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Índice
I. Introducción………………………………………….. p. 3
V. Conclusiones................................................................ p. 12
I. Introducción
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Todo comenzó en 1939. Ese año terminaba en España la Guerra Civil española, un conflicto
social, político y militar que estalló en España tras fracasar el golpe de estado del 17 y 18 de
julio de 1936, llevado a cabo por una parte del ejército contra el gobierno legítimo de la
Segunda República. Con una clara derrota del bando republicano y el exilio de sus más altos
cargos, se logró la instauración de un nuevo modelo de gobierno encabezado por el líder del
bando nacional, Francisco Franco Bahamonde. Entre las penurias de la guerra, la
incertidumbre de la reconstrucción de un país en ruinas y la sombra del hambre, los españoles
afrontaban una etapa autoritaria que definiría al país durante los siguientes 36 años, entre los
1939 y 1975.
El eje central del presente ensayo es el franquismo, un modelo de dictadura personalizada en
la figura del general Francisco Franco, quien acaparó todos los poderes del Estado hasta su
defunción, en 1975. Adicionalmente, el planteamiento del texto está enmarcado por las
características del franquismo, la legislación perteneciente a este régimen totalitario y por
último, pero no menos importante, las principales etapas que enfatizan los cambios
producidos durante este período.
Francisco Franco configuró una dictadura personal y militar, en pocas palabras- concentró
en su persona los principales poderes: legislativo, ejecutivo y judicial, siendo nombrado
general de todos los ejercitos, jefe del movimiento, jefe del estado y del gobierno, con
podestad legislativa y lo más importante- caudillo de España. Franco se aotoproclamaba ¨el
elegido de Dios¨, con la misión de salvar la Patria para todos los españoles.
Tal cómo nos relata, Javier Tusell en su libro, ¨Historia de España en el siglo XX- Dictadura
de Franco¨, el uno de abril de 1939 en todas las radios de la España vencedora en la Guerra
Civil se leyó el último parte bélico oficial, diciendo que el Ejército rojo- las tropas del general
Franco habían alcanzado sus últimos objetivos militares. Esto ya indicaba la trayectoria que
la España de 1939 iba a seguir, pero indicios más claros se vieron un mes y medio después.
El 19 de mayo de 1939 tuvo lugar el desfile de la Victoria. Ciento veinte mil soldados
desfilaron ante Franco. La ceremonia militar y patriótica se prolongó al día siguiente, 20 de
mayo, con otra de carácter religioso. El cardenal Goma, primado de España, que oficiaba,
rogó a Dios que, "con admiración providencial, siga protegiéndote, así como al pueblo cuyo
régimen te ha sido confiado". El Jefe del Estado imploró a Goma le prestara "su asistencia
para conducir este pueblo a la plena libertad del Imperio para gloria tuya y de tu Iglesia".1
Todo este ceremonial, nos indica desde el principio que Franco imponía una dictadura
personal, basada tanto en fuertes conceptos, militares cómo religiosos. Ideológicamente su
1
JAVIER TUSELL, Historia de España en el siglo XX- III. La dictadura de Franco, Madrid, Taurus, 1999, p. 3
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dictadura fue evolucionando: en los primeros momentos tuvo elementos fascistas, una vez
finalizada la Segunda Guerra Mundial acentuó su carácter específico español y católico, pero
siempre fue una dictadura personal. Sus ideas sobre España eran claras, orden público,
autoritarismo, exaltación del nacionalismo español (tradición de los Reyes Católicos, la
España Imperial), estado centralizado y unitario y catolicismo tradicional.
El franquismo fue el régimen político y social que nació durante la Guerra Civil debido a la
necesidad de los militares sublevados de dotarse de un mando único y de una estructura
politico- administrativa antidemocratica, paralela a la republicana, que se apoyaba en la
ideologia del Partido Único- el movimiento de la Falange Española de las Juntas de Ofensiva
Nacional Sindicalista.
Podríamos decir que el estado franquista se caracterizaba por una dictadura militar y
personal, correspondiente a un sistema totalitario sin libertad ni constitución, con todos los
poderes concentrados en Franco. El franquismo era una mezcla de dictadura militar, estado
fascista y monarquía absoluta sin rey con una enorme capacidad de adaptación a las
circunstancias.
Además, Tusell considera que para tratar de definir el régimen que tuvo España entre 1939 y
1975 con la simple alusión a la persona del dictador caería en un exceso de personalismo y
convertiría la Historia de España en algo peculiarísimo, como si aquel régimen mostrara que
la trayectoria nacional es radicalmente distinta de la de otros pueblos, pero el único rasgo
distintivo del caso español es éste porque, por otro lado, cada uno de los rasgos atribuidos al
franquismo como dictadura se repiten en otros regímenes de otros tiempos y latitudes.2
El mismo autor, Javier Tusell define el régimen franquista como autoritario, cuyas
principales
características son:
Ideología regeneracionista, de orientación monárquica, católica, con el ejército como
garantía de esta orientación nace como consecuencia de la victoria en la guerra civil –
providencionalismo, triunfalismo imperial y nacionalismo;
Régimen unipartidista, pero sin ocupar completamente el espacio político (la
autolimitación de poderes- forma de propaganda del régimen, en realidad, además de
2
JAVIER TUSELL, op. cit, p. 19
4
sus próximos y familiares o5frecía una libertad restringida de acción) – autoritarismo
básico;
Las etapas en las que la represión autoritaria de la sociedad se manifiesta en grados
distintos. Después de la dura represión inicial, el régimen cuenta con el
consentimiento de un número cada vez mayor de españoles y tiene una visión
corporativsta de la sociedad;
El régimen no pretende movilizar las masas y transformar la mentalidad (lo que
distingue el régimen franquista del fascismo y del comunismo), se considera un vector
de recuperación de la esencia de España puesta en peligro por los excesos
politicianistas de la II-a República;
Es una ideologia nacional de cara al pasado, acompañada de un reformismo
económico (desarrollismo) que pretende ponerse al tanto de las dinámicas económicas
de Europa.3
Para ofrecer una mejor claridad a la manera en la que Franco actuaba durante su dictadura,
los autores García de Cortázar & Gonzalez Vega nos indican que:
“..por paradójico que pueda parecer Franco hizo un uso moderado de su omnipotencia
política. En el fondo, éste puede que sea también el resultado de su concepción militar del
gobierno. Franco, en efecto, actuaba con respecto a sus ministros como el general en jefe
respecto a sus subordinados: tenían que cumplir una misión pero mientras que lo hicieran
gozaban de un amplio margen de maniobra. La ambigüedad de Franco, su flexibilidad y su
indiferencia programática hacían que fuera capaz de aceptar programas de actuación
divergentes y la frialdad y moderación de su carácter que se mostrara propicio a oír opiniones
que podían chocar con sus convicciones más profundas. Además a buena parte de sus
colaboradores les atribuía una función que no era política sino básicamente técnica. Siempre
aseguró que los mejores ministros eran “aquellos que no son políticos”; así se explica que en
la etapa final de su régimen fueran grises personalidades burocráticas, cuyos nombres
resultaban difíciles de recordar incluso para la prensa política de la época.”4
3
JAVIER TUSELL, op. cit, p. 161-164
4
FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR & JOSE MANUEL GONZÁLEZ VEGA, Breve Historia de España, Madrid,
Alianza Editorial, 2017, p. 572
5
Otro rasgo fundamental del franquismo es que su significado se fue descubriendo
sucesivamente, incluso con aparentes contradicciones de un período a otro. Tusell enfatiza
que si un observador que hubiera podido tener ante sus ojos, al mismo tiempo, la España de
1939 y la de 1968, las hubiera juzgado pertenecientes no a épocas distintas, pero cercanas en
el tiempo, sino incluso a áreas geográficas diferentes. No obstante, este juicio habría sido
demasiado superficial porque, si aparentes eran los cambios, al mismo tiempo resultaban
innegables las continuidades, especialmente patentes en lo que respecta a la forma de
ejercerse el poder político; aunque el franquismo fuera un tipo distinto de dictadura por estas
fechas, lo cierto es que seguía siendo una dictadura.5
Adicionalmente, Raúl Moreno Almendral presenta en la revista Hispania Nova, un artículo
sobre la evolución histórica de la ideología nacionalista durante la epoca de Franco a través
de dos discursos del propio Franco. El primero pertenece a los principios de su dictadura
(1936) y el otro a finales (1975). Moreno Almendral considera que a través de los discursos
de Franco se pueden ver las patentes diferencias y la evolución del nacionalismo español en
el marco del régimen. Además, de esta forma, se acentua el hecho de que dentro de la
dictadura de Franco habían diversos proyectos nacionales: el falangista – basado en el
concepto de la nación y el pueblo español y el nacional- católico que incidía en el
tradicionalismo de la nación católica y unos fuertes valores cristianos.6
El nacionalismo español era algo ¨esencial¨ para la dictadura de Franco, era el pilar del
régimen. Las caracteristicas que fortalecían el concepto de nacionalismo franquista eran el
centralismo, el unitarismo homogeneizador y la represión feroz a otros nacionalismos.
Además, el nacionalismo franquista se asociaba con autoritarismo y dictadura. Es muy
importante destacar que era una dictadura conservadora tradicional catolico-castrense que
tiene fuertes vínculos con el patriotismo carlista. Por lo tanto, contiene unas concepciones
tradicionalistas, ultraconservadoras y en parte antiliberales.
Moreno Almendral considera que el fascismo está basado en una combinación
contradictoria de elementos revolucionarios y reaccionarios y tiene el nacionalismo cómo uno
de los puntos fundamentales. Al rechazar la asimilación con el fascismo, Moreno Almendral
destaca el hecho de que ¨no existe durante el franquismo ni un único nacionalismo español,
ni un solo proyecto nacional¨.
5
JAVIER TUSELL, op. cit, p. 5
6
RAÚL MORENO DE ALMENDRAL, HISPANIA NOVA. Revista de Historia Contemporánea, Número 12 (2014),
p.4-5
6
Hay tres fases importantes del franquismo: según el grupo predominante: los falangistas
hasta 1945, los católicos hasta 1957 y los tecnócratas desarrollistas del Opus Dei a partir de
entonces. En el año 1949 se produjo una dura polemica donde se ha distinguido la necesidad
de combinar el catolicismo tradicionalista con la visión más dinamica de España proveniente
del falangismo. Por lo tanto, es posible distinguir dos proyectos nacionales: el falangista
(centrado en componentes modernos heredados del fascismo) y el nacional-católico (basado
en el tradicionalismo de la nación católica y los valores cristianos y antirevolucionarios).7
Otra carácteristica importante del franquismo sería ¨la nostalgia de un pasado gorioso¨ y el
destino imperial de España. Cómo modelo para este concepto era ¨La españa de los Reyes
Católicos¨ y el viejo Imperio Español del siglo XVI- ¨Por el Imperio hacia Dios¨.
También hay que destacar que dentro del franquismo habían diversas sensibilidades y
opciones, todas dentro de la derecha, que eran las ¨Familias¨ del régimen. Ninguno de ellos
no tuvo suficiente fuerza para imponerse sobre los demás, ya que Franco arbitró con mucha
habilidad el juego político, distribuyendo los cargos entre las diversas ¨Familias¨ del regimen.
Franco controlaba y repartía el poder entre ellas en función de las circunstancias. Por
ejemplo, habían defensores de una monarquía católica y autoritaria: los monárquicos carlistas
(tuvieron más poder sobre todo en Justicia) y los donjuanistas (defensores de la sucesión
dinástica legítima); los católicos que representaron la alternativa a la Falange tras el final de
la II Guerra Mundial (se les encarga la Educación y los Asuntos Exteriores a los miembros de
la Asociación Católica Nacional de Propagandistas, y los ministerios económicos a los
tecnócratas del Opus Dei a partir de 1959). Y por último los falangistas, encargados de la
propaganda y defensores de un Estado totalitario con partido único – el Movimiento Nacional
que controlarán el sindicato vertical y el Ministerio de Trabajo.
El Estado franquista se fue definiendo como una monarquía católica, social y representativa,
en la que Franco se reservó el derecho de nombrar a su sucesor. Nunca hubo una
constitución, pero se intentó legitimar el régimen, para aproximarlo a los países vencedores
de la Segunda Guerra mundial. En consecuencia, el Estado Franquista se obligó a promulgar
7
Id., p. 14
7
un conjunto de leyes complejas, y a veces contradictorias, que aparecían según las
necesidades políticas del régimen.
En la primavera de 1938, Franco decretó el Fuero del Trabajo, que articulaba las relaciones
del mundo del trabajo y establecía los fundamentos sobre los que se organizaría la economía
del nuevo Estado. La discusión del texto, inspirado en el modelo fascista italiano, fue dura,
consiguiendo los grupos tradicionalistas y monárquicos imponer sus puntos de vista, que
representaban intereses agrarios, industriales y financieros, frente a las intenciones
nacionalsindicalistas de los miembros más críticos de Falange. El triunfo del sector
conservador supuso la adopción de un modelo económico capitalista, sin los "defectos" del
sistema liberal, es decir, con la prohibición de las libertades sindicales. Un apéndice del
Estado, el sindicato único obligatorio, entregado a la Falange, se encargaba del
encuadramiento laboral, pero no del diseño de la economía, como pretendían los nacional
sindicalistas.
La ley constitutiva de las Cortes fue promulgada en 1942, aconsejada por la evolución del
conflicto europeo, que ya empezaba a decantarse a favor de las democracias occidentales.
Con esta ley, el régimen convocaba a "la participación del pueblo en las tareas del Estado"
mediante la institución de una Cámara "representativa" compuesta por más de quinientos
procuradores en Cortes, la mayoría de los cuales lo eran de oficio y cincuenta designados
directamente por Franco. Los procuradores de oficio procedían de cargos institucionales o en
cuyo nombramiento intervenía el Estado, como jerarquías del Sindicato o de la Falange,
obispos, rectores de Universidad o miembros del gobierno. La elección nunca fue directa,
salvo a partir de 1968, cuando se permitió elegir un tercio de procuradores de representación
familiar. Nada en la ley hacía pensar en un régimen parlamentario, cuando, además, las
Cortes carecían de iniciativa y solo podían aprobar la legislación presentada por el ejecutivo.
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Terminada la Segunda Guerra Mundial, Franco publicó en 1945 el Fuero de los Españoles,
como otra operación de maquillaje del régimen ante las exigencias democráticas de los
vencedores. Solo en apariencia era una declaración de derechos, pues el texto insistía, sobre
todo, en los deberes de los españoles y en la estructura autoritaria del Estado. La propaganda
gubernamental sobre el Fuero intentó hacerla pasar por una verdadera constitución que
reconocía las libertades políticas. Pero, en realidad, el texto proponía un sistema político
autoritario de carácter confesional con derechos limitados y sólo aprovechables por quienes
no se oponían al régimen.
El mismo año 1945, el Fuero de los Españoles fue completado por la Ley del Referéndum,
que
pretendía mostrar que en España estaba reconocido el sufragio universal. La "democracia"
orgánica y corporativa que establecía el Fuero no podía ser equiparada en ningún caso con las
constituciones liberales y burguesas occidentales, pero había que disimular el grave vacío del
derecho al voto individual. Así, la Ley del Referéndum establecía que los españoles podían
ser consultados individualmente en forma de plebiscito nacional, siempre por decisión de
Franco y para someterles cuestiones de Estado.
Tras diez años de vida del régimen, sus ideólogos pensaron que había llegado el momento de
establecer un sistema de sucesión a la jefatura del Estado. En su opinión, el franquismo debía
ser considerado un régimen de excepción irrepetible, sobre todo por las condiciones
personales del líder, pero no extinguible, sino reproducible en el tiempo gracias al
mantenimiento de las leyes fundamentales. Ahora, en 1947, cuando la autoridad de Franco se
había impuesto sobre los vencedores -falangistas, católicos o monárquicos- de la guerra se
abordaría el problema de la continuación del franquismo sin Franco. Con este objetivo, la Ley
de Sucesión en la Jefatura del Estado fue sometida a referéndum y aprobada en uno de los
"pucherazos" de la historia del régimen por más del 93 por 100 de los votantes, con sólo una
abstención del 18 por 100. La Ley aprovechaba para establecer o consolidar un conjunto de
principios y eliminar su definición nacionalsindicalista: España era un Estado católico, social
y representativo, que se declaraba Reino de acuerdo con su tradición monárquica. A Franco
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se le confirmaba como jefe vitalicio del Estado y se le reservaba el derecho de nombrar
sucesor.
En 1958, sin deliberación previa en las Cortes, Franco promulgó la Ley de Principios del
Movimiento Nacional. La ley suponía la incorporación institucional de la doctrina falangista
y elreconocimiento de Falange Española Tradicionalista (FET) como único partido, pero
apenas tuvo incidencia en la vida política del Estado ni sirvió para frenar algunas
orientaciones nuevas del gobierno aparecidas en 1957. El texto tuvo el efecto práctico de que
todos los altos cargos civiles o militares pasaran a ser considerados miembros natos del
Movimiento y que los funcionarios públicos quedasen obligados a jurar sus principios
fundamentales.
Después de otro periodo largo sin leyes fundamentales, a mediados de los años sesenta, el
régimen tratará de responder al desarrollo material del país con un simulacro de actualización
de su entramado legislativo. Una nueva ley buscará esa limpieza de imagen ante la realidad
de una Europa próspera que envía sus turistas a un país necesitado de modernizar sus
estructuras políticas. Publicada y sometida a referéndum en diciembre de 1966, la Ley
Orgánica del Estado pretendía ser una refundación legislativa del franquismo mediante la
unión de elementos dispersos de textos fundamentales anteriores y la depuración de algunas
de sus connotaciones totalitarias. Esta ley introdujo algunas novedades funcionales, como la
separación de los cargos de jefe del Estado y presidente del gobierno, aunque este no se
cubrirá hasta 1973. Muy penoso les resultó a los españoles el estado de indefensión e
inseguridad jurídica al que los sometió el régimen a pesar de algunas de las afirmaciones de
sus siete leyes fundamentales. Todos aquellos principios que suelen considerarse
constitutivos de un Estado democrático, como separación de poderes o vida judicial
normalizada, fueron ignorados por las leyes franquistas. En su lugar existió un control
confesado del ejecutivo sobre el legislativo y del jefe del Estado sobre ambos y, a su vez,
todo el entramado judicial se hizo depender de los ministerios. Por otro lado, la existencia de
tribunales de excepción, es decir, de las jurisdicciones especiales, rompía el principio de
igualdad ante la ley y negaba el Estado de derecho. Una de las libertades más perseguida por
10
un tribunal de excepción, el de Orden Público (TOP), fue la de reunión, que, junto con la de
expresión, se consideraba peligrosa y atentatoria contra la seguridad del estado. Todas las
reuniones públicas necesitaban autorización oficial, excepto aquellas de menos de veinte
personas.8
8
FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR, FERNANDO DIEZ, JAVIER SANCHEZ-PALENCIA, MARIA ISABEL DEL VAL,
MANUEL F. CUADRADO, JAVIER M. DONÉZAR, PEDRO MARTINEZ LILLO, ÁNGEL GAMAZO, Historia de 2º de
bachillerato de Editorial Anaya. Ed. 2001, p.112-118
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En la tercera etapa del gobierno franquista, durante la década del sesenta, se realizó una
apertura del comercio y se volvió a dar importancia a la industria. En 1959 se lanzó el plan de
estabilización para realizar una apertura económica. A pesar de que el régimen era autoritario
y que estaban prohibidas todas las expresiones políticas que no estuvieran enmarcadas bajo el
partido de “La Falange”, durante este período comenzaron a surgir las primeras
manifestaciones opositoras que también se visualizaron en otros países que no dieron el visto
bueno al régimen.
La estabilidad económica y social llegó de la mano del plan de estabilización en 1959, pero
políticamente no ocurrió lo mismo. La clase media elevó sus ingresos y su estatus de vida
mejoró, aunque todo esto ocurrió 20 años más tarde que en el resto de Europa Occidental.
V. Conclusiones
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ejercido de manera personal por un dictador que acumula en su mano todos los resortes del
poder. Además, hay que destacar que el franquismo en esencia es un régimen autoritario de
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movimientos culturales que llegaban de fuera. En definitiva, el aparato creado por Franco, y
quienes le apoyaban, había sido incapaz de adaptarse al profundo cambio económico, social y
cultural que se había producido en España a partir de los años 60. No paró de crecer la
oposición interna a un régimen basado en la represión policial, de partido único, de falta de
libertades básicas, que chocaba fuertemente con las nuevas realidades de una burguesía
urbana, de un nuevo obrerismo que reclamaba libertad sindical y derecho de huelga y de un
mundo intelectual, como el de la universidad, que preconizaba la libertad de ideas.
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Bibliografía
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