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La conciencia es un estado fisiológico del sistema nervioso que varía según el dominio
temporal y espacial de sus operaciones neuronales, permitiendo finalmente la aparición de
conductas complejas y conscientes. Estas conductas complejas pueden ser cubiertas
(pensamientos) y no cubiertas (conductas motoras), y se pueden medir tanto a través de la
observación directa del comportamiento como por neuroimagen funcional de la actividad
cerebral relacionada con la tarea. (Dominguez, 2019).
La consciencia a través de la red talamocortical puede activar una secuencia de redes que
permiten la integración de la información, para que así la persona tenga consciencia de su
conducta.
Según Domínguez “La experiencia de conciencia es la habilidad que tiene cada persona de
percibir tanto sus propios estados internos como los estímulos ambientales y de poder
operar sobre ellos”. (2019, pág. 1).
Los distintos procesos que se llevan a cabo para generar la consciencia están implicados
directamente con la conducta humana, como funciona, en que se relaciona y cómo afecta,
dado que si alguna de las partes anteriormente mencionadas sufren cambios o alteraciones
pueden afectar directamente la consciencia y el nivel de consciencia en el que se encontrara
la persona, no solo afectando la percepción, sino todos los procesos, cognitivos, de
aprendizaje, memoria, emociones, pensamientos, sentimientos, etc. Es decir quedaría la
persona en un estado en el cual no estaría siendo responsable o consciente de sus actos,
como lo es en el caso de las personas que tiene patologías que alteran su consciencia y no le
permite percibir la realidad como realmente es; hablamos de la personas con trastornos,
problemas psicóticos, enfermedades como la esquizofrenia o personas que sufren de
demencia, quienes no son capaces de percibir realmente lo que sucede porque su estado de
consciencia o su consciencia como tal se ve afectada por estos sucesos.
Podemos concluir que la consciencia es un parte esencial para los seres humanos, pues es lo
que nos diferencia de los demás seré vivos en el mundo, sin embargo el proceso por el cual
esta se produce es complejo, porque como todo proceso son conjunto de operaciones
coordinadas, es decir en el caso de la consciencia, no solo depende del córtex posterior que
es la parte donde neuroanatomicamente esta se produce sino también de mecanismos
neurofisiológicos como la estructura talamocortical y sus núcleos que permiten regular
funciones de aprendizaje, motora, de atención etc., lo cual nos hace darnos cuenta que la
consciencia no se genera por si sola es un trabajo cooperativo de distintas partes del cerebro
que permiten que este pueda llevarse a cabo. Podemos resumirlo como un trabajo en equipo
de redes interconectadas que comparten informacion a los distintos sitios donde se crean
estímulos que contribuyen a la generación de la consciencia, que permite llevar acabo las
diferentes conductas, pensamientos, emociones, en cada ser humano.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS