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Estos cambios ocurren en la porción inferior del esófago. Normalmente se habla de EB corto
cuando la extensión es de hasta 3 cm, y largo cuando es de más de 3 cm.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Algunos de los pacientes con metaplasia intestinal en el esófago distal no manifiestan ningún
síntoma. La mayoría de los pacientes manifiestan síntomas de ERGE. Algunos de los síntomas
más frecuentes observados en la ERGE son:
- Pirosis.
- Regurgitación.
- Gusto ácido o amargo en la boca.
- Eructación excesiva.
- Indigestión.
También son habituales las infecciones respiratorias recurrentes, el asma adulta y las
infecciones de cabeza y cuello.
DIAGNÓSTICO
- Endoscopia.
- Anatomía patológica.
TRATAMIENTO
- Endoscopia de vigilancia.
- Cirugía antirreflujo con o sin endoscopia de vigilancia periódica.
- Tratamiento ablativo
- Resección endoscópica de la mucosa.
- Resección esofágica.
En general, los gastroenterólogos abogan por una vigilancia agresiva con antiácidos en dosis
elevadas, y los cirujanos se decantan por la cirugía antirreflujo para corregir el EEI disfuncional.
Es muy probable que ambas posturas sean válidas y que con el tiempo se llegue a establecer
un plan de tratamiento conjunto.
Persiste la controversia en relación con la utilidad de la cirugía antirreflujo en los pacientes con
esófago de Barrett. Los partidarios de la cirugía alegan que el tratamiento médico y la vigilancia
endoscópica permiten tratar los síntomas, pero no abordan el problema, es decir, el deterioro
funcional del EEI que da lugar a reflujo crónico y transformación metaplásica de la mucosa
esofágica inferior. La cirugía restablece la competencia del EEI y la barrera contra el reflujo. En
diversos estudios se ha podido observar la reconversión de la metaplasia en mucosa normal
hasta en el 57% de los pacientes que se someten a cirugía antirreflujo. Por otra parte, la cirugía
antirreflujo favorece la remisión de la displasia de grado bajo a metaplasia intestinal, o esófago
de Barrett. Los detractores de la cirugía argumentan que no se puede realizar un seguimiento
adecuado tras una fundoplicatura, con lo que los pacientes quedan expuestos a desarrollar
cáncer en un segmento oculto del esófago de Barrett.
La cirugía ablativa para el esófago de Barrett es otra opción terapéutica con gran aceptación.
Se ha propuesto fundamentalmente para los pacientes con displasia de grado alto. El método
de ablación más utilizado es la terapia fotodinámica (TFD). Entre sus complicaciones cabe citar
la persistencia de la metaplasia en más del 50% de los casos, así como la formación de
estenosis esofágicas hasta en el 34% de los pacientes. También se han probado tratamientos
ablativos combinados con T F D y láser, pero solo han conseguido una aceptación limitada.
Cada vez tiene más adeptos la resección endoscópica de la mucosa (REM) como tratamiento
para el esófago de Barrett con displasia reducida. Además, puede usarse como método
diagnóstico para descartar el cáncer en un foco de esófago de Barrett con metaplasia de grado
alto. Dado que el porcentaje de estenosis aumenta con la extensión de las resecciones, se
desaconseja utilizar esta técnica en segmentos prolongados de esófago de Barrett. Es una
posibilidad aceptable en pacientes con displasia de grado alto que no son buenos candidatos
para la resección esofágica, y muy útil en pacientes con un foco aislado de esófago de Barrett
con displasia. Unicamente se recomienda resecar el esófago de Barrett en aquellos pacientes
en los que se observa displasia de grado alto. Los datos anatomopatológicos de piezas
quirúrgicas demuestran que el riesgo de adenocarcinoma en los focos de displasia de grado
alto asciende al 40%. Hay que evaluar el riesgo quirúrgico en cada caso y, cuando es asumible,
proceder a la resección esofágica. En la mayoría de los casos se recomienda una esofagectomía
casi total por vía transhiatal. Han adquirido bastante popularidad las técnicas mínimamente
invasivas y las técnicas que respetan el nervio vago.
Es necesario realizar una evaluación juiciosa de todos los pacientes con ERGE para poder
identificar a aquellos de alto riesgo y poner en práctica las medidas terapéuticas pertinentes,
como la vigilancia endoscópica y la cirugía.
Esta entidad es más común en pacientes alcohólicos, con hernia de hiato y con edad mayor de
50 años.
El mecanismo, propuesto por Mallory y Weiss en 1929, consiste en una contracción enérgica
de la pared abdominal contra la resistencia de un cardias sin relajar, lo que provoca una
laceración de la mucosa del cardias proximal por el aumento de la presión intragástrica.
SÍNTOMAS
La hemorragia digestiva alta que caracteriza a este síndrome suele ceder espontáneamente en
la mayoría de los casos (80-90%) y, por tanto, como ya hemos dicho, no causar más síntomas.
Sin embargo, si la pérdida de sangre es mayor, ésta saldrá del tubo digestivo por la boca
(hematemesis) y/o por el ano (en forma de melenas, es decir, sangre ya en gran parte o
totalmente digerida de color negro y olor característico). Dicha hemorragia se produce
típicamente tras un episodio de náuseas y vómitos intensos.
DIAGNOSTICO Y TRATAMIENTO
La mayoría de los pacientes con hemorragia activa pueden tratarse con métodos
endoscópicos, como:
- Electrocoagulación multipolar.
- Inyección de adrenalina.
- Ligadura de banda endoscópica.
- Colocación endoscópica de hemoclips.
Si fracasan estas maniobras, está indicada una gastrostomía alta y la sutura del desgarro
mucoso. Cuando fracasa el tratamiento endoscópico es importante descartar la posible
existencia de varices sangrantes mediante una exploración minuciosa de la unión
gastroesofágica. La necesidad de proceder a intervención quirúrgica es poco habitual. Cuando
la cirugía es precisa, la lesión en la UGE se aborda mediante gastrostomía anterior y el sitio de
la hemorragia se sutura con varias ligaduras profundas de seda 2-0 para reaproximar la
mucosa gástrica siguiendo un patrón anatómico. No son frecuentes las recidivas hemorrágicas
por un desgarro de Mallory-Weiss
SÍNDROME DE BOERHAAVE
Es una enfermedad del tracto gastrointestinal proximal, de rara presentación. Se conoce como
la ruptura longitudinal espontánea transmural del esófago en su anatomía normal.
Etiología
Se cree que el vomito es la causa más común, sin embargo, otras causas incluyen
levantamiento de pesas, defecación, convulsiones epilépticas, trauma abdominal, lesión por
aire comprimido y parto, todo esto puede aumentar la presión del esófago y causar una
ruptura esofágica barogénica. La mayoría de los casos ocurre en pacientes con un esófago
subyacente normal, aunque la presencia de esofagitis, hernia hiatal, enfermedad de reflujo
gastroesofágico asintomático, alcoholismo y ulceras también se han encontrado en un
subconjunto de individuos, siendo así factores que predisponen esta etiología.
Incidencia
Manifestaciones clínicas
Se debe sospechar de SB en un paciente que se presente con dolor torácico retroesternal con
o sin enfisema subcutáneo sobre todo cuando se asocia con ingesta excesiva de alcohol y
vómitos graves o a repetición. Hasta un 50% de los casos se presentan con: vómitos, dolor
torácico inferior y enfisema subcutáneo, conocida como la triada de Mackler.
El examen físico puede llegar a ser inespecífico (presentar taquicardia, taquipnea, fiebre), otros
hallazgos son la disminución de los sonidos respiratorios en el lado perforado, enfisema
mediastínico y signo de Hamman (ruido crepitante o chasquido que se escucha sincrónico a los
latidos del corazón, sobre el precordio) con mayor frecuencia en posición de cubito lateral
izquierdo. El signo que mas ayuda a la sospecha diagnostica es el enfisema subcutáneo, sin
embargo, solo está presente en un 14-30% de los casos.
Diagnostico
Las imágenes son de gran importancia para diagnosticar el SB. Los posibles hallazgos en la
radiografía de tórax incluyen enfisema subcutáneo o mediastínico, ensanchamiento
mediastínico y derrame pleural.
La TAC con doble medio de contraste puede ser usada en lugar del esofagograma debido a su
alta sensibilidad y una evaluación más detallada de los órganos involucrados, siendo el estudio
de elección en la actualidad.
La endoscopia debe utilizarse con precaución debido al riesgo de una mayor perforación
esofágica, ya que el procedimiento en sí implica la insuflación de aire, permite establecer la
localización y la longitud precisa de la lesión.
Tratamiento
REFLUJO GASTROESOFÁGICO
Epidemiología
Manifestaciones clínicas
La pirosis, la regurgitación y el reflujo ácido son los tres síntomas esofágicos típicos de la ERGE.
La pirosis y la regurgitación son los síntomas más frecuentes en el momento de la
presentación. La pirosis es específica de la ERGE y se describe como una sensación cáustica o
de ardor epigástrico o retroesternal. La presencia de regurgitación suele indicar progresión de
la ERGE. En los casos graves, los pacientes experimentan un episodio de regurgitación cada vez
que se inclinan hacia delante. La regurgitación del contenido gástrico a la orofaringe y la boca
puede producir un sabor amargo que los pacientes describen como ácido o bilis. Este
fenómeno se conoce como reflujo ácido. Cuando los pacientes notifican que la regurgitación es
un síntoma frecuente, es importante distinguir entre la regurgitación de alimentos no
digeridos o digeridos. La regurgitación de alimentos no digeridos no es frecuente en la ERGE e
indica la presencia de un proceso patológico diferente, como un divertículo esofágico o
acalasia.
Manometría esofágica
La manometría esofágica es la forma más eficaz de evaluar la función del cuerpo del esófago y
del EEI. Proporciona trazados lineales de las ondas de presión del cuerpo esofágico y el EEI. En
los pacientes en los que se evalúa la ERGE, la manometría esofágica puede excluir la acalasia e
identificar el peristaltismo ineficaz del cuerpo del esófago. También mide la presión en reposo
del EEI y evalúa si la relajación del EEI durante la deglución es adecuada.
Esofagogastroduodenoscopia
La endoscopia es un paso esencial en la evaluación de los pacientes con ERGE. Hay que analizar
si hay evidencias de lesión en la mucosa debido al RGE, como ulceraciones, estenosis péptica y
esófago de Barrett.
Proporciona una evaluación anatómica detallada del esófago y el estómago que es útil durante
la evaluación preoperatoria de los pacientes con ERGE. No puede confirmar o descartar el
diagnóstico de ERGE. Otros trastornos gastroesofágicos que pueden identificarse en el
esofagograma con bario son los divertículos del esófago, los tumores, la estenosis péptica, la
acalasia, la alteración de la motilidad y la gastroparesia.
Tratamiento
Tratamiento farmacológico
Para los pacientes que se presentan con síntomas típicos de ERGE se recomienda un curso de 8
semanas de tratamiento con IBP. Sin embargo, antes de prescribir un IBP empíricamente es
necesario asegurarse de que el paciente no tiene síntomas que puedan indicar la presencia de
una neoplasia maligna gastroesofágica u otro diagnóstico diferente a la ERGE. Si los síntomas
mejoran con el tratamiento con IBP, el ensayo se considera diagnóstico y terapéutico. Si los
síntomas persisten, está indicada una evaluación más completa.
Los IBP han revolucionado el tratamiento farmacológico de la ERGE. Estos fármacos detienen
la producción de ácido gástrico mediante la unión irreversible a la bomba de protones en las
células parietales del estómago. El efecto farmacológico máximo se produce aproximadamente
4 días después del inicio del tratamiento y el efecto dura toda la vida de la célula parietal.
(Esomeprazol, lansoprazol, omeprazol, pantoprazol, rabeprazol, etc).
Los antiácidos simples neutralizan el ácido gástrico; incluyen las sales de sodio, calcio,
magnesio y aluminio.
Agentes que contienen alginato: estos incluyen ácido algínico con pequeñas dosis de
antiácidos: efectos amortiguadores mínimos.
Antagonistas del receptor de Histamina H2 (H2 RA): recomendados para el corto y mediano
plazo:
Tratamiento quirúrgico
En los pacientes con una gran exposición del esófago distal al ácido y síntomas típicos
persistentes de ERGE a pesar del tratamiento médico máximo, debe considerarse seriamente
la cirugía antirreflujo. La aplicación de la laparoscopia a la cirugía antirreflujo ha reducido la
morbilidad y la duración de la estancia hospitalaria. Además, en varios estudios se ha
demostrado que la CARL (cirugía antirreflujo laparoscópica) es rentable en comparación con el
tratamiento con IBP prolongado.
En los pacientes que no experimentan ninguna mejoría de los síntomas tras el uso de los IBP
debe cuestionarse el diagnóstico de ERGE, y los cirujanos deben tener en cuenta
cuidadosamente las causas alternativas antes de ofrecer el tratamiento quirúrgico. En los
pacientes con síntomas extraesofágicos de ERGE que no mejoran con el tratamiento con IBP,
debe considerarse la consulta con un otorrinolaringólogo o un neumólogo para determinar si
existe una causa laríngea, bronquial o pulmonar primaria de los síntomas. La evidencia
endoscópica de lesiones esofágicas graves (p. ej., úlceras, estenosis péptica y esófago de
Barrett) puede considerarse una prueba de la exposición al ácido anormal del esófago distal y
puede hacer que la monitorización ambulatoria del pH sea innecesaria en los pacientes que
presentan estos hallazgos, pero los hallazgos endoscópicos no deben considerarse una
indicación para el tratamiento quirúrgico por sí mismos.
ESOFAGITIS POR REFLUJO
La esofagitis por reflujo es una de las complicaciones que pueden surgir al tener acidez
estomacal crónica y reflujo ácido, también conocida como enfermedad por reflujo
gastroesofágico (ERGE).
La esofagitis es una inflamación que daña el revestimiento del esófago y a menudo causa dolor
o dificultad para tragar y dolor en el pecho. El tipo de esofagitis causada por ardor de
estómago y reflujo ácido / ERGE se conoce como esofagitis por reflujo.
La esofagitis por reflujo es causada por reflujo ácido / ERGE. El reflujo ácido ocurre cuando el
músculo del esfínter esofágico inferior (EEI) ubicado en la parte inferior del esófago se debilita
o se relaja de manera anormal, lo que permite que el ácido vuelva al esófago. El reflujo ácido
frecuente puede causar inflamación crónica y daño al esófago.
Consumo de alcohol
Tabaquismo
Hernia Hiatal
Obesidad
Cirugía o radiación en el tórax (por ejemplo, el tratamiento para el cáncer pulmonar)
Tomar ciertos medicamentos, como alendronato, doxiciclina, ibandronato,
risedronato, tetraciclina, pastillas de potasio y vitamina C, sin beber mucha agua
Vomitar
Acostarse después de comer mucho
Comer alimentos que desencadenan el reflujo, como alimentos grasos, alimentos a base de
tomate, frutas cítricas, cafeína, alcohol, alimentos picantes, ajo, cebolla, chocolate y menta.
Las personas que tienen sistemas inmunitarios debilitados pueden presentar infecciones que
llevan a esofagitis. Las infecciones pueden llevar a la inflamación del esófago. La infección
puede deberse:
La infección o irritación puede hacer que el esófago se inflame. Y se pueden formar llagas
llamadas úlceras.
Pruebas y exámenes
El médico puede llevar a cabo los siguientes exámenes:
Manometría esofágica
Esofagogastroduodenoscopia (EGD): extracción de una muestra de tejido del esófago
para su análisis (biopsia)
Tránsito esofagogastroduodenal (esofagografía)
Tratamiento
Si no se trata, la esofagitis por reflujo puede cambiar la estructura y la función del esófago y
provocar complicaciones más graves, como el esófago de Barrett, las estenosis y el cáncer de
esófago. Puede tratar la esofagitis por reflujo tomando medicamentos como antiácidos,
antagonistas de los receptores H2 o IBP, también conocidos como inhibidores de la bomba de
protones. Si estos medicamentos no ofrecen alivio para sus síntomas, su médico puede
sugerirle una cirugía. También hay cambios en el estilo de vida que puede hacer para aliviar los
síntomas de la esofagitis por reflujo.
ACALASIA Y MEGAESÓFAGO
La acalasia es un trastorno poco frecuente del esófago, que deja de funcionar correctamente y
es incapaz de propulsar la comida hacia el estómago. Se produce por un fallo en las células
nerviosas que permiten que el músculo del esófago se mueva de forma sincronizada mediante
lo que se conoce como movimientos peristálticos. Cuando esas células van desapareciendo sin
que se sepa por qué, el movimiento del esófago se altera y la expresión máxima de esta
disfunción es la acalasia.
Lo que sucede en esta enfermedad es que el esfínter esofágico inferior, que comunica el
esófago con el estómago, no se relaja. Al no poder transitar de forma natural, la comida acaba
pasando por presión. El bolo alimenticio se va acumulando en el esófago hasta que llega un
punto en el que su empuje acaba con la resistencia del esfínter inferior. Con el tiempo, esa
retención de comida lleva a la dilatación del esófago.
Causas
La mayoría de las acalasias son primarias, es decir, no se deben a otras enfermedades. Se
desconocen las causas de la degeneración progresiva de las terminaciones nerviosas del
esófago que caracteriza a esta patología y no se han descrito factores de riesgo, ni ambientales
ni genéticos.
Existen casos de lo que denominamos acalasia secundaria, que produce los mismos trastornos
que la primaria, pero tiene un origen conocido, como puede ser la enfermedad de Chagas,
existen otras causas menos comunes como la esofagitis eosinofílica, amiloidosis, sarcoidosis y
neurofibromatosis.
Síntomas
También se puede presentar dolor torácico, producido por la comida atrapada en el esófago,
así como sensación de opresión en el pecho que puede extenderse hacia la espalda.
Otro problema que puede surgir es que, al llenarse el esófago, la comida pase hacia la vía
respiratoria y produzca infecciones respiratorias.
Con el paso del tiempo, cuando la enfermedad ya está avanzada, los pacientes presentan
pérdida de peso y desnutrición.
Prevención
Tipos:
Diagnóstico:
Los síntomas que experimentan los pacientes son el punto de partida para el diagnóstico de la
acalasia, para el que se emplean, sobre todo, tres tipos de pruebas: manometría, que es la que
permite afinar el diagnóstico; la radiología, que sirve para ver el tamaño del esófago y en qué
condiciones está; y la endoscopia, que descarta la existencia de otras enfermedades, como un
cáncer de esófago.
Manometría esofágica: Esta prueba se realiza introduciendo una sonda por la nariz y
bajando por el esófago hasta el estómago. A continuación, se le da agua al paciente
para que los sensores de la sonda midan la presión de las contracciones musculares.
De esta manera, se obtiene el patrón de movilidad del esófago que confirma si es una
acalasia o no.
Endoscopia superior: Mediante un endoscopio (tubo flexible con una cámara) se
explora el revestimiento interno del tracto digestivo superior (el esófago, el estómago
y el duodeno, que es la primera parte del intestino delgado). Esta prueba también es
conocida como esofagogastroduodenoscopia o EGD.
Radiografía con contraste de bario: En esta técnica de rayos X se administra un
contraste de bario por vía oral al paciente, lo que permite visualizar el interior del tubo
digestivo. Mediante este procedimiento, cuando hay acalasia se puede apreciar el
ensanchamiento del esófago y el cardias (válvula que deja pasar el alimento desde el
esófago hacia el estómago) se ve muy fino.
Tratamiento:
El tratamiento de la acalasia consiste en disminuir la presión del esfínter esofágico inferior, con
el objetivo de que se relaje y permita el paso de la comida hacia el estómago. Esto se puede
conseguir cortándolo (quirúrgica o endoscópicamente), dilatándolo hasta que se rompan las
fibras o inyectando toxina botulínica (bótox). También hay algunos fármacos que pueden
ayudar a relajar el esfínter, pero tienen un efecto muy transitorio y no constituyen un
tratamiento definitivo.
Tratamiento antirreflujo
Tratamiento medico
Tratamiento quirúrgico
En aquellos pacientes con indicios de lesión esofágica grave (p. ej., úlcera, estenosis, mucosa
de Barrett) y una resolución incompleta de los síntomas o las recaídas con el tratamiento
médico.
aquellos en los que persisten los síntomas a una edad joven se plantea inicialmente un
tratamiento quirúrgico.
Procedimientos
Fundoplicatura de Nissen.
Es una fundoplicatura de 360 grados que se fija alrededor de la porcion distal del esofago en
una longitud de 4 a 5 cm.
Pasos esenciales:
Alternativa que se usa para disminuir el riesgo de los efectos colaterales de la fundoplicatura,
como disfagia, incapacidad para eructar y flatulencia.
Una tecnica alternativa a la fundoplicatura parcial es construir una envoltura parcial anterior.
Despues de la reparacion hiatal posterior, la parte anterior del fondo se rueda sobre la parte
anterior del esofago y se sutura al borde hiatal y la pared esofagica.
Se han descrito varios grados de fundoplicatura parcial: 90°, 120° y 180°. La fundoplicatura
anterior de 180° es una reparacion mas robusta y logra un excelente resultado a largo plazo en
cerca del 90% de los pacientes
Con este procedimiento, el fondo y el esófago se suturan al lado derecho del borde hiatal para
crear una válvula de capleta en la union gastroesofagica y estabilizar un segmento de 3.4 cm
de esofago intraabdominal.
Gastroplastia de Collis.
Cuando se encuentra un esofago acortado, muchos cirujanos optan por agregar un
procedimiento de elongacion esofagica antes de la fundoplicatura para reducir la tensión en la
union gastroesofágica
Este procedimiento implica el uso de una grapadora para dividir el cardias y la parte superior
del estomago en forma paralela a la curvatura menor del estomago, con lo que se crea un tubo
gastrico en continuidad con el esofago, al cual alarga en varios centimetros.
Los estudios posoperatorios de pH indican que en > 90% de los pacientes se normalizan los
trazos de pH.
Es frecuente la disfagia temporal despues de la cirugia y casi siempre se resuelve antes de tres
meses, aunque puede tardar hasta 12 meses en algunas personas; y hasta en 5% de las
personas persiste la disfagia suficiente para requerir una modificacion dietética continuada
La mayor parte de los pacientes es incapaz de eructar durante los tres a seis meses siguientes a
la fundoplicatura, pero 80 a 90% recupera la capacidad para eructar de manera normal
despues de 12 meses de seguimiento.
Tratamiento endoscópico
Varios tratamientos endoscópicos mediante distintas técnicas dirigidas a potenciar el EEI han
empleado radiofrecuencia, inyecciones de biopolímeros inertes, creación de gastroplicaturas y
otros dispositivos en investigación.
Los pacientes tratados con radiofrecuencia tenían menos síntomas de ERGE y un mejor índice
de calidad de vida asociada a la ERGE a los 6 y 12 meses
el tratamiento endoscópico de la ERGE es una opción viable en pacientes que sean malos
candidatos a la cirugía y que requieran un tratamiento más intenso para controlar los síntomas
CÁNCER DE ESÓFAGO
Los factores ambientales causantes relacionados están: los aditivos añadidos a los alimentos
locales (compuestos nitrosos en encurtidos y carnes ahumadas) y deficiencias minerales (cinc y
molibdeno). Consumo de tabaco y alcohol.
Tambien hay relación entre carcinoma epidermoide y acalasia de larga evolución y estenosis
por lejía.
fue en alguna epoca una afeccion maligna poco frecuente, pero hoy en dia se diagnostica cada
vez mas.
Manifestaciones clínicas:
La principal es disfagia, aunque hoy en día se identifica un número cada vez mayor de sujetos
asintomáticos gracias a la vigilancia endoscópica o a que presentan síntomas de la parte alta
del tubo digestivo inespecíficos y se someten a panendoscopia, o ambas cosas.
La extensión del tumor primario hacia el árbol traqueobronquial causa estridor, en tanto que
la formación de una fístula traqueoesofágica se manifiesta como tos, ahogamiento y neumonía
por aspiración.
Es poco común la aparición de sangrado intenso por erosión hacia la aorta o los vasos
pulmonares. Asimismo, podría invadir las cuerdas vocales y paralizarlas, pero esta última
alteración casi siempre se debe a la lesión del nervio laríngeo recurrente izquierdo por el
tumor o las metástasis a ganglios linfáticos (LN).
El síntoma inicial más notorio es dolor durante la deglución de alimentos secos o rasposos. En
pacientes con dolor de espalda al momento del diagnóstico de cáncer esofágico, casi siempre
existe metástasis distante o atrapamiento celiaco.
La disfagia casi siempre se presenta en una fase tardía de la historia natural de la enfermedad
debido a que la carencia de serosa en el esófago permite que el músculo liso se dilate con
facilidad.
Diagnostico:
Conviene realizar una esofagografía de bario a todos los pacientes que manifiestan disfagia. La
esofagografía aporta información general sobre la anatomía y el funcionamiento del esófago.
Es muy fácil reconocer la imagen clásica de una lesión en forma de corazón de manzana en los
pacientes con cáncer de esófago
La TC de tórax y abdomen permite valorar el tamaño del tumor, el espesor del esófago y el
estómago, el estado de los ganglios linfáticos regionales (cervicales, mediastínicos y celíacos) y
la posible existencia de metástasis distantes en el hígado y los pulmones.
Tratamiento:
N0), si existe avance local (T1-3, N1) o está diseminado (cualquier T, cualquier N, M1).
Si el cáncer se limita al esófago, la extirpación del tumor con los ganglios linfáticos adyacentes
puede ser
curativa.
Las neoplasias muy tempranas confinadas a la mucosa (T in situ, T1a, cáncer intramucoso)
pueden tratarse por endoscopia.
Para el cáncer diseminado, las medidas terapéuticas se enfocan en la paliación de los síntomas.
Si el enfermo tiene disfagia, como ocurre con muchos, la manera más rápida de paliación es la
colocación endoscópica de una férula esofágica expandible.
Para la paliación del cáncer en la GEJ, la radiación puede ser la primera opción, ya que las
férulas colocadas a través de la GEJ originan reflujo gastroesofágico intenso.
Tratamiento quirúrgico:
esofagectomia transhiatal con MIS se realiza a traves de cinco o seis pequeñas incisiones en la
parte superior del abdomen y una incision cervical transversa para extraer lapieza y efectuar la
esofagogastrostomia cervical. Con el propósito de retirar el esofago del mediastino posterior,
sobre todo del área detras de los vasos pulmonares y la bifurcacion traqueal que no puede
visualizarse ni siquiera con un laparoscopio largo situado en el mediastino posterior, es
preferible usar una tecnica de extracción venosa por “inversión.
Esta técnica sólo se utiliza en sujetos con displasia de alta malignidad y cáncer que sólo se
detecta por microscopia.
En canceres en la GEJ, puede efectuarse una diseccion ganglionar con acceso celiaco amplio
tan bien o mejor que a traves de una laparotomia.
se efectua con la formación de una anastomosis en el cuello (la de tres campos), pero bien
puede
hacerse con la anastomosis grapada en la parte alta del torax (la de dos campos).
En la estrategia de tres campos, el esófago se diseca en toda su longitud para incluir la división
de la vena ácigos y retirar los LN de la parte superior, media e inferior del mediastino
posterior.
La esofagectomía transtorácica con MIS en dos campos es un poco distinta. el paciente se gira
para colocarlo en decúbito lateral izquierdo y, a través de toracoscopia derecha, se diseca el
esófago y se divide a 10 cm por arriba del tumor.
Esofagectomía de salvamento.
Es una lesión poco frecuente, cuya etiología puede ser traumática o no traumática.
Epidemiologia
De todas las lesiones esofágicas, los traumatismos externos abarcan alrededor del 30 % de los
casos. El 70% pertenece al resto de las causas. La mortalidad es elevada, entre el 15 y el 34%,
alta morbilidad. Son más frecuentes en hombres que en mujeres y se presenta sobre todo en
edades entre 1 y 29 años.
Etiología
IATROGENICA:
EXPONTANEA:
Súbito aumento de la presión intraluminal del esófago producido por el esfuerzo para vomitar
contra un esfínter cricofaríngeo cerrado, lo que lleva a que todo el contenido del estómago sea
expulsado al mediastino, a la cavidad pleural o a ambos. Entre otras causas tenemos:
enfermedades esofágicas de base obstructivas y divertículos, lesiones neurológicas diversas
que lleven a esofagomalacia.
PERFORACION POR CUERPOS EXTRAÑOS
Entre los cuerpos extraños que más se reportan son: huesos (pollo, pescado), bolas de cristal y
prótesis dentales, los trastornos psiquiátricos predisponen a la ingesta de diferentes objetos.
La perforación se puede presentar por trauma directo del cuerpo extraño a la pared esofágica
en caso de bordes irregulares, cortantes o punzantes. Los sitios usuales de perforación son las
áreas de estrechez anatómica, región cricofaríngea, arco aórtico
y justo arriba del cardias.
Penetrantes y no penetrantes:
Manifestaciones clínicas
Síntomas
Diagnostico
Imágenes
Con respecto a la endoscopia, su uso está muy discutido. Eventualmente puede servir en
pacientes compensados, que no poseen otras lesiones, cuyos estudios contrastados hayan sido
negativos y en quienes la sospecha sigue siendo alta.
La TC es muy sensible para determinar los hematomas intramurales del esófago en las
perforaciones incompletas, abscesos únicos o múltiples y para evaluar el seguimiento de los
pacientes ya operados.
TRATAMIENTO
MEDIASTINITIS
Es la inflamación o la infección del tejido conectivo que rodea a las estructuras mediastínicas.
El mediastino es un compartimento visceral de la cavidad torácica que contiene principalmente
el corazón, esófago, tráquea, nervios espinales torácicos y vasos sanguíneos.
Todavía sigue vigente la clasificación de Neuhof que divide las mediastinitis en:
1. Infecciosas.
2. Agudas: a) supurativas localizadas; b) supurativas compartimentalizadas, y c)
necrotizantes.
3. Crónicas.
4. Idiopáticas, fibrosantes.
5. Farmacológicas (tratamiento con metilsergida).
Las tres causas más frecuentes de mediastinitis agudas son: postoperatoria, perforación
esofágica y la mediastinitis necrotizante descendente (MND)
Mediastinitis postoperatoria
Principalmente tras la esternotomía para cirugía cardíaca, con una incidencia del 0,4-5%. Los
microorganismos responsables más frecuentes son el Staphylococcus aureus resistente a
meticilina en un 75% y el Staphylococcus coagulasa negativo.
Son factores de riesgo: sedación insuficiente, biopsias sin visualización directa; no desinflar el
balón endotraqueal al paso del esofagoscopio. El 15% de las causas se debe a roturas
espontáneas, como en el síndrome de Boerhaave. Traumatismos directos por herida de bala o
arma blanca son poco frecuentes, pero más que los producidos por traumatismos cerrados. La
flora causante es polimicrobiana orofaríngea (Candida, Aspergillus…).
Mediastinitis crónica
Bibliografía:
https://gastrolat.org/DOI/PDF/10.0716/gastrolat2018n3000.03.pdf
https://revistamedicasinergia.com/index.php/rms/article/view/273/611
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