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LA UNIVERSIDAD Y LA COMUNIDAD

En principio, considero un hecho indudable la influencia e impacto que

poseen las universidades en las comunidades a las que pertenecen, existe una

relación ineludible entre las universidades y las sociedades en las cuales se

encuentran insertadas, es por ello que la conciencia de dicha responsabilidad

social es un requisito indispensable y de gran importancia para las distintas

universidades, tanto a niveles macro, en términos institucionales, como a niveles

micro, en el accionar diario de cada uno de los estudiantes, docentes, personal

administrativo y obrero que pertenece tanto a la universidad, como probablemente

a la comunidad.

De manera concreta, la Pontificia Universidad Católica Santa Rosa tiene

como objetivo promover la educación integral del hombre y parte de una

formación integral es poder construir en conjunto con la comunidad, a través de la

generación comunitaria de saberes, fomentando la construcción y profundización

del conocimiento de la mano con la sociedad (CIU, 2020-II 3).

Es por ello, que para la formación de profesionales idóneos, se debe de

propiciar el desarrollo de la sensibilidad social, la solidaridad y el compromiso con

las exigencias de los nuevos tiempos de las sociedades. En ese sentido, se

espera educar profesionales orientados por el humanismo y los principios

cristianos, que al fin y al cabo responden a las necesidades espirituales y

materiales del país, que es nuestro nicho como sociedad (CIU, 2020-II 3).

Entre los antecedentes que considero más importantes de la Pontificia

Universidad Católica Santa Rosa, en términos de su compromiso con la


comunidad, es en principio su forma antecesora, la Real y Pontificia Universidad y

Seminario de Señora Santa Rosa de Lima de Santiago de León del Valle de

Caracas, creada el 18 de diciembre de 1722, pues en esta se enseñaba música,

medicina, filosofía, derecho y teología, carreras que eran un aporte indispensable

en cuanto a las prioridades de la sociedad en dichos tiempos. Hoy en día la

Pontificia Universidad Católica Santa Rosa posee entre sus facultades a la

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, a la de Ciencias de la Educación y a la

de Ciencias Teológicas, las cuales considero pilares fundamentales para el

desarrollo íntegro de una sociedad. Entre sus carreras tenemos a la

Administración de Empresas, a la Contaduría Pública, a la Educación, a la

Comunicación Social, al Derecho, a la Filosofía y a la Teología, sin contar los

múltiples programas de postgrado que ofrece, por lo que demuestra un importante

compromiso con el progreso del conocimiento y con ello de las comunidades.

Además, en la Real y Pontificia Universidad y Seminario de Señora Santa

Rosa de Lima de Santiago de León del Valle de Caracas estudiaron próceres que

tuvieron aportes muy importantes en el desarrollo de la nación, entre ellos se

encuentran Cristóbal Mendoza, Juan Germán Roscio, Francisco Iznardi, Andrés

Bello y Francisco de Miranda, quienes llevaron adelante desde diversos roles el

proceso de independencia de nuestro país. Los mismos estudiaron diversas

carreras tales como filosofía, teología, derecho, latinidad y medicina, las cuales

sin duda aportaron a su formación y posterior consolidación como miembros

fundamentales del desarrollo de nuestro país.

Asimismo, la Real y Pontificia Universidad y Seminario de Señora Santa

Rosa de Lima de Santiago de León del Valle de Caracas participa activamente en

un hecho histórico de nuestra nación, pues sus estudiantes forman parte de la


Batalla de la Victoria, incluso con poca preparación militar, el 12 de febrero de

1814, día que actualmente se celebra como el día de la juventud.

Aunado a ello, en la Real y Pontificia Universidad y Seminario de Señora

Santa Rosa de Lima de Santiago de León del Valle de Caracas estudió el

actualmente beato de la iglesia católica venezolana Jose Gregorio Hernandez,

quien con su fe inquebrantable, su humildad y profunda sencillez, su excelencia

profesional, y su gran amor a Dios y al prójimo fue impulsor y pionero de la

docencia científica y pedagógica en Venezuela, basándose primordialmente en

lecciones explicativas, en observaciones de los fenómenos vitales, en la

experimentación sistematizada, prácticas de vivisección y pruebas de laboratorio.

En otro orden de ideas, el hecho de que la Real y Pontificia Universidad y

Seminario de Señora Santa Rosa de Lima de Santiago de León del Valle de

Caracas sea el recinto académico más antiguo de venezuela y que sirva de

génesis para la Universidad Central de Venezuela, sin duda alguna es uno de los

aportes más importantes que tiene esta institución a las sociedades y

comunidades de nuestro país.

En la actualidad, en la Pontificia Universidad Católica Santa Rosa se

siguen promoviendo la responsabilidad social, la importancia de la comunidad y la

formación integral para el aporte a las sociedades de los múltiples estudiantes

que pasan por su formación académica a través de diversas premisas, en

principio se mencionara del Reglamento General de evaluación del desempeño

de los/las estudiantes de pregrado de la UCSAR (2012) el Artículo 2 que versa de

la siguiente manera:

“La evaluación del desempeño estudiantil se define como una


parte consubstanciada del proceso académico general cuyo fin es

valorar los aprendizajes, actitudes y el compromiso social del

estudiante, siguiendo los distintos trayectos de su formación, desde

el inicio hasta la culminación de sus estudios, a los fines de

promover su inserción eficiente y ética en diferentes escenarios

sociales y laborales” (p. 1)

En dicho artículo se vela porque en las evaluaciones no solamente se

valore el aprendizaje en términos académicos, como es común que observemos

en la educación básica o de bachillerato que la mayor parte de la sociedad

venezolana actual, sino también las actitudes que el estudiante evidencia y

especialmente el compromiso social del estudiante, no solamente en sus etapas

finales, sino a lo largo de toda su formación, con la intención de promover una

inserción eficiente y ética en los escenarios sociales y laborales en los cuales se

desenvolverá una vez egrese de su educación en la universidad, lo cual es

indispensable para garantizar un desenvolvimiento efectivo de su formación, que

vele por los valores morales y por el bienestar común, lo que pone de manifiesto

el interés de la universidad por el deber con la comunidad.

Otro de los reglamentos que se consideran indispensables de mencionar

en términos de la relación que posee la universidad con la comunidad es el

Reglamento del servicio comunitario de la UCSAR (2012), que en su Artículo 1

establece que:

“El presente Reglamento tiene como objeto establecer las

normas para que el estudiante de pregrado de la Universidad

Católica Santa Rosa (UCSAR), con apoyo en los conocimientos


adquiridos durante su formación académica, artística, cultural y

deportiva, preste el servicio comunitario, con la finalidad de

contribuir al desarrollo de la sociedad venezolana” (p. 1)

De manera que en términos generales, la universidad posee la exigencia

de que los estudiantes que realicen la formación académica en la institución

realicen un servicio social a la comunidad con el fin de que puedan aportar con el

progreso de la misma, lo cual es indispensable para que la misma efectivamente

pueda dar cada vez más pasos hacia la mejora y la evolución a una sociedad

mejor, además es sumamente importante destacar que los mismos se llevan a

cabo a través de la aplicación de los conocimientos adquiridos durante la carrera,

tanto académicos netamente, como en términos de actitudes y de compromiso

social, por lo que servirá al estudiante para que fuera del cumplimiento del

requisito el mismo aprenda y pueda replicar dicha aplicación de sus

conocimientos en pro a la comunidad a lo largo del resto de su ejercicio como

profesional.

Asimismo, dentro de los principios que en el Reglamento del servicio

comunitario de la UCSAR (2012) se establecen, tal como versa el Artículo 2, se

puede destacar que:

“Este reglamento estará apegado a la Ley de Servicio

Comunitario del Estudiante de Educación Universitaria y se regirá

por los principios constitucionales de solidaridad, responsabilidad

social, igualdad, cooperación, corresponsabilidad, participación

ciudadana, asistencia humanitaria y alteridad” (p.1).

Ello es sumamente importante y destacable debido a que para llevar una


buena relación de convivencia y aporte recíproco con la comunidad y la sociedad

se debe partir siempre de la solidaridad, pues el apoyo incondicional a causas o

intereses ajenos es especialmente importante en relación a la responsabilidad

social que se posee como valor institucional, a su vez que se parta de la igualdad

es fundamental debido a que es un principio sin el cual se estaría partiendo de la

base de que las personas valen más o menos, o tienen derechos en diferentes

niveles usualmente por características tales como la raza, la clase social, la

cultura a la cual pertenecen, entre múltiples otras, lo cual va en contra del respeto

al prójimo, asimismo es indispensable la cooperación entre la comunidad y la

universidad en el servicio comunitario, debido a que se trata de un trabajo que se

procura sea sostenible en el tiempo, y para ello debe existir, no solo receptividad

de parte de la comunidad, sino también corresponsabilidad y participación

ciudadana, finalmente es indispensable la asistencia humanitaria, pues se procura

en la medida de lo posible aliviar el sufrimiento y mantener y proteger la dignidad

humana, y finalmente se ha de tomar en cuenta la alteridad, pues adquirir la

perspectiva de otra persona que posee una experiencia diferente a la propia

siempre aporta profundidad y empatía en la comprensión de realidades ajenas a

las propias, lo cual es indispensable para poder ser un profesional de calidad,

indistintamente de la carrera que se posea.

Más allá del servicio comunitario, que sirve para el propósito de ejemplificar

de manera concreta formas en las que La Pontificia Universidad Católica Santa

Rosa aplica aquello que se considera fundamental para una buena relación entre

la comunidad y la misma universidad, a lo largo de sus ejes institucionales

principales la misma mantiene coherencia con dicho principio de mantener la

conciencia de la responsabilidad social que acarrea y la reciprocidad en la


relación por el bienestar común de las comunidades de las cuales forma parte.

En primer lugar, en relación a la visión, La Pontificia Universidad Católica

Santa Rosa parte de la visión de ser una institución universitaria de amplio

prestigio tanto nacional como internacional, lo cual se puede promover a través de

la excelencia académica, que más allá de limitarse a un adoctrinamiento cerrado

a una única forma de ver al mundo, posee apertura a todas las corrientes de

pensamiento, de manera que se proporciona a las personas que se forman como

profesionales en la institución la posibilidad de alzar la voz por sus creencias, por

sus sistemas de valores, y por aquello en lo que creen, de manera que promueve

la diversidad y libertad de pensamiento entre los estudiantes, además pretende

llevar a cabo su visión con pertinencia social, de manera que cada paso que se da

se aproxima a la construcción de una mejor comunidad, pues se enfoca el avance

del conocimiento a la resolución de problemas patentes en la actualidad,

asimismo se encuentra comprometida con la generación de múltiples saberes, a

través de la construcción y la profundización de conocimientos, siempre tomando

en cuenta el respeto mutuo (CIU, 2020-II 3).

En segundo lugar, en relación a los valores, La Pontificia Universidad

Católica Santa Rosa parte en principio de la honestidad en sus miembros y como

institución, manteniendo la autenticidad, la sinceridad, la honradez, la coherencia

y la justicia en el quehacer del día a día, incluso en las pequeñas acciones diarias,

sin ello presente, es imposible mantener una relación sana con el entorno que

rodea al contexto universitario, solamente a través de la honestidad se puede

mantener una relación transparente y armoniosa (CIU, 2020-II 3).

Además, se parte de la excelencia académica, pues durante la formación


académica, se han de demostrar competencias en áreas específicas de

conocimiento que permitan un adecuado desempeño profesional, enfocado en

cada una de las carreras, pues de no poseer dicha excelencia académica, no se

puede llevar a cabo una aplicación adecuada de los conocimientos adquiridos en

los contextos comunitarios (CIU, 2020-II 3).

Asimismo, se parte desde el respeto, y en la misma línea con la diversidad

y libertad de pensamiento de los diversos miembros de la institución, pues si se

acepta en principio que las personas piensen diferente, se ha de respetar y

valorar incluso dicho hecho, de manera que el principio principal se encuentra en

aceptar que cada uno tiene su propia forma de pensar y actuar y que por tanto

tiene derecho a ser diferente, a establecer relaciones interpersonales de

comunicación y convivencia desde la coincidencia y al mismo tiempo desde la

diversidad de opiniones y criterios, pues de esta es usualmente donde nacen las

mejores ideas, los mayores aprendizajes y progresos, tanto personales, como

sociales (CIU, 2020-II 3).

Además, y en relación con lo anteriormente expuesto, se posee como valor

la libertad de pensamiento y expresión, para poder mantener una relación positiva

con la comunidad y sociedad que nos rodea debemos ser garantes de defender el

derecho a la libertad, debido a que solamente así se podrá buscar la verdad y

manifestarse de manera autónoma, de manera que se pretende propiciar un

ambiente de diálogo bajo una ética pluralista para el logro de objetivos comunes,

pues tal como se mencionó anteriormente, es de las diferencias donde nacen los

mayores logros (CIU, 2020-II 3).

Y finalmente, lo más importante para el objetivo del presente ensayo, se


posee el valor de la responsabilidad social, este es indispensable para una

relación con la sociedad y las comunidades ya que a partir de esta se propician,

orientados por el humanismo y los principios cristianos, el desarrollo y el

crecimiento social de la comunidad (CIU, 2020-II 3).

En conclusión, la academia, específicamente la universidad es en principio

una unidad social, que forma parte de una sociedad más amplia, y es en dicha

relación donde se generan las interacciones más importantes para el desarrollo

mutuo. En principio la comunidad como contexto ha de ofrecer el ambiente

requerido y los medios para que la universidad como institución pueda funcionar,

y luego entonces, es que la universidad posee una misión respecto a su

comunidad, de poner a su servicio los medios de la cultura en la medida en la que

puedan mejorar a dicha comunidad, fortaleciendo lo que tenga un lugar propicio

para el desarrollo y desenvolvimiento positivo de dicha comunidad y modificando

aquellas condiciones de vida y trabajo que más bien perjudican al progreso y

desarrollo de las sociedades.

Las comunidades en sí mismas, deben de ser centros en donde se

promueva el aprendizaje cultural, se deben de utilizar por tanto los recursos que la

misma provee para promover los programas y métodos de enseñanza que se

institucionalizan, organizando de esta manera a su vez los estudios y la

generación del conocimiento en torno a la vida de la comunidad, y por tanto, de su

progreso, pues es con estas que se contribuye al mejoramiento de la misma.

En conclusión, lo más importante a tomar en cuenta en relación a la

interacción entre las instituciones educativas, específicamente de la universidad, y

más concretamente de La Pontificia Universidad Católica Santa Rosa es que la


misma es recíproca, se trata de entes que por individual no serían sustentables, la

comunidad aporta tanto a la universidad como viceversa, son instituciones que se

apoyan mutuamente, específicamente mi universidad considero que ha cumplido

con dicha labor de manera excelente, puesto que tanto de manera longitudinal, a

lo largo del tiempo, como de manera transversal en todos sus ejes, promueve esa

responsabilidad social que es indispensable para el funcionamiento sistémico, y si

bien considero que como estudiante mi rol es en principio hacer cumplir la misión,

la visión, los valores y los reglamentos de la misma, especialmente el relacionado

con el servicio comunitario, me pregunto si es suficiente.

Un cuestionamiento que considero que es importante realizarse es

justamente si basta únicamente con cumplir con lo ya establecido, o si para poder

promover una relación positiva con la sociedad o comunidad hará falta aportar

con nuevas iniciativas, con nuevos proyectos, con nuevos valores, con propuestas

de mayores alcances, con iniciativas propias, con un genuino interés y

compromiso que se vea reflejado en el hacer tanto a niveles macro, en las

grandes acciones, como en el día a día. Lo más importante que considero debe

plantearse es justamente esa semillita, de pensar, de qué manera puede

aportarse, e ir un poco más allá de lo que en general, todos debemos de cumplir.

Pues a fin de cuentas, más que un deber, la responsabilidad social debería de

presentarse como un deseo, tal cual como un valor, y considero que con el

cumplimeinto de lo establecido para todos, pudiera no ser suficiente, hay que dar

espacio para hacer un aporte individual.


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Reglamento General de evaluación del desempeño de los/las estudiantes de

pregrado de la universidad católica santa rosa (2012) UCSAR: consejo

universitario - Resolución Nº 66 - 12-2012.

Reglamento del servicio comunitario (2012) UCSAR: consejo universitario -

Resolución Nº 66 - 12-2012.

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