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No. 1
Origen Etimológico
Es la forma del pensamiento más compleja. Determinar el origen etimológico de las dos
palabras que dan forma al término razonamiento jurídico nos lleva a toparnos con el hecho
de que ambas derivan del latín:
Razonamiento emana de la suma del sustantivo “ratio”, que puede traducirse como “razón,
y el sufijo “miento”, que se usa para indicar el resultado de una acción.
Jurídico, por otro lado, proviene de “iuridicus”, que, a su vez, es fruto de “ius”, que
significa “derecho”.
Definición de Razonamiento:
a. Luis Alberto Padilla: "El razonamiento es una operación lógica por medio de la cual, a
partir de uno o más juicios, se deriva la verdad o falsedad ... de otro distinto.
c. Mario Moro: "El razonamiento es el acto con el cual el entendimiento parte de unos
conocimientos, para llegar a otros nuevos.
El razonamiento jurídico, por tanto, lo que intenta es encontrar una solución ante un
conflicto surgido, por medio de las aplicaciones de unas normas o leyes, que esté, por
supuesto, debidamente justificada y argumentada para así evitar desacuerdos.
Los razonamientos jurídicos, por lo general, son desarrollados por abogados, jueces y
legisladores. Su finalidad es arribar a una conclusión que esté en sintonía con las normas
jurídicas vigentes o que, incluso, pueda convertirse en una de ellas después de atravesar los
pasos necesarios para la promulgación
El argumento jurídico
El argumento como se expresa en el párrafo anterior, debe ser preciso, claro, coherente,
para ello se debe hablar y escribir al amparo de los textos que regulan tal actividad a efecto
de cumplir con los requisitos establecidos, de ahí la importancia de citar la ley, así mismo y
en consecuencia se observa la necesidad de consultar el Diccionario de la Lengua Española
en donde se establece: “se entiende por argumento a la parte del razonamiento que se
emplea para probar o demostrar una proposición, o bien para convencer a otro de aquello
que se afirma o se niega”. Dable es que los profesionales del derecho realicen sus
argumentos al amparo de los textos citados, el objeto es argumentar con amparo en textos
normativos válidos y reconocidos, además de la estructura lógica que estos deben tener,
esto tendría como resultado efectividad y eficacia en su exposición.
Clases de Razonamiento:
El razonamiento inductivo, por otro lado, es aquel proceso en el que se razona partiendo
de lo particular para llegar a lo general, justo lo contrario de la deducción. La base de la
inducción es la suposición de que algo es cierto en algunas ocasiones, también lo será en
situaciones similares, aunque no se haya observado. Una de las formas más simples de
inducción ocurre cuando a través de una serie de encuestas, de las que se obtienen
respuestas dadas por una muestra, es decir, de una parte, de la población total, nos
permitimos extraer conclusiones acerca de toda la población.
a) Cargas de la lógica en el proceso penal para las partes. Toda la etapa procesal contiene
razonamientos generales y argumentos jurídicos particulares. Es en esta etapa del proceso
cuando las partes utilizan los argumentos jurídicos, con un fuerte apoyo en la lógica. La
demostración o carga de la prueba estará bajo la responsabilidad del que afirma algo
demandado en sus hechos, o de aquél cuya negación implica una afirmación. Es decir, en la
etapa procesal se demuestra, mediante argumentos la verdad de los hechos motivo de
controversia.
Es necesario establecer si las normas jurídicas están vigentes para aplicarlas a los casos
concretos. Eduardo García Máynez afirma que los factores determinantes de la fuerza
obligatoria de un precepto de derecho son los siguientes:
1. El conocimiento de las reglas de creación jurídica que estructuran los procesos
denominados fuentes formales (por ejemplo: legislación, costumbre y
jurisprudencia obligatoria);
2. El de las normas sobre la iniciación, duración y extinción de la vigencia de los
preceptos que emanan de esos procesos;
3. El de las reglas que permiten establecer el tenor auténtico de ciertas
disposiciones (verbigracia: las legislativa o jurisprudencialmente creadas).
El problema hermenéutico
Si las normas jurídicas están vigentes, el próximo problema consiste en determinar, como
afirma Eduardo García Máynez, si los casos concretos realizan o no el supuesto de los
juicios jurídicos. Para ello es necesario interpretar el precepto de derecho que se pretende
aplicar.
José Fernando Velásquez Carrera expresa dos métodos que los juristas han empleado para
interpretar las proposiciones de derecho:
Sobre la interpretación jurídica de las normas de derecho, Luis Recaséns Siches expresa
que la aplicación de lógica de lo razonable o lógica de la acción humana supera los métodos
empleados para dichos efectos (el subjetivista y el objetivista, entre otros), porque ante
cualquier caso hay que proceder razonablemente, para percatarse de la realidad y sentido de
los hechos, y de las valoraciones en que se inspira el orden jurídico positivo o de la
jurisprudencia que la complementa, con la finalidad de obtener la solución satisfactoria en
cuanto a lo que dicho orden considera como sentido de justicia.
En la legislación guatemalteca, la Ley del Organismo Judicial, cuyos preceptos son normas
generales de aplicación, interpretación e integración en el ordenamiento jurídico, contiene
en los juicios jurídicos referidos en los artículos diez (10) y once (11), los siguientes
métodos para interpretar la ley (en el orden que a continuación se expone):
Los pasajes de las leyes, que no se aclararon con los métodos anteriores, se precisarán su
contenido:
g. Al modo que parezca más conforme a la equidad ya los principios generales del
derecho.
Es claro que las normas indicadas: establecen como método de interpretación de la ley,
sobre cualquier otro, el denominado doctrinariamente como “objetivista”.
Las reglas comprendidas en el juicio jurídico significado en el artículo diez (10) de la Ley
del Organismo Judicial son las siguientes: