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Materiales para preparar la Prueba Final de Bachillerato de

Historia de la Filosofía 2019.


Pregunta 1. Descripción del contexto filosófico-cultural que influye en el autor del texto
Criterio de corrección: se valorará la adecuada contextualización filosófico – cultural realizada
que influye en el texto y en el autor del mismo (se puntuará con un máximo de 1,5 puntos).

El fragmento de este examen pertenece a la parte VII del libro República, del filósofo ateniense
Platón, que vivió entre el 427 y 347 A.C. La Atenas en que vivió Platón durante su juventud se
encontraba en su auge político y económico así como de su prestigio cultural e internacional.
Tras haberse implantado un régimen político democrático en el siglo VI A.C y salir victoriosa de
la guerra contra los persas, Atenas se volvió el centro cultural y económico del mundo griego.
Personalidades como la de Pericles hicieron de la ciudad el punto de referencia de la democracia
griega. Este esplendor se mostró entre otras cosas con la construcción del Partenón, en la
Acrópolis de la ciudad. Intelectualmente es en el siglo V AC cuando se produce el llamado giro
antropológico de la filosofía, que se produce de la mano del enfrentamiento entre Sócrates y los
sofistas. El desarrollo del régimen democrático hizo necesaria una formación mayor para los
ciudadanos, destinados a participar obligatoriamente en la vida pública, formación que se
encargó de administrar el grupo de los sofistas. Los sofistas eran mercaderes errantes, no
filósofos, que iban de polis en polis enseñando el arte de la retórica y la oratoria, pero sus ideas
incluyen reflexiones intelectuales de gran profundidad que llevaron a Sócrates a discutirles
públicamente. Los sofistas fueron los primeros en plantear la dicotomía nomos/fisis en el
hombre y la sociedad, tal reflexión introdujo el individualismo, ante esto Sócrates respondió
criticando a los sofistas y su falta de conocimiento real. Para Sócrates disolver el vínculo sagrado
entre individuo y comunidad era un acto de suicidio colectivo, pues nada bueno podía salir de
esa lucha feroz entre individuos egoístas. Sócrates pagaba su entrada a las clases de los sofistas
para iniciar discusiones públicas que los demás pudieran presenciar. Uno de los que lo hizo fue
el joven Platón, deseoso de saber para poder incorporarse a los asuntos de la vida pública. Platón
presenció estos debates y acabó tomando partido por Sócrates, al que hizo su maestro.
Igualmente, Platón presenció algunas de las consecuencias de las enseñanzas de los sofistas,
que llevaron a Atenas al desastre y la derrota frente a Esparta en la Guerra del Peloponeso, de
la que ya nunca se recuperaría. Platón vio con los ojos de Sócrates la corrupción en la democracia
ateniense y desde entonces la consideró un régimen político indeseable y perverso. La gota que
colmó el vaso fue la detención y ajusticiamiento de Sócrates un año después de acabada la
guerra. La muerte de Sócrates supuso una auténtica crisis existencial en Platón, que viajó
durante varios años alejándose de su Atenas natal. En dichos viajes conoció las doctrinas de los
pitagóricos y de otros Primeros Filósofos que luego le influirían en sus propias doctrinas. Al
finalizar sus viajes y volver a asentarse en Atenas, Platón realizó una síntesis que partía de las
tesis de su maestro Sócrates, que le llevó a un rechazo a la democracia ateniense, y tesis de otros
filósofos como Parménides, con la distinción entre el conocimiento sensible y el inteligible y la
búsqueda de una VERDAD como guía en la vida. También, Platón le da al mundo sensible las
características del arjé de Heráclito, y tuvo influencia de los Pitagóricos, en quienes se fijó
para temas como la reencarnación de las almas o la importancia de las matemáticas
Pregunta 2. Identificación y explicación del contenido del texto.
Pregunta 3. Justificación del texto desde la posición filosófica del autor.

La ontología

El texto habla de la esencia y estructura de la realidad, la ontología, comparándolo con el


interior-exterior de la caverna que permita exponer la posición sensible-inteligible. Además, la
alegoría señala la estructura de cada ámbito y sus elementos. Distinguimos, las Ideas y objetos
matemáticos, los seres inteligibles, y los seres naturales y artificiales e imágenes (eikasia) , los
seres sensibles.

Los objetos del mundo material surgen a partir de los "moldes" del mundo inteligible y por eso
tiene "parte" de ellos, se les parecen. Los objetos del mundo material "participan" de la realidad
de las Ideas, por eso sirven para que el alma recuerde

Los seres inteligibles son seres inmateriales, inmutables, necesarios y universales. No dependen
ni del mundo sensible ni de los sujetos que lo piensan. Por eso son verdaderos o “cognoscibles”,
y generan la ciencia. Los seres inteligibles son los seres que Platón distingue más en la realidad
(dualismo ontológico).

Los seres sensibles son seres materiales, individuales, múltiples, cambiantes y contingentes.
Existen por su participación en las Ideas, por lo que son inferiores a ellas. Esto produce que sean
seres aparentes y generen una mera opinión.

La antropología

El texto trata la descripción y la estructura del ser humano, la antropología. La alegoría permite
deducir cómo es el ser humano ignorante y cómo es cuando ha recurrido todas las etapas
educativas.

Según Platón el individuo está dividido en cuerpo y alma. El cuerpo es una cosa sensible más que
se genera y se muere. Es un obstáculo para lograr la perfección, por lo que la misión del ser
humano en vida es tratar de purificarse para poder ascender el alma a su lugar natural: el mundo
de las Ideas, alcanzando la felicidad. Por el otro lado, el alma es inmortal y domina sobre el
cuerpo. Es una sustancia homogénea. Su actividad propia es la contemplación de las Ideas y
constituye la esencia del ser humano

Platón dividía el alma en tres:

- Apetito: parte relativa a los aspectos sensoriales y pulsionales del ser humano, que se
corresponde a la primera clase social de la ciudad ideal defendida en la República: los
productores.
-Valor: parte que controla el ánimo y el impulso a actuar y se corresponde a la clase de los
guardianes.
- Razón: parte intelectiva que corresponde a la clase de los gobernantes filósofos.
El objetivo de la ética -basada en los principios del intelectualismo moral- consiste en lograr que
cada parte del alma alcance la virtud, es decir, que funcione de la mejor forma posible según su
propia naturaleza. Cuando esto se alcanza, se llega a una situación de equilibrio que Platón
denomina justicia y que tiene como consecuencia la felicidad humana. Todo esto se conseguía
gracias al proceso de la educación.

Teoría del conocimiento

La primera explicación del conocimiento que encontramos en Platón, antes de haber elaborado
la teoría de las Ideas, es la teoría de la reminiscencia (anámnesis) que nos ofrece en el Menón.
Según ella el alma, siendo inmortal (ya que esta se reencarna y nunca muere), lo ha conocido
todo en su existencia anterior por lo que, cuando creemos conocer algo, lo que realmente ocurre
es que el alma recuerda lo que ya sabía. Aprender es, por lo tanto, recordar. El contacto con la
sensibilidad, el ejercicio de la razón, serían los instrumentos que provocarían ese recuerdo en
que consiste el conocimiento.

Se establecerá una división entre los distintos niveles y grados de realidad del conocimiento.
Fundamentalmente distinguirá Platón dos modos de conocimiento: la "doxa" (o conocimiento
sensible) y la "episteme" (o conocimiento inteligible). A cada uno de ellos le corresponderá un
tipo de realidad, la sensible y la inteligible, respectivamente. El verdadero conocimiento viene
representado por la "episteme", dado que es el único conocimiento que versa sobre el ser y, por
lo tanto, que es infalible. Establece cuatro pasos en la escala de conocimiento por la cual un
individuo accede a la Idea de Bien:

-Conjetura (eíkasia)---sombras e imágenes de las cosas del mundo sensible.

-Creencia (pistis)--- cosas/objetos sensibles, que producirán los reflejos.

-Pensamiento discursivo (dianota)--- objetos matemáticos.

-Intelección pura (noésis)---Ideas

Política

El Estado Ideal será aquél en el que la Justicia reine de forma absoluta pues sólo si reina la Justicia
se puede conseguir la Felicidad de todos los ciudadanos (que es la Meta última del Estado).
República así denominó Platón al modelo de Estado-Ideal. La República de Platón es una
meritocracia: un Estado en donde gobiernan los mejores. Pero hay que tener en cuenta que,
para Platón, los mejores son los más sabios, los filósofos: los filósofos son los únicos que pueden
dirigir la ciudad-Estado hacia el Bien común, pues sólo ellos conocen de verdad lo que está bien,
ya que sólo ellos logran remontarse dialécticamente hasta la Idea Suprema de Bien. Para Platón
los modelos de timocracia, oligarquía, democracia y tiranía simplemente eran gobiernos
corruptos y la República era la única manera de acabar con esto.

El Estado surge debido a la debilidad del individuo; pues cada hombre por sí mismo solamente
está dotado para determinadas actividades, así que, para satisfacer sus necesidades, necesita
colaborar con los demás, desempeñando cada uno aquella función para la que esté más
capacitado. La diferencia cualitativa entre las personas se debe a que en cada uno de nosotros
predomina una de las funciones del alma (razón, valor, apetito)

En República diseña lo que debería ser el verdadero estado para poder formar al hombre
perfecto. En la descripción de tal estado señala las distintas clases de ciudadanos –trabajadores,
guardianes y políticos– que se corresponden a las tres partes del alma. Del mismo modo que el
hombre justo es quien consigue armonizar las partes distintas del alma, bajo la guía de la razón,
la ciudad justa será aquella en la que las tres clases de ciudadanos conviven armonizadas,
realizando cada ciudadano la tarea que le corresponde.

Cabe destacar que para esta polis ideal la educación es primordial. Para Platón la educación se
trata de un proceso dinámico, un camino que se ha de recorrer lento y dificultosamente, ya que
es un proceso gradual y que requiere un gran esfuerzo, cuya finalidad, es el conocimiento del
Bien en sí y actuar virtuosamente. Platón insistía en una educación igualitaria en ambos géneros,
y que dependiendo de en qué etapa de tu vida estés debías centrarte en diferentes materias y
adquirir conocimientos sobre ellas, para saber cuál sería la clase social en la que perteneces. De
este modo, la educación consiste para Platón en seleccionar a los mejores para que sean
gobernantes, y los demás comprenderían el resto de la sociedad.

Pregunta 4. Relación del tema o el autor del texto elegido con una posición
filosófica de la época contemporánea.

El pensamiento que he explicado de Platón ha recorrido la historia de occidente y del


pensamiento occidental hasta nuestros días. La influencia de Platón ha sido enorme a lo largo
de la historia. Por eso es muy sencillo establecer una comparación entre Platón y Friedrich
Nietzsche, aunque más de dos mil años los separen.

Según Nietzsche, Platón instaura definitivamente la gran mentira de la cultura occidental: la


creación de un transmundo, de un más allá, alejado de lo que experimentamos a través de
nuestro cuerpo. Y no se limita a postularlo, sino que lo erige como el único, despreciando y
reprimiendo todo aquello relacionado con el devenir de la vida, con nuestra experiencia original
de la realidad, con nuestros sentidos, nuestras pasiones, nuestros instintos.

Platón define la existencia de dos tipos de realidad: el mundo sensible (el interior de la caverna)
y mundo inteligible (el mundo de las Ideas). Para Nietzsche sólo existe el mundo “de aquí”, el
mundo material y sensible que experimentamos a través de nuestro cuerpo. No obstante él sabe
que el mundo occidental ha estado viviendo en busca de “valores superiores” (Bien, Verdad,
Justicia, Belleza, Amor, Dios…) desde que Platón nos hizo creer que dichos valores existen, pero
no aquí. La ciencia moderna con su capacidad para mejorar nuestra vida cotidiana nos convence
de que no merece la pena esa búsqueda, mejor quedarse con las comodidades que ahora ya
tenemos. Pero vivir cómodo no es vivir feliz. Faltan motivos para vivir. Porque vivir no es fácil, la
vida es una tragedia, por definición.

Por todo esto, Nietzsche diagnostica el NIHILISMO, que tiene una doble versión: por un lado
estaría lo que Nietzsche llama el “nihilismo pasivo o reactivo”, que sería el que se enfrenta a la
tragedia de vivir desean que acabe cuanto antes y reniega de una existencia que no pidió tener
y por otro estaría el “nihilismo activo”, que es capaz de comprender que efectivamente no
existen valores absolutos, no hay salvación permanente, pero ve en ello una nueva oportunidad,
un “alegre mensaje”. Ante esta visión trágica de la vida, Nietzsche nos va a proponer que no
caigamos en la desesperación sino que nos volvamos ultrahombres y aprendamos a vivir
valorando realmente esta existencia.

Platón nos enseñó el concepto “valor” como inversión de todo lo que hay en este mundo, por
miedo, por asco, por odio a este mundo. Nietzsche desea que para sobrevivir al nihilismo que
aprendamos a amar los fragmentos de felicidad de la vida. Nietzsche propuso que la verdad
debe verse sustituida por la perspectiva, por el punto de vista que sabe que sólo llama verdad a
aquello que le ayuda a vivir. Los valores ya no deben ser eternos, inmutables, sino útiles, caseros,
confortables. Es lo que Nietzsche llamó la “transvaloración de todos los valores”, hacer valores
que nos ayuden a potenciar la vida y lo bueno que ella trae. En las metáforas del Ultrahombre
y del Eterno Retorno Nietzsche insiste en esa necesidad de vivir la vida como es, sin desear
cambiarla, para poder apurarla hasta la última gota, no vaya a ser que el nihilismo nos domine
y destruya.
Descartes
Conocimiento según Descartes
Para Descartes era necesario separar la verdad del error y por esto cree que hay que dotar a la
filosofía de su propio método, por lo que decidió crear sus propio método dividido en 4
diferentes reglas.

La evidencia es la primera y más importante de las reglas del método. Consiste en aceptar como verdadero
sólo aquello que se presente con "claridad y distinción", es decir, con evidencia. Es el ejercicio de la
intuición.

La segunda, el análisis es el método de investigación que consiste en dividir cada una de las dificultades
que encontramos en tantas partes como se pueda hasta llegar a los elementos más simples, elementos
cuya verdad es posible establecer mediante un acto de intuición.

La síntesis, la tercera, consiste en poner en orden nuestros pensamientos, pasando desde los objetos más
simples y fáciles de conocer hasta los más complejos y oscuros.

Y por último, la enumeración, que consiste en revisar cuidadosamente cada uno de los pasos de los que
consta nuestra investigación hasta estar seguros de no haber cometido ningún error.

Una vez creado el método de la “Duda Metódica”, Descartes lo aplica al saber tradicional, poniendo todo
este bajo el paréntesis de la duda. Esto produjo grandes críticas al saber sensible o racional por parte del
filósofo, las cuales las expondré posteriormente.

Las ilusiones de los sentidos


Los sentidos a menudo nos conducen a error, y es prudente no confiar en aquellos que alguna
vez nos han engañado. En consecuencia, las "cosas sensibles" son dudosas, por lo que no
podemos saber si los sentidos nos engañan o no. Al menos, es posible afirmar que no es seguro
que no nos engañen, por lo tanto, según el plan de la "duda metódica" de dar por falso todo lo
dudoso, el saber de los sentido debe ser rechazado.

Los sueños
Si bien los sentidos pueden engañarnos frecuentem ente hay muchas cosas de las que no sería
razonable dudar, por ejemplo que yo estoy ahora mismo sentado con un pupitre delante y que
estoy escribiendo un examen.

Dudar de este tipo cosas, sería algo cercano a la locura, por lo tanto se descarta. Descartes
declara que en sueños alguna vez, ha imaginado situaciones que parecen tan reales como la
realidad misma sin que hubiera indicio alguno para diferenciar entre el sueño y la vigilia. Para
este filósofo, este punto resulta decisivo para concluir respecto a que todo conocimiento
sensible debe considerarse dudoso.
Los errores de los hombres al razonar
Descartes dirá que hay hombres que se equivocan al razonar, aun con los más simples asuntos
de geometría.

Esto significa que hasta en la matemática (la más racional de las ciencias) habría posibilidad de
equivocarse incluso en operaciones sencillas. Por lo tanto, cabe la posibilidad, aunque sea
pequeña, de que todos los argumentos racionales sean ficticios y de que todo conocimiento
racional sea falso.

El genio maligno
Y como última crítica, Descartes introduce la famosa hipótesis del genio maligno. Aunque es
poco probable, tal vez Descartes, pensara realmente que una especie de genio o dios poderoso
y perverso nos haya creado de tal manera que estuviésemos siempre predispuestos al error,
haciéndonos creer que 1+1=2, cuando esto no fuera, en realidad, cierto. Su existencia
representa el punto máximo de la duda, el último extremo al cual una duda puede llegar.

Ontología según Descartes


En cuanto a la ontología, Descartes quería encontrar algún fundamento que se resista a toda
duda, y lo acaba descubriendo. Aunque quería pensar que todo era falso, era por fuerza
necesaria que él fuese algo, de ahí el “Pienso, luego soy”. Esta premisa era tan sólida que
Descartes juzgó que podía aceptar esa verdad irrefutable como el primer principio de la filosofía.

A partir de esto, Descartes crea una clasificación de sustancias, las cuales se definían como toda
cosa que existe de tal modo que no necesita otra cosa para existir. La primera, “res cogitans”,
es la sustancia pensante, el yo. Se trata del alma, de una forma independiente del cuerpo. Su
atributo es el pensamiento. De dicha substancia si cabe la posibilidad de dudar, ya que el propio
cuerpo lo observamos desde los sentidos, y éstos pueden engañarnos. Este razonamiento lleva
a Descartes a concluir que el yo pensante y el cuerpo se encuentran separados. Las ideas del yo
pensante se pueden dividir en tres. Las adventicias, las cuales proceden de la experiencia
externa y por lo tanto pueden ser erróneas. Las facticias, estas son construidas por nuestra
mente en ocasiones de forma arbitraria gracias a otras ideas y a la imaginación. Y las innatas,
estas no proceden de la percepción de objetos externos sino que emergen de la propia facultad
de pensar.

Puesto que el yo tiene la idea de ser perfecto, y es imperfecto, no se ha creado a sí mismo. Su


causa tiene que ser un Ser Perfecto. Por tanto, Dios existe. Esto lleva a la segunda sustancia, “res
infinita”, se trata de Dios. Es una sustancia que proviene del pensamiento del hombre (el ser
imperfecto). Su atributo es la perfección. Es la única sustancia que cumple completamente la
definición de substancia. Para llegar a la idea de Dios, Descartes utiliza tres tipos de
razonamientos, los cuales son los siguientes:

-Argumento de la causalidad: la idea de un ser infinito no puede haber sido causada por mí
mismo, puesto que yo soy un ser infinito, sino que debe haber sido causada por un ser cuya
realidad formal, o sea, su realidad en acto, sea proporcional a la idea, en suma, por un ser
infinito.

-Argumento de Dios como causa de mi ser: si poseo la idea de perfección, y no poseo la


perfección que pudiera ser su causa, yo no puedo ser la causa de esa idea ni de mi propio
ser. Descartes llega a la conclusión de que la idea de perfección, si bien es una intuición, no
es una cualidad del mismo y, por lo tanto, debe existir un ser, que de hecho, sí la posea, es
decir, Dios

-Argumento ontológico: prueba para demostrar la existencia de Dios que parte de la idea
de Dios como la de un ser absolutamente perfecto. La idea de ser perfecto exige la
existencia del ser perfecto, es decir, Dios.

Y la última, la “res extensa”, el atributo por el que conocemos esta substancia, el que constituye
su naturaleza y esencia, y del que dependen todas las demás, es la extensión en longitud,
anchura y profundidad. Descartes presenta una concepción geométrica o matematizante de la
realidad física, puesto que considerará como reales sólo aquellas propiedades físicas que se
pueden describir matemáticamente. Los animales son pura extensión, no poseen mente alguna.

Antropología: Dualidad
Otro tema que trata Descartes en su “Discurso del método” es la antropología, la cual es dualista,
ya que distingue el hombre entre el alma y el cuerpo. Ese dualismo viene de la intención de
Descartes de salvaguardar la libertad y dignidad humanas. El cuerpo está sometido al
mecanicismo determinista de la Naturaleza, el alma es la sede de la identidad humana y la
libertad se haya en ella. Cómo está separada del cuerpo escapa al determinismo de la realidad
material. Ambas partes del hombre son independientes, y no necesitan la una de la otra para
existir.

En base a este dualismo, Descartes construye su teoría de las pasiones del alma, que están
causadas por el cuerpo, sin intervención de la voluntad, pues proceden de los movimientos del
corazón, la sangre y el sistema nervioso.

Descartes señala que el hombre puede controlar sus pasiones, y si lo conseguimos dominaremos
el cuerpo. Esto puede hacerlo el hombre, primero, porque dispone de libre albedrío, cualidad
que le hace muy superior a los animales, y segundo, porque, mediante su razón puede clarificar
sus ideas, para evitar equivocarse al elegir.

MUCHA SUERTE EN SELECTIVIDAD CHICOS!!!!!!


y si habéis estudiado por este doc gracias por
confiar en mi :)

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