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EL CONTROL

A finales de la década de los años 50 y principio de los 60, que se da inicio al


estudio del control personal, aspecto este de gran relevancia para la psicología. Estos
trabajos sentaron las bases de la psicología del control. Este nuevo campo del saber,
generó numerosos aportes al área de la psicología cognitiva, los cuales según Linares
(2011:01) se resumen en cuatro paradigmas:

 Primer paradigma: Surge del enfoque de la Teoría del Aprendizaje social. Se


inicia con el trabajo de Cornell Montgomery (1843-1904), quien propuso que el
aprendizaje social tenía lugar a través de cuatro etapas principales: contacto
cercano, imitación de los superiores, comprensión de los conceptos, y
comportamiento del modelo a seguir. De allí se rediva una variante a principios
de la década del 60 bajo la visión de Julina B. Rotter, quien desarrolla el
concepto de locus de control y su escala de control interno-externo; su teoría
también conocida como TAS, postula que las personas aprenden nuevas
conductas a través del refuerzo o castigo, o a través del aprendizaje
observacional de los factores sociales de su entorno. Si las personas ven
consecuencias deseables y positivas en la conducta observada, es más probable
que la tomen como modelo a seguir.
 Segundo paradigma: Tuvo lugar a partir de los 70 con los trabajos de Seligman
y su teoría de Indefensión Aprendida. Comenzó trabajando con animales, luego
se investigó con seres humanos. Comprobó el estado de ánimo depresivo como
consecuencia de la no evidencia de contingencia por parte de los sujetos entre
sus conductas y el resultado de las mismas. De esta manera, se desarrollaban
respuestas de indefensión y desesperanza.
 Tercer paradigma: A mediados de los años 80 Albert Bandura desarrolló su
Teoría Cognoscitiva, se propone el término autoeficacia, que hace referencia a la
apreciación personal de poseer la capacidad necesaria para llevar a cabo un
determinado acto. Se debe destacar que la autoeficacia es uno de los
componentes del control.
 Cuarto paradigma: Se vincula con Folkman, que ´propuso las Teorías
Psicosociales de Afrontamiento; esta resalta la manera en que los sujetos se
enfrentan a diversos eventos y situaciones estresantes y la importancia de la
percepción de control ya que la misma incide en la evaluación que
posteriormente realizara el sujeto en torno a una situación determinada.

El Locus de Control

El término “Locus” hace referencia al lugar específico donde se localiza o se


presenta algo. Puede referirse a un lugar específico del cuerpo, al lugar de un
cromosoma donde se encuentra un gen específico o a un punto específico donde
ocurre un proceso particular dentro del ser humano.

Para el particular interés del presente trabajo, se tiene que, Julian B. Rotter
(1996:56) establece que el locus de control refiere la fuerza con la que el individuo cree
controlar los diferentes sucesos a los cuales se enfrenta en la vida y con la que se
considera dueño de sus decisiones. Para el autor, las personas poseen creencias que
se consideran estables, las cuales se relacionan con la capacidad que poseen para
llegar a afectar sus experiencias. Es así entonces como el locus de control (LC) es un
concepto que se utiliza en psicología para denominar el tipo de percepción que tiene
una persona de una circunstancia vivenciada.

También expone este autor que, algunos individuos poseen tener puntos de vista
fatalistas, quienes no creen que exista algo que puedan realizar para lograr o dañar lo
que le sucede en la vida. Por otro lado, refiere que hay sujetos que persisten frente a
las adversidades y obstáculos, retándose, inventando siempre algo que pueda hacerse,
manteniéndose controlados y firmes para la búsqueda de sus objetivos, ya que se
consideran que son capaces de afectar las consecuencias y se esfuerzan para que los
resultados salgan como ellos deseen. Es así entonces como Rotter (1966:01), afirma
que la conducta de las personas puede predecirse desde el conocimiento de cómo
estas personas ven la situación, desde sus expectativas sobre su propia conducta y
desde sus evaluaciones sobre los resultados que podrían ocurrir como consecuencia de
sus actos.
Al respecto de lo citado, Rotter (1966:01) describe y utiliza cuatro tipos de
variables que intervienen en la Teoría del Aprendizaje Social:

a) Potencial Conductual: se refiere a la probabilidad de que


una conducta particular ocurra en una situación determinada.

b) Expectativa de reforzamiento: son las anticipaciones


subjetivas de los individuos acerca del resultado de su
conducta. Es una estimación de la probabilidad de que un
reforzamiento particular ocurra si el individuo se comporta de
cierta forma en una situación determinada. Están basadas en
la experiencia previa. Es una estimación subjetiva; tiende a reflejar la forma en que una
persona se siente respecto a un tema.

c) Valor de Reforzamiento: da cuenta de la importancia o preferencia de un


reforzamiento particular para un individuo. El valor de
reforzamiento de una recompensa difiere de una persona
a otra.

d) La Situación Psicológica: se refiere al contexto


psicológico en el que responde el individuo. Es la situación
definida desde la perspectiva de la persona. Cualquier
situación determinada tiene significados distintos para
individuos diferentes, y estos significados afectan la respuesta.

De esta forma, el locus de control se referirá según Rotter (1966:01), a la creencia


que una determinada respuesta puede o no puede influir en la consecuencia de un
determinado refuerzo. En tal sentido, se concibe que el locus de control es un
determinante de la expectativa de éxito; sin embargo, no es una expectativa que se
refiera a un tipo particular de refuerzo, sino más bien que es considerado como una
expectativa generalizada de resolución de problemas, asumiendo que el resultado de
que las conductas son percibidas como instrumentos para alcanzar la meta,
independientemente de la naturaleza específica de la meta u objeto reforzador.

Tipos de locus de control


Según Rotter (1996), existe una tipología sobre el locus de control, los cuales
pueden ser:

a) Locus de control Interno: Hace referencia a como es percibido el control ejercido


sobre la situación para incrementar la motivación y para afrontar la misma, es por
este motivo que las personas con un locus de control interno se sienten más
comprometidas e implicadas; tienden a presentar
comportamientos más participativo y activo en la
situación. La persona percibe que la circunstancia
es interna a ella.
La persona que maneja un locus de control
interno, percibe los actos ya sean positivos o
negativos, están bajo su control personal. Es por
esto que valoraran más el esfuerzo y la habilidad
personal. Ellas confiarán en sus habilidades, su
esfuerzo y persistencia en una tarea, ya que están seguros de que de esto
dependerá su éxito o fracaso. Según los estudiosos en el tema, los sujetos un
manejo de su locus de control interno, saben que no siempre tiene el manejo del
mismo. Por ejemplo, los sujetos adquieren un boleto de lotería, o les gusta
participar en un juego al azar, reconocen que no tiene ningún control sobre este
resultado.
Para Rotter (1966:01) la percepción de control sobre la situación incrementa la
motivación para hacerle frente, por lo que es de esperar que los sujetos con locus
de control internos, se sientan más implicados, comportándose ante la situación de
forma más activa, pues este locus asocia a los individuos en aspectos tales como
la planificación, la persistencia o la capacidad para hacer frente a problemas.

Tener un locus de control interno supone:

 Asumir la responsabilidad, lo que capacita a las personas para enmendar los


errores cometidos. Esto promueve que la persona desarrolle habilidades en la
solución de problemas.
 Tener más control de las situaciones, por lo que se está predispuesto a luchar
por lograr objetivos.
 Mejorar la autoestima y el sentimiento de autorrealización, puesto que aquello
positivo que ocurre en la vida se percibe como logrado por uno mismo.
 Asumir los propios errores, lo que capacita a las personas para aprender de los
mismos.
 Ser capaz de cambiar situaciones negativas hacia otras opciones mejores.

b) Locus de Control Externo: Donde la persona percibe


que la circunstancia es externa a ella. Estas personas
piensan que el resultado de su conducta dependerá de
factores que escapan de su control; como, por ejemplo; la
suerte, el destino o la participación de otras personas.
Asimismo, no registran que ellos tienen la posibilidad y
capacidad de poder cambiar el curso de estos eventos. Por ello, es que sus
expectativas serán poco estables, ya que esperan un resultado como algo
anhelado.
Rotter (1966:01) afirma que un sujeto puede llegar a creer con base en las
experiencias pasadas, que los reforzamientos que ha recibido dependen de ciertas
conductas o, a la inversa puede pensar que estos son controlados por fuerzas
externas. Por esto, es que algunas personas creen que sus éxitos o fracasos se
deben al destino o la suerte, y, por lo mismo, reflexionan que no vale la pena hacer
planes para un futuro, que nada se planifica que improvisado es mejor, que son los
designios de Dios o que si tenía que suceder así sucederá. El autor describe entre
las características principales de las personas con este locus, la pasividad.
Tener un locus de control externo supone:
 No asumir responsabilidades, por lo que las personas con este locus tienen
menos capacidad de solución de problemas.
 No controlar las situaciones, por lo que su afán de logro disminuye.
 Baja la autoestima, puesto que se perciben los eventos como incontrolables y
existe una sensación de “estar a merced” de algo inevitable.
 No asumir errores y, por consiguiente, no aprender de los mismos.
 Pensar que se es esclavo del destino, sin que nada se pueda hacer, lo que, a
largo plazo, provoca una sensación de desesperanza.
 No ser capaz de cambiar algo negativo, ya que se percibe como una causa
externa.

Características de las personas con locus de control interno y externo

Según Rotter (1966:01) la teoría del aprendizaje social permite distinguir dos tipos
de sujetos con locus de control, de los cuales se desprenden una serie de
características que los definen, entre estas a saber se encuentran:

A. sujetos con un locus de control interno:

1. Escogen situaciones en las que los resultados que se obtienen dependerán de


sus propias decisiones, aptitudes y habilidades,
demostrando su responsabilidad personal para
obtener soluciones de los problemas que se
pueden haber planteado, así como el tener amplia
libertad para elegir como llevar la resolución de las
tareas, discutiendo y brindando el alcance
respectivo de su participación en su actividad.
2. No les gusta participar de juegos de azar, es decir,
de aquellas eventualidades donde los resultados no dependen de ellos
mismos, aptitudes o capacidades, sino por el contrario sería del factor suerte o
de otros factores que estarían lejos de ellos y que no pueden controlar.
3. Tienen una marcada necesidad de autorrealización y de logro.
4. Se inclinan siempre por el éxito, hacia sí mismo y ante sí mismo, que por el
reconocimiento público de sus éxitos.
5. Logran desarrollar actividades de manera intensa para la obtención de sus
metas individuales que de grupo. Ya que toman decisiones que los llevan al
éxito del grupo, experimentando sentimientos semejantes a los de logro, así
como un sentimiento de controlar lo que les sucede y rodea.
6. Su discurso anima a éstos y a otros a seguir adelante, pese las circunstancias,
pues persiguen una meta y mantienen un plan.

B. Sujetos con Locus de control externo

1. A estos sujetos se les atribuyen los eventos que les ocurren, su destino no
depende de sí mismo sino de las circunstancias que le rodean. Su destino es
respaldado por la suerte y el azar.
2. No adjudica el control ni los resultados de sus tareas y
asignaciones a sí mismo, creyendo que la suerte es la que
determina lo que sucede; No le importa cuánto esfuerzo
haga, la actividad la realizará y considera el resultado del
azar o del poder de los demás, algo ajeno a sí.
3. Visualizan poca satisfacción laboral y pueden hacer
referencia a convertirse en predictores de enfermedades.
4. Son menos productivos, presentan bajo rendimiento
5. Gustan de la actividad que tenga menos
esfuerzo para poder alcanzar el éxito; y, por
consiguiente, sus fracasos serán atribuidos a la
mala suerte, mala voluntad de las personas o
porque simplemente se les encomendó una
tarea más difícil que a los de demás. Siempre
hay excusas.
6.- Su discurso es negativo, despectivo, de
segregación, donde la causa del efecto siempre estará fuera de sí. Realiza
comparaciones con frecuencia, lo que hace mella en su autoestima.

Ejemplo de lo referenciado podría ser: si una persona piensa que no tiene control
sobre la elección del gobernante político que va a dirigir su municipio, es posible que no
haga nada para cambiarlo, ni siquiera ejercer su derecho a voto. En cambio, si una
persona piensa que su voto será importante para la elección de un nuevo gobierno y
con ello mejorar su calidad de vida como habitante del municipio, es posible que esté
motivado para cambiar el panorama político e, incluso, pueda salir a manifestarse. Aquí
se observa claramente la diferencia entre estas dos categorías de locus de control, ya
que si una persona piensa que lo que ocurre a su alrededor no depende de él, es
posible que no actúe para cambiarlo.

Importancia del Locus de Control para el ámbito educativo


En el ámbito educativo el locus de control permite formar al estudiante su propio
concepto de persona, esto constituye una variable motivacional de gran relevancia.
Según Reyes (2003:01) este conocimiento de sí mismo, permite al individuo mantener
la actitud básica que condicione su conducta, rendimiento escolar y fortalecerá el
desarrollo de su personalidad. Estas actitudes, sentimientos y conocimientos respecto
de sus propios atributos, cualidades y deficiencias, capacidades y límites que el
estudiante reconoce de sí mismo, impacta frente a las actividades académicas en tres
áreas de noción específicas lógica-matemática, lenguaje y comunicación y academia en
general. Así también, este auto-concepto refiere particular importancia para la
dimensión no académica, lo cual comprende cuatro aspectos; apariencia física, relación
con los padres, habilidad física y relación con pares.

En este ámbito, el alumno se construye y desarrolla a través de las experiencias


de éxitos y fracasos, y por la influencia de figuras significativas pertenecientes al
contexto familiar, escolar y social; esto le permite obtener retroalimentación sobre su
desempeño escolar, y definir su motivación y capacidad por las diferentes áreas para
generar concepciones sobre sí mismo y sus capacidades.

De ahí entonces que los locus de control animan al estudiante, ya sea positiva o
negativamente al aprendizaje y a relacionarse con el medio. Estudios realizados por
revelan que estudiantes con un alto conocimiento de sí mismos, mostraban mayor
tendencia a atribuir su éxito a causas internas como a la capacidad para ejecutar una
tarea. Por el contrario, los individuos con un bajo concepto de sí, tendían a realizar
atribuciones externas a la incidencia del profesor o a factores incontrolables como la
casualidad, para explicar sus éxitos en el desarrollo de la misma tarea. De esta forma
los estudiantes que perciben sus éxitos y fracasos atribuidos a causas externas y a su
vez potenciado por un bajo auto-concepto, verán deteriorado su rendimiento escolar,
mientras que las atribuciones internas y un alto concepto de sí, incrementarán el
rendimiento, porque el estudiante percibe mayor control y capacidad para mejorar los
resultados negativos y replicar los éxitos académicos.

De manera que, el alumno que posee un locus de control interno predominante,


siente que tiene mayor control sobre las consecuencias de su rendimiento, son menos
dependientes, menos ansiosos, se manejan mejor frente a las diferentes tensiones y
problemas de la vida, tienen mayor autoeficacia y presentan mejor ajuste social.
Además, la atribución causal que realiza de los acontecimientos de éxito y fracaso, es
posicionada dentro de sí mismo, por lo cual los éxitos le harán sentir emociones
positivas y serán fuente de motivación; y, los fracasos generarán sentimientos
negativos, como culpa, y lo motivará a reflexionar para no volver a fracasar. En cambio,
un alumno que posea un locus de control externo, posicionará el control fuera de sí
mismo, y al sentirse menos responsable de los acontecimientos, percibirá que sus
esfuerzos son infructuosos para conseguir el éxito o evitar el fracaso, asumiendo una
postura pasiva e indiferente, lo cual afectará su desempeño académico y relaciones
sociales al interior del establecimiento educacional.

Importancia del Locus de Control para el ámbito laboral

El mantener el control sobre sus emociones, le permite al empleado contribuir,


almacenar, descubrir, buscar, aprender, reaprender, accionar y revisar conocimientos y
herramientas disponibles para crecer como persona y como empleado; haciendo visible
conocimientos e informaciones anteriormente ocultas, porque ya no teme inhibirse pues
conoce sus limitaciones y virtudes.

Ahora bien, desde el punto de vista de un empleado esta administración de su


conocimiento de manera muy personal le permitirá proyectarse en áreas de trabajo
antes desconocidas o poco exploradas, difundir y multiplicar conocimientos pertinentes
a las tareas desempeñadas, lo que redundará en beneficio organizacional, al
mantenerse proactivo mientras se siente animado, creativo, aumentando la cohesión de
grupos y fortaleciendo el trabajo de los equipos, todo ello se traduce en buenos
resultados.
Referencias

Terán Vera Magnolia Emperatriz (2018). Locus de control, motivación y rendimiento


académico en estudiantes del primer ciclo de estudios generales de la Universidad
San Martín de Porres. Trabajo Doctoral (No publicado). Doctorado en Educación
Universidad San Martín de Porres, Lima, Perú. Disponible en:
https://repositorio.usmp.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12727/4094/
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Sorondo, J. (2011). Locus de control y autoeficacia en emprendedores argentinos.
Tesis doctoral (No publicada). Universidad Católica Argentina. Santa María de los
Buenos Aires. Argentina. Disponible en:
http://comunidad.inicia.org.ar/Uploads/Galerias/FIL20120717113350.pdf. Fecha de
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Visdómine Lozano, J. Carmelo; Luciano, Carmen (2006). Locus de control y
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https://www.redalyc.org/pdf/337/33760313.pdf. Fecha de consulta 22/02/2022
Moena Merino Jacob Isaac (2011). Construcción y validación de una escala de locus
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http://repobib.ubiobio.cl/jspui/bitstream/123456789/328/1/Moena%20Merino_Jacob
%20I..pdf. Fecha de consulta 22/02/2022

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