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Desarrollar un razonamiento espacial en los niños a través de la geometría

¿CÓMO DESARROLLAR UN RAZONAMIENTO ESPACIAL EN NIÑOS DE

PRIMERO DE PRIMARIA A TRAVÉS DE LA GEOMETRÍA?

Paula Alejandra Orrego González

Erika Tatiana Varela García

Konrad Lorenz Fundación Universitaria

El razonamiento espacial evalúa la capacidad del individuo para visualizar objetos

en su mente, así como la habilidad de imaginar un objeto en diferentes posiciones, sin
perder de él sus características, como, por ejemplo, la rotación de imágenes o la
construcción de figuras; también se incluyen las habilidades para descubrir semejanzas
entre objetos que parecen diferentes, la noción de "imagen" juega un papel importante en el
estudio de la habilidad espacial. El razonamiento espacial muestra la habilidad de una
persona para visualizar la forma y las superficies de un objeto terminado, antes de ser
construido. Esta capacidad de percibir correctamente el espacio sirve para orientarse
mediante planos y mapas y le permite al ser humano crear dibujos, construir estructuras en
tres dimensiones, tales como esculturas, edificios, etc.

¿De qué trata la geometría?

Uno de los grandes parámetros que enmarcan y configuran nuestra vida es el

espacio, como también el tiempo, por esto es evidente que para la persona es de máximo
interés, desde que nace el progresivo conocimiento del espacio, en el cual va dando
sucesivos pasos de forma espontánea y continua a través de sus diversas experiencias de
vida, ya que todas ellas están inmersas en el espacio.

Paula Orrego-Tatiana Varela

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A veces los maestros de primaria tienden a identificar el conocimiento del espacio

con la Geometría y en ello hay un error. En efecto, el espacio de conocimiento es más
amplio y en el convergen muchas ciencias, ya que el espacio contiene elementos de muy
diversos tipos: físicos, visuales, auditivos y otros. Entre ellos son objeto de la geometría
aquellos que tratan de los aspectos siguientes:

La posición.

 Orientación y organización para situarse a uno mismo y situar los objetos entre
ellos, basándose en criterios de orden, proximidad y separación.
 Relación de posiciones regidas por criterios de dirección.

 Nociones basadas en criterios de medidas, distancias y ángulos para determinar

la posición por sistema de coordenadas.

Las formas.

 Reconocimiento, definición y clasificación de figuras.

 Construcción de figuras y cuerpos conocidos.
 Organización en categorías de figuras y cuerpos.

Los cambios de posición o la forma (transformaciones).

 El reconocimiento en el entorno de las diversas transformaciones como cambio

de forma o posición.
 El estudio de sus leyes de funcionamiento.
 Su relación con las distintas familias de figuras y cuerpos.

La Geometría es una ciencia y como tal es un conjunto de técnicas, reflexiones y

conclusiones elaboradas y formuladas a través de la historia. Por esto, aunque empieza en la
realidad del espacio que nos rodea, no acaba en el conocimiento experimental del mismo,
sino que, a partir de su observación, pone en juego el pensamiento lógico matemático
estableciendo relaciones, sistematizando resultados y llegando a conceptos abstractos y
leyes generales.

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Naturaleza del conocimiento geométrico

El conocimiento geométrico no consiste en reconocer visualmente unas

determinadas formas y saber su nombre. Consiste en desarrollar capacidades muy diversas
en la persona, en especial la imaginación, la creatividad y el gusto por la belleza de las
formas.

Antes de llegar a la meta supone un largo proceso, y que a grandes rasgos consta de
los siguientes pasos: explorar conscientemente el espacio, comparar los elementos
observados, es decir establecer relaciones entre ellos; y expresar verbalmente tanto las
acciones realizadas como las propiedades observadas y de ese modo interiorizar el primer
conocimiento. Estos son los pasos necesarios para todas las edades y con ello poder afirmar
que no existe conocimiento “geométrico” si falta alguno de ellos.

Después de los pasos citados, siguen otros propios de una mayor madurez por parte
del sujeto, que acaban de configurar el conocimiento geométrico; entre ellos están:
Descubrir propiedades de las figuras y de las trasformaciones, construir modelos para
expresarlas plásticamente, combinar la nociones, destrezas y resultados obtenidos, a partir
de ellos elaborar conclusiones y finalmente llegar a generar las primeras leyes generales.
Con la puesta en práctica de todas estas capacidades, el sujeto ira ampliando
progresivamente su imagen mental del espacio.

Al enseñar geometría a los niños se les dice: “esto es un cubo, esto es un cilindro”,
mostrándoles cuerpos de madera de las respectivas formas, los niños los miran y los tocan,
aprenden fácilmente sus nombres y contestan correctamente cuando se les pregunta algo
respecto a ellos pero, esto no pasa de ser un conocimiento sensorial de dichas formas, las
cuales únicamente se apoyan en la percepción visual o táctil en el mejor de los casos, por
ende no se ha implicado todavía el pensamiento lógico-matemático del niño y lógicamente
de ningún modo un conocimiento geométrico.

Si interpretásemos el aprendizaje de la geometría como el hecho de almacenar la

mayor cantidad posible de conocimientos de tipo conceptual y casi siempre memorizables,

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se trataría de un aprendizaje propio de los adultos o de los muchachos a partir de la

adolescencia, los resultados serían fácilmente controlables, pero al no tener una base
suficiente, carecerían de contenido con significado real; en cambio, si optamos por
interpretar el aprendizaje de la geometría como la adquisición del “conocimiento
geométrico” este se llenará de significado y además aparece como algo para realizar a
cualquier edad. Cada etapa de dicho conocimiento puede llamarse “geométrico ” con toda
propiedad, pero si se ha interiorizado realmente, es decir, si en la medida que le
corresponde por la edad se han puesto en juego la capacidad de observar, relacionar y
sensibilizar para reconocer las formas en el entorno. 

Proceso de aprendizaje para un razonamiento espacial (0-12 años)

Basándonos en las teorías de Piaget se tratará de explicar cómo se concentran las

capacidades y formas en las que hay un aprendizaje Geométrico.

Aprendizaje en el periodo sensomotor (Etapa 0-2 años).

Desde su nacimiento el niño va adquiriendo un primer conocimiento en la

posición de los objetos respecto a él mismo, el cual se va perfeccionando con la
experiencia, y tiene un momento culminante al empezar a caminar. El hecho de
poder desplazarse autónomamente marca una etapa fundamental en el proceso
espacial, por lo que a través de este es donde los niños conocen y exploran su
entorno como también su relación propia y ajena al espacio, y consiguen habilidades
intuitivas geométricas las cuales les sirven para controlar sus actos. También
aprende espontáneamente a reconocer e identificar distintas formas a través de las
percepciones, especialmente las visuales y táctiles. Es entonces esta etapa la cual se
da un conocimiento espacial fundamental pero únicamente a nivel sensorial, por lo
tal allí no se da un conocimiento geométrico propiamente dicho.

Esta primera etapa es fundamental para las siguientes, por lo tal se

recomienda una buena psicomotricidad como también una educación sensorial.

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Periodo representativo

A partir de los 2 años se sabe que el niño interioriza acerca de lo aprendido

geográficamente, es allí que se empieza a considerar el desarrollo geométrico. La
interiorización necesita de una amplia voluntad de reflexionar lo observado, entonces, es
allí donde el papel del adulto y la escuela forman un papel principal es esta ya que ayuda al
niño a poner en marcha su pensamiento matemático provocando reflexión en el niño. De
allí hace que el niño realice una imagen mental la cual se caracteriza por la interiorización
del conocimiento, que pasa de un nivel sensomotor a el de una imagen que, por último,
llega a el pensamiento abstracto que se da en la adolescencia.

Aprendizaje durante la etapa 2- 8 años. 

En esta edad los niños son capaces de trabajar duro y tienen unas enormes
ganas de aprender, no mantienen la atención durante un tiempo largo y no saben
todavía tener en cuenta resultados anteriormente adquiridos cuando están
planteando algo nuevo, por eso sus exploraciones y reflexiones se refieren siempre a
una sola noción geométrica a la vez, es decir, no podemos pretender que en una
misma actividad se fijen en varios aspectos simultáneamente. 

Esta etapa da paso a adquirir como también consolidar en la escuela las

nociones fundamentales de carácter topológico, referentes a volumen, superficie y/o
lineal al orden de puntos, a la frontera o separación, a la intersección de
líneas, etc.; así como las de la línea recta o curva, que pueden desembocar en las
primeras clasificaciones de cuerpos y figuras. Por lo que el niño adquiere
espontáneamente la noción de distancia, pero aun no la de área.
La mejor manera de potenciar el conocimiento geométrico es a través de sus
propios desplazamientos; por ello, la gracia es intentar que el niño reconozca
diferentes espacios en el entorno que se rodea; lo que hace que el niño actué y tenga

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cambios de posición depende del espacio, como también demostrar una experiencia
corporal que son las que deben predominar antes de la manipulación del elemento.
Gracias a el movimiento hace que el niño tenga una interiorización de sí mismo.

Aprendizaje durante la etapa 8-12 años.

A partir de los ocho años ya el niño es capaz de realizar actividades mucho

más prolongadas, por ello, es el momento de desarrollar su capacidad de descubrir
por sí mismo propiedades geométricas nuevas gracias a sus propias observaciones;
al pasar el tiempo, ya a punto de culminar sus estudios de primaria, el niño ya puede
ser capaz de generalizar y por ende ya es capaz de expresar algunas leyes.
Llega el momento de utilizar lo aprendido al trascurso de sus años y abordar
algunos temas de geometría métrica: paralelismo, perpendicularidad, ángulos,
coordenadas, medidas de áreas, etc., como también identificar diversas
trasformaciones en el espacio.

Propuestas metodológicas para la clase 

Es para importante resaltar que los educados deben tener una situación en la que los
niños reconozcan y construyan diferentes situaciones geográficas que se le presenten en su
vida. Lo que realmente interesa no es el que trabajaremos, “sino como lo trabajaremos”,
vamos a hablar de ello, enfocando el tema desde distintos puntos de vista.

Partiendo de la realidad o del juego. 

No olvidar los conocimientos espontáneos de los alumnos, ya que estos son

conocimientos adquiridos por necesidades vitales para conllevar la vida de sí
mismo,  sino intentar tomarlos como punto de partida de todo el aprendizaje que se
puede potenciar, solo así se conseguirá una motivación y un interés de los infantes
mucho mayores, entonces se les brindará la posibilidad de dar a conocer que lo

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nuevo  aprendido tienen unos puntos de enlace con aquellos que ya tienen
anteriormente aprendidos y de ese modo se vayan llenando de un solo significado de
todo lo adquirido. 
Hay que resaltar un pequeño punto, el cual hará mucho más fácil la
obtención de información para el educando y el estudiante; los conocimientos
espontáneos no solamente se deben analizar en los dibujos realizados por los niños
sino que verlo como algo de paso, pero no radicalmente, solo no cuidarlo tanto
como se acostumbra a hacerlo y no olvidar que también el niño se debe relacionar
con los ambientes cotidianos, como en una excursión no solo basarse en diversión
sino hacerle saber al niño que los ambientes geográficos se encuentran en cualquier
parte que nos rodee.

Respetar la diversidad de los alumnos.

Debemos tener en cuenta que cada niño es distinto, por lo tal cada uno de
madura diferente como también sus capacidades, gustos o diferentes situaciones
personales en los que fue expuesto en lo recorrido de su vida, con ello entonces, se
intentaría implementar diversos juegos, actividades y/o ejercicios de tipos de grados
de aprendizaje en los cuales fomenten sus capacidades para que sean más eficaces a
la hora de realizar sus situaciones problema, por otro lado, se podría hacer una
educación tipo espiral, en la que un tema se vuelva a enfatizar una y otra vez para
que así el niño se relacione cada vez más con un tema en específico.

Priorizar  los contenidos procedimentales.

 
La gracia de implementar una buena educación, es entender que para
enseñarles a niños de primaria necesitan un enlace entre los procedimientos como
también el de los conceptos, es decir poner una relación conductor de lo que se
quiere explicar en una secuencia de procedimientos y no en una ordenación
de conceptos como que suele hacerse, y sobre todo planificar de otra forma la

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evaluación de resultados, ya que realmente es la adquisición de procedimientos  lo

que se debería evaluar con mayor interés. 

No olvidar la expresión verbal.

En la expresión verbal se aprende a sentirse con precisión del lenguaje

geométrico adecuado. Para los más pequeños será reducido y con la edad se irá
ampliando, pero es preciso que a cada uno se le exija un vocabulario correcto, a su
medida. Las intuiciones que los niños empiezan a formase sobre la naturaleza del
espacio, necesitan expresarse para concretarse y no quedar únicamente en ideas
implícitas; no olvidemos que es indispensable el lenguaje verbal para la concreción
del pensamiento y construcción de conceptos.
Es correcto aclarar que en clase sería una buena manera utilizar ejercicios de
verbalización con los estudiantes, pero con ello no se quiere decir que siempre se
haga, solo provocar ocasiones para que este se vaya dando.

Conclusiones

Después de lo dicho es claro que trabajar la Geometría con niños no es complejo,

pero si fundamental para un razonamiento espacial, se aclara que esto se hace con lenguaje,
psimotricidad, expresión plástica y con el conocimiento del ambiente externo e interno.
Uno de los puntos más importantes, es tener claro que para una atención y
compresión del niño es necesario motivarlo con situaciones dinámicas, implementando dos
posibles tipos de aprendizaje didáctico, el primero que el profesor guie todo el
procedimiento para realizar, y otro que de la indicación inicial y luego que el niño actué por
iniciativa propia; sin dejar de fomentar la concentración y la reflexión, es preciso estar casi
en continuo movimiento, como también se debe especificar que la clase de Geometría debe
ser dinámica en su contenido, el hecho de trabajar alternando continuamente actividades de
reconocer y de construir, no solo es una garantía para la adquisición de conocimiento, sino

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que además equivale a practicar una evaluación constante dentro del proceso de
aprendizaje.
El niño desarrolla el razonamiento espacial después de cada etapa de aprendizaje
sea autónoma como también adquirida en si vida, tener un buen razonamiento espacial para
un niño, seria ver el mundo con ojos geométricos para que los infantes sean capaces de
interpretar y manejarse en el espacio más fácil con dominación, como también interpretar el
entorno con nuevos elementos, el camino más fácil para que el alumno tenga una clara
concepción de la geometría y así un razonamiento espacial, es que el docente aplique
información a su vida de acuerdo al entorno que lo rodea así, más adelante, el estudiante
puede desenvolverse mas fácil en un entorno especifico .

Paula Orrego-Tatiana Varela

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 REFERENCIAS

Gabrielli, M. Geometría y Niños. El espacio y las formas geométricas. Recuperado de

http://didactica-y-matematica.idoneos.com/capacitacion__docente/la_geometria_y_l
os_ninos/

Mentes en blanco. Razonamiento Espacial. Recuperado de http://www.mentesenblanco-

razonamientoabstracto.com/razonamiento-espacial.html

Tolosa, A. (junio 1997). Suma 25 (Ed.), La Geometría en las primeras edades escolares.
(Suma 25, 1997 Ed.). Recuperado de http://revistasuma.es/IMG/pdf/25/031-044.pdf

Paula Orrego-Tatiana Varela