Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
GASTRONOMÍA
SEXTO SEMESTRE
ENOLOGÍA Y MIXIOLOGÍA
Integrantes:
Juan Esteban Izurieta Robles 191929
Bryan Paul Morales Masapanta 191908
Jessica Paola Chaglla Supe 191953
Arelys Carolina Villegas Zurita 191909
Álvaro Jordán Saes Castillo 191934
Luis
Fecha: 06/04/2022
Tema: Consulta
2022-2023
El vino se produjo por primera vez durante el neolítico, según los testimonios
arqueológicos hallados en los montes Zagros, en la región que hoy ocupan Irak e Irán,
gracias a la presencia de Vitis vinifera sylvestris y la aparición de la cerámica durante
este periodo.
La evidencia más antigua de la producción y consumo de vino es una vasija del año
5400 a. C., hallada en el poblado neolítico de Hajii Firuz Tepe, en los montes Zagros.
La vasija contiene un residuo rojizo, presumiblemente vino. Aunque recientemente se
ha encontrado la bodega más antigua conocida, datada en el año 6000 a. C., que sitúa en
Armenia la producción más antigua de vino.
Posteriormente, el consumo de vino se extendió hacia el occidente, llegando a Anatolia
y Grecia; y hacia el sur, llegando hasta Egipto, ya célebre en Bahariya durante el
Imperio Medio (siglo XX a. C.)
La más antigua documentación griega sobre el cuidado de la vid, la cosecha y el
prensado de las uvas, es Los trabajos y los días, de Hesíodo, del siglo VIII a. C. En la
antigua Grecia el vino se bebía mezclado con agua y se conservaba en pellejos de cabra.
Lo primero que cabe destacar es que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy
bien considerado por la alta sociedad occidental, siendo testigo imprescindible en
cualquier acontecimiento o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado
los grandes tratados y acontecimientos históricos de occidente.
Ya en Egipto, Grecia y Roma, se adoraba a Dioniso o Baco (dios de los viñedos) y la
Biblia se refiere al vino en diversos pasajes, entre otros donde relata la última cena de
Jesús, que ofreció una copa de vino a sus discípulos representando su sangre. Sabemos
que, en China, hace 4000 años, ya conocían el proceso de fermentación de la uva, y que,
en Egipto, en el siglo XIV a. C., ya conocían la viticultura.
La viticultura debe su mayor desarrollo a la propagación del cristianismo, por ser el
vino necesario para la celebración de la misa. Los monasterios, con sus propios métodos
de elaboración y extracción, fueron los precursores de la viticultura y vinicultura,
dejando huellas tan claras como los vinos priorato, proveniente de la palabra prior
ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL CHIMBORAZO
GASTRONOMÍA
1. Cabernet Franc
2. Carménère
Oriunda del Médoc, Francia, donde se le consideró extinta tras las plaga de la filoxera
en el siglo XIX. También llamada Vidure, fue redescubierta en Chile y hoy día es su
cepa insignia. Ofrece vinos aterciopelados de taninos suaves y aromas de frutos rojos,
con buen potencial de crianza.
3. Garnacha
De las variedades más cultivadas en España, nativa de Aragón. Entre otros nombres se
le conoce como Grenache o Garnacha Tinta. Se emplea tanto para complementar
mezclas pues aporta cuerpo y carácter frutal, como para base de vinos rosados
aromáticos, florales y frescos.
4. Malbec
5. Merlot
6. Nebbiolo
Característica del Piamonte con ella se producen los afamados Barolo, Barbaresco y
Gattinara, adaptada favorablemente al suelo y clima de Napa Valley, Baja California y
ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL CHIMBORAZO
GASTRONOMÍA
Argentina. Aporta vinos con personalidad, intensos, de gran complejidad aromática con
buen potencial de desarrollo en barrica.
7. Pinot Noir
8. Sangiovese
Quizá una de las más antiguas y famosas de Italia. Da origen a vinos sutiles y finos de
sabores frutales y especiados con aromas de violeta y frutos negros. Mezclada con la
Cabernet Sauvignon produce los célebres súper toscanos cotizados en todo el mundo.
9. Syrah
Al parecer su origen es persa, aunque algunos señalan que es nativa del Valle del
Ródano en Francia. Adoptada como cepa insignia de Australia bajo el nombre de
Shiraz, otorga vinos brillantes y muy oscuros, de potentes taninos, aromas de frutos
negros y especias, con gran capacidad de guarda.
10. Tempranillo
La principal cepa de España, presente sobre todo en La Rioja y Ribera del Duero. Fina y
muy aromática, ofrece vinos de gran calidad, afrutados con taninos suaves que
potencian sus cualidades al envejecer en barrica. Suele utilizarse en mezclas con
Cabernet Franc, Merlot y Garnacha.
1. CHARDONNAY
Se obtiene un vino color amarillo pálido brillante, con tonos dorados. En nariz destacan los
aromas a papaya, guayabas y tostados. El sabor es frutoso, con buen cuerpo y final cremoso.
Se recomienda beberlo de reciente producción.
2. COLOMBAR
ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL CHIMBORAZO
GASTRONOMÍA
Este efecto cardioprotector sucede por varios motivos: por una parte, al etanol se le
atribuye la capacidad de aumentar la concentración de las lipoproteínas de alta densidad
(HDL o comúnmente llamado colesterol bueno), así como las apoproteínas I y II y
disminuir la agregación de plaquetas, produciendo cambios en la coagulación y la
fibrinólisis. Por otra parte, los compuestos fenólicos son conocidos como excelentes
antioxidantes lipídicos, que actúan inhibiendo la oxidación de las lipoproteínas de baja
densidad (LDL o el llamado colesterol malo), aumentan la síntesis de óxido nítrico, que
actúa mejorando la vasodilatación arterial y disminuyen la adhesión de los monocitos a
la pared endotelial, evitando así la formación de placas arterioscleróticas.
Varios estudios in vitro, han demostrado el efecto de los polifenoles del vino como
antioxidante. En un ensayo, donde se comparó el consumo de vino tinto (400 ml/día)
con la abstención en voluntarios saludables, se demostró que el consumo de vino tinto
aumentó el estado anti oxidativo total en el plasma, disminuyendo también el glutatión
del plasma (GSH) y el malón-dialdehido (MDA). Además, la ingesta durante 4 semanas
de 375 ml de vino tinto al día en voluntarios saludables redujo las concentraciones
máximas de dienes conjugados y otras sustancias reactantes ácidas tiobarbituricas
(TBARS) en las LDL oxidadas en el plasma. (Martín., 2015)
ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL CHIMBORAZO
GASTRONOMÍA
En el tracto gastrointestinal, el vino, estimula la producción de jugos gástricos y
aumenta la hormona gastrina. Además, el etanol, los ácidos y compuestos aromáticos
provocan la liberación de bilis en el intestino. Es por esto, que se considera que el
consumo moderado ayuda a mejorar la digestión.
Otro de los efectos beneficioso del vino nos lo encontramos en la cavidad bucal.
Estudios han demostrado que los componentes fenólicos tanto del vino tinto como el
vino blanco tienen una actividad antimicrobiana, siendo hasta el 80% la inhibición de la
actividad enzimática de Streptococcus implicados en la formación de caries. (Martín.,
2015)
Otro estudio formado por pacientes con un riesgo cardiovascular alto donde se ingirió
30 g de alcohol diario en forma de vino o ginebra aleatoriamente durante semanas
mostró sólo en los casos donde se había ingerido vino tinto o vino desalcoholizado, que
la glucemia plasmática en ayunas se mantiene y se disminuye la resistencia a la insulina.
No obstante, es importante destacar que todos estos beneficios se darán en personas que
tengan un consumo responsable de esta bebida. (Martín., 2015)
Bibliografía
Referencias
Dominé, A. (2003). El Vino Blanco. Madrid: World Wide Books.
Villamar, E. (11 de junio de 2019). Historia del Vino. Obtenido de Historia del Vino:
https://turismodevino.com/saber-de-vino/historia-del-vino/
ESCUELA SUPERIOR POLITÉCNICA DEL CHIMBORAZO
GASTRONOMÍA