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D.

Laboral Colectivo

Diálogos Sociales
Según lo define la OIT, el diálogo social comprende todo tipo de negociaciones y

consultas - e incluso el mero intercambio de información - entre representantes de

los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, sobre temas de interés común

relativos a las políticas económicas y sociales. Puede tratarse de un proceso

tripartito, en el que el gobierno interviene como parte oficial en el diálogo, o bien

consistir en relaciones bipartitas establecidas exclusivamente entre los

trabajadores y las empresas (los sindicatos y las organizaciones de empleadores),

con o sin la participación indirecta del gobierno. El proceso de diálogo social

puede ser informal o institucionalizado, y como ocurre a menudo, es una

combinación de ambas categorías. Por otra parte, puede ser interprofesional,

sectorial, o combinar ambas características.

El principal objetivo del diálogo social es la promoción del consenso y de la

implicación democrática de los principales actores en el mundo del trabajo. Las

estructuras y los procesos del diálogo social que resulten exitosos tienen la

ventaja de solucionar importantes temas económicos y sociales, alentar el buen


gobierno, mejorar la paz y la estabilidad social y laboral, así como de impulsar el

progreso económico.

Condiciones que hacen posible el diálogo social

Las condiciones que permiten el diálogo social son las siguientes:

 La existencia de organizaciones de trabajadores y de empleadores sólidas

e independientes, con la capacidad técnica y el acceso a la información

necesarios para participar en el diálogo social.

 La voluntad política y el compromiso de todas las partes interesadas.

 El respeto de los derechos fundamentales de la libertad sindical y la

negociación colectiva.

 Un apoyo institucional adecuado.

El papel del Estado en el diálogo social

Para que exista el diálogo social, el Estado no puede adoptar un papel pasivo, aun

cuando no participe directamente en el proceso. El hecho es que tiene la

responsabilidad de crear un clima político y cívico estable que permita a las

organizaciones autónomas de empleadores y de trabajadores actuar libremente,

sin temor a represalias. Incluso cuando está establecido formalmente que las

relaciones predominantes son bipartitas, el Estado ha de prestar un apoyo

esencial a las iniciativas de las partes, ofreciendo, entre otros, los marcos jurídico,

institucional y de cualquier otro tipo, necesarios para que éstas puedan actuar con

eficacia.
El diálogo social y la OIT

La OIT tiene como objetivo ayudar a los Estados Miembros a promover y


perfeccionar las instituciones y los procesos eficaces para el diálogo social. Se
esfuerza asimismo en promover el diálogo social entre los Estados Miembros y las
agrupaciones regionales o subregionales como medio para lograr el consenso, el
fortalecimiento económico y social y el buen gobierno.

Enlaces

 C144 Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del

trabajo), 1976

 Información sobre ratificaciones, C144

 C154 Convenio sobre la negociación colectiva, 1981

 Información sobre ratificaciones, C154

Libertad sindical

El derecho de trabajadores y empleadores a crear sus propias

organizaciones y a afiliarse a ellas es parte integral de una sociedad

libre y abierta. En muchos casos estas organizaciones han

desempeñado un papel importante en la transformación democrática

de sus países.
La OIT está comprometida a promover la libertad sindical en sus

actividades, por ejemplo a través de la asesoría a gobiernos sobre

legislación laboral, o la formación y capacitación dirigida hacia

sindicatos o grupos empleadores. El Comité de libertad sindical de la

OIT fue creado en 1951 para examinar los alegatos sobre violaciones

a los derechos de organización de trabajadores y empleadores. El

Comité es tripartita y maneja casos de todos los Estados miembros

de la OIT, aunque no hayan ratificado los Convenios sobre este tema.

A través del Comité de libertad sindical y de otros órganos de

supervisión la OIT ha defendido con frecuencia los derechos de

organizaciones de trabajadores y empleadores.

Primera clase.

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