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CONFIGURACIÓN EXTERNA DEL SISTEMA NERVIOSO CENTRAL

Médula espinal
Contenida en el conducto vertebral, la médula espinal presenta la forma de un
cilindro, adaptada a las curvaturas naturales de la columna. Sin embargo, no es un cilindro
regular sino que presenta dos notables ensanchamientos:

- Ensanchamiento cervical, que corresponde a la salida de los nervios raquídeos


destinados a los miembros superiores;
- Ensanchamiento lumbosacro, que corresponde a la salida de los nervios raquídeos
destinados a los miembros inferiores.
Hacia arriba, la médula espinal se continúa con el bulbo raquídeo, del que está
separada por la decusación de las pirámides1. Su extremo inferior o cono terminal se
prolonga por el filum terminale hasta la primera vertebra coccígea.
Se describen en la médula espinal, cuatro caras: una anterior, una posterior y dos
laterales (Fig. 3)
- Cara anterior: Es recorrida en toda su extensión por un surco longitudinal: la fisura
media anterior. A cada lado de esta fisura se observa, poco marcado, el surco
ventrolateral, de donde emergen las raíces anteriores de los nervios raquídeos.
- Cara posterior: Presenta, sobre la línea media, el surco medio posterior, que se continúa
hacia adentro por medio de un tabique (este tabique alcanza el centro de la medula
espinal). A cada lado del surco medio se encuentra el surco dorsolateral, origen aparente
de las raíces posteriores de los nervios raquídeos.
- Caras laterales: Convexas en sentido horizontal, estas caras quedan comprendidas entre
los surcos ventrolateral y dorsolateral.
La fisura media anterior, el surco medio posterior y los surcos ventrolateral y dorsolateral
determinan, en cada mitad lateral de la médula espinal, tres bandas formadas por haces de
fibras nerviosas: los cordones de la médula espinal.
- Cordón anterior: comprendido entre la fisura media anterior y el surco ventrolateral.
- Cordón lateral: comprendido entre los surcos ventrolateral y dorsolateral.
- Cordón posterior: comprendido entre los surcos medio posterior y dorsolateral.

1La decusación de las pirámides es un entrecruzamiento de surcos que ponen de manifiesto el


entrecruzamiento de los haces piramidales que se encuentran en el interior.

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Fig. 3: Vista anterior (A) y posterior (B) de la médula espinal donde se observa la
emergencia de las raíces de los nervios espinales por los surcos ventrolaterales y
dorsolaterales.

C) Corte transversal de la medula espinal donde se observan la conformacion de un nervio


raquideo.

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Tronco encefálico
Se extiende entre la cara inferior del cerebro y el límite superior de la médula espinal
y está formado - de arriba hacia abajo - por el mesencéfalo, el puente y el bulbo raquídeo
(Fig. 4).
El cerebelo se encuentra detrás y arriba y se conecta con los órganos del tronco
encefálico por medio de los pedúnculos cerebelosos. Estos pedúnculos, en número de seis -
tres a cada lado- se dirigen desde el cerebelo hasta la cara lateral del bulbo (pedúnculos
cerebelosos inferiores), del puente (pedúnculos cerebelosos medios) y del mesencéfalo
(pedúnculos cerebelosos superiores).
El cuarto ventrículo es la cavidad comprendida entre el cerebelo (por detrás y arriba),
los pedúnculos cerebelosos (a los lados) y la cara posterior del bulbo y del puente (por
delante y abajo). Así, se describen en esta cavidad, un techo y un piso que serán analizados
al estudiar los órganos correspondientes.

Fig. 4: Disposición general del tronco encefálico

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Cara anterior del tronco encefálico
A continuación se describirá la cara anterior de cada uno de los órganos que integran
el tronco encefálico, en orden de arriba hacia abajo (Fig. 5).

a. Mesencéfalo
Su extremo superior se continua, sin límites precisos, con el diencéfalo, que es la
región central del cerebro. Su límite inferior corresponde al surco pontopeduncular.
La cara anterior del mesencéfalo presenta dos voluminosos y convexos cordones (uno
a cada lado de la línea media), que divergen hacia arriba: son los pedúnculos cerebrales.
Entre ambos pedúnculos, la fosa interpeduncular es una depresión triangular cuyo
fondo se halla perforado por numerosos vasos sanguíneos (sustancia perforada posterior).
De esta fosa sale el nervio oculomotor (III par craneal).

b. Puente o protuberancia
Se encuentra por encima del bulbo y debajo de los pedúnculos cerebrales, cruzando -
a modo de puente - el eje mayor del tronco encefálico.
El límite superior es el surco pontopeduncular, que la separa de los pedúnculos
cerebrales. El límite inferior corresponde al surco bulbopontino, de donde salen los nervios
abducente, facial y vestibulococlear (VI, VII y VIII par craneal).
La cara anterior de este órgano es convexa y de aspecto estriado en sentido
transversal. Presenta un surco medio (surco basilar) y a cada lado del mismo se elevan los
rodetes piramidales (relieve que produce la presencia - en profundidad - de los haces
piramidales).
Hacia los lados, la cara anterior de la protuberancia se continúa, sin límites precisos,
con los pedúnculos cerebelosos medios y es en esta zona por donde emerge el nervio
trigémino (V par craneal).

c. Bulbo raquídeo
El bulbo continúa hacia arriba a la médula espinal, y se ensancha progresivamente a
medida que se acerca al puente. El extremo inferior corresponde, como hemos mencionado,
a la decusación de las pirámides. Su límite superior es el surco bulbopontino.
La superficie anterior del bulbo presenta, al igual que la médula espinal, una fisura
media anterior, que se extiende desde la decusación de las pirámides hasta el surco
bulbopontino.

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A cada lado de la fisura media anterior hay dos relieves: la pirámide bulbar y la oliva
bulbar, separadas por el surco preolivar. De este surco emerge el nervio hipogloso (XII par
craneal).
Por detrás de la oliva, formando el límite con la cara posterior, se describe un nuevo
surco (el surco dorsolateral) de donde salen, de arriba hacia abajo, los nervios
glosofaríngeo, vago y accesorio (IX, X y XI respectivamente).

Fig. 5: Vista anterior del tronco encefálico

Referencias: 1- Pedúnculo cerebral, 2-surco basilar, 3-protuberancia, 4- agujero ciego, 5-fosita lateral, 6-
pirámide bulbar, 7-oliva bulbar, 8- surco retroolivar, 9- surco dorsolateral, 10-surco ventrolateral o preolivar,
11- decusasión de las pirámides, a- nervio oculomotor, b- nervio troclear, c- nervio trigémino, d- nervio
abducente, e- nervio facial, f- nervio vestibulococlear, g- nervio glosofaringeo, h- nervio vago, i- nervio
hipogloso, j- nervio accesorio

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Cara posterior del tronco encefálico
Tal como se procedió anteriormente, a continuación estudiaremos la cara posterior
de cada uno de los órganos que integran al tronco encefálico, en orden de arriba hacia abajo
(Fig. 6).

a. Mesencéfalo
La cara posterior del mesencéfalo, llamada lámina cuadrigémina, está ocupada por
cuatro eminencias denominadas tubérculos cuadrigéminos o colículos: dos superiores y dos
inferiores. Entre los colículos superiores se aloja a la glándula pineal2 mientras que entre los
colículos inferiores se inserta al frenillo del velo medular superior (membrana que cubre el
techo del cuarto ventrículo). A cada lado de este frenillo emerge el nervio troclear (IV par
craneal).
Cada colículo está unido a los cuerpos geniculados del tálamo 3 por medio de un
cordón de sustancia blanca: el brazo del colículo (el colículo superior se conecta con el
cuerpo geniculado lateral y el colículo inferior con el cuerpo geniculado medial) y estas
conexiones les permiten participar en las vías reflejas ópticas y auditivas.

b. Puente o protuberancia
La cara posterior del puente forma parte del piso del cuarto ventrículo, junto a la cara
posterior del bulbo.
Tiene forma triangular (triángulo pontino del piso del cuarto ventrículo) donde se
observa, a cada lado de la línea media, una eminencia redondeada llamada colículo facial.

c. Bulbo raquídeo
La cara posterior del bulbo también tiene forma triangular, pero con el vértice hacia
abajo.
Esta porción bulbar (triángulo inferior del piso del cuarto ventrículo) presenta, a
cada lado de la línea media, tres accidentes: el trígono del hipogloso, el trígono del vago y el
área vestibular.
A partir de lo descripto, y dada su complejidad, analizaremos el piso del cuarto
ventrículo como una unidad de análisis integral.

2 La glándula pineal es la responsable de liberar melatonina, funcionando como inductora del sueño.
3 El tálamo es el principal núcleo sensitivo del cerebro, formado por numerosas agrupaciones neuronales entre
las cuales se encuentran los cuerpos geniculados lateral y medial.

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Piso del cuarto ventrículo
Es la pared anterior e inferior del cuarto ventrículo y está compuesta por la cara
posterior de la protuberancia y del bulbo. Al retirar el cerebelo y observar esta superficie, se
aprecia su forma romboidal y debido a que se encuentra levemente deprimido también se lo
llama “fosa romboidea”.
El eje mayor de este rombo es longitudinal y su eje menor, transversal, lo divide en
dos triángulos: uno superior o pontino y uno inferior o bulbar.
Sobre la línea media se describe un surco - el surco medio del cuarto ventrículo- que
lo recorre desde el ángulo superior hasta el ángulo inferior u obex.
De este surco parten, hacia los ángulos laterales (siguiendo el límite entre los
triángulos pontino y bulbar), las estrías medulares. Son fibras nerviosas de dirección
transversal que se extienden desde el surco medio hasta los ángulos o recesos laterales para
finalizar en los núcleos cocleares4.
A cada lado del surco medio se describen, de medial a lateral, los siguientes
accidentes:
En el triángulo bulbar:
- trígono del hipogloso
- trígono del vago
- área vestibular
En el triángulo pontino:
- colículo facial

4Los núcleos cocleares son núcleos que pertenecen a la vía auditiva. En ellos hacen sinapsis las fibras del
nervio vestibulococlear y de aquí parten las estrías medulares.

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Fig. 6: Vista posterior del tronco encefálico

Referencias: 1- nervio troclear, 2- locus ceruleus, 3- fosita superior, 4- colículo facial, 5- porción superior o
pontina del área vestibular, 6- trígono del hipogloso, 7- trígono del vago, 8- obex, 9- fascículo cuneiforme, 10-
fascículo grácil, 11- receso lateral, 12- pedúnculo cerebeloso inferior, 13- pedúnculo cerebeloso medio, 14-
pedúnculo cerebeloso superior, 15- colículo inferior, 16- brazo del colículo inferior, 17- brazo del colículo
superior, 18- colículo superior

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Cerebelo
Se encuentra detrás del bulbo y de la protuberancia y debajo de los hemisferios
cerebrales, de los que está separado por la tienda del cerebelo (dependencia meníngea
dispuesta en el plano transversal).
Se estudian en él tres caras: superior, inferior y anterior. Estas caras están recorridas
por numerosos surcos transversales, algunos de los cuales, los más profundos, delimitarán
lóbulos.
Cara superior (Fig. 7)
Presenta en la línea media, una prominencia denominada vermis cerebeloso. A cada
lado del vermis se extienden los hemisferios. La parte más elevada del vermis se denomina
culmen y la parte más anterior, língula.
Fig. 7: Cara superior del cerebelo

Referencias: A- vermis, B- hemisferio cerebeloso, 1- língula, 2- culmen

Cara inferior (Fig. 8)


En relación con el bulbo, esta cara es fuertemente convexa y al separar sus bordes, se
observa el vermis, más voluminoso que por su cara superior.
En la unión del tercio medio con el posterior, el vermis presenta una saliente: la
pirámide del vermis. La porción situada delante de la pirámide se denomina úvula y
delante de ésta, el nódulo.
Lateralmente, en cada hemisferio se observa en la parte anterior de los mismos, los
relieves ovoideos de unos lobulillos conocidos como amígdalas cerebelosas.

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Fig. 8: Cara inferior del cerebelo

Referencias: 1- nódulo, 2- úvula, 3- pirámide, 4- amígdala cerebelosa

Cara anterior (Fig. 9)


Esta cara no es libre sino que está ocupada por los pedúnculos cerebelosos que
emergen del cerebelo. Para observarla es necesario seccionar estos pedúnculos y así poder
distinguir dos partes laterales, correspondientes a los hemisferios, y una media que
corresponde al techo del cuarto ventrículo.
En la porción media se describen tres sectores:

- sector superior: aquí se distinguen de arriba hacia abajo los siguientes lóbulos del
vermis: lóbulo central, culmen, declive, tuber y pirámide, delante de la úvula;
- sector medio: en relación a la convergencia de los pedúnculos cerebelosos. Aquí se
encuentra el velo medular superior extendido entre los pedúnculos cerebelosos
superiores;
- sector inferior: que corresponde al extremo del vermis con el nódulo y la úvula.
Ambos lóbulos tapizados por el velo medular inferior. Lateralmente al vermis, se
encuentran la amígdala o tonsila y el flóculo, formaciones de los hemisferios.

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Fig. 9: Cara anterior del cerebelo

Referencias: 1- vermis superior, 2- pedúnculos cerebelosos, 3- flóculo, 4- nódulo, 5- vermis inferior, 6-


amígdala cerebelosa, 7- hemisferio cerebeloso, 8- techo del cuarto ventrículo, 9- velo medular superior

Techo del cuarto ventrículo


Constituido por dos partes: superior e inferior
- Parte superior, es el velo medular superior. Esta membrana cierra el segmento
pontino del cuarto ventrículo y se extiende entre ambos pedúnculos cerebelosos
superiores; es, por lo tanto, es de forma triangular con vértice anterior y superior,
unido al extremo posterior del surco que separa los coliculos inferiores (en la lámina
cuadrigémina), por medio de un frenillo.
- Parte inferior, cierra la porción bulbar del cuarto ventrículo y está constituida por la
unión del velo medular inferior y una hoja de la piamadre que lo reviste por detrás
(la tela coroidea del cuarto ventrículo). El velo medular inferior se extiende entre los
pedúnculos cerebelosos inferiores y es de forma triangular cuyo vértice, inferior, está
reforzado por un puente de fibras transversales: el obex. Aquí se encuentran los
plexos coroideos del cuarto ventrículo y los orificios que comunican esta cavidad con
el espacio subaracnoideo: un orificio medio o agujero de Magendie (ubicado próximo
al obex), y dos aberturas laterales o de Luschka, ubicadas en los recesos laterales de
la fosa romboidea.

División del cerebelo en sectores


El estudio del cerebelo puede hacerse según criterios anatómicos o funcionales.
Desde el punto de vista anatómico, hemos visto que la superficie del cerebelo se encuentra
atravesada por surcos que, en mayor o menor medida, se profundizan en la corteza,
llegando en algunos casos a la sustancia blanca cerebelosa. Así es como se han distinguido

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surcos y lóbulos tanto en el vermis como en los hemisferios, con finalidad puramente
descriptiva.
Desde un punto de vista funcional, y basados en la anatomía comparada (según el
momento de aparición en la escala evolutiva) se considera al cerebelo constituido por tres
estratos bien diferentes:

- Arquicerebelo: es la parte más antigua del cerebelo (aparece en los primeros


vertebrados) y corresponde al “lóbulo floculo-nodular” (flóculo, úvula y nódulo) con
funciones vestibulares, relativas al equilibrio.
- Paleocerebelo: es la parte antigua que aparece en peces, reptiles y aves e incluye
grandes porciones del cerebelo: la língula, culmen, amígdalas y lóbulo cuadrangular
(parte superior de los hemisferios), con funciones vinculadas al control del tono
muscular y la postura.
- Neocerebelo: aparece en los mamíferos, con gran desarrollo en los seres humanos,
comprende la parte posterior del vermis y de los hemisferios, corresponde al control
y calibración de la motricidad voluntaria.

Cerebro
Representa la parte más voluminosa del encéfalo y ocupa la mayor parte de la
cavidad craneal.
Su forma es la de un ovoide (Fig. 10) con un polo anterior o frontal, menor que el
polo posterior u occipital.
En este órgano se distinguen dos hemisferios separados por una profunda fisura
media, la fisura longitudinal interhemisférica. A su vez, ambos hemisferios están
conectados entre sí por medio de formaciones que se extienden de uno a otro: las comisuras
interhemisféricas.
Fig. 10: Vista superior del cerebro

Polo frontal

Polo occipital
Referencias: 1- fisura longitudinal, 2- hemisferios cerebrales

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