Está en la página 1de 11

Max Weber:

Weber Una de las preocupaciones que tiene Weber es la preocupación por el comunismo. En
el año 1917 se dio la Revolución Rusa y de alguna manera la preocupación central era que el
comunismo llegue a Alemania. Weber es alemán y dentro de su obra va a tocar temáticas muy
similares a Marx. Considera que Marx no es un científico, no hace ciencia, la ausencia de una
investigación científica, por eso no lo menciona a Marx en su obra. Weber va a tratar de
analizar un poco de cómo es la realidad y lo va a hacer desde una postura totalmente diferente
a la que habían analizado los autores clásicos hasta ahora. Si bien Marx y Durkheim responden
a metodologías diferentes: el Materialismo Histórico y el Positivismo y por lo tanto la
interpretación que tienen del mundo va ser totalmente diferente hay algo que tienen en
común estos dos autores Marx y Durkheim: la visión social sobre la realidad. En el caso de
Weber va tener una visión individual porque él va decir que la realidad es sumamente
compleja, es decir que la realidad presenta una multiplicidad de situaciones que son
imposibles e inabarcables de poder ser investigadas por un científico. Weber va construir lo
que se llama los tipos ideales. El método de investigación que él va a desarrollar va ser el
comprensivismo histórico, comprensivismo individual. Esto quiere decir interpretar,
comprender la realidad nunca modificarla, nunca cambiarla. Por eso considera que Marx que
de alguna manera apoya la revolución y el cambio social, no hace ciencia. Entonces él dice esta
no es tarea del científico cambiar la realidad, lo único que puede hacer es interpretarla. Pero
¿Cómo la interpreta, si es tan compleja y hay tantas situaciones como individuos actuando?
Construyendo estos tipos ideales de dominación o tipos ideales de acción. Los tipos ideales es
una construcción metodológica que hace el investigador donde no son ni verdaderos ni falsos,
es una especie de modelo que la articula a partir de análisis, un análisis histórico de distintas
sociedades donde de alguna manera lo que él hace es como encuadrar, crear modelos antes
determinadas situaciones, como se repiten determinadas acciones y a partir de ahí construye
su modelo. ¿Cuál es el objetivo de esta construcción de modelo? Él dice no es un modelo
alcanzar, no es un ideal sino es como una especie de algo compacto que me va a servir para
poder interpretar una realidad. Entonces, los tipos ideales es una construcción metodológica,
no son ni verdaderos ni falsos, ni un ideal a alcanzar, sino que es un modelo para poder
interpretar y hacer un recorte de esa realidad, poder mirar a través de los tipos ideales, esa
realidad que es tan compleja e infinita. El objeto de estudio de Max Weber va a ser las
acciones y en particular las acciones sociales. ¿Qué son las acciones? Las acciones son formas
de influenciar a otro/s y ahí hablaríamos de relaciones sociales. A él particularmente lo que le
importa es la idea de acciones sociales porque lo que quiere hacer es interpretar la vida en
sociedad. Él parte de una mirada individual para poder interpretar el mundo social. No pasaba
lo mismo con los otros autores, hablaban de clase, de colectivo, de una moral social dice
Durkheim. Las acciones son formas de influenciar el accionar de otro. ¿Qué tiene la acción?
Tiene sentido mentado dice Weber. Sentido mentado significa sentido pensado. Hay una
multiplicidad de acciones que ejercemos a lo largo de la vida y de la cotidianeidad. Son
acciones que tienen un sentido, él que actúa le otorga un sentido, ese sentido es mentado, es
pensado. Cuando él arma su tipología de acciones dice que hay 4 tipos de acciones: las
acciones afectivas, las tradicionales y las dos racionales: racional con arreglo a valores y
racional con arreglo a fines. Las acciones afectivas son aquellas que van a influenciar, que
tienen un sentido mentado de influenciar en otro. El sentido mentado es la cuestión afectiva,
tiene que ver con la cuestión de los afectos, todo lo que tiene que ver con la cuestión
emocional. En las acciones tradicionales, el sentido mentado es la rutina, es la repetición de
una acción y se hace porque siempre fue así y no se discute, uno hace determinadas
cuestiones y el sentido que tiene es la tradición. Los otros dos tipos de acciones son las más
racionales, una es acción racional con arreglo a valores, esto significa que todo el
procedimiento, los pasos previos para poder actuar, el sentido mentado que nosotros le
damos es racional, sin embargo, lo que vemos es que el fin es valorativo, ético, no hay una
ganancia en el sentido económico. La acción racional con arreglo a fines significa que todo el
procedimiento, la previa es racional y el objetivo también lo es. Es la más racional de todas, es
la idea del lucro capitalista, yo hago tal cosa por interés – beneficio. Max Weber nunca define
claramente la racionalidad. Él se refiere cuando habla de racionalidad básicamente a la
racionalidad capitalista, a la racionalidad que está vinculada con el interés. Lo que va a ser él es
salir al campo, salir a la investigación y poder interpretar el mundo a partir de estas ideas que
tiene de las acciones, cuanto se adjuntan y cuanto no. Él señala que el accionar de los
individuos nunca se da de manera pura, nadie está motivado para actuar, como influenciar en
otros meramente, siempre hay una multiplicidad de situaciones, pero tal vez haya una que
predomine, puede haber una combinación en estos tipos ideales. Una cosa es el modelo, el
tipo ideal, otra cosa es lo que él quiere interpretar y que tiene la acción, el sentido mentado y
lo que el sociólogo o el investigador tiene que captar, tiene que comprender el sentido que le
dio el que actuó para influenciar en otro.

Tipos ideales de dominación legítima que señala Max Weber: Los tipos ideales de dominación
legítima que también son una construcción metodológica para poder comprender relaciones
de dominación (en los países, en la política). Los tipos ideales están basados en los tipos de
acciones, la base es la acción. En este sentido el construye 3 tipos de dominación legitima. La
idea de legitimidad es la aceptación, la obediencia a la dominación, es aceptar esa dominación
y se acepta porque se cree. ¿Por qué se termina aceptando una relación de dominación? Se
termina aceptando una relación de dominación porque se cree que es la mejor forma. El tipo
de dominación legítima tradicional se basa en una relación social apoyada en la rutina. Se
apoya en la fuerza de la tradición, se ejerce una relación de dominación porque siempre fue
así, es una estructura que se repite en años, en siglos, porque siempre fue de esa manera, no
se va a quebrar, a contrario, lo que le da la legitimidad es esa fuera de antaño, de repetir, por
ejemplo, la monarquía o las relaciones con la iglesia. El tipo de dominación carismático
básicamente es la relación entre el líder y la masa. Este es el más irracional que existe según
Weber, hay un jefe carismático, un líder carismático y tiene una relación de dominación con la
masa. ¿Por qué esta masa sigue a este líder? ¿En que se apoya la legitimidad de este líder? Se
apoya en las condiciones, características propias del líder que tiene que ver con la valentía, el
carácter, las formas de llevar adelante las causas de la masa, el heroísmo, son características
particulares. El líder carismático no se hace, no hay estructura para poder aprender a ser líder
carismático, líder se nace porque son cualidades personales. No es él más racional según
Weber porque él tiene un desprecio bastante grande con la idea de lo que sería la masa. Él
dice la masa piensa con suerte hasta pasado mañana y que de alguna manera es llevada por el
líder por estas características individuales. El tercer tipo de dominación legítima es el racional
legal y este se apoya en la burocracia. El racional legal pertenece a la conformación del estado
moderno. El estado moderno como aquella asociación política que tiene una característica que
lo distingue diferenciándolo de otras asociaciones políticas, como, por ejemplo, un partido
político. El estado tiene el monopolio de la violencia física legítima, esto significa que
solamente el estado tiene el derecho y el deber de ejercer la violencia física y esta aceptado
socialmente. Esto corresponde al papel que juegan las fuerzas de seguridad en los estados
modernos, la policía, los militares. El que tiene el derecho de sancionar es el estado aplicando
las leyes y esto es legítimo, pero cuando no es así, cuando no ocurre, cuando el estado en su
derecho y en su deber de ejercer este papel no lo ocupa los individuos se lo reclaman, la
presencia del estado. El estado que de alguna manera ejerza ese poder del monopolio de la
violencia física. Este tipo de dominación tiene una forma de ejercer su dominio a través de un
aparato que se llama burocracia. El aparato burocrático es la administración, consiste en
distintos escalafones jerárquicos, organizados jerárquicamente donde hay un superior y de ahí
emana, surge las leyes o el ejercicio de las reglas, hasta ir descendiendo a la base de esta
pirámide y esta ejercido por funcionarios. Esta burocracia esta ejercida por los funcionarios o
lo que nosotros conocemos como empleados públicos. La tarea de los empleados públicos es
hacer siempre la misma tarea. Ese hacer siempre lo mismo dice Weber, en esa tarea repetitiva
y rutinaria por ahí pasa la dominación. Weber es un liberal en el mercado y el capitalismo de lo
define en función del mercado. La burocracia es un sistema de organización o de
administración de la dominación. Lo que hace es perpetuar la dominación a largo plazo. Ese
aparato burocrático, lo que me permite es que la sociedad sigue existiendo a largo plazo. La
burocracia es un poco lenta, tiene sus tiempos particulares. En las situaciones de crisis no
puede responder rápido. Ahí Weber apela para salvar la racionalidad del estado apela a una
forma racional. Entonces dice él que el líder carismático en ese momento me puede servir para
volver al orden, a la situación de orden, me puede volver a estructurar el orden porque es el
único que no tiene detrás un aparato burocrático pesado, puede actuar rápidamente y la masa
lo va a seguir. Él prefiere antes que la revolución comunista prefiere un líder carismático que
reestablezca el orden de la normalidad del estado moderno. Ese líder carismático que va
reestructurar todo esto de alguna manera es útil para este modelo racional legal. En el racional
legal los hombres creen en la racionalidad de las leyes, porque son válidas, porque fueron
discutidas, sancionadas, reglamentadas hasta que se ponen en práctica, en eso creen. Otro de
los conceptos que señala Weber con respecto a la burocracia es la idea de jaula de hierro. La
jaula de hierro es una metáfora. Él dice que la burocracia no puede terminar, de tanto control
que tiene el aparato burocrático, que no atente contra las libertades individuales. La jaula de
hierro es que los individuos no terminen, que la burocracia no termine convirtiendo a la
sociedad en una jaula de hierro, donde todo absolutamente todo está controlado. Esto es el
comunismo dice Weber.

Concepto de poder y concepto de dominación: El poder es una relación social que puede ser
impuesta incluso por la fuerza, no necesita de la aceptación en cambio la dominación es
también la imposición, pero esta aceptado legítimamente. La dominación es legítima implica
que los individuos aceptan legítimamente la dominación. El que ejerce el poder lo que espera
es que acaten la autoridad, obediencia, que se acate, no es autoritarismo. Weber es un liberal.
La legitimidad es eso. La legitimidad se apoya en la creencia. Los individuos aceptan la
dominación porque creen, una por miedo y otra por esperanza dice Weber.

Video: Teoría de la acción social- Max Weber – Educatina: https://www.youtube.com/watch?


v=GwLSOyO940M&feature=youtu.be.

Max Weber fue un gran sociólogo, así como también filósofo, economista, ensayista, etc.,
alemán, nacido en el año 1864 y muere en el año 1920. A lo largo de su vida él supo de alguna
manera transformar o crear junto a otros sociólogos de su época una ciencia tal como la
sociología, pero dotándola de prestigio que antes no tenía. En el año 1909 él va a fundar la
asociación sociológica alemana. Como obras principales se destaca la “La ética protestante y el
espíritu del capitalismo” (1905). A lo largo de sus obras, de sus ensayos, él nos va a mostrar
como de alguna manera quiso dar un fundamento metodológico a las ciencias sociales, quiso
sobre todo definir conceptos fundamentales de la sociología. Con él hace la aparición en
Alemania, la sociología científica. Junto con Durkheim es uno de los promotores de la teoría de
la acción social. Según esta teoría la única realidad social es la acción social. Weber nos dice
que según la teoría la acción social de los individuos va a estar marcada por ciertas
regularidades y estas regularidades que se encuentran dentro de la realidad social son las que
va a estudiar la sociología. Entonces toda acción social que es la única realidad social tiene o
posee ciertas regularidades, objeto de estudio de la sociología. Tales regularidades para Weber
exigen, con fin de formular leyes científicas, que sean analizadas en términos de explicación
causal, es decir, vamos a tratar de buscar dice Weber su explicación causal. Aunque la
sociología no puede lograr este tipo de explicación a la manera que lo hacen las ciencias
naturales si es capaz la sociología de analizar la conducta humana partiendo de
generalizaciones. La sociología puede analizar la conducta humana partiendo de las
generalizaciones apoyadas en estadísticas dice Weber y también en encuestas, a su vez
formulando, enunciando legales informes, es decir leyes que luego le den sustento y que estén
abiertos a la crítica objetiva. Esta labor que el sociólogo se ve obligado a seleccionar hechos y a
conceptualizarlo ha de mantenerse o debe mantener una referencia de valores. Si bien por un
lado se eligen los hechos, objeto de estudio, es decir, por un lado, tengo los hechos, que son el
objeto de estudio por la interferencia del universo de valores propio del sociólogo y de los
actores abiertos, por el otro lado voy a tener esta inferencia que no ha de impedir la
investigación científica ni tampoco el resultado de esta investigación, va a justificar los valores
tenidos en cuenta. Entonces voy a tener por un lado los hechos y el objeto, es decir los hechos
que son el objeto de estudio y por otro lado los criterios propios del sociólogo o todos aquellos
actores sociales que van a interferir, pero aún dice Weber, no significa que vayan a impedir la
investigación científica ni tampoco entorpecer el resultado de la investigación, esto es lo que
de alguna manera va llamar neutralidad ante los valores. Con respecto a la teoría de la acción
social, la acción humana es social siempre que el sujeto o los sujetos de la acción enlacen en
ella un sentido subjetivo. La acción social es una acción en donde el sentido de alguna manera
mentado por su sujeto o sujetos está referido a la conducta de otros, siempre orientándose
por está a su desarrollo, siempre tiene que estar muy atento a esta referencia que hace a la
conducta de otros.

Vamos a establecer como dice Weber ciertos criterios, 3 criterios para la determinación del
carácter social de la acción:

1) Las personas deben tener en cuenta el comportamiento y existencia de los demás, como
también la presencia y existencia de ellos mismos.

2) Significación: la acción del sujeto debe tener su valor de signo o símbolo para los demás y
viceversa. Inscribe estas conductas en un sistema de comunicación. Es decir, prestan un
significado a la propia conducta y a la conducta de los demás, equivale para Weber atribuirle
un sentido simbólico. Esto va inscribir a esas conductas en un sistema de comunicación.

3) La conducta de las personas implicadas en una acción social viene influida por la percepción
que cada una de ellas tiene de la significación de la acción de los demás y de su propia acción.
Weber construye tipos ideales de dominación legítima. Los tipos ideales de dominación son
modelos que arma el propio cientista para poder analizar, interpretar la realidad. Una realidad
que aparece como compleja. A partir de ahí él construía 3 tipos ideales de dominación:
tradicional, carismático y el racional legal. El tradicional legal tiene que ver con la fuerza de las
tradiciones, las fuerzas de las costumbres, algo que siempre fue de la misma manera.
El tipo ideal carismático, Weber lo considera el menos racional porque no hay una estructura
detrás de todo esto que sea racional siempre entendiendo la idea de racionalidad como costo -
beneficio. ¿En qué creen? ¿Por qué apoyan a un líder carismático? Lo apoyan por las
cualidades personales de este líder y este sentido se da la relación líder – masa.

El tipo racional legal burocrático es el que corresponde al estado moderno. ¿En qué creen los
individuos para aceptar la obediencia, la dominación? Creen en las leyes porque fueron
discutidas, sancionadas, reglamentadas, implementadas de la manera más racional. Tiene que
ver con todo el conjunto jurídico que existe en los estados -nación. Todo esto tiene detrás un
aparato burocrático, esto funciona de manera burocrática. Es la forma moderna de
dominación. Es la que más le gusta a Weber.

La burocracia es todo un cuerpo administrativo, es todo un aparato administrativo formado


por funcionarios y distintos escalafones, distintas rutinas que tiene que ver con dejar todo
registrado de manera escrita cualquier tipo de actividad, movimiento y todo lo que tiene que
hacerse en las distintas instituciones del estado: las fuerzas de seguridad, la educación, la
salud, el registro civil, el registro de la propiedad, las entradas y salidas del país de una
persona, etc. Todas las instituciones que tiene el estado se manejan de manera burocrática. La
burocracia tiene sus peligros. El peligro que corre la burocracia es como que termine
liquidando, de tanto control administrativo que tiene, se puede transformar en una jaula de
hierro, donde queda todo bajo control. La jaula de hierro es una metáfora. Él está pensando es
el comunismo de la unión soviética que todavía no estaba totalmente dado, por eso el detesta
todo lo que tiene que ver con el comunismo, pero la idea de racionalidad y la racionalidad
burocrática legal es la forma más adecuada, más moderna y más racional de poder ejercer la
dominación. La burocracia lo que hace es ejercer la dominación y es una dominación legitima.
Marx y Weber son dos posiciones científicas, académicas y teóricas diferentes. Marx entiende
que las contradicciones en el capitalismo van a conducir al comunismo. No desarrolla mucho
sobre el comunismo. Lo que importa de Marx es la crítica al capitalismo. Weber es un liberal
clásico y está en contra del comunismo. La metodología que utiliza Weber se llama
comprensivismo histórico, no intenta cambiar la realidad, sino que comprenderla y la
comprende a través de la comprensión de la realidad y a partir de ahí construye los tipos
ideales de acción: 4 tipos de acción y de los 3 tipos de dominación, que eran modelos para
interpretar, comprender una realidad que aparece como caótica frente al cientista.

Weber: contexto histórico de su obra y su concepción de la realidad social. Vamos a examinar


cuál es su concepción de la realidad social, y de la teoría del conocimiento social. También
veremos el carácter estratégico que ocupa el concepto de acción social en el horizonte de la
sociología comprensiva. Es conveniente considerar, una vez más, la presencia de las dos
tradiciones que se encuentran en la trama de la cultura europea en que Weber realiza su obra.
Por un lado, la institucionalización que alcanzara la tradición positivista (que ya hemos visto en
los autores anteriores), cuyas características marcaron el desarrollo de las ciencias sociales a lo
largo del siglo XIX. Por otro, la importante presencia de la corriente cultural heredera del
romanticismo y del historicismo, con fuerte raigambre particularmente en Alemania. En ese
campo de atravesamientos culturales heterogéneos, Weber dará una respuesta original a los
desafíos que tales cruces y convergencias, ambas con una gran densidad histórica, como ya
hemos tenido oportunidad de ver, presentaban a los pensadores del último tercio del siglo XIX.
Weber acepta la distinción entre las Ciencias de la Naturaleza y las Ciencias del Espíritu, en
virtud de su concepción individualista e historicista de las ciencias sociales. También retoma de
la herencia romántica el énfasis puesto en la singularidad y en las vivencias de los sujetos en
un mundo cultural e histórico que les es propio, único e irrepetible. La valoración de la
subjetividad, y la orientación constructivista en la que se instala Weber, lo lleva a reintroducir
la importancia del “punto de vista” y de los “valores”, tanto del actor en situación como del
observador, en su concepción de lo social. Ahora, el énfasis en lo vivencial y en la capacidad
auto afirmativa guiada por los sentimientos y la pasión, lleva a rechazar la búsqueda de
acuerdo y moderación de los Contextos racionales, como hemos tenido ocasión de ver en el
punto sobre la contra ilustración, pues no podemos dejar de subrayar que “sturm und drang”
es una metáfora que remite a las fuerzas de la naturaleza desnuda: “tempestad” e “impulso”.
Ello introducía en el dominio de los estudios sobre la sociedad y la cultura, la posibilidad de un
desplazamiento hacia el irracionalismo, y la caída en un relativismo radical sin la posibilidad de
que se pueda poner en ejercicio la flexibilidad y la capacidad de argumentación y
confrontación racional de las comunidades de observadores. Weber se desmarca de este
peligro, pues la respuesta que debe dar el sujeto cognoscente finito, es mediante la selección
de fenómenos dados en el fluir de la realidad infinita. Allí se ponen en acto tanto el interés
cognoscitivo del investigador, como sus puntos de vista y su orientación valorativa. Se convoca,
como accionar y momento de la práctica científica, a aquello que había sido escrupulosamente
desplazado en la tradición “explicativa”: La Valoración, la subjetividad, la capacidad de los
agentes sociales para asumir puntos de vista que no pueden estar sometidos a los criterios de
control de la ciencia. En la medida que para Weber no existe una realidad substantiva ultima,
que determine a lo social, nadie puede estar en condiciones de refutar la selección de
fenómenos que se realizan por considerarlos significativos para interpretar la acción social. Así,
como sabemos, realiza su abordaje de los fenómenos religiosos, por considerarlo pertinentes
para dar cuenta del nacimiento del capitalismo moderno, sin por ello sostener que de ese
modo se llegará a una explicación más adecuada que la que dieron aquellos que enfocaran esa
problemática prestando atención a los fenómenos de carácter económico-social. Sin embargo,
una vez decidida la selección de fenómenos considerados significativos, el investigador debe
proceder a la búsqueda de explicaciones causales, recopilar evidencia y argumentar
racionalmente sus postulados con vistas a que sean demostrados. En ese sentido procede de
acuerdo a las pautas instituidas en toda práctica científica, buscando la objetividad que
permita explicar la acción social en sus causas y efectos. La realidad, para Weber, presenta
reiteraciones y regularidades que permiten su estudio científico. Pero el entramado social, al
estar sometido a los constantes procesos interpretativos y constructivos que realizan los
actores sociales, no está determinado en virtud del enlace de leyes causales determinísticas.
Por tanto, la pervivencia de cualquier realidad social es meramente “probable”, no necesaria,
tanto en cuanto a su constitución actual como tal realidad social, como en lo que respecta a la
construcción que realiza el Investigador, que sabe que la misma está afectada por su punto de
vista, como por la selección y característica de los fenómenos considerados significativos, o a
los que se les imputa eficiencia causal. De allí que los “tipos ideales”, como recurso
metodológico para aprehender la realidad, asuman carácter meramente probabilístico y no
pretendan ser modelos descriptivos de los mecanismos o sistemas de legalidades que
subyacerían y gobernarían aquello que se nos ofrece en el dominio fenoménico de lo social. Un
conjunto de rasgos que nos ofrece la epistemología de Weber, me permiten ubicarlo como el
más contemporáneo de los clásicos. Para ser fiel a su espíritu, diría que, de acuerdo a mi punto
de vista, en lo referente a la epistemología es “probablemente” el más contemporáneo de los
autores clásicos. Señalaría además, como significativas, las siguientes cuestiones: la
responsabilidad que cabe a quien realiza su “entrada” en la “realidad infinita”; la apertura de
un campo de posibles que excluye al dogmatismo, pues no hay “realidad ultima”, o sede de la
verdad, que pueda ser alcanzada por ningún iluminado. Quien inventa diseños para
comprender la realidad social se debe responsabilizar de esa operación constructiva. Lo mismo
cabe respecto a la concepción de la causa, que en Weber es localizada por “imputación”, no
como atributo de las cosas. Además, debemos subrayar, Weber se aleja del determinismo
unilineal, y considera a la causa como meramente probable, no necesaria, con lo que parece
anunciar la epistemología de la complejidad actual, y la indeterminación que hoy envuelve a
nuestra época.

Weber: Acción Social. Como hemos visto Max Weber distingue dos tipos de acción social
racional:

a) Racional con arreglo a fines, en la cual “racionalidad” alude a sopesar, calcular, articular
pertinentemente, tres cuestiones: medios, fines, consecuencias.

b) Racional con arreglo a valores, en que la acción se orienta de acuerdo a un sistema de


valores. Ese marco axiológico impone los límites para la selección tanto de los fines que se
quieren alcanzar, como los medios para lograrlo.

En el dominio económico, la racionalidad asume, a su vez, dos modos, de acuerdo al citado


pasaje de Economía y Sociedad:

a) Racionalidad formal, vinculada a la cuantificación, al cálculo.

b) Racionalidad material, en la cual la acción social económica se orienta por “postulados de


valor”.

Destaquemos que estos dos conjuntos de tipos ideales, son diferentes sólo en apariencia.

¿Cuál es el contexto socio-histórico en el que se desarrolla el racionalismo, según Weber?

Luego veremos el estatuto que asume la ética religiosa en la constitución de la sociedad


racional que configura la Edad Moderna. Pero antes digamos que la elección que realiza Weber
para explorar estas cuestiones es una, entre otras dos posibilidades. Los tres caminos para dar
cuenta de la racionalización son los siguientes:

1. La emergencia, después del siglo XVII, de movimientos sociales que se encontraban


tensionados entre la defensa de valores y actitudes tradicionales e ideas modernas de justicia,
y en cuanto a la ciencia y al arte.

2. El sendero que desemboca en el siglo XVIII, cuando se produce ciencia por especialidades y
el arte se vincula al mercado. En este periodo la iglesia pierde el privilegio de intérprete único
de los sistemas culturales.

3. El que focaliza la atención en dos campos institucionales sometidos a racionalización: el de


la economía capitalista, y el campo correspondiente al Estado Moderno.

Este último es el que privilegia Max Weber. Se centra en la expansión que se produjo entre los
siglos XVI y XVIII de la acción racional con arreglo a fines, la que se vuelve dominante entre la
mayoría de la población, e impronta las características de las instituciones. Estas abandonan
sus estructuraciones y sus funciones tradicionales, e institucionalizan la forma que luego se
constituiría en forma polivalente, fundante de organizaciones de las más variadas
instituciones. Me refiero a la forma racional-burocrática.

Weber interpreta que la acción racional con arreglo a fines, del ámbito empresarial,
institucionaliza esta racionalidad como constitutiva de la modernidad. Para explicar ello Weber
recurre a la cultura profesional protestante, en primer lugar, y también al sistema jurídico
moderno (Habermas, 1987: 291).

Subrayemos, por un lado, el peso que asume la racionalidad en Occidente, el surgimiento de la


burguesía capitalista y las conexiones de sentido que establece Weber entre las características
de la religión, en particular la ética del protestantismo, y su incidencia en una vida mundana a
la que articula al dominio de lo sagrado. Esta concepción religiosa genera una subjetividad que
instala los fundamentos del hombre del Deber, la búsqueda del actuar virtuoso puesto al
servicio del Plan Divino y que, como se ha dicho, instituye la figura de un “monje laico” puesto
en cuerpo y alma al servicio de Dios, en la Tierra.

Volviendo a los puntos sobre racionalidad y racionalización que están desarrollados en la


Carpeta, destaquemos que allí se nos dice que sólo en Occidente se dan manifestaciones de
racionalidad con tal vastedad y profundidad. También que es en la Modernidad temprana
donde se pueden identificar ciertos rasgos como los siguientes:

• La ciencia –corpus de enunciados abstractos, premisas fundamentales de carácter


matemático, exigencia de demostración empíricamente verificable.

• Derecho racional –plexo de premisas consideradas innatas, universales, e intemporales. •


Teoría del Estado –basada en conceptos racionales.

• Música fundada en la armonía, el contrapunto y trasmisible mediante el pentagrama.

° Existencia de Universidades –desarrollo disciplinar; formación de especialistas en distintos


campos de saber.

• Estado fundado en una constitución, jurídicamente asentado en derecho racional, y


administrado por cuadros funcionariales especializados.

• Un sistema económico capitalista que organiza racionalmente el trabajo de agentes


formalmente libres.

Este es el contexto histórico, y el horizonte de época, en el que se produjo el


“desencantamiento del mundo” que arrojaría hacia el pasado al mito, a la tradición, las
supersticiones y las leyendas.

La emergencia de una razón vinculada al dominio de la naturaleza y de los hombres, se


presenta en la modernidad con todos los atributos de la razón instrumental. Esta razón
vinculada al análisis, a la medida, al cálculo y la planificación, es la que sostendría el mandato
de uno de los pilares de la sociedad capitalista moderna: el principio de eficiencia. Subrayemos
en la obra de Weber, y en este punto en particular, el lugar relevante que él le asigna en la
constitución de la modernidad, herencia cuyas radicalizaciones llegan hasta nuestros días.

Weber: poder y dominación

Weber trabaja las relaciones sociales otorgando relevancia a las relaciones de poder. En su
definición de poder, vemos que se manifiesta una vez más la concepción no determinista de
las relaciones sociales, pues define al poder como mera probabilidad de imponer la voluntad.
El poder es visualizado como relacional, de modo opuesto a toda postura que lo considere algo
sustantivo. Sin embargo, debemos subrayar lo ya apuntado en los textos, la atención de Weber
se centra en el concepto de “dominación”.
Podemos decir que toda sociedad implica una relación de Mando y Obediencia. La presencia
de normas a las que se otorga validez o la pervivencia de un orden legítimo, se vincula con el
hecho de que toda autoridad adquiere existencia cuando los actores sociales tienen un
comportamiento previsible. Esta previsibilidad se asienta en una creencia: en la legitimidad de
ciertas normas o prácticas por parte de los sujetos del orden en cuestión.

De modo que la relación de mando y obediencia implica un ordenamiento legítimo, en virtud


del cual los actores orientan su comportamiento y lo hacen previsibles. Y, sin embargo, una vez
más, ese orden socialmente dado es sólo probable, pues si bien no se asienta, como el poder
desnudo, en la probabilidad de imponer la voluntad, sí está condicionado por la probabilidad
de que quienes obedecen otorguen legitimidad a los mandatos. Subrayemos que, en Weber, la
definición de dominación es precisamente la probabilidad de encontrar obediencia. De ahí
que, si cesase la creencia, esta configuración basada en dicha probabilidad perdería toda
consistencia, y el orden social se derrumbaría.

Weber elabora tres tipos de orden o autoridad legítimos. Cuando la relación de mando y
obediencia está basada en la sacralización de reglas heredadas a lo largo de las generaciones y
se cree en la legitimidad del derecho de mandar que tienen quienes han heredado su
capacidad asentándose en esas reglas, estamos en presencia de un orden Tradicional. En él los
sujetos asientan su lealtad hacia el pasado y hacia las figuras representativas de ese pasado.
Con frecuencia, esos lazos de lealtad están entramados con la creencia en lo sagrado de ciertos
acontecimientos históricos, que dan sentido al orden social.

Por otro lado, las especiales cualidades personales de ciertos individuos, que los hacen
destacables en el dominio religioso o militar, puede configurar un orden legítimo asentado
precisamente en el carisma de esas personas. El carisma se puede ilustrar mediante las
cualidades sobrehumanas con que son investidos los profetas y los héroes militares, lo cual
permite que puedan imponerse a los dictámenes de la tradición, y también que puedan
romper la trama de reglas y de normas estatuidas. Sin embargo, este tipo puro de dominación
es endeble, pues el líder debe demostrar continuamente sus capacidades especiales, y además
debe delegar distintas instancias de mando, debe producir una delegación del poder. Para
sostener en el tiempo el orden social, debe ir más allá de las relaciones personales que
mantiene con sus seguidores y constituir una organización, lo cual implica jerarquización y
distribución de los ámbitos de competencia de los seguidores. A esta situación es a la que se
denomina “rutinización del carisma”.

El tipo de dominación racional, o burocrático, es el que ha adquirido preeminencia histórica


desde la modernidad. En este tipo la autoridad se asienta en la obediencia a la ley, a las
normas, usualmente puestas por escrito. El sistema burocrático implica la existencia de
competencias fijas y bien delimitadas, especializadas funcionalmente en una estructura
piramidal de gobierno de los ámbitos, que han sido calculados racionalmente. Se realiza por
medio de estrictas reglas de procedimiento, circulación de información, y control centralizado.
De modo que, en este caso, la obediencia está basada en la creencia, por parte de los agentes
sociales, en la legitimidad de la norma. Esta es abstracta e impersonal y forma parte de los
datos estructurales que guían el comportamiento de los actores sociales en el orden
institucional.

El orden racional – burocrático, a juicio de Weber, es el que se va a expandir por toda la


sociedad. En parte por el hecho de que permite que las instituciones funcionen como
mecanismos de relojería, obteniendo así gran eficiencia en el logro de sus objetivos. Además,
porque, al estar sometidas las organizaciones al principio de eficiencia, y dado el hecho de que
las funciones son de carácter impersonal, los individuos son intercambiables, y el desempeño
no está enlazado a atributos considerados personales.

El orden racional se impone porque demuestra su eficiencia independientemente de los


objetivos que se persigan. Pero genera una maraña de reglas y disposiciones que ahogan toda
iniciativa personal, un orden de formas que se sostienen por inercia e impiden la creatividad y
búsqueda de realizaciones asentadas en valores, lo que es propio de la política. Sólo la
potencia de un fuerte liderazgo político puede, para Weber, romper esa trama que aprisiona a
los sujetos del orden racional-burocrático, liberándolos de un orden que, en las sociedades
modernas, se ha convertido en una verdadera “jaula de hierro”.

Observemos, por último, que por la misma época en que Weber elaboraba estas
formulaciones, estaba desarrollándose, en un campo para sociológico, aquella escuela que
haría época en cuanto al diseño de los espacios organizacionales: la Escuela de la
Administración Científica. Las organizaciones, en la concepción de F. Taylor, y otros, están
marcadas por la premisa de que la mecanización debe tomar el mando, elevando el nivel de
previsibilidad funcional y de obtención de los objetivos, aun cuando esto implicase convertir a
las personas en meros apéndices funcionales al diseño organizacional.

Pierre Bourdieu

En su noción de la sociedad y de lo social, tanto Marx como Durkheim aparecen como


“marcas” fuertes en su discurso. Objetivismo, según Bourdieu, es la importancia que adquiere
para el análisis social el registro de aquellas realidades objetivas que están más allá de la de la
conciencia de los diversos agentes y que, en gran parte, configuran su subjetividad. No es
posible explicar los fenómenos sociales, que son acciones humanas, como meros reflejos de
esas realidades objetivas. Los hombres tienen espacios de libertad para redefinirlas y pensarlas
y, por consiguiente, modificarlas. El aspecto material no es más importante que el simbólico; lo
material no es ontológicamente previo a lo simbólico.

Destruyendo falsas anomalías: los problemas a resolver en la teoría social.

La estrategia teórica de Bourdieu radica en la superación de la falsa dicotomía entre aquellos


que postulan la primacía de la estructura social sobre el sujeto y viceversa. Su estrategia
consiste en hacer visibles la relación de interdependencia entre ambos enfoques. La
explicación de lo social recae sobre la estructura, ignorando que los actores perciben, piensan
y construyen esas estructuras para luego actuar sobre esa base. La acción humana aparece
como una mera consecuencia de esas leyes. En el subjetivismo, los sujetos piensan, explican o
representan el mundo social, ignorando las estructuras objetivas en las que esos procesos
existen. La sociedad no es ni una estructura sin sujeto (caso objetivista) ni un sujeto sin
estructura (caso subjetivista). Las estructuras objetivas forman la base para las
representaciones, éstas deben también tenerse en cuenta, particularmente si deseamos
explicar las luchas cotidianas individuales y colectivas que trasforman o preservan estas
estructuras. Es la sociedad la que hace los individuos y éstos son los que construyen la
sociedad.

Las prácticas sociales como objeto de estudio.

Bourdieu propone construir las prácticas sociales como objeto de estudio, mostrándonos que
en la noción de práctica social está la llave para resolver esta falsa dicotomía. La práctica es a la
vez necesaria y relativamente autónoma porque es el producto de la relación dialéctica entre
una situación y un habitus. En un sentido, las prácticas sociales son “tomas de posiciones”
(estratégicas) que los agentes desarrollan según ciertas disposiciones internas o formas de
representación de lo social (habitus) que a su vez son configuradas por la posición social
(campo) que ocupan estos agentes. Por lo tanto, las prácticas no están objetivamente
determinadas por la “situación” ni son el producto del libre albedrío.

Los conceptos de habitus y campo para abordar el análisis de las prácticas.

El concepto de campo da la posibilidad de dar cuenta de las relaciones sociales objetivas. Los
campos son espacios estructurados de posiciones. Son las relaciones sociales que se
establecen en un espacio social históricamente determinado las que hacen ricos a unos y
pobres a otros. Tanto la riqueza como la pobreza no son producto de las características
específicas o propias de cada agente. En resumen, las relaciones sociales constituyen un
sistema de posiciones en las cuales los agentes se enfrentan por la apropiación de la riqueza
socialmente generada. El espacio social es un escenario de luchas sociales. La desigualdad
social es un fenómeno complejo que incluye el conjunto de diferencias en la posesión tanto de
bienes económicos, culturales, simbólicos y sociales. La diversidad de campos dependerá de la
diversidad de bienes que son considerados relevantes o socialmente significativos de producir,
consumir y acumular por todos los agentes sociales en un momento histórico determinado. El
capital es un conjunto de bienes que se producen, consumen, se invierten, se pierden; por lo
tanto, cada campo se define a partir del capital que en él esté en juego. Se producen fuertes
diferenciaciones sociales según la adquisición diferencial de capital cultural, social y simbólico
en su trayectoria.

El habitus como puente entre las condiciones objetivas y estratégicas de los agentes.

Una de las funciones mayores de la noción de habitus consiste en descartar dos errores
complementarios nacidos de la visión escolástica: por un lado, el mecanicismo que sostiene
que la acción es el efecto mecánico de la coerción por causas externas; por otro lado, el
finalismo que, en particular con la teoría de la acción racional, sostiene que el agente actúa de
forma libre, consciente, ya que la acción es fruto de un cálculo de las posibilidades y
beneficios. Los agentes sociales están dotados de habitus. Habitus es la acción con sentido que
funciona por debajo del nivel de la conciencia y el lenguaje, y más allá del alcance del
escrutinio introspectivo y del control de la voluntad. Si bien el habitus opera como una
estructura, las personas no responden mecánicamente a él.

La imposición de un habitus de clase como violencia simbólica.

Entendiendo al habitus como disposiciones a actuar, percibir, valorar y pensar de una cierta
manera más que otra, las diferencias sociales que él establece tienden a ser percibidas como
diferencias “naturales”. Se entiende como poder simbólico al que posee la facultad de
“construir la realidad”. El poder simbólico es ese poder invisible que sólo puede ejercerse con
la complicidad de aquellos que no quieren darse cuenta de lo que padecen, o incluso de que lo
ejercen. La violencia simbólica se traduce en la incorporación, a través del trabajo pedagógico,
de un habitus de clase que no es otra cosa que la interiorización de ese arbitrario cultural

También podría gustarte