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Fase II: Inflamatoria: esta puede encontrarse en una fase aguda o una fase crónica
Fase aguda: se inicia en el momento en que se produce la lesión, su duración es
aproximadamente de tres dependiendo de las condiciones fisiológicas. Las primeras
reacciones vasculares y celulares consisten en la coagulación y hemostasia, y concluyen
después de haber transcurrido aproximadamente 10 minutos.
Luego de la remoción de la pulpa, se produce una hemorragia contenida por los
mecanismos de hemostasia del organismo, lo que provoca un coagulo sanguíneo a la altura
de la porción celular seccionada. El primer objetivo de los procesos reparativos es el de
detener la hemorragia. En el remanente del tejido conjuntivo contenido en el conducto
(muñón apical) se instalan los fenómenos característicos de la inflamación aguda. Al
producirse una lesión desde las células agredidas se liberan sustancias vaso activas, que
provocan constricción de los vasos (VASOCONSTRICCION), evitando así una mayor
pérdida de sangre, hasta que la aglomeración de plaquetas consiga una primera obliteración
vascular.
Fase III: fase proliferativa: Se caracteriza por proliferación celular, neo formación
vascular e infiltración de macrófagos, linfocitos y plasmocitos para configurar el tejido de
granulación, característico del proceso de reparación.
Los fibroblastos ilesos provenientes tanto del ligamento periodontal como de cemento y
hueso migran hacia el coágulo y la malla de fibrina sirve como matriz provisional, las
citoquinas, y los factores de crecimiento estimulan y regulan la migración y proliferan
células encargadas de la reconstitución de los tejidos y vasos. Los fibroblastos producen y
liberan proteoglicanos y glucosaminoglicanos, los cuales son constituyentes de la matriz del
tejido de granulación. Con la presencia de nuevos vasos, se garantiza un adecuado aporte de
sangre, oxígeno y nutrientes. La reconstitución vascular se inicia desde los vasos intactos
que se encuentran en el borde de la herida. Gracias a la estimulación de los factores de
crecimiento, las células epiteliales, que revisten las paredes vasculares (endotelio), están
capacitadas para degradar su membrana basal, movilizarse y proceder a migrar hacia la
zona lesionada y al coágulo sanguíneo adyacente.
Factores sistémicos:
EDAD: Es un conocimiento altamente difundido que, por lo general, la reparación sufre la
influencia de la edad. Seltzer destaca que las enfermedades infecciosas son más severas en
los extremos de la vida que en los adolescentes y adultos jóvenes, y que en estos el proceso
de curación se inicia más rápido.
Las alteraciones degenerativas, en especial de vasos, como la arterioesclerosis al igual que
la reducción del tenor de células dificultan la reparación por reducir la capacidad
metabólica de los tejidos. Así, el pronóstico favorable de un tratamiento endodontico sería
menor en las personas de edad avanzada. Sin embargo, en la literatura médica pueden
recogerse opiniones discordantes, en las que se admite que la endodoncia en pacientes de
edad avanzada, puede producir buenos resultados, con tasas de éxito comparables con las
obtenidas en jóvenes. Aunque la reparación pueda demandar más tiempo en los pacientes
mayores no hay datos concluyentes de que la edad sea un factor que impida la curación y
por ende, no debe construirse en contraindicación del tratamiento endodontico.
DESNUTRICIÓN: La deficiencia nutritiva, en especial la proteica, influye en gran medida
en el proceso de reparación. Por una parte, toma el organismo más susceptible a las
infecciones por reducir la síntesis de mediadores de los procesos de defensa, como las
inmunoglobulinas. Por otra, dificulta la reparación tisular al disminuir la síntesis de
proteínas necesarias para el crecimiento celular y la producción de las fibras y de los
complejos glucoproteicos que componen la sustancia amorfa de los tejidos conjuntivos,
incluidos el óseo. Así mismo, determina otras repercusiones sistémicas al reducir la síntesis
de nucleoproteínas y de enzimas, sustancias que controlan el metabolismo celular.
DEFICIENCIA VITAMÍNICA: La avitaminosis e hipovitaminosis, afectan en gran medida
el metabolismo, dado que las vitaminas actúan como coenzimas, cuando faltan, las
respectivas enzimas no ejercen sus funciones. La vitamina C es fundamental para la síntesis
de colágeno y su deficiencia causa escorbuto, con degeneración generalizada del tejido
conjuntivo. En el hueso, su falta determina una disminución en la formación de matriz que,
al no compensar el fenómeno de reabsorción, lleva a un cuadro de osteoporosis. En el
metabolismo óseo también es importante la vitamina D, que promueve la absorción
intestinal de calcio, lo que favorece la formación de matriz y la vitamina A que regula los
mecanismos de producción y reabsorción ósea. Así, las deficiencias de vitamina A, C y D
son obstáculos para la reparación periapical en especial en las situaciones que implican la
reposición de tejido óseo.
ENFERMEDADES CRÓNICAS: La tuberculosis, la diabetes y otras enfermedades crónicas
debilitantes interfieren con el proceso de reparación, por reducir el metabolismo. La
diabetes, se produce por deficiencia de producción o de utilización de insulina por el
organismo, lo que determina la reducción en el aprovechamiento celular de glucosa y como
consecuencia, alteraciones metabólicas profundas. El paciente diabético no controlado es en
extremos susceptible a las infecciones. En vista de las alteraciones metabólicas y las
degeneraciones vasculares que se producen y que dificultan la nutrición celular, tiene su
capacidad de reparación disminuida en grado significativo. En el tratamiento de dientes con
pulpa mortificada y lesión periapical, el uso de antibióticos puede ser un auxiliar valioso.
Al mismo tiempo el paciente deberá mantener la enfermedad bajo control, por medio de la
terapia adecuada, para ampliar así las perspectivas de un pronóstico favorable. Las
discrasias sanguíneas también son enfermedades que afectan el proceso de reparación. En
las anemias, la reducción el aporte de oxígeno, interfiere con el metabolismo y ¨la curación
de lesiones periapicales es prolongada¨ como afirma Seltzer. Los cuadros de hemofilia y
leucemia dificultan la acción del profesional. En estos pacientes está contraindicada la
exodoncia y el tratamiento endodontico es la alternativa adecuada. La ayuda del médico es
fundamental para el montaje, de una estrategia que permita actuar sobre el paciente en las
mejore condiciones clínicas posibles y controlar eventuales secuelas postoperatorias.