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£1 c o n t e x t o da la p rá c tic a del tr a b a jo social

EN TO RN O

S IT U A C IÓ N P R O B L EM A
O D E C A M B IO

Agencia
! servfc¡a

T R A B A JA D O R
S O C IA L
éW Í PER SO N A /S R EC U RSO S

IN S T IT U C IO N E S D E
BIE N ES T A R S O C IA L

Programas:
Servicios sociales
Previsión social
Acción social

(Tomado de A. Morales y B. Sheafer:


S oc ia l W ork. A Profsssion o f M a n y Faces.)
Funciones y tareas de los trabajadores sociales

Vamos a an alizar en este capítulo lasfunciones y tareas de los


trabajad oves sociales. Algunos, en relación con este tema, hablan
de funciones y roles; otros u tiliza n estos conceptos de manera in ­
distinta. Nosotros preferimos hablar de funciones y tareas.
¿Ojié es lo específico de la profesión de trabajo social? Y previo
a ello: ¿hay tareas que son propias y exclusivas de esta profesión ?
T podríamos i r más lejos, como lo hizo el Instituto N a cion a l de
Trabajo Social de Inglaterra, citando en el estudio realizado p a ­
ra la Secretaría de Estado de Servicios Sociales — Social Wor-
kers, their R ole and Task— comienzan con esta pregunta: ¿N e­
cesitamos de trabajadores sociales'?...

Nosotros abordamos la redacción de este capítulo con algunas


incertidumbres acerca de las tareas específicas de los trabajado­
res sociales. Nuestro propósito es el de hacer un recuento del a m ­
plio abanico de tareas que realizan. A l fin al de este análisis, y
vista la diversidad de acciones aue
-
llevan a cabo,' nos xtireaunta-
zs
mos si esta variedad no conduce a que, en la práctica, se les exi­
ja saber hacer un poco de tod,o en el campo de la intervención so­
cial. Terminamos con un anexo sobre competencias y actividades.
Como su título lo resume y lo dice, este capítulo contiene dos
temas principales: *
1. Funciones del trabajo social.
2. Tareas del trabajador social.
Anexo. Competencias y actividades del trabajador social.
1, Funciones del trabajo social

Entendidas las funciones, com o la acción y el ejercicio propio


de este campo profesional, éstas podrían clasificarse en dos catego­
rías principales:

- Funciones compartidas.
* Funciones específicas.

Unas y otras son ejercidas com o vimos en el capítulo 1,. tanto


en el sector público, com o en el voluntario (asociaciones, funda­
ciones, obras sociales) o el privado. Así com o en los sectores inter­
medios: voluntario con fines públicos, o voluntario con fines priva­
dos. Veámoslo.

a, Funciones com partidas

Tal como su denom inación índica, se trata de funciones que


xeauza con ocras p¡.oi.e^ioncs, en d sc-íiljh.i.w
cas o exclusivas del trabajo social. Son de dos tipos:
-» implementador de políticas sociales;
» educador social informal y animador-promotor.
Cuando se hace referencia a la función de im plem en tad or de
políticas sociales, su acción comprende la realización de activida­
des en la prestación de servicios sociales específicos que benefician
a los ciudadanos, habida cuenta de los derechos sociales reconoci­
dos por la Constitución y las leyes. Se trata de los medios e instru­
mentos que dispone la sociedad y que, a través de los organismos
públicos y entidades privadas, se canalizan para la atención de las
necesidades individuales, grupales y comunitarias.
t s t o se hace mediante la distribución y prestación ue cienes y
servicios con fines de asistencia, socorro, prevención, rehabilita­
ción y / o prom oción, pero que es necesario concretar, realizar e
impiementar en la “ primera linea de fu ego” , en contacto y trabajo
directo con la gente. Y aquí está lo específico del trabajo social, sin
que ello obste para que algún trabajador social en concreto pueda
participar en ia formulación cíe ia política social.
En cuanto a la función de educador social y de anim ador-
p ro m o to r que se 1c atribuye ai trabajador social, no es una función
propia o específica de esta profesión, ni de ninguna otra. Se trata
de una cualificación necesaria para la práctica de esta profesión y de
otras también. A este respecto cabe advertir que la función de
educador-animador-promotor, en cierta medida está presente en
casi todas las funciones de implementación de políticas sociales.
L o sustancial de esta función consiste en impulsar y generar ac­
ciones que potencian el desarrollo de individuos, grupos y com u­
nidades, tendiendo a facilitar las condiciones para la participación
activa de la gente en la solución de sus propios problemas. Ya sea
que se llame “ p rom otor” , “ animador” , “ facilitador” , o cualquier
otra denominación, de lo que se trata es de desatar un proceso de
dinamización para el autodesarrollo, bien sea individual, grupal o
comunitario.
Para iograr estos propósitos, el trabajador social suele realizar
una tarea de apoyo social, que también llevan a cabo otros profe­
sionales y que puede expresarse en las siguientes formas:

A p o y o m aterial, que consiste en la provisión de bienes y servi­


cios para solucionar problemas concretos de carácter material o
tangible.

A p o y o em ocional, expresado en diferentes formas de sostén


afectivo a personas que afrontan situaciones que las afectan em o­
cional o anímicamente. C on este tipo de apoyo, las personas que
tienen estos problemas se sienten estimadas, apoyadas, valoradas y
2.IT12.CÍ2.S.

A p o y o m odvacional: tiene características similares ai anterior,


pero este tipo ele apoyo se manifiesta animando y estimulando a
otro u otros a lograr sus objetivos y a suoerar sus adversidades o si­
tuaciones frustrantes.
A p o y o para elevar la autoestim a, com o form a de sostén em o­
cional, ayuda a que la persona o personas tengan confianza en sí

Para este tipo de apoyo, la forma básica de llevarlo a cabo es co­


menzar por aceptar a los otros en lo que son.
A p o y o de com pañía que consiste, fundamentalmente, en estar
disponible para el otro u otros. La forma paradigmática de este ti­
po de apoyo se da en la pareja, en las relaciones padre-hijos y en la
amistad.
A p o y o in fo rm a tiv o / fo rm a tiv o . A diferencia de los anteriores,
que tienen una fuerte connotación emocional, este tipo de apoyo
tiene por finalidad proporcionar información y / o capacitación (c o ­
nocimientos, habilidades, etc.) que tienen un carácter instrumen­
tal para que la gente pueda resolver los problemas o, al menos, in­
tentar su solución.

b. Punciones específicas

Teniendo fundamentalmente en cuenta lo q u e se hace, y no


f,'"' i-i -j .o e» Í-> Hi f r ' t +•/•'» i'o v r n H a í 0 110 a> í->
4.U.AX LO JlO CjLi.*». i i a s-i-L A-i. \S V> W W X A k V U'WVJk teU VH- v^u.^ JLtJL JLJL*X

cer (aunque sin perder esto ultimo de vista), las funciones especi­
ficas del trabajador social podrían resumirse en las siguientes:

* Consultor-asesor-orientador-conseiero social.

* Proveedor de servicios sociales. »


* Inform ador-agente de remisión de recursos y servicios.
* Gestor-intermediario entre usuarios e instituciones, entre recur­
sos y necesidades.
* Investigador y diagnosticador de problemas sociales.
* Identificador de situaciones-problemas y recursos.
' Planificador/programador de tratamientos, intervenciones y
proyectos sociales para mejorar la calidad de vida.
: Administrador de programas y servicios sociales.

' M ovilizador de recursos humanos, institucionales, técnicos, ma­


teriales v financieros.

Ejecutor de programas y proyectos sociales y actividades de


atención, ayuda y apoyo.

Evaluador de necesidades, servicios y programas y de su propia


intervención social.

Reform ador de instituciones-activista social.


Educador social informal.

Animador-facilitador-movilizador-concientizador.

Para el desarrollo/realización de estas funciones, los trabajado-


s sociales llevan a cabo un conjunto de tareas o acciones esped­
ías, que son las que presentamos en el parágrafo siguiente.

. Tareas del trabajador social

La precisión con que se distinguen tás^areasespecificar de-m r


terminado campo profesional, depende de muchos factores, en-
: otros, del grado de institucionalización a que haya llegado la
ofesión. A qu í procuramos presentar las tareas que realiza el tra-
jador social. Estas tareas son lo que suele denominarse también
les profesionales.

C on el térm ino rol se designa sociológicam ente el comporta-


ento que, en una sociedad dada, debe esperarse de un individuo,
bida cuenta de su posición o status en esa sociedad. En sentido
ls restringido se habla de roles profesionales haciendo referencia a

nelíos comportamientos y uniformidades de conducta que de-


npeñan — y que otros esperan desempeñen— aquellos que ejer-
i una determinada profesión.
¡JJtmchiccióii ai Trabajo social _________________________ •77

Ahora bien, ¿cuáles son las tareas que realizan los trabajadores
sociales? La respuesta a esta cuestión puede hacerse a dos niveles
diferentes: com o propuesta teórica o como resultado de la obser­
vación empírica. El listado que ofrecemos sobre las tareas profesio­
nales surge de la observación y registro de lo que se hace y no de
una presentación de posibilidades abstracta-. Esto último se ha he­
cho, para poner un ejemplo de lo que no debe hacerse, con ía pro­
puesta que (en América latina) hizo el CELATS, en el sentido de
que los trabajadores sociales debían formular las políticas sociales
en sus respectivos países. Tal propuesta se hacía cuando los traba­
jadores sociales ni siquiera tenían un espacio profesional bien defi­
nido en ámbitos que les son específicos. Esto fue un catálogo de
ensoñaciones que no tenía en cuenta el con texto, real, propio de
quienes tienen una visión metafísica de la sociedad (aunque se d e­
claren marxistas). D e poco vale lo que sólo existe en forma de pu­
ra especulación seudocientífica.
A qu í vamos a presentar una serie de roles o tareas, a partir de
una sistematización de lo observado. Hacemos notar que el orden
en que son presentadas no significa importancia relativa de unas
respecto de ias otras, ni que ios trabajadores realicen todos esos ro­
les. .. H e aquí el abanico de roles posibles y que han sido — y son—
desempeñados por los trabajadores sociales. Aquí nos pregunta­
mos: ¿qué hacen los trabajadores sociales, a qué se dedican cuando
realizan sus actividades específicas?

C onsu ltor-as esor-orientador-consejero

® Asesora a individuos, grupos u organizaciones a buscar alterna­


tivas que permitan satisfacer necesidades sociales básicas (ali­
mentación, trabajo, vivienda, salud, educación, vestido, uso del
tiem po libre, etc.).
3 Orienta a la gente para organizar sus actividades con miras a la
consecuencia de determinados objetivos tendentes a la resolu­
ción de problemas y a la satisfacción de necesidades.
• Ayuda a utilizar más efectivamente los servicios existentes y a d o -
ner ios individuos y grupos en contacto con eiios.
Hace posible que los individuos y organizaciones de base, co­
nozcan los procedimientos y estrategias que les permitan utili­
zar los servicios sociales existentes.

P r o v e e d o r de servicios

Ofrece servicios de sostén y ayuda a personas en estado de de­


pendencia, especialmente las que están en situación de emer­
gencia o de marginación social; esta ayuda puede significar:
* solucionar el problema;

* generar conductas que sirvan para que el sujeto que deman­


da la ayuda, resuelva el problema por sí mismo.
Presta servicios sociales específicos que benefician a los ciudada­
nos:

* generales o polivalentes (destinados a la población en gene­


ral);

* sectoriales (dirigidos a grupos, colectivos o sectores que tie­


nen una problemática social específica).

In fo rm a d o r-a g e n te de rem isión ................................

Inform a — y canaliza cuando es necesario— acerca de los recur­


sos institucionales disponibles, ya sean servicios especializados,
legislación social, recursos sociales, temas relacionados con pro­
blemas sociales y con derechos sociales.
Inform a sobre los servicios aue ofrece con el fin de hacerlos ac­
cesibles al mayor número posible de personas (usuarios poten­
ciales) y de fomentar la participación de la gente en la formula­
ción de los programas (n o hay que olvidar que la participación
ciudadana tiene su base en que la gente conozca a fondo aque­
llo en lo que puede participar).
introducción ai trabajo social 79

* Facilita información sobre otros servicios, recursos externos o


fuentes alternativas de ayuda a ios que cí posibie recurrir.

G estor-in term ed iario

Esta tarea de gestor es de orientación. La realiza com o interme­


diario entre los usuarios y las instituciones; mediador entre recur­
sos y necesidades.

* Relaciona al individuo, familia, grupo u organización, con las


instituciones que prestan los servicios que necesitan y/ o de­
mandan.
» Procura que efectivamente obtengan los servicios o recursos en
la institución más apropiada a su necesidad.

In vestig a d or

* Diseña y realiza investigaciones aplicadas, recopilando y anali­


zando datos para diagnosticar necesidades o problemas sociales,
en las áreas o sectores propios de ios trabajadores sociales. Es­
tos estudios deben realizarse desde una doble perspectiva:
Ezequiel Ancler-Egg

” teniendo en cuenta los sujetos de las necesidades (ya sea a ni­


vel individual, grupal o comunal);
* a partir de las manifestaciones de determinadas carencias en
las diferentes áreas o sectores de la vida social.

jCiStudiu v analiza la situación de peisonas o grupos afectados sin


necesidad de recurrir a procedimientos de investigación excesi­
vamente formalizados, con el fin de identificar los problemas y
necesidades y establecer la naturaleza y magnitud de las mismas,
dentro de una situación problema que es objeto de interven­
ción.
* A través de procedimientos com o los de la investigación/
acción/participativa, prom ueve o asesora la realización de in­
vestigaciones en las que la gente involucrada estudia stis propios
problemas de cara a la solución de ios mismos.
* Y analiza ios recursos y necesidades de los servicios sociales y de
los programas de acción social en general.

P la n ifica d o r

* Ayuda a los individuos de un grupo, organización-o--e©leetiv-i—


dad a formular y desarrollar programas comunales para satisfa­
cer las necesidades, resolver problemas o prom over el bienestar
social o mejoramiento de ia calidad de vida.
a Planifica las actividades de su unidad op e­
rativa, proponiendo objetivos y metas al-
canzables.
* Programa sus propias actividades.
* Elabora proyectos específicos.
* Formula estrategias de utilización más ra­
cional de los recursos y de descentraliza­
ción de las actividades.
Introducción al trabajo s ocia l .... 8!

A dm in istra dor

* Lleva a cabo las actividades administrativas directamente rela­


cionadas con sus tareas específicas, según sea su nivel de actúa
ción, dentro de la escala jerárquica administrativa.
3 Planifica, dirige y controla el sistema de o r g a n iz a c ió n de sus ac­
tividades, programas o servicios (en función del nivel jerárqui­
co en que actúa dentro de la institución).

E jecu tor de program as, proyectos y / o actividades

Cuando el trabajador social realiza una actividad, ésta puede ser:


9 Parte de un programa o proyecto que comparte con otros pro­
fesionales, en la implementación de determinados aspectos de la
política social.
‘í Actividades y tareas programadas en un servicio o proyecto es­
pecífico y que le son propias, esto es, le son asignadas com o
profesional del trabajo social: atención de “ casos sociales” , apo­
yo técnico a grupos, trabajo comunitario.
* Una actividad propia y concreta dentro de los servicios que
presta.

E valuador

Controla y valora, en función de la continuidad de u-n servicio


y su mantenimiento o no, tal y com o se presenta en un m om ento
dado: ’
8 Las actividades propias.
* Las actividades y funcionamiento de la institución en donde tra­
baja.
9 Los programas en que interviene de manera directa o indirecta.
Esta tarea de evaluación puede asumir diferentes modalidades:
sp tu a iiz a c ic n ~

s Evaluación del seguimiento e instrumentación dei programa


(evaluación del proceso).
3 Evaluación de la eficacia v eficiencia del programa (evaluación

R e fo rm a d o r de las instituciones-activista social

Realiza una tarea de prom oción de cambios institucionales ten­


dentes a mejorar el funcionamiento de las actividades propias de la
profesión.

s Valora las carencias cualitativas y cuantitativas de los servicios


sociales, con el fin de mejorarlos y reorganizarlos, y, en algunos
casos, para crear los que fuesen precisos.

3 Sugiere reformas en la organización y funcionamiento de los


servicios sociales para que éstos sean lo más eficaces y útiles p o ­
sibles a ios usuarios.

Id e n tifica d o r de situaciones

®''B,usca e identifica aquellas situaciones individuales o colectivas


que, dentro de su ámbito de actuación, se encuentran en litigio
con unas situaciones humanas aceptables.
3 Identifica recursos que pueden:

* ser de ayuda a individuos o grupos en situación-problema o


necesidad

* tener una incidencia positiva en el proceso de solución o


transformación de una situación-problema o la satisfacción de
una necesidad.
E d u cador social in form a l

Ayuda a la gente para que aumente sus conocimientos, destre­


zas y habilidades a fin de que puedan resolver sus problemas; se
trata de ofrecer ayuda a las personas para que puedan ayudarse
a sí mismas. Esto es lo que se ha denominado com o “ transfe­
rencia de tecnologías sociales’".
Es un catalizador de los procesos de cambio, usando diferentes
modalidades de intervención para crear condiciones favorables
que contribuyan a generar una participación activa de indivi­
duos, grupos o comunidades en ei mejoramiento de sus condi­
ciones de vida.
Procura los medios para que las personas y las instituciones asi­
milen constructivamente los cambios que se derivan de la evo­
lución de la sociedad.

A n im a d or-fa cilita d or-m o viliza d o r-con cien tiza d o r

Realiza estas tareas:


Facilitando el acceso a ámbitos de participación social.
Fom entando ei asociaciomsmo y ia creación de grupos y orga­
nizaciones.
Asesorando a la gente para que a través de sus organizaciones
cree las actividades y servicios que, administrados por ellos mis­
mos, sirvan para mejorar las condiciones de vida.
Estimulando la creación de nuevas formas y canales de partici­
pación social.
idealizando juqlo con ia gente una revelación cnnca cíe ios tac­
tores alienantes y deshumanizantes de la sociedad en que les to ­
ca vivir y buscando los caminos de una praxis liberadora.
E z c g H iti Á n d e r - L g g

M o v iliz a d o r de recursos humanos

* Identifica las potencialidades humanas de individuos. grupos y


comunidades y prom ueve su utilización y desarrollo en activi­
dades de servicio y cooperación social.
• Facilita y promueve la ¡j¡u tidpación de ia misma gente en el es­
tudio de sus necesidades, la toma de decisiones para afrontarlas
y la organización para ejecutar las acciones comunes que perm i­
tan su resolución.

> Trata de generar ia toma de conciencia social ante problemas y


necesidades mediante el efecto multiplicador y de demostración
de la misma gente.

U n a observación fin al en to rn o a los roles


del trabajador social

T o d o rol supone una complementariedad. Así por ejem plo, el


l de padre conlleva forzosamente la definición del rol de hijo; el
l del profesor supone el rol del alumno. Consiguientemente, el
' del trabajador social supone el rol o roles de ios usuarios. Pero
aquí que la expectativa de roles del trabajador social es bastante
usa. La mera aparición y desarrollo de una profesión (y la sola
iriciór y desarrollo de un sistema de servicios sociales, agrega-
s, aunque se trate de otra cuestión), no produce automática-
nte una expectativa de roles. Y esto nos lleva a otros problemas
.lesuones que, si bien no serán m otivo de tratamientos específi-
en este libro, es oportuno que se tengan presente:
Cuál es la imagen pública dei trabajador social?
Zuáí es la valoración social que se hace de su trabajo? ¿Se trata
le una profesión poco valorada, poco comprendida, frecuente-
len te arrinconada? ¿O de una profesión considerada importan-
:, valorada y significativa dentro del campo de la política social?
’-ómo viven ios trabajadores sociales su propia identidad profe -
onal? ¿Cómo sienten la valoración (o no valoración) de su tra-
Introducción ai trabajo s ocia l .... 85

bajo? -‘Cuál es la im agen que tienen de sí mismos com o p ro fe­


sionales?
■s ¿Qué porcentaje de trabajadores sociales en ejercicio de su p ro ­
fesión se sienten satisfechos con lo que hacen? ¿Cuáles son sus
desilusiones y frustraciones?
3 ¿Cuáles son las expectativas sociales del rol del trabajador social?,
o s í se quiere acotar la pregunta, ¿cuáles son las expectativas de
los usuarios o destinatarios de sus programas, prestaciones o ac­
tividades? ...

La lista de cuestiones podría ser mucho más amplia. H em os se­


ñalado algunos problemas que son más significativos y que tienen
que ver con el rol, la identidad y el perfil del trabajador social.
Para cerrar este análisis y destacar la complejidad de estas cues­
tiones, hemos de llamar la atención sobre otro aspecto que nos p o ­
ne de relieve la dificultad para definir el rol del trabajador social.
Aquí nos encontramos con una especie de contradicción: tiene un
rol profesional múltiple y a la vez no definido claramente. A l mismo
tiempo, por la índole misma de su trabajo, asume roles parciales de
otros campos profesionales o ámbitos de actuación, tales com o los
de pedagogo, administrador, psicólogo, investigador, planificador,
etc. (véase el esquema de las páginas 88-89). ¡Menudos problemas
para establecer cuál es ei perfil e identidad profesional!

£1 trabajador social n o es superman, ni su-perwoman

Después de haber presentado, en el capítulo 1, las áreas y sec-^


tores de intervención del trabajo social, y después de analizar las
funciones y tareas de los trabajadores sociales (que realizamos en
este capítulo), no podem os menos que quedarnos impactados
(choqueados), por la multiplicidad de tareas que se le pueden p e­
dir. Ignacio Casals-Montse Obiols escribe a este respecto: “ El asis­
tente social debe saber cóm o tratar a un anciano, a un disminuido,
enfrentarse a un problema de gitanos, a una familia en la que el pa-
Ez e a u ie l A ncler-E zs

cire es -alcohólico, el hijo mayor se droga o es predelincuente y el


m enor ya ha dejado de ir a la escuela, o a otra en la que el marido
pega sistemáticamente a su mujer, o a una tercera en que la.madre
se despreocupa de sus pequeños a los que no sabe cóm o alimentar
correctamente y, menos aún, es consciente de que debe llevarlos al
co leg io .”
“ Debe saber de todos esos problemas y además, por supuesto,
no limitarse a la atención individualizada, sino intentar llegar a la
gente colaborando con otros profesionales del bienestar social a
través del trabajo de grupos, a través de ia acción comunitaria...
D ebe saber también cóm o tramitar cualquier acción administrati­
va, una pensión, una ayuda, una solicitud, com o dirigirse aquí y
allá en cada caso... Pues sí, debe saber todo eso y lo decimos en se­
rio ” ; y concluye el jefe de planificación del Instituto Catalán de
Asistencia y Servicios Sociales: “ El asistente social no es superman
o superwornan-” 1 Estas reflexiones de un profesional que conoce
las tareas del trabajador social, siendo ajeno a este campo profesio­
nal, es bien interesante para nuestra reflexión acerca de las funcio­
nes y tareas profesionales de los trabajadores sociales, en cuanto
que se les exige una polivalencia que difícilmente se les pida a otros
profesionales.
Sin embargo, n o podem os dejar de hacer alguna reflexión sobre
la ambivalencia d e la polivalencia. Ser polivalente puede ser de
“ lo m ejor” o de “ lo p eor” para el propio quehacer profesional. “ L o
m ejor” , en tanto la polivalencia es uno de ios mejores antídotos
contra el fetichismo de la fragmentación que lleva a perspectivas
unidimensionales. Se trabaja en un sector o en un área, com o si
ello fuese un m odo de operar sobre el conjunto. La persona p oli­
valente sabe interreladonar m ejor los diferentes aspectos de su
práctica. Y es “ lo p e o r” , cuando 1a polivalencia (conocer “ algo”
acerca de muchas cosas y saber hacer “ algo” de muchas tareas) nos
lleva a ser un “ to d ó lo g o ” que, en las tareas concretas, no tiene
otras posibilidades que la de actuar más o menos “ chapuceramen-

* I. Casals-Montse Obiois, “Raciiograña a ia atención primaria” en Los S ervicios S o d a -


les. D ocu m en ta ción S ocia l, núm. 64, Madrid, 1986.
i

¿nnoauccion íí¿ ¿/culíJl- ¿/

te” . Por eso decimos que ia polivalencia puede ser ;iio m e jo r’ o “ lo


peor” : ésta es su ambivalencia.
El trabajador social se bate y debate en diferentes frentes y, en
cada uno de ellos, realiza frecuentemente una actividad fragmenta­
ria, de parche, a veces respondiendo a problemas coyunturaies. En
o f 3 o c a s io n e s n v2.ri«.<"Í3.s rcsDons3.biiicl3.clcs a u e , d e he-
cho, se Ies obliga a hacer mal el trabajo por sobrecarga de tareas...
N o es superman, n i superwoman, pero... ¿qué es?

■inForm-acion
ori2r»t3ciO^ Cornoni
¿ o c ía l

trabajo
payudi Social cte
¡3 d o rn icjlü C3S05

g ru p o s de ^
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hejgroa<jud3

C/AJ Superviáiom
y o (u n ta n a d o evaluación

remsercióiv J in v e s t i g a c i ó n
programación
G/*>4&g>5 ÍW " ’

E l traba ja d or social no es superman n i superv/cman.


y a veces se le exige como si lo fu era .
O B JE TO D E A T E N C IO N D E L T R A B A J O S O C IA L ¡CO
Ico

Necesidades individual-familiar
Problemas
que sé expresan en el nivel micro-social grupal
com unitario
Centros de interés

por tanto,
Elj, T R A B A J A D O R S O C IA L
Ó P E R A O IN T E R V IE N E

In d iv id u o s y fam ilias: G n ip o s de personas que: C om u n id ad es de bas.:


te rrito ria l en las que:
• convive la población que es
■ en situación-problema, y/o • presentan algún problem a de
ob jeto de atención
integración social
* necesitados de asistencia y
• cuyo entorno o m edio socio-
ayuda social • sé constituyen con fines
cultural condiciona y / o
sociales de ayuda o solidaridad
co-genera problema.1 sociales,
» sé constituyen para modificar o bien es potencial ám bito de
o transformar algún aspecto resolución de problemas Dq .

d£ su realidad social, y necesidades


pjira mejorar la calidad
dp vida de su com unidad/
sociedad

con O B J E T IV O S de:

prevención asistencia rehabilitación/reinserción

y desarrollando F U N C IO N E S de:
•cr

Consultor-asesor-orientador-consejero social
T ro veed or de servicios sociales
Inform ador-agente de remisión de recursos y servicios
Gestor-interm ediario entre usuarios e instituciones, entre recursos y necesidades
Identificado!" de situaciones-problema y recursos sociales
Investigador y diagnosticador de problemas sociales
Planificador/program ador de tratamientos, intervenciones y proyectos sociales
M oviliza d o r de recursos hum anos, institucionales, técnicos, materiales y financieros
A dm ini strador de programas y servicios sociales
Ejecutor de programas y proyectos sociales, y de su propia intervención profesional
R eform ador de instituciones-activista social
Educador social informal
, Anim ador-facilitador-m ovil¡ 2 ador-concienciador

) María Josc: Aguilai", 1991.

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A n exo

Competencias v actividades
del trabajador social

En los EE. U U . — y en Puerto R ico, dentro de Am érica Latina— , no exis­


ten problem as serios en cuanto ai perfil profesional o en cuanto a la identidad
profesional. El social warker es el que tiene competencias para ciertas cosas; es­
tas com petencias requieren saber hacer determinadas actividades. En con so­
nancia con esto, todos los planes de estudio de las facultades de trabajo social
resultan de io que se ha definido c om o competencias y actividades p ro fes io ­
nales. N o s ha parecido útil transcribir el esquema de competencias y activida­
des más gen eralizado y adm itido en Puerto Rico. Si bien nosotros incluiría­
mos otros elem entos en este cuadro, tal com o lo presentamos nos parece útil
y orientativo en relación con el tem a de este capítulo.

C om petencia Actividades

1. Identificar y ponderar situaciones 1. Usarse a sí mismo.


en las que se necesita iniciar, o ter­ 2. Aceptar diferencias en los clientes.
minar, las relaciones entre perso­ 3. Identificar problemas sociales.
nas y las instituciones sociales. 4. Poner al cliente a participar.
5. Establecer relación profesional.
6. Entrevista.
7. Observar.
8. Escribir historiales.
9. P,ecopilar datos.
10. Analizar políticas.
11. Comunicarse con los colegas.
12. interpretar y ponderar situaciones.
13. Restaurar, proteger.

1. Utilizar la ética profesional.


2. Desarrollar e implementar un plan 2. Participación del cliente en el plan
para m ejorar el bienestar de la de acción.
gente, basado en la identificación 3. Evaluación de los recursos.
de los problemas y en ia explora­ 4. Selección de estrategias de inter­
ción de metas realizables y de o p ­ vención.
ciones disponibles. 5. Formulación de proyectos concre­
tos.
6. Relacionarse efectivamente.
7. M ovilizar al sistema cliente.
8. Dar sostén y estimular.
9. Utilizar la oolítica efectivamente.
92 E z e c /u ie i A i id e r - E g g

3. Elevar, enaltecer las fortalezas y las 1. Involucrar al sistema cliente en el


capacidades que dcsaii'uliáil lus in­ pian de acción.
dividuos hacia la solución de pro­ 2. Especificar com portam ientos.
blemas. 3. Fijar límites de tiempo.
4. U tilizar consultoría.
5. Desarrollar técnicas de investiga-

ó. Im picm entación del contrato.

4. Contribuir al m ejoram iento de la 1. Pertenecer a asociaciones profesio­


presentación de servicios aumen­ nales.
tando la base de conocim ientos de 2. Recopilar datos.
la profesión donde sea apropiado y 3. Analizar d a to s.'
apoyando y definiendo los están­ 4. Colaborar con otras profesiones.
dares y la ética de la profesión. 5. Organizar actividades profesionales.
6. Preparación de informes.

5. Aumentar la capacidad para resolver 1. R econocer las diferencias culturales


problemas, para confrontar la si­ en el sistema cliente.
tuación y para el desarrollo de las 2. U tilizar las redes de ayuda de d ife­
personas. rentes grupos.
3. Respetar los valores del sistema
cliente.
4. Dar sostén.
5. Enseñar al sistema cliente.
6. M otivar al sistema cliente.
7. Pon er a participar el sistema cliente.
8. Ser sensible a las aspiraciones del
sistema cliente.
9-, Desarrollar estrategias- para-la-sol ti--
ción de los problemas.
10. Facilitar la interacción.

ó. U n ir personas con sistemas que las 1. O btener información.


proveen con recursos, servicios y 2. Determ inar elegibilidad.
oportunidades. 3. P roveer inform ación.
4. Referir el sistema cliente.
5. D ar sostén.
6. Facilitar el funcionam iento organi-
zacional ayudando al sistema
cliente a utilizar los recursos apro­
piadamente.
7. Ayudar al sistema cliente a com uni­
carse más efectivamente.
8. M ed ia d o r para facilitar interacción.
9. Determ inar si los servicios son dis­
criminatorios.
10. M otivar.
i'L K ÍiíL 'L 'lO fl U.i i'l'ilÜ L lju .X 'C iL í i

Prom over la operación eficaz de los 1. Obtener retroalimcntación.


sistemas que provean a las perso­ 2. Obtener información.
nas con servicios, recursos y o p o r­ 3. Analizar y conocer la política orga-
tunidades. nizaciona!.
4. Utilizar los procedim ientos organi-
zacionalcs.
5. utilizar ios canales apropiados de
LOIULllUCaclOll.
6. Determinar lagunas y am bigüeda­
des en la organización.
7. Relacionarse con colegas.
8. Identificar recursos Riera de la or-
gamzdCióii ejuc puedan scrwr a ia
misma en una m ejor prestación de­
servicios. •
9. Mantener la identidad de la p rofe­
sión mediante la ética profesional.
10. Interpretar roles profesionales.

Producir el mayor esfuerzo y ayuda 1. Identificar las emociones y actitudes


en beneficio de los grupos más del sistema ayuda.
vulnerados y discriminados en la 2. Respetar a los demás.
sociedad. 3. Saber escuchar.
4. Utilizar la ética profesional.
5. Recopilar datos.
ó. Analizar y clasificar los datos.
7. Tratar de extender los servicios a
grupos que no los reciben.
8. Tarcas de gestión.
9. Poder evaluar las propias interven-
ríonífs

Participar efectivamente con otros 1. Utilizar su propio yo.


en la creación de nuevas m odifica­ 2. Clarificar actitudes y em ociones del
ciones o mejoramiento de servi­ sistema cliente hacia los servicios
cios, recursos, oportunidades de prestados.
ios sistemas que sean más equitati­ 3. Procurar que los sistemas clientes
vos, justos y que respondan a los vean las implicaciones de sus acti­
consumidores de servicios. tudes y emociones. »
4. Involucrar a otros.
5. Respeto a los demás.
6. Colaborar con otros.
7. Ayuda a actividades de grupos de
ciudadanos.
8. Comunicación electiva.
9. Proveer inform ación y contestar
preguntas.
Anexo

Comoetencias
J. v»• actividades
del trabajador social

En ¡os £E . Ü U . — y en Puerco R ico, dentro de Am érica Latina— , no exis­


ten problem as serios en cuanto al perfil profesional o en cuanto a la identidad
profesional. El social workeres el que tiene competencias para ciertas cosas; es­
tas com petencias requieren saber hacer determinadas actividades. En con so­
nancia con esto, todos los planes de estudio de las facultades de trabajo social
resultan de io que se ha definido c om o competencias y actividades p ro fesio­
nales. N o s ha parecido útil transcribir el esquema de com petencias y activida­
des más gen eralizado y adm itido en Puerto Rico. Si bien nosotros incluiría­
m os otros elem entos en este cuadro, tal c om o lo presentamos nos parece útil
y orientativo en relación con el tema de este capítulo.

C om peten cia A ctividades

1. Identificar y ponderar situaciones 1. Usarse a sí mismo.


en las que se necesita iniciar, o ter­ 2. Aceptar diferencias en los clientes.
minar, las relaciones entre perso­ 3. Identificar problemas sociales.
nas y las instituciones sociales. 4. Poner al cliente a participar.
5. Establecer relación profesional,
ó. Entrevista.
7. Observar.
8. Escribir historiales.
9. Recopilar datos.
10. Analizar políticas.
11. Comunicarse con los colegas.
12. Interpretar y ponderar situaciones.
13. Restaurar, proteger.

1. Utilizar la ética profesional.


2. Desarrollar e implementar un plan 2. Participación del cliente en el plan
para mejorar el bienestar de la de acción.
gente, basado en la identificación 3. Evaluación de los recvjrsos.
de los problemas y en la explora­ 4. Selección de estrategias de inter­
ción de metas realizables y de o p ­ vención.
ciones disponibles. 5. Formulación de proyectos concre­
tos.
6. Relacionarse efectivamente.
7. M ovilizar a! sistema cliente.
8. Dar sostén y estimular.
9. Utilizar la D o lítica efectivam ente.
92_ _ E z eq u iel A u d e r - tg g

3. Elevar, enaltecer las fortalezas y las 1. Involucrar al sistema cliente en el


capacidades que desarrollan lu¿ uv- plan de acción. -
dividuos hacia la solución de p ro­ 2. Especificar com portam ientos.
blemas. 3. Fijar límites de tiempo.
4. U tilizar consuitoría.
5. Desarrollar técnicas de investiga-

ó. Im piem entación del contrato.

4. Contribuir ai mejoramiento de la 1. Pertenecer a asociaciones profesio­


presentación de servicios aumen­ nales.
tando la base de conocim ientos de 2. Recopilar datos.
la profesión donde sea apropiado y 3. Analizar d a to s.'
apoyando y definiendo los están­ 4. Colaborar con otras profesiones.
dares y la ética de la profesión. 5. Organizar actividades profesionales.
6. Preparación de informes.

5. Aum entar la capacidad para resolver 1. R econocer las diferencias culturales


problemas, para confrontar la si­ en el sistema cliente.
tuación y para el desarrollo de las 2. U tilizar las redes de ayuda de dife­
personas. rentes grupos.
3. Respetar los valores del sistema
cliente.
4. D ar sosten.
5. Enseñar al sistema cliente.
6. M otivar al sistema cliente.
7. Poner a participar el sistema cliente.
8. Ser sensible a las aspiraciones del
sistema cliente.
9 . Desarrollar est-rategias-para-la-solu­
ción de los problemas.
10. Facilitar la interacción.

6. U n ir personas con sistemas que las 1. O btener inform ación.


proveen con recursos, servicios y 2. Determ inar elegibilidad.
oportunidades. 3. Proveer información.
4. Referir el sistema cliente.
5. D ar sostén.
ó. Facilitar el funcionam iento organi-
zaciona! ayudando al sistema
cliente a utilizar los recursos apro­
piadamente.
7. Ayudar al sistema cliente a com uni­
carse más efectivam ente.
8. M ediador para facilitar interacción.
9. Determ inar si los servicios son dis­
criminatorios.
10. Motivar.
i

iH iro-.iac c ió n u i ¿ riip u jo .'í <>l íu i

7. Prom over la operación eficaz de los 1. Obtener retroalimcntación.


sistemas que provean a las perso­ 2. Obtener información.
nas con servicios, recursos y o p o r­ 3. Analizar y conocer la política orga-
tunidades. nizacional.
4. Utilizar los procedim ientos organi-
zaciunalcs.
5. Ütiiizar los canales apropiados de
coinuineauvn.
6. Determinar lagunas v am bigüeda­
des en la organización.
7. Relacionarse con colegas.
8. Identificar recursos fuera de la o r ­
ganización que puedan sers u' a la
misma en una m ejor prestación de
servicios. •
9. Mantener la identidad de la p ro fe­
sión mediante la ética profesional.
10. Interpretar roles profesionales.

S. Producir el mayor esfuerzo y ayuda 1. Identificar las emociones y actitudes


en beneficio de los grupos más del sistema ayuda.
vulnerados y discriminados en la 2. Respetar a los demás.
sociedad. 3. Saber escuchar.
4. Utilizar la ética profesional.
5. Recopilar datos.
ó. Analizar y clasificar los datos.
7. Tratar de extender los servicios a
grupos que no los reciben.
8. Tarcas de gestión.
9. Poder evaluar las propias interven-'

9. Participar efectivam ente con otros 1. Utilizar su propio yo.


en la creación de nuevas m odifica­ 2. Clarificar actitudes y em ociones del
ciones o m ejoram iento de servi­ sistema cliente hacia los servicios
cios, recursos, oportunidades de prestados.
los sistemas que sean más equitati­ 3. Procurar que los sistemas clientes
vos, justos y que respondan a los vean las implicaciones de sus acti­
consumidores de servicios. tudes y emociones. *
4. Involucrar a otros.
5. Respeto a los demás.
6. Colaborar con otros.
7. Ayuda a actividades de grupos de
ciudadanos.
8. Comunicación electiva.
9. Proveer inform ación y contestar
preguntas.
• '- 'N o t a s :‘

1. Ricbmon'd, Mary E., SóctaL Diagnosis, Nuevab nk, TheJPrec Press,


19(55, pág. 357.; ’. . ......... ;
2. Jean Píáget, en La construcción de to real en eí ruño Barcelona, Crítica,
.' '.1989,'.pág. 12, señaló que' "la noción de objeto geí d á u n a estrecha re--1'
' lación con el de espacio y ei de'tiempo; se va coiís gruyendo poco a po-

3. Helen H. Períman, en El Trabajó Social individúe ■Jado, Madrid, Rialp,


1974. pág. 45, .expresó que “lo que convierte-al" ablema en objeto dé
estudio es la incapacidad de las personas para, reunir los medios ne- -
cesarlos £>ara conseguir Ornante.fierrü'nk'sttuaci' ín de-bienestar'’: '. •
4. E u revista Salud Mundial, de la OMS.' mayo de 1 p 7-
5. Perlman, Helen H.¡ obra citada, pág. 49. ¡i
'6. keeney, Bradford P,, Estética úel cambio, Buen!? Vires, Paldós, 1987,
pág. 44. .. _. .... .. _ . . . . ...... ... [ .
.'7,-Barthes, Roland,'“Semántica del-objeto", en K^tjtsíta de Occidente, n.°
. 104, págl 5-1.8,-Madrid, enero de 199Ó, . . r ¡‘
8. Hamilton, Gordon; Teoría y práctica. Trabajo So rí^i de Casos, México,
L a Prensa. Médica.Mexicana, 1980, pág. 185.
C a p ít u l o H

E l tra ba ja d o r so c ia l

' ** ' •‘ • * • *• .

•••^•.“Cuándo nada se puede hace!


’ quedaalgo todavía; ej cpmpartir con el'.otro cara a cara
el pan y la palabra, la compañía y lá saliid,'
,. •. ' '•• ■ -'•••■, ~

’ * Joaquín García Rocc


fcf.
:•< c ... ?( % %. ‘ -< “O sy

_ . . K íS / ü e -^ n ft r j ;

* 'pjA W 1 ¡M*

•. V — V,W
'S>

Lt E l o b je t o , la un id ad . D E TRABAJO-
Y LOS o b je t iv o s '

Y . . - & objeto (de objectum, puesto frente á) es a|v ello ..con lo que,;
iLi¡¿ trabaja una disciplina para •conocerio-tri |r.sfbímarlg, En
1917, en Social Diagnosis, M a iy E. Rlchmohd seíjá.ó que éste, era?
“la tentativa para definir-coa la mayor 'exactitud posible la sit.ua--
•ción: y lá. personalidad de un ser humano éh uriíi'carenbiá social
cualquiera, n o sólo en relación con otros seres hurle nos de los que.
depende o que dependan de.él, sino también eri hlación’ con las.,
'instituciones sociales de su comunidad’'Á”
Determinaba así el objeto: situaciones orlginads lis por carencias,
Y. nosotros lo raiifícanios dando una continuidad ai 3tórick al Tra-
bajo Social, como- realidad humana qué requiere n liestra atención.
En cierta medida, los problemas sociales se no s lacen presen-
tes como evidencias. N o se puede negar que existe la pobreial Que
sea e^SSfitéTque tengamos información sobre s u « k stencia, no. es
suficiente. N o nos dicen.qué representaciones social js se tiene so­
bre ella. Ni cómo se reacciona. Podemos compren it r qúe alguien
está sufriendo porque llora. Pero también podría 1 tarar de alegría.
■ La evidencia, como apariencia, engaña.

160

weifla®**»J»í‘
■-< " y :</. % -jr ■■■( ( ,•
( \ ( •• ( • • ( ■■{ ■-( < r ■../
•. . • ‘ • " ; : -
: \ . •.••••
<%•*’; JpEl'objéto, por lo tanto, no es un a priorl. Se constituye por .y en
'• '/ m á réd dé relaciones. Por lo'.iarita/comó' úriá exprésión.de-leso-
^ próbleüia para un determinado número de personas; Y
f e forma cómo se lo deñne determina en gran medida qué hay que
• ^icer"para ábordárlo, Los problemas sxielen surgir como persona-
'■¡ ¿es'o de un grupo reducido de personas, pero siernpré so n 'sociá -'
' |iés• ;! ' '
• p 'U a m á m o s situación a un sistema integrado de elementos, he-
..aios/felacioríes' y condiciones, dados “en un tiempo y espacio con*-;-'
,t:creíós- Los elementos son todos aquellos medios o recursos* sobré
; f¡ós cuáles feriemos control y que facilitan la acción. .Lós hechos
!, '|fón todas'áqüéllós sucesos,' acontecimientos réálés, qué"como.piro-'
^"■'"césos pónstruyen el problema. Y las condiciones; son, todas aqüér .
has-circunstancias sobre la,s cuales no tenemos control (deprésio-
;■ jies económicas,-inundaciones, terremotos',’ irrupción de'reg'íme-:'
•-nes autocráticós, etc.). E l espacio está configurado por el lugar
'donde acontecen' los procesos sociales. Y finalmente, ü ná sitúa- •
’ -ción-tiene úri pasado, a partir del cual sé fue-construyendo este,
"•'presente,'qüé acucia, e&giéndó respuestas hacia:'el futuro. El de-
sanrrollp en un tiempo determina que toda situación sea un pro-
•t ceso y tin hecho histórico.121 Y es el contexto socioculfcüral el qué
da un significado al prpblema. Esto último es relevante, porque
' 1; nos permite comprender cómo un problema llega a definirse como
tál.-Por;ejemplo^eí kdcohóUsmb.puede ser úriaenferm edad, puede '
‘ ".¡-ser un. yicio, 'p u edeser una.paúta:-de machismo, etc.- L7
♦, \ ’ ...... .. .. * r , T*T* • • * . . ~ . .............
, /'• -Esa realidad compleja, total,"sé hace concreta cuando esciridi-
' -mos "de ella,'m ediante el análisis, conjuntos significativas de •he-'
. • ; .Ihos' dotados" de uri sentido y una lógica internó. Esto es.nüeStfd
proceso constructivo del objeto en la práctica. • '
'• sé hace problema social' cüari'dp afecta," déstírga-’
niza, desequilibra, a u n colectivo de personas;. Es-ese estado,, vivi-
' ' . do como liria dificultad que rio puede resolverse por sí mismas^ lo
■' ' que permite tomar conciencia de' su existencia, de su prbblémáti-
cidad.- Y cóxhd necesidad qué reclama satisfacción, moviliza ajac-
tuar,. enfrentándola abiertamente. Asumir, reflexionar e intentar
1 . resolver los problemas con ayuda u orieñtáción profesional,, es
siempre ün indicador de salud mental. Negarlos,' sortearlos o es­
perar mágicamente que se solucionen, es lo opuesto, así como
asumir Una conducta patológica, aún teniendo en cuenta que és­
tas son caminos que las personas eligen como su única, posibili­
dad de ser, en una sociedad que les niega lo esencial para ser ciu­
dadanos'sujetos.15' : •

161
•’c•*l¥ t ;V « ■'( ’* ■ • . *
P(• ‘M M1 < k X ' H ' W

" Una situación problem a és una situación límite fe que abtúa .7


' . como frena a la reallzación plena d e jo s hombres, .3 dificultades:
para superarlas son la falta de recursos, necesaj-p;¡ sobre todo ;
económicos, pero también el desconocimiento de Naturaleza de
• r • los hechos p. de los mé.dios para abordarlos, bloquee emociónales, ' ■-
>
etc. No Üenen uná.única, causa, sino que opera una. multicáusali-'
d a d para producirías y una recursividad que las ref jt.i«frza; Esto nos
permite entender lo que el Dr. Halfdan Mahler lí ó "la espiral
ele .I^ -jp io lile in á t^ 8 o d fL ‘,,i „ • ■ J
Hemos señalado ya ia pobreza, cómo él mayor )blem'á social
que hoy,afrontam os,,Ser pobre significa tener baja¡; L <reditación d e -
- . estudios, por lo tanto baja; calificación laboral, la: le .lleva a ser'
■ desocupado,,,¡subempleado o trabajar ésporádicám te.C onsala,-.'
:> • ...rio bajo, hay deficientes condiciones habitaclonale y d éalim en -
'•’* - taclóri y nutrición y , en cbñsecuencia'§u salud; pro ijictividadeco-
nómica y esperanzarde vida irán mermando. La e¡ Iral comienza,,
por cualquiera de esos aspectos y suele reproducíi 5c en los hijos,
quienes empujados por la realidad económ ica fáíxji ji¡.sir,■, ingresarán-
tempranamente al mercado de trabajo, a engrosar ia fila de des'er-'
tores escolares y de desémpleados o a la vid a delic j± rá'.la droga o
el alcohol, la prostitución, etc' La espiral actualiza ^ is vueltas, re-
produciendo el sistem a social. . ’ . i ; • , 11
1. e una.estrucT.:
...Los problem as sociales son siempre emergentes
tura socioeconóm ica, cultural y política. Se hacéi| presente# por. •
/-•. lo acuciante y lo descencadenánte,' p e r o 'e s tá n liijtt dádos funda-
, '.méñtalméñte én lo relacional.(a^ refiejáh uri¿' soc :eiád- en la que-'
. . . está m al distribuida la riqueza, el poder y. las'opái tunídádés. E Í
trabajador social debe.ir deconstruyendo la sitya|cjjc n construida,
hacia adentró,"desde lo acueianté dela"aparienci^| leseriredarido
: " . los nexos h asta determinar;.coiilas personas lnv<p iueradas, el ori-
■ gen del proceso, Sólo así p.pdrá construir el objeU rn que se tra- ■,
• •bajará.- •'* ,.
.. Hemos dicho, en reiteradas oportunidades, q te cualquier de-,
• manda que se nos haga, 'es un .punto de partida j] 1341a nuestra ,in- •
tervención. A ú n la m ás inusitada puede encubrir problema so-
cial objeto.'Precisarlo tmplica’una distinción. -**}•
La relación que sé establece'con las personas-stHj one distinguir
entre ellas y el trabajador social,' entre los' probjcín?ias acuelanie-
descencadenánte y los problemas fundaméntale estructurales,
entre necesidad sentida y necesidad real, entre ljc n e es nuestro,
campo de operación y el de otras disciplinas. Di: fí n guir es, dice

162
Bradford P. Keeney, “construir una epistemología, o sea! uná'iha-
ñera de conocer y una manera de conocer su conocer".'61 . „ •' —
Precisar el objeto de intervención es delimitarlo'y, a la; vez'esto
nos permite definir objetivos y la intervención con los actores, d e '
acuerdo con la institución eri lá' que' trabajamos,-' los conocim ien-'
tos y la experiencia que tenemos y la significación y valoración que
le den al problema los sujetos implicados. '
■ Un objeto, como señaló Rpland Barthes, se encuentra en lá'en­
crucijada: dé dos coordenadas: ünaC está; determinada por ló-'obáeí:-:'
vado y ello incluye a los sujetos involucrados en lá situación y a no-
••sotixis mdsmos;',y ía-oü-a. remite,.&, un significado.(?l ¿Guál~es. el.áig“: -
niñeado que tiene'paj^lás,personas?- ¿CuST'es su aprehensión sub­
jetiva de la realidad?-¿Cómp se la. representan? -Nq tener ericuenta •
.esto,-' es intervenir, sobre lás.'jpersóñás,' objetos también ellas, deád e'"
. nuestro saber "dpntfriante. “En cada situación,, las personas y los
hechos significativos fcn la experiencia de la vida deí. cliente, y su '
sentir respecto a ellos, constituyen la "unidad de atención", señaló
, una de. las primeras trabajadoras sociales; Gordon HamilixinJ8'.N 07
sotros hemos rechazado siempre esta denominación de “clieníe” .ya
que implica u na relación comercial. Preferim os'hablar de sujetas,
actores sociales capaces de-ser protagonistas en la modificación-de.
las,situaciones,.en las relaciones que establecen; " , .....................,
‘Estcf.súponfe' una' concepción del ¡sujeto¡'.ya qüS'tíónpordam qs."
que.con- sus conductas, creencias, valores, esperanzas,':confian-
zas,, desconfianzas,'íemoresi próyectós, afectos,‘acciones,-fri^tra-,
:“ ciories,*Hc‘.r’conilgürán esa unidad de atenciónren' Ta'que'c'óhíIü-.' ‘
yen familias, grupos o conjuntos de personas' qué viven' en uri es­
pacio local (6 comunidades como también se suele llamarlos). Su- .
jetos emergentes en una. red_vincular con otros sujetos, en uri'in-r. .
teijuego;. fundante de iie.cesídades-sáüsfad:qrps, lp..';que remite a
una dialéctica intersubjetiva. Todas estas relaciones hacen que eé ,
construyan como tales speiaímente, que sean históricos, eii tanto
. están fechados eri el tiempo y espacio, cqn capacidad de reflexio-
n ar y. resolver creativamente los problemas de la propia existencia.
Pasemos ahora a.las fines, objetivos y metas. Uri fifi és lo .que
. term ina en algo y hacia lo cual se "dirige la acción has ta darle- tér­
mino.'. Püede entenderse en tin sentido temporal, cómo"'momento
fin al;.e n ún..sentido espacial como lím ite o como- u n a intención,
propósito, finalidad. .En este, último sentido, lo aplicamos en T ra ­
bajo Social, significando aquello .qué queremos lograr fen última
instancia con el objeto. . •
Una profesión;.ttene.fines intrínsecos-extrínsecos. Loa primearos
estárí'dirigtdoá hacia ella misma,-corao proceso de-construcción de ■
conocimientos. Lós segundos, requieren necesariamente del traba-'
Jo intercüsciplinario, pues -exceden la propia profesión (por ejem­
plo, lograr el desarrollo local). ... .... _
Lqs'objetlvos dán'dirección y sentido a 3a acción.' Son el para
qué queremos hacer'détérmiríádaS'''kccidrtés cdn‘ el'objetó'. Y ' sur- •'
gen como requerimiento que la realidad plantea en cada momento
histórico y en eadasociedad-cultura determinada. .
. Los objetivos, son etapas intermedias para lograr los fines, En
determinado momento-de su desarrollo histórico, el Trabajo Social .
-definió .cómo óbjetivos íá adaptación de los hombres al medio, con
eí fin deLevitary corregir las disfuriciones sociales. Hoy, el Tiraba-
Jo. Social se plantea la Organización de grupos húndanos pára •
transformar .situaciones problemas,-buscando elevar 1a"calidad de
vid a de la población con la que trabajamos, en una sociedad m ás
solidaria, Pára ellé, el Trabajo Social puede educar socialmehte de­
sarrollando las capacidades--de-las pe.ráonas para''enfrentar-can-
éxito sus dificultades y resolver sus problemas; articulando a 1Jas
actores' con los sistepias .que les puedan facilitar recursos, s e rv i-,
cios, y oportunidádes;- promoviendo el funcionamiento efectivo de
.estos sistemas y contribuyendo, al desarrollo y mejoramiento d e las
políticas sociales. Enfrentar la solución de los prbblemas sociales,'
-educar socialmente constniyeñdo' la responsabilidad^ l á sólidaxi-
'1¿^...y_M';P2^p íp aci.ón ;so ci¿,7y -organizar-a¿¿..población fpTt^lpr-,
V r5^pr<E»tá£^x?is^a^p^ :soñ,- ptiesV los objetivos queJioy,
^nos.corresponde asumir. . ;• c ? .
Los pbjéüvos, pueden.ser explícitos o manifiestos e implícitos ,o,
no manifiestos’"-Y es frecuente lá' contradicción entre eilos. Úna'có­
sa es lo que se dice que'sé hace -y otra-es lo' qué efectivamente se"
hace en-lá ptádtípárUn'establecimiento- p é n itm c i^ o ^ p .e ’que.ré*.
habilita; Si se analiza lo implícito, muestra que cbn^eastigos, cel­
das unipersonales, en una sociedad unisexual, sólo genera m ayor
agresividad,' reproduciendo •aquello que dice tratar.: Pueden ser
.también generales y particulares, .o.específicos o intermedios..Los"
generales tienen, xjúe.vervcon los resultados que se pretende lograr
como corolario .de un programa o' proyecto de trabajo. Para alcan-
. zarlos,-fijamos progresivamente objetivos, intermedios.
Como la intervención del Trabajo Social se enmarca en la- polí­
tica social de una institución, los:objetivos generales corresponden
a ésta, mientras que los particulares deben señalar cómo el Tra-
i'u. M ¥ > . > . ' x '. X X > < ■./ '••(„ :»C «C (
)" r ’ } ’ ') 5 'i ,) y } i ) ) ) ) ) 11 ) ) 'i

bajo Social procurará contribuir a lograrlos. Así,-por ejemplo, si el —


objetivo general es lograr mejores niveles de prevención en salud
materno-infantll, un objetivo particular en Trabajo Social es crear
una actitud crítica acerca de eatos problem as en lá población y de .
los recursos disponibles para prevenirlos.........................-...- ■ . •
Fines íy objetivos son cualitativos. Las metas son ips objetivos
cuantitativos!' P o r ejemplo, al i;eférirn.os a la ’cobertura 3e nuestra "
.intervenclónr señalár con cuantas personas vamos a trabajar en
un período determinado. Los fines Son siempre a. largo .plazo, los
objetivos 'y las Metas a mediano y corto plázo. Y los tres se van fi­
jando a medida.qué sé construye lá realidad! No son ún a priori en
. •la práctica, sino parte del proceso de iá'mfépftá. .. ' —— •
Los objetivos, al dar intencionalidad o direccionalidad (de intenr .
tío, dirigirse a) a la acción,.' apuntan a déconsiruir los obstáculos
que surgen en la práctica, a la búsqueda d e un cambio creativo en
el sentido de que cada respuesta a una. situación es original,
porque los actores en cada situación son distintos y significan sus
• necesidades y'p roblem as de forma" distinta; como es ú n ica 'la
relación que en ella y.con ellos establecemos. ."

1
. Claudia,Verónica Cflli^alez
. Lic. en Servi'c¡(3''Sociál
' . .M.f>.'42§

L E l rol .y las funciones

p " l trabajador' social es un profesional que opera en un área


L — específica, enfrentando con las peraonas involucradas uria
amplia gama.de necesidades y problemas sociales.1 ' . ' - .....
•i. • *T • ‘
¿Siempre: san .talesZ-Sl. u n conjunto: de perádñas: de la-tercera .
edad¡ aun sin mayores necesidades materiales, nos- demanda- for~‘ -
mar un grupo para conversar, para divertirse,- ¿dónde está el. proble­
ma social? Lg. demanda problem atizala soledad en lá que viven u n a '
mayoría de esas personas. T éste es el problema social, porqué se-lo,
’ fue' construyendo j n rnia 'pérdida trama de relaciones sociales." ■";'
■. El Trabajo Social es la tarea: desarrollada.'en:una reálldád-cotí-
creta, en relación con los hechos o fenómenos qúe sé éstüdiáii y a
los que se préténdé transformar Juntamente con las personas lira*-
pilcadas y afectadas por e l l o s ; . - ■* ‘ ’ -
■• ’ • .• *S",?" 4 y ,'
' No som os‘ trabajadores sociales "por poseer sólo! información
teórica ni exclusivamente práctica'. Lo somos porque, además dé
un cam po'o área de trabajo, tenemos'también, trabajo de campo y
‘enéltotegram aosteoría-práctica. •;• '■ " ■
No es estar en una institución simplemente éricerrando “en las
cuatro paredes dé un despacho toda su relaclóh-e Intercomunica­
ción con las personas".'" Es estar‘ traba|an'dó junto a la gfente lo

‘ . ■ . ' Í69
' ¿i^nnstruir y abordar los hechos e n e l mismo e J
que le permite nr,jclucen, superando la antinomia sujeto-]
pacto en- el. .que se . . ..

objeto. ^ anrja'] opera con personas. Trabajar con ellas es


U n trabajadoi ^ _ jas situaciones que debe afrontar're-
atractivo, peí'0, a rfen¿rando ansiedades, conmociones y en
suenan en uno m frustraHnnftS ante la imposibilidad de resol-
a l g u n o s ^ casos de equilibrio,, de madurez emocional, ya

' de una vpcaciua» ^ ,^g«icia Ju nto a quienes demandan nuestro ser-


■estratéglcamen p ¿dhesión a la tecnocracia y a la cultura se-
vlcio. N o valemos p * sentJrnQS>. vivimos, nos identificam os con
norial. Valemos p CQn abstracciones. Por eso, consideramos
sucesos h. ™ aUt,tn^ ' ¡ u,toevaluación,hack nuestra persona, hacia
esencial la cons • ^ (() facem os mientras lo estamos haciendo y
lo q u e hacemos, • ..dación con las personas y las condiciones

-f: ■
‘ ¿ ú t M de" una institución, poseedores de u na cuota-de
' ‘

. Representan. . ; tfi conc¡cer. cómo somos percibidos. ¿Cómo


p o d e r , resulta • dQ.dfey ^ f i c á r Í a información recibida en la;ins: -

j un agente enc^rg á0,^ d o f público medianie el cual s e p u ed en


.. •titución'?'¿C m p ' j^cj0¿?'¿Cómq un orientador hacia los récur-"
o b t e n e r ciertos nten¿ er determinadas necesidades? .¿Gómo
• s o s . necesario? p v s ¿ pueden con fiarpü jblqñ as privados, qué
ún profesiona. ^ zainos.para superar; próblemás. vecina-
puede ayudarno^ < b e ia in stitudón,.además de consideram os
les?, ¿Y. cómo no ^e los'problemas dé los usuarios'del
como quienes no „ nos percibiraos nosotros m ism os en

un hospital psiquiátrico, dos trabajador


r e c o r r ie n d o
Cierta vez. nos encontrábamos con un enfermo, me
r e s 1 sociales, ‘ ósUc0i en clara demostración d e conocer el len-
in d ic a b a n s u * &^ l a institución. La sorpresa fue preguntarles
g u a je d o m in a n pfrsonas. porque de la enfermedad' n o nos ocu-
• q u i é n e s eran con médicos.'Con ésto .queremos señalar la
o a m o s nosotros sino .
V V" V ' W ' s í “{ .-í < .-f ' { '~v ~i ?\( .-i' -ú V ' y ( ' ; ;.
■'♦Y/ .'''& •*'•*»' 'W ñíi^ <.> '*• •. *v. * it ,.*■• •" • !"é;- * ’■•

■' :• ) ■' 'i ' ) ) ■) ) i )) ) ; )' t ) j ;

Importancia que tiene trabajar con lita representaciones -sociales - -


existentes acerca de.nuestro rol. ......
Los. trabajadores sociales' actuamos en una realidad socioeco­
nómica. cultural y política que limita o facilita nuestra tarea de
acúérdo con determinadas coyunturas históricas. Esas limitacio­
nes generan incertidumbres que no siempre son elaboradas con-;
venlentemcnte y s i se canalizan en actitudes defensivas estereoti­
padas (evadir la práctica de terreno, pasarse, a otras’ profesiones ■
cori mayor status, resistencias al cambio, burocratizarse’, etc.), o
■en dogmatismos (utilizar.teorías e ideologías no para investigar si-.,
no, como señaló Bleger, “corno garrotes para discutir y como ca si--'••••
' lleros.para filiar a-los propios colegas de- profesióji'3..,^7 ■■ — •<. :
Ea real que el desempeño delrol o papeP1s e ’v e afectado p ord is- \
tintos factores, como recursos Insuficientes,' remuneraciones ba- j
jas, exceso dé trabajo, presiones para obtener rápidas respuestas, 1
representaciones del rol construidas anteriormente, etc. Esas si--
tuacloneg deben actuar como estimuló para desarrollar creativi­
d a d 'y no cómo freno, autoümitándonos,yustlflcándón'os con un
“no tengo tiempo"! perdidos en los rituales institucionales y, jo que
es peor, dando l a imagen de una profesión burocraüzada.w A u n del
fracaso debemos’ aprender. Eíconocim iento cómo p roceso na sé ha
detenido nunca ante los fracasos.
•Elegimos ser trabajadores sociales. No es un rol Impuesto. Lo
hacemos en base a motivos que ,1o hacen deseable (cualidades o
atributos, habilidades especiales, etc.). Esa deseabiltdad,'51 actúa
como incentivo qUe nos moviliza para realizar una etapa de.pre-.rol.
o-de aprendizaje, en la que nos apropiamos de-un conjuntó de co­
nocim iento^ instrumentales. Pero la realidad siéihpre cambia'más
rápidam ente que esos conocimientos: de ahí que,, c o m a j^ g e n d a
del rpl, la capadt4dóri-deha.scr..cpnstánte, pennanente,'m ientras
hacemos ejercida del roU.No se es estudiante sólo durahte‘-lk:íor-.
mación de grado. L¿ somos, como form a de vida, porque un profe­
sional tiene que tener ia actitud de estar siempre abierto al cono­
cim iento, incluso á los saberes de aquellos con quienes trábájá-
mos. ... r ",
. L a falta de seguridad personal y profesional hace que, en opor­
tunidades, ' sp nos adjudiquen funciones que no. corresponden a
nuestro .rol. Valga, por ejemplo, re.dbir los aranceles que puede
exigir un hospital a los pacientes. Los roles se. adjudican y se asu­
m en o no se asumen. Cuando aceptamos hacer lo que no nos com­
pete,. nos hem os corrido del rol y entonces, comenzaremos a hacer
I!
t -í i ,:C :U k Ai
muchas cosas que no nos corresponden. La. Si versidad de tareas
que solemos hacer, hace que seamos acfcptad . lo que no signifi-
■ca necesariamente que sea entendido nuesixc apel por los usua-
ríos ni por los empleadores. Ningún empleado :> representante d e .
éste, puede imponernos el. método, las. técnica o los procedim ieri-'
tos para trabajar. El respeto comienza por reí starnos a nosotros
mismos. Uri trabajador socia les "úri agenté : su profesión ante
todo, aunque répresente a una institución", r 10 bien señaló He­
Icri H. Perlman."’1
. . ..Un.profesional se muestra como tal y vale c|ii¡n'o tai, cuando con
autonomía sabe, hace y logra respuestas a le s fequerihiientos de
la .rea lid a d es, trabajo, ■rompiendo. la inercia. I círcplo d.e la frus-
trációh.'las ideas mágicas, haciendo consciente crudámehtér si e s ,.
_necesario, lo que-es evidente. Es irreverente»;^:tí el. sentido de-.no •.
acatar verdades relficadas. Esto habla dé iden i<Jad profesional, la
fu erza de ser que permite, a través de. la reíl¿ ínn y del distanclá-
miénto óptimo ante los hechos, construirse yi i r entarse con segu-
ridád con una especificidad en un sistema de gnificaciones prq-
festónales. Eri esa'¿utoevaluación es impo^Jmte advertir cómo
construimos nuestra visión del mundo y de n potros mismos, có­
m o se v a configurando nuestra identidad, la ‘q ué sólo puede ser
comprendida a partir de las prácticas que reí litam os al confron­
tarnos con otros y de,las representaciones qiíe hacemos de esas
prátücas y esas relaciones.
. Áí no producir bienes materiales en el ': siütémá productivo,
• 'nuestro rol es de servicios. Éstos be inician ehlet momento en que
alguien (socio de rol) nos requiere. •Cualquiéik (iemanda, aun las
• m ás inusitadas,’ pueden ser un punto de paitld a, para establecer
u r i vínculo profesional, una relación intersut :iva de regulación
recíproca' de 'comportamientos, ..expectativas'; ! representaciones,. •
..las que no .siempre, coinciden- concia-realidad Así, una .persona' \
puede, creer que, como trabajador social, le pío ^retoñaremos uná
■' ayuda económica, mientras^ nosotros estamósi fritan do de Indagar,
■ dedeconstruir los elem entos que constm yerdjl el problema, como
sitúación en la que nos insertamos, para provocar en la persona y
en el grupo del que form a parte, una alternativa de acción trans-'
formadora, sin perjuicio de acceder a algún paliativo, si la situa­
c ió n así lo requiere.
La prestación de servicios exige clarificar nijestro. rol p a i^ a d e -
cu ar las expectativas a la realidad; ser humtk p i y auténticos, no
ca o : e ñ ja o'mñlpotencia. Y "considera r.la relia H Sriprofeáional no"
como un fingen sí'mismo, propio del'asistencla$s|mo, sino como un

172

^W/iraM¿7í:jíiW.ftscaierírsaMí/»ia3j.'tKaiB«ii
medio centrado en la perspectiva deaqu ellos con quiénes trabaja- '■
mos. Lo que debe emerger de esa relación es la co-responsabilidád
•35 la tarea, lo que éqüivále'a"uñ'coñixato en el que.todos compro- ;
metemos nuestra paMbrá. • ................................. •
Llegamos así a 'definir, nuestro rol. Entendemos, como en su
momento lo señaló Mary E.'RichmoriS, "que nuestro rol es s e f un
educador social,'¿Por qué? ' •
E n prirner lugar, definimos educación como un proceso de Inte­
racción entre sujetos y su medio, mediante el cual éstos se apro­
pian de instrumentos “p a r a 'o p e ^ en una realidad concreta,’ trans-"
Formándola y transformándose ellos. Adquirir; conocimientos, s i s r .
. temas conceptuales y, valOrativós;.habilidades, técíiicas y. actitudes-
cooperativas y solidarias, .tiene un carácter instrumental p a ra jó s
hombres, y a qué les'perm ite actuar en sü medio y realizarse" como ■■
'tales. •.. .•■ '• •
: Cada vez que Un comportamiento resulta inádecukcío a 'úna:-si- '
tuadión dada, obliga a incorporar nuevos elementos o a reorgani­
zar los que ya sé poseen,, para actuar- de- acuerdo con las' exigen-,
cias de la situación. A esto se llama aprendizaje. Éste un proceso
de permanente decoñstrucción y construcción junto a otros, suje­
tos. ‘ '• ' “1
•Los trabajadores sociales somos educadores sociales en el sen­
tido de á los acto-
rés con quienes trabajamos a reflexionar-,' con un ¿rifoqúé de glo-
balidad e historicidad,^acerca de sus,situaciones problemas y-,a
asumir su. propio proyecto frente a. éstas.' 'Significamos asi- ía rea­
lidad e instrumentamos, para que eUos organizadamente, piániíl-
•quén y ejecuten las estrategias, con las que van"a'operar'para su- '
- ..peradas,. L a práctica como acción educativa, le da direccionalidad,
■- rescatando su prótágonismo fen el sentido de insertarlos eri-ía Vida
• ■social'y én la lucha por fortalecer .sus iniciativas. A l’ considerar la
educación como, factor primordial para él cambio, desarrollamos
actitudes de superación; cooperación, ayuda mutua, de conviven- •
' cia democrática, de'desarrollo personal y,social. “El influir y.orien­
tar la conóiencia. popular es un componente de la identidad profe­
sional del Trabajo Social", expresó Diego Palma.1”
- No asumimos e l rol de “curadores"dé los problemas sociales,
proporcionando'“recetas” , ni el de-"experto“ tecn ócrata.qu e dice
"saber-d e. todo, sin haber caminado la realidad. No guardamos
.nuestros' conocimientos como atributos sagrados. Aprendernos y
■enseñamos conversando con la gente. NO actuamos por impulsos
emocionales dando, .como “buena madre o padre", consejos en ba-
, se.a nuestra experiencia, la que podrá seif muy.válida-para noso­
tros, pero nunca para otros. El consejo impone con m ayor o 'me­
nor grado de sugestión: es ün ejercicio del poder fundado en el sa­
ber de quien aconseja.
-• -• C o p o prpfesiónales-callficadosj;',8ea el trabajo de campo o co-
pío gerentes o administradores; de-servicios sociales, a r t illa m o s
■los ti'es objetivos señalados anteriormente:•enfrentamos con recur­
sos y capacidad operativa la solución,,^, problemas sócídgs,..tfiaii-
?amqá educación social epn ]a.s. personas comprometidas.en-dicha -
"superación y orgajtii¿amos a tal-efecto. ' ’ ; . .......
„ " ' ' Históricamente,'benióS- aceptado el mandato *dé.%r¡aB&Jar-predo-~“
. mlnap temente con loa sectores más carenciados de. la póblación,
! ’ comúnmente denominados popularás. Esto ha-inarcádo’ el origen
político del Trabajo Social y de nuestro rol al asumir. la tarea de
elaborar y sobre todo'ejecutar la s políticas sociales. C ualesquiera1
que., sean las dimensiones de la,práctica profesional, 'ella siempre,
es una práctica política al estar Inserta en relaciones de poder. Po­
lítico es. el dar bolsas de alimentos a los pobres. Lo es como con­
trol social en situaciones que pueden provocar desbordes popu la-'
. ■re9. Lo es cuando fomenta el clientelismo desembozado, sobre" to­
do en las campañas electorales.
Úna deTas primeras cuestiones que hay que plantearse .es a
. quién esté. sirviendo la práctica. Cuando ingresamos a trabajar en
una institución, encontramos y a estructuras objetivadas a través
i de Jerarquías y normas, para llevar a cabo-el-proyecto-Iñstitiicio-
/, nal.,La Ideología de este proyecto determinará los recursos dispp-
l': nibles y estrategias y el. nivel de acceso a la información tapto'de
los profesionales cómo de los usuarios. - '
... ■' «Como señaló:Edgar Morin, “cada uno'se'verá obügádd á rep're--
sentar su roi según su status en situaciones dadas;' cada una de
• las cuales comportará sus propias normas y etiquetas' (habrá, co- -
•• mo entre los animales, .ritos de cortejo', de subordinación', dé aco-
■ gida, de apaciguamiento, de amistad;, etc.). Por otiá parte, nos eh-
) ' frentaremos con los ritos ‘patológicos’, individuales; que cada uno
' . inventará, .pondrá a prueba, o reproducirá para sobreponerse, o
* para calmar sus propias c r i s i s " . ^ ..
.. Existe en general una contradicción entre los intereses institu-1
cionales, de los usuarios (entre los que somos mediadores) y .de los -
profesionales. En ese espacio en el que se articula la contradic-
ción, ejercemos, construimos nuestro rol correlacionando estraté-
I
3' y V V V ’> . ;.-r m ' > C x •<

y i ■i ) ' / ; l ) ; > > i > ) ) ) > " f i ' ).

glcamente fuerzas y recursos.. frente a las situaciones en las que in -1


tcrxáñtmos. • •••■ . • ‘ .... . . y
En algunos casos, la Institución limita la acción profesional;’ en
otros, son los propios profesionales quienes restringen su acción,
por comodidad, por autocensura. Sin tomar conciencia.de d io ,: no-
. se pueden romper estos condicionamientos -ni Jugar estratégica­
mente, es decir, políticamente. Por eso también es importante áu-
tóevaluar nuestía condición de subalternos.
' Myrlan Veras Baptista señaló que hay que “buscar nuevos ca­
mino^ dé expresión y presión a través de la .vivencia de otro tipo d e •
. relación de poder; hay que ampliar ios espacios de afirmación po­
pular lo que hace.que el trabajador social resitúe sü relación, con
mandantes y mandatarios; incentivando la participácíón autókp-
ma; en el s.enüdo/de que la población organice y establézca aus're­
laciones con las instituciones, Tacatando-o negando sus própuea- .
tas, de acuerdó con sus propios proyectos".111
■ Ser itrabaj ador social es cada vez más conflictivo en una socie­
dad qúe ha institucionalizado el conflicto. El conflicto en lo'políti-
co .que-es truc tura la sociedad en base a la.Jerarquizaclón más que
en la participación, agrandando el espació entre quienes .deciden y
los que mi.deciden, generando Iqs graves fenómenos de la apatía
política y desresponsabilidad ciudadana; conflicto cultural ,en la
desigualdad de saberes, con la tecnología sofisticada que cada día
excluye.a una mayoría.que nó puede acceder a ella; conflicto en la
_■ integración socioculturál de las:étnias; conflicto en lo económico
con la ¡riqueza cada día concentrada exím enos manos. El ITrabajo
Social es conflictivo, porque no es un saber a la distancia, desde lo
generalizado, es un "saber de implicación, y estar implicado en al­
go compromete,,y todo compromiso es ún riesgo, un.desafio, que
• no'todos-aceptan, ■ '
Esto exige,-sin lugár a dudag;. pensar, el interior ,de;la profesión,
las relaciones entré el Trabajo Social y el poder político,; abando-
' nandoi la ingenuidad que al respecto suele, caracterizam os, para
direccionar políticamente la práctica profesional, reconociendo los
intereses que están en ju ego; no reem plazarla palabra-de los ac-
' tores; considerar que la,s»decisiones dé los organismos públicos y
privados tienen, en. la m ayoría d é lo s casos, efecto movilizador.al
, ajustar la demanda a la oferta institucional; utilizar una metodo­
logía particlpaíiva que contemplé las perspectivas e intereses de la
población, trabajando más cerca de- la organización de grupos y
asociaciones populares, apuntando a ensanchar los espacios que
abre la propia.realidad; y actuar contra la reprajd ucción de la mar-
ginalldad social, hacia la construcción de uná!|a uténtlca comuni-
dad real y no producto de inferencias teóricas. )
El ejercicio de uri rol profesional supone'pe: b:<inencia a un g n i- ''
po de pares, el que como éndogrupo se organi la en colegios,' aso-
elaciones, sindicatos, -federaciones. Ellos surgp a como consécuen-
cia.de la profesionalización, tanto a nivel,local-,*! o mo,provincial, re­
giohal, nacional e internacional. Ésas entidade cuelen regular las
relaciones entre los mismos trabajadores sociitili :s y entre éstos y
las instituciones y las ,person as con'las que t é ajamos, mediante
códigos de ética; mientras que la sociedad lo 1: :e cqn el ejercicio
profesional a través de leyes que precisan 14:¡] :ncumbencías. d e l'
rol,' A partir de éstas, se ocupán de la defensa Id e los derechas de
sus añilados.
I -
Pero ¿abe indicar que los trabajadores socis jlqs, a pesar de que
coincidim os con aquello de que “la unión hace­ fuerza”, no toma-
mos conciencia de que sólo con un alto nivel orgaiiizáción eh
las asociaciones profesionales, se puede funcic ir como grupo de
' presión, entendiendo por -tal, el conjunto de’ pfcrsonas -que,- me-
díante acciones' Colectivas i logra influir en loá jh¡Lveles de decisión
política. ’
■ Como señalaron Las Heras y Cortajarena, '<m el Trabajo Social,
el asociarse no es sólo una cierta'cuestión deftit)¡fanlzación, defén-
sa y desarrollo de la profesión, sino una hece ;i¡dad de la esencia
m ism a del quehacer profesional, que si no cn ’a e Institucionaliza
cauces operativOs.de intercomunicación, no p t;c l e cumplir con. su
función peculiar".|1W En el mismo sentido, la irabajadora-Social
portorriqueña;'C arm en R. de Alvarado; expri s5 que “sólo como
fuerza social ptiede dejar sentir su influencia- n la sociedad de la
- qué fo’í iria paxté,‘ y a que ío que caracteriza!'un: Profesión es la ac-
•. ,ción conjunta, en.cohtraste con la puramente;, ;¡n lividual y uiiilate-
ral” .111-1 • ';v • ' ” v" '• ' .-'
.Pero aun cuando el grupo profesional adquMr i fuerza, no es'su­
ficiente para.enfrentar la multicausalidád y-laíjamplia vaciedad'de
los problemas sociales. Requisito indispensable ss entonces abrir-'
nos a la comunicación con otras profesiones ¡y |t -abajar en equipo,
en base a códigos y objetivos com partidos..' j¡j
El planteo esquizoide.de algunos profesioi'a es, celosos de su •
campo profesional, sin advertir- los atravesa: entos de saberes
que se: dan en el campo.de lo social, sólo p¡ o frena el desa­
rrollo profesional, limitándose a acciones pajr lóles, asistencialis-

■176
tas. Un profesional aislado prestará servicios a individuos recorda­
dos de sus grupos de pertenencia. U n profesional que trabaja en
equipo, interdlsciplinariamente desde esquemas conceptuales
transdisciplinarios,-prestará servicios a sujetos insertos en grupos
jrespacios poblacionales. No .espera que los problemas vengan y se
.resuelvan ftn su despacho. Sale a enfrentarlos-con otros.
Esto indudablemente significa una opción y no solamente una
cuestión de recursos, ya que las personas-pon quienes trabajamos
constituyen; el recurso más valioso. Y ellas ;f son al fin y al cabo, las
qué. legitiman nuestro rol, eñ tanto acreditamos sér útiles y nece­
sarios, es decir,. en tanto media uñ real compromiso con aquellos
-que HémánÜán'nuestros.'servi'ciós".'Soló a s í una profesión adq^iie-
ré status Q posición'eñ una sociedad. Por estor “debemos, compren-
der, dijo Gisela Konopka, que la nuestra, e l una. profesión que. exi­
ge coraje","1’ , '
Pasemos ahora a las funciones que cumplimos.como trabaja­
dores sociales. El concepto de rol aparece ligado con los conceptos
de función y de status. El rol se visualiza a. través de las funciones
qúe desarrollamos. Mientras el rol es el papel que.se ejerce,'la ¿un­
ción es aquella que se hace en forma-regular y sistemática, ejer­
ciendo el rol p’axa alcanzar lós objetivos profesionales. Eé lo que d£
significado a sus acciones y actividades. Y el status es la posiciór
definida en un grupo o sociedad, mientras que la definición de h
función dependerá de los contextos en los que se inserta nuestn
labor.03) Seremos impiementadófes de políticas, sociales, seremo!
animadores de procesos sociales; seremos cóncientizadores, moti
..vadores, movilizadores, informadores, gestores,' consultores, ase
. sores, orientadores, mediadoras, etc. El cómo' definamos'nuestri
..función, en ca d a intervención, tendrá que v e r con la especifícidai
•profesional. Ésté es e l desafio permanente del, trabkj'ador.'.soei¿l;
lo'qú e muestra-nuestra cáp'acidadvcreatíva frente a cada .contra
dicción que'la' práctica opone, ■.
E l concepto de mediación no es nuevo en-Trabajo Social. Slein
pre se dijo qúe el trabajádor social era un. puente; un nexo entr
' necesidades y recursos.. Ejercemos esta'fiinción, en tanto ño esta
m os involucrados en la situaciónen la q u e intervenimos. Lo hace
m os para brindar orientación a las .pérsonas.sí involucradas, en t
proceso de búsqueda de solucioriés aceptables para todos. Cree
m os importante generar una unidad operativa que como fuerz
abórde el problema, y se trabaje en conjunto explorando todas ia
' posibilidades para llegar a un consenso; Esto introduce .la intei
subjetividad, es decir, el análisis desde la ’ perspectiva" de cad
miembro,' induciendo la identificación de' lüs puntos que puédán--
ser de controversia., EL' papel de mediador es analizable en el con­
texto de la negociación, busóando integrar a partir de todo aquello"
que'comparten. ’• . ” ''
Mientras eí Trabajo Social- tiene una posición adscíita ya en la:7'
sociedad,, lo que tiene mucliti que ver con las representaciones.so~I
da les que de él tienen tanto,los usuarios,-como otras profesiones!
y los ,empleadores, él trabajador'social adquiere esa posición d e '
■ acuerdo con el desempeño jde_su_roh Como señaló García Saiord,...
"la función social del rol'profesional es la incidencia o el-lmpacto
que. tiene-la Intervención profesional en las relaciones sociales' in-
'T^V olu cradasen el objeto de intervención”.11'1^ .... .
Corresponde ahora distinguir entre acciones y actividádes. L a .
acción es hacer algo. Equivale a acto,' obrar. Las actividades son el .
conjunto de tareas que hacemos para lograr ese algo. Concretan el
acto. • ■ •■ ’ • •„ '
u * , " ••

Veamos iin ejemplo. Un trabajador social va a realizar una reu­


nión con un grupo familiar, para conversar sobre lás reiteradas
ausencias de sus hijos a la escuela. S u rol, cómo, educador .social,,
será movilizar un proceso de reflexión en torno á la significación
que la escolaridad tiene en esa familia. Su función es Investigar
m á s "que las causas" de las inasistencias, cómo la. familia percibe la
escuela y la importancia qiie asigiia'a "que sus hijos estudien, pa­
ra comprometerlos en una acción com partida'que perm ita la re-'
; .tención del niño en él.Sistema educativo, ¡sinperjulclo.de .atender
„a las necesidades emergentes de ía retm ióh'.'Ia' áfcciÓh. de'iñyesti-
ga i tiene cómo actMdadés: recolectar la información qué otiré en'
la escuela, sobre el niño; prefijar' algunas' estrateglas'para la reu-
'. ■ nión fam iliar;'convenir con la familia día.y.hor& de la.reunión en
" ..-casa, de cellos y comprometerlos á que- estén-présenteís' todos' sus
miembros; acudir a-la casa de la faihíiiársaludai, presentarse, so­
licitar en lo posible que se ubiquen en círculo (si es factible en tor­
nó a "una m esa )f plantear el problema: coordinar la reunión moti­
vando la participación de todos; h acer preguntas y determinados
.señalamientos; evitar lá dispersión temática; registrar lo más rele-
' yantes de los aportes, de las actitudes y de la situación global;
efectuar el cierre, agradecer la colaboración prestada, despedirse,
volver a su 'casa o Institución; hacer, ei Informe y análisis de la reu­
nión,: sacar conclusiones, planear la actividad siguiente. Las acti­
vidades pueden ser esenciales b básicas, cuando procuran, el logro
final esperado y complementarías ouandQ Contribuyen a que ése se
alcance. Implican u n orden'secuencial lógico. .. '
' Esto; n os lleva a precisar qué hace m i trabajador so cia l.. .
.... .. . a). Atención directa a personas, grupos, vecindades (unidades
• . de atención), trabajando junto a quienes presentan problemas so-
5. cíales o previniéndolos, capacitándolos y organizándólos para que,
¡ corno' actores activos, hagan frente a dicha problemática- con la -in-t
. tenciónalidad de transformarla. . . . . . . . . . . .,-
b) Investigación, identificando cómo se construyen y distribu­
yen la s,situaciones problemas, las percepciones que dé ellas tie-
\ ' nen lo s >sujetos afectados,' el conocimiento y nivel de. aprovecha-,
iniéntó de los ..recursos, asi como .la cantidad y calidad de estos.
‘ etc. ■" : , • . '•'• ■ •
• c) Política y promoción social, planificando, estimulando y pro-"
vocando medidas tendientes a lograr m ejor calidad de vida para la
población, creando condiciones para la participación y la autoges-
. tión de la misma.
dj Gerenciamiento de servicios sociales, organizando, dirigien-
• ..do, coordinando,' orientando, asesoran doy supervisando sistemas,
subsistemas institucionales y sus program as.y proyectos. .• .j
■, é) Capacitación de recursos humanos profesionales para el tra­
bajo en equipo, y no profesionales para la comprensión de cómo
juegan ¡los factores sócloculturales en la construcción de los pro-,
blemasj sociales, cuáles son las 'situaciones de riesgo' para lá pabla-''
: . ción, cómo prevenirlas, como utilizar losrecu rsos, cómo organizar-
a s e d a n d o respuestas á sus necesidades” . ' ' ' ’ ••
: Estas acciones,' para las cuales si trabajador social está capaci­
tado y facultado por el hecho de tener título habilitante; correspon­
den a las incumbencias profesionales. No son especializaciones,
dado qué son acreditaciones de grado..A cada una de esas accio-
• ‘ nes corresponde, urí conjunto, de actividades. En el despliegue dé­
las incum bencias se ponen de m anifiesto los' atributos básicos del
ejercicio del rol, lo que constituye el perfil profesional.
Finalmente, cabe aquí deslindar.niveles de actuación. U n ni­
vel está dado por el espacio .donde desarrolla su labor. Es intram u­
r o s cuando lo hace'dentro de una institución, saliendo de ella só­
lo para hacer alguna indagación, trám ite o gestión. Una cárcel es,
tal vez, el m ejor ejemplo. 'Es extramuros cuándo e l. trabajador
social opera-en espacios poblacionales urbanos o rurales preferen­
temente. El primero es estructurado, formal, desarrollándose'en él
relaciones puntuales con quienes "demandan el trabajo profesio­
nal. E n el segundo, al ser el espacio abierto, es más informal y per-
■'( U ú i { i X. {
mífce insertarnos en i,ms trama rclaclonal, éi la narrativa de las'
personas, en acciones colectivas y i*loba]lza<J<Wi
•'■j
Las prestaciones de servicios operan cóníc1 ,' ntermedlación que
funda la intervención profesional al vincular’ ¡necesidades y recur-
. sos satisfactores, organizar la. acción coIectlv;t! 4 instrumentar pa-,';’
ra la apropiación y producción de cónocimleiros. " ’ .
. ptro.nivel de_actuación tiene en cu én tales estructuras eii las" . •} T
que se opera,'lo que'puéde'ser eñ la nilcroesjtÜctura, caracteriza-
da por una relación directa yf ü n 'S cin c e're si Bpgldo, o .en la ma- j/J
croesixuctura, caracterizada por un alcance nijáp vasto y una r.ela- ■■
ción Indirecta, con las'..personas a quienes va ¡dirigida la Interven---''-’-.; • r"
CiÓÍlv- '■ __ . ............................. |’ '* T ' •- .
■Él primero es ei nivel operativo,' el de máyt ¡jr actuación del tra- •r -
...bajador, social. Es el trabajo de terreno o de c|mpo, dedicado a la
• acción directa con personas, grupos ó poblacíctaea. E l segundo, en ¡.s '
cambio,.es el.nivel'-normativo, ge.nera.do en irií |i cuciónes cómo mí- *":• "
nisterios,' s e c r e te a s -d e Estado, municipios pjayrmtamientos, or- „• ■ .
gánizáciones internacionales, entes.de coprdir :ión. regional, etc.v - i ,'
\ abocadas a form ular y planificar políticas sójjliles. Implica tam-' •■
bifen el-gerenciamiento de programas de enveitedura.-..
•La complementariedad está dada en el h edió de que la mlcroes-
tructura propoircionalnsuraos a la macroestnjic tura- para que fo r - J l'
. mulé ’y planifique pollticai :soclales, devél'árffljle riecesidádes ..y.fS
. . problérxiás’que deben satisfacerse yresolv.ers4íL'.c’qrtb,..rnediário" y - :%\
' ” •largo plazo..'Pór otra parte,- el trabajo a macrfjplreí; no puede per--
der de v ís ta la perspectiva macrosocial, en e l’s jenti do de in serta rse-w
enla.'glóbalidad regional y riácioiial. 'i |
..Otra caracterización, da cuenta de si e le c t o r . de trabajo es --¿
público-estatal, privado; .o privado social e in trn acipnal. El-prime- \i
- ro no presenta dudas ’eñ cuanto','a.su condición . .El privado' alucie - ’• ;
a-eiripresas no dependientes del Estado'ó a teajb ijo por su cüenta,
y el tercero a entidades civiles como pueden sst- chibes de servicio, •;
organizaciones no gubernamentales (ONG), Iq tone impilca una re-
definición de las relaciones entre la sociedad ;<pHl y el Éstadd. En
general, en los países subdesarrollados,1el ejelplcio privado es es­
caso, dado que los pobres no pueden pagarricjjs Pero comienza a.
...■ ser una estrategia’ frente a lá desocupación pí o festonad y a que el ^
. Estado y las empresas “concursan servicios’!. ¡listo- exige conoci­
mientos del m ercado para determinar ■qué sfíg nerito del m ism o
puede requerir nuestra prestación, generar es tr itegias de prom o­
ción y venta de nuestros proyectos, así com a'iíjju una Estructura
í
180

r|'R*«,pT-í~íf"T2íií**’
organizaciooal como microempresa unipersonal o equipo profesio­
nal , como consultora, mediadora, cápacitádora, etc. Y, a nivel in­
ternacional, los trabajadores Sociales actúan en organismos como
UNICEF, FAO, OMS, fundaciones, ctc.
. A modo de síntesis, el trabajador social debe:
a) conocer los problem as sociales que afectan a lá población y
- • cómo los significan;. .>••;•••>•: •
b) prestar ía .atención integral qué la circunstancia acredite, ca­
pacitando, organizando y animando un proceso, en el cual
fespftrs'onas.se asuman cóinci a c íp f é é ía ^
de-la acción organizada, y ■transformadora- que supere ■sus
-problemas; . •' _ ; .-v ••• >
c) lograr, con dichos actores, mayor respaldo de récúrjsos y me­
didas-de :las Instituciones, a los programas que tiendan a ele-
. >a r la calidad de vida de la población.
Esto dernaiida una permanente form ación profesional, que va
más allá del gradó académico-logrado para actuar competente­
mente frente, a la problemática social y la incertidumbre de lo no-
. vedoso,- ~ ......................................................... ' • • • v •
rf € ' <if C € <$? C C C tíf ’í s l ' a f * & " | f ?>

>■V ) ) •) •) v > •) ) ) •) ■ ) ) ) 'i i ) ) :) " ) j ;n - y y


(

Notas

•1. Perlman, Helen Harris, El Trabaja Social individualizado, Madrid, Rlalp,


; 1965, pág. 153’, ..
2. Bleger, José, Psicología de la conducta. Buenos Atfes, Patelas, 1980,
pág. 264, .,,, . .,ji ¡
3. Rol,, del latín rótulíis, hoja de papel enrollado quciUcva uii- escrito. Aque- •
lio que áebe decir un actor en una pbra teatral.;.papel que se desempe- ’¡
ña en una determinada situación. ,.
4. Mary R.Richmand/caracterizó a este tipo de trabajador social corno "te- •
lefonista social, cuya única ocupación seria la de permanecer sentado
delante de su mesa, retirando'una ficha: para insertar otra", en Caso .
social inüiuidual, pág. 77. — •
5. Evitamos hablar de vocación. Ésta, más que un a prioil, es un a poste- ;
riori, que se construye como proceso a través de la formación y ejercí- 1
cío profesional. 1
6. Perlman,. obra citada, pág. 73. ’
7. Palma, Diego, La práctica política de los profesionales. El caso del Tra­
bajo Social, Lima, CELAIS, 19Ü5, pág. 133,
8. Morln, Edgar, El paradigma pérdida. Ensayo de biaantropalogia, Barce- •
lona, Kairós, 1992, pág. ."167.
9. Baptista, Myrian Verás,' “As tendencias da prátlca do Servido Social no .
• Brasil", en Debates Sociais, a. XIX, n.° 37, Rio de Janeiro, 2.° semes<-
tre 1983.
10. Las Heras; Pab-oclnlo y Cortajarena, Elvira, introducción al bienestar ■
social, Madrid. FEDAS, 1979, pág. 180,
11. Alvarado, Carmen R „ "El trabajo Social, una profesión en la encruci­
jada", en Selecciones de Servicio Social, a. IX, n.° 28, pág. 17. Buenos
Aires, primer cuatrimestre de 1976. ■
12. Konqpka, .Gisela, “Servigo Social eomo profesión", en Debates Sociais, i
a. IX., n.° 16, Rio' de Jáneirq, mayo dé 1*973. ■■ ■
13. Robert'K. Mcrtori, én,Teoría y esthtctiir'a sociales, México, FÚE, 1965, ¡'
págs. 30 a 32, 40 y 4.1, caracteriza las distintas asepciones del concep- '•
to de función. Es interesante constatar cómo los conceptos ele rol y de^'
función, surgen del teatro.'Véase, para una'apreciación de la utiliza-/
'ción de ambos conceptos en'el'desarrolló histórico del Trabajo Social^
el libro de Hermán G. Kruse,- Cuestiones operativas del Servicio Socialí
Buenos Aires, JHvmanitas, págs. 65-103. , j
14. García Salord. Susana, Especificidad y rol en Traba/o Social, Buenos'
Aires, Hvmanílas. 1991, pág. 20. ‘ í
1. LO SOCIAL

•LAS REPRESENTACIONES SOCIALES

o h a y terreno más difuso que el de lo social. Originado el

N concepto en el latín sociaíis, alude a lo que se dice respec­


to a la sociedad o a la relación entre seres'humanos. A lgo es social
cuando está inserto, anudado, en algún tipo de relaciones. Lo so­
cial aparece cuando se constituye un nudo de significados com ­
partidos entré varios sujetos. "Es ese fondo común de significados
— dice Tom ás Ibáñez— el que perm ite a los individuos investir, a los
>■objetos con una serie de propiedades que no se poseen de por sí,
sino que son construidas conjuntamente a través de la comunica­
ción. Lo social se ubica no en las personas ni fuera' de ellas, sino
entre las personas, en el espacio de significados del que participan
o que construyen conjuntam ente."111En ese espacio se construye la
vida social. Por eso no hay que confundir lo sóciál con lo colectivo.
Lo social alude a la naturaleza de las relaciones, lo colectivo a la
cantidad o conjunto de personas involucradas en algo.
No es suficiente que exista interacción' entre personas; ella es
sólo una condición. Somos seres sociales en eílenguaje, y éste p er­
mite construir una red de interacciones, entre las personas, que
sustenta lo social. Lo social es una producción humana que se mo~
difica a través del tiempo. Es proceso y es producto, por lo tanto
■su naturaleza es histórica, propia de üria cultura y una sociedad.
Y es también la necesidad biológica de vivir en compañía,-de estar
con-los otros.- ' '
. Cualquier situación, sea o no problema, existe a través del len­
guaje, de la conversación, del relato o narración o discurso. A tra­
vés, de ellos,, desprendemos la significación co-construida por los
actores implicados en esa situación y de las relaciones entre ellos.
Esto tienen que ver con representaciones sociales, .
La realidad es tal .para nosotros como resultado de nuestra
construcción subjetiva de la misma. El sentido común permite a
las personas, en su cotidianidad, explicarse sus conductas y ac­
ciones a sí mismas, asi como entender la de los. otros y adecuar en
' consecuencia sus acciones.
Fue Emilio Durkheim, quién al parecer acuñó el concepto de re­
presentaciones sociales,131para designar el fenómeno social a par­
tir del cual se construyen las representaciones individuales. Al
trascender a los individuos particulares, forman parte de la cultu­
ra de una sociedad.
construyen de las informado-. ■1
nes y conocimientos que recibimos y transmitimos, a través de la
comunicación. Por esto,, son un conocimiento socialmente elabora­
do y compartido, que nos. permite comprender e interpretar, actuar "
con sentido práctico, situarnos respecto a otros, asumir posiciones. .
C jbáñe^señaló que. son “pensamientos constituidos y pensa- -
mientos constituyentes", al ser productos que Intervienen en lá vi­
da social como estructuras preformales a partir de las cuales se
interpreta la realidad, y constituyentes porque ño sólo reflejan la
realidad, sino que informan sobre los rasgos de la sociedad en la
que se han formado.131 Más aun, podemos decir que son parte de
esa misma realidad, contribuyen a configurarla y a producir deter­
minados efectos. ‘
Se van construyendo históricamente a partir de la cultura acu­
mulada, de valores compartidos, que conforman la memoria colec­
tiva y la identidad de una sociedad o grupo. Son sociales en la m e­
dida en que posibilitan la producción de ciertos procesos sociales,
crean una visión compartida de la realidad, un marco de referen­
cia común, un medio que posibilita las conversaciones cotidianas.
“Son sociales —dice Ibáñez— tanto por la naturaleza de sus con­
diciones de producción como por los efectos que engendran y por
la dinámica de sus funcionamientos.”1"1
Para Serge Moscoyici, los com ponentes de las represeutacioneí
sociales se estructuran a.partir de la.actitud, la inform ación y e
■campo de la- representaciónCp ^ ^ f l f u d^sp m anifiesta como la dis­
posición más o menos favorable^ueTiene u n a persona hacia el ob'
jeto de la representación, y expresa por lo tanto la orientación eva
luativa que tienen en relación a. ese objeto. “A sí es como el compo­
nente actitudinal de las representaciones sociales dinam iza ]
orienta decisivamente las conductas hacia el objeto representado
suscitando un conjunto de reacciones em ocionales e implicando i
las personas con mayor o menor Intensidad. 'S^ H n T ^ it T a cl-óQ^so
bre los objetos representados varía tanto en calIBlH'TSTM’W rc a n
tidad. El acceso a la información y las dificultades en otros, incidí
• en el tipo de representaciones que se elaboran sobre la natu rales
mism a del objeto para los distintos grupos sociales. Y ekgam poa'
<fS ^resen !aST8Tr$iene que ver con la ordenación y jerarquizaciórTS’
l ^ ^ I e t ^ n íS s q u e configuran el contenido de la misma, y provle
nen de la transformación de los diversos contenidos conceptúale
relacionados con un objeto, en imágenes, las que ayudan a las per
sonas a'tener una visión más comprensible y concreta.181
una im portante fundó;
en la conform ación de las identidades personales y sociales, as
■como en la expresión y la configuración, de los grupos. En ciert
' oportunidad, en una ciudad española, los pobladores de un ba
rrio de viviendas sociales se habían m anifestado en contra de qu
en un sector del mismo se ubicaran a fam ilias gitanas. Aprove
chamos la oportunidad para, con un grupo, ju ga r una escena, e
la cual en la primera parte actuaran como los vecinos de ese be
¡ rrio enfrentadas a los gitanos. Progresivam ente se fueron olvidar
do que eran trabajadores sociales y como tales vecinos manífes
taron toda clase de prejuicios e im properios contra los gitano!
Cuando la discusión estaba” en lá cum bre del acaloramiento* le
pedí que se transformaran en los gitanos que eran excluidos, r<
chazados. Y poco a poco se fueron relajando y reconociendo raí
gos positivos en ese grupo étnico.
U n .grupo se define por su diferencia con otros grupos. L í
im ágenes que se tienen de los otros determ inará el tipo de reí:
clones que se establezca entre sí. La ideología que colectivam en
se tiene de los gitanos es negativa. En gran m edida se les atribi
ye la condición de ladrones. Por lo tanto, a ese grupo de gitan<
en particular se los caracteriza como tales en la represen tacif
social de los ved n o s que no son gitanos. ¿Pero acaso no existe
ladrones en los otros grupos étnicos, incluso.el nuestro?

l í
||a^-Feprgsqntaeio^^^|^ ^ p nTio las ideologías, contribuyen -i
a íegtítóíÉ^x^r'S^feif'sócllfr'estaEfecido. Lj^fóiacesfinteeipgges de rj
un objeto, una situación en particular y siempre pueSeTer^asigna- i
da a agentes sociales específicos. Son representaciones de algo y •]
spn construidas por alguien (grupo, persona, clase social). La ideo- . '<
logia es más general, es como un dispositivo generador de juicios, í
percepciones, actitudes sobre objetos específicos (pero no sobre-
uno en particular) lo que le permite intervenir en la construcción
de las representaciones sociales y la relación entre ambas es re­
cursiva. De ahí la importancia de conocerlas, para apreciar las di­
ferencias que median entre diversos grupos sociales respecto a un •
objeto e incluso a sus interrelaciones. Por lo tanto, su estudio es
instrumental, proporcionan conocimientos sobre un determinado
objeto social.
Como otro ejemplo, pensemos cómo se elabora el concepto de ¡
enfermedad de sida y el efecto que tiene la representación social, j
de esa enfermedad sobre la conducta de las personas. Pensemos
también, cuando un detenido por un delito cumple su pena y egre­
sa de la cárcel, cómo la sociedad lo sigue estigmatizando y le nie­
ga contención. Por eso, como bien sugiere Ibáñez, "más que pre­
guntar qué representación social tiene tal o cual grupo sobre, tal
o cual objeto social, hay que preguntar por qué tales o cuales ca­
racterísticas sociales engendran diferencias en las representado- j
nes sociales, lo que permite establecer comparaciones y diferen- 1
cias entre el objeto representado y la representación del objeto".101 ]
Nuestros lectores pueden ya estar preguntándose por qué esta- . i

mos dando tanta trascendencia al tema de4as representaciones


sociales. Cuando escuchamos a diario que tales personas son ina­
daptados, marginales, incapaces, problematizados, dependientes
de los favores políticos, alcohólicos o drogadictos, homosexuales,
indios o negros, estamos en presencia de expresiones estereotipa­
das que muestran cómo una clase o grupo social percibe a otros,
cómo históricamente en “esa arqueología d e l saber” , como la llam ó •
Foucault, los sujetos fueron construidos, gradual, real y material­
mente por las instituciones, las ideologías, etc. Las representacio­
nes sociales organizan significativamente la realidad para quienes
la vivencian; lo imaginario percibido es real y, como señaló María
Carmelita Yazbek, la representación social "oculta la lógica del po­
der".171Vayamos pensando cómo juegan las representaciones que,
sobre nuestro rol profesional tienen los pobres con los que traba­
jamos y cuáles son nuestras propias percepciones del ejercicio del
rol. Sobre esto volveremos a hablar más adelante.
Terminamos este apartado preguntándonos: ¿Cuándo lo'social
se torna tina cuestión social? Cuando determinados hechos que
generan procesos dé disgregación de la vid a social se Instalan en
el nudo de. las relaciones sociales, como fueron la Revolución In ­
dustrial, las'guerras, las economías de: ajustes. Hoy el trabajo ha
dejado de ser uno de los ejes sobre los que se integraba y estru c­
turaba la vida social. Desde la década dél ochenta asistimos a una
nueva cuestión sorial)g g g »@ 8BB^.ab^ feq fea ascltada por el debilita­
miento de las protecciones instituidas por el llamado Estado de
bienestar, la desocupación y la aparición dé nuevas formas de po­
breza, han instalado el fenómeno de la exclusión social. “Ser .ex-
cluido quiere decir no contar para nada, no ser considerado como
útil a la sociedad, ser descartado de la participación.'”181Esto lle v a - '
rá a plantearnos que, frente a una nueva era, corresponde u na
nueva visión de lo social.

í
I

I
. I

13 9
Notas

1. Ibáñez, Tomás, “Representaciones sociales. Teoría y método”, Incluido


en Psicologta Sadal canstruccionísla, Universidad de Guadalajara, Mé­
xico; 1994, pág. 216. El mismo trabajo está' también incluido en el 11-
, bro de este autor titulado Ideología de la vida cotidiana, Barcelona,
Sendal, 1988. .
2. Durkheim, Emilio, "Representaciones individuales y representaciones
colectivas", en Revista de metafísica y de moral, n.° 4, pág. 273-302,
París, 1898.
3. Ibáñez, pág. 175.
4. Ibáñez, pág. 182.
5. Ibáñez, pág. 185-186.
6. Ibáñez, pág. 207.
7. Yazbek, María Carmelita, Classes subalternas e assisténcla social, San
Pablo, Cortez, 1993, pág. 78.
8. lpola, Emilio de, “Repensar lo social: un desafío para nuestro ñn de si­
glo', en La ciudad futura, Revista de Cultura Socialista, pág. 1.8, Bue­
nos Aires, Junio de 1996.
2. L a cuestió n so c ia l

E
l Trabajo Social surgió como:respuesta a necesidades plan­
teadas durante la Revolución Industrial hacia fines del si­
glo XIX como ya hemos visto. La "cuestión social” se instaló en el
centro de las relaciones antagónicas entre capital y trabajo. La or­
ganización de la producción y las condiciones de vinculación con
el mundo del trabajo, condujeron a una lucha de la clase obrera a
efectos de lograr transformaciones en esas relaciones. Surgen así
los sindicatos y en la década del treinta, el Estado proteccionista
o de bienestar social, cuyas disposiciones legales, en muchos ca­
sos, se incluyeron en la Constitución. Reconocía el derecho a per­
cibir prestaciones cíe la seguridad social y contar con servicios es­
tatales organizados en salud, educación, recreación, vivienda y re­
cursos para atender emergencias sociales y las necesidades vitales
de la población más carenciada. Este Estado se desarrolló con los
gobiernos populistas en las décadas del cuarenta y cincuenta y e.'
modelo desarrollista después del sesenta, lo que implicó la expan
sión de los derechos sociales, el desarrollo dé consumos colectivos
una legislación protectora del trabajo, una mayor participación d<
los sectores populares a los que se aseguró una dosis de poder ei

14:
los sindicatos, gobiernos comunales, bancas de diputados, etc. Pe­
ro todo ello, encubrió más una finalidad de control que de consu- '
mar un derecho. ,
Creemos necesario tener claro que el Estado "es un escenario en
el que se despliega la lucha política, entre actores sociales que sos­
tienen proyectos políticos diferentes y que se enfrentan, buscando
que la decisión que aparecerá, en definitiva, como 'la del Estado',
sea favorable a sus intereses". Esta apreciación de Rolando Franco
se entiende más si tenemos en cuenta que Micliel Foucaull afirma­
ba que "una de las primeras cosas que deben comprenderse es que
el poder no está localizado en el aparato del Estado, y que nada
cambiará en .la sociedad si no se transforman los mecanismos de
poder que funcionan fuera de dichos aparatos, por debajo de ellos,
a su lado, de una manera mucho más minuciosa, cotidiana".!1)
Pero en la década del sesenta, este esquema se rompió. Como
señaló Pierre Rosanvallon, “la utopia de una .sociedad liberada de
la necesidad y de un individuo protegido de los principales riesgos
de la existencia parecía al alcance de la mano. Desde principios de
los años ochenta, el crecimiento de la desocupación y la aparición ■
de nuevas formas de pobreza parecieron llevarnos a largos años
atrás. Pero a la vez se ve con claridad que.no sólo se trata de un
simple retorno a los problemas del pasado. Los fenómenos actua­
les de exclusión nos remiten a categorías antiguas de explotación.
Así ha hecho su aparición una “nueva cuestión social".1?'
Un nuevo Estado, un escenario diferente que define y expresa
nuevas condiciones de existencia se lia instalado. Los actores se
individualizan a la vez que los sujetos colectivos pierden entidad.
Fundado el liberalismo en los principios de que todos los hombres
son iguales ante la ley y ante sus semejantes, lo que no es cierto,
este nuevo Estado se legitima entre el asistencialismo y la repre­
sión. Se ha mundializado la economía y las economías nacionales
y regionales deben ajustarse, es decir, acomodarse a las nuevas
exigencias de la economía mundial.
Una nueva Revolución Industrial, la de la electrónica, la desre-
gularización y el achicamiento del Estado, mediante la transferen-'
cia de sus empresas y servicios a manos privadas o a gobiernos
provinciales o municipales,, viene afectando a toda la población.
La desocupación se ha convertido en el mayor problema social.
La clase trabajadora tradicional, que transformaba las fuerzas
de la naturaleza y el mundo material mediante el uso de sus capa­
cidades manuales e intelectuales, que en cierta medida controla-
ban los instrumentos de trabajo qué utilizaban aun sin ser propie-.
tarios de los mismos'y podían apreciar el resultado de su trabajo
y sentirse resguardados por el poder que les confería su número,
su importancia para la economía nacional y la solidaridad y cohe­
sión a través de sindicatos que llegaron a ser sumamente podero­
sos; todo eso que les daba seguridad a ellos y a su s familias se ha
t e r m i n a d o . ■
Sus habilidades manuales, sus conocimientos y sus oficios mis­
mos, están desapareciendo ante la avalancha de productos resul­
tado del funcionamiento de sofisticadas maquinarias y sistemas
informatizados. Los ,enormes complejos industriales qué fabrica­
ban productos completos han ido desapareciendo y, en su lugar,
reemplazados por. pequeñas y más especializadas unidades' de
montaje áUtottiatizadas en su mayor parte, a las cuales les son en­
tregadas los diversos componentes o partes del producto final por
numerosas minifábrlcas o subcontratistas especializadas ubica­
das en cualquier parte del país.
La complejidad del sistema productivo hoy demanda organiza­
dores y coordinadores que no son productores directos y qúe se
encargan de articular, como un reloj preciso, las diversas unida­
des productoras de las partes del todo que sé fabrica. La especia-
lización no apunta a capacitar a aquellos que producen, sino que
sirve a las necesidades del sistema. Eso ha llevado a que las mo­
dernas manufactureras empleen mayor número de trabajadores
en el sector directivo que en el sector productivo. Y que haya dis­
minuido el número de estos últimos y aumentado el de servicios,
para el transporte, la limpieza, las tareas de reparación y de man­
tenimiento, dé atención domiciliaria, etc.
Antes, se podía aprender vina profesión o un oficio y su ejerci­
cio era. para toda la vida. Ello implicaba una. forma de vida, úna
identidad, una posición social. Esto ya no es así. .
La automatización np sólo ha reemplazado la mayor parte de los
oficios artesanales, sino también a muchas competencias profesio­
nales, como por ejemplo la de farmacéutico, convertido en simple
expendedor de medicamentos que producen en su mayor parte las
transnacionales. Tener cincuenta añtís es ser estimado también
caduco. Hay que adecuarse a cambios técnicos continuos, reci­
clarse, cambiar de profesión u oficio. Todo tiene el carácter de pre­
cario. Y esto genera gran incertidumbre.
La empresa define hasta lá identidad, que tiene que ser corpo­
rativa, rio personal ni gremial. Ella demanda más capacitación,
-*., ■vK^^-TOCjor presencia, mejores dotes de;comuñicacióri, una mentalidad |
W '*■ ÍA'empresarial agresiva para entrar ¿¿nándó en lá. cpmpéBciin, una j
j) conciencia de que se es parte de la empresa, es decir de uná élite,. ;
•.-..no-de úna clase trabajadora, aceptar contratos de tiempo reduci-- «
. do,,horarios que pueden ser cortos o excesivos¡-salarlos acordes j
. con su responsabilidad y ejecutividad. A trabajos no calificados, se i
exige mayor calificación. ■ ; ' "
, En el sector primario de la producción, la situación es similar o
peor, al ser el excluido desde siempre de las políticas oficiales, pe-
^9 se a que más'del 50 % de la población depende económicamente
¡0 de él en nuestro país.
:^ ^.Argentina ha sido, desde finales dél. siglo XIX, uno de los pai- .
ses latinoamericanos que mayor expansión dió ál sistema de
,* educación formal. Pero ella se constituyó a través de sus moda-
lidades én uno de los mecanismos más eficaces para la cristali­
zación de una estructura social segmentaria. Existen así grupos
de jóvenes que tienen una elevada formación educativa, mientras
una gran mayoría de ellos no alcanzaron los niveles mínimos-de
la formalmente obligatoria. Como aparato ideológico del Estado,
el sistema educativo ha legitimado las desigualdades sociales,
y Esto diferencia y distancia las oportunidades de inserción y per-
^ manencia tanto en el sistema educativo como én el sistema pro-
^ ductivo.
- Ocupación legal, trabajo clandestino, subocupación, desocupa-
* ción y virtuales inempleables, son categorías que en relación al
^ trabajo se dan en toda realidad. A eso hay que sumar la expulsión
^ material y/oj>sicológica de niños y jóvenes do.sus propios hoga­
res, a los que no pueden aportar económicamente ni económica-
% mente los pueden mantener. •
% Como señaló Margarita Rozas Pagaza, “la subproletarización in-
tensiñcada del trabajo lleva al cambio de las formas anteriores del
. trabajo, de tiempo completo a tiempo parcial, temporario, subcon-
^ tratado, “terciarizado”, que marca hoy a las sociedades, generan-
^ do un proceso dual interno y externo, es decir sociedades más ri-
^ cas y pobres, regiones más ricas y pobres; al interior de los países
la existencia de diferencias cada vez más grandes entre pobres y
© ricos, agravado en intensidad en los países llamados subdesarro-
a liados".® Mientras se produce mayor riqueza, y hay mayor desa­
rrollo tecnológico, aumenta la desocupación. Hoy la mayoría so-
^ mos pobres y el fechitismo de la mercancía es un concepto mucho
más válido que en la época de Carlos Marx.

144
¿Qué significa ser pobre?,Se ha considerado la pobreza como si­
nónimo de indigencia y carencia, aludiendo al que no tiene o ape­
nas tiene los medios de sobrevivencia. Por lo tanto,, para saber si
• alguien es pobre hay que calcular él más bajo costo d e los bienes
y servicios indispensables para sobrevivir en una sociedad y cul-
. tura determinada, que integran lo que se llama la canasta familiar.
Valorizada esa canasta', sé obtiene lo que se llama la línea de po­
breza. Según'este criterio, pobres son los que están debajo de la lí­
nea de pobreza. Pero esto evalúa las necesidades sólo sobre una
base biológica.
Medir la pobreza implica medie el nivel y calidad de vida, Ajan­
do un punto crítico por debajo del cual se estima que hay realmen­
te pobreza. Por lo general las dimensiones utilizadas son alimen­
tación, salud, educación, vestuario, trabajo y vivienda. A cada di­
mensión se fijan indicadores y los puntos límites. Se fundan en el
consumo. Sin embargo, los resultados son relativos y ambiguos.
La calidad de vida implica satisfacer un conjunto de necesidades
que van más allá de la idea de producción de bienes y servicios. A
veces, hay disponibilidad de alimentos, pero no hay un a dieta nu­
tritiva correcta; en otros hay sobreconsumo en los adultos y su b -
consumo en los niños; en otros se come bien, pero comen en el
restaurante o en la casa en la que se trabaja o las sobras-que re­
cogen en estos lugares. Hay que considerár el clima, el esfuerzo fí­
sico, la edad,.etc. La evaluación de la canasta familiar varía según
los países, las reglones y la cultura (recordemos como ejemplos el
consumo de té para los ingleses, el de yerba mate para argentinos
y uruguayos, del maíz en gran parte de los pueblos latinoamerica­
nos, la prohibición de consumir carne de cerdo en los judíos, y de
vaca en los hindúes, etc.). En. una realidad donde se ha-deteriora­
do sustancialmente -el poder adquisitivo de los salarios y las pasi­
vidades, la pobreza es “una frustrada experiencia humana, un a
deteriorada calidad de vida ",1'11
Sabemos que en todos los países existen organismos que dic­
taminan quién es o no pobre. ¿Con qué criterios? En general se
acude al ingreso. J. -K. Galbraith dijo que "pobres son aquellos
que disponen de un ingreso netamente por debajo del ingreso me­
dio de la sociedad en que viven, aunque sea adecuado para sobre­
vivir” .01
La noción de ingreso, si bien parece simple, es ambigua, puesto
que las personas pueden tener ingresos no declarados. Se podría
verificar en la relación ingresos-consumos, pero está demostrado
que dos familias con igualas ingresos pueden administrarlos de for­
ma muy distinta. Pese a esto, el ingreso es.utilizado con mayor fre-
cuencia y, consecuentemente, un bajo ingreso indica pobreza.
Otro criterio demanda la definición de criterios mínimos para
evaluar los grados de satisfacción de las necesidades consideradas
básicas, en un momento determinado del desarrollo de una socie­
dad. Pobres serían aquellos que no alcanzan a satisfacer algunas
de las necesidades definidas como básicas. Sin embargo, las nece­
sidades básicas insatisfechas ya no son suficientes para compren- •
der la realidad actual, ya que pobreza implica el cúmulo de caren­
cias de diverso orden.
También es importante considerar quién define a los pobres y
cuáles son sus intereses, lo que tienen qué ver con lo ideológico
y las representaciones sociales. Generalmente los gobiernos, pa­
ra preservar su prestigio, tienden a disminuir su magnitud. Es
■frecuente escuchar en ios discursos que, "pobres hubo siempre”,
que de “ellos será el Reino de los Ciclos", que son peligrosos, que
son pobres porque no les gusta trabajar, que son,apáticos, etc.,
etc.
El concepto de pobreza se define en un contexto social determi­
nado, en una sociedad concreta y en un momento histórico dado.
Más que ver con una relación con las cosas, la pobreza tiene que
ver con una relación entre personas y entre éstas y un espacio y
cultura. Por eso, el significado humano depende del sentido que
los pobres encuentren en sus propias vidas y a su relación con los
otros y el medio ambiente,
La calificación de pobre es dinámica y cambiante. La pobreza
no es homogénea. Como ha señalado Alberto Minujin, coexisten
hoy tres clases de pobres, a saber:
a) los estructurales, los que siempre han sido históricamente
pobres; , ■ • '
b) los nuevos pobres, “aquellos que, debido a una fuerte y per­
manente movilidad descendente, han visto caer sus condiciones de
vida a niveles equivalentes a las de los pobres, muy por debajo de
las que han tenido en el pasado ellos, como -posiblemente, su ge­
neración precedente". Es una pobreza adquirida, “a la que se han
visto empujados por el proceso de crisis, estabilidad y ajuste". Se
diferencian de los estructurales porque tienen todavía cierto capi­
tal material (casa, auto, muebles, etc.) y sociocultural (estudios,
mayor nivel cultural, y relaciones a las que acuden en casos de ne­
cesidad);
.VjAi.c) ;1qs; ex pobrés, .que; habiendo salido de, estructurales,' por e
■- tudio, trabajo, adquisiciónlle una yivierida de .interés social,'rete
nan ’a Ía situación 'de indigenteé por haber perdido el empleo.1®
Evidentemente’,' esta cuestión debe encararse desde una peí
pectiva sociopolítica, la que pone en evidencia que ella es el resi
tado de determinado pacto social, consolidado a través de mee
nismos económicos, jurídicos y sociales, ,que .determina la de
i gualdad en la distribución de la riqueza. Ser pobr.e, dijo Labbei
í “es carecer a la vez de fortuna y de ocupación remunerativa (c
; se social), de fuerza social (poder), de audiencia y de respetab
i dad (status).17'Son los sobrantes,-cada día mayores, de la ecor
! mía capitalista. Son los vulnerables a todas las contingencias
í . la vida. ■
¡ Ahora bien, el tema de la pobrezá remite al dé las necesidac
i sociales. Llamamos necesidad a un estado de carencia,'de falta
j aquello que es útil, necesario, para nuestro desarrollo como per
nás y que moviliza en determinado sentido para, satisfacerla.
I expresa a través de deseos, explícitos o no, mediante el ¡engu;
y su no satisfacción ocasiona un sentimiento de frustración, de
, trés o tensión que se torna insoportable cuando los esfuerzos i
; casan en su propósito o se percibe que ¡as demandas de esfue
superan las capacidades. Las necesidades son sociales cuax
abarcan a un colectivo de personas. Y ellas generan una demar
como reclamo de satisfacción. En esas demandas debe verse el t
gen dé los movimientos populares y los cambios que históricam
j te se han producido en la sociedad, así como el origen de mud
instituciones y servicios sociales.
!. Suele hablarse de necesidades primarias-o básicas y secun
! rias, dé verdaderas o falsas, de materiales y espirituales. A s i , IV
cuse llamó básicas,-a "aquellas cuya satisfacción es necesaria
ra lareálización de su esencia como ser humano", como el aliir
; to, él vestido y lá'habitación; y falsas *'a las que enajenan al hi
i bre: divertirse, descansar, comportarse y consumir de acuerdo
| los anuncios de amar y odiar lo que otros odian y aman ",181 El
sarrollo de estas necesidades es heterónomo, aunque se las h
• convertido en propias. ..
' Entendemos que la propia existencia es ya un problema que
■ bemos resolver. Y en esa búsqueda nos construimos como tales
vida de todo ser humano, como historia, está marcada por un
virulento constante de avances, de retrocesos, de nuevos avan
¡ Y estos pasos expresan su esfuerzo por construirse y construí
‘ sociedad. Por eso, no es suficiente señalar que las necesidades vi­
tales son las únicas verdaderas. Eso no lo diferencia de un animal.
Erich Fromm al señalar que “sociedad sana cs'la’ que/corres­
IX*. ••
ponde a las necesidades del hombre”', destaca algunas necesida­
d e s que nos parecen esenciales, como la de vivir en sociedad, la de
trascender creando. Créa la vida- Crea los instrumentos de traba­
jo. Crea la cultura en tanto transforma la naturaleza y se transfor­
ma a sí mismo.
. Los humanos tenemos necesidad de seguridad, de. sentirnos
reconocidos como somos y por nuestras obras. El trabajo debe ser
retribuido con un salario justo, que permita vivir con decoro, sin
penurias, sin .la inseguridad de tener que emprender cada día la
aventura de un diario vivir.
Tenemos necesidad también de arraigo y de identidad. “Sólo
cuando el hombre logre desarrollar su razón y su amor, más que
' hasta ahora; sólo cuando pueda sentirse enraizado en un senti­
miento de fraternidad universal, habrá encontrado — dice
Fromm— , una forma nueva y humana de arraigo, habrá transfor­
mado su mundo en una patria verdaderamente humana ."'01
Abraham Maslow (1908-1970), a partir de un enfoque humanis­
ta de las teorías de la personalidad, señaló que las necesidades son
las bases de la motivación y propuso una clasificación jerárquica de
las necesidades humanas. Su teoría señaló qüe el hombre no se
motiva por necesidades de un cierto nivel si antes no ha satisfecho
en grado suficiente las necesidades de los niveles inferiores. En ese
ordenamiento van jerárquicamente las necesidades fisiológicas: en
el primer nivel,-alimentarse, beber, dormir, protegerse del excesivo
calor o. frío, atender su salud, reproducirse; en el segundo, las ne­
cesidades de seguridad, de protección, de estabilidad; en el tercero,
las de afecto, relación, agrupación, de autoaprecio; en el cuarto, la
libertad e independencia para movilizarse, expresar ideas y comu­
nicarlas, actuar, trabajar, participar; y en el quinto, las de autorreá-
lización, a vivir en un entorno de cosas bellas.11®
Cuando las salidas a las aspiraciones y necesidades están blo­
queadas, las personas tienden a buscar satisfacciones sustituti-
vas. Hay que tener en cuenta que cada necesidad se expresa en
signos significativos, como diría C-eorge H. Mead, los que son in­
tentos directos o simbólicos de comunicarla. Que las necesidades
insatisfechas van construyendo una situación problema y que la
frecuencia del fenómeno determina su relevancia en ún espacio y
tiempo, al afectar a un colectivo humano.

14 8
Se ha insistido en que se debe intervenir frente a las necesida­
des sentidas, es decir, las que expresan los sujetos de primera in­
tención. Sin. embargo, no siempre esas carencias revelan las rea-'
les, en quienes les. resulta difícil reconocerlas y expresarlas. Hay
qúe considerar cómo presionan los medios de comunicación en su
permanente incitación al consumo. Hay que .considerar el peso-de
las historias personales. Esto demanda de nuestra parte, una ex­
ploración minuciosa de la narrativa de las personas con las que
trabajamos para descubrir las necesidades reales. .
La calidad de vida es esencialmente un concepto cualitativo, en
contraposición con .el de nivel de vida qúe es cuantitativo y. que
alude a la.satisfacción de las necesidades básicas o materiales. La
calidad de vida tiene que ver con las condiciones sociales y con las
relaciones con los demás hombres. Tiene que ver con sus percep­
ciones, sus expectativas, sus deseos, sus sueños y utopias. Y tie­
ne que ver con una sociedad adecuada al logro de ciertos valores
como la libertad de expresar sus ideas y comunicarlas, de movili­
zarse, de actuar y trabajar en lo que exprese su capacidad, de par­
ticipar en la vida comunal y nacional, en la definición, selección y
control de las actividades orientadas al bienestar social. Por lo tan­
to, los criterios de valor para calificar la calidad de vida se cons­
truyen biográficamente en el caso de las personas e históricamen­
te en el caso de los grupos y sociedades.
Como afirman Amat y otros, “la pobreza en tanto realidad que
expresa una profunda desigualdad social, una distribución injus­
ta de las oportunidades de desarrollo y un bloqueo de las posibili­
dades de satisfacción de las necesidades humanas, desnaturaliza
el sentido de la democracia y se convierte en su más radical nega­
ción. Desde esta perspectiva u n gobierno sólo puede probar su na- •
turalezá o vocación democrática, en tanto y en cuánto hace de la
lucha contra la pobreza .su más importante objetivo político y so­
cial" ." ’1
No existe pues, calidad de vida, sin hombres que decidan, con
ciudades deshumanizadas, con viviendas cárceles, con.educación
para el desempleo, con libertad para no hacer nada o para des­
truir, con la naturaleza constantemente violada por el hombre. No
existe calidad de vida con la hipertrofia de lo humano, con países
alienados que viven para otros. ' .
Ahora bien, ¿qué impacto produce esta situación en la vida co­
tidiana de los sujetos que sufren la disminución de sus salarios,
de sus posibilidades laborales, la experiencia de ser excluidos y
•■•■•■esaincertdumé're freñte al futuro propió-y’de sus hijós?-Esto tie- ;
ne que ver con la producción de representaciones' que las condi*-,
ciones objetivas de existencia generan en las personas, pero indu­
dablemente moviliza para, crear estrategias de sobrevivencia, en- . .
tendidas como el conjunto de medidas y acciones que emprenden
los sectores populares para satisfacer sus necesidades básicas,,
cómo puede ser hacér el pan en lugar de comprarlo,-adquirir ves- '
timentas y muebles usados, carne picada para realizar distintas
comidas en varios días, hacer una huerta en su terreno, en lugar
de jardín, etc.
.Se ha “nomadizado la pobreza". Grandes desplazamientos de
grupos poblacionales, ya no sólo de los espacios rurales a los ur­
banos sino de una ciudad a otra, de un país a otro, buscando so­
bre todo trabajo y con él asegurar las condiciones que hacen a la
reproducción: salud, educación, -vivienda, alimentación.
Se ha instituido la “sociedad dél riesgo”, con un estado de inse­
guridad permanente que afecta la integridad psicofisica de las per­
sonas, la desarticulación de .las redes familiares y barriales, con la
consiguiente pérdida de identidad individual, colectiva, política y
social, La violencia, el autoritarismo, y el trato deshumanizado en­
tre las personas, la transgresión permanente de las normas bási­
cas de convivencia, la depreciación de valores sociales, la entroni­
zación de la ley del dominio de los fuertes sobre los débiles, el sin
sentido de la existencia y de despersonalización de jóvenes y an­
cianos. La desocupación, la vivienda precaria, la salud deficiente,
la alimentación insuficiente, la resignación, la agresión hasta a los
propios hijos, la destrucción por la destrucción, son señales que
' muestrarrlos límites de las. condiciones de vida.
El panorama no es por cierto halagüeño. Sin embargo, no po­
demos cruzarnos de brazos. •Creemos que las microempresas de­
bidamente asesoradas, la capacitación obligatoria'y hasta si se
quiere compulsiva de la población para las tareas que demanda
el- mercado; la creación de nuevos puestos de trabajo; los segu­
ros de desempleo; las pasantías rentadas de estudiantes; la re­
ducción de la jornada de trabajo; la creación de una mentalidad
solidaria que permita a los grupos autosatisfacer sus propias ne­
cesidades y en forma conjunta la de sus vecinos, amigos o pa­
rientes, a través de tareas necesarias, valoradas como de uso en
lugar de hacerlo en función de su valor intercambio, como son
las huertas familiares y comunitarias, las ferias de trueque o de
ropas y objetos usados; la salarización de los llamados servicios
de proximación, como son el cuidado de niños o personas mayo-

150
y*^rv* ■..-■••:'*.* •'
res;':ayüdá?domési3ca,: apoyo escalar,: recreación, servicios, 3n
- grados de mantenimiento, jardinería, etc., son algunas de las
ternativas que hay que empezar a considerar, hasta que se
vierta la cuestión., . L

•' ; t r t V u ' á V . ' 'f , i V . ¿'¿ ví-*•


W;;v .•..• •Notas*
'. . • *» .. *"*••........................ ’U >
•’-i » . ' •A •

1. Franco, Rolando, “lin análisis soclopoliüco de la pobreza", en CEPAL-


1LPES-UNICEF, Pobreza, necesidades básicas y desarrollo, Santiago de
Chile, 1982, pág; 125, y Foucault, Michel, Microjisica del poder, Ma­
drid, La Piqueta, 1980, pág. 1Ó8. ( '
2. Rosanvallon; Fierre, La nueua cuestión social, Buenos Aires, Manantial,
1995, pág. 7.
3. Rozas Pagaza, Margarita, “Algunas reflexiones sobre la 'cuestión social'
y el campo problemático en Trabajo Social’ , en Escenarios, Revista de
la Escuela Superior de Trabajo Social de la Universidad Nacional de La
•Plata, a. II, n.“ 3, pág. 30.
4.. Amat, Carlos y otros, “Pobreza, calidad de vida y Trabajo Social”, en
Apuntes para Trabajo Social, n.® 4-5, pág. 5. Santiago dse Chile, abril-
setiembre i 984.-
5. Galbraith, John Kenneth, La sociedad opulenta, Plancta-Agostini,
1984, pág. 269.
6. Minujin, Alberto, “En la rodada", en Minujin y oíros, Cuesta abajo. Los
nueuos pobres: efectos de la crisis en la sociedad argentina, Buenos Ai-,
res, UNICEF-Losada, 1993, págs. 15-41.
7. Labbens, Jean, ¿Qué es un pobre?, CEPAL-ILPES-UNICEF, obra citada,
pág. 43.
8. Marcuse, Herbert, El hombre unidimensional, Barcelona, Seix-Barral,
1969, pág. 35.
9. Fromm, Erich, Ética y psicoanálisis, México, FCE, 1965, pág, 190, y Psi­
coanálisis de la sociedad contemporánea, México, FCE, 1966, págs. 2-
33.
10. Maslow, Abraham, "Necesidades inferiores y superiores”, en DI Caprio,
R., Teoría de la personalidad, México, Interamerlcana, 1976, pág. 186.
11. Amat, Carlos y otros, obra citada, pág. 6.

15 2
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3. ¿ Q ué es el T rabajo S ocial?

M
ucha gente se pregunta, todavía hoy, qué es el Trabajo
Social, cuyo ejercicio abarca una amplia y diversa gama:
de intervenciones, con la familia, con niños,’ con discapacitados,
en los barrios, con toxicómanos, alcohólicos, tercera edad, refugia­
dos, enfermos. Precisamente surgió ante la necesidad de aplicar
un saber sistemático a la solución de problemas situados en un
dominio específico. Así fue construyendo históricamente un espa­
cio propio, articulándose con quienes luchan por su sobrevivencia
y para alcanzar una vida más humana, más justa, más solidaria.
Ésta es la razón dé ser en el consenso de las disciplinas sociales.
Hace años, definimos el Trabajo Social como la disciplina que
se ocupa de conocer las causas-efectos de los problemas sociales ;
y lograr que los hombres asuman una acción organizada, tanto
preventiva como transformadora.que los supere. No es simplemen­
te ejecutora de lo que otras disciplinas- elaboran. Interviene en si-
tuaciones concretas que muestran determinadas carencias, inves­
tigando y coparticipando con los actores en un proceso de cambio.
A la vez, es una profesión, en tanto tiene históricamente asig­
nada un diversidad de áreas en las que realiza su práctica. Entre
disciplina~y profesión, como bien señaló Teresa Rossell, se da una
interacción que busca "encontrar significado en las distintas sitúa-

153
•pr.; cimiento penitenciario, en. la Justicia, en una empresa, en promo->\
.-^cióñ.comunitaria, en,,un,xéntro recreativo, en,.eLayuntamientq. o i??.
municipalidad, en seguridad social, en vivienda, etc. Este criterio '
atomiza la problemática social. En cada una de estas institucio­
nes, se dan un sistema de roles y posiciones íriterrelacionadas así
como relaciones de fuerza entre los agentes y las instituciones
..'comprometidas en luchas destinadas a conservar o transformar >:
.. ese campo. Mientras, las instituciones tradicionales cambian a un
ritmo muy lento, en la sociedad los cambios se suceden vertigino­
samente. Y a los problemas de siempre, se suman nuevos y la de-
• manda crece en forma que nos desborda. Sin embargo, siendo es­
ta realidad proceso y producto humano, creernos en la utopía de
que.puede ser progresivamente modificada.
Teniendo en cuenta los objetivos que ya hemos señalado para
el Trabajo Social, la práctica profesional apunta a:
a} el enfrentamiento de necesidades o problemas sociales,
b) la educación social,
*.
c] la organización popular.n)
Estas prácticas se atraviesan como parte de -un mismo proce­
so, en cada intervención que hacemos y esto distingue Trabajo So­
cial de otras prácticas.
El primer objetivo tiende a satisfacer las necesidades de subsis­
tencia; defensa de la vida; mejoramiento de las condiciones de
existencia, elevación de niveles de vida; enfrentamiento del ham­
bre; falta de vivienda, desempleo, problemas de salud, educación,,
recreación, represión.
La educación social intenciona la capacitación para la vida ciu­
dadana y democrática, para la realización de acciones y activida­
des específicas que permitan enfrentar las necesidades, el desarro­
llo de la identidad individual y colectiva, de una conciencia critica,
de la autonomía, la preservación del medio ambiente y de la cul­
tura popular.
Y la organización popular está dirigida a articular diversos ac­
tores sociales como protagonistas, en torno a proyectos populares.
Como advertirá el lector, en estos tres objetivos se insertan lo
asistencial y lo promocional. Sin esto último, y para lo asistencial,
no se necesitarían nuestros servicios. Sabemos que no podemos
negar, frente a tantas situaciones de necesidad, la importancia de
lo asistencial y de manejar recursos para enfrentarlas. Pero nues­
tro rol, a través de un encuadre, mediante la negociación, el acuer-

192
do,' debe insertar los necesitados en procesos promocionales de di
h'sarrollo'localrqúe-superen la irimediatez'de la s ú rg e n c iá s r ^ S ? '
Creemos firmemente que es el espacio local el eje en el que cor
. vergen todas las áreas en las que trabajamos, y que desde él y hí
cía él,, debe apuntar intencionalmenté el Trabajo Social, dado qu
los diferentes colectivos situados; en el mundo pobre y marginad
presentan', en la mayoría de los casos, problemas comunes ,(sut
sistertcia, salud, vivienda, nó incorporación ál proceso productivc
falta-de acceso a los bienes de la cultura, bajo nivel de calificado:
laboral y de estudios, conflictos relaciónales al interior de la fami
lía y con el vecindario, y exclusión social). Por eso, partiendo de
espacio, local, en el que se van construyendo los núcleos problema
ticos, iremos integrando algunas áreas, todas las cuales deman
dan de las otras. ■•••■: •
- Ésta visión abarcativa de la acdón social prioriza la necesidac
de construir un tejido, una red social, la promoción y transforma­
ción del propio medio social y la participación de los propios impli­
cados y de la propia comunidad, así como privilegia el proceso con­
tinuado frente a las acciones puntuales, pues sólo así se logra-uns
creciente participación de los sujetos y esa transformación.121

3. 1 .Trabajo Social y gestión local '

El espacio local es el territorio donde se asienta una ciudad, un


pueblo, un barrio, una población rural. Es parte de una totalidad
mayor que la contiene y con la que comparte determinadas carac­
terísticas, Esto señala que en lo local hay ciertas especificaciones
que no son el simple efecto dé la reproducción de la totalidad. Por
eso el concepto tiene la noción de relatividad, evitando caer en el
localismo. Lo local está constituido por un sistema de relaciones
entre grupos interdependientes, qué comparten una historia y si­
milares valores y pautas culturales, que les permite significar una
pertenencia e identidad colectiva, qué conforman un sistema de
poder constituido en torno a procesos locales de generación de ri­
queza.®
El trabajo, en lo local, implica Un territorio o espacio geográfico
' determinado, involucra una población o conjunto de actores socia­
les, con sus proyectos y un cierto grado de organización de base.
La actual situación de crisis que’padecernos, obliga a buscar
nuevas alternativas superadoras que generen la movilización del

193
1.'La práctica, única forma de confrontar las verdades'en las que creemos,'
, y también las qué nó creemos, 'nos ha determinado a no autorizar más
la reedición de éste libro tanto en castellano comp en portugués, cuya
primera edición data de 197Q.
2. Gergen, Kenneth J„ Realidades y relaciones. Aproximaciones a lá cons­
trucción social, Barcelona, Paidós,. 1996, pág. 136.
3. Savater, Fernando, Ética para Amador, Barcelona, Ariel, 1991, pág.
: 177.
4. ídem, pág. 137;
5. Maturana, Humberto R„ “La ciencia y la vida cotidiana: la ontologia de
• las experiencias científicas”, en Watzlawick; Paul y Krieg, Peter (comp.).
El ojo del observador. Contribuciones al constructivismo, Barcelona, Ge-
disa, 1995, pág. 183. .
6. Véanse especialmente sus libros La arqueología del saber, México, Si­
glo XXI, 1970 y Saber y verdad, Madrid, La Piqueta, 1985. í
fí ,
• 3. E l T rabajo S ocial
7. Maturana,. Humberto R., obra citada, pág. 189.
i:
8. Gergen J. K., obra citada pág. 147. Y 5U5 E5FAC105 DE INTERVENCIÓN
9. Maturana, Humberto R., La realidad ¿objetiva o construida? Fundamen­
tos biológicos de la realidad, Barcelona, Anthropos, Universidad Ibe­
roamericana e ITESO, 1995, pág. 18. I
10. Preferimos utilizar autorresponsabilidad antes que el tradicional con­
cepto de autodeterminación.

E
S indudable que los trabajadores sociales, hoy más que
,11. Habermas, Jürgen, Teoría y praxis. Estudios dejllosofia social, Ma­
nunca, nos movemos en la pobreza Instalada en la socie­
drid, Tecnos, 1987, pág. 343.
dad. Hoy más que nunca, seguimos creyendo que esa realidad nc
12. Maturana Humberto R., "La ciencia y la vida fcoUdiana...", pág. 192.
es justa ni aceptable. Sabemos que esta situación nos excede; sa­
13. Rebellato, José Luis, “Práctica §ocial. La incidencia del conllfcto”, en bemos que no podemos abordarla sólo desde nuestra profesión, si­
. revista Trabajo social, a. 1, n.° 1, pág. 61. Montevideo, marzo de 1986-
no que es imprescindible contar con el aporte de otras disciplinas
14. Circula una reedición publicada en Nueva York, The Macmillan Pu- de otros actores. Sabemos también que la fragmentación institu­
blishing Co., 1982, cional sólo brinda soluciones asistencialistas parciales. Que’nadé
,15. Guattarí, Félix, Las tres ecologías, Valencia, Pre-textos, 1990, pág. 24, •corresponde exclusivamente al área de la salud, o de la educación
El tema de una estética y una ética de la existencia aparece en buena : o de la minoridad, y que la complejidad y las turbulencias de la so­
parte del pensamiento contemporáneo. Guattari utiliza el concepto de
ciedad posm odem a han determinado una pluralización cada ve;
i estética como re-creación permanente del mundo. Maturana, en £!
- más creciente de las áreas de actuación de los trabajadores socia­
sentido de lo humano, señaló que “la estética tiene que ver con la be-
< lleza del mundo y del vivir en el mundo" (pág. 63). < les. .
,16. Bonetto, María Susana y Pinero, María Teresa, “Aproximaciones a un Tradicionalmente, y aún hoy día, lo corriente es que trabajemos
discurso alternativo”, en Acto Social, a. III, n.° 8, pág. 10. Córdoba, Ar- • en una institución, con sus objetivos y políticas más o menos pre
gentina, Junio de 1994. clsas. Por eso si alguien nos pregunta dónde trabajamos, respon
demos que en ún hospital, en un escuela, én un centro de rehabi
.litación, en una residencia u hogar de tercera edad, en un estable
potencial humano. Las propuestas.hablan de “desarrollo;-a.escala;' *-■
humana”, de “desarrollo de base", “desarrollo aiitosustentable”, de$
“iniciativa local”, que ponen en movimiento, jugando ún papel furi-' í
damental, a. los actores locales. En el espacio local, como singula-
ridad, señaló Arqcena, "convergen la necesidad de crear riqueza y l
la-necesidad de salvaguardar los recursos naturales; la urgencia !
por generar empleos, y la urgencia por responder a las' necesida- [ '-
des'esenciales dé la población”.’Lo local nos plantea el desafío dé \ '•
mantener una apertura total a lo. particular y una capacidad de '
análisis de las formas de inscripción de. lo universal en lo particu- ’
lar, cuidando de no caer "tanto en las euforias localistas como en
los determinismos estructuralistas’’.MI • t ■
La gestión local, como proceso de transformación de una colec- ,
tividad humana, estimula las iniciativas locales, la "participación ;
voluntaria, la cooperación recíproca. Es autosustentable cuando, >
a través de la participación de los actores, asegura mejor calidad :
de vida a la población, desarrolla la producción y el empleo, cons- •
truye la ciudadanía y la integridad social y ecológica. :-
Los grupos, en ese proceso, pueden surgir a. partir de distintas
circunstancias y situaciones como pueden ser diferencias o ausen- ’
cia en el suministro de servicios, atender una incapacidad para ; ;
enfrentar las pandillas o los niños de la calle. El punto de arran- :
que es la preocupación por estar directamente afectados por un :
problema. Son los actores sociales y no los profesionales los que
definen el problema y los que buscan sus propias soluciones. Re-
. conocer la carencia, el dolor, el sentimiento de impotencia, impul­
sa a relacionarse e integrarse en grupos. La.esperanza surge de
ellos. Y ellos deben construir las redes que al unirse integran y
contienen a los actores en torno a un proyecto, Son los encarga- •
dos de proponer y apoyar la implicación de los propios sujetos y el
voluntariado social en el espacio social;
Señalamos que los distintos asentamientos poblacionales, ur- :
baños y rurales, son un ámbito de trabajo para prestar servicios
de atención primaria. El trabajador social puede insertarse en ellos
a partir de determinar, desde un hospital o un ayuntamiento o
municipalidad, de dónde proviene la mayor demanda de servicios,
para generar allí un proceso que convierta a los pobladores en ac­
tores activos en la preservación y cuidado de su salud o bien, si
existe, incorporarse a un programa de salud comunitaria.
En los espacios locales debemos enfrentarnos también con la
discapacidad. Hay que entenderla como un hecho humano, frente

194
\¡q¡jgC2Z;: v - ; -...y y_ ? . ..... ......
'aí; cüiálr’3á'farílllla>y también" la sociedad, unidades esenciales
?desajnróUo"y-^dp^éncia¡ de realización y de'fracasó f de salud y
enfermedad,'151-responden generalmente córvactitúdes sobreprot
toras o infraprotectoras. Si son sobreprotectoras,, reducen al d
capacitado a un estado de perpetuo menor de edad, depéndien
egocéntrico; cri muchos casos ese afecto és absorbente, una m¡
cara' que cubré^úrta hostilidad prdfundá. Si son infraprotector
tenderán a la negación, al ocultamiento, la internación, el aban<
no.
En la sociedad estructurada según criterios productivos, el c
capacitado está excluido de todo. En cambio, si está estructure
con criterios distributivos, tenderá a asegurarle como dered
educación, tratamiento, rehabilitación, capacitación laboral, lu¡
res de empleo y si fuera necesario, un subsidio, económico pí
que pueda vivir dignamente. El Trabajo Social centra su atenc:
sobre lo intacto, sobre lo sano, sobre las capacidades desarro]
das o por desarrollar, en su persona y no en su incapacidad,
centra en la construcción de redes de contención social y afectiv
en la lucha por sus derechos ciudadanos. Y más que ayudarli
. vivir, a que la comunidad los ayude a encontrar razones para vi
La promoción comunitaria va incluyendo todo aquello que
narrativa de los actores señala y progresivamente a la mayoría
los pobladores en grupos de tercera edad, de apoyatura escolar,
identificación de problemas sanitarios, en la decisión y ejecuc
de acciones en salud, recreativos, de reflexión con mujeres, de
Üvidades artísticas, de estimulación de la lectura, de higiene
medio, de obras de infraestructura, de alfabetización y edueac
de adultos, de sexualidad, de capacitación laboral, de mejorami
toy construcción de viviendas, forestación, microemprendimien
y cooperativas, etc.
El Trabajo Sociai asume elgerenciamiento comunitario gene)
mente desde un ayuntamiento o municipalidad. La acción técn
que presta éste u otra entidad coordinada, constituye úna ase
ría, en el sentido de transferencia técnica al medio e implica ap
tes en recursos humanos, técnicos, financieros y materiales p
cumplir con. los proyectos propuestos y la capacitación de los 5
pios vecinos para sostenerlos. Los centros sociales o comunitáj
constituyen el módulo de articulación del Trabajo Social cor
práctica. A partir de ellos se va construyendo la comunidad cc
objetivo, meta, proceso y producto. El trabajador social, teniei
en cuenta prioridades y recursos, asume el papel de animador
proceso, capacitando en base a necesidades generadas en la p
pía realidad de trabajo y partíói'do de la propia cultura de aque­
llos con quienes trabaja. • .............
Es'éste un proceso de educación.democrática, en el que los ac­
tores analizan sus problemas, buscan soluciones; intervienen en
las decisiones y en las acciones y evaluaciones que se realizan; de­
sarrollan la conciencia de sus cualidades y posibilidades y asumen
la responsbilidád de su propia promoción individual y colectiva.
Son esos lugares desde donde se aprende a participar, a hablar en
- público, a peticionar ante las autoridades,, a controlar a los diri­
gentes, a llevar libros de contabilidad, actas de asambleas, donde
se ¿prende que los bienes colectivos son de todos y hay que pre­
servarlos, a luchar contra él caudillismo, el autoritarismo, el ami-
guismo, lo burocrático.

3. 2. Trabajo Social y gestión ambiental

Las interrelaciones que existen éntrelos organismos vivos y sus


ambientes, es el objeto de estudio de la Ecología. En los últimos
años, -la concepción del desarrollo tiende al desequilibrio del medio
ambiente o ecosistema, el que se constituye en una unidad de tra­
bajo.
La degradación ambiental es cada día más evidente. El consu-
mismo excesivo y una pobreza extrema ponen en peligro la natu­
raleza y a los grupos vulnerables, por culpa de un capitalismo co-
dioso, la falta de información y las necesidades de. supervivencia.
En el medio urbano, el proceso de agregación, poblacional, pro­
duce sistemáticamente cambios cuantitativos-cualitativos, al mo­
dificar el cuadro de las demandas de los recursos, especialmente
en la periferia, que concentra un escenario en el que particular­
mente se manifiesta el problema ambiental.
Esta área tan íntimamente vinculada a la salud y a la educa­
ción, ha ido progresivamente logrando independencia, dada la
influencia del medio ambiente sobre los estilos de vida, las cos­
tumbres, la cultura y la vida misma Los temas ambientales prin­
cipales que señalaremos son: el uso de la tierra, ya que lo urba­
no avanza sobre la tierra productiva, concentrando en las gran­
des ciudades un elevado número de vehículos motorizados e in­
dustrias que contaminan el agua, la tierra y el aíre y generando
asentamientos precarios, que carecen de servicios de agua pota­
ble, de eliminación de excretas, de recolección de basura, gas,

196
-I p“-electricidad:"la ;disminución de los recursos iíd ric o s, cada :díá
• f más escasos con el recalentamiento del planeta debido a la des-
• trucción de la capa de ozono; la eliminación de residuos tóxicos;
- la gran acumulación de b a su ra doméstica, cón el incremento de
. ía cultura de lo descartable; los basurales ilegales y aun los lega-
les al aire libre; el riesgo riucleár y del derráme de petróleo en los
' mares, el incrementó en el uso de fertilizantes y-productos para
combatir las plagas.
La denominada gestión ambiental del desarrollo urbano "supo­
ne una dimensión teórico-metodológica y critico operativa que.
partiendo del conocimiento y análisis de la actual situación del
mercado, en que unos actores estipulan diferentes procesos de uso
de los- recursos urbanos, pueda imponerse un grado alternativo de
. racionalidad’', señaló Roberto Fernández'.11:1
En esa gestión, creemos que el Trabajo Social, tiene un impor­
tante papel para integrar y coordinar acciones tendientes a con-
cientizar a la población sobre este desafio para la humanidad. En
este sentido, le compete sensibilizar a los diferentes actores socia­
les locales respecto a.la problemática del medio ambiente, articu­
lando y coordinando, grupos en torno a propuestas específicas de
respeto a todas las especies vivas y la búsqueda de la armonía con
: la naturaleza, de. mejoramiento ambiental en base a mantener la
higiene del territorio habitacional, la depositación de la basura en
envases y recipientes adecuados, en disminuir su cantidad, en re-
ciclarla',• aprendiendo entre otras cosas a aprovechar botellas de
plástico como colectores solares para el calentamiento del agua
doméstica, a utilizar las cáscaras de papas, zanahoria, huevos,
etc. en huertos orgánicos, vendiendo colectivamente papeles y car­
tones, aprendiendo a reciclarlos para darle usos decorativos, o co-
■ mo papel para escribir, cajas, y Otras manualidades, a aprovechar
mejor todos los alimentos.
Puede también generar organizaciones de base para la gestión
local, apoyando las tareas de los municipios en cuanto a la limpie­
za de calles, de terrenos baldíos, construcción y mantenimiento de
espacios verdes, forestación, eliminación de ratas e insectos peiju-
diciales a la salud; controlar y mantener la higiene de los comer­
cios expendedores de alimentos; crear talleres de capacitación de
monitores ecológicos en centros vecinales, en las escuelas, desa­
rrollando propuestas de formación y capacitación destinadas a
prevenir los problemas ambientales y mantener en buenas condi­
ciones su medio ambiente, así como detener y, cuando sea posible,
I reparar los daños causados. El desarrollo debe ser compatible con

197
la satisfacción;de necesidades’ de la población, pero con la preser-.::
vacíón y valorización de los recursos y del medio ambiente.de la'
sociedad,' al entender que la vida es el valor que debemos todos
cuidar. ’” .. . .. ... "

3. 3. Trabajo Social con niños, adolescentes y jóvenes ,

He aquí el área más compleja, por ser la más afectada por toda
la problemática económica de este fin de siglo.
Los países subdesarrollados se caracterizan por tener la mitad
o más de la población en la franja etaria de la niñez y adolescen­
cia. Nunca como hasta ahora, la cruel realidad socioeconómico se "
ha desplazado hacia los niños. Pese a leyes protectoras, a. derechos
universales internacionalmente aprobados, pese á los discursos
políticos, nunca como en esta época se cometen tantos atropellos
contra ellos y, en muchísimos casos, por los propios progenitores.
A diario, los medios de información dan cuenta de niños abando­
nados, violados, explotados, castigados, prostituidos, asesinados,
vendidos, desnutridos, muertos de hambre. Y también de la vio­
lencia que comenten los jóvenes como respuesta a esta sociedad
de la exclusión, del riesgo, de la deshumanización.
Un hecho que ha recrudecido en estos últimos años en todos
los países subdesarrollados; es el de los niños y niñas y adolescen­
tes de la calle, que son los que hacen de ésta, su espacio de lucha
por la supervivencia c incluso, en muchos casos, de vivienda. Son
los más vulnerables a la droga, la mendicidad, la prostitución, la
violencia incluyendo la sexual, la maternidad prematura, el hurto,
la explotación, la-deserción escolar,, la desnutrición y sus conse­
cuencias, y hasta la misma muerte, como ya ha venido sucedien­
do en algunos países con policías de "gatillo fácil", para los que es
más rápido matarlos que atender su problemática. Sus actitudes
suelen ser defensivas como respuesta al maltrato físico de que son
objeto por parte del medio social, que los rodea. Son el producto de
la desatención familiar y social.. La aparente insensibilidad que
presentan estos niños es una forma de sobrevivir en la selva hu­
mana.
Frente a ellos es necesario colocarse como personas, respetan­
do su individualidad, sus valores y expectativas, con autenticidad
y verdad, con coherencia, cuidando de no invadir su mundo; tras­
pasando su muro sí ellos aceptan. Esperar el “momento mágico"
en que se desarman.. En la convivencia con ellos, ;;en. las. calles, e n « 4¿J¿
. las ferias, plazas* m ercados, en su v id a cotidiana,', el trabajador ÍV;
social puede propiciar las condiciones para realizar reuniones gru- ("
' palés, en las que se, capten sus expectativas, historias de.vida, v a -' ••• -f -
lores, y; se comiencen a reconstruir con ellos nuevas alternativas; ' '’ ^-
dé vida. No es trabajo fácil, se requiere m ucho compromiso; \mu-:? , • t:.
cha serenidad y m adurez, saber esperar los m om entos oportunos, ; •
saber reconocer las fuerzas existentes en este problema.171 '
Sin lugar a dudas, la adolescencia-juventud es la etapa cíclica
vital, porque en ella se construye la identidad. ¿Qué puede resul­
tar, sobre todo para.quienes pertenecen a familias pobres o empo- (
brecldas.-en esta sociedad que, les ha tocado vivir? Si las dictadu­
ras han dejado una honda huella.de autoritarismo, de fomento d e l ■, >
individualismo, la recuperada democracia, con la irrupción de un
feroz néocapitalismo ha incrementado el consumismo, la compe­
tencia agresiva, la visión dél joven triunfalista y, por consecuencia, ’ ^
la. exclusión y frustración en quienes no pueden alcanzar sus ex- '■
pectativas.
La adolescencia, muy anticipada hoy éri su comienzo,' es incon­
cebible sin conflictos: el cuestionar el mundo adulto, la necesidad
de ser, de elegir carrera, de encontrar trabajo, de su sexualidad, S,
etc., no son generalmente atendidos por padres ni educadores, cu- *c
yo comportamiento oscila entre el autoritarismo, la incomprensión
o la excesiva permisividad.
En muchos casos, la situación socioeconómica impone asumir
roles adultos, ingresando.tempranamente al trabajo como estrate- (
gia de supervivencia, atender a sus hermanos cuando sus padres
están trabajando, asear la casa, cocinar, etc. En otros, la familia
es expulsiva, pór el elevado número de miembros en escaso espa­
cio habitación al, por la presencia de continuos “padrastros", por la
violencia que existe en la relación éntre los miembros, la falta de
contención, comunicación, la escasez de recursos, la agresión, el
maltrato, él abuso sexual, etc. Y la escuela, en la que todavía los
sectores populares ven una posibilidad de ascenso social, tampo­
co contiene. En todas ellas hay adolescentes de hasta 17 años, re­
petidores o desertores transitorios, junto a niños 6 a 1 2 años, ló
que conlleva conflictos propios de Intereses opuestos. Discrimina­
dos y estigmatizados por padres, alumnos, vecinos, sin un oficio, •
ni trabajo, sin posibilidades de acceder a los estudios secundarios ‘
en la mayoría de la casos, sin una política social que los contem- (
pie, las representaciones que sobre ellos se elaboran los asocia a
la droga, el alcohol, la rebeldía, la violencia, una amenaza para el

.1 9 9 Í
■uí orden social. Ellos son el problema social, hó la sociedad que losl
... construye. . •, .* '• ............ , • •
Como señaló María Lidia Piotti, en esta etapa de la vida se pro-
- duce el desplazamiento de la familia como ámbito principal de re­
laciones h ada los pares, reconociéndose a sí mismo en el grupo de
pertenencia generacional. En muchas circunstancias, ese grupo
constituye una banda que, como fenómeno urbano, “expresa la
crisis en los ámbitos tradicionales de socialización... una asocia­
ción defensiva y de rechazo; defensiva frente a las imposiciones del
. mundo .adulto y la estigmatización y exclusión social y de rechazo
• a lo heredado, a una propuesta que no los convoca, a una socie-'
dad que los margina y no los satisface. En este grupo logran gra­
tificaciones inmediatas, comparten el tiempo libreóla recreación y
la aventura, pero muchas veces también el alcohol¿ en menor me­
dida la droga y .exteriorizan la agresividad". La violencia se Cons­
truye así y se instala, por no tener otras opciones, y és, sin lugar
a dudas, su protesta frente a una sociedad en la que ”los medios
de comunicación homogeneizan a los adolescentes con la oferta
publicitaria y la hibridación de las culturas, produciendo identifi­
caciones basadas en el consumo material y simbólico, creando dis­
criminaciones en el mismo grupo etário y una identidad generacio­
nal fragmentada, contradictoria, prestada y extraña a su realidad
.cultural y social". Esa alienación fomentada “es uno de los facto­
res más importantes que originan la violencia destructiva de los
adolescentes”.181
La cuestión apunta a verlos lejos de la óptica estigmatizadora
de los códigos de menores basados en la situación irregular, sos­
tenida por las -instituciones y agentes tradicionales y muchas per­
sonas, para quienes esos menores son un peligro para su seguri­
dad o simplemente no es decoroso verlos en la calle. Según ellos,
con un criterio funcionalista, hay que atenderlos a través de lo que
Gomes da Costa llama con precisión “el ciclo perverso de la insti­
tución compulsiva", que.abarca la aprehensión, la selección o. cla­
sificación, la rotulación, la deportación en el sentido de sacarlo de
su núcleo familiar y contexto social y confinamiento”.101
Hay que dejar de condenarlos, de hacerlos objeto de tutela, pro­
tección, corrección, rehabilitación, prevención, asistencia, de be­
neficiarios de los programas sociales, todos los cuales han fraca­
sado por ser puramente paliativos y en muchos casos, represivos
y legitimadores y reproductores de aquello que dicen prevenir. Por
otra parte, la respuesta de las instituciones, siempre costosas en
sí, es generalmente que “no hay recursos” para atenderlos, lo cual,
i*
. ., C'■-T8,
^ ♦ . .... ... »;,“• "* . * *

.Inslsümosiíes^^ .m¿riürai:;L»s.propios mehoresV' süs familias, y la po-;/''-:


blación en generaíí^on los tnejores recursos7 A éstos'hay que p o -— ■
?, tenciarlos. F o r eso concordamos' con UNICEF: hay que considerar- ¡
! los sujetos de d e r e c h o . . ••• .'.' •
'Reconocer'que niños y adolescentes tienen derechos, nacional' :■•'
c internacionalrrifente reconocidos, es considerar que, además de .
construir su identidad, se está construyendo.el ciudadano. No es
'• posible trabajar con ellos ignorando su condición jurídica.
Mientras en los países desarrollados se apoya a los jóvenes en -
la consecución de locales como centros o casas de jóvenes para,
: desde un lugar seguro, procurar hacer un frente a las dificultades 'i
cotidianas y desarrollar perspectivas en la superación de su con- /
texto vital, asumiendo ellos la organización y la.' experiencia de la
convivencia democrática, en los países subdesarrollados, la repre -j
sión, la exclusión y la institucionaltóación, parecen ser los medios
para "combatir’' a los jóvenes. Mientras en Jós primeros, el trabajo ;
social utiliza una verdadera pedagogía del tieinpo libre a través del ■
asesoramiento y la animación, trabajando con grupos de dinámi- í
ca abierta e informal y una oferta de actividades de puertas aden­
tro orientadas hacia los deportes, juegos, jardinería, artesanía.,"
(
música, plástica, lectura, manualidades, expresión literaria, p u b li-^
cidad, cocina, fotografía, periodismo, etc. y hacia puertas afuera, 'w
con. turismo social, campamentos, paseos, actividades comunita- ; .(
rías, en los segundos, s'e sigue predominantemente “atendiéndolos
como casos sociales”, sin contención afectiva, sin medios ni imagí-',
nación creativa para superar la agresión interna-externa, mientras
existe toda una infraestructura de escuelas, clubes, con mucho
tiempo ocioso, que deben ser utilizados como espacios para los jó ­
venes. El trabajo con seres humanos no puede estar disociado de"
lo humano, de lo relacional.(la|
• Las instituciones de internación, como él ultimo recurso al que"
apelamos, deben ser un espacio transitorio, que funcione como fa­
milia sustituta, con un matrimonio a cargo, elegido y apoyado por.
personal especializado. Deberían ser realmente ámbitos educati­
vos, que favorezcan la comunicación entre los integrantes, la con­
vivencia y la capacitación laboral, abiertas e integradas, al contex­
to social donde están instaladas, evitando la insütucionalización
que como seguridad pueden desarrollan los menores.
Creemos que hay que volcar el mayor caudal de recursos en
ayudar a las familias para atender a sus niños, ver su presente
más que su pasado deteriorado, reconstruirlas hacia el futuro, au-

(
201
c
mentar los niveles de solidaridad, organizando redes contenedo­
ras, Constructoras de identidades ciudadanas, de intercambios de ”
ideas.y .experiencias entre entidades Vinculadas- que como:agentes
no tradicionales, constituyan la base sobre la que debe, descansar
un desarrollo sostenible. Por eso creemos importante que el traba--
jador social articule grupos de base, clubes. de servicios,, comisio—
nes vecinales, de jóvenes, considerados ya como participantes y nó
como beneficiarios, en acciones protectoras a las familias contra la
violencia y la disgregación; en fomentar pequeños emprendimien-
tos familiares, el trabajo solidario, la inserción en programas .de
renta mínima que desarrollan organismos oficiales con entidades
empresariales,.que como fuerza presionen para el cumplimiento de
los derechos de Ios-niños y los jóvenes, de la familia, de la tercera
edad, insertos en ía constituciones, y leyes y de lo firmado en la
Convención Internacional de los Derechos de Niño, aprobada el 20
i ¡i
de noviembre de 1989 por la Asamblea General de las Naciones .
Unidas. También para lograr una mejor organización, una gestión
y control de los recursos, para aumentar substartcialmente la efi­
cacia de las entidades que tienen que ver con los carenciados, me­
diante la reducción del despilfarro, la ineficacia y, sobre todo, la
impunidad y la corrupción."11
Hay que reconocer la capacidad de negociación que tienen ni­
ños y jóvenes, para reinsertarlos en la educación, en alternativas
sanas de actividades recreativas, artísticas, laborales, comunita­
rias, a través de las cuales puedan expresarse y realizarse, inclu­
yendo en todas ellas, la temática de la sexualidad, englobando as-
• pectos biológicos, psicológicos y socioculturales de lo sexual, los
' roles sexuales, las percepciones y desarrollo del propio ser como
hombre o mujer, la problemática del género, la planificación fami­
liar, las variaciones del comportamiento sexual humano y.su acep­
tación, apuntando a desmitificar y desprejuiciar lo sexual y a crear
conciencias personal y social hacia la, sexualidad.
Hay que recuperar los espacios sociales de desarrollo (familia,
escuela, barrio); hay que lograr insertarlos en el mundo del traba­
jo y de la contracultúra, que es la cultura no dominante, enajenan­
te, para que logren una identidad positiva;
Creemos que las organizaciones ciudadanas deben defender la
e s c u e ía l^ blica.liomo espacio Irireémplazable en la construcción
del futuro ciudadano, en tanto, en ellas, los maestros pueden dar
oportunidad en las. .clases para el debate y lá Íibre_.expresión de ­
ideas, y el sistema garantice losconq.cimientos quejos jóvenes ne*-
cesitan para poder desempeñarse en la sociedad en la que viven.

.......... .....
' La escuela^es hoy la institución que m ás recepta y refleja lá "
blemática del sistema social global y la que mayor
; tiene en la vida de los hombres. • - ; ■■
En ella, el trabajador social se encuentrá'cónrproblemas del re-
; ■lación del niño con sus padres, con sus docentes y -sus compa5e£
‘ ;ros, aislamiento, agresiones, rechazos, baja asimilación de conte­
nidos, desnutrición, más todos aquellos que trasladan' d eí contex­
to familiar y poblacional, lo que se traducé en ausentismos-, repe­
ticiones, deserciones y violencia, frente a los cuales, la escuela to-
:': lera; expulsa, discrimina o contiene, y es .evidente, que, a pesar de
■ la' amplia cobertura que ella tiene, no garantiza la equidad del sis-
.' tema escolar...Los índices xferepiteñcía y dé déseraSrTmas altos se
' ~dan en mnos^perteiiecientes á los sectores popular¿&!'~J~~~' '
;; La exclusión precoz de la escuela no sólo se debe a factores so­
cioeconómicos, que exigen una incorporación temprana al trabajo
para-arrimar algún ingreso a la economía de la familia y, de paso,
evitar que el niño esté gran paite del día en ía calle. Se relaciona
también con factores intraescolares dé segregación de la pobreza,
con contenidos inadecuados, métodos ineficaces y docentes inca-
h paces de contener, comprendiendo y aceptando i á realidad perso-
>■ nal y social dé esos niños.y de sus. familias, como bieri señala el
: pedagogo Antonio Carlos.Gomes da Costa.1'31 Escuela-comunidad
' !'• Configuran dos-sistemas intenrélacionados..de .transacciones, que
• deberían integrar una unidad educativa.
Si bien al maestro le corresponde lá conducción del proceso de
enseñanza-aprendizaje, al psicólogo la detección precoz y atención
i,.: de los problemas emocionales én el aprendizaje, al psicopedagogo
: dar los lincamientos que metodológicamente deben orientar-la ta­
rea del docente en generaLV en paríjctilai^con los educandos qué
presentan problemas y alftrabajádor sotíaí^etectar y. aténder lá
;' problemática social que incide'eriel aprendiSje7és todoeTequipo
'í *el. que debe contribuir junto con los padres y'veclnos a'lograr"el
• pleno y adecuado desarrollo integrado de los niños,^haciendo usó
de todos los recursos disponibles y luchando por su implementa-
ción cuando no se disponga de ellos. Sólo así una institución edu­
cativa se inserta en el contéxto en 1a- que está ubicadá.
En lo que atañe a la escuela secundaria, o ál nivel medio de en­
señanza, si bien la problemática se intensifica dadas las caracte­
rísticas de la adolescencia, puede lograrse la participación de los.
educandos en la solución de sus problemas de aprendizaje y en la
orientación productiva y sana de su tiempo libre.

‘ ■ 203
ff.ii, >
; ■ > !’b' "•£'“ v r;¿‘w--v ■•-. a ;
- E n lo que hace a la. educación ton ninos y jovenes que presen- ’H á
tan algú n grado,de .m in u sv^a odiscapácidad, trabajador isócialy
psicólogo deben operar jün tosla drámátlca in té rn a le los lnvolu- T :
.erados y asegurar un trabajo conjunto entre institúcíón, familia y
' comunidad, mediante talleres en los que más que reunir informa­
ción,, se construyan narrativas.' comunicacionales d e .evaluación.
mutua,, se trabajen las características conductuales de los; ñiños, y
jóvenes,' las ansiedades, miedos, rechazos, fantasías de los.padres
y la sexualidad y las respuestas del medio. También deben estar
atentos a las discriminaciones que se puedan producir en el inte­

i
' Mr rior de la escuela, facilitando la inserción de esos niños y jóvenes
a la misma, salvo que su deterioro-sea tan grande, que demanden
escuelas especiales. ..
En él medio universitario, la-problemática que presentan los es­
tudiantes tiene que ver indudablemente con lo económico para
5' una amplia mayoría que acude a las universidades .públicas esta­
tales. Hijos de padres con ingresos reducidos, la falta de trabajo
para sufragar los gastos que el estudio ocasiona, incluyendo los de
I
traslado e instalación, cuando provienen de otros lugares, los pri­
U va de una satisfactoria alimentación, hace que vivan hacinados en
pensiones o habitaciones alquiladas entre varios, y les dificulta el
í#
acceso a lugares de recreación, espectáculos culturales, etc.
u Se suman a ello dificultades de integración al medio y a la vida
¡* universitaria, dificultades de aprendizaje especialmente por defi­
ciente preparación anterior en la escuela secundaria y la falta de
i £
hábitos y modalidades de estudio sistemáticas.
i i
El Trabajo Social tiene en casi todas las universidades un espa­
i J>. cio conquistado para el otorgamiento de becas y subsidios, a lo que
.5 § puede agregar, siempre con la participación de los estudiantes y
docentes, actividades culturales, recreativas, campamentos, orien­
tación y técnicas de estudio, bolsa de trabajo, pasantías rentadas,
ÍJ atención de la salud, etc.

3. 4. Trabajo Social con lá tercera edad

Este campo ha tomado relevancia en los últimos años, sobre to­


do en los países desarrollados en los que, con el aumento de la es­
peranza dé vida, se ha incrementado el número de personas con
"1 más de sesenta y cinco años. Como contraste, en los países sub-
desarrollados, en muchos de los cuales lá esperanza de vida ape­
nas llega a los cincuenta años, la llamada "tercera edad”, está

204
p rá ctic^ é n te desátendidá,' no incluida en jos jjru g ia u ¿ aj
tría'ni de résidénciás geriátricas/qu edeben ser. sostenidos rnavorr

En los’ grandes centros urbanbs,'la'concentración y .él-aumento


de a n cia n osem p ieza a exigir .un tratam iento especial de acu erdo
con las características de esa edad. L a fam ilia nuclear, eriiéT q u e
los adultos .trabajan fu era d e .la casa, el escaso espacio, habitaeio-
nal, las dificultades ' económ icas con ju bilaciones y pensiones'm a­
gras, la dificultad de convivencia con personas más jó v en e s y n i- :
ños, los problem as de salud, la pérdida d e status, la pérdida d e la
pareja, la no aceptación de la vejez, etc., son algunos de los pro­
blemas que.suelen presentarse y que generan problemas de d ep re­
sión, abandono, rechazo, y hasta hostilidad contra ellos.
Los asilos de ancianos y residencias geriátricas nó son u n a so­
lución, tal vez sí un m al necesario, sólo para casos de abandono o
absoluta im posibilidad de atención domiciliaría. E llo s. proporcio­
nan los servicios m ateriales y de .salud, peiro no de afecto, de reco­
nocimiento, de recreación.
■ Hace años que venim os trabajando con alum nos de Trabajo S o­
cial con grupos de. tercera edad en contextos barriales. No es éste
el espacio para narrar la experiencia, pero sí para señalar lo grati­
ficante que es para todos trabajar con ellos. La soledad es uno de
sus m ayores problem as, como consecuencia de una falta de pro­
yecto de vida, que trascienda el m om ento de la jubilación, de la
pensión, o la pérdida de la capacidad laboral. Hay que ayudarlos
a lidiar con sentimientos incapacitantes de ansiedad, culpa y de- •
presión, a reconstruir un futuro, a vincularse con otros pares y
con grupos de pares, a utilizar a pleno los recursos disponibles, a
capacitarse en tareas adecuadas a su edad y estado psicofísico y
llevarlas a cabo.
H ay que considerar tam bién todo el potencial que encierran sus
pasados. Cada anciano es un historiador, un testigo oral d e he­
chos históricos. D arles un espacio para la narración de esos acon­
tecimientos, registrarlos rescatando “la m em oria del pueblo" a tra­
vés de sus historias de vida, incluirlos en programas de volu n ta­
riado, de transm isión a n iñ o s y jóvenes de sus experiencias, d e sus
conocim ientos artesanales, y de oficios, de sus costumbres y de las
tradiciones populares; organizar servicios de-atención dom iciliaria
destinados a personas que lo requieran y a sea por razones d e sa­
lud, económicas, aislam iento o carencia de familiares, con perso­
nal auxiliar de ayuda en tareas dom ésticas y de cuidados persona-
les, de compañía en el hogar, compras, visitas al m édico, espacios
de recreación y de convivencia, en los que puedan conversar, ha­
cer manualidades, leer, practicar juegos, escuchar, m úsica, cantar,
bailar, hacer pequeños: paseos a lu ga res turísticos, , etc., y a sea
desde centros de.atención diurna o cualquier institución que pres­
te sus instalaciones para nuclearios;' organizar charlas sobre aten-'
ción de la salud, modificando actitudes y hábitos, gestión de pen­
siones, jubilaciones y subsidios, creación de aulas de la tercera
edad, para capacitación y promoción sociocultural; sensibilizar a
las familias y comunidad para construir redes contenedora de sus
ancianos, son algunas de las muchas cosas que el Trabajo Social
puede realizar con este grupo etario. ■ . •

3. 5. Trabajo Social con mujeres

“Pudiera ser que todo lo que en verso hé sentido


no fuera más que aquello que nunca pudo ser.no fuera
más que algo vedado y reprimido
de familia errfamilia, de m ujer en mujer.”

A lfonsina Storní

La problemática de la mujer, más allá de los m ovim ientos fem i­


nistas que identifican movimientos sociales tendientes a reivindi­
c a r sus derechos y que incluso contribuyeron al nacimiento del
Trabajo Social, más allá de las diferencias sexuales que.la distin­
guen del varón, ha retomado vigencia, encuadrándose-'én lo que
hoy se denomina la problemática del "género".. que remite a la
construcción social d e^gu a Jen tre‘^ b o s s e x o s , Í ^ ^ a d a en jerar-
~qtuas yTela^ánésde.poa^asim etncós^qu e sé "clan entreTellos, odn
j]s~ c^ secn "en tes e f e r t o s ^ o d ^ ^ ^ ^ ^ m i c o s T ^ S t u r ^ ^ y ^ S i t i-
'eos- Como señalótXaura"^Í^VassC^eT iéñ ero refiere a todos aque.-
3 líos atributos cambiantes (el sexo, por el contrario, es estático],
que una sociedad le asigna a lo 'femenino’ y a lo 'masculino'. Apro-
ximar la discusión al tagresociu 5idi.no desde la óntica de la m u­
jer, presupone adoptar una perspectiva de género, porque el dere-
'c h o que redam a la propuesta es la ciudadanía”."3’ Y tiene que ver
con la igualdad de oportunidades del conjunto de la sociedad. Es
decir, va más allá de una pretendida igualdad con el varón, exige i
igualdad en el acceso a todas las categorías ocupacionales y a un
. ... ■ ^:-' .. v ; . ,.._v ,., .
_ determinado..:nivel .de ingresos; ¿ Jas préstaü ón es^ soaálre^ á’-láá
participación social, política, sindical, a la protectíón=juridica;SRif. •
En el trabajo eri contextos barriales, hem os constafadorquecda-
;das las.actuales condiciones económicas en la qué*vive la m ayorías
; dé la población, lás m ujeres .trabajan fuera de sús casas, eh el.seór.2
tor formal o inform al de la economía,; que muchas de ellas- aportan"
,él único ingreso porque el esposo ó pareja está á e s ^ p le a d o ^ o ^ n ^
je fe o cabeza de familia, viudas, separadas, solteras o abandona­
das, constituyendo lo que hoy suele denom inarse “lá femenización
• de la pobreza”. Generalm ente rió Cuentan con seguridad sodal, ni
se les paga el salario legal. Adem ás tienen qúe realizar todas las
tareas de la casa,-atender a sUs hijos. Las abandonadas.suelén te­
ner úna historia de abandonos; desde el padre a reiteradas pare­
jas. Y cargan con hijos de distintós padres. Precozm ente han asu­
mido roles adultos incluyendo el de ser madres. Luego, como m u­
chas veces lo expresan, “no hay tiempo para ser m ujer", a lo sumo
para ser “objeto dé cam a y m esá”.(wl
' Atrapadas y entrampadas por la sociedad, frecuentemente son
víctimas de la violencia, del maltrato conyugal, lo q u e suele acep-
-TarsFo'no denunciarse por temor a f abandono. á nuevos castigos,
por la dependencia económica, por los hiiós. por vergú en za 'd ecoiv-
‘.tarlo^ En ciertas subculturas el machismo, las som ete a la violen­
cia como norma, al-servilism o, a la violación por parte de padras­
tros, hermanos, vecinos, luego de úna buena ingesta de alcohol. A
esto se suma el hostigamiento o acoso sexual en los empleos y la
.discriminación de que son objetos aun en medios “cultos", donde el
discurso dominante es clasista y sexista en la estructura de la vida
cotidiana. Genero y clase implican un doble condicionamiento.
Erente a esta .problemática, no es fácil pedirles a las mujeres
que ron formen grupos para trabajarla.-Induso en algunos casos
nos.dicen “que deben pedir permiso a su señor". 10 oue devela el
grado de dominación aceptado tradicionalm ente. Pero, tam bién.,y
lu ego^F lrnTcha tenacidad, perseverancia de nuestra parte, com-
,p r o b a m o s que in d u id as en talleres~o~grupos, se perm itenH ablar |
efe ellas, de su relación, de pareja, de f amor, del cuerpo, de la se-f
xualidadL de Jos h ijo s iJ íO a v ip len ciá fehíiliár, de su papel e n la fa-.j
m iliar en_el barrioTen el trabajo. Se busca astrevalorizárlas en sa*
~ autóés'Üma, de dar un sentido distlntoAsa.aa,das.cd.&.'qt?g.'.encuen- í
tr e ñ u n-liem po para ser personas, de trabajar su afectividad para -
m eioraj"su7iivcl.d£.,xdaclonamiento convelías 1
y capacitarlas para todo lo que tiene~felación con su existencia.
a,' jW .Se tráta, parafraseando a,AlfonsinaStom Cde qué un día Tibe-"'
|'_:,.ren,sü gusto.de'vul^res m o r d a z a s ^ ; ,

jj. .• • . ■••• '= • ......... •. ._ . •• '

' 3, 6. Trabajo Social can inmigrantes y la intérputíúralidad \ • • • '" <-

$
Í -■.Llamamos inm igrantesa quienes.abandónari su p aís.deqrigen
para vivir en otro, ya sea porm otivos políticos, ‘étnicos, religiosos
\\ ■ o económicos. En los primeros, el objetivo es buscar seguridad
r’; para sus personas; en el segundo, hallar m ejores condiciones de
;” vida. Es' un hecho estructural y permanente. Las causas deben
;f buscarse tanto en los países de procedencia como en los de aco­
gida, así como en la propia.decisión de los actores.- Los países de
<•
% procedencia son expulsores; los- de acogida no siempre m uestran
xina actitud favorable a la irrupción de extranjeros, a través de xe-
: nofobia, fundamentalismos, prejuicios, tem or a que arrebaten los
•| • puestos de trabajo a los locales, etc. Esos procesos m igratorios,
1’ constituyen una variable significativa en la' definición de u na so-
.* ciedad multicultural y en él abordaje a sUs problemas y perspec-
l tivas. •
Hoy, prácticamente toda sociedad es multicultural, y a que en
; .ella coexisten grupos humanos de muy diversas culturas. Adroher
j i y Blanco señalan como características fundamentales; la diversi-
? dad, las semejanzas y el conflicto.
:• La diversidad es el rasgo principal de la multiculturalidad. Se
■ expresa en la variedad de grupos étnicos, lenguas, pertenencias
' culturales (religión, formas de vida, representaciones), edades,
j • cantidad de migrantes, de profesiones y calificación, de escolariza-
} j cióh y de formación, de proyectos de vida (retom o, radicación, rea-
? i grupamiento familiar), dé respuestas de las sociedades receptoras
: i frente a la inmigración.
/j Las semejanzas coexisten con las diversidades en el desarraigo,
>? la dependencia sodócultural y económica, la tendencia al aisla-
- if miento como resultado de la exclusión, en la búsqueda de un lu- ■
f gar para vivir, trabajo, escuela para sus hijos, aprendizaje de una
~ ).§ nueva lengua, aceptación social. Tienen necesidades instrumenta-
ijjj les y existenciales de trabajo estable, de vivienda, de acceso perso­
nalizado a los servicios sociales básicos, de una educación para
sus hijos, de ser aceptados y no excluidos ni discriminados por la
sociedad, de formación laboral, de hacer oír su palabra en grupos
y asociaciones.

20S
:ef
in h e rq ite a la relación e im c „■
ffnipos.cultñrales, éth icos.'P eroel cónfUcto. ñ ^ que suscitado p o r
•la ^presencia; ad^inp^graafé,/-esta en la .sodedaa com o u na cons-A
tante. E i 'm e s t ^ e ’^ 'f i S a l 'í i á sido siem pre un fa ctor positivo'pa­
ra el desarrollo social.,. E l inulticulturalism o concibe la coexisten­
cia. de •'diversas'' cultur^'.;paralelás á la cultura ‘autóctona!- Todas
son valiosas y .d eb en .ser preservadas, sin que ello. Im plique ence­
rrarlas' en guetos. Hay que bu scar más lo que u n e'q u e lo que sé-
para.I,si
Partiendo de la definición de cultura explicitada en la Declara­
ción de México, en la C onferencia M undial sobre las Políticas Cul­
turales, de 1982, que dice: “En su sentido más amplio, la cultura
puede ser considerada' com o el conjunto de rasgos distintivos, es­
pirituales y materiales, intelectuales y afectivos,, que caracteriza a
una sociedad o grupo social, y que. engloba, m ás allá dé las artes
y las letras, los m odos de vida, los derechos fundam entales del ser
humano, los sistemas de valores, las tradiciones y la s creencias",
entendemos que el Trabajo Social tiene en el área un papel im por:
tante, dados sus perm anentes contactos con los sectores popula­
res, fijándose como objetivos, transform ar la m ulticulturalidad en.
interculturalidad,. desarrollando procesos de encuentro y coxpuni-
cación entre las personas y grupos diferentes y d e integración,
buscando que los nuevos residentes se incorporen activamente a
la vid a de la sociedad de acogida cbn iguales derechos y obligacio­
nes que los nacionales. Esto significa, por un ládo, brindar el apo­
yo profesional a los inm igrantes y realizar campañas contra la dis­
crim inación y en favor de la reivindicación y aceptación de las di­
ferencias. Y .también, en los países emisores, capacitar a los futu­
ros inm igrantes sobre ventajas e inconvenientes de la migración y
acerca d e lo que concierne a la ambientación en el país de acogi­
da, evitando que sean destinados a ocupar los. pu estos m ás bajos
de la escala social, aquellos que la OIT llam a “em pleos socialmen­
te indeseables”. A sí m ism o tam bién favorecer, dado que. buena
parte de los inm igrantes son hombres, que hacen u n a avanzada
sobre el país receptor, que a la m ayor brevedad pu edan reagrupar
a su fam ilia. -
Este área de trabajo intérdisciplihario, desarrollado especial­
m ente en Europa ante la avalancha de inm igrantes provenientes-
de todos los países subdesarrollados, todavía no h a tenido casi
consideración en Am érica, a pesar de que todos los países inte­
grantes tienen una perm anente inm igración ilegal, desde países li­
m ítrofes, los m ejicanos en los EE. UU., los bolivianos y paragua-
yós en Argentina, los nicaragüenses en Costa Rica, en tre'otros
muchos ejemplos. Y aún dentro de un país, en el que coexisten di­
versas étnicas, tampoco ha sido siempre.encarado. El cam po'cul:
tura! se construye históricamenté como una unidad en las interre-
laciones entre elementos, acciones e individuos. Como señaló Gar­
cía Canclini, “los cruces culturales incluyen una restructuración
radical de los vínculos entre lo tradicional y.lo moderno, lo popu­
lar y lo culto, lo local y lo extranjero".1"3 La mundialización favore­
ce esos atravesamientos al fomentar la aceptación masiva-irracio-
ñal de los valores de una cültura-mundo, sustentada en la ideolo­
gía dominante, .y en el consumo (rock; vestim enta y calzados de
marcas internacionales, hamburguesas). La mundialización ho-
mogeneiza la lógica del mercado y borra las fronteras y transnacio-
naliza la cultura a través de los medios de comunicación.
Frente a la cultura dominante, la contracultura como resisten-,
cia asume formas de protagonismo que se expresan en obras, en
relatos, artesanías, plástica, telares, música, en lo reciclado, en la
conservación de la lengua, en tradiciones y costumbres, rescatan­
do una identidad que arraigue en el territorio que se habita. ¿Aca­
so tienen otro significado que las mujeres indígenas tengan m u ­
chos hijos, pese a la gran mortandad que hay entre ellos? Repro­
ducirse es mostrar que existen, que quieren existir en su país.
El Trabajo Social tiene que sostener y apoyar la contracultura.
La animación sociocultural, entendida como un conjunto de actib
vidades y procedimientos, a través de la participación y creativi­
dad, facilita los procesos de expresión, de rescate y afianzamiento
dé la identidad cultural.
Queremos- señalar finalmente que suele decirse que las activi­
dades culturales hay que desarrollarlas en el tiem po de ocio. En
apariencia, la desocupación ha incrementado ese tiempo. Pero,
¡cuidadol, que la desocupación, el no tener empleo, no es equiva­
lente a un aumento del ocio. Como señaló Jordi Mena, la desocu­
pación "incapacita para vivirlo personalm ente satisfactorio”."7’

3.. 7. Trabajo Social en derechos humanos

En América latina, el Trabajo Social en . derechos humanos


irrumpe con las dictaduras en la década del setenta, generando un
nuevo campo, si bien los derechos hum anos como valor están im ­
plícitos en el accionar de la profesión desde los precursores, es de-
cir desde su raíces mismas. Recordemos que M a iy E rR ich m on d
había dicho que "no basta que los trabajadores sociales hablen el
' idioma de la democracia; antes de qué puedan ser aptos para una
: forína cualquiera- de servició social,- es necesario que lleven en su
” corazón la convicción espiritual del Valor infinito que representa
nuestro carácter común de seres humanos”.".®’ Esto señala que
también los derechos humanos son una construcción histórica y a
.que, a lo largo de la historia, las relaciones d é poder, los funda-
mentalismos, la corrupcióii, la discriminación, e l prejuicio y la ex­
clusión social, han contribuido a su violación.
-Los derechos humanos sufren atropellos n o sólo en virtud de
un régimen político que se impone autocráticam énte en u n país,
sino tam bién como consecuencia de un m odelo económ ico que
mundialmente condena a m ucha gente a perder empleos, a 'la mi­
seria, a la violencia de m endigar un poco de comida. Los derechos
humanos se entienden hoy como defensa de la vid a y de la liber­
tad de las personas. Y se amplia a la organización solidaria y a la
acción contra las condiciones que impone la pobreza' que busca
construir relaciones' de convivencia dem ocrática, participatíva y
solidaria. _ ■. • •
Hay que considerar la involucración personal (el miedo, el ries­
go), la necesidad de una institución que nos contenga y contenga a
las víctimas; la dificultad que significa transform ar víctim as en su­
jetos del problema y que ¿suman su enfrentamiento prótagónico.
E l Trabajo Social encara el problema ál tratar de brindar apo­
yo solidario a quienes han perdido sus derechos o son víctim as de
malos tratos, violaciones, persécusíones, discrim inaciones, exclu­
siones. E n lo educativo, apunta a prevenir la ocurrencia de estos
males, capacitando para que las personas, cualquiera sea su
edad, conozcan sus derechos y sus obligaciones y utilicen los r e ­
cursos que están a su disposición para protegerse, así com o para
generar la solidaridad, el coihpromiso y la responsabilidad social.
Tam bién opera en la reconstitución del tejido social, para confor­
mar, redes contenedoras dé quienes sufren 'la Violación a sus, d e­
rechos, la atención de los retom ados á su país dé origen, y 'd é los'
inm igrantes. . : .. ; '
. Creemos m uy importante el trabajo en grupo para enfrentar si­
tuaciones similares, pará verbalizar los sufrimiéritos, el miedo, el
horror; en esto es imprescindible trabajar con btros profesionales,
especialmente del campo de la psicología, dados los daños psíqui­
cos que sufren esas personas.
•h ■ '."U C w :v! -J.^; £■ .^...... i :-3.-■■•=
;;..¿u.A menudo, el;trab¿jádor;social debe ejercer el papel de rnedia-;:./:
¿¿r, a l ocuparse de la protección de la s diferencias individuales y
entre .grupos. A menudo, tiene que m ediar entre particulares y el.
Estado o la.Justicia u otras; entidades, como por ejem plo'cuándo'
se'am enaza las libertades de las personas, en casos de separación
dev¿.niños.;,de sus fam ilias, ^denegación de a sisten cia 'a niños,
, esposas, rdiscapacitados y personas m uy mayores en situación de
abandono,, en discriminaciones étnicas, sexuales, religiosas, cul­
túrales, en conflictos de vivienda que dejan a personas sin hogar.
E l Trabajo Social no puede terminar con las injusticias estru c­
turales, ni construir uná economía solidaria o afirm ar un proyec­
to socio-político de desarrollo humano, cómo bien lo señala C ar­
los Eróles, “porque es ésta una tarea común a m uchos actores so-
• ciáles, pero fundamentalmente una tarea de la comunidad dem o-
• oráticamente organizada. Pero sí puede contribuir eficazm ente en
la promoción social y humana de las comunidades; en el apoyo a
los grupos y familias vulnerados en sus derechos; en la asisten­
cia a las víctimas y en la construcción de una cultura dé los de­
rechos humanos mediante la generación de acciones educati-
vas\>13’

3. 8. Trabajo Social en el ámbito laboral y de seguridad social

Las actividades sociales constituyen en la empresa una distri­


bución relativa de la riqueza obtenida. Esto es fundam ental para
entender una problemática compleja, dado el ju ego de intereses
entre capital y trabajo, lo que demanda trabajadores sociales con
un alto nivel de formación profesional y sobre todo con mucha h a­
bilidad para desarrollar estrategias.
Esa problemática proviene tanto del sector empresarial com o
del sector, obrero, dada en el primero por la falta de una política
social dentro de la empresa, falta, de comunicación con el sector
productivo, desconocimiento de las funciones del Trabajo Social,
relegar lo humano a niveles secundarios; y en el segundo, la falta
de conocimiento de sus derechos y.obligaciones, falta de solidari­
dad, conciencia ingenua que hace que espere todo de la em presa
y del trabajador social, situaciones de conflicto dentro de los sec­
tores de la empresa, a lo que se suman los problemas provenien­
tes de los medios familiares y comunitarios. A lá empresa le inte­
resa producir y la necesidad del trabajador social será valorada en
la medida en que los problemas no perjudiquen esa producción.
v.-i' P b d e m o s ^ ^ itó g ú ir cu atro'altem atívas a certó 'd é la 'depen den ­
cia del TrabajoZSócIal en la em presa: ;¿
■^'ársuSo^^& do a la dirección de ja empresas ■'*?, Ú b t '
b) subordinado a la sección personal;
c) independiente dé la estructura empresarial, y dependiente de
estructuras interm edias sostenidas con aportes de la em presa y - )
los asalariados, como se ha dado el caso del Brasil, con los .servi-
cios sociales del comfercio y de la industria. /-. ■
d) dependiente dé sindicatos.-.
El Trabajo Social, en una empresa, es la intervención en los di-
versos hechos que se van construyendo en la estructura em presa-
rial en general y en las situaciones de trabajo en particular, apun- -y
tando a que los objetivos de producción den oportunidades de pro-
m oción y desarrollo de las personas y de la sociedad. Ésa interven-
ción se inserta en las relaciones hum anas qúe se dan en tre los )
sectores constituyentes de la misma. .
Una em presa se construye no sólo m ediante el capital, sino con
relaciones hum anas y creatividad; cón capacidad de innovación --
ante los cam bios externos del m ercado y de la sociedad; con rapi-
dez y flexibilidad para asumirlos y adecuarse a sus imperativos. Y a ■\
hemos señalado, al encarar el tem a la cuestión social, los cam bios — ..
operados en el sistem a productivo y su secuencia de pérdida de
empleos y cómo las grandes empresas se han transform ado en ca-
denas de pequeñas empresas productoras de las partes del pro­
ducto final, trascendiendo en m uchos casos los límites de un país/ )
favorecidos, por la m undalización d e lm erca d o y la política entre-
guista de algunos gobiernos. ■
M uchas de esas: empresas derivan a instituciones de! tercer v_
sector (servicios) la atención de la salud, educación, 'capacitación,
recreación, seguridad' social, limpieza, y hasta lá producción de
partes del producto total que fabrican, reduciendo -el personal a un
sector altam ente capacitado tecnológicam ente.
En una em presa, el trabajador social form a grupos tendientes
a la interpretación de los objetivos de la em presa y las activida­
des que en ella realiza, para analizar y m ed iar en los problem as
de relaciones entre los sectores integrantes, identificar p rob le­
j
mas específicos en cada sector de trabajo y negociar las m odifi-.
caciones que dé. ello surja: form ación profesional, cultura p opu - " J
lar, alfabetización, recreación, comisiones encargadas de la segu­
ridad, cooperativas, comedores, mutuales, vacaciones, guarde­
rías, biblioteca, planes de préstamos y de vivienda, cam pañas sa­
nitarias y de prevención de accidentes. A sesora, a nivel gerencia!, ,
en lo que respecta a políticas sociales dirigidas al sector obrero.
Democratiza la información, fomenta la a cció n cogestionaria,
participa én evaluaciones del programa, de las form as de interac­
ción y de la inserción en la empresa, asi como en la calificación
del personal, en la tramitación de jubilaciones, pensiones, in ­
demnizaciones por accidentes.
Trabajar en un empresa no es nada fácil, como y a lo expresa­
mos. Conocer y transform ar una realidad supone una- práctica so- -
cial integrada por una acción política dirigida a modificar las rela­
ciones sociales objetivas, emergentes dél proceso-de producción, y
atender las relaciones intersubjetivas, emergentes de las relacio­
nes interpersonaíes.
Ahora bien, ¿el área laboral-sólo se lim ita a empresas? Induda­
blemente no.. El desempleo ha movilizado estrategias autogenera-
das para producir ingresos. El cuentapropismo de los vendedores
ambulantes ha sido una salida, pero tienen que sufrir los ataques
continuos d élos comerciantes foririales, la policía y los organismos
estatales impositivos, cuando no perder por decomisos los produc­
tos que venden. Los microemprendimientos, m icroempresas o mi-
croproyectos productivos, son alternativas viables de concretar
• que brindan mayor seguridad, en el llamado sector de la economía
informal. Consisten en talleres productivos o en prestación de ser­
vicios. No suelen tener más de cuatro personas ocupadas, general­
mente familiares o amigos entre sí. Debido a lo reducido de su nú-
■.mero, n o tienen una verdadera estructura em presaria, no hay de­
legación de funciones,"todos trabajan por igual én largas jornadas;
todos perciben igual ingreso. Se orientan al m ercado interno, con
muchas dificultades para acceder a él y a los créditos. Su escaso
desarrollo tecnológico deriva en escasa producción.
Como los microemprendimientos reciben apoyo económico de
organismos gubernamentales o de ONG, el1Trabajo Social tiene én
esa actividad también un papel destacado, com o constructor con
los actores del grupo de trabajo, como orientador hacia los recur­
sos incluyendo entre éstos al economista, al abogado, con quienes
los actores involucrados pueden realizar el estudio del mercado,
las condiciones de producción y de ventas, así como de las m edi­
das legales destinadas a relanzar el empleo. •

214
¿Cuán especi ficamcnte técnico es el rol del profesional que
acompaña el proyecto? Mario C .R obirÓ sa señaló que “en ciertos
momentos, el proceso, puede requerir de. ellos aportes puramente
técnicos... p e ro re n otras momentos su intervención será sólo ten­
tativa, como .asesor u opinante... puede ser un facilitador de arti­
culaciones y relaciones entre actores diversos, un facilitador de re­
flexiones necesarias acerca-dé la propia gestión y, sobre todo, un
actor im portante en la racionalización de los procesos decisorios,
no sólo como aportante de información pertinente, sino tam bién
como capacitador que ayuda a transferir conocim ientos teóricos,
metodológicos e instrum entales entre, los diversos actores, d e m o­
do que los procesos decisorios puedan ser fundados en criterios de
■información com prendida y crecientemente transparenté para to­
dos, con lo que está contribuyendo también de algún modo a la de­
mocratización de la decisión".12®
Creemos que el Trabajo Social debe dar alguna respuesta a las
personas que buscan un medio de reinsertarse dentro dé la vida
activa y capacitarlas para el gerenciamiento de sus pequeñas em­
presas, a s í como m otivar que sé asocien com o conjuntos de micro-
prOyectos o conform en cooperativas, de m odo de lograr m ayor
fuerza y base para negociaciones. ■-;
Surgida inicialm ente para proteger a los trabajadores, el área
de seguridad social, incluye el conjunto de todas las medidas y ac­
ciones tendientes a garantizar a la población el derecho a ser pro­
tegida ante una em ergencia y/o carencia q u e disminuya su están­
dar m ínim o de v id a indispensable para v iv ir con decoro. Si bien
son de uso personal (individual y familiar), cum plen una función
•. social y a que están fundadas en un principio de solidaridad, cu­
briendo los riesgos para los que se cotiza: becas, pensiones, sub-
:.. sidios de desempleo, accidentes:de trabajó, enfermedades ,profe-
■sionales, m aternidad o adopción, fallecimiento, ayudas familiares,
créditos para viviendas sociales, jübiláciones, beneficios por espo­
sa e hijos m enores de edad, etc. Brindan prestaciones en salud,
turism o- social, recreación, capacitación y ayuda domiciliaria,
cuando IOS usuarios no están éri condiciones psicofisicás de-poder ■■
■ hacer las tareas domésticas.
Sabemos que n o todas ellas llegan en igualdad de condiciones
y de calidad á toda la población." Qué hay un amplio sector que no
' tiene ninguna seguridad social, Y que, incluso habiendo quienes
tienen los beneficios de la medicina pre-paga (porque con el des­
cuento que se efectúa del salario, se anticipa ál consumo de los
servicios de salud), deben acudir a hospitales públicos, porque no
tienen dinero para hacer .frente a los complementos de pa¿OS.rd H:J¿
'.los medicamentos. .. v.; ' si-vr::: • .
> ■:E l Trabajo Social opera en todas las entidades de seguridad so­
cial, mediando en el otorgamiento de los beneficios. Creem os tam-
,b ié n importante hacer conocer estos recursos no siempre utiliza- •
dos, hacer tomar conciencia de íos deberes y derechos qué tienen .
íos ciudadanos respecto a esas prestaciones, incluyendo el de ser • '
fiscalizadores de las mismas, ya que son mántenidas con los apor-
• tes de sus. salarios.

3. 9. Trabajo Sociab en vivienda

El problema de la vivienda suele centrarse en el déficit existen­


te, entendido este como la diferencia entré el número de viviendas
que hay adecuadas para su utilización y el número de fam ilias. Sin
embargo, este asunto, es sólo una de las m anifestaciones del. pro­
blema estructural del subdesarrollo, dentro del cual debe ser com­
prendido y enfrentado.
•• •Los puntos críticos del problema radican en la dificultad d e ac­
ceso a la vivienda que tienen los sectores-populares, sin capacidad
financiera de adquirirla y/o construirla en las condiciones m íni­
mas de confort, el alto déficit acumulado,'incrementado año a año
por el crecimiento demográfico vegetativo y migratorio y los dete­
rioros que experimentan las viviendas con el tiem po y las situacio­
nes de emergencia (movimientos sísmicos, inundaciones, ciclones,'
etc.), déficit que es. siempre.un dato relativo, pues los censos no
aluden a’ la calidad de vivienda ni a la calidad ambiental. Falta una
política coherente frente al problema; pues con criterio productivo,
la -vivienda' sólo es un derecho en los discursos .políticos; el alto
costo de la tierra urbana, de la construcción, dé los servicios o de
los alquileres, obliga ,a optar por la construcción d e viviendas pre­
carias en terrenos fiscales y/o privados, que son Usurpados, cons­
tituyendo las llamadas “villas misérias", “cayampas", “favelas",.
“tugurios”,, “cantegriles”, según el país, en las que cohabitan un
número elevado de familias en condiciones infrahumanas. Se su- ’
m a a ello, el crecimiento irregular y desordenado de las ciudades,
sin planes reguladores o sin aplicarlos, debido en gran parte al
continuo proce-so migratorio que se produce hacia ellas, y qu e con­
forman esos “cinturones" o “bolsones" de m iseria en las periferias
o en barrios muy antiguos, a los que en algunos países se los 11a-

216
mada "degrádados”, porque ésía-es.la condición ;en.;la q u e:viven
sus m oradores.'; • ’ V • y ".:::.'? . v - ' 1"
Las respu estas tradicionales al problem a son la construcción
de “vivíeiadas d e interés social” por organismos oficiales, coopera­
tivas, condom inios, sindicatos, etc., ó p o ra y u d a mutua, esfuerzo
propio o rem odélación. Más que hablar de vivienda de interés so­
cial, hay que h ablar del interés social dé la vivienda como g e n e ra -'
dora dé trabajo, y a que un 30 % o más de la población, trabaja en
la construcción. Las políticas de ajuste económico, han reducido
el núm ero de viviendas construidas y si bien han aumentado los
créditos bancarios para hacerlo, sólo una parte de la población tie­
ne acceso a ellos. • ■
Los program as de ayuda mutua, im plican’el-trabajo hecho sin
fines de lucro y en común por un grupo de personas con el fin de
dotarse a sí m ism as de vivienda y otros servicios. Cam bia m edian­
te un proceso concientizador, la actitud pasiva 0 paternalista por
una fuerza creadora, y solidaria que encara el .problema y los re­
suelve. Los de esfuerzo propio, implican el trabajo no rem unerado
que realiza u n a persona o un grupo con o sisráyuda exterior En
el primero, todos, trabájan en las viviendas y luego.se las adju di­
can; en el segundo cada uno-hacé la propia. Am bos modelos pu e­
den coexistir y son valiosos además porque perm iten la Integración
social de los fu turos pobladores. .Como régim en funciona bien en
condiciones de plen o empleo, no cuando hay desempleo, dado que
no es rem unerado.
La ayuda extern a suele provenir del Estado, de las m unicipali­
dades o ayuntam ientos, de ONG o Fundaciones, y puede consistir -
- en entrega d e m ateriales, construcción de piso-techo y la unidad
sanitaria, quedando a cargo del beneficiario com pletar contorno y
divisiones interiores; construcción de una vivienda cascarón, es
decir, piso, paredes exteriores, techo y sanitarios, debiendo com ­
pletar el resto e l adjudicatario. Generalmente esa ayuda se reinte­
gra en cuotas mínim as.
• Existen m uchos barrios, o sectores de éstos, co n casas y servi­
cios deteriorados p o r'el úso'yTél.tiémpó, "qué "sólo necesitan rem o­
delación, am p liar o m ejorar las viviendas ya existentes, lo que im ­
plica’ m enores costos y peder desplazar excedentes de recursos a
medidas generadoras de empleo para esa m isma población. E n al­
gunos casos, ello perm ite reubicar en el mismo lugar del asenta­
miento poblacional; en otros, exige erradicación, es decir, traslado
de oficio a otro lu gar e impidiendo nuevas radicaciones en el mis-
mo, sin la compulsividad agresiva con que suelen hacerse esos ?'
procedimientos y asegurando que el nuevo destino de radicación
responda a las necesidades e intereses de las personas. Tanto en
la construcción de programas de ayuda mutua y esfuerzo propio :
como en los de remodelación, las universidades, a través de sus ía- ;
cultades de Arquitectura, suelen prestar asesoría y colaboración
técnica.
Una política de viviendas debe tener en cuenta las condiciones
de habitabilidad de acuerdo con las características de cada tipo de
población necesitada de ellas, estabilizar la población evitando el
éxodo, creando fuentes de trabajo para que logren raíces en el lu ­
gar, urbanizar, dotar de infraestructura social a los barrios, legis­
lar acerca de la especulación de la tierra y los loteos indiscrimina­
dos y hacer cumplir las normas al respecto; aumentar sustancial­
mente la producción de unidades habitacionales, dism inuir costos
mediante el aprovechamiento de los recursos materiales, humanos
y técnicos locales y el esfuerzo común de los propios interesados y
eliminando intermediarios; alentar las iniciativas y la participación
privada, y considerar la reguláción ju rídica de la vivienda, ya que
generalmente muchos pobladores de barrios populares son propie­
tarios de lo construido, pero no de la tierra y además no se tuvie­
ron en cuenta las normas municipales de urbanismo y ocupación
del espacio.
Creemos que la vivienda, como problem a acuciante y sentido .
por una amplía masa de población, es un importante medio de po­
tenciar la capacidad de sus miembros para organizarse, promover­
se y a la vez promover su comunidad. Las propuestas deberían in­
cluir siempre trabajadores sociales, en tanto -especialistas en con­
tactar con las personas, escuchar y analizar sus necesidades, in­
tegrar grupos humanos y organizarlos para la tarea y para la con-~
vivencia. Una práctica .social en el sector vivienda debe crear con- '
diciones para el desarrollo de un trabajo conjunto entre técnicos,
políticos y población, con el fin de lograr una correcta adecuación
del hábitat; generar participación en todas las etapas del proceso
global y su fiscalización mediante asambleas, reuniones y aportes
de experiencias directas, ayudando a la gente a hacerse cargo de
la parte de poder de decisión y gestión que le corresponde' como
derecho; lograr ocupar mano de obra desempleada en calidad de
personal asalariado, asegurar su form ación profesional en servicio
y establecer planes de pago compensados de acuerdo con la real
capacidad financiera de cada familia; posibilitar que 1a población
desarrolle su capacidad de administración del conjunto habitacio-

218
nal; respetar las organizaciones naturales surgidas de los .grupos
qüé dem andan-vivienda y sus pautas culturales, radicando y no
erradicando^ én lo posible, lá estructura familiar; evitar .encasillar
eri m odelos tipos de vivienda y capacitar á los técnicos en la tarea
desarrollada ju n to a la población, desterrando los vicios de su for­
m ación académica. 'y/ . J y '
Él Trabajo Social debe ser el mediador entre dem andantes de
viviendas o pobladores qué necesiten m ejorar las condiciones m a­
teriales y legales de las que ocupan y la institución encargada de
lá construcción, dando a conocer la capacidad económica, las ca­
racterísticas psicosociales y culturales de las personas así com o la
composición familiar, para adecuar las viviendas a. ellas y no las
personas á.Jas viviendas-. D ebe ser.el qué reciba a lo s nuevos p ro­
pietarios en los nuevos asentamientos y creando u n clima conte­
nedor, considerando.que recibir una casa proporciona m ucha ale­
gría, pero tam bién resistencias a dejar atrás identidad, vínculos, a
perder muchas cosas de nuestra cotidianidad como plantas, ani­
males, enseres, vécinos, qué ahora cobran significación, a vivir
ju n to a otros desconocidos, en casas dobles, en un nivel de indis-
criminación y ambigüedad, a te s ta r en un espacio no elegido, m u­
chas veces sin vegetación, sin todos los servicios, lejos del centro
de la ciudad, del hospital, de la escuela, del trabajó. Espacio al fin.
y al cabo donde convergen la realidad socialmente definida y su
propia realidad subjetiva. Deberíam os investigar ese im pacto y
ayudarlos a construir el vecindario y, luego desde esto, la comuni­
dad. Y así dar sentido al desarrollo local.

3. 10. Trabajo Social en organismos jud iciales y penales

He aquí un área m uy controvertida, ya que sabem os qué la p re­


vención del delito, la rehabilitación del detenido, es puro discurso.
Lo real es que aumentan los delitos, la violencia, y que ésta pro­
viene incluso de la policía, y que én lo? establecim ientos de reclu­
sión nada rehabilita. Sabemos tam bién que unos d é lo s p ia y o ré s
problemas en estas instituciones son la ociosidad y la pr-prniscui-
d a d . A esto agregam os que la ju sticia es lenta y a veces hasta co­
rrupta. Sabemos que el ex-preso sigue, aunque no com eta nuevos
delitos, preso de su pasado. Como señala Gergen, se busca asig-
• nar la culpa al individuo, “mientras siguen ciegos ante los proce­
sos sociales m ás amplios en los que se incrusta el delito” .12"
: f :’■■*/,'É l Trabajo Social en. estas aréas'debe deconstruirla situación qué £
Uevó a la intervención judicial; ya sea por delitos cometidos, por abán- ¡
dono de personas, divorció, tenencia de hijos, adopciones, libertad vi­
gilada, internaciones, egresos,.-aportando todos aquellos .elementos .
que, permiten comprender esa situación. Le corresponde trabajar vín­
culos internos y extemos,-entre la institución y el contexto social én .
la que está, emplazada y entre los institucionalizados y sus familias,
construyendo redes soportes entre las organizaciones sociales, :para
lograr trabajos, facilitar ei acceso a centros de estudio, ,constituir pa­
tronatos de liberados, trabajar con el personal a fin de mejorar las re­
laciones con los internos, crear proyectos de animación cultural.
, Nos compete también integrar los cuerpos de delegados inspec-
. tores de menores en la vía pública, el trabajo con niños de lá ca­
lle (al cual y a nos hemos referido), la derivación- de m enores dete­
nidos por infracciones en sedes policiales a sus padres y la orien­
tación a éstos. Y sobre todo educar para que la prevención y la re­
habilitación. sean una construcción social que asum am os .todos.

3. 11. Trabajo Social en la formación, p rofesion a l.

Llevamos cien anos desde, la creación.de la prim era Esquela de


Trabajo Social, que formaba trabajadores sociales. ¿Qué significa-
.do tiene hacerlo? Lá respuesta no siempre es fácil, pues exige una
tom a de posición frente a la realidad y al papel que cum ple esa for­
mación en este hoy y aquí que nos toca'vivir. Tien e que ver con ca­
da sociedad, qgn cada momento histórico y con la concepción de
educación qugfdefinamos, según ponga ésta el énfasis en el conte­
nido, en el producto o. en el cómo se aprende en un proceso:
La formación de trabajadores sociales es parte de un proyecto,
académico en el que, a partir de un análisis d e la sociedad actual y
■ de un perfil académico-profesional acorde a esa realidad, se insertan
los objetivos y contenidos curriculares. Contempla además la selec­
ción de centros de prácticas, de supervisores y de las modalidádés
-de aprendizaje y evaluación, y procura la integración entre lo teórico
y lo práctico. Tiene una dimensión académica y una de servicios que
se realimentan recursivamente. En este último nivel, la universidad
de la que depende la formación de los trabajadores sociales (e insis­
timos en que debe ser universitaria) se proyecta socialmente a las or­
ganizaciones de base de los sectores populares, recuperando su vi­
da cotidiana, su cultura, sus demandas, en esa relación que contri­
buye a fortalecer democracia y nuestro rol en la comunidad.

220
Sabernos q u é'la form a como cada escu ela de Trabajo Social, lle-
' va a cabo su s objetivos, los contenidos curriculares, la modalidad
didáctica y de prácticas y la producción científica, es altam ente he-
terogénea.y que su : análisis excede los lím ites d e este trabajo! Sin
embargo, creem os si necesario'qu e la form ación afirm e la im por­
tancia dé la teoría para orientar la práctica; que. ella esté direccio-
náda por la investigación; que la interrogación, lá honestidad y c a -:
pacidad de diálogo sean elementos constantes entre los atributos
que se busquen lograr en el futuro profesional; que en ese proce­
so se inserten otros docentes, estudiantes y graduados, para bus­
car enfoques interdisciplinarios a través del aporte de ideas, expe­
riencias, necesidades y reflexiones. Que. la. form ación de grado y
los posgrados conform en una unidad y n o instancias separadas.
Que contem ple la capacitación perm anente de los profesionales y
de otros recursos hum anos como, son los desocupados, la tercera
edad, los grem ios, la adm inistración pública.
El trabajador social docente es el animador, el.facilitador de un
; proceso d e enseñanza-aprendizaje. El aula, la institución, el ba­
rrio, son espacios donde.cotidianam ente, se celebran encuentros
en los que todos nos construimos com o personas y donde to d o s .
* aprendem os a aprender, a partir de la tarea compartida. El ejerci­
cio de la docencia excede la capacitación que nos otorga un grado
en Trabajo Social. Nos dem anda u na form ación en pedagogía y di-
,'dáctica y una visión más amplia del conocim iento de lo social.
D ocente es aquel que, al tener un instrum ental de conocimien-,
tos y habilidades amplias y actualizados, una cultura general y un
pensam iento critico, puede com unicarlos a otros y está abierto a
recibirlos de ellos. Es aquel que m oviliza para "lá decisión y para
la responsabilidad social y política",, com o decía- Paulo Freiré, el
“que predispone a constantes revisiones al análisis crítico de stís
. descubrim ientos, a una cierta rebeldía, en el sentido más humano
de la expresión".M ^ ■

La razón de ser docente son los estudiantes. No querem os estu­


diantes repetidores de contenidos, sofocadoá eri sus iniciativas y
em pobrecidos en sus posibilidades de crecer críticamente como
persona en la relación con otras personas: Queremos estudiantes
que desarrollen creatividad, que estén capacitados para lá v id a de­
m ocrática, para la solidaridad. Nos interesa, como docentes, que
la form ación como proceso de humanización- esté, como dijo Mar-
cuse, “caracterizada por e l’ esfuerzo colectivo de proteger la vida
hum ana".

221
SUSANA GARCÍA SALORD

ESPECIFICIDAD
Y ROL EN. TRABAJO
SOCIAL
Curriculum - Saber -
F urinación

EDITORIAL' IIYMANITAS
Buenos Aires
Fundador: ANÍBAL VILLAVERDE
Reservados lodos los derechos.
Este libro no puede reproducirse, lotai o parcialmente, por ningún
método gráfico, electrónico o mecánico, incluyendo los sistemas de
fotocopias, registro magnetofónico, o de alimentación de datos, sin
expreso consentimiento del editor.

I.S.B.N...950-582-309&- . . . .......

© EDITORIAL HVM ANITAS. Carlos Calvo 644, Buenos'Aires.


Prohibida la reproducción total o parcial en cualquier forma.
Hecho el depósito que establece la ley N° 11.723.
impreso en la Argentina.
ÍN D ICE

INTRODUCCIÓN................-■
..................... :.............

PRIMERA PARTE , .
TRABAJO SOCIAL: UN CAMPO, PROFESIONAL.,'.........

1. i La especificidad profesional: ••
\ una aproximación episíemológica............... .......
2. : La estructura del campo profesional.................... .....

3. E l desarrollo de la especificidad de trabajo social......

SEGUNDA PARTE
ESPECIFICIDAD, SABER Y CURRÍCULUM ..............

1.- Los problemas curricularcs derivados


de las características de la especificidad profesional...

2.' Criterios y lincamientos que sustentan la elaboración


i del nuevo diseño curricular..................................
INTRODUCCIÓN'
Como, muchas írabajadpras sociales formadas en pleno auge del
movimiento de reconccpiualiiación del Trabajo Social latinoamericano,
;a mediados de la década de1os70 me encontraba con un título en la mano,
¡muchas expectativa? frustradas y un montón de preguntas. Había que
¡empezar de nuevo. Esta vez, como, docente universitario y como
¡estudiante de posgrado -tuve la oportunidad .de retomar las preguntas
¡pendientes para formularlas, de manera.ial de empezar a buscar las
¡respuestas. Como para muchos otros-colegas mi preocupación.central,
.en ese momento, era definir qué es'trabajo social, cuíil es la “ razón,de
iser” de está práctica profesional. Empecé a buscar las rcspuestns'a.tmvés
=del análisis de la experiencia del movimiento de reconceptualización y
¡una conclusión?importaíüe de'éste trabajo” lúe"el"TégisTrár'qúé'ias
1pr^TnlürirfOTn'las'adéc'ijadas.liídagar acerca de la razón de ser de
Trabajo Social no remite directamente a la definición o a los métodos
para encontrar un concepto que designe ai campo o una estrategia
metodológica que oriente la práctica profesional, sino que'implica
. indagar acerca de la ESPECIFICIDAD de Trabajo Social como práctica
; profesional. Esto es, indagar desde una perspectiva que incluya la
¡totalidad de elementos qútí constituyen a Trabajo.Social como un
; CAMPO PROFESIONAL, esdecir. ur) saber v.un hacer (apecializado
que no se reduce a sus definiciones, ni a sus métodos: Désde-ésía
i perspectivít, en la línea de estudio de la Sociología de las Profesiones,'
; se rcformulan .las preguntas miciales y surgen1así otros caminos-para
! buscar.l.ás respuestas. ...... •,
De esta manera, la preocupación por la especificidaíd prafesioha^'Sé.
i va estructurando como una"-línea"de investigación que inicia corría
1indagación epistemológica, con el objeto de reconstruir élr proceso de
¡ conformación del campp profesional- para identificar tres cuestiones
f básicas:'-•- . ...
•f. .. I
V t V í. <
!'■

— ¿cuál es la lógica de constitución de Trabajo 5 :4¡al como campo


profesional?

— ¿cuáles son los elementos constitutivos de la pecificidad pro-


fcsional? y

— ¿cuáles son los componentes y la lógica de cor it rucción del saber


y del hacer especializado?

■ Los primeros resultados de esta línea de investíg le íóti constan en el


texto La especificidad de Trabajo Social,publicá* o por la Escuela
NacioiíáTBe Yrá6ajo"Sócial de tá Universidad Nadi lo al Autónoma de
México, en 1986..
En este trabajo, los “eternos problemas” de 1i profesión son
reformulados como tales, al inscribirse en la jinipleja txama.de
■elementos e interacciones que resulta la estructura del pmpo profesional.
Muchos de estos problemas adquieren el carácter .<Je síntomas de- los
problemas estructurales de Trabajo Social:
: Trabajo Social, como toda profesión, tiene- su z.ón de ser en la E
existencia de-una-demanda social que-plantea no necesaria la 7 c
•intervención de una .práctica especializada en-c e-minado tipo-de s
problemas; en este caso, Trabajo Social se constituí mprofesión para s
intervenir en el efecto que tienen las contradiccioné. [estructurales de la
sociedad, en las condiciones de vida de las clase it, ¡ ¡ubaltcmas. Y la
especificidad de esta intervención consiste en la intiü$¡nlediación a través
de la cual¡ Trabajo Social establece el vínculo los 'recursos y
satisfactores-y las necesidades y carencias, iny¡n ícrados en cada 4
. JE
intervención.
Pero, de la indagación epistemológica resulta qv e, Trabajo Social se
constituye efi profesión sin cumplir-el requisito básífe de estructurar su tr
autonomía, cn.base a una Teoría de la Interyenciói, nim-al dar cuanin
que-al dar cuenta ' K
dercampo.'pfófdsíódal, de su objeto de intervencip y .de tos formas. \
propias'de inlérveñir én dicho objeto,-aporte el cueí]^ de conocimientos C,
que conformen el ■saber especializado y que © enten el ejercicio i .
profesional. , . >. • 1
En lugar de esta-teoría, el saber especializado coi asteen un conjunto
de "metodologías" autónomas de los problemas qi atiende un profe-
, sional y al margen también de los objetivos partid] i es que tiene cada

'" — Mi
> V J f . . > \ ,1i';.

intervención; y en un marco de referencia conceptúa!, que constituye un


“ préstamo” de diferentes disciplinas y que .no presenta ninguna
. articulación orgánica con las\metodologías. .Ciertamente existe' un,
discurso teórico que conceptualizá é interpreta los fenómenos sociales,
y en el interior del campo este discurso representa un avance importante
.. en las formas de indagar e interpretar "lo social”; pero esto no se revierte
en un avance significativo en el desarrollo de la especificidad profe-
sional, en tanto tío sé integra en un'esfuerzo por sistematizar y teorizar
las experiencias concretas de intervención, para dilucidar como se
conceptualizan los diversos problemas que demandan lainíervención de
un trabajador social y para avanzar en el planteamiento de cómo se han
resuelto, modificado o tratado cíichos.problemas^ a partir de ía aplicación j
■” Me,determinadas-fariñas.'de'intervención,i ’.
. •Esta significa que no hay una acumulación que permita desarrollar
el cuerpo leórico y metodológico dél saber especializado, a fin de superar
la dieotómfa existente entre; el discurso.teórico que explica la,realidad
social; el discurso ideológico qué indica el signo de las opciones en el
•juego dé intereses que están, presentes en la intervención profesional y
la práctica profesional atrapada en el sentido común, benévolamente
llamado “hiper-empirismo” .
Con esta carencia. Trabajo Social no logra conformarse-en una
práctica especializada respaldada en una. disciplina científica (en este
caso, la teoría de ia intervención); y por lo. tanto no logra establecer con
precisión la diferencia sustancial entre una’práctica profesional y una no
profesional, que es la de superar el sentido común como marco de
referencia de la intervención en la realidad. Este “ mal de origen” es et
: .que propicia que la especificidad'de Trabajo Social se diluya en ún
conjunto,--de procedimientos administrativos y burocráticos, que no
requieren de una mayor calificación, perdiendo así la capacidad de
intervenir en forma éspecinlizada y ipórtanlo perdiendo espacio y status
respecto a otras prácticas profesidhales, con las que comparte el espacio
laboral: es decir, perdiendo: cqmpéfjtiyicíad ,crt el mercadcj de trabajo.
De acuerdo a estos argumentos, en el primer trabajo sk define a la¿. ■
- profesión, desde un punto1de vista epistemológico, diciendo que Trabajo
Social es un.sentido común'ilustrado,'porqué' como una.práctica es­
pecializada carece justamente de lo que fundamenta a toda "especia -
lización: una teoría, y decía que éste ambigüedad estructural, (ser y no
ser) es un elemento inherente a su especificidad. Definido así el problema

J
fundamental del campo, apuntaba; que la tarea-dé investigación que
aporte a la producción de. una teoría de la intervención era la tarea,
fundamental que debía'promover elgremio profesional-, para avanzar.en
el desarrollo de la especificidad de Trabajo Social y con ello lograr una
mayor profesionalizáción en el quehacer-de los trabajadores sociales.
Dichos ’resultados'fueron criticados por no plantear una ‘‘solución'!
■para los "problemas” delgtemió.' Y ciertamente, en dicho-texto, rio había
nada padecido a lo que; la mayoría del gremio entiende como (al: no se
planteaba una1definición que estableciera qué debía ser Trabajo Social;'
no se “ tomaba partido!; acerca del signó ideológico que debía tener ía
intermediación de los intereses qué se juegan en las relaciones’sociales
.involucradas en la intérvencíón profesional; y por- último tampoco se.
presentaba uria propuesta metodológica, o uri modeló de intervención.
Hitas “¿usencias" encuentran explicación én’los objetivos que’orientaron j
el trabajo: lograr una aproximación en ja reconstrucción epistemológica ■!
del 'campo profesional, descartando dé entrada lás declaraciones de.;
principio o la formulación de un nuevo deber ser. - .
En el textomenrionado se plantea un punto de vista acerca de cuales
son los problemas fundamentales del campo profesional y se propone una ^
estructura, conceptual del campo,, como herramienta analítica para pro- ,.•*
seguir investigando acerca de la espec¡fi'cidad de.Trabajo Social.-Esa era
la propuesta que presentaba él trabajo,,de acuerdoi l grado dé desarrollo
obtenido hasta ese momento; posiblemente constituía;.ima propuesta algo *■.
, “ heterodoxa" porque más que,proponer un. camino estructurado, con- ,>
■vocaba a estructurarlo.;. . . . ■
■' En esta publicación presento los avances obtenidos en ia línea de
investigación,--a pa^{dél .desairollo da la experiencia de cambio cu-
rrícúiar, llevada a cabo en la Escuela de Trabajo Social ¿le la Universidad
Autónoma de Sonpra (México-Hermosillp); experiencia a la cual.me
incorporé en. 1987,. E l trabajo en. los talleres^seminarios-y. curso?,
organizados en las diferentes etapas deí proyecto en cués(ióñ;asf cómo'
la interacción con los. equipos de investigación y. de diserto cunicular y
con , la Academia de la .plañís docente permitieron desarrollar la
conceptualización:acerca.de ljaestructura del campo profesional ¿ indagar
sistemáticamente en los problemas curriculares que se derivan,de,las
caracierístfcas de ‘la especificidad de Trabajo Social.'
•Como producto deteste esfuerzo colectivo quedan hoy estructurados
dps caminos posibles por donde avanzar en el desarrollo de la es­
pecificidad: profesional:

— Una línea de trabajo que articula la investigación básica o teórica,


lá"investjgaciÓn empírjen, y la ¡rivestigaciónfé^pefirnental o
aplicada. Este aspecto, que. se dcsairolla ampliamente en la
primera parte del presente libro, pretende convocar a¡ sector de
j los académicos y al de los profesionáles en ejercicio, a sumarse
a los esfuerzos en mnreha por crear y cónsoHdor ios espacios para
i ' la producción del saber especializado y para la formación de los
productores de conocimientos.

! -—Líti (iiscilo- ciirrieular qué cpnceplualizadó- Qfí£na /un Proyecto,


'; Académico Integral,, se organiza como una estrategia queicoríoT '
mediano y largo plazo, permita atender los problemas estructu­
rales de Trabajo Social: a la vez que forma ün profesional
calificado con una capacidad -analítica adecuada para comprender
' los fenómenos y procesos sociales involucrados en las ¿esas de
! . intervención que conforman él. campo profesional y con una
' ! . ' capacidad de planificación e intervención'especializada que
supera la inserción de carácter operativo y auxiliar. Lapresentaciói\
'■ de este proyecto se encuentra en el apartado ‘'Especificidad,
"! • Saíxr y Cu^cülum: El Modelo Sonora".
•i • . • ...

■ En este sentido, quisiera hacer explícito algo que' subyace perma­


nentemente en las "entrelineas” del texto y que es parte de la cbncepción
que orienta el trabajo. La línca'de investigación de la cual se desprenden
Ibs argumentos y las propuestas de trabajo aquí vertidos, constituyen
PRODUCTOS dé lo queentiendo es unaLI^EA DE CONSTRICCIÓN,
<|uyoobjetivo fundamental es promover <?1(jesarrollq de la especificidad
profesional^ .Como tal se inscribe en una línea que presenta posibilidades
y obstáculos. Sus posibilidades radican en la capacidad heurística de las
. 'herramientas analíticas construidas hastajel niómeñtol'es' décír. en; la '
¿áp'a’cidad de planteárprégunias que configuren üñ ctiinpo de problemas
y en la capacidad Je atenderlos por parte, sin perder lá; visión de la
totalidad del campo. Sus posibilidades dependen también del ‘‘poder de
convocatoria'1que tengan sus argumentos y sus propuestas para crear una
Co.rriente de pensamiento con capacidad •de establecer un espacio de
trabajo intelectual, es decir, un espacio que prümai|Vi la reflexión, el s-
estudio y la producción, capaz de socializar sus p:p lucios y abrir el
debate.que; los .refroalimente y, que además, estos p ¡p luctos tengan un ' ■
impacto directo en el ejercicio profesional. ■I
Por otra parte, creo-que los obstáculos de estallo; a de investigación,
entendida como línea ,de,construcción,- son de.dbl ipos: obstáculos
internos delgremlo y obstáculos externos que refiere; ¡1 contexto social,
Éntre loí primeros, considero que el fundamental ra i :a en la:tradición
empirista que caracteriza a un gran porcentaje de th Rijadores sociales.
En el extremo negativo de esta tradición, el estud y la producción
intelectual, sé confunden con "la elucubración cncen ,da en el cubículo"
y ja teoría se concibe.como un “artículo suntuario'? 3el cual, se,puede
prescindir,' aún se¡ perícít&cá- al -sector-dejos áca'dófr] .cjos. Otra vertiente-
de la tradición empirlstá del gíemio se expresa enjpj cticas que tienen
ün origen, que de alguna manera podemos caracterzár como, “ natural
mente espontáneo", en tanto nacen en el círculo .vici |sa que atrapa a los
profesionales en ejercicio en la necesidad de respondí¡ir permanentemente
a urfa demanda interminable que refiere a situaciones lan diversas como
, conseguir una ambulancia,-liacer un ,informe' bO pirático, organizar
damnificados, o atender situaciones límites de indiy d ios o grupos. Esta
tradición es la que ha favorecido el estancamiento;! [e la profesión en el
sentido común y el apego a las salidas rápidas y a láá ¡recetas milagrosas” •
que crean “ modas'’, que al mostrar su inconsistijilc a, promueven un
escepticismo generalizado frente a una posible inmijvición y el rechazo
ai estudio y a la actualización.
, .j* '
Otro obstáculo interno deriva de la misma espe |i Bridad de .Trabajo
, Social como “ profesión de la crisis”, según la caraci brjización de Estrucji
y* Guell. Suputstamenie las crisis son situaciotv coyunturales que '
encuentran..algíin tipo de resolución, cuando} ¡je recomponen. los-
. elementos que las configuraron; por lo tanto las crji demandan un tipo
de intervención inmediata que plantee, al menos, pqsibilidad-.de la
recomposición:'un:golpe-militar, una, coiVvcfcaíbp¡i"'a elecciones, la-
confomiación de un mercado "común, la implantación de un "paquete”
de medidas económicas, etc,
Ahora bien, el hecho de-que Trabajo Socia intervenga en los
síntomas más agudos, es decir permanentes, de lis contradicciones
estructurales de la sociedad genera, lo- que p<jjdríarn.os llamar, el
"fetichismo” de ia crisis. Trabajo Social interviene en. los síntomas
reiterados como condiciones adversas de vida que la organización social
vigente impone a dSérimñadci?; sectores' sociales; entonce, la especi- -
fícidad~d¿.,Trabajo Social..es justamente intervenir'en .tas situaciones
críticas, que por supuesto se agudizaii en^T^omeñtósenqe'e'etm'üdéló -
económico,político o las cbnd^nes;^jeprtóacdl(5n' social y cuUúra.1,
siffren, a lg ú r^ ^ jíe agotamiento ó "áisjfunciótt.' Éí intervenir en las
situaciones críticas genera~quVios profesionales-en ejercicio queden
atrapados en la “urgencia” pcrrriáiiénté de una intervención,, corno
repuesta inmediata, y el sector' académico.del gréiñió fijé cómo
“prioridad” el eniender la. crisis, lo “social” externo, que demanda la
intervención del trabajador social, a fin de poder plantear alternativas
' metodológicas adecuadas a la coyuntura:
Planteo quc Bi ^fetichismo de la crisis" es un obstáculo para el
desaírolío de lá’especificidad profesional, porque la "urgencia” de dar
, respuestas inmediatas no permite pencar en los problemasestructuraiés
de Trabajo Social y mucho menos aún, pensar como posible, aunque sí
se reconozca como- necesario, eí desarrollar estrategias internas del
gremio que_promuevan la ^úihuíacii^^iéórtcá'y metodológica, que a
mediano y a largo plazo colabore a constituir un saber y un hacer, que
establezca con precisión el tipo de esj^ializacióndesdé.d. cual se
íntérvieñe en'tas’ situaciones críticas;'XJn saber que contenga el'?
tratamiento teórico (genérico y ábsííácto) delobjeto de intervériqíón de
Trabajo Social: qué son las.necesidades, las carencias, lá conciencia
los recursos; qomo dimensiones de fenómenos sociales factibles de ser
modificados por una intervención especializada; un .saberquediscrimine
teórica y metodológic^ente. fqrmas, d_e jn te rv e ra ^ j^ Já j.O ^ Jn
individual, grupal o comunitaria eñ acciones preventivas,_or|anizati.vas,
educativas, y de-atención, directa- ó tratamiento.-wj^ciáüzadp;.^"'^s
diferentes áreas de intervención que competen a Trabajo Social:, salud,
vivienda,;, trabajo, educación,'"recreación," etc. *
•”-,' v En- América Latina,.'Trabajo Social! se legitima como una práctica
. .prbfesionaisn-la.'década de los;20, ai crearse las primeras escuelas-para
_ la formación profesional. De ahí en más no ha habido situación social
que no tenga mayor o menor impacto en diferentes sectores, del gremio
- y sin embargo-existen problemas'que, todavía siguen planteados como
tales y qüe aluden, a través de la pertinencia o no de las “metodologías”,
a la ambigüedad de la.especificidad de Trabajo Social. Con esto quiero
**■. . . ■

decir que no desconozco en áb?olú(q:él;peso derlas, crisis sucesivas que • .


; ' vivfi'nlospaíséslatiniáainericáoosíperaífquicro.llpmnrla-aiencióníobré ,
, :elc’arfcterrelativodeJasi,,urgencia8’;qúedichas;prisisim^onen1aÍgi:eniio
■1profesional, Brim i concepto la verdadera urgencia es ■resolver el'
problema de: ‘ÍE ?aintó®liedad’de Trab¡po”Sw>ai. ^s. deci^‘resolver el
, problema de. la progresiva, pérdida ;<íe espéciallzáción dei. ejercicio
' profesional; a fin de ofrecer un Servicio profesional que repercuta en el i
í :nffij¿fam'íenfo''deHas condiciones■■-.dé vida de Jos sectores sociales
' InvQluGrqdos en nuestra; iniervcnción'y recuperar así compefitividad en ~
ios espacios- laborales y j » el mercado de'trabajo,, •
, Relacionado con lo anterior, se estructuran-los obstáculos, externos
al giemtarque dificultan et desarrollo de la especificidad profesional. En
todas Ios-países l'aiinoamericanDS‘exislen-hoyr-condicioncs realmente -. . . .
■adversas pára-el trabajo intelectual asalariado(taato. profesional, como .
científico) qué se sumaivaíos obstáculos cülturales e históricos, que lian. ,
impedido un ■ desarrollé científico y tecnológico,, y por ende de. las .
* profesiones,'adecuadóv-y competitivo no.sólo'.con los parámetros
; internacionales; sino también relativamente: autónomo e inscripto en •.
parárhctros-qiíe reflejen1y atiendan las necesidades de una calidad de vida
1 digna. Estás condiciones adversas remiten; directamente al signo de lá >•
•>, restricción imperante ' en todos1los órdenes-y que convencionalmente ^ ■
todos designamos; á'esta altura, como''modelo. neoUberal": escasez, de >•.
: plazas;-restricción de presupuestos,- salarios de.hambre, nulo reconocí- ,
f miento al-trabajo-y férdida de •status, aumento-en los requisitos i
'■ . cuiriculáres- y én los-parámetros de la:eficiencia,y.de la productividad. ,
Condiciones qué orillan, a un gran número de profesionales; a dispersar
. sus esfuerzos en una carrera cada vez más alienante,'por la subsistencia •
diaria^ • ‘" : •. • . . ‘ .
Frente-aJá.magriiltid de los obstáculos “epistemológicos” (inhe­
rentes a la ambigüedad esírúcíuratde la.profesión); de .los- Obstáculos *»'
. •'. culturales (inherentes a la identidadiy-a la; tradición, gremial) -yde las
coridicioñes adversas, (Inherentes al ícontcxto m . que. sé desarrolla el " y
‘.... ■'trabajo‘intelectual asalariado),'nó podemos apelar‘al voluntarismo, ni
resguardar en él sectarismo' los pequeños, “feudos’‘-eónseguidos, sino
que, por ¿i : cóntrari,ó, consideró-que UN A forma de atacar-dichos ,
obstáculos-es .promover el desarróllo:de lo que'reconocemos como
..posibilidades: promover acciones coordinadas interinstitucionales, de.los
sectores académicos.y de los profesionales en ejercicio, para sumar así

10
recursos, humanos y materiales, que aporten a centrar esfuerzos en una
dirección, orientados por planes de trabajo, que resguarden el contenido
de ja tarea y la esencia del oficio. . ' '
I Finalmente quiero agradecer á Hilda Benitez de Lebrun ^ a Amelia
I. de Blanco el haberme invitado 'w participar en el proceso de cambio
cuticular, que'impulsaron en la Escuela de Trabajo Soqial de la‘Uni­
versidad de Sohora y a todas las compañeras de la planta docente de esta
ins itucióii, que asumieron la responsabilidad de crear un espacio de
detinte, reflexión y producción, .aun .en condiciones adversas. Y
agrude7.co íartibiéñ el apoyo prestado al proyecto por la Unidad de
Intercambio Académico y por e| instituto de,Investigaciones en Ma­
temáticas Aplicadas y Sistemas de la Universidad Nacional Autónoma
'de iMéXico. '
1 Un sincero reconocimiento para Sefa Sierra y Osvaldo Dubini por
el ánlcrés dé publicar este trabajo y por su tarea editorial, que lia
coljaborado a la socialización y difusión de diferentes experiencias del
gremio de ios trabajadores sociales.

' , México, noviembre’da 1990,


Primera Parte ■

TRABAJO SOCIAL:
UN CAMPO
PROFESIONAL
1
•I

' LA ESPECIFICIDAD
PROFESIONAL: ■
UNA APROXIMACIÓN
.EPISTEMOLÓGICA
Todo campo- profesional' se •estructura en relación con ciertos
imperativos sociales que plantean comp necesario un tipo' de práctica
determinada. Dichos imperativos sociales se estructuran a partir de los
obstáculos que surgen en el proceso de;producción y reproducción de la
vida social, derivados de Jas contradicciones estructurales que caracte­
rizan a cada süciedad; y que se expresan cómo “ problemas sociales” . El .
' concepto.de imperativo social no'alude a una decisión maquiavélica de
una clase o dé un estado, sino a la demanda social en que se objedva
la relación de fuerza que articula la intrincada red de relaciones sociales,
políticas, ideológicas y culturales que-conforman una sociedad deter­
minada. .
Cada sociedad gesta -en-basé a ún determinado grado de desarrollo
dé sus prácticas y representaciones- las diferentes formas de resolver
dichos problemas y promueve así el desarrollo de .la ciencia, de la
tecnología, de las profesiones y de las diversas instancias sociales,
políticas y culturales (parlamentos, sipdicátos, partidos, escuelas, hos­
pitales, ele.) involucradas en el desenvolvimiento de la sociedad.
•De ahí entonces que laprófesionalización de ciertas prácticas opera
en base al desarrollo de.sus elementos constitutivos, bajo formas no
profesionalizadas. -‘ ........
La profesionalización supone la sistematización de un conjunto de
í representaciones (conocimientos, habilidades,.información) y su elabo­
ración como un SABER ESPECIALIZADO así como la jnstitucio-
j nalfeáción de Ja transmisiónde e?e„saber,'a tíavés de una instancia social
i ’reconócida-y legitimada,-para que constituya'el saber especializado en
\ un SABER-CERTIFICADO. "'-••- - ■ - ' "!
A '

•1. La noción de campo qu§ orienta esta reflexión procede de la con-


ceptualización de Pierre Bourdie. Sociología y Cultura. Edit. Grijalbo. Conseje.
Nacional para la Cultura y las Artes. México 1990. . . .
Cosas Dichas. Editorial Gedisa. Barcelona, España 1988.
1 ; i • ,-”*% ,>r- .•;•%'

■• ’ . .■'• .' ■ > i ) .' '■ <’ , -; " 1

‘La sociedad" otorga autoridad a determ¡nadas instancias para que


certifique la apropiación dbfése saber, por parte de aquellos individuos
'que han cumplido con los requisitos estipulados para dicha apropiación. '''
Por lo lanto, la- profesionnlfcación de una práctica implica su
' estructuración en una nueva condición: su constitución v leáii imación
^ y u n - S A B g g g g P ¿a A U ZAfo YCERT^PICADO.
. "Reflexionar.acerca de la ‘especificidad de una profesión implica,
: entonces, señalar. lpa,elementos a partir,de los cuaiesse.estructura camo
. tai, teniendo en.cuenta que:1 ' • i.

.... - — la necesidad de una profesión^ fundamento de su slalus;Tio se


•origina por simptó-proclamación. sino por.jtl configuración de un
«ampo fie problemas qué requiere’ úñ d.cterrhlnadp-tipo'de
intervención. ... : . . . . . . .

— una: definición no confiere- realidad- n' una profesión: ja base


• empírica y real-dei 'ejercicio profesional: es la que posibilita
elaborar una definición' del campo. . .<

' — una profesión es ljr encarnación-de. una práctica especializada,


respaldada,en? unaJÜisciplma .científica. . ¡ ‘ .
. -tr .
•-.*• • V- ■: ■1f : .. . .
— la condición do práctica autónoma es el reguisito fundamental de
constitución:de un1 campo profesional; .Diclia'autonomía es
otorgada por una teoría que, al delimitar un. objeta de inter­
vención, provee ei conocimicnfo a partir del cual se estructura el
saber especiali7.adpi ;.i •. .

— el saber espcciulfcudo debe ¡íer, necesariamente,' un jaber certi- '


' ficádo. ' ■ * •; '' ••••.; ■. ‘ ,• . ... -•... -

2. Estruch, J y Guell, A . Sociología ctu una profesión. Los asistentes sociales.


Ediciones Península, Barcelona I97ó. •-

18
LOS ¡ELEMENTOS CONSTITUTIVOS
DE LA ESPECIFICIDAD PROFESIONAL

, ¡JLa especificidad profesional es una construcción histórico-social y


se estructura en un proceso a través del. cual se delimita el ámbito de
relaciones sóciolesCdoiide se hace necesario determinado tipo de
intcrVencíóiDEstc dihbílo de relaciones está constituido por SUJETOS
SOCjfALES que tienen un Jugar que, define su participación en el
problema social que origina la demanda de una práctica profesional. Por
lo tanto, es una relación social la que identifica y delimita a los sujetos
involucrados en la intervención profesional y le otorga a cada uno un
lugar y una función. De esté modo, el problema-social, a traVés del cual
se establece la relación entre los sujetos sociales, se constituye en
'.'O BJETO DE INTERVENCIÓN de la práctica profesional.
El ’proceso de construcción de la especificidad prófesiemal opera
también, a través de la delimitación dol conjunto de pntcticas y
representaciones que den cuenta del problema social y del tipo de
intciiacción existente,entre los sujetos sociales y el problema social. De
tal modo, que la espccincidad.,se colisüfaiye en el mismo proceso de
estructuración de un MARCO DE.. REFERENCIA, que otorga un
significado particular a todos los elementos constitutivos. da la especi­
ficidad profesional.-Estos elementos son :
¡LOS SUJETOS SÓ PA LES: individuos, grupos o instancias so­
ciales que están involucrados en la intervención profesional, porque
partjcipan de alguna manera significativa en relación con el prbbl'ema
socijal que se constituye en objeto de intervención,
!S ., OBJETO DE M IR VENCIÓN;: un fenómeno real y concrelo
. quefdcmal^'s^aténidto elaboración Intelectual, en la
medida en que se le construya como objeto de conocimiento,' a fin de
dar ¡cuenta de:él, desde una'teoría.
;EL MARCO DE REFERENCIA: conjunto de representaciones
■desde las cuales se entiende # conceptua el problema; objeto de
intcfvcncTói» profesional, y el tipo de interacción entre los sujetos sociales
involucrados en el campo y se establecen los objetivos y procedimientos.
El marco de referencia es la fundameníación de la intervención y en él
se ¡inscriben: . ".

— LOS ápJETIVO S ESPECÍFICO S: señalan, lo que se pretende


'l A

lograr a través de la intervención en el problema i ístituido como


objeto de la misma. Indica el tipo de redefiniciiS jue debe sufrir
el objeto, a partir de la intervención profesión

-LA.FUNCIÓN SOCIAL: es la incidencia o el;i ¡pacto que tiene


la intervención profesional en las relaciones se lies involucra-
das en el objeto de. intervención. Es lo que se Iq:jjn o provoca con
la redefinición del problema.

-LOS PROCEDIMIENTOS METODOLÓGIO il constituyen la


dimensión operativa dei proceso dejntetvencitli profesional, en
cuanto determinan-qué hacer"y cómo hacerl'iij para lograr los
.objetivos señalados. Son el conjunto.de etsj actividades y
técnicas ordenadas en íma'sccuencia tal, que <Jxi| :tía el desarrollo
de la intervención, en cuanto proceso que ;<I ;l>e modificar el

' objeto de intervención.

E l contenido de-significación.concreto de los ¿llrjientos constitu­


tivos dé. la especificidad, de una profesión sufre re; gñficaciones, en
distintos momentos de su historia, al incorporar pg |t cas y represen-
tacioii.cs.muevas¿ De. esta, manera se produce 'e¡l 5desarrollo de Ir
especificidad profesional.con la actualización y-retrpiililmentación de su
saber y de su haber especializado.

LA S DIM ENSIONES DE LA ESPECIFICIDAD p|0ÉESI0N A L

La especificidad de la prófesiór. se expresa et diferentes {límen­


sioiles, que-son una red particular de relaciones- se desarrollan
simultáneamente y en procesos relativamente au irlomos. Estas di-
mansiones son:

'•E L SABER.ESPECIALIZADO;.es una constrúc 5n intelectual que


reelabora y sintetiza la experiencia profesional y-í referencia, en un
cuerpo teórico y metodológico que se fundameji en concepciones
doctrinariás’ políticas y científicas.

E L EJERC IC IO PROFESIONAL: es el cortj iitlo de prácticas y

20
representaciones desarrolladas en diferentes áreas de intervención, donde
la profesión se inscribe como práctica partícipe de la dinámica social.

EL CÚRRICULUM: es'el cónjúnfo de interaccionés (políticas,


pedagógicas y culturales) a través de las cuales se desanolla, en la
academia, el proceso de formación dé los profesionales del campo. En
este conjunto, los planes y programaswde estudio constituyen la
dimensión del curriculum, que se caracteriza por ser una construcción
.intelectual sustentada en concepciones psico-pedagógicas,didácticas, así
. como también políticas e ideológicas, que traducen el saber'especializado
en una Organización, que permite su transmisión y apropiación, como
proceso de enseñanza-aprendizaje.'

'EL.CERCADO DELTRABÁJÓTespac'ió heterogéneo y complejo u .l >(


-donde la especificidad aparece cbmó oferta y demanda-de determinadas ^ •
capacidades, habilidades y conocimientos. En.el mercado de trabajo se " l !' ^
objetivan el status y el valor de cada profesión -otorgados a su vez, en
’ el “ mercado simbólico”-en úna relación de competividad. El mercado
simbáüc'o es el conjunto de mecanismos sociales, políticos, ideológicos
y culturales que legitiman ó deslegitiman a las prácticas.profesionales.

LA IDENTIDAD PROFESIONAL: conjunto de rasgos distintivos


que caracterizan a quiénes ejercen una-profesión determinada. La
identidad se constituye en un proceso simultáneo al :proceso de
constitución' de 1a especificidad profesional. La identidad estríictüra una
imagen social a través de la cual la sociedad “ mira” y reconoce a los
. profesionales: --■ ■W ....•
-Esta imagen objetiva la espécificídadi^rófesionál en un ‘'personaje”
que actúa también, como referente del reconocimiento hacia el interior
•del campo profesional. E l portador de la imagen debe coincidir, con la
imagen. La identidad es un punto de identificación interna en el espejo
, donde se recoRÓce y autorcconocen los pares. En este sentido, la
identidad es m referente de legitimación y deslegitimación. ••

EL STATUS PROFESIONAL: es el reconocimiento social, fun­


damentalmente externo al campo y' colabora a delinear los aspectos de
la identidad profesional, atribuidos por la sociedad e incorporados por
el gremio en su interacción social. La fuente de atribución del status es

21
a s,/ .? v 7 y w w w w v im r v r « iA '
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I ?■-■•■;". ,- ...., ' / .
I
Ja demanda social, ya que ésta determina no sólo iá necesidad de una
profesión, sino también su importancia en la dinámica de la reproducción
social eiv razón de: uno,'.la. capacidad del.saber.especializado,para
resikmder al requerimiento soplal y-.recrearse’ ppnl ello;, y dos,.la'
capacidad pólílica del grejni,¿.profesional para disputar la legitimidad de
¡ íir inlenfenciónetr Bl prbbiomftSocíal.El iiotuí'se confiere entonces, en
relación con lo que la profesión pg y con lo que )os profesionales tacen
■ o dejan de hacer, no comp tarea fundada en 1.a voluntad y la fantasía, Sino
en las condiciones sociales de, producción y reproducción del ejercicio
profesional. El status remite como evidencia, a ía identidad y como
trasfondo a la especificidad profesional.

EL PRO CESO "PSTÓ RICO SOCIAL DE CONSTITUCIÓN


DE LA ESPECIFICIDAD-PROFESIONAL
V a « •' • '

. ' Uno de los obstáculos para la producción y reproducción de ls-.


sociedad alude a los-efectos de las contradicciones, estructurales do Ip
. sociedad; eri las condiciones de vida de las clases explotadas y do­
minadas. . >
En la historia de la humanidad (y de.cada sociedad en particular) •
han’surgido un conjuntode-prácticas y de representaciones que intentan
. explicar, definir e interven ir en .dichos efectos. Éntre ellas-se ubica a
Trábíyo Social. Por lo tajito el ámbito de relaciones sociales donde surg*
la especificidad profesional es aquél donde las «piases sociales se definen
como sujetos pqmdoreg|tenecesidades yearencias y sujetos portadores-
de recursos y satisfactores.que interactúan a través de un sujeto social
que intervicne.'como intermediario en el tratamiento del problema social
que los inlerreiaeiona. \ •• ' •.
! SUJETOS SOCIALES : " SUJETOS SOCIALES
PORTADORES DE RECURSOS ■ PORTADORES DE NECESIDA-
Y SATISFACTORÉS DES Y CARENCIAS .

. ; . .. ... OBJETO DE INTERVENCIÓN '


(efectos dé lw coniradiccionet en te» con­
dicione! de vldi de ki cluiM juUllemm)

SyjETÓ SOCIAL INTERMEDIARIO


' (TRABAJADOR SOCIAL)

Ahora bien, este sujeto social nitcrmediario.iiQ es el único mediador


de las relaciones entre los grupos’ las clases y'las instancias sociales,
alrededor de las contradicciones: que' fundamentan sus vínculos. Por el ’
corjlrario, :los sindicatos, el parlamento, los partidos políticos,•las
organizaciones.populares, los medios..de comunicítóón de.masa, la
esquela son oíros ejemplos de prácticas y representaciones qu4 uucr- v
vitíiieri en está mediación, desde ótra experiencia y desde otro lugar
.social. La especificidad de cada una de ellas-deriva", justamente,,de que
se constituyen a través de experiencias y marcos de referencias distintos
a Ips que dan origen a Trabajo Social. . ____ _
í En este sentido para entender la especificidad de la profesión es f)'
necesario reconstruir, en un sentido epistemológico, el proceso de
conformación de los elementos constitutivos defcampo profesional ’y
explicitar el contenido de significación concreto que-los mismos
adquieren históricamente. . ,
La referencia histórica de. la especificidad de Trabajo Social remite
.a las llamadas formas de ayuda y asistencia social, no como, meros •
áiitecéa&iites'. -sino como ías..prácticas de donde ¡se.desprende Trabajo
’ Sojcial como una prófésjón. -Las formas de ayuda y asistencia 110 .son
etíjpas cronológicas.de una supuesta evolucióivdc Trabajo Social, sino
qu,e se n prácticas PREVIAS Y AUTÓNOMAS- a esta práctica1 pro­
fesional. Cada una de ellas surgió y se desarrolló al calor de diferentes
circunstancias sociales y en diferentes procesos, y hasta-el día de-.hoy
se*continúa ejerciendo, la caridad y la fdantropía, la beneficencia y la
(' l l l k "l V "I. " t < a i' \ t ' t

políLica, simultáneamente al desarrollo de Trabajo Scxsli 1 como quehacer


profesional.

I! ■
E L EJERC IC IO DE LA CARIDÁD Y DE LA FlL|jN TRO PÍA

La especificidad profesional comienza %const irse recuperando


elementos de otras prácticas, no profesionales, a tra de las cuales se
interviene 'en las necesidades- y carencias para cumplir con las
prescripciones de una doctrina Así, Trabajo Soci; se desprende del
ejercicio de la caridad, entendida como la puesta en lo de un mandato
divino: hacer el bien por amor a Dios; y deviene lajijn )ián del ejercicio
de la filantropía, como la puesta eñ'acto. áe utrimflfr^tivo.étjcóf'hacer
el bien por'amor al hombre.
Estas prácticas, que pueden resumirse en la b'e .eficeilcia, como la
virtud de hacer.el bien, consisten en uná.serie d¡5 :tividades que se
desarrollan en báse a la fe, la experiencia, la intuid* y el compromiso.
Su significado es dar o donar algo que se objetiva ' la limosna como
un alivio malcría!; y en el consuelo plasmado en m consejo, cu una
• oración, en una visita, como alivio espiritual *
. Tanto para el ejercicio de la caridad como pará, cjl de la .filantropía,
se estructura una mediación a cargo de un sujeto pjr icular, quien.es el
encargado de establecer el vínculo entre los satisficieres y.las necesi-
' daides y carencias. Así’ la puesta en acto-de lá i doctrina'plantea la •
persistencia.de un sujeto INTERM EDIARIO qiije operacionaJiZa la
doctrina. En este contexto, el intermediario es1! persona de buena
voluntad que no tiene el problema, sino la disposic 1^1 para intervenir en-
el mismo;"es quien-está ál servicio-de Ios-otrosí el sujeto, en. esle
triángulo, que nb tiene el problema y no tiene su ¡sr lición, pero articula
el problema y la solución, porque tiene algo que lajc p<trina estipula como .
■necesario; la voluntad y.la disposición para,.pon¡ [sp al servicio de.los
demás, \ • ' - -■................. .
La doctrina constituye Ja especificidad del inte ediario, planteando
la mediación como Una obligación moral o religio de ahí que el lugar
del intermediario está determinado, no por .se sujeto .portador de
necesidades- o de satefactores, sino por ser porta r de la voluntad de
participar como una respuesta al mandato divine terrenal.
En el ejercicio de la caridad y dé la filantrop este hecho.es “algo

24

m%.nai®®®* i
EESiSBaaiKssks&síkurnar r ,
dado": es como debe ser según la doctrina. Los sujetos sociales deponen
su ser social (clases sociales) y aceptan, de mutuo acuerdo, (aceptación
del dogma) reconocerse como'herederos del reino de los ciclos o cómo
semejantes, aceptan reconocerse como naturalmente ricos onaturalmente
pobres, iguales como hijos de Dios o como seres humanos. Incluso el
mismo intermediario está reconocido corno tal: como la encarnación del
bien.
. . .. Tanto en el ejercicio de la caridad como en el de la filantropía, los
objetivó.'; que.orientan dichas prácticas son externos al problema en sí,,
dado que la religión co'mpeíe a un acto-de fe y la ética a un compromiso '
con ciertos preceptos morales. En este sentido, los objetivos que las
orientan no derivan de la particularidad del problema social (pobreza),,
sino- de la relación' que el sujeto tiene con sus creencias y sus
convicciones: salvar el alrriá a través-de buenas obras, hechas por amor
a Dios; o cumplir con la obligación qué tiene todo ser humano con sus
semejantes: ayudar al prójimo.
Según se practique la beneficiencia por convicción en una doctrina
religiosa o ética, existen diferencias de enfoque y de estilo. No significa
ló mismo el ejercicio de la caridad que el .de la filantropía, aunque en
los hechos participen de componentes semejantes como la fe (en un Dios
0 en el-hombre), la esperanza (del'paraíso en ei cielo o en la tierra), el
compromiso (con la causa de Dios o. con-la del hombre). En cada una
de estas prácticas la '‘intervención en el problema social'’ se articula de
unmodo diferente, dado que sus respectivos marcos de-referenciaparten
de concepciones distintas del problema social y de los, sujetos qué en él
participan. En la caridad, cotno dijimos, el objetivo es salvar el alma y
la pobreza es una determinación divina, por eso es necesario dar la
limosna y el consuelo,.' La intervención culmina en el donativo'. Por el
contrario, en la filantropía el objetivo es ayudar al semejante y la pobreza
es un imponderable, por eso se niega la limosna como una dádiva y se
plantea una ayuda que actúe como paliativo de la circunstancia del
• • ••• > y ':•• K v » ^ . «*. «c- C.J. «*. <g. *¿ s„ . . ' .„:• ^ ¿ ti , J ,¿>> ,_:• . / J
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::; ‘; '/ ; '~ "' 1‘•' : EJERCICIOS DE LA-CARIDAD ; .; •:■ >•,.

■■■•■:•■'■ ' ^ • ■.•• <•;;■ ■D IO S' • •••'••. .■ ■.


(Principio y Pin) 1

IG LESIA-RICO S : ■
'■' •• ' '■■■< ■
••' ,; • ..• .. ; PO BRES
FELIG R ESES

"• • •'• P E R E Z A M A T E R IA L • v-/ ■ ¡ .


, " ? Y ESPIRITUAL '

"• ’ LIM O SN A Y CONSUELO . '


.
. ■‘ ' ** . • .
', .« \ •* * .
• • sa c er d o t es -m o n ja s -d am a s d e l a c a rid a d •
;;; ! s ie r y a s d e d io s -

. .. " v É L EJER C IC IO D E LA FILA N T R O PÍA ’ ' ' v ;■

•t * ét ic a ■ ;• • •

filá n tro p o s ; ' ; ; ■•• 7 . ' ■•"' •necesitados

!.. N EC ESID AD ES Y- CARENCIAS j V ? ' !

a y u d a ;,- c o n sejo -o rien ta c ió n

PERSO G AS D E BU EN A VOLUNTAD

, LA INSTITUCION ALEACIÓ N .DE LA BENEFICENCIA

;■-'Én Eiiropa y en Estados Unidos, la práctica de la caridad y de lá


filantropía se reconocen como un campo específico de intervención y a . ' ,
partir de mediados de! siglo X IX comienzan a desarrollarse, en otras
condiciones. Estas .prácticas se institucionalizan con el surgimiento Be
organizaciones que plantean a las actividades beneficios-asistencia-
les, conio especialización á favor de los indigentes déla industrializa-

26. - •
ción3.¡En este momento el tratamiento de las necesidades y carencias se
estructura en tres ámbitos:

-¡-las Organizaciones de las Sociedades de la Caridad.


•-r los Movimientos de Reforma Social. •
. la incipiente acción del Estado. . •• ;

(jada uno de estos iros ámbitos tiene una significación diferente en


la co^formacióivds Trabajo Social como campo profesional. ‘
■ Lias Organizaciones de lasSÓciedftdes de Caridad yJos Movimientos
_de¡_Réforma Social son, dos/ formas distintos d.e :partic¡pación en la
probl?mú(i'Ca'social yigenle en^dicha época, y por ende, es diferente la
rclaciján'qüe seipVantea, en cada una dé ellas, con cí objeto de intervención
de.laj futura profesión. Las primeras recogen, fundaráentalmente, las
referencias y los procedimientos ;derivados de las ,prácticas tipo
apostolado: y las segundas responden más a perspectivas sociales, que
derívpn de la disputa de las clases trabajadoras, por mejores condiciones
deyidn, en una sbciedadindüstrinl naciente, apoyados ¿aúna concepción
del-cambio social, fundada en la jus\icia social. Por eso son movimientos
que Ijiuscari establecer reformas sustanciales cni el sistema imperajUe.
Én los Movimientos de Reforma Social se canalizan las perspectivas
.críticas ul sistema social conformando los movimientos y las organi­
zaciones obreras que dan origen a los sindicatos, a los partidos y a las
organizaciones de los trabajadores como clase y como sujetos políticos.'
También en estas experiencias surgen las utopías que serán la base de
• la teoría crítica. £u estos movimientos se origina lo que se conoce como
So?t¿li§mo Utópico y sus njpresentantes no son sujetos de la clase
tmbajjadoíav^ino délos sectores intcleclualtís y grupos industriales (como
Rolx|rto Oweií) que postulan una convivencia •solidaria entre: el capital
"y ef trabajo, Es :feestás'experiencias que sé'desprendcij los postuládpf
íéárijros. -.y; polftkxis'rlánfe'^'-roaxxisnio como-del positivismo: ei
"'ptírtifsro; identificado ¿orno la crítica "negativa"; en cuanto postula el

I • V. , ,

3. Consultar Fiedlaríder, W . Dinámica de grupos en Trabajo Social. Pax.


México 1969.
*;•
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lj *.í -
i.- -i
-=•&
■■„
» " to
:

cambio radical del sistema y el segundo, como la c ca positiva , en


cuanto postula un programa de desarrollo de lo' est .bjlecidci-4
.Trabajo-Social no se:estructura como profesio] recuperando las
experiencias de los Movimientos' de Reforma. $ tal, sino que se
constituye en el seno de las prácticas y representac As propias de las
Organizaciones de las Sociedades de la Caridad. E illas sé conforma •
el primer espacio laboral de la nueva profesión y srrgen también el
espacio de elaboración del saber especializado y de transmisión de ese
saber, es decir, la capacitación profesional.
Las Organizaciones de las Sociedades de CÍt dad agrupan tos
esfuerzos individuales y basari su capacidad de!, ujgantzacióii en la •
procedencia de clase; de' sus promotores y udiiji ii istradores. Estos
' ciudadanos acomodados que sienten la obligacióh. !jtoral de aliviar el
sufrimiento de 'los pobres,'y que de está manera esperan reducir a!’’
mínimo la inquietud política y la miseria'de las coi iciones de vida de
•la mayoría de la población. Los miembros de.las jv jitis son banqueros,
comerciantes, fabricantes que buscan ser respetado, como benefactores
ycomo dirigentes cívicos.5Más aúnmantienen una ac ir id de desconfianza.
frente a un Estado qué no'se hace cargo de los prótlejmas sociales, más
.allá de una incipiente intervención a través de la sistencia Pública,
enfocada a los sectores totalmente-incapaces dé tjsolver la mínima
subsistencia con recursos propios.' La Asistencia .los'indigentes se
realiza con un magro presupuesto y se reduce a uj\ ¿yuda improvisada
y circunstancial.5
De- esta manera la beneficencia privada toma jtt perfil propio. En
estas ■circunstancias se incorpora -a la prácticja ( el apostolado- la
intención de “encontrar soluciones racionales y; n píricas a los pro-
blemns sociales por medio de reformas y adecuadas aienl aciones a nivel
individual”. Para ello, no sólo se organizan y pí nifican los recursos
humanos y materiales, sino que se introducen técn :as para sistematizar •
el conjunto de actividades que caracterizan lá tervención en las

4. Ver Gouldner, AJvin. La crisis lié la sociología íáadéníal. Amorrortur


Editores, Buenos Aires 1979.
5. Idem nota 3. ’
6. Revisar el desarrollo de esta función del Estaco Fernandez Arturo y
Rozas Margarita. Políticas Sociales y Trabajo Social'. Hvmanitas., Buenos
' Aires 1984.

28
■ V w._v J •%, %iJt.i
¿j? V¿ ':'v ,■ v V ; -1
' "y ~*í

necesidades y carencias. Así, se realiza cierto tipo de investigación


social, que permite conocer el problema agratar, la población a la que
•van dirigidos los servicios y los resultados, que se van logrando.
En está perspectiva de intérvénción ¿e localiza ya la estructura
metodológica que caracteriza a" la futura, profesión: el estudio, el
diagnóstico y la planificación, como pasos previos y necesarios para el
tratamiento del problema y la organización y administración de los
servicios involucrados en dicho tratamiento.
En esta articulación de "dictámenes religiosos, ansias de reforma
social, voluntad, filantrópica, consecuencias estructurales y deseo de
justicia social”7se estructuran los objetivos de la intervención -derivados
del amor a Dios y del amor al prójimo- cómo objetivos institucionales
los de “mejorar las condiciones dé vida de los disminuidos sociales" y
"despertar la conciencia.de los ciüdaááñds”. ••
De esta manera la organización, administración y prestación-de
^servicios se suma al “consejo cordial” y a los paliativos materiales, y la
prevención y la rehabilitación se incorporan'como ideas estructurantes
de la intervención, entendido como un proceso y un tratamiento, es decir,
superando el carácter mmediatisíá dé la dádiva y dél consuelo.
Ahora bien, en el seno de estas instituciones, a la par que se
estructura un tipo de intervención particular con objetivos y procedi­
mientos más sistemáticos, surgen también;la inquietud de la elaboración
teórico-metodoló’gica y de la capacitación de los responsables directos
de la intervención, es decir, del VOLUNTARIADO, que actúa como la
•"base” de trabajadores de dichas instituciones. As{ en el mismo seno dé­
las instituciones de servició se conforma una ACADEMIA caracterizada
por una extrema división entre quienes organizan, estudian y elaboran.
y aquellos que “hacen las cosas”.
Para”finaíes del siglo XIX se cuenta, entonces, con una incipiente
elaboración de un saber especializado, documentado en los textos de
conferencias y en las indicaciones sistematizadas para orientar la práctica
del voluntariado.* Y se cuenta también con las instancias de capacitación,
. . . . . • ■ ... " , . r—
7. Eétos elementos han sido extraídos de los diversos trabajos de Natalio
Kístierman, Soria Llnüft,.Ander Egg, qúS traían la hístotia de la profesión,?.
8. Revisar en los Apuntes de Historia de:<
Ezequiel Ander Egg y la-presen­
tación da Natalio Kisnerman para la edición ait español del libro de Mary Rich-
mond: Trabaja Social de Caso Individual. Ed. Hvmanitas.'Buenos Aires 1977,

29
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) ) Y •) )•' )' ) ): ) . V ) I. ) ). ) ■ )''; ) ')•' )

corno' cursos yciclos bretes,' fnstnimentadós a través de ias'ésctielas de'


'Filantropía. •’ ••• i ., ;■ ,
• ’' ' Estas' circunstancias le articulan o'dós elementos Significativos que
favorecen y apuntalan la^tcndericia a la profesionalización, a.saber:

. — la social.
'En esta é ^ a elí.Estadaaniplfa suSifunciones de ‘^uiuxjláíi'.del
V orden’-para convertirse en la-inslanciásocial de regulación de los .
. intereses contradictorios; que-dinami2an ; a Iá' sociedad. .Éste
• ! procesa desemboca; en la décadade los .30, en la configuración
. de un. Estado encargado de la elaboración e implementación de
■. - ^^.c.la^BoiíiJq^s.Sdcjale^,,. .-*• ‘

• .— el átripiíio desarrolló dé las Ciencias Sociales, a parjir de la


segimdá mitad'dél siglo XÍX.
Estejelementd aporta a la constitución del saber especializado, en
* ■ tanto que la sistematización de las experiencias del voluntariado,
fundamcntiidashasjii el momento,en lias referencias religiosas y
éticas,xprnicnzari a apoyarse en los conocimientos derivados de
la Sociología, la Psicología y la Antropología, así como también
en la Medicina y el Psicoanálisis.

• Jrabtijo .Social nace entonces, a ;principio 'del.-siglo ¿£¡C, como


producto de'la; articulación de tres .elementos:.

1. iairtstitucionalización:de .ía1ben$ñcenci'a:privada que aporta un


saber.práctico, es decir, una forma de hacer laS cdsasj appyado •..
.' en el sentido común yen el compromiso, una identidad y un lugar.
'2.' £a ampliacióii devlas funcionfcsifelEstádo que apraia un espacio
/..lab'o^:yMegitima!e1.1úgapdé.intenne.diáriq.b'ájo lacon'diciónde. .
trabajo asalariado;, y un signo ideológiieo en cuanto impulsa y
* * ; '* *’ * .* ” * *
• • í t *• ...............................* ♦ ’• ••• -

9. Heckhausen. Heinz. “ Disciplina e ¡nterdisciplinariedad’’; Iiiterdiscipli-


nariedad, problemas de la enseñanza y dé la investigación e/i las universidades.
ANUIES.México 1970. • * ' ' . ‘
y xj y ' í s
) ) ) *! i. ) ) ) ') i > ; ')• .1 ) .) ) ) ‘ V ; ) ) ) ) .

! de su poder. • . '• • . ,
3Í El desarrollo de las Ciencias Sociales que genera un campo
' j diversificado de argumentación teórica y de herramientas' mc-
í (ortológicas, de las cuales la nueva profesión extrae en “prés-
tamo” conceptos y técnicas que pasan a constituir su saber
i
desde" luí;disciplinas científicas.
LA ESTRUCTURA
DEL CAMPO: ■ '
PROFESIONAL
La estructura del campo profesional de Trabajo Soda es una
compleja red;de interacciones, conformada por-aspectos intrínsecos al
.propio desarrollo de la profesión y por aspectos externos al campo.
¿Cuáles son ios componentes de dicha estructura?

LOS SUJETOS SOCIALES Y ÉL CIRCUITO


DE LA INTERMEDIACIÓN

1, La interacción básica que estructura al campo profesional y que


delimita su especificidad es la INTERMEDIACIÓN gue .funda a la in­
tervención profesionat.cgmo el establecimiento del víncukTeñtre los
recursos y_.s.alisfactores y las necesidades y concias, .involucrados en
cada.inleryenciórt.
El carácter de intermediarlo, en él tratamiento del problema social,
deriva de una UBICACIÓN ESTRUCTURAL (lugar del medio en el
circuito de la intermediación) y no de mná opción, ideológica o una
definición política, como se pretende al ubicar la especificidad de
Trabajo Social como la mediatización de la contradicciones a favor de ¡
la.dominación. ■ -’ . .. .....
Por lo mnto, la dinámica particular que adquiere cada intervención
y qué le otorga el sentido y el significado a la intermediación nó depende
exclusivamente de una cuestión ideológica,'sino-que se estructura
'dependiendo de: ; . • •; , V'--: ;, • .....

~cüál es el problema que motiva cada IntérVehctím,


— qué objetivos especttlcófjlréiéñdé lograr enrelación oi problema
que demanda.ser atendido.
— cuál es el espacio social donde se desarrolla cada intervención.
1.1. El lugar del me¡dio, en la intermediación, se .recupera del
ejercicio de la caridad y de la filantropía. Como práctica profesional.
Trabajo Social mantiene el vínculo de intermediado, pero el contexto de '
relaciqnsss3 QÍal£S.enia gue ésta seinserta, }apresencia de un seudQsaber
especia!jx8d07 ,l8¡inc}y^n.jte1 sall^.ca|ibian rotundamente el carácter
de la intermediación:.. ' \\\"

— al marco de referencia planteado' ¡?nla doctrina se-incorporan las


' políticas sociales yj loa conocimientos científicos;
— el personaje qüeiies ‘la encarnación del 'bien” es ahora un
trabajador asalariado;. ( . . .
— y los ricos y los pobres — los hijos de Dios y los seres humanos—
se develan como' "capital, trabajo y estado, al calor 'de la
industrialización y: de ía pérdida, de; la hegemonía déi poder
eclesiástico.

Trabajo Social no seiesetmielye. corno práctica profesional, en una


comunidad cte intereses, cohesionada.por la- doctwa como código
común, ntseubica'en caSúl^díecreyentecl servidor cpmpromelícfórsino
ctimojun’ TRABAJÁDOÉ ASALARIADO de tina institución que tiene
objfetÁjfos.pcePÍSQS e incluye ei trabajador social'comó uti especixuísta.que'
puede. intervenii^en ,¿Í tirátamié,htó'3¿f problema social., ■
En-este sentido, laá cbntradiccionés son mediatizadas, o no, por el
resultado de la confrontación de los distintos grupos" sociales; cuando
•disputan 'sus intereses. com,o clases sociales- en la arena social; y se
mediatizan, o no, en pI ámbito institucional, donde' las clases sociales •
parecen como'sujetos portadores de satisfactorcs, O de necesidades,
’ vinculados a'través de-la administración de un' servició ó de un programa,
cuyas condicion.es, djs realización han sido previamente negociadas.
-E l signo político e ideológico de.la intervención -¿-dirimido antes
por la doctrina como código común—l^TinñTe ahora, en el contexto •
■ institucionalizado del, desarrollo profcsional, en lañe¿oc'iací¿ñ~¿ntré los
diferentes sectores sociales y Los ‘ resülládos:' de' dicha
ncgcciáctóii PÍO ¡’DlÉPB^DEN DE LA:INTERVENfíIÓN PROFESIO­
NAL, sino que dependen de la relación de. fuerzas con;que cada sujeto-
social participa en la disputa de sus condiciones-de reproducción -y. en.
la disputa de sus intereses-de grupo;' •
Esto quiere, decir que los intereses, en pugna involucrados en la
intervención profesional, en tanto intermediación, están défmidos al
margen deífrabajador social; Así, éste desarrolle su práctica profesional
. en un[sindícalo, la organización representante-de los trabajadores es la
que disputa las condiciones de vida y el trabajador social es quien-
impiepaenta los programas del sindicato. En'la-industria, el capital es el.
que organiza las condiciones de trabajo para hacer más eficaz s.u
v/
. productividad y el trabajador social es quien implemerita los resultados
plasmados en la ley y en los contratos colectivos de trabajo. En las
instilaciones públicas, el estado es quien plantea las políticas sociales y
el trabajador social es quien implementa los servicios y los programas
que de ellasse; derivan. ' • •
Otra cuestión es que desde cualquier ejercicio profesional se _
contribuye a iin interés1particular de clase; Por lo- tanto-mantener’ el __
statuquó o promover el cambio, como opción político-ideológica NO,ES •
PRIVATIVO DE TRABAJO SOCIAL COMO PRÁCTICA PROFE­
SIONAL. Por el contrarió es una cuestión de ordeii ético-ideológica, que '
compete a cualquier profesional. Quizás la diferencia radica en que otros
campos profesionales cuentan con un sólido saber especializado, que los
exenta de confundirlo con la política o con la ideología. •
V -w-
. , :1.2. E l. problema de la orientación ideológica de la práctica w
profesional se relaciona con un problema de. identidad. La identidad
profesional se estructura en estrecha relación con la derivada de las
v práqticas no profesionales de las quese desprende Trabajo Social: el w
ejercicio de la caridad y el ejerciciode la filantropía. Esta situación
¡¿^componentes del orden de .lo simbólico que promueven la .
fcttyhización del carácter .de intermediario. .. ;. , • s_.

; AJ retomar el lugar del medio qué caracteriza las prácticas benéfico- w
asilencíales se recuperan también algunos rasgos del sujeto que lo
ocupa.Ei sujeto intermediario, al instituirse en la persona de buena
' Voluntad y obediente al mandato divino o ético, incorpora las caraele-. -•
rísticas párticulares que dichas referencias estipulan'para el “personaje”:
vestirse con modestia, ser comprensivo, paciente, abnegado, bondadoso,
poseer espíritu de entrega, de sacrificio de servicio y amplitud de miras.
Todo esto sin esperar recompensa alguna, ni elogios, ni beneficios w
personales. Más aún, debe, comprender la ingratitud del prójimo ‘‘poner
la otra mejilla”. Ser la encamación del bien, dei amor y del compromiso.

37
Predicar con el ejemplo, dejar de lado la soberbia y lá 03tentación, entre
otras cosas.
La síntesis de.este listado de virtudes es ese perso'.nj&j : del medio que,',
como una santísima trinidad, funde en s( mismo' a tres jetos diferentes:
el sujeto del medio no tiene los satisfactores, pero lds ine porque otro
se los da para que los dé; no tiene el problema, pero le ene porque ama
a su prójimo. En este sentido la intermediación le ott h a algo más que
suma a lo que le es propio: la voluntad de servir. Éste p onaje del medio
se convierte en la encarnación de un todopoderoso que jetodo y es nada.
La identificación triangular de todopoderoso NO L i PERMrTE RE­
CONOCER SU LUGAR EN EL TRIÁNGULO y pjsi a confundirse
Intermitentemente1con el portador de los salisfactorcs o.con el de laá
necesidades, o a/considerarseJa. perlecta_síi\Icsis-de |op tres'.
En el momento de' la .profésionalización de prácticas de la
beneficencia se incorpora esta imagen de “madre redcji ¡tera”1y se sienlan
las bases para que el desarrollo de la especificidad ¡fe! Trabajo Social
opere sobre una profunda negación del. saber «]ji< balizado, como
herramienta fundamental para la práctica profesib til, y. sobre una
profunda negación del'ser social del profesionista^ u condición de
trabajador asalariado, á lo que debe, agregarse también una profunda
' miliftcadón del “personaje”. ' I
' -El peso de esta imagen se demuestra también enl i elaboración de
la propia historia de Trabajo Sociá!. Esta se sustenta pisicamente en la
acción' de los personajes llamados reformadores» sedales '0 'de las
iastitucioncs, como las Organizaciones'délas Sociccfaijles de Caridad, sin
advertir qué-el antecedente inmediato del tráb^j|uor social es el
voluntariado, es decir aquellas personas que no ;sp\izan, no admi-
nistraiVüo elaboran, sino que su función'como inte ediario es,hacer
las cosas y. hacerlas- bien,- Trabajo Social se cstruit illa en el. lugar de
aquellas personas de buena voluntad que trabajan pife esos personajes
y en esas. instituciones! las hijas' de la. caridác. el voluntariado
. propiamente dicho, las visitadoras amigables, los ab ¡^ados del pueblo',
la sierva de Dios, .etc.

t. E l tratamiento del carácter femenino de la profesi puede consultarse


en el trabajo de Estruch y Guall ya mencionado y en Álttyq y GraSsi, Estela,
E l Trabajo'Social de hoy y el mito de la asistente social. B ’-ívmanilas; Bs. As.
1983.

38
Sin embargo ia imagen del trabajador social se elabora mirando a
¡la dama'de la caridad o al filántropo. Ciertamente la profesión comienza
,a estructurarse en.un aparato institucional que.promueye su desarrollo,
pero no debe confundirse el aparato y sus representantes con la profesión
y sus profesionistas.

e l o b je t o d e in t e r v e n c ió n ' ' •

2. La interacción entre los sujetos sociales involucrados en !a


intervención profesional se articula alrededor de una diversidad de
OBJETOS DE INTERVENCIÓN. Trabajo Social -interviene —como ...
v otras prófcsioncs-V- en el terreno dé las intcrácciones sociales.vinculadas
a las condiciones de vida: vivienda^ educación, alimentación, recreación,
trabajo, salud;, pero cuando éstos aparecen como obstáculos para la
producción y reproducción de la sociedad: hacinamiento, analfabetismo,
desempleo, vicips. delitos, enfermedad. conflictos y .-desajustes perso­
nales, conflictos familiares, catástrofes’naturales, etc.
Sin embargo. Trabajo Social no interviene- directamente en el
fenómeno planteado como problema; corresponde al médico intervenir
. en él problema salud-enfermedad; al abogado le corresponde actuaren
el terreno circunscripto por e! binomio .ley-delito; al arquitecto, ál
ingeniero y a los técnicos les compete intervenir en el rubro, vivienda,
\casa-hubitación; los pedagogos y maestros intervienen en los procesos
abacios de la socialización, formal, etc. Por lo. que Trabajo Social
inlemsnc.en.gsos problemas creando las condiciones propicias para la
intervenciSn directa., .del tratamiento especializado' del médico, el
abosado, el psicólogo, el arquitc(ftor etc- o creando.- las condiciones.
adecuadas a la-implementación de programas de desarrollo, políticas de
bienestar^ social, proyectos, autogesüónarios, etc.: asTconió para la
" organización ’y a’dmimsj'raciófi cíe servicios..- 1
... De acuerdo a lá naturaleza de-esta intervención, “ lo social” debe,
necesariamente, aparecer en uná dimensión específica; eá decir debe
articular un conjunto de relaciones y de componentes particulares, cuya
explicitación debe apqiiar a delimitar y a conccptüju^lff'ílíversidad de
objetos de inlervencióifpropios de este campo-profesional. La cuestión
' de fondo es entonces: ¿CUÁL ÉS LA DIMENSIÓN D EL PROBLEMA
SOCIAL INHERENTE A 'LA NATURALEZA DE LA INTERVEN­
CIÓN DE TRABAJO SOCIAL?

2.1. Generalmente el quehacer profesional se identifica a través del


enunciado de las actividades que realiza un profesionista (colocación de
menores abandonados, orientación (le futuros padres de familia, capa­
citación de personas con impedimentos físicos, organización dé grupos,
etc); o de los1 objétivos que persigue, su intervención (protección del ■
■menor,-'promoción del bienestar familiar, promoción del cambio social
o de la adopción indiyiduaLapoyo al crecimiento económico, etc).1
• • E l listado dé actividades y objetivos que competen alos trabajadores
sociales es exhaustivo y refieren.

• — una divci^idád císi “infinita"-de objetos de intervención: •


aparentemente tódó fenómeno social que se estructura como
problema1 social, puede-ier objeto de intervención del-quehacer ■
profesional.
— un objeto de’ iritei^ención qüé-puedé ser portado por diferentes
sújéios sociales (Indtvidups^rupos restringidos, grupps amplios-,
etc), que tienen'el común1denominador en su procedencia social:
todos pertenecen a sectores y clases que viven en condiciones
, adversas; '
¿¿on objeto de intervención que cs^mulUdimensional": puede ser
identificado comdiproblema (orfandad), o como recuíso (servicio
• de adopción; instítucionesdeprotección, familia sustituía) o con
* ei sujeto qüe porta el problema, (huérfanos). ^

2.2. E l objeto de intervención-de Trabajo Social-se identifica en "lo


social” qué) cúmo •ditó.Estrac&v.. í.«ís-..-eÍ>ccmcqpito ,ing¡s- ónplio de las
■Ciencias Sociales y, por otra pártelo social se. delimita.en el “problema
'social"- o en:“ la situación problema’--;que constituyen'oirás categorías

■■ « i/i -.t ■• ¿ i , • ' »* * ' . *


2. La dispersión acerca del objeto de -mierveñcidn'púed# registrarse en la
sistematización realizada por Virginia Paraíso acerca da los motivos de
preocupación de loa trabajadores, sociales en Sdrvkio Social en América latinar
Éd. Alfá. Montevideo. 1969.
igualj de ambiguas que la que pretenden delimitar. Por lo tanto, puede
afinrjarsé queTrabajo. Social, eomo campo profesiorjal; posee un objeto
dtí intervención cuyo acceso teórico y operativo se impone como un
proceso plagada de “obstáculos" epistemológicos, metodológicos, po-
lftíccps e ideológicos;(que generalmente provocan la tentación'de buscar
desvifos que facilitan generosamente el redueqionismo, el-empirismo y
el activismo).- ■ ' . • ; • •• > •
¡Estos obstáculos, no reconocidos como tales en el campo profe­
sional, han llevado a que el Objetó de intervención no se conceptualíse
descje la óptica Específica de la intervención de Trabajo Social, sino que,
por ¡el contrario:-. ¡ •: v"

' ' " /. . n


el .objeto de intervención se designa a través de la evidencia/
empíricarmúltiple y'diversa, con que. aparece en la dinámica/
i ., social: -desempleo,' 'delincuencia, -mendicidad,' -drogadiccióiij
;i 'hacinamiento; pobreza, incapacidrtd física, inestabilidad psico-1
■ lógica,etc. -
■: -— el objeto de intervención se’conceptüaliza retomando,, lineal y
mectoic.amenle, los conceptos elaborados en’ el campo do v
; 'diferentes disciplinas de las Ciencias Saciales. De esta manera.se
' ' i apela á ciertas tipologías de las necesidades sociales; se retoman
j algunos conceptos de la administración y de la planificación.
• social que identifican a las carencias como mínimos de Biehestar
| Social;; se recurre a la teoría marxista para hablar de conciencia
I* en sí ó para sí, o a los conceptosíde Pablo Freiré sobre conciencia :
’ , mágica y conciencia crítica, entre otros. • í' '
• el Objéto,de intervención se identifica totalmente con el sujeto\
• , -{wrtador-del problema; el .ser humano, las clases explotadas, los ^
niños abandonados,'la gente inadaptada, etc.
■ :• 1 "• •' ]£ ': . & .....
¡ 23 ,E l .objeto,de interven ció aic^ Jj^ jo ^ p ci^ g ubica', Jenérl;
•camente, en las. 3?
<^t¿csÍ^-de.5ÍCTi^ ^ á áies;ite..un¿sóciédgji; y en ÍaCÓNCIENCIA,_
en cuanto un campo de representaciones, .que actúa como referencia -y
orientacióil del .comportamiento individual y social... Sin embargo,
taimpoco.en este nivel de tratamiento del objeto se registra-un trabajo de ■
\
elaboración que parta"de:la'problematizacíón teórica is problemas
desde la especificidad-déla; intervención profesional,1.
. En el cámpd profesional está pendiente toduví; trabajo de,
investigación y elaboración, acerca del objeto de ir|(e vención que
permita: ............ -

-deslindar analíticamente el objeto de intcrvenci<ji de los sujetos


involucrados en ella. . . ,
-identificar qué dimensión dpi problema social p>.o c constituirse
en objeto de intervención, de acuerdo a la cs'f dificidad de la
misma.
-distinguir la estructura del objeto de intervertid n a través de
identificar los elementos y las inlcmilacioncs. qi lo componen';
— el fenómeno.que estructura la relación en la c se interviene;,
ley, trabajo; salud, vivienda, etc.
— la condición de-problemasocial que adquiere :ho fenómeno,
— el espacio social donde se desarrolla la inte cnción.
— los recursos y.satisfactores involucrados cnxí nuamicnto del
problema. (Ó .necesarios para.la modificación del objeto.)

LAS ÁREAS DÉ INTERVENCIÓN. ■

3, De. acuerdo a la múltiple combinación de síx ós y objetos de


intervención, y dado que la.especificidad de Trabajo CCi;al •—es decir.
el establecer circuitos.de intermediación— se ubica :1 circuito de la
distribución de.los recursos, definidos en el terrenou la disputa entre
las clases sociales, el estado y la sociedad civil, resú$t¡ que la práctica
profesional se desarrolla en 'una diversidad’ dé AR AS DE INTER-
VENCION que, siendo-específicas desde un punto*;1 vista interno al
campo, están definidas por lajorina en qu¿.s'ócialmé|t( se estructura la
organización y administración de Jos recursos y sa factores-para la

3. Una elaboración reciente respecto de este probterr :s la realizada por


Maren Von der Borch, investigadora de la Escuda'de ír ¡ .bajo Social de la
Universidad de Sonora, México.

42

"“fJJg'f£ •í'-'p '


atención y tratamiento de los problemas sociales, que son motivo de
intervención por parte de Trabajo Social.

3.L Las áreas de intervención de trabajo Sociatse estructuran como


tales en base a DOS TIPOS DE DEMANDAS: ,

•*—el mercado de trabajo, en cuanto representación de la demanda


de servicio profesional por parte de organizaciones '<ju$ están .
estructuradas formalmente. En este sentido ios problemas que
demandan ser atendidos, sorí conceptualizados y establecidos a
partir de la razón.de serjiécada organización. -Esto delimita que,
en el campo se constituyen'.AREÁS^DÉ INTERVENCION
DOMINANTES, en lanío sociaimcnte'están reconocidas como
espacios ptu^ et ejercicio profesional.' ;
En este sentido, un gran'porcentaje; de las áreas de intervención
de Trabajo Social son definidas en una dimensión formal por las
Políticas'Sociales, en la medida’ en que éstas atomizan las
necesidades sociales en uria diversidad de problemas sociales,
• dcsaiiiculándolos de su contexto y de sus causas, y seleccionando
algunos de ellos en calidad dé.problemas; de atención prioritaria;
y, a partir de dicha selección, distribuye los recursos y los
presenta én calidad de servicios, a través de los cuales pretende
dar tratamiento a dichos prüblemás.'
• —la demanda social, en cuanto representación de la dinámica
. . ''económica, política y social. En este sentido, de acuerdo a las
• tendencias del desarrollo de la sociedad en su conjunto (crisis.,
apogeo, catástrofes, guerras, etc) se estructura un campo de
problemas que potencialmente requieren, de la intervención de
Trabajo Social. La demanda es potencial, en tanto que el
. problema existe, pero puede qué' no esté, configurada la organi- *
zación institucional parí sú'tratamiento, cómo qué no exisia' la
voluntad política de atenderlo o que el propio gremio no
reconozca dichos problemas como potables para la atención
profesional.

; Esto delimita que en el campó profesional existan:


— Ar e a s DE .INTERVENCIÓN EM ERGENTES en lanío su
desarrollo es .embrionario: o incipiente. .
— Ar e a s DE INTERVENCIÓN POTENCIALES en tanto no se
h,an estructurado poro pueden.llegar a hacerlo.
— Ar e a s DE INTERVENCIÓN ALTERNATIVAS en tanto
existe uri esfuerzo, ide’’sectores .del gremio, por incorporarlas
dentro del .campo profesional, aunque..no estén legitimadas
■ socialmente.......

3'Á Dé acuerdo al grado de forinalización devlas 'áreas de-inter-


-vencióijje configuran en el-campo DOS TEROS DÉ ESPACIOS' DEL
EJÉRG IC ÍO PROFESIONAL: , " '

— las instituciones, quealof^erdeterminados servicios convocan


a' indlviduos'y grupos que lo requieren y se configuran así en
posibles sujetos invólucrados en la intervención profesional. La
institución constituye uii espacioorganizado y estructurado, con
una. población .ñot&nte pero cautiva..
— las comunidades,.que al ser un esp.ack) social “ abierto" con un
. menor grado de formalización, representan un espacia laboral no
circunscripto a un parámetro formal que delimite un objeto de
... intervención, ni convoque a los sujetos como participantes de la
intervención profesional: aún en el caso que se intervenga en la
comunidad, a partir de lás instituciones formales qüe en ella se
.. encuentran.".-...

¿O S O BJETIVO S ESPECÍFICO S ’ , -v:,!.' ••

4‘, ! TrabajPlSí>cial como priáctiCa'profesional responde' a O BJE­


TIVO S elaborados fuera d¿í campó'"y ;al: margen'de su .saben.,en e l, ..
momento de la profesionalizaciórt se instituyen .como objetivos propios
de Trabajó Social, los objetivos derivados de ias. prácticas benéficas
asistenciales’y de las instituciones que dan origen a la profesión^ Luego
a éstos se incorporan los objetivos, de las Políticas Sociales y del
Bienestar Social.
r-,. <"\
¿i '-:ií v ® 1 . • ’* :• ' .' ’ , ’ ' . ’ j . | * ; . '' ,,■ .. p ) .V

I- i I ) ) I

Está articulación trae aparejada una ;aguda ¡ndiferenciación entre:

■ — los objetivos específicos de< Trabajo Social, .es .decir, las •


modificaciones que se pretenden lograr en el objeto de üiter-
¡ vención .a través de la aplicadón; de iin saber especializado.
— la función social de Trabajo Social, es decir, el impacto que se
! espera lograr en la dinámica social a trayés del cumplimiento de
i los objetivo* específicos. • . _ •
— Ips,objetivos particulares de las,Políticas Sociales y de las
: instituciones dedicadas al Bienestar Social y donde el trabajador
•'j • sociai se incluye corno un trabajador asalariado, es dedir, en una
" i ' ilación de dependencia y pura cubrir un servido, profesional.

En ‘esta constitución,particular del campoprpfesionaUapifoUca del


trabajador sódáf,*De'fíecho responde a DOS TIPOS DE OBJETIVO S:
«i '• ' ■; • • • ' •
i— Objetivos externos: en tanto se orienta por. los. objetivos de las
instituciones, de las políticas sociales o de los grupos en los cuales
interviene. ,
i— objetivos esp^cíficos:_que corresponden a los modelos y niveles
de intervención que constituye la metodología específica de
! Trabajo Social. •■

■4.1¿ En el momento de la-profesionalización no se logra deslindar


'‘la existencia de objetivos específicos derivados de un saber especiali­
zado, respaldado en-conocimientos científicos, de aquellos objetivos
derivados de 'las creencias y las convicciones. Estas se incorporan
genéricamente como el-compromiso y siguen actuando como tai, aunque
los marcos de referencia se moderniceni se cambia la salvación del alma
porl la transformación social. .
" ■'Aquí se (jstnicíuni la dificultad para reconocer á Trabajo Social ■
como, un Ejercicio profesional, es decir, la puesta en acto de un saber
especializado, que-interpreta af problema social como,,lina realidad
coijcrdte, histórica y real, PO SIBLE DE M O DM CAR'ÉN CUANTO
OBJETO DE INTERVENCIÓN PO R 'LA APLICACIÓN D E UN
SABER,.es decir a través de la intervención especializada Y NO COMO
LA PO SIBILIDAD DE PRACTICAR UNA VIRTUD o cumplir con un

45
compromiso. De ahí que. no es io mismo utt tra iajador social, un
sacerdote o un militante, aunque una misma persona j us de reunir los tres
atributos.

LOS PROCESOS MEDIADORES

5. La intervención profesional.se insertú en)i oceso


un regido por
la dinámica de fas instituciones o de las orgatitzc :í bñes formales o
informales, qué.requieren el desarrollo o el cumpliirt ento.deJunciones
. que pueden o no estar contempladas en las metodoje >ías específicas de
Trabajo Social. Por lo que la intervención profesl^i —en el ámbito
'institucional— se.compone de"un-alto-porcentaje^ L'FORMAS D E'
INTERVENCIÓN NO, SISTEMATIZADAS' COMC^ ‘ALES y qüe'no
forman parte del saber especializado.- . j
■Estas formas'de"intervención constituyen PR CRESOS MEDIA-
DORES, en tanto facilitan o crean las condiciones páij! ;l tratamiento del
problema, por parte de los instituciones, por pa: tros especialistas
o por los mismos portadores del problema y no rei :jan procesos de
, intervención completós e integrales.
En el ejercicio profesional cotidiano se registjaji como procesos
mediadores a las acciones de organización, sensibili lición,; promoción,
prevención, etc, que sé incorporan como paites! jp<¡ los programas,
procesos o acciones institucionales y que son tjtjstrliculados de un
. proceso metodológico global. Dichas acciones, scfcncuentran a su vez
entrelazadas a un sinfín .de procedimientos admin ¡sjrativos, no espe-
cíficos de Trabajo Social y de un acentuado'carúct burocrático, pero
que se depositan, 'en forma ‘'natural” , como :te del quehacer.
■profesional. _ ;
Esto trae aparejado que los objetivos espedficc de Trabajo Social
—que corresponden a los modelos de intervención ij iveles'dc atención
de sus metodologías específicas— ’sa desabollen» TÍdiaüzados_ enjos
objetivos institucionales, al igual quesus prdcedimjíjj os metodológicos
específicos.
De esta mancra;en los niveles operativos.dé la' láctica profesional,
se propicia que la especificidad de Trabajo’ Soe: se diluya en un
conjunto de procedimientos administrativos y buroc icos, perdiendo la
capacidad de intervenir.cn forma especializada y, tanto, perdiendo,

46
también compefitividad respecto a otras prácticas profesionales, con las
que interactúa en el ámbito institucional. ■

EL SABER ESPECIALIZADO ' ■


.

6 . E l saber especializado de Trabajo Social está' conformado por:

— un marco normativo (p r incluye doctrinas, creencias y el


conjunto de objetivos derivados de las Políticas Sociales y de las
instituciones de servicio. v
— un mateo dé referencia conceptual formado por, conocimientos
' • que articulan conceptos de difereíitcs disciplinas de las Ciencias
Sqciales,' de la Estadística, de la Administración Pública y de la
Planeacióra. Así como también un conjunto de técnicas que se
derivan de dichas disciplinas.. ■ • '
— un conjunto de capacidades y habilidades para las relaciones
. humanas que apelan fundamentalmente a la intuición, al sentido
común y al compromiso moral.

De ahí entonces que las' propuestas elaboradas para orientar el


ejercicio profesional se conformen, básicamente, por la articulación de:

\ SENTIDO COMÚN + CONOCIMIENTOS CIENTÍFICOS + COMPROMISO

6,1 En una de las primeras propuestas que forman piule del saber
especializado de Trabajo Social, Mary Richmotid plantea que el nuevo
profesionista’(el voluntariado'capacitado) debe ‘'desarrollar los dones
natur&les medíame, una formación y ,,u'na.experiencia,especializada’.
Estos dopes y conbcim lentos,’ségihi ;!a a|tora. sonrlos siguientes: afecto
■*.'+'bondad •'+*conocimiento delá inteligencia +■ciencia de los recursos
sociales + la fuerza de amarse los unos á los‘otros +simpatía imaginaliva
+ consagrarse al servicio de otra personalidad/ .
. . . . ! • \
\
.. ; 4. Richmond, Mary. Trabajó Social de caso Individual. Ed. Hvmanhas. Bs.
As. 1977. ;; ..
Estos contenidos que aparecen* a finales del sigla X IX , siguen
vigentes a través de toda la historia deTrabajoSocial y .aún en nuestros'
días encontramos propuestas similares. Por ejempló, en el texto
Metodología,del Ttahajo;-Social, cuyo autor es Ezeíiuiel Ander Egg,
publicado en 1981, se .puntualiza que el trabajador social que opte por
¡una concepción liberadora, debe tener —además de una formación
^teórica y técnica-mlhimá indi^nsable^. uná serié de “actitudes y
aptitudes para la acción dialógica” que, como se sabe, es una de las
premisas básicas de dicha propuesta nieiodológ¡ca¿ Entre, las actitudes y
aptitudes, se mencionan las.siguientes:. . ....

.' — profundo amor alnfundo.y a los hombres'.",'el ámór consiste en '


comprometerse con su liberación;
— humildad.;, a fitt.de que el éncuenlrp sea ente-hombres que
juntos develan el mundo. V, : ..
— intensa fe en los hpmbres.'j,. ;en su vocación de ser más, que no
es privilegio de algunos elegidos sino derecho de los hombre^
— confianza entre loSi.que dialogan..^
— espcnmzaque conduce a-la búsqueda y a.la lucha, porque se
espera superar unáfsituación de opresión... •
>
— pensar verdadero¡en cuanto pensar crítico...5'
• ' f- . •
Esta articulación también está presente en las propuestas más
radicales ideológicamente,; surgidas del movimiento de. reconceptuali*
, zación: én estas perspectivas, las llamadas“ virtudes” aparecen .con un
significado diferente: compromiso con el pueblo o con los explotados u
oprimidos* y de ellas se derivan las propuestas de udesclásamiento", del
’olvidó dé unb mismo, 'dei>la individualidad, encaras de, la lucha por la
■ liberación. Este aspecto delsaber especializado apela, entoncés,a cierto
•tipo de obligación moral y de actitud existencia!, como algo;intrínseco
.'•ía la especificidad profesional:. ' ;

6.2 E l saber especializado de,Trab&jo Social .consiste en la suma'


•.arbitraria de los elementos mencionados (marco normativo* + marco de
referencia conceptual +sentido común, intuición y compromiso) y cuyo

5. Ander Egg, Ezequiel. Metodología de Trabajo Social, El Ateneo, 1981.


producto es una “ metodología" autónoma de IoS objetos en los qúé debe
aplicarse y al margen de objetivos particulares que demanda cada
intervención y con una referéncia.teórica que no presenta una articulación
orgánica con dicha metodología.

L OS M ÉTODOS D5 TRABAJÓ gQ C IA V

Af estas metodologías se las puede concéptualizar en términos de


ÉSTRiATCGIAS^TEÓRICO-MHTODOLáGÍCAS. en cuanto constitu­
yen ligamientos de carácter operativo e instrumental para orientar la
acción directa en los problemas sociales, Dichas estrategias se estruc­
turan (en--base a. una matriz compuesta, por cinco,.eslapas: estudio,
.diagiriSstico, plantación, ejecución'^ evaluación.-^'
gsta estrucluxa s& diversifica de acuerdo a los TRES N IV ELES DE
ATCNCIÓFTpropIos'dcí campo: individual, grupaí y comunitario; o~se
inugna_, si articula los tres niveles de mención en un mismo próceao.
ife estas estrategias básicas resultan diversos MODÉLÓS> DE
'INlEiRVENCIÓ N, de acuerdo a las áreas donde se pretende desanrollar
la intervención, profesional (jurídica,, asistencial, psiquiátrica, médica,
refcreptivu, escolar): o de acuerdo a las perspectivas teóricase ideológicas
que tps fundamentan (clínicos, socializadores, terapéuticos, asistencia-
listast transformadores, humanísticos, etc;)í > . i
Las estrategias teórica-metodológicas tienen una. ESTRUCTURA
COMÓN, que se organiia en tres componentes: i .

t -LA REFEREN CIA TEÓRICA:, es el conjunto de categorías y


j .conceptos que aportan- un^i definición de la sociedad, una
¡ concepción de las relaciones fundamentales que, sustentan su
f organización y una concepción de la historia; y desílc las cuales
í se interpreta y significa el campo 'de intervención profesional.
■ ’J& te componente incluye también la referencia fiLstórico-poíílica,
s- • p-.'ea virtud deque toda estrategia del saberprofesional surge entona
I- coyuntura histórica particular, que incide en la orientación 'de la

.6. Consultar la sistematización de los modelos de intervención realizada por


Ricardo Hill,
práctica,* al incorporar las concepciones políqipqs e ideológicas
vigentes en ese momento.
-LA DEFINICIÓ N DE LA ESPECIFICIDAD DE TRABAJO
SOCIAL: es la conceptual ización explícita o<i p ilícita'que cada
estrategia tiene acerca de Trabajo Social, del b >j:to en el cual se
propone intervenir y de los objetivos .que sejijllí ntean lograr en
su aplicación. Esta conceptualización se ¡f Jjfi daiinenta en la
referencia teórica que subyuce a cada propues i je intervención.
Aunque también es frecuente encontrar propt s ;(a donde existe
una fuerte disociación, entre las referencias 9 n:eptuales en las
que dice fundamentarse y la forrria en qué :i mceptualiza los
elementos constitutivos de la especificidad p :) esional.
- E L PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO <¡s la dimensión
operativa de la estrategia y estructura' a la inte -vención como un
proceso compuesto de un conjunto de etapas¡' da etapa supone
el desarrollo de un conjunto •de actividá c >, apoyadas en
determinadas técnicas.

ESTRUCTURA CONCEPTUAL DE LAS ESTRATJ! AS T-M

MARCO DE REFERENCIA DEFINICIÓN DE ESPECIFICIDAD


F U N D A M E N T O TEÓRICOS DEFINICIÓN b l i TRAI J(3 SOCIrU.

PERSPECTIVA POLITICA DEFINICIÓN DHL OÚ: p


V
E ID EOLÓGICA tlE R M C IÚ N OE LOS ET1VOS

DEFINICIÓN" I lE I-A. FUNCIÓN SOCIAL,

PROCEDIMIENTO - METODOLÓGrcql
PROCESO B E INTERVENCIÓN

ET ApÁ St A C n V tD A D U S

" •■ TÉ-CHICaV

En muchos casos, los dos primeros componen se formulan con


contenidos mínimos'y elementales y el peso fundar; rtlal se olorga a la
explicitación del procedimiento, En todas las destas, el procedi-
miento metodológico1presenta una “matriz*’ comüi :jue articula cinco

50
•■••••• -,.'v
" i iá" % " I "S V,:v ^ "t- ■'->•%

etapas, tres de las cuales :son procesos gestados en otros campos


profesionales. Las' cinco etapas que caracterizan al procedimiento
. . metodológico básico de Trabajo Social son:

~ — LA INVESTIGACIÓN.; en el procedimiento metodológico de


Trabajo Social se incorpora ía investigación social como una
etapa del proceso de intervención,-con el objeto de conocer.el
problema en él que se pretende intervenir. La forma desorientar
la investigación depende de la corriente de pensamiento en la que
se inscribe cada propuesta. ( í" c;? s \ !
— EL DIAGNÓSTICO: esta elapa se' estructura en base a defini­
ciones y procedimientos derivados de la medicina, de la
, - sociología y de Ja-psicologíaj_consistc en el tratamiento de lá~
información, recabada en el estudió prcyio'ry. sé realiza para
identificar las características particulares del problema y valorar
qué tipo.de situación debe enfrentar la intervención profesional,
y cuál es'la forma de intervención adecuada al problema.
— L A PLANIFICACIÓN: esta etapa ,se. estructura en base a los
lincamientos típicos de iaAdministración y de la planificación
y su objetivo es ordenar y orgnnir.ar el tratamiento del problema,
estableciendo estrategias de acción, seleccionando para ello
. objetivos, actividades, recursos y tiempos, que se consideran los
más adecuados al problema. ■'
— LA EJECUCIÓ,^: se dice que es .la presta en práctica de los
proyectos elaborados, en.la eiapa anterior.
— LA EVALUACIÓN: es Unq elapa terminal y también un proceso
permanente, a lo largo-de. tbdo el proceso de intervención. Su
objetivo es valorar la marcha cíéLproceso -y generalmente se
■reduce a la confrontación dé los'objetivos planteados con los
productos logrados. . . . . .. •, • •‘ •

Cabe áclarar que, en general, lasprópuesias presentan contenidos d<3


carácter- general que.se' reduce a"un esquema 0 ^rislívo'(¿óÍTio-se-
investiga, cómo se diagnostica,tórtío se elaboran planes y proyectos) que
organiza una serie de pasos a seguir, sin la referencia directa a un
problema concreto, dando por supuesto de queel esquema es útil para
■cualquier situación; por lo que, finalmente, lás propuestas carecen de
lincamientos específicos para la intervención. Esla ausencia se hace más

- 51

. v ,7 ^
) •) ) ). ) ? ) . ) ''r:i y )'"} ).' ) ) ) " y y :)

notoria en la etapa de la ejecución, ertía cuál rió s¿ puede describir ni


explicar en qué. consiste la.intervención: si.no hay un problema concreto
que se haya estudiado para identificar en él un Qbjeto,de intervención para
Trabajo Scxáíü, tamp&co. existen en'cdhsécuencia’objetivos eápecfficos__
•que'puedan. extraen«:4 el d^gftósiicó; de esta manera,1 sin objeto y sin
¡objetivos, tampoco ptiedé^índlcárse un procedimiento concreto que
seflále en qué consisíe la especializarán del Trabajador Social para
intervenir en el problema social,' -

LA D EFM Q Ó N m STE^tO LÓ GICA DE TRABAJO SOCIAL '

Trabaje'Social “ se apoya en conóci-'


mientos teóricos qu($ proporcionan las diferentes Ciencias Sociales,-y se
vale igualmente de técnicas de. investigación, programación, interven­
ción y evaluación comunes a:obras disciplinas” y; la originalidaci de la
profesión “ radica en la capacidad y creatividad para lograr la integración
de todos esos elementos desde la propia,perspectiva operativa” .
Cabe preguntarse .entonces icuád^sla pnjpiaprspectiya operativa?
Según Ander Egg, “ ésta depende-dé los diferentes enfoques y concep­
ciones de Trabajo Social", Ciertamente ekisten diferentes enfoques y
j¡ concepciones de la profesión, y en tas propuestas de intervención que se
ij.' derivan de cada uno de elfos, se/registra qué las etapas que componen
| el proceso metodológico acumen contenidos de .significación diferentes,
de acuerdo a la’referenciaiteórica en que se fundamente la propuesta, o
a la orientación ideológica que la guíe.
-Por ejemplo; én la mayoría dé ias própuesías derivadas de la
reconceptualización, las etapas de investigación y dei planificación son
planteadas como investigación y planificación participativas'. En otras
propuestas fundamentadas en una'concepción desarrolfista de la inter-
. . vención en comunidad,: la' investigación asume una' línea típicamente
positivista; Así también, sepueden registrar diféréncias en laspropuesta^
de la atención individualizada según se fundamenten en una orientación- -
clínica o socialjzadora. .
Sin embargo, los diferentes enfoques y concepciones de Trabajo
Social nooperan ningún cambio enla estructurabásica del procedimiento

> 7. Ander Egg, E., op. cit.

52.

metodológico, ni en su lógica de construcción. Todos se mantienen como
un esquema operativo al. margen de un objeto de intervención concreto
y oriejntado.por objetivos genenües, en cuánto aluden a:cualquier tipo de-,.
situación.
lias diferencias de enfoques y concepciones de Trabajo Social se
obseijvaa fundamentalmente en dos aspectos:

•-rr en. planteamientos heterogéhfeos y coiiírádictbiids sobre la UBI-


CACIÓNEPISTEMOLÓGICAdel quehacer profesional. Dentro
! del. mismo gremio. Trabajo Social se define'como arte, como
: ciencia, 'eómo técnick o como tecnología, sin aludir rigurosa-,
.. j. mente a .ningún criterio, epistemológico respaldado en una
‘ . reconstrucción de'.la práctica pro,fé'sionáL—•„ '••• • .
•j—'en definiciones dé la ORIENTACIÓN IDEOLÓGICA que debe
guiar' a la intervención profesional '(humanista; democrática,
reformista, asistencialista, conservadora, radical), y que consti- .
luyen!opciones, a través de las cuales se intenta dirimir el
> problema de,lo “ propio" de Trabajo Social, soslayando el carácter
estructural de la intermediación de intereses, involucrada en el
¡ quehacer profesional8

, ¡Por otra parte, debe anotarse que estos planteamientos, en la mayoría


de los' casos, no sobrepasan el nivel de una declaración dé principios o
el eijunciado.de; un “deber ser” , cuando no de un deseo, ya que no'tienen
un impacto real y notorio en la práctica profesional.
¡De esta manera, la,especificidad de Trabajo Social adquiere su
verdadero significado a partir de una metodología, cuando epistemoló­
gicamente, el métodp no es lo que garantiza lá especificidad de una
práctica. Los mélodüs y las,técnicas tienen razón de ser, y son lo que
son, en virtud de la teoría (o del paradigma) que les da origen y en la
•cual se inscriben. •
•V' •• -Por ejemplo, la entrevista es una técnica de recopilación de datos,
.elaljorada dé.acuerdo ai íipo de problema (objeto de estudio) ¡que se
pretende abordar. De ahí que no es.io mismo una entrevista clínica que

. 8. Consultar la recopilación de definiciones presentada por Norberto Alayón


' ert “ Pefintendo al Trabajo Social", Ed. Hvmanitas. i
una entrevista sociológica.’ De la misma forma, de lai ¡aplicación de la
técnica se- obtienen datos que, en sí mismos, no di ie i más que la
evidencia empírica que recogen, por-eso los datos que |oja la entrevista
deben ser trabajados en el contesto de las preguntasllq¿íe orientan la
investigación, para “ convertirse” , a través del trabaje analítico, en
conocimientos nuevos. Y esas preguntas surgen de la; IWblematización
teórica del objeto que se estudia.
trabajo Social no lia generado una teoría de la jij|e -vención en el
problema social, que permita darle contenido espccífi i la aplicación
de los conceptos, procesos y técnicas que retoma d e® disciplinas de
las Ciencias Sociales. Trabajo Social NO NACE COMC UN CAMPO
DE PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS acerca a intervención
en el problema-social; y tampoco ha---generado- -Mi. espacios para
reelaborar, desde su propia experiencia de. interfr ;ión, aquellos
conceptos, procesos y técnicas que “ toma prestados” ^ jna diversidad
de disciplincis científicas y producir, así. el saber el :cial izado que
indique cómo conceptualizar los problemas en los que-mi ;rvienc y cómo
resolverlos, tratarlos o modificai-los, a partir de deterrn|n|jdas formas de
intervención, acordes con la naturaleza de la situaciéi
La práctica profesional deTrabajo Social no se funHatacnia entonces
en una disciplina científica. Trabajo .Social se constitu* :iv profesión -
en un saber y un hacer especializado— sin cumplir con |l tequisilo básico
de estructurar su autonomía en la producción del sabir que respalde el
hacer. Trabaja Social nace con esta AMBIGÜEDAD lj!s TRUCTURAL.
por eso no logra establecer con precisión la diferencia ¡ustanciul entre
una práctica profesional y una no profesional: superara! sentido común.,
como marco-de referencia de la intervención en la ítm’idad.
De esta manera, desde un punto de vista epistemológico. Trabajo
Social no puede definirse como arte, como ciencia, w io tecnología o
como técnica, sino como un SENTIDO COMÚN ILlljs rUADO .10 Esto
es. un saber y un hacer especializado conformado por una v‘imcrdisd-
plinaricdad indeterminada”; al “ extirpar-' el proceso A ivestigación, de¿
.-'diagnóstico y.de planificación, de los cuerpos teóricos. les dan sentido

9. Bourdieu. “El oficio sociológico". Ed. Sigla XXll xico, 1975.-


10. Goulclncr, Alvin. "La crisis de la Sociología Occ Id t'ielal". Amorrortu
Editores. Bs. As., 1979.
■r" '''y '
'j V V V ^ ' ' v •;)

como tajes, y--al no existir una "TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN en


el problema social que los articule a un objetó y a objetivos específicos,
'la investigación, el diagnóstico y !á planificación quedan reducidos a un-
'CONJUNTO DE TÉCNICAS que no encuentran un nuevo “ continente
de significación”; por lo cual pasan a lbrmarparte de una "metodología”
que carece de especificidad. No hay un eje que los articule y les otorgue
un perfil definido. • \ .-.-i
; De'ahí también que.la práctica profesional de Trabajo Social asuma
un carácter netamente empiristá: como sentido común ilustrado. Trabajo
Social es lá puesta en acto de un conjunto de técnicas para el tratamiento
de los problemas sociales a través de la acción directa que se fundamenta
en la información mínima necesaria acerca de las características de la
situación y responde a los requerimientos inmediatos del contexto.
Por estas razones'es que.aparentemente LA ESPECIFICIDAD DE
TRABAJO .SOCIAL ES ALGO QUE DEBE DEFINIRSE EN CADA
INTERVENCIÓN y de lo que resulta que Trabajo Social puede ser todo
cTnada, según lo decidan los sujetos que elaboran el discurso del. saber
o ejercen la profesión.

LA ESTRUCTURA CONCEPTUAL '


DEL CAMPO PROFESIONAL

La estructura conceptual es una forma:de designar los elementos


constitutivos de la especificidad de la profesión, identificando la red de
relaciones que,configura a Trabajo Social como un campo profesional.
Como conceptualigación de una realidad, la estructura és estática; es una
HERRAMIENTA ANALÍTICA que orienta la indagación reflexiva" en
tanto que permite organizar la búsqueda y la selección de preguntas para
■estudiar la particularidad del campo profesional. En este carácter, la
estructura conceptual que se presenta a continuación ha funcionado como
criterio rector en la organización de. difereñiesjjróyectos de-la-línea de
investigación acerca, de'la especiftcl ciad.profesional ,y de la evaluación
i • ' :1
11. Keckhau'sen, Heinz. "Disciplina e interdisciplinariedad, Problemas de '
la Enseñanza y de la Investigación en las Universidades". AN ULES, México,
1979.

'55

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logrando una 'mayor .precisión conceptual, ai retro'alimentarse con los


avaiíc¿s de la investigación. Por lo tanto, su posibilidad como, herra­
mienta analítica radica justamente en no tomarla cómo un producto
acabado, sino como un puntó de partida que permite formular preguntas
y las respuestas aportan1 a rcconceptuallzar y afinar las definiciones

W •
3

EL DESARROLLO
DEXA .ESPECIFICIDAD
jDErTRABAJÓ -SOCIAL"

.“Ste
•Añ*

.3
•«,<- 1
De acuerdo a.lo planteado hasta aquí, en este trabajo se reconoce
que la especificidad de Trabajo Social radica en intervenir en los efectos
que iienen'las contradicciones estructurales de la sociedad en las
condiciones de vida de las clases explotadas y oprimidas, estableciendo
el vínculo entre ios recursos y satisfactoi'es, y-las necesidades y las
carencias .involucrados en cada intervención. Y que, en el origen de la
profesión, dicha intermediación consistía tanto“ eri" ta” orgaííización,
administración y prestación de servicios que se sum3baír al. "consejo
cordial” y a los'paliativos-materiales, como en la prevención y la
rehabilitación entendidas como proceso y tratamiento, superando el
carácter-inmediatista de !a dádiva y" del consuelo.
Hemos dicho también que la práctica profesional se compone, en un
alto porcentaje, de fbmnas.de intervención no sistematizadas como tales
y que por lo tanto no se incluyen en el discurso formal del saber, sino
que se desarrollan simultáneamente con los llamados métodos deTrabajo
Social, pero en esferas diferentes. Estas.formas.de. intervención no
sistematizadas que, provisoriamente, llamamos procesos.mediadores
identifican a la práctica profesional cotidiana y'los ‘.'métodos”, o
propuestas de intervención representan lo acumulado como saber
especializado y se trabajan; fundamentalmente, en las instancias de
formación de los.profesionales.. f .. ■
Los procesos mediadores, conservan, a través del ejercicio, ios.
aspectos básicos de la especificidad de Trabajó Social ya señalados pero,
-al no.ser recuperados como“ materiaprima” parala elabofación.del saber,
se hán. estancado en sus. .aspectos tri^s empiristas, generando una
.. tendencia hacía la désprofesionálización $e Trabajo Social y píovbc'aridq
-la pérdida de competitivldad de la profesión frente a otras, con las que
comparte el ámbito laboral. .-
Esta situación, aunada al hecho de que los intentos por desarrollar
la especificidad no han logrado resolver la ambigüedad estructural de la
que adolece el campo, favorece a que la especificidad profesional se
,pierda progresivamente éh una fórmula de proeedimientos administra-.
tivos que se alejan catís vez más de ser procesos específicos de
intervención profesional se'diluya confundiéndose con otras prácticas
profesionales, como la ficología,'la sociología. o no profesionales como
la miülancia política, sin alcanzar el nivel, de, especialización de las
mismas, De acuerdo a-tstaí delimitación del ..problema del. campo
profesionáli'el esfuerzo dé la prcsentelfnea.de'trabajo se diríge a buscar
! cantillos pasibles páraeldesarrollo de la especificidad de Trabajo-Social.
;En América Latina, uno de los> intentos . más .importantes para
promover el desarrolid- del . campo ha; sido;sin dudi alguna,. el
movinrúentdde reconceptiialización originado en los países del Cono Sur
a mediados'de la década¡de los sesenta, Sinerribargo.la.crisis.en la que
.desémboca.dicho movimiento, acentúa In tendencia.hacia ia.progrcsiva
pér^i^/de ia%pfccifíc'ídaé--profésional;.‘porqü& el sector activo del .
gremio -que tiene lá capacidad de introducir innovaciones fiará promover
et desarrollo del cámpor no, logra resolver dicha-crisis, en términos
positivos. La alternativa de la recónceplualizaciónse'basó en cambiar el
marco'de referencia teórico e ideológico de Trabaja Social y de ahí en
más el -intento fundamenlál fue el de perfeccionar las propuestas
metodológicas.'.' .
El análisis de dicha experiencia nos ha ¡permitido-localizar que el
obstáculo para él desarrollo de la-'espeeifipidad no se encuentra en la
corriente -de pensamiento (teórica e ideológica) que fundamente y
:estructúre las formas dé intervención.-sino que el problema radica en que
la LOGICA DE CONSTRUCCION-VIGENTE D EL SABER ESPE­
CIALIZADO no aporta a superar la ambigüedad estructural que
caracteriza al campo profesional;'elsertma práctica especializada que
no cuenta con una1disciplina científica que respalde- dicl]a especializa*
c¡ón;.e$lo es, lá ausencia.de una teoría que fundamente la intervención
en éí problema social, i, . " . -■
Eá este capítulo nos interesa exponer el análisis del movimiento de
reconceptualización y uña propuesta para la1 elaboraqión.-dpl saber que
intenta superar la'situairón'meñcionada;.... -
ELiM OVIM IENTO DE RECONCEPTUALIZACIÓN:
UN INTENTO FALUDO

La reconceptualización del campo profesional nace, en Latiuoamé-


- rica, como un movimiento1 promovido por los sectores académicos,
docentes y estudiantiles que pretenden gestar una alternativa para el
ejercicio profesional; E l movimiento cuestiona los fundamentos teóricos,
metodológicos. políticos eideológicus^e Trabajo 'Social que, hasta ese
mdmento, se considerar) como “ naturales" c inmutables. La reconcep-
tuaíHzaeión propone un cambio radical cu tanto promueve:

— la renovación de los fundamentos teóricos y metodológicos del


quehacer profesional.. incorporando el materialismo, histórico y '
dialéctico, como eje central de su'marco de referencia.

:’ — la constitución de Trabajo Social en un campo profesional desde


doñ3e: se defiendan y promuevan los intereses de los sectores
sociales explotados y oprimidos. -

■* t. La bibliografía que puede consultarse «1 respecto es extensa. Entre otrn:


- — Palmn Diego. "La reconccpruítlizncidn: una búsqueda en Amórica
Latina” Edil. Eero, Serie Cclats, Bs.As. Argcntina!í97ó. !
: — Faleiros Vicente da Paula. “Rectmceptunlizacián: Acción política y
Teoría dialéctica". Acción Crítica. C ELA TS, Nro.8 Diciembre, 1980,.
Perú. ,
—• Ander Egg Ezequiel, ‘'Achaques y manías del Servicio Social
rcconceplualizado". Selecciones do Servicio Social Mro.3. 1974.
i . Quiroz, Teresa, “Análisis crítico de loa motada* tradicionales de)
Servicio Social y el movimiento de reconceptualización en América
Latina”. Instituto-de Investigaciones Sociales. Facultad de Ciencias
. . . Sociales. Universidad de Costa Rica 1976.
Varios Autores-,'Desafío <il Servició Social..¿Está en criiisla rcconcep-
- —> ■ (lwfe/c/<í/i? Ed,Hvmanitaí.l976..'' 1 *
— N ctto.Josi “La crítica conservadora a la rcconceptuatización". Acción
Crítica Nro.9. CELA TS. Lima, Perú, Junio 1981,
Parodi, Jorge. “ E l significado del Trabajo Social en Centroamérica y
" ' la reconceptualización". Acción Crítica Nro, 9 C ELA TS. Lima, Perú.
v Junio 1981.
En esta línea se crítica ía perspectiva teórica y'i ietodológica del
Trabajo Social tradicional3 porque desde,los fu u .comentos posi-
tivistns y funcionaliálas, interpreta al problema al al margen
de sus causas y en términos de ''patología" qüe e ser' tratada,
a ñn de favorecer la reproducción 'del sistema. ial.
Desde el'nuevo marco de referencia propuesto la reconcep-
lualización se pretende cambiar esta perspecliyt1 on el objeto de
entender e interpretar ni problema social sus causas
estructurales y, de esta forma, visualizar alte tívas de inler-
vención profesionales, que superen la acción ) tliativa y asís-
tendal.
E l movimiento dereconceptunlizacióncuestiop nmbién la pers-
pectiva política .c- ideológica que' orienta .el.¡ h:satrollo_jJe la
práctica profesional. Esta perspectiva se ;i ítifica con..' él '
mantenimiento del staluquo, .y por ende, coi una correa de
transmisión de los intereses de la clase dorrii Este cues-
tionamiento lleva a desechar los objetivos d Trnbajo Social
tradicional, porqué se fincan en la adaptación los individuos
y de los,.grupos a una situación que se considé] injusta. Frente
a esto se propone, como alternativa, una nueva Ifijmción social de
la práctica profesional: ésta debe ser ahora ¡i práctica trans­
formadora de las estructuras sociales; y se frii ito también una
nueva finalidad: el Trabajo Socia l. rccoijc .j tu.aligado debe
encaminarse a la liberación del hombre, oprii l lo.
Con estas propuestas, el movimiento de recomí] :¡¡lualización vio-
lenta las bases tradicionales de la profes e impulsa e l’
desarrolló de la especificidad de Trabajo So , gestnndo una
corriente de opinión innovadora dentro dcl :g nio profesional,
Este movimiento abre la puerta a las líneas! elaboración que
se desarrollan hoy en toda América Latina per«ji|. i la vez que gesta
esta posibilidad, no provoca una verdadera ruptura epistemo-
lógica'- con la lógica de construcción dcl-¡ tradicional y
’ mantiene la ambigüedad estructural del cam

— Varios Autores, El Trabajo Social a debate. [£ torinl Nova- Terra.


Barcelona, España,-1977.
2. Consultar por ejemplo a Borís Lima en Conlribiici ] a la epistemología
de Trabajo Social. Hvmanitas. Bs.As.1975.

62

/■“ E ! " ;
El movimiento dé reconccptualiza'ción otorga un contenido de
significación diferente a los elementa? constitutivos de la
especificidad profesional qué agudiza el-carácter ambiguo de la
especificidad de-Trabajo Social porque:

— la especificidad se diluye en la militancia política a través del'


nuevo significado del objetó, de intervención y de los nuevos
■ objetivos que se establecen comó específicos de Trabajo Social;

— la especificidad se diluye en iainvestigáción social a partir de la


incorporación de nuevos conceptos y procedimientos en la •
metodología básica de la profesión.

I. La referencia conceptual que introducá e¡ movimiento, interpreta ■


a la sociedad, ya no como un conjunto de individuos y grupos que pueden
ser caracterizados como ricos, pobres, huérfanos, inadaptados, etc, sino
que, la relación-social se concibe ert términos de clases sociales que
interactúan en el marco de lu propiedad privada y de la división social
deí trabajo. En esta perspectiva, el-problema' social se concepfoaliza
como un producto de las contradicciones propias del sistema social
vigente y se expresa en las condiciones materiales de vida de las clases
explotadas y oprimidas, así como también én la conciencia alienada de
dichas clases, dado que están sometidas a la ideología dominante,
A la luz de.estos argumentos, la rébonceptualización propone
intervenir én tos necesidades y Carencias!'-en lo que se denomina
"siiuación problema”-pero enfatizando Ja ¡Wteirvención en la conciencia
de los oprimidos. Esta redefinición del objeto de intervención no debe
interpretarse como un cambio sustancial ,de -los sectores sociales, ,
involucrados en la intervención, ni tampoco supone ün cambio radical
dei obj<?(o. Por-ei contfaiio,' Iri' recbnteptúalizaci’óii firopónc UNA- •
FORMA DIFERENTE" DE CARACIERIZAR--Y--EMTENDER a ios
sujetos y al objeto de intervención que han sido, desde siempre, el foco
de atención de Trabajo Social:. :

H-el hombre oprimido es objeto y sujeto del procesó de inlerven-


ción, en cuanto debe convertirse — a través de lu concientiza-

'63
• ción—•' en el prútagonisía dkectó dé‘ la resolución^ de sus
problemas. -i-

2. Dcsdccsia línea #conccptual¡?aeiStt del objetó de intervención,


se proponen nuevos objetivos específicos que se articulan alrededor del
procesó de "CQhversiSni;¡ídeÍ hombre oprimido en sujeto .consciente de
'. su sitúacióh. Lotfniuevor objetivos específicos, de'Trabajo Social son
entonces; ■

, — ja CONCIENTIZACIÓN, que implica conocer científicamente la


realidad ,y reconocerse como miembro de urja clase que tiene
iniere.ses propios; ■' ' 1 ••

— la, PARTICIPACIÓN entendida como el proceso mismo de


conversión -cpncjjeniizarión-- y que se desarrolla én tres líneas;

— la ORGANIZACIÓN, la GESTIÓN y la M OVILIZACIÓN


POPULAR; lui cuales, a lá yczquepMmitcivy¿analizada acción
directa, son también medios de coñciemÍ2 ación y encaminan el
proceso- al; cumplimientode una nueva finalidad; la LIBERA*
CIÓN SOCIAL.

• De'allí también'íjue íá íeconceptualizacióh ájpela á'ios rasgo* de ja


,. Identidad profesional irüdi&ortai; ¿f trabajador social interviene en el
. problema social por un. compromiso,con la sociedad y por convicción
y adhesión a una causa. En éstas.propuestas la convicción tiene más peso
que el saber especializado.

3., Para ehcaü2ar ia/inicryehción al logro de los objetivos mencio-


_nados, el- movimiento.de, recoricpplüalización incolora cambios fun­
damentales. en ,1a matriz metodológica tradicional de Trabajo_Social.
Hn pnHcipibse déMcfiíla'atencl'ó'n individualizada y se focaliza la
intervención, profesional en el trabajo con grüjpos,'en til marco dé la
atención comunitaria.- '£ . ■ •
Las nuevas •propuestas metodológicas introducen dos cambios
importantes; ' {■'
j3;l. E l proecso de conocimiento, tal y como io formúla la versión '
ortodoxa de la teoría del conocimicntó. es decir, como un transito de lo
.sensible a. lo racional, y de l¡) ideología. al conocímiento,científico, se
estrijiciura.como un método de invcxtigaciótvsoda!. Y este “ método'' se
•orienta por los .lincamientosde la investigación participante, la inves­
tiga^ión-acción, .o el método de concienlizaqión de Paulo_Freire.J
¡De esta '.manera,;en la etapa de investigación'se articulan dos
procesos:

• j— el proceso de producción de conocimientos que permiten develar


¡ la¡rc?lidad, a través de ideniificar las contradicciones del sistema
j. y las causas estructurales de los problemas sociales.
•• pr-osesó. de .conejentización q<ie pMiniíé al .-hombre oprimido
j reconocersu-como.1 sector explotado y constituirse en un sujeto
¡. activo, en ei proccso dc transformación y liberación social.

¡Con estos cambios, el movimiento de reconceptuíilización nó supera


el cprdcterde sentido comúnilustrado d,e la profesión, cu la medida'en
quejad rompe con la lógica de la construcción; del saber especializado,
sigue incorporando préstamos. Y con los contcndios del nuevo préstamo
estructura la perspectiva, por donde la especificidad se diluye en la
miljtancia política, y.,en la.investigación Í ' qcíoI;.

j -—tos objetivos de. las instituciones y de las doctrinas religiosas o


* éticas, qué,-orientan el ejercicio profesional tradicional, son
V j reemplazados por los objetivos, de una perspectiva política
j radical; De esta, manera., el .molimiento de vcconceptualización
i convierte en objetivos específicos, de ;una profesión, a los
' j- procesos sociales de la concicntizaclón. de la,transformación y
de la liberación que son mojtivos dé ía acción política de las clases

”* • y de los partidos. "• . . ■’ ■

• i 3. He realizado un «nfliou detallado de este aspecto en:


' L — "Reflexiones «obro 1.a metodología tk* Trabajo Social". Revista do lu
Escuela de Trabajo Social. Uñara. México,1984,, i
' — “ E l modulo de intervención en la realidad, propuesto por Boris Lima".
• Modelos de intervención de comunidad en Trabajo Social. ENTS-
. UNAM.1986,
:»•
k t : x f x ¡ x a
'!

■ Estos procesos sociales y “ espontáneos'’ preten qn incorporarse


como parte de l'a acción profesional, estructurándolo] en un. proceso
metodológico que además ópera sobre un supuesto fal se supone que •
la intervención profesional “activa" una intención raeib 1 que promueve
una cYolución del conocimiento cotidiano al conocim :nto científico y,
de ahí, a la conciencia de clase. De alguna manera! supone que el
conocimiento de las contradicciones —obtenido a Ift ¡Ms de la investi-
gación participante— es garantía de'optar por una it Wlogía radical.

-el objeto de intervención de Trabajo Social se diluye en un objeto


político: el. cambio de las estructuras sociales jpc rque, si bien el
movimicnto'.de reconceptualización plantea cln o objeto .espe­
cífico .de su'trabajo a la conciencia del hornnfc oprimido y la
situación problema que éste vive; dichos|i)cbjetds .no son
reconocidos como tales,

El ánimo populista que pe-rmea a las propuesi metodológicas


impide aceptar explícitamente que, en esa relación dir jíca e igualitaria
_que es el proceso de 'búsqueda conjunta de la verdad rabajador social
interviene o pretende intemnir en la conciencia de; Oprimidos y no
sólo' ''acompañarlos'’ en su proceso de concicntizaci
Por esta negación es que en el discurso reconce it ializddo se hace
énfasis en los objetivos de la intervención profesie ly el objeto de
intervención pierde significado como la circunstátfc que se pretende
modificar a través de la intervención del trabajador Acial.

— en la metodología participaliva se articulan <lácticamente los


grupos de base -como una instancia de partí ¡¡('ación política- y
la dinámica de grupos que, como se sabe, (i p su origen en el
campo de lá psicología social. De tai manerl cbe los. grupos .de.,
base.se “encierran” en la estructura y .conc'ej) ión de lá dinámica'
de grupos y la participación se encausa pórjif i visión rígida •de:»’
la distribución de roles y funciones, por la di tijibudón de tareas
y responsabilidades muy cercanas a la bu ratización de la
acción grupal; los objetivos de movilizació política tralan.de
encauzarse a través de objetivos de recread , de capacitación
y de un cúmulo de. tareas que no llegan a artk arun proceso con

66

....
un sentido y. un significado claro y ,explícito para quienes
participan en la'situación de intervención.

.La concientízación se reduce; generalmente, a la verbalízación de


los problemas y a lograr un código común que se superpone al código
cultural derivado de la interacción cotidiana propia de cada sector social.
A I articularse eclécticamente; los- grupos de base y la dinámica de
grupos, ambas estrategias de intervención pierden su sentido y queda un
•residuo que es inoperante,' por los desencueníros que provoca entre las
finalidades de cada una de ellas y la motivación individual de los
participantes. \ .
for esta línea de, elaboración deí objeito de intervención, de los .
' objetivo? específicos'y "de los'procedimientós metodoTógicbS'és qu.Ha-, ■ ■
especificidad profesional sé diluyeen la perspectiva de la militancia
]>olítica, partidaria o no, en tanto no queda claro qué es íó que diferencia
a un cristiano, a un maoista; a un trostkista, a un reaccionario activo y
a un trabajador sqcial que. además de comprometerse con una causa o
creencia, es portador de Un saber que lo califica para intervenir en
determinada situación. Sin este saber’ la única diferencia estriba en el
sigilo político e ideológico de la cortvicción que trata de transmitir y
socializar. •

—-el saber especializado de Trabajo Social se identifica totalmente


ton la teoría'del conocimiénto y con el materialismo Wstórico y
dialéciico.de modo tal que las elaboraciones de carácter teórico .
de la reconceptualización jse reducen a la reproducción lineal de i
estas perspectivas. ~

Sumando a eslo, la reconceptualización enfatiza la etapa de lá


investigación y el proceso de intervención se idgiítÍfiCT~prácticamcmé,
■ con la investigacm sócía !."- ; •
•' La atención de los profesionales se focaliza en cumplir.?! requisito
' de conocer la realidad y en este sentido se poslérga indefinidamente la
intervención directa en el problema social'o sé implantan dps procesos
que corren paralelos: la investigación -á‘través" de la cual ie pretende
desarrollar la concientízación de los sujetos oprimidos, para que ellos
mismos encuentren un modo de resolver sus problemas- y el tratamiento
de los problemas inmediatos, a través de lo cual se pretende dar una
* * ; <¡& üü ¿i- ¿ v ,;; ¿3

; •»*• •• ; ,
respuesta a las demandas y expectativas que estructura la-presencia y el
discurso de los trabajadores socialcs en su primor contacto con •la
población., t. . •
' • Después que cáilmiiia-ól m « ^ ¡^ ^ - ite ^ c ^ u iliz a 6íóij-'coino
tal y eJ momento d¿ agitación «octój,.,y pol/tica «ti Arriérica Latina se .
dirime al.margen de Ja Jivicrvcjócíón' profesiónoí. la perspectiva de la j
reconceptualbición se institucionaliza en los ámbitos académicos que 110 !
sufren la represión direct$de las dictaduras militares. '• i
B i este:momento se¡ pone de manifiesto la llamaitfc "crisis de la
reconcepiualización’V Esta crisis expresa un problema de legitimidad de .
la alternativa de desarroljo de la.prolcsión propuesta, ya que ésta no logra',
inserción eiv los'ámbitos de ejercicio profesional y su vigencia se reduce .
■-a-las a c a d e m i a s . - a • J, .
Por 01ra. parte Ja crisis; alude a la .iimaplidSCinie las alternativas
mciodólQgicas .propucstas.'cn úna situación de desmovilización política
generalizada, Es4ecir. cuando los sectores sociales píérdeiío no pueden
ejercer su fuerza política, las formas de intervención elaboradas al calor
y en el continente de dicha fuerza pierden parte sustancial do la base de
sustentación que favoreció su desarrollo en algunas experiencias
importantes de-la época.
El "metodologismo'^.que reinó durante la crisis del movimientp. así
1 conio lá .resistencia a •reconocer la incorrecta identificación-que se
establece cmre el ejercicio profesional, la miiitanciíi política y la
' investigación social, deja atrapada a esta corriente innovadora del campo
profesional en las inconsistencias tatemas desús propuestas por un largo
tiempo. A pesar de l& jjratvinfluencia del movimiento de. reconceptua-
lizíición civ ei trabajo social latinoamericano^ Ja profesión qüetia atrapada ,
en el nudo de la ambigüedad estructural del. campo; y en un discurso y
una, pnictica '•sobrcideologizada”' que es parte ya de'la tradición del ;
gremio y que no aporta, sino qué-por el contrario obstaculiza enorme-
• mente las posibilidades de desarrollo de la especificidad profesional.

4. Limiú Leílü, et al;“ Meio4ologismo, estallido-da una época". Acción


Crítica Nro.2. CELATS-ÁLAETSJulio.1977.
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LA. TEORÍA DE LA INTERVENCIÓN: UN CAMJNO .


ALTERNATIVO PARA E L DESARROLLO • ■
DE. LA ESPECIFICIDAD PROFESIONAL :

|Si- tal como apuntamos en el primer capítulo, una profesión es lo


que hacen sus profesionistas, es indudable'entonces qúe, para hablar del
desarrollo de la especificidad; profesional, la referencia al gremio es
insoslayable. Lo que el gremio hace y deja de hacer en las escuelas de
Trabajo Sociaí*comp.ámbitos.déformaciSn de los futuros profesionales •
y eq los diferentes espacios laborales donde se ejerce la proíesiín como
tal; j:s lo que.define el grado <le desaírolio del campo y sus limitaciones /
y posibilidades, *— *
'' El gremio profesional es semejante a un "collage*'formado por '
asociaciones formales e informulcs, que representan diferentes intereses,
motivaciones.,y corrientes de opinión,; por-individuos no inscritos
formalmente y que-tampoco tienen un sentido de pertenencia más allá
de su certificado profesional; y por los profesionales que conforman'el
secjor académico, en tanto se desarrollan como docentes o investigadores
en ¡las escuclas.de Trabajo Social. 1 *
¡E n este.'contexto.. es un hopho que, despúés de la experiencia del
movimiento de rcconceptuajización. la tarea de promover el desarrollo
det campo, profesional :?c realiza a través,de acciones y esfuerzos de
diferentes grupos, asociaciones y escuelas quif no han logrado consolidar
iin¡ poder de convocatoria entré los profesionales, y nicnos aún han
logrado la. articulación entro lo? sectores académico y profesional para
copflutr en la resolución de los problemas comunes. En parte, esto sucede
porque el.gremio.dé las trabajadores sociales' representa uir•gremio-
disidido y disperso, no sólo por. la diversidad de Arcas de intervención
..y ^e.espacios laterales, sino tamb'ién porqúcl en grun medida', los grupos (
qqe.Io componen se caracterizan por un fuerte seclurüino y doginatismaj 'j I
.lu Sin enijbargo, creq:qu?_ el- obstiieulo. pitra la interacción gremial,
repfe^itud'p^cn:;.cl, kécíáriínio. y el dogmatismo, se sustenta en la.
*.1,übfcideóío¿izacitSn" “del" disc'ursb y ' de.' jas prácticas,profesionales,
como un fenómeno permitido y fomentado por la ausencia de un saber
que oriénte la reflexión, el debate y la acción. Én gran pane, la
responsabilidad, de esta situación recae en los ámbitos académicos,
parque la academia, como (jna dimensión del campo profesional, está

69
constituida por las instituciones encargadas DE LA '1,3.3DUCCIÓN Y
DE LA TRANSMISIÓN D EL SABER ESPECIALIZADO. '
En esle sentido, aquí Cl problema radica en q i|ia s escuelas' de
Trabajo Social han centrado su desarrollo en la fóiiinrción de profe­
sionales, es decir, en la función docente, haciendo én a; is, por tanlo, en
la transmisión del saber y descuidando la organización de los espacios
académicos encargados'de la producción del saber,' je¡|s :a la función de
investigación. En_fil—terreno académico propio' ijj¡_ Trabajo' Social
prevalece la investigación orientada por un interés; jonológico y que
tieñemi cursó independiente de lasproblemáticas jt jó icas y metodo-
lógícaslleríaber y. del hacer.especializado. Aunqu^ ja sistematización
de"ta práctica profesional es uu interés y una preocupa lI 5rTpiiera’lÍM da..
las acciones que serealizan, en esté sentido^ represente jui tipo de análisis'
que-pretende la confrontación de la experiencia cp| ciertos "marcos
teóricos” o supuestos ideológicos más que un esfutete) de teorización
acerca de los procesos de intervención, en sus diversc S ormas y niveles
de atención. La consecuencia de esta tradición.el la.ausencia del
“ intelectual colectivo” qtic constituya, en el grerm|j,' el sector de los
PRODUCTORES DE CONOCIMIENTO.
Las.escuelas de Trabajo Social carecen de la .inl¡reestructura nece-
sariá para la producción del saber: investigadores de; ¡prrera y líneas de
investigación en Trabajo .Social que permitan- orgs .zar los departa­
mentos de investigación, como espacios rcconocidós|f< ¡analmente, para
la producción, de conocimientos, y los estudios de # ; grado (maestrías
y doctorados), dirigidos no sólo-a formar un profesional de excelencia
para el ejercicio profesional, sino también orientado! i la formación üe_.
investigadores.
El. indicar estas ausencias no significa coivs iérar que la sola
organización del “espacio” académico -crear depart mentós de investí-
gación y abrir, los estudios de posgrado- traé aparej cola solución del
problema. Por el contrario, crear los espacios sin un concepción y sin •
■un proyecto-de'trabajo,estricto, es imitar el mode de construcción,
vigente en América Latina que finca la garantía del nce de la ciencia,
en la organización del “ aparato institucional” (ii .(lalaciones, presu-
puesto, recursos humanos, reglamentos y declarad^ de principios) que
en poco tiempo se convierte, como todo aparato vádíc de contenido, en
ún campo de disputa de poder y privilegios. El crem instancias para que

70
X r 'r l ,: i lO -

resuelvan problemas de otras, pero crearlas con los mismos moldes


vigentes es diseminar el problema, no resolverlo.
A mi entender, una de las tareas que debe.promover él gremio j
profesional y fundamentalmente la academia, para avanzar en el j
desarrollo de la especificidad .de Trabajo Social -y con ello lograr un |
mayor nivel de profesionalización. de su quehacer cotidiano- es la tarea 1
dé investigación, que'aporte a la elaboración de una TEOR ÍA DE L A j
INTERVENCIÓN. 7■■■:*, ■. ^ ......7‘" ^
Ésta tarea se concibe en nuestra Iíneá fle trabajo cómo una línea de
construcción a largo plazo,' pero que pretende obtener productos y
avances sustanciales desde su inició y se basa en el desarrollo de
proyectos y lá creación de instancias necesarias para su implementación,
Concretamente se trata de impulsar dos cuestiones fundamentales:

— el desarrollo de la investigación eii Trabajo Social, a través de


proyectos puntuales, donde participen yrofesionalés en ejercicio
e investigadores del sector académico. En el siguiente'apartado
de este capítulo se plantea Uiia propuesta de investigación inicial
que permita crear las condiciones,y el ambiente de trabajo para
avanzar en esta línea.

— él desarrolló de tm proyecto y de una estructura académica que >


articule orgánicamente el desarrollo de las funciones de docencia, \
investigación, difusión de la cultura y prestación dé servicios.
Esíaldia se desarrolla ampliamente en el capítulo tres.

LA INVESTIGACIÓN EN TRABAJO SOCTAL

La actividad de investigación es la basépara la producción del saber


especializado siempre y cuando permita romper con la lógica tradicional
en ía construcción dé, esté Saber. Es decir, permite dejar de lado~lá
•Elaboración de ‘'metodologías’’.bajo,él supuesto, impífciíodé identificar'
el .proceso de intervencién especial,todo 'tíon; Un' procedimiento _;que
organiza el_cómo hacer las.cosas. .... ”
Romper con la lógica tradicional de construcción del saber implica
una “ ruptura epistemológica”; la reflexión del cómo hacer las cosas no
puede concebirse como un problema de orden técnico' o político y

71
estrictamente operativo, donde'la teoría explique -'desde ¿afuera” el
problema social.Ya sea.porque se selecciona- un paradigma o la sola
posición de,un autor como orientación: o porque serealiza '‘el estado del
•arte!’ sobre' la cuéstión a tratan o porque so retoman algunas referencias
'conceptuales, para identificar .ciertos .componentes del-problema.
La.t,eor(a es;un .punto de partida y,una herramienta permanente que
permite articular diversos tipos de .conocimientos pai'a-. producir, un '
,i conocimiento nuevo que dé respuesta.a ias proguniag.planteadas.aEn este
casov el tratamiento histórico; político, económico, sociológico, ;antro;
1 y. moi<miáilcaídel-
cióñ .de Trabajo. Social tjebe. estar/ehc’aminado a conceptualizaiMa
dimensión del.probl^ma scicialque-es^susceptible dejacr;modillcadóli
. través de la intervención .especializada del. Trabajo Social. De ahí'
entonces queja, legrfa
;SOtÍAL£.j:Qm p aquella dimensión de la-teoría social cuyo objeto es.
explicar y orienlar la modificación da situaciones concretas. Por lo tanto
'. et.nvismo proceso de-intervención es-sasceptiblé de>¡raiami'¿nlo'"ieárieo.
En este,sentido la eiaboracióu'dé modelos de intervención constituye un
.componente de dicha teoría y son cortcebido's cómo estructuras que
organizan diversos tipos de conocimientos, saberes y técnicas articulados
alrededor de un objeto de intervención y del proceso. a través del cual
se pretende jograr su modificación-.; '
. Existen tres líneas de investigación qúe sécomplementan y apuntan
en esta dirección:

, — LA 1NVESTIGACI.¿N BÁSICA, que permita conceptualizar les-


elementos constitutivos de la especificidad profesional, espe-
s •. cialmenie la conceptuallzación d'él tipo de intermediación que
fundamenta la intervención, profesional y de las diversas .alter-
“ • ..nativas,en que, seípuede.<lesiMrollar.el- circüicó qÜe vincula
y recursos y .satísfacíores con necesidades y carencias. ;La: iiwes-

5."Sohre este.concepto puede consultarse;’ - j~yy. y r. .


' —• B¡chdard.Gl'formaciónd¿/espírl)u'a<wtl¡/Íco. S¡i>hXXL México.
1975. ■ ■' ;; j
— Duxkheim, E. Lasreglasdel niétpdoírciófógírvSchapirc, 1973. Bue­
nos Aíres, , -- •*•’» • .. '
6. Bouidieu,- Pterre, c^al. El oficiodelSocíólbgó. Siglo X X I: 1975, México.

72
^-^y***«^H^>~s>:/i^'::i-^ r
l«W' *»*•' .láV ii1
^' •!»'' Ir '•*’’ i ""*• ' ’ ', ^ ' s ■**’

ligación, básica supone el: tratamiento teórico de los elementos

orgánico de conocimientos, que en un nivel de generalización y


; abstracción sea capaz , de representar, explicar- y orientar el
! ejereicji)..profesional. Por lo. tanto la investigación básica-se
| rctroalimcnta de la-sistematización de las experiencias ,de la
! práctlca'proTésional y se. origina en la,£robJcmmiznciój) teórica
i .d e - d jc fe M c tíd - U .•' " t . •

-i-LA INVESTIGACIÓN EM PÍRICA. que permita reconstruir, a


i un,nivelídiagnóstico, las experiencias, cotidianos del ejercicio
j profesional: y observar.' de esta manera., las posibilidades y
¡ limitaciones que tiene el desarrollo de la especificidad .prof?;.
'¡..sional, en la diVérsTdad'dfárelfó^ de-espacios-laborales'.en que ¡
¡ se desenvuelve..La investigación émpíriea supone la sistemati- I
i zación del quehacer cotidiano vigente de Trabajo Social, i
: fundamentalmente a través de estudios'de caso del ejercicio !
' profesional, pura identificar el tipo de demanda social -y.su ¡
i manifestación en el mercado, de irabajo- que hace necesaria la
•| intervención dé-trabajadores sociales, el perfil del profesional, y
! las formas-y modalidades que. asume la práctica profesional en
| el contexto ¡jctual, •

-j-LA INVESTIGACIÓN EXPERIMENTAL O APLICADA, que


¡ permita^esarrollar procesos da intervención específicos,.b:\joel
•'control y la observación, con el objeto de apoyar la teorización
i de la especificidad y elaborar modelos de intervención en la
j prpblemát.icn social. •que aponen a resolver los obstáculos
í vigcntesenel quehacer del trabajador social y en.el desarrollo
. ] de lá profesión, como tal.

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