Está en la página 1de 19

Emilia del Rocio Estrada Garcia

DE LOS
JUICIOS
CONTENCIOS
OS
PROCEDIMIENTOS CONTENCIOSOS Y FISCALES II
Juan Ismale de la Cruz Dominguez
Juicio Contencioso Administrativo
Los particulares afectados por actos o resoluciones definitivas
dictados por autoridades fiscales federales, como por ejemplo, que
determinen un crédito fiscal, que nieguen la devolución de impuestos
o que resuelvan recursos administrativos, entre otros, tienen a su
disposición el juicio contencioso administrativo o juicio de nulidad, el
cual es un medio de defensa jurisdiccional que se interpone ante el
Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA).

A diferencia del recurso de revocación, ya no será la propia autoridad


que emitió el acto, la que revisará y resolverá sobre la validez o
nulidad de este. En el juicio contencioso administrativo, es el Tribunal
Federal de Justicia Administrativa, que de forma imparcial resolverá
las controversias entre el particular y la autoridad fiscal.
El demandante podrá presentar la demanda y los documentos que a
ella adjunte en la vía tradicional, por escrito, ante la sala regional
competente del Tribunal Federal de Justicia Administrativa o bien, en
línea a través del Sistema de Justicia en Línea, debiendo señalar el
medio elegido, el cual no podrá variarse durante el procedimiento.

Admitida la demanda se correrá traslado de esta al demandado quien


deberá presentar el escrito de contestación junto con los documentos
anexos dentro del término que dispone la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo.

La demanda se podrá ampliar en los supuestos y en los plazos que


establece que establece la ley. El demandado presentará ampliación
a la contestación de la demanda. Tanto la ampliación a la demanda
como la ampliación a la contestación a la demanda, irán
acompañadas de documentos, tales como pruebas o cuestionarios a
peritos, entre otros.
Iniciado el juicio, el Magistrado Instructor podrá decretar la suspensión
de la ejecución del acto impugnado, así como las medidas cautelares
positivas necesarias conforme a los procedimientos previstos en la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo.
El Magistrado Instructor después de concluida la sustanciación del
juicio y/o si no existe ninguna cuestión pendiente que impida su
resolución, notificará a las partes para que formulen alegatos, los
cuales serán considerados al momento de dictar sentencia. Ahora
bien, independientemente de que se presenten o no alegatos,
quedará cerrada la instrucción del juicio y empezarán a correr los
plazos para pronunciar sentencia.
La sentencia del Tribunal se fundará en derecho y resolverá sobre la
pretensión del actor que se deduzca de su demanda en relación con
la resolución impugnada.

Improcedencia del Juicio Contencioso Administrativo


La Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo,
establece los supuestos que se enuncian a continuación, bajo los
cuales el juicio contencioso administrativo no procede ante el Tribunal
Federal de Justicia Administrativa. Así tenemos que el juicio no
procede en los casos, por las causales y contra los actos siguientes:

•Que no afecten el interés jurídico del demandante


•Que no le competa conocer al Tribunal
•Cuando hayan sido materia de sentencia pronunciada por el Tribunal
•Cuando hubiere consentimiento
•Que sean materia de un recurso o juicio que se encuentre pendiente
de resolución ante una autoridad administrativa o ante el propio
Tribunal
•Que puedan impugnarse a través de un recurso o medio de defensa,
con excepción de aquellos cuya interposición sea optativa
•Conexos a otro que haya sido impugnado
•Que hayan sido impugnados en un procedimiento judicial
•Contra reglamentos
•Cuando no se hagan valer conceptos de impugnación
•Cuando no existe la resolución o el acto impugnado
•Que puedan impugnarse en los términos de la Ley de Comercio
Exterior
•Dictados por la autoridad administrativa para dar cumplimiento a la
decisión que emane de los mecanismos alternativos de resolución de
controversias a que se refiere la Ley de Comercio Exterior
•Que sean resoluciones dictadas por autoridades extranjeras
•Cuando la demanda se hubiere interpuesto por la misma parte y
contra el mismo acto por dos o más ocasiones
•Los demás que establezca la ley

Sobreseimiento del Juicio


Contencioso Administrativo

El sobreseimiento consiste en la finalización del juicio antes


de su terminación normal debido a la falta de alguno de sus
elementos constitutivos, lo que trae como consecuencia la
extinción de la acción por lo que no será posible legalmente
iniciar un nuevo juicio sobre la misma acción.

Según la Ley Federal de Procedimiento Contencioso


Administrativo, procede el sobreseimiento del juicio
contencioso administrativo:

⇒Por desistimiento del demandante


⇒Cuando durante el juicio sobrevenga alguna de las
causales de improcedencia
⇒En el caso de que el demandante muera durante el juicio
si su pretensión es intransmisible o si su muerte deja sin
materia el proceso
⇒Si la autoridad demandada deja sin efecto la resolución o
acto impugnados, siempre y cuando satisfaga la pretensión
del demandante
⇒Si el juicio se queda sin materia
⇒En los demás casos que disponga la ley
Nota aclaratoria: Los supuestos previstos tratándose del
juicio contencioso administrativo son diversos y su
configuración en la realidad puede variar y por ende dar
lugar a consecuencias jurídicas distintas. Lo mencionado en
este espacio es de carácter meramente informativo e
ilustrativo.
I. ¿En qué consiste la demanda contencioso-
administrativa?
La demanda contencioso-administrativa es, como se le denomina en
la práctica, uno de los escritos, junto con el de contestación a la
demanda, rectores del procedimiento.

La demanda contencioso-administrativa es el escrito en el que, en


definitiva, la parte recurrente debe consignar, con la debida
separación: los hechos, los Fundamentos de Derecho y las
pretensiones que entable. Se trata del escrito en el que se ejercitan
las acciones de las partes ante el órgano jurisdiccional.

En la demanda contencioso-administrativa quedan retratadas todas


nuestras pretensiones, esto es, lo que queremos obtener con la litis.
Es esencial en el procedimiento y por ello, debe plantearse de forma
clara y precisa, separando y sin entremezclar hechos, fundamentos y
pretensiones. Esto debe ser así no únicamente porque un escrito
sencillo, claro y directo, tiene parte del partido ganado, sino porque en
el contencioso, también existe una figura denominada demanda
defectuosa.

II. ¿Qué es la demanda defectuosa en


contencioso-administrativo?

Sencillamente es una figura que califica aquella demanda


contencioso-administrativa en la que se advierte falta de
claridad o determinación de las partes en la petición o
peticiones que se deduzcan. La jurisprudencia sobre esto
es bastante copiosa y ha determinado que existe este
defecto, cuando, entre otras cosas, se omiten de manera
total o parcial, los hechos o Fundamentos de Derecho, o
cuando hay omisión o falta de claridad en el suplico. Es
cierto que, en esta tesitura, y en este orden, predomina
generalmente el principio antiformalista para tratar de dar
mayor vuelo a esa tutela judicial efectiva, pero eso no quita
que en nuestros escritos de demanda se separen, con
mayor cautela y precisión, los hechos, los Fundamentos de
Derecho y el suplico, delimitándolos con total claridad y fina
cirugía.

Y es que como decíamos, debe realizarse una demanda


contencioso-administrativa de ese porte, con claridad, con
unos buenos hechos trabajados y con unos fundamentos en
los que, por supuesto, y esto en la práctica, la verdad es
que no dejará de sorprendernos, no cabe remitirse a la
mera cita de los artículos que creamos de aplicación ni
tampoco como Fundamentos de Derecho.
Los Fundamentos de Derecho hay que razonarlos, hay que
explicar por qué son de aplicación al caso, por qué tienen
encaje y cómo fraguan en los hechos que hemos relatado.
Esa es la gracia de unos buenos Fundamentos de Derecho.
Sin embargo, digo que no dejará de sorprendernos porque
abundan demandas en las que, como Fundamentos de
Derecho, se citan artículos al “tuntún” o se remite a ese
principio de iura novit curia, en la creencia en la que el juez
debería resolver conforme a mejor sepa en derecho.
Nuestro escrito de demanda tiene que ser ese ejercicio de
fina cirugía, sobre todo en el procedimiento contencioso-
administrativo, que se trata de un terreno muy farragoso con
los múltiples ámbitos sobre los que se extiende. Luego
entonces, este escrito de demanda tiene que ser un claro
ejemplo de precisión y de claridad.

III. Naturaleza y finalidad de la demanda contencioso-


administrativa
Tal y como adelantamos, el escrito de demanda y el de
contestación, son elementos esenciales del procedimiento
contencioso-administrativo. Son los actos procesales en los
que las partes exponen y sustentan sus pretensiones en
relación con el acto, disposición o actuación de la
Administración, objeto de impugnación.

La demanda y su contestación encuentran su regulación en


los artículos 52 al 57 de la Ley 29/1998, de 13 de julio,
reguladora de la Jurisdicción Contenciosa-Administrativa
(en adelante, la LJCA).

IV. Cómo redactar una demanda contencioso-


administrativa

Atendiendo a lo expuesto anteriormente, las demandas en


el orden contencioso-administrativo, tal y como dispone la
LJCA en su artículo 56, deben contener separadamente los
hechos, los Fundamentos de Derecho y las pretensiones
que desean hacer valer en el procedimiento. Es por ello,
que, en primer lugar, la demanda contencioso-
administrativa deberá contar con la siguiente estructura:

 Encabezamiento: en el que se debe identificar las


partes, tanto demandante como demandado, la
identificación del Abogado y el Procurador en su caso,
se apelará la autoridad ante la que se presenta la
demanda y se realizará una breve exposición de la
pretensión del recurso.

 Los hechos de la demanda. Se trata del elemento más


importante del escrito, donde se deben exponer de
manera clara y ordenada los hechos que resultan
jurídicamente relevantes.

 Los Fundamentos de Derecho es donde defendemos


nuestros hechos desde el punto de vista jurídico. Para
ello, no nos limitaremos a la mención de las normas
del derecho sustantivo y procesal, y a la invocación
del principio iura novit curia, sino que debemos
razonarlos y explicar por qué son de aplicación al
caso los artículos referidos, por qué tienen encaje y
cómo se fraguan en los hechos que hemos relatado.

 Y, por último, el suplico de la demanda que es


definitivamente la más importante. En ella debe
aparecer, resumida y claramente identificados qué es
lo que se está pidiendo y cuál es la pretensión u
objetivo del procedimiento.
V. Consejos útiles de cómo debe ser la redacción de la
demanda contencioso-administrativa

Con la experiencia, nos hemos dado cuenta de que la mejor


técnica para redactar una buena demanda contencioso-
administrativa es ser conciso y claro. Asimismo, la LJCA
nos permite aportar, junto a la misma, toda la
documentación relevante que nos permita esclarecer mejor
los hechos.

Es habitual, que los abogados en la redacción de


la demanda contencioso-administrativa abusen de una
retórica muy elaborada, es decir, que entren en gran detalle
en la descripción de los hechos o que pequen de
reiterativos. Todo lo anterior resulta en demandas muy
tediosas, que hacen complejo para el Juez y para la otra
parte entender qué es lo que se pide, y, además, se le
facilita a ésta última retorcer los hechos para emplearlos en
nuestra contra. Es por ello que, desde nuestro punto de
vista, el lenguaje debe ser simple y claro, procurando
exponer todo lo que se considere relevante para el
procedimiento, de la manera más concisa para facilitar su
lectura. Debemos tener presente, a la hora de redactar
una demanda contencioso-administrativa, que el Juez
lleva muchos procedimientos simultáneamente, por lo que
cuanto más claro se lo expongas y más sencillo sea para él
leerlo, mejor para satisfacer tus pretensiones.

Asimismo, desde nuestra experiencia, consideramos


recomendable estructurar los hechos y los Fundamentos de
Derecho en epígrafes con un título, un resumen y un
enunciado que permita identificar al lector de qué va la
historia. Esto parece absurdo, pero la realidad es que
facilita mucho la labor de comprensión de una demanda
contencioso-administrativa.

En muchas ocasiones, es recomendable emplear incluso un


epígrafe de “previo” que nos permita aportar un resumen
sobre el contenido de la demanda y que nos sirva como
referencia o punto de partida para entender de qué va a ir el
asunto.
VI. Plazo de formulación de la demanda y la
contestación

Debemos tener en cuenta, en primer lugar, que la demanda


no es el primer escrito que se formaliza en un procedimiento
contencioso-administrativo, sino que se realiza en
momentos procesales posteriores, una vez presentado,
también por la parte recurrente, el escrito de interposición y
la remisión por parte del Letrado de la Administración de
Justicia del expediente administrativo.

El artículo 52 de la LJCA indica que, cuando se ha recibido


el expediente administrativo en el juzgado o tribunal
competente, y se ha comprobado y completado los
emplazamientos por el Letrado de la Administración de
Justicia, se remite el expediente al recurrente para que, en
el plazo de veinte días, formule la demanda contencioso-
administrativa.

Asimismo, señala la LJCA que en el caso de que la


demanda no fuera presentada en el plazo de veinte días
antes mencionado, el juzgado o tribunal, mediante auto,
declarará la caducidad del recurso. No obstante, si el escrito
de demanda se presentase dentro del día en el que se
realiza la notificación del auto, ésta se entenderá admitida.

En ocasiones puede suceder que el expediente


administrativo no sea remitido en el plazo concedido para
ello, en dicho caso se podrá pedir que se formalice la
demanda, bien a instancia de parte o bien de oficio por el
Letrado de la Administración de Justicia.

No obstante, si después de que la parte demandante


hubiera formalizado la demanda, se remitiese el
correspondiente expediente administrativo, el Letrado de la
Administración de Justicia lo comunicará a las partes, para
en el que plazo de diez días efectúen las alegaciones
complementarias que resulten convenientes.

Una vez se presente la demanda contencioso-


administrativa, el Letrado de la Administración de Justicia
dará traslado de ésta junto con el expediente administrativo
a las partes demandantes, para que, en el plazo de veinte
días, formulen la contestación a la demanda.
CONTESTACION DE LA
AUTORIDAD
ARTÍCULO 19. Admitida la demanda se
correrá traslado de ella al demandado,
emplazándolo para que la conteste dentro de
los treinta días siguientes a aquél en que
surta efectos el emplazamiento.
El plazo para contestar la ampliación de la demanda será
de diez días siguientes a aquél en que surta efectos la
notificación del acuerdo que admita la ampliación. Si no se
produce la contestación en tiempo y forma, o ésta no se
refiere a todos los hechos, se tendrán como ciertos los que
el actor impute de manera precisa al demandado, salvo que
por las pruebas rendidas o por hechos notorios resulten
desvirtuados.
Párrafo reformado DOF 13-06-2016

Cuando alguna autoridad que deba ser parte en el juicio


no fuese señalada por el actor como demandada, de oficio
se le correrá traslado de la demanda para que la conteste
en el plazo a que se refiere el párrafo anterior.

Cuando los demandados fueren varios el término para


“treinta días
contestar les correrá individualmente. siguientes a aquél
Las dependencias, organismos o autoridades cuyos en que surta
actos o resoluciones sean susceptibles de impugnarse ante efectos el
el Tribunal, así como aquéllas encargadas de su defensa en
el juicio y quienes puedan promover juicio de lesividad, emplazamiento.”
deben registrar su dirección de correo electrónico
institucional, así como el domicilio oficial de las unidades
administrativas a las que corresponda su representación en
los juicios contencioso administrativos, para el efecto del
envío del aviso electrónico, salvo en los casos en que ya se
encuentren registrados en el Sistema de Justicia en Línea.
Párrafo adicionado DOF 13-06-2016

ARTÍCULO 20.- El demandado en su contestación y en


la contestación de la ampliación de la demanda, expresará:

I. Los incidentes de previo y especial pronunciamiento a


que haya lugar.

II. Las consideraciones que, a su juicio, impidan se emita


decisión en cuanto al fondo o demuestren que no ha nacido
o se ha extinguido el derecho en que el actor apoya su
demanda.

III. Se referirá concretamente a cada uno de los hechos


que el demandante le impute de manera expresa,
afirmándolos, negándolos, expresando que los ignora por
no ser propios o exponiendo cómo ocurrieron, según sea el
caso.

IV. Los argumentos por medio de los cuales se


demuestra la ineficacia de los conceptos de impugnación.

V. Los argumentos por medio de los cuales desvirtúe el


derecho a indemnización que solicite la actora.
VI. Las pruebas que ofrezca.

VII. En caso de que se ofrezca prueba pericial o


testimonial, se precisarán los hechos sobre los que deban
versar y se señalarán los nombres y domicilios del perito o
de los testigos. Sin estos señalamientos se tendrán por no
ofrecidas dichas pruebas.

ARTÍCULO 21.- El demandado deberá adjuntar a su


contestación:

I. Copias de la misma y de los documentos que


acompañe para el demandante y para el tercero señalado
en la demanda.

II. El documento en que acredite su personalidad cuando


el demandado sea un particular y no gestione en nombre
propio.

III. El cuestionario que debe desahogar el perito, el cual


deberá ir firmado por el demandado.

IV. En su caso, la ampliación del cuestionario para el


desahogo de la pericial ofrecida por el demandante.

V. Las pruebas documentales que ofrezca.

Tratándose de la contestación a la ampliación de la


demanda, se deberán adjuntar también los documentos
previstos en este artículo, excepto aquéllos que ya se
hubieran acompañado al escrito de contestación de la
demanda.

Para los efectos de este artículo será aplicable, en lo


conducente, lo dispuesto por el artículo 15.

Las autoridades demandadas deberán señalar, sin


acompañar, la información calificada por la Ley de
Comercio Exterior como gubernamental confidencial o la
información confidencial proporcionada por terceros
independientes, obtenida en el ejercicio de las facultades
que en materia de operaciones entre partes relacionadas
establece la Ley del Impuesto sobre la Renta. La Sala
solicitará los documentos antes de cerrar la instrucción.

ARTÍCULO 22.- En la contestación de la demanda no


podrán cambiarse los fundamentos de derecho de la
resolución impugnada.

En caso de resolución negativa ficta, la autoridad


demandada o la facultada para contestar la demanda,
expresará los hechos y el derecho en que se apoya la
misma.
En la contestación de la demanda, o hasta antes del
cierre de la instrucción, la autoridad demandada podrá
allanarse a las pretensiones del demandante o revocar la
resolución impugnada.

ARTÍCULO 23.- Cuando haya contradicciones entre los


hechos y fundamentos de derecho dados en la contestación
de la autoridad federativa coordinada que dictó la resolución
impugnada y la formulada por el titular de la dependencia u
organismo desconcentrado o descentralizado, únicamente
se tomará en cuenta, respecto a esas contradicciones, lo
expuesto por éstos últimos.
NEGATIVA FICTA
La doctrina considera que la negativa ficta es una
ficción legal, por la que, al silencio de la autoridad en
un determinado tiempo, para dar respuesta a la
instancia o petición formulada por algún gobernado, se
le atribuye el significado de resolución desfavorable a
lo solicitado por dicho particular, para el efecto de
estar en posibilidad de promover en su contra el juicio
contencioso administrativo. Entendida así la resolución
negativa ficta, para que esta institución se configure en
términos de la fracción IV del dispositivo 29 de la Ley
de Justicia Administrativa del Estado, se necesitan tres
elementos: a) La existencia de una petición o instancia
que el gobernado haya presentado ante la autoridad
administrativa o fiscal correspondiente b) El silencio de
la autoridad para dar respuesta a la petición o
instancia planteada por el particular, y c) El transcurso
de sesenta días hábiles sin que la autoridad notifique
al gobernado la contestación de la petición o instancia,
salvo que la ley especial señale otro plazo.
Acreditados que sean los referidos elementos de
existencia de la resolución negativa ficta, en el juicio
administrativo o fiscal hecho valer, es procedente que
las Salas del Tribunal de lo Contencioso Administrativo
entren al análisis de los conceptos de invalidez que se
hayan invocado en contra de la misma.

También podría gustarte