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Ficha número I de Historia Argentina I.

América: de los Austrias y Borbones.

1) Concepto de autonomía.
2) Confeccione un cuadro comparativo entre el proyecto de los Austrias y de los Borbones.
3) Sostenga los argumentos por los cuales le permite afirmar “que los Borbones son monarcas
propios del s. XVIII.

1) Autonomía, definición: Un territorio autónomo se caracteriza por ser dependiente de un estado nación, pero que
a la vez este tiene su propia constitución jurídica, política y social, las cuales no deben contraponerse con las del
estado al cual se subordina.

Desde el reinado de los Habsburgo, al igual que sucedió con los reyes católicos, el territorio americano posee
carácter autónomo, sometido en primer lugar al reino de Castilla. Luego con Carlos I este comienza a formar
parte de los reinos de ultramar, por lo cual, los reyes respetan su autonomía política y categoría jurídica que la
ubicaba en una relación de pares con los reinos peninsulares.
De allí, la creación de un órgano supremo por parte del rey, para el gobierno de ese reino, el Consejo real de
indias, en 1524 con jurisdicción en todo el nuevo mundo. Tanto en el orden político como legislativo/ judicial
militar o religioso.

2) A) Austrias:

I) Noción y unidad territorial. América era una unidad territorial integrada a una nación dependiente
directamente del monarca.
II) Noción y unidad política. Durante el gobierno de los Austrias se consideraba que el rey recibía el poder del
pueblo como legado. La soberanía absoluta pertenecía a Dios y estaba por El dada al pueblo y no al rey.
Suarez afirma, “El soberano tiene por fin inmediato garantizar el bien común al pueblo, de manera que el
hombre no está sometido a los fines del Estado sino que este, está sometido a los fines del hombre”. Aquí se
considera a América como un reino de ultramar con autonomía propia, sujeta al control del consejo real de
indias, creado en 1524.
 Frenos y contra-frenos: Ningún funcionario monopoliza la autoridad, sino que deben controlarse
mutuamente y a través de él, se avisa el abuso de poder.
 Juicio de residencia o visitas: Los funcionarios ponen a consideración de la comunidad su función.
Con respecto al juicio en sí, se recibía ocasionalmente visita de un inspector o inspectores que
controlaban la actuación de otros funcionarios locales.

Cabe decir, que los cabildos eran la expresión más acabada de la voluntad soberana de la comunidad.

III) Nación y Economía: Estos desarrollaban la economía mercantilista, donde se ponía el acento de las riquezas
en el metálico (oro y plata) acumulado. Como se requería de la intervención estatal para asegurar esa
acumulación, de allí nace el monopolio aplicado al cambio. A su vez, la casa de contrataciones estaba
subordinada al Consejo de Indias. Modificando su composición y atribuciones de acuerdo a las necesidades
que imponían el crecimiento e interés de América. La Casa de Contrataciones tenía su sede en Sevilla y
contaba con un juzgado dependiente del puerto de Cádiz. A la vez, se establece el sistema de flotas y
galeones y el sistema de puerto único.

El monopolio encarecedor, fue un incentivo para promover el autoabastecimiento y la manufactura de cada


región.

B) Borbones

El iluminismo impulsó la implementación de una nueva modalidad de gobierno basada en las reformas del
liberalismo. Así vemos, Progresismo liberal supremacía del estado, el cual es distinta al concepto de nación,
en tanto el concepto se relacione con la comunidad que la sustenta.

1) Estado y Territorio.

Aquí se establece, en primer término una diferenciación jerárquica de territorios:


 Los que componen el Estado o la Metrópoli peninsular.
 Los subordinados al Estado o colonias como América.

2) Estado y Política.

Respondían al derecho divino, los Borbones se hacían llamar “Amos del Estado”. Subordinando a ello la
existencia de la nación.
Aquí puede observarse que se centra en la teoría del Despotismo Ilustrado, el cual aplicaba la teoría de
división de poderes y se evocaban a la centralización administrativa para mejor control del estado. Por lo
cual, se divide al estado en una trama de ministerios y secretarías. Se disuelve el consejo real de indias y se
crea el despacho universal de indias.

2.1) División de poder y de funciones.

a) Reordenamiento territorial: Se sumarán a los virreinatos ya existentes, México y Perú, los de Nueva
Granada en 1718, el de Rio de la Plata 1776, Capitanías generales de Venezuela en 1777 y el de Chile en
1778.
b) Régimen de intendencias: En detrimento de la nobleza, pasa al frente la burguesía para cumplir con las
labores del estado.

En 1782, Carlos III, instaura nuevas entidades políticas, las intendencias. Estos funcionarios monopolizaban
el control económico, se manejaban de manera autónoma con respecto de los virreyes, quienes se vieron
afectados por la reducción de facultades en sus funciones.

También se reduce la importancia de los cabildos.

3) Estado y economía:

Se pasa del mercantilismo al liberalismo, un modelo económico individualista basado en la competencia y en la


iniciativa privada.

América pasa a ser consumidora y proveedora de la metrópoli. Carlos III en 1778 dicta el reglamento de libre
comercio entre España y América. Comienza a desarrollarse una pluralidad de puertos, Trece en España,
Veinticuatro en América, entre ellos Montevideo y Buenos Aires.

En lo referido a la iniciativa privada se ponen en marcha:

a) Campañas por acciones con privilegios reales; las más importantes fueron: La compañía de Caracas y la real
compañía de comercio de la Habana.
b) Buques de Registro; los buques mercantes registrados en la casa de contrataciones podían comerciar con
diversos puertos americanos.
Se acabó con el sistema de flotas y galeones.

3) Uno de los puntos que hacen a los reyes Borbones monarcas del s. XVIII, es el hecho de que comienzan a
utilizar una nueva modalidad de gobierno basada en la reforma liberal. Así como también, se establece la
diferencia entre estado y nación, otro punto es lo referido a la división de poderes en diversas secretarías y
ministerios. En el sector económico, estos pusieron fin al mercantilismo para dar paso al liberalismo económico,
el cual, era un modelo económico individualista, basado en la competencia y la iniciativa privada. Estableciendo
por ejemplo: libre comercio entre España y América. Así como también la pluralidad de puertos.
Guía de lectura N. 2.

Fichas de Historia Moderna siglos XVI, XVII y XVIII, B.S. A.S. universidad libros, 2000. Cap. III.

I) Introducción:

En el siglo XVI se pone de manifiesto una nueva manera de concebir al hombre a través del individualismo.
En el siglo XVII se intentan encauzar los conflictos heredados y se avanza en la consolidación de un nuevo
orden a partir del afianzamiento de los sistemas políticos de los Estados. La cosmovisión del mundo
moderno alcanzó su punto culminante en el siglo XVIII. De la pugna entre lo viejo y lo nuevo, lo tradicional
y revolucionario se nutría la mentalidad contemporánea.

II) Desarrollo.

 Identifique y analice cada uno de los elementos fundamentales del marco filosófico que
contribuyeron a cimentar el individualismo.
 Justifique porque podemos afirmar que la mentalidad reformista influyó profundamente en el
iluminismo.

 Fundamente porque “El despotismo ilustrado fue la unión de lo viejo y lo nuevo, es tradicional y lo
revolucionario…”

 Relacione el tratado de Utrecht con el nuevo planteo geopolítico del siglo.

Consolidación de la mentalidad individualista.

Marco Filosófico:

Racionalismo: Dicho concepto conformó la doctrina que establecía el primado de la razón como instrumento
exclusivo y excluyente para la aprehensión del conocimiento. Sobre el particular, debemos recordar que el
espíritu racionalista no conformaba un fenómeno novedoso de la época que intentamos abordar sino que se
convirtió en una supervivencia de la mentalidad del siglo XVII. El elemento innovador para el presente siglo
fue su radicalización, es decir, que dicho racionalismo era mencionado a ultranza por el hombre del s. XVIII
El instructor de esta noción de racionalidad en la concepción del hombre moderno fue Renato Descartes. Por
su parte, el hombre del s. XVIII enfatizo este contenido filosófico al consagrar el absolutismo de la razón
como componente inherente a la búsqueda de la verdad.
 Cabe destacar que el racionalismo del siglo XVIII superó al del siglo precedente dado que adquiría
matices netamente individualista. Dicho sesgo individualista se estructura a partir de la imposibilidad
del acceso al conocimiento de Dios. Esta afirmación permite resaltar que la razón humana se probaba
incapaz de comprender la realidad divina, la cual le resultaba inaccesible e inaprehensible justamente
por haberse erigido en único vehículo del conocimiento.
 Sin desmedro de lo anterior, es al mismo tiempo posible distinguir una segunda faceta de este
racionalismo individualista, El Deísmo. Este era un claro desprendimiento del papel protagónico que
jugaba la razón en el tiempo histórico que intentamos analizar y el mismo se deducía del intento por
sobrevalorar las explicaciones provenientes de causas solo accesibles a través de la razón humana. En
tanto se consideraba al entendimiento humano como único argumento explicativo de verdades de
orden supra racional, la religiosidad adquiría un fundamento moralmente mundano perdiendo todo
carácter sobrenatural.

La ruptura entre Fe y Razón.

Dicha realidad cobraba vida a partir de las repercusiones del proceso reformista alemán, el cual consagraba desde
inicios de la modernidad el divorcio entre fe y cultura.

 Podemos advertir que del racionalismo individualista del s. XVIII se desprendía la disociación entre los
conceptos de filosofía y escolástica. De allí que podemos afirmar que la ruptura entre fe y ciencia era heredera
de la dicotomía primigenia entre Fe y Razón. El iluminismo no hacía más que consagrar esta realidad largamente
evidente para el espíritu moderno.
El aporte concreto del s. XVIII a este concepto consistió en operar una formal de la ciencia escolástica por la
noción de ciencia experimental, esta nueva concepción del quehacer científico basados en la noción de
autoridad, característicos de la cosmovisión medieval.
Hay que observar, dos fenómenos que influyeron en la separación entre Fe y Razón.
a) El ateísmo propio del siglo XVIII.
b) La influencia de la mentalidad reformista en la cosmovisión iluminista.

Individualismo propiamente dicho o antropocentrismo.

Cabe puntualizar que se evidenciaba una clara evolución del individualismo humanista y reformista de comienzos de la
modernidad, hacia un individualismo de corte ilustrado. La concepción del hombre como animal racional de épocas
precedentes se conjugaba con la pugna por el éxito en todos los aspectos de la vida, a fines de la modernidad. Como
resultado de dicho proceso, el hombre del siglo XVIII era profundamente individualista a partir de la creencia en el
propio poder de la razón.

El individualismo convertía al hombre en un ser cosmopolita capaz de desarrollar una firme tendencia hacía el
subjetivismo, dicho subjetivismo hundía sus raíces en la comprensión de la propia naturaleza a la luz de los
descubrimientos científicos.
Este es propio del s. XVIII, el cual, perseguía como objetivo la búsqueda de la felicidad terrenal; aunque ello conllevase
el empleo de una poderosa cuota de ambición y de soberbia. Poseía como propósito la regeneración de la humanidad
para lo cual se intensificaron en esta etapa los estudios sobre el ser humano. En consecuencia partiendo de este
individualismo arribamos al concepto de antropocentrismo acérrimo.

Iluminismo.
Este constituyó un movimiento ideológico que se vertebra como construcción intelectual de la citada centuria.
Destacaba el valor de las “luces” de la razón con la finalidad de ilustrar la mente humana y elevarla hacia la aprehensión
del conocimiento.

El pensamiento ilustrado constituía un fenómeno a sistemático, realidad que hacía referencia a su carencia de un cuerpo
doctrinal homogéneo. Por el contrario, el iluminismo se nutría del aporte de diversos teóricos que en su conjunto pueden
ser incluidos en dicha categoría. De este modo podemos afirmar que el pensamiento ilustrado ofició de “puente cultural”
entre la mentalidad de la modernidad y la era contemporánea.

Una serie de postulados dieron forma a este cuerpo de ideas, a saber:

 La primacía de la razón. X
 La noción de progreso. X
 La búsqueda de la felicidad. X
 La religión natural. X

Con respecto a la búsqueda de la felicidad, los iluministas creían que sólo se alcanzaría la felicidad plena con la
obtención de la verdad. Vemos que Hazard sostiene: “Pensar libremente es una felicidad en sí, y además un medio de
organizar la vida hacia la felicidad.” Con respecto, a la religión natural, aquí se hace referencia al Deísmo y por ende al
rechazo del hombre iluminista del s. XVIII de la religión y la aceptación de la razón como deidad y como camino hacia
la luz y la verdad.

Afirmamos que la mentalidad reformista del s. XVI tiene una fuerte conexión con el iluminismo del s. XVIII ya que se
produce en este siglo un quiebre en la mentalidad tradicional. Esto se debe a que el s. XVIII plasmó un
resquebrajamiento de la mentalidad tradicional, anteriormente esbozada por la mentalidad reformista. Por consiguiente,
la reforma favorecía el ideal laico de la vida y la negación de la vida religiosa; como así también propiciaba la
reconciliación del afán de lucro y la religión disociada en el espíritu medieval. A partir de este proceso de acumulación
de capitales y del deseo de racionalidad imperante, se estructuró el ideal de vida del hombre del s. XVIII.

Antes que nada cabe decir, que el despotismo ilustrado está definido en el texto de Mariana Pazos, como la práctica
arquetípica del siglo XVIII cuyo espíritu se resumía en el lema “Todo para el pueblo, pero sin el pueblo”.

Dicho enunciado hacía referencia a los móviles de este nuevo estilo político de la época, a saber: encarar una franca
política de racionalización del estado; que excluyera toda posible consideración del beneficio de la población.

Afirmamos que hay presencia, aquí, de una doble naturaleza, antigua y nueva, en este organismo racional de base
estatal. Los elementos viejos consistían en el fenómeno del absolutismo monárquico, cuyas notas distintivas se fueron
delineando paulatinamente hasta alcanzar su apogeo en el siglo XVII. Por su parte, el aporte novedoso lo constituía una
profunda política de corte reformista, tendiente a sistematizar las funciones del Estado Nacional, bajo el principio de la
racionalidad, muy en boga en la época aludida.

Esto lo realizaron a través de una serie de reformas: político/administrativas, económicas, religiosas, educativas. El
despotismo ilustrado benefició un progresivo incremento de la libertad individual. De esta manera, la práctica política
del siglo XVIII se convirtió en el marco teórico que nutría el proceso revolucionario francés de 1789.

En el tratado de Utrecht se integraba el sistema de paces que consagraron el fin de la guerra de sucesión española 1700-
1713, cuyo origen primordial radicó en la cuestión sucesoria. Ya que muerto el soberano español Carlos de Habsburgo,
y al no haber dejado descendencia, era el último de los Austrias. En virtud de esto, la guerra de sucesión comprometía a
las potencias europeas. Con la firma del tratado de paz, Felipe V duque de Anjou, se convirtió en el primer Borbón en
acceder al trono.

Las cláusulas de dicho tratado, garantizaron la imposibilidad de reunir las coronas de Francia y España, bajo un mismo
cetro. Además sistematizaron una serie de concesiones territoriales mutuas, en favor de los países beligerantes. Sin
embargo, el acontecimiento de manifiesta importancia consistió en legalizar la existencia de un nuevo orden europeo.
Dicha concepción, se convertía en el garante del crecimiento de Inglaterra, la potencia más favorecida por las
disposiciones de paz.

En definitiva, el nuevo orden que establecía el tratado de Utrecht era de índole estratégico/comercial, puesto que se
sustentaba en el dominio de los mares por parte del coloso británico. A través del Estado, Inglaterra construyó un
imperio y extendió una amplia red comercial cuyo centro de convergencia era el interés británico; y cuyo radio de
alcance en este momento era el escenario mundial.

Cabe decir, que estamos en condiciones de postular que los componentes políticos, filosóficos, teóricos y geopolíticos
se encontraban ya presentes para realizar una paulatina transición de la mentalidad de la modernidad a la mentalidad de
los tiempos contemporáneos.

Guía número 3.
- BARBERO, M.Inés “El nacimiento de las sociedades industriales en Arostegui, Julio, Buchrucker, Cristian y Saborido, Jorge
(Directores), El mundo contemporáneo: historia y problemas , Madrid, Biblos Crítica, 1999, Cap.1 (Puntos 1 a 5)

Cap. 1, puntos 1 a 5:
1. Caracterice las diferencias entre mundo pre-industrial e industrial, según los autores.
2. Identifique los diversos sentidos otorgados al término "revolución industrial" en el texto y la definición brindada
por los autores.
3. Identifique las tres oleadas de revolución tecnológica aludidas en el texto.
4. Caracterice las formas tradicionales de producción industrial y la "industria fabril".
5. Analice el caso histórico británico de industrialización, en base a las siguientes categorías: a- economía británica,
b- proceso de cambio tecnológico, y c- impacto de la industrialización.
6. Compare el modelo británico y el proceso de industrialización de Europa continental. Ejemplifique con el caso
francés.
7. Analice el papel del Estado y del capital bancario en el proceso aludido.
8. Analice el fenómeno de la llamada "2° Revolución Industrial", teniendo en cuenta las siguientes variables: a-
transportes y comunicaciones, b- innovación tecnológica, y c- nacimiento de la gran empresa.
9. Enuncie los objetivos y características del Taylorismo y del Fordismo como nuevas "organizaciones científicas
del trabajo".
10. Compare los procesos de industrialización en Alemania, EEUU, y los países de industrialización tardía.
11. Enuncie los hitos principales de la evolución de la economía mundial hasta 1914.

GUIA DE LECTURA 4:

Los Borbones y la política del “Estado Eficiente”

 Lynch. El sistema de Intendencias en el Virreinato del Río de la Plata, Bs. As, Eudeba, 1962.
 Ferrer, A. La economía argentina. 2º ed., Bs. As., Fondo de Cultura Económica, 1990.
 Reglamento y aranceles para el Comercio Libre de España e Indias.

Consignas:

1- Según Lynch, detecte y enuncie las diferentes atribuciones de los funcionarios públicos en el sistema virreinal
y su vinculación con el concepto de “eficiencia administrativa”.

2- Enuncie por lo menos una decisión vinculada al concepto de “eficiencia administrativa” en la gestión de cada
uno de los virreyes del Río de la Plata.

3- Fundamente los diversos ecosistemas que enuncia Ferrer en relación a la “eficiencia económica”. (X)
4- Fundamente porqué el Reglamento de Comercio Libre refleja la política de los Borbones. (X)

X= NO ESTA LA RESPUESTA (HAY QUE BUSCARLA).

1) La ordenanza de intendentes dividió el virreinato del Rio de la Plata en diversas unidades políticas, sobre las que
podía ejercer mayor supervisión real por medio de funcionarios con poderes bien definidos.
La corona reconoció la necesidad de agrupar el territorio en forma eficiente y más simple de esta forma abreviar
la distancia entre los organismos centrales de gobierno y las comunidades más alejadas. La creación del
virreinato de Nueva Granada, poco antes en ese siglo, y la del Rio de la Plata en 1776, fueron importantes
mojones de un proceso, que recibió su definición más precisa en la ordenanza de intendencias.

a) Gobernadores y Corregidores.

Antes de las reformas de 1776 y 1783, las jurisdicciones locales eran regidas por los llamados gobernadores o
corregidores. Si bien no había una diferenciación sustancial entre ambas, dice el autor, pero mientras en el Rio de la
Plata, Paraguay y Tucumán, hubo siempre Gobernadores, Cuyo y los distritos del Alto Perú fueron mandados por
Corregidores. Aunque sí existen diferencias empíricas entre ambos cargos. El distrito administrado por un Gobernador
era por lo general de mayor extensión territorial que el que regía el corregidor, llamado Corregimiento. Su jerarquía era
más elevada, ya que su jurisdicción no se hallaba sometida a ninguna ciudad. Este también podía cumplir funciones de
capitán general de su distrito.
A pesar de estas diferencias los deberes de estos eran prácticamente similares. Tenían dos atribuciones de gran calibre:
1) Política. 2) Judicial.

Eran las autoridades políticas más elevadas del distrito, subordinados al Virrey del Perú y al presidente de Charcas,
también eran jueces superiores.

En materia política tenían amplias facultades para tomar decisiones y emprender la acción; ciertos poderes de
nombramiento; presidir los cabildos. La función de estos empleados era supervisada por la audiencia de Charcas.

Como jueces superiores del distrito, estos funcionarios eran magistrados de considerable categoría que tenían
conocimiento en las causas de gobierno en materia de derecho militar y en los casos civiles y criminales más
importantes. Eran jueces de primera instancia en el distrito dependiente de su capital y jueces de apelación de los fallos
de los magistrados municipales.

Este gobierno provincial fue modificado en 2 oportunidades por las ordenanzas de intendentes. La ordenanza dividió el
virreinato del Rio de la Plata en 8 intendencias que tomarían el nombre de las ciudades capitales donde residirían los
intendentes. Con la provincia del Rio de la Plata, se creó la intendencia de Bs. As. Titulada Intendencia General del
ejército y de la provincia. Las demás intendencias tenían la jerarquía de intendencias provinciales. (Como por ejemplo:
Paraguay con capital en Asunción)

Una real orden del 06 de junio de 1788, explica al Virrey Vertiz, la necesidad de tal división, debido a las grandes
distancias existentes. En donde la división quedó establecida de la siguiente manera: a) Salta como capital de la
provincia, que comprendía Jujuy, San Miguel de Tucumán, Santiago del estero y Catamarca. Mientras que la otra era
Córdoba, capital de provincia con la Rioja, Mendoza, San Luis y San Juan.

b) Intendentes y Superintendentes:

Estos se hicieron cargo en sus provincias de los 4 departamentos.

a) Justicia. X
b) Administración General. X
c) Hacienda. X
d) Guerra. X

Con la debida subordinación y dependencia del Virrey. Aunque el virrey fuera el superior político y militar de los
intendentes en materia de finanzas estos eran responsables ante el superintendente de Bs. As. Quien, además de ser
intendente común en su propia provincia era también jefe financiero del virreinato y como tal, directamente responsable
ante Madrid. Todas las antiguas unidades políticas del virreinato, los corregimientos y otros tipos de gobierno, serían
suprimidos cuando quedaron vacantes o cuando los funcionarios existentes completaron su período de 5 años en el
cargo. El perfecto funcionamiento de la ordenanza dependía de la calidad de los mismos intendentes y, a su vez, la
corona adopto numerosos recursos para que esto se llevara a cabo.

El encargado de nombrar a los intendentes era el MONARCA. El virrey sólo podía nombrarlo en caso de repentino
fallecimiento del intendente anterior y en ese caso, el nombramiento era solo temporario hasta que llegara el señalado
por el rey. De todas maneras se le recomendaba al virrey que escuchara la opinión de la audiencia y del superintendente
antes de actuar.

Para lograr el funcionamiento satisfactorio de las intendencias la monarquía, quiso romper la tradición de los
funcionarios mal remunerados y asignar a los intendentes, salarios proporcionales a su jerarquía y deberes. Que los
alejaría de las tentaciones de corrupción y mantendría la dignidad de los mismos. El sueldo de estos se estableció en
10.000 pesos para los superintendentes y de 6.000 pesos para los intendentes de provincia.

El instrumento clásico en la administración colonial española para supervisar los actos de los funcionarios distantes, era
la residencia o examen judicial de su conducta al concluir el período de su cargo, por un comisionado designado
especialmente. Este recurso fue dedicado a los intendentes mediante las ordenanzas. Aunque prácticamente no se
utilizó, sólo 4 intendentes fueron sometidos a juicio, sin que ninguno de ellos se viera comprometido. El resto fue
considerado poseedor de “Buena reputación”, ya que estos eran exceptuados por el rey. La jerarquía del cargo, el sueldo
eran atrayentes, por lo que cada vez que había una vacante para una intendencia, se presentaban en un gran número de
postulantes.

El material humano de donde se podía elegir era limitado, el hombre debía llamar la atención real, ya sea por influencias
en las cortes o bien por una brillante foja en el servicio del rey. Vemos que estos eran elegidos entre la clase media o
bien entre los rangos menores de la aristocracia.

Para los nombramientos políticos que exigieron alguna autoridad o responsabilidad, no se confiaba aún en los súbditos
nacidos en América.

Como jefes de los departamentos de justicia los intendentes tenían que desempeñar diversas funciones. Presidían todas
las reuniones municipales o funciones públicas en sus capitales. Se les encomendaba estudiar cuidadosamente las leyes
de indias para proporcionar una buena administración de justicia. La jurisdicción contenciosa en materia de real
hacienda fue transferida al conocimiento exclusivo de los intendentes en su respectiva provincia.

La función del superintendente de Bs As, fue suprimida en 1788 y sus facultades fueron traspasadas al virrey, el cual
desde este momento tendrá mayor poder, puesto que no solo se ocupará de resolver casos militares sino que tendrá
jurisdicción sobre aquellos casos que se ocupaba antiguamente el superintendente.

Los intendentes reemplazaron también a los gobernadores en la jurisdicción sobre asuntos militares, en lo que se refería
a abastecimiento de tropas a estos se le daban atribuciones administrativas (abastecimiento, transporte, paga, alimento,
armamento, etc.)

Por último los intendentes tenían jurisdicción sobre asuntos eclesiásticos que formaban parte del Derecho secular, como
actuar como jueces de primera instancia en todos los casos de recaudación de limosnas impuestas por la bula de
cruzadas, con apelación ante la junta superior y en los casos de exfolio, o sea de bienes dejados por prelados, su
apelación se llevaba a la audiencia del distrito.

Tambien tenían que ejercer el llamado vicepatronazgo, exceptuando el de Bs As que era ejercido por el virrey.
C) Gobernadores Militares:

Estos se diferencian de los anteriores, en que mientras los intendentes se hacían cargo de los 4 departamentos y ejercían
el vicepatronato real en sus distritos, los primeros sólo tenían jurisdicción en materia de guerra, policía y justicia. En las
finanzas los gobernadores militares de Montevideo dependían del intendente Bs. As. Y el gobernador de Misiones del
de Bs. As. Y del de Asunción. Los gobernadores de Mojos y Chiquitos estaban subordinados en materia de real
hacienda al superintendente y en los problemas económicos (industria, agricultura y comercio) a la audiencia de
charcas.

D) Subdelegados:

Para auxiliarlo en la administración local el intendente tenía subordinados, llamados subdelegados. Estos se ocupaban
de la real hacienda en general pero también eran comandantes de armas. Vemos que combinaban sus poderes fiscales y
administrativos con los de jefe de milicia. Estos eran los ejecutores de las órdenes del intendente en los 3 deptos. De
administración general, hacienda y guerra. Tenían asimismo, autoridad para atender casos contenciosos en materia de
real hacienda y guerra pero sólo hasta prepararlos para el dictamen judicial, estado en que debían someterlos al
intendente de la provincia para su conocimiento.

E) Jurisconsultos:

En lo que respecta a la justicia civil o criminal los intendentes carecían de verdaderos atributos jurisdiccionales pues
solo ejercían este poder por medio de los tenientes letrados o asesores, creados precisamente para ejercer por ellos la
“Jurisdicción sobre litigios civiles y criminales en la capital de su territorio particular”.

Estos llamados jurisconsultos, eran también asesores ordinarios para todos los negocios administrativos de la
intendencia y ejercían la autoridad del intendente en su ausencia. Estos eran nombrados por el rey, entre 3 candidatos
presentados por el consejo de indias, eran nombrados por un período de 5 años, aunque el rey podía prolongarlo si lo
deseaba o lo consideraba conveniente y a su vez, no podían ser removidos sin causa.

2) Una de las decisiones que muestra la eficiencia administrativa que se buscaba en el virreinato fue la división del
virreinato del río de la plata en 8 intendencias que tenían por nombre el de la ciudad capital donde residirían los
intendentes. Con la provincia del Rio de la Plata se creó la intendencia de Bs As. Titulada Intendente General del
ejército y de la Provincia.
Fuentes:
 Reglamento y aranceles para el comercio libre de España e Indias.
 El tratado Apodacca-Canning.

Reglamento y aranceles para el comercio libre de España e Indias

El Reglamento de libre comercio con América de 1778, cuyo nombre completo es Reglamento y Aranceles
Reales para el Comercio Libre de España a Indias, fue promulgado por el rey Carlos III de España el 12 de octubre de
1778 en el marco de las reformas borbónicas, con el fin de flexibilizar el monopolio comercial español existente, y para
lo cual abrió al comercio 13 puertos de España con 27 de Indias.

A partir del descubrimiento de América la corona española estableció el llamado Monopolio Comercial Español
como sistema de comercio con las Indias.

Por decretos reales de 10 de enero y 14 de febrero de 1503 se creó la Real Casa de Contratación de Indias, fijando su
sede en Sevilla, con el fin de fomentar y regular el comercio y la navegación con el Nuevo Mundo. Su denominación
oficial era Casa y Audiencia de Indias y estableció un asiento que monopolizó toda la actividad mercantil entre España y
América.

Las políticas económicas monopólicas provocaron tensiones entre los distintos actores económicos del Imperio español.

El férreo dominio del comercio ultramarino gaditano se mantuvo como tal hasta 1680, cuando se estableció que los
barcos procedentes de América pudieran despachar tanto en Cádiz como en Sevilla.

Dentro de la paulatina y lenta implementación de las reformas borbónicas, tendientes a aplicar políticas económicas de
librecambio comercial, la Casa de la Contratación se trasladó oficialmente a Cádiz en 1717.

Un primer paso hacia la liberalización comercial fue el decreto de libre comercio de 1765 que autorizó el comercio
interno entre 5 islas del Caribe: Cuba, Santo Domingo, Puerto Rico, Trinidad y Margarita, con nueve puertos de la
metrópoli: Cádiz, Sevilla, Málaga, Alicante, Barcelona, Cartagena, Santander, La Coruña y Gijón, eliminándose
también los derechos de palmeo.

En 1768, las nuevas normas reservadas al Caribe se hicieron extensivas también a Luisiana y, en 1770, a Yucatán y
Campeche. A comienzos de 1778, se abrieron al comercio libre, Perú, Chile y el Río de la Plata; en España, Almería,
Tortosa, Palma de Mallorca y Santa Cruz de Tenerife en Canarias.
El Reglamento

El 12 de octubre de 1778 el rey Carlos III firmó el Reglamento de libre comercio, que bajo las directrices del
ministro José de Gálvez redactaría Francisco de Saavedra, culminando el proceso de librecambio iniciado en 1765.

En su introducción expone las intenciones y finalidades de su dictado:

“Como desde mi exaltación al Trono de España fue siempre el primer objeto de mis atenciones y cuidados la
felicidad de mis amados Vasallos de estos Reinos y los de Indias, he ido dispensando a unos y otros, las muchas gracias
y beneficios que deben perpetuarse en su memoria y reconocimiento. Y considerando Yo, que sólo un Comercio, libre y
protegido entre Españoles Europeos, y Americanos, puede restablecer en mis Dominios la Agricultura, la Industria y la
Población a su antiguo vigor...”

El reglamento estaba compuesto por 55 artículos, amplió la libertad de comercio, habilitó a 13 los puertos
metropolitanos: Sevilla, Cádiz, Málaga, Almería, Cartagena, Alicante, Tortosa, Barcelona, Santander, Gijón, La Coruña,
Palma de Mallorca y Santa Cruz de Tenerife y a 24 puertos americanos: San Juan de Puerto Rico, Santo Domingo,
Monte-Christi, Santiago de Cuba, Batabanó, La Habana, Isla de Margarita, Trinidad, Campeche, Golfo de Santo Tomás
de Castilla, Omoa, Cartagena de Indias, Santa Marta, Río de la Hacha, Portobelo, Chagres, Tierra Firme, Montevideo,
Buenos Aires, Valparaíso, La Concepción, Arica, Callao y Guayaquil.

Se excluyó a Venezuela hasta 1788, para proteger los intereses de la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas, que se
disolvió en 1785 y a México, por el temor de que la prosperidad de este territorio provocara la despreocupación hacia
otras zonas menos activas, lo que iba contra la idea rectora del proyecto. El 29 de febrero de 1789 se amplió el comercio
libre a México. Se acompañaba con los aranceles que fijaban los precios oficiales de los productos y los impuestos a
pagar. La liberalización fue sólo relativa y la expresión no se justificaba más que en comparación con los monopolios y
las prohibiciones totales del período precedente. Apuntaba a desarrollar los intercambios entre España e Hispanoamérica
pero dentro de un marco de protección y vigilancia.

Esta disposición fue continuada por el rey Carlos IV mediante el decreto de barcos neutrales de 1797, por el que se abrió
el comercio americano a otros países de Europa. Uno de los objetivos del reglamento fue proteger a los súbditos
peninsulares y americanos contra la creciente competencia extranjera, prohibiéndose el transporte de ciertos productos,
cuando no eran nacionales y estableciéndose un sistema arancelario diferente para productos extranjeros y nacionales.

Consecuencias del Reglamento

Crecimiento de los flujos comerciales

Entre 1778 y 1796, la nueva política provocó un inmediato y duradero ascenso de las importaciones americanas. Entre
1779 y 1782, el comercio aumentó un 50 % y entre 1782 y 1787, la progresión alcanzó una media anual del 389%, con
picos que alcanzaron hasta el 600 %. Hubo también periodos menos favorables, influidos por la coyuntura internacional
tras la independencia de Estados Unidos y, de manera más duradera, a partir de 1793.

En el periodo 1796 a 1808, la coyuntura internacional cambió radicalmente a raíz de algunos acontecimientos
internacionales, como el Tratado de Basilea firmado entre España y Francia en 1795, la declaración de guerra de
Inglaterra en 1796 o el bloqueo del puerto de Cádiz en 1797.
Una parte de la historiografía piensa que el Reglamento respondía a un programa previo, que tenía como objetivo el
desarrollo económico del país. Otros por el contrario piensan que la disposición respondía únicamente al deseo de la
Corona de aumentar los ingresos públicos.

La irrupción de estas nuevas políticas fue el hecho económico más significativo de la época y permitió la incorporación
de los productos españoles a Europa. Valencia, Barcelona y Bilbao se convirtieron en grandes puertos comerciales.
También se unió Madrid con la red de puertos, y se crearon fábricas reales que introdujeron la elaboración de
manufacturas a gran escala. Uno de los efectos de este proceso fue la progresiva especialización productiva de las zonas
de la península.

El tratado Apodacca-Canning.

El tratado Apodaca-Canning entre España y el Reino Unido fue firmado por el comandante español Juan José
Ruiz de Apodaca y Eliza y el ministro de exteriores británico George Canning el 14 de enero de 1809.

El 24 de mayo se constituyó la Junta General del Principado de Asturias en Oviedo, con el marqués de Santa
Cruz de Marcenado como presidente. El día 25 la Junta declaró la guerra a Napoleón. Esta Junta creó una comisión para
solicitar apoyo de Inglaterra, en la que estuvieron Andrés Ángel de la Vega Infanzón y José María Queipo de Llano y
Ruiz de Saravia. Salieron en barco desde Gijón el 30 de mayo y el 12 de junio, en Londres, el ministro de Exteriores,
George Canning, aseguró su apoyo por escrito. Inglaterra mandó a Asturias al mayor general sir Thomas Dyer, con
otros dos oficiales, para ayudar a la resistencia española.

El 27 de mayo de 1808, bajo la presidencia del prestigioso ex-secretario de Estado Francisco de Saavedra, se creó la
Junta de Sevilla, calificándose a sí misma como «Suprema Junta de Gobierno de España e Indias». El 6 de junio, la
Junta, bajo la presidencia de Saavedra, emitió la Declaración de Guerra al Emperador de Francia, Napoleón I.
Decidieron enviar al militar Adrián Jácome de Ricardos, adepto al duque de Kent, y al comandante general de la
escuadra del Océano, Juan Ruiz de Apodaca, a Londres a buscar la alianza con los ingleses. Estos salieron el 17 de junio
del puerto de Cádiz en el navío inglés La Venganza. Al mismo tiempo envió a Cádiz a Eusebio de Herrera y Rojas,
Pedro de Creus y Jiménez y Enrique Macdonell para hablar con el almirante Cuthbert Collingwood. También se estudió
que Inglaterra ayudase a evacuar a los soldados españoles de la expedición española a Dinamarca, que habían sido
enviados allí hace meses para ayudar a Napoleón. En el barco La Venganza iba también Rafael Lobo, al que se le dio la
orden de pasar al Báltico para intentar ayudar a las tropas en territorio danés. La comisión llegó a Londres el 14 de julio
de 1808, donde también estaban los delegados de Asturias desde hace un mes.

En septiembre de 1808 se formó la Junta Suprema Central y Gubernativa del Reino en Aranjuez. Se componía de
representantes de las juntas que se habían formado en las provincias españolas, incluida la Junta de Sevilla. No obstante,
la Junta se vio obligada a desplazarse hasta Extremadura. El 16 de diciembre la Junta Central se desplazó a Sevilla.

El tratado
El 14 de enero de 1809 Apodaca firmó con Canning en Londres un tratado por el cual se establecía la paz entre
España y el Reino Unido y su alianza contra Francia.
Este tratado fue ratificado por la Junta Central, con sede en Sevilla, el 15 de febrero y por Jorge III de Inglaterra
el 10 de marzo. El 21 de marzo se canjearon en Londres las ratificaciones.

El 21 de marzo de 1809, en Londres, se añadió al tratado que el Reino Unido y España tendrían facilidades
comerciales:

“No permitiendo las circunstancias actuales el ocuparse en la negociación de un tratado de comercio entre las
dos partes con aquel cuidado y reflexión que merece un asunto de tanta importancia; las Altas partes contratantes se
convienen mutuamente en tratar esta negociación luego que sea practicable hacerlo; prestándose en el entretanto
facilidades mutuas al comercio de los vasallos de ambas potencias por medio de reglamentos provisionales y
temporales, fundados en los principios de recíproca utilidad. El presente artículo tendrá la misma fuerza y validación
como si estuviera insertada palabra por palabra en el tratado de paz, amistad y alianza firmado en Londres el día 14
de enero de 1809. En fe de lo cual los nos infrascritos plenipotenciarios en virtud de nuestros respectivos plenos
poderes, hemos firmado el presente artículo añadido, y hemos hecho poner en él los sellos de nuestras armas”.

Hecho en Londres el día 21 de marzo de 1809. Juan Ruiz de Apodaca. Jorge Canning

Guía de lectura número 5:

- LEVAGGI, A. Confederación y federación en la génesis del Estado argentino, Bs.


As., Universidad de Buenos Aires, 2007.Introducción y Cap. II, III, IV y V

a) Introducción

- Analice las consideraciones planteadas por el autor para los vocablos federación-confederación y enuncie las
cuestiones conexas que plantea abordar.

b) Capítulo II: REVOLUCIÓN DE MAYO Y DERECHOS DE LAS CIUDADES

- Relacione las premisas teóricas que enuncia el autor y relaciónelas con la situación planteada a partir de 1810.

c) Capítulo III: PARAGUAY Y BANDA ORIENTAL

- Enuncie y analice los elementos distintivos de los conceptos federación-confederación .Los casos de Paraguay y la
Oriental.

d) Capítulo IV: DÉCADA DE 1810 EN LAS PROVINCIAS UNIDAS

- Fundamente porqué el autor le asigna carácter “polisémico” a las palabras federación y confederación. Compare
los casos asamblea de 1813 y Congreso de Tucumán.
A) Concepto de Retroversión de la Soberanía: Esta es una doctrina jurídica por la que, en ausencia de una
autoridad soberana, es el pueblo el que reasume su soberanía y encarga el poder de gobernar a un organismo
designado al efecto.
A su vez, La primera premisa plantea, la discusión en torno a la retroversión de la soberanía a los pueblos o
ciudades del virreinato ante la ausencia del rey en su cargo en la metrópoli y a la vez, si esta soberanía debía
caer en manos de una supuesta nación rioplatense o en cada pueblo del virreinato.
Cabe decir, que la soberanía de los pueblos los hacía a todos, equivalente e iguales borrando todo tipo de
supremacías y jerarquías, comenta el autor. A la vez, esto perjudicaba a ciertas provincias como Bs. As., que
habían gozado de ciertos privilegios.
De todas maneras existía un propósito, en ciertos sectores, de mantenerse unidos para formar un estado
mediante una constitución.
Cabe decir que hasta ese momento mantendrían una coordinación que llevaría a una forma confederal,
mediante tratados y pactos.

La discusión planteada en 1810, versa en sí la soberanía debe ser devuelta a Bs. As. Como capital del
virreinato que esta era, o bien si vuelve está a la ciudad. Dicha soberanía significaba el cuidado de la
autoridad y la potestad real.
Cabe decir, que Mariano Moreno, en defensa de Bs. As., sostenía que la soberanía siempre debía
pertenecerle a un pueblo en singular y que la misma era indivisible. Vemos que, exigía la subordinación de
las provincias.
A la vez, la junta se atribuía el título de depositaria de la soberanía nacional y heredera de la autoridad del
virrey, al menos hasta la formación de un congreso constituyente.

B) Revolución de mayo y derechos de las ciudades. (primera parte contestada en la respuesta anterior)
Reconocimiento del derecho de los pueblos. Lo que plantea es cómo se tomó durante el mes de mayo de
1810, en las distintas asambleas “¿Dónde descansaría la soberanía, ante la acefalía del trono español?”. En
un primer momento se expone que esta se concentraría en la autoridad del virrey Cisneros, pero ante la
vuelta del rey, esta retornaría a la corona. El objetivo era buscar la forma de gobierno que mejor se
establezca para este territorio.
Debate sobre la subsistencia del régimen de intendencias. Se plantean dos premisas: ¿Debían las ciudades
sometidas continuar subordinadas a la capital y todas a la capital virreinal? O bien si ¿todas habían adquirido
la plena libertad de gobierno a sí mismas? Jose Luís Romero, expone que el más grave problema
posrevolucionario fue el enfrentamiento entre las viejas capitales y las regiones del interior de cada
virreinato. Problema que se expresó por la adhesión al centralismo o al federalismo.

C) Capítulo III: PARAGUAY Y BANDA ORIENTAL.

Primero vamos a dar el significado de las palabras “Confederación” y “Federación”.


Confederación: Alianza entre distintos estados, se veía en ella el paso previo para alcanzar la formación del
Estado federal.
Federación: Esta es la unión entre provincias que se consideran pares, pero cada una mantiene sus formas.
Estas, a su vez, van a delegar parte de esa soberanía al poder central.
Cabe decir, que a comienzos del siglo XIX, en el Río de la plata, no se establecía una diferenciación
conceptual entre las palabras Federación y Confederación.
Hemos dicho anteriormente, que las bases del apoyo de la revolución eran estrechas: las dudas de los
cabildos en dar su conformidad al movimiento de mayo y enviar sus diputados a la junta lo prueban, la
reacción realista en Córdoba, aunque abortada, también lo pone de manifiesto. Cabe decir, que en el caso
tanto de la Banda Oriental, como en el Alto Perú, era de una total hostilidad mientras que Paraguay
demostraba una gran indiferencia. La junta consideró indispensable que los gobiernos de las intendencias y
ciudades del interior estuviesen en manos de absoluta confianza en cuanto a la realización de los objetivos
revolucionarios.
Cabe decir, que los mandatarios del nuevo gobierno se buscaron entre personas de Bs As. Vemos que este
procedimiento aseguraba la unidad de acción revolucionaria, hería en cambio los sentimientos localistas tan
arraigados en nuestras provincias.
La existencia de gobernadores porteños en Córdoba, Salta y Charcas, así como la presencia de un salteño en
el gobierno de Cuyo, no hicieron sino crear la imagen del avasallamiento de los derechos y prestigios locales
por un gobierno “de porteños” que pretendía arrogarse por sí, para la ciudad capital, la totalidad de los
poderes virreinales.
Podemos observar, que en el caso de Paraguay, para estos la palabra “Confederados”, no es derivada de
“Confederación”, en relación al sentido y alcance de la misma, sino que simplemente quiere decir, “Liga o
Alianza”, Vemos que para el autor, los paraguayos acudieron a este término para ocultar su verdadera
intención, la cual era la total independencia, que no podían proclamar abiertamente. En el tratado del 12 de
octubre, habían precisado la voz Confederación, tal como la entendían, como un simple tratado de Paz, liga o
alianza militar, que les aseguraba la tan deseada independencia.
El caso de la Banda Oriental era distinto. Aquí no había una distinción clara entre las voces Federación y
Confederación, vemos que esta era una especie de aquella. Se distinguían, sí, las formas políticas, pero
debieron transcurrir varias décadas hasta que cada una adquiriera su nombre propio.
Puede inferirse que, en esos años el plan fue pasar de la Confederación de pueblos soberanos al Estado
Federal. Paraguayos y Orientales, con mayor claridad los segundos, abrigaban auténticos sentimientos de
unidad nacional, en sentido Histórico/Cultural. La unidad política era una meta a alcanzar de manera
pactada.

D) Capítulo IV: DÉCADA DE 1810 EN LAS PROVINCIAS UNIDAS.

Para Levaggi, resulta claro que hoy en día “Federación” y “confederación” son dos conceptos bien
diferenciados para la doctrina constitucionalista: La federación es una forma de estado que supone una
soberanía compartida entre la nación, con jurisdicción general, y las provincias que la integran, con
jurisdicción local. Mientras que la confederación, es una asociación de estados independientes, con soberanía
propia, que se unen a través de un tratado, para lograr determinados fines comunes en el plano internacional.
El autor destaca que dichos términos recién gozaron de distinción terminológica a mediados del s. XIX y que
anteriormente tanto los estados federales como los confederales eran designados con el mismo término de
“Federación”. Para llegar a esta conclusión se remonta a los primeros tiempos de la historia política
occidental. Entendiendo que la palabra Federación era sinónimo de Confederación, Levaggi propone una
relectura del proceso post/revolucionario, sobre las bases de las siguientes premisas.

1) Para la mayor parte de la opinión pública contemporánea a la revolución de mayo, incluyendo tanto a
“unitarios” y “federales”, la acefalía del trono español no fue sucedida por una soberanía dividida en cada
una de las ciudades que componían el antiguo virreinato.
2) En consecuencia, luego de la revolución de mayo, cada una de las ciudades recuperó su igualdad respecto
de las otras y tenía libertad de decidir sobre su destino.
3) Sin embargo, había existido un sentido histórico-cultural que llevo a las ciudades a establecer una
relación de coordinación de tipo “confederal”, legislada a través de pactos o acuerdos de voluntades que
requerían decisiones unánimes.

Por lo que, el autor expone que ambas palabras tienen carácter polisémico, ya que en la primera década del s. XIX aún
no se había establecido una diferencia formal entre ambos términos. Sino que se los utilizaba para asignar o hacer
referencia a una mera asociación.

Alberdi, a su vez, interpretó que el termino confederación era el nombre que se le daba a la nación rioplatense. En el
afán de justificar el concepto de “Confederación Argentina” adoptado por la constitución de 1853. Alberdi se equivocó,
dice Levaggi, puesto que el término que remplaza al de virreinato del Rio de la plata, no es el de confederación, sino el
de Provincias Unidas del Rio de la Plata o del sur, esta es una expresión asociada al sistema confederal.

Guía de lectura número 6: Revolución de Mayo.

- Chiaramonte, J.C.: Autonomía e Independencia en el Río de la Plata, 1808-1810, Historia Mexicana, Vol. LVIII,
2008.

- Sierra, V: Filiación Ideológica de la Revolución de Mayo. Serie de Historia de América nº 3.

Consignas:

1) Detecte y vincule en los autores los siguientes conceptos: autonomía, legitimidad, soberanía, representatividad,
sujeción.

2) Fundamente las siguientes afirmaciones:

a) ¿Por qué se avala en el texto de Chiaramonte la tesis de Julio V. González según la cual:

“La Revolución de Mayo de 1810 habría sido prolongación de la Revolución española iniciada por los levantamientos
contra la invasión francesa.”

b) De qué naturaleza habla Halperin Donghi cuando hace mención a que las Juntas en el caso rioplatense se formaron
“…sobre un terreno relativamente preparado para iniciativas autonómicas en el marco de la monarquía”.

c) Según Sierra porqué la Revolución de Mayo no puede ser considerada un hecho local.
1) Conceptos de: a) Autonomía, b) Legitimidad, c) Soberanía, d) Representatividad, e) Sujeción.

a) Autonomía: Es un territorio que se caracteriza por ser dependiente del Estado Nación pero que a la vez
posee su propia constitución política, jurídica y social, las cuales no deben ir en contra de la del estado madre
al cual se subordinan. Vemos que la Indias o estados americanos, eran considerados autónomos primero con
los Austrias y luego también con los Habsburgo. Estos con Carlos III comienzan a formar parte de los reinos
de ultramar por lo que la corona respeta su autonomía política y categoría jurídica que los ubicaba en una
relación de paridad con reinos peninsulares.
b) Legitimidad: En mayo de 1810 la decisión sobre la forma legítima que debía asumir el gobierno local frente
a la acefalía del trono era una cuestión central.

Se habían producido en España y en sus colonias en esos años una circulación de ideas estimuladas en las
lecturas que no siempre provenían de textos prohibidos, sino también con frecuencia de otros autorizados por
la monarquía como resultado de esa efervescencia intelectual, una de las cuestiones que comentaron el
interés público era la de la constitución, fuese la antigua const. O lo que comenzaba a ser imaginada por
algunos y con eso, la de los derechos de los súbditos de hacer valer el viejo principio del consentimiento.
Luego de lo ocurrido en Bayona aflora inmediatamente esta norma del pueblo del consentimiento por el cual,
el príncipe no tiene derecho a enajenar su reino sin consentimiento de sus súbditos. Por parte de estos
últimos, americanos, fundamentará otro argumento central para la legitimación de la constitución de
gobiernos locales; el de que nada obliga a acotar autoridades peninsulares (junta central del reino, consejo de
regencia) constitucionales sin consentimiento de los pueblos americanos.

C) Soberanía: Cabe decir, que los hispanoamericanos no eran soberanos completamente. En esta época el invocar a la
soberanía popular, como había hecho la junta de Bs As, no implicaba un propósito independentista, ya que esas juntas
estaban formadas por elites políticas que actuaban con pretensiones soberanas, aunque en parte de ellas se ejerciera esa
soberanía de manera transitoria, esto es, proclamando una recuperación de la soberanía del monarca con el propósito de
devolución cuando este retornara al trono. En otros términos, sería una representación de la soberanía del monarca
cautivo, como lo aclara la junta de Bs. As. El 27 de mayo de 1810. Cabe decir, que Andrés Bello, en su manual de
Derecho de Gentes en 1832, resumiendo lo que Emmet Vattel había escrito en 1758, expone una enumeración de lo que
en esa época se contaba con carácter o calidad soberana. Entre los que ubicaba a aquellos estados ligados a otras más
poderosas, por distintos motivos, ya sea por alianza desigual, las que pagan tributo a otro estado, los fiduciarios y los
federados.

D) Representatividad: Esta contestada en la respuesta anterior.

E) Sujeción: Como hemos dicho anteriormente el príncipe no tiene derecho a enajenar su reino sin consentimiento de
sus súbditos. Esto producto de lo que exponía el principio de consentimiento fundamentó otro argumento central para la
legitimación de la constitución de gobiernos locales. El de que nada obliga a acatar autoridades peninsulares
constituidas sin consentimiento de los pueblos americanos. Por otra parte, los españoles americanos recurrieron al
argumento de que el pacto de sujeción que regía a esos pueblos era el convenido con el monarca y no con la nación
española. Esta interpretación del nexo de subordinación al descomponerse la legitimidad del poder sobre las colonias
reclamado por las autoridades peninsulares, proporcionaba el argumento necesario para formular la doctrina de la
retroversión de la soberanía.

2) a) ¿Por qué se avala en el texto de Chiaramonte la tesis de Julio V. González según la cual:

“La Revolución de Mayo de 1810 habría sido prolongación de la Revolución española iniciada por los
levantamientos contra la invasión francesa.”

Dicha tesis se apoyaba en antecedentes sucedidos en España a través de la formación de diversas juntas. Estas
noticias llegaron a la colonia y aquí comenzó a hablarse de la posibilidad de imitar lo sucedido en la metrópoli
formando también órganos de gobierno propio.

Vemos así que el caso de las colonias hispanoamericanas, lo sucedido en la península establece un nexo con el
movimiento independentista, más que nada por la formación de juntas de gobierno propias como la de Bs As de
1810, esto es lo que fortalece la parcialmente acertada tesis de J. V. González.

b) ¿De qué naturaleza habla Halperin Donghi cuando hace mención a que las Juntas en el caso rioplatense se
formaron “…sobre un terreno relativamente preparado para iniciativas autonómicas en el marco de la
monarquía”?

Las juntas surgen estimuladas por el ejemplo de las españolas de 1808, se forman, como afirma Halperin
Donghi, sobre un terreno relativamente preparado para iniciativas autonómicas en el marco de la monarquía.
En el caso rioplatense esa iniciativa tiene una naturaleza particular. Ya que el debilitamiento español por las
guerras europeas y en especial tras lo sucedido en Trafalgar, transformó el reinado de Carlos IV en un
reinado poco grato, que a la vez produjo entre otras cosas, un debilitamiento de la organización defensiva del
Rio de la Plata frente a la previsible irrupción Británica que se produjo finalmente en 1806. El
acontecimiento provocó la emergencia de fuerzas locales en el núcleo de las que posteriormente respaldarían
las iniciativas provocadas por los sucesos de 1808. Así mismo constituyó a la emergencia de un fuerte
sentimiento de orgullo local.

C) Sierra afirma que no puede comprenderse a la revolución de mayo como un acontecimiento local. Puesto
que fue la expresión, en un determinado ámbito del imperio español de la crisis interna que aquejó a este
determinado su fraccionamiento. Por los mismos motivos inmediatos simultáneamente se produjo con ella la
Rev. De Caracas, o sea, una circunstancia que demuestra la vigencia de una causa que no se limitaba a Bs.
As. Otra característica singular es que desde nuestro Saavedra al mexicano Hidalgo y desde la junta de Bs.
As. A las juntas de Caracas, los que se pronuncian en América no son los conquistadores sino los
descendientes de conquistadores, de manera que no se puede hablar de emancipación de una conquista, como
habían podido hacerlo los descendientes de Atahualpa, Moctezuma, etc.

Fuente: Instrucciones de Artigas a los diputados de la Asamblea General Constituyente.

Artículo 1°: Primeramente pedirá la declaración de la independencia absoluta de estas Colonias, que ellas estén
absueltas de toda obligación de fidelidad a la Corona de España y familia de los Borbones y que toda conexión
política entre ellas y el Estado de la España es y debe ser totalmente disuelta.
Artículo 2°: No admitirá otro sistema que el de confederación para el pacto recíproco con las provincias que forman
nuestro Estado.
Artículo 3°: Promoverá la libertad civil y religiosa en toda su extensión imaginable.
Artículo 4°: Como el objeto y fin del Gobierno debe ser conservar la igualdad, libertad y seguridad de los Ciudadanos
y los Pueblos, cada provincia formará su gobierno bajo esas bases, a más del Gobierno Supremo de la Nación.
Artículo 5°: Así éste como aquel se dividirán en poder legislativo, ejecutivo y judicial.
Artículo 6°: Estos tres resortes jamás podrán estar unidos entre sí, y serán independientes en sus facultades.
Artículo 7°: El Gobierno Supremo entenderá solamente en los negocios generales del Estado. El resto es peculiar al
Gobierno de cada Provincia.
Artículo 8°: El territorio que ocupan estos Pueblos desde la costa oriental del Uruguay hasta la fortaleza de Santa
Teresa forman una sola Provincia, denominante la Provincia Oriental.
Artículo 9°: Que los siete Pueblos de Misiones, los de Batovía, Santa Tecla, San Rafael y Tacuarembó que hoy
ocupan injustamente los portugueses y a su tiempo deben reclamarse serán en todo tiempo territorio de esta
Provincia.
Artículo 10°: Que esta Provincia por la presente entra separadamente en una firme liga de amistad con cada una de
las otras para su mutua y general felicidad, obligándose asistir a cada una de las otras contra toda violencia, o
ataques hechos sobre ella o sobre alguna de ellas por motivo de religión, soberanía, tráfico o algún otro pretexto
cualquiera que sea.
Artículo 11°: Que esta Provincia retiene su soberanía, libertad e independencia, todo poder, jurisdicción y derecho
que no es delegado expresamente por la confederación a las Provincias Unidas juntas en Congreso.
Artículo 12°: Que el puerto de Maldonado sea libre para todos los buques que concurran a la introducción de efectos
y exportación de frutos poniéndose la correspondiente Aduana en aquel Pueblo; pidiendo al efecto se oficie al
Comandante de las Fuerzas de Su Majestad Británica, sobre la apertura de aquel Puerto para que proteja la
navegación o comercio de su Nación.
Artículo 13°: Que el Puerto de la Colonia sea igualmente habilitado en los términos prescriptos en el artículo anterior.
Artículo 14°: Que ninguna tasa o derecho se imponga sobre artículos exportados de una provincia a otra; ni que
ninguna preferencia sede por cualquiera regulación de Comercio o renta a los Puertos de una Provincia sobre las de
otras ni los Barcos destinados de esta Provincia a otra serán obligados a entrar a anclar o pagar Derechos en otra.
Artículo 15°: No permita se haga ley para esta Provincia sobre bienes de Extranjeros que mueren intestados, sobre
multa y confiscaciones que se aplicaban antes al Rey; y sobre territorios de éste mientras ella no forma su reglamento
y determine a que fondos deben aplicarse como única al Derecho de hacerlo en lo económico de su jurisdicción.
Artículo 16°: Que esta Provincia tendrá su Constitución territorial; y que ella tiene el derecho de sancionar la general
de las Provincias Unidas, que forma la Asamblea Constituyente.
Artículo 17°: Que esta Provincia tiene derecho para levantar los Regimientos que necesite, nombrar los oficiales de
Compañía, reglar la Milicia de ella para seguridad de su libertad por lo que no podrá violarse el derecho de los
Pueblos para guardar y tener armas.
Artículo 18°: El Despotismo militar será precisamente aniquilado con trabas constitucionales que aseguren inviolable
la Soberanía de los Pueblos.
Artículo 19°: Que precisa e indispensable sea fuera de Buenos Aires, donde reside el sitio del Gobierno de las
Provincias Unidas.
Artículo 20°: La Constitución garantiza a las Provincias Unidas una forma de gobierno republicana; y que asegure a
cada una de ellas de las violencias domésticas, usurpación de sus Derechos, libertad y seguridad de su soberanía
que con la fuerza armada intente alguna de ellas sofocar los principios proclamados. Y asimismo prestará toda su
atención, honor, fidelidad y religiosidad a todo cuanto crea o juzgue necesario para preservar a esta Provincia las
ventajas de la Libertad y mantener un Gobierno libre, de piedad, justicia, moderación e industria. Para todo lo cual,
etc.
Delante de Montevideo, 13 de abril de 1813. José Gervasio Artigas

Tratado del Pilar.


Pacto celebrado en la Capilla del Pilar entre los Gobernadores de Buenos Aires, Santa Fe y Entre Ríos el 23 de febrero
de 1820.
Convención hecha y concluida entre los Gobernadores D. Manuel Sarratea, de la Provincia de Buenos Aires, D.
Francisco Ramírez de la de Entre Ríos, D. Estanislao López de la de Santa Fe el día veinte y tres de Febrero del año del
Señor mil ochocientos veinte, con el fin de terminar la guerra suscitada entre dichas Provincias, de proveer a la
seguridad ulterior de ellas, y de concentrar sus fuerzas y recursos en un gobierno federal, a cuyo objeto han convenido
en los artículos siguientes:
Artículo 1° - Protestan las partes contratantes que el voto de la Nación, y muy particularmente el de las Provincias de su
mando, respecto al sistema de gobierno que debe regirlas se ha pronunciado a favor de la confederación que de hecho
admiten. Pero que debiendo declararse por Diputados nombrados por la libre elección de los Pueblos, se someten a sus
deliberaciones. A este fin elegido que sea por cada Provincia popularmente su respectivo representante, deberán los tres
reunirse en el Convento de San Lorenzo de la Provincia de Santa Fe a los sesenta días contados desde la ratificación de
esta convención. Y como están persuadidos que todas las Provincias de la Nación aspiran a la organización de un
gobierno central, se comprometen cada uno de por sí de dichas partes contratantes, a invitarlas y suplicarles concurran
con sus respectivos Diputados para que acuerden quanto pudiere convenirles y convenga al bien general.
Artículo 2° - Allanados como han sido todos los obstáculos que entorpecían la amistad y buena armonía entre las
Provincias de Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe en una guerra cruel y sangrienta por la ambición y la criminalidad de
los muchos hombres que habían usurpado el mando de la Nación, o burlado las instrucciones de los Pueblos que
representaban en Congreso, cesaran las divisiones beligerantes de Santa fe y Entre Ríos a sus respectivas Provincias.
Artículo 3° - Los Gobernadores de Santa fe y Entre Ríos por sí y a nombre de sus provincias, recuerdan a la heroica
Provincia de Buenos Aires cuna de la libertad de la Nación, el estado difícil y peligroso a que se ven reducidos aquellos
Pueblos hermanos por la invasión con que lo amenaza una Potencia extranjera que con respetables fuerzas oprime la
Provincia aliada de la Banda Oriental. Dejan a la reflexión de unos ciudadanos tan interesados en la independencia y
felicidad nacional el calcular los sacrificios que costará a los de aquellas provincias atacadas el resistir un Ejército
imponente, careciendo de recursos, y aguardan de su generosidad y patriotismo auxilios proporcionados a lo arduo de la
empresa, ciertos de alcanzar cuanto quepa en la esfera de lo posible.
Artículo 4° - En los Ríos de Uruguay y Paraná navegarán únicamente los Buques de las Provincias amigas, cuyas costas
sean bañadas por dichos Ríos. El Comercio continuará en los términos que hasta aquí, reservándose a la decisión de los
Diputados en congreso cualesquiera reforma que sobre el particular solicitaren las partes contratantes.
Artículo 5° - Podrán volver a sus respectivas Provincias aquellos individuos que por diferencia de opiniones políticas
hayan pasado a la de Buenos Aires, o de esta a aquellas, aun cuando hubieren tomado armas y peleado en contra de sus
compatriotas: serán repuestos al goce de sus propiedades en el estado en que se encontraren y se echará un velo a todo
lo pasado.
Artículo 6° - El deslinde de territorio entre las Provincias se remitirá, en caso de dudas a la resolución del Congreso
general de Diputados.
Artículo 7° - La deposición de la antecedente administración ha sido la obra de la voluntad general por la repetición de
desmanes con que comprometía la libertad de la Nación con otros excesos de una magnitud enorme. Ella debe responder
en juicio público ante el Tribunal que al efecto se nombre; esta medida es muy particularmente del interés de los Jefes
del Ejército Federal que quieren justificarse de los motivos poderosos que les impelieron a declarar la guerra contra
Buenos Aires en Noviembre del año próximo pasado y conseguir en la libertad de esta Provincia a la de las demás
unidas.
Artículo 8° - Será libre el comercio de Armas y municiones de guerra de todas clases en las Provincias federadas.
Artículo 9° - Los prisioneros de guerra de una y otra parte serán puestos en libertad después de ratificada esta
convención para que se restituyan a sus respectivos Ejércitos o Provincias. Artículo 10° - Aunque las Partes
contratantes están convencidas de que todos los artículos arriba expresados son conformes con los sentimientos y deseos
del Exmo. Sr. Capitán General de la Banda Oriental Don José Artigas según lo ha expresado el Sr. Gobernador de Entre
Ríos que dice hallarse con instrucciones privadas de dicho Sr. Excmo. Para este caso no teniendo suficientes poderes en
forma, se ha acordado remitirle copia de esta nota, para que siendo de su agrado, notable desde luego las relaciones que
puedan convenir a los intereses de la Provincia de su mando, cuya incorporación a las demás federadas, se miraría como
un dichoso acontecimiento.
Artículo 11° - A las cuarenta y ocho horas de ratificados estos tratados por la Junta de Electores dará principio a su
retirada el Ejército federal hasta pasar el Arroyo del Medio. Pero atendiendo al estado de devastación a que ha quedado
reducida la Provincia de Buenos Aires por el continuo paso de diferentes Tropas, verificará dicha retirada por divisiones
de doscientos hombres para que así sean mejores atendidas de víveres y cabalgaduras, y para que los vecinos
experimenten menos gravamen. Queriendo que los Sres. Generales no encuentren inconvenientes ni escasez en su
tránsito para sí o sus tropas, el Señor Gobernador de Buenos Aires nombrará un Individuo que con este objeto les
acompañe hasta la línea divisoria.
Artículo 12° - En el término de dos días o antes si fuese posible será ratificado esta prevención por la muy Honorable
Junta de Representantes.
MANUEL DE SARRATEA - ESTANISLAO LOPEZ - FRANCISCO RAMIREZ.
La Junta de Representantes Electores aprueba y ratifica el precedente tratado. Buenos Aires, a las dos de la tarde del día
veinte y cuatro de febrero de mil ochocientos veinte años.
Thomas Manuel de Anchorena; Juan J. C. de Anchorena; Vicente López; Antonio José de Escalada; Manuel Luis de
Oliden; Victorio García de Zuñiga; Sebastián Lezica; Manuel Obligado.
(En la edición del Registro Oficial de Santa Fe, se publica el siguiente agregado:)
Por tanto, y en conformidad de lo acordado por la misma Junta, se publicará por bando con la solemnidad conveniente,
iluminándose generalmente con tal plausible motivo las calles de esta Ciudad por tres sucesivas noches, que principiaran
por la del presente día, y cantándose en acción de gracias al Todo Poderoso en solemne Te Deum el Domingo 27 del
corriente, en la Santa Iglesia Catedral, con asistencia de las Corporaciones de la Provincia. Buenos Aires, Febrero 24 de
1820.
Hilario de la Quintana - Por mandato de S. S. José R. Basavilbaso.
(DOCUMENTOS RELATIVOS A LOS COMPROMISOS SECRETOS DEL TRATADO DEL PILAR: Orden del
Gobernador Sarratea para que el Comandante de la Sala de Armas entregue ochocientos fusiles y ochocientos sables, sin
especificar destino.) Buenos Ayres, Marzo 4 de 1820.
Tomándose razón de esta orden en el Estado Mayor Gral., y demás donde corresponde para su debida constancia y fines
consiguientes, entréguense por el Comandante de la Sala de Armas al Ciudadano D. Francisco Martínez ochocientos
fusiles de buena calidad y servicio, y de cuya inversión se me dará cuenta en oportunidad directamente por el expresado
D. Francisco Martínez. MANUEL DE SARRATEA.
GUÍA DE LECTURA 7.

- PEREZ, J... “Artigas, San Marín y los proyectos monárquicos en el Río de la Plata y
Chile (1818-1820)”, Buenos Aire, Misión, 1979. Cap. 5, 6,7.

1. Analice y enmarque la política del Directorio en los años 1819-1820 en el marco


de los sucesos regionales e internacionales
2. Fundamente en ese marco, las acciones del Directorio respecto a San Martín y
Artigas.
3. Enuncie los argumentos que permiten comprender las decisiones de San Martín
en el año 1819 respecto a su ideario político.
4. Analice la política de Artigas y el litoral.
5. Analice las implicancias del Tratado del Pilar en sus cláusulas públicas y
secretas.
Guía de lectura número 8.
Guía de lectura número 9

1. CHIARAMONTE, J.C. La cuestión regional en el proceso de


gestación del estado nacional argentino, Introducción a
Mercaderes del Litoral, Bs.As., F.C.E., 1991.

1.- Analice y relacione, según el autor los conceptos NACIÓN-CLASE


DIRIGENTE-PARTICULARISMO REGIONAL.

2.- Caracterice la provincia/región como unidad de análisis regional en


la Argentina.

3.- Enuncie las peculiaridades de las economías correspondientes a las


diferentes regiones de las provincias ante el fenómeno de la
independencia.

4.- Explique el rol del capital comercial en la expansión ganadera.


Ejemplifique con el caso de la Provincia de Buenos Aires.

1) Con respecto al concepto de nación Chiaramonte expone, que luego


de la independencia de 1816, debía llegar la hora de afrontar la
constitución definitiva de una nueva nación. La realidad, por otra
parte, fue el fracaso de este propósito. En donde expone que hasta la
caída de Juan Manuel de Rosas en 1852, la organización estatal
quedó reducida al mínimo y la nación continuó constituyendo un
enigmático proyecto.
Cabe decir, que este establece que la imposibilidad de la constitución
de esa nación era la falta de unidad efectiva entre las provincias, la
falta de una clase social dirigente de amplitud nacional, puesto que
expone que sólo había grupos dirigentes de alcance local.
A la vez, este también expone que la independencia se produce más
por el estado de crisis en el que se hallaban los imperios ibéricos que
por la presión ejercita por las clases dirigentes de ibero/américa,
puesto que, según el autor, este fenómeno sobreviene cuando el grado
de maduración de las mismas no puede trascender los Particularismos
regionales o bien, locales.
Otro de los factores que afecta el establecimiento de la “nueva nación” es justamente la
falta de un “ideal común” a la unidad nacional, pero otros se oponían a ella. El autor
otorga esto al particularismo regional.

2) Cabe decir que luego de la independencia, los fenómenos regionales


se desenvuelven en un escenario condicionado por una circunstancia
fundamental: El derrumbe de las viejas autoridades (Virrey,
audiencia, intendencias) el declive progresivo hasta su extensión de
la del cabildo y el deterioro de la iglesia que perderá ese papel
preponderante que mantenía en el período colonial. En este vacío de
poder que caracteriza la vida social de las provincias rebeladas contra
el estado español, dado el fracaso de las nuevas autoridades surgidas
a partir de mayo de 1810 en mayor parte de su cometido, el resultado
será la fragmentación política expresada en la existencia hacia 1826
de 14 provincias autónomas. Vemos que hay un breve lapso en el
cual las unidades políticas que suceden al dominio español, son más
amplios y reflejan la diferenciación política del ex virreinato. En el
interior en 1814 se crearon 4 intendencias en las cuales estaban: a)
Salta, Jujuy y Orán, b) Tucumán, incluye; Tucumán, Catamarca,
Santiago del Estero. c) Cuyo lo integran Mendoza, San Juan y San
Luis. d) Córdoba la integran; Córdoba y la Rioja.

Para 1815 el triunfo Artiguista produjo la constitución de la liga de los pueblos libres
que une a la Banda Oriental, Corrientes, Entre Rios, Santa Fe y Córdoba. Estas unidades
se mantienen durante muy poco tiempo. Las que serán las unidades menores
(provincias) que recorrerán un largo proceso hasta la unidad nacional, se van a ir
separando paulatinamente por ejemplo Salta se separa para 1815, tan solo un año
después de constituida la cuasi-unidad.

Cabe decir, que este análisis propone que la provincia, es en realidad la dimensión más
sólida, de lo que podemos llamar región en la Argentina en el siglo XIX. Se dice
provincia región, según el autor, sólo en la medida en la que se considera la existencia
de un espacio mayor que la engloba continuaron manteniendo a las provincias que
integrarían a la República Argentina.

Vemos que Chiaramonte expone que las estructuras más resistentes al proceso de
disolución que siguió a la independencia, las únicas que lograron afirmar condiciones
para continuar los procesos productivos y comerciales, las únicas capaces de establecer
un rudimento de organización social para mantener el orden, fueron esas unidades a los
que llamamos provincias.
Estas consistían en una ciudad que se encuentra unida a un área rural bajo su dominio,
el área urbana poseía cierta importancia por su pasado colonial como centro comercial o
político o ambas cosas, la cual poseía una concentración de elementos sociales (aunque
sean mínimas) que eran capaces de afrontar una administración, con vinculaciones en la
campaña.

Vemos que cuando los grupos sociales tradicionales fracasan en su intento de mantener
la estructura política, es decir, cuando su autoridad es importante ante los conflictos
sociales, dejará lugar al dominio de una figura individual, el caudillo o subsistirá
subordinado a él.

A la vez, otro punto de suma importancia según el autor, es el concepto de localismo; al


no existir relaciones continuas entre cualidades separadas por las distancias, la
diversidad económica y otros factores, sin poder contar con auxilios exteriores
inmediatos, se desarrolló, coincidiendo con ese aislamiento, un espíritu localista.

3) Hacia la época de la creación de Buenos Aires 1776, los territorios


que abarcaban al virreinato del Rio de la Plata, no eran otra cosa que
un extenso desierto con pocas centros poblados diseminados en torno
de diversos centros productivos o defensivos, unidos de forma
intermitente por las caravanas de carretas que movilizaba el comercio
o barridas por los malones indígenas, que practicaban otra forma del
mismo basada en el robo de ganado.

El fundamento de esa configuración lo constituía el dominio del


sector mercantil sobre la vida económica colonial. El capital
comercial cumple las funciones de movilizar las producciones
requeridos por el tráfico interregional y colocar las mercancías que
recibe de otras regiones o de la metrópoli.

Si bien los metales altoperuanos siguen constituyendo el objetivo primordial de orden


económico colonial, otras producciones van perfilando su futura importancia como
ocurre con los cueros del litoral. Tanto para la movilización de estos productos como de
otros necesarios a las economías locales, el sector mercantil desarrolla una función
dominante, al amparo del sistema de monopolio. Esta función consiste tanto en
proporcionar la estructura necesaria para la circulación mercantil, como el
financiamiento de las producciones locales, bajo las formas típicas de la época: créditos,
habilitaciones, préstamos propiamente dichos. En el primer caso el intercambio de
productos metropolitanos por la plata altoperuana, al amparo del sistema de monopolio,
constituye la principal función del sector rio platense. En el otro aspecto, el capital
comercial cumple las funciones de promover y sustentar la expansión de producción
mercantil.

El centro de esta red de funciones lo constituye la ciudad: Mercado para intercambio de


productos metropolitanos por el metálico o por aquellos productos que poseían una
demanda fuera del ámbito local.

En otros casos el dominio comercial opera a través de la propiedad de la unidad


productiva, como las manufacturas de curtido con mano de obra esclava de corrientes
locales controlaban el negocio de la exportación de ganado en pie a Chile y la
vitivinicultura mendocina o el tráfico de mulas a Salta.

Cabe decir, también que los grupos dominantes se habían transformado a través de
relaciones de parentesco, en un grupo a la vez mercantil y rural, que por ende dominaba
el comercio y no la producción ganadera y agrícola.

Si bien es cierto que el llamado particularismo provincial seguirá caracterizando la vida


económica y política rioplatense. El proceso independentista había sido acompañado
por una crisis de los viejos sectores mercantiles y un reemplazo de ellos en su función
dirigencial, siendo reemplazado en la economía así como en la política por los
dirigentes rurales. Allí realza la figura del caudillo.

Si bien Chiaramonte habla sobre la crisis del sector mercantil, no se refiere a una crisis
comercial en sí misma o que aquellos que se dedicaban a esta actividad dejen de
hacerlo, sino que se verán dominados por mercaderes externos, que comienzan a
acaparar la actividad como los comerciantes ingleses.

La economía provincial.

Chiaramonte dice que solemos referirnos a “economías regionales” cuando en realidad


hablamos de economías provinciales. Al no existir la nación, las unidades políticas
reales son las provincias y lo regional por lo tanto, más que ser expresión de
diferenciaciones internas a una unidad casi inexistente, es causa de una hipotética
integración de esas unidades menores (provincias).

¿Cuáles eran las economías correspondientes a esa configuración regional/provincial?


Litoral.

Luego de la guerra de independencia las provincias del litoral padecen graves efectos.
Santa Fe y Entre Rios se encuentran con su producción ganadera dramáticamente
disminuida y con su comercio debilitado y sin perspectiva. A la vez, ambas se irán
acercando cada vez más hacia la monoproducción.

Corrientes y Buenos Aires.

Corrientes por su parte intenta defender, sin mayores logros, las posibilidades de
expandir su más diversificada economía, Buenos Aires por su parte, vive la conjunción
de sus sectores comercial y ganadero en una notable expansión pecuniaria que sirve
tanto al mercado externo, cueros, carnes saladas y otros productos ganaderos, como al
mercado interno de carne para consumo.

Interior.

En cuanto a este sector, expone el autor, según lo que establece Halperin Donghi, las
consecuencias de la independencia son menores de lo esperado. Mejor preservado el
orden interno que en el litoral por la inexistencia hasta 1820 de guerras civiles
prolongadas y por la menor incidencia bélica de la disolución del poder nacional en ese
año, pudieron comenzar a corregirse las consecuencias de las guerras de la
independencia antes que en el litoral.

Sector Trasandino y chileno.


La guerra aisló al interior, que había funcionado como intermediario mercantil entre
Buenos Aires, el Alto Perú y Chile, desde 1817 la liberación de Chile y la recuperación
de la economía chilena le abre nuevamente el acceso al mercado trasandino. En el
transcurso de la década de 1820 resurge el comercio de exportación hacia el oeste de los
Andes.
Norte.

La recuperación se da, pero más limitada también en el norte. Los salteños intentan
desarrollar la ganadería y la agricultura y hasta buscar la salida atlántica, a través de la
negación del Bermejo y del Paraná, con escasas perspectivas. Cabe decir, que la
ganadería se extiende en las provincias de Córdoba, Santiago del Estero y Tucumán. A
la vez, hay un declive en la manufacturación de artesanías.

4) Cabe decir, que Chiaramonte expone que el papel del Capital comercial declina
cuando deja de someter al capital industrial, Vemos que la preeminencia de este último,
convierte al capital comercial en parte integrante del sistema capitalista, reducida a
captar el beneficio comercial como una parte del producto excedente de la producción
capitalista.

A la vez, el grupo económico que predomina en el negocio de la ganadería de


exportación era el de mercaderes extranjeros y nacionales, que en una buena porción del
mismo puede ser llamado mercader/estanciero.

La cuestión de Buenos Aires.

Vemos que Chiaramonte expone que sí hay algo que permita el acceso al nudo de la
cuestión nacional es la llamada “Cuestión de Buenos Aires”. Por una parte, la lógica de
la economía mercantil proveniente del período colonial tendía a ver la cuestión de Bs.
As. Como la de la necesaria eliminación de los privilegios políticos/económicos que
aquella disfrutaba.

Buenos Aires, dice el autor, era un “Mal inevitable” que era preciso controlar, ya que no
podía ser suprimido, debido a lo que Chiaramonte clasifica como “el problema de la
aduana”.

En primer lugar, la aduana constituía la fuente por excelencia de los recursos de la


provincia de Bs. As. Y por lo tanto del posible estado nacional. Entre 1822 y 1829 los
ingresos aduaneros representaron el 80 % de los ingresos de esa provincia.
La economía pecuaria bonaerense, propugnaba por el librecambio, al igual que las
provincias de Santa Fe y Entre Rios que poseían intereses similares. En cuanto favorecía
el intercambio con el exterior y posibilitaba reducir los costos de la explotación
ganadera por sus efectos sobre el consumo de la población, efecto que, además
contribuía a reducir tensiones sociales que podían emerger de la población urbana.

El problema de la aduana era aún más complejo. Las aspiraciones provinciales de


nacionalizarla prorrateando sus ingresos y manejando las tarifas con fines
proteccionistas encontraban obstáculos mucho más profundos que la resistencia de
Buenos Aires a resignar su privilegio de monopolio aduanero. Ya que, este problema no
puede formularse como el dominio físico del puerto sino que la nacionalización de la
aduana solo podía resultar de la nacionalización de la economía Argentina, esto es, dice
Chiaramonte, la formación de un mercado nacional.
Resumen; texto de Fradkin, ¿Que tuvo de revolucionaria la revolución
de independencia?

Hay algo que debemos aclarar antes que nada, los sectores que impulsaron la revolución
no fueron los elementos que luego se transformarían en sector dominante.

El texto plantea el interrogante de si hubo o no una revolución independentista en


América, a lo cual el autor contestará finalmente que si la hay, puesto que tras los
sucesos de la década del 10, se produce una gran transformación en varios sectores.
Ahora bien, lo que hay que aclarar es que no hubo un sentimiento “revolucionario” de
cambiar y derribar el poder político dominante, sino que tal hecho fue una
consecuencia.

A la vez, plantea que este interrogante comienza a discutirse en la década del sesenta y
el setenta, por lo cual expone que cada autor o expositor estaba imbuido de la realidad
de la época en la que vivieron y a la vez, muchas estaban muy cargadas de
anacronismos. En los años noventa, cambia el eje de la discusión y se comienza a hablar
sobre los sectores de los cuales partieron las iniciativas revolucionarias. Se planteaba
los siguientes interrogantes, si se trataba de sectores de elite o sectores subalternos y si
estos resultaron beneficiados luego de la revolución.

Cabe decir que el autor plantea que la revolución plantea transformaciones en diversos
sectores. A su vez, las décadas post revolucionarias acentuaran notablemente las
diferencias entre las provincias del litoral y del interior y en particular entre Bs As y el
resto.

En Buenos Aires, dice el autor, se extiende el trabajo asalariado puesto que hay una
gran extensión de tierra pero una gran falta de mano de obra. Por lo cual, a quienes les
podían otorgar trabajo debían pagarle un buen sueldo. Por ello, realiza una comparación
censitaria y llega a la conclusión que las unidades productivas se expanden. Tambien
dice que aumentaron los sectores ganaderos, pero esto era a nivel familiar. El ámbito
rural porteño se puede configurar como una economía rural familiar mercantilizada.
Donde había trabajo asalariado. A su vez, la revolución produjo un gran cambio en el
mercado laboral. Ya no se utilizaban esclavos por ejemplo. Cabe decir, que otro cambio
es la militarización resultante de la revolución produce una gran incidencia en la política
en las clases subalternas.

Finalmente Fradkin expone que los movimientos independentistas y revolucionarios de


hispano américa no fueron movimientos que establecieran un derrumbe del sistema
político social y económico pre existente, sino que al igual que expone Chiaramonte,
tras la crisis del imperio español, se produce como resultado los movimientos
revolucionarios de la década del diez. Los sectores subalternos van a ser quienes estén
en condiciones de conducir el futuro de la sociedad post-revolucionarias.
Proyecto político rivadaviano. (Autores Segretti, “Bernardino
Rivadavia” fuentes: Ley fundamental, Ley de presidencia, Ley de
capitalización) apuntes clase de Suarez.

Luego de haber firmado el Tratado del Pilar en 1820, se encontraban, a los 60 días todos
enfrentados. Buenos Aires firma un tratado secreto con Santa Fe y Entre Rios, en donde
se lo trataba a Artigas como caudillo más y no como jefe de la Banda Oriental. Luego
de esto, el líder oriental, se marcha para nunca más volver, perseguido por sus
enemigos, finalmente morirá en 1850. Por otro lado, Ramírez, Francisco "Pancho"
Ramírez (Concepción del Uruguay hoy Entre Ríos, Virreinato del Río de la Plata, 13 de
marzo de 1786 – Chañar Viejo, cerca de Villa de María del Río Seco, Córdoba,
Argentina, 10 de julio de 1821). Formó parte del partido Artiguista, liderado por el
oriental José Gervasio Artigas, a quien luego enfrentó hasta derrotarlo, obligándolo a
exiliarse. Poco después perdió la vida en un encuentro con las fuerzas de quien
anteriormente había sido su aliado, Estanislao López. Este se transformará en jefe de la
provincia de Entre Rios. Por miedo a que este se convierta en un nuevo Artigas, Buenos
Aires y sus aliados deciden sacarlo del medio. De todas maneras, en Buenos Aires
existía un estado de desorden en donde se habían sucedido 11 gobernadores hasta la
llegada de Martin Rodríguez en 1821.

En primera instancia celebrará un tratado de paz entre Buenos Aires y Santa Fe. El
llamado “Tratado de Benegas”.

TRATADO DE BENEGAS

Tratado de paz entre Santa Fe y Buenos Aires celebrado en la estancia de Benegas

Artículo 1: Habrá paz, armonía, y buena correspondencia entre Buenos Aires, Santa Fe,
y sus Gobiernos, quedando aquéllos, y éstos en el estado en que actualmente se hallan;
sus respectivas reclamaciones, y derechos salvos ante el próximo Congreso Nacional.

Artículo 2: Los mismos promoverán eficazmente la reunión del Congreso dentro de dos
meses remitiendo sus Diputados a la Ciudad de Córdoba por ahora, hasta que en unidad
elijan el lugar de su residencia futura.

Artículo 3: Será libre el Comercio de Armas, Municiones, y todo artículo de guerra


entre las partes contratantes.

Artículo 4: Se pondrán en plena libertad todos los Prisioneros que existiesen


recíprocamente pertenecientes a los respectivos territorios con los vecinos, y
hacendados extraídos de ellos.

Artículo 5: Son obligados los Gobiernos a remover cada uno en su territorio todos los
obstáculos que pudieran hacer infructuosa la paz celebrada, cumpliendo exactamente las
medidas de precaución con que deben estrecharse los vínculos de su reconciliación y
eterna amistad.

Artículo 6: El presente tratado obtendrá la aprobación de los SS. Gobernadores en él


día, y dentro de ocho siguientes, será ratificado por las respectivas Honorables Juntas
representativas.

Artículo 7: Queda garante de su cumplimiento la Provincia mediadora de Córdoba,


cuya calidad ha sido aceptada; y en su virtud -Subscriben los SS, que la representan, que
tanto han contribuido con su oportuno influjo a realizarlo.

Fecho y sancionado en la Estancia del finado Dn. Tiburcio Benegas a las márgenes del
Arroyo del Medio el día 24, de Nov. del año del Eor. 1820, II° de la libertad de Sud
América.

Martín Rodríguez elige como ministro de marina y guerra a Jose de la Cruz, como
ministro de gobierno a Bernardino Rivadavia y de hacienda a Manuel Jose García. Estos
habían estado 6 años en el exterior, por lo cual al retornar al país tendrán una visión
distorsionada del mismo.

Con la gobernación de Martín Rodríguez se entra en una etapa de estabilidad, aunque


esto no durará demasiado. Buenos Aires, se comprometió incluso a entregar una serie de
cabezas de ganado por los inconvenientes producidos a Santa Fe. Quien iba a entregar
las cabezas de ganado era un hacendado privado, Juan Manuel de Rosas.

A su vez, Rivadavia quería hacer de Bs. As. Un estado moderno. Para ello debía aislar a
Buenos Aires, para tener paz y tranquilidad y de esa forma obtendría una sociedad
civilizada y moderna. Además tendría que lograr la paz interna, esto debía hacerlo con
tres provincias: Entre Rios, Santa Fe y Corrientes, con el litoral y con el exterior, fuera
del litoral, firmará un tratado de amistad, comercio y navegación. Que se supone es un
tratado bilateral, pero esto no fue así. El tratado era con Gran Bretaña. Vemos que el
primer tratado era “El tratado del cuadrilátero”. Este se celebró entre los días 15 a 25 de
enero de 1822. A la vez, el segundo se celebró en 1825, el objetivo de este también era
que Inglaterra reconociera la independencia de las Provincias Unidas del Rio de la Plata.
Como en Buenos Aires, no se había dado una constitución inmediata. Debe otorgarse
los 3 poderes, por lo tanto establece una reforma administrativa.
Esta consistía:

1) Debe arreglar el poder legislativo, estará formado por 24 diputados por la ciudad
y 23 diputados por las afueras, es decir, la provincia. Por lo cual primaba el voto
de los diputados de la ciudad.

1.b) Para cualquier diputado para acceder al cargo debe contar como mínimo con 25
años, estos serán removidos de su cargo luego de 2 años. Pero serán elegidos sólo sí son
propietarios. Pueden ser re-elegidos luego de 2 años.

2) Poder ejecutivo; quien fuera elegido gobernador debe tener más de 35 años.
Debe tener un gabinete de tres ministros, a saber: 1) Ministro de marina y
guerra, 2) Ministro de gobierno, 3) Ministro de hacienda. Debe ser elegido por la
legislatura o sala de representantes por simple mayoría, debía ser hijo de la
provincia. A su vez, durará en el cargo 3 años, con posibilidad de ser reelecto.
3) Poder judicial, lo primero que hace es suspender al cabildo de Buenos Aires, en
segundo lugar el de lujan. Esto se produce ya que se expone que el cabildo, es
una institución obsoleta y arcaica, que no daba el tono con los problemas
actuales, suspendiendo las funciones del cabildo. Por ello se establece la
Legislatura como principal instancia de justicia. Se determinó que la justicia
ordinaria fuese administrada por 5 jueces letrados. De ellos, 2 van a ser para la
ciudad y 3 para la campaña. Los que eran alcaldes de barrio pasaron a ser jueces
de paz, designados por el gobernador. Además se crea el cargo de jefe de
policía, ayudado por 10 comisarios en la ciudad y 8 en la provincia. Estos se
encargaban del abastecimiento de los mercados, de recorrer pulperías y otros
ámbitos haciendo reclutamientos de desocupados para que cumplan 8 años en la
milicia activa.

Tambien se realizan otras reformas en el ámbito del Poder Ejecutivo:

1) Ley de retiro.
2) Ley de Premios.
3) Ley de vagos.
4) Ley del olvido.
5) Regulación de la milicia (se divide en Activa, de 18 a 45 años, Pasiva 45 a 60
años, la cual solo reclutaba en casos de necesidad y urgencia).
1) Esta era una ley jubilatoria, un militar con varios años de cumplimiento se podía
retirar con un sueldo acorde a los años que haya servido en el ejército.

2) Retiro voluntario. Un militar con más de 22 años de ejercicio, se podía retirar


con el pago de una indemnización que era correspondiente a 22 sueldos.

3) A través de esta Ley se reclutaba a aquellas personas desempleadas o que no


podía probar que tenía un empleo fijo, este reclutamiento era por 8 años.

4) Esta ley, echaba un manto de piedad para los desterrados como por ejemplo
Alvear, Pueyrredón, etc.

A su vez, la milicia pasiva cumplía también para los extranjeros. Esto será sacado
cuando se firme el tratado con Gran Bretaña en 1825.

Reformas educativas y culturales.

La enseñanza superior en todo américa había estado a cargo de las órdenes


militares. Sobre todo por los jesuitas en 1860 aproximadamente. Luego de la expulsión
de los jesuitas, existían varias academias, como las de matemáticas o de jurisprudencia.
Pero carecía de una universidad. Pero carecía de una universidad. Había una iniciativa
hecha por Pueyrredón, el cual, Rivadavia siguió pero con ciertos cambios, ya que no
quería que se tratase de una universidad católica.

Por ello, en 1821 inaugura la U.B.A la cual contaba con: Facultad de ciencias
preparatorias, ciencias sagradas, medicina, ciencias exactas y ciencias jurídicas.

Las ciencias preparatorias, era un curso de preparación o nivelación cuyo contenido era
lectura, escritura y las 4 operaciones de la aritmética.

Las ciencias sagradas, era por la influencia del positivismo de Comte. La misión era
eliminar el dogma cristiano. En la de Ciencias exactas se estudiaba, matemática y
química, dibujo (todo lo referido a diseño de mapas y arquitectura). En la facultad de
derecho se estudiaba el derecho civil y canónico. Estas reformas no las hubiera podido
hacer Rivadavia sin la ayuda de los positivistas.
Ley de la reforma general del orden eclesiástico.

1) Suprime el fuero eclesiástico. Los sacerdotes regulares y seglares eran juzgados


por sus propios fueros y de ahora en más por tribunales laicos ordinarios.
2) Se suprime el diezmo y van a pasar a depender del estado.
3) Se confiscan las propiedades de las órdenes religiosas más pudientes.
4) Se establece la edad mínima para tomar los hábitos, se establece a los 25 años.
Anteriormente era a los 18 años.
5) Se suprime el seminario conciliar. Pasa a llamarse ahora Colegio de estudios
eclesiásticos.
6) Se establece el número de religiosos que pueden tener los conventos. 16 como
mínimo y 30 como máximo. Esto se establece, ya que un convento superaba este
número por lo cual se los redirigía hacia otro. El convento que no llegara a
cumplir con ello, el estado tomaba posesión del mismo. A su vez, los religiosos
que eran redirigidos a otro establecimiento, muchas veces convivían en
conventos de otras ordenes, por lo cual esto provocaba cierta rispidez entre
estos, esto produce la emigración de varios religiosos. Lo que le permitía al
estado apropiarse de dicho convento.

Reformas económicas.

Tras irse en 1824 Rodríguez, asciende a la gobernación Las Heras. Tras la partida de
Rivadavia a Europa se convoca un congreso, este volverá a fines de 1825. En su retorno
Argentina está en guerra con el Brasil por la Banda Oriental y ese congreso que
comenzó en 1824, con la intención de sancionar una constitución. Este por ley, nombra
a Rivadavia presidente de la nación. Este nombrará la ley de presidencia y ley de
capitalización.

Existen varios hitos en el modelo rivadaviano:

 Fundación del Banco de Buenos Aires en 1822. (Banco de la provincia de


Buenos Aires.)
 Empréstito de 1824.
 Tratado de amistad y comercio con Gran Bretaña 1825.
 Ley de enfiteusis, 1826.
La ley de enfiteusis, establecía el arrendamiento de tierras con la idea del pago
de un canon para poner producción con un plazo de 20 años. Pero estas tierras
no tenían un valor productivo importante.

Vemos que en el Tratado de amistad y comercio con Gran Bretaña de 1825. En


el art. 2 se establecen las obligaciones recíprocas, no se le podían imponer tributos
especiales a ninguna de las partes. En el art. 5, se establece que se iguala la situación
para los barcos que llegaran de las Provincias Unidas a Gran Bretaña. Esta era una
situación “fantasma” puesto que en ese momento, las provincias carecían de flotas.
Básicamente lo que propone el pacto es una desregularización en el comercio favorable
a Gran Bretaña. El art. 7, establecía que, si las provincias unidas alquilaban barcos, no
iban a ser considerados por los ingleses como barcos de las provincias sino como
extranjeros a las mismas, por lo tanto se les cobrará un canon. Cabe decir, que esta
época será conocida hasta 1850 como libre-cambista.

En el art. 9 se establecía que Gran Bretaña era la nación más favorecida. Esto implicaba
que si las P. U. realizaban un tratado con otra nación y se imponía a esta un beneficio,
automáticamente se establecía el mismo beneficio para los ingleses. En el tratado
también se estipulaba la posición en contra que poseían los ingleses con respecto a la
esclavitud.

Este tratado, blanqueó una situación comercial que ya estaba fijada de hecho desde
1810.

Empréstito de 1824.

Aquí hay que establecer la diferenciación entre las opiniones de Amaral y de Scalabrini
Ortiz. Por un lado, hay que establecer que la causa del empréstito es por la falta de
divisas, es decir, de metálico. Este venía vía Potosí, como las fronteras se fueron
aislando, esto empeoró el asunto. En estos términos se funda en 1822 el Banco de
Buenos Aires o también llamado de descuento.

En lo que van a diferir los autores son en las causas por las cuales se llega al empréstito
como lo veremos.

Por un lado, Scalabrini expone que el estado, sufre la falta de divisas producto de una
mala administración. Amaral por otro lado, establece que el empréstito se establece por
la falta de divisas, este expone esto como una situación totalmente normal.
La problemática se tradujo en pedir dinero a la Baring Brothers con una tasa de 30 % a
40 años. Este tenía un piso simbólico de 700.000. Esto haría que aquellos que fueron a
celebrar el tratado cobraran una comisión. Del préstamo, que finalmente era de un
millón de libras estos se quedarán con un 15 %. Amaral, por su parte, dice que los
fondos fueron convenientes para solventar los gastos de la guerra con el Brasil. En torno
a la diferencia de estos dividendos, por un lado Scalabrini dice que fue una estafa o
malversación, mientas que Amaral, argumenta que esa diferencia fue producto de los
valores de mercado. Los fondos llegaron, para Amaral, de manera normal a través de
letra de cambio. Una parte se pagó en oro pero la otra parte no estaba especificada, sería
a través de letra de cambio (pagare).

Lo que establece Amaral, es que la consecuencia de este préstamo fue por un


movimiento de mercado no previsto. Scalabrini, plantea otra cosa, que esto fue producto
de un mal manejo intencional de fondos, lo cual produce una fuga de divisas.

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