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1. DATOS DE LA ASIGNATURA
ASIGNATURA: ECLESIOLOGIA
NIVEL: TEOLOGIA
CREDITOS: 04
HORAS: 04
SEMESTRE: 02
DOCENTE: Hna. Lidia Julca Norabuena
FECHA: Agosto – Diciembre, 2021
2. PRESENTACIÓN
DESCRIPCIÓN
El curso de eclesiología es uno de los cuatro grandes tratados de la dogmática (Dios, Cristo, los
sacramentos) del programa de teología.
Llegar a un conocimiento vital sobre la Iglesia que nos permita asimilar y valorar su auténtica
identidad, se tendrá presente a lo largo de los temas, el designio divino en su origen, permanencia y
plenitud. Daremos los elementos necesarios para reconocer a la Iglesia, como aquella fundada por
Cristo, atributos que la acompañan desde los orígenes nacen de la misma. Importante será también
mostrar la realidad visible de la Iglesia, sobre todo en cuanto a su estructura, jerarquía, laicado.
FUNDAMENTACIÓN:
Un curso de eclesiología introduce al conocimiento propiamente teológico de esta realidad
particular y compleja que llamamos «Iglesia». Una justa comprensión teológica de la Iglesia es
importante para todos los bautizados. A veces se oye decir: «Yo creo en Cristo, pero la Iglesia,
verdaderamente no veo la utilidad». Sin embargo, creer en Cristo y no vivir plenamente en la Iglesia
es contradictorio, pues no se puede llegar a Cristo sin pasar por la predicación y los sacramentos de
la Iglesia; pero sobre todo en la Iglesia vamos a Cristo y permanecemos en Cristo. Rechazar
conscientemente a la Iglesia es rechazar a Cristo, pues Cristo y la Iglesia están profundamente
unidos.
La intención fundamental de este curso es mostrar tanto como nos sea posible esta coherencia de
los misterios de la salvación.
La eclesiología es una materia de la teología dogmática que suscita pasiones. Las afirmaciones
sobre la Iglesia, los comportamientos en la Iglesia o respecto de la Iglesia dan pie para que muchos
separen a los bautizados en categorías bien definidas y
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antagónicas: conservadores, progresistas, etc. Eso es un verdadero cáncer en la vida de la
comunidad. Los fieles, el clero, las comunidades religiosas corren el riesgo de ser muy divididas.
Estudiaremos la doctrina católica sobre la Iglesia por sí misma, para conocerla tal cual es y no tal
como nosotros la desearíamos.
OBJETIVO:
El objetivo de este curso es iniciar en la comprensión del misterio de la Iglesia. No tenemos la
pretensión de ser exhaustivos. Se trata de ayudar a adquirir las nociones básicas, mostrar la
estructura de la materia, ser una guía para entrar en la eclesiología y poder progresar luego uno
mismo mediante el estudio personal. Este curso no trata, por tanto de ser completo. Sólo es una
iniciación. Uno de los objetivos de este curso es proporcionar los elementos más necesarios para
alcanzar el equilibrio teológico en el ámbito de la eclesiología.
3. CONTENIDO
INTRODUCCIÓN:
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4.8 Los Religiosos
4.9 La Misión de la Iglesia
4.10 Otras religiones y el Ecumenismo
Temas extras:
1. La Iglesia y el poder temporal
2. La eclesiología de Papa francisco
3. La Sinodalidad en la Iglesia
5. EVALUACIÓN
6. BIBLIOGRAFIA BASICA
OTROS TEXTOS:
1. ANTÓN, A., La Iglesia de Cristo. El Israel de la Vieja y de la Nueva Alianza, Madrid 1977.
2. ___________, El Misterio de la Iglesia: De la apologética de la Iglesia-sociedad a la Iglesia-
misterio en el Vaticano II y en el posconcilio, Madrid 1987.
3. BELLIDO F., La Iglesia en la que creo, EDICEP, Valencia (España) 1995
4. BUENO DE LA FUENTE E., Eclesiología, BAC, Madrid 2004.
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7. MÛLLER G.L., Dogmática, Teoría y práctica de la Teología, Herder, Barcelona 1998
8. RATZINGER, J., El nuevo pueblo de Dios. Esquemas para una nueva eclesiología,
Barcelona 1972.
9. ____________, CONFERENCIA SOBRE LA ECLESIOLOGÍA DE LA "LUMEN GENTIUM"
pronunciado en el CONGRESO INTERNACIONAL
SOBRE LA APLICACIÓN DEL CONCILIO VATICANO II, Disponible en:
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/
rc_con_cfaith_doc_20000227_ratzinger-lumen-gentium_sp.html
10.IZQUIERDO Cesar, CRISTO Y EL ORIGEN DE LA IGLESIA Perspectiva teológico-fundamental,
https://core.ac.uk/download/pdf/83564912.pdf
11.Sayes, José Antonio. La Iglesia de Cristo: Curso de Eclesiología, 2da. Ed. Palabra, Madrid
2003
12.Scott Hahn, Kimberly Hahn, El regreso a casa, el regreso a Roma (1998),
13. __________________, Roma Dulce Hogar (1993)
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INTRODUCCIÓN
0.1 El lugar de la eclesiología en la teología
0.2 Significado del nombre «iglesia»
0.3 La Iglesia en el Credo
Por lo que se refiere al lugar de la eclesiología en la teología, hay que tener en cuenta que hasta el
siglo XIV no existía un tratado de eclesiología. Si nos fijamos en la Suma de Teología de santo Tomás
de Aquino, ahí no existe un tratado de eclesiología. Esta ausencia no es un signo de imperfección,
pues la Iglesia está muy presente en la teología medieval, como en los Padres de la Iglesia, y, por
supuesto, en la Escritura. Pero no es objeto de un tratado aparte. El misterio eclesial se estudia a
propósito de otras cuestiones: la Iglesia forma parte del misterio de Cristo. Es la gran teología que
se inicia con san Pablo: la Iglesia es el Cuerpo de Cristo, Cuerpo del que Cristo es la Cabeza en su
humanidad que posee en plenitud la gracia que él difunde en sus miembros. Son numerosos los
Padres de la Iglesia que tienen sobre este tema una verdadera y rica eclesiología.
Luego la Iglesia está íntimamente ligada a los sacramentos, en primer lugar, al bautismo, que
agrega al Cuerpo y a la Eucaristía que une y hace crecer a este Cuerpo. Los sacramentos son
acciones de Cristo por las que edifica, hace crecer, ordena y restaura su Cuerpo. También sobre
este tema los Padres de la Iglesia elaboraron una profunda eclesiología cuando hablan de
sacramentos.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la eclesiología no atañe sólo a la dogmática, sino
también a la moral.
La Iglesia es en primer lugar la comunidad de fe. El estudio de esta virtud encierra elementos
preciosos de eclesiología. Podemos pensar, primer lugar, en la herejía (alteración de la fe) y a la
apostasía (abandono de la fe), que excluyen por sí mismas a un miembro del Cuerpo eclesial.
La Iglesia es también, y sobre todo, la comunidad de la caridad. El estudio de esta virtud teologal
permite abordar la cuestión del cisma (ruptura de la caridad), pero también constituye un pilar del
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Tomamos estas ideas de la introducción del libro de B.-D. de la SOUJEOL, Introducción al misterio
de la Iglesia, Palabra y silencio, Toulouse 2006.
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estudio de la acción eclesial (pastoral, misionología,…). Incluso la caridad es el corazón de la Iglesia
como redescubrió tan genialmente santa Teresa de Lisieux.
Podemos decir que todas las partes de la dogmática y de la moral tocan directa o indirectamente
la eclesiología. Por esa razón la materia estaba esparcida antes del siglo XIV, y la Suma de Teología
da testimonio de ello. Es cierto que la Iglesia está más relacionada con unos misterios que con
otros, por ejemplo, la cristología es uno de los lugares mayores, pero siempre es necesario acudir a
otras partes de la teología para completar, afinar y corregir.
Los primeros tratados de eclesiología aparecieron después. El primero es de 1301, y luego fueron
muy numerosos. Hay un hecho histórico que está en el origen de este fenómeno: el conflicto entre
Felipe IV el Hermoso, rey de Francia, y el papa Bonifacio VIII. Ese conflicto comprometía toda la
eclesiología a través del problema particular de la relación entre el poder temporal y el poder
espiritual, o más concretamente, la cuestión de la autoridad del papa sobre el poder real. Ese
problema no nació en el año 1300; el papado del siglo XIII lo conoció; conocemos la oposición del
papa Inocencio III al rey san Luis de Francia. El papa sostenía una visión muy teocrática dependiente
del agustinismo político. Con Felipe IV el Hermoso las cosas se vivieron de forma más brutal.
Hay que incidir sobre todo en la distinción real entre los dos. La Iglesia no es la Ciudad, ni siquiera
en régimen de cristiandad. De ahí la necesidad de delimitar bien las dos realidades cuyos elementos
constitutivos son diferentes, así como la finalidad. Aunque es verdad que en régimen de cristiandad
los fieles y los ciudadanos son las mismas personas.
Esquemáticamente esa es la razón de la aparición de los primeros tratados De Ecclesia en la
historia. El P. Congar dice que esas obras –de las que da una larga lista– tratan esencialmente de los
poderes de la Iglesia y de la Ciudad y de sus relaciones. Sin embargo, hay que precisar que no todos
esos tratados son jurídicos. El De regimine christiano de Santiago de Viterbo, que es probablemente
el más antiguo (1301), posee una primera y larga parte propiamente teológica y de buena calidad.
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Desde el punto de vista teológico, la aparición de los tratados De Ecclesia testimonia un desarrollo
de la ciencia teológica. Una vez superada la ocasión histórica de su nacimiento, los autores han
continuado redactando tratados hasta nuestros días. Si la eclesiología puede pretender tener un
tratado distinto es porque existe un misterio particular que es la Iglesia. Un artículo de fe tiene un
objeto sobrenatural específico, y la Iglesia es uno de esos artículos: credo unam, sactam, catholicam
et apostolicam Ecclesiam. Volveremos sobre este tema, pues no pude decirse que creemos en la
Iglesia de la misma manera que decimos que creemos en Dios. Pero es cierto que la fe está
comprometida cuando confesamos que creemos en la Iglesia. Recordemos que el sujeto
absolutamente primero de la teología y de la fe es Dios mismo, tal y como se ha revelado. Pero de
forma secundaria y derivada, hay otros misterios revelados, conexos, y entre ellos se sitúa el
misterio de la Iglesia. O también podemos decir que hay diferenciación progresiva –en el plano de
la inteligencia teológica– de los diversos aspectos del misterio de Dios, comenzando por la
distinción de su ser y de su obrar.
A partir del siglo XIV, con la aparición de los primeros tratados de eclesiología, se trataba de marcar
mejor la distinción entre Cristo y la Iglesia. Esos dos misterios están muy estrechamente ligados
hasta el punto de poder ser considerados como un solo misterio, pero bajo ciertos aspectos
importantes deben ser distinguidos. Así, desde san Pablo, si creemos que la Iglesia es el Cuerpo del
que Cristo es la Cabeza (1Cor 12,12s.), lo que marca la unidad, se cree también que ella es
igualmente su Esposa (cf. Ef 5,23s.), lo que subraya bien la alteridad. Hay también otra distinción
según la cual la Iglesia es a la vez la realidad de la salvación y el medio de la salvación por el que
la realidad es engendrada.
Es la reflexión más avanzada sobre esos dos aspectos de la única realidad llamada Iglesia, y sobre
las relaciones entre ellos, que está en el origen de los tratados De Ecclesia. Estos consideran más
gustosamente el aspecto medio de salvación, pero no hay que olvidar nunca articular este aspecto
sobre el primero, la realidad de la salvación, porque la Iglesia es inseparablemente los dos. Esta
articulación es el objeto de la eclesiología especulativa.
Se trata de la Iglesia una. Se distingue entre la Iglesia del cielo, llamada también triunfante o
jubilosa, y la Iglesia de la tierra, llamada también peregrinante o militante; y de la Iglesia purgante.
Pero se trata de una única realidad. No hay tres Iglesias.
La Iglesia celeste es el ejemplar de la Iglesia terrena. La Iglesia del cielo es el modelo, en cierto
modo, según el cual es formada la Iglesia terrena. El corazón de la Iglesia está, si podemos hablar
así, en estado puro en el cielo, no herido ni limitado por el pecado y la condición carnal presente.
Conocer bien ese corazón de la realidad eclesial, al menos tanto como se pueda aquí abajo, es muy
importante para conocer más profundamente y más íntimamente la Iglesia de la tierra. Pero la
Iglesia del cielo es la peor conocida. Podemos hablar de ella pero con mucha humildad. Podemos
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hablar de ella con la humildad de la fe. La fe no es un conocimiento por evidencia como lo será la
visión.
La Iglesia de la tierra es el signo de la Iglesia del cielo. La Iglesia del cielo es una realidad de gloria.
La Iglesia de la tierra es una realidad no de este mundo, pero sí en este mundo, y esta inserción en
el mundo la marca particularmente.
0.2 Significado del nombre «iglesia»
AT: “comunidad santa” y “pueblo de Dios”, reunido para el culto y alabanza de Yahvé.
Primeros cristianos:
- asamblea litúrgica
- comunidades locales
- conjunto de todos los cristianos
Tres significaciones inseparables: CCE 752: “La Iglesia de Dios existe en las comunidades locales y
se realiza como asamblea litúrgica, sobre todo eucarística”.
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La ekklesia es una asamblea, pero no cualquier asamblea. Nace de una llamada, de una
convocación; no es un fenómeno espontáneo como lo es una multitud. En Grecia, la ekklesia es la
asamblea de los ciudadanos convocados por un heraldo público. Es el Ágora cuyo funcionamiento
era diferente a Esparta y a Atenas. Pero es siempre la asamblea plena del demos (pueblo)
oficialmente reunida por los magistrados para deliberar sobre los asuntos más importantes de la
Ciudad. Las condiciones para participar en ello son estrictas: solo los que tienen la cualidad de ser
ciudadanos (hombres solamente, no esclavos ni extranjeros) y que no han sido condenados por
crimen ni por delito particular, pueden y deben responder a la convocación. En su funcionamiento
interno, la asamblea respeta un orden entre los ciudadanos, porque hay dignidades diversas,
funciones particulares para su buen desarrollo. Ahí encontramos la distinción fundamental entre
laïkoi (de laos: pueblo, que dará origen a la palabra laicos) y los arcontes (los gobernantes).
En Grecia la palabra no tiene un sentido religioso, ni siquiera está abierta al sentido religioso como
lo está la palabra mysterion. Es un término del vocabulario político. Encontramos un uso claro en
Hch 19,32 que designa la asamblea de los ciudadanos de Éfeso (se narra el tumulto de los orfebres):
«Cada uno gritaba una cosa; la asamblea estaba alborotada, y la mayoría no sabían por qué se
habían reunido».
b) El sentido religioso
Ekklesia bíblica
Sugiere a los primeros cristianos la idea un Dios que llama, convoca (ek-klesia = con-vocatio)
a su pueblo y constituye en reunión sagrada a los que han sido convocados por Dios de una
manera nueva.
La versión de los LXX emplea 96 veces la palabra ekklesia para traducir el hebreo Qahal o sus
derivados. Qahal pertenece a la escuela deuteronomista que se caracteriza por poner el acento en
la fidelidad debida a Dios. En 2R 22 y 23 se encuentra el relato del descubrimiento del libro de la
Ley (o de la Alianza) por el sumo sacerdote, descubrimiento que está en el origen de la reforma
abortada de Josías en el 622.
Entre los temas mayores de la predicación deuteronomista, tenemos las ideas claves de toda
reforma religiosa: el Señor es el único Dios; él eligió a un pueblo (elección) que debe amarle y dar
testimonio de él (vocación) y con el que se compromete (Alianza). Esta fidelidad a Dios se expresa
en primer lugar en la liturgia donde el pueblo, asamblea convocada (Qahal) por Dios se acuerda
(memoria) y escucha la Palabra de Dios siempre actual (memorial) en la lectura solemne de la Ley.
El término Qahal es sobre todo litúrgico. Designa al pueblo elegido cuando está reunido en el culto
de Dios. En su origen, la Qahal se ve en el momento de la marcha hacia la tierra prometida; es la
Qahal tipo del Horeb en Dt 4,10 y 23 y 31,30. Encontramos la palabra para designar las asambleas
reunidas una vez llegado a destino, sobre todo en el momento de la dedicación del Templo de
Salomón (1 R 8) y en el momento de la restauración del templo después del exilio (Ne 8; Esdras 3).
La Qahal tiene cuatro componentes fundamentales:
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La convocación por Dios y la reunión efectiva del pueblo así convocado.
La presencia de Dios entre los suyos.
El anuncio-proclamación de la Palabra de Dios al pueblo.
El sacrificio en el curso del cual se concluye la renovación de la alianza.
Para ser completo hay que precisar que los LXX tiene otro término que compite con ekklesia que es
sinagoguè (etimológicamente: syn: conjunto y agogè: acción de conducir, de llevar). La sinagoga es
un lugar donde se tratan juntos ciertos asuntos, o donde se realizan juntos ciertas acciones. El
sentido es en primer lugar material, y podría traducirse por lugar de reunión. En la misma familia
tenemos la palabra synaxe (synaxis) la reunión, y por extensión la asamblea reunida.
El Nuevo Testamento emplea 114 veces la palabra ekklesia sobre todo en san Pablo. Es el término
que se impuso. ¿Por qué? Podría decirse que el término es más abierto que sinagoga, que tiene un
sentido más directamente material. Podemos añadir dos razones históricas. La primera fue el
cuidado tan neto de los primeros cristianos de diferenciarse lo más posible de los judíos después de
su ruptura con el templo. La segunda es la que nos dice san Epifanio: se trata de distanciarse no ya
de los judíos sino de los herejes. Los Ebionitas, verdaderos sectarios, tenían sus propios lugares de
culto que ellos llamaban sinagogas, y se negaban categóricamente a emplear la palabra ekklesia.
Aquí la elección de la palabra revelaba una elección doctrinal.
En las cartas de san Pablo vemos como el Apóstol reivindica claramente la palabra ekklesia para las
asambleas pagano cristianas. En las epístolas encontramos dos clases de usos. En los saludos que
abren varias cartas (1 y 2 Ts sobre todo), la palabra ekklesia designa directamente la asamblea local.
Pero en el curso de las cartas, san Pablo muestra que, ante la multiplicidad de comunidades
particulares, sabe que se encuentra frente de una única ekklesia que es la comunidad formada por
el conjunto de los bautizados, donde quiera que ellos se encuentren: la ekklesia tou Theou. Eso es
particularmente claro en las cartas de cautividad: una sola convocación y por tanto una sola
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ekklesia (Col 1,18 y 24; Ef 1,22; 3,10 y 21; 5,23 y 32 etc.). Se trata aquí de poner el acento sobre la
unidad de todos los cristianos en Cristo. Cristo ha destruido le ley que separaba a los dos pueblos
(el laos y el ethnai), él ha llevado a la unidad las cosas del cielo y de la tierra, los gentiles son
conciudadanos (término fuerte a poner en relación con ekklesia-agora) como vemos en Ef 2,19 y
3,6. Esta ekklesia es a la vez la Jerusalén celeste, la Esposa de Cristo que es su Cuerpo, la
construcción que Dios edifica sobre los apóstoles de su Hijo.
Las cartas de san Pablo posee pues dos empleos muy claros de la palabra ekklesia: uno que designa
a la comunidad local de los bautizados, y uno que designa a la comunidad universal de los discípulos
de Cristo. A partir de ahí surge la pregunta: ¿cuál es el sentido primero?
Hay una relación en el misterio de la Iglesia, tal cual es en peregrinación por este mundo, entre el
conjunto de los cristianos que forman una única comunidad y la multiplicidad de comunidades
locales en las que los cristianos se reparten. Esta relación no es simplemente cuantitativa, la
relación de un todo formado por partes, sino más profundamente cualitativa. En cierto modo, todo
el misterio eclesial está presente en la comunidad local, pero desde otro punto de vista, la
comunidad local está en una relación de dependencia estrecha con la comunidad universal que la
precede de alguna manera.
El nombre ekklesia significa en primer lugar «comunidad», es decir, en el sentido más común
«conjunto de individuos que forman una unidad». Eso nos recuerda en primer lugar que la
salvación es de orden comunitario. Encontramos aquí un dato puesto en evidencia por el tema
pueblo de Dios. Somos conducidos así a dos cuestiones. La primera de orden moral, es la de la
relación del individuo con la comunidad. Esos dos aspectos ser contienen mutuamente. Absolutizar
uno de los dos –primacía absoluta del individualismo (individualismo) o primacía absoluta de la
comunidad (totalitarismo) – conduce a arruinar el todo. Esta cuestión está ligada al problema de la
relación entre unidad comunitaria y diversidad de miembros. La segunda cuestión, concerniente al
aspecto comunitario, toca a la permanencia de la comunidad. La Iglesia no muere con el
fallecimiento de los individuos que la componen. Hay en ella, sin cesar, nuevos miembros. La
permanencia de esta comunidad va a plantear la cuestión de su identidad: ¿ésta permanece siendo
tal a través de la sucesión de las generaciones? Es la cuestión de la indefectibilidad de la Iglesia, que
abordaremos también más adelante en este curso.
La Iglesia está incluida en el credo que profesamos. El Símbolo de los apóstoles (s. IV- V) dice «creo
la Iglesia», sin la preposición en, aunque siempre en el conjunto del artículo del credo referido al
Espíritu Santo. Con esto se nos quiere indicar que la Iglesia no es objeto de fe del mismo modo que
Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. Se cree más bien a Dios en la Iglesia. Se habla de la Iglesia en
relación con el Espíritu porque es el Espíritu el que hace presente la revelación de Dios por
Jesucristo en el mundo y en la historia. Por eso santo Tomás decía que si se usa la preposición en
tiene que entenderse: «creo en el Espíritu Santo que santifica la Iglesia», pero que es mejor que no
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se ponga la preposición en sino que se diga simplemente «creo la Iglesia católica» (ST II-II, q. 1, a.
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Esta misma idea se recoge en el Catecismo Romano (cf. 1, 10,22) y más recientemente en el
Catecismo de la Iglesia Católica donde se dice expresamente: «En el Símbolo de los apóstoles,
hacemos profesión de creer que existe una Iglesia Santa («Credo… Ecclesiam»), y no de creer en la
Iglesia para no confundir a Dios con sus obras y para atribuir claramente a la bondad de Dios todos
los dones que ha puesto en su Iglesia» (nº. 750).
LG Señala:
- Hemos de encontrar el origen de la Iglesia en la Trinidad
- Ha nacido la Iglesia de la misma comunión personal del Dios Trino.
- Nace del amor del Padre eterno, fundada en el tiempo por el Hijo y es vivificada por el Espíritu
Santo”.
Visión anterior
Marcadamente cristocéntrica, motivada por el rechazo a la visión polarizada carismática de los
protestantes, especialmente Calvino (Rechaza el sacerdocio jerárquico, ministerial, queda la Iglesia
solamente carismática, solo es cuestión espiritual)
- Iglesia estudiada en forma horizontal (desde la fundación por Cristo)
- S. XVI: San Alberto Belarmino habla de la Iglesia como: Sociedad perfecta, con una unidad entre lo
sobrenatural y lo humano.
- S.XIX. Más intentos por buscar la acción del Espíritu Santo que hace presente la Iglesia de Cristo.
- 1943, Papa Pio XII: “Mystici Corporis”. Presenta a la Iglesia como un misterio de vida en el que
participan los fieles por la fe y los sacramentos. (Visión más espiritual).
- A mediados del S. XX se veía, frente al agnosticismo moderno, la necesidad de insistir en la vida
que nos comunica Cristo por el Espíritu en la Iglesia.
- Es necesario, dice Congar, presentar a la Iglesia como misterio de salvación que nace de la
Trinidad, mediante la misión del hijo y del Espíritu Santo.
- La iglesia es en Cristo como un instrumento de comunión con la vida íntima de Dios con el género
humano.
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EL MISTERIO DE LA IGLESIA
El Vaticano II insiste en entender la Iglesia como misterio de salvación, nacido del seno de la
Trinidad realizada por Cristo por el Espíritu, para introducir a los hombres en la familia de Dios,
superando el pecado y la muerte.
Para los griegos los "misterios" eran los ritos importados del oriente en el que solo participaban los
iniciados.
San Pablo elabora el concepto de misterio, no como lo imposible de comprender, sino al designo de
Dios oculto hasta ahora y revelado por Cristo. Este misterio no es otra cosa que el plan de salvación
escondido desde toda la eternidad, que se da con la economía cristiana.
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a todos a mí» (Jn 12,32 gr.). La obra de nuestra redención se efectúa cuantas veces se celebra en el
altar el sacrificio de la cruz, por medio del cual «Cristo, que es nuestra Pascua, ha sido inmolado»
(1 Co 5,7). Y, al mismo tiempo, la unidad de los fieles, que constituyen un solo cuerpo en Cristo,
está representada y se realiza por el sacramento del pan eucarístico (cf. 1 Co 10,17). Todos los
hombres están llamados a esta unión con Cristo, luz del mundo, de quien procedemos, por quien
vivimos y hacia quien caminamos…”
“ Consumada la obra que el Padre encomendó realizar al Hijo sobre la tierra (cf. Jn 17,4), fue
enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés a fin de santificar indefinidamente la Iglesia y para
que de este modo los fieles tengan acceso al Padre por medio de Cristo en un mismo Espíritu
(cf. Ef 2,18). El es el Espíritu de vida o la fuente de agua que salta hasta la vida eterna (cf. Jn 4,14;
7,38-39), por quien el Padre vivifica a los hombres, muertos por el pecado, hasta que resucite sus
cuerpos mortales en Cristo (cf. Rm 8,10-11). El Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los
fieles como en un templo (cf. 1 Co 3,16; 6,19), y en ellos ora y da testimonio de su adopción como
hijos (cf. Ga 4,6; Rm 8,15-16 y 26). Guía la Iglesia a toda la verdad (cf. Jn 16, 13), la unifica en
comunión y ministerio, la provee y gobierna con diversos dones jerárquicos y carismáticos y la
embellece con sus frutos (cf. Ef 4,11-12; 1 Co 12,4; Ga 5,22). Con la fuerza del Evangelio rejuvenece
la Iglesia, la renueva incesantemente y la conduce a la unión consumada con su Esposo [3]”
En Pentecostés fue enviado el Espíritu Santo para santificar a la Iglesia, así los que creen en Cristo
puedan acercarse al padre en un mismo Espíritu.
- El espíritu habita en la Iglesia y en los corazones de los fieles como en un templo… hace
rejuvenecer al Iglesia, conduce hacia el Esposo.
- En la Teología católica por un buen tiempo se había relegado la acción del Espíritu Santo.
A) contra los movimientos espiritualistas y carismáticos
B) por ver la iglesia como fruto de toda la Trinidad (San Agustín operari sequitur ese)
C) por resaltar más el aspecto institucional, causado por el Hijo, y por eso se desarrolló más la
acción cristológica.
Sin embargo, se ha llegado en la actualidad algunas exageraciones.
- Leonardo Boff (la fuerza del espíritu reinventa constantemente la iglesia)
- San Pablo la iglesia es edificación del espíritu Santo, sin espíritu no hay iglesia.
- San Irineo “dónde está la iglesia, está el espíritu de Dios y dónde está el espíritu allí está la iglesia
y toda gracia; el espíritu es la verdad.
Movimiento descendente del espíritu que provienen del abrazo entre el Padre Y El Hijo
consumada la redención. Y este amor, el espíritu, es enviado a la iglesia cómo habitaba antes y ya
en el Hijo.
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Movimiento ascendente en la medida que el espíritu nos inserta en Cristo recibimos la filiación
divina en Cristo y somos amados por el Padre.
Somos hijos del Padre en Cristo por el espíritu. Por la gracia tenemos una relación personal y
diferenciada con las tres personas.
Iniciada en Pentecostés la iglesia nace y se construye constantemente por el espíritu santo.
a) El espíritu lleva a la iglesia a la verdad total revelada por Cristo es custodiada y recordada por el
espíritu. No es una revelación.
b) El espíritu es el artífice de la unidad de la iglesia. La misma fe de Irineo, Agustín, Neuman o
Pablo VI. Artífice de la santidad de la iglesia y sus fieles.
c) Dirige a la jerarquía de la Iglesia para que, sin desviarse de la doctrina de Cristo, enseñe con
toda fuerza la verdad y santifique mediante los sacramentos.
La Iglesia es Misterio en cuanto que en su realidad visible se hace presente y operante una
realidad espiritual y divina. Que se percibe solamente con los ojos de la fe.
En Israel Dios irrumpe en la historia para hacerse un pueblo. Israel conoció la existencia de un Dios
único, Creador (Dios Salvador, Dios de la Alianza con sus padres).
Alianza en el Génesis 12,1-3 “Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famosos tu nombre y
servirá de bendición…”
Comienza revelación (en forma de promesa), la respuesta ha de ser la fe y la obediencia. “Heemin
le yahvé” aparece 13 veces (Gn 15,6; Ex 14,31…) con el significado de Apoyarse en Dios.
No es iluminación a lo Buda, sino: Encuentro que exige confianza. “ Creyó en Yahvé, el cual se lo
reputó en justicia” (Gn 15,6)
El pueblo de la Alianza
Contexto: Descendientes de Abraham en Egipto, están oprimidos.
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Nueva intervención: Dios llama a Moisés a salvar a su pueblo.
Ante la resistencia de Moisés el Señor le dice “Yo estaré contigo”. Historia del Éxodo.
Plagas de Egipto, paso del mar Rojo. Hechos milagrosos plasmados en el culto de Israel.
La fe de Israel nace de esta intervención poderosa de Dios en su historia
Alianza de Dios con su pueblo: “Yo seré su Dios ellos serán mi pueblo (Ex 19, 5-6). Manifestación
en el Sinaí con la promulgación del Decálogo.
Rito de la alianza: Altar significa Dios; doce estelas = doce tribus, sangre = entrega.
Profetas: Guardianes de la Alianza.
El pueblo de Israel queda consagrado a Yahvé y configurado como una comunidad santa: “ sed
santos, porque Yo soy santo”.
Los Israelitas serán el “Laos” (λαός –laós, ‘pueblo’) mientas que los gentiles serán el “Esne”
(εθνε, la gente)
Mesianismo real:
Desde David se reafirma la Alianza, que de Israel saldrá el Mesías.
Los profetas reafirmarán este mesianismo surgido desde David. Ezequiel, Zacarías, Miqueas.
Mesianismo profético de Isaías.
Los Santos Padres afirman que la Iglesia existe desde Abel. Dios ha creado a Israel como a su
Pueblo, preparando así la alianza definitiva y la creación del nuevo Pueblo de Dios.
San Agustín: los justos del A. T. no se han salvado por sus propias fuerzas, sino por la gracia de
Cristo: “Miembros de Cristo y cuerpo suyo somos todos a la vez… desde el justo Abel hasta el final
de los siglos… todos forman el único pueblo de Cristo”.
No es que los justos del AT pertenezcan a la Iglesia de Cristo, que surge en la Encarnación y nace
como tal en la Cruz. Pero hay una preparación.
Pero sí que tenían la gracia de Cristo, ya que el Espíritu los insertaba en el Hijo que había de
encarnare. Por tanto, los justos del AT no se salvaban sin una referencia a la Iglesia, porque no se
salvaban sin la gracia que el Espíritu les concedía en atención a los méritos de Cristo.
El pueblo escogido es una promesa, el judaísmo no es la Iglesia, pero Dios manifestaba sus obras
en Israel en virtud de la futura redención de Cristo.
Entre el A T y el N T. No hay contraposición, mi tampoco una es alegoría del otro. Sino como un
inicio hacia la plenitud, por eso, hay cosas del AT que tienen todo su valor en el NT, como el
Decálogo, los Salmos.
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Pero llegada la plenitud desaparece la iniciación para sólo tener valor la Nueva Alianza. Teoría de
B. Forte sobre las dos vías de salvación, el A. T. Sigue vigente para explicar el N. T.
Pero la estructura salvífica del A T. ha desaparecido ya, pero Dios puede dar a los judíos su gracia
por otros caminos por su fe en su revelación
1.3 JESÚS Y LA IGLESIA
La Iglesia no fue constituida por Cristo en un acto formal y público, sino que Cristo fue poniendo la
base de su Iglesia en una serie de actos, que vistos en conjunto hacen vislumbrar que Cristo fundó
la Iglesia.
La comisión teológica habla de un proceso fundacional de la Iglesia, que incluye varios actos
aislados, como:
La elección de los Doce, el primado de Pedro, la institución de la Eucaristía, etc…
Sin olvidar que la Iglesia empieza a existir formalmente con pentecostés.
Mientras no hay pentecostés no hay sacramentos, es decir No hay presencia de Cristo en los
signos mediante la fuerza del Espíritu Santo, y si no hay sacramento no hay Iglesia.
Dificultades:
Modernitas “Cristo predicó el reino de Dios y vino la Iglesia” (Alfred Loisy- Teólogo,
modernista francés, excomulgado)
Harnack: la salvación del individuo en el Reino de Dios no en la Iglesia.
Otros han puesto en Cristo una visión apocalíptica, no entra la posibilidad de la Iglesia (Weiss y
Schweitzer). Cristo que con su pasión vendrá el Reino de Dios, pero la creación de la Iglesia es obra
humana posterior.
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en continuidad histórica con el pueblo de Israel.
Cristo el Mesías
Jesús tuvo conciencia de ser el mesías. Con esta conciencia funda la Iglesia como el auténtico
pueblo de Dios.
Busca 1° a Israel al que es “enviado”, rechazado organiza un nuevo “Israel”.
Su afirmación mesiánica ante Caifás (Mt 26,33.57.64) (juicio a vida o muerte ante el jefe
espiritual de Israel. AFIRMACION PLENA DE Cristo como Mesías para todos los tiempos.
Cristo empleo la denominación del “hijo del hombre” con pretensión mesiánica, pero
evitando todo malentendido político, y al mismo tiempo para que la afirmación plena de su
mesianismo no fuera motivo de represalias por los judíos, ya que debía formar a sus apóstoles.
Mesías prometido a la comunidad.
El reino de Dios predicado por Cristo no es solo -como dice Harnak- para el bien espiritual
de las almas individualmente, sino formando una comunidad.
Hecho histórico del que no se puede dudar y que tiene un sentido mesiánico es la elección de los
“Doce”: Mc 3,13; Lc 6,12; Mt 10,1-4 = “Instituyó Doce”, cristo pasó toda la noche en oración y
escogió a los que quiso. Marcos dice que “hizo” a los doce.
Los Doce:
Relación con las doce tribus de Israel.
Tiene tanta importancia este “doce” que es sinónimo de los Apóstoles (Mc 4,10; 6,7; 10,32; 11,11)
Mateo habla de Doce discípulos (Mt 10,1;11,1)
Se sigue hablando de los “Doce” Aunque falte Judas (Jn 20,24)
Son llamados apóstoles, nombre ausente en contexto judío y gentil. (pero aparece 79 veces en el
NT)
Es un grupo estable, bien definido, como verdadera institución. Sentido mnemotécnico para
aprender y conservar los nombres.
Es un grupo que convive constantemente con Cristo, sin ninguna discontinuidad. No es Escuela
rabínica. La enseñanza es el Reino (identificado con la persona de Cristo) y no la Torah.
No se independizan del maestro como los discípulos rabínicos, sino que permanecen siempre
unidos hasta la Ascensión de Cristo.
* Pablo se llama apóstol, e igual llamará a Bernabé y Timoteo, pero nunca incluyéndose como de
los Doce.
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Fundamentación de donde les viene la Autoridad a los apóstoles:
A) Jesús enviado del Padre, Apóstoles enviados por Jesucristo. Jn 20,21
Misión recibida sigue siendo hasta la muerte de los apóstoles, no termina con el anuncio de la
misión dada por Cristo.
B) Cristo les transmite su mismo poder Mt 28,16-20; Jn20, 21-23 (misión de los apóstoles es
continuación de la misión de Cristo).
* Participación en el ministerio profético: Id y enseñad (Mt 28,18)
Tienen la garantía es el Espíritu Santo (recordará todo)
rechazarlos es rechazar a Cristo, quien no les crea se condenará.
* Participan de la autoridad de Cristo: “todo lo que aten… serán atado” (Mt 18,18)
atar y desatar es mandar y excomulgar de la comunidad. REY-PASTOR
• En las listas de los Doce, Pedro es nombrado siempre en primer lugar (Mt 10, 2; Mc 3,16, Lc 6,14)
Pedro es tratado por Jesús con especial consideración por cristo
Ocupa el 1er lugar en la Pesca milagrosa (Lc5,1-11)
Cristo se hospeda en su casa, usa su barca.
Testigo de la Transfiguración y agonía en el huerto.
Enviado con Juan a preparar la Ultima Cena (Lc 22,8)
Primero en recibir el anuncio de la Resurrección (Mc 16,7; Lc 24,34 y 1 Co 15,3)
Es digno de represión por sus palabras, Cristo anuncia sus negaciones (Mt 16, 29)
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C.3) Posición después de la Ascensión
El libro de los Hechos de los apóstoles en su primera parte resalta la función directiva de Pedro, es
reconocido en la comunidad post-pascual: (Pastor)
provoca y dirige la elección de Matías. (Hch 1, 15) (iniciativa para completar el número de los
doce) y preside el Concilio de Jerusalén
Función directiva Más detalles: Hch 4,8.5,29; 5,1-11; 10,47; 15,1(Defiende, condena, decide, dirige
el concilio de Jerusalén)
Lc 22,31 “… Confirma a tus hermanos”, aunque no se habla de Primado, sin embargo, denota
actitud primacial. Por el momento y las circunstancias cuando fueron dichas tienen un gran valor
de ser pedro una verdadera autoridad en la Iglesia.
- La imagen del pastor tenía mucho valor, como Cristo se muestra el buen pastor. Y esta
misión y desempeño, con características mesiánicas que Cristo reclama para sí, le entrega a
Pedro para que “haya un solo rebaño y un solo pastor” (Jn 10, 16) Cristo quiso dejar a Pedro
como el pastor supremo de su Iglesia.
a) Teoría de la interpolación
Hoy día es una cuestión superada. Fue muy afirmada por el protestantismo liberal (Harnack, Resch,
Grill, Schnitzer, etc).
Interpolación en mosaico: según Resch, se habrá hecho por medio de interpolaciones parciales,
porque dice no se encuentra ni en San Justino, ni en las pseudo clementinas. Aparece
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primeramente en Tertuliano. No cabe su afirmación de que Pablo no hubiera aceptado el Primado
de Pedro.
Interpolación en bloque Dice Soltau que como todo el texto es compacto la interpolación tuvo que
ser en bloque.
Interpolación reducida: Como el texto es coherente el resto y su forma es semítica sólo habrá que
dudar de algunos términos: Hamack dice que se interpoló la palabra: Iglesia
Pruebas de su autenticidad La misma escuela de la Formgeschichte admite que todo el texto tiene
una plena autenticidad semítica. Y el pensamiento es totalmente arameo (Harnack)
Hoy día se tiene a Marcos como origen de los sinópticos, por eso Mateo pudo introducir un
"logión" de Cristo que no estaba en Marcos.
Además, el cambio del nombre de Simón por el de "Cefas"- Piedra está en los cuatro evangelios.
El texto no hace sino reafirmar lo que ya hemos visto que está presente en la actuación de Pedro
como jefe de la comunidad primitiva.
Dice Ratzinger que si se supone que Cristo quiere fundar su Iglesia este tema es superfluo.
Tillard (El obispo de Roma, estudio saber el Papado) da una interpretación, con miras ecuménicas,
que pone énfasis en el valor de los obispos de Roma y que Mateo asociara esta confesión a otra
tenida después de la resurrección, para reafirmar su fe.
"Tú eres la roca sobre la que edificaré mi Iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra
ella”
Jesús llama a Pedro "piedro" masculino de piedra, "Kefas", que en arameo vale tanto para la
persona como para la roca. La fe que ha expresado Pedro prevalecerá sobre toda contradicción,
todos los embates del infierno. Las "puertas" tienen el significado de poder, como en una ciudad
era la puerta lo más fortificado y resguardado.
Cristo es la "piedra angular", y Pedro-Kefas debe ocupar este lugar. No desplazar o sustituir sino
edificar.
Algunos protestantes interpretan que la roca es la fe de Pedro, no su persona. Esta interpretación
además de forzada olvida el texto de Jn 21,15-17, que está dirigido
personalmente a Pedro.
“Yo te daré las llaves del reino de los cielos.” Son las llaves del Reino de Dios.
Expresión semítica de potestad en nombre del rey. Así se presenta en muchas historias orientales.
Pero también hoy tiene este valor de posesión: llaves de la casa, del carro. O manifestación de
excelencia: "entrega de las llaves de la ciudad" Pero también el Mesías tiene las llaves "Abre y
nadie cierra..."(Ap 3,7) El poder de atar
y desatar.
Atar y desatar
Hemos visto que es el poder conferido a los apóstoles. Pero Jesús al fundar la Iglesia sobre el
colegio de los "Doce", no quiere un colegio igualitario, sino diferenciado, en el que Pedro tiene el
poder sobre toda la Iglesia, la roca sobre la que se apoya toda la Iglesia, incluso los demás
apóstoles.
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Indica tanto un poder judicial como gubernativo. De admitir o de excomulgar de la comunidad.
Después de la resurrección Cristo confiere a Pedro el Primado con las palabras : “Apacienta mis
corderos” "apacienta mis corderos", "apacienta mis ovejas", después de haberle preguntado por
tres veces: "Simón, hijo de Juan ¿me amas?".
En todo el A.T. Yahvé es el Pastor, pero tenía que venir un pastor de Israel. Este es Jesús (Jn 10),
que así mismo se llama el Buen Pastor. Y ahora entrega a Pedro todo su rebaño.
Apacentar es sinónimo de regir, dirigir, alimentar. Y Jesús busca un pastor antes de su subida al
cielo.
Con estas palabras Cristo confiere a Pedro el Primado que le había prometido. Si tres veces le
había negado, tres veces Cristo pide a Pedro reafirmar su amor y lealtad.
Cristo es el Buen Pastor. Todas las ovejas son suyas, y pide a Pedro que dirija, gobierne su redil,
sea el "Buen Pastor" en la tierra, el Pastor Universal.
Para O. Cullmann es una potestad personal, pero no para sus sucesores. Pero como la función de
dirigir la Iglesia debe durar siempre, así será esta potestad. Ya que Cristo dice que las puertas del
infierno no prevalecerán nunca, es necesario que este poder esté siempre presente en la Iglesia.
gobierne su redil, sea el "Buen Pastor" en la tierra, el Pastor Universal.
Será esto una potestad personal?
No, la Iglesia debe durar siempre por ello la potestad continúa en sus sucesores.
Para que las puertas del infierno no prevalezcan, es necesario es necesario que este poder dado
por Cristo continúe, esté siempre presente. Es necesario que “Pedro” sigua confirmando a sus
hermanos.
“Apacienta mis corderos” “Apacienta mis ovejas”
D) Institución de la Eucaristía
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Si Cristo ha venido a fundar el nuevo pueblo de Dios, es lógico que instituya la Eucaristía como
nueva y definitiva Alianza.
Sangre de la antigua Alianza (Ex 24,8) con la que se rociaba las doce piedras, símbolo de las doce
tribus de Israel. Ahora dice Jesús: “Esta es mi sangre de la Alianza derramada por muchos… (Mt
26,28; Mc 14,24)
Pascua (signo de la celebración de los judíos), reemplazada por la nueva pascua, con un Nuevo
Sacrificio, Nuevo Sacerdocio.
No se puede desligar la Eucarística del Pueblo de Dios y del nuevo sacerdocio, sino que “Cada
vez que comáis… y bebáis …, anuncias la muerte del Señor hasta que venga” (cf. 1Cor 11,26)
Reafirmada la Institución de la Eucaristía no se puede aceptar de que la Iglesia no sea una
agrupación de los de los que desean seguir a Cristo.
Sin Eucaristía no hay Iglesia, con Eucaristía hay Iglesia, porque es el sacrificio de la nueva alianza
que durará para siempre.
“Del Misterio Pascual nace la Iglesia. Por eso la Eucaristía está en el centro de la vida eclesial”
(E deE,3)
E) Pentecostés
El Espíritu Santo es fruto del Misterio Pascual de Cristo. Antes No había Espíritu sobre la
comunidad. Pentecostés es la efusión del Espíritu Santo sobre el nuevo Pueblo de Dios.
Es el cumplimiento de la promesa de Joel en el AT, y de Cristo en su vida que anuncia que
enviará al Espíritu Santo.
El tiempo de Jesús continua en su Iglesia por el Espíritu Santo. A la presencia física le sucede
ahora la presencia invisible, pero efectiva, real y más eficaz por la acción del Espíritu Santo.
Pentecostés es el momento en que se manifiesta la Iglesia, nace la unidad de los hombres a
Cristo en un nuevo pueblo por la participación en el cuerpo de Cristo. A este nuevo Pueblo se
pertenece por los sacramentos (bautismo), ya no por la circuncisión.
El Espíritu Santo consolida la jerarquía establecida por Cristo y le da fuerza de actuar “ en
nombre de Cristo”. Hay diversos ministerios, pero el Espíritu es el mismo (Cf. 1Cor 12,4-11)
El Espíritu Santo es el Alma de la Iglesia, la fortalece y renueva constantemente, constituye el
último acto de la fundación de la Iglesia.
Es el cumplimiento de Jn 16, 13-15 “Cuando venga el Espíritu de la verdad os guiará a la verdad”
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La sucesión apostólica es la transmisión, mediante el Sacramento del Orden, de la misión y la
potestad de los Apóstoles a sus sucesores, los obispos.
A lo largo de los siglos ordena todo su apostolado a la difusión del Reino de Cristo sobre la tierra.
Continuidad jerárquica
Se da la elección de Matías ( Hch 1,15ss) , se eligen diáconos (Hch 6,2-6) servir a los pobres y la
oración, también bautizan y predican.
Pablo habla de colaboradores: “presbíteros” (Hch 11,34), “episcopos” (Hch 20,28), nombres a
veces confundidos entre sí.
Sucesión en Timoteo y Tito
Se da también la sucesión de los apóstoles. Pablo da potestad a Timoteo y Tito sobre los
presbíteros- episcopos, potestad recibido por la imposición de manos (Cf. 1Tim 5,21; 2Tim 4,1-4).
El Obispo debe prever a las comunidades de presbíteros y diáconos (1Tim 3,1-3; Tit 1,5-9)
Testimonio de la Tradición
B) Ignacio de Antioquia: En su Cartas escritas alrededor del 105-7 describe ya la Iglesia constituida
en sus tres grados: Obispos, presbítero y diácono. Ya se ve que el obispo es único. Cita nombres de los
obispos y sus cualidades en cada ciudad. En Esmirna es Policarpo (Smir 12,1).
El obispo ha recibido de Dios la potestad y no por motivos personales o democráticos. “Que todos respeten a
los diáconos como a Jesucristo, al obispo como imagen del Padre y a los presbíteros como el senado de
Dios” (Ttall 3,1) (Tralles de Asia)
Es famosa su frase ‘Nadie haga nada sin el obispo y el que ha recibido de él la autoridad ...donde está el
obispo allí está la comunidad” (Smir 8,1-2)
Se ha llamado a Ignacio el teólogo del episcopado y de la iglesia local.
Reafirma la autoridad de Roma, que ha enseñado a muchos y ella no recibe enseñanza de nadie. La razón de
esta superioridad está en que en ella estuvieron los apóstoles Pedro y Pablo.
C. La crisis gnóstica
Ante la presión de la herejía gnóstica fue necesario recurrir a la tradición apostólica auténtica. V eamos los
testimonios de Tertuliano y San Irineo.
Tertuliano: “Que presenten las listas de las obispos ininterrumpidas, para ver si primer obispo es un apóstol
o varón apostólico”
También San lrineo insiste en que en la Iglesia somos “capaces de citar los obispos designados por los
apóstoles”. “Nosotros nos apoyamos en esta Tradición que viene de los apóstoles y que se conserva en la
Iglesia mediante la sucesión de los obispos”
Para tener garantía que una doctrina es auténtica hay que ver que proceda de los apóstoles, (Cfr, Adv,
Hae.3,3,2.
Tiene una gran importancia que a finales del siglo II la Iglesia en Roma ya ha reconocido los libros canónicos
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del Nuevo Testamento, con un criterio de apostolicidad y catolicidad, señalando que la Tradición de la
Iglesia de Roma es la que ha dado la pauta.
En cuanto la fecha de la Pascua es el Papa Víctor I (189-190) dispuso que se celebrara la pascua en la
1era luna llena de otoño 8equinoccio), es él quien hace valer la primacía de Roma para indicar la fecha de la
Pascua. Amenaza a las iglesias que no acepten estas fechas con la excomunión.
La Tradición apostólica de Hipólito del año 215 tiene una gran importancia: Para indicar las cualidades del
nuevo obispo, las ordenaciones de obispos y presbíteros las ordenaciones de obispos y presbíteros (demás
presbíteros extienden la mano en señal de comunión, no de imposición que la da el obispo).
Hubo una confrontación entre el Papa Esteban I (254-257) y San Cipriano (obispo de Cartago) acerca del
bautismo administrado por hereje o por “lapsi”, que era negado por Cipriano. Acudieron a Roma y el Papa
Fabian aceptó el bautismo de los herejes, y que no había que rebautizar. Cipriano reunió un Concilio con 254
obispos africanos reafirmando su posición. El Papa Esteban les amenazó con la excomunión.
Los dos murieron en la persecución de Valeriano 257-8.
La inclusión de Cipriano en el Canon Romano indica su conformidad con Roma. Su libro “De unitate
Ecclesiae” defiende el Papado porque se edifica sobre Pedro, al que Jesús entregó todas sus ovejas. Reafirma
el Primado de Pedro y del Obispo de Roma, el Papa.
Todavía se tenían como sede primadas Roma, Alejandría y Antioquía. Así aparece en el Con. de Nicea (325).
Pero en este tiempo va adquiriendo una primacía Roma, como lugar de enseñanza y martirio de Pedro y
Pablo, pero todavía no se tiene en cuenta el Mt 16,18.
Ya en el siglo V Antioquía y Alejandría aparecen nada más como primadas regionales. Sólo Roma puede
apelar a la autoridad de Pedro.
La primacía universal de Roma queda patente en el Con. de Sárdica, 343-344, en donde se pide se escriba a
Roma para ver las causas de los obispos en sus provincias.
El Papa Celestino I convocó en 430 un sínodo en Roma contra Nestorio, pero El emperador Teodosio II
amigo de Nestorio convocó un concilio universal en Éfeso.
La función y autoridad de los legados papeles fue definitiva. La autoridad del Papa, como sucesor de
Pedro era lo más importante. “Pedro vive y juzga en sus sucesores”.
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I. El Papa San León I (440-461)
Papa León I fue quien hizo frente a la invasión bárbara de Atila.
El que más definitivamente reclamó el primado del obispo de Roma por ser sucesor de san Pedro- El
Papa tiene la autoridad respecto a los demás obispos como Pedro la sobre los demás apóstoles. Pedro
no deja de presidir a la Iglesia desde su sede: Roma.
“Tú eres el Cristo, Hijo de Dios vivo” sigue sonando desde Roma a todo el mundo católico.
Eclesiologías neotestamentarias.
a) Pablo y la eclesiología paulina.
b) La Iglesia de Antioquía: Mateo: de los judíos a los gentiles.
c) Una Iglesia procedente de la gentilidad: Lucas y los Hechos.
d) Las comunidades y eclesiologías joánicas.
e) La carta a los hebreos y cartas de Pedro.
f) Pedro en el Nuevo Testamento y la iglesia de Roma.
La Iglesia, como comunidad de creyentes, conducidos por el Espíritu a través del largo camino de la
historia, ha tenido distintas imágenes de sí misma, bien plasmadas directamente en la Sagrada
Escritura o en el quehacer teológico o en la enseñanza del Magisterio: institución, comunión,
sacramento, heraldo, servidora, pueblo de Dios, cuerpo de Cristo, misterio, comunidad de
discípulos...
Ninguno de estos modelos pretende dar una definición completa y cerrada de lo que es la iglesia, lo
cual significaría ignorar su carácter peregrinante e histórico; sólo intentan una descripción de la
misma, según contextos socio-político-culturales, preferencias y tendencias particulares, poniendo
el acento en una u otra de sus características.
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II. DESCRIPCIÓN TEOLÓGICA DE
LA IGLESIA
Frente a la posición gnóstica o puramente carismática la Iglesia tuvo que reafirmar su sentido
jerárquico e institucional. Frente a la visión protestante de una Iglesia sólo invisible y espiritual se
tuvo que acentuar su carácter exterior y jerárquico. Así Belarmino tuvo que definir la Iglesia como
sociedad visible perfecta bajo la jurisdicción del Romano pontífice.
Desarrollamos los siguientes puntos.
Todas estas imágenes hay que tomarlas en sentido metafórico y con relación a otros textos bíblicos,
ninguna es absoluta.
Este título designa tanto la composición de la Iglesia (Rom 12 y 1Cor 12), como Cuerpo cuya
cabeza es Cristo.
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La Iglesia es Cuerpo de Cristo
Porque por medio del Espíritu, Cristo muerto y resucitado une consigo a sus fieles.
De este modo los creyentes en Cristo se unen entre sí en la caridad, formando un solo cuerpo, la
Iglesia, sobre todo en la Eucaristía.
Dicha unidad se realiza en la diversidad de miembros y funciones
Mucho publico y carros… más publico de aquí… puedo grabar sin música yéndome a otro
lado…
Cristo
Es la Cabeza del Cuerpo, que es la Iglesia. La Iglesia vive de Él, en El y por Él.
Cristo y la Iglesia forman el “Cristo total” ( San Agustín ).
La Cabeza y los miembros, como si fueran una sola persona mística, ( Santo Tomás de Aquino).
La Iglesia es el Pueblo de Dios porque Él quiso santificar y salvar a los hombres no aisladamente.
Sino constituyéndolos en un sólo pueblo, reunido en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo.
Se llega a ser miembro del Pueblo de Dios mediante la fe en Cristo y el Bautismo.
Tiene por origen a Dios Padre, por cabeza a Jesucristo, por condición la dignidad y la libertad de
los hijos de Dios.
Por ley el mandamiento nuevo del Amor. Por misión ser sal y luz del mundo. Por destino el Reino
de Dios.
El Pueblo de Dios
- Participa del oficio sacerdotal de Cristo en cuanto los bautizados son consagrados por el
Espíritu Santo para ofrecer sacrificios espirituales
Participa de su oficio profético cuando, con el sentido sobrenatural de la fe se adhiere a
ella, la profundiza y la testimonia.
Participa de su función regia con el servicio, imitando a Jesucristo, quien, siendo rey del
universo, se hizo siervo de todos, sobre todo de los pobres y de los que sufren.
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III . NOTAS DE LA IGLESIA.
La Iglesia es Una, Santa, católica y Apostólica
Notas de la Iglesia: Aquellas propiedades que nos permiten reconocer la verdadera Iglesia de
Cristo.
En el siglo II (190) San Irineo reclama contra los herejes gnósticos (afirman una Iglesia
=identidad espiritual) la apostolicidad (sucesión ininterrumpida desde los apóstoles hasta los
tiempos actuales) como señal distintiva de la verdadera Iglesia.
San Agustín ante el hecho de las diversas confesiones cristianas, apunta algunos rasgos para
discernir cuál es la Iglesia de Cristo, como: el consentimiento de los pueblos, la sucesión
apostólica, la realidad de ser católica, etc. (no define ni numera los hechos concretos)
En el símbolo niceno - constantinopolitano se designa por 1° vez a la Iglesia como “Una Santa
Católica y Apostólica” (Año 381 DZ 86)
Con la Reforma Protestante , se comienza a estudiar las notas con un fin apologético.
A finales del S. XVII se les llamaba de forma variada: cualidades, signos, índoles, notas, etc.
El C.V. II: reafirma la Iglesia como “Una, santa, católica y apostólica” (LG 8).
Como afirma que más que la Iglesia Católica es la Iglesia de Cristo, dice que “subsiste” en ella. Esto
no podría decirlo si no reconoce cuál es la Iglesia de Cristo.
(Para los protestantes: la verdadera Iglesia adecuación, identidad al N. T.)
Para los Ortodoxos: verdadera Iglesia, aquella que siguen fieles a los nueve primeros concilios
Ecuménicos)
Restricciones previas:
a) Que también en otras Iglesias hay elementos de la Iglesia de Cristo. (La Iglesia no es la suma
de los elementos dispersos)
b) Qué todavía la Iglesia Católica no ha llegado a la perfección de lo que encierra el ser la Iglesia
de Cristo que definen las notas.
C) Habría que comenzar por la “apostolicidad” para llegar a las demás, pero por razones
pedagógicas seguimos el orden clásico de la Teología fundamental.
Constante preocupación de Cristo. Quiso siempre que hubiera “un solo rebaño y un solo pastor”
(Jn 17,21). En la Última Cena expresa más este deseo de unidad: “Que sean Uno… (Jn 17, 21).
- La unidad es fuente de credibilidad, signo de fe: ! Que sean Uno… para que el mundo
conozca que tú me has enviado” (Jn 17,21) (Unidad = criterio de credibilidad).
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- Unidad que tiene su fuente en la Trinidad (Tres Personas divinas están unidas en una sola
naturaleza). C. V. II dice que la Trinidad es el “supremo modelo y supremo principio de este
misterio (UR 2)
- Si la unidad de la humanidad es un querer de Dios, la Iglesia que viene a realizar esta
unidad no puede ser una diversidad, sino sacramento de esta Unidad.
- Espíritu Santo = Agente de unidad (UR2), “Alma” de la Iglesia.
Une a todos los bautizados en un solo cuerpo.
principio de comunión, nos introduce en Cristo para que entremos en
comunión con el Padre como hijos de Dios.
Comunica cada Iglesia particular con la de Roma, hace que la Iglesia
Universal esté en la Iglesia particular.
La “Didajé” (Doctrina de los apóstoles) decía: “Como un pan se hace de granos dispersos
por los montes y reunidos se hizo uno, así está reunida la Iglesia de las colinas de la tierra
en el reino”.
La Eucaristía realiza la unidad porque nos une porque nos une a Cristo de forma total.
“porque comemos todos del mismo pan formamos un mismo cuerpo” (1Cor 10,17).
¿Unidad lograda?
Desunión entre cristianos, herida con las separaciones de diversas Iglesias y comunidades
eclesiales.
Pero: Diferenciación no va contra la unidad. Puede haber diferencias litúrgicas o
pluralismo teológico (Escuelas teológicas)
Pero estas heridas, no indica que la Iglesia constitutivamente No sea una, porque subsiste
en la fe predicada por los Obispos en comunión con el Papa.
La Iglesia a pesar de estas vicisitudes sigue conservando la misma fe, cada vez más
conocida y profundizada. Donde está Pedro y los sucesores de los apóstoles allí está la
garantía de esa unidad.
30
Trabajo Ecuménico busca no sólo la unidad en la obediencia, sino también en la fe.
Ecumenismo no es llegara a una conclusión tomando parte de cada confesión cristiana.
El Señor ha confiado todos los bienes de la Nueva Alianza únicamente al colegio apostólico,
cuya cabeza es Pedro.
La única Iglesia de Cristo subsiste en la Iglesia Católica, gobernada por el sucesor de Pedro y
por los obispos en comunión con él.
En las Iglesias y comunidades eclesiales que se separaron de la plena comunión con la
Iglesia católica, se hallan muchos elementos de santificación y verdad.
Todos estos bienes proceden de Cristo e impulsan hacia la unidad católica. Los miembros
de estas Iglesias y comunidades se incorporan a Cristo en el Bautismo,
por ello los reconocemos como hermanos.
El deseo de restablecer la unión de todos los cristianos es un don de Cristo y un
llamamiento del Espíritu.
Concierne a toda la Iglesia y se actúa mediante la conversión del corazón, la oración,
el recíproco conocimiento fraterno y el diálogo teológico.
La Iglesia es santa
porque: Dios Santísimo es su autor.
Cristo se ha entregado por Ella, para santificarla y hacerla santificante.
El Espíritu Santo la vivifica con la caridad.
Aunque muchos de los miembros de la Iglesia en la fase terrena no lo sean , en su
constitución la Iglesia es Santa.
La santidad
Es el Amor de Dios. Se es santo cuando se pertenece a Dios o se busca en todo amar a Dios.
Es la vocación de cada uno de sus miembros y el fin de toda su actividad.
Cuenta en su seno con la Virgen María e innumerables santos, como modelos e
intercesores.
San Ignacio de Antioquia: designa a la Iglesia como Santa (carta a los Tralianos).
Desde el Símbolo apostólico se califica en todos los “Credos” a la Iglesia como Santa.
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C. V. II afirma: Afirma que la Iglesia es indefectiblemente Santa (LG 39). No puede No ser
santa
La Iglesia su origen
es su fin
Santa en: Su Medio
* La Santidad está en Dios único Santo. Pero en virtud de la Alianza ya el pueblo elegido
está llamado a ser santo: “ Sed santos como yo soy santo” (Lev 9,2), se trata de participar
de la santidad de Dios. Así en la Biblia se califica de santo a los templos, tierra santa,
asamblea santa, etc. Ya que están santificados por ser dedicados a Dios.
La santidad en el NT. Comienza con la filiación en Cristo por medio del Espíritu Santo
(Bautismo), se trata de una participación de la vida Trinitaria. Se nos da gracias a los méritos
de la Redención obrada por Cristo y la acción santificadora del Espíritu Santo.
La Iglesia será siempre santa porque Cristo está en ella y está indisolublemente unido a
ella como a su Esposa (cf. Ef 5,25-26) a al que ha dotado del don estable del Espíritu Santo.
Por eso los miembros de Cristo son llamados “Santos” en el N. T. (Hch 9,13; 1Cor 6,1)
La naturaleza santa de Dios se comunica a los hombres por el don del Espíritu santo que al
mismo tiempo es comunión con el Padre y el Hijo. Es comunión con Cristo para todos los
hombres en cuanto están injertados en Cristo (LG 39)
Por entrega de Cristo, tiene dones (medios) objetivamente santos (sacramentos, doctrina,
jerarquía, etc.) Dones constitutivos de la Iglesia, entregados por Cristo para que sea siempre
“una nación santa, pueblo consagrado y pueda ofrecer sacrificios espirituales como Pueblo
de Dios” (cf.1Ped 2,4-10).
Es santa porque conserva la Palabra de Dios, fiel e infaliblemente por la acción del Espíritu
Santo. Y los sacramentos de la fe, como acciones de Cristo santifica a quien lo recibe
dignamente.
El Espíritu “Alma” de la Iglesia es el Santificador para que la Iglesia santifique; Une a sus
miembros sujetos a debilidades y fragilidades y pecados.
32
“Incorporados pero no justificados, si no están envueltos también con el “corazón” (LG 14),
debe vivir la Iglesia en constante penitencia y renovación (LG 8), solo en María la Iglesia ha
alcanzado plenamente la perfección en total plenitud (LG 65), cada día oramos “perdona
nuestros pecados” (LG 40)
-En primer lugar la Iglesia es objetivamente santa porque es el cuerpo cuya cabeza es el
hombre-Dios.
-En segundo lugar es objetivamente santa porque posee la Eucaristía, que es por esencia
el Santísimo y el Santificante: todos los sacramentos son una derivación eucarística.
-En tercer lugar es santa porque posee de modo infalible e indefectible la verdad revelada.
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El primero en llamar a la Iglesia “católica” fue San Ignacio de Antioquia: “Donde
está el obispo allí está la comunidad, así como donde está Cristo está la Iglesia
Católica”. (La iglesia plenamente realizada)
En el relato del martirio de San Policarpo, discípulo de San Juan evangelista, obispo
de Esmirna, escrito por los presbíteros de su iglesia hacia el año 160, se utiliza el
término católico muchas veces referido a la iglesia “integridad”.
Lo esencial de ser católico es que cada una de las Iglesias que la componen realiza la
esencia de la misma Iglesia universal, en cuanto posee la plenitud de los medios de
salvación que Cristo la dio.
La nota de la catolicidad va unida a la unicidad. La Iglesia es católica y cada una de las iglesias
particulares.
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El Concilio Vaticano II dice que “este carácter de universalidad qué distingue al pueblo de Dios es
un don del mismo Señor con que la Iglesia Católica tiende, eficaz y perpetuamente a recapitular
toda la humanidad, con todos sus bienes, bajo Cristo cabeza de la unidad de su Espíritu” (LG 13)
Ortodoxos solo acepta los 10 primeros concilios el cuarto Concilio de Letrán ya no porque están
separados protestantes fidelidad a la escritura
Que la Iglesia es católica significa que es enviada todo hombre. La Iglesia asume lo noble, lo bello
y lo justo que se da en cada pueblo, purificándolo de sus errores y discernimiento los verdaderos
valores.
La Iglesia asume y purifica todo lo humano de toda cultura. Catolicidad significa también que le
Iglesia tiene que defender la diversidad legítima de las Iglesias locales, en plano cultural, litúrgico,
disciplinar y espiritual.
Pero también la catolicidad significa la tarea de integrar todas las Iglesias locales en la plenitud de
los medios de salvación. Por tanto, catolicidad entraña la tarea ecuménica. La Iglesia obra y trabaja
para que la totalidad del mundo se integra en el pueblo de Dios.
La catolicidad es también una tarea, de aquí el espíritu misionero y el deseo de llegar a todos los
hombres de todos los lugares, culturas y razas.
Mandato del Señor (Mt 28,20): 'Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que he
mandado' 'He aquí, estoy con ustedes todos los días, hasta el fin de los siglos. ”
Las autodenominadas "iglesias" protestantes, no poseen universalidad en ninguna de estas formas:
ni espacialmente porque no se extienden por todo el mundo; ni temporalmente porque sólo
existen desde hace unos pocos siglos; ni doctrinalmente, ya que se caracterizan esencialmente por
negar partes de la doctrina católica; ni espiritualmente ya que no poseen los siete sacramentos; ni
moralmente, ya que, en la medida en que no poseen todos los medios de santificación, no pueden
alcanzar la santidad. De hecho, ni siquiera reclaman el título de catolicidad llamándose a sí mismos
ni por sus fundadores, ni por su doctrina, ni por el lugar que los vio nacer: así los luteranos, los
calvinistas, los anglicanos, los metodistas, los cuáqueros, los hermanos moravos demuestran por su
nombre su origen puramente humano.
Pero, sobre todo es un valor, una realidad teológica. Es la universalidad del testimonio y del signo
eclesial del amor de Dios Padre que en Cristo crucificado y en la obra del Espíritu quiere restablecer
y, establece la unidad de la creación, quebrada por el pecado, llevándola a su plenitud.
"Católico" no aparece en las Escrituras, pero el significado del término se expresa en cada
pasaje donde se dice de la voluntad salvífica de Dios para todos:
- universalista es el horizonte de la alianza que Dios realiza con los patriarcas,
- Como también el "nuevo pacto" predicado por los profetas
- y la elección de la primera comunidad cristiana para abrirse posteriormente a los gentiles la
falta de respuesta por parte de Israel, de modo que - a pesar de la enseñanza y práctica de
Jesús de dirigirse a sí mismo “como oveja perdida de la casa de Israel "(Mt 15, 24)
35
- los acontecimientos de la muerte de Cristo en la cruz, la resurrección y el don "escatológico"
del Espíritu amplían la perspectiva de la misión, asignándola a todos. Es la oferta universal de
salvación en Cristo recapitular a toda la humanidad, a todos, en la unidad de su Espíritu.
La catolicidad es un don de Dios a la Iglesia, es una gracia (charis), una promesa, arraigada en el
misterio Trinitario de Dios creador de la humanidad "a su imagen y semejanza". Sin embargo,
… En virtud de esta catolicidad, cada una de las partes colabora con sus dones propios con las
restantes partes y con toda la Iglesia, de tal modo que el todo y cada una de las partes aumentan a
causa de todos los que mutuamente se comunican y tienden a la plenitud en la unidad… LG 13 c
(Leer también Ad gentes 36.)
36
San Cirilo de Jerusalén lo sintetiza admirablemente en su Catequesis 18, 23-25
El término CATOLICO, para el siglo IV , presente en Egipto, pasará del Símbolo de San Epifanio a
Niceno-Constantinopolitano, asumiendo cuatro significados fundamentales:
- el eclesiológico, por indicar la totalidad de las Iglesias;
- la polémica para designar la ortodoxia;
- el geográfico para decir el esparcido por la tierra habitada;
- el numérico, en el sentido de "más grande".
LG 13
“Este carácter de universalidad que distingue al Pueblo de Dios es un don del mismo Señor con el
que la Iglesia católica tiende, eficaz y perpetuamente, a recapitular toda la humanidad, con todos
sus bienes, bajo Cristo Cabeza, en la unidad de su Espíritu”
Que la Iglesia es Católica significa:
Que es enviada a todo hombre. La Iglesia asume lo noble, lo bello y lo justo que se da en
cada pueblo, purificándolo de sus errores y discernimiento los verdaderos valores (asume y
purifica todo lo humano de toda cultura).
Que tiene que defender la diversidad legítima de las iglesias locales en plano cultural,
litúrgico, disciplinar y espiritual.
Tarea de integrar todas las Iglesias locales en al plenitud de los medios de salvación.
Entraña la tarea ecuménica. La Iglesia obra y trabaja para que al totalidad del mundo se
integre en el pueblo de Dios.
La Catolicidad es una tarea, de aquí el Espíritu misionero y el deseo de llegar a todos los
hombres de todos los lugares, cultura o razas.
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- Catolicidad significa también que le Iglesia tiene que defender la diversidad legítima de las Iglesias
locales, en plano cultural, litúrgico, disciplinar y espiritual.
- Catolicidad significa la tarea de integrar todas las Iglesias locales en la plenitud de los
medios de salvación.
- Catolicidad entraña la tarea ecuménica
La Iglesia obra y trabaja para que la totalidad del mundo se integra en el pueblo de Dios.
- La catolicidad es también una tarea, de aquí el espíritu misionero y el deseo de llegar a
todos los hombres de todos los lugares, culturas y razas.
La I. Católica vive la paradoja de tener su centro por doquier, allí donde se celebra la eucaristía.
Pero a pesar de ello constituye un todo orgánico, es la cohesión de elementos diversos que
viven de un centro que los reconduce a la unidad y la armonía... La Eucaristía
La apostolicidad significa que la Iglesia está allí donde los sucesores de los apóstoles y el sucesor
de Pedro están en comunión con los orígenes.
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La sucesión apostólica es sucesión colegial
Un Obispo válidamente ordenado pero separado de las demás iglesias no es garantía de verdad.
Apostolicidad no es sólo validez sacramental, aunque al implica. Es sucesión fundamentalmente en
la misión, identidad de la fe y la unidad con la iglesia universal presidida por el Papa.
Se confiere al Obispo -en su ordenación- la función de enseñar, regir y santificar .
Protestantes al perder la sucesión apostólica han perdido apostolicidad, han roto la unidad con la
Eucaristía, tampoco perdura la función de los apóstoles sobre la eucaristía.
Para ellos la apostolicidad es una coincidencia con la Iglesia histórica. El misterio es una delegación
de la comunidad y no una transmisión apostólica.
APOSTOLICIDAD
Desde el primer momento se tuvo la apostolicidad como señal de la verdadera Iglesia. Tanto San
Irineo, Como luego Tertuliano y Hegesipo apelaban a las listas de la sucesión ininterrumpida desde
los Apóstoles. Igualmente, la Traditio apostólica, de Hipólito, año 215, dice que el obispo además de
la catolicidad por la unión a Roma al ser ordenado debe serlo por los obispos de las Iglesias vecinas
para manifestar su unidad apostólica
La comunión con los orígenes apostólicos implica la fidelidad de la Iglesia a la doctrina revelada por
Cristo y trasmitida por los apóstoles. La apostolicidad significa que la Iglesia está alli donde los
sucesores de los apóstoles y el sucesor de Pedro están en comunión con los orígenes. Cristo
constituyó su Iglesia sobre el fundamento de los apóstoles y por este fundamento sigue rigiendo a
su Iglesia. La Iglesia es apostólica porque conserva fielmente, por la gracia de Dios, la misión, la
doctrina y el ministerio que ha recibido de los apóstoles Además de la sucesión de los obispos por la
validez del sacramento, entraña también la fidelidad en la fe y la continuidad de la misión
apostólica La función de apóstol es única e intransferible, ya que ha sido testigo de Cristo y le
compete ser fundamento de la Iglesia, los sucesores, los obispos, deben construir sobre este
fundamento. Los apóstoles tenían el carisma de la revelación, que les permite tener una Tradición
normativa.
+ La sucesión apostólica opera por la consagración e imposición de manos, que confiere por el
Espíritu la tarea de enseñar, regir y santificar que se confiere al obispo. El Espíritu Santo confiere a
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la Iglesia la apostolicidad a través de los obispos, porque no es dado por un acto jurídico, sino por el
sacramento de la apostolicidad, el episcopado
Por eso, los protestantes al perder esta sucesión apostólica han perdido la apostolicidad, y han roto
la unidad con la Eucaristía por lo que tampoco perdura la función de los apóstoles sobre la
Eucaristía. Para ellos la apostolicidad es una coincidencia con la Iglesia histórica. El ministerio es una
delegación de la comunidad y no una transmisión apostólica.
De las cuatro notas hemos de ver la unidad y la santidad como esenciales, no puede haber una
Iglesia que no sea una o que no busque ser santa Mientras que la apostolicidad y la catolicidad son
notas más bien estructurales Pero son necesarias para la verdadera estructura de la Iglesia de
Cristo.
V) ESTRUCTURA JERARQUICA
JERARQUICA; Jerar – Arcos. Autoridad (poder) sagrada/
Jer : Sagrado / AR: arcon, arcos – orden
Hay personas que, para el servicio del Pueblo de Dios, algunas actúan in persona Christi.
Sólo podemos hablar de jerarquía como una autoridad puesta por Cristo en servicio del Pueblo
de Dios. No nace de una delegación democrática, sino como continuación de la estructura
apostólica que Cristo dio a su Iglesia. En este pueblo unos son “miembros”, otros en cambio
actúan “en persona de Cristo”; es decir representan a Cristo como Cabeza de su Cuerpo.
La Iglesia como pueblo tiene diversos ministerios que Cristo instituyó para bien de todo el
pueblo. Así se entiende la Jerarquía un servicio que se ejerce siempre en nombre de Cristo y
participando de su poder. La LG 18: Cristo estableció diversos ministerios, dirigidos al bien de
todo el pueblo”. Recordemos que Cristo eligió a los doce y que al frente de ellos puso a Pedro. Y
los apóstoles eligieron sucesores por la imposición de manos, para que continuasen su misión
hasta su muerte. (1 Tim 5,22; Tit 1,5)
Jesucristo edificó la Iglesia de la misma manera que Èl había sido enviado por el Padre y quiso
que sus sucesores fueran obispos, que fueran los perpetuos apóstoles de su Iglesia, y para que
el episcopado fuera uno e indiviso puso a Pedro a la cabeza de los demás apóstoles como
principio y fundamento, perpetuo y visible de la unidad de la fe y de la comunión
40
Los obispos hicieron sucesores y colaboradores a los sacerdotes, que dependen de ellos y están
unidos a ellos en el sacerdocio por virtud del sacramento del orden. LG 28. Y dentro de esta
jerarquía están también los diáconos, que se ordenan no en orden al sacerdocio, sino al
ministerio LG 29
La estructura jerárquica, poder sagrado que esto significa, es un poder que viene directamente
de Cristo, representado a su persona como cabeza de su cuerpo místico, para servir a la Iglesia
en la palabra, en los sacramentos y en su gobierno, es decir con la triple potestad de enseñar,
santificar y regir. Es un poder conferido por Cristo y no por la comunidad, que no puede
aumentarlo ni disminuirlo, como sucede en las sociedades democráticas.
Reciben esta facultad de servicio a través del sacramento del Orden Esta constitución jerárquica
en nada se opone a la responsabilidad que tiene todo miembro, todo bautizado, aunque varía
esta responsabilidad según la función que se tenga.
Ya Pedro Lombardo, aunque cogiendo lo de San Agustín, establece el concepto verdadero del
carácter, como potestad sobre el cuerpo de Cristo.
Es verdad que con relación a la Eucaristía el obispo tiene la misma potestad que el presbítero,
sería sólo superior en la línea de la dignidad, de la pastoral y de la misión.
El Concilio que enseña que el obispo actúa por Cristo y lo hace mediante el anuncio de la
palabra, los sacramentos y el gobierno. Presenta una verdadera paternidad en la Iglesia. Es el
“typos Patris” del que habla San Ignacio de Antioquia. (tiene personalidad distinta)
Para cumplir tan alta misión, el Concilio define que la consagración episcopal confiere en
“plenitud” el sacramento del orden y las palabras consacratorias, además de dar la gracia del
Espíritu Santo le imprime el sagrado carácter.” LG 21 (Carácter: poder, potencia de poder obrar)
41
Por la ordenación se recibe el carácter episcopal que le da la potestad sobre el triple ministerio.
Aunque el concilio prefirió hablar de “oficios”, En lugar de potestad para significar que se podía
tener esta función sin ejercerla.
Para que se pueda tener dicha potestad se debe añadir la determinación jurídica o canónica,
que le hace autoridad legítima.
Si no fuera sacramento el episcopado respondería sólo a una razón de utilidad: Al ser
sacramento se da una comunión más plena con el Papa y el colegio episcopal.
Por el sacramento participa del cuidado de toda la Iglesia y no sólo de la misión conferida.
Sólo los obispos pueden ordenar a otros obispos. En la Historia hay algunos casos dudosos de
ordenación de obispos por sacerdotes, por potestad especial algunos abades.
L.G. 21 Junto con la sacramentalidad el Concilio estudió la colegialidad de los Obispos. El Obispo
pertenece al colegio episcopal por su consagración sacramental y por la comunión jerárquica
con la cabeza y los demás miembros del colegio.
La LG 22. Dice: “Así como por disposición del Señor, Pedro con los demás apóstoles forman un
solo colegio apostólico, igualmente los obispos, sucesores de los apóstoles se unen entre sí y
con el Romano Pontífice, formando el Colegio episcopal.
Ya desde antiguo en la ordenación de un obispo participaban al menos tres para indicar esta unidad
colegial. La colegialidad episcopal no es una novedad del Concilio, arranca del Nueva Testamente y
de la Tradición. Ya el Vaticano I quiso estudiar la cuestión y preparó un esquema. Ya hemos
estudiado que Cristo escogió a los “Doce”, hizo a los doce dice Marcos, y así son designados, aunque
a veces falte algunos como Tomás y Judas en la Resurrección.
Así se dice: “Tomás, uno de los doce no estaba con ellos” Jn 20,24. Pero sobre todo se ve que
actúan como grupo jerárquico unido como grupo o colegio. Act 2, 14 y 42. Y toman decisiones en
conjunto para la creación de los diáconos Act 6,6.
Se resalta la función de Pedro para confirmar en la fe a los demás apóstoles y sobre el que edifica su
Iglesia.
Tanto Clemente Romano como Ignacio de Antioquia nos presentan al que ejerce el episcopado
consciente del origen apostólico de su cargo, los cual implica no sólo responsabilidad de su Iglesia
sino de las demás. Pero siempre concediendo la importancia capital a la sede de Roma.
San Cipriano ya utiliza las palabras “Ordo”,”collegium” y cuerpo para designar a el conjunto de los
obispos.
Octavi Milevi (Octavio de Mileto s. IV) emplea contra los cismáticos donatistas la expresión
“Episcopale collegium”.
42
El Vaticano II
No fue fácil las decisiones del Concilio ya que algunos creían que lesionaba la potestad del Romano
pontífice (al hablar de responsabilidad común) y además porque hasta entonces la potestad de
jurisdicción venía más del Papa que del Sacramento, se llegó a proponer que solo tuviera está
potestad cuando el Papa se la diera, pero no de forma perenne, pero luego se llegó a la decisión
que la consagración episcopal confiere de manera ontológica esa potestad aunque tenga que estar
regulada jurídicamente. El pertenecer al estado episcopal les confiere a los obispos una comunión
de una responsabilidad universal sobre toda la iglesia.
Es verdad que la famosa nota previa aclara que el colegio episcopal no ha de entenderse una forma
jurídica como si se tratara de una reunión de iguales en autoridad al que lo preside llega al colegio
en virtud de la consagración episcopal ya que confiere los tres oficios sagrados pero para que la
potestad entre en acto se requiere la designación canónica por parte de la autoridad legítima los
obispos tienen dentro del colegio una autoridad propia; es decir, que no son meros consultores del
Papa sino que unidos a él tiene una responsabilidad propia sobre toda la Iglesia.
El Concilio ecuménico es por antonomasia la realización de la colegialidad episcopal aunque no
puede haber Concilio ecuménico si no ha sido convocado por el Romano pontífice LG 22. Es una
prerrogativa Papal.
Paradigma del Concilio de Nicea 325 convocado por Constantino, acudieron unos 250 obispos que
casi todos eran metropolitas. Pero la presidencia fue de Ocio de Córdoba en representación Papa.
El Concilio XVI de Cartago (518) ya se consideró ecuménico por la aprobación del Papa Zósimo
desde entonces siempre fue así.
En definitiva, el Concilio Vaticano II presenta la existencia de dos sujetos de Suprema autoridad en
la iglesia: el colegio episcopal que nunca puede existir sin el Papa y el Papa.
(leer la Nota de LG)
El Papa ha ejercido a lo largo de la historia de la Iglesia la autoridad directa sobre todas y cada una
de las iglesias.
Clemente Romano ya lo hace sobre la iglesia de Corinto. Lo mismo el Papa Víctor I sobre la Iglesia
de Asia en cuanto a la fecha de la Pascua. Más aún hasta en el plano administrativo no eclesial sino
incluso político por diversas circunstancias también lo has ido muchas veces así.
En el siglo IX Focio patriarca de Constantinopla con el afán de limitar el absolutismo Imperial influye
en una eclesiología negativa hacia el papado contra Nicolás I, niega el primado de Roma y expresa
el deseo de la independencia de su sede. El poner también énfasis en el Filioque, aunque murió
unido a Roma, dio comienzo a un afán de Independencia que ya empezó en esos momentos de
forma de administrativa.
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Miguel Cerulario, patriarca de Constantinopla no envío la carta sinodal al Papa sobre su
nombramiento dejando la intención de separación. Fue enviado el cardenal Humberto que con
poca diplomacia empeoró la situación se llevó a la excomunión. Y el 24 de julio del 1054 se reafirmó
el cisma de la iglesia ortodoxa qué pone al colegio episcopal superior al Papa, el sínodo de
patriarcas tiene la potestad, afirman.
Edad Media.
Concepción teocrática de Gregorio VII (potestad del Papa sobre las autoridad humana: reyes…),
Inocencio III y Bonifacio VIII llevan a una visión humano política del papado.
Con Inocencio III (que aprueba las órdenes mendicantes ) se cambia la idea de sucesor de Pedro
por ser Vicario de Cristo se cambia la idea de sucesor de Pedro por el de Vicario de Cristo con el que
adquiere una autonomía cristológica directa.
San Buenaventura fue el gran defensor de la monarquía papal. todo el poder está en el Papa. Los
obispos tendrían poder en la medida que participe de lado del Papa (no tenían Clara la idea de lo
que hoy sí afirma: potestad directa de Cristo)
Ya vimos qué Santo Tomás de Aquino ponía en valor del episcopado y una jurisdicción recibida y no
en la sacramentalidad. El Papa tiene la plenitud de poder en el sentido eclesiástico, pero no en lo
temporal. El Papa es la autoridad Suprema en la doctrina.
Con Miguel Paleólogo VIII que había reconquistado Constantinopla se pretendió la unidad de los
ortodoxos: para ello Gregorio X convocó al segundo Concilio de Lyon (rumbo allá iba santo Tomas
de Aquino, pero murió en el camino, se golpeó con una rama y cayó del burro).
En la profesión de fe de Miguel paleólogo se proponía la cuestión del primado diciendo que Pedro y
sus Sucesores habían recibido la plenitud del poder. No fue admitida está profesión por la mayoría
de los monjes ortodoxos.
También el Concilio de Florencia (1439) trató de la unión con los ortodoxos se dio el decreto
“Laetentur” con la expresión del primado de Roma con total potestad. Tampoco llegó ahorro banco
reconocimiento de esta expresión.
El conciliarismo.
Es la doctrina que pone la potestad del Concilio sobre el Papa. Surge del cisma de occidente en el
que desde 1378 a 1417 hubo dos Papas y a veces tres al mismo tiempo. Se buscó con el Conc. de
Constanza arreglar la cuestión. Juan XXIII lo convocó con este fin. El habia renunciado en 1415,
esperando ser reconocido, pero no fue así.
Fue Juan Gerson el mayor propulsor de las ideas conciliaristas en Constanza. Aunque no pretendió
este Con. de Constanza una definición dogmática fue muy duro contra todo el que se pusiera por
encima de lo acordado en el Concilio.
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Nombrado Martín V no ratificó este Concilio. Pero en cambio el Concilio de Basilea (1431) ratificó
las tesis conciliaristas de Constanza. Sin embargo, fue rechazado todo en el Con. de Florencia en
1439. (Lutero niega la jerarquía).
Concilio Vaticano I
Lar ideas conciliaristas y galicanas fueron rechazadas por la Constitución "Pastor aeternus" de 1870.
Se afirmó la jurisdicción plena. Ordinaria e inmediata del Papa sobre la Iglesia universal.
Aunque hubo temor de separar demasiado al Papa de la Iglesia, y presentar a los obispos como
meros delegados del Papa. Igualmente se trató de evitar una declaración de infalibilidad absoluta,
en la que el Papa obrara independientemente del consentimiento de la Iglesia.
Pero el Papa sólo puede definir lo que ya está en la Escritura y en la Tradición. Luego no es
absoluta, pero si se afirmó que no había ninguna instancia superior.
Contra las posiciones galicanas se afirmó que las definiciones del Papa son irreformables,
La 'Pastor aeternus" asigna al Papa la finalidad de mantener la unidad de la Iglesia por medio de
episcopado. El primado es una verdadera potestad de jurisdicción entregada a Pedro para ser
entregada a sus sucesores.
El primado tiene una potestad universal ordinaria (que corresponde al Papa en virtud de su
función), inmediata (que no necesita de la autoridad del obispo para intervenir en su diócesis y
episcopal (de la misma naturaleza que la de los obispos.) (Los Obispos todo igual menos universal)
Pero esta potestad no menoscaba el poder jurisdiccional de los obispos, que apacientan y rigen sus
diócesis como verdaderos pastores establecidos por el Espíritu Santo.
En cuanto la infalibilidad del Papa dice el Concilio: "Que el Romano Pontífice cuando habla "ex
cathedra", esto es cumpliendo con su encargo de pastor y maestro de todos los cristianos, define
con autoridad suprema una doctrina de fe o de costumbre tiene que ser mantenida por la Iglesia
universal, en virtud de la asistencia divina que fue prometida a la persona de Pedro, goza de aquella
infalibilidad con que quiso el divino Redentor estuviera provista la Iglesia al definir una doctrina de
fe o costumbres. Las definiciones del Romano Pontífice son irreformables por sí mismas y no por la
aprobación de la iglesia" (D 3073 de Pastor Aeternus)
Los tres oficios pastorales que competen el Papa y a los obispos, y en grado subordinado a los
presbíteros. Son los medios para la realización de la misión conferida por Cristo para que todos se
salven por medio de la fe, del bautismo y del cumplimiento de los mandamientos. Esta misión
contiene la triple función de enseriar, santificar y regir.
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4.4.1. EL OFICIO DE SANTIFICAR
El oficio de santificar compete al obispo por ser el administrador de la gracia del supremo sacerdote
(LG 26), particularmente en la Eucaristía, que es el centro de la Iglesia particular que él preside.
Pero dan de muchas otras maneras la santidad de Cristo: por el ministerio de la palabra, por los
sacramentos, que ellos regulan su administración. LG 26
Pedro en Act 6,4 declara que ellos deben dedicarse principalmente a la plegaria y a la predicación.
El obispo ha de ser un hombre de oración como responsable de la salvación de sus fieles. Plegaria,
trabajo apostólico, predicación de la palabra: esta es la tarea santificadora del Obispo.
ESTUDIO DE LA INFALIBILIDAD
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Sujetos del Magisterio
Ordinario -El obispo en su diócesis (auténtico). Obediencia en la fe
-El Papa para toda la Iglesia (auténtico) obediencia religiosa de fe… encíclicas…
exhortación
-Los obispos dispersos por el mundo (pero unánime) (infalible)
Extraordinario — Papa cuando habla "ex cáthedra" (Infalible)
- Los obispos reunidos en el Concilio (ecumenico) (Infalible)
a) el obispo en su diócesis.
Un obispo por sí no tiene la garantía plena de la verdad si no está unido a lo que expresa el Romano
Pontífice o todos los obispos.
Las Conferencias Episcopales sólo tienen este magisterio auténtico si está respaldado por la
unanimidad de todos los obispos pertenecientes a la Asamblea, o a su mayoría si está refrendado
por la Santa Sede. (Motu proprio “Apostolos suos") porque las Conferencias Episcopales 2 no son
realización de la colegialidad episcopal, sino del espíritu de comunión y afecto.
b) EL PAPA
Otro sujeto del magisterio ordinario es el Romano Pontífice, que, como vicario de Cristo, enseña a
toda la Iglesia con sus encíclicas, constituciones y cartas apostólicas, motu proprio y locuciones.
Las Encíclicas es lo más importante de su magisterio y son magisterio auténtico, pero no infalible.
A este magisterio ordinario del Papa, aunque no hable "ex cathedra" se le debe prestar "un
obsequio religioso del entendimiento y de la voluntad, de modo que se reconozca como supremo
magisterio.
2
Surgen con el concilio Latinoamericano a inicio del s. XX, en Perú años ´30
47
Los teólogos sólo pueden personalmente poner en duda algo con el fin de seguir investigando.
Este magisterio ordinario y universal puede ser infalible cuando "dispersos por el mundo, pero manteniendo
el vínculo entre sí y con el sucesor de Pedro, convienen en un mismo parecer como maestros auténticos
sobre doctrina de fe y costumbres" (LG 25) Casos que se ha expresado esto públicamente ha sido la
declaración de la Asunción de la Virgen y la imposibilidad que tiene la iglesia de ordenar mujeres.
Sínodo de Obispos tampoco tiene infabilidad, lo que hacen es presentar al Papa las conclusiones para que el
él lo ofrezca como Magisterio ordinario. Los Sínodos no tienen Magisterio autentico, son solo consultivos
para ayudar al papa en su Magisterio auténtico.
La infalibilidad es la garantía de que la Iglesia transmitirá sin error la doctrina de Cristo, ya que le asiste el
Espíritu de la verdad (Jn 14,26)
Cristo exige que los hombres acepten el testimonio de los Apóstoles. “el que no crea se condenará" (Mc
16,16)
La Iglesia tuvo conciencia desde el principio, como afirma el concilio de Jerusalén, de esta prerrogativa al
afirmar: "Nos ha parecido al Espíritu Santo y a nosotros". De hecho, la Iglesia ha vivido el dogma de la
infalibilidad antes de formularlo.
Es cierto que sólo la palabra de Cristo es infalible, pero la Iglesia goza de este don en virtud de la promesa
del Espíritu Santo.
Pero esta prerrogativa no sólo es de enseñar sino también de creer, ya que la universalidad -de los fieles no
puede fallar en su creencia. Así como hay la infalibilidad en el magisterio a la hora de enseñar, toda la Iglesia
es infalible a la hora de creer. Dios no puede dejar a su pueblo en el error, el Espíritu Santo no puede guiar al
error.
Además, todo lo que enseña la infalibilidad pertenece ya a la fe de la Iglesia en cuanto se encuentra en la
Sagrada Escritura y en la Tradición. Y sólo es infalible cuando propone verdades sobre la fe y la moral, sobre
otros temas no tiene la asistencia del Espíritu Santo.
La infalibilidad garantiza la formulación de una verdad de fe, pero no implica que sea la más perfecta. En
definitiva, la infalibilidad es un servicio necesario que Cristo ha dado a la Iglesia para que no se desvíe de la
verdad.
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EL OBJETO DE MAGISTERIO
Es la doctrina relativa a la fe y a las costumbres.
Se ha distinguido entre Objeto primario: que hace referencia a las verdades que ya se encuentra
formalmente en la Sagrada Escritura o en la Tradición. Lo formalmente revelado puede ser explícito (Cristo
es hombre) o implícito (Cristo tenía pies)
Mientras que el objeto secundario serían las verdades que están virtualmente reveladas, es decir que, sin
estar formalmente reveladas, son conclusiones necesarias a partir de un hecho.
Es objeto de la infalibilidad no sólo las verdades del objeto primario, sino también las conclusiones
necesarias.
Cristo confirió su potestad a los obispos por medio de los apóstoles. Ellos han encomendado
legítimamente el oficio de su ministerio en diversos grados a diversos sujetos de la Iglesia.
Los presbíteros, aunque no tienen la cumbre del pontificado, en el ejercicio de su misión dependen
de los obispos, pero están unidos a ellos en el honor del sacerdocio. Son verdaderos sacerdotes
para predicar, apacentar a los fieles y para el culto.
Tienen en función del sacramento del Orden la misma potestad de los Obispos en cuanto la
Eucaristía y la Penitencia, pero siempre para su ejercicio necesitan de la jurisdicción del Obispo.
Unidos al obispo forman el presbiterio, y son los más directos servidores del Pueblo de Dios. Su
sacerdocio es esencialmente distinto y no sólo de grado del sacerdocio de los fieles.
Los presbíteros reciben una consagración y una misión que viene del Sacerdocio eterno de Cristo. El
presbítero se configura con Cristo, y actúa en su persona, a pesar de la infidelidad del ordenado. La
medida de la eficiencia del sacerdote es la fidelidad a Cristo, más que su santidad personal.
El presbítero, cooperador con el obispo en la misión recibida de Cristo, ejerce las funciones
ministeriales de la palabra, la santificación y el gobierno en nombre de la Iglesia.
El Concilio de Trento habló del sacerdocio en relación al sacrificio eucarístico y al perdón de los
pecados, en ello coinciden obispos y presbíteros.
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Pero también en la predicación el presbítero actúa en nombre de Cristo, ya que ha sido revestido de
su poder para transmitir su palabra
Es oficio propio del diácono la administración solemne del Bautismo, conservar y distribuir la
Eucaristía. Puede asistir en nombre de la Iglesia en los matrimonios, llevar el viático a los
moribundos, leer las Sagradas Escrituras, administrar los sacramentales y presidir los funerales.
LG 29. Teniendo en cuenta el valor de sus servicios y que en muchas regiones no hay quien
desempeñe estos ministerios. Pueden ser personas casadas si son de edad madura. Si son jóvenes
deben vivir el celibato.
Ya la Didajé y Papa Clemente Romano usan el nombre de diáconos junto con los obispos. Es San
Ignacio de Antioquía quien presenta ya al obispo, con su presbiterio y la ayuda de los diáconos.
50
- En el mundo cristiano pronto empezó a significar a aquellos que no son de la jerarquía.
- En Concilio Vaticano II define a "los laicos como -todos los fieles cristianos, a excepción de los
miembros que han recibido el orden sagrado y los que están en un estado religioso
reconocido". LG 31
El Concilio define de forma positiva y concreta al laico como "el creyente cristiano que, por el
bautismo, está incorporado a Cristo y forma parte del pueblo de Dios.
No ha recibido el Orden ni pertenece al estado religioso, pero participa de la función sacerdotal,
profética y real de Cristo.
Tienen como misión propia y peculiar ejerciéndola en medio del mundo el tratar de ordenar los
asuntos temporales según el espíritu del evangelio. Al laico le corresponde iluminar y ordenar los
asuntos temporales según el espíritu de Cristo. LG 31.
La Iglesia habla del laicado convencida de que los apóstoles no constituyen los únicos agentes de la
misión salvífica de la Iglesia. "La Iglesia no está verdaderamente formada, no vive plenamente, no
es señal perfecta de Cristo entre los hombres mientras tanto no exista y viva junto a la jerarquía un
laicado propiamente dicho." Vat. II.
Desarrollo:
No podemos olvidar que en la primitiva Iglesia fueron principalmente los seglares, mercaderes,
soldados, trabajadores los que extendieron y propagaron la Iglesia. Más tarde prevaleció el
elemento jerárquico, el clero y los monjes más espirituales, frente a los laicos que son más carnales.
Mientras que a los primeros se les da el modelo evangélico, los laicos viven de forma mundana y,
sobre todo, porque el orden temporal se ve sometido y subordinado al espiritual .
- En la Edad Moderna hay una disolución de la síntesis religioso-política y los laicos reclaman la
libertad total en asuntos de economía, arte, ciencias y política, que viven con una autonomía
total de lo religioso. (Sobre todo en el Renacimiento).
- En el siglo XIX se dio el florecimiento de organizaciones laicales de tipo caritativo, como las
Conferencias de San Vicente de F.Ozonam. León XIII impulsaría la responsabilidad de los
seglares en la cuestión social para dar soluciones cristianas a los asuntos sociales. (Rerum
Novarum: responsabilidad de los cristianos buscar soluciones cristianas a las dificultades.
- Con Pío XI comienza la promoción de los laicos en la Acción Católica como una participación de los
laicos en el apostolado jerárquico. Pero todavía tienen un sentido de suplencia o de auxiliares.
- Es con el Concilio Vaticano II cuando los seglares adquieren un sentido de responsabilidad apostólica y
una misión propia en la Iglesia, con plena autonomía de la jerarquía.
51
La misión de los laicos es una participación de la misión de la Iglesia, que han recibido en virtud del bautismo
y la confirmación para hacerla realidad en el mundo. LG 33. (Que el mundo glorifique a Dios)
Por el bautismo tienen la misión apostólica de forma propia, "en la medida del don de Cristo" siendo un
testigo e instrumento vivo en la misión de la Iglesia. Es propia esta misión por ser miembro de Cuerpo
Místico de Cristo por el bautismo. Y debe actuar así en las estructuras temporales, con toda responsabilidad
y generosidad.
Pero también puede participar del apostolado de la jerarquía. Así fue la Acción Católica de seglares que se
consagraban a esta acción apostólica en el mundo bajo la dirección de la jerarquía. Hoy esto se entiende más
como acción pastoral.
Hoy han surgido los movimientos laicales que representan una novedad en la configuración de la Iglesia.
Muchas veces son el lugar de la iniciación cristiana y poseen la conciencia de un modo nuevo de vivir el
seglar en la Iglesia.
Para su eclesialidad Juan Pablo II los sitúa en el orden del carisma. Y como criterio de reconocer su
autenticidad serán: el primado de la santidad, la fidelidad al Magisterio, la comunión con el Papa y el obispo
de la Iglesia particular y la participación en el fin apostólico de la Iglesia.
Después de Vaticano II, se habló de la "consecratio mundi" pero se temió en una sacralización del mundo, o
de clericalización de los laicos, por ello este término ya no se usa tanto.
Participa de la acción profética de Cristo en su misión de extender la Palabra de Dios. Lo hacen primero por
el testimonio de su vida, que es la palabra más elocuente. Pero también utilizando todos los medios que se
dan en su permanencia en el mundo, su trabajo y en especial los medios de comunicación social.
El laico no puede ser un monje en medio del mundo, sino que debe absorber, vivir y utilizar los mismos
modos de sus iguales en medio del mundo. Especialmente deben hacer apostolado en la familia y por la
familia. Defender la vida desde la generación hasta la verdadera muerte.
Por una parte, los laicos tienen derecho de ser atendidos por la jerarquía, sobre todo en la administración de
la palabra de Dios y los sacramentos.
Los laicos tienen que tener un sentido de generosa obediencia y ayuda a la Iglesia.
Pueden contribuir a la acción de la jerarquía en los consejos pastorales y parroquiales, así como en
comisiones de las Conferencias Episcopales.
Son de gran ayuda en las catequesis y preparación y celebración de la liturgia.
Pero cuando muchas veces, cuando faltan sacerdotes o diáconos asumen funciones de dirección, ejercen la
predicación o poseen funciones directivas se han dado abusos, que ha sido necesario que la Santa Sede
emitiera un Documento sobre "algunas cuestiones de la colaboración de los fieles laicos en el sagrado
ministerio de los sacerdotes" (15-8-1997) se puede ver en el siguiente enlace.
https://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cclergy/documents/
rc_con_interdic_doc_15081997_sp.html
Estos laicos participan de forma limitada y provisional del ministerio sacerdotal de la Iglesia. Participan de la
misión eclesial para el pueblo.
Ante la teoría de que estos seglares que participan de las funciones ministeriales quedan de algún modo
insertados en la misión que tiene su origen en Jesús, su misión no sólo tendría un valor jurídico sino también
teologal, además de la responsabilidad pastoral recibida del Obispo.
El Documento, después de distinguir entre el sacerdocio ministerial y el de los fieles, dice que el seglar no
queda constituido en pastor ni participa de la función de Cristo en cuanto cabeza del cuerpo místico y pastor
de la Iglesia.
52
El laico hace esta acción siempre como suplencia, y no puede ser llamado pastor o capellán.
No puede hacer la homilía en las celebraciones litúrgicas.
No forma nunca parte del consejo presbiteral, que es sólo para sacerdotes, pero puede participar del
consejo pastoral. (Diferenciar Pastoral: Misión recibida del Obispo y Apostolado: misión personal que se
recibe por el bautismo.
Nunca su autoridad puede prevalecer sobre el sacerdote que es el verdadero pastor y autoridad máxima,
aunque la mayoría del consejo parroquial o pastoral tenga una opinión contraria.
Un estado y forma de vida en la Iglesia con una significación especial son los religiosos. Hay toda una historia
en la Iglesia del desarrollo de los estados de perfección o vida religiosa.
En el siglo IV ya tenemos la figura de los padres del desierto, que abandonando el mundo tienen una forma
de vida monacal.
Luego ya se da esta vida en común con los monasterios y reglas como las de San Pacomio, San Basilio en
Oriente, y San Agustín y San Benito en occidente.
Su fundamento es la vivencia de los llamados consejos evangélicos con una entrega radical a Dios.
Se puede dar en la vida claustral de soledad o en la vida activa del apostolado. Hoy ha renacido la vida
consagrada en medio del mundo.
Aunque el estado religioso no es esencial en el ser de la Iglesia, la vida consagrada no forma parte de la
esencia de la Iglesia, son como parte integrante de una inmensa utilidad no sólo para la vida de la Iglesia,
sino sobre todo para la santidad de los fieles. Por eso no puede faltar nunca en la Iglesia.
Después de un Sínodo de Obispos, Juan Pablo II publicó en 1996 la Carta Apostólica "Vita Consacrata", sobre
el valor de la vida religiosa en todas sus formas.
La esencia de la vida religiosa radica en la identificación total con Cristo (Identificación cristológica), que
sólo es posible por una especial vocación y una particular llamada del Espíritu Santo (VC 14)
Su finalidad principal es marcar la prioridad de la vida en Dios, sobre todas las cosas. Es decir, manifestar la
superioridad de buscar el Reino de Dios por encima de todo lo creado.
La esencia, por tanto, de la vida religiosa radica en una especial consagración a Dios mediante un especial
seguimiento a Cristo con la práctica de los consejos evangélicos.
Lógicamente la vida consagrada no puede estar al margen de una vinculación con la jerarquía. Tienen una
vinculación con el Papa, que les puede eximir de la jurisdicción de los obispos y quedar sometidos sólo a su
institución. Esta exención no es en desmedro de la autoridad episcopal, sino para la eficacia de las
instituciones religiosas, que, sin embargo, nunca podrán ejercer su apostolado sin la venia del obispo.
53
*Siglo XII exentos de la autoridad del obispo.
La misión principal de los religiosos es mantener viva en los bautizados la conciencia de los valores
fundamentales del Evangelio, dando un testimonio vivo del espíritu de la Bienaventuranzas. Es una
manifestación de la primacía del amor a Dios sobre todas las cosas. Una respuesta generosa al amor de Dios
que se ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu. Es buscar sobre todas las cosas la santidad.
Es un testimonio de la fe en la transcendencia de la vida: dejar los halagos de la vida presente aspirando a la
felicidad del cielo.
En un mundo que ha perdido el rostro de Dios es urgente el testimonio profético de las personas
consagradas.
Su acción será la labor apostólica propia de su carisma: que puede ser tan diversa en la enseñanza, en las
misiones, en la salud, etc.
Pero también tienen una gran labor de ayuda a la jerarquía, ya que son ellos los que llegan muchas veces
donde la jerarquía no está establecida, como es en las misiones, pero también de suplencia en las parroquias
o trabajos diocesanos que pueden apoyar.
Sagrada Congregación Para Los Religiosos E Institutos Seculares Sagrada Congregación Para Los Obispos
Criterios Pastorales Sobre Relaciones Entre Obispos Y Religiosos En La Iglesia
Esta misión de la Iglesia en esencia consiste en perpetuar la obra de salvación de Cristo, con la
fuerza del Espíritu Santo, el cual permite aprender y comprender mejor la palabra de Cristo y le
impulsa con sus Carismas.
La misión de la Iglesia se cumple cuando obediente al mandato de Cristo y movida por la gracia del
Espíritu Santo, con la predicación del evangelio, con los sacramentos y demás medios realiza la
salvación obrada por Cristo.
Si la Iglesia es el sacramento de Cristo que opera la salvación, su misión no puede ser otra que
perpetuar en la tierra esta misma salvación.
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Esta misión no es monopolio de la jerarquía, sino que todos los fieles deben contribuir a ella. La
Iglesia no es un fin en sí misma, sino en cuanto es instrumento de la misión de Cristo.
Definir a la Iglesia como misión es definirla como instrumento de Cristo. No tiene razón en sí misma
sino como medio de salvación. Su misión nunca acaba y siempre está en misión.
El Reino de Dios es la salvación definitiva de Dios que llega por Cristo. Para el hombre implica la
donación de Dios por la gracia que le hace hijo de Dios, le libera del pecado y de la muerte.
El Reino de Dios se realiza con la gracia y coincide con ella. Es el amor y la misericordia divinas que
por iniciativa del Padre ha obrado Cristo, y que tiene una doble dimensión de la divinización del
hombre y de la liberación del pecado, del sufrimiento y de la muerte.
Cristo subraya el origen transcendente del reino al dar a entender que viene de lo alto y su venida
no se debe a los esfuerzos humanos.
Este Reino no tiene una venida espectacular como esperaban los judíos, el reino de Dios está entre
vosotros, dice el mismo Cristo. El Reino de Dios ha comenzado con Cristo, pero no tendrá su
consumación hasta el final de los tiempos.
Cristo manifiesta que ha llegado el Reino porque ha llegado la salvación y el amor del Padre.
Supone una comunicación de Dios con el hombre.
No se trata de la visión farisaica, de conseguirlo con el cumplimiento de unas obligaciones. En su
lógica Dios no podría amar a los pecadores, publicanos, o que no cumplen como ellos la ley.
Lo radical de la predicación de Cristo en la presentación como Dios misericordioso, que ama
gratuitamente a los hombres por encima de sus méritos.
Este Reino implica la donación de la paternidad de Dios en Cristo, pero supone la liberación del
pecado: "Si por el poder de Dios expulso a los demonios es que ha llegado a vosotros el reino de
Dios" (Mt 12,28). El reino de Dios es dominio de la gracia frente al dominio del pecado.
Veamos si el reino de Dios tiene alguna relación con la liberación social del hombre. Es verdad que
la conversión interior tiene como resultado la realización de la justicia. (Ejemplo: Zaqueo, parábola
de rico Epulón)
55
Pero el Evangelio nos presenta la liberación del pecado como algo prioritario. Así la Instrucción
"Libertatis Conscientia" : El sentido primero y fundamental de la liberación es el soteriológico: el
hombre es liberado de la esclavitud del mal y del pecado"
Pero la liberación implica también como consecuencia la liberación de las injusticias del orden
político-social que derivan del pecado. Es distinto progreso social que el Reino de Dios. Pero la
realización de la justicia no es ajena al reino de Dios. No se puede vivir la caridad sino se vive antes
la justicia. (Caritas in veritate, Benedicto XVI)
LA IGLESIA Y LA POLITICA
Jesucristo proclamó que su Reino no es de este mundo. Con estas palabras indica que no vino a
fundar un imperio al que debían someterse las naciones, ni a promover una institución o partido
socio temporal para buscar un poder humano, ni quiso hacer con su Iglesia una teocracia.
Las palabras de Cristo: "Dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", es un
compendio orientador de la relación de la Iglesia con los Estados y con la actuación política de los
fieles.
Por eso, la Iglesia no tiene una finalidad política en el sentido que se da generalmente a esta
palabra, no tiene como misión organizar la vida social de los pueblos, sino hacer presente a Cristo
difundiendo su palabra y sus medios de salvación eterna.
El mensaje del Evangelio, y por tanto la Iglesia aporta una sabiduría fundamental sobre el
ser del hombre y su destino, sobre la vida, pero no un conocimiento acabado de las soluciones en
las cuestiones temporales.
El mensaje del Evangelio aporta luz sobre las cuestiones básicas, sobre los principios éticos y
sobre las realidades últimas y trascendentes de la vida, pero no da soluciones técnicas a los
problemas temporales. De la Iglesia el cristiano recibe inspiración, impulso y principios, pero no
fórmulas confeccionadas para intervenir en el campo político y social.
La Doctrina Social de la Iglesia es el conjunto de principios con fundamento teológico que ordena
la conducta moral de los hombres en sus relaciones con los demás hombres. La Doctrina Social de la
Iglesia es parte integrante de su Magisterio sobre la doctrina que Jesucristo la ha encomendado, y
obliga a todos los fieles católicos, hasta el punto de que no deben apartarse de ella sin peligro para
su fe religiosa y su conducta moral.
Durante todo el siglo XX, desde la "Rerum Novarum" de León XIII hasta la "Centesimus Annus" de
Juan Pablo II, Caritas in Veritati de Benedicto XVI, la Fratelli tutti, Laudato si de Papa Francisco, los
Papa han estado muy presentes con su Magisterio en el orden social, sin que se inmiscuyeran en
cuestiones políticas.
3
La sharía es la ley islámica, que forma parte de la fe surgida del Corán y los hadices, los dichos y acciones del profeta
Mahoma. Su aplicación en la actualidad es objeto de disputa entre musulmanes conservadores y liberales, aunque
algunos aspectos son ampliamente aceptados, como su aplicación al sistema bancario.
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El Magisterio de la Iglesia precisa y aplica a lo largo del tiempo estas verdades y valores de ética
social universal a las situaciones concretas de los hombres, con el fin de ayudar a los pueblos y sus
gobernantes a organizar la sociedad de acuerdo a la Voluntad de Dios y a la ley natural.
El Magisterio de la Iglesia tiene derecho a intervenir en materia social porque, aunque su misión es
espiritual, sobrenatural, de ella se derivan principios y orientaciones capaces de dar solución a los
problemas sociales y guiar a los gobernantes por el camino del bien común.
Sólo la Iglesia es el sacramento de Cristo capaz de darnos la filiación divina y la liberación del
pecado.
Cristo es la única fuente de salvación. Y Cristo y la Iglesia forman una sola cosa. Así como Cristo es el
único mediador de salvación, así mismo la Iglesia.
El Concilio Vat. II afirma que "la Iglesia peregrina es necesaria para la salvación. (LG 14). Por eso,
"aquel que conociera la Iglesia católica como instrumento instituido por Cristo para la salvación y
rechazara entrar en ella, comprometería su salvación.
La iglesia es necesaria porque solo Cristo es mediador y Cristo está en la Iglesia como su cuerpo.
El mismo Cristo ha afirmado la necesidad de la fe y el bautismo que da la Iglesia como necesario
para salvarse. “El que cree y se bautice se salvará, pero el que no cree se condenará” Mc 16,16. Y lo
mismo: “Si alguno no nace del agua y de Espíritu no puede entrar en el reino de Dios” Jn 3,5.
La Iglesia es un medio necesario de salvación en cuanto Cristo la ha constituido con tal fin y la ha
hecho sacramento de salvación.
La fórmula “extra ecclesiam nulla salus” fuera de la Iglesia no hay salvación hay quo entenderla.
Ya aparece en San Irineo, cuando dice “que los que no se acogen a la Iglesia no tienen parte alguna
en la operación del Espíritu Santo”
- San Cipriano la afirma textualmente.
- San Agustín la empleo contra los donatistas, con el sentido de que no encontrarían otra
institución para ser salvos.
El Concilio Lateranense IV afirma: “Fuera de la cual no se salva absolutamente nadie” (Dz 802 )
Lo mismo el Con. de Florencia en el decreto pro jacobitas (Dz l35l)
Lo que afirma el “extra ecclesiam nulla salus” es que no hay más sistema de salvaci6n que la única e
indivisible Iglesia católica.
La Iglesia es la única institución fundada por Cristo para la salvación.
En la condena de rigorismo de Quesnel y en las Palabras de Pio IX, se afirma que, si no es culpable
de su error y lleva una vida honesta, puede llegar con la ayuda de la gracia a la vida eterna.
Igualmente, el Con. Vat. II ya en LG 16 cómo los que con sinceridad desconocen el evangelio de
Jesucristo y su Iglesia, pero buscan a Dios y llevan una vida honesta bajo el influjo de la gracia
pueden conseguir la salvación eterna.
Ya que toda gracia viene de Cristo, que nace en la Iglesia, pero esa gracia puede llegar a los paganos
por los caminos de la providencia de Dios.
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Juan Pablo II en lo “Redemptoris Missio” recalca la fe en Cristo como único medio de salvación.
Cabe en otras religiones en la medida, aunque no puedan ser comprendidas como paralelas o
complementarias, haya en ellas alguna “semilla del reino'’, pero no son camino de salvación en sí
mismas.
El Espíritu Santo puede dar su gracia también a otras personas que esté en otra religión LG 14.
- Concilio Vaticano II dice que se pueden dar algunos elementos positivos en religiones paganas
(leer NA2).
- A la vez que afirma la libertad religiosa de toda persona, que está fundamentado en la dignidad
de toda persona, y reconoce que la religiosidad natural de toda persona es algo que hay que valorar
positivamente. (cfr. Dignitatis Humanae 2)
Con la Encamación el Hijo de hombre está unido a todo hombre (cfr. GS 22), en cuanto al asumir la
naturaleza humana se hizo redentor de todos los hombres. Por ello el Espíritu Santo ofrece a todos la
posibilidad de salvación (Cfr. AG7)
¿Pero los libros, ritos, etc. de las religiones paganas tienen alguna relación con Dios?
El Concilio no afirma que otras religiones sean medio de salvación, sino que son solo como preparación para
el evangelio, que deben además ser sanada y purificadas. (cfr. AG 9)
- La *Redemptio missio (29) los califica de “preparación evangélica” Por ejemplo, el Islam no puede
acreditar que su revelación esté acreditada por Dios, Mahoma siempre responde con evasivas a
quienes les piden signos de que su revelación procede de Dios.
- La razón es que estas iniciativas vienen del hombre y no de Dios y sus libros no han sido
objetivamente establecidos por Dios.
Por ejemplo, El Islam: no puede acreditar que su revelación esté acreditada por Dios, Mahoma
siempre responde con evasivas a quienes les piden signos (milagros) de que su revelación procede
de Dios. Ante los judíos, responde: si los profetas dieron pruebas, por qué lo rechazasteis?)
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Distintas teorías ante las religiones
Hay hombres que de una parte se encuentran fuera del lazo comunitario de la Iglesia,
que no han sido alcanzados por el anuncio explícito del mensaje cristiano, o al menos
no de modo tal que la carencia del explícito ser-cristiano signifique para él una culpa
grave ante Dios, y que sin embargo de otra parte viven en estado de gracia.
Este hombre no cristiano, pero justificado, es tal a través de la gracia de Cristo y a
través de una fe, una esperanza y un amor que en cierto sentido pueden ser
calificados como específicamente cristianos.
Sobre los cristianos anónimos (no saben que son cristianos, pero lo son porque Cristo se ha unido a
todo hombre. Se da una existencia sobrenatural distinta de la gracia que vendría a ser como una
revelación trascendental, que sería distinta a la realizada explícitamente por Cristo.
Para Rahner Dios daría la salvación a todos los hombres en su propia intimidad personal. En
cambio, la gracia la encuentra por la Encarnación de Cristo.
Para él hay una elevación natural de la persona humana capaz de orientarse hacia la visión de Dios.
Dios da al hombre una auto comunicación, tendencia natural trascendental para unirse con Dios.
Hay una orientación permanente hacia la visión beatifica.
Si hay la necesidad de la fe y por otra parte la voluntad salvífica universal de Dios, debe existir una
gama de pertenencia a la Iglesia desde un cristianismo pleno a otro más o menos implícito. El
pagano es alguien que se mueve hacia la salvación es un cristiano anónimo.
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2. Que Dios puede dar gratuitamente la gracia sin necesidad de que el hombre posea una
realidad ontológica que Io capacita para la gracia.
V. DIMENSIÓN ESCATOLOGICA DE LA
IGLESIA
La 'misión de la Iglesia no termina en este Mundo. Se desarrolla aquí con la finalidad de conducir a
todos los hombres a la salvación eterna.
La iglesia está destinada a desaparecer en la forma exterior, como pasa la figura de este mundo.
Pero está destinada a permanecer para siempre en su esencia como comunidad salvada por Cristo
La salvación eterna no puede hacernos olvidar las exigencias del amor y de la justicia aquí en la
tierra, pero tenemos que recordar que nada nos sirven los logros humanos aquí en la tierra si, por
vivir en pecado, perdemos la salvación eterna.
La “Lumen Gentium” al hablar de la dimensión escatológica de la Iglesia, viene a decir que con
Cristo ya ha llegado la plenitud de los tiempos, pero aun el reino no se alcanza en su plenitud, por lo
que la Iglesia anda peregrinante por la esperanza del reino de los cielos.
En el cielo, la Iglesia será llevada a su plena perfección, pero la Iglesia es consciente de que cada
uno ha de pasar por el juicio de Dios, al cual tendremos que dar cuentas de nuestras obras,
terminado el único plazo de nuestra vida terrena. Y al final, con la l legada ultima de Cristo tendrá
lugar la resurrección de nuestro cuerpo. (LG 48)
a. MARIA Y LA IGLESIA
Por eso la Iglesia ve en María el camino a seguir y espejo para mirarse, ya que es arquetipo y
modelo según el cual Dios ha plasmado su Iglesia y el esplendor acabado de perfección al que la
Iglesia tiende.
Es un título con el que el Concilio reconoce a María “excelsa hija de Sion” “en la que se cumple la
plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva economía, cuando el Hijo de Dios asumió en ella la
naturaleza humana”.
- Las mujeres santas del A.T. son figura de María
- Este título ya es utilizado por los profetas (Za 9,9; Mi 4,10; Jr 2,31)
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- María es Israel diciendo sí a Dios.
María resume las figuras y anhelos del pueblo de Israel. Eva, Judit, Rebeca, Betsabé, etc. son figuras
de lo que será María.
María diciendo el sí de Israel, no busca una reivindicación nacional o político, sino que expresa la
esperanza de salvación del pueblo elegido.
- María dice que sí a los planes de Dios y representa lo mejor de la fe de Israel, el cual se abandona
por medio de ella a los planes del Salvador.
5.1.2. MADRE DE LA IGLESIA
María no solo es Israel que dice que sí a Dios, sino el primero y principal miembro de la Iglesia.
Es miembro de la Iglesia, salvada por Cristo de forma eminente, hermana nuestra en la fe, nuestra
madre. (Madre de todo el Cuerpo)
Ser nuestra madre no es una metáfora. María es madre nuestra por ser Madre de Cristo, cabeza de
su cuerpo místico. “María por ser madre de Cristo es madre de todos los fieles y los pastores, es
decir, la Iglesia”. Pablo VI
Dice Vaticano II: “porque cooperó con su caridad a que los fieles naciesen en su Iglesia”.
No solo se compadeció del sacrificio de su Hijo, sino que se asoció positivamente a Él. Así es Madre
porque cooperó en nuestro nacimiento a la gracia.
La Maternidad de María no viene a oscurecer la Paternidad divina, sino a reafirmarla, ya que su
maternidad es un don de la paternidad de Dios. María en el cielo sigue siendo nuestra intercesora.
LG 62
“María debe ser cada vez más la pedagoga del evangelio para los hombres de hoy”. (J. Ratzinger,
Informe sobre la fe, 1985)
María nos ayuda a comprender el evangelio, ya que encierra el espíritu de los “anawin” de los
hombre y mujeres del Antiguo Testamento, que eran los que confiaban en Dios totalmente.
Toda la fe de Israel estuvo pendiente de la fidelidad de María, cuando el pueblo la había perdido.
Fuerza de la fe de María, a pesar de su dificultad. Tuvo que ir descubriendo que el mesianismo de
su Hijo pasaba por la cruz y culminaba en la cruz.
María es la vanguardia de la Iglesia. Los discípulos se habían ido el Sábado Santo, todos
escandalizados de la cruz. María mantiene firme su fe y su esperanza.
María sigue también en medio de la Iglesia el día de Pentecostés. Y desde entonces la Iglesia
camina con María, buscando en ella la fuerza y el ejemplo de fidelidad. Ella sigue siendo guardiana
de la fe de la Iglesia. “Peregrina de la fe” (LG 58)
María viene a ser la intérprete del evangelio y de la misma Iglesia. En ella la iglesia contempla lo
que el hombre es capaz de hacer con la gracia de Dios.
61
La Iglesia tiene su fase escatológica en el Cielo. Y allí en la eternidad será la Iglesia triunfante. La
Iglesia desaparecerá en su fase misionera. Es decir, en su acción terrena.
Sin embargo, ahora hay también una conexión e interacción entre los santos, fieles que ya gozan de
la visión beatifica y los que todavía peregrinan en la tierra en la Iglesia propiamente dicha.
Son a la vez los santos: intercesores y modelos. No hay ninguna adoración, solo una veneración
por sus méritos (por su ejemplo e intercesión) pero siempre referido hacia Dios mediante Cristo.
La Iglesia beatifica y canoniza a algunos para mostrar a los fieles una esperanza grande, de que
hombres y mujeres con su misma o menor capacidad, con los mismos medios de la Iglesia y en la
Iglesia han llegado infaliblemente a la Santidad y están gozando eternamente de la visión de Dios.
También la Iglesia en la tierra goza de los méritos superabundantes de los santos y los distribuye a
los fieles en forma de indulgencias.
62
Otras Temáticas
1. LA IGLESIA Y EL PODER TEMPORAL
El Vaticano II opta por una solución práctica al afirmar que la Iglesia y la sociedad civil, con sus organismos de
dirección, son dos sociedades distintas y autónomas, pero que la Iglesia se reserva el derecho de intervenir
en la vida pública para defender la trascendencia de la vida humana y los valores morales (GS 76)
- Es verdad que la actuación del cristiano en el mundo social y público no tiene que ser explícitamente
cristiano, tiene una autonomía en las cuestiones temporales, pero debe actuar siempre según los principios
cristianos y defenderlos. No puede quedar encerrada la fe en la vida privada de cada uno.
La Iglesia y la sociedad civil son autónomas e independientes: la Iglesia procede de institución divina y el
poder civil nace de la naturaleza social del hombre, basándose en el derecho natural.
Si bien la autoridad civil nace de la voluntad popular, nunca puede ejercerse de forma despótica, sino en el
reconocimiento de los derechos de todos, con el respeto a la dignidad de todas las personas y a su libertad
religiosa.
Los cristianos deben estar presentes en las estructuras sociales y políticas a título personal, sin representar a
la Iglesia, pero como cristianos defendiendo los principios cristianos y dirigiendo las estructuras humanas
según la voluntad de Dios.
El problema radica en que en este tiempo los Papas tenían una configuración monárquica, que le hacía
soberanos temporal y políticamente.
Con la paz de Constantino (315) la Iglesia pasa de ser perseguida a ser la religión oficial y favorecida del
Estado. Con ello, la Iglesia se identifica en parte con Imperio.
Hasta Teodosio se mantienen las demás religiones, pero con este emperador pasan a la ilegalidad. Los
Obispos llegan a ser verdaderos funcionarios del Imperio, y el emperador solita poderes religiosos, como
convocar los Concilios. Emperador aparece como protector de la Iglesia.
El Pueblo cristiano pasa a ser un concepto cultural y sociológico. El No cristiano pasa a ser enemigo político.
Con el Papa Gelasio, a fines del siglo V, se habla claramente de la separación de los dos poderes. Pero el
Papa Gelasio no reivindica para si el poder temporal, sí la sujeción del príncipe en lo que atañe su acción
religiosa.
Per o en la Edad Media se da la teoría del poder directo de la Iglesia en los asuntos temporales. Se llega a
admitir la intervención política para hacer cumplir las decisiones de la autoridad eclesiástica: así la iglesia
puede apoyarse en la espada para conseguir fines espirituales. Para salvar lo espiritual se termina
sometiendo a lo espiritual.
a ) Gregorio VII. Monje Hildebrando. Su gran preocupación por las cosas de Dios lo lleva a tener una
Concepción teocrática de la sociedad.
- Prohibición de las investiduras laicas (1077)
- Sentido de unicidad de los dos poderes (el poder civil debe ayudar también a los hombres a salvarse)
que deben servir a la misma causa, y por esto, la primacía de la Iglesia.
63
El ideal cristológico domina su pensamiento. La “universalis ecclesia” engloba el sacerdocio y la realeza, pero
es superior el sacerdocio. Al designar al Papa como Vicario de Cristo, le asigna un poder total que deriva del
“atar y desatar”.
Distingue los dos poderes, pero al servicio de unidad espiritual.
2. La distinción de poderes
a) Santo Tomás:
Acepta la autonomía del poder temporal. A pesar de la superioridad de la autoridad espiritual sobre la
temporal, ésta no tiene que depender en modo alguno de aquélla. Santo Tomás funda en la naturaleza no en
la gracia, el poder temporal, sin embargo, en ciertos asuntos puede pasar por encima la potestad eclesiástica
sobre la civil si es en bien de la salvación de las almas. (La autoridad civil está fundamentado en la
naturaleza. La autoridad eclesiástica en la gracia)
b) Juan de París
Escribe en 1302 "De potestate regía et papali", donde basándose en Santo Tomás distingue el poder
eclesiástico del civil, fundamentando éste en el derecho natural.
La distinción entre lo natural y lo sobrenatural. Lo lleva a la distinción entre lo temporal y lo espiritual.
El poder civil no está subordinado al eclesiástico. El soberano es ministro de Dios, no del Papa. Esta teoría se
llama del poder directivo, ya que no queda el civil limitado por el espiritual
3. La Ilustración
El renacimiento es una valoración del hombre y todo lo del hombre. Si el luteranismo trajo el principio de
subjetividad, fue el siglo XVIII quien lo llevó a la cumbre con la Revolución francesa.
Los principios básicos de la Ilustración son:
-Positivismo liberal que solo acepta el conocimiento empírico.
-Niega la existencia del pecado original y el hombre por naturaleza es bueno (Rousseau)
-Sentido deísta. Dios no interviene
-Moral totalmente autónoma, sin ley natural.
-La potestad civil sobre la eclesiástica. Cesaropapismo. Luteranos y anglicanos, jefes de Estado, jefes de la
Iglesia. El poder viene del pueblo.
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5. De Pio XII a la Gaudium et Spes
a) Pio XII con sus radiomensajes busca la ordenación social, después de las dos Guerras Mundiales.
Si el sujeto se elige por la democracia su poder viene de Dios, es originariamente del pueblo no de la masa.
El poder eclesiástico es distinto del civil, ya que no deriva del derecho natural, sino de un acto positivo de
Dios más allá del carácter social del hombre.
En este tiempo se distinguió J. Maritain con su posición jerárquica-espiritual, defendiendo la autonomía civil
de la eclesiástica, con un sentido sacral de lo temporal, siendo lo temporal un medio para lo espiritual.
b) Pacem in terris, de san Juan XXIII en 1963
Toda persona posee una naturaleza con inteligencia y voluntad, de la que emana una serie de derechos,
entre ellos el de participación política y el de libertad religiosa, derechos a los que les corresponde unos
deberes. Todos los hombres son por dignidad natural iguales entre sí.
La autoridad no es una fuerza física, sino que tiene que apelar a la conciencia del individuo.
La autoridad viene de Dios, porque sólo Dios puede someter la conciencia humana, por ello, los
gobernantes pueden mandar cuando su autoridad está unida a Dios.
Afirma el valor de la democracia como división de poderes, que tienen que guiarse por las normas morales
(cfr. PT 69).
El bien común lo pone como fundamento de toda acción pública (Cfr. PT 58)
Se recomienda la elaboración de una constitución Política (PT 76)
Los cristianos en la vida política han de evitar siempre la incoherencia entre la fe y la conducta (cfr. 152)
pueden colaborar con no cristianos en la prosecución de la justicia y la paz.
C) Vaticano II
Sobre todo, su doctrina está en la GS.
Funda la vida civil y política en los derechos de la persona (GS 73)
En la dignidad de la persona y el bien común "que es conjunto de condiciones de vida social por la que el
hombre, la familia y las asociaciones llegan a su mayor perfección (de PT)
De la diversidad de pareceres se llega a la elección de una autoridad que dirija a todos hacia el bien común.
La autoridad que debe obrar como fuerza moral. Leer GS 74
Hay variedad de formas de gobierno según la cultura y la historia de cada uno. Hay variedad de enjuiciar los
problemas sociales.
La comunidad política y la Iglesia son independientes y autónomas en su propio terreno, aunque ambas
están dirigidas al mismo bien del hombre. Se requiere una cooperación de ambas.
El Concilio Vaticano II también publicó la "Dignitatis humanae" sobre la libertad religiosa. No es
indiferentismos sino falta de coacción externa para el ejercicio de la vida religiosa.
El Estado puede ser o no ser confesional, pero respetar siempre la libertad religiosa. Este derecho está
fundado en la dignidad misma de la persona humana. Esto ha de ser reconocido en el ordenamiento jurídico
de la sociedad = Derecho civil. (cfr. DH 3)
El cristiano no debe prescindir nunca en la vida pública de su inspiración cristiana. “Es importante la
presencia de los católicos en el mundo social y político donde se tomas decisiones que conciernen a la vida y
al futuro del hombre”. (J.A. Sayes, La Iglesia de Cristo)
“¡Salid, pues, a la calle, vivid vuestra fe con alegría, aportad a los hombres la salvación de Cristo que
debe penetrar en la familia, en la escuela, en la cultura y en la vida política!” (San Juan Pablo II,
mensaje a los seglares en la Catedral de la Almueda 1993)
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2. LA ECLESIOLOGÍA DE PAPA FRANCISCO4
1. Una Eclesiología del pueblo de Dios
2. Una Eclesiologia de una Iglesia “en salida”
3. Una Eclesiología Cristocéntrica
4. Una Eclesiologia de una Iglesia madre, misericordiosa y samaritana
5. Una Eclesiología de una Iglesia en conversión pastoral y estructural
6. Conclusión: hacia una Eclesiología de la comunión eclesial “poliédrica” (EG 236), como “pueblo
con muchos rostros” (EG 115-118), de “multiforme armonía” (EG 117) y como “unidad en la
diferencia” (EG 139)
El Papa francisco va en Profunda sintonía con la renovación eclesiológica ofrecida por el Vaticano II.
“la imagen de la Iglesia que más me gusta es la del santo Pueblo fiel de Dios. Es la definición
que más empleo yo y está tomada del número 12 de la Lumen Gentium. La pertenencia a un
pueblo tiene un fuerte valor teológico. Dios, en la historia de la salvación, ha salvado a un
pueblo. No existe una identidad plena sin pertenencia a un pueblo. El pueblo es sujeto. La
Iglesia es el Pueblo de Dios caminando en la historia, en medio de alegrías y de dolores”
(entrevista concedida al periodista Spadaro)
En este contexto de la eclesiología del Pueblo de Dios el Papa Francisco presenta de una forma
teológica realmente original la justificación de la “piedad popular”, refiriéndose además y por
cuatro veces al Documento de Aparecida subraya que “en este amado continente, donde gran
cantidad de cristianos expresan su fe a través de la piedad popular, los Obispos la llaman también
“espiritualidad popular” o “mística popular”.
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surge esta expresión partir del “dinamismo de «salida» que Dios quiere provocar en los creyentes”,
tal como puede verse en las vocaciones de Abrahán, Moisés y Jeremías, y, particularmente, en la
misión que Jesús confía a sus discípulos al decirles: “id a todo el mundo, a anunciar el Evangelio”
(Mc 16; Mt 28).
Por esto esta misión comporta “’salir’ de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las
periferias que necesitan la luz del Evangelio” (EG 20), siendo así fi eles al envío misionero de Jesús.
En definitiva se trata de tener presente la afirmación conciliar de que “la aportación de la Iglesia al
mundo le viene de su ser sacramento de salvación” (GS 45).
“La Iglesia «en salida» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia los demás para llegar a las
periferias humanas no implica correr hacia el mundo sin rumbo y sin sentido. A veces es como el
padre del hijo pródigo, que se queda con las puertas abiertas para que, cuando regrese, pueda
entrar sin dificultad” (EG 46).
En la Amoris Laetitia se hace explícita esta Iglesia “en salida” con la famosa formulación de
Francisco del “hospital de campaña” al comentar que “no olvidemos que, a menudo, la tarea de la
Iglesia se asemeja a la de un hospital de campaña” (AL 291).
Papa Francisco al “Congreso de la Grandes Ciudades” (27.XI.2014) presenta dos formas de esta “salida”:
1. Salir para encontrar al Dios que vive en la ciudad y en los pobres
2. La segunda forma de “salida” es convertirse en una Iglesia Samaritana
En el lenguaje del Papa Francisco el centro de la Iglesia se encuentra en el Evangelio: un Evangelio que
etimológicamente es fuente de alegría y de gozo. Y esto porque “con Jesucristo siempre nace y renace la
alegría” (EG 1).
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3. LA SINODALIDAD EN LA VIDA Y EN LA MISIÓN
DE LA IGLESIA
Para tener los conceptos generales de todo sínodo, resulta muy útil el documento preparado por la
COMISIÓN TEOLÓGICA INTERNACIONAL, presentado a la Congregación para la Doctrina de la fe y
recibido el parecer favorable del Santo Padre, el 2 de marzo de 2018.
En ese documento encontramos desarrollado lo que aquí se presenta como índice.:
EL KAIRÓS DE LA SINODALIDAD
Sínodo, Concilio, sinodalidad
Comunión, sinodalidad, colegialidad
Un vislumbre de novedad en la línea del Vaticano II
Objetivo y articulación del documento
CAPÍTULO 1.
LA SINODALIDAD EN LA ESCRITURA, EN LA TRADICIÓN, EN LA HISTORIA
CAPÍTULO 2
HACIA UNA TEOLOGÍA DE LA SINODALIDAD
2.1. Los fundamentos teologales de la sinodalidad
2.2. El camino sinodal del Pueblo de Dios peregrino y misionero
2.3. La sinodalidad, expresión de la eclesiología de comunión
2.4. La sinodalidad en el dinamismo de la comunión católica
2.5. La sinodalidad en la tradición de la comunión apostólica
2.6. Participación y autoridad en la vida sinodal de la Iglesia
CAPÍTULO 3
LA REALIZACIÓN DE LA SINODALIDAD:
SUJETOS, ESTRUCTURAS, PROCESOS, ACONTECIMIENTOS SINODALES
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3.1. La vocación sinodal del Pueblo de Dios
3.2 La sinodalidad en la Iglesia particular
3.2.1 El Sínodo diocesano y la Asamblea eparquial
3.2.2 Otras estructuras al servicio de la vida sinodal en la Iglesia particular
3.2.3 La sinodalidad en la vida parroquial3.3 La sinodalidad en las Iglesias
particulares a nivel regional
3.3 La sinodalidad en las Iglesias particulares a nivel regional
3.3.1 Los Concilios particulares
3.3.2 Las Conferencias episcopales
3.3.3. Los patriarcados en las Iglesias orientales católicas
3.3.4 Los Consejos regionales de las Conferencias Episcopales y de los
Patriarcas de las Iglesias católicas orientales
CAPÍTULO 4
LA CONVERSIÓN PARA UNA SINODALIDAD RENOVADA
CONCLUSIÓN
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