Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Facultad de Medicina
Lic. Médico general
Docente:
Dr: Cortez Hernandez Jesus Alberto
Alumno:
Jacobo Lopez Christhian Jahir
Grado y grupo:
V-12
La Respuesta Vascular en el Proceso de Cicatrización
1. Vasoconstricción:
La respuesta vascular comienza con la vasoconstricción. En el momento de la lesión, los
vasos sanguíneos en la zona afectada se contraen. Este estrechamiento de los vasos
ayuda a detener el sangrado al reducir el flujo sanguíneo hacia la herida. La
vasoconstricción es una respuesta inmediata y esencial para evitar la pérdida excesiva de
sangre.
3. Edema:
El edema es una acumulación de líquido en la zona de la lesión, lo que resulta en
hinchazón. Este proceso se debe en gran medida a la vasodilatación y a la fuga de líquido
de los vasos sanguíneos. Aunque el edema puede causar molestias, es una parte normal
de la respuesta inflamatoria y contribuye a la protección y la reparación de los tejidos
dañados.
4. Trasudado y Exudado:
Dentro de los líquidos que se filtran a los tejidos, encontramos el trasudado y el exudado. El
trasudado es un tipo de fluido que se escapa de los vasos debido a un aumento en la
presión hidrostática. Contiene una menor cantidad de proteínas y células en comparación
con el exudado. Por otro lado, el exudado es un fluido que se caracteriza por su alto
contenido de proteínas y células, como glóbulos blancos. El exudado es típico de una
respuesta inflamatoria más intensa y suele estar presente en heridas más graves.
5. Activación Plaquetaria:
Las plaquetas son células sanguíneas cruciales en la respuesta vascular. Cuando se
produce una lesión, las plaquetas se activan y comienzan a adherirse a la superficie de la
herida. Esta activación desencadena la cascada de coagulación, lo que resulta en la
formación de un coágulo sanguíneo. El coágulo ayuda a detener el sangrado y a crear un
entorno propicio para la reparación del tejido.
La Coagulación en la Cicatrización:
Desbridamiento:
Antes de que el tejido de granulación pueda formarse efectivamente, es importante que se
eliminen los tejidos muertos o dañados de la herida. Este proceso, conocido como
desbridamiento, permite crear un ambiente limpio y propicio para el crecimiento del tejido de
granulación y el posterior proceso de cicatrización.
Angiogénesis:
La angiogénesis es el proceso mediante el cual se forman nuevos vasos sanguíneos en la
zona de la herida. En el tejido de granulación, la angiogénesis es crucial, ya que
proporciona un suministro de sangre adecuado que nutre a las células y facilita la
reparación del tejido. Este proceso está regulado por la acción de varios factores de
crecimiento.
Nuevos Capilares:
Uno de los elementos destacados de esta fase es la formación de nuevos capilares
sanguíneos en la zona de la herida. Estos capilares son esenciales para garantizar un
adecuado suministro de sangre a las células en crecimiento y para proporcionar oxígeno y
nutrientes vitales. Los nuevos capilares son fundamentales para el proceso de cicatrización
y la subsiguiente recuperación del tejido.
Colágeno Tipo 1 y 3:
A lo largo de la remodelación, los fibroblastos inicialmente producen colágeno tipo 3, que es
menos maduro y más flexible, antes de reemplazarlo gradualmente con colágeno tipo 1, que
es más resistente y estable. Este cambio en el tipo de colágeno contribuye a la fortaleza de
la cicatriz a medida que madura con el tiempo.
Factores de Crecimiento:
Los factores de crecimiento son moléculas señalizadoras vitales en la regulación de la
proliferación celular y la producción de colágeno durante la remodelación. Estas moléculas
son secretadas por diversas células, como los fibroblastos y los macrófagos, y son
fundamentales para guiar el proceso de reparación del tejido. Los factores de crecimiento
desempeñan un papel crucial en la calidad y la fuerza de la cicatriz final.
Recambio de Colágeno:
Durante la remodelación, se produce un proceso de recambio de colágeno en el tejido
cicatricial. Inicialmente, la cicatriz contiene una mayor proporción de colágeno tipo 3, que es
más flexible pero menos maduro. Con el tiempo, el organismo regula la sustitución gradual
de este colágeno tipo 3 por colágeno tipo 1, que es más maduro y proporciona una mayor
fuerza. Este cambio en el tipo de colágeno contribuye de manera significativa al
fortalecimiento de la cicatriz.