencia
el 29 de julio de 1852.
Se inspiró fundamentalmente en el Código Civil francés, pero también en el Derecho
Español, especialmente el Derecho Castellano, el Derecho de Indias y el Derecho
Canónico. Fue un código Tradicionalista, debido a que no abolió la esclavitud y se
pronunció sobre el clérigo. A pesar de la influencia del Código francés, no siguió su
sistemática por cuanto los diferentes modos como se adquiere la propiedad que es el
contenido del Libro III del Código Napoleónico. Más bien, los consideró en el Libro II,
dedicando el Libro III a las obligaciones y contratos, que en un libro especial no los había
tratado. Según Basadre, el plan del Código Civil de 1852 siguió el de las Institutas de Gayo,
siendo por eso un Código más romanista que napoleónico.
El Código Civil de 1852 ignoró la Teoría del Acto Jurídico. Sin embargo, en el desarrollo
legislativo del Contrato, como concepto general, se dio cabida a materias que después
pasaron a conformar el desarrollo legislativo de la Teoría del Acto jurídico, incorporada
recién a nuestra legislación con el Código Civil de 1936. El código civil de 1852 rigió hasta
su derogación por el artículo 1823 del Código Civil de 1936.
El plan del Código Civil de 1852 fue el siguiente:
1. Título Preliminar
2. Libro I: Las Personas y sus Derechos.
3. Libro II: Las cosas, el modo de adquirirlas y de los derechos que las personas tienen
sobre ellas
4. Libro III: Las obligaciones y los Contratos.

El Código Civil de 1936:


En 1922 se planteó en el Perú la reforma del Código Civil que venía rigiendo desde hacía
70 años. La comisión nombrada al efecto trabajó durante catorce años, dándose lugar a la
promulgación del nuevo código el 14 de agosto de 1936 para que iniciara su vigencia el 14
de noviembre del mismo año. El código de 1936 no adoptó la denominada parte general y
plasmó legislativamente la Teoría del Acto Jurídico en la Sección Primera del Libro V, que
fue dedicado al Derecho de las Obligaciones. La sección primera tuvo el título de los Actos
jurídicos y la desarrolló a lo largo del articulado comprendido en ocho títulos, pues los dos
últimos no eran correspondientes a dicha teoría, sino más bien a los actos ilícitos y la
preinscripción extintiva.
El codificador de 1936 como se ha indicado, ubicó la Teoría del Acto Jurídico dentro del
Derecho de las Obligaciones.
En una interpretación sistemática, se considera al acto jurídico como una categoría
subordinada al Derecho de las Obligaciones. Sin embargo, no podía ser así, ya que en todo
caso son las obligaciones las que quedan subordinadas al emerger de los actos jurídicos, si
hablamos de las obligaciones generadas por la manifestación de voluntad. Es por ello que
se afirma que su ubicación haya sido absolutamente equivocada y así lo precisó José León
Barandiarán.
El ponente de lo que después sería el Libro V fue Manuel Augusto Olaechea, quien ha
dejado la huella de sus trabajos y exposiciones en las actas de las sesiones de la Comisión
Reformadora en su exposición de motivos del proyecto. En ellas puede comprobarse que
las fuentes para la incorporación de la Teoría del Acto Jurídico en el Código Civil de 1936
fueron los Códigos de Argentina y de Brasil, además de tener en cuenta el Código alemán
(BGB) y el suizo de 1911.
Se comprueba además que el concepto de acto jurídico fue tomado de la obra de Vélez
Sarsfield y del código brasileño, aun cuando la noción del concepto quedo implícita, pues
no se plasmó en el articulado del código. En el acta de la sesión del 22 de agosto de 1923,
Olaechea consideró que el Libro V debía ocuparse ante todo de resolver la teoría general
referente al acto jurídico, considerado de un modo general al negotium iuris.
El Código Civil de 1984
Como se sabe, la teoría del Acto Jurídico fue ignorada por el Código de 1852 y recién fue
incorporada a nuestro Derecho con el Código de 1936, aunque sin explicarse más allá de
lo que aparece en las actas de la Comisión Reformadora del Código de 1852 Y de la
Exposición de Motivos del Proyecto del Código de 1936 escrita por Manuel Augusto
Olaechea, su ponente, pero que no dejó la obra coherente e integral que su reconocida
versación hubiera también convertido en una obra clásica de la literatura jurídica nacional.
Sin embargo, de lo que dejó Olaechea se tiene el testimonio de que las fuentes
fundamentales para la incorporación de la teoría del Acto Jurídico a nuestra codificación
civil fueron las obras de Vélez Sarsfield y de Bevilaqua, pues la noción que no llegó a
plasmarse, pero que se incorporó implícitamente al Código de 1936, era la inspirada por el
artículo 944 del Código argentino, pese a que se optara por el tecnicismo de la fórmula del
artículo 82 del Código brasileño.
En el año 1965, por Decreto Supremo Nº 95 del 1º de marzo, se creó la Comisión
Reformadora encargada del estudio y la revisión del Código Civil de 1936 con la finalidad
de proponer reformas que salvaran los vacíos y confusiones que surgieran con la vigencia
de dicho código. La comisión fue instalada el 31 de mayo de 1965 y contaba con 10
miembros, los cuales se distribuyeron el estudio de los diferentes libros del código. Así
pues al Dr. José León Barandiarán se le encargo la elaboración del Proyecto de la Comisión
del libro sobre el Acto Jurídico .El 1º de marzo de 1978 por Resolución Suprema Nº 0046-
78-PM/ONAJ fue designado miembro dela Comisión el Dr. Manuel de la Puente y Lavalle.
En la sesión del 22 de marzo de 1979 la Comisión incorporó en calidad de asesora a la Dra.
Susana Zusman Tinman; ella y el Dr. de la Puente elaboraron el Anteproyecto Sustitutorio
de los Actos Jurídicos. En julio de 1981 finalizó la elaboración del Proyecto del Código Civil.
Como resultado de la coordinación y consolidación del proyecto y de los anteproyectos, el
1º de octubre del mismo año el diario oficial El Peruano Nª 12505, publicó el texto final del
Proyecto del Código Civil para abrir el Debate Nacional. En febrero de 1984, el diario
oficial El Peruano publica el Proyecto del Código Civil aprobado por la Comisión Revisora
con algunas modificaciones, tales como la variación de la ubicación del tema, el número y
contenido de algunas normas interpretativas. El libro sobre acto jurídico, pasa a formar
parte del Libro Segundo.
Por Decreto Legislativo Nº295, el 24 de Julio de 1984 se promulga el Código Civil Peruano
y entra en vigencia el 14 de noviembre del mismo año.
Este código ha mantenido su afiliación a la teoría del acto jurídico y como su antecedente
de 1936 la desarrolla legislativamente, pero ha mejorado notablemente su sistemática.
 León Barandiarán y su influencia en el libro de Acto Jurídico
El gran mentor de la reforma del Código Civil de 1936 y de la elaboración del Código Ovil
de 1984 fue, sin lugar a dudas, el maestro José León Barandiarán. Con sus Comentarios,
que comenzaron a aparecer en 1938, se convirtió en el constructor teórico definitorio del
Acto Jurídico para nuestra codificación civil y para nuestro Derecho Privado. Después de
conceptuar el hecho jurídico y explicarlo, en su sentido amplio, como toda causa capaz de
generar un efecto de Derecho, concluyó en que el Acto Jurídico es el hecho jurídico
voluntario, lícito, con manifestación de voluntad y efectos queridos por el sujeto. Destacó
que la palabra «acto» era indicativa de una determinación de voluntad y que pese a la
opinión de Enneccerus en el sentido de que el Acto Jurídico debía comprender el hecho
voluntario, tanto el lícito como el ilícito, consideró que tal parecer era inaceptable dentro
de la sistemática del Código de 1936 que asignaba el carácter de licitud al Acto Jurídico. El
Acto Jurídico venía a ser, pues, el hecho jurídico de carácter voluntario y lícito, cuyo efecto
es querido directamente por el sujeto y en el cual existe una declaración de voluntad.
Agregó que dentro de la categoría del Acto Jurídico no sólo había de comprender la
relación que crea o extingue un derecho, según la concepción de Savigny, sino también
toda relación que además de trasmitirlo y modificarlo, lo conserva. Por ello, en cuanto a la
eficacia del Acto Jurídico, León Barandiarán señaló que actuaba en toda relación jurídica
generadora de derechos y deberes, de cualquier naturaleza, patrimoniales o no
patrimoniales.
Sus ideas, desarrolladas en sus Comentarios a la Sección Primera del Libro Quinto del
Código de 1936, donde fue instalada la teoría del Acto Jurídico, perviven, habiéndose
mejorado, en el mismo artículo 140, el tecnicismo del artículo 1075 del Código anterior,
adoptado del artículo 82 del Código brasileño. Así, en cuanto a la manifestación de
voluntad, señaló que ningún acto podía tener el carácter de voluntario sin un hecho
exterior en que la voluntad se manifestara, pues el Derecho no es Psicología, no es
investigación agnóstica en el campo de la consciencia, sino que mira hacia el lado externo,
hacia la conducta exteriorizada y que por eso era necesario detenerse en la manifestación
de voluntad en cuanto generadora del Acto Jurídico. Y, por lo mismo, dejó sentado un
parecer contrario a la manifestación presumida por la ley, que admitía el artículo 1076 del
Código de 1936, calificándola de manifestación ficticia y negando su existencia como
generadora de una voluntad capaz de dar creación a un Acto Jurídico
 El acto jurídico en el código civil vigente
El actual código civil posee un carácter definidor con respecto al acto jurídico, que se
advierte sobre todo en la regulación de los contratos, para cada uno de los cuales se dicta
una definición, que la podemos hallar en el artículo 140, que estipula lo siguiente:
“El acto jurídico es la manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o
extinguir relaciones jurídicas. Para su validez se requiere:
1.- Agente capaz. (*)
(*) Numeral modificado por el Artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 1384, publicado el 04
septiembre 2018, cuyo texto es el siguiente:
"1.- Plena capacidad de ejercicio, salvo las restricciones contempladas en la ley.”
2.- Objeto física y jurídicamente posible.
3.- Fin lícito.”
4.- Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.
El acto jurídico actúa en todas las ramas del Derecho Civil: en las fuentes de Obligaciones,
donde tiene aplicación más amplia y común, mediante los contratos y las declaraciones
unilaterales de la voluntad; en los Derechos Reales, donde actúa en las relaciones
creadoras de los gravámenes reales, prenda, hipoteca; en el Derecho Sucesorio, como es
el caso de los testamentos, la aceptación y la renuncia de la herencia; en el Derecho de
Familia, con el matrimonio, el reconocimiento de los hijos, la adopción, la emancipación;
en el Derecho de las Personas, con la creación de asociaciones. No debe dejar de
subrayarse que donde la teoría del acto jurídico encuentra su utilización más completa y
uniforme es en los múltiples actos voluntarios con contenido patrimonial, y entre ellos, en
los contratos. De hecho, en la legislación comparada ni el Código francés ni italiano o
español han dado un tratamiento legislativo autónomo a éste y los tratadistas cuyas
opiniones constituyen las más densas deben recurrir a las normas de sus códigos que
tratan sobre contratos, desde las que tomándolas como paradigmas, desenvuelven toda la
argumentación lógica en que se apoya la estructura de la abstracción o idea en qué
consiste los Actos Jurídicos. Para establecer los conceptos que era necesario fijar en
nuestra legislación, el Código civil optó por legislar sobre el tipo de acto jurídico que en la
doctrina era denominado como Negocio Jurídico, pero que continuó denominándolo acto
jurídico, siguiendo nuestra tradición jurídica. Es por ello, que podemos afirmar que el
criterio de nuestro código es subjetivista, al hacer recaer el concepto de acto jurídico en la
manifestación de voluntad y no en el hecho. El código se aparta de la definición clásica en
cuanto habla de relaciones jurídicas y no de derechos. Debemos establecer si existe o no
diferencia entre la relación jurídica y el derecho. El derecho es el resultado de la relación
jurídica. El derecho no es la relación jurídica. Sin embargo, uno de los comentaristas del
código, dice que el acto jurídico está concebido para generar una amplia gama de
relaciones jurídicas.
Bibliografía
Reseña histórica del libro II. URL: http://www.buenastareas.com/ensayos/Rese
%C3%B1a-Historica-Del-Libro-Ii/2158523.html
THEMIS: Revista de Derecho, ISSN 1810-9934, Nº. 30, 1994 (Ejemplar dedicado a: 10
Años del Código Civil. Edición de Aniversario), págs. 57-59

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