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Terapias m iofasciales:
lnduceión
miofascial
lspectos leéricos y aplicaciones clinicas
W McGRAW.Hlll . INTGRAmCRICANA
--
Terapias
miofasciales:
inducción
miofascial ANDRZEJ PILAT
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O035FISlOIERAP]A .:,i
lllllllllllllllllllillil ltf ilililllfi tiiil[]
Rev¡s¡ón técnica:
Alicia Batuecas Suárez
Profesara Titular de F¡sialogia.
Un¡versidad Autónama de Madr¡d
\@
CONTENIDO
Prefacio. 9
Recomendaciones para el lector 12
ASPECTOS TEÓRICOS
Concepto de la fascia y su 15
Bases anatómicas y fisiológicas del sistema fascial 21
Estructura an¿tómica del sistema fascial ........ 23
Funciones de la fasci¿ 66
Func ones básicas del sistema fasc al 66
Histología del tejido conectivo t3
Histología del tejido conectivo /5
Proceso de formac ón de los entrecruzamientos p¿tológtcos entre las f br¿s de
colágeno. 98
Consideraciones biomecánicas relacionadas con el s¡stema fascial . . . . . ... 103
lntroducción .... 105
Relacón entre y la rnatriz
la céulaf¿scra extr¿ce ul¿r . . . . . .... 106
Respuesta del sistema a a aplicac ón de as fuerz¿s 111
Bromecánca de la fascta toracolunrbar ...... 131
Tensegrid¿d (la arqultectura de la v da) ( ngber, 1998) . . . 14o
Fenómeno de p ezoe ect|c¡d¿d . . . . . . . ........... l5B
Postura.. ....... j63
Ev¿luación y corrección postu ra . . . . . . . . . .... 177
¡,,4antenrm ento de una postLlra correcta ..... ..... 1jj
Traumat¡smos del sistema fascial . . ... 183
Modelo f¿sci¿ de cuerpo ... 185
l\¡lodeo fasci¿l del cuerpodentrode a accón cle a graveclad.. . . 187
Fenómeno de compensación .. 187
Lesiones del(limltación
Restrrcción sistema fascial
funconal) nr ofasci¿
. . . .... .
El proceso de formación de entrecruzam entos pato ógicos entre l¿s f br¿s de
196
205
coléqeno. .. . 246
Camb¡os en e tejrdo co¡junt vo a raíz de la nmovilizac ón . ..... ..... 20q
Evaluación del síndrome de disfunción miofascial y análisis de los hallazgos
clínicos .. .... . ... . z.l1
lntroduccrón ........ 213
Evaluación globai ... ........... 216
Evaluacón de a mtad supenor de cuerpo... ........ 255
Eva u¿c/ón de l¿ mitad inferor del cuerpo... ......... 2Bj
r3
s._.)
@ .:¡r.rr:, t¡
APLICACIONES PRÁCTICAS
Principios del tratamiento y técnicas básicas. . 313
Aspectos teóricos de trat¿m ento del síndrome m ofasci¿i . 315
Condlciones ambientales. Vestirnenta del paciente...... 311
Pos ción del paciente y de ter¿peuta 311
Prolc"6- de d- d os 318
S"'u"-ci" de lo" IdT¿r F-.o, 319
p. .e Lrd de os I dldn ie Lo, 324
L-¿,-o......... (tamb én denom fadas técnrcasd rectas o
321
Aplrcación de as técn cas superfici¿les
técnic¿s de deslizamiento) ..... 321
Apl cac ón de las técn cas profundas (tamb én denom nadas técnicas indlrect¿s
O le' ro O '"'da,)
Reacón de la nduccón mlofascial con otras teraoas. . . . . . ... 345
Restr¡cciones m¡ofasciales de la cara 349
lnducción miofasci¿l en a req ón ocul¿r . . . 352
lnducción miofascial en a región cigomática
lnducción profunda de l¿ f¿sc a en a región tempor¿l 359
.
.
nducc ón
nducc postisométrc¿
ón lntrabuca de m¿setero
del masetero 365
366
nduccón profunda del pterigoideo externo 367
nducc ón intrabuc¿ del pter go deo externo . . 369
nduccón bl¿teral del ptergodeo exteTno 310
lnducción intrabuca dei ptergoideo interno. . 311
Inducción m ofasci¿l de los múscu os de a lengua 313
lnducción de a fascia del cuero c¿be udo . . . . . 314
Restr¡cciones miofasciales de la cabeza 375
Princ p os de tratamiento de os tr¿stornos de s stema cr¿neosacro
I d. -c o^ rbo. iprl¿l
lnduccón de l¿ hoz del cerebro ¿ través del evantamiento fronta ..... ..
lnducc ón en las restr cc¡ones de la t enda del cerebe o ¿ través del evantamien
ro pdr etola-
ón o
nducc d. en l¿s restricc ones de a t enda del cerebe o ¿ través de l¿ descomore
sión cle esfenoldes..... 390
nducc ón en las restr cciones de la tiend¿ del cerebelo a través de a sincroniza
cón de los temporales (dedo en e oído) . . . . 392
nducc ón en l¿s restricc ones de a t enda de cerebe o a través de a descorfpre-
sión de os tempora es (tirón de las orejas) . 393
Compres ón - descompres ón de aATM..... 447
nduccrón hor zontal de la ATM 408
Restricciones miofasciales del cuello 411
E onq¿ción poster or de la fascia cervical en decúbito supino . 414
a1
L@
:@
Elongaclón oblicua de a fasca cervica 419
lnduccrón miofascal de angular del omópl¿to 421
lnducción miofasci¿l del músculo esternocleidom¿stoideo....... 423
lnducción de la fascra de los músculos argo del cuello y argo de la c¿beza . . . 424
lnducción global de la f¿sc a cerv codorsal 426
nducc ón as st da en l¿s fascias cerv ca es . 428
lnducción profunda de las fascias cervicales 2 436
lnducción subocc pital .......... 441
lnducción transversa (técntca de a mecedora) 446
lnducc ón de la fascia suprahio dea e nfr¿hioidea 447
Deslizamiento transverso suprah oideo 448
estr¡cc¡ones m¡ofasciales del 45'l
Deslizarn ento ongtudinal sobre la masa común paravertebra . . . 459
. ..
Deslizanriento transverso sobre la masa común par¿vertebr¿ . . . . . . . 459
nduccón miofdscial de los extensores de ]a región lumbar........ ... 46A
Eongación de la fasca paravertebral ....... 46j
Eongación ongitudinal en la posicón cuadrúpeda . . .. 463
l\llanos cruzadas en l¿ fascia tor¿coumbar (técnca ongtudin¿l) .. .. .. . . . 464
l\lanos cruzadas en la fasci¿ toracolumbar (técn ca transvers¿) . 464
Técnica dei ritmo cr¿neosacro .....466
Plano transverso - nivel cavcular ........ 467
lnduccrón de la pared torácca ante or . . . . 468
lnducción ob
lnducción de la ... .
región fasca torácc¿.
cu¿ de la pectora
.... 469
........47A
l¡ducc ón del diafragma (deslizam ento transverso) . . . . . 472
Plano tr¿nsverso diafr¿gmátco ....473
Restr¡cc¡ones miofasciales de la región 475
pélvico
Plano transverso: nivel .. 4gg
Descompreslón umbosacr¿ . .. 489
.
nduccón de l¿ fasca de psoas. . . ..... 4gA
glútea
nduccón de la fascia ......493
lnduccrón de tejido periarticuar de las articuacones s¿crorlíacas.......... 494
lnducción de s¿cro.... ..... ... 4g5
lnducción de pramda de apevs.. ....... 496
lnducción de gúteo medio ...... 4gj
lnduccón
nduccón de la l¿ fascia
umbar
cuadrado lumllar
fascla de cuadrado
nducción as stida de a f¿sca paravertebra
ll ..... . ............
.. .. 503
498
501
@ TONTENIDO
de a muñeca y de os dedos
Des zam ento transverso de los flexores . \)1
Des zamento ongtudinal de osfexoresde a muñec¿ y de los dedos ...... 522
M¿nos cruz¿das para los fexores de a muñeca y de los dedos .... 522
M¿nos cruz¿das para los extensores de l¿ muñeca y de los dedos. ..........524
lnducclón profunda de a fasca bicipta ..... 526
Des zamiento tTansverso para el bíceps braqua.. ..... 526
Desl zamiento transverso en l¿ corredera biciptal . . . . . . 521
Deslizamiento transverso sobre e tendón del tríceps braquia . . . . . 528
nduccón de a fascia de músculo subescapuar. .. ... .. 533
nduccón de la f¿sca de pliegue ax ar posterlor .. .. . 535
nducción miofascia del dorsal ¿ncho... .... 536
lnducción miofascia del complejo ¿rtculardel hombro.. ........ 537
lnducción nriofascj¿ del músculo pectora m¿yor (técnica g oba ) . . . . . . . . . . . 542
lnducción de a fascia de pectora m¿yor . . . . 543
lnducción mofascal del pectoral mayory menor ...... 544
lnducción mofascal de pectora mayor y menor ll ....... ...... 545
lnducción de os espacios ntercostales ...... 541
lnducción mofascal de trángulo escapuar. ... ..... 548
nducclón mof¿sca del rombodes ........ 550
nduccón miofasci¿l del trapecio superor . . .. .... 557
nduccón m ofasc¿L deL angLr ¿r de omópl¿to . . . . . 551
Técnic¿ telescópica de la extremidad superor. . . . . 554
nduccón
nOUIL '
o'r deOa¿<C
fasciadel
¿ de losd' ofexores
. de muslo .... ... 589
590
Movilizac ón de la f¿sci¿ de los aductores . .. .
Recomendaciones 597
599
617
61
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r'..
r\. mt espcsa Yulita
con iodo mi ¿rnar
\9v
AGRADECIMIENTOS
La creac ón de un ibro es un proceso fascinante, pero tamb én muy aborioso y
difíc l. GeneraLmente, hay un innumerable número de personas que colaboran en
é1. Es d fÍc I enumerarlas en orden de importancia.
Qu s era pa rticula rmente, dar Las gracias a todos mis a umnos y am gos de pre-
grado y posgrado
ex gencia en¿ron
me estimu d ferentes lugares de
en la búsqueda demundo, quienesóncon
una nformac su yalto
veraz nive de
actualizada
para naveqar por e mar de la telaraña fasc al.
A mls co aboradores inmediatos en la aventura diarla de resolver los retos rela-
c onados con los tratamientos mlofasciales y que, con sus observaclones criticas,
permltieron mejorar la explicac ón de las descripc ones técnlc¿s.
A os especialistascientífrcos que me orientaron en los, casi siempre descabella-
dos, conceptos expuestos en La parte teór ca y permit eron que ba]ara de nuevo a la
tierra, recordándome que la gravedad existe. Es su gran labor (el contro de los
conceptos y las oportunas correcclones de mis fantasías mlofasciales), a que per-
m tió e aborar el marco teór co. Los créd tos son para Alic a Batuecas, profesora
titu ar de Fisro ogía de la Facu t¿d de Biología de a Un vers dad Autónoma delaMa-
dr d; el extraordinaro fisioterapeuta José Luis González Nieto, fundador de Es-
cuela de Fisioterapia de la ONCE, quien me convenció para escribir el ibro y tam-
bién revlsó los capÍtulos relaclonados con las aplicaciones prácticas, y m gran
amigo, el arquitecto Michelle Test¿, quien tuvo a paciencia de escuchar mis plan-
teaTnientos en los momentos más difíciles y resolver los problemas que a veces me
parecían irreso ubles.
A Anders Teodorowicz, no sólo por el dtseño de la preciosa portada del ibro,
sino también por entender el espiritu de las fasc as y orientarme en a compos ciÓn
y el diseño de la presentación del Libro.
A Prof. losé M guel Trlcás l\,4oreno, por encauzar en el momento oportuno el
proyecto del ibro hacra su ediclÓn.
F nalmente, a mi adorada esposa y nuestros hijos; a ellos debo el no haberme
rendido en este viaje a ltaca. Los quiero mucho.
A todos, GRACIAS,
Andrzej Pilat
81
l@
',@
PREFACIO
A lo largo de los siglos, los tratam entos relac onados con diferentes t pos de ma-
niobras manuales se d rig eron principalmente a las lesiones del aparato locornotor.
Fl análisis de estas lesiones, asi como también el de ias formas de acción de las
maniobras manuales apltcadas en el proceso de tratamiento, se perfeccionó a lo
largo de los años, según las aportaciones ctentíf cas vigentes en cada época.
El enfoque que dominó y s gue dominando el ámbito de las terap as manua es
es un enfoque estructural. Los adelantos científrcos perrniten analizar, utilizando
drferentes modelos simuiados en los ordenadores o a través de los prec sos instru-
mentos de evaluac ón, as acciones y as reacciones del cuerpo frente a diferentes
acontecimlentos mecánicos generados en él al aplicar las maniobras manuales.
Cada día es más comp eto el aná isis biomecánico con bases c entíf cas, rea izado
por especialistas (osteópatas, quiroprácticos, fisioterapeutas) encargados de tratar
a pac entes con trastornos de aparato locolrotor, qu enes a d ario aportan nuevas
y valiosas pruebas ctentíficas.
En los últ mos años, se ha observado un gran giro en las Ciencias de a Sa ud,
enfocado hac a una visión g obal, la ntegración del cuerpo, despertando el nterés
hac a el análisrs funcional del aparato locon¡otor. En c erto modo, el fenómeno que
observamos o podemos denominar <desde a estructura hac a a func ón>. El tnte-
rés pr nc pal es la búsqueda de explicaciones sobre la capacidad de transmis ón de
nformación de mov m ento entre diferentes nive es y segmentos cientro del orga-
nismo. La falta de pruebas científicas rigurosas retrasa este proceso.
Sin embargo, nun¡erosos y atrevidos especalstas se han dedicaclo a un ex-
haustrvo y creativo proceso de investigación c ínica, aprendiendo o mejor de ma
yor y más perfecto aborator o ctentíf co: el pacrente. Estos aventureros romp eron
los paradrgmas filados por los rígidos marcos de m lenar a tradlción en la ciencia
médica, tratando de esta forma de armar un compejo rompecabezas. Esta fas-
es decr, la creacón nuevos retos y el mpulso de estudar
ser de
cinante
de nuevo situación, que parecían
as ciencias exploradas a fondo, como, por ejemplo,
a anatornía (la anatomía contemplada desde e prrsma de los requerimientos es-
pec ales re acionados con el movimiento en todos os n veles corporales), es obligó
a adoptar una forma distinta de pensar y a establecer nuevos cr ter os de inves-
tigación. AsÍ fue posbe ver las cosas que siempre estaban presentes pero no
se veían: encontrar las conexiones que expl can y avalan las experiencias clíntcas,
dando cada vez más valor a las pruebas clínlcas corno un factor crentíf co. En
cierto modo, estos cientificos clinicos se adelantaron a los científicos de laborator o
con una nueva manera de enfocar sus investigaciones. AsÍ se formaron nuevos
Ce
s_)
e'
, :---, :l:
:-arcos conceptuales basados en la experiencia clÍnrca. La falta de una
::r .mac ón preclsa con los comprobados métodos
de invest qac ón cientifica de
,aoo'arorio, oero, oo. olro r¿do, co^ una excelente tesp_esla (,t^cd ooserv¿d¿
como resultado de las apltcaciones, no detuvieron, sino que estimularon, el desa_
rrollo de program¿s c ínicos. De esta forma se ampltaron los horizontes de la visión
hacia la salud integral sin barreras ni limitaciones. Estos horizontes fueron, en el
pasado, limttados en cierto modo por el sofisticado estuclio botecnológtco, que
ampl ó el foco de nvestigacrón hasta el punto de hacer desaparecer el cuerpo. y eJ
cuerpo es un elempJo del flujo de informactón vrv ente. Todo conlunto es un¿ con_
tinurdad: estructural, funcronal e informática.
En los últimos años, en busca de las respuestas sobre la integración corpora la
,
atencón se volcó hacia el sistema fascial: la fascia, a más fascnante estructura
corporal, un enigma un tanto olv dado en el análisis m u lticlisciplinar del cuerpo. La
nformacrón c entífica disponible sobre este tema es muy dtfusa y un tanto confusa.
Pudiera ser ésta ]a razón por la cual, aunque muchos espec al stas aplican con éxito
las terapias mrofasciales a sus pacientes, son sólo unos pocos os que se atreven a
escribir sobre el tema.
Es difícil señalar al npadreu de las terapias miofasciales. En cierto modo,
os fisioterapeutas y otros terapeutas encargados de los tratam entos relacionados
todos
con las maniobras manuales siempre han movilizado, de una u otra manera, e
sistema fascial. El cambro que se ha producido en los últimos años se refiere más a
completos m¿rcos conceptuales y pruebas ctentífrcas cor.nprobadas
cor.nprobadas que respaJden
los procedimtentos terapéut cos. Hoy dÍa, as enseñanzas de lda Rolf, la creadora
de Rolfing y de Andrew Still, el padre de la osteopatía, siguen v gentes.
Queda en el aire a respuesta sobre el titu o dei libro o, en otras pa abras, ¿por
qué la inducción miof¿sctal? El proceso de los cambios que ocurren durante la
aplicacrón de las técn¡cas se puede definir de diferentes modos. con frecuencia se
utilizan las expresiones liberación miofasc al, relajación miofascial, estiramiento
miofascral. Sin ernbargo, se considera que el proceso cle los camb os en el slstema
fascr¿l está controlado por diferentes mecan smos en diferentes niveles del movi-
miento. E terapeuta es stmplemente un facilitador de proceso y no el ejecutor del
mismo. Por esta razón, hemos definido las apl caciones clÍnlcas como una induc_
ción.
El ibro surg ó de la necesidad de contar con un material de apoyo para ios
cursos de Terapias Miofasc ales. En el proceso de su creación, expenmentó clferen-
tes cambios a raíz de los nuevos descubrimientos y pruebas cientÍficas, como, por
ejemplo, a fasctnante teoría de la <tensegridad>, recientemente nbajo la lupa> de
a NASA y publicada en sus páginas c entíficas, permrtiendo un mayor y mejor
lol
L@
PREFACTO .:@
respaldo científico. srendo el autor fisioterapeuta, el enfoque teórico se ha reallza-
do desde el punto de vista práctico-clín ico, sin profundizar en nlnquno de los con_
ceptos en particular, y en función de ras apr caciones prácticas. son éstos los resur-
tados que oscllan entre el atrevimlento y la ignorancia.
Al escribir el libro, la rntención no fue que el lector dijera; <qué sabto es el autor
o qué gran cantidad de informaciones importantes he leÍdo, o qué complicado es
todo esto), sino que (qué
dilera: la lectura;
se me han ocurrido durante tnteresante es e tema, cuántas
por esta ideas lnteresantes
lo entendítodo>. razón, e formato
del libro trata de ser ameno y de fác | <digestión>.
Invito a lector a comparttr conmlqo esta aventura m ofascial.
Andrzej Pilat
r11.
s_)
"@
RECOMENDACIONES PARA EL LECTOR
El curioso diseño de libro se realizó con e propósito de facilitar su lectura.
Las pág nas con elmargen blanco son de lectura <obligatoria>. En ellas el ector
encontrará toda a informac ón básica. Su lectura es recomendable para la persona
que se acerca por prmera vez a teTna de las fascias. Incluso se recomienda su
lectura a curioso lector no profesional, y que simplemente está interesado en el
|
fab-loso m-ndo oe las +asci¿s. I Seá¿r de Jna ,.mosca -\ con la et.a corre<-
a/
pond ente ndica la presencia de texto con una informactón ampl ada.
Las pág in¿s con el margen verdecontienen una información ad cional y ampl a-
da sobre os temas señalados. Su ectura es recomendable para el lector profesiona
interesado en profund zar en los temas de su interés y no es indrspensab e para la
persona que tan sólo busca una nformacón general.
Los ¡ips encerrados en las <moscas, enTnarcan una nformación curio-
sa sobre os temas tratados.
Fina mente, e Fasciolin ayuda a entender y a recordar los pasajes más difíci es
d-.1 ibro
121
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Aspectos
teóricos
Concepto
de la fascia
ysu
estructu ra
rlrd"
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L@
--t6ñtEFi6-6i-iÁTÁi¿l¡t-¡-3nu |RA- .@
aI7
s)
i¿*:iJ
1\l
y forrnan-
unidades funcionales, estableciendo las relaciones espaciales entre ellos
do,deestemodo,unaespeciedeininte
do,deestemod o,unaespeciedeininterrumpidareddecom
rrumpidareddecomunlcacióncorporal
unlcacióncorporal
Entre sus propiedades destacan el garantizar la disposición de los nervios
y
vasos linfáticos, y la función nutritiva en relación con la sangre la Iinfa'
y convirtién-
dose así en el soiisticado medio de transporte entre y a través de todos los sistemas
puede comparar
del organismo. El abanico de posibilidades es espectacular' Se le
con la; conexiones de la inexplorable e interactiva red global de lnternet'
Cada parte del músculo, cada una de sus fibras y fascículos' está rodeada por la
que se conectan entre
fascia. Estas <fascias> no están separadas una de otra' sino
sí o, mejor dicho, forman una sola fascia, una envoltura de
recorrido continuo con
de nuestro
sus dobleces que permiten cobiiar y encerrar los elementos anatórnicos
que determt-
cuerpo. Se puede sugerir que, en cierto rnodo, es el sistema fascial el
puede comparar la
na la estructura corporal. Para visualizar mejor este enfoque, se
estructura del sistema fascral con la de una naranla, donde la pulpa rellena los
compartlmientosformadospor|aestructuradelaconchadelafruta.Alsacarla
pulpa, la estructura de la fruta se mantiene prácticamente intacta' conservando la
forma original de la naranla (Figs 2 y 3)'
1B -.)
L@
;
CONCEPIO DE LA FA5C]A Y 5I] ESfRU'II]RA
,r@
:' .':ti
Fig. 2. Naranja con pulpa. La forma de la naranja se confunde entre las dos estructu-
ras: pulpa y concha. La comparación que se realiza es entre el músculo y Ia fascia.
La vsión presentada no es una idea nueva y fue propuesta por varos nves
t gadores, entre los cuales se debe mencionar a lda Rolf, la proceso
creadora de
de evaluación y tratam ento integral de los trastornos funcionales de un
organlsmo
basado en las correcc ones realizadas en el sistema fasc aly conoc do como rolflng.
Se podría considerar esta cornparación como a go rnuy simplista y remoto a a
c1e
s_l
t@
re-
estructura real del sistenn¿ fascial del cuerpo. Sin embargo, las investigaciones
como
cientes conflrman esta visión, enfocando, cacla vez más' el sistema fascial
una estructura unificadora, protectora y correctora del cuerpo El sistema
fascial
\ ..1
y completo'
sano y equilibrado, con capacidad de realizar un estiramiento libre
;;r; "i
organlsmo la potibili.lud d" realizar un movimlento de amplitud comp
e-
t. lisincroniádo, siempre en la búsqueda de la máxima eficacia funcional con un
así ya dilo hace sels siglos Leonardo Da Vinci:
mínimo gasto
n.onr.grir. de energía;
lo máximo como (Cuadrado' 1998)'
con lo mínimo>
normal de los
Sin embargo, el mismo sistema puede interferir en un desarrollo
la efic ente
movlmientos al encontrarse restrlngido y bloqueado' imposibilitando
que forma las adhe-
ejecución cle los movimientos, si se considera que el material
ráncias y el tejido de cicatrización es similar al de la fascia
Se podrían formular las siguientes interroqantes:
o ¿Se podrian cambiar la forma y la función de un órgano (músculo o víscera) al
encontrarse su sistema fascial restringldo?
. ¿Qué influencias podría tener esta restricción en el comportamiento funcio-
20-)
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Bases
anatómicas
v f isiológ icas
d el sistema
fascia I
22)
L6
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ESTRUCTURA ANATÓMICA DEL SISTEMA FASCIAL ){'
En los libros clásicos y en os atlas de anatomía se rnuestra, por lo genera por q\
)l
separado, el sistema óseo, el muscu otendinosoy e sistema lnerte de sostén articu-
lar, es decir, as cápsulas articulares y los igamentos. En ese t po de pub icaciones,
es difícil v sual zar, de una manera completa, e sistema de integración corpora , e
sisterna fasc ¿1. l\,4uchas veces, el aprendizaje de la anatomía se realza de un modo
abstracto, debido a una falta de re ación funciona entre los elementos bás cos de
cuerpo. El análrs s de slstema fasc al desde un enfoque topográf co, en e que se
def ne la fascia como un revest miento y como una red ocalizada entre a piel y las
estructuras subyacentes (como 1o son, por ejemplo, los músculos y os huesos) y se
a dvide en dos niveles, superfical y profundo (1a cual, por una parte, cubre los
múscu os individuales y, por otra, los separa en grupos) lirnita nuestra visión del
cuerpo a un análisis descr pt vo (Th el, 2000). Nuestro nterés se centra en un análr-
s s más completo y enfocado hac a un sistema drnámico del cuerpo, nc uyendo en
él todas as d scipl nas que pud eran sumarse a nuestros conocim entos (en e rol
de este comp ejo telido en la sa ud y en a enfermedad> (B enfait, 1999).
p que
pec La anatomía
e de descriptiva
sut les sobres, reconocey os
los músculos anos fasc
as vísceras, f ja ales
ndo y proteg endo sucomo
envuelven, es-
espacio
concreto dentro del cuerpo. La continu dad de estas lám nas, que al mismo tiempo
unif can y separan Los múscu os y las vísceras vecinas, se puede trazar entre un área
y otra. Por ejemp o, se puede dibujar a fascia que envuelve los múscu os escalenos
y se continúa con la fasca de os músculos adyacentes, como tamb én con las
visceras de la región cervical, que aslmismo está íntimamente relacionada con los
plexos nerviosos de la reg ón cervical y torácica, continuando hac a las membranas
pleurales (Gal audet, 1931; Bienfait, 1999, Bochenek, 1997; Thiel, 2000). Sin em-
bargo, como ya se ha menc onado, se propone la descr pción del sistema fascial de
forma parecida a la de un órgano o sistema corporai, considerando sus dversas
funciones, entre las que destacan e sostén y la conexión m uscula r-lntermuscu lar
como también visceral-interv sceral. Estas funclones deben re acionarse con a sin-
cronlzación de los movimientos entre os músculos, las vísceras, os vasos sanquí-
neos y los nervios, para los cuales el sistema fascia forma un lecho que se Tnuestra
como eL centro de produccrón de a sustancia intercelular gracias a sus células,
lo que convlerte al sistema fasclal en el pnncipa rnecanismo protector y repara-
dor deL cuerpo (Bienfalt, 1995). Estas relaciones muestran a importancia del pe-
igro que supone un desequ librio y sus consecuencias negativas, como resultado
del fracaso de estas preclsas relacones. Cualqurertipo de tensión, ya sea pasi
va o activa, repercute a utomáticarnente sobre todo e conjunto del sistema (Bien-
fa t, 1995).
G3
S-]
&@
41 enfocar el sistema fascialcomo un sistema morfológico y dinám co deL cuerpo,
deben incluirse en su análisis, no sólo las lám nas que rodean los músculos y las
vísceras, s no también ese gran volumen de tejido que envue ve cada célula viviente
(formando una espec e de sistema <microfascial>, prolongación de sistema fascia
descrito anteriormente). así como también al líquido que reLlena las cav dades y los
espacios serosos. E anál sis del sistema fasclal conduce, según e aporte cientrfico
actualmente disponlb e, a formular más preguntas que respuestas. Trataremos de
enfocar o de la manera más compLeta posible, según las pruebas científicas y clín cas
de que se dispone hoy en día.
Trad ciona mente, el tejido fascral no ha lamado tanto la atención a los nvesti-
gadores y clínicos como lo h zo, por ejemplo, el múscu o. Una de las razones de
esto es que no resuLta fácrl concretar una definlción de fascta. Los libros clásicos de
anatornía presentan a fascia como un tejido pasivo, como una membrana de teji-
do conjuntivo frbroso que cubre los músculos; y en las clases de disección, por lo
general, se cons dera que la fasc a es un materiai sobrante que hay que el minar
(echar a la basura) (LegaL, 2001) para poder ver cLaramente e músculo y sus com-
ponentes anatómicos. Para poder adentrarnos en el tema de la definrción de fascia,
desde nuestro punto de v sta, debennos considerar la posibil dad de ana izar a go
diferente a lo acostumbrado, atrevernos a presentar un enfoque nuevo del sistema
fascia del cuerpo humano. Podemos aventurarnos, por tanto, con a afirmación de
que el sistema fascial <no solamente une varias partes de nuestro cuerpo, srno que
tambión junta nurnerosas ramas de la medicina> (Bienfait, 1999).
?4-\
L@
@
fenómeno de a reunión, que es la capacidad de juntarse en un plano que conv erte i.'1=
las lám nas y los n veles que rodean a determ nadas estructuras en regiones func o- )f
QI
nalmente un idas.
$
El análs s de las estructuras profundas es mucho más compleio. La fascia pro-
funda
f ti, segun nuestro punto de vista, es el tejido de integración estructural y
funclonal del organismo en ambos niveles, e macroscópico y el microscópico, y
nos referimos a las conexiones entre los distintos sistemas corporales, como, por
elemplo, el nivel muscular, visceral, lntracraneal, y tarnbién a las conexiones dentro
de cada músculo, cada nervio o cada viscera.
. miofascia
¡cf
. viscerofascia
LD/
.
. mentnges F1
L_ d
c25
s_)
a&
ill-
4t
& FAscrA suPERFrcrAL
Todos los caminos del interior de organismo conducen a la subdermis. Esta
5t capa subcutánea no es solamente, como 5e cree erróneamente, un depóstto
de tejido graso, s no que asegura. con su compleja estructura lnterna, las
necesidades mecánlcas de sus vasos y nervios (Thiel, 2000). Los vasos y los
nervios están encerrados en e sistema fascial que, formando fuertes franjas
protectoras, los lleva hasta las capas profundas, bien protegtdos contra todo
tipo de desqarro.
atrapa la grasa superficial, de
La fascia superficral está adher da a la piel y
un espesor varable dependendo de la región corporal. Son as capas del
slstema fasc al as que de1 mitan la profundidad de tej do adiposo en cada
región. Por ejemplo, en a zona del periné, la grasa es práct camente inexis-
tente; lo contrarlo que en la región ax lar. También varía su laxitud, que de-
termina la capacidad de deslizamiento de la piel. Por 1o general, 1a piel es muy
móvil a lo largo del cuerpo. Sin embargo, existen zonas de movilidad muy
reducida, que se encuentran en los s tios en los que ei des izarni'"nto excesivo
no debería exist r. Son las zonas que requ eren mucha estabilldad, como las
palmas de as manos, las plantas de los p es y los g1úteos. En estos lugares la
fascia superficial se pega d rectamente a las láminas aponeurótLcas.
El sistema fascial superficial está formado por una red que se extiende
desde el plano subdérmrco hasta la fascia muscular. Se compone de numero-
sas membranas horlzontales, muy finas, separadas por cantidades v¿rlables
de grasa y conectadas entre sí a través de los septos fibrosos del recorrido
vertical u oblicuo (Fig. 1).
26-)
L@
c2l
s_)
'-;@
. Variantes entre una región corporal y la otra. Por lo general, la
'( parte anterior del cuerpo acumula menos grasa a nivel superficial en
}A comparación con la parte posterior. En algunas zonas, por ejemplo en
J] el periné, la fascia superficial forma una Lámina bien definida y lisa (Co-
1les, 181 '1 ).
sa, como también de la relación con la fascia muscuLar. Las áreas donde la
fasc a superfic al no está firmernente adherida al perlostio o a la miofascia
tlenden a crear formaciones, parecidas a abultamientos, que revelan los de-
pósitos de grasa.
Entre las principales funciones de la fascia superficial, a parte de su fun-
ción nutritiva, destacan el soporte y la definiclÓn de os depósitos de la grasa
del tronco y de as extrem dades, así como tamb én e sostén de La p el con
referenc a a los tej dos subyacentes. Es una observación importante, conside-
rando que la suspensión del s stema fascial superficial controla el contorno
estático y dinámico. De esta forrna, se puede considerar a coniun
corpora
to de:
.la piel (una flexible envoltura del sistema),
. el teiido adiposo superficial (<el rel eno> de a regiÓn subcutánea), y
28-.)
l@
:
BASES ANATÓM CA5 Y F 5 OLÓCICAS DEL SISTEMA FA5C AL ,:@
Como una información ¿dicionai, hay que menc onar que el sistema fas-
cia superficral part cipa tamb én en el proceso de sudación, y que en él nacen
la rrayona de los Ldp ld'e5 li-tat cos.
c2e
s_l
4@
Con objeto de realizar un análisis más
profundo' debiéramos dividirla en:
s1^"1nu'oo' t'+
',.,"i*...lC¿,
viscerorascia dJ t
meninees
que recordar que las estructuras-mincion¿das tontti-ituyen
elJ_
una continua red
estructural Y f uncional
MloFAsclA
tt;
La anatomía considera al sistema fascial
como uno de los cornponentes auxl-
consequ'r un fun( io^dnlenLo ap'opia-
ti¿res de conlrol del nov,m'enLo 0a'a
que el recorrrdo de las fi-
J" o.iriu.r.
j.
muscular del cueipo. se considera
üLt f. fascia es generalmente transverso al recorrido de las frbras
paralelo al reco-
rnur.rfrr"r, sin embargo, también se encuentra el recorrido
Durante la contracciÓn
rrido de las fibras, el oblicuo o en forma de arco
la fascia define la posiciÓn de las fibras musculares o de todo el
muscular,
p.t. también asegura la posición de los ten-
.ot.rfá su función adecuada'
En el caso de los mÚsculos del reco-
clones y los fiia en relación con el hueso
como, por elemplo, el sartorio' es la fascia quien fiia su posi-
rrido oblicuo,
caso' en forma
lijn, ¿.t.r*inunoo la direcciÓn de su acción' que es' en este traba-
;U;;i lin tu purti.ipucion Hay
,anu ta forro,onq,ludrnar.
de la fascia' este que
oue actarar
rnúsculo'
a,gunos al contraerse'
oe tos'lú5cu'os,
i;;",;";.,J.;'o'ls ¿e l¿ rara, c¿'ecen der soporre I'1s(:ar' rn'e"r¿ndo\e
en la piel (Bochenek' 1987)
al menos en üno de sus extremos, directamente
fascia y su relación con el músculo se debe considerar que
Al analizar la
por la fascia, sino que
.","r.r""ü cada músculo del cuerpo está rodeado
fibras y los haces La musculatu-
también lo están todos sus componentes: las
t. de {ibras separadas entre sí por las
,. compone cle ios haces
formando el ten-
"to".iá,o.
limmas del teliclo conectivo que finalizan en cada extremo
iu. " f. .p"i "rrosis, para funclirse en el periostio' diferencjándose de él
flbras de colágeno Su
Inn.tul*"n," ¡ror la proporción y densiclad de las acciones mecánicas entre
;;l;;;i ;il; "s entonces la de entrelazar
el musculo y el hueso, vlnculo funcional
que eslasposible a través del tendón
aunque a veces de
o una conexión aponeurótica Esta conexión funcional' complela e impli-
muy
climensión muy pequena, representa una estructura
ca a diferentes subestructuras: la unión
musculotendinosa t' /' el t"nOOn
E-\
t' d uNtoN MUSCULOTENDTNOSA
La principal característica de esta estructura es a transmisón de la fuerza
contrácti desde las células muscu ares hasta la matrz extracelu ar (el lector
encontrará detalles sobre la histología del tejido conect vo en e capitulo ded -
cado a ese tema).
La unión musculotend nosa es un coTnponente muy especial zado, forma-
do por m croestructuras conformadas de acuerdo a las necesidades mecán -
cas de os e ementos dei aparato locomotor de una determlnada región cor
poral. A este nivel, las membranas celulares forman una interfase entre os
componentes intercelu ares de Ias f bras muscu ¿res y os componentes ex-
trace ulares de telido conectivo. Las membranas forman amp ios pl egues,
que perm ten una interd g tación entre las células y el tej do conect vo extra-
ceular. Estos p|egues perrniten ncrementar a superfice de a membrana
reduciendo el estrés mecánico al que está expuesta. Tambén colocan a a
membrana en un ángulo muy pequeño en relac ón con os vectores de fuer-
zas que actúan sobre el a, ncrementando las fuerzas de adhes ón de las cé u-
las a tendón. Sus propiedades mecán cas de elastic dad y v scosidad permi-
ten cierto grado transrnisión
de 1963; Ma¡,1972,
m uscu lotendlnosa (Auber, de energía al., 1 987; Ten
Nlir etmecánica la 1984;
dball, un ón
Trotter eta/., 1985; Woo, 1991)(Flq. 2).
;d ELTENDoN
La pr nc pal función de tendón consiste en transm tir la fuerza generada por
los múscuos para mover la artcuación, mantenendo en esta accón una
lim tada elongación. Por o general, se considera al tendón como una estruc
tura báscamente inerte; sn embargo, as nuevas investigaciones revelan
mú tip es funciones del tendón que amp Ían nuestra visión sobre esta estruc-
tura y confirman las observaciones sobre a continu dad de os mpu sos me
cán cos dentro del cuerpo, controlados por el sistema fasc al (Benjamtn et a/.,
1986; Blev ns, 1996; Cooper, 1990; Hurov, 1996).
La principal diferencia entre la estructura fascia del vientre muscular y a
porc ón tendinosa es la densidad y a organización de as f bras de co ágeno.
Las fibras de colágeno dei tendón son rnuy densas y están orientadas de
forma para ela (para más deta les, véase e capítu o sobre la h stología del
tej do conectivo). S n embargo, pueden cambiar su orientación a o argo de
su recorrido, colocándose en d ferentes ángulos, siempre respondiendo a los
requerimientos mecán cos. Esta prop edad hace que e tendón posea la ma
(31
str
yor fuerza de tensión de todos los telidos del cuerpo. Los tendones con unas
neces dades de baja carga de tensión muestran un¿ gran extensib lidad, Io
contrario ocurre con los tendones con aLta carga de tensión. El tendÓn se
compone cle epitenclón, endotendón, mesotendón (los tendonesporcon vaina
tendinosa) y de los vasos sanguíneos. Algunos tendones, como, eiernplo
los tendones cle los múscuLos flexores de la mano, están cubiertos también
por el paratencJón. lunto a una arquitectura adecuada de las fibras de coLáge-
no, otro punto mportante es la interacclÓn entre las fibras de colágeno y Las
de elastina, que proporcionan al tendón las particulares propiedades de vis
coe asticidad (Woo,1 991).
rl1
\" d rNsERcroN DEL TENDóN EN EL HUEso
La principal caracteristlca de esta reg ón es la capac dad para d s par las fuer-
zas tenslles y reducir al min mo la concentrac ón del estrés mecanico.
La unlón entre el tendón y el periost o representa un camblo muy part cu-
Lar, y constituye a estructura más complela del cuerpo desde e punto de
v sta biomecánico , según Azz) (Azzi, 200A), en el que a lo largo del recorrido
de 1 mm se produce la transformaclón de tel do blando en un tej do duro.
Todo ocurre en un proceso de cambios progres vos de transformac on gra
dual entre varios tipos de telidos desde as f bras de co ágeno, que se trans-
forman en f brocartilago, fibrocartílago minera izado y, finalmente, en hue
so; de esta forma se desarrolLa un área más espectalizada. La arqu tectura de
a flación del tej do blando en el hueso (tendón, igarnento o aponeurosis)
d f ere entre una estructura y otra, y también a veces entre un extremo y el
otro dentro de a misma estructura. Las insercones de los tendones en el
fi;
it
Ji
Fig.3. l\1 analizarlas fornas cle unión entrc l¡¡s n-rr'rsculos v los huesos' sc ilega
u l'" cle que cs prácticamerte imposible' al lealizar un¡ disección'
cltuanente el tcrLclón del hueso, especialmente el algunos grupos nuscLl-
"o,r"l,t"ió,t
scparar
la."s, cnrno, pol ejempLo, cn la jnserciól de los mlisr:ulos perolleos La estructul'a
i"i,""¿0" * "orllutt.lc col la dcl Irel iostio, folurando ula uliclad funcional
al.,
senca de Woo,
1969, fibras 1991).
Es importante, desde nuestro punto de vista, la pre
de Sharpey, que constituyen as estructuras anatón'ricas y
func ona es, extend éndose en forma de haces de colágeno desde el periostio
y otros telidos bandos, como, por ejemplo, los tendones y los igamentos,
perforando el hueso y extendiéndose, a través de Jas múJtiples laminillas su
perfrcialesde hueso, anclando en el periostio (Gelber et a/., 1960; Woo, 1991).
Esta continuacrón precisa de as estructuras de colágeno pone de manifiesto y
confirm¿ nuestra visión sobre a continuidad del s stema m ofascia (Figs. 4 y 5).
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,\ \,
Fig.4, Ilsercitin directa dcl tendón del músculo supraespinoso. Se inclican las
cuatro zonas de transición: (Tl tendón. (FC) librocar.tÍlago no calcilicado, [C-
F'Cl cartílago calcificado, (BJ hueso. [Reploducido con permiso de Bcnjamin M,
Evans EJ, Copp L: The histology of tendon attachmerts to bone in rran. /. ,4rcf
1986; 149:89-100, Cambridge University Press.)
-)'r
itJ1 * -,Í::
.' :.:.:...
F -SÉ
L *., -. .l{; Frl.-.* \ j.'1r .,:.:*r-¡'- ."
Fig, 5. Inscrción indirecta de1 ligamento colateral interno dc la ¡odilla del r;o-
ncjo. Se nuestra el ¡ecorrido paralelo de la fibras superliciales (P) al hueso [BJ
insertándose en e1 pcriostio. [Reproducido con per.miso de Woo SL y, Gómez
MA, Sites TJ, ef o1: The biomechanical and morphological changes in the me-
dial collateral ligamcnt of the rab[¡it after immobilizatio¡r and remobo]ization.
Bone Surg, 7gB7 ; 6SAr1200-1211.)
J Joitlt
t-l
L@ TEJIDO CONECTIVO INTRAMUSCULAR
El perimisio cubre los haces de f bras muscu ares y, uniéndo os, forma e
telido conectivo rnás abundante en el múscu o. Su pr ncipal componente es
e co ágeno de t po l, que se o(ganiza a lo argo de su recorr do. La compleja e
.Jü .:
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aa5E5 AI]ATO|¡ F O óG tA5 DL 5Ta¡r'tA FASa ¿
@
l
ascículo Perimisio
pr¡mario ril
Te¡dón
nterconectada red del perrm s o se encarga de conducir los vasos sangu neos
y los nerv os a os fascícu os musculares. De este modo, destaca e control de
a función nutriciona del perimisio. Su func ón mecánica no tiene menos
mportancia. El perimisio representa una lárnina móvi que, durante la con
tracc ón, permite al rnúsculo desl zarse dentro de su envo tura. S n participar
d rectarnente en el proceso de contr¿cc ón, está intimamente unido a é . Su
..1
t
-ir/- tens ón contribuye a l¿ tensiÓn del múscu o durante las contracciones excen-
tricas, protegiéndolo de los est r¿mlentos excesivos (Trotter,l 999)
j El ep¡misio, la tercera envoltura del telldo conectlvo, envueve todo el
múscuLo.
Epim¡s¡o
{*39
b_i
I
'.i',- nado), conro de su forma y deJ ánguLo de ubicación de las fibras (Bra nerd et
al., 1999). Estos factores podrían verse a terados por a restricción de sistema
fascia en cua quier¿ de los niveles de su estructura.
que
Cont
rodea nuando ycon
al músculo e anál
a cada susal,
uno sdefasc
s hay
componentes, sinoque
señalar que atambién
fascia no sólo
conec-
ta funcionalmente entre sí a un músculo con el otro. Al aceptar la definlción
anatómica de nombrar la fascra de, por ejemplo, músculo bíceps crura o e
músculo sernjtendrnoso, también hay que entender que estas <fascias> se
conectan una con a otrd y que, cornunicándose entre sí, constltuyen una
unidad func onal. No se debiera hablar pues de < as fascias>, sjno de una sola
fascia, un tejido so darro en todos los campos de la fisro ogía (Bienafa t, 1987).
, D}(t'' VISCEROFASCIA
Al aceptar esta forma de contemp ar La miofascia, se debe profund zar aún
más en nuestra visión sobre el sistema fasc a , considerando que no sóLo son
los músculos los que están rodeados e interconectados internamente y exter-
namente entre sí, a través de esta gran red del sistema fascial, s no que tam-
bién lo están otros componentes de nuestro organ smo corno, por ejernp o,
os vasos sanguíneos, as vísceras, los nervios o los huesos. El sistema fasc al
es brinda soporte e integridad estructura, defne su tarnaño y asegura el
correcto funconamiento, expandréndose hasta el segmento más ejano y
más pequeño del cuerpo. Los p anos fascia es actúan corno rut¿s de penetra-
ción de las terminaciones nerviosas y de los vasos sanguíneos hacia todos os
puntos del Tnúscu o. La fasc a puede unirse con las paredes de las venas o del
@
sister¡a l/nfático, actuando coTno una especie de (succionador) que co abo_ .)-
ra en e complejo proceso de la circulaclón. )í'
Este tipo de drspos ción permite obtener una coherencia de músculo, ¿l
re aciona ndo sus actividades tntrínsecas con las extrinsecas en cada ntvel cle ia .l,l
unrdad muscuiar y en la totalidad del complejo miofascial, y así también co-
nectar o con otros s stemas. Es lógtco pensar que estas proptedades de inter_
acción e integración impl can a todos los sistemas corpora es. E sistema v s-
cerofasc al, por elemplo, está intlmarnente unido, considerando su ub cació¡
anatóm ca, al sistema m ofascral. La integración entre los s stemas miofasctal
y v scerofascial se puede ana izar de diferentes modos, centránoose nuestro
interés en el análrsrs mecánico y neuroanatómlco.
J:,
Aorta Fascia endotorácica
FI
Fé
E-J
\ F¿scia tra¡sue,sa
Fig. 9, Relación csquemálica en una seccirin frontal a livel abdorninal. Obsér_
r,ense las relaciones entre 1a aorta. el diafragma. v la fascia lrans\¡crsa \i endolo_
i, ic¿. fDe CcllalJpt. t03 Ll
. El múscu1o cuadrado umbar se local za por detrás del colon, los r ño-
"l
@
órgano o en as estructuras de1 aparato ocomoror adyacentes (Bochenek,
1987, Robertson, 2001). ta expresión ampliamente ut lzada en osteopatÍa
<lgamentos viscera es>, para definir las estructuras de su sostén (Barra y
Merc er, 1989), define la particular forma de orientación y engrosamlento
ocal de la estructura fascia.
.J
)
L(97 urcno¡srRucruRA FAscrAL
El sistema fascial no es un sistema inerte que dependa, en su corrportam en-
to mecánico, penamente de Jos estímulos generados en otros sisten¡as,
como, por ejemplo, el sistema rnuscu ar. E aná isis de la microestructura fas-
ciaL reveLa que La fascra t ene v da propia, con capacidad para desarrol ar sus
propias reacciones y sus prop os movirnientos por a presencia de una abun-
dante red nerv osa, asícomo tamb én de numerosas cé ulas muscuLares lisas.
El s stema fascia está rlcamente inervado y posee una densa poblac ón de
meca norreceptores. Las lnvest gac ones sobre a m croestructura de la fasc a
revelan la presenc a de los receptores de Golgien el s sterna fasc al. Éste no es
nuevo, que es su presenc ¿
osdescubrimiento
un igamentos, las cápsu as sino
articu aresannpliarnente
y alrededor conocida
de las uniones muscu eno-
tendinosas. Sin embargo, solamente menos de un 10 % de los receptores de
cog seencuentraen os tendones (Schleip, 1989y2002).EL90% restante se
encuentra en la porción muscu ar de a un ón muscu otendinosa, en las cápsulas
articulares y en los ligamentos de las art culac ones periféricas (Schle p, 2002).
€_t
l/;2 P- L,ta¡, \ oo a DL 5 lI ¡
t\'¡ . El sequndo grupo está representado por os Órganos de Ruffini, que tam-
iii)/l bién responclen a los mpu sos entos y a las presiones sosten das Se acti-
varian pues con la apl cación de as profundas técnicas sostenidas (véase
¿l capítu o Pr ncipios de tratarniento y técnicas bás cas) aplicadas sobre os
tejiclos blandos. Es de gran interés La observac Ón de que Los receptores
de Ruffini se act van especia mente al aplicar las fuerzas tangentes y las
reaizadas en d reccón transversal (Kruger, 1987, citado en Scheip,
2002). Este tipo de estimulaclÓn de los corpúsculos de Ruffini disminuye
l¿ act v ciad del sistema nervloso s mpát co (Berg y C¿ pri, 1 999, citado
en Schleip, 2AO2),lo que podrÍa explicar el profundo efecto relaiante en
la apl cación de Las suaves y profundas técnicas sostenid¿s
. E tercer grupo está formado por las term nac ones I bres de fibras sens
tivas tipo lll (mielinicos) y lV (desmiel n zados) Son los receptores sen-
sitivos más abunclantes que transrnjten J¿ inforrnación sensitjva desde el
s stema miofasclal hacta el sistema nervloso central Estos receptores se
cJenominan receptares musculares intersttctales (Sch eip, 2002) Un
1O% de ellos, los de ttpo ll, está cub erto por una miel na muy de gada
desmie ini
zaclos y, comoel¡ecanorreceptores, responden
Sin embargo, restante 9070, los de t po V, son a areceptores
pres ón y a ]a tens Ón
mecán ca (MltchelLy Schmidt, 1977, c tados en Sch eip, 2002) Algunos
de el os, siendo receptores de bajo umbra , responden a un lmpu so
mecánlco extrernadamente suave, corno el de la fuerza de una pincela-
da. El estímulo mecánico de estos receptores puede generar una res-
puesta autónorna que se puede manifestar con camb os en los ritmos
cardiaco y respjratorlo, así como en eJ niveL de a presiÓn arter ¿l (Coote
y Pérez-Gonzáles, 1970, cltados en Schle p, 2002)
embargo, parece que l¿ fascia también tlene muscu atura propia (cé-
Sn
lulas muscul¿res lisas), lo que podría sugerir una capacidad de movlmiento
independ ente.
En sus investigaciones sobre La rnlcroestructura de la fascla de la plerna
(fascia crur s), eL conociclo anatomlsta a emán Prof J Staubesand, lunto con
su co aborador chino Li (SchLeip, '1989), encontró la presencia de:
o CéLulas musculares llsas a s adas (F q 10) Son denominadas, por algu-
nos investigaclores, miofibrob astos La razÓn de la presencia de estas
células es aparentemente funciona . Probab emente, e cuerpo seria ca-
paz de regular, a través cle ellas, e estado de <pretens Ón> funcional,
con el obletjvo cle a.lustar a fasc a a diferentes demandas de tono mus-
cular. Fsta func ón específica fue confirmada al observar La presencia de
/ii -:
y
BA5E5 ANATQI ¡ CAS F 5¡OLOG CA5 D:L STEtr'tA FA5a AL
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i.f '-*
$
l
do y regu ado por e estado del s stema nervloso autónomo, asi como
camb o a raíz de un estírnu o rr.recánico del sistema fascia
tarnbién e r un efecto sobre e sistema nervioso autónorno, en ge
podría produc
nera, y sobre todos os órganos regulados por é. Es una observación
cur osa que en el 82% de os casos ¿s perforaciones menclonadas co n-
cden con los puntos de a clásica acupuntura chna (Heinze, 1995).
t#:
@
sl'1..
ta:presencia de numerosos receptores en el sistema fascial, incluyendo
los receptores del dolor, podría enfocar la investigación del dolor relacio-
nado con la fibromialgia no sólo hacia el dolor registrado por los recepto-
res ubicados en el músculo, slno tamblén hacia el directamente prove-
t\
niente de Ia fascia. De esta forma, los procedimientos terapéuticos
directamente enlocados a tratamientos del sistema fascial podrían tener
un mayor valor lerapéutico del reconocido hasta ahora.
Fig. 13. El sistema fascial define espacios en los que se extienden los músculos,
los vasos sanguíneos y los nen'ios. [Fs: fascia supcrficial; Fp: fascia profunda;
\{i: rnembrana interósea; P: piel; Ta: tejido adiposo; Pe: periostio; To: tejiclo
n.r'o: Tm: toj.do mu.cuiar.l
r41-i
I
))l
Fmda _
(Cl: clavÍcula: As: aponeurosis superficial; Fclp: fascia ciavipectoral; Pvn: pa-
qucte vasculonervioso definidc¡ por el sistcma fascial; Fmpm: fascia del múscu
lo pectoral menor; Fmda: Iascia clel mrisrrrrlo dorsal ancho: Ivltma: nrírsct¡lo re-
clonclo ma¡ror; Mrme: rnÍtsculo reclondo mcnol; Ms: músculo subescapular; Mi:
nrúsculo infraespinoso; Mcl: múscuio deLtoides.)
Fig. 15, Cofte transversal anivel delbrazo. (Redibujado con modificaci ones de
Paoletti, publicado con pelmiso dcl autor, Edilorial Sullv Editions, 1998 ) (Mbbr
músculo bíceps braquial; Fs; fascia superficial; Nmc: nervio musculocutáneo;
Nc: ncrvio cubital; Mtb: mrist:ulo tríceps braquial; Mb: músculo braquial.J
¡ .rt
@
.t,1-
t.
b-¡
14?
Fig. 19. Corte transversal en la pielna. (Red ibuiado con mo dificaciones de Pao-
letti, publicado r:on permiso del autor. Editorial Suil¡' Editions, 1ssB.) (Fs: fas-
cia superficial; Tie: tabique inlermuscular oxtelno; Tiai tabique intelmuscular
anterior; Ti: tabique interóseo..)
Fps
Fig. 21. Corte transversal a nivel de C6. (Redibujado con modificaciones de Pao-
letti. publicado con pelmiso del autor. Editorial Sully Editions, 1998.) (Fr:p: fas-
cia cervicai profuncla; Fcm: fascia cervical intermedia; Fr;s: fast;ia cervical su-
perlicial.J
,'-11
&)-J
-)
. L (7 rrroo coNJUNTrvo DEL srsrEMA NERvroso
{"-
El comportamiento de s stema fascra está íntirnamente unldo a la fisiología
de sistema nervioso. E tej do conectivo rodea todos sus cornponentes, br n
dándoles la protección mecán ca y asegurando su estab lidad en os desplaza-
mientos aterales. Partcipa tan¡brén en el proceso nutrcional (Bochenek,
1 987; Best y Tay o( , 1911 , Go ab, 1 990).
Epineuro
Perineuro
Endoneuro
Endoneuro
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r se considera que cada movlm ento espac al de las extremidades, e tronco, o
el cambro en e funcionamento de cua quier órgano lnterno lev¿ consgo
camb os en a ong tud, el grosor y la tens ón, no só o de os músculos, tendo-
$ nes y lgamentos, s no también, colocados fuera de Los ejes de los menc on¿-
dos movirnientos, de os nervios y los vasos sanguineos. Todos estos cambios
con levan una respuesta del sistema nervioso en el proceso de aceptacrón y
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Fig. 25. La orientaciór.r de las fibr.as colágenas determina la capacidacl de novi_
miento de las estructuras neur.ológicas. La imagel clemuestrala orientación clc
las fibras en la piamadre, permitiéndole Licrto grado de estiramicnto v cle com
prcsion. lSegrln Brr Ipr. tggi.)
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Membrana dural
Hoz del cerebro
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Sigu endo esta observac ón, se puede concluir que os mov mientos
de las membranas intracraneales se pueden reg strar también en el sa-
cro. F camb o de tensrón en las membranas en un extremo DUecle ob-
Cuerpos Foramen
veriebrales
C2yC3
Canal medular
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. Inserclones posteriores:
- Protubrerancia occ p tal nterna.
Cana sagital del hueso occipital.
. nserc ones superiores:
- Cara nterna de los huesos fronta , par eta y occipital, a lo argo de la
sutura sag tal y la línea rnedia.
. nserc ones inferiores:
Tienda de cerebelo.
. Senos venosos relacionados:
Seno sag talsuperior, formado por el desp egamiento de as nsercio-
nes a io argo de la sutura sag ta .