Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Los actos que se producen en el desarrollo del proceso tienen una finalidad o un objetivo
determinado (Finalidad concreta: Resolver un conflicto de intereses o eliminar una
incertidumbre jurídica, ambas con relevancia jurídica. Finalidad abstracta: lograr la paz social en
justicia).
Habrá infracción de los fines del proceso, dando lugar a decisiones injustas e ilegales (Son los
denominados errores in indicando o errores de fondo), en los siguientes casos:
Habrá también infracción de formas esenciales del procedimiento, que infringen las normas que
garantizan el derecho al debido proceso (Son los denominados errores in procedendo o errores
de forma), en los siguientes casos:
Resumiendo, el acto de juzgar en su acepción más amplia, visto con sencillez, sólo es un acto
humano y, por lo tanto, pasible de error. Siendo así, es necesario que tal acto sea corregido; y
para ello puede ser revisado por otros seres humanos, teóricamente, en mejor aptitud para
apreciar la bondad de la decisión impugnada, para confirmarla, o los defectos de la decisión,
para revocarla o anularla.
Por lo tanto, el error es el fundamento de la impugnación procesal, pues lo que se busca con
este instituto es conceder a las partes la posibilidad de impugnar, cuestionar, un acto procesal,
denunciando un error, a fin que éste sea corregido. En el fondo, lo que se pretende con los
medios impugnatorios, es satisfacer una aspiración de justicia que tiene un justiciable, si se ha
producido un error in indicando, en el que el principio de inmutabilidad de las resoluciones
judiciales (que es el fundamento de la cosa juzgada, derivado de la necesidad de certeza para la
estabilidad de las relaciones jurídicas) deberá ceder ante la posibilidad de una resolución judicial
injusta.
Teniendo en claro este punto, debemos analizar en primer orden al error en el proceso (in
procedendo) que consiste en el apartamiento o quebrantamiento de las formas procesales
establecidas, afectando la validez (formal) de la sentencia. Es así que cuando exista un vicio en
la forma en donde no se siguió el procedimiento prescrito en la norma, es que estamos ante
la facultad nulificante del órgano revisor, cuyo efecto es que se retrotraiga los actuados hasta
el vicio procesal, considerando el acto sin efecto jurídico alguno; es decir, el acto existirá en los
hechos, pero será como si el ordenamiento diga que nunca ha existido y deba el juez de primera
instancia volver a emitir un pronunciamiento para remediar el vicio incurrido.
Distinto es el error en el derecho (in judicando), siendo este considerado como un error de
fondo, de interpretación o subsunción de una norma para con un hecho; este error puede
producirse ante una norma de derecho material y también ante una norma de derecho procesal;
rompiendo por tanto con el esquema clásico que el error de derecho procesal sea exclusivo al
error in procedendo. Asimismo, el error en el derecho abarca el error de hecho, que es cuando
se ha dado una interpretación diferente a las pruebas actuadas en el proceso.
Cuando se dice que la sentencia tiene un error in iudicando el órgano revisor está facultado
para revocar la resolución impugnada y reformarla mediante un nuevo acto que sustituirá al
acto impugnado. Sin embargo, resulta complejo para el órgano revisor establecer si está ante
un error in procedendo o un error in iudicando; siendo importante diferenciar claramente uno
de otro para que la decisión sea correcta y no sea reenviada al inferior en grado para que
subsane el error cuando le corresponde al grado superior realizarlo.
El análisis de un error in iudicando se hace transcendental porque se confunde mucho; por
ejemplo, la interpretación de una norma procesal con el error en el proceso; asimismo, se
confunde el error de hecho como un error in cogitanto o error en la motivación; de igual forma,
la discrepancia entre el juez de primera instancia y el superior en grado respecto a la
interpretación de una norma sustantiva o adjetiva también es confundida como una resolución
inmotivada cuando en realidad no lo es; debiendo el órgano revisor resolver el fondo de la
impugnación y no declarar su nulidad para que el inferior realice una labor que no le
corresponde, dilatando el trámite del proceso innecesariamente.