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T.P 2
PROF: DORA VILLAN /YANINNA EMANUELLI
PELOZO /YUCRA/CHOCCLO
comision 21312
INTRODUCCION
El modelo más difundido por toda la geografía de América fue el médico sanador,
brujo o hechicero, caracterizado por el arte de sobar y chupar. Asombra
comprobar cómo, a pesar de las distancias que separaron las culturas de los
pueblos primitivos, estos protomédicos adoptaron la misma forma de concebir la
enfermedad y de proveer a su curación. En la obra El Médico en la Historia,
Haggard describe el retrato de un médico hechicero de la tribu Blackfoot, en
América del Norte, ataviado con piel de oso de la que cuelgan cueros de sapos y
serpientes, plumas de aves, pezuñas de ciervos y cabras. En una mano empuña
una vara y en la otra una especie de pandereta hecha de cascabeles.
En la visita al enfermo el brujo saltaba y se contorsionaba dando alaridos,
mientras ordenaba al demonio de la enfermedad que se retirara. Este prototipo de
médico brujo fue el más común de todos los que oficiaron el arte de curar entre los
pueblos cazadores y recolectores. Su ámbito de acción fueron las comunidades
tribales y las aldeas. También ejerció su oficio en las grandes metrópolis, pero
limitado a la asistencia de los sectores populares.
El máximo exponente de este grupo fue el médico brujo que empleó el arte de
sobar y chupar, llamado por ello sobador o chupador. Este sanador usó para su
arte la magia y la sugestión, practicando una terapéutica médico empírico. La
actividad que lo identificó fue el hábito de sobar y chupar la zona corporal afectada
y tratar de conseguir una acción congestiva y revulsiva, con la intención de extraer
el mal que el demonio había introducido. De esta manera, creando sugestión y
engaño, después de la succión el brujo extraía de su boca piedras, gusanos,
espinas u otros objetos para crear, con el fraude, la ilusión de haber quitado la
enfermedad.
En ocasiones, el hechicero de la aldea efectuaba sobre la zona dolorida
escarificaciones para chupar la herida y después, con la boca llena de sangre,
escupir en un recipiente, saltar y danzar alocadamente pronunciando alaridos.
Terminado el acto el recipiente era enterrado en un lugar secreto y escondido.
Los indios lules, que habitaron la provincia de Tucumán en la República Argentina,
practicaron este arte por lo que sus médicos brujos recibieron el nombre de
sajadores.
Ese pueblo atribuía la enfermedad al ayaguá, especie de gorgojo armado con
diminutas flechas de piedra, que influenciado por espíritus malignos introducía la
materia mórbida en el cuerpo del enfermo.
EL MEDICO SACERDOTE O CHAMÁN.
La segunda categoría de médicos prehispánicos la integraron aquellos que
practicaron la medicina religiosa o teúrgica. Aquella que se encontraba fundada en
el pensamiento médico mágico infundido de misticismo y religión. Esta categoría
de médicos ejerció en las ciudades feudos, curando con la sugestión, el
hipnotismo y la fe religiosa de la misma manera que ocurrió en las grandes
culturas mesopotámicas y asiáticas. El médico sacerdote pertenecía a una elite
privilegiada, ya que era el que asistía las necesidades de la clase gobernante y la
aristocracia, con poderes políticos vinculados al sistema monárquico y teocrático
de gobierno.
El chamán era considerado un semidiós, parte divino y parte hombre, y aunque
poseía la facultad de proveer la curación otras funciones, tanto o más importantes
que la medicina, lo mantenían en la cúspide de la sociedad.
Era el chamán mago y a la vez sacerdote, siendo el carácter mágico de su
actuación la faceta más apreciada de su arte. En sus hábitos particulares se
mostraba retraído y misterioso, adoptando una forma de ser distinta al resto de la
tribu en su modo de vida, su vestimenta y sus ornatos demoníacos que infundían
temor. Su formación era un proceso que duraba toda la vida.
En algunos rituales se prepara una ofrenda de flores en el suelo, para los dioses
mayas, incluyendo a Kin - el Sol. Es importante la presencia del incienso y copal,
que se va quemando y distribuyendo en estos recipientes, alrededor de donde se
hace la limpia o ritual maya. La persona que va a hacerse una limpia debe estar
conectado con el shaman o sanador, explicando su objetivo. Es una breve
ceremonia, pero en la que la persona debe estar en silencio obedeciendo las
instrucciones del sanador espiritual.
Para ayudar a deshacernos de la mala energía y limpiar el aura, en estas limpias
mayas no debe faltar un ramo de hierbas, que pueden estar compuestas de varias
plantas, como la ruda (excelentes para limpiar malas energías y calentar el
cuerpo), así como salvia santa o planta de chilca, que son muy buenas para
sanaciones
¿Por qué se usan plantas? Es porque tienen cierta vibración propia que absorbe
toda energía mala, nos ayuda a liberarnos de lo que no necesitamos en nuestro
cuerpo y ayudan a activar más nuestra circulación. El chamán, sanador o
curandero que esté haciendo el ritual azotará levemente el ramo de plantas contra
el cuerpo de la persona, o lo "barrerá" por todas partes, asegurándose de ir
"eliminando" esa mala energía. Algunos irán citando en maya algunos pasajes del
Popol Vuh.
En otros rituales o ceremonias, la persona deberá beber un brebaje especial,
algún té preparado por el sanador que puede variar según el objetivo, como
pasiflora por ejemplo si necesitan relajarse o aliviar estrés
Desde la antigüedad, este tipo de limpias y rituales eran el medio por el cual los
mayas expresaban su riqueza espiritual y entraban en contacto con el inquietante
mundo sagrado, con los dioses y hasta con aquello considerado sobrenatural.
La Cultura Azteca
Floreció casi contemporánea con la llegada de los españoles, entre los años 1325
a 1521, cuando el inicio de la conquista con el desembarco de las huestes de
Hernán Cortés.
Los aztecas pertenecían a una tribu proveniente del norte del continente que se
asentó en el actual Valle de México alrededor del año 1200 Dc
Para extenderse de uno al otro extremo oceánico, y hacia el sur desde las
desérticas tierras norteamericanas hasta los dominios de los mayas, para fundar
en el período posclásico tardío de la prehistoria americana su poderío imperial. Su
sede principal fue Tenochtitlan, fundada en el año 1325 de nuestra era.
El desarrollo de su cultura puede ser asimilado al esplendor del imperio romano,
por su potencia militar y tecnológica (acueductos, pirámides, templos, jardines,
palacios), que dieron cuenta de su trascendente opulencia y magnificencia
Curanderos Aztecas
ATLAN TLACHIXQUI – significa “El que mira las cosas en el agua”. Un vidente
que diagnosticaba enfermedades en los niños al ver los reflejos de sus rostros en
un recipiente con agua.
MATLAPOUHQUI – significa “El que ha contado cosas”. Un hechicero. Este
hombre determinaría los resultados de una enfermedad al medir el antebrazo de
su paciente con la palma de su mano y sus dedos.
MECATLAPOUHQUE – significa “Adivino por las Cuerdas”. De acuerdo con
Sagahun, estos adivinos usaban paquetes de cuerdas, los cuales arrojaban. Si las
cuerdas permanecían enredadas era símbolo de una enfermedad grave. Si una de
las cuerdas se apreciaba suelta, se podía curar. Estos adivinos también frotaban
sus manos con tabaco y medían el brazo izquierdo del paciente con la palma de la
mano derecha del curandero. Esta práctica era llamada “medida del brazo”.
NAHUALLI – significa “Bruja o Hechicero, Mago o Nigromante”. Este curandero se
creía que tenía el poder de convertirse a sí mismo en un animal. Posiblemente una
persona que intentaba invocar magia para curar a un paciente. El nombre podría
significar “El Sabio”. Cuando todo lo demás fallaba, los curanderos Mexica a
menudo intentaban con curas mágicas.
PAHINI – significa “Beber Medicina”. Quizá se refería al individuo que bebería
medicina, o lo que nosotros quizá llamamos medicamentos, para el objetivo de
diagnosticar la enfermedad del paciente. Los Mexica no estaban tan desarrollados
en el campo de la medicina de hallar la causa de la enfermedad en sus pacientes
como en el de efectuar una cura para la enfermedad.
TEMIXIHUITIANI – significa “Dar Nacimiento”, o posiblemente “El que Causa que
Alguien de a Luz”. Esta persona se encargaba de inducir la labor de parto.
Posiblemente, este curandero era considerado de un escalafón superior a una
partera común. Ver también TEPALEHUIANI.
El proceso de parto era un aspecto importante tanto física como socialmente en la
comunidad Mexica. No es irracional asumir que varios niveles médicos estaban
devotos a esta área de la medicina. Las mujeres que morían en trabajo de parto
eran brindadas con el más alto honor y se pensaba que iban al mismo lugar que
los guerreros que morían en batalla, el lugar del sol. No había un plano celestial
más alto.
https://www.boletomachupicchu.com/medicina-inca
https://www.univision.com/horoscopos/como-funciona-una-limpia-maya-fotos
https://cultura-azteca.com/medicina