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ARQUITECTURA EN RUINA ESTUDIO DEL ESPACIO ARQUITECTÓNICO DE UNA RUINA INDUSTRIAL Y SU VALOR EN EL PAISAJE URBANO CONTEMPORÁNEO View project
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SEMINARIO DE ARQUITECTURA
ARQUITECTURA, FENÓMENO Y RUINAS
ESTUDIO DEL EFECTO DADO ENTRE CUERPO Y FENÓMENO EN LA EXPERIENCIA
ESPACIAL DE UNA RUINA INDUSTRIAL.
2019
| 1
ABSTRACT
Palabras claves:
ÍNDICE GENERAL
Página:
1. CAPÍTULO 01 ESTRUCTURA METODOLÓGICA ................................................... 5
1.1 Definición y delimitación: ................................................................................................. 6
1.2 Justificación: ...................................................................................................................... 7
1.3 Objetivos: .......................................................................................................................... 9
1.3.1 Objetivo general: ........................................................................................................ 9
1.3.2 Objetivos específicos: ................................................................................................. 9
1.4 Hipótesis: ........................................................................................................................... 9
1.5 Marco Teórico: ................................................................................................................ 10
1.5.1 Metodología de análisis: ........................................................................................... 10
1.5.2 Naturaleza del estudio: ............................................................................................. 11
1.5.3 El espacio arquitectónico cómo lugar existencial: ................................................... 12
1.5.4 El cuerpo como centro de integración de la experiencia espacial: ........................... 12
1.6 Metodología de trabajo: ................................................................................................... 13
2. CAPÍTULO 02 CUERPO – MATERIA(LES) - FENÓMENO.................................. 14
2.1 Cuerpo y experiencia: ...................................................................................................... 15
2.1.1 El cuerpo como mediador de la experiencia frente al mundo: ................................. 15
2.1.2 La experiencia como intercambio entre cuerpo y espacio: ...................................... 16
2.1.3 La autenticidad de la experiencia: ............................................................................ 16
2.2 Materia y experiencia: ..................................................................................................... 18
2.2.1 La masa como el cuerpo exterior de una obra: ......................................................... 18
2.2.2 La materia como el cuerpo central de una obra de arquitectura: .............................. 19
2.2.3 El lenguaje propio de la materia: .............................................................................. 20
2.3 Fenómeno y experiencia: ................................................................................................. 21
2.4 Elementos fenoménicos en la experiencia espacio – corporal: ....................................... 22
2.4.1 Luz natural: ............................................................................................................... 22
2.4.2 La sombra: ................................................................................................................ 23
2.4.3 La brisa: .................................................................................................................... 24
2.4.4 La Superficie: ........................................................................................................... 25
2.4.5 El Sonido: ................................................................................................................. 27
2.4.6 El Silencio: ............................................................................................................... 28
2.4.7 El Tiempo: ................................................................................................................ 29
| 3
2019
| 4
INTRODUCCIÓN
¿Qué otra cosa podría expresar el pintor o el poeta más que su encuentro con el Mundo?”.
| Maurice Merleau-Ponty
| 5
1. CAPÍTULO 01
ESTRUCTURA METODOLÓGICA
| 6
Por medio del desarrollo de esta investigación, se busca exponer información obtenida
en relación con el efecto dado entre el cuerpo y los elementos de carácter fenoménicos que
sean perceptibles durante la experiencia sensible del autor, en una visita a la obra definida
como caso de estudio.
Estos elementos, por sí solos o en conjunto, actúan sobre los sujetos produciendo
ciertos efectos perceptivos, extendiendo así, la experiencia espacial para la totalidad sensible
corporal, siendo integrada a través de los diferentes órganos de los sentidos. Otorgando
además, una coherencia a la experiencia de carácter existencial.
El principal objeto de análisis para este estudio será el fenómeno del silencio, sin
perjuicio de un desarrollo teórico introductorio del resto de elementos. El estudio comprende
el cómo es dado el efecto de estos elementos de carácter fenoménicos en la experiencia
espacio – corporal, el cómo yo como sujeto los percibo y cuáles son los efectos que juegan en
mi percepción. Con el desarrollo de este estudio busco explicitar cómo estos elementos son
percibidos en la experiencia espacio - corporal y que significancia tienen en una obra de
arquitectura.
1
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili.
| 7
1.2 Justificación:
Actualmente nos enfrentamos a una crisis en la experiencia sensible del cuerpo frente
al espacio, problemática que es expuesta y definida por el arquitecto J. Pallasmaa en el libro
“Los ojos de la piel. La arquitectura de los sentidos”, el que pone en evidencia la marginalidad
en la que se encuentra la totalidad sensible corporal en la experiencia, evidenciándose una
supremacía del sentido de la vista por sobre los distintos órganos perceptivos. Este fenómeno
ha sido denominado “ocularcentrismo”, el cual responde a satisfacer y complacer mayormente
la percepción visual de la obra o proyecto.
En palabras del autor J. Pallasmaa: “El significado de una obra va más allá de la
arquitectura, si no que vuelve nuestra conciencia hacia el mundo y hacia nuestro propio
sentido del ser y del yo” […] “Es evidente que la arquitectura enriquecedora se tiene que
dirigir a todos los sentidos simultáneamente y fundir la imagen del yo con nuestra experiencia
en el mundo. El fundamental cometido mental de la arquitectura es el alojamiento y la
integración. La arquitectura articula las experiencias del ser-en-el-mundo y fortalece nuestro
sentido de realidad y del yo; no nos hace vivir en mundos de mera invención y fantasía”. 2
2
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili. Pág. 11
3
Ídem.
| 8
El autor J. Pallasmaa expone en una entrevista del año 2013: “La arquitectura ha sido
teorizada, enseñada y criticada como la forma artística del ojo, la geometría y la composición
visual. La comprensión empírica y fenomenológica de la arquitectura, en oposición al
formalismo visual, desafía la manera en que se comprende y enseña la arquitectura”4.
Se establece como base para el desarrollo conceptual la obra de Juhani Pallasmaa, para
luego profundizar en la definición de la fenomenología según el autor M. Merleau-Ponty en el
libro “Fenomenología de la percepción”, en el que expone una definición basada en la
experiencia previa del ser, siendo el cuerpo la herramienta desde la cual podemos entender y
tratar de comprender el mundo.
Por lo tanto, este estudio es realizado según lo que plantea el autor, estableciendo al
cuerpo como centro de integración de los diferentes efectos perceptivos en la experiencia
espacio – corporal.
En un estado del arte local, existen arquitectos que han desarrollado estudios sensibles
en cuanto a la materia en obras de arquitectura. Como por ejemplo Juan Borchers, quien
establece en su escrito “Discurso breve para un estudiante de arquitectura”: “El material (no es
menos material el aire que llena el espacio vacío que el sólido que constituye las paredes)”.
Además de arquitectos locales como Sebastián Palacios, quien en su seminario de
investigación expone: “Los materiales se nos presentaran en la obra como soportes de sí
mismos y a la vez de nosotros, son una forma de la actividad de la masa, de la materia;
Tienen características que harán accionar a los órganos sensoriales del sujeto; como físicas,
ópticas, acústicas, térmicas entre otras”.7
4
Juhani Pallasmaa (Entrevista revista CIRCARQ, 2013)
5
Heidegger, M., & Barjau, E. (1994). Conferencias y artículos. Barcelona: Ediciones del Serbal.
6
Merleau-Ponty, M., & Cabanes, J. (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona: Península. Pág. 475
7
Palacios Iglesias, Millán Klusse, Ostria González, Misetic Yurac, Iriarte D. Augusto, Misetic, & Misetic,
Vladimir. (2011). Cuerpo - Arquitectura: La organoléptica en la experiencia arquitectónica. Antofagasta:
Universidad Católica del Norte.
| 9
1.3 Objetivos:
1.3.1 Objetivo general:
2. Exponer la relación existente entre la interacción e influencia del silencio como objeto
de análisis en el caso de estudio, además serán expuestos de forma introductoria los
otros elementos mencionados. Se busca responder: ¿cómo es percibido el fenómeno
del silencio? y ¿qué significancia tiene su efecto en el espacio?
1.4 Hipótesis:
Existen dos enfoques, el primero según lo que establece el autor E. Husserl o también
denominada fenomenología eidética, en la cual se enfatiza la intuición reflexiva para describir
la experiencia vivida y constituida en la conciencia del sujeto, y ,el segundo desde tradición
fenomenológica hermenéutica en la que se considera una forma de estar, de existir en el
mundo, esta plantea que la dimensión fundamental de la conciencia humana es histórica y
sociocultural y se expresa a través del lenguaje.
| Gastón Bachelard
8
Dantas Guedes, Dilcio, & Moreira, Virginia. (2009). El Método Fenomenológico Crítico de Investigación con
Base en el Pensamiento de Merleau-Ponty.
9
Bachelard, G. (2012). La poética del espacio. Fondo de cultura económica.
| 11
Según lo anteriormente expuesto, una obra de arquitectura puede ser estudiada bajo
distintas metodologías, según la naturaleza de lo que se quiera lograr. Para el desarrollo de
este estudio en particular se busca un método que responda a la naturaleza propia del
fenómeno en una obra de arquitectura, la cual responde a una naturaleza intrínsecamente no
objetiva, en la que se integran hechos, sueños, conocimientos, creencias, deducciones
racionales, emociones, inteligencia, tecnología y la mayor parte de las veces la propia
intuición. El autor J. Pallasmaa expone: “Una teoría de la arquitectura se me presenta tan
imposible como una teoría de la vida. Debido a su complejidad, la arquitectura tiene
necesariamente que surgir de una acción iterativa y corpórea -que combine racionalidad y
emoción, conocimiento e intuición- antes que la teoría”.11
Esta dimensión poética propia de la obra arquitectónica nos conecta a distintas escalas
con el significado y valor propio de una obra, la que trasciende en el tiempo. Esto lo podemos
experimentar y evidenciar en la experiencia individual de cada uno frente a la obra.
10
Merleau-Ponty, M., & Cabanes, J. (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona: Península.
11
Pallasmaa, J. (2018). Juhani Pallasmaa: esencias. Gustavo Gili. Pág. 102
| 12
En palabras del autor J. Pallasmaa: “Cada experiencia vivida tiene lugar en el punto
de intersección entre el recuerdo y la intención, la percepción y la fantasía, la memoria y el
deseo”.13 Distintos arquitectos a lo largo de la historia de la arquitectura han abordado el
espacio arquitectónico desde su encuentro subjetivo y personal, como podemos ver en el caso
de arquitectos como Alvar Aalto, Louis I. Kahn, Steven Holl, Peter Zumthor y Juhani
Pallasmaa, quienes en sus publicaciones abordan su encuentro frente al espacio de un modo
poético y metafórico, sin ninguna pretensión de un análisis meramente objetivo.
Podemos definir una obra desde el cuerpo, desde el encuentro de este, frente al espacio
delimitado por una obra, distintos arquitectos han desarrollado una arquitectura que promueve
una experiencia corporal completa. Por ejemplo la obra del arquitecto Alvar Aalto, quien en
sus obras integra al cuerpo, afectando sobre la totalidad perceptiva a través de los distintos
sentidos. Encontramos en la obra de Aalto una presencia del cuerpo que ha sido pensada y
elaborada de forma consiente, donde son incorporados elementos que promueven el
movimiento muscular y háptico en la obra, tales como escaleras, quiebres que responden a las
medidas corporales y distintas irregularidades que promueven un movimiento y apropiación
del espacio. Además, con sus muchos detalles que invitan a tocar, observar, sentir e inclusive
oler el espacio en la obra, donde expone a la textura como un punto fuerte en cada obra con la
que trabaja. La obra de este arquitecto se fundamenta en su carácter sensorial, el cual
promueve experiencias completas, invitando a ir más allá de lo simplemente estético.
12
Pallasmaa, J. (2018). Juhani Pallasmaa: esencias. Gustavo Gili. Pág. 23
13
Ídem.
14
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili.
| 13
Entregables:
1. Plano del lugar con el recorrido que se ha seguido durante la visita a terreno.
2. Estudio descriptivo de la experiencia en primera persona, basado en la exposición
elaborada por J. Tanizaki en el libro “El elogio de la sombra” 15 . Este será
acompañado de imágenes y croquis que den cuenta de la interacción cuerpo y espacio
en la experiencia.
3. Síntesis y exposición
4. Conclusiones.
15
Tanizaki, J. (2009). El elogio de la sombra. Siruela.
| 14
2. CAPÍTULO 02
CUERPO – MATERIA(LES) - FENÓMENO
| 15
Según expone el autor Maurice Merleau – Ponty: “Nuestro cuerpo es al mundo lo que
el corazón es al organismo: mantiene el espectáculo visible constantemente vivo, respira vida
en él y lo preserva en sus adentros y con él forma un sistema”.16
El hombre desde siempre utilizó el cuerpo para comprender y dar forma al mundo, en
un comienzo como una unidad de medida, con el cual pudo dimensionar y dar proporción y
ciertas escalas a las construcciones. Actualmente, es posible reconocer las medidas asociadas
al cuerpo en la mayoría de elementos y construcciones urbanas, con el hecho de dar un paso, o
al subir una escalera o también al salir de casa y abrir los brazos sobre el ancho del pórtico,
con el levantar un brazo podemos medir la altura de una habitación o al menos aproximarnos a
ella, para el común de las personas se puede hacer ajena u simplemente omiten de forma
consciente esta escena típica de medir el mundo con nuestro cuerpo. Casi todos hemos vivido
y crecido en entornos urbanos, donde hemos vivido la arquitectura sin reflexionar acerca de
ella. Esta primera relación del cuerpo con la obra nos enfrenta a un vínculo de forma implícita
con las obras de arquitectura.
Posición
Limites
Condición
Movimiento
Intencionalidad
Fig. 1 Experiencia del cuerpo frente a la obra, fotografía: Nico Saieh. Intervención digital: autoría propia.
16
Merleau-Ponty, M., & Cabanes, J. (1975). Fenomenología de la percepción. Barcelona: Península.
| 16
El autor J. Pallasmaa expone acerca de cómo es dada la experiencia frente a una obra
de arquitectura: “El acercarse o enfrentarse a un edificio, más que la percepción formal de
una fachada; el acto de entrar y no simplemente del diseño visual de la puerta; mirar al
interior o al exterior por una ventana, más que la ventana en sí como un objeto material”.21
17
Pallasmaa, J. (2018). Juhani Pallasmaa: esencias. Gustavo Gili. Pág 108.
18
Ídem.
19
Zevi, B. (1948). Saber ver la arquitectura. Buenos Aires: Poseidón.
20
Zumthor, P. (2006). Atmósferas, Barcelona. Gustavo Gili.
21
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili.
| 17
El autor nos relata en una obra posterior titulada “Esencias” el cómo es su relación
personal en base a su experiencia con elementos como una puerta o una ventana, que para el
desarrollo de esta investigación son pertinentes de exponer: “Una ventana no es el marco
material, sino el acto de ver y conectar a través de la abertura. Del mismo modo, una puerta
no es el marco y la hoja en tanto que ready-made técnico, sino el acto de cruzar el umbral
entre dos ámbitos distintos. Las auténticas experiencias arquitectónicas son siempre verbos y
promesas -en lugar de sustantivos-, y, por tanto, son siempre únicas”.22
El autor Juan Borchers nos habla sobre la experiencia en una obra de arquitectura en la
conclusión de su publicación: “La medición como substrato del fenómeno arquitectural”
donde expone: “La obra de arquitectura no ha de aparecer arquitectónica, sino que ha de ser
agente de una acción sobre el sujeto expectante y no espectador; es decir, no cabe
“teatralizarla” sin que pierda su intrínseca virtud. No se la puede pensar a partir de un punto
fijo optimo donde a manera de la tela de un pintor ha de situarse el espectador, sino que ésta
ha de hacerse total y unitariamente presente desde todo lugar donde, muévase como se
mueva, el “espectador” pueda ser objeto de su acción. Por ello digo que la obra de
arquitectura se presenta siempre frontal y plana a una distancia imaginaria, lo que equivale a
decir que metafóricamente la obra de arquitectura se mueve con el espectador conjuntamente,
mientras ante las demás obras de arte el espectador queda aparte como un sujeto
contemplador”.23
22
Pallasmaa, J. (2018). Juhani Pallasmaa: esencias. Gustavo Gili. Pág. 79
23
Borchers, J. (1970). La medición como sustrato del fenómeno arquitectural. Revista Hogar y Arquitectura,
(87).
| 18
La masa aparece como primera llegada del sujeto a la obra, en la que solo se aprecia a
través de la vista el volumen total, como sí solo se tratara de una silueta de los distintos
cuerpos que comprenden la totalidad de la obra. Normalmente nos sitúa en un espacio de
frente y nos enseña las características y cualidades desde una distancia perceptiva,
característica propia de lo visual.
Esta forma de llegar a la obra permite el accionar del sujeto en una primera acción, el
querer acercarse, que por alguna razón nos hace buscar ver más de cerca, para así observar
más detalles. Esta acción genera un preámbulo, el cual permite digerir el espacio desde lo
general antes de introducirse completamente en la intimidad de la obra. “Normalmente es más
fácil percibir una cosa cuando sabemos algo de ella por anticipado”.24 Este “cuerpo exterior”
se exhibe desde una forma general y no representa más que así mismo desde su totalidad.
Fig. 3 Masa o volumen general percibido desde la lejanía vivienda experimental Muuratsalo. Arquitecto: Alvar Aalto.
Croquis:autoria propia.
24
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili.
| 19
En la medida que uno como sujeto se aproxima a una obra, entramos a un espacio más
íntimo donde los elementos antes imperceptibles desde lo lejano se muestran, y por ende uno
los puede apreciar con mayor detalle. Con este acto adquieren relevancia los elementos
materiales propios de la construcción de la obra. Se evidencia y hace presente lo definido por
P. Zumthor como el “Cuerpo de la arquitectura”25 el cual nos habla de la presencia material
de las cosas propias de una obra de arquitectura, de la estructura en base a elementos
materiales (físicos y fenoménicos) y cómo estos actúan como un soporte de la obra y de sí
mismos, donde la construcción en su estructura tiene la capacidad de hacer y ser el espacio. La
materia condiciona y establece límites físicos, demostrando una autoridad sobre las personas
tanto como las personas sobre él.
Fig. 4 Materia como cuerpo de la obra en vivienda experimental en Muuratsalo. Arquitecto: Alvar Aalto.
Croquis: autoría propia.
25
Zumthor, P. (2009). Pensar la arquitectura, Barcelona. Gustavo Gili.
| 20
El leguaje de la materia es propio, nos comunica e informa acerca del origen del
material, nos emplaza a un lugar donde existan ciertos recursos y nos habla de la temporalidad
de materiales. Como por ejemplo en el caso de la piedra, que por su durabilidad, permanece en
el tiempo; o del ladrillo que nos hace pensar en la tierra, en el fuego y en la gravedad; o en la
madera que tiene dos existencias y escalas temporales, una primera como árbol y una segunda
como artefacto realizado por la mano de un ebanista o carpintero. Los materiales casi siempre
nos hablan de un tiempo, el cual queda explícito a través del deterioro y la erosión.
26
Pallasmaa, J. (2018). Juhani Pallasmaa: esencias. Gustavo Gili.
| 21
El fenómeno como elemento aparece dentro de la obra de forma sutil pero que sin duda
tiene poder, fuerza y trascendencia. Su existencia a distintas escalas nos brinda a nosotros
como sujetos la capacidad y las herramientas necesarias para formar una identidad en relación
con el territorio, con el lugar o con el espacio que habitamos. Estos elementos en su mayoría
pasan desapercibidos en las vivencias cotidianas de las personas, pero existen determinados
momentos en los que a través de la experiencia directa intencionada el sujeto se detiene y los
vive, ahí es donde estos adquieren presencia y consciencia, mostrando a la obra con el sujeto
como mutuamente dependientes.
Estos elementos como la luz, la sombra, el sonido, el silencio, la brisa, entre otros,
tienen la capacidad de crear espacios que van más allá de lo material y que promueven
experiencias corporales completas. Las características formales de estos fenómenos impactan
de manera directa en cómo percibimos y vivimos un espacio.
Fig. 6 Exploración sensorial ECOS, Casa estudio Luis Barragán. Arquitecto: Luis Barragán.
| 22
A continuación se presentan una serie de fenómenos, los cuales son expuestos en este
estudio desde su efecto sobre las multiplicidad de modalidades perceptivas del sujeto a través
del cuerpo como se ha expuesto anteriormente. Este efecto queda evidenciado por medio de un
cambio en la interacción natural del sujeto a través del cuerpo con el espacio.
2.4.1 Luz natural:
Fig. 7 La luz del día cruza de forma calculada la piscina a lo largo del día. Casa Gilardi. Arquitecto: Luis Barragán.
27
Rasmussen, S. E. (2004). La experiencia de la arquitectura: sobre la percepción de nuestro entorno. Cap. 8 “La
luz natural”. Reverté.
| 23
2.4.2 La sombra:
En palabras del autor J. Pallasmaa: “La sombra da forma y vida al objeto en la luz.”
Además expone: “La imaginación y la ensoñación se estimulan mediante la luz tenue y la
sombra. Cuando se quiere pensar con claridad, tiene que reprimirse la nitidez de la visión
para que los pensamientos viajen con una mirada desenfocada y con la mente ausente”.28
“Pero eso que generalmente se llama bello no es más que una sublimación de las
realidades de la vida, y así fue como nuestros antepasados, obligados a residir (...) en
viviendas oscuras, descubrieron un día lo bello en el seno de la sombra y no tardaron en
utilizar la sombra para obtener efectos estéticos. (...) la belleza de una habitación japonesa,
producida únicamente por un juego sobre el grado de opacidad de la sombra, no necesita
ningún accesorio”.
2.4.3 La brisa:
29
Tanizaki, J. (2009). El elogio de la sombra. Siruela.
| 25
2.4.4 La Superficie:
Las manos son los ojos del escultor, pero también son órganos para el pensamiento
como expone el autor Martin Heidegger: “La esencia de la mano no puede nunca
determinarse, o explicarse, por ser un órgano que puede agarrar […] Todo movimiento de la
mano en cada uno de sus trabajos se lleva a través del elemento del pensamiento, cada
comportamiento de la mano se aguanta a sí mismo en ese elemento”.30 El autor J. Pallasmaa
describe desde su experiencia lo siguiente: “Es un placer tocar el plomo de una puerta que
brilla por las miles de manos que han cruzado aquella puerta antes que nosotros; el limpio
resplandor del desgaste se ha convertido en una imagen de bienvenida y hospitalidad. El
tirador de una puerta es el apretón de manos del edificio”.31 La experiencia espacial del tacto
trae al mundo a un contacto más íntimo con el cuerpo.
Fig. 9 La tactilidad material en la obra. Casa estudio Pedro Reyes & Carla Fernández. Ciudad de México.
30
Heidegger, M. (1977). Basic writings: from Being and time (1927) to The task of thinking (1964).
31
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili. Pág. 58
| 26
2.4.4.1 La textura:
El uso de un material u otro condiciona el carácter del proyecto, no sólo por la textura
característica del material en cuestión, sino también por cómo este refleja o absorbe la luz,
cómo resiste al paso del tiempo, qué tratamientos tolera, etc. Los materiales con texturas
pobres como por ejemplo el hormigón liso suelen mejorar cuando se les aplica un relieve más
marcado (Unité d'Habitation de Le Corbusier o el edificio para la COPELEC de Juan
Borchers), mientras que a los materiales de alta calidad, como la roca o la madera les favorece
la ausencia de decoración.
La sombra también puede actuar como textura, (Ver Fig. 5) otorgando una belleza que
nace del control mismo de la luz, con los cuales se pueden vestir muros y losas con diferentes
texturas.
2.4.5 El Sonido:
Oír estructura y articula la experiencia y comprensión del espacio, nos provee una
continuidad temporal donde el cuerpo recibe e incluye los sonidos de carácter omnidireccional
que la arquitectura en sus diferentes formas y materiales refleja. Estos sonidos nos sumergen e
integran en una relación directa con los espacios de una obra, haciéndonos parte de la obra y
del lugar, permitiendo así que la escala de estos sea comprensible. “Con nuestros oídos
acariciamos los límites del espacio” describe magistralmente el autor J. Pallasmaa en su libro
“Los ojos de la piel” en el que además expone: “Todo edificio o espacio tiene sus sonidos
característicos de intimidad o monumentalidad, invitación o rechazo, hospitalidad u
hostilidad. Un espacio se entiende y aprecia tanto por medio de su eco como por su forma
visual, pero el precepto acústico normalmente permanece como una experiencia inconsciente
de fondo”.32
El sonido siempre está presente en nuestra experiencia diaria, pero es omitido debido a
que nos vemos inmersos en un mundo de constante movimiento y multiplicidad de sonidos y
ruidos propios de la vida urbana. No obstante, existen momentos en el cual nos detenemos y
podemos hacer una breve reflexión, este sonido constante se detiene frente a nosotros y nos
habla, haciéndonos consientes de la vida del lugar en el cual habitamos. El pintor Adrian
Stokes hace observaciones perceptivas sobre la interacción entre espacio y sonido: “Como
madres del hombre, los edificios son buenos oyentes. Los sonidos largos, nítidos o, al parecer,
en haces, mitigan los orificios de palacios que se reclinan gradualmente desde el canal o la
acera. Un sonido largo con su eco ofrece consumación a la piedra”.33
2.4.6 El Silencio:
El silencio en la experiencia espacio – corporal tiene que ver con lo expuesto por el
autor S. Rasmussen, quien afirma que se puede “escuchar la arquitectura”34.El silencio nos
enfrenta a un carácter receptivo, que nos conecta con la memoria y permite la reflexión. El
silencio puede construir un umbral entre el traspaso de la agitada vida urbana a la tranquilidad
ofrecida por el hogar. Cuando la percepción de un espacio consigue acaparar toda nuestra
atención y sentidos, este mismo espacio es capaz de silenciar el ruido exterior.
El arquitecto Luis Barragán en sus obras integra con tal sensibilidad al silencio, que
este cobra vida en el espacio: En mis jardines, en mis casas, siempre he procurado que prive
el plácido murmullo del silencio, y en mis fuentes canta el silencio”.
2.4.7 El Tiempo:
El espacio temporal que aborda la arquitectura tiene capacidad sobre los sujetos para
influir tanto en el mundo subjetivo e imaginario como en el real o vívido. El autor S. Holl
expone en su libro Cuestiones de percepción: “Este “tiempo vivido” y experimentado
físicamente se mide en la memoria y en el espíritu”. Nos hace ser partícipes en el continuum
constructivo de un periodo de la historia. A modo de ejemplo, también se puede expresar que a
través del tiempo guardamos una comunicación entre distintos periodos de la historia
(construida de forma lineal) donde queda expresa una relación del cuerpo del arquitecto con su
tiempo, tanto como con el cuerpo de la persona que estudia la obra, antes o después. «El
historiador, en particular el historiador de la arquitectura ha de mantenerse en un estrecho
contacto con las ideas actuales. Sólo si está impregnado en el espíritu de su propio tiempo
puede descubrir los trazos del pasado que no eran visibles desde el punto de vista de las
anteriores generaciones».35
Fig. 13 Tejuelas de alerce envejecidas en vivienda Chilota. Fotografía: Daniela Galdámez Fuente: Plataforma arquitectura.
35
https://es.wikipedia.org/wiki/Sigfried_Giedion
36
Guijarro: Piedra pequeña y redondeada a causa de la erosión que se encuentra generalmente a orillas de ríos y
arroyos.
37
Pallasmaa, J. (2005). Los ojos de la piel. La arquitectura y los sentidos. Barcelona: Gustavo Gili. Pág. 59
| 30
3. CAPÍTULO 03
EXPERIENCIA ESPACIO - CORPORAL DEL AUTOR.
| 31
Al aproximarse por primera vez a un lugar o al conocer una ciudad nueva, nos
predisponemos de manera instintiva a nuevas emociones, generando ideas sobre lo que es o
sobre lo que puede suceder en el lugar. En el caso de esta investigación, se omiten
conscientemente las disposiciones previas con el fin de identificar y exponer la experiencia
solamente desde el encuentro personal y singular dado en la ocasión de la visita.
A través de la visita se busca dar cuenta de las múltiples maneras en que los elementos
fenoménicos aparecen en la experiencia frente al autor, los cuales son integrados a través del
sentido existencial corpóreo completo, más que tan solo por los sentidos clásicos como lo
expone el autor M. Merleau-Ponty, el cual cito a continuación: “Mi percepción no es, pues,
una suma de datos visuales, táctiles, auditivos; yo percibo de manera indivisa con mi ser total,
me apodero de una estructura única de la cosa, de una única manera de existir que habla a la
vez de todos los sentidos”.38
Se busca realizar un análisis constituyente que utilice momentos descriptivos como hilo
conductor para descubrir y explicitar la correlación dada en la experiencia entre cuerpo y
espacio. Se adjunta un plano intervenido con el recorrido realizado para este estudio, con los
lugares más relevantes y el horario. (Ver Anexo 01)
3.2.1 Antecedentes:
Las ruinas de Huanchaca se encuentran dentro del Parque Cultural Huanchaca, estas
fueron los cimientos estructurales del establecimiento industrial Playa Blanca de la Compañía
Minera de Huanchaca de Bolivia (empresa de intereses bolivianos, chilenos e ingleses). Esta
compañía era dueña de las minas de plata de Pulacayo (a 10 km al noroeste de Uyuni) y
Oruro, desde donde llegaba el mineral hasta Antofagasta.39
Hoy en día, las ruinas poseen cuatro sectores diferenciables: la gran masa central
corresponde a lo que fueron las oficinas y maestranza de la compañía, el bloque ubicado en
Avenida Argentina que corresponde a un horno de la refinadora, las escaleras ubicadas frente
al horno y la Casa de Piedra (actualmente la Capilla Militar Nuestra Señora del Carmen).
Actualmente, las ruinas que se pueden ver son simplemente una parte de lo que fue la
fundición de hierro y plata, encontramos gruesos y macizos muros de piedra andesita rojiza,
además de remanentes industriales.
38
Merleau-Ponty, M. (1977). “El cine y la nueva psicología”, en Sentido y sinsentido. Península. Barcelona.
Pág. 91.
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Información obtenida de: http://www.plataformaurbana.cl/archive/2013/08/28/guia-urbana-de-chile-parque-
cultural-ruinas-de-huanchaca-antofagasta/; https://es.wikipedia.org/wiki/Ruinas_de_Huanchaca.
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Avanzo caminando de norte a sur por Avenida Angamos en dirección hacia las ruinas,
subo por una leve pendiente, desde esta distancia establezco un primer arribo en el lugar,
alcanzo a ver la masa en su forma general. Me detengo en una primera plataforma de frente al
acceso, desde la cual puedo distinguir distintos planos: en el primero un muro ciego de roca
maciza que establece el límite del parque, en el segundo se logra ver la gran masa central,
sólida, la cual emerge dignamente sobre el contexto, esta es símil en cuanto a color y textura
con el plano de fondo correspondiente a los cerros. El cielo se viste en nubes manteniendo una
tonalidad gris. La abertura que da paso al acceso queda enmarcada entre muros de rocas, los
cuales se abren a modo de una grieta con un acceso en la pendiente, acceso que se proyecta a
través de un trabajo de suelo hasta la Avenida Angamos. (Ver Fig. 14) En este preámbulo puedo
oír detalladamente el sonido de los autos que transitan por la avenida, pero ya percibo un
distanciamiento frente al bullicio de la ciudad, en la cual me encontraba inmerso antes de
llegar al parque. El día se siente frio, puedo sentir el viento de forma directa, lo cual me habla
de las características de amplitud y horizontalidad existente en el lugar, en una zona al margen
de lo urbano.
Fig. 14 Acceso Parque Ruinas de Huanchaca. Hora: 15:16. Fotografía: autoría propia.
Como primera acción, subo por la escalera, la cual se abre tal como una grieta entre los
macizos muros de roca. Esta tiene una huella de al menos unos tres pies de ancho, lo que me
obliga a dar pasos largos o repetir un paso en cada escalón. Desde el ascenso, puedo distinguir
en mi avanzar la textura del hormigón en el suelo, la que ejerce una leve fricción que frena mis
pasos, los cuales puedo oír ligeramente. La escalera es amplia pero al encontrarse contenida
entre muros se aprecia más estrecha de lo que en realidad es. Percibo una leve sombra.
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Mi avanzar por la escalera es contenido, lo que me limita de forma visual hacia los
costados, al término del ascenso me poso sobre una primera plataforma desde la cual mi visión
se abre, ampliándose hacia los lados, puedo distinguir los elementos más importantes del
parque, como lo son la estructura principal de las ruinas, el anfiteatro, el museo y los límites
del terreno. Me muevo a través de la plataforma, el suelo por donde camino es de tierra
compactada con durmientes cada tanto, lo que provoca un cómodo pisar y un crujir en cada
paso, me inclino y a través del tacto tomo una muestra de tierra, la cual está húmeda y tiene
una tonalidad rojiza. (Ver Fig. 15)
Desde el vacío me conecto visualmente hacia la masa central de las ruinas, la cual
queda enmarcada en la estructura de hormigón. (Ver Fig. 16)
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Fig. 16 Contención del vacío y marco del elemento central de las ruinas. Fotografía: autoría propia.
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Fig. 17 Vacío anfiteatro, desde acceso a primeras ruinas. 15:45. Fotografía: autoría propia
Llego a un final, se bifurcan los muros, uno con orientación hacia el mar y otro con
dirección hacia el cerro. Decido seguir el camino hacia la derecha, en dirección al cerro,
momentáneamente me llega el viento de forma directa, siento el frío del día. Antes de llegar a
la salida, los muros nuevamente me envuelven en una leve oscuridad, esta vez el viento llega
por la parte de arriba y se da un leve momento de silencio donde puedo oír el mar. Salgo, la
luz se hace presente de forma inmediata, esta vez desde mi perspectiva visual las ruinas se
sobreponen a los cerros del fondo (Ver Fig. 19), alcanzo a distinguir más personas en el parque y
el sonido de los autos transitando por Avenida argentina y el ruido de la ciudad se hacen
presentes como un sonido de fondo.
Avanzo en dirección hacia la masa central de las ruinas, camino a través de un extenso
plano de terreno, el viento se hace presente y me enfrenta de forma directa, en mi avanzar
puedo distinguir distintas tonalidades en el suelo de tierra, que varían entre tonos ocres y
rojizos. Subo por una pendiente, que da frente a las ruinas, desaparece momentáneamente el
viento. Al llegar me encuentro en una segunda plataforma desde la cual aumenta mi dominio
visual sobre el contexto, distingo en el extremo izquierdo, un elemento singular, una ruina
autónoma, apartada de la masa central. (Ver Fig. 20) Me dirijo hacia ella, mientras más me acerco,
puedo distinguir más detalles en la estructura de la ruina como por ejemplo la disposición de
las rocas, la unión de estas, la estructura y una serie de aberturas que se han ido produciendo
por el paso del tiempo, donde a través de una de ellas puedo acceder al interior del volumen.
Surge el sonido de un motor funcionando en la universidad, la que se encuentra a un costado
del parque.
Fig. 21 Macizo central de las ruinas frente a erosión natural del terreno. 16:30. Fotografía: autoría propia.
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Me aproximo al macizo central, fijo mi atención en las ruinas y como expone el Autor
M. Merleau-Ponty entro a través de la vista en ella, y esta se expone frente a mí. Reconozco
visualmente una escalera lateral, subo a través de ella y mientras avanzo, la ruina como tal,
toma fuerza y relevancia de cara al contexto. Me sitúa en un lugar, donde esta se muestra
imponente, enfrentando de frente a los elementos naturales como el viento, humedad,
radiación, entre otros. Desde este punto puedo distinguir detalles en cuanto a materialidad, las
disposición de las rocas, cambio en las texturas y cambios en el color debido a la humedad e
incluso el polvo que estas presentan. El día se torna más oscuro y frio tal vez sea debido al
efecto del eclipse solar que tenía lugar en ese instante.
Situado sobre la plataforma puedo oír claramente el sonido del movimiento propio de
la ciudad. Cruzo, donde al caminar puedo sentir la dureza del suelo, la cual es una mezcla de
hormigón y rocas, cubiertas en una parte por polvo y tierra que el viento ha traído. (Ver Fig. 22) Al
llegar al centro, miro de frente hacia la ruina, advierto que en su base queda expuesta la roca
sobre la cual se posa la estructura.
Subo por un camino o huella en el costado izquierdo, llego a una nueva plataforma por
sobre la anterior, esta vez ya me siento al interior de la ruina, desde este nuevo punto tengo
acceso a distintos espacios, elijo adentrarme en uno. Desde este espacio giro y me vuelco
hacia el contexto, (Ver Fig. 23) la ruina me enmarca el paisaje, mi visión se limita y es centrada de
frente al mar, existe un breve silencio, el que es intermitentemente interrumpido por el sonido
de la ciudad en la distancia. Al observar los macizos circundantes y su materialidad puedo
distinguir una diferencia en la unión de las rocas, en contraste a las uniones vistas en niveles
inferiores, toco la unión, es suave y mi mano se llena de polvo.
Fig. 23 Vista enmarcada desde la ruina hacia el mar. 16:56. Fotografía: autoría propia.
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Fig. 24 Pasillo central, interior del macizo. 17:12. Croquis: autoría propia.
El pasillo se extiende longitudinalmente a lo largo de las ruinas, (Ver Fig. 24) es oscuro y
solo puedo hacer movimientos limitados, tengo una sensación de incomodidad, ganas de
moverme hacia otro lado. El cielo queda enmarcado y su luz es limitada por los altos y
macizos muros, suena un estruendo desde el interior de “la chimenea”, me dispongo a caminar
a través del pasillo, aparece una leve vegetación, la humedad del lugar se hace presente. Puedo
escuchar el viento pero desde esta posición no lo logro sentir. El avanzar por sobre rocas se me
hace difícil debido a que estas se mueven al pisarlas, la luz es escasa y más bien se siente una
sombra continua, sigo avanzando, me poso sobre una elevación natural, desde la cual siento
más claro, distingo algunos elementos al fondo del pasillo. Se escuchan personas entre las
ruinas.
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Avanzo, veo una abertura por donde puedo atravesar hacia el costado derecho, me
introduzco inclinando mi cuerpo para poder acceder, existe un espacio de transición entre el
pasillo y el mirador el cual está iluminado, avanzo y llego a un espacio de contemplación que
se abre frente al mar, tomo asiento, desde esta posición no se oyen los autos, solo se oye el
sonido del mar en la lejanía. Son las 17:15, observo el cielo a través de una vista enmarcada
entre los muros que tocan el gris de las nubes, la temperatura se siente agradable, no hay
viento solo una tibia brisa que aparece por momentos. Hago un croquis. La invitación del
lugar es permanecer en esta calma, se respira el silencio, el cual se rompe por el sonido de las
aves en determinados momentos.
Acontecido un tiempo, me levanto y me asomo por sobre el borde, desde este punto
puedo ver el casino y el mar en el fondo, se escucha lejano el sonido de un auto transitando
por la avenida. Regreso al pasillo, al atravesar por la abertura me golpeo con una roca debido a
la estrechez, me reincorporo al camino de duras rocas, las cuales se mueven al avanzar bajo
mis pies. A medida que avanzo por el pasillo, me llega de forma intermitente una luz a través
de unas aberturas en el costado del muro derecho, escucho reflejado en la roca el sonido de
personas conversando, llego al final con dificultad. Me asomo a través de una abertura para
salir y me encuentro de frente con un par de personas que se encuentran fotografiando el lugar,
en este espacio no hay ruido y vuelvo a sentir una total calma, el lugar esta medianamente
iluminado, me aproximo al borde de la estructura y doy un salto, salgo.
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Al salir de la estructura del macizo, camino, vuelvo a tocar el suelo natural, el cual me
resulta cómodo, la luz se expone nuevamente pero cada vez más tenue. Avanzo por la
pendiente al costado hacia la parte superior – posterior de las ruinas. Mientras avanzo puedo
ver las casas del sector Coviefi y escuchar el sonido de la calle posterior a las ruinas, el suelo
tiene distintas tonalidades de color, principalmente de color rojizo. Desde este punto puedo oír
el ruido del tren en la lejanía, además puedo escuchar agua cayendo y el sonido de ejercicios
militares, el sonido del mar que antes estaba presente desaparece.
Sigo subiendo por la pendiente, giro en función de las ruinas y observo como estas se
enfrentan inmóviles a la ciudad, avanzo hasta llegar a una última plataforma, desde la cual
vuelvo a oír la avenida Angamos. En este “atrás” no hay viento y la temperatura está cómoda.
Avanzo y subo en dirección a la “Chimenea” que surge al fondo.
Fig. 26 Parte posterior Ruinas de Huanchaca, aproximación a ultima plataforma. 17:33 Fotografía: autoría propia.
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Desde la altura aprecio la ciudad, pero en esta perspectiva las ruinas son el elemento
principal, me aproximo a esta nueva plataforma, donde en el borde de la estructura, advierto el
encuentro material singular con la roca del lugar. Esta parece como si fuese extraída de la
misma roca (Ver Fig. 27). Continuo mi camino en dirección a “la chimenea” la cual actúa como
hito de remate dentro de esta plataforma, en el fondo hay un interior muy íntimo al cual me
aproximo, desde este punto, desaparece la ciudad, el sonido y el viento, me encuentro solo
frente a la materia, extiendo mi mano sobre la roca del macizo, esta se siente húmeda y fría al
tacto.
Fig. 27 Encuentro material macizo / roca del lugar. Croquis: autoría propia.
Avanzo caminando sobre la plataforma la cual tiene una estructura de roca sobre ella,
tomo asiento, observo el lugar. A las 17:51 aparecen tímidamente las primeras luces de la
ciudad. Alcanzo a oír en lo lejano el movimiento de los autos y en ocasiones se hace presente
el sonido del mar, hay un viento cálido. Con el avanzar del tiempo son cada vez más las luces
que florecen entre edificios y calles. La oscuridad comienza a apropiarse del lugar. Me
dispongo a bajar, avanzo, el suelo rojizo ahora tiene una tonalidad ocre casi oscuro, miro hacia
el horizonte, en el fondo del mar se abren modestamente entre nubes los últimos rayos del sol,
son de color naranja. Avanzo, desciendo con cuidado por la parte posterior de las ruinas, todo
queda inmóvil y en silencio por un instante, puedo escuchar nuevamente el movimiento de mi
lápiz mientras tomo apuntes, cada vez se oscurece más. Los edificios que rematan en el fondo
se iluminan.
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A las 18:20 todo se vuelve de una tonalidad rojiza, me detengo, mientras mis ojos
recorren el lugar, en el cielo las nubes resaltan entre distintas tonalidades desde el naranja al
amarillo, avanzo, la tierra se expone con distintas tonalidades, entre rojo y rosa. Sigo bajando
hasta encontrarme ya sobre el museo, desde el cual observo y fotografío las ruinas, las cuales
van desapareciendo en la oscuridad nocturna. Me dispongo a salir, camino sobre la cubierta
del museo, la cual es de hormigón, el cual se me hace cómoda y suave al pisar. Me retiro, a un
ritmo manso, escucho mis propios pasos al avanzar, mientras me fundo en la oscuridad
nocturna, ya casi no veo el suelo, solo avanzo siguiendo las luces artificiales de Avenida
Angamos.
3.4 Síntesis de los momentos donde el efecto del silencio tuvo mayor relevancia:
2. El recorrido fue dado de forma gradual (desde el lugar más expuesto, hasta el lugar
más íntimo al interior de las ruinas). Esta gradualidad fue dada por la intención que
suscitara el momento. Diferentes fueron los elementos que me incentivaron a ir por
ellos y experimentarlos. No fue de ninguna manera, un recorrido premeditado con
anterioridad.
1. La naturaleza del silencio, basado en la experiencia vivida en las ruinas, nos comunica
y da cuenta de diferentes características, amplificando cualidades que de otra forma
resultarían inadvertidas. Como por ejemplo: en las ruinas el silencio nos habla de la
amplitud, de la geometría y del material. Esta dimensión espacial y experiencial suscita
un alto grado de atención frente al lugar.
5. El silencio como elemento puede ser construido y orientado, como en el caso del
anfiteatro, donde se aprovecha una condición natural del terreno para construir un
proyecto formal.
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CONCLUSIONES
2. La significancia del silencio está dada según el lugar, pero siempre asociado a una
situación de tranquilidad y calma. El silencio nos integra y sumerge en la experiencia
espacial a través de un carácter receptivo, que nos conecta con la memoria y permite la
reflexión. Cuando la percepción de un espacio consigue acaparar toda nuestra atención
y sentidos, este espacio es capaz de silenciar el ruido exterior.
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Según las preguntas que guiaron esta investigación, concluyo a modo de respuesta:
Por otro lado estos elementos pueden actuar de igual o mejor forma en conjunto, donde
en la visita al caso de estudio fue la serenidad, acompañada de iluminación y silencio lo que en
ocasiones me invitó a tomar asiento y poder prestar una atención detallada, llegando a
disfrutar el estar ahí, en ese lugar.
Por lo tanto, según la naturaleza de investigación que establece este seminario, en base
a la fenomenología, creo que esta responde de forma óptima a la naturaleza subjetiva propia
del estudio del efecto del fenómeno en el espacio, pudiendo llegar a hacer una delimitación
objetiva del fenómeno estudiado, en este caso el silencio.
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BIBLIOGRAFÍA
Libros:
Tesis:
3. Torres Gilles, Claudia, Gallardo Frías, Laura, Soto Illanes, Valentina, Maino
Ansaldo, Sandro, & Labra Mocarquer, Ricardo. (2018). Arquitectura en silencio, el
valor de la ruina industrial. Universum: Revista De Humanidades Y Ciencias Sociales,
1, 281-301.
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GLOSARIO:
(Orden Alfabético)
Percepción:
La percepción se refiere al producto de procesos psicológicos en los que están
implicados el significado, las relaciones, el contexto, el juicio, la experiencia pasada y
la memoria. La percepción es el resultado de la organización e integración de las
sensaciones e implica dar significado a todo aquello que procesan los órganos de los
sentidos.
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ÍNDICE DE FIGURAS:
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ANEXOS