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Organización de la atención a personas en situación de dependencia.

La atención en asistencia domiciliaria


UNIDAD DE TRABAJO 5

1. La asistencia domiciliaria
La permanencia en el entorno de la persona afectada es uno de los principios que
rigen nuestro modelo de atención a la dependencia. Así pues se preferirá este modelo
frente a la intervención residencial:
 Siempre que el domicilio reúna las condiciones suficientes para una
atención de calidad.
 Valorando las formas de atención y recursos disponibles si la persona
permanece en el domicilio habitual.
 Teniendo en cuenta la situación personal del usuario y a su entorno familiar.
Hay que tener en cuenta que esta permanencia en su propio hogar es la forma de
intervención que resulta menos agresiva para el usuario, al realizar menos cambios en
su modo de vida.

La prestación del servicio puede revestir bien la forma de atención a domicilio por
personal especializado o bien la de cuidador en el entorno familiar.

1.2 Los programas de ayuda a domicilio

Estos programas van a ser requeridos para llevar a cabo cualquier intervención en el
domicilio familiar por el SAD (servicio de ayuda a domicilio). El programa es personal
para cada usuario, y se realiza por el equipo que interviene en la asistencia del caso
concreto:
 Servicios Sociales (trabajador social)
 Asistente de ayuda a domicilio.
 Se puede recabar la información necesaria de aquellos otros profesionales
que intervienen (sanitarios, fisioterapia, psicología…)

El programa incluye en todo caso:


 Valoración del usuario y de la vivienda.
 Determinación de objetivos a lograr con la puesta en marcha del programa.
 Actividades a desarrollar en el domicilio y con el usuario.
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 Procedimientos de evaluación y revisiones previstas para la situación del
usuario.

1.3 La valoración del domicilio


Esta valoración ha de ser individualizada, se realiza para cada caso concreto (si bien
podemos emplear guías de observación que nos faciliten y protocolicen el trabajo). Se
aconseja siempre que sea realizada “in situ”, de modo presencial, de modo que se
pueda valorar directamente las condiciones del domicilio y los posibles riesgos,
actuación que es preferible a una valoración indirecta, basada en planos o informes a
los que se aplican criterios generales de valoración.

Tiene en cuenta la situación particular del usuario y las condiciones de accesibilidad,


así como los riesgos genéricos presentes en el domicilio.

La prevención de riesgos se refiere tanto al usuario como al entorno (incluyendo los


mismos profesionales que intervienen y que pueden también estar sometidos a
determinadas situaciones de riesgo).

Debe concluirse con una propuesta de adaptaciones o mejoras para atender


correctamente la situación, detallando en su caso las posibles alternativas. En todo
caso, incluye un pronunciamiento sobre la idoneidad del domicilio para prestar el
SAD, señalando aquellas modificaciones o medidas que se consideran imprescindibles
y sin las cuales no sería posible llevar a cabo la intervención en el entorno
domiciliario.

2. La valoración de riesgos
No hay que confundir esta valoración de los posibles riesgos con la adaptación del
domicilio.
 Adaptación: persigue la mejora de la calidad de vida.
 Riesgos: se refiere a la prevención de incidentes para el usuario o el entorno.
Por ejemplo: la instalación de un sistema salva escaleras es una adaptación y la
adopción de medidas para evitar caídas entraría en el ámbito de la prevención de
riesgos.

Riesgo. Combinación de la probabilidad de que se produzca un evento negativo y sus


consecuencias negativas.

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 Riesgo, de modo estricto, es la acción que puede provocar un daño: caídas,
electrocución, golpes…
 Factor de riesgo es aquella situación concreta que presenta ciertas
posibilidades de que el daño ocurra, la que nos pone en riesgo

Valorar el riesgo supone valorar la posibilidad mayor o menor de que ocurra y el nivel
de intensidad en el daño que se prevé.

2.1 Principales riesgos en el hogar:

 Caídas (en altura y al mismo nivel)


 Golpes e impactos
 Electrocución
 Incendio, quemadura y explosión
 Cortes y punzamientos.
 Encierros y retenciones
 Intoxicaciones y asfixias
 Deterioro de materiales e instalaciones
 Deterioro progresivo de salud física
 Ambientes demasiado secos o húmedos, corrientes…
 Contaminaciones ambientales (ruidos, malos olores…
 Ulceras, llagas…
 Riesgos emocionales
 Soledad, aislamiento
 Sensación de invalidez…

En la página de la campaña “con mayor cuidado”, de la fundación Mapfre podemos


encontrar diverso material de utilidad que nos ayuda a entender y difundir esta idea
de riesgos y sus factores en el hogar.
http://www.fundacionmapfre.org/fundacion/es_es/campana/con-mayor-cuidado-
campana-divulgativa/prevencion-riesgos-videos/default.jsp

3 La organización de tareas en el
servicio de ayuda a domicilio
A la hora de catalogar el trabajo que debe llevar a cabo el auxiliar de ayuda a domicilio,
van a ser dos grandes ámbitos los que vamos a tener en cuenta:

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 asistencia y cuidados personales
 Asistencia doméstica

Asistencia y cuidados personales. Vienen referidos a las actuaciones que llevamos a


cabo con el propio usuario, de modo personal.
 Aseo del usuario, vestimenta.
 Diferenciar situaciones según la movilidad del atendido, si se da o no
encamamiento…
 Aseo diario, baño, cambio de pañal…
 Movilización
 Movilizaciónes en la cama
 Traslados cama/sillón, uso de grúa geriátrica…
 Apoyos puntuales en las movilizaciones de la vida diaria.
 Ayuda en alimentación y otras AVD
 Apoyo durante comidas, uso de ayudas técnicas para la comida
 Climatización del hogar, uso de aparatos. apertura de puertas, alcanzar
objetos…
 Organización de medicamentos y tomas. Registros y operaciones
sanitarias básicas.
 Ocio
 Facilitar alternativas de ocio según los usos y preferencias del usuario.
Animar al empleo adecuado del tiempo.
 Tener en cuenta las recomendaciones terapéuticas.
 Comunicación
 Facilitar el mantenimiento de habilidades comunicativas, estimulación.
 Promover las relaciones con el entorno.
 Desarrollo socio afectivo y organización personal.
 Autoestima y autoconcepto.
 Apoyo en gestiones personales: bancos, trámites, agenda de contactos…

Asistencia doméstica. Se refiere a las actuaciones que realizamos en el entorno del


usuario.
 Limpieza y orden del hogar.
 Ejecución de tareas de limpieza, buscando en la medida de lo posible la
colaboración del usuario.
 Recogida y clasificación de enseres, ropas…
 Planificación de zonas de limpieza
 Diaria
 Semanal
 periódica
 Preparación de comidas.

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 Elaboración de menús teniendo en cuenta las preferencias del usuario,
recomendaciones médicas y principios nutricionales.
 Compras
 Realización del aprovisionamiento del hogar teniendo en cuenta las
necesidades y presupuesto del usuario.
 Gestión contable: tickets de compra, lista de gastos
 Ayudar en la elaboración de presupuestos domésticos, abono de
facturas de suministros…

3.1 Algunos criterios en la actuación del auxiliar

Nuestro trabajo va enfocado a fomentar y conservar la autonomía:


 principio de subsidiariedad, solamente haremos aquello que no pueda
hacer el usuario.
 Es preferible “colaborar” con el usuario antes que “sustituirlo”. Requiere
valoración interdisciplinar de lo que es capaz de hacer el usuario y en qué
condiciones.
Debemos, en la medida de lo posible, consensuar las actuaciones con elresto de
familia y entorno de la persona atendida.

Es imprescindible aprovechar los recursos del propio entorno:


 No encerrar al usuario en su vivienda, favorecer las relaciones y
participación en su entorno habitual.

En todo caso, realizaremos un trabajo planificado


 Intervenimos bajo nuestro programa, no conforme a las exigencias
puntuales.
 Esto no excluye la flexibilidad para atender emergencias o imprevistos.

4 Regulación y normativa
Las prestaciones por ayuda a domicilio, que forman parte del catálogo de servicios
incluido en la Ley de Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (con carácter
nacional, Ley 39/2006) son reguladas concretamente para cada comunidad
autónoma.

La normativa incluye una importante participación de los ayuntamientos en la


gestión de este programa. De esta manera, buena parte de la articulación de las
medidas tiene contenido municipal, siendo esta administración la que atiende
directamente las peticiones de los usuarios, contrata a los auxiliares, realiza
valoraciones de los casos a través de los servicios sociales municipales…

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Para el caso concreto de Castilla-la Mancha, existen dos normas especialmente a tener
en cuenta
 Decreto 26/2013, de la Consejería de Sanidad y Bienestar Social de Castilla-
La Mancha, que regula la aplicación en la región de los contenidos de la ley
de dependencia nacional (según la reforma de la ley llevada a cabo en 2012 a
nivel nacional).
 Decreto 30/2013, de régimen jurídico de los servicios de atención
domiciliaria en Castilla-La Mancha. Este decreto regula la prestación del
servicio de atención domiciliaria en nuestra región.

La normativa de Castilla-La Mancha establece que son destinatarios de la ayuda a


domicilio:
 a) quienes hayan solicitado la valoración de situación de dependencia y
cumplan las condiciones previstas en el Decreto 30/2013 de 6/06/13;
b) familias numerosas cuando uno de los progenitores esté en situación de
baja médica por maternidad, enfermedad o accidente y al menos dos de los
hijos sean menores de 16 años, o alguno de los hijos tenga reconocido un
grado de discapacidad igual o superior al 65%;
c) Cuando esta prestación sea prescrita en proyectos de intervención
familiar encaminados a evitar una declaración de situación de riesgo de
menores;
d) Cuando así esté previsto en cualquier otra disposición con rango de ley.

Los requisitos para acceder al programa son:


 Ser residente en el municipio donde se presta el servicio.
 Encontrarse en situación de necesidad de acuerdo a un baremo, en el que se
valoran
 grado de autonomía personal o familiar,
 Situación sociofamiliar,
 Situación económica
 Edad.

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