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Clase Linguistica, Chomsky

Bueno, hoy hablaremos no desde el punto de vista pragmático, sino desde el punto de vista biologicista, esto,
de la mano de un autor de renombre como lo fue Noam Chomsky. Trataré de plasmar hoy cómo sus
teorizaciones confluyeron en un cambio de paradigma dentro de la lingüística.
El Proyecto de la Gramática Generativa llevado a cabo por Noam Chomsky se presenta como un programa
de investigación en tanto está conformado por una serie de modelos teóricos que, a pesar de sus diferencias,
comparten el mismo núcleo fuerte.
Este programa constituye un nuevo corte epistemológico y una nueva fundación de la lingüística como ciencia.
Desde la aparición de Estructuras Sintácticas, estuvo presente en Chomsky el interés por desarrollar una
preocupación fundamental: explicar cómo nosotros los seres humanos conocemos y adquirimos el lenguaje,
explicar cuáles son los mecanismos cerebrales que hacen posible que todo ser humano conozca su propia
lengua a pesar de la escasez de datos del entorno.
Esta indagación se plasma en el intento de responder a la pregunta de en qué consiste y cómo surge el
conocimiento lingüístico que tenemos en nuestra mente o, dicho de otro modo, cuáles son las operaciones
computacionales mentales que realiza un sujeto para entender y producir las emisiones de su propia lengua.
De lo que se trata en definitiva es de intentar desentrañar la arquitectura del lenguaje que está en nuestra
mente y que hace posible que comprendamos y produzcamos una lengua.
Un giro en cuanto a epistemologia, ya que el paradigma no se va a centrar ya en lo sociologico, sino en lo
cognitivo, en las estructuras mentales. 

El núcleo fuerte que mencionamos antes consiste en el intento de explicitar la siguiente afirmación: existe algo
privativo del ser humano, genéticamente heredado que hace posible que adquiramos una lengua. Todos
nosotros, como seres humanos, tenemos un conocimiento, un saber innato, firme e indudable acerca del
lenguaje que forma parte de la facultad lingüística humana y, por ende, de las propiedades de la mente.
Agreguemos que esa facultad de lenguaje es biológica y es, además, la que nos permite aprender una lengua.
Este núcleo fuerte recibe el nombre de Gramática Universal (G.U.), entendiéndose justamente como la
capacidad innata, genéticamente heredada y, por ende, biológica, que todos nosotros poseemos como
hablantes.
El Programa de Investigación Generativista (o sea, el programa teorico planteado por Chomsky) intenta
caracterizar con la mayor economía, simplicidad, optimalidad y no redundancia qué es lo que alguien sabe
cuando conoce una lengua y cómo surgió ese conocimiento en la mente del hablante.
¿Cuál es entonces la pretensión que está detrás de estas formulaciones? Por un lado, la de otorgarle a la
lingüística una filiación completamente distinta a la que tenía hasta ese momento: ya no es considerada
dentro de las Ciencias Sociales; por el contrario, el estudio  de la Lingüística se asemeja al estudio de la
Biología y de la Física y por lo tanto, a las Ciencias Naturales y a las Ciencias Duras.
El programa de Investigación de la Gramática Generativa Chomskiana (P.I.G.G.CH) reinstala a la
lingüística como ciencia, como una ciencia natural. Algo asi como lo que Watson hizo en psicologia al querer
darle el estatuto de ciencia, ligarse a otras ciencias duras.

De Descartes, a Chomsky le interesará reactualizar lo que se conoce como el aspecto creador del uso del
lenguaje. Allí encontrará los fundamentos para sostener la facultad lingüística humana, pero también el
racionalismo cartesiano le proporcionará los materiales para delinear la categoría de “sujeto” en base a la cual
se llevan a cabo todas las especulaciones. A su vez en la lectura de Galilei encontrará apoyo para sostener la
validez de la idealización y abstracción, así como también el acercamiento de la lingüística hacia los
mecanismos y procedimientos que caracterizan a las ciencias físicas.
Por aspecto creador del uso del lenguaje se entiende la propiedad que Descartes atribuía exclusivamente al
hombre por el hecho de además de tener un cuerpo, tiene una mente (Res Cogitans, Res extensa).
Esta propiedad consiste en la capacidad de hacer un uso infinito del lenguaje a partir de medios finitos. Es
decir, a través de un conjunto finito de elementos (palabras), podemos construir infinidad de estructuras
(oraciones) recurriendo al procedimiento de recursividad.
Su teoría de los autómatas (Descartes) apunta a explicitar la diferencia entre el hombre y el animal postulando
que mientras que el animal es un autómata, el hombre tiene facultades únicas que no pueden explicarse por
motivos puramente mecanicistas. Un buen ejemplo de esta diferencia lo constituye el lenguaje humano: todos
nosotros como seres humanos tenemos la capacidad de generar infinitas expresiones que manifiestan nuestro
pensamiento y que son apropiadas a distintas situaciones. En esto consiste justamente, como se expresó
antes, el aspecto creador del uso del lenguaje cuya propiedad fundamental reside en no precisar de
estímulos. En la medida en que un organismo exhiba este aspecto creador, es prueba suficiente de que posee
una mente.
Descartes sostiene que este principio pertenece a la mente, segunda sustancia, separada del cuerpo, cuya
esencia es el pensamiento. Así, la mente juega el papel de “principio creador” y la función corporal, el de
“principio mecánico”. De esta manera se asocia la mente y el cuerpo.
El generativismo relativiza algunas afirmaciones del cartesianismo, sostiene que la mente tiene límites
intrínsecos y cierto ámbito de funcionamiento. Lo que intenta explicar es que lo más admisible es que un ser
humano tenga la capacidad de hacer ciertas cosas pero no otras. Y esto es así porque el sistema alcanzado
gracias a la facultad lingüística está determinado a priori biológicamente. En la medida en que nuestro bagaje
biológico es altamente específico, la manera en la que crecemos no refleja las propiedades del medio sino
más bien nuestra naturaleza humana. El medio puede estimular, retrasar o distorsionar el crecimiento y
nuestra capacidad, pero de ningún modo es determinante.
Es por esta razón que el aspecto creador del uso del lenguaje no puede explicarse en términos de destreza o
analogía.Entonces ¿En qué sentido preciso se habla de capacidad?
En términos generales cuando se alude a ella, se está refiriendo a algo estrictamente biológico. De ninguna
manera dicho concepto debe incluirse dentro de la esfera “intelectual”. En este contexto, la capacidad está
relacionada con un acto humano normal que hace que un hablante comprenda, por ejemplo, determinadas
situaciones, reaccione ante las mismas, pueda describirlas, pensar y decir algo sobre ellas.
Chomsky define los dos órdenes o grados de precisión en los que puede utilizarse el término capacidad:
“Cuando afirmo que una persona tiene la capacidad de hacer algo en un momento dado quiero decir que de
acuerdo con su constitución física y mental en ese momento, esa persona no necesita de una instrucción o
adiestramiento para realizar determinada cosa si encuentra las condiciones externas apropiadas.

*Tener la capacidad de hacer algo no es lo mismo que saber ese algo*


Los pájaros tienen la capacidad de volar.”
No debe confundirse entonces la capacidad con habilidad, por ejemplo, si una persona sufre de afasia luego
de un accidente, pierde la habilidad de hablar, pero queda un sistema cognitivo, no se pierde el conocimiento
de la lengua.

En su pretensión de comprender qué es y cómo se produce el conocimiento del lenguaje, Noam Chomsky
discute, a mediados de la década del 50, con las teorías conductistas y empiristas de la época. Estas teorías
explican el lenguaje como un sistema de hábitos sobredeterminado por los datos disponibles, es decir que el
hablante adquiere una lengua al relacionarse con el medio, sin necesidad de un bagaje previo de
conocimientos. De este modo, a partir de los estímulos lingüísticos (palabras y frases que un niño
efectivamente escucha) reproduce por analogía y repetición una serie de hábitos lingüísticos que conforman
su lenguaje. Así, desde estas teorías se propone una relación de simetría entre datos recibidos y
conocimiento derivado; en otras palabras, dicho conocimiento es producto de las reacciones que se
manifiestan frente a los estímulos del medio. En consecuencia, se asume que el sujeto es pasivo, dependiente
del medio y privado de creatividad ya que lo único que puede hacer es imitar a partir de lo que escucha. En
este contexto teórico, entonces, la inducción se convierte en la única opción para formular generalizaciones
significativas, en tanto no existe nada previo a la observación.
Ahora bien, desde un punto de vista cognitivo y biológico, Chomsky reacciona contra estos postulados al
plantear que, en el conocimiento que un hablante tiene de su lengua, existe una asimetría entre los datos
recibidos del medio y el conocimiento efectivamente generado. El foco de su interés está entonces en los
mecanismos internos que forman parte del pensamiento y la acción (no las conductas y los
comportamientos). Comprender, entonces, estos aspectos, supone considerar “El Problema de Platón” cuya
formulación concreta es “el argumento de la pobreza de estímulos” que indaga acerca de cómo un ser
humano expuesto a datos escasos, fragmentarios y asistemáticos puede adquirir algo tan complejo como el
conocimiento lingüístico.
Frente a este interrogante, Chomsky propone como respuesta la hipótesis de la Gramática Universal (GU),
esa facultad innata, genéticamente determinada y distintiva del ser humano que le permite adquirir una lengua
particular. La GU se define, entonces, como la caracterización de la facultad lingüística a partir de la cual
explica que los hablantes puedan conocer, comprender y producir algo tan complejo y rico como el lenguaje.
De esta manera, la hipótesis biológica se convierte en el núcleo duro del Programa de Investigación de la
Gramática Generativa y determina las distintas reformulaciones que se plasman en modelos lingüísticos
distintos dentro de un mismo Programa, pero que siempre tuvieron un objetivo central: avanzar en el
conocimiento y la comprensión de la GU.
En este sentido, una teoría lingüística, según asume Chomsky, tiene que describir y explicar las propiedades
de la facultad del lenguaje. Estas dos tareas generan dentro del Programa un permanente conflicto que lo
mantiene vital y que va mutando con el paso del tiempo y con los avances de las investigaciones. Nos
referimos, concretamente, a la tensión existente entre adecuación descriptiva y adecuación explicativa. En
términos chomskianos: una gramática es descriptivamente adecuada para una lengua particular en la medida
en que describe correctamente esa lengua. Una teoría de la GU cumple la condición de adecuación
explicativa en la medida en que proporciona gramáticas descriptivamente adecuadas bajo las condiciones
límite establecidas por la experiencia.
La adecuación descriptiva pertenece a la gramática, entendida como la teoría de una lengua, mientras que la
adecuación explicativa atañe a los principios y a la teoría de la GU.
Por tanto, la tarea del programa generativo es hallar los elementos básicos (simples y económicos) que
constituyen la Lengua-I, para lo cual hay que mostrar que los principios de la GU son lo suficientemente ricos
(extensos y numerosos) como para describir y explicar todas las lenguas humanas y las diferencias que
existen entre ellas. En síntesis, la Gramática Generativa debe sostener esta tensión, esta doble tarea: una
adecuación descriptiva, en tanto debe poder describir adecuadamente las gramáticas particulares de las
lenguas, y una adecuación explicativa, ya que debe poder explicar los principios de la GU.
Los fundamentos del programa Chomskiano también se encuentran en los aportes de Galileo y Descartes:
Todo programa de investigación, desde su concepción misma, requiere de un encuadre metodológico y de un
constructo teórico que defina los criterios de demarcación que le permitan determinar la validez del estudio y,
por ende, su estatus científico. Obviamente, Chomsky asume estas premisas al iniciar sus investigaciones que
determinan una nueva filiación de la lingüística (lejos de las Ciencias Sociales) en el marco de las Ciencias
Naturales. Este hecho y sus formulaciones respecto del conocimiento lingüístico provocan una ruptura
epistemológica y un desplazamiento en el objeto de estudio de la lingüística, con impacto en las otras
ciencias. En ese marco, y para sustentar metodológicamente su propuesta, Chomsky se basa en las
concepciones de Galileo, quien consideraba que se puede “sustituir” el mundo real por medio de
construcciones teóricas y elaborar modelos abstractos del universo; estaba convencido del carácter abstracto
de la estructura de la naturaleza, por lo que consideraba a la ciencia como una explicación deductiva de
relaciones, con la capacidad de formular generalizaciones.
Chomsky estudia, entonces, el conocimiento lingüístico y los dispositivos de adquisición de una lengua,
específicamente, a través del funcionamiento de la mente en términos de mecanismos cerebrales. Para ello,
construye teorías explicativas abstractas que involucran idealizaciones; dicho recurso le permite comprender y
explicar la arquitectura del lenguaje cuya sede está en la mente. Ahora bien, “el estilo de Galileo” le permite a
Chomsky estudiar
las “propiedades del cerebro” para descubrir cuáles son los mecanismos de la mente que exhiben dichas
propiedades. Y como no se sabe mucho acerca de la “realidad física” de esos mecanismos (no se puede
comprobar empíricamente que exista un “órgano” del lenguaje), sólo se pueden elaborar hipótesis deductivas
que junto con idealizaciones específicas guían la investigación.
La propiedad de la mente descrita por la GU es característica de la especie humana: es la misma facultad
lingüística para todos los hablantes, no hay variaciones de esta en los seres humanos. Por ende, todos
adquieren y aprenden la lengua sin diferencias.
Gramática Universal (2 posibles definiciones), Lengua E y Lengua I
● Gramática universal: conocimiento que un individuo tiene de la gramática de una lengua anterior a la
confrontación con los datos de la experiencia, Chomsky comparala GU con otros sistemas del cerebro
humano equiparables a la visión, lo motriz,desde este punto se supone que la mente está formada por
diferentes módulos que interactúan entre sí.
● Gramática universal: Chomsky define a la GU como la caracterización de la facultad lingüística
genéticamente determinada que se encuentra ubicada en un módulo de la mente/cerebro y constituye la base
para la adquisición del lenguaje. Es decir que la GU es el estado inicial S(O) de la Lengua-I; a esta última se
arriba luego de una experiencia apropiada y de pasar por estadios intermedios hasta que se accede a un
estado estable S(S) en el que se incorpora esa Lengua-I.
Se dice que Chomsky plantea un objeto de estudio real, por eso se habla de una vuelta al realismo, este
objeto de estudio es la Lengua Interiorizada (dependiente del estado mente-cerebro), esto se contrapone a
los enfoques estructurales, los cuales se centran en lo que ahora se denomina Lengua Exteriorizada
(independiente del estado mente-cerebro).
Chomsky marca un desplazamiento de objeto de estudio desde la Lengua E a la Lengua I. Benveniste y
Austin x ej basaron sus estudios en la Lengua E, en cambio el al centrarse en lo cerebral estudia la lengua I.
La lengua exteriorizada dice Chomsky, es un objeto de estudio artificial, construido por el lingüista, es un
sistema de conductas exterior al sujeto, en cambio la lengua interiorizada se entiende en forma dependiente
del estado mente-cerebro. Esta lengua I es el dominio mental de la persona que sabe el lenguaje, es
entendida como una estructura mental, un objeto real de investigación, por esto hablamos de una vuelta al
realismo.
En el terreno de la lingüística, el estudio de la gramática generativa chomskiana implica un desplazamiento del
estudio del lenguaje como conducta / comportamiento al estudio de los mecanismos internos que producen
esas conductas, el lenguaje como conocimiento innato, propio de la especie humana. Esto es, un
desplazamiento de la Lengua-E a la Lengua-I.
Lengua E: Es una convención social, un objeto de estudio construido por el lingüista, a diferencia de la
Lengua I planteada por Chomsky que viene a ser una estructura mental, un elemento de la mente de la
persona que conoce la lengua. La L.E es un constructo artificial mientras que la L.I es considerada como un
objeto real (órgano mental).
La L.E viene a ser un sistema externo, ya que es concebido independientemente de las propiedades de la
mente/cerebro y la L.I es una representación interna debido a que estudia el sistema de conocimiento
lingüístico obtenido y representado EN la mente/cerebro.

Diseños de lenguaje
Del Problema de Platón se desprende que la tarea esencial del programa generativo es encontrar los
elementos básicos (más simples y más económicos) que conforman la Lengua-I. Pero para llevar adelante
esto lo que hay que mostrar es que los mecanismos mediante los cuales se explica la facultad de lenguaje,
son lo suficientemente ricos, extensos, numerosos, como para poder describir y explicar no sólo todas las
lenguas humanas sino la variedad, las diferencias entre ellas. Y esto es así porque para poder encontrar y
formular estos principios es necesario describir la mayor cantidad de gramáticas posibles que corresponden a
las lenguas posibles.
Por lo tanto, la formulación definitiva de los principios deviene como consecuencia de un estudio descriptivo
de las distintas lenguas. En este sentido es que Chomsky plantea que los dispositivos proporcionados por la
teoría de la GU son adecuados para la tarea descriptiva. Pero como se supone que la arquitectura del
lenguaje que reside en la mente es muy simple, la teoría lingüística que la diseña también es simple, por eso
los elementos
de la Lengua-I son "básicos".
Lo que se debe poder explicar es que, guiado por esos principios que conforman la GU, un hablante expuesto
a los datos selecciona una y sólo una gramática como correspondiente a la gramática de su propia lengua.
Esto es, cualquiera de nosotros como hablantes del español, hablamos español porque, guiados por los
principios de la GU, nos enfrentamos a los datos del español y la interacción de esos principios con "esos"
datos determina una sola gramática como la gramática correspondiente al español.
Por lo tanto, se habla de adecuación descriptiva en dos niveles: por un lado deben ser los principios
descriptivamente adecuados, pero también deben ser las gramáticas descriptivamente adecuadas. Esto es, la
adecuación descriptiva nos lleva no sólo a enriquecer los principios sino también a describir exhaustivamente
la mayor cantidad posible de gramáticas a través de reglas y dispositivos específicos. La adecuación
descriptiva atañe a la gramática, entendiendo por gramática, repetimos aquí, la teoría de una lengua. Así "una
gramática es descriptivamente adecuada para una lengua particular en la medida en que describe
correctamente esa lengua"
En cambio, la adecuación explicativa atañe a los principios de la GU y, por lo tanto, a la teoría de la GU. Así
"una teoría de la GU cumple la condición de adecuación explicativa" en la medida en que proporciona
gramáticas descriptivamente adecuadas bajo las condiciones límite establecidas por la experiencia.
En el Programa Minimalista, Chomsky se preocupa por encontrar la mejor teoría para explicar la arquitectura
del lenguaje, el diseño del órgano que reside en la mente. En este sentido, se replantea algunas cuestiones ya
consideradas dentro del Programa, pero que habían estado subordinadas: la simplicidad, la elegancia, la
economía y la no redundancia.
Es así que Chomsky encauza el problema de la mejor teoría que explique las propiedades de la facultad del
lenguaje a través de la “Optimidad”. Esta noción se despliega en dos niveles:
● Las computaciones deben ser óptimas en tanto deben ser las más económicas, por tanto, una expresión
lingüística es un objeto construido de un modo óptimo (nivel sustantivo).
● La optimidad debe considerarse en relación con el diseño del lenguaje: es decir cuál es el mejor camino,
metodológicamente, para proceder a explicar la arquitectura de la facultad del lenguaje (nivel metodológico).

En conclusión, en los dos niveles mencionados, la optimidad se constituye por cuestiones de simplicidad y
economía: “dos relaciones primitivas son peores que una, dos niveles son mejores que cuatro; en suma, más
es peor, menos es mejor”. La facultad del lenguaje (el órgano lingüístico) constituye un sistema cognitivo (que
almacena información) compuesto por un sistema computacional y un Léxico. Dicho sistema computacional, a
partir de los rasgos que selecciona del Léxico, genera derivaciones (estructuras sintácticas) con sonido y
significado, a través de dos niveles de representación:
Forma Fonética (FF) y Forma Lógica (FL). El primer nivel se relaciona con los aspectos articulatorios y
fonológicos; y el segundo, con los aspectos del significado. A esas expresiones generadas acceden los
Sistemas de actuación (sistemas autónomos, externos -en tanto no forman parte del órgano del lenguaje, pero
están en la mente-) denominados Sistema articulatorio-perceptual (A-P) y Sistema conceptual-intencional (C-I)
a través de los cuales se representa el mundo. En consecuencia, el órgano del lenguaje está en interfaz (es
decir, en interacción) con estos sistemas externos que imponen “Condiciones de Legibilidad” a las
representaciones fonéticas y semánticas generadas por la facultad del lenguaje. Esto significa que las
expresiones lingüísticas para ser utilizables deben poder ser leídas por estos sistemas externos: el A-P “lee”
las instrucciones asociadas con el sonido, y el C-I, aquellas asociadas con el significado.
Ambos sistemas tienen un diseño específico que les permite interpretar ciertas propiedades y otras no, por
esa razón imponen Condiciones de Legibilidad a las computaciones de la facultad del lenguaje, que deben
proveer expresiones con FF y FL apropiadas.
En relación con el Léxico, se puede señalar que está compuesto por ítems léxicos, es decir, conjuntos de
rasgos especificados en forma innata (fonológicos, semánticos y categoriales/formales/sintácticos) (Cf.
Respuesta 1). Dichos ítems léxicos se combinan y generan expresiones lingüísticas complejas (sintagmas u
oraciones).
En resumen, la facultad del lenguaje tiene que satisfacer condiciones externas de legibilidad impuestas por la
interfaz; por tanto, las expresiones lingüísticas deben ser la realización óptima de dichas condiciones y las
operaciones computacionales se deducen y se justifican en base a esa demanda externa.

Principios y parámetros
En el Modelo de la década del 80, Chomsky establece que la GU está constituida por Principios y Parámetros.
Es decir que, como parte de la herencia biológica hay leyes comunes, fijas, invariantes e independientes de
una lengua particular, que constituyen la base para la adquisición del lenguaje. Estos son los Principios. Por
otra parte, esas leyes comu, opciones específicas de cada lengua particular, que se establecen en el proceso
de adquisición del lenguaje. Los parámetros se fijan de acuerdo con la experiencia a la que un sujeto está
expuesto. Por ejemplo: la diferencia entre la adquisición del español o del inglés como lengua materna por
parte de un hablante está determinada biológicamente (en el cerebro, están los principios de todas las
lenguas) y se produce la adquisición de una u otra, según la experiencia lingüística proporcionada (que es la
que fija los parámetros del español o del inglés).
Lo que propone es que la GU consta de principios y parámetros, los principios son leyes, condiciones
comunes a todas las lenguas, fijos, invariantes e independientes de una lengua particular. Estos principios
están asociados a un parámetro, o también podemos decir que los principios toman forma a través de un
parámetro.
La metáfora de los interruptores: "Podemos pensar a la facultad de lenguaje como una compleja e intrincada
red asociada con una caja interruptora que consiste en un conjunto de interruptores que pueden estar en una
de dos posiciones. A menos que los interruptores se fijen de un modo u otro, el sistema no funciona. Cuando
se establecen en alguna de las dos opciones permitidas, el sistema funciona de acuerdo con su naturaleza,
pero de un modo diferente dependiendo de cómo se hayan fijado los interruptores. La red fijada es el sistema
de principios de la gramática universal, los interruptores, los parámetros fijados por la experiencia. Los datos
presentados al niño que está aprendiendo una lengua deben bastar para establecer los interruptores de un
modo u otro. Cuando los interruptores se fijan el niño dispone de una lengua particular y conoce los hechos de
esa lengua: por ejemplo, que una determinada expresión tiene un determinado significado".

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