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Brecha Salarial:

¿Discriminación o Mito?
Gonzalo Cambareri
D.N.I. 43.442.277
Gartenstadt Schule

1
Bibliografía

 Venable Denise: “The Wage Gap Myth” 2002, National Center for
Policy Analysis.

 Estadísticas del censo laboral realizado en enero de 2018 por la


Oficina de Estadísticas Laborales, organismo que forma parte del
Departamento Laboral de los Estados Unidos.

 Estadísticas de la Oficina de Censos de Estados Unidos.

 Dr. Farrell Warren: “Why Men Earn More? The startling truth about
the wage gap” 2005, prólogo de Karen DeCrow.

2
Índice

Introducción .............................................................................. 4

Capítulo I ................................................................................... 4
75 centavos por cada dólar ..........................................................
Primeros Descubrimientos .............................................................. 5
Tabla número 1 ................................................................................ 6

Capítulo II ....................................................................................... 7
Tipos de Trabajos y Sueldos ............................................................ 7
Tabla número 2 ................................................................................ 8
Tabla número 3 ............................................................................... 8

Capítulo III ...................................................................................... 9


Expectativas de los empleadores ...................................................... 9

Conclusiones ....................................................................................... 11

3
Introducción

Esta monografía analizará la brecha salarial que existe entre los sexos en los Estados Unidos
de América. Existe actualmente una idea atribuye este conflicto a un sistema que favorece a los
hombres mediante la discriminación de género. El objetivo principal es problematizar la diferencia
que existe entre el promedio de los sueldos de los hombres y de las mujeres; para corroborar si esta
se debe efectivamente a una situación de discriminación de género o, por el contrario, si abarca
distintos factores como las horas trabajadas, las calificaciones de cada individuo y las elecciones
personales, entre otras. Para lograr esto se investigarán las razones por las cuales las personas
reciben un mayor salario, así como también las decisiones de los empleadores y otros datos
correspondientes.

Se tuvieron en consideración para realizar esta monografía datos oficiales de la Oficina de


Estadísticas Laborales (OEL), la Oficina de Censos (OC) y el Departamento Laboral, los cuales son
organismos dependientes del gobierno de los Estados Unidos. Además se utilizará bibliografía
académica sobre el tema.

Capítulo I:
75 centavos por cada dólar

Si accedemos a los datos de la OEL de EE.UU. (U.S. Bureau of Labor Statistics) 1 y


obtenemos el promedio de los ingresos de todos los hombres y mujeres, y los comparamos entre sí,
a primera impresión se obtiene un resultado que parecería rotundo: por cada dólar que gana un
hombre, la mujer obtiene tan solo 75 centavos 2. Esta información arrojaría entonces una
conclusión casi ineludible: las mujeres son discriminadas a la hora de recibir su salario.

Pero si analizamos de manera más profunda y crítica esta dato, podemos darnos cuenta que
esta basada en un número obtenido de manera burda, y solo debe ser utilizado para comparar los
1 https://www.bls.gov
2 Algunos datos más recientes apuntan a que la diferencia es menor: https://www.bls.gov/cps/cpsaat39.htm

4
ingresos brutos masculinos y femeninos. Porque al tomar los salarios promedio de los dos sexos
estamos dejando de lado varias variables que son de suma importancia a la hora de analizar la
situación laboral de los mismos. Y es que el problema que trae esta forma de entender este
porcentaje, es que no se tienen en cuenta las horas trabajadas, las variadas posiciones o siquiera los
diferentes trabajos. Para entender mejor la brecha, existen estadísticas más específicas publicadas
por organismos oficiales que permiten tener un acercamiento más analítico a la problemática.

Primeros Descubrimientos

Lo dicho anteriormente no significa necesariamente que la discriminación hacia la mujer no


exista, pero si implica que para problematizar la brecha es necesario indagar de manera más
profunda en los datos y considerar otras variables. Por ejemplo, la OC de Estados Unidos realizó
una publicación en la década de 19503 que arrojó que las mujeres de entre 45 y 54 años que nunca
se habían casado ganaban un 6% más que los hombres en la misma situación. Otro dato demuestra
que en 19734, las mujeres solteras que trabajaron desde que terminaron la escuela también ganaban
un porcentaje mayor al de los varones en iguales circunstancias. Y en 1969, las profesoras que
nunca contrajeron matrimonio ganaban el 145% de lo que ganaba en promedio un profesor en las
mismas condiciones5.

Incluso actualmente existen más de 80 trabajos en los que las mujeres ganan más que los
hombres6. Dentro de estos 80, hay 39 casos en los que la diferencia es bastante significativa (más
del 5%), siendo uno de los más redundantes el de los Ingenieros en Ventas. La mujeres que trabajan
en este campo ganan en promedio 26.000 dólares anuales más que los hombres de la misma
profesión. Otro trabajo con números similares es el de los legisladores, en el cual las mujeres cobran
el 133% de lo que cobran los hombres.

Esto nos da el primer indicio de que existen factores ajenos a la discriminación que juegan
un rol importante a la hora de ganar más o menos dinero. Puntualmente, en el primer caso parece
que un aspecto a tener en cuenta es el matrimonio y los hijos, sobre todo en el caso de las mujeres.
Pero lo importante de este hallazgo no es el descubrimiento en sí, sino que su relevancia radica en
3 Estas estadísticas fueron anteriores al Equal Pay Act (Acto por Igual Paga, 1963)
4 Reporte económico del presidente, transmitido al congreso (Washington DC, 1973)
5 Concejo americano de educación “Salarios académicos anuales por sexo y estado civil” (Washington DC 1968-69)
6 OEL “Ingresos usuales semanales de los empleados de tiempo completo por ocupación detallada y sexo, promedio
anual” (2003)

5
tener un primer aproximamiento a una idea que deje la discriminación de género en segundo
plano a la hora de comprender la brecha salarial.

A modo de ejemplo podemos ver el libro Jobs Rated Almanac (Les Krantz, 1992), el cual
enumera 250 trabajos, ordenándolos de mejor a peor. El criterio utilizado para hacerlo surge de una
combinación de factores tales como la calidad del ambiente de trabajo, las demandas físicas, la
seguridad, la proyección a futuro y el estrés que cada uno involucra. Estos son algunos de los
trabajos peores puntuados:

Tabla nro. 1
Puesto en el % de
Trabajo
ranking hombres
228 Carpintero 99%
230 Cartero/Repartidor 68%
232 Basurero 93%
236 Bombero 97%
242 Techista 99%
244 Albañil 97%
247 Metalúrgico 100%
250 Leñador 98%

Elaboración propia en base a datos del Jobs Rated Almanac.7

Al observar la tabla, podemos darnos cuenta que los trabajos con los peores puestos 8 son
ocupados en su mayoría por hombres. Esto puede ser explicado por dos motivos:

1. Estos trabajos tienen una gran demanda de trabajo pesado que muchas mujeres no pueden
realizar.
2. Las mujeres evitan este tipo de trabajo ya que involucran sacrificios que no están dispuestas
a hacer. Los hombres, por otra parte, sí los hacen.

Por cualquiera de las dos razones anteriores, las mujeres (en su mayoría) no realizan este
tipo de trabajo. Lo que posiblemente sea cierto, es que las mujeres tienen más probabilidades de
aceptar trabajos con peor paga, justamente para evitar los de la tabla anterior. Por ejemplo,
aunque ninguno de estos dos trabajos requiere altos niveles de formación, las personas que entregan

7 Les Krantz, The Jobs Rated Almanac, sexta edición (Nueva York, 2002).
8 Entiéndase por peor puesto, peores condiciones laborales en general.

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paquetes suelen ganar más dinero que los recepcionistas 9. Y esto es debido a que el primer caso
involucra movimiento y niveles de estrés que no están presentes en el segundo. Por lo tanto, a las
empresas les resulta más difícil encontrar repartidores que recepcionistas. Esta es la razón por la
cual ofrecen un mayor salario a las personas dispuestas a realizar las tareas más “incómodas”. Y
resulta que, estas últimas suelen ser hombres10.

Capítulo II:
Tipos de Trabajos y Sueldos

A la hora de elegir un campo en el cual desempeñarse como profesional, existen varias


consideraciones que deben ser tenidas en cuenta para encontrar los trabajos mejores pagos. Una de
las causas de la brecha es que a menudo estas observaciones son tomadas en cuenta mayormente
por hombres, y no tanto por mujeres.

Por ejemplo, como pudimos ver anteriormente en esta monografía, un repartidor suele ganar
más que una recepcionista. Esto ocurre porque entre los trabajos que requieren bajos niveles de
educación, aquellos que exponen al trabajador a las condiciones más estresantes o
desfavorables son aquellos que ofrecen la mayor remuneración. Algunas profesiones que
pueden ser consideradas como “de alta exposición”11 son: paisajista, pintor y guardabosques;
repartidor, basurero, bombero y albañil; techista, soldador, guardavía y soldado. Todas los trabajos
anteriormente nombrados están dominados por hombres. Es decir, que existen pocas mujeres que
deciden exponerse a condiciones duras para poder ganar un poco más de dinero. Sin embargo, las
mujeres tienen otras posibilidades. Existen trabajos que otorgan los beneficios de estos “empleos
peligrosos” sin ninguno de los peligros. A modo de ejemplo, existen varias ocupaciones militares
que no involucran ningún riesgo en especial, pero por el contrario ofrecen salarios más altos que los
de las profesiones que suelen elegir las mujeres sin educación superior. Muchos puestos
administrativos del ejército son ocupados por mujeres, dando origen a esta estadística: mientras que

9 OEL, Employement and Earnings 2004, 249-253, Tabla 39.


10 Ver 3ra línea de la tabla 1. Ser repartidor/cartero es uno de los trabajos peores puntuados, y está ocupado en su
mayoría por hombres.
11 A factores climáticos agresivos como tormentas eléctricas, el frío y calor extremos, la nieve e inclusive fuego en
algunos casos (bombero,soldador).

7
las mujeres constituyen el 15% de los trabajadores militares, solamente ocupan el 2,6% de las
muertes en batalla12.

Otro factor importante a tener en cuenta es el tipo de trabajos que las mujeres suelen elegir.
Estos son algunos de los trabajos mejores pagados:

Tabla nro. 2
Trabajo Ingresos promedio anuales % de mujeres en el campo
Gerente de Ingeniería $77.168 10%
Ingeniero Aeroespacial $70.824 9%
Piloto de Aeronaves $70,200 4%
Ingeniero en Electrónica 69,264 7%
Ingeniero Mecánico $60.736 4%

Elaboración propia en base a datos de la OEL13.

Por otra parte, estos son ejemplos de los trabajos peores pagos:

Tabla nro. 3
Trabajo Ingresos promedio anuales % de mujeres en el campo
Empleados de Limpieza $16.796 85%
Niñero $17.160 95%
Asistente de Clase $18.252 91%
Cuidador Personal $18.252 88%

Elaboración propia en base a datos de la OEL14.

Al analizar las características de los campos que suelen atraer más mujeres, podemos
observar que estos tienden a presentar, en mayor o menor grado, seguridad física, bajo riesgo
financiero, viajes cortos hasta el puesto de trabajo y ningún turno nocturno. El problema es que
estas condiciones positivas suelen significar salarios bajos, debido a la cantidad de personas que
desean realizar estos trabajos. Si a esto le sumamos que varios de estos empleos no requieren
educación superior podemos comprender porque la remuneración es tan distinta a los de la Tabla
nro. 2. Esto no quiere decir que todas las mujeres realicen trabajos poco calificados, pero si indica
que un gran número de ellas recibe un sueldo bajo, lo cual hace un aporte significativo a los datos

12 Departamento de Defensa, Directorio de Información Operaciones y Reportes, 24 de julio de 2004.


13 OEL “Ingresos medios semanales de trabajadores de tiempo completo por ocupación y sexo” 2004.
14 Íbidem.

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que indican la existencia de la brecha salarial. Por lo tanto, al analizar esta problemática, hay que
tomar en cuenta este factor como una de sus posibles causas.

Capítulo III
Expectativas de los empleadores

Este es quizá uno de los puntos en que la discriminación es más evidente. A lo largo de todo
el trabajo pudimos ver que existen algunos factores cruciales que parecen ser distintos a la mera
discriminación por los cuales las mujeres reciben menos remuneración que los hombres. Pero si
analizamos detalladamente todos estos, podemos ver que muchos de ellos están ligados a
condiciones inherentes a ser mujer.

Por ejemplo, revisamos casos en los que la diferencia de sueldos tenia que ver con el tipo de
trabajo que cada género realizaba. Pudimos ver que existe una gran cantidad de mujeres que se
dedican a trabajos como niñera, asistente de clase o cuidador personal15, mientras que rubros mejor
pagos suelen estar ocupados en su mayoría por hombres 16. Se podría de decir que las mujeres
simplemente tienden a elegir trabajos mejores pagos exclusivamente por decisión propia.

Pero una visión más crítica de la situación nos dejaría con otras conclusiones. Si pensamos
en la discriminación no solo a nivel laboral, sino que también en el ámbito educacional, sería
posible deducir que el motivo por el cual las mujeres deciden trabajar en empleos que les generan
menos ingresos es porque tanto la educación actual como también los medios de comunicación
masivos enseñan constantemente que los trabajos de la Tabla número 3 son mas apropiados para
personas del género femenino. Esto es porque se nos presenta la imagen de la familia tradicional en
la que el hombre es el responsable de la mayor cantidad de ingresos para mantener el hogar.
Además, existe un perfil construido para la mujer que le atribuye ciertas características que las
hacen ver convenientemente como un mejor candidato para los empleos domésticos o de peor
salario.

15 Ver Tabla nro. 3


16 Ver Tabla nro. 2

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Otro caso visto también anteriormente en este trabajo es el que atribuye la diferencia salarial
a la decisión personal de las mujeres de tener hijos. Pudimos apreciar que existen muchas
situaciones en que las mujeres ganaban más debido a que nunca se habían casado o a que habían
decidido no ser madres. Esto apunta a que los empleadores prefieren empleadas que se dediquen
totalmente a su trabajo, dejando las relaciones familiares en un segundo plano. Esto puede
entenderse como una forma de discriminación, ya que las mujeres están recibiendo peor
remuneración por cumplir con su derecho natural de engendrar un hijo. Además, la diferencia entre
hombres que deciden ser padres y aquellos que deciden no serlo suele ser más acotada que el mismo
caso del género opuesto. Esto puede suceder debido a que existe la creencia que la madre es la que
debe evocarse completamente a la crianza de los niños, mientras que el padre cumple un rol
secundario y debe trabajar más.

Todo lo discutido anteriormente en este capítulo parece apuntar a una conclusión: el sistema
en el que vivimos intenta lograr que las mujeres se dediquen enteramente a trabajar y a
producir. Esta es la razón por la cual los empleadores premian a las mujeres ,y a los hombres
en menor medida que dejan de lado otros aspectos de su vida para poder concentrarse más en
su rendimiento laboral.

Si se cierra la brecha, se calcula que la cantidad de mujeres trabajadoras con respecto a la


población total de las mujeres subiría un 30% 17. Esto quiere decir que los países en los que los
salarios son más igualitarios en cuanto a géneros pueden llegar a tener una ventaja económica frente
a los que no. Por lo tanto podría asumirse que seria una estrategia exitosa implementar leyes que
promuevan la igualdad salarial18.

Conclusiones

17 http://www.unwomen.org/en/what-we-do/economic-empowerment/facts-and-figures
18 https://www.mckinsey.com/featured-insights/employment-and-growth/how-advancing-womens-equality-can-add-
12-trillion-to-global-growth

10
Como pudimos ver a lo largo del trabajo, existen dos perspectivas desde las cuales mirar la
problemática de la brecha salarial entre hombres y mujeres en Estados Unidos. Cada una nos arroja
distintas respuestas en cuanto a la pregunta realizada al comienzo del trabajo.

La primera forma de acercarse a este problema es la de entender que este responde a


varios aspectos ajenos a la discriminación. Ya sea los trabajos elegidos, la cantidad de horas
trabajadas, la decisión de formar una familia, etcétera, la brecha de salarios existe solo debido a las
decisiones personales de ambos géneros y no a factores discriminatorios.

Por otra parte, otra forma de tomar este conflicto es la que nos lleva a entender las
motivaciones que tienen las mujeres al realizar las elecciones que la llevan a recibir menores
remuneraciones; comprendiendo que allí es donde radica la discriminación real. Si bien las
mujeres son libres de elegir el trabajo que quieran, estudiar la carrera que prefieran y
trabajar la cantidad de horas que le resulte más conveniente, en la actualidad existen varios
medios por los cuales ellas son promovidas a realizar tareas que las llevan a ganar menos
dinero. Esta es la razón por la cual los puestos que reciben mayores ingresos están ocupados en su
mayoría por hombres y ,por consiguiente, el verdadero motivo de la existencia de la brecha.

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