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Parcial Domiciliario

América II
Alejandro Daniel Lay

Matricula Número: 104057

2009
1) Describa y Explique las presiones del orden colonial a las que se
vieron sometidas las comunidades indígenas, y las estrategias de
resistencia que organizaron.

1- Dentro del espacio que genera el conjunto de interrelaciones en el sistema colonial, se


dan relaciones de fuerza y dominación, que configura la coyuntura social de este mismo
sistema, tanto en el aspecto económico, principalmente marcado por la explotación de la
fuerza de trabajo, como en el cultural, social y de creencias, claramente sometido a un
proceso de aculturación. Cabe aclarar que estos procesos no son sino una consecuencia de
la verdadera finalidad del sistema, que seria un sometimiento para la superexplotación
económica. Las reformas de Toledo dan cuenta de la toma de conciencia de esta situación,
altamente perjudicial para el sistema, y del temor ante la posibilidad de inminente caída de
este por la cada vez más próxima incapacidad para reproducir la fuerza de trabajo, y por
añadidura, de reproducir el sistema completo.
La actividad económica global del sistema colonial estaba atada a la mano de obra
humana. En cierto sentido la tarea de recrear la fuerza de trabajo reposaba sobre las
comunidades de origen de los distintos individuos que formaban parte de las tareas
productivas, lo cual significa un importante beneficio para el sistema explotador, y un
punto de fuga para las comunidades. Debido al esfuerzo de los españoles por crear un
dominio y una transformación de las comunidades indígenas, de “hispanizar” el sistema de
gobierno propio de las comunidades, se pudo sentir dentro de estas el peso ejercido por el
dinero y las deudas. La presión ejercida sobre estas comunidades cambio desde una mera
coacción para extraer fuerza de trabajo, en el periodo de aproximadamente 1570-1580, a la
creación de un sistema complejo que logra la aceptación de las exigencias por parte de los
menos favorecidos.1 Dentro de este cuadro se enmarca una dinámica de proletarización de
las comunidades, entendiendo esto como la cada vez más progresiva dificultad para el
acceso a los medios que permiten su subsistencia, ahondando las crisis económicas de los
sectores bajos de la sociedad, y despojándose cada vez mas de cualquier cosa para ofrecer
en el mercado, que no sea su fuerza de trabajo. Con el transcurso de los años, este tipo de
relaciones de dominación fueron quitando las capacidades de control y reproducción del
1
Stern, Steve, Los pueblos indígenas del Perú y el desafío de la conquista española, Madrid, Alianza
América 9, Página 245 y 246.
excedente generado por la venta de coca, ganado, lana, textiles y alimentos, y se perdió así
también la posibilidad de generar algún tipo de acumulación por parte de ciertos sectores de
los indígenas. Los modelos de centralización de la tierra perjudicaron en gran medida a las
tierras comunales, y alentaron el proceso que desmejoro las condiciones de vida de los
indígenas, no solo en el plano material, sino también en el cultural. Ante estas presiónes
ejercida por el sistema colonial, se sucedieron hechos de resistencia por parte de los
pueblos americanos.

El abandono de ese medio hostil fue una estrategia considerablemente practicada


para evadir esta situación económica-institucional desfavorable. Las obligaciones
tributarias ejercieron una fuerza de empuje que alentó estas formas de resistencia. Los
contribuyentes en esta situación de huida perdían los derechos sobre las tierras de reparto,
pero quedaban exentos tanto de los trabajos en la mita, como del pago de aranceles
impositivos. Las variantes posibles a los que abandonaban sus sitios de residencia
originales por causas económicas y sociales podrían ser formar comunidades excluidas en
valles de indios salvajes, entrar en trabajos bajo la forma de yanacona en una hacienda
española (lo cual supondría, según diría Stern, que también “necesitarían” del explotador 2),
o bien entrar en alguna comunidad indígena como forastero. 3 Las migraciones gestaron
variaciones en la disponibilidad de mano de obra que significaron en perjuicio para la
sociedad colonial; la idea de que haya gente que no esta bajo alguna estructura del sistema,
lleva dentro de si la idea de gente que no paga tributos, por lo tanto que no genera ingresos.
Para la hacienda estos movimientos poblacionales podrían ser un beneficio, ya que
ampliaban la disponibilidad de mano de obra.
La desarticulación de las jerarquías comunales fue un objetivo directo por parte del
gobierno colonial luego de las sublevaciones surgidas cuando el limite soportado en las
presiones fiscales fue sobrepasado, gestando alianzas con los dirigentes (llámese curacas o
corregidores) que antes participaban en la opresión, en contra del sistema colonial.4

2
Stern, Steve, Obra Citada, Pagina 253.
3
Hidalgo Lehuedé, Jorge y Langue, Frédérique, “La reformulación del consenso: Nuevos modelos de
integración de comunidades”, en Historia General de América Latina, Vol. IV: Procesos americanos hacia la
redefinición colonial, Paris-Madrid, Ediciones UNESCO/Editorial TROTTA, Pág. 416-417
4
Ídem. pp. 420-421.
En la esfera de las creencias religiosas se produjeron dentro del contexto del sistema
colonial, también, una serie de relaciones de fuerza y dominación. En el trabajo de Nancy
Farris sobre los mayas después de la conquista se puede encontrar contundentemente este
planteamiento. Es claro que la idea de la evangelización propuesta desde un principio lleva
dentro de si concepciones etnocéntricas traídas por los conquistadores en general, que
buscaban disminuir y someter la cosmovisión indígena. Pero las presiones en cuanto a
creencias no fueron excesivamente severas en los casos de la vida privada, permitiendo en
circunstancias algún tipo de culto pagano, sino que el mayor caudal de fuerza se veía en los
cultos de carácter colectivo en relación con lo divino. Esto deriva en una dicotomía de
difícil solución; no rendir culto a sus deidades tradicionales suponía el desencadenamiento
de consecuencias de tipo religioso. Por el otro lado, rendirlas deriva en el castigo por parte
de los españoles. Las prácticas de los cultos paganos en forma secreta representaron una
forma de resistencia, y fueron duramente castigados en los casos en los que fueron
descubiertos por los frailes, quienes aplicaron formas de tortura e interrogación, fatales en
ciertos casos5.
Es notorio ver que los pueblos que eran objeto de esa evangelización no jugaron un
rol pasivo, sino que también presentando una resistencia, resignificando y asimilando el
contenido, lograron crear mixturas dentro del cristianismo.

2) Identifique las distintas posiciones, argumentos y controversias en


el debate Stern-Wallerstein, entorno al funcionamiento del sistema
colonial.

5
Farris, Nancy, La sociedad maya bajo dominio colonial, Madrid, Aliaza, 1992, Capitulo 10: El orden
cósmico en crisis, pp 449-450
2- El debate entre estos dos autores se da implícitamente a un nivel teórico y
conceptual superior al explicito, en el cual se producen las explicaciones y los argumentos
de ambos autores, acordes a sus respectivas posturas. Básicamente la concepción de
Wallerstein es vista por Stern como sobredeterminada estructuralmente, impidiendo de esa
forma hacer análisis de acción por parte de los hombres. Las nociones de centro y periferia
se encuentran en este debate ligadas a la tipología de la mano de obra disponible en cada
sector, y es en torno a esto que gira principalmente la discusión.

Las minas de plata y las plantaciones de azúcar son los ejemplos que pone
Stern en el planteamiento del debate para poner en tela de juicio los alcances del sistema
mundo como herramienta comprensiva, para de alguna manera matizarlo, no descartarlo
por completo, y si agregar las variables locales a la comprensión del problema. Para las
minas de plata, Wallerstein propone demostrar el trabajo coercitivo en la periferia
declarando un predominio total de la mita como forma de trabajo. Stern dice que su
afirmación ya se hallaba agotada, y que solo pudo ser verificada en reducidos aspectos.
Prefiere afirmar que se gestó un tipo de aparcería, resultante de una tendencia que devino
del trabajo forzado. A esto, para las formas de trabajo expone tres fases. La primera de
estas seria hasta 1570-1580, donde se estableció una dependencia por parte de los europeos
para con respecto a las condiciones de trabajo y tecnología indígena. La segunda fase
comprendería el periodo desde 1580 hasta 1600, no fue un periodo de “pura mita”
(Wallerstein) sino que también se presencio el surgimiento de un sistema mas espontáneo
de contratación voluntaria.6 En el tercer periodo, que abarca desde el 1600 hasta principios
del siglo XVIII, se da una coexistencia del sistema de mitas, con contrataciones voluntarias
de indios minga, destacando Stern un rol mas importante de estos últimos en la mano de
obra. Para Wallerstein es recién en esta última etapa donde asoman los empeños de los
mingas, que anteriormente no gozaron de un “éxito suficiente”. Stern intenta con su
posición, poner el foco en otras variables además del sistema de mercado mundial. De esta
manera intenta poner un énfasis en los intereses mercantiles así como en las estrategias
populares de resistencia. Ante esto, Stern se encuentra con una postura claramente
estructuralista de Wallerstein, quien considera a estas variables funcionan cómodamente

6
Stern, Steve, “Todavía mas solitarios”, en Revista mexicana de Sociología, Año LI, N° 3, Pág. 348.
dentro de el sistema más amplio de la economía mundo, dicho que fuerza las categorías
para que se ajusten al modelo.
Las consideraciones de Wallerstein con respecto a las estrategias de resistencias (a
saber, el kajcheo que consistía en quedarse con parte de la producción del metal) tienden a
considerar diminutivamente este tipo de acciones. Su postura estructuralista lo explica de
una forma sencilla: La baja en el precio del metal hizo que los dueños de las minas
permitieran estos accionares para evitar riesgos. Stern responde a esto sin sorpresa diciendo
que al no considerar las relaciones de participación, difícilmente se contradiga su postura.
Pero no da más explicaciones respecto a esto.

Con respecto al tema de las plantaciones azucareras es de común acuerdo la


naturaleza esclava de la mano de obra, pero surge una discrepancia con respecto a el porque
de la preeminencia de ese tipo de mano de obra. El examen de Wallerstein pasa por
caracteres que tienen que ver con los componentes sociales de los distintos grupos. A su
entender la alta mortandad de indígenas deriva en la elección de la mano se obra esclava
africana. Esto era el resultado de que, debido a su condición de caza-recolectores, los
pueblos indígenas no soportaban las exigencias laborales, por lo tanto el factor socio
psicológico devenía en una “extinción” de este tipo de población, favoreciendo el
surgimiento de mano de obra esclava. Stern responde a este modelo explicativo diciendo
que Wallerstein subestima el accionar macrobiótico en el proceso que diezma a la
población aborigen, y que nuevamente lleva la discusión hacia otro lugar : “Aquí puede
detectarse un enérgico esfuerzo por subsumir el valor explicativo de la historia biológica y
epidemiológica bajo el rubro de los efectos de una única fuerza superior: la acumulación
de capital por el sistema mundial.” 7

Se puede concluir en este momento que parecen atinadas algunas de las objeciones
de Stern en el marco de este debate con respecto al sistema mundo, así como también su
concepción sobre los aspectos concernientes al reduccionismo como forma de explicación.
En este sentido, se dio en la línea de flotación el paradigma principal de el estructuralismo
y en este caso de la teoría económica del sistema mundo: a la hora de explicar los espacios

7
Stern, Steve, “Todavía mas solitarios”, en Revista mexicana de Sociología, Año LI, N° 3, Pág. 352.
de accion de los seres humanos, las dinámicas sociales se complejizan de manera
exorbitante. Por lo cual, intentar buscar una única teoría que englobe todas estas dinámicas,
que pretenda explicarlas y que funcionen dentro de ellas, lleva inevitablemente a hacer un
recorte en algún momento de algún dato que se fuerza o se pasa por algo, en forma
intencional o no, en pos de mantener la coherencia del sistema. Esto no significa que los
análisis estructurales deban ser descartados a priori, sino que deben ser incluidos como una
de las categorías analíticas para así evitar razonamientos disfuncionales.
El trasfondo filosófico del debate gira en torno a eso mismo: a la capacidad de
acción del hombre frente a esta supuesta sobredeterminación de las estructuras. El hombre
deja de ser actor y se convierte en un mero agente de ese mismo sistema, anulando su
posibilidad de acción, y viéndose confinado a reproducir esa estructura de forma constante.
La soledad y el aislamiento a los que hace referencia Stern al final de su análisis, son solo
disueltos ante la toma de conciencia de la capacidad de acción y del poder de las ideas.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

-Farris Nancy, La sociedad maya bajo dominio colonial, Madrid, Alianza,


1992, Capítulo 10: “El orden cósmico en crisis”.
-Stern Steve, Los pueblos indígenas del Perú y el desafío de la conquista
española, Madrid, Alianza América, 1986.

-Hidalgo Lehuedé, Jorge y Langue, Frédérique, “La reformulación del


consenso: Nuevos modelos de integración de comunidades”, en Historia
General de América Latina, Vol. IV: Procesos americanos hacia la
redefinición colonial, Paris-Madrid, Ediciones UNESCO/Editorial TROTTA,
pp. 407-422

-Stern Steve, “Feudalismo, capitalismo y el sistema mundial en la perspectiva


de América Latina y el Caribe”, en Revista mexicana de sociología, año
XLIX, Nº3,1987.

-Wallerstein Immanuel, “Comentarios sobre las pruebas críticas de Stern” en


Revista mexicana de sociología, Año LI, Nº3, 1989.

-Stern Steve, “Todavía más solitarios”, en Revista mexicana de sociología,


Año LI, Nº3, 1989.

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