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MESOPOTAMIA. Número 1, Agosto 1999.

© Cátedra de Asia y Africa I, Facultad de Humanidades y Artes. UNR. Todos los derechos reservados. ISBN

el tiempo al desciframiento de la escritura cunei-


forme que aparecía en estas piedras y también en
ASIRIOLOGIA importantes inscripciones en roca en esa región.
Entre estos textos había inscripciones en una
lengua hasta entonces desconocida, y muchos
POR QUÉ Y CÓMO1 más de estos documentos fueron prontamente
hallados en toda Mesopotamia y en las regiones
adyacentes. Los que descifraron las inscripciones
llamaron a esta lengua "asiria". Después de un
Por A. Leo Oppenheim tiempo se hizo evidente que había un dialecto
asirio y otro babilónico -actualmente nos referi-
mos a ambos como "acadio" - pero el nombre
"Asiriología" se mantuvo para el campo de estu-
dio que trata sobre esa lengua y los numerosos

H
dialectos, todos escritos con signos cuneiformes
ace ya más de cien años desde que los estu-
sobre arcilla, piedra o metal.
diosos de Europa occidental tuvieron éxito En el período heroico de la ciencia asirio-
en descubrir la clave de las escrituras que hace
lógica, que duró hasta el último cuarto del siglo
tanto tiempo desaparecieron, dejadas atrás por
XIX, los varios sistemas de escritura que utiliza-
las civilizaciones del Cercano Oriente. Estas escri- ban signos cuneiformes fueron descifrados; el
turas son las inscripciones jeroglíficas halladas en contenido principal de las inscripciones fue esta-
edificios y objetos egipcios, y las inscripciones
blecido, y las palas de los activos excavadores que
compuestas de elementos cuneiformes en tabli-
competían entre sí, atacaron muchos de los prin-
llas de arcilla y en objetos de piedra y metal ha- cipales sitios, dejando al descubierto objetos de
llados en y alrededor del actual Irak.
cobre, plata y oro, estatuas y reliquias fascinantes
El Antiguo Egipto fue siempre un país
así como restos de una arquitectura monumental.
extraño, raro, que despertó gran interés y fasci- Desde entonces han salido a la luz una cantidad
nación en las mentes de sus vecinos. Por casi dos
abundante y fluida de documentos escritos en
milenios, después de su desaparición como fuerza
arcilla en todos lados, desde el Golfo Pérsico has-
política y cultural (bajo los Ptolomeos, 342 a.C.), ta el Asia Menor y hasta tan lejos como Chipre y
las paredes inscriptas y decoradas de las únicas e
Egipto.
impresionantes ruinas del Valle del Nilo, tuvieron
La lista de logros es realmente impresio-
éxito en mantener viva cierta memoria de la anti- nante. El desciframiento llevó al desarrollo de
gua civilización egipcia. Cuando la fantástica
una serie de disciplinas nuevas relacionadas con
aventura egipcia de Napoleón y el rápido desci-
el estudio de civilizaciones que habían usado uno
framiento de la Piedra Rosetta por Champollion o más de los varios sistemas de escritura o que
abrieron camino a la civilización enterrada de habían sido conocidos a través de ellos. Aquí te-
Egipto y sus antiguos sitios a los ojos inquisitivos
nemos que mencionar la Sumerología, la Hitito-
de los estudiosos europeos, surgió un nuevo logía, la Elamitología y señalar el estudio de las
mundo de complejidad no soñada. La perspectiva lenguas hurrita y urartea, tanto como los rema-
histórica del hombre y sus aventuras fue "empu-
nentes de las lenguas de la antigua Asia Menor.
jado" varios siglos más allá del punto alcanzado
Todas estas disciplinas hicieron contribuciones
por las fuentes clásicas y el Antiguo Testamento. esenciales para la comprensión del escenario y
Mesopotamia, la tierra entre dos ríos, el
del mundo circundante de los Micenos, del Anti-
Eufrates y el Tigris, no fue tan afortunada como
guo Testamento y hasta de la civilización egipcia.
Egipto. No había paredes inscriptas con signos Finalmente, se abrieron nuevas perspectivas para
misteriosos y bellamente ejecutados; casi ningún
la arqueología del Cercano y Medio Oriente, que
objeto precioso para ser recogido como curiosi-
le debe mucho de su éxito al estímulo del estudio
dad; nada, excepto unas pocas y altas torres de de los materiales textuales.
ladrillos aisladas a las que se relacionaba el nom-
En la asiriología propiamente dicha, para
bre y la fama de la Torre de la Babel bíblica.
enfocar nuevamente esta presentación, la eviden-
Sólo las altas columnas de piedra de Per- cia textual sobrepasa en cuanto a su relevante
sépolis en las tierras altas del sur de Irán pudie-
significación a aquella de los monumentos des-
ron llamar la atención de eventuales viajeros
cubiertos, aunque éstos últimos, especialmente
europeos; inscripciones en una escritura desco- los famosos relieves de los muros de los palacios
nocida despertaron su interés, y esto condujo con asirios y las incontables producciones del arte
glíptico, a menudo ilustran la riqueza de la in-
1 Este artículo fue publicado en Current Anthropology, Vol. 1, formación fáctica contenida en las tablillas de
nº 5-6, Sept.-Nov. 1960, pp. 409- 423. Esta traducción no arcilla, estelas y ofrendas votivas. La contribución
contiene el apartado de Bibliografía ni los comentarios reali-
zados sobre el artículo por J. Pritchard y R. Mc.Adams.
del arqueólogo para la comprensión del pasado
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mesopotámico, se basa principalmente en ese los prototipos anteriores sumerios. Los atrayen-
crucial milenio o algo más que precede a la pri- tes argumentos y la obvia relación de estas histo-
mera documentación escrita (antes del 2.800 rias con la temática inventiva y hasta con episo-
a.C.), y que sólo los arqueólogos de campo y que dios específicos de mitos tomados de las civiliza-
hacen estudios comparativos son capaces de ras- ciones vecinas, han dado especial importancia a
trear y articular a través de una intrincada red de estos textos a los ojos de los asiriólogos y de
horizontes y secuencias. Sin embargo, en casos aquellos estudiosos a los que interesa el estudio
excepcionales, y en sitios pequeños, el trabajo de estas civilizaciones. Estos textos han desperta-
conjunto de arqueólogos y epigrafistas pueden do mucho más interés que los literarios de asun-
darnos resultados importantes en Mesopotamia. tos religiosos, tales como las numerosas oracio-
Los textos cuneiformes nos han dado un nes, conjuros, lamentaciones, etc. Sin embargo,
panorama extrañamente distorsionado de los más allá de la atención prestada tanto por asirió-
más de dos mil años de civilizaciones mesopotá- logos como legos, hay una inmensa cantidad de
micas. Está compuesto por una compleja mezcla literatura erudita en cuneiforme que consiste,
de abundante información detallada, pero disper- principalmente en escritos de varios tipos sobre
sa y de bosquejos toscos e incompletos de los más divinidades, manuales de los sabios mesopotámi-
importantes desarrollos políticos y culturales. cos que van desde los diccionarios súmero-
Todo esto, está desmenuzado en fragmentos por acadios hasta versados comentarios y especula-
vacíos en tiempo y espacio. Requiere mucha pa- ciones teológicas. Sólo un grupo de asiriólogos se
ciencia y más que paciencia suerte, de parte del aventuró en esos dominios áridos, monótonos y
filólogo, para conjugar estos fragmentos a través de difícil acceso.
de una intrincada telaraña de conexiones basadas La asiriología es definitivamente una
en una escasa evidencia textual. Tiene que unir disciplina densa. Detrás de una fachada de pre-
detalle a detalle, analizar y correlacionar un ma- sentaciones inadecuadas tristemente populari-
terial altamente complicado para evaluar desa- zantes, escritas para los interesados pero incautos
rrollos y rastrear sus rumbos a través de la siem- legos, un pequeño grupo de animosos, trabajan
pre oscura información. en un campo de investigación cada vez más am-
Así hemos podido conocer los nombres plio. Estos pocos estudiosos han estado trabajan-
de cientos de reyes e importantes personalidades, do por casi un siglo en una sección o una direc-
desde los gobernantes de Lagash del III milenio, ción de abordaje específica, por una concentra-
hasta los reyes y eruditos del período Seléucida; ción impuesta por ellos mismos u obligados en
podemos seguir el destino de las dinastías y la tales restricciones por el volumen de datos dispo-
suerte personal de ciertos gobernantes, observar nibles. Bajo tales circunstancias uno bien podría
el ascenso y decadencia de las ciudades y estable- preguntarse ¿en qué lugar estamos parados hoy
cer, a veces, la ubicación de las situaciones geopo- en el proceso de interpretar, correlacionar y asi-
líticas dentro de un marco cronológico que se está milar la evidencia textual, los hallazgos arqueoló-
volviendo más y más creíble, aún en los períodos gicos y monumentos? ¿Podemos determinar de
más tempranos. Ahora tenemos a mano un nú- alguna forma si el trabajo que se ha estado ha-
mero de leyes codificadas desde el período sume- ciendo durante tan largo tiempo en las universi-
rio hasta el neobabilónico, que pueden estar rela- dades de Europa, América y Asia ha utilizado
cionados con una gran cantidad de documentos adecuadamente esta experiencia intelectual irre-
legales privados o públicos e ilustrados con un petible que el destino ofreció a los investigadores
igualmente extenso cuerpo de cartas y textos occidentales a través de estas inscripciones?
administrativos. Esto, a su vez, ha posibilitado al Para contestarlo quisiera establecer aquí
asiriólogo darse cuenta de diferencias locales y lo que significaban estas tablillas para aquellos
entre períodos, observar contextos sociales y que las escribieron, y no asignarles importancia,
políticos y le ha provisto así, de nuevas e inespe- significado y cualidades literarias, derivadas
radas oportunidades. Ninguna otra civilización conscientemente o no de nuestras preferencias
temprana nos ofrece material sobre su historia culturalmente condicionadas. Y entonces hay
económica con tal abundancia y por tan largo otro problema: ¿qué podrían significar estas ta-
período. Además se han conservado una conside- blillas para nosotros, pertenecientes a una tardía
rable cantidad de textos que se han etiquetado y extraña civilización a la que ellos no pensaban
como literarios. Tenemos una historia de la crea- dirigirse?.
ción completa y un grupo de historias cortas: la Las tablillas que hemos obtenido de Me-
famosa Epica de Gilgamesh en una tardía y sofis- sopotamia pueden ser fácilmente divididas en dos
ticada versión junto a un número de fragmentos categorías principales. Primero, hay un gran nú-
anteriores de toda el área de Mesopotamia, y mero de textos pertenecientes a lo que yo quisiera
varios cuentos sobre dioses y héroes de extrac- dar el nombre de "corriente de tradición": repre-
ción divina, sus acciones, triunfos y sufrimientos sentan lo que por conveniencia puede ser llamado
-a menudo, pero no siempre- haciéndose eco de el corpus de trabajos literarios de varias clases

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OPPENHEIM Asiriología. Por qué y cómo.

que fue guardado, controlado y cuidadosamente Arsácidos (Iranios) de Mesopotamia como un


mantenido vivo por una tradición a través de cuerpo literario en uso y, consecuentemente,
sucesivas generaciones de sabios y escribas bien guardados a salvo entre las ruinas de las ciudades
entrenados. Segundo, tenemos una cantidad de destruidas durante dos milenios más para noso-
textos con descripciones, unidas por el hecho de tros.
que registraban las actividades diarias de las per- Probablemente, siempre será un motivo
sonas, ya fueran pastores o administradores, de debate, hasta qué punto, el corpus de textos
mercaderes o diplomáticos, o que daban cuenta acá mencionados, no fueron afectados por cam-
de tales actividades a la autoridad, ya fuera sa- bios durante tan largo período de continua
cerdote, rey o dios. transmisión. ¿Fueron ciertos textos intencional-
Ambas corrientes, corren por supuesto mente descartados, o sucumbieron por diversas
lado a lado con sólo limitados contactos, pero causas -como los estragos del tiempo y los hom-
esenciales; los textos del segundo grupo nunca bres?. Sabemos que todas las ciudades mesopo-
podrían haber sido escritos sin ese continuum támicas, tanto grandes como pequeñas fueron
cultural mantenido tan eficazmente por la tradi- repetida y efectivamente destruídas por la acción
ción. enemiga, también que las mapas de agua han
En los textos de esta corriente tradicio- subido en la Baja Mesopotamia y que una gran
nal, tenemos un cuerpo literario al que un grupo cantidad de las antiguas ciudades están todavía
de escribas, organizado en escuelas locales, en habitadas hoy, y por lo tanto, inaccesibles a la
cierta medida libres o en algo así como familias pala del arqueólogo. Estas potenciales y actuales
ficticias, consideraban su deber copiar y volver a pérdidas han sido contrarrestadas, hasta cierto
copiar fielmente y así mantuvieron esta cadena punto, por accidentes afortunados: se sabe que
funcionando durante casi dos milenios. Este con- las tablillas de arcilla fueron utilizadas como re-
cepto en sí, representa un importante rasgo cul- lleno y así se preservaron archivos enteros, mien-
tural de la civilización mesopotámica. Uno podría tras que hay sitios que permanecieron no pertur-
suponer que el impulso conductor para tan per- bados cuando tanto los vencedores, como los
sistente actitud fuese el deseo de sustentar una derrotados abandonaron las ruinas olvidadas que
tradición contra la oposición a ésta, o compitien- se cubrían de polvo y vegetación. Debemos dar-
do contra tradiciones rivales. Sin embargo, en la nos cuenta de que estamos en gran medida a
Mesopotamia nos enfrentamos no a presiones merced de la suerte, tenemos todavía el deber de
ideológicas sino a un proyecto altamente efectivo evaluar la posibilidad de que alguna manipula-
y operacional: se consideraba parte esencial del ción hubiera seleccionado ciertas tablillas y que
entrenamiento de un escriba copiar fielmente los hubiera interferido en la transmisión de los tex-
textos que hacían a la corriente tradicional. Cuan- tos tradicionales o, que el material nuevo hubiera
to más largo y elaborado fuera el entrenamiento podido ser incorporado.
de un escriba, más extenso el trabajo de copiado El problema es extremadamente difícil y
que se esperaba que hiciera. Esto llevaba natu- no se debe esperar una solución clara y definiti-
ralmente, a la acumulación de una gran cantidad va. Existe, sin embargo, la posibilidad de acercar-
de colecciones privadas de tablillas, cada una se a ella en forma prometedora.
conteniendo secciones más largas o más cortas Es así que el último gran rey asirio As-
del material textual que componía la corriente de surbanipal (669-626 a.C.) tuvo éxito en reunir en
tradición. Preferencias personales o los requeri- Nínive lo que muy certeramente ha sido llamada
mientos del entrenamiento contribuyeron al la primera biblioteca sistemáticamente recopila-
desarrollo de una gran acumulación privada de da en el Antiguo Cercano Oriente. Grandes sec-
composiciones de éste tópico. Hasta parece haber ciones de tablillas que constituían esta colección
existido la tendencia a obtener los textos faltantes se guardan en el Museo Británico, Londres. Mu-
de colecciones externas para aumentar el mate- chas de ellas están publicadas o razonablemente
rial en un tópico útil a un grupo específico de bien catalogadas, y tenemos idea del contenido de
escribas. De esta forma, un número de escribas casi todos estos textos. A pesar de que la Bibliote-
profusamente diseminados a través de Babilonia ca no había sido hecha por un solo escriba o es-
y Asiria, se transformaron en los dueños de estos cuela o familia, sino que fue recopilada de toda la
textos literarios que ellos mismos habían copiado Mesopotamia por mandato real, podemos afir-
durante su aprendizaje o sólo por interés perso- mar que la clasificación de tópicos de la colección
nal. Consecuentemente, las copias de los mismos de Assurbanipal es representativa del cuerpo
textos se guardaban en diferentes localidades y principal, si no del contenido completo de la tra-
esto combinado con el hecho de que la escritura dición de los escribas. Esta suposición nace de un
estaba realizada en tablillas de arcilla muy dura- pequeño pero suficiente número de tablillas de
bles, mantuvieron la mayor cantidad de los textos colecciones privadas conservadas, que vienen de
de la segunda mitad del II milenio a.C. hasta el ciudades tan distanciadas entre sí como Assur y
período de los seléucidas y hasta los gobernantes Harran en el norte y Babilonia, Nippur y Bor-

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sippa en el sur; colecciones que están adecuada- La biblioteca de Assurbanipal contenía


mente distribuídas en el tiempo, para establecer más de 300 tablillas, cada una conteniendo de 80
controles esenciales. Descubrimientos en escue- a 200 entradas individuales de la naturaleza re-
las de escribas fuera de Mesopotamia propiamen- cién descripta. Próximo en tamaño parece haber
te dicha, corroboran lo anterior, donde el acadio y habido un grupo de aproximadamente doscientas
el sumerio era enseñado a escribas extranjeros en tablillas de una naturaleza bastante diferente.
el curso de su entrenamiento. Estas contenían listas de signos cuneiformes y
Con la excepción de los tardíos y alta- combinaciones de signos con agregado de inter-
mente técnicos textos astronómicos de la propia pretaciones, y también listas de palabras sume-
Babilonia, los contenidos de todas estas coleccio- rias con sus traducciones al acadio, organizadas
nes demuestran que el cuadro ofrecido por la de acuerdo a distintos principios y representan-
biblioteca de Assurbanipal en Nínive es represen- do en buena medida lo que puede ser denomina-
tativa básicamente. Existen, por supuesto, las do un diccionario. Además incluían listas expli-
inevitables discrepancias y brechas. Las leyes de cando expresiones raras y extranjeras en acadio.
la probabilidad van en contra de la preservación Sintetizando, este grupo de tablillas abarcan en
de pequeños grupos de textos, y hace estragos forma enciclopédica todo lo requerido para ense-
hasta con otros más grandes. En vista del hecho ñar al escriba las lenguas nativa (acadio) y tradi-
que menos de un cuarto del cuerpo de textos cional (sumerio). El bilingüismo de los escribas
tradicionales se han preservado, y además a me- es reflejado en un gran número de encantamien-
nudo en malas condiciones, y en vista de la selec- tos y oraciones sumerias que están provistas con
ción accidental que se ha producido por lo acci- traducciones acadias interlineadas. Las últimas,
dental de la supervivencia, de los descubrimien- forman un grupo que parece haber ascendido a
tos, y -sin ser subestimados- los accidentes de más de cien tablillas. Un número similar de tabli-
publicación, el cuadro de unidad que resulta de la llas contienen ciclos de conjuros para propósitos
observación de estas bien distribuídas coleccio- catárticos y .............. así como lo que habitual-
nes nos permite hablar de las tablillas literarias mente se denomina "literatura épica", fábulas,
de Mesopotamia como pertenecientes a una co- proverbios y varias pequeñas colecciones de varia
rriente coherente y continua. Cuando los asirió- y trivia que de alguna manera han encontrado su
logos sean capaces de seguir de grupos individua- camino en el cuerpo de los textos "canónicos".
les de textos a lo largo de la historia de su tradi- Por razones que ya aparecerán claras, uno debe
ción, obtendrán una mejor perspectiva para los enfatizar que la literatura épica (como el Poema
trabajos en esta "corriente" y, de un modo conce- de la Creación, la Epica de Gilgamesh, las Histo-
bible, algún día se echará luz sobre las preferen- rias de Etana, Zû, etc.) llegan sólo a treinta y cin-
cias ideológicas y otras actitudes que ni el conte- co o cuarenta entre las setecientas tablillas hasta
nido, ni la redacción de estos textos pueden refle- ahora enumeradas.
jar directamente. La existencia de aproximadamente dos-
Un punto más relacionado con la "co- cientas tablillas más puede inferirse con cierto
rriente de tradición" debe ser discutido: ¿cuál es grado de certeza de fragmentos aislados y otros
el tamaño de este cuerpo de textos?. indicadores, tales como catálogos de tablillas,
La característica saliente de todas las etc.. Como margen de seguridad, dictado por una
colecciones es la predominio de textos eruditos actitud general pesimista, más que por conside-
sobre textos literarios, y dentro de los textos eru- raciones racionales, se deben sumar un tercio
ditos, el predominio de textos que los asiriólogos más a estas novecientas tablillas en orden de
han denominado "textos adivinatorios". Tales lograr una conjetura sobre el número total de
textos consisten en interminables entradas de tablillas contenidas en el palacio de Assurbanipal
una línea sistemáticamente dispuestas, cada una en Nínive. Tal vez uno puede -pero no necesaria-
describiendo un hecho, un evento bien definido o mente- asumir que otra proyección sobre estas
el comportamiento o característica de un animal, mil doscientas tablillas estimadas podría ser ries-
una parte específica de su cuerpo, o de una planta gosa, así que un número de mil quinientas repre-
o de un ser humano, también los movimientos de senta como máximo el cuerpo entero de literatura
las estrellas, la luna y el sol, fenómenos atmosfé- cuneiforme que incluía en cualquier tiempo y
ricos y otros detalles observables de innumera- espacio, parte de lo que aquí denominamos la
bles variedades. Cada caso es provisto con una "corriente de tradición".
predicción que se refiere al bienestar del país, o Para aventurar otras conjeturas, tal como
aquel del individuo con respecto a quien, tal es la el número de líneas que estas tablillas pudieron
suposición, el hecho sucedió o para quien fue haber contenido, es pura tontería, mero no hay
hecha la observación, cuando no era provocada a duda en mi mente que la suma total dejaría al
propósito para obtener información sobre el futu- Rigveda (aproximadamente el tamaño de La Ilía-
ro. da) y las épicas de Homero, así como también al
Antiguo y Nuevo Testamento (que apenas aventa-

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OPPENHEIM Asiriología. Por qué y cómo.

ja a las épicas en el número de versos) muy atrás, o indirectamente con las actividades de los adivi-
y probablemente podría alcanzar, ni no exceder nos y los sacerdotes especializados en técnicas de
en conjunto hasta el tamaño del Mahabharata exorcización. Sólo una muy pequeña sección con-
con ciento noventa mil versos. tiene lo que nosotros, inmersos en la tradición
Debe agregarse que estos números se occidental, llamamos productos de la creatividad
refieren a textos individuales y no al número de literaria.
copias de estos textos. En la biblioteca real de En realidad uno puede estimar en forma razona-
Nínive, han sido testificados hasta seis ejempla- ble en cincuenta o sesenta como máximo, el nú-
res de un mismo texto, lo que es frecuentemente mero de tablillas que contienen lo que denomi-
una gran ayuda en el llenado de lagunas y en la namos textos épicos, incluyendo fábulas y mez-
reconstrucción de las composiciones. Ya que era clas de "sabiduría" práctica algo triviales, así co-
una parte esencial del entrenamiento de los es- mo algunas tablillas con plegarias, etc. cuyo estilo
cribas aprendices copiar tablillas, esos trabajos y apariencia nos parece que distingue un cierto
que constituían el curriculum primario están dejo de autenticidad, a pesar de que deja abiertas
preservados en muchas más copias que aquellos ciertas dudas sobre si esta cualidad era instru-
que son parte de niveles más elevados de entre- mental en su inclusión en la corriente de la tradi-
namiento a los que un pequeño número de estu- ción.
diantes alcanzaba. Los textos épicos hacen un llamamiento a
Ahora nos toca delinear las que deben ser los gustos estéticos y a las preferencias ideológi-
consideradas las características de este corpus de cas de las culturas occidentales, impregnadas
textos, examinándolo dejando de lado la mirada como están en las tradiciones literarias y religio-
profesionalmente miope del asiriólogo. sas que se originaron en Grecia y en el hábitat de
Primero uno debe señalar que casi todas la Biblia y fueron transpuestas en una nueva fun-
estas mil doscientas tablillas o más fueron en damento en la Europa medieval. Esto nos ha
algún punto temprano de su historia congelados inducido, conscientemente o no, a cometer dos
en una redacción específica y en un orden de errores obvios: hemos estado exagerando la im-
contenido establecido. Este proceso de estandari- portancia de tales textos a pesar de que son unos
zación comenzó bastante temprano (tercer cuarto pocos y muy distanciados entre sí en la literatura
del II milenio a.C.) para ciertos grupos de textos mesopotámica, y estamos juzgando la parte más
clave -especialmente aquellos de género enciclo- importante de la tradición en base a la falta de
pédico. Continuó sucesivamente afectando a textos que estamos condicionados a apreciar.
otros grupos, hasta el momento en que los escri- Hay una notable ausencia de literatura
bas de Assurbanipal reunieron y copiaron tabli- histórica, en el sentido que los textos carecen de
llas individuales o pequeños grupos que eran de aquello que atestiguaría el reconocimiento por
circulación restringida, y los combinaron en una parte de los escribas de un continuum histórico
distribución por tópicos, dándoles títulos defini- de la civilización mesopotámica, del que ellos
tivos e indicando su secuencia por números. mismos y su tradición serían sólo una parte. Cier-
La estandarización mantuvo efectiva- tamente se preservan unas pocas crónicas tar-
mente los contenidos originales contra las pre- días, un número de copias de inscripciones reales
siones del cambio de conceptos y actitudes, pre- muy antiguas, un pequeño número de textos que
servando material de textos obsoletos que de otra contienen leyendas de reyes tempranos e inter-
manera seguramente hubieran desaparecido. pretaciones teológicas de diversos acontecimien-
Para los asiriólogos esta estandarización es la tos históricos del período de pre-estandarización.
mayor dicha. Normalmente, todo con lo que tiene Sin embargo, nada que relacionara la tradición
que trabajar son fragmentos dañados de tablillas literaria e intelectual en y por la cual los escribas
que provienen de varias excavaciones y hallazgos vivían con coordenadas de tiempo, espacio y
accidentales, que mucho más frecuentemente que realidades socioeconómicas parecía digno de
no, tienen líneas destruídas en el medio del texto, registrarse.
o que contienen sólo comienzos y finales de lí- La misma separación se expresa a sí
neas. Pero debido al hecho de que casi todos los misma en la ausencia de polémica alguna en este
fragmentos identificables -más allá de donde tipo de literatura. Todos los enunciados aparecen
provengan, pertenecen a una versión estandari- sin relación a ningún trasfondo ideológico, reli-
zada, el asiriólogo, frecuentemente es capaz de gioso, ni siquiera a tensiones políticas. Esto no es
reconstruir un texto completo a partir de peque- debido a falta de oportunidad, porque las lamen-
ños fragmentos. taciones rituales en las oraciones escritas o adap-
Los contenidos de todas estas tablillas de tadas para uso real, o las predicciones en los in-
la corriente de tradición, claramente indican que numerables pasajes adivinatorios, podrían fácil-
la literatura cuneiforme que los mesopotámicos mente reflejar descontento, criticismo social, etc.
mismos consideraban esenciales y valiosos como Tales tensiones están puestas en evidencia mucho
para ser transmitidos, estaban vinculados directa más en los textos griegos, donde están más acen-

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tuadas por el estilo didáctico de las presentacio- enredados en intentar relacionar los datos asirio-
nes eruditas. Aparentemente no había rivalidad lógicos con el Antiguo Testamento de manera
entre escuelas, ni antagonismos entre la perspec- aceptable y otros que hallan en ejemplos recolec-
tiva cultural de los escribas mesopotámicos y tados al azar, arrancados de su contexto ideológi-
aquella de los que vivían a su alrededor, tanto en co y estilístico, pruebas convincentes para cual-
su mismo país como en otro. Es especialmente el quier cosa que la moda del momento en antropo-
último contraste, el que otorga un sentido e in- logía, historia de las religiones o economía pro-
tensidad muy particular, en el Antiguo y en el ponga. Aún lingüísticamente, no se les ha permi-
Nuevo Testamento, no sólo a expresiones prag- tido a los textos cuneiformes ser sometidos a
máticas sino también a pasajes descriptivos. La investigaciones sinceras e imparciales. Habiendo
persona del escriba, sus creencias y ambiciones, sido etiquetados bastante temprano y en forma
están conspicuamente ausentes en la literatura correcta como una lengua semítica, el acadio fue,
cuneiforme; ningún conocimiento es tomado de y aún es, puesta despiadadamente en el lecho
ideas religiosas o filosóficas; ningún pensamiento ............. de esta u otra lengua semítica que es
político constructivo es revelado, ni tampoco caprichosamente considerada normativa.
ninguna idea del rol y las pretensiones del hom- Esto es hecho frecuentemente, no fuera
bre en este mundo. de consideraciones metodológicas o teniendo en
La explicación para todo esto es bastante cuenta el espectro del interés de los estudiosos
simple. Lo que tenemos en manso en estas 1.200 sino por motivos que parecen originarse más en
tablillas o más es una biblioteca de referencia una búsqueda de la raison d' ètre para
engranado a las necesidades de los adivinos y de todo el campo de la asiriología, no sólo a los ojos
aquellos practicantes especializados de magia que de otras disciplinas sino también a los ojos de los
eran responsables de la seguridad espiritual de estudiosos mismos. Esta situación psicológica ha
reyes y personas importantes. A esto se sumaba producido, y aún produce un número de artículos
varios juegos de guías para propósitos educacio- y hasta libros específicamente parciales, que
nales y de investigación, pensados para mantener usualmente pueden ser reconocidos como tales.
los estándares eruditos y la pericia técnica de La misma situación, sin embargo, influye el es-
estas profesiones esenciales. Accidentalmente, y pectro de investigación de los asiriólogos de una
difícilmente por lo que podríamos llamar sus forma más sutil. Ejerce una considerable influen-
méritos, los textos literarios fueron llevados por cia -normalmente a un nivel subconsciente- en la
la corriente de tradición como parte y "paque- selección de temas.
te"/fardo en la educación de los escribas simple-
mente porque el copiado de tales textos eran par-
te del curriculum tradicional.
El corpus debe ser entendido, apreciado y
utilizado únicamente en términos de lo que re-
presentaba para aquellos que lo crearon, mantu-
vieron y usaron. Y los textos literarios deben ser
considerados principalmente desde el punto de
vista de su propia posición de importancia dentro
de la corriente de tradición.
Los asiriólogos, sin embargo, siempre se
han aproximado, y aún lo hacen, desde un ángulo
bastante diferente. Buscan cosmologías aún más
profundamente significativas, sabiduría
...................., la pompa de las hazañas mitológi-
cas, el encanto o crudeza de los patrones sociales
y económicos "tempranos" que supuestamente
reflejan el desarrollo de las ideas más allá del
alcance de la historia, leyendas e "historiae" y
titilantes otros diferentes; sintetizando, lo que los
estudiosos occidentales desde Heródoto han es-
perado descubrir en la periferia de ellos mismos,
y por supuesto normativas, mundo. Y expectati-
vas de éste tipo son aparentemente llenadas -a
juzgar por los libros producidos por popularzado-
res interesados en la civilización mesopotámica.
Tal actitud afecta aún hoy seriamente el trabajo
de investigación asiriológica en grados diversos.
Hay estudiosos que están inextricablemente

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