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Informe Inicial de la Práctica Profesional en el Instituto Nacional Penitenciario y

Carcelario (INPEC)

Varela, E.

Fundación Universitaria Konrad Lorenz.

El Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario es una institución pública, que garantiza la

ejecución de las penas privativas de la libertad, a través de la vigilancia, custodia, atención social

y tratamiento de las personas privadas de la libertad, en el marco de la trasparencia, la integridad,

los derechos humanos y el enfoque diferencial (INPEC, 2020).

Para cumplir con el objetivo de la institución las directivas han establecido un plan de

direccionamiento estratégico (2019) en el que se especifican las dimensiones como el talento

humano, direccionamiento estratégico, gestión por valores, evaluación de resultados, gestión del

conocimiento, dimensión del control interno, tratamiento, seguridad, el eje trasversal de los

derechos humanos y de la información y comunicación.

En cuanto a la dimensión del talento humano, el objetivo principal es fortalecer la gestión

del empleo publico aplicando la planeación durante el ciclo del servidor publico (ingreso,

desarrollo y retiro), este con el propósito de que los servidores penitenciarios desarrollen sus

funciones de acuerdo con las condiciones requeridas por la entidad (INPEC, 2019). La

dimensión de direccionamiento estratégico tiene como objetivo diseñar la ruta estratégica con

miras a fortalecer confianza ciudadana y legitimidad, a través de la formulación de planes de

acción institucional y la planeación de un presupuesto viable y sostenible (INPEC, 2019).

La gestión con valores para el resultado ejecuta la planeación institucional en el marco de

los valores del servicio público, mediante el fortalecimiento de la comunidad penitenciaria y su


relación con el instituto en un entorno confiable; además de mejorar la relación institucional con

las otras entidades públicas, administrar de manera idónea los recursos físicos y los bienes

muebles de la institución, así como también realizar un seguimiento de la contabilidad dando

prioridad al plan de acción guiado hacia la misión de la institución (INPEC, 2019).

Por su parte, la evaluación de los resultados tiene como objetivo conocer los avances en

la consecución de los resultados previstos en su marco estratégico. Además, en la gestión de

conocimientos se promueve y distribuye la construcción de una cultura de análisis y

retroalimentación para el mejoramiento continuo de la institución. También, en el control interno

se promueve el mejoramiento, promoción y prevención continuo de la institución mediante

métodos de control y gestión ante los posibles riesgos (INPEC, 2019).

La dimensión de la gestión del tratamiento penitenciario tiene como objetivo establecer

guiándose con las políticas internas y la normatividad vigente los planes de desarrollo de los

proyectos y programas de atención básica de la población sindicada y condenada privada de la

libertad. Estos programas deben ser eficaces en cuento a la disminución de los efectos de

prisionalización y el tratamiento especifico de cada PPL para la reinserción a la sociedad; es

importante mencionar, que la intervención del tratamiento penitenciario y atención social debe

incluir actividades deportivas, recreativas, laborales y ocupacionales siempre buscando el

mejorar la calidad de vida de quienes están dentro de la institución, brindando estrategias de

servicios de salud, vigilancia y alimentación que cumplan con los criterios de la Organización

Mundial de la Salud (INPEC, 2019).

La política de seguridad penitenciaria busca garantizar el orden y la disciplina de los

establecimientos de reclusión, el cumplimiento de las penas y las medidas de detención

preventiva, respetando los derechos humanos y la dignidad de los PPL, los visitantes y los
funcionarios. Por tanto, la dimensión de los derechos humanos vistos desde el Instituto Nacional

Penitenciario y Carcelario vela por la promoción, prevención y gestión de los DDHH hacia la

Población Privada de la Libertad. Todo lo anteriormente mencionado se debe garantizar

mediante la información y comunicación, en pro de la imagen institucional y en la gestión

documental de la institución (INPEC, 2019).

Otro aspecto importante como reglamento interno de la institución es el Código de

Integridad del INPEC (Decreto, 1499, 2017), en este código se abarca principios como la

honestidad (actuar siempre bajo la verdad, trasparencia y rectitud, favoreciendo el interés

general), el respeto (tratar a todas las personas de forma digna sin importar sus características

individuales), compromiso (el rol como servidor publico requiere disposición integral que vaya

encaminada al objetivo general), diligencia (cumplir con el rol y funciones asignadas de forma

eficiente y eficaz), justicia (actuar con imparcialidad, equidad, igualdad y sin discriminación),

iniciativa (idear e implementar soluciones efectivas a las problemáticas actuales en las que se

desenvuelve la institución) y adaptación (actuar profesionalmente a pesar de las situaciones).

Una variable externa a mencionar son los entes de control a los que se rige el Instituto

Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC son: la Contraloría General de la Republica el cual

vigila la gestión financiera de la institución ya que estos son pertenecientes a los fondos del

Estado. También, la Procuraduría General de la Nación el cual se encarga en velar

disciplinariamente al servidor publico que hace parte del INPEC, por tanto, puede abrir procesos

disciplinarios e investigaciones cuando hay irregularidades (INPEC, 2020).

El Congreso de la Republica de Colombia examina la cuenta financiera presupuestada

para el INPEC, este informe este guiado a la información que les otorgue la Contraloría General

de la Republica. El Departamento de la Función Pública garantiza las políticas y los instrumentos


en empleo público. Así mismo, la Contaduría General de la Nación elabora el balance general y

determinar las normas contables. Ministerio de Hacienda y Crédito Publico que también vela por

los ingresos y gastos de la institución, ellos deben garantizar que los gastos se han dado

encaminados hacia el objetivo general (INPEC, 2020).

Las últimas dos instituciones que los controlan son la Comisión Nacional del Servicio

Civil y el Ministerio Justicia y del Derecho, el primero se encarga de la administración y

vigilancia de las carreras de los servidores públicos y la segunda vela por el fortalecimiento de

nuestra democracia para proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos (INPEC, 2020).

Ministerio de Justicia y del Derecho

Consejo Directivo

Dirección General

Oficina Asesora Oficina de


de Planeación Sistemas de
Información

Oficina Asesora Oficina del


Jurídica Central Interno

Dirección Dirección Dirección Dirección


de custodia de atención escala de gestión
y vigilancia y formación corporativa
tratamiento

Subdirección Subdirección Subdirección Subdirección


de cuerpo y de atención de secretaria de Talento
custodia social académica Humano

Subdirección Subdirección Subdirección Subdirección


de seguridad de atención académica de Gestión
y vigilancia psicosocial Contractual
Subdirección
de educación

Subdirección
de desarrollo
Direcciones
de
Regionales
habilidades
productivas
Establecimientos
de Reclusión de
orden Nacional

Figura 1. Estructura organizacional del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario

INPEC a nivel Nacional (Resolución 000243, 2020; INPEC 2020).

Por otro lado, las funciones especificadas por el Instituto Nacional Penitenciario y

Carcelario del INPEC mencionados en la Ficha de Practica Profesional del INPEC como: Mega–

Líneas de investigación – INPEC / política criminal, Línea proceso de adaptación, Línea

personalidad, Línea reincidencia criminal penitenciaria, Línea de revisión científica, Línea

Conducta adaptativa en población de pospenados, Línea de preparación para la libertad,

Medición de efectividad, eficacia y eficiencia de los Programas psicosociales de tratamiento

penitenciario, Pertinencia y Factibilidad de atenciones individuales y atención en salud mental

con PPL’s usando las tecnologías de la información y la comunicación.

Por tanto, las funciones de que Saldaña (2004) menciona que debería ejecutar un

psicólogo penitenciario concuerdan con las estipuladas por el INPEC son la asesoría en políticas

penitenciaras, participar en consejos de evaluación y tratamiento para la clasificación de los PPL,

tener un seguimiento del tratamiento penitenciario en los condenados, sugerir y llevar a cabo el
tratamiento penitenciario adecuado para cada caso particular y colectivamente, evaluar los

permisos penitenciarios, seleccionar y capacitar al personal de las cárceles, penitenciarias y

centros de reclusión de menores, diseñar las comunidades carcelarias o sancionadas penalmente,

desarrollar programas de salud ocupacional y prevención del burnout en los profesionales

penitenciarios, realizar los informes solicitados por el Juez o el Fiscal, realizar intervenciones a

partir de tratamientos o programas específicos que estén en pro de la disminución de los efectos

de la prisionalización tanto en funcionarios como en PPL’s diseñar.

Además de la información general otorgada por el Instituto Penitenciario y Carcelario

INPEC, es imprescindible mencionar que la práctica profesional de decimo semestre de la autora

del actual documento se esta realizando en uno de los establecimientos penitenciarios de la

Regional Central: Complejo Penitenciario Epamcas Combita, con código de establecimiento 150,

ubicado en el kilómetro 17 vía Tunja Paipa. Este establecimiento inicialmente solo contaba con

el área de “Barne” (en el que se mantienen PPL de mediana seguridad) y en la presidencia de

Andrés Pastrana Arango se construyó otra estructura en la que se mantienen PPL de alta

seguridad y extraditables en el que su primer director mayor fue Pedro German Aranguren de la

Policía Nacional (INPEC, 2020).

También, es importante realizar una reseña histórica del establecimiento en donde se esta

realizando la práctica. En cuanto al Establecimiento Penitenciario el Barne, el 1 de febrero de

1956 se entregaron 150 fanegadas y 691 varas cuadradas de terreno para la construcción de

establecimiento, en este están alrededor de 2000 Personas Privadas de la Libertad organizados en

diez pabellones diferentes y el pabellón con mas número de PPL’s alcanza a 350 personas y el

mínimo de personas ubicados en un pabellón es de 25 aproximadamente. Además, el

Establecimiento de alta seguridad- Combita, la cual fue entregada para el funcionamiento en el


año 2002, con una población privada de la libertad que cuenta con 2000 personas privadas de la

libertad al año, divido por ocho pabellones en el que cada pabellón hay 290 personas

aproximadamente. Por tanto, la caracterización de la población privada de la libertad que se

encuentra en ambos establecimientos, en donde se encuentran personas de la mayoría de las

regiones del país, pero en su mayoría se presentan del área antioqueña, chocoana, bogotana,

costera y del eje cafetero.

Ya mencionado el numero de pabellones en el Establecimiento del Barne y Combita, se

especificarán las características poblacionales de cada pabellón. Del primer establecimiento se

cuenta con: pabellón uno, servidores públicos; pabellón dos, se ubican los PPL próximos al

permiso de 72 horas; pabellón tres, bacrin, personas del área costera, quienes fueron

paramilitares y comunidad LGBTI; pabellón cuatro, quienes han cometido delitos sociales;

pabellón cinco, sindicados; pabellón seis, personas del área antioqueña; pabellón siete, personas

que provienen de la zona centro del país, es decir, del departamento de Cundinamarca; pabellón

ocho, quienes pertenecieron al grupo armado ELN y comunidad LGBTI; pabellón nueve, se

ubica la comunidad terapéutica y una zona de aislamiento; y en el pabellón diez esta la unidad de

tratamiento especial.

Para el segundo establecimiento, Combita, cuenta con: pabellón uno, personas que

pertenecieron al ELN; pabellón dos, bacrin de personas que provienen de la zona antioqueña y de

la zona centro del país; pabellón tres, bacrin, personas del área costeña y de Cali; pabellón

cuatro, bacrin de todas las zonas del país y comunidad de LGBTI; pabellón cinco, bacrin de

todas las zonas del país; pabellón seis, personas del área antiqueña y quienes cometieron delitos

de paramilitarismo; pabellón siete, quienes pertenecen a la zona costera; pabellón ocho, adultos

mayores, áreas comunes y unidad de tratamiento especial.


Así mismo, una variable externa que esta influenciada al Complejo Penitenciario es la

sociocultural, pues gracias a la rigurosidad del establecimiento no se han presentado fugas y el

único intento de fuga no fue exitoso, también la ubicación favorece a la misión de la institución,

pues está alejada de la zona civil, dando pocas posibilidades de agredir a otros o quienes hagan

intento de fuga no encuentren un refugio cercano y con una amplia cantidad de hectáreas

disponibles para la ejecución de la pena privativa de la libertad. Aunque las conductas punibles

se presentan tanto en Boyacá como alrededor del país, es de destacar que la construcción de este

establecimiento en esa zona es de vital importancia, ya que tiene capacidad para albergar a una

amplia cantidad de personas que pueden provenir de todas las zonas del país y que están

destinadas a cumplir penas de mediana y alta seguridad. Estas medidas de seguridad que se

establecen en el Complejo Penitenciario favorecen a población en cuanto a seguridad de quienes

viven cerca, ya que como ninguna persona privada de la libertad ha cometido fuga, esto mantiene

a la ciudadanía tranquila.

En cuanto a los tratamientos Penitenciarios implementados en el Complejo Penitenciario

Epamcas Combita se pueden nombrar ocho diferentes tratamientos: Inducción al Tratamiento,

RIV, Cadena de Vida, Misión Carácter, Preparación para la Libertad, PIPAS, Comunidad

Terapéutica y Delinquir no Paga.

El Programa de Inducción al Tratamiento tiene como objetivo orientar al PPL que ingresa

al sistema penitenciario y facilitar su proceso de adaptación al medio, para incidir de manera

positiva en lo que será el tiempo en permanencia en el centro de reclusión y de reincidencia

social. A través de psicoeducación el programa pretende adaptar, sensibilizar, motivar y

proyectar a la Población de la Libertad al inicio del establecimiento.


En cuanto al programa de Responsabilidad Integral con la Vida (RIV) tiene como

objetivo general intervenir en quienes cometieron delitos de homicidio, secuestro, tortura,

rebelión y paramilitarismo para reducir los niveles de autoengaño en la población penitenciaria,

abordando cada uno de las dimensiones y descriptores que comprenden el concepto de:

autoengaño, manipulación, mecanismos de negación y modificación, fomentando el

comportamiento prosocial y competencias sociales de los internos. Los requisitos que se deben

cumplir para este Tratamiento Penitenciario son: que el PPL pertenezca a la fase de alto y

mediana seguridad, aceptar voluntariamente participar en el programa, que tengan un puntaje

entre elevado y moderado en el inventario de autoengaño (IAM40) y por último, las estrategias

de intervención durante el programa es realizar actividades de los módulos en su totalidad,

cumpliendo con todas las actividades y asistencias.

Por su parte, Misión Carácter pretende modificar el pensamiento, creencias, convicciones

y distorsiones cognitivas de los PPL, también se pretende modificar los comportamientos de las

personas privadas de libertad guiadas a una conducta éticamente correcta, deseable desde lo

personal, familiar, laboral y social. Otro objetivo es construir nuevos hábitos para asegurar la

solidez y la constancia de nuevas acciones, así como también, transformar el destino de quienes

participan en donde la vivencia de principios sea constante y la renovación de cogniciones

basados en la cultura sana, alentadora y productiva. Otro Tratamiento Penitenciario es la Cadena

de Vida con el que se generan fortalezas en los PPL de acuerdo con el marco del sentido de

coherencia en relación con la vida y la calidad de vida relacionada con su salud.

El Programa de Intervención a la Adaptación Social (PIPAS) es un programa que reduce

la presencia de factores de riesgo asociados a la reincidencia del comportamiento sexual

delictivo en hombres condenados por delitos sexuales, como la conducta sexual en sí misma, el
funcionamiento social, distorsiones cognitivos y rasgos de personalidad de los PPL en

cumplimiento de penas punitivas de libertad en establecimientos de orden nacional bajo

jurisdicción del INPEC.

En el programa anteriormente mencionado, existen dos fases importantes: la fase inicial

en la que el PPL debe ser seleccionado por haber cumplido algún delito sexual, que sea

permitido por el CET, con el fin de cumplir dentro de su plan de tratamiento un objetivo

terapéutico relacionado con la identificación de causas o factores relacionados al delito sexual

como requisito para ser calificado en fase de tratamiento de mediana o alta seguridad, es

importante aclarar que el PPL debe haber aceptado su participación en el programa de forma

voluntario y no obligada, pero direccionada a la población objeto para así poder acceder a

actividades educativas y laborales. Para estar en la fase profunda el PPL debe haber cumplido

siete sesiones de la fase inicial y que voluntariamente hayan diligenciado el formato de solicitud

PIPAS fase profunda, además, durante la entrevista el PPL debe haber aceptado el delito y que

reconozcan que necesitan algún tipo de ayuda profesional y terapéutica cumpliendo con un año

(mínimo) de intervención.

Además, el programa de Comunidad Terapéutica rehabilitación de Sustancias

Psicoactivas que propone una rehabilitación y resocialización de la población privada de la

libertad, debe ser entrevistado y analizar la apariencia, porte y actitud del PPL; la intervención

debe ser tanto individual como grupal, en esta ultima se quiere analizar la patología dual,

síndrome de abstinencia, duelo de adicción y las vulnerabilidades de los individuos.

Delinquir No Paga tiene como finalidad lograr en los adolescentes conciencia en los

adolescentes la consciencia sobre la importancia de convertirse en agentes dinamizadores de

cultura ciudadana, partiendo del respeto a los derechos humanos y la legalidad como patrón de
conducta, evitando incurrir en el delito y la drogadicción. Las actividades en el programa se

orientan a identificar y prevenir conductas de riesgos en los adolescentes, que les pueden generar

a futuro la trasgresión de la ley y por consecuente la perdida de la libertad.

Por último, el programa para la Preparación para la Libertad que facilita la integración

social positiva del libertado, mediante la potencialización de habilidades y competencias durante

la etapa de pre-egreso y el acompañamiento social durante el post-egreso de prisión, también

pretende acompañar de inserción del liberado mediante la vinculación a redes sociales de apoyo,

que le permitan llenar a cabo un proyecto de una vida acorde con las normas establecidas

socialmente además de potenciar al PPL habilidades y competencias para desenvolverse

efectivamente en libertad.

Los Tratamientos Penitenciarios anteriormente mencionados van de la mano en el INPEC

con diferentes métodos de evaluación como la Escala de ddesesperanza de Beck, Escala de

Riesgo Suicida de Plutchick, el Cuestionario Diagnostico de CRAFF (para medir el consumo,

abuso o dependencia de SPA) y la batería PIPAS (para quienes han cometido delitos sexuales).

Por lo anterior, Jiménez (2018) menciona que a pesar de que se espera un proceso exitoso

en la implementación de los tratamientos penitenciarios, en muchas ocasiones no se cumple a

cabalidad porque las fases en las que pasa cada PPL pueden tardar más de un año, debido a la

carencia del personal especializado tanto en la infraestructura como para los programas de

resocialización y falta de implementos necesarios para desarrollar las actividades de

resocialización. Además, en muchas ocasiones no se hace esta intervención pensando en las

características individuales de los PPL sino una intervención de forma general y sin rigurosidad

ni seguimiento.
Otro aspecto importante para mencionar dentro de la institución es que el hacinamiento

dificulta aun mas la labor de los profesionales y el propósito principal de cumplir una pena

privativa de la liberta. Debido a esto, los PPL pueden inscribirse en programas informales que no

están acordes a mejorar y potencializar sus características individuales especificas que pueden

beneficiar el proceso de resocialización (Jiménez, 2018).


REREFENCIAS

Director General del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (17 de enero 2020).

Resolución número 000243 del 2020. Bogotá, Colombia. Recuperado de:

https://www.inpec.gov.co/documents/20143/44801/Resol+243+17ENE2020+Por+la+cua

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Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC (2019). Objetivos Plan de Direccionamiento

Estratégico. Recuperado de: https://www.inpec.gov.co/institucion/quienes-

somos/objetivos-estrategicos

Jiménez, N. H. (2018). El fracaso de la resocialización en Colombia. Revista de derecho:

División de Ciencias Jurídicas de la Universidad del Norte, (49), 1-41.


Presidencia de la Republica. (11 de septiembre 2017). Decreto 1499 de 2017. Bogotá- Colombia.

Recuperado de: https://www.funcionpublica.gov.co/eva/gestornormativo/norma.php?

i=83433

Saldaña, Á. T. (2004). Aproximaciones técnico-tecnológicas para la evaluación de

psicopatología en el medio forense. Revista colombiana de psicología, 13.

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