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“AÑO DEL FORTALECIMIENTO DE LA

SOBERANÍA NACIONAL”

TEMA: REGLAS DE PROCEDIMIENTO


INTERNACIONAL.

FACULTAD: DERECHO Y CC.PP.


E.A.P.: DERECHO
DOCENTE: VIDAL ROMERO, Olga M.
CURSO: DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO
INTEGRANTES:

ESPIRITU PALOMINO, Nayda


ORNETA ALMINCO, Mabel
ROSAS RUIZ, Juana
SABINO GARGATE, Ana Cristina
SIFUENTES ROSAS, Erika Yulisa

UNIVERSIDAD DE HUÁNUCO
DEDICATORIA

A nuestros padres por habernos forjado por las personas que somos en la
actualidad; muchos de nuestros logros se los debemos a ustedes, entre los
que se incluye este. nos formaron con reglas y con algunas libertades, pero al
final de cuentas, nos motivan constantemente para alcanzar mis anhelos.
gracias padres ¡¡¡.

2
AGRADECIMIENTO

En primer lugar, gracias por a dios que iluminó nuestro camino por el sendero
de nuestra vida.
a nuestros padres por el apoyo incondicional, motores de nuestros proyectos;
a nuestra casa de estudios, por permitirnos continuar adquiriendo los
conocimientos de pregrado.
y a nuestros catedráticos, por su paciencia y dedicación durante las horas de
enseñanza.

3
Tabla de contenido

INTRODUCCIÓN…....................................................................................................
5
I. CORTE PENAL INTERNACIONAL………….…………………………………………6
II. COMPETENCIA DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL……………………...9
III. PROCESO ANTE LA CORTE PENAL
INTERNACIONAL…………….................10
a) EXAMEN
PRELIMINAR……………………………………………………………...11
b) INVESTIGACION……………………………………………………………………...1
3
c) ETAPA PREVIA A LA
PRUEBA……………………………………………………..15
ETAPA DE APELACION…………………………………………………………………………………………………………
17
APLICACIÓN DE LA PENA ……………………………………………………………………………………………………
18
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………………......1
9

4
INTRODUCCIÓN

Las Reglas de Procedimiento y Prueba constituyen un instrumento para la


aplicación del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, al cual está
subordinado en todos los casos. Al elaborar las Reglas de Procedimiento y
Prueba se ha procurado evitar la reiteración y, en la medida de lo posible,
repetir disposiciones del Estatuto. Se han incluido referencias directas al
Estatuto en las Reglas, cuando correspondía, con el objeto de destacar la
relación entre ambos instrumentos con arreglo al artículo 51, en particular los
párrafos 4 y 5.

Culminada la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de la


Organización de las Naciones Unidas (en adelante ONU) en el año 1948,
mediante la Resolución 260 (III) del 9 de diciembre, señaló «[…] que para
liberar a la humanidad de un flagelo tan odioso [genocidio] se necesita la
cooperación internacional». En dicho contexto, por medio de la Resolución
260 A (III), adoptó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio, cuyo artículo VI determina la creación de una corte penal
internacional para el juzgamiento de dichos delitos. El 13 de diciembre de
1950, la ONU aprobó los Principios de Nüremberg, en calidad de lineamientos
del derecho internacional consuetudinario para la persecución del agente
infractor de delitos contra la paz y la humanidad. Resolviendo también, en la
misma fecha, la conformación de un comité, compuesto por diecisiete (17)
países (entre ellos el Perú) para preparar un proyecto de estatuto de creación
de una corte penal internacional. Habiendo culminado la mencionada labor en
el año 1953 sin que se haya aprobado documento alguno (PALACIO
SÁNCHEZ-IZQUIERDO, 1999, pág. 103).

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CORTE PENAL INTERNACIONAL

En los años 1993 y 1994, el Consejo de Seguridad de la ONU creó los


Tribunales Penales Internacionales para el juzgamiento de los presuntos
responsables por graves violaciones a los derechos humanos en la ex
Yugoslavia6 y en Ruanda7, «[…] dejando en evidencia la imposibilidad de que
sociedades en transición pudieran administrar justicia por sus propios medios»
(MEDINA OTAZU, 2007). Finalmente, el 17 de julio de 1998, en la
Conferencia Diplomática de Plenipotenciarios de las Naciones Unidas, se
aprobó el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional8 (en adelante el
Estatuto) cuyo artículo primero establece que «será una institución
permanente, […] facultada para ejercer su jurisdicción sobre personas
respecto de los crímenes más graves de trascendencia internacional […]» con
«carácter complementario de las jurisdicciones penales nacionales».

En ese sentido, la Corte Penal Internacional (en adelante la Corte) tiene


personalidad jurídica internacional y puede ejercer sus funciones y
atribuciones «en el territorio de cualquier Estado Parte y, por acuerdo
especial, en el territorio de cualquier otro Estado». Asimismo, tiene jurisdicción
sobre crímenes perpetrados después de su entrada en vigor (1 de julio de
2002), siendo el derecho aplicable: (i) el Estatuto de Roma, los Elementos de
los crímenes y las Reglas de Procedimiento y Prueba; (ii) los tratados
aplicables, los principios y normas del derecho internacional; y (iii) en vía
supletoria los principios generales del derecho y cuando proceda el derecho
interno de los Estados que normalmente ejercerían jurisdicción siempre que

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no sean incompatibles con el Estatuto, el derecho internacional y las normas y
estándares internacionalmente reconocidos.

Lo anterior sin perjuicio que la aplicación e interpretación del derecho debe


realizarse en concordancia con los derechos humanos internacionalmente
reconocidos, sin distinción alguna basada en el género, la edad, la raza, el
color, el idioma, la religión, credo, la opinión política o de otra índole, el origen
nacional étnico o social, la posición económica, el nacimiento u otra condición.
En dicho contexto, los derechos fundamentales se consagran como un marco
irreductible para limitar el poder del Estado; siendo aquellos una exigencia de
abstención y un deber de prestación del Estado.

Respecto al proceso judicial, la Corte señala diez (10) pautas a ser


consideradas para mejor entender el desarrollo del proceso judicial:

• La CPI no procesa a menores de 18 años cuando se cometió un delito.

• Antes de que el Fiscal pueda investigar, debe realizar un examen preliminar


teniendo en cuenta cuestiones tales como pruebas suficientes, jurisdicción,
gravedad, complementariedad y los intereses de la justicia.

• Al investigar, el Fiscal debe recopilar y divulgar evidencia tanto


incriminatoria como exonerante.

• El acusado es considerado inocente hasta que se demuestre su


culpabilidad. La carga de la prueba recae en el Fiscal.

• Durante todas las etapas de los procedimientos (Preliminares, Juicios y


Apelaciones), el acusado tiene derecho a la información en un idioma que
entiende completamente, por lo tanto, los procedimientos de la CPI se llevan a
cabo en múltiples idiomas, con equipos de intérpretes y traductores en el
trabajo. • Los jueces de juicio preliminar emiten órdenes de arresto y aseguran
que haya suficiente evidencia antes de que un caso pueda ir a juicio.

• Antes de que un caso sea entregado a juicio (durante la fase previa al


juicio), se llama al sospechoso como sospechoso. Una vez que el caso se ha
comprometido a juicio, ya que en ese punto los cargos han sido confirmados,
el acusado se conoce como el acusado.

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• Los jueces de primera instancia escuchan las pruebas del Fiscal, la Defensa
y los abogados de las Víctimas, emiten un veredicto, y si una persona es
declarada culpable, la sentencia y la decisión sobre las reparaciones.

• Los jueces de apelaciones rinden decisiones sobre las apelaciones del


Fiscal o la Defensa.

• Si un caso se cierra sin un veredicto de culpabilidad, puede reabrirse si el


Fiscal presenta nuevas pruebas.

De otro lado, el Estatuto guarda especial defensa de los principios del derecho
penal, los derechos fundamentales y la tutela judicial que deben primar
durante el procedimiento. A tenor de dicho texto, durante el proceso debe
respetarse los siguientes principios: Nullum crimen sine lege (artículo 22);
Nulla poena sine lege (artículo 23); Irrectroactividad rationae personae e
indubio pro reo (artículo 24); Responsabilidad penal individual (artículo 25);
Exclusión del procesamiento de menores de dieciocho (18) años (artículo 26);
Imprescriptibilidad (artículo 29); Independencia de la magistratura (artículo
40); presunción de inocencia (artículo 66); y derecho a una audiencia justa,
imparcial y pública (artículo 67) .

Asimismo, son aplicables, durante la investigación, los siguientes


derechos.

(i) Nadie está obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse culpable;

(ii) Nadie será sometido a forma alguna de coacción, intimidación, amenazas,


torturas, ni a otros tratos crueles, inhumanos o degradantes;

(iii) Tener un traductor en su idioma nativo;

(iv) Nadie será sometido a arrestos o detención arbitrarios;

(iv) Antes del interrogatorio, la persona tiene derecho:

 ser informada de los motivos de la investigación.


 a guardar silencio,
 a ser asistida por un abogado de su preferencia o uno de oficio y;
 a ser interrogadas en presencia de su abogado a menos que hubiera
renunciado a la asistencia de letrado.
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Especial atención merece el hecho que el Estatuto es aplicable «por igual a
todos sin distinción alguna basada en el cargo oficial» Sin perjuicio que «las
inmunidades y las normas de procedimiento especiales que conlleve el cargo
oficial de una persona, con arreglo al derecho interno o al derecho
internacional, no impedirán que la Corte ejerza su competencia sobre ella».
Es por ello que la persona será penalmente responsable si se comete el acto
con intención y conocimiento de los elementos materiales del crimen, siendo
únicamente circunstancias eximentes de responsabilidad penal el padecer
una enfermedad o deficiencia mental, haber estado intoxicado, haber actuado
en defesa propia o bajo coacción.

Del mismo modo, el error de hecho o de derecho exime de responsabilidad


penal solo si permite la desaparición del elemento de intencionalidad. Razón
por la cual, quien hubiera cometido un crimen en cumplimiento de una orden
superior no será eximido de responsabilidad salvo que hubiere estado
obligado por ley a obedecer la orden, no supiera que la orden era ilícita y la
orden no fuera manifiestamente ilícita.

Cabe mencionar que de conformidad a los artículos 81 y 82 del Estatuto las


decisiones de la Corte son apelables en un proceso sumario sin efecto
suspensivo a menos que la Sala de Apelaciones así lo resuelva, previa
solicitud.

COMPETENCIA DE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL


La Corte puede ejercer jurisdicción sobre el genocidio, crímenes de lesa
humanidad, crímenes de guerra y el crimen de agresión, señalados en el
artículo 5 del Estatuto, que se hubieran cometido desde el 1 de julio de 2002,
en tanto (i) los hechos hubieran sido cometidos por un nacional del Estado
Parte o por el propio Estado Parte o en el territorio de un Estado Parte; y (ii) si
el Estado no Parte hubiera aceptado la jurisdicción de la Corte.

Sobre el último aspecto, cabe mencionar que la Corte se rige por el principio
de complementariedad, según el cual solo interviene cuando la jurisdicción
interna no tenga la disposición para perseguir los crímenes previstos en el
Estatuto o no esté en condiciones de hacerlo. Se aprecia, entonces, que se
busca combatir la impunidad en tanto aquella «[…] no se ha de atribuir a la

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ausencia de tipos penales sino a la falta de un interés de persecución estatal
[…]» (AMBOS, 2007, pág. 43). Tan es así que la Resolución RC/Res.1,
adoptada durante la Conferencia de Revisión del Estatuto de Roma, celebrada
en el mes de junio de 2010, promueve una mayor participación de las
jurisdicciones nacionales.

Alienta a la Corte, los Estados Partes y otras partes interesadas, incluidas las
organizaciones internacionales y la sociedad civil, a estudiar nuevas formas
de aumentar la capacidad de las jurisdicciones nacionales para investigar y
enjuiciar los crímenes graves de trascendencia para la comunidad
internacional, como se indica en el informe de la Mesa sobre
complementariedad y en sus recomendaciones.

En el contexto legal descrito, la Corte no tiene jurisdicción entiéndase que la


investigación será inadmisible- de acuerdo a lo establecido en el artículo 17.1
del Estatuto, cuando:

a) El asunto es objeto de investigación o enjuiciamiento por un Estado


competente para hacerlo, salvo que no esté dispuesto o no pueda hacerlo;

b) El asunto ha sido investigado por un Estado que tiene jurisdicción y aquel


haya decidido incoar acción penal, salvo que no esté dispuesto o no pueda
llevar a cabo una investigación o enjuiciamiento;

c) La persona involucrada ya ha sido enjuiciada por la conducta denunciada y


sea materia de cosa juzgada, salvo que el mencionado proceso hubiera
obedecido al propósito de «sustraer al acusado de su responsabilidad penal
[…]; o no hubiere sido instruido en forma independiente o imparcial […] o lo
hubiere sido de alguna manera que […] fuere incompatible con la intención de
someter a las personas a la acción de la justicia».

d) El asunto no sea de gravedad suficiente.

PROCESO ANTE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL

El artículo 13 del Estatuto establece que la Corte ejerce competencia, para


conocer los crímenes antes mencionados, en tres (3) supuestos:

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(i) Ante la solicitud de iniciar una investigación, presentada por un Estado
Parte del Estatuto;

(ii) Por el pedido del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, de iniciar
una investigación; y

(iii) por decisión de oficio del Fiscal de iniciar una investigación, «después de
la autorización de los jueces». Ello sin perjuicio que el artículo 12.3 del
Estatuto señala que los Estados pueden consentir que la Corte ejerza
competencia en el caso que el crimen se hubiera cometido en su territorio
(incluyendo a bordo de un buque o aeronave con matrícula de dicho Estado) o
que el acusado sea nacional de dicho Estado.

El presente trabajo se circunscribe a describir el proceso que se sigue cuando,


a tenor de lo dispuesto en el artículo 14 del Estatuto, un Estado Parte remite al
Fiscal «una situación en que parezca haberse cometido uno o varios crímenes
de la competencia de la Corte y pedir al Fiscal que investigue la situación a los
fines de determinar si se ha de acusar de la comisión de tales crímenes a una
o varias personas determinadas». Asimismo, la información de las seis (6)
fases del procedimiento a ser presentadas a continuación, proviene de la
información oficial propalada en el portal institucional de la Corte Penal
Internacional, de las disposiciones del Estatuto de Roma y de las Reglas de
Procedimiento y Prueba.

a) Examen preliminar

Se lleva a cabo para decidir si existe una base razonable para proceder con
una investigación. En ese sentido, de conformidad a lo establecido en los
literales a), b) y c) del artículo 53 del Estatuto, el Fiscal considera la
competencia, la admisibilidad y el interés de la justicia.

Para los efectos de esta etapa no se ha determinado plazo alguno de


duración, en tanto el examen preliminar facilita que la Fiscalía aliente a las
autoridades nacionales para que cumplan su responsabilidad principal de
realizar investigaciones y enjuiciamientos nacionales.

El siguiente cuadro demuestra que el treinta por ciento (30%) de los casos se
encuentra en examen preliminar desde la década pasada, que en el mismo

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porcentaje se encuentran los casos que aún no han sido evaluados en materia
de competencia y admisibilidad y que solo el cuarenta por ciento (40%) han
sido considerados bajo los criterios de admisibilidad

1.El Fiscal, luego de recibida la solicitud de un Estado Parte evalúa la


información para determinar la (i) existencia de pruebas suficientes de la
comisión de delitos de contemplados en el Estatuto; (ii) la existencia de
competencia jurisdiccional nacional; y (iii) si el inicio de una investigación sería
útil para los intereses dela justicia y de las víctimas.

2. En el supuesto que el Fiscal decida no iniciar una investigación debe


notificar por escrito al Estado Parte solicitante de la investigación y a la Sala
de Cuestiones Preliminares, señalando la conclusión a la que se arribó.
Aquella debe tener en consideración la protección de las víctimas y testigos.
El Fiscal puede reconsiderar su decisión en cualquier momento sobre la base
de nuevos hechos o informaciones.

A pedido del Estado que hubiera remitido la información o del Consejo de


Seguridad de la ONU, la Sala de Cuestiones Preliminares puede examinar la
decisión y pedir una reconsideración. El Fiscal debe comunicar su decisión
final, la misma que será entregada por escrito a la Sala de Cuestiones
Preliminares y a quienes hayan participado en la reconsideración. Asimismo,
en el supuesto que la decisión de no iniciar una investigación se fundamente
en el hecho que la materia no redundaría en interés de la justicia, la Sala una
vez notificada podrá revisar de oficio la decisión fiscal, la misma que solo
surtirá efecto si es confirmada por aquella. Cuando la Sala no confirme la
decisión fiscal debe iniciarse la investigación.

3. Si el Fiscal considera que hay fundamento suficiente para que se inicie una
investigación, tiene la obligación de informar su decisión «a todos los Estados
Parte y a aquellos Estados que teniendo en cuenta la información disponible,
ejercerían normalmente la jurisdicción sobre los crímenes de que se trate46».
Los notificados tienen un plazo perentorio de un (1) mes para hacer de
conocimiento las actuaciones realizadas por las autoridades nacionales.

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4. Para iniciar una investigación, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo 53
del Estatuto, el Fiscal tiene en cuenta si: (i) la información de que dispone
constituye fundamento razonable para creer que se ha cometido o se está
cometiendo un crimen de la competencia de la Corte; (ii) la causa es o sería
admisible; (iii) existen razones sustanciales para creer que, aun teniendo en
cuenta la gravedad del crimen y los intereses de las víctimas, una
investigación no redundaría en interés de la justicia.

5. El Estado que informa que está llevando a cabo una investigación a sus
nacionales u otras personas bajo su jurisdicción respecto de los crímenes
imputados, puede pedir la inhibición del Fiscal, salvo que la Sala de
Cuestiones Preliminares decida –a petición del Fiscal- autorizar la
investigación, en cuyo caso lo hará con el voto mayoritario de los magistrados
de dicha instancia.

6. En mérito a lo establecido en el artículo 19 del Estatuto, la admisibilidad de


la causa o la competencia de la Corte, puede ser impugnada: (i) por el
acusado o la persona contra la cual se haya dictado una orden de
comparecencia o detención; (ii) por un Estado que tenga jurisdicción en la
causa porque está investigando o enjuiciando; o (iii) por un Estado cuya
aceptación se requiera de conformidad con el artículo 12, antes o al inicio del
juicio, por cualquier motivo previsto en el artículo 17 del Estatuto, ante la Sala
de Cuestiones Preliminares.

La impugnación no afecta la validez de los actos adoptados antes de su


presentación. Las impugnaciones a la admisibilidad de la causa presentadas
al inicio del juicio o con posterioridad a aquel (con la autorización de la Corte)
solo pueden fundarse en el principio de cosa juzgada salvo que se presenten
las condiciones señaladas en el punto 3 c). Los autorizados pueden recurrir
ante la Sala de Apelaciones.

El Fiscal puede pedir a la Sala de Cuestiones Preliminares un


pronunciamiento sobre la materia, así como solicitar –de ser el caso- la
revisión de la decisión de inadmisibilidad ante la aparición de pruebas nuevas

b) Investigación

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El «criterio de prueba para la iniciación de una investigación de una situación
con arreglo al Estatuto es “fundamento razonable”» (Corte Penal Internacional
b, 2013, pág. 2). Por ello, con la finalidad de reunir pruebas la Fiscalía envía
misiones a los países involucrados en el tema para identificar los sucesos y a
los presuntos responsables, solicitando para ello la cooperación y asistencia
de los Estados y organizaciones internacionales. En el supuesto que el Fiscal
considere que ha reunido las pruebas suficientes para probar la
responsabilidad penal correspondiente, solicitará la orden de arresto o
comparecencia de los involucrados.

El siguiente cuadro demuestra que el treinta y seis (36%) de los casos se


encuentra en investigación desde la década pasada; asimismo, que el sesenta
y cuatro por ciento (64%) de aquellos tienen más de cinco (5) años en esta
fase.

A continuación, se presentan las pautas generales de esta fase:

1. En esta fase, se admite la ampliación de la investigación fiscal a todos los


hechos y las pruebas que sean pertinentes para determinar la responsabilidad
penal y el Fiscal puede realizar investigaciones en el territorio de un Estado
con autorización de la Sala de Cuestiones Preliminares.

Atendiendo a su rol instructor el Fiscal, para determinar la responsabilidad


penal, investiga todas «las circunstancias incriminantes como las eximentes»
y adopta «las medidas adecuadas para asegurar la eficacia de la investigación
y el enjuiciamiento de los crímenes». Para tal efecto, la fiscalía: (i) reúne y
examina pruebas; (ii) hace comparecer e interrogar a las personas objeto de
investigación, las víctimas y los testigos; (iii) solicita la cooperación de un
Estado u organización o acuerdo intergubernamental de conformidad con su
respectiva competencia o mandato; (iv) aplica las disposiciones o los
acuerdos compatibles con el Estatuto que sean necesarios para facilitar la
cooperación de un Estado, una organización intergubernamental o una
persona; (v) conviene en no divulgar en ninguna etapa del procedimiento los
documentos o la información que obtenga a condición de preservar su
carácter confidencial y únicamente a los efectos de obtener nuevas pruebas,
salvo con el acuerdo de quien haya facilitado la información; y (vi) adopta o

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pide que se adopten las medidas necesarias para asegurar el carácter
confidencial de la información, la protección de una persona o la preservación
de las pruebas.

2. La presentación de la impugnación por parte del Estado legitimado,


suspende la investigación fiscal. Sin perjuicio de ello el Fiscal puede solicitar
autorización para: (i) practicar las indagaciones necesarias ante la oportunidad
única de obtener pruebas importantes o exista el riesgo de la perdida de
aquellas; (ii) tomar declaración a un testigo o recibir su testimonio o completar
la recolección y el examen de las pruebas iniciado; e (iii) impedir que eludan la
acción de la justicia aquellas personas a las que se les hubiere dictado orden
de detención.

Asimismo, de conformidad a lo previsto en el artículo 16 del Estatuto, el


Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas puede pedir a la Corte que no
inicie o que suspenda por doce (12) meses, prorrogables, la investigación o el
enjuiciamiento, con arreglo a lo dispuesto en el capítulo VII de la Carta de
Naciones Unidas.

Iniciada la investigación, a solicitud del Fiscal, la Sala de Cuestiones


Preliminares dictará una orden de detención contra una persona si: (i) hay
motivo para creer que cometió un crimen de competencia de la Corte; (ii) es
necesaria para asegurar la comparecencia en juicio o que no se obstruya o
ponga en peligro la investigación o para impedir la continua comisión de un
crimen o de un crimen conexo. La orden de detención seguirá vigente hasta
que la Corte disponga lo contario.

A pedido del Fiscal, la Sala de Cuestiones Preliminares puede ordenar la


comparecencia con o sin condiciones limitativas de la libertad (distintas de la
detención) que prevea el derecho interno.

c) Etapa previa a la prueba

Esta fase comprende la realización de la Audiencia de Cargos, en la cual la


magistratura escucha a la Fiscalía, a la defensa y al representante de las
víctimas, para decidir si existen pruebas suficientes para el enjuiciamiento.

A continuación, se presentan las pautas generales de esta fase:

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1. Luego de la entrega de la persona a la Corte o de su comparecencia
voluntaria ante aquella, la Sala de Cuestiones Preliminares celebra una
audiencia para confirmar los cargos. En el supuesto que el acusado hubiera
renunciado a su derecho a estar presente, hubiera huido o no sea posible
ubicarlo, la audiencia se llevará a cabo en su ausencia

2. Presentados los cargos y las pruebas por el Fiscal, el imputado puede


impugnar o presentar pruebas. El Fiscal puede modificar los cargos antes que
comience el juicio.

3. La Sala de Cuestiones Preliminares determina «si existen pruebas


suficientes de que hay motivos fundados para creer que el imputado cometió
cada crimen que se le imputa». En dicho contexto, la Sala: (i) confirmará los
cargos que tengan pruebas suficientes y asignará al acusado a una Sala de
Primera Instancia para el enjuiciamiento; (ii) no confirmará los cargos que
tengan pruebas insuficientes; o (iii) levantará la audiencia y pedirá al fiscal que
considera la posibilidad de presentar nuevas pruebas, realizar nuevas
investigaciones o modificar un cargo en razón de que las pruebas presentadas
parecen indicar la comisión de un crimen distinto.

4. Confirmados los cargos se constituye una Sala de Primera Instancia que


se encargará del enjuiciamiento.

d) Etapa de la prueba En esta fase ante la Sala de Primera Instancia, la


Fiscalía debe probar más allá de toda duda razonable la culpabilidad del
imputado. Durante el juicio se actuarán las pruebas pertinentes; emitiéndose
el fallo correspondiente y, de ser el caso, se ordenan las reparaciones para las
víctimas. La sentencia es apelable.

A continuación, se presentan las pautas generales de esta fase:

1. La Sala de Primera Instancia conocerá del proceso, de forma pública, salvo


que para proteger a las víctimas y a los testigos se autorice que una parte del
juicio se celebre «a puerta cerrada» o que se presenten «pruebas por medios
electrónicos u otros medios especiales».

2. Durante el juicio, la Sala tendrá las siguientes funciones: (i) ordenar la


comparecencia y la declaración de testigos, la presentación de documentos y

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otras pruebas recabando, de ser necesario, la asistencia de los Estados; (ii)
adoptar medidas para la protección de la información confidencial; (iii) ordenar
la presentación de pruebas adicionales; (iv) adoptar medidas para la
protección del acusado, de los testigos y de las víctimas; y (v) dirimir otras
cuestiones pertinentes.

3. El artículo 67 del Estatuto estipula las garantías del acusado en los


siguientes términos: (i) ser informado sin demora de forma detallada, en un
idioma que entienda y hable, del contenido y causa de los cargos que se le
imputan; (ii) disponer del tiempo y los medios adecuados para la preparación
de su defensa y a comunicarse libre y plenamente con su abogado; (iii) ser
juzgado sin dilaciones indebidas; (iv) estar presente durante el proceso y a
defenderse personalmente o por medio de su defensa técnica; (v) interrogar a
testigos de cargo y hacer comparecer a los testigos de parte; (vi) ser asistido
gratuitamente por un intérprete competente y obtener la traducción de los
documentos necesarios para garantizar el principio de igualdad y el derecho
de defensa; (vii) no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a confesarse
culpable y aguardar silencio; (viii) declarar sin prestar juramento; (ix) no estar
obligado a probar su inocencia; (x) a que no se invierta la carga de la prueba
ni tenga la obligación de presentar contrapruebas; e (xi) intercambio de
información probatoria.

4. La pertinencia o admisibilidad de las pruebas tendrá en cuenta «su valor


probatorio y cualquier perjuicio que pueda suponer para un juicio justo o para
la justa evaluación del testimonio de un testigo […]».

5. El fallo se fundamenta en la evaluación de las pruebas y en la totalidad del


juicio (pruebas presentadas y examinadas); se refiere a los hechos y
circunstancias descritos en los cargos y los magistrados procuran sea por
unanimidad. Consta por escrito e incluye una exposición fundada y completa
de la evaluación de las pruebas y las conclusiones.

En el caso de fallo condenatorio la pena será fijada, por la Sala de Primera


Instancia, teniendo en cuenta las pruebas practicadas y las conclusiones.
Salvo en el supuesto que el acusado se hubiera declarado culpable, la Sala
podrá convocar de oficio una nueva audiencia (a solicitud del Fiscal o del

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acusado) para practicar diligencias de prueba o escuchar conclusiones
adicionales sobre la pena.

6. La pena será impuesta en audiencia pública y der posible en presencia del


acusado. Al imponerse la pena82 la Corte tendrá en cuenta la gravedad del
crimen y las circunstancias personales del condenado. Las penas serán
acumulativas en caso de la comisión de más de un crimen.

e) Etapa de apelación

La Sala de Apelaciones conoce esta fase.

Está compuesta por cinco (5) jueces que pueden revisar la decisión y la
sentencia.

A continuación, se presentan las pautas generales de esta fase:

1. Son apelables los fallos de la Sala de Primera Instancia por vicio de


procedimiento, error de hecho o error de derecho por el Fiscal o el condenado.
El condenado o el Fiscal en su nombre, podrá apelar también por «cualquier
otro motivo que afecte a la justicia o a la regularidad del proceso o del fallo».
La apelación será sin efecto suspensivo salvo que la Sala de Primera
instancia ordene lo contrario o «cuando la duración de la detención fuese
mayor que la de la pena de prisión impuesta».

2. La Sala de Apelaciones conoce el proceso de apelación. Puede revocar o


enmendar el fallo o la pena, o decretar la celebración de un nuevo juicio. La
sentencia será aprobada por mayoría y anunciada en audiencia pública
(puede ser dictada en ausencia de la persona absuelta o condenada).

3. El fallo puede ser revisado si: (i) se hubieren descubierto nuevas pruebas;
(ii) se descubra que un elemento de prueba decisivo era falso o habría sido
objeto de adulteración o falsificación; (iii) uno o más de los magistrados que
intervinieron en el fallo condenatorio o en la confirmación de los cargos
incurrieron en una falta grave o un incumplimiento grave que justifique su
separación del cargo.

f) Aplicación de la pena

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1. Lo prescrito con anterioridad no se entenderá «en perjuicio de la aplicación
por los Estados de las penas prescritas por su legislación nacional ni de la
legislación de los Estados en que no existan las penas prescritas»

CONCLUSIÓN

En la búsqueda de garantizar el disfrute de los derechos humanos, el


ordenamiento jurídico internacional es progresivo y de dimensión axiológica,
en el que los diferentes sistemas comparten similares estructuras y principios
comunes (DIEZ DE VELASCO, 2007, pág. 649). En dicho contexto, el
principio de complementariedad que prima en la Corte Penal Internacional no
reemplaza la actividad judicial interna de los Estados Parte. La precitada
jurisdicción internacional está dirigida únicamente a conocer (a petición de los
Estados) los procesos de genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes
de guerra y agresión, solamente si los Estados no quieren o no pueden
investigar. La Corte Penal Internacional busca eliminar la impunidad y, a
través de la justicia penal internacional tiene como objetivo castigar a los
responsables por sus crímenes y ayudar a prevenir que estos crímenes
vuelvan a ocurrir.

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