ALUMNO: Sergio Alvaro Alave Jaliri

LAS NORMAS-PRINCIPIO EN EL ESTADO CONSTITUCIONAL Y LA RELEVANCIA ARGUMENTATIVA

DE LA DISTINCIÓN «DÉBIL» ENTRE REGLAS Y PRINCIPIOS

En el presente capitulo se puede apreciar que hay un debate en la teoría del derecho, la filosofía
política y el derecho constitucional sobre la existencia diferenciación entre lo que es derecho de
reglas y el derecho de principios, la primera vendía a ser objeto de interpretación jurídica por el
legislador, a las reglas se le obedece y en la segunda habría poco para la interpretación, muchas
veces catalogados de triviales. Es por ello que para la obtención de certeza y previsibilidad hay que
enmarcarlas si cumplen o no con estas características.

Los principios son normas jurídicas, ya que algunos de ellos cuentan con dicha estructura, además
también son el producto de una autoridad que tiene el poder para ser positivizadas en un sistema
jurídico. Asimismo los principios también sirven para normar constitucionalmente de manera
explícita e implícita, por ejemplo las normas explicitas vendrían a ser las que están reconocidas
expresamente en la norma fundamental por ejemplo en el artículo 2°.24.d, Const. que establece
que: «Nadie será procesado ni condenado por acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté
previamente calificado en la ley, de manera expresa e inequívoca, como infracción punible; ni
sancionado con pena no prevista en la ley». Mientras que las normas implícitas son las que se
obtienen interpretativamente a partir de normas constitucionales expresas o positivizadas y estas a
su vez se pueden dividir en normas implícitas derivadas de expresas disposiciones constitucionales
por ejemplo, el principio de igualdad procesal de las partes y las normas implícitas derivadas de la
Constitución en su conjunto, como por ejemplo, la identificación de nuevos derechos, que autoriza
la cláusula de los derechos no enumerados 138 del artículo 3.

La existencia de normas o principios implícitos derivados de expresas disposiciones

constitucionales hace necesario que hagamos la distinción entre la disposición que vendría a ser el
texto enunciado y la norma el contenido normativo, uno sin interpretar y el otro interpretado.

Y por último la derrotabilidad que aludiría a la inaplicación de una norma jurídica para un caso en
concreto, pero con la precisión que constituye una excepción a la regla y no puede ser generalizado
e iderrotabilidad que constituiría el mínimo de predictibilidad tanto para los ciudadanos y
operadores jurídicos