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21.

El diálogo social y el tripartismo

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economía Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo

Metas de los ODS pertinentes

8.8, 10.4, 16.1, 16.6, 16.7 Resultados en materia de políticas pertinentes

1, 2, 7, 10,

En esta página: Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS | Ejes de política
transversales | Las alianzas | Capacidad de la OIT | Recursos

No pueden lograrse términos equitativos de empleo, condiciones de trabajo decente, seguridad y


salud en el trabajo y desarrollo para el beneficio de todos sin la participación activa de
trabajadores, empleadores y gobiernos mediante el diálogo social.

La OIT define el diálogo social como todo tipo de negociación, consulta o sencillamente
intercambio de información entre representantes del Gobierno, trabajadores y empleadores,
sobre asuntos de interés común relativos a políticas económicas y sociales. El diálogo social toma
muchas formas diferentes. Puede existir como proceso tripartito, con el Gobierno como parte
oficial del diálogo, o puede consistir en relaciones bipartitas entre los representantes de los
trabajadores y la gerencia de una empresa (o entre los sindicatos y las organizaciones de
empleadores a niveles más elevados). El diálogo social puede ser informal o institucionalizado, y a
menudo implica ambas opciones. Puede tener lugar a nivel nacional, regional, internacional,
transfronterizo o local. Puede que involucre a los interlocutores sociales en diversos sectores de la
economía, dentro de un solo sector o en una sola empresa o un grupo de empresas (61 ). Todos
los instrumentos de la OIT son el resultado de un proceso tripartito. No obstante, entre los
convenios de la OIT que son de particular importancia para el diálogo social se incluyen: el
Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm. 98) ; el Convenio
sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144) ; y el Convenio
sobre la negociación colectiva, 1981 (núm. 154) . Los siguientes instrumentos proporcionan
orientación adicional: la Recomendación sobre los contratos colectivos, 1951 (núm. 91) y la
Recomendación sobre la colaboración en el ámbito de la empresa, 1952 (núm. 94) ; la
Recomendación sobre la consulta (ramas de actividad económica y ámbito nacional), 1960 (núm.
113) ; la Recomendación sobre las comunicaciones dentro de la empresa, 1967 (núm.129) ; la
Recomendación sobre el examen de reclamaciones, 1967 (núm. 130) ; la (Recomendación sobre la
consulta tripartita (actividades de la OIT), 1976 (núm.152) ; y la Recomendación sobre la
negociación colectiva, 1981 (núm. 163) .

Las instituciones para el diálogo social que se basan en los derechos de libertad de asociación,
libertad sindical y libertad de negociación colectiva toman en cuenta el contexto cultural, histórico,
económico y político de cada país. No hay un modelo único de diálogo social que pueda aplicarse
de modo uniforme en diversos países ni exportarse de un país a otro. Lo más importante es que
las instituciones y prácticas de diálogo social puedan adaptarse a la situación nacional del país para
que la representación en el proceso y sus resultados sean efectivos. En el mundo, hay una amplia
diversidad de mecanismos institucionales, marcos jurídicos, y usos y costumbres en materia de
diálogo social. La enorme contribución del diálogo social a la paz y la estabilidad fue reconocida
por el Comité del Premio Nobel que, en 2015, otorgó el Premio Nobel de la Paz al Cuarteto del
Diálogo Nacional Tunecino .

El diálogo social incluye:

negociación, consulta e intercambio de información entre los diferentes actores;

negociación colectiva entre representantes de los empleadores y los trabajadores;

prevención y resolución de conflictos;

diálogo social tripartito en materia de política económica y social; y

otros instrumentos de diálogo social, entre ellos, convenios marco internacionales.

El diálogo social solo puede funcionar efectivamente si se implementan ciertas condiciones


previas, tales como:

organizaciones sólidas e independientes de trabajadores y empleadores con lo requerido en las


áreas de capacidad técnica y acceso a información;

voluntad política y compromiso de todas las partes interesadas de participar en el diálogo social;

respeto de los derechos fundamentales de libertad de asociación, libertad sindical y libertad de


negociación colectiva; y

un marco jurídico e institucional que habilite el proceso (62 ).

Un buen clima de relaciones laborales, que incluya —por ejemplo— la consulta y cooperación, la
negociación colectiva y la fijación de un salario mínimo a través del diálogo social tripartito, ofrece
medios para promover mejores salarios y condiciones de trabajo, como así también la paz y la
justicia social. Como instrumentos de buena gobernanza, fomentan la cooperación y la
participación democrática, lo cual contribuye a crear un entorno favorable para el crecimiento
económico y al cumplimiento del objetivo del trabajo decente a todo nivel. Al participar en el
diálogo social tripartito, los gobiernos y las organizaciones representantes de trabajadores y
empleadores ayudan a construir fuertes instituciones en el mercado de trabajo que contribuyen a
la estabilidad y la paz social y económica a largo plazo.

El diálogo social necesita de la participación democrática de socios que tengan la capacidad de


participar en el proceso de manera efectiva y responsable, como también la fortaleza y flexibilidad
de adaptarse a circunstancias contemporáneas y aprovechar nuevas oportunidades. En algunos
países, la calidad del diálogo social se ve perjudicada por la capacidad limitada de las
organizaciones de trabajadores y empleadores, que les impide participar de manera efectiva en los
procesos de gobernanza y brindar servicios eficientes a sus afiliados. En otros países, los
ministerios a cargo de los asuntos laborales a veces quedan marginados de las decisiones clave en
materia de política y presupuesto. En otros países, el debilitamiento de las instituciones de diálogo
social —a menudo originado en el deseo de reducir los costos de la mano de obra e impulsar la
competitividad— no condujo necesariamente al crecimiento económico esperado y, al mismo
tiempo, profundizó gravemente las desigualdades, a la vez que se redujo rápidamente de la
cobertura de la negociación colectiva (63 ).

La OIT procura prestar asistencia a los Estados Miembros en la elaboración o el fortalecimiento de


marcos, instituciones, mecanismos o procesos jurídicos para lograr un buen clima de relaciones
industriales, resolución de conflictos y un diálogo social efectivo. También fomenta el diálogo
social entre los Estados Miembros y las agrupaciones regionales o subregionales como medio para
construir el consenso, y estimular el desarrollo económico y social y la buena gobernanza.
Asimismo, apoya el desarrollo del conocimiento en las relaciones industriales globales, en
particular para actores e instituciones que participan en el diálogo social y acuerdos
transfronterizos. Actualmente, la OIT está elaborando un Plan de acción para el diálogo social en
el trienio 2014-2017, como seguimiento al debate sobre el diálogo social mantenido en la
Conferencia Internacional del Trabajo 2013.

Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

Si bien en la Agenda 2030 no aparecen los términos «diálogo social» y «tripartismo»


explícitamente, el llamamiento al pleno reconocimiento y la observancia de los derechos laborales
(meta 8.8 de los ODS) —con mención específica de los derechos de libertad de asociación, libertad
sindical y libertad de negociación colectiva (meta 8.8.2 de los ODS ) —, del estado de derecho
(meta 16.3 de los ODS), de instituciones responsables (meta 16.6 de los ODS), y de un proceso de
toma de decisiones que sea sensible, inclusivo, participativo y representativo a todo nivel (meta
16.7 de los ODS) son todas cuestiones que sientan las bases para el diálogo social. El compromiso
de la Agenda 2030 de involucrar a actores no estatales en el proceso nacional de desarrollo puede
verse como una oportunidad para renovar el diálogo social tripartito. Además, el diálogo social
puede contribuir de manera considerable a «mejorar la coherencia entre las políticas para el
desarrollo sostenible» (17.14). Por lo tanto, es importante que las organizaciones de trabajadores
y empleadores a nivel mundial —la OIE y la CSI — participen activamente en la implementación
de la Agenda 2030 [véase, por ejemplo: (64 ) y (65 )].

El diálogo social es un elemento central de la OIT y constituye uno de los cuatro pilares de la
Agenda de Trabajo Decente. La Declaración de Filadelfia resume el compromiso de la OIT con el
diálogo social al afirmar:
«La guerra contra las carencias se debe desatar con vigor implacable en el seno de cada nación y
en un esfuerzo internacional continuado y concertado en el que los representantes de los
trabajadores y de los empleadores, cooperando sobre una base de igualdad con los de los
gobiernos, participen en discusiones libres y en las decisiones de carácter democrático con el fin
de promover el bien común», y para fomentar entre las naciones «el reconocimiento efectivo del
derecho de negociación colectiva, la cooperación de empleadores y de trabajadores para mejorar
continuamente la eficiencia en la producción, y la colaboración de trabajadores y empleadores en
la preparación y aplicación de medidas sociales y económicas».

Ninguno de los diez resultados en materia de políticas de la OIT puede alcanzarse sin el diálogo
social, mientras que 4 de ellos —el RP 1 (más y mejores empleos para el crecimiento inclusivo), el
RP 2 (normas del trabajo), el RP 7 (cumplimiento) y el RP 10 (trabajadores y empleadores)— son
de particular importancia para el diálogo social.

Ejes de política transversales

El diálogo social constituye un eje de política transversal en el Programa y Presupuesto de la OIT;


también contribuye a otro eje de política, el de las normas internacionales del trabajo. El diálogo
social es esencial para garantizar la igualdad de género y para combatir toda forma de
discriminación; además, es indispensable para garantizar una transición justa y equitativa hacia
una economía más ecológica.

Las alianzas

El diálogo social implica alianzas a través de procesos tripartitos y bipartitos. Las organizaciones de
trabajadores y empleadores de todo el mundo, a nivel tanto nacional como regional y mundial,
pueden considerarse «aliados» de la OIT, además de ser mandantes de la organización. En muchos
casos, la Oficina puede formalizar alianzas temáticas con organizaciones de trabajadores y
empleadores a fin de fomentar de manera conjunta los elementos de la Agenda de Trabajo
Decente; por ejemplo, la Confederación Sindical Internacional (CSI) cumple un papel importante
en la promoción de las prioridades del trabajo decente en los foros mundiales para el desarrollo,
mientras que la OIE ha establecido un grupo de trabajo sobre políticas de desarrollo sostenible. La
OIT ha formalizado un acuerdo de cooperación con la Asociación Internacional de Consejos
Económicos y Sociales e Instituciones Similares (AICESIS), que es una asociación de instituciones
nacionales que participan en el diálogo social.

Capacidad de la OIT

La labor de la OIT en materia de diálogo social tripartito es coordinada por la Unidad de Diálogo
Social y Tripartismo (DIALOGUE) , que depende del Departamento de Gobernanza. En el ámbito de
las relaciones laborales (industriales) y la negociación colectiva, la labor está coordinada por el
Servicio de Mercados de Laborales Inclusivos, Relaciones Laborales y Condiciones de Trabajo
(INWORK), que forma parte del Departamento WORKQUALITY. En las oficinas exteriores, casi
todos los equipos técnicos de trabajo decente incluyen especialistas en diálogo social o relaciones
industriales; muchos de estos cubren cuestiones adicionales, como salarios, administración laboral
y normas del trabajo. La lista actualizada de especialistas en diálogo social puede consultarse aquis
.

Debido a la naturaleza del diálogo social y el carácter central del diálogo social tripartito, además
de las relaciones laborales y la negociación colectiva armoniosas, otras unidades del
Departamento de Gobernanza (LABOURLAW ), los especialistas (en la sede o en las oficinas
exteriores) de la Oficina de Actividades para los Empleadores (ACT/EMP ) y Actividades para los
Trabajadores (ACTRAV ), y muchas otras unidades técnicas contribuyen a forjar un diálogo social
más efectivo e inclusivo. El Departamento de Políticas Sectoriales (SECTOR) de la OIT promueve el
diálogo social en sectores económicos específicos.

Recursos

La página de Temas de la OIT sobre tripartismo y sobre relaciones laborales y negociación


colectiva brinda acceso a una gran recopilación de publicaciones, informes y bases de datos
relacionados con el diálogo social. Entre el material disponible, puede consultarse también:

una guía sobre políticas de la OIT

la Guía práctica de la OIT

una guía sobre negociación colectiva .

Asimismo, para más información —por ejemplo, sobre oportunidades de formación—, puede
consultarse la página sobre diálogo social del Centro Internacional de Formación de la OIT en
Turín.

61. Organización Internacional del Trabajo (OIT) Diálogo social: En busca de una voz común.
Ginebra: OIT, n.d.

62. —. Tripartismo y diálogo social. OIT - Temas. [En línea] 21 noviembre 2016.
/global/topics/workers-and-employers-organizations-tripartism-and-social-dialogue/lang--
es/index.htm.

63. Vaughan-Whitehead, Daniel (Ed.). Desigualdades y el mundo del trabajo: Comprender y


reducir las desigualdades en Europa. Ginebra: 2016.

64. OIE. Resumen de la Organización Internacional de Empleadores sobre la implementación de la


agenda 2030 para el desarrollo sostenible. Ginebra: OIE, 2016.
65. Simmonds, Matt. La Cumbre Mundial sobre los ODS y la Agenda 2030 para el Desarrollo
Sostenible. ITUC-CSI. [En línea:] 18 septiembre 2015. https://www.ituc-csi.org/la-cumbre-de-los-
ods-y-la-agenda.

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Metas de los ODS relevantes

Resultados en materia de políticas relevantes

Guía de debate

Colección de recursos

Herramientas y servicios

Buenas prácticas

Normas del trabajo

https://www.ilo.org/global/topics/dw4sd/themes/s-dialogue-tripartism/lang--es/index.htm
2. Trabajo infantil

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economía Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo

Metas de los ODS pertinentes

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En los últimos dos decenios se han hecho importantes avances en pos de la erradicación
del trabajo infantil. Sin embargo, quedan muchos obstáculos por delante: mientras que el número
global de niños en situación de trabajo infantil ha disminuido en una tercera parte desde el año
2000, aún quedan 168 millones de niños en situación de trabajo infantil, y más de la mitad de ellos
—85 millones— en trabajos peligrosos. El mandato de la OIT en el área de trabajo infantil se basa
en dos convenios fundamentales: el Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138) y,
particularmente, el Convenion sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 (núm.182) , que
rápidamente se transformó en el instrumento más ratificado de la OIT (pues ha sido objeto de 180
ratificaciones hasta la fecha).

Existen diferencias importantes entre los distintos tipos de trabajo que realizan los niños.
Algunos son difíciles y exigentes, otros son más peligrosos y moralmente censurables. No todo el
trabajo que realizan los niños debe clasificarse como trabajo infantil y debe de ser eliminado. La
participación de los niños o adolescentes en el trabajo que no afecte su salud y desarrollo personal
o interfiera con la escolarización puede ser algo positivo (16 ).

El trabajo infantil, en sentido estricto, se define como el trabajo que priva a los niños de la
escolaridad, menoscaba su potencial y dignidad, y es nocivo para su desarrollo físico y mental. El
término hace referencia al trabajo que los priva de la oportunidad de ir a la escuela, los obliga a
abandonarla en forma prematura, o les exige que intenten combinar la asistencia a la escuela con
trabajos pesados y de horarios excesivamente prolongados.

En sus formas más extremas, el trabajo infantil implica la esclavitud del niño, la separación
de su familia, y la exposición a peligros y enfermedades graves, o bien el abandono a su suerte en
las calles de grandes ciudades a una edad muy temprana. La prioridad de la OIT es eliminar sin más
demora las peores formas de trabajo infantil, según se definen en el artículo 3 del Convenio de la
OIT núm. 182:

Todas las formas de esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, como la venta y
trata de niños, la servidumbre por deudas y la condición de siervo, y el trabajo forzoso u
obligatorio, incluido el reclutamiento forzoso u obligatorio de niños para utilizarlos en conflictos
armados;

La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la prostitución, la producción de


pornografía o actuaciones pornográficas;

La utilización, el reclutamiento o la oferta de niños para la realización de actividades


ilícitas, en particular la producción y el tráfico de estupefacientes, tal como se definen en los
tratados internacionales pertinentes;

El trabajo que, por su naturaleza o por las condiciones en que se lleva a cabo, es probable
que dañe la salud, la seguridad o la moralidad de los niños.

Todo aquel trabajo que ponga en peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya
sea por su propia naturaleza o por las condiciones en que se realiza, se denomina «trabajo
peligroso» (17 ).

Las estadísticas más recientes en materia de trabajo infantil también revelan que:

La región de Asia y el Pacífico registra los números más altos (casi 78 millones, que
representan el 9,3 por ciento de la población infantil); no obstante, la región del África
Subsahariana sigue sufriendo la mayor incidencia de trabajo infantil (59 millones, más del 21 por
ciento).

Mientras que en América Latina y el Caribe hay 13 millones de niños (8.8 por ciento) en
situación de trabajo infantil, en el Medio Oriente y el África meridional hay 9,2 millones (8,4 por
ciento).

La agricultura sigue siendo por mucha diferencia el sector de más peso en materia de
trabajadores infantiles, pues concentra a 98 millones de niños (59 por ciento); los problemas no
son menores en el sector de los servicios (54 millones) y en la industria (12 millones). La mayoría
está inserta en la economía informal.

El trabajo infantil entre las niñas se redujo en un 40 por ciento desde el año 2000, en
comparación con el 25 por ciento de los niños (18 ).

El Programa Internacional de la OIT para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC, por sus
siglas en inglés), integrado actualmente al Servicio FUNDAMENTALS , se propone erradicar en
forma progresiva el trabajo infantil en todo el mundo. Desde sus inicios en el año 1992, el IPEC ha
trabajado para este fin de diversas formas: mediante programas nacionales que promueven una
reforma política, crean capacidad institucional y procuran la adopción de medidas concretas para
eliminar el trabajo infantil; y mediante actividades de sensibilización y movilización encaminadas a
cambiar las actitudes sociales y promover la ratificación y aplicación efectiva de los Convenios de
trabajo de la OIT. Estas iniciativas permitieron que cientos de miles de niños fueran apartados del
trabajo y rehabilitados, o evitaron su ingreso a la fuerza de trabajo. Complementando todas estas
acciones directas, ha habido investigaciones estadísticas y cualitativas exhaustivas, análisis
jurídicos y de políticas, evaluación de programas y seguimiento del trabajo infantil; todo ello ha
permitido alimentar con datos una enorme base de conocimientos y metodologías estadísticos,
estudios temáticos, buenas prácticas, orientación y materiales didácticos. IPEC+ (que combina la
lucha contra el trabajo infantil y la erradicación del trabajo forzoso) es uno de los cinco programas
de referencia de la OIT 19 .

Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

El trabajo infantil constituye una violación de los derechos humanos fundamentales, y ha


quedado demostrado que obstruye el desarrollo infantil. La pobreza en el hogar y el trabajo
infantil están muy interconectados; a su vez, el trabajo infantil contribuye a perpetuar la pobreza
de una generación a otra, y a impedir la movilidad social basada en la educación y escolarización
adecuadas.

La eliminación del trabajo infantil figura explícitamente en la meta 8.7, que exhorta a la
comunidad mundial a «adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso,
poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos y asegurar la
prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la
utilización de niños soldados y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus
formas». La meta 8.7 de los ODS hace referencia a la dimensión de la «gente», el pilar social y la
naturaleza de la Agenda 2030 basada en los derechos. El trabajo vinculado al trabajo infantil
también respalda la meta 16.2 de los ODS: «poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas
las formas de violencia y tortura contra los niños», y contribuye a la aplicación de la Convención de
las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño , que entró en vigor en 1990.

Como se ha mencionado anteriormente, la eliminación del trabajo infantil es materia de


dos de los ocho convenios fundamentales de la OIT, que deben ser respetados por todos los
Estados Miembros de la OIT, ya sea que los hayan ratificado o no. Todos los mandantes de la OIT
están unidos en la lucha por la erradicación de las peores formas de trabajo infantil, y muchos
departamentos técnicos contribuyen a esta lucha, además del IPEC.

Ejes de política transversales

La eliminación del trabajo infantil no solo está codificada en los Convenios núm. 138 y
núm. 182, sino que también se hace referencia a esta cuestión en muchos otros convenios y
recomendaciones de la OIT, especialmente en el Convenio sobre el trabajo decente para las
trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189) . El hecho de que muchas
dependencias de toda la OIT contribuyan a la lucha contra el trabajo infantil da cuenta de la
naturaleza transversal de este trabajo.

La lucha contra el trabajo infantil solo podrá ganarse dando participación activa a las
organizaciones de trabajadores y empleadores mediante un proceso de diálogo social con los
gobiernos. En 2010, la Organización Internacional de Empleadores (OIE) y la Confederación
Sindical Internacional (CSI) se reunieron para establecer la Plataforma del Trabajo Infantil , que
opera bajo la égida del Grupo de trabajo sobre los principios laborales del Pacto Mundial de las
Naciones Unidas.

El trabajo infantil es un fenómeno que afecta tanto a las niñas como a los niños; el hecho
de ser niño o niña puede determinar la edad a la que comenzarán a trabajar y en qué ocupación
en particular. Las diferencias de género pueden afectar el acceso de un niño a la educación y la
asistencia. La OIT toma en consideración estas y muchas otras cuestiones que influyen en el
trabajo infantil, para llevar a cabo las acciones tendientes a la eliminación de este flagelo.

Muchos niños trabajan en ocupaciones peligrosas, por ejemplo, la recolección de basura


en basurales o el reciclaje de desechos electrónicos. Los programas dirigidos a mejorar las
condiciones de trabajo en esas ocupaciones, como por el ejemplo el programa de la OIT Empleos
Verdes, también contribuirán a mejorar la situación de los niños que realizan esos trabajos.

Las alianzas

La lucha contra el trabajo infantil ha estado respaldada por contribuciones voluntarias,


financiación nacional y el apoyo del sector privado, actores no estatales, fundaciones y organismos
de las Naciones Unidas de ideas afines.

Para sostener el trabajo de la OIT se han formado diversas alianzas vinculadas al trabajo
infantil: en 1998 se creó la Marcha Mundial contra el Trabajo Infantil , una red mundial de
sindicatos y organizaciones de docentes y de la sociedad civil que trabajan juntos para eliminar y
prevenir todas las formas de trabajo infantil, la esclavitud y la trata, y garantizar que todos los
niños tengan acceso a la educación. La Marcha Mundial se complementó en 2007 con la
Asociación internacional para la cooperación en materia de trabajo infantil en la agricultura ; en
2010 se agregó la mencionada Plataforma de Trabajo Infantil; y, en 2016, se creó la Alianza 8.7 ,
que procura erradicar el trabajo forzoso, la esclavitud moderna, la trata humana y el trabajo
infantil.

Capacidad de la OIT

La capacidad de la OIT —tanto en la sede como en las oficinas exteriores— para luchar
contra el trabajo infantil ha estado en gran medida determinada por el tamaño del programa de
cooperación para el desarrollo IPEC, dado que la gran mayoría del trabajo especializado en trabajo
infantil de la OIT se financia con fondos provenientes de recursos extrapresupuestarios. El IPEC
sigue siendo uno de los programas de cooperación para el desarrollo más grandes de la OIT, pero
su tamaño se ha reducido en forma considerable en los últimos años, al igual que la capacidad
conexa de la OIT. Desde 2014, el equipo de IPEC de la OIT en la sede ha quedado integrado al
servicio de la OIT FUNDAMENTALS , que pertenece al Departamento de Gobernanza.

Recursos
En el sitio web del Programa IPEC de la OIT se podrán encontrar enlaces a una amplia
gama de temas técnicos, datos y recursos de información, proyectos activos, y actividades en los
países y organizadas por los socios. También podrán encontrarse recursos en la página de Temas
dedicada a trabajo infantil del sitio web de la OIT, en los sitios web mencionados en «Alianzas».

16. Organización Internacional del Trabajo (OIT). ¿Qué se entiende por trabajo infantil?
OIT-IPEC. ILO IPEC. [En línea] 1 de diciembre de 2016. http://ilo.org/ipec/facts/lang--es/index.htm.

17. —. ¿Qué se entiende por trabajo infantil? (IPEC). Organización Internacional del
Trabajo. [En línea] 6 noviembre 2016. /ipec/facts/lang--es/index.htm.

18. OIT-IPEC. Medir los progresos en la lucha contra el trabajo infantil. Estimaciones y
tendencias mundiales entre 2000 y 2012. Ginebra: 2013.

19 - IPEC+ : la OIT ha integrado muchos de sus proyectos técnicos, incluido el IPEC+, en


cinco programas de referencia, concebidos para mejorar la eficacia y el impacto de la cooperación
para el desarrollo con sus mandantes a nivel mundial. Los otros cuatro programas son: Programa
Mejores Trabajos, Programa de Acción Global para la Prevención en el ámbito de la Seguridad y
Salud en el Trabajo, Iniciativa del Piso de Protección Social, y Programa Empleo para la Paz y la
Resiliencia.

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Tema: Trabajo infantil

Metas de los ODS relevantes

Resultados en materia de políticas relevantes

Guía de debate

Colección de recursos

Herramientas y servicios

Buenas prácticas

Normas del trabajo

https://www.ilo.org/global/topics/dw4sd/themes/child-labour/lang--es/index.htm}
8. La libertad de asociación y libertad sindical y la negociación colectiv

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economy Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo

Metas de los ODS pertinentes

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transversales | Las alianzas | Capacidad de la OIT | Recursos

El derecho de libertad de asociación y libertad sindical24 ha sido proclamado en la


Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) 25 . Es el derecho habilitante que permite la
participación efectiva de los actores no estatales en la política económica y social, y que constituye
el núcleo de la democracia y del estado de derecho. Por consiguiente, garantizar la participación y
la representación de los trabajadores y de los empleadores es esencial para asegurar el
funcionamiento eficaz, no solo de los mercados de trabajo, sino también de las estructuras
generales de gobernanza a escala nacional.

El derecho de los trabajadores y de los empleadores a constituir las organizaciones que


estimen convenientes o de afiliarse a las mismas es parte integral de una sociedad libre y abierta.
En muchos casos, estas organizaciones han tenido una función significativa en la transformación
democrática de sus países. La OIT participa habitualmente en la promoción de la libertad sindical
(39 ): en este sentido, asesora a los gobiernos no solo en materia de legislación laboral sino
también prestando servicios educativos y de formación para los grupos sindicales y de
empleadores.

La negociación colectiva26 —tema estrechamente ligado a la libertad de asociación— es


un derecho fundamental consagrado en la Constitución de la OIT y reafirmado como tal en la
Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo, de 1998 . La
negociación colectiva es un medio clave mediante el cual los empleadores y sus organizaciones y
los sindicatos pueden establecer salarios y condiciones de trabajo justos, y garantizar la igualdad
de oportunidades entre mujeres y hombres. También sienta la base para forjar buenas relaciones
de trabajo. Habitualmente, las cuestiones que se tratan en el programa de negociación incluyen,
entre otras, salarios, horas de trabajo, formación, seguridad y salud en el trabajo, e igualdad de
trato. El objetivo de estas negociaciones es llegar a un acuerdo colectivo que regule los términos y
condiciones del empleo. Los acuerdos colectivos también plantean los derechos y
responsabilidades de las partes; de esta forma, se garantiza que tanto las industrias como los
lugares de trabajo sean armoniosos y productivos. Es esencial mejorar el carácter inclusivo de la
negociación colectiva y los convenios colectivos para reducir la desigualdad y ampliar la protección
laboral.
La libertad de asociación y libertad sindical y la libertad de negociación colectiva son dos
de los principios rectores de la OIT. Poco después de la adopción de los Convenios
(fundamentales) de la OIT relativos a la libertad de asociación y libertad sindical y la libertad de
negociación colectiva —el Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de
sindicación, 1948 (núm. 87) , y el Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación
colectiva, 1949 (núm. 98) —, la OIT llegó a la conclusión de que se necesitaba un procedimiento de
control para garantizar el cumplimiento de los convenios pertinentes en los países que no los
habían ratificado. En consecuencia, en 1951 la OIT creó el Comité de Libertad Sindical (CLS) a los
fines de examinar las quejas sobre la violación de la libertad sindical, independientemente de que
el país de que se tratase hubiera ratificado o no los Convenios pertinentes. El CLS es un comité del
Consejo de Administración y está integrado por un presidente independiente y tres
representantes de los gobiernos, tres de los empleadores y tres de los trabajadores. Para más
información sobre el funcionamiento del CLS, consúltese aquí .

A lo largo de los años, la Conferencia Internacional del Trabajo aprobó una serie de nuevos
convenios y recomendaciones relativos a la libertad de asociación y libertad sindical y la
negociación colectiva. La lista completa de los instrumentos puede consultarse aqui .

Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

Como se mencionó anteriormente, la libertad de asociación y libertad sindical es un


derecho humano democrático consagrado en la Declaración Universal de Derechos Humanos y,
por lo tanto, reviste una importancia fundamental para la Agenda de 2030, que procura «hacer
realidad los derechos humanos de todas las personas» (Preámbulo de la Declaración ). La meta 8.8
de los ODS hace un llamado a proteger «los derechos laborales de todos los trabajadores»; la meta
16.3 procura la promoción del estado de derecho en los planos nacional e internacional; la meta
16.6 exige la creación «a todos los niveles (de) instituciones eficaces y transparentes que rindan
cuentas» (lo cual es esencial para proteger la libertad de asociación y libertad sindical y el derecho
a las negociaciones colectivas); y la meta 16.10 requiere que se garantice la protección de las
libertades fundamentales.

La libertad de asociación y libertad sindical y el derecho a la negociación colectiva son


materia de dos de los ocho convenios fundamentales de la OIT y constituyen un pilar central de
esta Organización. Son una contribución importante para los enfoques basados en los derechos de
la Agenda 2030. Los RP 2 (normas del trabajo), RP 7 (cumplimiento) y RP 10 (trabajadores y
empleadores) son de particular importancia para el cumplimiento de los derechos a fin de
organizar y negociar en forma colectiva, pero todos los demás resultados en materia de políticas
deben promover estos derechos dentro de su respectiva esfera.

Ejes de política transversales

La Declaración de Justicia Social de la OIT reconoce que la libertad de asociación y libertad


sindical y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva son particularmente
importantes para permitir el logro de los cuatro objetivos estratégicos de la OIT como derechos
habilitantes para la consecución plena de todos los demás derechos en el trabajo. Por lo tanto, son
ejes de política transversales por derecho propio.

El diálogo social tripartito es un elemento central de la estrategia de aplicación del del


Convenio sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 (núm. 87) y
del Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 (núm. 98) , pues
refuerza la capacidad de los mandantes tripartitos para participar en los procesos relacionados con
las normas, tanto en el plano mundial como en los países; por ejemplo, haciendo el seguimiento
de los comentarios del sistema de control.

La Declaración de Filadelfia nos recuerda que el derecho de negociación colectiva es


«plenamente aplicable a todos los pueblos»; además, la meta 8.8 de los ODS procura «proteger los
derechos laborales de todos los trabajadores, incluidos los trabajadores migrantes, en particular
las mujeres migrantes y las personas con empleos precarios». Sin embargo, a nivel de país pueden
encontrarse desigualdades y discriminación, y las preocupaciones y aspiraciones de los grupos
marginados deben ser debidamente consideradas al promover la libertad de asociación y libertad
sindical y el derecho a la negociación colectiva.

Las alianzas

Los organismos de las Naciones Unidas tienen la obligación de promover las libertades y
los derechos humanos fundamentales, incluidos los consagrados en el Convenio núm. 87 y el
Convenio núm. 98. La OIT colabora en forma estrecha con la Oficina del Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Derechos Humanos Convenio núm. 87 y el Convenio núm. 98 . La OIT
colabora en forma estrecha con la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Derechos Humanos (ACNUDH ), que ha designado un Relator Especial de las Naciones Unidas
sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación, y con el Pacto Mundial de las
Naciones Unidas . Los sindicatos, las organizaciones de empleadores y los grupos de la sociedad
civil de todo el mundo recurren a dos Convenios fundamentales de la OIT a la hora de hacer valer
sus derechos. Diversos socios para el desarrollo apoyan el trabajo de la OIT en áreas vinculadas a
la negociación colectiva, entre ellos, el Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, la Unión
Europea, Alemania y Suecia.

Capacidad de la OIT

El trabajo de la OIT en materia de libertad de asociación y libertad sindical y de libertad de


negociación colectiva está coordinado por dos unidades de la OIT: el Servicio de Principios y
Derechos en el Trabajo (FUNDAMENTALS ),que promueve la libertad de asociación y libertad
sindical mediante la cooperación para el desarrollo, y el Departamento de Normas Internacionales
del Trabajo (NORMES ), que proporciona los servicios de secretaría a los órganos de control de la
OIT y asistencia técnica en esta materia, por ejemplo a través de los especialistas en normas de los
Equipos Técnicos de Trabajo Decente. El trabajo cuenta también con el respaldo del personal de la
sede, y de los especialistas de las oficinas exteriores de la Oficina de Actividades para Empleadores
(ACT/EMP ) y la Oficina de Actividades para los Trabajadores (ACTRAV ). El trabajo sobre género y
negociación colectiva cuenta con el respaldo del Servicio de Género Igualdad y Diversidad (GED ) y
el Servicio de Mercados Laborales Inclusivos, Relaciones Laborales y Condiciones de Trabajo
(INWORK ). Además, los expertos de la OIT que trabajan en proyectos de cooperación técnica
vinculados con la negociación colectiva incorporan sus conocimientos especializados y su
capacidad al trabajo de la Oficina vinculado a la labor normativa. El Centro Internacional de
Formación de la OIT en Turín ofrece numerosos cursos vinculados a las normas internacionales del
trabajo (véase la lista actualizada aquí ).

Recursos

Los informes, el material informativo y las bases de datos pueden consultarse en la


pestaña correspondiente a libertad de asociación y libertad sindical de la página Temas , y en la
pestaña correspondiente a negociación colectiva, en la misma página . Las publicaciones sobre
negociación colectiva y relaciones laborales pueden consultarse aquí . La base de datos NORMLEX
de la OIT proporciona información acerca de los comentarios de los organismos de control de la
OIT sobre la aplicación de las normas y principios relativos a la libertad de asociación y libertad
sindical.

24 - El artículo 2 del Convenio núm. 87 presenta la siguiente definición: «Los trabajadores


y los empleadores, sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir
las organizaciones que estimen convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la
sola condición de observar los estatutos de las mismas».

25 - Artículo 20: 1) Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación


pacíficas. 2) Nadie podrá ser obligado a pertenecer a una asociación.

26 - En el artículo 2 del Convenio sobre la negociación colectiva, 1981 (núm. 154) de la


OIT, se establece que «la expresión negociación colectiva comprende todas las negociaciones que
tienen lugar entre un empleador, un grupo de empleadores o una organización o varias
organizaciones de empleadores, por una parte, y una organización o varias organizaciones de
trabajadores, por otra, con el fin de: a) fijar las condiciones de trabajo y empleo, o b) regular las
relaciones entre empleadores y trabajadores, o c) regular las relaciones entre empleadores o sus
organizaciones y una organización o varias organizaciones de trabajadores.

39. Organización Internacional del Trabajo (OIT). Libertad sindical. OIT - Temas. [En línea]
17 noviembre 2016. /global/topics/freedom-of-association-and-the-right-to-collective-
bargaining/lang--es/index.htm.

En esta sección

Tema: La libertad de asociación y libertad sindical y la negociación colectiva


Metas de los ODS relevantes

Resultados en materia de políticas relevantes

Guía de debate

Colección de recursos

Herramientas y servicios

Buenas prácticas

Normas del trabajo

https://www.ilo.org/global/topics/dw4sd/themes/freedom-of-association/lang--
es/index.htm}
24. Empleo juvenil

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economía Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo

Metas de los ODS pertinentes

4.4, 8.5, 8.6, 8.b Resultados en materia de políticas pertinentes

1, 10

En esta página: Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS | Ejes de política
transversales | Las alianzas | Capacidad de la OIT | Recursos

La tasa mundial de desempleo juvenil ha alcanzado el 13,1 por ciento, según los informes
de la OIT titulados Tendencias mundiales del empleo juvenil 2015 y Perspectivas sociales y del
empleo en el mundo: Tendencias 2016 (71 ). Esto significa que en el año 2016 hubo 71 millones
de jóvenes desempleados en todo el mundo. Además, 156 millones de jóvenes trabajadores (1 de
cada 3) de los países en desarrollo ganan menos de 3,1 dólares estadounidenses al día. En total,
casi el 40,8 por ciento de la población juvenil activa en el mundo está desempleada o trabaja pero
vive en condiciones de pobreza. El deterioro de la situación del empleo juvenil se agrava en los
países emergentes, donde se prevé un aumento de la tasa de empleo del 13,3 por ciento en 2015
al 13,7 por ciento en 2017 (una cifra que equivale a 53,5 millones de desempleados en 2017,
frente a 52,9 millones en 2015). Se prevé que la tasa de desempleo juvenil en los países en
desarrollo se mantendrá relativamente estable, en torno al 9,5 por ciento por ciento en 2016; sin
embargo, en términos de números absolutos, debería aumentar en unos 200 millones en 2016,
para llegar a 7,9 millones de jóvenes desempleados en 2017, debido en gran parte al aumento de
la mano de obra. Por último, en los países en desarrollo, se preveía que la tasa de desempleo
juvenil alcanzaría su máximo nivel a escala mundial en 2016 (14,5 por ciento, o 9,8 millones);
aunque se ha previsto que la tasa decline en el año 2017, se reducirá la velocidad de la mejora
(con una baja a solo el 14,3 por ciento en 2017). El costo del desempleo juvenil para el desarrollo
económico y social puede ser muy alto, pues perpetúa el ciclo intergeneracional de pobreza y, en
algunas ocasiones, se asocia con índices más altos de delito, violencia, agitación social, abuso de
sustancias y aumento del extremismo político.

Por un lado, las dificultades que presenta el empleo juvenil se asocian estrechamente a la
situación general —en términos cualitativos y cuantitativos— del empleo en un país. A menos que
el empleo productivo sea un elemento central de las políticas macroeconómicas y sociales, y la
demanda global de mano de obra esté en expansión, no será posible crear programas que logren
incorporar a los jóvenes desfavorecidos al mercado de trabajo. Por otro lado, el mercado de
trabajo juvenil tiene sus propias particularidades. Las dificultades propias de la edad que enfrentan
los jóvenes de ambos sexos al hacer la transición de la escuela al trabajo incluyen la falta de
experiencia laboral; los reglamentos estrictos del mercado de trabajo; la disparidad entre las
competencias y aspiraciones de los jóvenes y las demandas y realidades del mercado de trabajo;
las limitaciones para el trabajo independiente y el desarrollo de emprendimientos; y la falta de
organización y opinión colectiva. Todo lo anterior significa que los jóvenes tienen menos canales
para expresar sus inquietudes o necesidades.

Por lo tanto, es fundamental que el marco nacional de desarrollo adopte un enfoque


integral y que tome en cuenta los derechos frente a los problemas que deben enfrentar los
jóvenes, en especial los relacionados con el empleo productivo y decente. Dichos marcos deben
promover simultáneamente políticas económicas favorables al empleo, sistemas adecuados de
capacitación y formación, programas que tengan en cuenta las cuestiones de género destinados a
facilitar la transición de la escuela al trabajo, políticas del mercado de trabajo que tomen en
cuenta las limitaciones y necesidades de los jóvenes de ambos sexos, y medidas para garantizar
que los jóvenes accedan a un mejor cuidado de la salud y puedan influir en las decisiones que los
afectan.

La OIT tiene un compromiso histórico con la promoción del trabajo decente para los
jóvenes. El Programa de Empleo Juvenil se puso en marcha en el año 2005 para consolidar la
respuesta de la OIT frente al desafío del empleo juvenil a escala mundial. Dicha labor ha sido
guiada por dos instrumentos de política mundial adoptados por la Conferencia Internacional del
Trabajo:

La Resolución de 2005 y las Conclusiones relativas al empleo de los jóvenes , adoptadas


por la 93.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (2005); y

La Resolución y Conclusiones relativas a la crisis del empleo juvenil : Un llamado a la


acción, adoptadas por la 101.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (2012).

En los mencionados instrumentos se resuelve que, para hacer frente a la cuestión del
empleo juvenil, hace falta un enfoque integrado, que combine las políticas económicas que
apoyen a los jóvenes con las medidas específicas centradas en la oferta y la demanda de mano de
obra, y en la cantidad y la calidad del empleo. En adhesión a las conclusiones de las resoluciones
mencionadas, los servicios que presta el Programa de Empleo Juvenil a los mandantes están en
consonancia con el ciclo de la política de empleo, desde la formulación de la política hasta la
evaluación del impacto de las intervenciones en el empleo juvenil. El diálogo social y el
fortalecimiento de las capacidades nacionales son aspectos centrales del modelo de intervención
del programa a nivel nacional. El Programa de Empleo Juvenil se concentra en el desarrollo y la
divulgación de conocimientos, la asistencia técnica a nivel nacional, como también la defensa y las
alianzas (72 ). El programa funciona mediante una red de especialistas de diversas oficinas y
unidades técnicas de la OIT (véase Capacidad de la OIT).

Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

La Declaración 2030 recuerda que «el desempleo, en particular entre los jóvenes, es una
preocupación fundamental». En diversas partes del texto se identifica a los jóvenes como grupo
meta, y como tal aparecen en diversos objetivos y metas de los ODS. Desde la perspectiva del
trabajo decente, son de particular importancia las metas 4.4 (competencias para el empleo
juvenil), 8.5 (empleo pleno), 8.6 (reducción del desempleo juvenil) y 8.b (una estrategia mundial
para el empleo juvenil).

Al hablar del empleo juvenil, no solo se hace referencia a los puestos de trabajo; el empleo
juvenil solo puede ser decente si también incorpora las otras tres dimensiones del trabajo
decente: derechos, protección, y voz y representación. Si bien el RP 1 de la OIT (política de
empleo) se concentra específicamente en el empleo juvenil (indicador 1.2), todos los demás
resultados de PyP pueden contribuir a generar empleos para los jóvenes y hacer que estos
empleos sean decentes.

Ejes de política transversales

La promoción del empleo juvenil debe basarse en los convenios fundamentales de la OIT
relativos a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y otros instrumentos normativos
pertinentes45 , como los convenios relativos a la gobernanza (Convenio sobre la política del
empleo, 1964 [núm.122] , y Convenio sobre el desarrollo de los recursos humanos, 1975
[núm.142] ); ]); los convenios técnicos (por ejemplo, los relativos al salario, las horas de trabajo y la
seguridad y salud en el trabajo); y los convenios sobre grupos vulnerables de jóvenes trabajadores
(trabajadoras jóvenes, trabajadores jóvenes migrantes, trabajadores jóvenes con discapacidad y
trabajadores jóvenes en la economía informal, entre otros). Hay una fuerte interrelación entre la
eliminación de las peores formas de trabajo infantil (Convenio núm. 182) y el empleo juvenil, ya
que los niños son el futuro de la población activa y, por lo tanto, resulta indispensable que estén
protegidos.

Con respecto a la igualdad de género y la no discriminación, a pesar de que se han logrado


algunas mejoras moderadas, el progreso es lento. Las participación más baja de las mujeres en la
relación empleo-población juvenil se registra en el Medio Oriente y el África Septentrional. En el
Asia Meridional, la disparidad alcanzó a los 29,6 puntos porcentuales en 2014. A nivel mundial, el
porcentaje de participación de los hombres jóvenes en la población activa (55,2 por ciento) es
mucho más alto que el de las mujeres jóvenes (38,9 por ciento) (73 ). Además, las jóvenes tienen
más probabilidades que los jóvenes de estar desempleadas o tener empleos de baja calidad. Esas
diferencias de género se deben, con frecuencia, a factores sociales y culturales, y a la disparidad
del acceso a la educación. Así pues, se requiere mayor atención a la problemática de género en la
promoción del empleo juvenil.

La importancia del diálogo social en la promoción del empleo juvenil puede ilustrarse
mediante la participación de gobiernos e interlocutores sociales en gran número de países para
fomentar el enfoque integrado al empleo juvenil que defiende la OIT. En el ámbito regional, cabe
como ejemplo interesante el Marco de Acciones sobre el Empleo Juvenil , que desarrollaron
conjuntamente organizaciones europeas de trabajadores y empleadores en 2013. En virtud de
este Marco, los trabajadores y empleadores acuerdan una serie de acciones concretas para reducir
el desempleo juvenil en Europa. En términos más generales, un diálogo social más amplio debería
incluir a los jóvenes para que sus opiniones puedan servir de base a los procesos de toma de
decisiones en los aspectos del mercado de trabajo que afecten su futuro.

En todas partes del mundo, los jóvenes manifiestan preocupación por el cambio climático
y el deterioro del medio ambiente, y muestran gran interés por el concepto de «empleos verdes»,
en particular si está incorporado en las estrategias locales de desarrollo y es impulsado por
organizaciones y empresas de la economía social y solidaria .

Las alianzas

En febrero de 2016, se puso en marcha la alianza más integral en materia de empleo


juvenil, la Iniciativa Global sobre Empleo Decente para los Jóvenes , para todo el sistema de las
Naciones Unidas, con el aval de la Junta de Jefes Ejecutivos del Sistema para la Coordinación (JJE).
La iniciativa procura intensificar el impacto y la acción a nivel nacional en materia de empleo
decente para los jóvenes, mediante alianzas formadas por numerosas partes interesadas,
divulgación de políticas basadas en datos empíricos, y ampliación de intervenciones efectivas e
innovadoras. La Iniciativa Global, en cuya preparación intervinieron 21 entidades de las Naciones
Unidas, se propone aprovechar toda la influencia del sistema de las Naciones Unidas, sus
conocimientos y poder de convocatoria uniendo a los gobiernos, los interlocutores sociales, el
sector privado, los representantes de organizaciones juveniles, entidades de las Naciones Unidas,
la sociedad civil, los representantes parlamentarios, las fundaciones, el ámbito académico y
muchos otros interlocutores claves e influyentes. La Alianza complementa y amplía el Programa de
Acción Mundial para los Jóvenes de las Naciones Unidas, inaugurado por el Secretario General de
las Naciones Unidas en 2012.

Muchos «donantes tradicionales» (los que pertenecen al grupo de la OCDE/CAD ) han


respaldado proyectos de la OIT a favor del empleo juvenil, y continúan haciéndolo. Asimismo,
muchos proyectos de la OIT, aunque tal vez no lleven el rótulo de «empleo juvenil», contribuyen
igualmente de manera considerable a dicho objetivo. Con el paso de los años, otras entidades han
contribuido a la labor de la OIT en esa área. El programa de empleo juvenil Work4Youth , una
alianza con una duración de cinco años entre la OIT y la MasterCard Foundation, ha sido uno de los
principales programas de empleo juvenil de la OIT a la fecha.

Capacidad de la OIT

La coordinación de las actividades de la OIT en apoyo del empleo juvenil está dirigida por
la unidad del Programa de Empleo Juvenil , que depende del Departamento de Políticas de
Empleo. El programa funciona por medio de un grupo de técnicos especialistas en la sede y en las
oficinas exteriores. De hecho, dado que el empleo juvenil es un aspecto central del mandato de la
OIT y su programa de trabajo, y considerando el enfoque multifacético y transversal que se
necesita para fomentar el empleo juvenil, casi todos los sectores y servicios de la Organización
pueden contribuir a esa área de trabajo de un modo u otro. De igual manera, la mayoría de los
temas bosquejados en esta publicación se relacionan con el empleo juvenil.
Recursos

El portal de la OIT para el empleo juvenil brinda acceso a varias bases de datos sobre
estadísticas del empleo juvenil, marcos legislativos, proyectos y lecciones aprendidas. También
incluye una plataforma interactiva de intercambio de conocimientos sobre «trabajo decente para
los jóvenes». La biblioteca de la OIT ha compilado una guía de investigación sobre el empleo
juvenil. Para las oficinas exteriores, es muy importante la Guía para la preparación de planes de
acción nacionales de empleo juvenil . Aquí se puede consultar una lista de publicaciones de la OIT
sobre empleo juvenil. Asimismo, en la página del empleo juvenil , pueden consultarse recursos
útiles del Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín.

45 - El debate de la Conferencia Internacional del Trabajo de 2005 sobre el empleo juvenil


respaldó una lista de instrumentos de la OIT, que resultaban pertinentes para el tema que se
trataba. La lista está disponible aquis .

71. Organización Internacional del Trabajo (OIT). /global/research/global-


reports/youth/2016/lang--es/index.htm.. Ginebra: 2016.

72. —. Programa de empleo juvenil - Qué hacemos. OIT, Empleo. [En línea] 19 noviembre
2016. /employment/areas/youth-employment/WCMS_193816/lang--en/index.htm.

73. —. Tendencias Mundiales del Empleo Juvenil 2015. Ginebra: 2015.

https://www.ilo.org/global/topics/dw4sd/themes/youth-employment/lang--es/index.htm
7. Trabajo forzoso

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economía Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo

Metas de los ODS pertinentes

5.2, 8.7 Resultados en materia de políticas pertinentes

8, 10

En esta página: Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS | Ejes de política
transversales | Las alianzas | Capacidad de la OIT | Recursos

El trabajo forzoso adopta diferentes formas, entre otras, la servidumbre por deudas, la trata y
otras formas de esclavitud moderna. Las víctimas son las personas más vulnerables: mujeres y
niñas que se ven forzadas a prostituirse, migrantes que quedan atrapados en la servidumbre por
deudas, y trabajadores de talleres clandestinos o agrícolas que permanecen en esos lugares
mediante tácticas claramente ilegales, por una paga magra o simplemente a cambio de nada. A
pesar de que el trabajo forzoso ha sido condenado en todo el mundo, las estimaciones de la OIT
muestran que hay 20,9 millones de personas en el mundo que son víctimas del trabajo forzoso; de
ellas, más de la mitad son mujeres y niñas. Los datos disponibles indican que la cantidad de
personas en situación de trabajo forzoso no solo no ha disminuido, sino que podría haber
aumentado.

Según el Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29) , al hablar de trabajo forzoso u
obligatorio, se hace referencia a todo trabajo o servicio exigido a un individuo bajo la amenaza de
una pena cualquiera y para el cual dicho individuo no se ofrece voluntariamente. Puede darse el
caso de que el trabajo sea exigido por las autoridades del Estado, por empresas privadas o por
individuos. El concepto de trabajo forzoso abarca una amplia gama de prácticas laborales
coercitivas, que se presentan en todos los tipos de actividad económica en todo el mundo (36 ).

Del número total de víctimas del trabajo forzoso, 18,7 millones son explotadas en la economía
privada, por personas físicas o empresas; los 2,2 millones de víctimas restantes están en situación
de trabajo forzoso impuesto por el Estado. Entre las víctimas de la explotación por parte de
personas físicas o empresas, 4,5 millones son objeto de explotación sexual forzosa, y 14,2
millones, de explotación laboral forzosa. El trabajo forzoso en la economía privada genera 150.000
millones de dólares de los Estados Unidos en ganancias ilegales por año.

En algunas partes de África quedan aún vestigios de la esclavitud, mientras que en muchos países
de América Latina y en otros lugares, el trabajo forzoso se presenta en forma de reclutamiento
coercitivo y basado en el engaño. En numerosos países, los trabajadores domésticos quedan
atrapados en situaciones de trabajo forzoso y, en muchos casos, se les impide abandonar el
domicilio del empleador mediante amenazas o violencia. El trabajo en régimen de servidumbre
persiste en el Asia Meridional, donde millones de hombres, mujeres y niños quedan atrapados en
su trabajo a través de un círculo vicioso de deudas. En Europa y América del Norte, hay un gran
número de mujeres y niños víctimas de traficantes, que los venden para actividades de
prostitución forzosa o explotación económica. En los últimos años, la trata de personas ha atraído
en forma creciente la atención internacional. Por último, el trabajo forzoso es también impuesto
por el Estado con fines de desarrollo económico o castigo, por ejemplo, por expresar opiniones
políticas (37 ).

El trabajo de la OIT con miras a la erradicación del trabajo forzoso se basa en dos convenios y un
protocolo que los complementa:

El Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 (núm. 29) prohíbe todas las formas de trabajo forzoso
u obligatorio. A los efectos del Convenio, quedan excluidos de la definición el trabajo que se exige
en virtud del servicio militar obligatorio; las obligaciones cívicas normales en virtud de una
condena pronunciada por sentencia judicial; cualquier trabajo o servicio que se exija en caso de
fuerza mayor; y los pequeños trabajos comunales realizados por los miembros de una comunidad
en beneficio directo de la comunidad.

El Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso, 1957 (núm. 105) prohíbe el trabajo forzoso u
obligatorio como medio de coerción o de educación políticas o como castigo por tener o expresar
determinadas opiniones políticas o por manifestar oposición ideológica al orden político, social o
económico establecido; como método de movilización y utilización de la mano de obra con fines
de fomento económico; como medida de disciplina en el trabajo; como castigo por haber
participado en huelgas; y como medida de discriminación racial, social, nacional o religiosa.

El Protocolo de 2014 relativo al Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930 y la Recomendación


sobre el trabajo forzoso (medidas complementarias), 2014 (núm. 203) están dirigidos a reforzar
las medidas de prevención, protección e indemnización de las víctimas, e intensificar los esfuerzos
para eliminar todas las formas de esclavitud moderna. El Protocolo relativo al Convenio sobre el
trabajo forzoso entró en vigor el 9 de noviembre de 2016, un año después de haber obtenido su
segunda ratificación. Esto significa que todos los países que lo han ratificado tienen ahora las
obligaciones que emanan del Protocolo.

La estrategia de la OIT para luchar contra el trabajo forzoso propone los siguientes puntos de
acción (38 ):

aumentar la conciencia respecto del trabajo forzoso y promover la ratificación de los instrumentos
conexos;

mejorar las estadísticas, la compilación de datos y la investigación para formular mejores políticas;

mejorar las políticas, los planes de acción y la capacidad de las instituciones nacionales y
regionales para luchar contra el trabajo forzoso y la trata humana;
fortalecer la legislación para proteger a las víctimas, y para prevenir y enjuiciar el uso del trabajo
forzoso;

promover las prácticas justas de reclutamiento laboral y la buena gobernanza en materia de


migración;

apoyar el empoderamiento de las personas en riesgo y hacer frente a las causas que originan el
trabajo forzoso;

exigir el cumplimiento penal, laboral y de toda otra legislación pertinente de manera efectiva; y

exigir el cumplimiento penal, laboral y de toda otra legislación pertinente de manera efectiva; y

Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

La Resolución Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible,


aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015, declara, en el
párrafo 27: «Erradicaremos el trabajo forzoso y la trata de personas y pondremos fin al trabajo
infantil en todas sus formas». Este aspecto se clarifica aún más en la meta 8.7 de los ODS, que
compromete a la comunidad mundial a «adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el
trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y la trata de personas...». Las
acciones internacionales para abolir el trabajo forzoso también contribuyen a la aplicación de la
Convención de las Naciones Unidas sobre la Esclavitud (1926) , que fue ratificada por 99 países.

El trabajo forzoso en todas sus formas puede ser considerado el antónimo del trabajo decente, y la
erradicación del trabajo forzoso promueve la Agenda de Trabajo Decente en todas sus
dimensiones. Como se ha mencionado anteriormente, la eliminación del trabajo forzoso está
sujeta a dos de los ocho convenios fundamentales de la OIT, que deben ser respetados por todos
los estados miembros de la OIT, ya sea que los hayan ratificado o no. Todos los mandantes de la
OIT contribuyen a la lucha contra el trabajo forzoso y los vestigios de la esclavitud.

Ejes de política transversales

La eliminación del trabajo forzoso no solo está sujeta a los convenios fundamentales descritos
anteriormente, el Protocolo de 2014 y la Recomendación núm. 203, sino que también está
mencionada indirectamente en otros instrumentos de la OIT, en el preámbulo de la Constitución
de la OIT («Considerando que si cualquier nación no adoptare un régimen de trabajo realmente
humano... »), y en la Declaración de Filadelfia (1944), que establece que «todos los seres
humanos, sin distinción de raza, credo o sexo, tienen derecho a perseguir su bienestar material y
su desarrollo espiritual en condiciones de libertad y dignidad, de seguridad económica y en
igualdad de oportunidades».

En la lucha contra el trabajo forzoso participan gobiernos, empleadores, trabajadores y la sociedad


civil en su conjunto, y el diálogo social es una estrategia esencial para ganar esta batalla. En el
sector privado, la prohibición del trabajo forzoso aparece mencionada en códigos, acuerdos e
iniciativas. Tanto la Organización Internacional de Empleadores (OIE) como la Confederación
Sindical Internacional (CSI) tienen sitios web con información específica sobre el trabajo forzoso y
la trata.

Un 60 por ciento de las víctimas del trabajo forzoso y la trata son mujeres; la mayoría de ellas son
víctimas de la explotación sexual o de la explotación en la agricultura o el trabajo doméstico. Para
poner fin a este flagelo, es necesario formular estrategias específicas de género y otras que tomen
en cuenta la perspectiva de género.

Las alianzas

Las actividades sobre el terreno en el área del trabajo forzoso reciben apoyo de asignaciones
extrapresupuestarias relativamente grandes provenientes de los socios para el desarrollo, como
los Estados Unidos, el Reino Unido y la Unión Europea. En 2013, la OIT, con el apoyo de la OIE, la
CSI y muchas otras organizaciones, presentó la campaña 50 por la libertad , con el objeto de
persuadir a por lo menos 50 Estados Miembros de ratificar el Protocolo de 2014. Hasta ahora se
han registrado ocho ratificaciones. La Alianza 8.7 , creada en 2016, reúne a gobiernos,
trabajadores, empleadores y organizaciones afines, y procura erradicar el trabajo forzoso y el
trabajo infantil.

Capacidad de la OIT

En 2002, la lucha de la OIT contra el trabajo forzoso cobró un nuevo ímpetu con la presentación
del Programa Especial de Acción para Combatir el Trabajo Forzoso (SAP-FL). El objetivo del
programa fue aumentar la concienciación y comprensión del concepto moderno de trabajo
forzoso en todo el mundo, además de ayudar a los gobiernos a elaborar y aplicar nuevas leyes,
políticas y planes de acción, elaborar materiales de formación sobre los aspectos fundamentales
del trabajo forzoso, y realizar proyectos en el terreno. Con la decisión —adoptada en 2014— de
concentrar el trabajo que realiza la OIT respecto de los ocho convenios fundamentales en una sola
dependencia (denominada FUNDAMENTALS), el Programa se fusionó con el IPEC, para formar el
programa de referencia IPEC+ , que fue presentado en 2016.

Con un equipo relativamente pequeño en la sede y sin especialistas técnicos dedicados al trabajo
forzoso, la capacidad de la OIT en esta área depende en gran medida de los recursos
extrapresupuestarios. En los últimos años, la comunidad mundial de donantes ha mostrado una
creciente sensibilidad por las cuestiones del trabajo forzoso, y se han aprobado programas
regionales relativamente grandes. Se espera que este esfuerzo continúe a través del trabajo de la
Alianza 8.7.

Recursos

En la página web del proyecto FUNDAMENTALS se puede consultar una lista actualizada de los
proyectos de la OIT vinculados al trabajo infantil y el trabajo forzoso. Para consultar las
publicaciones y los documentos vinculados al trabajo forzoso, véase la página de recursos del
programa. Las estadísticas y los indicadores de trabajo forzoso y trata de personas pueden
consultarse aqui .
36. Organización Internacional del Trabajo (OIT). Trabajo forzoso, formas modernas de esclavitud
y trata de seres humanos Oficina Internacional del Trabajo - Temas. [En línea] 7 noviembre
2016. /global/topics/forced-labour/lang--es/index.htm

37. —. Trabajo forzoso. Oficina Internacional del Trabajo - Temas.. [En línea] 7 noviembre 2016.
/global/standards/subjects-covered-by-international-labour-standards/forced-labour/lang--
es/index.htm

38. —. Programa de referencia IPEC+ de la OIT. Ginebra: ILO Fundamentals, 2016.

En esta sección

Tema: Trabajo forzoso

Metas de los ODS relevantes

Resultados en materia de políticas relevantes

Guía de debate

Colección de recursos

Herramientas y servicios

Buenas prácticas

Normas del trabajo

https://www.ilo.org/global/topics/dw4sd/themes/forced-labour/lang--es/index.htm

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