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C2 Junta:

El Derecho
Administrativo
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TABLA DE
CONTENIDOS

1. El Derecho Administrativo

1.1. Fuentes del Derecho Administrativo. 1.3. El principio de competencia.


1.2. Principio de jerarquía normativa.

2. La Ley

2.1. Concepto y clases. 2.5. Leyes orgánicas.


2.2. Entrada en vigor, derogación e irretroactividad 2.5.1. Materias reservadas a la Ley Orgánica.
de las leyes. 2.6. Leyes ordinarias.
2.3. El principio de reserva de ley. 2.6.1. Clasif icación de leyes ordinarias.
2.4. Órganos que las elaboran.

3. Disposición con fuerza de ley

3.1. Decretos legislativos. 3.2. Decretos-Leyes.


3.1.1. Fundamento. 3.2.1. Fundamento
3.1.2. Requisitos de la delegación. 3.2.2. Ámbito de aplicación.
3.1.3. Modalidades. 3.2.3. Revisión parlamentaria.

4. El Reglamento

4.1. Características. 4.4. La potestad reglamentaria.


4.2. Naturaleza del reglamento. 4.4.1. Justif icación de la potestad reglamentaria
4.3. Clases de Reglamentos. 4.4.2. Fundamentos de la potestad reglamen-
4.3.1. Según el órgano que lo dicta. taria.
4.3.2. Según su rango jerárquico. 4.4.3. Límites de la potestad reglamentaria.
4.3.3. Según su contenido.
4.3.4. Según su posición respecto a la Ley.
4.3.5. Según sus destinatarios.

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TABLA DE
CONTENIDOS

5. Los Actos Administrativos

5.1. Caraterísiticas. 5.3. Elementos del Acto Administrativo.


5.2. Clasif icación de los actos administrativos 5.3.1. Elemento subjetivo.
5.2.1. Según el órgano de los que emana el acto. 5.3.2. Elemento objetivo o contenido.
5.2.2. Según el modo de exteriorizarse. 5.3.3. Finalidad del acto.
5.2.3. Según su contenido. 5.3.4. Forma de los actos.
5.2.4. Según su lugar en el procedimiento 5.4. La competencia administrativa.
administrativo. 5.4.1. Tipos de competencias administrativas.
5.2.5. Según la extensión de sus efectos a los 5.4.2. Decisiones sobre competencia.
destinatarios.
5.2.6. Según la posibilidad de recurrir en vía
contencioso-administrativa.
5.2.7. Según la potestad ejercitada al dictarlos.

6. La motivación, la notificación y la publicación

6.1. Motivación. 6.2.3. Práctica de las notif icaciones a través de


6.2. Notif icación. medios electrónicos.
6.2.1. Condiciones generales para la práctica de 6.2.4. Notif icación inf ructuosa.
las notif icaciones. 6.3. Publicación.
6.2.2. Práctica de las notif icaciones en papel.

7. Eficacia y validez de los actos administrativos

7.1. La ef icacia de los actos. 7.2. Suspensión de la ejecución. (Artículo 117)


7.1.1. Inderogabilidad singular. (Artículo 37) 7.3. Efectos. (Artículo 39)
7.1.2. Ejecutividad. (Artículo 38) 7.4. Supuesto especial de ef icacia: El silencio
7.1.3. Ejecutoriedad. (Artículo 98) administrativo.
7.1.4. Ejecución forzosa. (Artículo 99) 7.5. El régimen de invalidez de los actos
7.1.5. Medios de ejecución forzosa. (Artículo 100) administrativos.
7.1.6. Apremio sobre el patrimonio. (Artículo101)
7.1.7. Ejecución subsidiaria. (Artículo 102)
7.1.8. Multa coercitiva. (Artículo 103)
7.1.9. Compulsión sobre las personas. (Artículo
104)
7.1.10. Prohibición de acciones posesorias.
(Artículo 105)

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TABLA DE
CONTENIDOS

8. Revisión, anulación y revocación

8.1. Nulidad y anulabilidad. 8.2. Revisión de of icio.


8.1.1. Nulidad de pleno derecho. (Artículo 47) 8.2.1. Artículo 106. Revisión de disposiciones y
8.1.2. Anulabilidad. (Artículo 48) actos nulos.
8.1.3. Límites a la extensión de la nulidad o 8.2.2. Artículo 107. Declaración de lesividad de
anulabilidad de los actos. (Artículo 49) actos anulables.
8.1.4. Conversión de actos viciados. (Artículo 50) 8.2.3. Artículo 108. Suspensión.
8.1.5. Conservación de actos y trámites. (Artículo 8.2.4. Artículo 109. Revocación de actos y
51) rectif icación de errores.
8.1.6. Convalidación. (Artículo 52). 8.2.5. Artículo 110. Límites de la revisión.
8.2.6. Artículo 111. Competencia para la revisión
de of icio de las disposiciones y de actos
nulos y anulables en la Administración
General del Estado.

9. Los recursos administrativos

9.1. Objeto y clases. (Artículo 112) 9.9. Tipos/Clases de recursos administrativos.


9.2. Fin de la vía administrativa. (Artículo 114) 9.9.1. Recurso de Alzada. (Artículo 121)
9.3. Interposición de recurso. (Artículo 115) 9.9.2. Recurso Potestativo de Reposición.
9.4. Causas de inadmisión. (Artículo 116) (Artículo 123)
9.5. Suspensión de la ejecución. (Artículo 117) 9.9.3. Recurso extraordinario de revisión.
9.6. Audiencia de los interesados. (Artículo 118) (Artículo 113)
9.7. Resolución. (Artículo 119) 9.9.4. Recurso Contencioso-Administrativo.
9.8. Pluralidad de recursos administrativos.
(Artículo 120)

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1. El Derecho Administrativo

Cuando hablamos del Derecho Administrativo, debemos entenderlo como la rama el derecho público que regula la activi-
dad de la Administración Pública y su relación con la ciudadanía. Es decir, está edif icado en torno a la idea de que la Admin-
istración debe estar sometida a la Ley, deduciéndose de ello que está vertebrada por el principio de legalidad y principio de
estatalidad, que es la primacía del Derecho Estatal.

Es considerado como una de las ramas fundamentales de cualquier Estado de Derecho en el que debe organizar el cuerpo
orgánico del Estado. Tanto es así que el Derecho Administrativo no es más que el conjunto de normas jurídicas que regula la
organización y el funcionamiento de las Administraciones Públicas y las relacionadas de la ciudadanía y entidades privadas
con ellas.

Por todo ello, permite que las Administraciones Públicas cuenten con una serie de poderes limitados, denominados potes-
tades administrativas, orientadas a satisfacer los intereses generales tanto de la ciudadanía como de las instituciones del
Estado. En este caso, podemos hablar de la potestad reglamentaria para dictar normas jurídicas subordinadas a las leyes o
la potestad tributaria, la cual se ocupa de exigir a la ciudadanía y empresas el pago de unas tasas para poder prestar servi-
cios públicos.

Ante esta af irmación, no podemos dejar a un lado lo recogido en el artículo 103.1 de la Constitución Española, estableciendo
en el primer apartado que “La Administración Pública sirve con objetividad los intereses generales y actúa de acuerdo con
los principios de ef icacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y coordinación, con sometimiento pleno a la ley y
al Derecho”.

De igual modo, también hay que tener presente la af irmación reconocida en el artículo 3.1 de la Ley 40/2015, de 1 de octu-
bre, de Régimen Jurídico del Sector Público, en el que establece que las Administraciones Públicas sirven con objetividad
los intereses generales y actúan de acuerdo con los principios de ef icacia, jerarquía, descentralización, desconcentración y
coordinación, con sometimiento pleno a la Constitución, a la Ley y al Derecho. Para ello, deberán respetar en su actuación
y relaciones los siguientes principios:
▶ Servicio efectivo a los ciudadanos.
▶ Simplicidad, claridad y proximidad a los ciudadanos.
▶ Participación, objetividad y transparencia de la actuación administrativa.
▶ Racionalización y agilidad de los procedimientos administrativos y de las actividades materiales de gestión.
▶ Buena fe, conf ianza legítima y lealtad institucional.
▶ Responsabilidad por la gestión pública.
▶ Planif icación y dirección por objetivos y control de la gestión y evaluación de los resultados de las políticas pú-
blicas.
▶ Ef icacia en el cumplimiento de los objetivos f ijados.
▶ Economía, suf iciencia y adecuación estricta de los medios a los f ines institucionales.
▶ Ef iciencia en la asignación y utilización de los recursos públicos.
▶ Cooperación, colaboración y coordinación entre las Administraciones Públicas.

Asimismo, hay que añadir el artículo 106.1 de la Constitución Española donde dictamina que serán los Tribunales controlan
la potestad reglamentaria y la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los f ines que la
justif ican.

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1.1. Fuentes del Derecho Administrativo

Cuando hablamos de las fuentes del derecho administrativo, se ref iere a todo aquello que da nacimiento a las normas ju-
rídicas. Por consiguiente, tenemos que entenderlas como aquellas formas o actos en el que el Derecho Administrativo se
manif iesta.

A estos efectos, debemos diferenciar entre:

Las fuentes del Derecho Las fuentes del Derecho


en sentido formal en sentido material
Entendida como la forma o el modo en el que se ex- Aquellas que tienen la potestad normativa para pro-
teriorizan las normas jurídicas. Es decir, la concreción ducir normas jurídicas. Es decir, aquellas instituciones
real de la potestad normativa originaria de determina- que tienen la facultad o prerrogativa de crear y esta-
das instituciones: ley, reglamento y la costumbre. blecer normas como, por ejemplo, las emanadas de
las Cortes Generales, el Gobierno o del pueblo.

Asimismo, existe otro modo más común de clasif icar las fuentes del derecho administrativo, en este caso se ref iere a fuentes
directas y fuentes indirecta, siendo las primeras las que contienen “derecho”, y las segundas, por sí sola no contienen ese
“derecho” pero ayudan a comprenderlo y exteriorizarlo.

En esta línea, se adopta tres criterios a la hora de establecer el orden de aplicación de las fuentes, es decir, el orden jerárqui-
co de aplicabilidad de las fuentes directas del Derecho Administrativo:
▶ El criterio de la primacía del derecho escrito.
▶ El criterio de la jerarquía del órgano de que emana la regla escrita del derecho.
▶ El criterio de competencia.

Dicho esto, ¿cuáles son las fuentes del ordenamiento jurídico? Según el artículo 1 del Código Civil:
1. Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del derecho.
2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior.
3. La costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al orden público,
y que resulte probada.
Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad, tendrán la consid-
eración de costumbre.
4. Los principios generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su carácter in-
formador del ordenamiento jurídico.
5. Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación directa en España en
tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra en el «Boletín
Of icial del Estado».
6. La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca el
Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del derecho.
7. Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que conozcan, at-
eniéndose al sistema de fuentes establecido.

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Sentando todo lo anterior y, según el código civil, se pueden sintetizar diciendo que existen tres fuentes directas, puesto
que son fuentes del ordenamiento por contener en sí mismas las normas ( jerárquicamente ordenados): la ley, la costumbre
y los principios generales del Derecho, y dos fuentes indirectas que no contienen normas como tales, sino que participan
en su producción, comprensión e interpretación: la jurisprudencia y los tratados internaciones no publicados en el BOE, ya
que si esto ocurre, si se publica, ya formarían parte del ordenamiento al mismo nivel que las demás normas.
No obstante, se presenta la siguiente tabla la cual complementamos con más fuentes del ordenamiento jurídico:

FUENTES DEL DERECHO

▶ Constitución
▶ Estatuto de Autonomía y Leyes Orgánicas
▶ Leyes ordinarias del Estado y de las Comunidades
Autónomas. Disposiciones con rango de Ley (Decre-
tos-Leyes y Decretos Legislativos) y Tratados Interna-
cionales publicadsos en el BOE

Primarias
▶ Reales Decretos y
Fuentes directa Decretos de los Gobi-
ernos de las Comuni-
Reglamentos dades Autónomas.
▶ Órdenes Ministeria-
les y Órdenes de las
Consejerías.

Fuentes no escritas ▶ Costumbre


(subsidiarias) ▶ Principios generales del Derecho.

▶ Tratados internacionales no publicados en el BOE.


Fuentes indirectas ▶ Jurisprudencia.
▶ Doctrina que establezca el Tribunal Supremo. (Doctrina científica).

Nota:
Teniendo en cuenta cada una de las fuentes directas e indirectas, destacamos de ellas lo siguiente:
▶ La Constitución, norma suprema y ocupa el primer rango de la jerarquía normativa.
▶ Tratados Internacionales, válidamente celebrados y publicados of icialmente en España, tal como pre-
vé la Constitución Española en su artículo 96.
▶ Reglamentos de la Comunidad Europea, se trata del Derecho derivado y se considera fuente del Dere-
cho de aplicación directa en España, se trata de un Derecho supranacional.
▶ La Ley, por debajo de la Constitución, siempre respetándola, y de los Tratados Internacionales y Regla-
mentos de la Comunidad Europea. Se pueden distinguir las Orgánicas, las ordinarias y las disposiciones
dictadas por el Gobierno con valor de Ley formal como son Decretos Legislativos y los Decretos Leyes.
▶ Los Reglamentos, norma jurídica emanada de la Administración con rango inferior a la Ley y que por
regla general suele desarrollar la aplicación de alguna de ellas.
▶ La Costumbre, puede def inirse como la expresión del sentir popular expresado por la repetición de una
serie de actos sobre un orden determinado de derecho. Se trata, por tanto, como observa De Castro, de
una norma creada e impuesta por el uso social.
▶ Los Principios Generales del Derecho, art. 1 del Código Civil, “se aplicarán en defecto de ley o costum-
bre, sin perjuicio de su carácter informador del ordenamiento jurídico”. En este sentido, el Tribunal Con-
stitucional declaró en su sentencia de 2 de febrero de 1981 que “Los principios generales del Derecho
incluidos en la Constitución tienen carácter informador de todo el ordenamiento jurídico como af irma
el art. 1.4 del Título Preliminar CC, que debe así ser interpretado de acuerdo con los mismos.

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Estos principios generales del derecho expresan, en el concepto de García de Enterría, “los valores ma-
teriales básicos de un ordenamiento jurídico, aquellos sobre los cuales se constituye como tal, las con-
vicciones ético jurídicas fundamentales de una comunidad”. En su opinión, no se trata simplemente
de unas vagas ideas o tendencias morales que puedan explicar el sentido de determinadas reglas, sino
de principios del derecho, esto es, formulas técnicas del mundo jurídico que, por ser generales, tran-
scienden de un precepto concreto y organizan y dan sentido a muchos. Este autor viene a destacar su
funcionalidad como límite al ejercicio de la actividad discrecional de la Administración, al ser informa-
dores de todo el ordenamiento jurídico.
▶ La Jurisprudencia, solamente sirve para conocer e interpretar el Derecho, no para crearlo. el cometido
de la jurisprudencia, que complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiter-
ado, establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales
del derecho (art. 1.6 del Código Civil).
▶ La jurisprudencia por sí solo no integra el ordenamiento jurídico, pero la doctrina del Tribunal Supremo
al interpretar y aplicar dicho ordenamiento establece unas pautas que, si no vinculan directamente al
resto de los órganos judiciales, sí condiciona en gran manera su ejercicio por la auctoritas del órgano
del que emana.
▶ La Doctrina Científ ica, como divulgadora de conocimientos jurídicos e investigadora de nuevas for-
mulaciones.

1.2. Principio de jerarquía normativa

El principio de jerarquía normativa es un principio jurídico por el cual las normas de un ordenamiento jurídico se ordenan
mediante un sistema de prioridad, de tal forma, que se entiende como un principio ordenador básico, estableciendo que
las de inferior rango no pueden contravenir a las superiores.

El principio de jerarquía normativa se recoge expresamente en:


▶ Art. 9.3 CE “3. La Constitución garantiza el principio de legalidad, la jerarquía normativa, la publicidad de las nor-
mas, la irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales, la
seguridad jurídica, la responsabilidad y la interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos”
▶ Art 1.2 Código Civil: “Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otras de rango superior”
▶ Art. 128 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Pú-
blicas:
» Los reglamentos y disposiciones administrativas no podrán vulnerar la Constitución o las leyes ni reg-
ular aquellas materias que la Constitución o los Estatutos de Autonomía reconocen de la competencia
de las Cortes Generales o de las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas. Sin perjuicio
de su función de desarrollo o colaboración con respecto a la ley, no podrán tipif icar delitos, faltas o in-
f racciones administrativas, establecer penas o sanciones, así como tributos, exacciones paraf iscales u
otras cargas o prestaciones personales o patrimoniales de carácter público.
» Las disposiciones administrativas se ajustarán al orden de jerarquía que establezcan las leyes. Ninguna
disposición administrativa podrá vulnerar los preceptos de otra de rango superior.

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Actúa entre la Constitución y las normas pri-
marias (Ley o normas con fuerza de ley) y entre
la Ley y las normas con fuerza de ley y las nor-
mas secundarias (Reglamentos). A su vez, las
normas que poseen el mismo rango poseen la
misma fuerza normativa y en caso de contra-
dicción insalvable prevalece la posterior, ya que
se entenderá que ha derogado a la anterior. La
estructura jerarquizada tiene una forma piram-
idal, cuya cúspide es la Constitución, norma
suprema que se impone a todas las demás. El
respeto del principio de jerarquía es condición
de validez de las normas jurídicas.

Debe señalarse, en primer lugar, la subordi-


nación de las disposiciones administrativas
(normas secundarias o fuentes de la Adminis-
tración) respecto de las emanadas del Poder
Legislativo (normas primarias o asimiladas con
fuerza de ley), que están a su vez subordinadas a
la Constitución. La situación de la Constitución
en el vértice de la jerarquía normativa es indu-
bitada. A continuación, vendría el estrato de las
normas primarias cuya jerarquización es, como
hemos establecido anteriormente, muy dudo-
sa, pero cuyas diferentes tipologías conducen
en ocasiones a un resultado similar al de una
cierta jerarquización. En tercer lugar, aparece el
estrato de las normas secundarias que, éste sí,
es a su vez divisible en variados estratos jerar-
quizados ya que debe tenerse en cuenta que a
mayor jerarquía del órgano que dicta la norma
administrativa, corresponde mayor valor formal
de la norma dictada (así un reglamento aproba-
do por el Consejo de Ministros, a través de un
Real Decreto, tiene mayor valor jurídico que
una disposición of icial dictada por un Ministro,
a través de una Orden Ministerial).

Para constituir dicha prioridad, se pueden usar


distintos criterios, como son, por ejemplo, la
validez de la norma basada en otra previa su-
perior, la función de la norma, la preferencia en
la aplicación de la norma o el diferente órgano
político del que surge la norma. No obstante, se
suele manejar dos criterios fundamentales:
▶ Primacía del Derecho escrito estatal.
▶ El criterio de la Jerarquía del órgano
del que emana la regla escrita del
Derecho.

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Con respecto al primer criterio, hay que decir que las fuentes no escritas van a quedar relegadas en el Derecho Administrati-
vo a la categoría de fuentes subsidiarias. Por ejemplo, la costumbre únicamente será posible acudir a ella en defecto de Ley
aplicable. Los Principios Generales del Derecho podrán ser invocados a falta de texto jurídico escrito aplicable.

Con relación al segundo criterio, debemos remitirnos a la propia jerarquía del órgano estatal que dicta la norma. A estos
efectos debe establecerse en primer lugar, la subordinación de las disposiciones administrativas, y dentro de las fuentes de
la Administración hay que considerar dos reglas fundamentales:
▶ A mayor jerarquía del órgano, mayor valor formal de la norma dictada.
▶ Las normas reglamentarias de las Entidades de carácter público integradas en el Estado no pueden contradecir
el Derecho Estatal.

Asimismo, y con respecto a las fuentes en el Derecho Administrativo hay, que advertir lo siguiente:
▶ En cuanto a las fuentes directas, el reglamento es la fuente más importante del Derecho Administrativo, siendo
esta rama del Derecho donde con más f recuencia se aplica, lo que no supone que en el orden de jerarquía se
encuentre situado por encima de la Ley formal.
» En relación con la Costumbre hay que decir que tiene un reducido ámbito de aplicación en esta rama
del Derecho, siendo negada incluso como fuente del Derecho Administrativo por un importante sector
doctrinal.
» Con referencia a los Principios Generales del Derecho, la doctrina más moderna tiende a resaltar, cada
vez más, el papel de estos en el ámbito jurídico‐ administrativo.
▶ Sobre las fuentes indirectas, interesa consignar la decisiva signif icación de la Jurisprudencia y la Doctrina Científ i-
ca en la elaboración y evolución del Derecho Administrativo, fundamentalmente en Francia, pero también en los
restantes países en que se aplica el Régimen Administrativo.

Por último, lugar, no podemos dejar a un lado introduciendo el Derecho europeo, donde según el principio de primacía del
derecho comunitario, supone dejar de aplicar la norma interna incompatible, como único modo de cumplir la obligación de
aplicar íntegramente el derecho de la Unión. De esta forma, en caso de conf rontación, el ordenamiento jurídico comunitario
es prevalente f rente al nacional, al que sustituye.

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1.1. El principio de competencia

El principio de jerarquía normativa, ya no vale, por sí solo, para explicar las relaciones entre fuentes en el ordenamiento es-
pañol, formado por dos sistemas normativos (estatal y autonómico), o las relaciones entre el derecho nacional y el derecho
comunitario. En la actualidad no todas las normas se relacionan entre sí por lazos de jerarquía, sino que se ha introducido
el principio de competencia para articular estas relaciones, principio que consiste en asignar a ciertas normas la regulación
de ciertas materias.

En virtud del principio de competencia, en caso de conflicto entre dos normas contradictorias prevalece la norma dictada
por el órgano competente para regular la materia y la otra norma es inválida. Este principio explica la relación entre:
▶ Derecho estatal y el autonómico.
▶ Ley orgánica y ley ordinaria.

Supletoriedad del Derecho estatal (Art. 149.3 CE): “El derecho estatal será, en todo caso, supletorio del derecho de las Comu-
nidades Autónomas”.

2. La Ley

2.1. Concepto y clases

La ley puede ser def inida como la norma jurídica dictada por los órganos estatales a los que el ordenamiento jurídico
atribuye el poder legislativo.
Las Leyes constituyen la fuente ordinaria suprema después de la Constitución pues no sólo regulan los aspectos más im-
portantes de la acción administrativa, sino que también f ijan el campo de acción en los que puede moverse la potestad
reglamentaria del Gobierno.

El ordenamiento constitucional reconoce una pluralidad de instrumentos normativos y, dejando a un lado las disposiciones
del ejecutivo con rango de ley que será desarrollado más adelante, podemos distinguir las siguientes normas legales:
▶ Leyes Orgánicas.
▶ Leyes Ordinarias, distingüendo entre ellas:
» Leyes del Pleno de las Cortes.
» Leyes de Comisiones de las Cortes.
» Leyes de Armonización.
» Leyes Marco.
» Leyes de las Comunidades Autónomas.

En el ordenamiento español pueden distinguirse tres manifestaciones diversas de la potestad legislativa. En primer lugar,
una potestad legislativa que corresponde a las Cortes Generales. En segundo lugar, una potestad legislativa que corre-
sponde a los Parlamentos de las Comunidades Autónomas. Y, en tercer lugar, una potestad legislativa excepcional, que
corresponde al Gobierno, a través de las modalidades denominadas Decretos-Leyes y Decretos Legislativos; se trata en este
caso de una potestad derivada y subordinada, no obstante dar lugar a la emanación de normas con rango de Ley, razón
por la cual a estas normas no se las denomina leyes, sino disposiciones normativas con fuerza de Ley (desarrollado en otro
apartado).

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Orgánicas

▶ Leyes del Pleno de las Cortes.


▶ Leyes de Comisiones de las
ESTATALES Cortes.
Ordinarias ▶ Leyes de Armonización.
▶ Leyes Marco.
▶ Leyes de las Comunidades
Autónomas.

▶ De Pleno.
AUTONÓMICAS
▶ De la Comisión.

▶ Reales Decretos Legislativos del Estado.


NORMAS CON ▶ Decretos Legislativos de las Comunidades Autónomas.
RANGO DE LEY ▶ Reales Decretos-Ley del Estado.
▶ Decretos-Ley de las Comunidades Autónomas.

Entrada en vigor, derogación


2.2.
e irretroactividad de las leyes
Las leyes entrarán en vigor a los
veinte días de su completa publi-
cación en el «Boletín Of icial del Es-
tado», si en ellas no se dispone otra
cosa (Art. 2.1 Código Civil).

Las leyes sólo se derogan por otras


posteriores. La derogación tendrá
el alcance que expresamente se
disponga y se extenderá siempre
a todo aquello que en la ley nueva,
sobre la misma materia sea incom-
patible con la anterior. Por la sim-
ple derogación de una ley no reco-
bran vigencia las que ésta hubiere
derogado. (Art. 2.2 Código Civil).

Las leyes no tendrán efecto retro-


activo, si no dispusieren lo contrario
(Art. 2.3 Código Civil).

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2.3. El principio de reserva de Ley

Reserva material
Se llama reserva de ley al establec- Referente a la necesidad de que solo por ley, ya se orgánica u ordinaria,
imiento constitucional de ciertos se regulen determinadas materias:
límites al poder reglamentario de la ▶ Si es Reserva de Ley Orgánica, se da en las materias estable-
cidas en el artículo 81 de la Constitución, y en aquellos otros
Administración, determinando a tal
casos diseminados por la Constitución.
f in que la regulación de ciertas ma- ▶ Si es Reserva de Ley Ordinaria, que se da cuando la Con-
terias ha de hacerse necesariamente stitución establece que una materia se regulará por ley,
por medio de ley formal, por norma pero no exige que sea orgánica, bastando ley ordinaria en
este caso.
emanada del Parlamento.

Dentro de la reserva de ley que la Reserva formal


Constitución consagra hay que difer-
Basado en los principios de jerarquía normativa y congelación de ran-
enciar dos tipos de reserva:
go, siendo esta última la que regula que, si las normativas de una de-
terminada materia quedasen congeladas, sólo una ley será que pueda
intervenir posteriormente en ese ámbito material.

2.4. Órganos que las elaboran

Las Leyes pueden ser emanadas por:


▶ Las Cortes Generales.
▶ El Gobierno de la Nación.
▶ Las Asambleas Legislativas de las Comunidades Autónomas. Son las normas que, teniendo rango de ley, han
emanado del poder legislativo que se han dado las Comunidades Autónomas. El límite viene determinado por
las competencias propias de las mismas, según la Constitución y cada Estatuto de Autonomía. Tienen el mismo
rango normativo que las leyes ordinarias emanadas por las Cortes Generales. Entre ambas no hay relación de
jerarquía, sino de competencia.

2.5. Leyes Orgánicas

La f igura de las leyes orgánicas es una de las novedades más sobresalientes de la Constitución Española de 1978, y también
una de las más complejas y discutibles.
La def inición de Ley Orgánica se integra por dos caracteres:
▶ Versan sobre un conjunto de materias especif icadas por la Constitución.
▶ Su aprobación, modif icación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso, en una
votación f inal sobre el conjunto del proyecto.

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Así pues, pueden describirse como un tipo especial de leyes para cuya aprobación se requiere un quorum especialmente
reforzado en el Congreso de los Diputados, por referirse a materias a las que la Constitución otorga una particular relevan-
cia. (Mayoría de miembros presentes, una vez reunida la cámara reglamentariamente con la asistencia de la mayoría de sus
miembros).

Las leyes orgánicas tienen el máximo vigor y ocupan el superior rango después de la norma básica constitucional.

La Constitución ha establecido una distinción entre las Leyes emitidas por las Cortes, creando una nueva categoría de las
mismas: son las Leyes Orgánicas, que por necesitar un procedimiento de aprobación más riguroso que el de las leyes or-
dinarias, en el ámbito del Estado, sólo pueden ser derogadas por otras adoptadas con los mismos requisitos, y no por las
ordinarias, cuya mayor sencillez.

Para la elaboración, modif icación o derogación de las leyes orgánicas exigirá mayoría absoluta del Congreso, en una votac-
ión f inal sobre el conjunto del proyecto.

Nota:
Ambas normas (la orgánica y la ordinaria) tienen igual grado jerárquico, distinguiéndose solamente por la materia
sobre la que recaen y por la mayoría que requieren en el Congreso (absoluta para las orgánicas y simples para las
ordinarias).

2.5.1. Materias reservadas a la Ley Orgánica

Según el artículo 81.1 de la Constitución, son leyes orgánicas las relativas al desarrollo de los derechos fundamentales y de
las libertades públicas, las que aprueben los Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general y las demás previstas
en la Constitución.

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En relación a las demás materias previstas en la Constitución, están son:
▶ Artículo 8.2: La Ley Orgánica reguladora de las Bases de la Organización Militar.
▶ Artículo 54: El Defensor del Pueblo.
▶ Artículo 55.2: una ley orgánica podrá determinar la forma y los casos en los que, de forma individual y
con la necesaria intervención judicial y el adecuado control parlamentario, los derechos reconocidos en
los artículos 17, apartado 2, y 18, apartados 2 y 3, pueden ser suspendidos para personas determinadas,
en relación con las investigaciones correspondientes a la actuación de bandas armadas o elementos
terroristas. (Suspensión individual de derechos para bandas armadas y elementos terroristas).
▶ Artículo 57.5: Las abdicaciones y renuncias y cualquier duda de hecho o de derecho que ocurra en el
orden de sucesión a la Corona.
▶ Artículo 87.3: Las formas de ejercicio y requisitos de la iniciativa popular para la presentación de prop-
osiciones de ley.
▶ Artículo 92.3: Las condiciones y el procedimiento de las distintas modalidades de referéndum previstas
en la Constitución.
▶ Artículo 93: Autorizar la celebración de tratados por los que se atribuya a una organización o institucion-
al internacional el ejercicio de competencias derivadas de la Constitución.
▶ Artículo 104.2: Las funciones, principios básicos de actuación y estatutos de las Fuerzas y Cuerpos de
seguridad.
▶ Artículo 107: La composición y competencias del Consejo de Estado entendido como supremo órgano
consultivo del Gobierno.
▶ Artículo 116: Los estados de alarma, de excepción y de sitio, y las competencias y limitaciones corre-
spondientes.
▶ Artículo 122.1: La ley orgánica del poder judicial determinará la constitución, funcionamiento y gobier-
no de los Juzgados y Tribunales, así como el estatuto jurídico de los Jueces y Magistrados de carrera,
que formarán un Cuerpo único, y del personal al servicio de la Administración de Justicia.
▶ Artículo 136.4: La composición, organización y funciones del Tribunal de Cuentas.
▶ Artículo 141.1: Cualquier alteración de los límites provinciales habrá de ser aprobada por las Cortes Gen-
erales mediante ley orgánica.
▶ Artículo 144: Las Cortes Generales, mediante ley orgánica, podrán, por motivos de interés nacional:
a. Autorizar la constitución de una comunidad autónoma cuando su ámbito territorial no su-
pere el de una provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del artículo 143.
b. Autorizar o acordar, en su caso, un Estatuto de autonomía para territorios que no estén inte-
grados en la organización provincial.
c. Sustituir la iniciativa de las Corporaciones locales a que se ref iere el apartado 2 del artículo
143.
▶ Artículo 147.3: La reforma de los Estatutos se ajustará al procedimiento establecido en los mismos y
requerirá, en todo caso, la aprobación por las Cortes Generales, mediante ley orgánica.
▶ Artículo 148.1.22: (Sobre competencias que puede asumir las Comunidades Autónomas): La vigilancia
y protección de sus edif icios e instalaciones. La coordinación y demás facultades en relación con las
policías locales en los términos que establezca una ley orgánica.
▶ Artículo 149.1.29: (Sobre competencia exclusiva del Estado): Seguridad pública, sin perjuicio de la posi-
bilidad de creación de policías por las Comunidades Autónomas en la forma que se establezca en los
respectivos Estatutos en el marco de lo que disponga una ley orgánica.
▶ Artículo 150.2: El Estado podrá transferir o delegar en las Comunidades Autónomas, mediante ley
orgánica, facultades correspondientes a materia de titularidad estatal que por su propia naturaleza
sean susceptibles de transferencia o delegación. La ley preverá en cada caso la correspondiente trans-
ferencia de medios f inancieros, así como las formas de control que se reserve el Estado.

16
▶ Artículo 151.1: No será preciso dejar transcurrir el plazo de cinco años, a que se ref iere el apartado 2 del
artículo 148, cuando la iniciativa del proceso autonómico sea acordada dentro del plazo del artículo
143.2, además de por las Diputaciones o los órganos interinsulares correspondientes, por las tres cuartas
partes de los municipios de cada una de las provincias afectadas que representen, al menos, la mayoría
del censo electoral de cada una de ellas y dicha iniciativa sea ratif icada mediante referéndum por el
voto af irmativo de la mayoría absoluta de los electores de cada provincia en los términos que establezca
una ley orgánica.
▶ Artículo 157.3: Mediante ley orgánica podrá regularse el ejercicio de las competencias f inancieras enu-
meradas en el precedente apartado 1, las normas para resolver los conflictos que pudieran surgir y las
posibles formas de colaboración f inanciera entre las Comunidades Autónomas y el Estado.
▶ Artículo 165: Una ley orgánica regulará el funcionamiento del Tribunal Constitucional, el estatuto de
sus miembros, el procedimiento ante el mismo y las condiciones para el ejercicio de las acciones.
▶ Disposición adicional cuarta: En las Comunidades Autónomas donde tengan su sede más de una
Audiencia Territorial, los Estatutos de Autonomía respectivos podrán mantener las existentes, dis-
tribuyendo las competencias entre ellas, siempre de conformidad con lo previsto en la ley orgánica del
poder judicial y dentro de la unidad e independencia de éste.
▶ Disposición transitoria quinta: Las ciudades de Ceuta y Melilla podrán constituirse en Comunidades
Autónomas si así lo deciden sus respectivos Ayuntamientos, mediante acuerdo adoptado por la may-
oría absoluta de sus miembros y así lo autorizan las Cortes Generales, mediante una ley orgánica, en los
términos previstos en el artículo 144.

2.6. Leyes ordinarias

Las leyes ordinarias son el instrumen-


to normal de realización de la función
legislativa por parte de las Cortes Gen-
erales, y pueden referirse a cualquier
materia que no esté reservada por la
Constitución a otro tipo de norma, y
constituyen la legislación habitual.
Por tanto, son aquellas que se dictan
para materias no reservadas a leyes
orgánicas, sin especiales requisitos
para su elaboración. Para aprobarse se
requiere mayoría simple de los miem-
bros del Congreso y del Senado.

17
2.6.1. Clasificación de leyes ordinarias

Leyes de Pleno y Leyes de


2.6.1.1.
Comisiones de las Corte
Juntamente con las leyes ordinarias aprobadas por el Pleno de las Cámaras, existen las que podrán denominarse Leyes de
Comisión, caracterizadas porque suponen un traspaso interno de competencias del Pleno de la Cámara legislativa hacia los
órganos parlamentarios restringidos.

Tomando como referencia el artículo 75.2 de la Constitución Española, éste dice lo siguiente: “Las Cámaras podrán delegar
en las Comisiones Legislativas Permanentes la aprobación de proyectos o proposiciones de ley. El Pleno podrá, no obstante,
recabar en cualquier momento el debate y votación de cualquier proyecto o proposición de ley que haya sido objeto de esta
delegación”. Dicho artículo viene a establecer que, junto con las Leyes ordinarias aprobadas por el Pleno de las Cámaras,
existen las denominadas Leyes de Comisión, las cuales se caracterizan al ejecutar un traspaso interno de competencias del
Pleno de la Cámara legislativa hacia aquellos órganos parlamentarios restringidos.

Asimismo, aquellas Leyes de Comisión, una vez que han sido aprobadas y promulgadas, su entrada en vigor es idéntica al
resto de las leyes ordinarias.

Por otro lado, quedan exceptuadas de la aprobación mediante Leyes de Comisión aquellas cuestiones que se ref ieren a:
▶ Reformas constituciones.
▶ Asuntos internacionales.
▶ Leyes orgánicas.
▶ Leyes de base.
▶ Leyes de presupuestos Generales del Estado.

Por tanto, el valor jurídico de estas leyes (Leyes de Comisión), una vez perfeccionadas y puesta en vigor, es idéntico al del
resto de las leyes ordinarias.

Leyes de Armonización de las


2.6.1.2.
disposiciones normativas de las CCAA
De acuerdo con el artículo 150.3 de la Constitución Española, el Estado podrá dictar leyes que establezcan los principios
necesarios para armonizar las disposiciones normativas de las Comunidades Autónomas, aún en caso de materias atribui-
das a la competencia de éstas, cuando así lo exija el interés general.

Corresponde la apreciación de esta necesidad a las Cortes Generales mediante mayoría absoluta de cada una de las Cámaras.

18
2.6.1.3. Leyes marco

De acuerdo a lo establecido en el artículo 150.1 de la Constitución Española, “las Cortes Generales, en materias de competen-
cia estatal, podrán atribuir a todas o a alguna de las Comunidades Autónomas la facultad de dictar, para sí mismas, normas
legislativas en el marco de los principios, bases y directrices f ijados por una ley estatal. Sin perjuicio de la competencia de
los Tribunales, en cada ley marco se establecerá la modalidad del control de las Cortes Generales sobre estas normas legis-
lativas de las Comunidades Autónomas.”

2.6.1.4. Leyes de bases

La Ley de Bases se la relaciona con la Ley Básica, sin embargo, aunque son muy parecidas, cada una se ref iere a cosas dis-
tintas.
▶ La ley de bases es una ley de delegación.
▶ La ley básica es de reparto competencial de los artículos 148 y 149 de la Constitución.

Cuando tratamos sobre la Ley de Bases, su regulación la encontramos en la Constitución Española, concretamente en su
artículo 82 y 83 donde dice lo siguiente:
▶ Artículo 82:
1. Las Cortes Generales podrán delegar en el Gobierno la potestad de dictar normas con rango de ley
sobre materias determinadas no incluidas en el artículo anterior.
2. La delegación legislativa deberá otorgarse mediante una ley de bases cuando su objeto sea la for-
mación de textos articulados o por una ley ordinaria cuando se trate de refundir varios textos legales
en uno solo.
3. La delegación legislativa habrá de otorgarse al Gobierno de forma expresa para materia concreta y
con f ijación del plazo para su ejercicio. La delegación se agota por el uso que de ella haga el Gobierno
mediante la publicación de la norma correspondiente. No podrá entenderse concedida de modo im-
plícito o por tiempo indeterminado. Tampoco podrá permitir la subdelegación a autoridades distintas
del propio Gobierno.
4. Las leyes de bases delimitarán con precisión el objeto y alcance de la delegación legislativa y los prin-
cipios y criterios que han de seguirse en su ejercicio.
5. La autorización para refundir textos legales determinará el ámbito normativo a que se ref iere el con-
tenido de la delegación, especif icando si se circunscribe a la mera formulación de un texto único o si se
incluye la de regularizar, aclarar y armonizar los textos legales que han de ser refundidos.
6. Sin perjuicio de la competencia propia de los Tribunales, las leyes de delegación podrán establecer en
cada caso fórmulas adicionales de control.
▶ Artículo 83: Las leyes de bases no podrán en ningún caso:
a. Autorizar la modif icación de la propia ley de bases.
b. Facultar para dictar normas con carácter retroactivo.

Como se puede apreciar, una ley de bases es una ley de delegación de la potestad legislativa que ostentan las Cortes Gen-
erales y que hacen en el Gobierno. Mediante esta delegación, el Gobierno puede aprobar un Decreto Legislativo que, si bien
no es una ley, tiene su rango.

Y el objeto de que se denomine “de bases” es porque sienta las bases para que el Gobierno apruebe un texto articulado.
Así pues, como el contenido del texto lo va a articular el Gobierno, la ley de bases lo que hace es f ijar los límites de dicha
redacción.
19
2.6.1.5. Leyes de las Comunidades Autónomas

La Constitución ha llevado a cabo una descentralización política, ello signif ica que las CC.AA. gozan de autonomía legislati-
va, en el sentido de que pueden crear su propio derecho para organizarse jurídicamente.

En la actualidad hablar del Poder Legislativo del Estado es hablar de una pluralidad de órganos que lo detentan, en concre-
to las 17 Asambleas de las CC.AA., además de las Cortes Generales.

Una vez asumido que las CC.AA. son titulares del poder legislativo, (Art. 150.1 CE: “las Cortes Generales en materias de com-
petencia estatal, podrán atribuir a todas o alguna de las Comunidades Autónomas la facultad de dictar, para sí mismas,
normas legislativas en el marco de los principios, bases y directrices f ijados por una ley estatal”), cabe preguntarse por el
valor de las normas que dicten: ¿son las leyes autonómicas inferiores en rango a las estatales? La respuesta rotunda y ter-
minante es no. Si se reconociese tal superioridad, la autonomía política no sería tal autonomía, sino dependencia (sistema
centralista).

La Constitución reconoce competencias exclusivas a las Comunidades Autónomas, que ejercen en condiciones de plena
igualdad respecto de las competencias o leyes estatales.

Dicho más técnicamente, lo que distingue a las leyes autonómicas de las estatales no es el rango o principio de jerarquía,
sino la materia, o principio de competencia.

En resumen, existen dos ordenamientos diferenciados pero coordinados, cuyas normas (tanto legales como reglamentari-
as) tienen la misma posición jerárquica y el mismo valor normativo.

Disposiciones con
3.
fuerza de ley
Existen dos casos excepcionales en los que el Gobierno, como órgano no titular del Poder Legislativo, ya que son las Cortes
Generales, puede emitir normas con rango de Ley. En esta línea, el Gobierno invade parcialmente aquel nivel de la jerarquía
normativa que le está vedado, por venir prevista esta posibilidad en la misma Constitución Española. Pero, ¿cómo se justif i-
ca que puedan hacer esto? A través de estos dos casos excepcionales y muy concretos, las Cortes Generales entienden que
es más ef icaz el ceder puntualmente al Gobierno dada la necesidad de una intervención rápida o porque la materia es muy
técnica y poco peligrosa su cesión.

20
En función de la gravedad del Ambas ctegorías de leyes presen-
hecho, existen 2 tipos: tan las siguientes notas comunes:
▶ Las disposiciones que dicta el Gobierno por ex- ▶ Se trata siempre de normas que desde un punto
presa delegación del poder legislativo: Decretos de vista subjetivo emanan del ejecutivo.
Legislativos. ▶ Desde el punto de vista formal, unas y otras tie-
▶ Las disposiciones dictadas por razones de ex- nen el mismo valor que las leyes ordinarias dicta-
traordinaria y urgente necesidad, que no permit- das por el legislativo.
en esperar la intervención del legislativo: Decre-
tos‐Leyes.

Las notas diferenciales de ambas


categorías son:
▶ Mientras que en las leyes delegadas el Parlamen-
to interviene dictando el acto de delegación que
legitima la actuación legislativa del ejecutivo, en
los Decretos‐Leyes la intervención del legislativo
se realiza a posterior (convalidación del decreto).
▶ Su fundamento es distinto, pues mientras en el
Decreto Legislativo se da al ejecutivo unas bases
o principios generales y una autorización, los De-
cretos‐Leyes se dictan por razones de extraordi-
naria y urgente necesidad, sin que anteriormente
haya intervenido el poder legislativo.

3.1. Decretos legislativos

Son entendidas como aquellas normas con rango de ley dictadas por el Gobierno en virtud de una delegación de las Cortes
Generales (artículo 82 de la Constitución). Es el Parlamento quien, a iniciativa propia, decide permitir que el Gobierno inter-
venga en materias que normalmente no le competen, estableciendo un control a priori. Este mecanismo recibe el nombre
genérico de legislación delegada.

3.1.1. Fundamento

Son entendidas como aquellas normas con rango de ley dictadas por el Gobierno en virtud de una delegación de las Cortes
Generales (artículo 82 de la Constitución). Es el Parlamento quien, a iniciativa propia, decide permitir que el Gobierno inter-
venga en materias que normalmente no le competen, estableciendo un control a priori. Este mecanismo recibe el nombre
genérico de legislación delegada.

21
3.1.2. Requisitos de la delegación

▶ No cabe la delegación en materias de Ley Orgánica.


▶ Su destinatario sólo puede ser el Gobierno (o un Gobierno autonómico, si el Parlamento delegante es autonómico).
▶ La delegación habrá de ser expresa, para materia concreta y con un plazo para su ejercicio.
▶ La delegación se agota con el uso que de ella haga el Gobierno, mediante la publicación de la norma correspondiente.
▶ No podrá entenderse concedida de modo implícito, por tiempo indeterminado, ni tampoco podrá permitirse la subdel-
egación a autoridades distintas del propio Gobierno.
▶ Cuando una proposición de ley o una enmienda fuera contraria a una delegación legislativa en vigor, el Gobierno está
facultado para oponerse a su tramitación. En tal caso, podrá presentarse una proposición de ley para la derogación total
o parcial de la ley de delegación.
▶ Sin perjuicio de la competencia propia de los Tribunales, las leyes de delegación podrán establecer fórmulas adicion-
ales de control.
▶ La delegación para textos articulados contendrá los principios y criterios que se seguirán en su ejercicio.
▶ La delegación para textos refundidos determinará el ámbito de la refundición, especif icando si además se incluye la
posibilidad de aclarar y armonizar los textos refundidos.
▶ Los Decretos Legislativos requieren la consulta no vinculante del Consejo de Estado.

3.1.3. Modalidades

Desarrollo de leyes de bases Refundiciones legales


(textos articulados) (textos refundidos)
Las leyes de bases son delegaciones que realiza el Otras veces la delegación legislativa se hace medi-
legislativo sobre determinadas materias conteniendo ante ley ordinaria habilitando al gobierno para reunir
una autorización para que el Gobierno las desarrolle en un texto único (que en adelante será el único apli-
minuciosamente mediante un texto articulado que, cable) disposiciones dispersas y a veces de distinto
una vez dictado, tiene el valor de ley ordinaria. Por tan- rango sobre una determinada materia, teniendo la
to, el texto articulado no es otra cosa sino el desarrollo refundición el rango de ley ordinaria. El texto refundi-
de la Ley de Bases, y el artículo 82 de la Constitución do es legislación delegada. Sobre las refundiciones, la
establece una serie de precisiones sobre las mismas. Constitución señala en su artículo 82:
▶ La delegación legislativa deberá otorgarse ▶ Que la delegación legislativa cuando trate
mediante una ley de bases cuando su ob- de refundir varios textos legales deberá
jeto sea la formación de textos articulados. hacerse mediante ley ordinaria.
▶ Las leyes de bases delimitarán con precisión ▶ Que la autorización para refundir textos le-
el objeto y alcance de la delegación legisla- gales determinará el ámbito de la norma-
tiva y los principios y criterios que han de tiva a que se ref iere el contenido de la del-
seguirse en su ejercicio. egación, especif icando si se circunscribe a
Las leyes de bases no podrán en ningún la mera formulación de un texto único o si
caso autorizar la modif icación de la propia se incluye el regular, aclarar y armonizar los
ley de bases, o facultar para dictar normas textos legales que han de ser refundidos.
de carácter retroactivo.

22
3.2. Decretos-Leyes

Son disposiciones legislativas provisionales que dicta el Gobierno en casos de extraordinaria y urgente necesidad. (Art. 86
CE).

En este caso, quien toma la iniciativa es el Gobierno. Así, si considera que la situación lo requiere, por ser grave y por tanto es
necesaria su intervención, éste dicta un Decreto en una materia normalmente reservada a la Ley, de ahí la denominación de
Decreto-Ley. De este modo no existe ningún control a priori, ni el Gobierno obra por delegación, el control será a posteriori.

3.2.1. Fundamento

El fundamento del Decreto‐Ley reside en que la vía parlamentaria (que es la que correspondería) no sería ef icaz para hacer
f rente a la urgencia y la gravedad de la situación, ya que requiere bastante más tiempo (tramitación como ley), de manera
que es el Gobierno, que tiene una mayor y más rápida capacidad de respuesta, el que dicta la norma en el caso concreto.

Por tanto, la actuación del Gobierno está supeditada a la existencia de un caso de extraordinaria y urgente necesidad. En el
caso que no se de tal caso, no se podrá utilizar esta vía, la de Decreto-Ley, pero en el caso que sí se da el caso, su existencia
la controla el Congreso.

3.2.2. Ámbito de aplicación

Los Decretos‐Leyes no pueden afectar a materias reservadas a Ley Orgánica tales como los derechos libertades fundamen-
tales, régimen de las Comunidades Autónomas, régimen electoral e instituciones básicas del Estado, así como aquellas
mencionadas anteriormente en el tema.

Contrariamente al caso de los Decretos Legislativos, los gobiernos autonómicos no podían dictar Decretos‐Leyes. Sin em-
bargo, las últimas reformas estatutarias permiten tal posibilidad tal y como es el caso de lo establecido en el artículo 110 del
Estatuto de Autonomía de Andalucía.

Artículo 110. Decretos-leyes (EEAA para Andalucía)

1. En caso de extraordinaria y urgente necesidad el Consejo de Gobierno podrá dictar medidas legislativas provisio-
nales en forma de decretos-leyes, que no podrán afectar a los derechos establecidos en este Estatuto, al régimen
electoral, ni a las instituciones de la Junta de Andalucía. No podrán aprobarse por decreto-ley los presupuestos
de Andalucía.
2. Los decretos-leyes quedarán derogados si en el plazo improrrogable de treinta días subsiguientes a su promul-
gación no son convalidados expresamente por el Parlamento tras un debate y votación de totalidad. Durante
el plazo establecido en este apartado el Parlamento podrá acordar la tramitación de los decretos-leyes como
proyectos de ley por el procedimiento de urgencia.

23
3.2.3. Revisión parlamentaria

Dado que el Parlamento no puede intervenir antes de la actuación del Gobierno, lo que hace es controlar después de la
entrada en vigor del Decreto‐Ley si reunía los requisitos que lo legitimaban, es decir, si existía el presupuesto de hecho
habilitante y si se ha respetado el ámbito de aplicación permitido. Así, pues, en los treinta días siguientes a la aprobación y
entrada en vigor del Decreto‐Ley, es decir, su promulgación, éste se somete a debate y votación en el Congreso (y no en el
Senado), para ser ratif icado o derogado:
▶ Si se ratif ica, el Decreto‐Ley se convierte en ley. Formalmente sigue siendo un Decreto‐Ley, pero su rango nor-
mativo es el de una ley.
▶ Si se deroga, por entenderse que no se justif icaba su promulgación o que se ha excedido en su ámbito de apli-
cación, los efectos que ha producido en sus 30 días de vida no se ven afectados por esta anulación.

No obstante, durante el plazo de treinta días siguientes a la promulgación del Decreto‐Ley, las Cortes Generales podrán
tramitarlos como proyectos de ley por el procedimiento de urgencia.

4. El Reglamento

El Reglamento, es def inido como la disposición normativa de carácter general dictada por la Administración Pública y con
rango inferior a la Ley.

De esta forma, el Reglamento es una norma jurídica y, por tanto, se integra en el ordenamiento jurídico, contiene disposi-
ciones que modif ican derechos y obligaciones y que derogan, modif ican o aclaran otras normas, no se agota cuando se
cumplen sus previsiones. Asimismo, no se agota en su cumplimiento.

4.1. Características

▶ Únicamente la Administración, ya sea el Estado, Autonómica, local o institucional, puede dictar Reglamentos, y además
no cualquier órgano.
▶ En la pirámide normativa, el Reglamento se somete siempre a la Ley.
▶ Las materias que puede regular la Administración por medio de un reglamento, están igualmente determinadas por
la Ley.
▶ En las resoluciones administrativas de carácter particular, no podrán vulnerar lo establecido en una disposición de
carácter general, aunque aquellas tengan igual o superior rango que éstas.
▶ Se integran en el ordenamiento jurídico.
▶ El Reglamento limita por arriba con los Decretos Legislativos y los Decretos-Leyes y, por abajo, con los actos adminis-
trativos.

24
4.2. Naturaleza del reglamento

Los Reglamentos son fuentes del Derecho para la Administración, pero proceden de ella misma. Esto determina que of rez-
can una doble vertiente:

Por su procedencia Por su contenido


Son, para cierto sector doctrinal, actos administrativos Son normas de derecho objetivo, por lo que vienen a
sometidos al principio de legalidad y susceptibles, en integrarse en el bloque de la legalidad que se impone
su caso, de ser f iscalizados por la jurisdicción conten- a la propia Administración en su actuación concreta.
cioso‐administrativa.

Teniendo presente la Constitución Española, el artículo 106.1 establece que los Tribunales controlan la potestad reglamenta-
ria y la legalidad de la actuación administrativa, así como el sometimiento de ésta a los f ines que la justif ican.

De este modo, el Reglamento tiene de común con la Ley el ser una norma escrita, pero dif iere en todo lo demás. De esa
nota común pocos caracteres genéricos pueden derivarse. Lo propio del Reglamento, lo que le separa def initivamente de
la Ley, es que es una norma secundaria, subalterna, inferior y complementaria de la Ley, obra de la Administración. Como
todos los productos administrativos, el Reglamento es una norma necesitada de justif icación, caso por caso, condicionada,
con posibilidades limitadas y tasadas, libremente justiciable por el juez.

Su sumisión a la Ley es absoluta, en un doble sentidos:


▶ No se produce más que en los ámbitos que la Ley le deja.
▶ No puede suplir a la Ley allí donde ésta es necesaria para producir un determinado efecto o regular un cierto
contenido.

Sobre esta base se articula lo que el artículo 9.3 de la Constitución llama, para garantizarla, la jerarquía normativa. Por su
parte, el artículo 6 de la LOPJ dispone que los jueces y Tribunales no aplicarán los Reglamentos o cualquier otra disposición
contraria a la Constitución, a la ley o al principio de jerarquía normativa.

4.3. Clases de Reglamentos

4.3.1. Según el órgano que lo dicta

Los Reglamentos pueden provenir tanto de la Administración central, autonómica, local o institucional. De acuerdo con el
artículo 137 de la Constitución Española, hay una “autonomía para la gestión de sus respectivos intereses”, por ello, existen
los siguientes Reglamentos en función de su procedencia:
▶ Reglamentos estatales. (Emanan de la Administración del Estado).
▶ Reglamentos autonómicos. (Emanan de las CC.AA.).
▶ Reglamentos de entidades locales.
▶ Reglamentos de la administración institucional.

25
4.3.2. Según su rango jerárquico

En los Reglamentos, caben distintos tipos de normas, todas ellas reglamentarias que, se ordenan jerárquicamente, atendi-
endo al mayor o menor rango del órgano que las produce. Esta jerarquía viene señalada en el artículo 24.2 de la Ley 50/1997,
de 27 de noviembre, del Gobierno:

Los reglamentos se ordenarán según la siguiente jerarquía:


1. Disposiciones aprobadas por Real Decreto del Presidente del Gobierno o acordado en el Consejo de Ministros.
2. Disposiciones aprobadas por Orden Ministerial.

4.3.3. Según su contenido

Reglamentos internos Reglametos externos


o de organización o de relación
Que carecen de proyección hacia el exterior y agotan Que disciplinan directamente sobre las relaciones en-
su ef icacia en la propia Administración. tre la Administración y los particulares o incluso inci-
den en el ejercicio de derechos. Por ejemplo, el Regla-
mento de Actividades Molestas, Insalubres, Nocivas y
Peligrosas.

26
4.3.4. Según su posición

Reglamentos ejecutivos
Se dictan para desarrollar preceptos de una ley anterior. Tal de-
sarrollo puede ser parcial o total. De acuerdo con el derecho
positivo, los Reglamentos ejecutivos han de dictarse previo in-
forme del Consejo de Estado.

Reglamentos independientes
Que disciplinan directamente sobre las relaciones entre la Ad-
ministración y los particulares o incluso inciden en el ejercicio
de derechos. Por ejemplo, el Reglamento de Actividades Mo-
lestas, Insalubres, Nocivas y Peligrosas.

4.3.5. Según sus destinatarios

Reglamentos generales
Son aquellos que van dirigidos a todos los ciudadanos, y han
de ser cumplidos por los nacionales y por todos los sujetos que
actúen en un Estado (Reglamentos sanitarios). No precisan car-
acterísticas singulares de tales sujetos.

Reglamentos especiales
Son dirigidos a quienes estén en una singular relación con la
Administración, a los que están en las denominadas relaciones
especiales de sujeción (Reglamentos sobre régimen funcion-
arial).

4.4. La potestad reglamentaria

La potestad reglamentaria es el poder en virtud del cual la


Administración dicta Reglamentos. Es quizá su potestad más
intensa, puesto que implica participar en la formación del or-
denamiento. De este modo, la Administración no es sólo un su-
jeto de Derecho sometido como los demás a un ordenamiento
que le viene impuesto, sino que tiene la capacidad de formar
en una cierta medida su propio ordenamiento, y aún el de los
demás.

27
El Gobierno y la Administración, son la plasmación concreta del Poder Ejecutiva, y este poder, necesita de instrumentos
jurídicos y técnicos que le permitan desarrollar su tarea constitucional. Dicho esto, el artículo 97 de la Constitución establece
que: “El Gobierno dirige la política interior y exterior, la Administración civil y militar y la defensa del Estado. Ejerce la función
ejecutiva y la potestad reglamentaria de acuerdo con la Constitución y las leyes”.

Asimismo, la tienen los entes territoriales distintos del Estado y con personalidad jurídica propia, como las CC.AA., las Pro-
vincias y Municipios. También los entes no territoriales o institucionales, en el ámbito de sus competencias (Organismos
Autónomos, Universidades, entre otros).

Justificación de la
4.4.1.
potestad reglamentaria
Las razones que justif ican la potestad reglamentaria son:
▶ La composición política y no técnica de las Cámaras Legislativas, que determina que éstas no sean idóneas para
la confección de los Reglamentos.
▶ La gran movilidad de las normas administrativas, que exige que éstas no tengan el rango formal que la ley com-
porta, lo que facilita su derogación y sustitución por otras.
▶ La amplia esfera discrecional del Poder Ejecutivo, que determina la conveniencia de que la propia Administración
se autolimite dictando Reglamentos.
▶ La oportunidad de atribuir determinadas materias al Poder Ejecutivo para que las reglamente, supuesto que el
legislador no puede preverlo todo.

Fundamentos de la
4.4.2.
potestad reglamentaria
▶ Teoría de la delegación: La Administración, según esta tesis, no puede dictar Reglamentos si no existe una del-
egación expresa del poder legislativo.
▶ Teoría de la discrecionalidad: La potestad reglamentaria tiene su fundamento en el poder discrecional de la
Administración.
▶ Teoría de los poderes propios: La Administración tiene una potestad reglamentaria propia y puede ejercerla sin
necesidad de autorización expresa de la Ley. Esta es la tesis mayoritariamente mantenida.

Ahora bien, ¿de dónde vienen esos poderes propios? En realidad, procede de una habilitación expresa o genérica que para
dictar Reglamentos se concede a la Administración, habilitación que puede venir derivada directamente de la Ley o genéri-
camente de la Constitución y del ordenamiento jurídico en su conjunto. No es, pues, algo discrecional, ni algo delegado
expresamente, sino una concesión de poderes propios en virtud del ordenamiento jurídico.

28
Límites de la
4.4.3.
potestad reglamentaria

Límites formales
Al emitirse un Reglamento han de adoptarse las vías procedimentales previstas para ello. La Administración no
puede dictar Reglamentos sin más, está obligada a crear las disposiciones a través de ciertas formalidades y con
arreglo a determinados cauces. Y además, está obligada a publicarlos para su conocimiento general.

El incumplimiento de los límites formales de la potestad reglamentaria (por ejemplo, la omisión del dictamen del Consejo
de Estado cuando se trata de Reglamentos ejecutivos de Leyes) lleva aparejada la nulidad del Reglamento correspondiente.
Lo mismo sucede con la omisión del informe de las Secretarías Generales Técnicas de que procedan los Reglamentos. El
procedimiento para la elaboración de disposiciones de carácter general pretende la adecuación del Reglamento a la Ley y
evitar que los Reglamentos sean origen de normas que lleven a políticas contradictorias.

5. Los actos administrativos

Es acto administrativo constituye la piedra angular de todo el ordenamiento jurídico-administrativo. Contextualizado su


def inición, son muchas las que se aplican pero la mayoría sigue la aplicada por Zenobini, def iniendo el acto administrativo
como “cualquier declaración de voluntad, de juicio, deseo o conocimiento realizada por un sujeto de la Administración Pú-
blica en el ejercicio de una potestad administrativa”.

5.1. Características

El acto administrativo es una institución más del Derecho Administrativo por ello, desde una persperctiva más amplia, el
acto administrativo es entendido como todo acto jurídico dictado por la Administración y sometido al Derecho Administra-
tivo. Por tanto, quedan fuera del concepto de acto administrativo, las siguientes actuaciones de la Administración:
▶ Los actos materiales de la Administración que, aunque sirvan de preparación o de ejecución de los actos admin-
istrativos, no son actos jurídicos.
▶ Los actos jurídicos llevados a cabo por los administrados, aun siendo propios del Derecho Administrativo (inter-
venciones de los administrados en la relación jurídico-administrativa).
▶ Los actos jurídicos dictados por la Administración que no están sometidos al Derecho Administrativo; por ejem-
plo: actos de Derecho Privado.

Y es que los elementos que caracterizan a los actos administrativos podemos resumirlos por los siguientes puntos:
▶ El acto administrativo debe proceder de la Administración, por lo que no se puede considerar como tal:
» Aquellos actos políticos del Gobierno (con salvedades).
» Actos jurídicos del interesado o administrado.
» Actos de ejecución material dictados por el Poder Judicial o Legislativo.
» Los contratos y convenios en cuanto que son consecuencias de un acuerdo de voluntades y no es solo
por la Administración.
29
▶ El acto administrativo está regulado por el Derecho Administrativo.
▶ La potestad administrativa debe ser distinta de la potestad reglamentaria. Por lo que, la declaración administra-
tiva, debe ser consecuencia de una determinada potestad administrativa. Así, debemos diferenciar a los actos
administrativos de otros actos emitidos por la Administración tales como los reglamentos, los actos jurídicos de
la Administración realizados con sometimiento al Derecho privada, entre otros.

Como podemos ver, esta amplia gama de caracterísiticas hace que no exista una def inición propia en nuestro Derecho, por
lo que debemos basarnos en la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administra-
ciones Públicas para tener en cuenta su régimen jurídico.

En referencia a esta Ley, hay que destacar el Título III denominado “De los actos administrativos” (arts. 24-52) que se es-
tructura en tres capítulos centrados en regular los requisitos de los actos administrativos (Capítulo I), la ef icacia de los actos
(Capítulo II) y las reglas sobre nulidad y anulabilidad (Capítulo III).
1. Capítulo I: hace referencia a los requisitos de los actos administrativos para que éstos sean válidos (Artículos 34-
36). Es decir:
▶ Artículo 34. Producción y contenido.
▶ Artículo 35. Motivación.
▶ Artículo 36. Forma.
2. Capítulo II, regula la ef icacia de los actos administrativos (artículos 37-46):
▶ Artículo 37. Inderogabilidad singular.
▶ Artículo 38. Ejecutividad.
▶ Artículo 39. Efectos.
▶ Artículo 40. Notif icación.
▶ Artículo 41. Condiciones generales para la práctica de las notif icaciones.
▶ Artículo 42. Práctica de las notif icaciones en papel.
▶ Artículo 43. Práctica de las notif icaciones a través de medios electrónicos.
▶ Artículo 44. Notif icación inf ructuosa.
▶ Artículo 45. Publicación.
▶ Artículo 46. Indicación de notif icaciones y publicaciones.
3. Capítulo III, que se ocupa del régimen de nulidad y anulabilidad de los actos administrativos (artículo 47-52)
▶ Artículo 47. Nulidad de pleno derecho.
▶ Artículo 48. Anulabilidad.
▶ Artículo 49. Límites a la extensión de la nulidad o anulabilidad de los actos.
▶ Artículo 50. Conversión de actos viciados.
▶ Artículo 51. Conservación de actos y trámites.
▶ Artículo 52. Convalidación.

Clasificación de los
5.2.
actos administrativos
Los criterios de clasif icación de los actos administrativos pueden ser innumerables, basta con tener en cuenta los más
relevantes:

30
Según el órgano de los
5.2.1.
que emana el acto

Acto simple Acto complejo


Se trata de aquellos actos que procede un solo órgano Se trata de aquellos actos que en su producción han
administrativo. intervenido dos o más órganos administrativos.

Según el modo
5.2.2.
de exteriorizarse

Acto expreso Acto presunto


Se trata de actos que contiene una manifestación de No produce ningún acto administrativo ya que se pro-
voluntad expresada por la Administración y normal- duce una f icción jurídica. Esto signif ica que, ante la
mente escrita. Es decir, son aquellos actos que se ausencia de voluntad administrativa (silencio admin-
dictan y notif ican a los interesados resolviendo expre- istrativo), la ley sustituye la voluntad inexistente por
samente y poniendo f in al procedimiento. una de carácter positivo o negativo, dependiendo de
los casos. Por consiguiente, si ante una petición o so-
licitud, tras los plazos establecidos no hay contestac-
ión por parte de la Administración, el solicitante podrá
Acto tácito entender, en función de los casos, que su petición ha
podido ser aceptada o rechazada, siendo el silencio
Son aquellos que falta de esta manifestación, pero administrativo el que se convierte en acto administra-
ante la conducta administrativa se presume la exist- tivo.
encia de una voluntad que produce efectos juríricos.

5.2.3. Según su contenido

Acto constitutivo Acto declarativo


son aquellos que crean, modif ican o extinguen rela- Se tratan de aquellos actos que acreditan un hecho o
ciones o situaciones jurídicas. De este modo, pueden una situación jurídica sin incidir sobre su contenido.
ser:
▶ Favorables: cuando otorgan alguna venta-
ja o amplía la esfera de los derechos de los
interesados. Es decir, producen efectos fa-
vorables para los interesados. Por ejemplo:
subvenciones, autorizaciones, bonif ica-
ciones, exenciones f iscales, etc.
▶ De gravamen: cuando limitan o restringen
los derechos de los interesados. Es decir,
agravan de cualquier forma la situación ju-
rídica del ciudadano/a. (En esta línea, de ac-
uerdo con el artículo 109 de la Ley 39/2015,
sólo los actos de gravamen pueden ser rev-
ocados por la Administración)
31
Según su lugar en el
5.2.4.
procedimiento administrativo

Acto de trámite Acto definitivo


Se trata de aquellos actos que no decide el fondo de la Decide sobre las cuestiones planteadas en el expe-
cuestión ni da lugar a la terminación del expediente, diente por lo que pone normalmente f in a éste (f in
simplemente se limita a preparar la decisión f inal. En al procedimiento). Son actos recurribles (se le puede
este caso no son recurribles, normalmente, ni en vía interponer recurso ya sea en vía administrativa o judi-
administrativa ni judicial, pero pueden serlo si deciden cia)l, en tanto que contiene la voluntad del órgano y
directa o indirectamente el fondo del asunto, determi- conduce al acto def initivo. En general, han de ser no-
nan la imposibilidad de continuar el procedimiento, tif icados a los interesados.
producen indefensión o perjuicio irreparable a dere-
chos e intereses legítimos (artículo 112.1 ley 39/2015) en
cuyo caso sí serían recurribles.

Según la extensión de sus


5.2.5.
efectos a los destinatarios

Actos generales Acto singulares o especiales


Son aquellos actos que van dirigidos a una pluralidad Son aquellos actos destinados a una o varias personas
indeterminada de personas, tal y como es el caso de la determinadas o determinados. Por ejemplo, una res-
resolución de convocatorias de oposiciones. olución por la que se nombra a determinadas perso-
nas como funcionarios/as del Cuerpo General de Aux-
iliar Administrativo.

32
Según la posibilidad de recurrir en
5.2.6.
vía contencioso-administrativa

Acto impugnable
Son aquellos actos que han puesto f in a la vía administrativa, con lo cual, será admisible el recurso contencioso-administra-
tivo. Son impugnable los actos:
▶ Def initivos.
▶ De trámites que decidan directa o indirectamente sobre el fondo del asunto o causen indefensión.
▶ Aquellos que ponen f in a la vía administrativa.

De acuerdo con el artículo 25 de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administrati-


va: El recurso contencioso-administrativo es admisible en relación con las disposiciones de carácter general y con los actos
expresos y presuntos de la Administración pública que pongan f in a la vía administrativa, ya sean def initivos o de trámite,
si estos últimos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el proced-
imiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos.

También es admisible el recurso contra la inactividad de la Administración y contra sus actuaciones materiales que con-
stituyan vía de hecho, en los términos establecidos en esta Ley.

Asimismo, de acuerdo con el artículo 114 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común
de las Administraciones Públicas, ponen f in a la vía administrativa (pregunta de examen):
1. Las resoluciones de los recursos de alzada.
2. Las resoluciones de los procedimientos a que se ref iere el artículo 112.2.
3. Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior jerárquico, salvo que una Ley establez-
ca lo contrario.
4. Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de f inalizadores del procedimiento.
5. La resolución administrativa de los procedimientos de responsabilidad patrimonial, cualquiera que fuese el tipo
de relación, pública o privada, de que derive.
6. La resolución de los procedimientos complementarios en materia sancionadora a los que se ref iere el artículo
90.4.
7. Las demás resoluciones de órganos administrativos cuando una disposición legal o reglamentaria así lo establez-
ca.

Además de lo previsto en el apartado anterior, en el ámbito estatal ponen f in a la vía administrativa los actos y resoluciones
siguientes:
1. Los actos administrativos de los miembros y órganos del Gobierno.
2. Los emanados de los Ministros y los Secretarios de Estado en el ejercicio de las competencias que tienen atribui-
das los órganos de los que son titulares.
3. Los emanados de los órganos directivos con nivel de Director general o superior, en relación con las competen-
cias que tengan atribuidas en materia de personal.
4. En los Organismos públicos y entidades derecho público vinculados o dependientes de la Administración Gener-
al del Estado, los emanados de los máximos órganos de dirección unipersonales o colegiados, de acuerdo con lo
que establezcan sus estatutos, salvo que por ley se establezca otra cosa.

En cuanto al ámbito de la Administración de la Junta de Andalucía regulado en el artículo 112 de la Ley 9/2007, de 22 de oc-
tubre, de la Administración de la Junta de Andalucía, establece que ponen f in a la vía administrativa las resoluciones, actos
o acuerdos de los siguientes órganos y autoridades:
1. Los de la persona titular de la Presidencia de la Junta de Andalucía, así como los del Consejo de Gobierno y sus
Comisiones Delegadas.
2. Los de las personas titulares de las Consejerías, salvo que una ley prevea específ icamente un recurso ante el
Consejo de Gobierno.
3. Los de las autoridades de rango inferior al de la persona titular de la Consejería que resuelvan por delegación de
esta o de otro órgano cuyas resoluciones agoten la vía administrativa.
4. Los de los órganos con nivel de Dirección General o superior cuando se dicten en materia de personal.
5. Los de los demás órganos y autoridades cuando una disposición legal o reglamentaria así lo establezca.

33
Acto no impugnable
Son aquellos actos en los que no cabe recurso ante la jurisdicción contencioso-administrativo, ya que todavía existe la posi-
bilidad de interponer algún recurso ante la propia Administración. Son actos no impugnables:
▶ Los actos f irmes, y por haberse agotado el plazo para su impugnación.
▶ Los conf irmatorios de acuerdo no recurridos en tiempo y forma.
▶ Los que han sido reproducidos por otros anteriores que sean f irmes y def initivos.

Según la potestad
5.2.7.
ejercida al dictarlos

Acto reglado Acto discrecional


Son aquellos actos cuando todos sus elementos vie- Se trata de aquellos actos donde alguno de sus ele-
nen predeterminados por el ordenamiento. En este mentos no está especif icado por el ordenamiento,
caso, la Administración no puede optar entre varias quedando a la libre apreciación de la Administración
decisiones, sino que se tiene atener a una determi- respetando en todo caso, los límites establecido por la
nada. De esta forma, actúa sin juicio subjetivo. Sirva norma habilitante.
de ejemplo la jubilación de una funcionaria al llegar la
edad de jubilación forzosa.

Elementos del
5.3.
Acto Administrativo
La regulación legal en referencia al acto administrativo queda contenida en la Ley 39/2015 en el que puede deslindarse una
serie de elementos predicables Los elementos para que un acto sea válido son:
▶ Elemento subjetivo.
▶ Elemento objetivo o contenido.
▶ Causa y f in.
▶ Forma.

5.3.1. Elemento subjetivo

El elemento subjetivo del acto es un órgano de la Administración Pública y para que el acto sea válido, tiene que emanar
del órgano competente (Art. 34 LPACAP).
Para ello, de acuerdo con el artículo 5 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público (LRJSP),
tendrán la consideración de órganos administrativos las unidades administrativas a las que se les atribuyan funciones que
tengan efectos jurídicos f rente a terceros, o cuya actuación tenga carácter preceptivo.

34
El titular del órgano administrativo es la persona f ísica, debe cumplir los siguientes requisitos legales para que su actuación
se ajuste a derecho:
▶ Ha de estar legalmente adscrita al órgano, bien a través de un nombramiento legal (en caso de funcionario), o
bien mediante la formalización de contrato laboral (caso de personal laboral).
▶ No debe estar incurso en ninguno de los motivos de abstención (Artículo 23 LRJSP) y recusación (artículo 24
LRJSP).

Artículo 23. Abstención

1. Las autoridades y el personal al servicio de las Administraciones en quienes se den algunas de las circunstancias
señaladas en el apartado siguiente se abstendrán de intervenir en el procedimiento y lo comunicarán a su supe-
rior inmediato, quien resolverá lo procedente.
2. Son motivos de abstención los siguientes:
a. Tener interés personal en el asunto de que se trate o en otro en cuya resolución pudiera influir la de
aquél; ser administrador de sociedad o entidad interesada, o tener cuestión litigiosa pendiente con
algún interesado.
b. Tener un vínculo matrimonial o situación de hecho asimilable y el parentesco de consanguinidad
dentro del cuarto grado o de afinidad dentro del segundo, con cualquiera de los interesados, con los
administradores de entidades o sociedades interesadas y también con los asesores, representantes
legales o mandatarios que intervengan en el procedimiento, así como compartir despacho profesion-
al o estar asociado con éstos para el asesoramiento, la representación o el mandato.
c. Tener amistad íntima o enemistad manifiesta con alguna de las personas mencionadas en el aparta-
do anterior.
d. Haber intervenido como perito o como testigo en el procedimiento de que se trate.
e. Tener relación de servicio con persona natural o jurídica interesada directamente en el asunto, o
haberle prestado en los dos últimos años servicios profesionales de cualquier tipo y en cualquier
circunstancia o lugar.
3. Los órganos jerárquicamente superiores a quien se encuentre en alguna de las circunstancias señaladas en el
punto anterior podrán ordenarle que se abstengan de toda intervención en el expediente.
4. La actuación de autoridades y personal al servicio de las Administraciones Públicas en los que concurran moti-
vos de abstención no implicará, necesariamente, y en todo caso, la invalidez de los actos en que hayan interveni-
do.
5. La no abstención en los casos en que concurra alguna de esas circunstancias dará lugar a la responsabilidad que
proceda.

Artículo 24. Recusación

1. En los casos previstos en el artículo anterior, podrá promoverse recusación por los interesados en cualquier mo-
mento de la tramitación del procedimiento.
2. La recusación se planteará por escrito en el que se expresará la causa o causas en que se funda.
3. En el día siguiente el recusado manifestará a su inmediato superior si se da o no en él la causa alegada. En el
primer caso, si el superior aprecia la concurrencia de la causa de recusación, acordará su sustitución acto segui-
do.
4. Si el recusado niega la causa de recusación, el superior resolverá en el plazo de tres días, previos los informes y
comprobaciones que considere oportunos.
5. Contra las resoluciones adoptadas en esta materia no cabrá recurso, sin perjuicio de la posibilidad de alegar la
recusación al interponer el recurso que proceda contra el acto que ponga fin al procedimiento.

5.3.2. Elemento objetivo o contenido

El acto ha de referirse a un objeto posible, lícito y determinado. Por consiguiente, consiste en una declaración, que puede
ser de voluntad o de juicio, de deseo o de conocimiento.

El contenido del acto administrativo es lo que se conoce como “el fondo del asunto”. De acuerdo al artículo 34.2 LPACAP, el
contenido del acto administrativo se ajustará a lo dispuesto por el ordenamiento jurídico y será determinado y adecuado a
los f ines de aquellos.

35
Requisitos:
▶ Posible: es preciso que la conducta que constituye el objeto del acto administrativo sea de posible realización. Si
el contenido es imposible = acto nulo de pleno derecho.
▶ Lícito: ajustado a lo dispuesto en el ordenamiento jurídico.
▶ Determinado o determinable: debe ser posible conocer que se quiere lograr con el acto.

5.3.3. Finalidad del acto

La causa hace referencia al porqué del acto, la razón que justif ica que un acto administrativo se dicte. La regla de conducta
de la Administración es la necesidad de perseguir el interés público en todas sus actuaciones. (Artículo 106.1 CE)

El elemento f in se contesta con la pregunta ¿para qué? En cada acto administrativo el f in viene dado, pues, por una espe-
cial manifestación del interés público. Así, por ejemplo, el f in del nombramiento de un funcionario es proveer una vacante.

El acto administrativo en cuanto ejercicio de una potestad, debe servir, necesariamente, a un f in, e incurrirá en vicio legal
si se aparta de él.

Cuando la norma atribuye una potestad a la Administración, además, señala la f inalidad específ ica a que debe encami-
narse el ejercicio de esa potestad, e incurrirá en el vicio de la desviación de poder si se aparta de él o pretende servir a una
f inalidad distinta aun cuando se trate de otra f inalidad pública (Art. 48 de la Ley 39/2015 y Art. 70.2 Ley 29/1998, de la LJCA).

5.3.4. Formas de los acto

La sumisión del actuar administrativo a un determinado procedimiento, es una exi-


gencia constitucional recogida en el artículo 105 c) CE. El procedimiento es un modo
de producción de un acto por aplicación de normas jurídicas superiores a ese acto.

Según el artículo 36 de la Ley 39/2015:


1. Los actos administrativos se producirán por escrito a través de medios
electrónicos, a menos que su naturaleza exija otra forma más adecuada
de expresión y constancia.
2. En los casos en que los órganos administrativos ejerzan su competencia
de forma verbal, la constancia escrita del acto, cuando sea necesaria, se
efectuará y f irmará por el titular del órgano inferior o funcionario que la
reciba oralmente, expresando en la comunicación del mismo la autoridad
de la que procede. Si se tratara de resoluciones, el titular de la competen-
cia deberá autorizar una relación de las que haya dictado de forma verbal,
con expresión de su contenido. (Fue pregunta de examen en la OEP 2019
de Auxiliar Administrativo de la Junta de Andalucía).
3. Cuando deba dictarse una serie de actos administrativos de la misma
naturaleza, tales como nombramientos, concesiones o licencias, podrán
refundirse en un único acto, acordado por el órgano competente, que es-
pecif icará las personas u otras circunstancias que individualicen los efec-
tos del acto para cada interesado.

36
5.4. La competencia administrativa

Tal y como establece el artículo 8 de la Ley 40/2015, de 1 de octubre, de Régimen Jurídico del Sector Público, la competencia
es irrenunciable y se ejercerá por los órganos administrativos que la tengan atribuida como propia, salvo los casos de del-
egación o avocación, cuando se efectúen en los términos previstos en ésta u otras leyes.

Para ello, los criterios de delimitación de la competencia se aplica de acuerdo a tres criterios:
▶ Criterio jerárquico: la competencia se determina de forma vertical, dando preferencia a un órgano para el ejer-
cicio de una función por razones de tipo cuantitativo por ejemplo, atribución de competencia sancionadora en
función de la cantidad de las multas, o de tipo cualitativo, por ejemplo, atribución de competencia a depend-
encias inferiores cuando la actuación administrativa sea la siempre conf rontación de hechos o la apliación au-
tomática de normas).
▶ Criterio objetivo: atribuyendo funciones públicas en bloque a diversos sectores de la Administración. Es decir, una
distribución por f ines, objetivos o funciones.
▶ Criterio territorial: a través de una distribución horizontal a razón del territorio de las funciones y potestades y en
relación con otros órganos que se encuentran situados al mismo nivel jerárquico.

Asimismo, cabe destacar el apartado 2 y 3 del artículo 8 de la Ley 40/2015 ya que en el se dictamina lo siguiente:
▶ La titularidad y el ejercicio de las competencias atribuidas a los órganos administrativos podrán ser desconcen-
tradas en otros jerárquicamente dependientes de aquéllos en los términos y con los requisitos que prevean las
propias normas de atribución de competencias.
▶ Si alguna disposición atribuye la competencia a una Administración, sin especif icar el órgano que debe ejercerla,
se entenderá que la facultad de instruir y resolver los expedientes corresponde a los órganos inferiores compe-
tentes por razón de la materia y del territorio. Si existiera más de un órgano inferior competente por razón de
materia y territorio, la facultad para instruir y resolver los expedientes corresponderá al superior jerárquico común
de estos.

5.4.1. Tipos de competencias administrativas

De acuerdo con la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público (40/2015), son:
▶ Delegación de competencias. Artículo 9.
▶ Avocación. Artículo 10.
▶ Encomiendas de gestión. Artículo 11.
▶ Delegación de f irma. Artículo 12.
▶ Suplencia. Artículo 13.

Recuerde:
La delegación de competencias, las encomiendas de gestión, la delegación de f irma y la suplencia no suponen
alteración de la titularidad de la competencia, aunque sí de los elementos determinantes de su ejercicio que en
cada caso se prevén.

37
5.4.2. Decisiones sobre competencia

El órgano administrativo que se estime incompetente para la resolución de un asunto remitirá directamente las actua-
ciones al órgano que considere competente, debiendo notif icar esta circunstancia a los interesados.

Los interesados que sean parte en el procedimiento podrán dirigirse al órgano que se encuentre conociendo de un asunto
para que decline su competencia y remita las actuaciones al órgano competente.

Asimismo, podrán dirigirse al órgano que estimen competente para que requiera de inhibición al que esté conociendo del
asunto.

Los conflictos de atribuciones sólo podrán suscitarse entre órganos de una misma Administración no relacionados jerárqui-
camente, y respecto a asuntos sobre los que no haya f inalizado el procedimiento administrativo.

5.4.2.1. Delegación de competencias

Los órganos de las diferentes Administraciones Públicas podrán delegar el ejercicio de las competencias que tengan atribui-
das en otros órganos de la misma Administración, aun cuando no sean jerárquicamente dependientes, o en los Organismos
públicos o Entidades de Derecho Público vinculados o dependientes de aquéllas.

En el ámbito de la Administración General del Estado, la delegación de competencias deberá ser aprobada previamente
por el órgano ministerial de quien dependa el órgano delegante y en el caso de los Organismos públicos o Entidades vin-
culados o dependientes, por el órgano máximo de dirección, de acuerdo con sus normas de creación. Cuando se trate de
órganos no relacionados jerárquicamente será necesaria la aprobación previa del superior común si ambos pertenecen al
mismo Ministerio, o del órgano superior de quien dependa el órgano delegado, si el delegante y el delegado pertenecen a
diferentes Ministerios.

Asimismo, los órganos de la Administración General del Estado podrán delegar el ejercicio de sus competencias propias en
sus Organismos públicos y Entidades vinculados o dependientes, cuando resulte conveniente para alcanzar los f ines que
tengan asignados y mejorar la ef icacia de su gestión. La delegación deberá ser previamente aprobada por los órganos de
los que dependan el órgano delegante y el órgano delegado, o aceptada por este último cuando sea el órgano máximo de
dirección del Organismo público o Entidad vinculado o dependiente.

La delegación será revocable en cualquier momento por el órgano que la haya conferido.

38
5.4.2.1.1. Limitaciones

En ningún caso podrán ser objeto de delegación las competencias relativas a:


a. Los asuntos que se ref ieran a relaciones con la Jefatura del Estado, la Presidencia del Gobierno de la Nación, las
Cortes Generales, las Presidencias de los Consejos de Gobierno de las Comunidades Autónomas y las Asambleas
Legislativas de las Comunidades Autónomas.
b. La adopción de disposiciones de carácter general.
c. La resolución de recursos en los órganos administrativos que hayan dictado los actos objeto de recurso.
d. Las materias en que así se determine por norma con rango de Ley.

5.4.2.1.2. Requisitos y condiciones

Las delegaciones de competencias y su revocación deberán publicarse en el «Boletín Of icial del Estado», en el de la Comuni-
dad Autónoma o en el de la Provincia, según la Administración a que pertenezca el órgano delegante, y el ámbito territorial
de competencia de éste.

Las resoluciones administrativas que se adopten por delegación indicarán expresamente esta circunstancia y se consider-
arán dictadas por el órgano delegante.

Salvo autorización expresa de una Ley, no podrán delegarse las competencias que se ejerzan por delegación.

No constituye impedimento para que pueda delegarse la competencia para resolver un procedimiento la circunstancia de
que la norma reguladora del mismo prevea, como trámite preceptivo, la emisión de un dictamen o informe; no obstante, no
podrá delegarse la competencia para resolver un procedimiento una vez que en el correspondiente procedimiento se haya
emitido un dictamen o informe preceptivo acerca del mismo.

El acuerdo de delegación de aquellas competencias atribuidas a órganos colegiados, para cuyo ejercicio se requiera un
quórum o mayoría especial, deberá adoptarse observando, en todo caso, dicho quórum o mayoría.

5.4.2.2. Avocación

Los órganos superiores podrán avocar para sí el conocimiento de uno o varios asuntos cuya resolución corresponda ordinari-
amente o por delegación a sus órganos administrativos dependientes, cuando circunstancias de índole técnica, económica,
social, jurídica o territorial lo hagan conveniente.

En los supuestos de delegación de competencias en órganos no dependientes jerárquicamente, el conocimiento de un


asunto podrá ser avocado únicamente por el órgano delegante.

39
5.4.2.2.1. Requisitos y condiciones

En todo caso, la avocación se realizará mediante acuerdo motivado que deberá ser notif icado a los interesados en el pro-
cedimiento, si los hubiere, con anterioridad o simultáneamente a la resolución f inal que se dicte.

Contra el acuerdo de avocación no cabrá recurso, aunque podrá impugnarse en el que, en su caso, se interponga contra la
resolución del procedimiento.

5.4.2.3. Encomiendas de gestión

La realización de actividades de carácter material o técnico de la competencia de los órganos administrativos o de las En-
tidades de Derecho Público podrá ser encomendada a otros órganos o Entidades de Derecho Público de la misma o de
distinta Administración, siempre que entre sus competencias estén esas actividades, por razones de ef icacia o cuando no
se posean los medios técnicos idóneos para su desempeño.

Las encomiendas de gestión no podrán tener por objeto prestaciones propias de los contratos regulados en la legislación
de contratos del sector público. En tal caso, su naturaleza y régimen jurídico se ajustará a lo previsto en ésta.

La encomienda de gestión no supone cesión de la titularidad de la competencia ni de los elementos sustantivos de su ejer-
cicio, siendo responsabilidad del órgano o Entidad encomendante dictar cuantos actos o resoluciones de carácter jurídico
den soporte o en los que se integre la concreta actividad material objeto de encomienda.

En todo caso, la Entidad u órgano encomendado tendrá la condición de encargado del tratamiento de los datos de carácter
personal a los que pudiera tener acceso en ejecución de la encomienda de gestión, siéndole de aplicación lo dispuesto en
la normativa de protección de datos de carácter personal.

5.4.2.3.1. Reglas

La formalización de las encomiendas de gestión se ajustará a las siguientes reglas:


a. Cuando la encomienda de gestión se realice entre órganos administrativos o Entidades de Derecho Público pert-
enecientes a la misma Administración deberá formalizarse en los términos que establezca su normativa propia y,
en su defecto, por acuerdo expreso de los órganos o Entidades de Derecho Público intervinientes. En todo caso, el
instrumento de formalización de la encomienda de gestión y su resolución deberá ser publicada, para su ef icacia,
en el Boletín Of icial del Estado, en el Boletín of icial de la Comunidad Autónoma o en el de la Provincia, según la
Administración a que pertenezca el órgano encomendante.
Cada Administración podrá regular los requisitos necesarios para la validez de tales acuerdos que incluirán, al
menos, expresa mención de la actividad o actividades a las que afecten, el plazo de vigencia y la naturaleza y
alcance de la gestión encomendada.
b. Cuando la encomienda de gestión se realice entre órganos y Entidades de Derecho Público de distintas Admin-
istraciones se formalizará mediante f irma del correspondiente convenio entre ellas, que deberá ser publicado en
el «Boletín Of icial del Estado», en el Boletín of icial de la Comunidad Autónoma o en el de la Provincia, según la
Administración a que pertenezca el órgano encomendante, salvo en el supuesto de la gestión ordinaria de los
servicios de las Comunidades Autónomas por las Diputaciones Provinciales o en su caso Cabildos o Consejos in-
sulares, que se regirá por la legislación de Régimen Local.
40
5.4.2.4. Delegación de firma

Los titulares de los órganos administrativos podrán, en materias de su competencia, que ostenten, bien por atribución, bien
por delegación de competencias, delegar la f irma de sus resoluciones y actos administrativos en los titulares de los órganos
o unidades administrativas que de ellos dependan, dentro de los límites señalados en el artículo 9.

La delegación de f irma no alterará la competencia del órgano delegante y para su validez no será necesaria su publicación.

5.4.2.4.1. Requisitos

En las resoluciones y actos que se f irmen por delegación se hará constar esta circunstancia y la autoridad de procedencia.

5.4.2.5. Suplencia

En la forma que disponga cada Administración Pública, los titulares de los órganos administrativos podrán ser suplidos
temporalmente en los supuestos de vacante, ausencia o enfermedad, así como en los casos en que haya sido declarada su
abstención o recusación.

Si no se designa suplente, la competencia del órgano administrativo se ejercerá por quien designe el órgano administrativo
inmediato superior de quien dependa.

La suplencia no implicará alteración de la competencia y para su validez no será necesaria su publicación.

En el ámbito de la Administración General del Estado, la designación de suplente podrá efectuarse:


a. En los reales decretos de estructura orgánica básica de los Departamentos Ministeriales o en los estatutos de sus
Organismos públicos y Entidades vinculados o dependientes según corresponda.
b. Por el órgano competente para el nombramiento del titular, bien en el propio acto de nombramiento bien en
otro posterior cuando se produzca el supuesto que dé lugar a la suplencia.

En las resoluciones y actos que se dicten mediante suplencia, se hará constar esta circunstancia y se especif icará el titular
del órgano en cuya suplencia se adoptan y quien efectivamente está ejerciendo esta suplencia.

41
6. La motivación, la notificación y la publicación

6.1. Motivación

Se trata de la obligación de hacer pública las razones de hecho o de derecho que fundamentan el acto.

Teniendo presente el artículo 35 de la Ley 39/2015, los actos serán motivados, con sucinta referencia de hechos y fundamen-
tos de derecho:
a. Los actos que limiten derechos subjetivos o intereses legítimos.
b. Los actos que resuelvan procedimientos de revisión de of icio de disposiciones o actos administrativos, recursos
administrativos y procedimientos de arbitraje y los que declaren su inadmisión.
c. Los actos que se separen del criterio seguido en actuaciones precedentes o del dictamen de órganos consultivos.
d. Los acuerdos de suspensión de actos, cualquiera que sea el motivo de ésta, así como la adopción de medidas
provisionales previstas en el artículo 56.
e. Los acuerdos de aplicación de la tramitación de urgencia, de ampliación de plazos y de realización de actua-
ciones complementarias.
f. Los actos que rechacen pruebas propuestas por los interesados.
g. Los actos que acuerden la terminación del procedimiento por la imposibilidad material de continuarlo por causas
sobrevenidas, así como los que acuerden el desistimiento por la Administración en procedimientos iniciados de
of icio.
h. Las propuestas de resolución en los procedimientos de carácter sancionador, así como los actos que resuelvan
procedimientos de carácter sancionador o de responsabilidad patrimonial.
i. Los actos que se dicten en el ejercicio de potestades discrecionales, así como los que deban serlo en virtud de
disposición legal o reglamentaria expresa.

La motivación de los actos que pongan f in a los procedimientos selectivos y de concurrencia competitiva se realizará de
conformidad con lo que dispongan las normas que regulen sus convocatorias, debiendo, en todo caso, quedar acreditados
en el procedimiento los fundamentos de la resolución que se adopte.
(Suele ser pregunta de examen).

6.2. Notificación

Debe entenderse la notif icación como la acción comunica de una cosa de manera of icial. Es decir, es el acto mediante el
cual se pone en conocimiento de los sujetos procesales el contenido de las providencias que se produzcan dentro del pro-
ceso, y tiene como f inalidad garantizar los derechos de defensa y de contradicción como nociones integrantes del concepto
de debido proceso.

Esto se encuentra regulado en el artículo 40 de la Ley 39/2015, estableciendo lo siguiente:


1. El órgano que dicte las resoluciones y actos administrativos los notif icará a los interesados cuyos derechos e in-
tereses sean afectados por aquéllos, en los términos previstos en los artículos siguientes.

42
2. Toda notif icación deberá ser cursada dentro del plazo de diez días a partir de la fecha en que el acto haya sido
dictado, y deberá contener el texto íntegro de la resolución, con indicación de si pone f in o no a la vía administra-
tiva, la expresión de los recursos que procedan, en su caso, en vía administrativa y judicial, el órgano ante el que
hubieran de presentarse y el plazo para interponerlos, sin perjuicio de que los interesados puedan ejercitar, en su
caso, cualquier otro que estimen procedente.
3. Las notif icaciones que, conteniendo el texto íntegro del acto, omitiesen alguno de los demás requisitos previstos
en el apartado anterior, surtirán efecto a partir de la fecha en que el interesado realice actuaciones que supongan
el conocimiento del contenido y alcance de la resolución o acto objeto de la notif icación, o interponga cualquier
recurso que proceda.
4. Sin perjuicio de lo establecido en el apartado anterior, y a los solos efectos de entender cumplida la obligación de
notif icar dentro del plazo máximo de duración de los procedimientos, será suf iciente la notif icación que conten-
ga, cuando menos, el texto íntegro de la resolución, así como el intento de notif icación debidamente acreditado.
5. Las Administraciones Públicas podrán adoptar las medidas que consideren necesarias para la protección de los
datos personales que consten en las resoluciones y actos administrativos, cuando éstos tengan por destinatarios
a más de un interesado.

De igual modo, en referencia a la notif icación hay que tener presente los siguientes apartados que trata sobre:
▶ Condiciones generales para la práctica de las notif icaciones. (Art. 41).
▶ Práctica de las notif icaciones en papel. (Art. 42).
▶ Práctica de las notif icaciones a través de medios electrónicos. (Art. 43).
▶ Notif icación inf ructuosa (Art. 44).

Condiciones generales para la


6.2.1.
práctica de las notificaciones
1. Las notif icaciones se practicarán preferentemente por medios electrónicos y, en todo caso, cuando el interesado
resulte obligado a recibirlas por esta vía.
No obstante lo anterior, las Administraciones podrán practicar las notif icaciones por medios no electrónicos en
los siguientes supuestos:
a. Cuando la notif icación se realice con ocasión de la comparecencia espontánea del interesado o su rep-
resentante en las of icinas de asistencia en materia de registro y solicite la comunicación o notif icación
personal en ese momento.
b. Cuando para asegurar la ef icacia de la actuación administrativa resulte necesario practicar la notif i-
cación por entrega directa de un empleado público de la Administración notif icante.
Con independencia del medio utilizado, las notif icaciones serán válidas siempre que permitan tener constancia
de su envío o puesta a disposición, de la recepción o acceso por el interesado o su representante, de sus fechas y
horas, del contenido íntegro, y de la identidad f idedigna del remitente y destinatario de la misma. La acreditación
de la notif icación efectuada se incorporará al expediente.
Los interesados que no estén obligados a recibir notif icaciones electrónicas, podrán decidir y comunicar en
cualquier momento a la Administración Pública, mediante los modelos normalizados que se establezcan al efec-
to, que las notif icaciones sucesivas se practiquen o dejen de practicarse por medios electrónicos.
Reglamentariamente, las Administraciones podrán establecer la obligación de practicar electrónicamente las
notif icaciones para determinados procedimientos y para ciertos colectivos de personas f ísicas que por razón de
su capacidad económica, técnica, dedicación profesional u otros motivos quede acreditado que tienen acceso y
disponibilidad de los medios electrónicos necesarios.
Adicionalmente, el interesado podrá identif icar un dispositivo electrónico y/o una dirección de correo electrónico
que servirán para el envío de los avisos regulados en este artículo, pero no para la práctica de notif icaciones.

43
2. En ningún caso se efectuarán por medios electrónicos las siguientes notif icaciones:
a. Aquellas en las que el acto a notif icar vaya acompañado de elementos que no sean susceptibles de
conversión en formato electrónico.
b. Las que contengan medios de pago a favor de los obligados, tales como cheques.
3. En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, la notif icación se practicará por el medio señalado al
efecto por aquel. Esta notif icación será electrónica en los casos en los que exista obligación de relacionarse de
esta forma con la Administración.
Cuando no fuera posible realizar la notif icación de acuerdo con lo señalado en la solicitud, se practicará en
cualquier lugar adecuado a tal f in, y por cualquier medio que permita tener constancia de la recepción por el
interesado o su representante, así como de la fecha, la identidad y el contenido del acto notif icado.
4. En los procedimientos iniciados de of icio, a los solos efectos de su iniciación, las Administraciones Públicas po-
drán recabar, mediante consulta a las bases de datos del Instituto Nacional de Estadística, los datos sobre el
domicilio del interesado recogidos en el Padrón Municipal, remitidos por las Entidades Locales en aplicación de
lo previsto en la Ley 7/1985, de 2 de abril, reguladora de las Bases del Régimen Local.
5. Cuando el interesado o su representante rechace la notif icación de una actuación administrativa, se hará constar
en el expediente, especif icándose las circunstancias del intento de notif icación y el medio, dando por efectuado
el trámite y siguiéndose el procedimiento.
6. Con independencia de que la notif icación se realice en papel o por medios electrónicos, las Administraciones
Públicas enviarán un aviso al dispositivo electrónico y/o a la dirección de correo electrónico del interesado que
éste haya comunicado, informándole de la puesta a disposición de una notif icación en la sede electrónica de la
Administración u Organismo correspondiente o en la dirección electrónica habilitada única. La falta de práctica
de este aviso no impedirá que la notif icación sea considerada plenamente válida.
7. Cuando el interesado fuera notif icado por distintos cauces, se tomará como fecha de notif icación la de aquélla
que se hubiera producido en primer lugar.

Práctica de las notificaciones


6.2.2.
en papel
1. Todas las notif icaciones que se practiquen en papel deberán ser
puestas a disposición del interesado en la sede electrónica de la
Administración u Organismo actuante para que pueda acceder al
contenido de las mismas de forma voluntaria.
2. Cuando la notif icación se practique en el domicilio del interesa-
do, de no hallarse presente éste en el momento de entregarse la
notif icación, podrá hacerse cargo de la misma cualquier persona
mayor de catorce años que se encuentre en el domicilio y haga
constar su identidad. Si nadie se hiciera cargo de la notif icación,
se hará constar esta circunstancia en el expediente, junto con el
día y la hora en que se intentó la notif icación, intento que se repe-
tirá por una sola vez y en una hora distinta dentro de los tres días
siguientes. En caso de que el primer intento de notif icación se haya
realizado antes de las quince horas, el segundo intento deberá re-
alizarse después de las quince horas y viceversa, dejando en todo
caso al menos un margen de diferencia de tres horas entre ambos
intentos de notif icación. Si el segundo intento también resultara
inf ructuoso, se procederá en la forma prevista en el artículo 44.
3. Cuando el interesado accediera al contenido de la notif icación en
sede electrónica, se le of recerá la posibilidad de que el resto de
notif icaciones se puedan realizar a través de medios electrónicos.
44
Práctica de las notificaciones a
6.2.3.
través de medios electrónicos
1. Las notif icaciones por medios electrónicos se practicarán mediante comparecencia en la sede electrónica de la
Administración u Organismo actuante, a través de la dirección electrónica habilitada única o mediante ambos
sistemas, según disponga cada Administración u Organismo.
A los efectos previstos en este artículo, se entiende por comparecencia en la sede electrónica, el acceso por el
interesado o su representante debidamente identif icado al contenido de la notif icación.
2. Las notif icaciones por medios electrónicos se entenderán practicadas en el momento en que se produzca el
acceso a su contenido.
Cuando la notif icación por medios electrónicos sea de carácter obligatorio, o haya sido expresamente elegida
por el interesado, se entenderá rechazada cuando hayan transcurrido diez días naturales desde la puesta a dis-
posición de la notif icación sin que se acceda a su contenido.
3. Se entenderá cumplida la obligación a la que se ref iere el artículo 40.4 con la puesta a disposición de la notif i-
cación en la sede electrónica de la Administración u Organismo actuante o en la dirección electrónica habilitada
única.
4. Los interesados podrán acceder a las notif icaciones desde el Punto de Acceso General electrónico de la Adminis-
tración, que funcionará como un portal de acceso.

6.2.4. Notificación infructuosa

Cuando los interesados en un procedimiento sean desconocidos, se ignore el lugar de la notif icación o bien, intentada ésta,
no se hubiese podido practicar, la notif icación se hará por medio de un anuncio publicado en el «Boletín Of icial del Estado».

Asimismo, previamente y con carácter facultativo, las Administraciones podrán publicar un anuncio en el boletín of icial de
la Comunidad Autónoma o de la Provincia, en el tablón de edictos del Ayuntamiento del último domicilio del interesado o
del Consulado o Sección Consular de la Embajada correspondiente.

Las Administraciones Públicas podrán establecer otras formas de notif icación complementarias a través de los restantes
medios de difusión, que no excluirán la obligación de publicar el correspondiente anuncio en el «Boletín Of icial del Estado».

6.3. Publicación

Se llama publicación al acto y la consecuencia de publicar, es decir, difundir algo o darlo a conocer a través de la impresión
u otro mecanismo. El término suele emplearse para aludir al texto impreso.

Tomando como referencia la Ley 39/2015, el artículo 45 regula este hecho estableciendo lo siguiente:
1. Los actos administrativos serán objeto de publicación cuando así lo establezcan las normas reguladoras de cada
procedimiento o cuando lo aconsejen razones de interés público apreciadas por el órgano competente. (Fue pre-
gunta de examen de la OEP 2019 para Auxiliar Administrativo).

45
En todo caso, los actos administrativos serán objeto de publicación, surtiendo ésta los efectos de la notif icación,
en los siguientes casos:
a. Cuando el acto tenga por destinatario a una pluralidad indeterminada de personas o cuando la Admin-
istración estime que la notif icación efectuada a un solo interesado es insuf iciente para garantizar la
notif icación a todos, siendo, en este último caso, adicional a la individualmente realizada.
b. Cuando se trate de actos integrantes de un procedimiento selectivo o de concurrencia competitiva de
cualquier tipo. En este caso, la convocatoria del procedimiento deberá indicar el medio donde se efec-
tuarán las sucesivas publicaciones, careciendo de validez las que se lleven a cabo en lugares distintos.
2. La publicación de un acto deberá contener los mismos elementos que el artículo 40.2 exige respecto de las noti-
f icaciones. Será también aplicable a la publicación lo establecido en el apartado 3 del mismo artículo.
En los supuestos de publicaciones de actos que contengan elementos comunes, podrán publicarse de forma
conjunta los aspectos coincidentes, especif icándose solamente los aspectos individuales de cada acto.
3. La publicación de los actos se realizará en el diario of icial que corresponda, según cual sea la Administración de
la que proceda el acto a notif icar.
4. Sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo 44, la publicación de actos y comunicaciones que, por disposición legal
o reglamentaria deba practicarse en tablón de anuncios o edictos, se entenderá cumplida por su publicación en
el Diario of icial correspondiente.

Asimismo, cabe destacar el artículo 46 en el que se ref iere a la indicación de notif icaciones y publicaciones. En este sen-
tido se establece lo siguiente:
▶ Si el órgano competente apreciase que la notif icación por medio de anuncios o la publicación de un acto lesiona
derechos o intereses legítimos, se limitará a publicar en el Diario of icial que corresponda una somera indicación
del contenido del acto y del lugar donde los interesados podrán comparecer, en el plazo que se establezca, para
conocimiento del contenido íntegro del mencionado acto y constancia de tal conocimiento.
▶ Adicionalmente y de manera facultativa, las Administraciones podrán establecer otras formas de notif icación
complementarias a través de los restantes medios de difusión que no excluirán la obligación de publicar en el
correspondiente Diario of icial.

Eficacia y validez de los


7.
actos administrativos
La ef icacia y validez de los actos administrativos van de la mano ya que de acuerdo con el artículo 39.1 de la Ley 39/2015,
“los actos administrativos se presumen válidos y son ef icaces desde el mismo momento de su producción”. (Se denomina
Ef icacia inmediata).

Por lo que, cuando se habla de ef icacia, se alude al momento en que los actos administrativos producen efectos. En esta
línea, cabe mencionar que la ef icacia del acto depende en muchos casos de su notif icación o publicación, que consiste en
la comunicación formal del mismo al interesado.

Contextualizando la ef icacia de los actos, tenemos que irnos al Capítulo II Título III de la Ley 39/2015 y, aunque pasaremos a
detallar cada uno de los artículos más adelante en referencia a la ef icacia de los actos, cabe resumir los siguientes puntos:
▶ Los actos administrativos se presumen válidos y son ef icaces desde el mismo momento de su producción.
▶ Como regla general los actos administrativos no producen efectos retroactivos, pero de forma excepcional se
puede otorgar una ef icacia retroactiva. Ejemplo: se le reconoce a un sujeto una pensión que no estaba correcta-
mente liquidada, tiene derecho a cobrar la nueva cantidad con efectos retroactivos.
La retroactividad no será posible cuando los efectos del acto administrativo lesiones los derechos o intereses
legítimos de otras personas.

46
▶ Es posible llevarse a cabo una ef icacia demorada, entendida como el efecto del acto administrativo que se pro-
duce con retraso, sea porque así se deduce de la propia calidad del acto, sea porque la existencia de una condición
suspensiva así lo prevea, o bien porque la ef icacia del acto está supeditada a su notif icación o publicación, o a la
aprobación superior. (Recuerda, en todos los demás casos, los actos administrativos se presumen válidos y pro-
ducen sus efectos desde la fecha en que se dicten).
Por tanto, en el precepto indicado se recogen cuatro supuestos de ef icacia demorada:
» Por razón del contenido: No necesita aclaración alguna por cuanto es necesario que se dé un hecho
concreto para que el acto cobre ef icacia (condición suspensiva).
» Por su aprobación: Es una manifestación típica de la tutela de unos entes administrativos sobre otros y
su exigencia no afecta, en absoluto, a la perfección ni a la validez del acto inferior; el acto en sí mismo
es perfecto y plenamente válido, pero no produce efectos en tanto no sea aprobado por la autoridad
superior.
» Por su notif icación: según el Art. 40.2 se notif icarán a los interesados las resoluciones y actos adminis-
trativos que afecten a sus derechos o intereses. Respecto del régimen de la notif icación nos remitimos
al epígrafe correspondiente.
» Por su publicación: la publicación de los actos administrativos a tenor del Art. 45.1.2, sustituirá a la noti-
f icación, surtiendo sus mismos efectos en los supuestos y con los requisitos establecidos.
▶ La ef icacia del acto puede cesar temporal o def initivamente. La cesación def initiva puede tener lugar por varias
razones:
» Porque el acto se ha extinguido naturalmente al producirse su cumplimiento total.
» Porque han desaparecido los presupuestos facticos que le servían de soporte:
» Por vencimiento del plazo.
» Por producirse la condición resolutoria.
» Porque se ha producido la anulación o extinción del acto.
▶ Se puede suspender el acto como una medida de carácter provisional y cautelar. Para ello, se faculta tanto a la
Administración como a los tribunales a suspender la ejecución de los actos administrativos recurridos en el caso
que dicha ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o dif ícil reparación o que la impugnación se funda-
mente en alguna de las causas de nulidad de pleno derecho (artículo 117.2 LPACAP).
▶ Los actos desde el momento en que se dictan son ejecutorio. La Administración goza de dos privilegios:
▶ El de la ejecutividad de los actos administrativos, estos se presumen legítimos y constituyen título su-
f iciente para la ejecución (artículo 38 LPACAP).
▶ El de acción de of icio o ejecución forzosa que la faculta para realizar por sí misma materialmente los
derechos que de tales actos se deriven. La Administración puede hacer uso de sus propios medios para
dar cumplimiento de un acto, cuando sea incumplido por el obligado.

7.1. La eficacia de los actos

Cuando hablamos de los actos administrativos regulado en el Título III de la Ley 39/2015, la ef icacia de los actos se encuen-
tra regulado en el Capítulo II, concretramente desde el artículo 37 hasta el 46. En él, destacamos los siguientes apartados.

47
7.1.1. Inderogabilidad singular (Artículo 37)

1. Las resoluciones administrativas de carácter particular no podrán vulnerar lo establecido en una disposición de
carácter general, aunque aquéllas procedan de un órgano de igual o superior jerarquía al que dictó la disposición
general.
2. Son nulas las resoluciones administrativas que vulneren lo establecido en una disposición reglamentaria, así
como aquellas que incurran en alguna de las causas recogidas en el artículo 47 (Nulidad de pleno derecho).

El apartado segundo de este artículo fue pregunta de examen de la OEP 2019 para Auxiliar Administrativo
de la Junta de Andalucía.

7.1.2. Ejecutividad (Artículo 38)

Los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo serán ejecutivos con arreglo a lo dispuesto en
esta Ley.

En esta línea, cabe destacar lo que a continuación detallamos.

7.1.3. Ejecutoriedad (Artículo 98)

1. Los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo serán inmediatamente ejecutivos,
salvo que:
a. Se produzca la suspensión de la ejecución del acto.
b. Se trate de una resolución de un procedimiento de naturaleza sancionadora contra la que quepa algún
recurso en vía administrativa, incluido el potestativo de reposición.
c. Una disposición establezca lo contrario.
d. Se necesite aprobación o autorización superior.
2. Cuando de una resolución administrativa, o de cualquier otra forma de f inalización del procedimiento adminis-
trativo prevista en esta ley, nazca una obligación de pago derivada de una sanción pecuniaria, multa o cualquier
otro derecho que haya de abonarse a la Hacienda pública, éste se efectuará preferentemente, salvo que se justi-
f ique la imposibilidad de hacerlo, utilizando alguno de los medios electrónicos siguientes:
a. Tarjeta de crédito y débito.
b. Transferencia bancaria.
c. Domiciliación bancaria.
d. Cualesquiera otros que se autoricen por el órgano competente en materia de Hacienda Pública.

48
7.1.4. Ejecución forzosa (Artículo 99)

Las Administraciones Públicas, a través de sus órganos competentes en cada caso, podrán proceder, previo apercibimiento,
a la ejecución forzosa de los actos administrativos, salvo en los supuestos en que se suspenda la ejecución de acuerdo con
la Ley, o cuando la Constitución o la Ley exijan la intervención de un órgano judicial.

7.1.5. Medios de ejecución forzosa (Artículo 100)

1. La ejecución forzosa por las Administraciones Públicas se efectuará, respetando siempre el principio de propor-
cionalidad, por los siguientes medios:
a. Apremio sobre el patrimonio.
b. Ejecución subsidiaria.
c. Multa coercitiva.
d. Compulsión sobre las personas.
2. Si fueran varios los medios de ejecución admisibles se elegirá el menos restrictivo de la libertad individual.
3. Si fuese necesario entrar en el domicilio del afectado o en los restantes lugares que requieran la autorización de
su titular, las Administraciones Públicas deberán obtener el consentimiento del mismo o, en su defecto, la opor-
tuna autorización judicial.

7.1.6. Apremio sobre el patrimonio (Artículo 101)

1. Si en virtud de acto administrativo hubiera de satisfacerse cantidad líquida se seguirá el procedimiento previsto
en las normas reguladoras del procedimiento de apremio.
2. En cualquier caso no podrá imponerse a los administrados una obligación pecuniaria que no estuviese estable-
cida con arreglo a una norma de rango legal.

7.1.7. Ejecución subsidiaria (Artículo 102)

1. Habrá lugar a la ejecución subsidiaria cuando se trate de actos que por no ser personalísimos puedan ser realiza-
dos por sujeto distinto del obligado.
2. En este caso, las Administraciones Públicas realizarán el acto, por sí o a través de las personas que determinen, a
costa del obligado.
3. El importe de los gastos, daños y perjuicios se exigirá conforme a lo dispuesto en el artículo anterior.
4. Dicho importe podrá liquidarse de forma provisional y realizarse antes de la ejecución, a reserva de la liquidación
def initiva.

49
7.1.8. Multa coercitiva (Artículo 103)

1. Cuando así lo autoricen las Leyes, y en la forma y cuantía que éstas determinen, las Administraciones Públicas
pueden, para la ejecución de determinados actos, imponer multas coercitivas, reiteradas por lapsos de tiempo
que sean suf icientes para cumplir lo ordenado, en los siguientes supuestos:
a. Actos personalísimos en que no proceda la compulsión directa sobre la persona del obligado.
b. Actos en que, procediendo la compulsión, la Administración no la estimara conveniente.
c. Actos cuya ejecución pueda el obligado encargar a otra persona.
2. La multa coercitiva es independiente de las sanciones que puedan imponerse con tal carácter y compatible con
ellas.

7.1.9. Compulsión sobre las personas (Artículo 104)

1. Los actos administrativos que impongan una obligación personalísima de no hacer o soportar podrán ser eje-
cutados por compulsión directa sobre las personas en los casos en que la ley expresamente lo autorice, y dentro
siempre del respeto debido a su dignidad y a los derechos reconocidos en la Constitución.
2. Si, tratándose de obligaciones personalísimas de hacer, no se realizase la prestación, el obligado deberá resarcir
los daños y perjuicios, a cuya liquidación y cobro se procederá en vía administrativa.

7.1.10. Prohibición de acciones posesorias (Artículo 105)

No se admitirán a trámite acciones posesorias contra las actuaciones de los órganos administrativos realizadas en materia
de su competencia y de acuerdo con el procedimiento legalmente establecido.

50
7.2. Suspensión de la ejecución (Artículo 117)

1. La interposición de cualquier recurso, excepto en los casos en que una disposición establezca lo contrario, no
suspenderá la ejecución del acto impugnado.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, el órgano a quien competa resolver el recurso, previa pon-
deración, suf icientemente razonada, entre el perjuicio que causaría al interés público o a terceros la suspensión y
el ocasionado al recurrente como consecuencia de la ef icacia inmediata del acto recurrido, podrá suspender, de
of icio o a solicitud del recurrente, la ejecución del acto impugnado cuando concurran alguna de las siguientes
circunstancias:
a. Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o dif ícil reparación.
b. Que la impugnación se fundamente en alguna de las causas de nulidad de pleno derecho previstas en
el artículo 47.1 de esta Ley.
3. La ejecución del acto impugnado se entenderá suspendida si transcurrido un mes desde que la solicitud de sus-
pensión haya tenido entrada en el registro electrónico de la Administración u Organismo competente para de-
cidir sobre la misma, el órgano a quien competa resolver el recurso no ha dictado y notif icado resolución expresa
al respecto. En estos casos, no será de aplicación lo establecido en el artículo 21.4 segundo párrafo, de esta Ley.
4. Al dictar el acuerdo de suspensión podrán adoptarse las medidas cautelares que sean necesarias para asegurar
la protección del interés público o de terceros y la ef icacia de la resolución o el acto impugnado.
Cuando de la suspensión puedan derivarse perjuicios de cualquier naturaleza, aquélla sólo producirá efectos
previa prestación de caución o garantía suf iciente para responder de ellos, en los términos establecidos reglam-
entariamente.
La suspensión se prolongará después de agotada la vía administrativa cuando, habiéndolo solicitado previa-
mente el interesado, exista medida cautelar y los efectos de ésta se extiendan a la vía contencioso-administrativa.
Si el interesado interpusiera recurso contencioso-administrativo, solicitando la suspensión del acto objeto del
proceso, se mantendrá la suspensión hasta que se produzca el correspondiente pronunciamiento judicial sobre
la solicitud.
5. Cuando el recurso tenga por objeto la impugnación de un acto administrativo que afecte a una pluralidad inde-
terminada de personas, la suspensión de su ef icacia habrá de ser publicada en el periódico of icial en que aquél
se insertó.

7.3. Efectos (Artículo 39)

1. Los actos de las Administraciones Públicas sujetos al Derecho Administrativo se presumirán válidos y producirán
efectos desde la fecha en que se dicten, salvo que en ellos se disponga otra cosa.
2. La ef icacia quedará demorada cuando así lo exija el contenido del acto o esté supeditada a su notif icación, pub-
licación o aprobación superior.
3. Excepcionalmente, podrá otorgarse ef icacia retroactiva a los actos cuando se dicten en sustitución de actos
anulados, así como cuando produzcan efectos favorables al interesado, siempre que los supuestos de hecho
necesarios existieran ya en la fecha a que se retrotraiga la ef icacia del acto y ésta no lesione derechos o intereses
legítimos de otras personas.
4. Las normas y actos dictados por los órganos de las Administraciones Públicas en el ejercicio de su propia compe-
tencia deberán ser observadas por el resto de los órganos administrativos, aunque no dependan jerárquicamente
entre sí o pertenezcan a otra Administración.

51
5. Cuando una Administración Pública tenga que dictar, en el ámbito de sus competencias, un acto que necesar-
iamente tenga por base otro dictado por una Administración Pública distinta y aquélla entienda que es ilegal,
podrá requerir a ésta previamente para que anule o revise el acto de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 44
de la Ley 29/1998, de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso- Administrativa, y, de rechazar el req-
uerimiento, podrá interponer recurso contencioso-administrativo. En estos casos, quedará suspendido el proced-
imiento para dictar resolución.

Supuesto especial de eficacia:


7.4.
El silencio administrativo
La técnica del silencio administrativo es una presunción legal en virtud de la cual, ante la ausencia de una voluntad ad-
ministrativa expresa, la ley sustituye por sí misma esa voluntad inexistente, presumiendo que a ciertos o plenos efectos la
misma se ha producido con un contenido negativo o positivo.

El artículo 24 de la Ley 39/2015 establece el concepto de Silencio administrativo en procedimientos iniciados a solicitud del
interesado.

En los procedimientos iniciados a solicitud del interesado, sin perjuicio de la resolución que la Administración debe dictar
en la forma prevista en el apartado 3 de este artículo, el vencimiento del plazo máximo sin haberse notif icado resolución
expresa, legitima al interesado o interesados para entenderla estimada por silencio administrativo, excepto en los supuestos
en los que una norma con rango de ley o una norma de Derecho de la Unión Europea o de Derecho internacional aplicable
en España establezcan lo contrario. Cuando el procedimiento tenga por objeto el acceso a actividades o su ejercicio, la ley
que disponga el carácter desestimatorio del silencio deberá fundarse en la concurrencia de razones imperiosas de interés
general.

El silencio tendrá efecto desestimatorio en los procedimientos relativos al ejercicio del derecho de petición, a que se ref iere
el artículo 29 de la Constitución, aquellos cuya estimación tuviera como consecuencia que se transf irieran al solicitante o a
terceros facultades relativas al dominio público o al servicio público, impliquen el ejercicio de actividades que puedan dañar
el medio ambiente y en los procedimientos de responsabilidad patrimonial de las Administraciones Públicas.

El sentido del silencio también será desestimatorio en los procedimientos de impugnación de actos y disposiciones y en
los de revisión de of icio iniciados a solicitud de los interesados. No obstante, cuando el recurso de alzada se haya interpuesto
contra la desestimación por silencio administrativo de una solicitud por el transcurso del plazo, se entenderá estimado el
mismo si, llegado el plazo de resolución, el órgano administrativo competente no dictase y notif icase resolución expresa,
siempre que no se ref iera a las materias enumeradas en el párrafo anterior.

La estimación por silencio administrativo tiene a todos los efectos la consideración de acto administrativo f inalizador del
procedimiento. La desestimación por silencio administrativo tiene los solos efectos de permitir a los interesados la inter-
posición del recurso administrativo o contencioso-administrativo que resulte procedente.

La obligación de dictar resolución expresa a que se ref iere el apartado primero del artículo 21 se sujetará al siguiente régi-
men:
a. En los casos de estimación por silencio administrativo, la resolución expresa posterior a la producción del acto
sólo podrá dictarse de ser conf irmatoria del mismo.
b. En los casos de desestimación por silencio administrativo, la resolución expresa posterior al vencimiento del plazo
se adoptará por la Administración sin vinculación alguna al sentido del silencio.

52
Los actos administrativos producidos por silencio administrativo se podrán hacer valer tanto ante la Administración como
ante cualquier persona f ísica o jurídica, pública o privada. Los mismos producen efectos desde el vencimiento del plazo
máximo en el que debe dictarse y notif icarse la resolución expresa sin que la misma se haya expedido, y su existencia puede
ser acreditada por cualquier medio de prueba admitido en Derecho, incluido el certif icado acreditativo del silencio pro-
ducido. Este certif icado se expedirá de of icio por el órgano competente para resolver en el plazo de quince días desde que
expire el plazo máximo para resolver el procedimiento. Sin perjuicio de lo anterior, el interesado podrá pedirlo en cualquier
momento, computándose el plazo indicado anteriormente desde el día siguiente a aquél en que la petición tuviese entrada
en el registro electrónico de la Administración u Organismo competente para resolver.

El régimen de invalidez de
7.5.
los actos administrativos
El acto administrativo debe reunir una serie de requisitos para ser válido, requisitos que marca el ordenamiento jurídico.
Debemos comprobar y ver qué respuesta da el ordenamiento jurídico para aquellos actos que se han producido con inf rac-
ción del mismo, es decir, que no han cumplido los requisitos previstos. En nuestro ordenamiento, es la Ley 39/2015 la que
prevé una respuesta en defensa de esa legalidad y de que se cumplan los requisitos a la hora de producir los actos admin-
istrativos. Por tanto, el acto debe reunir todos esos requisitos que establece el ordenamiento, incluso, como veremos no es
necesario que adolezca de todos para que incurra en un vicio, y así la Ley establece una graduación de invalidez según el
tipo de requisito que el acto no cumpla.

Esta graduación sería la siguiente: nulidad de pleno derecho, anulabilidad e irregularidades no invalidantes.

8. Revisión, anulación y revocación

8.1. Nulidad y anulabilidad

La invalidez del acto administrativo es la sanción jurídica que corresponde a los actos administrativos, por la carencia de
alguno de sus elementos, es decir, cuando los actos que se dictan o aprueban son contrarios a derecho.

53
Hay dos tipos de invalidez según la gravedad del vicio cometido:

Nulidad absoluta o Anulabilidad o


de pleno derecho nulidad relativa
Un acto es nulo de pleno derecho cuando su inef ica- Solo pueden pedir la anulabilidad los afectados por
cia es intrínseca y por ello carece desde el principio de dicho acto y dentro de un cierto plazo, si transcurre el
efectos jurídicos sin necesidad de impugnación pre- mismo el acto sana y el vicio se extingue. Si se subsana
via. El efecto inmediato de la nulidad supone que el la inf racción legal cometida, el vicio desaparece.
acto es inef icaz en sí mismo. Cualquier persona puede
instar la nulidad y el juez puede y debe apreciarla de
of icio. La acción de nulidad absoluta no se extingue
por caducidad ni prescripción.

La nulidad relativa es la regla general, siendo excepcional la nulidad absoluta, artículo 48.1 LPACAP. Los supuestos de nuli-
dad absoluta están tasados y se recogen en el artículo 47 LPACAP. Igualmente hay inf racciones simples como el defecto de
forma que no priva al acto de los requisitos indispensables para alcanzar su f in, ni provoca indefensión del interesado y la
actuación fuera de tiempo establecido, salvo que el término f ijado sea esencial.

A continuación, analizamos cada uno de los apartados regulados dentro de la Ley 39/2015.

8.1.1. Nulidad de pleno derecho (Artículo 47)

Los actos de las Administraciones Públicas son nulos de pleno derecho en los casos siguientes:
a. Los que lesionen los derechos y libertades susceptibles de amparo constitucional.
b. Los dictados por órgano manif iestamente incompetente por razón de la materia o del territorio.
c. Los que tengan un contenido imposible.
d. Los que sean constitutivos de inf racción penal o se dicten como consecuencia de ésta.
e. Los dictados prescindiendo total y absolutamente del procedimiento legalmente establecido o de las normas
que contienen las reglas esenciales para la formación de la voluntad de los órganos colegiados.
f. Los actos expresos o presuntos contrarios al ordenamiento jurídico por los que se adquieren facultades o dere-
chos cuando se carezca de los requisitos esenciales para su adquisición.
g. Cualquier otro que se establezca expresamente en una disposición con rango de Ley.

También serán nulas de pleno derecho las disposiciones administrativas que vulneren la Constitución, las leyes u otras dis-
posiciones administrativas de rango superior, las que regulen materias reservadas a la Ley, y las que establezcan la retroac-
tividad de disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales.

Suele ser pregunta de examen

54
8.1.2. Anulabilidad (Artículo 48)

Son anulables los actos de la Administración que incurran en cualquier inf racción del ordenamiento jurídico, incluso la
desviación de poder.

No obstante, el defecto de forma sólo determinará la anulabilidad cuando el acto carezca de los requisitos formales indis-
pensables para alcanzar su f in o dé lugar a la indefensión de los interesados.

La realización de actuaciones administrativas fuera del tiempo establecido para ellas sólo implicará la anulabilidad del acto
cuando así lo imponga la naturaleza del término o plazo.

Límites a la extensión de la nulidad o


8.1.3.
anulabilidad de los actos (Artículo 49)
La nulidad o anulabilidad de un acto no implicará la de los sucesivos en el procedimiento que sean independientes del
primero.

La nulidad o anulabilidad en parte del acto administrativo no implicará la de las partes del mismo independientes de aquél-
la, salvo que la parte viciada sea de tal importancia que sin ella el acto administrativo no hubiera sido dictado.

8.1.4. Conversión de actos viciados (Artículo 50)

Los actos nulos o anulables que, sin embargo, contengan los elementos constitutivos de otro distinto producirán los efectos
de éste.

8.1.5. Conversación de actos y trámites (Artículo 51)

El órgano que declare la nulidad o anule las actuaciones dispondrá siempre la conservación de aquellos actos y trámites
cuyo contenido se hubiera mantenido igual de no haberse cometido la inf racción.

55
8.1.6. Convalidación (Artículo 52)

La Administración podrá convalidar los actos anulables, subsanando los vicios de que adolezcan.

El acto de convalidación producirá efecto desde su fecha, salvo lo dispuesto en el artículo 39.3 para la retroactividad de los
actos administrativos.

Si el vicio consistiera en incompetencia no determinante de nulidad, la convalidación podrá realizarse por el órgano com-
petente cuando sea superior jerárquico del que dictó el acto viciado.

Si el vicio consistiese en la falta de alguna autorización, podrá ser convalidado el acto mediante el otorgamiento de la misma
por el órgano competente.

8.2. Revisión de oficio

El Título V de la Ley 39/2015 hace referencia a la revisión de los actos en vía administrativa, en concreto el capítulo primero.

Se entiende por revisión de of icio la posibilidad de que, en ejercicio de la prerrogativa de autotutela, la Administración
proceda a declarar de of icio la extinción de un acto por ella dictado, cuando dicho acto es inválido, o por razones de interés
general aconsejen su revisión.

Así, la Administración puede actuar contra sus actos en los siguientes procedimientos: revisión de disposiciones y actos (art.
106); declaración de lesividad de actos anulables (art. 107); revocación de actos (art. 109) y rectif icación de errores (art. 109.2).

Revisión de disposiciones
8.2.1.
actos nulos (Artículo 106)
1. Las Administraciones Públicas, en cualquier momento, por iniciativa propia o a solicitud de interesado, y previo
dictamen favorable del Consejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma, si lo
hubiere, declararán de of icio la nulidad de los actos administrativos que hayan puesto f in a la vía administrativa
o que no hayan sido recurridos en plazo, en los supuestos previstos en el artículo 47.1.
2. Asimismo, en cualquier momento, las Administraciones Públicas de of icio, y previo dictamen favorable del Con-
sejo de Estado u órgano consultivo equivalente de la Comunidad Autónoma si lo hubiere, podrán declarar la
nulidad de las disposiciones administrativas en los supuestos previstos en el artículo 47.2.
3. El órgano competente para la revisión de of icio podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite de las
solicitudes formuladas por los interesados, sin necesidad de recabar Dictamen del Consejo de Estado u órgano
consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando las mismas no se basen en alguna de las causas de nulidad del
artículo 47.1 o carezcan manif iestamente de fundamento, así como en el supuesto de que se hubieran desesti-
mado en cuanto al fondo otras solicitudes sustancialmente iguales.

56
4. Las Administraciones Públicas, al declarar la nulidad de una disposición o acto, podrán establecer, en la misma
resolución, las indemnizaciones que proceda reconocer a los interesados, si se dan las circunstancias previstas en
los artículos 32.2 y 34.1 de la Ley de Régimen Jurídico del Sector Público sin perjuicio de que, tratándose de una
disposición, subsistan los actos f irmes dictados en aplicación de la misma.
5. Cuando el procedimiento se hubiera iniciado de of icio, el transcurso del plazo de seis meses desde su inicio sin
dictarse resolución producirá la caducidad del mismo. Si el procedimiento se hubiera iniciado a solicitud de inte-
resado, se podrá entender la misma desestimada por silencio administrativo.

Declaración de lesividad de
8.2.2.
actos anulables (Artículo 107)
1. Las Administraciones Públicas podrán impugnar ante el orden jurisdiccional contencioso-administrativo los
actos favorables para los interesados que sean anulables conforme a lo dispuesto en el artículo 48, previa su
declaración de lesividad para el interés público.
2. La declaración de lesividad no podrá adoptarse una vez transcurridos cuatro años desde que se dictó el acto ad-
ministrativo y exigirá la previa audiencia de cuantos aparezcan como interesados en el mismo, en los términos
establecidos por el artículo 82. (Fue pregunta de examen ordinaria 2017/2018 y estabilización 2017/2019, C1.1000
Junta de Andalucía).
Sin perjuicio de su examen como presupuesto procesal de admisibilidad de la acción en el proceso judicial corre-
spondiente, la declaración de lesividad no será susceptible de recurso, si bien podrá notif icarse a los interesados
a los meros efectos informativos.
3. Transcurrido el plazo de seis meses desde la iniciación del procedimiento sin que se hubiera declarado la lesivi-
dad, se producirá la caducidad del mismo.
4. Si el acto proviniera de la Administración General del Estado o de las Comunidades Autónomas, la declaración de
lesividad se adoptará por el órgano de cada Administración competente en la materia.
5. Si el acto proviniera de las entidades que integran la Administración Local, la declaración de lesividad se adoptará
por el Pleno de la Corporación o, en defecto de éste, por el órgano colegiado superior de la entidad.

Ejemplo
La Administración concede al sujeto llamado X, un permiso para construir (acto favorable para X que es el inte-
resado), luego la Administración decide declarar ese acto lesivo porque si X construye, se daña el interés común;
le quita la licencia, pero al ser un acto favorable a X, se debe acudir a la jurisdicción contencioso-administrativa.

8.2.3. Suspensión (Artículo 108)

Iniciado el procedimiento de revisión de of icio al que se ref ieren los artículos 106 y 107, el órgano competente para declarar
la nulidad o lesividad, podrá suspender la ejecución del acto, cuando ésta pudiera causar perjuicios de imposible o dif ícil
reparación.

57
Revocación de actos y rectificación
8.2.4.
de errores (Artículo 109)
1. Las Administraciones Públicas podrán revocar, mientras no haya transcurrido el plazo de prescripción, sus actos
de gravamen o desfavorables, siempre que tal revocación no constituya dispensa o exención no permitida por las
leyes, ni sea contraria al principio de igualdad, al interés público o al ordenamiento jurídico.
2. Las Administraciones Públicas podrán, asimismo, rectif icar en cualquier momento, de of icio o a instancia de los
interesados, los errores materiales, de hecho o aritméticos existentes en sus actos.

Ejemplos
En cuanto a la revocación: se impone una sanción por comisión de una inf racción tributaria, habiéndose recurrido
el acto de liquidación, pero no el acto de imposición de la sanción. Si posteriormente la resolución del recurso es
favorable para el obligado tributario, podrá instarse de of icio la revocación de la sanción, al quedar sin efecto la
base sobre la que se ampara la misma.

En cuanto a las rectif icaciones de errores: se dicta una resolución comprobándose que se han recogido mal los
apellidos del reclamante, por lo que, al tratarse de un error de hecho, podrá iniciarse de of icio o a instancia de
parte un procedimiento de rectif icación de errores, siempre que no haya transcurrido el plazo de prescripción.

8.2.5. Límites de la revisión (Artículo 110)

Las facultades de revisión establecidas en este Capítulo, no podrán ser ejercidas cuando por prescripción de acciones, por
el tiempo transcurrido o por otras circunstancias, su ejercicio resulte contrario a la equidad, a la buena fe, al derecho de los
particulares o a las leyes.

Competencia para la revisión de oficio de las


8.2.6. disposiciones y de actos nulos y anulables en la
Administración General del Estado (Artículo 111)
En el ámbito estatal, serán competentes para la revisión de of icio de las disposiciones y los actos administrativos nulos y
anulables:
a. El Consejo de Ministros, respecto de sus propios actos y disposiciones y de los actos y disposiciones dictados por
los Ministros.
b. En la Administración General del Estado:
▶ Los Ministros, respecto de los actos y disposiciones de los Secretarios de Estado y de los dictados por
órganos directivos de su Departamento no dependientes de una Secretaría de Estado.
▶ Los Secretarios de Estado, respecto de los actos y disposiciones dictados por los órganos directivos de
ellos dependientes.

58
c. En los Organismos públicos y entidades derecho público vinculados o dependientes de la Administración Gen-
eral del Estado:
▶ Los órganos a los que estén adscritos los Organismos públicos y entidades de derecho público, respec-
to de los actos y disposiciones dictados por el máximo órgano rector de éstos.
▶ Los máximos órganos rectores de los Organismos públicos y entidades de derecho público, respecto
de los actos y disposiciones dictados por los órganos de ellos dependientes.

9. Los recursos administrativos

Los recursos administrativos son actuaciones de los particulares en las que se solicita de la Administración la modif icación
o revocación de una resolución o acto administrativo, porque no se consideran acordes con el ordenamiento jurídico. Es
decir, es la denominación que la ley da a los procedimientos de impugnación de los Actos Administrativos, a f in de que los
Administrados def iendan sus derechos o intereses jurídicos ante la administración, generadora de los actos impugnados.

A través de los recursos administrativo, se impugnan (se recurren) los actos de la Administración, constituyendo una ga-
rantía para los afectados en la medida que permite reaccionar contra aquellos actos administrativos no conformes.

Para ello, hay que tomar como referencia el Título V de la Ley 39/2015, concretamente:
▶ CAPÍTULO II. Recursos administrativos
» Sección 1.ª Principios generales
» Artículo 112. Objeto y clases.
» Artículo 113. Recurso extraordinario de revisión.
» Artículo 114. Fin de la vía administrativa.
» Artículo 115. Interposición de recurso.
» Artículo 116. Causas de inadmisión.
» Artículo 117. Suspensión de la ejecución.
» Artículo 118. Audiencia de los interesados.
» Artículo 119. Resolución.
» Artículo 120. Pluralidad de recursos administrativos.
» Sección 2.ª Recurso de alzada
» Artículo 121. Objeto.
» Artículo 122. Plazos.
» Sección 3.ª Recurso potestativo de reposición
» Artículo 123. Objeto y naturaleza.
» Artículo 124. Plazos.
» Sección 4.ª Recurso extraordinario de revisión
» Artículo 125. Objeto y plazos.
» Artículo 126. Resolución.

59
9.1. Objeto y clases (Artículo 112)

1. Contra las resoluciones y los actos de trámite, si estos últimos deciden directa o indirectamente el fondo del
asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable
a derechos e intereses legítimos, podrán interponerse por los interesados los recursos de alzada y potestativo de
reposición, que cabrá fundar en cualquiera de los motivos de nulidad o anulabilidad previstos en los artículos 47
y 48 de esta Ley.
La oposición a los restantes actos de trámite podrá alegarse por los interesados para su consideración en la res-
olución que ponga f in al procedimiento.
2. Las leyes podrán sustituir el recurso de alzada, en supuestos o ámbitos sectoriales determinados, y cuando la
especif icidad de la materia así lo justif ique, por otros procedimientos de impugnación, reclamación, conciliación,
mediación y arbitraje, ante órganos colegiados o Comisiones específ icas no sometidas a instrucciones jerárqui-
cas, con respeto a los principios, garantías y plazos que la presente Ley reconoce a las personas y a los interesados
en todo procedimiento administrativo.
En las mismas condiciones, el recurso de reposición podrá ser sustituido por los procedimientos a que se ref iere
el párrafo anterior, respetando su carácter potestativo para el interesado.
La aplicación de estos procedimientos en el ámbito de la Administración Local no podrá suponer el desconoci-
miento de las facultades resolutorias reconocidas a los órganos representativos electos establecidos por la Ley.
3. Contra las disposiciones administrativas de carácter general no cabrá recurso en vía administrativa.
Los recursos contra un acto administrativo que se funden únicamente en la nulidad de alguna disposición ad-
ministrativa de carácter general podrán interponerse directamente ante el órgano que dictó dicha disposición.
4. Las reclamaciones económico-administrativas se ajustarán a los procedimientos establecidos por su legislación
específ ica.

9.2. Fin de la vía administrativa (Artículo 114)

1. Ponen f in a la vía administrativa:


a. Las resoluciones de los recursos de alzada.
b. Las resoluciones de los procedimientos a que se ref iere el artículo 112.2.
c. Las resoluciones de los órganos administrativos que carezcan de superior jerárquico, salvo que una Ley
establezca lo contrario.
d. Los acuerdos, pactos, convenios o contratos que tengan la consideración de f inalizadores del proced-
imiento.
e. La resolución administrativa de los procedimientos de responsabilidad patrimonial, cualquiera que
fuese el tipo de relación, pública o privada, de que derive.
f. La resolución de los procedimientos complementarios en materia sancionadora a los que se ref iere el
artículo 90.4.
g. Las demás resoluciones de órganos administrativos cuando una disposición legal o reglamentaria así
lo establezca.

(Fue pregunta de examen ordinaria 2017/2018 y estabilización 2017/2019, C1.1000 Junta de Andalucía).

60
2. Además de lo previsto en el apartado anterior, en el ámbito estatal ponen f in a la vía administrativa los actos y
resoluciones siguientes:
a. Los actos administrativos de los miembros y órganos del Gobierno.
b. Los emanados de los Ministros y los Secretarios de Estado en el ejercicio de las competencias que tie-
nen atribuidas los órganos de los que son titulares.
c. Los emanados de los órganos directivos con nivel de Director general o superior, en relación con las
competencias que tengan atribuidas en materia de personal.
d. En los Organismos públicos y entidades derecho público vinculados o dependientes de la Adminis-
tración General del Estado, los emanados de los máximos órganos de dirección unipersonales o co-
legiados, de acuerdo con lo que establezcan sus estatutos, salvo que por ley se establezca otra cosa.

9.3. Interposición de recurso (Artículo 115)

1. La interposición del recurso deberá expresar:


a. El nombre y apellidos del recurrente, así como la identif icación personal del mismo.
b. El acto que se recurre y la razón de su impugnación.
c. Lugar, fecha, f irma del recurrente, identif icación del medio y, en su caso, del lugar que se señale a
efectos de notif icaciones.
d. Órgano, centro o unidad administrativa al que se dirige y su correspondiente código de identif icación.
e. Las demás particularidades exigidas, en su caso, por las disposiciones específ icas.
2. El error o la ausencia de la calif icación del recurso por parte del recurrente no será obstáculo para su tramitación,
siempre que se deduzca su verdadero carácter.
3. Los vicios y defectos que hagan anulable un acto no podrán ser alegados por quienes los hubieren causado.

9.4. Causas de inadmisión (Artículo 116)

Serán causas de inadmisión las siguientes:


a. Ser incompetente el órgano administrativo, cuando el competente perteneciera a otra Administración Pública.
El recurso deberá remitirse al órgano competente, de acuerdo con lo establecido en el artículo 14.1 de la Ley de
Régimen Jurídico del Sector Público.
b. Carecer de legitimación el recurrente.
c. Tratarse de un acto no susceptible de recurso.
d. Haber transcurrido el plazo para la interposición del recurso.
e. Carecer el recurso manif iestamente de fundamento.

61
9.5. Suspensión de la ejecución (Artículo 117)

1. La interposición de cualquier recurso, excepto en los casos en que una disposición establezca lo contrario, no
suspenderá la ejecución del acto impugnado.
2. No obstante lo dispuesto en el apartado anterior, el órgano a quien competa resolver el recurso, previa pon-
deración, suf icientemente razonada, entre el perjuicio que causaría al interés público o a terceros la suspensión y
el ocasionado al recurrente como consecuencia de la ef icacia inmediata del acto recurrido, podrá suspender, de
of icio o a solicitud del recurrente, la ejecución del acto impugnado cuando concurran alguna de las siguientes
circunstancias:
a. Que la ejecución pudiera causar perjuicios de imposible o dif ícil reparación.
b. Que la impugnación se fundamente en alguna de las causas de nulidad de pleno derecho previstas en
el artículo 47.1 de esta Ley.
3. La ejecución del acto impugnado se entenderá suspendida si transcurrido un mes desde que la solicitud de sus-
pensión haya tenido entrada en el registro electrónico de la Administración u Organismo competente para de-
cidir sobre la misma, el órgano a quien competa resolver el recurso no ha dictado y notif icado resolución expresa
al respecto. En estos casos, no será de aplicación lo establecido en el artículo 21.4 segundo párrafo, de esta Ley.
4. Al dictar el acuerdo de suspensión podrán adoptarse las medidas cautelares que sean necesarias para asegurar
la protección del interés público o de terceros y la ef icacia de la resolución o el acto impugnado
Cuando de la suspensión puedan derivarse perjuicios de cualquier naturaleza, aquélla sólo producirá efectos
previa prestación de caución o garantía suf iciente para responder de ellos, en los términos establecidos reglam-
entariamente.
La suspensión se prolongará después de agotada la vía administrativa cuando, habiéndolo solicitado previa-
mente el interesado, exista medida cautelar y los efectos de ésta se extiendan a la vía contencioso-administrativa.
Si el interesado interpusiera recurso contencioso-administrativo, solicitando la suspensión del acto objeto del
proceso, se mantendrá la suspensión hasta que se produzca el correspondiente pronunciamiento judicial sobre
la solicitud.
5. Cuando el recurso tenga por objeto la impugnación de un acto administrativo que afecte a una pluralidad inde-
terminada de personas, la suspensión de su ef icacia habrá de ser publicada en el periódico of icial en que aquél
se insertó.

9.6. Audiencia de los interesados (Artículo 118)

1. Cuando hayan de tenerse en cuenta nuevos hechos o documentos no recogidos en el expediente originario, se
pondrán de manif iesto a los interesados para que, en un plazo no inferior a diez días ni superior a quince, formu-
len las alegaciones y presenten los documentos y justif icantes que estimen procedentes.
No se tendrán en cuenta en la resolución de los recursos, hechos, documentos o alegaciones del recurrente,
cuando habiendo podido aportarlos en el trámite de alegaciones no lo haya hecho. Tampoco podrá solicitarse la
práctica de pruebas cuando su falta de realización en el procedimiento en el que se dictó la resolución recurrida
fuera imputable al interesado.
2. Si hubiera otros interesados se les dará, en todo caso, traslado del recurso para que en el plazo antes citado, aleg-
uen cuanto estimen procedente.
3. El recurso, los informes y las propuestas no tienen el carácter de documentos nuevos a los efectos de este artículo.
Tampoco lo tendrán los que los interesados hayan aportado al expediente antes de recaer la resolución impugna-
da.

62
9.7. Resolución (Artículo 119)

1. La resolución del recurso estimará en todo o en parte o desestimará las pretensiones formuladas en el mismo o
declarará su inadmisión.
2. Cuando existiendo vicio de forma no se estime procedente resolver sobre el fondo se ordenará la retroacción del
procedimiento al momento en el que el vicio fue cometido, sin perjuicio de que eventualmente pueda acordarse
la convalidación de actuaciones por el órgano competente para ello, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo
52 (Convalidación).
3. El órgano que resuelva el recurso decidirá cuantas cuestiones, tanto de forma como de fondo, plantee el proced-
imiento, hayan sido o no alegadas por los interesados. En este último caso se les oirá previamente. No obstante,
la resolución será congruente con las peticiones formuladas por el recurrente, sin que en ningún caso pueda
agravarse su situación inicial.

Pluralidad de recursos
9.8.
administrativos (Artículo 120)
1. Cuando deban resolverse una pluralidad de recursos administrativos que traigan causa de un mismo acto ad-
ministrativo y se hubiera interpuesto un recurso judicial contra una resolución administrativa o bien contra el
correspondiente acto presunto desestimatorio, el órgano administrativo podrá acordar la suspensión del plazo
para resolver hasta que recaiga pronunciamiento judicial.
2. El acuerdo de suspensión deberá ser notif icado a los interesados, quienes podrán recurrirlo.
La interposición del correspondiente recurso por un interesado, no afectará a los restantes procedimientos de
recurso que se encuentren suspendidos por traer causa del mismo acto administrativo.
3. Recaído el pronunciamiento judicial, será comunicado a los interesados y el órgano administrativo competente
para resolver podrá dictar resolución sin necesidad de realizar ningún trámite adicional, salvo el de audiencia,
cuando proceda.

Tipos/Clases de recursos
9.9.
administrativos
Existen tres tipos de recursos que pueden ser interpuestos según las circunstancias de cada caso. Éstos son:
▶ De Alzada.
▶ Potestativo de Reposición.
▶ Extraordinario de Revisión.

No obstante, al margen de los recursos administrativos, cabe mencionar el recurso contencioso-administrativo, que se po-
drá aplicar cuando se pongan f in a la vía administrativa.

63
9.9.1. Recurso de Alzada (Artículo 121)

1. Las resoluciones y actos a que se ref iere el artículo 112.1, cuando no pongan f in a la vía administrativa, podrán ser
recurridos en alzada ante el órgano superior jerárquico del que los dictó. A estos efectos, los Tribunales y órganos
de selección del personal al servicio de las Administraciones Públicas y cualesquiera otros que, en el seno de
éstas, actúen con autonomía funcional, se considerarán dependientes del órgano al que estén adscritos o, en su
defecto, del que haya nombrado al presidente de los mismos.
2. El recurso podrá interponerse ante el órgano que dictó el acto que se impugna o ante el competente para re-
solverlo.

Si el recurso se hubiera interpuesto ante el órgano que dictó el acto impugnado, éste deberá remitirlo al competente en el
plazo de diez días, con su informe y con una copia completa y ordenada del expediente.

El titular del órgano que dictó el acto recurrido será responsable directo del cumplimiento de lo previsto en el párrafo an-
terior.

9.9.1.1. Plazos (Artículo 122)

1. El plazo para la interposición del recurso de alzada será de un mes, si el acto fuera expreso. Transcurrido dicho
plazo sin haberse interpuesto el recurso, la resolución será f irme a todos los efectos.
Si el acto no fuera expreso el solicitante y otros posibles interesados podrán interponer recurso de alzada en
cualquier momento a partir del día siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa específ ica, se produz-
can los efectos del silencio administrativo.
2. El plazo máximo para dictar y notif icar la resolución será de tres meses. Transcurrido este plazo sin que recaiga
resolución, se podrá entender desestimado el recurso, salvo en el supuesto previsto en el artículo 24.1, tercer pár-
rafo.
3. Contra la resolución de un recurso de alzada no cabrá ningún otro recurso administrativo, salvo el recurso extraor-
dinario de revisión, en los casos establecidos en el artículo 125.1.

9.9.2. Recurso Potestativo de Reposición (Artículo 123)

1. Los actos administrativos que pongan f in a la vía administrativa podrán ser recurridos potestativamente en re-
posición ante el mismo órgano que los hubiera dictado o ser impugnados directamente ante el orden jurisdic-
cional contencioso-administrativo.
2. No se podrá interponer recurso contencioso-administrativo hasta que sea resuelto expresamente o se haya pro-
ducido la desestimación presunta del recurso de reposición interpuesto.

64
9.9.2.1. Plazos (Artículo 124)

1. El plazo para la interposición del recurso de reposición será de un mes, si el acto fuera expreso. Transcurrido
dicho plazo, únicamente podrá interponerse recurso contencioso-administrativo, sin perjuicio, en su caso, de la
procedencia del recurso extraordinario de revisión.
Si el acto no fuera expreso, el solicitante y otros posibles interesados podrán interponer recurso de reposición en
cualquier momento a partir del día siguiente a aquel en que, de acuerdo con su normativa específ ica, se produz-
ca el acto presunto.
2. El plazo máximo para dictar y notif icar la resolución del recurso será de un mes.
3. Contra la resolución de un recurso de reposición no podrá interponerse de nuevo dicho recurso.

9.9.3. Recurso extraordinario de revisión (Artículo 113)

Contra los actos f irmes en vía administrativa, sólo procederá el recurso extraordinario de revisión cuando concurra alguna
de las circunstancias previstas en el artículo 125.1

9.9.3.1. Objeto y plazosn (Artículo 125)

1. Contra los actos f irmes en vía administrativa podrá interponerse el recurso extraordinario de revisión ante el ór-
gano administrativo que los dictó, que también será el competente para su resolución, cuando concurra alguna
de las circunstancias siguientes:
a. Que al dictarlos se hubiera incurrido en error de hecho, que resulte de los propios documentos incor-
porados al expediente.
b. Que aparezcan documentos de valor esencial para la resolución del asunto que, aunque sean posteri-
ores, evidencien el error de la resolución recurrida.
c. Que en la resolución hayan influido esencialmente documentos o testimonios declarados falsos por
sentencia judicial f irme, anterior o posterior a aquella resolución.
d. Que la resolución se hubiese dictado como consecuencia de prevaricación, cohecho, violencia,
maquinación f raudulenta u otra conducta punible y se haya declarado así en virtud de sentencia ju-
dicial f irme.
2. El recurso extraordinario de revisión se interpondrá, cuando se trate de la causa a) del apartado anterior, dentro
del plazo de cuatro años siguientes a la fecha de la notif icación de la resolución impugnada. En los demás casos,
el plazo será de tres meses a contar desde el conocimiento de los documentos o desde que la sentencia judicial
quedó f irme.
3. Lo establecido en el presente artículo no perjudica el derecho de los interesados a formular la solicitud y la in-
stancia a que se ref ieren los artículos 106 y 109.2 de la presente Ley ni su derecho a que las mismas se sustancien
y resuelvan.

65
9.9.3.2. Resolución (Artículo 126)

1. El órgano competente para la resolución del recurso podrá acordar motivadamente la inadmisión a trámite, sin
necesidad de recabar dictamen del Consejo de Estado u órgano consultivo de la Comunidad Autónoma, cuando
el mismo no se funde en alguna de las causas previstas en el apartado 1 del artículo anterior o en el supuesto de
que se hubiesen desestimado en cuanto al fondo otros recursos sustancialmente iguales.
2. El órgano al que corresponde conocer del recurso extraordinario de revisión debe pronunciarse no sólo sobre la
procedencia del recurso, sino también, en su caso, sobre el fondo de la cuestión resuelta por el acto recurrido.
3. Transcurrido el plazo de tres meses desde la interposición del recurso extraordinario de revisión sin haberse
dictado y notif icado la resolución, se entenderá desestimado, quedando expedita la vía jurisdiccional contencio-
so-administrativa.

9.9.4. Recurso Contencioso-Administrativo

El recurso contencioso-administrativo es admisible en relación con las disposiciones de carácter general y con los actos
expresos y presuntos de la Administración pública que pongan f in a la vía administrativa, ya sean def initivos o de trámite,
si estos últimos deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el proced-
imiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos.

También es admisible el recurso contra la inactividad de la Administración y contra sus actuaciones materiales que con-
stituyan vía de hecho, en los términos establecidos en esta Ley.

Además de la impugnación directa de las disposiciones de carácter general, también es admisible la de los actos que se
produzcan en aplicación de las mismas, fundada en que tales disposiciones no son conformes a Derecho.

La falta de impugnación directa de una disposición general o la desestimación del recurso que f rente a ella se hubiera in-
terpuesto no impiden la impugnación de los actos de aplicación con fundamento en lo dispuesto en el apartado anterior.

No es admisible el recurso contencioso-administrativo respecto de los actos que sean reproducción de otros anteriores de-
f initivos y f irmes y los conf irmatorios de actos consentidos por no haber sido recurridos en tiempo y forma.

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9.9.4.1. Plazos

Cuando la Administración, en virtud de una disposición general que no precise de actos de aplicación o en virtud de un
acto, contrato o convenio administrativo, esté obligada a realizar una prestación concreta en favor de una o varias personas
determinadas, quienes tuvieran derecho a ella pueden reclamar de la Administración el cumplimiento de dicha obligación.
Si en el plazo de tres meses desde la fecha de la reclamación, la Administración no hubiera dado cumplimiento a lo solicita-
do o no hubiera llegado a un acuerdo con los interesados, éstos pueden deducir recurso contencioso-administrativo contra
la inactividad de la Administración.

Cuando la Administración no ejecute sus actos f irmes podrán los afectados solicitar su ejecución, y si ésta no se produce en
el plazo de un mes desde tal petición, podrán los solicitantes formular recurso contencioso-administrativo, que se tramitará
por el procedimiento abreviado regulado en el artículo 78 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-administra-
tiva.

En caso de vía de hecho, el interesado podrá formular requerimiento a la Administración actuante, intimando su cesación.
Si dicha intimación no hubiere sido formulada o no fuere atendida dentro de los diez días siguientes a la presentación del
requerimiento, podrá deducir directamente recurso contencioso-administrativo.

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