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Caso de Ana Estrada

1. Introducción

Iniciemos hablando que el derecho a la vida y todos los demás derechos que
son propios de cada persona están fundamentados en defender la dignidad de
la que goza todo ser humano y que corresponde al valor intrínseco y singular
que tiene por el simple hecho de existir.

Al decir de Hervada, (1995) “la perfección o intensidad del ser que corresponde
a la naturaleza humana y que se predica de la persona, en cuanto ésta es la
realización existencial de la naturaleza humana” (p. 449). Su expresión máxima
no es el desarrollo de una vida individualista, sino que se manifiesta
principalmente en su relacionalidad con los demás miembros de la sociedad
dentro de la cual cada persona tiene un lugar propio y específico; frente a lo
cual el Estado y sus instituciones tienen un deber de cuidado, protección y
promoción.

En esta Sentencia del Expediente N° 00573-2020-0-1801-JR-DC-11 del 22 de


febrero del 2021 del caso Ana Estrada, inicia haciendo referencia que Ana
Estrada, quien es psicóloga de profesión y actualmente cuenta con 43 años de
edad, a los 12 años fue diagnosticada de polimiositis, una enfermedad
degenerativa que ataca principalmente a los músculos y causa dolores
insufribles en una etapa avanzada. Con 20 años empezó a moverse en silla de
ruedas. En el 2015 fue ingresada por una neumonía durante 6 meses estuvo
en cuidados intensivos del Hospital Rebagliati. Durante esa etapa los músculos
de su garganta fallaron y tuvieron que practicarle una traqueotomía y una
gastrostomía.En enero del 2020, el Defensor del Pueblo presenta demanda de
Acción de Amparo a favor de Ana Estrada, en la cual solicitaba la intervención
del artículo 112 del Código Penal Peruano y que se le brinden las condiciones
para el ejercicio del “derecho a la muerte digna”.

Sus argumentos se fundamentaban en la libre determinación de la


personalidad y la invocación del principio de dignidad humana.
Defensoría del Pueblo (2020) solicitó que se permita a Ana Estrada optar por la
aplicación de la eutanasia, poner fin a su vida y sus dolores insufribles cuando
ella lo desee y sin que los profesionales médicos sean sancionados por ello.
(Sánchez, 2021)

Pasar de ver la libertad de definir el camino de la muerte como un delito, a


entenderla como un derecho, requiere un cambio fundamental en la forma en
que evaluamos nuestro comportamiento. Requiere remover estigmas, disipar
dudas, desterrar creencias personales o religiosas, saber que la muerte es
parte de la vida, comprender y empatizar con quienes buscan la salvación y
respetar sus derechos. La ley en sí no cambiará esta percepción. Por lo tanto,
la importancia de hacer que la ciencia de la enseñanza de los orígenes en
torno a la muerte decente supera los corredores judiciales. La historia de Anna
es conmovedora y fácil de contar. Luego me propuse compartir algunos
pensamientos posteriores sobre esta decisión histórica y comprender el
alcance de esta legislación emergente que se está implementando en Perú y
cada vez más en países de todo el mundo. (Estrada, 2021)

1. Desarrollo (máximo 5 caras)


El caso de Ana Estrada

Ana Estrada tiene 45 años y desde los 12 padece poliomielitis, una enfermedad
degenerativa e incurable que debilita sus músculos y la obliga a usar un
respirador la mayor parte del tiempo. A lo largo del día, su decisión
inquebrantable de obtener el apodo de la muerte como ella misma lo decidió se
convirtió en el primer símbolo de la muerte en el Perú. “Este tema ha salido
mucho más que cuando lo empecé, aunque todavía es tabú, pero al menos
ahora está abierto el debate, por o para, pero estamos empezando a hablar de
eso”, dijo Estrada. La prensa ayudó a difundir su caso y encontró muchos
"aliados" en el camino.
Estrada, quien es psicóloga, resaltó que en su lucha no ha tratado de
convencer a nadie, simplemente ha pedido respeto por las libertades y
derechos de los individuos.

Hace casi seis años, Ana Estrada inició una campaña pública para ser la
primera persona en Perú en tener la libertad de elegir morir cuando sienta que
las condiciones de su enfermedad le supongan un dolor insoportable o unas
condiciones que considere indignas. (La Muerte Digna De Ana Estrada
Queda En Manos De La Corte Suprema, 2022)

Sentencia

En nuestro país se desarrolló un tema muy polémico, tras la sentencia del


Tribunal Constitucional donde ordena al Ministerio de Salud y a EsSalud que se
realice la práctica de la eutanasia para el caso de Ana Estrada Ugarte; una
peruana psicóloga que busca una “muerte digna” debido a una enfermedad
terminal y degenerativa que padece, llamada Polimiositis, de realizarse este
caso a favor de Ana Estrada generaría un gran paso en la búsqueda de la
legalización de la Eutanasia en nuestro país.

Ana Estrada, como bien se sabe sufre Polimiositis, una enfermedad poco
frecuente que afecta a los músculos y que causa debilidad muscular extrema,
por lo que puede dificultar sus movimientos cotidianos, como por ejemplo la
capacidad para subir escaleras, levantar objetos, levantarse después de estar
sentado o alcanzar lugares que estén por encima de la cabeza, etc., la
enfermedad se produce de manera gradual, es decir, hay un deterioro
progresivo de los músculos, lo que puede conducir a la aparición de
complicaciones respiratorias, abdominales o problemas del corazón, por lo que
Ana desde su adolescencia vivió un proceso sistemático de debilitamiento que
la obligó a usar una silla de ruedas. La condición actual de Ana es de semi-
postración. En días buenos logró estar cuatro horas en su silla, mientras que el
resto del día la pasa en cama, respirando a través de la tráquea o haciéndolo a
través de un respirador mecánico, además de alimentarse por vía oral cuando
se siente bien.
Por lo cual hizo que se interponga la demanda de amparo presentada por la
Defensoría del Pueblo, en representación de Ana Estrada Ugarte, contra la
Ministerio de Salud, (MINSA), el Seguro Social de Salud (EsSalud) y el
Ministerio de Justicia y Derechos Humanos (MINJUSDH), solicitando la
inaplicación del artículo 112 del Código Penal, como la generación de las
actuaciones administrativas destinadas a producir la muerte digna de la citada
persona, como resultado de la seria enfermedad que padece.

Luego de eso el 11° Juzgado Constitucional de Lima, con sub especialidad en


asuntos tributarios, aduaneros e Indecopi, resolvió, en primer lugar, que “se
inaplique el artículo 112° del Código Penal vigente, para el caso de doña Ana
Estrada Ugarte; por lo que los sujetos activos, no podrán ser procesados,
siempre que los actos tendientes a su muerte en condiciones dignas, se
practiquen de manera institucional y sujeta al control de su legalidad, en el
tiempo y oportunidad que lo especifique; en tanto ella, no puede hacerlo por sí
misma”.

La sentencia también ordena al MINSA y a EsSalud, a respetar la decisión de


doña Ana Estrada Ugarte de poner fin a su vida a través de la eutanasia.
Además de la conformación de Comisiones Médicas interdisciplinarias para su
realización, estableciendo plazos para la presentación de los respectivos
informes. Además, ordena a EsSalud brindar todas las condiciones
administrativas, prestacionales y sanitarias para el cumplimiento del derecho a
la muerte en condiciones dignas, estableciendo también el procedimiento para
ello.

En el caso de Ana Estrada, Perú se convirtió en el segundo país de América


Latina en reconocer legalmente el derecho a morir con dignidad y permitir que
la Caja de Bienestar Social garantice este derecho. El primero fue Colombia en
1997, que se adelantó a la región y al mundo. En Chile, la defensora del cáncer
Cecilia Haider ha demandado al Estado chileno, a través de un recurso de
amparo, por reconocer el derecho a decidir cuándo termina la vida de una
persona. Al igual que en Perú, la vía legal va de la mano con la vía legislativa, y
se ha presentado un proyecto de ley a la Cámara de Diputados para legalizar
este derecho. (Estrada, 2021)
Según, la Sentencia del Expediente N° 00573-2020-0-1801-JR-DC-11 del 22
de febrero del 2021 del caso Ana Estrada, inicia haciendo referencia que Ana
Estrada, quien es psicóloga de profesión y actualmente cuenta con 45 años de
edad, a los 12 años fue diagnosticada de polimiositis, una enfermedad
degenerativa que ataca principalmente a los músculos y causa dolores
insufribles en una etapa avanzada.

Según el juez, basó su decisión en la determinación de que la señora Estrada


tenía derecho a decidir cuándo poner fin a su vida a través de la eutanasia,
sobre la base del derecho a la dignidad, a una muerte digna y libre, siempre
que lo considerara. Su vida ya no vale la pena vivirla. Tras la sentencia de
primera instancia, ninguna de las partes apeló, por lo que la sentencia quedó
firme y Ana Estrada puede pedir respeto y muerte cuando sea necesario.

La Constitución Política del Perú (1993) establece en el artículo 200 inciso 2


que el amparo no procede con las decisiones legales o judiciales derivadas del
procedimiento ordinario; Sin embargo, la Corte Constitucional decidió que era
posible proceder con el caso de los códigos de ejecución automática, que no
necesitan mayor desarrollo normativo para ser jurídicamente exigibles, pues
una vez en vigor, esta norma se vuelve inmediata e incondicional.

La posición de la Defensoría del Pueblo (2020) sobre el artículo 112 del Código
Penal, que trata de la matanza sin piedad, es que será una norma
autoejecutable, mientras exista, que afectará sus derechos básicos I Estrada .
La Corte Constitucional del Perú (1997), en su sentencia sobre autoejecución,
señaló que la norma “crea situaciones jurídicas inmediatas, sin necesidad de
procedimientos específicos de ejecución” (p. 2). Sin embargo, su vigencia no
plantea efectos adversos contra derechos constitucionalmente protegidos,
como el presunto derecho a morir de que goza Anna Estrada, ya que no existe
No existe referencia en el ordenamiento jurídico peruano, ni explícita ni
implícitamente, ni en la interpretación del principio de la dignidad humana, así
como el derecho independiente del derecho a la vida, ni se infiere de otros
derechos, ni se encuentra protegido por el derecho internacional. ley. Las
normas, porque no existe un instrumento del sistema americano o del sistema
internacional de derechos humanos que estipula el derecho a morir o morir
naturalmente estas herramientas, por el contrario, se manifiestan en su
articulado, y en una visión integral, el reconocimiento de la dignidad de cada
persona más allá de sus propias circunstancias, así como el legítimo derecho
que le corresponde a cada individuo. Y relacionados con la protección de la
vida y la libertad. para el desarrollo personal. (Estrada, 2021)

En cuanto a la inadmisibilidad de las protestas contra la protección de los


derechos constitucionales bajo la Ley de Procedimientos Constitucionales
(2004), cabe señalar que de acuerdo con el artículo 1 que trata sobre el tema
de los procedimientos constitucionales, están destinados a proteger los
derechos constitucionales devolviendo los primeros a el estado. vulnerar o
amenazar un derecho constitucional, lo que no sería posible en los procesos en
curso, por no existir como tal en nuestro ordenamiento jurídico el derecho a la
protesta y la presunta vulneración con anterioridad a la promulgación del
Código Penal vigente, que desde su promulgación en 1991 mantiene el delito
de homicidio doloso (artículo 12) y el delito de suicidio asistido (artículo 13),
ambos tipificados como delitos especiales; Esto se relaciona con la protección
integral de la vida humana consagrada en el artículo 2.1 de nuestra
Constitución, y el principio de la dignidad inherente a la persona humana.
(Estrada, 2021)

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