Está en la página 1de 43

LA PRUEBA

 
La prueba: concepto, objeto, naturaleza jurídica y oportunidad de la prueba;
Los actos de prueba; El fin y el resultado de la prueba: La verdad procesal;
La certeza material y la prueba; Elementos de la prueba: El objeto, La
fuente de Prueba: el órgano y el medio de prueba; La anticipación de la
prueba; Naturaleza de la prueba anticipada; El Valor Probatorio de la
Prueba Anticipada; La dicotomía de la prueba; Los Sistemas de Valoración
de La Prueba: La Prueba Tarifada, La libre convicción y La Sana
Crítica; El conocimiento personal o privado del juez sobre los hechos.

La prueba: dentro de la actividad probatoria, la prueba es el elemento


material que permite crear un determinado conocimiento judicial. Dentro
del proceso penal venezolano, en la fase de juicio oral, la ley establece a las
partes la carga de demostrar al juez la verdad de los hechos alegados, su
existencia o contenido quedaran fijados en la conciencia judicial, según la
eficacia de los medios y el debate que de ellos se haga.
 
Concepto de prueba: la palabra prueba en sentido estrictamente
gramatical, expresa la acción y efecto de probar y también la razón,
argumento o instrumento u otro medio con que se pretende mostrar y hacer
patente la verdad o falsedad de un hecho o cosa. Etimológicamente la
prueba, proviene del latín probo, bueno, honesto y probandum,
recomendar, aprobar, experimentar, patentizar, hacer fe. La prueba es un
elemento esencial del juicio, porque en él es necesario demostrar, por una
parte, la existencia de los hechos en que los litigantes fundan sus
pretensiones y por otra, la verdad de las afirmaciones y razonamientos
formulados en ellas.
 
La prueba, es el medio y la forma que oportunamente ofrecido, admitido,
recibido, debatido y evaluado en la etapa del juicio oral, será el elemento
lógico que permita dar sentido a la sentencia dictada por el juez.
 
El objeto de la prueba: En términos generales el objeto de la  prueba
consiste en demostrar la existencia o inexistencia de un hecho, por lo tanto
todo lo que pueda ser objeto del conocimiento y que se alega como
fundamento del derecho que se pretende, debe ser entendido como objeto
de la prueba. Los hechos que deben probarse son aquellos del cual surge o
depende el derecho discutido en un proceso y que resultan determinantes en
la decisión del mismo.
 
Es así que, en ocasiones ciertos hechos sirvan sólo para llegar al
conocimiento de otros que resultan creadores de la convicción en el juez
del acaecimiento de estos. En tal sentido el sentenciador, deberá resolver
sobre la prueba de hechos que hayan sido expuestos en la correspondiente
demanda, como también sobre aquellos que sean conducentes a la
demostración de los hechos alegados por las partes.
 
De igual manera hay determinados hechos cuya prueba no resulta
necesaria, como lo serían aquellos confesados o admitidos por las partes.
También es innecesaria la prueba de los hechos notorios, entendiendo como
tales aquellos cuyo conocimiento forma parte de la cultura normal propia
de un determinado círculo social en el momento en que la decisión se
pronuncia, por lo que pueden ser de muy variada índole, pero su principal
característica es que estos son del dominio público, en el sentido de que
nadie lo pone en duda.
 
En el mismo orden de ideas, aquellos hechos que no estén relacionados con
las afirmaciones que se discuten en el proceso, es decir que carezcan de
pertinencia no requieren ser probados.
 
Para Devis Echandia por objeto de la prueba debe entenderse lo que se
puede probar en general, es decir, resulta aquello sobre lo que puede recaer
la prueba y que sea susceptible de comprobación ante el órgano
jurisdiccional del Estado, abarcando los hechos pasados, presentes y
futuros, así como los asociados con determinadas operaciones reducibles a
silogismos o principios filosóficos. Según este autor, por hechos debemos
entender “todo lo que pueda ser percibido y que no es simple entidad
abstracta o idea pura” es decir todo lo que pueda probarse para fines
procesales.
 
Naturaleza jurídica: los modernos procesalistas enseñan que la naturaleza
jurídica del régimen probatorio pertenecen al campo procesal, ya que tanto
en su aplicación como en su estudio toca de lleno esta actividad procesal,
sin embargo en normas de derecho sustantivos encontramos elementos
específicos que caracterizan la naturaleza específica de la prueba.
 
De esta manera encontramos que la naturaleza jurídica del régimen
probatorio estaría contenida principalmente en el Código Orgánico
Procesal Penal y que  también encontramos disposiciones de carácter
probatorio en otras leyes como: el Código de Justicia Militar, La Ley
Orgánica para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, La Ley
Orgánica sobre el Derecho de la Mujer a una Vida Libre de Violencia, Ley
Orgánica contra la Delincuencia Organizada y Financiamiento al
terrorismo, la Ley de Delitos Informáticos, entre otras.
 
Oportunidad de la prueba: se entiende entonces que la oportunidad de la
prueba está dada en el juicio oral y público, salvo las excepciones que
establece la anticipación de la prueba.
 
Los actos de prueba: Fundamentalmente es aquella actuación procesal que
realizan las partes en el juicio oral ante la presencia del Juez, con la
finalidad de determinar el alcance de las alegaciones fácticas presente en la
prueba y lograr así el convencimiento judicial. La excepción a esta regla lo
establece la anticipación de la prueba establecida en el artículo 289
de Código Orgánico Procesal Penal.
 
En el proceso acusatorio le corresponde a las parte realizar la actividad de
alegar, aunque esta regla encuentra su excepción en el contenido del
artículo 342 del Código Orgánico Procesal Penal, cuando establece al
tribunal la posibilidad de ordenar de oficio o a petición de parte, la
recepción de cualquier prueba, si en el curso del debate en juicio surgen
hechos o circunstancias nuevos que requieren su esclarecimiento.
 
En general los sistemas procesales de ámbito penal establecen, que los
actos de prueba tienen como finalidad convencer al juez del alcance y
bondad de las alegaciones hechas, en el caso particular del sistema procesal
acogido por la legislación venezolana, faculta al Juez a realizar preguntas,
en el sentido de permitir el interrogatorio a los órganos de prueba sobre el
conocimiento vertido en su declaración durante el juicio, ver artículos 337y
339 del Código Orgánico Procesal Penal, lo cual en mucho caso puede
sustituir la falta de acción fiscal o de la defensa, en el ejercicio propio de
sus funciones.
 
Se entiende entonces, que la verdadera actividad probatoria se pone de
manifiesto en la fase del Juicio oral, debatiendo así los argumentos de la
imputación planteados en la acusación fiscal, sometidos a la contra-
argumentación de la defensa, pero además, a la posibilidad otorgada por la
ley al Juez de interrogar a los órganos de prueba e inclusive de incorporar
nuevos elementos al debate.
 
Es así como todos los elementos de prueba van a interactuar para
conformar en la mente del juez la verdad procesal que será vertida, de
acuerdo a las reglas de la sana critica contenidas en el artículo 22 del
Código Orgánico Procesal Penal, en la valoración de la prueba contenida
en la motivación de la sentencia  del Juez.
 
Los actos de investigación se diferencian de los actos de prueba, en que
estos últimos se practican en presencia del órgano que ha de dictar
sentencia y de las partes, con lo que se garantizan plenamente los principios
de inmediación, contradicción y publicidad, en cambio que los actos de
investigación están orientados a recabar la información necesaria en la fase
preparatoria o de investigación, está sujeto al criterio fiscal y al control
judicial y constituyen solo elementos de convicción salvo la prueba
anticipada.  
 
El fin y el resultado de la prueba:  El juicio centra el interés de las partes
en el resultado que representa el veredicto. Mediante el debate de los
medios de prueba se construye la verdad procesal, la cual consiste en
plasmar en la conciencia del juez la evaluación objetiva y la
responsabilidad subjetiva que fijará los hechos sujetos a la sentencia.
 
El resultado se evidenciará de los hechos alegados y probados, dentro de lo
que se incluirán las normas jurídicas que fijará el supuesto fáctico, del que
se deriva la consecuencia jurídica. El tema del fin de la prueba busca como
respuesta: "qué se pretende probar”, y “que cosas deben probarse", el
resultado representa la condición objetiva que se materializa en el
convencimiento judicial y el veredicto plasmado en la sentencia.
 
La verdad procesal: La verdad viene a ser un valor axiológico de carácter
universal, de tan vieja data como la propia existencia de la naturaleza
humana en la faz de la tierra. De ahí que el ser humano, en procura de una
existencia ética, ha persistido en su historia en la búsqueda de valores de
verdad para impregnar con ella la coexistencia que determina el Derecho
para la sociedad.
 
La verdad como categoría filosófica ha sido abordada desde distintas
vertientes de opinión. Así, es como desde el punto de vista religioso y
específicamente el cristianismo, en la Biblia tal expresión adquiere una
significación equiparable con la redención de las almas, cuando Juan 8:32,
señala: “Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”.  En tanto que en
el campo del materialismo dialéctico se llega a restringir la categoría en
cuestión, para acuñar el concepto de verdad que epistemológicamente se
sustenta sobre la existencia de elementos tangibles, la verdad metafísica
está considerada así como una realidad inexorable en donde su
comprobación es fundamental para sostener su material existencia.
 
La verdad epistemológica es la que resulta aprendida a través de los
sentidos, por el uso de la razón, circunscripta dentro de un marco
gnoseológico o cognoscitivo.
 
En términos empíricos, la verdad es lo que está conteste con la realidad, su
existencia emerge por la fuerza de la experiencia que está ligada a la
percepción sensorial que construye la verdad sobre el conocimiento
humano y su razón.
 
En el ámbito judicial, se distinguen tres categorías al valor axiológico de
verdad: la verdad fáctica, la verdad jurídica y la verdad procesal.
 
La verdad fáctica se enmarca dentro de lo que los romanos denominaban
“quaestio facti”, que significa, cuestión de hecho. Este término hace
referencia a la existencia de unos hechos que son atribuibles a alguien.
 
En cuanto a la verdad jurídica, los romanos entendían que en cuestiones
judiciales, no basta la existencia del hecho, ha de conformarse una verdad
jurídica, lo que en voz latina se conoce como “quaestio iuris”, que significa
cuestión de derecho. Al respecto, el derecho moderno ha conjugado estas
dos categorías, de lo cual se desprende, que frente a la existencia del hecho,
el juez siempre habrá de atenerse a la realidad del orden jurídico, nunca
podrá incluir en su fallo una norma jurídica inexistente, ni tampoco podrá
omitir una norma jurídica existente.
 
Es así como en razón a la consideración de verdad procesal, cabe indicar
que con ella se hace alusión a la verdad surgida tras el cumplimiento de las
formas procesales que en la fase de juicio, determina la conformación del
criterio que motiva la sentencia.
 
La certeza material y la prueba: La sociedad ha pretendido acercar el
valor de justicia con el acto de sentenciar, el cual representa un ejercicio
cognitivo para el juez, ello significa que la misma se ha formado en un
proceso complejo de conocimiento ejercitado en dos aspectos, uno externo
y otro interno.
 
El aspecto externo se refiere al conjunto de formalidades y actos que deben
realizarse y que por imperio de la ley deberán quedar fijados en el acta de
debate y en un medio de grabación. El segundo aspecto, el interno, se
refiere al fenómeno psicológico que se desarrolla en la mente del juez para
realizar la expresión del pensamiento y conciencia de entendimiento que
permitirá en definitiva la comprensión y valoración de los elementos de
pruebas debatidos en el juicio.
 
Dentro de la conciencia operan procesos lógicos que pasan por confrontar
los hechos expuestos con el derecho, así mismo interactúa en este proceso
todo el conocimiento racional y la experiencia que en la mente del juzgador
conforma su conciencia en plenitud. Se puede asumir que la deliberación
que conforma la sentencia es un proceso psicológico de interpretación de
los hechos y aplicación del derecho que ocurre en la conciencia del juez.
Representa así un conjunto complejo de juicios lógicos y axiológicos en
donde confluyen múltiples criterios y pensamientos que comportan su
carácter complejo, concluyendo en un juicio o expresión de la voluntad
humana, pero en su elaboración consiente para determinar el veredicto y
formar la motivación de lo decidido.
 
Es así como la verdad procesal, la certeza material y la prueba se conjugan
en factores críticos, ya que es indudable que el aspecto externo de la
sentencia puede analizarse objetivamente ya que representa un valor
material contenido en el acta del debate, en el medio de reproducción y en
la motivación contenida en la sentencia. Pero el estudio de la conformación
interna del pensamiento que concluyo en el veredicto y su motivación, está
sujeto las dificultades humanas de orden complejo, ya que en su formación
están implícitos fenómenos de la conciencia humana tales como la
reflexión, comprensión, interpretación, conocimiento entre otros. 
 
Elementos de la prueba: 
 
    Objeto de la prueba: El objeto de la prueba está centrado en demostrar
la veracidad o certeza de los hechos que al ser alegados, llevan consigo
la necesidad de determinar su verosimilitud. Carnelutti, sostiene que el
objeto de las pruebas judiciales está centrado en las afirmaciones que
hagan las partes en el juicio. Mientas que Devis Echandia, establece que
el objeto de la prueba está constituido en los hechos no admitidos y que
no se encuentran en la esfera de los hechos notorios, puesto que la
verdad absoluta que encierra estos hechos no admiten debate alguno y
por ello no exigen pruebas en contrario.
 
      La fuente de Prueba: Es el origen del conocimiento que señala la
existencia de una posible verdad o cosa, es aquello de donde fluye una
evidencia o señal. Es fuente de prueba también los documentos que
proporcionan un determinado conocimiento de personas o de cosas. La
fuente de prueba es aquel elemento que teniendo una manifestación
material o corpórea, en base a razonamientos lógicos, es capaz de
proporcionar información sobre la existencia de determinada prueba o
sobre su veracidad. Es así como, la fuente de prueba puede estar
contenida en una persona, lugar o cosa que sin estar necesariamente
involucrada en el proceso, representa algún interés por contener
información, que de alguna manera resulta útil para la investigación o la
formación de la prueba, es alguien o algo que se encuentra en el mundo
de las personas o cosas, que de alguna manera interactúa con los medios
de pruebas. La fuente de prueba es un concepto extraprocesal, ya que se
ubica en una realidad anterior, exterior e independiente del proceso
penal. Bajo el principio de libertad probatoria, las fuentes de prueba no
deben ser enumeradas ni limitados en la legislación, pues es su propia
naturaleza la que determina la técnica y los principios que la regirán. En
todo caso, lo único que deberían cuidar los legisladores, sería la
permanente actualización de las garantías de su obtención y manejo, con
la finalidad de ir adecuando las soluciones procesales a las novedades
extraprocesales que van surgiendo, e ir regulando los medios de prueba,
y a lo que deberá dedicar una gran dosis de atención. Ejemplo de ello
estaría presente en la fuente de prueba que se encuentra en elementos
telemáticos e informáticos, tales como teléfonos celulares y
computadoras, es por ello que el vaciado de información usados como
elemento de prueba, a criterio propio, estaría sujeto a la necesaria
autorización por parte del Juez de Control de lo contrario estaría
realizándose en contravención directa a las normas Constitucionales y
Legales que tutelan  el derecho relacionado con la intimidad personal y
el derecho de propiedad. 
 
 El órgano de prueba: El testigo, es la persona en la que está
contenido el conocimiento sobre un hecho ocurrido, de su
testimonio podemos hacerlo brotar he incorporarlo de forma
material al acervo probatorio para demostrar una verdad. 
 
El testigo como órgano de prueba es aquella persona que tiene un
conocimiento sobre alegaciones controvertidas. El testigo es el
órgano de prueba, es fuente viva de prueba de carácter
extraprocesal, ya que el conocimiento que posee sobre unos
hechos, preexiste al proceso y su existencia estará allí presente,
sembrada en la conciencia del individuo a pesar de que el proceso
penal no llegará nunca a realizarse o a convocarlo.
 
Es así como, la incorporación del conocimiento del testigo, está
sujeto al inicio de un proceso penal y a la posibilidad del
Ministerio Publico o de alguna de las parte de su promoción. Es
así como, iniciado el proceso, alguna de las partes, conocedora de
la existencia de esa fuente viva, la promoverá como prueba
testimonial, para en definitiva ser empleado con la finalidad de
convencer al juzgador de la realidad de sus afirmaciones sobre los
hechos.
También constituye órganos de pruebas, la declaración rendida
por los testigos calificados: expertos, funcionarios policiales que
actuaron en el proceso, las víctimas y el imputado. 
 
 Medio de prueba: el medios de prueba es un concepto jurídico-
procesal, que existe en, y para el proceso, es la actividad a través
de la cual se incorpora la fuente de prueba al proceso, constituye
la forma o mecanismo que permite incorporar un conocimiento
específico al proceso con la finalidad primaria de ponerlo en
contacto con los sujetos procesales para el ejercicio del derecho a
la defensa y luego al órgano judicial para la conformación de la
prueba. En el Juicio Oral y Público, es la actividad que se lleva a
cabo con la finalidad de proporcionar al juez o tribunal, el
convencimiento necesario para tomar una decisión. Como es
natural, el juez no puede sentenciar si no dispone de una serie de
datos lógicos, convincentes en cuanto a su exactitud y certeza,
que inspiren el sentido de su resolución, la convicción psicológica
del juez se logra mediante el contacto directo e inmediato de los
diversos medio de prueba. La legislación establece los medios de
prueba admisibles, pero incluso dentro de este catálogo de medios
de pruebas admisibles, puede suceder que de las pruebas
propuestas por las partes con frecuencia haya una o varias que no
sean admitidas por ilegales, impertinentes o innecesarias al
proceso.
 

Diferencia entre los conceptos de prueba y medios de prueba

Como bien lo expresa Rocco: se puede diferenciar la prueba del medio de prueba. En
sentido estricto, son pruebas judiciales las razones o motivos que sirven para llevarle al
juez la certeza de los hechos, en tanto que por medios de pruebas, deben considerarse
los elementos o instrumentos utilizados por las partes y el juez, que suministren esas
razones o motivos.

Probar en el proceso, no es mas que una actividad de parte, consistente en llevar a el,
por los medios y procedimientos prescriptos en la ley, las razones que convengan al
juzgador de la certeza o veracidad de los hechos cuestionados.

En cuanto a esa diferencia entre pruebas y medios, diferencia muy sutil, Dellepiani toma
como la primera la acción de probar, de hacer la prueba (para nosotros esto en sentido
procesal) como cuando se dice que el actor incumbe la carga de la prueba de los hechos
afirmados por el. “actor probat actionem” con lo cual se preceptúa que es el quien debe
suministrar los elementos de juico o producir los medios indispensables para determinar
la exactitud de los hechos que alega como base de su acción, sin cuya demostración
perdería el pleito, en tanto que medios de prueba (que para nosotros solo es la actividad
probatoria) son los distintos elementos de juicio, producidos por las partes o recogidos
por el juez, a fin de establecer la existencia de ciertos hechos.

Es pertinente hacer una distinción entre el hecho fuente o fuente de la prueba, ósea el
hecho principal, el hecho demostrativo que va a servir de evidencia; y el medio, ósea, el
procedimiento, que deviene en lo aportado por la parte para lograr la certeza dentro de
la secuela del proceso.
El maestro Carnelutti nos enseña que fuentes de la prueba en sentido estricto son los
hechos que sirven para la deducción del hecho a probar y que están constituidas por la
representación de este, en tanto que medios de prueba constituyen la actividad del juez
mediante la cual busca la verdad del hecho a probar.

LA PRUEBA: CONCEPTO,
OBJETO y MEDIOS DE
PRUEBA.
I. Concepto.

Se puede definir la prueba como “la actividad de las partes procesales dirigida
a ocasionar la evidencia necesaria para obtener convicción del Juez o Tribunal
decisor sobre los hechos por ellas afirmados, intervenida por el órgano
jurisdiccional bajo la vigencia de los principios de contradicción, igualdad y
de las garantías constitucionales tendentes a asegurar su espontaneidad e
introducida en el juicio oral a través de medios lícitos de prueba”.

De la definición transcrita se desprende que la prueba es esencialmente un


acto de parte. Es, en efecto, a las partes procesales a las que incumbe no sólo
introducir en el proceso unos hechos determinados, sino también su ulterior
acreditación mediante el uso de unos medios de prueba previamente
propuestos. Por ello, la L.E.Cr. establece la regla de que “no podrán
practicarse otras diligencias de prueba que las propuestas por las partes, ni ser
examinados otros testigos que los comprendidos en las listas presentadas”
(artículo 728).

II. Objeto.

El objeto o finalidad de la prueba no es otro que formar la convicción del Juez


o Tribunal en lo que respecta a la verdadera existencia de los hechos
introducidos en el debate a través de los escritos de acusación, así como en lo
referente a la participación del acusado en tales hechos.

Por otra parte, esa convicción o certidumbre judicial a cuyo logro propende en
último extremo la actividad probatoria aparece a su vez condicionada por la
delimitación de los hechos objeto de debate a través de los escritos de
calificación. Ello significa que el órgano decisor no puede pronunciarse sobre
hechos diferentes de los que constituyen la acusación; y si de las pruebas
practicadas resultara la existencia de nuevos hechos, diferentes de los
planteados por las partes, deberá acordar la suspensión del juicio y la
devolución de la causa al Juzgado instructor de procedencia, al objeto de que
éste aporte los “nuevos elementos de prueba” o practique la “sumaria
instrucción complementaria” a que alude el artículo 746.6º de la Ley.

En otro orden de cosas, existen profundas diferencias entre el objeto de la


prueba del proceso penal y el propio del proceso civil. Así, mientras en este
último la prueba debe recaer estrictamente sobre los hechos controvertidos, en
el proceso penal no hay, en puridad de conceptos, hechos no controvertidos.
Ello no obstante, es preciso hacer las siguientes precisiones sobre este
particular:

Por lo que se refiere a los hechos admitidos y confesados, es tajante la L.E.Cr.


al privar de eficacia inculpatoria a la confesión del propio investigado, pues
dispone que “la confesión del procesado no dispensará al Juez de instrucción
de practicar todas las diligencias necesarias a fin de adquirir el
convencimiento de la verdad de la confesión y de la existencia del delito”
(artículo 406). La llamada confesión es un elemento probatorio más, que el
Tribunal deberá valorar en conciencia junto con el resto de pruebas
practicadas, así, expresamente, la L.E.Cr. impone al juzgador la obligación de
valorar, entre otros extremos, “lo manifestado por los mismos procesados” a
la hora de dictar sentencia (artículo 741). La conformidad no constituye
exactamente una confesión, sino más bien un allanamiento.

En lo que respecta a los hechos notorios, no existe regla escrita alguna que los
excluya de la necesidad de prueba.

Y por lo que respecta a las presunciones, es llano que la Ley no puede


imponer presunción legal alguna de la que deriven efectos perjudiciales para
el reo, por impedirlo el principio de presunción de inocencia.

III. Medios de prueba.

Rigen el juicio oral los principios de concentración, oralidad, publicidad,


inmediación, igualdad de partes, verdad material y contradicción.

1. Concentración: Los debates del plenario se continuarán, una vez abierto el


juicio oral, durante todas las sesiones consecutivas que sean necesarias hasta
su conclusión.

2. Oralidad: En tanto que en el sumario predomina el principio de escritura,


el plenario se desarrolla por medio de actuaciones orales en su casi totalidad.

3. Inmediación: Es una consecuencia del principio de oralidad. Las pruebas


se practican en el acto del juicio oral ante la presencia del Tribunal.
4. Igualdad de partes: A diferencia del sumario, en el que el Ministerio
Fiscal tiene un cierto predominio, por lo menos hasta el auto de
procesamiento, en el juicio oral las partes acusadoras y acusadas actúan en pie
de igualdad, disponiendo de idénticas posibilidades de intervención.

5. Verdad material. Además de las diligencias de prueba propuestas por las


partes, se practican las que el Tribunal considere necesarias para la
comprobación de cualquiera de los hechos que hayan sido objeto del escrito
de calificación. El Tribunal examinará por sí mismo, sin necesidad de que
nadie se lo pida, los libros, documentos y papeles y demás piezas de
convicción. El Presidente puede alterar el orden de realización de las pruebas
propuestas por las partes. Finalmente, el Tribunal apreciará en conciencia las
pruebas practicadas en el juicio y las razones expuestas por la acusación y la
defensa y lo manifestado por los mismos procesados para dictar sentencia.

6. Contradicción: En cuanto que es necesaria la presencia de las partes


acusadoras y los defensores del acusado, y de éste, durante todo el desarrollo
del juicio oral. La presencia del Ministerio Fiscal y de los Abogados de las
partes viene exigida por la propia mecánica del sistema, que encomienda a
ellos la práctica de los interrogatorios de testigos y partes y los informes
posteriores. La presencia del procesado es también necesaria; nuestro Derecho
no admite, en el procedimiento ordinario, el juicio en rebeldía.

Los medios de prueba regulados en la Ley de Enjuiciamiento Criminal son: la


confesión de los procesados y personas civilmente responsables, el examen de
los testigos, el informe pericial, la prueba documental y la inspección ocular.

a) Confesión: La L.E.Cr. no da reglas para el desarrollo del interrogatorio del


procesado; ha de acudirse, por lo tanto, como supletorias a las normas
relativas a la indagatoria.

b) Prueba de testigos: Se comenzará con el examen de los testigos


propuestos por el Ministerio Fiscal, a continuación se practicará la prueba
testifical ofrecida por la acusación particular y actor civil, y por último, la de
la defensa del procesado y responsables civiles.

Los testigos que hayan de declarar en el juicio oral permanecerán, hasta que
sean llamados a prestar sus declaraciones, en un local a propósito, sin
comunicación con los que ya hubiesen declarado, ni con otra persona.

Hallándose presente el testigo mayor de catorce años ante el Tribunal, el


Presidente le recibirá juramento en la forma establecida en el artículo 434.

El Presidente preguntará al testigo acerca de las circunstancias expresadas en


el primer párrafo del artículo 436, después de lo cual la parte que le haya
presentado podrá hacerle las preguntas que tenga por conveniente. Las demás
partes podrán dirigirle también las preguntas que consideren oportunas y
fueren pertinentes en vista de sus contestaciones.

El Presidente, por sí o a excitación de cualquiera de los miembros del


Tribunal, podrá dirigir a los testigos las preguntas que estime conducentes
para depurar los hechos sobre los que declaren.

El Presidente no permitirá que el testigo conteste a preguntas o repreguntas


capciosas, sugestivas o impertinentes.

El Presidente podrá adoptar medidas para evitar que se formulen a la víctima


preguntas innecesarias relativas a la vida privada que no tengan relevancia
para el hecho delictivo enjuiciado, salvo que el Juez o Tribunal consideren
excepcionalmente que deben ser contestadas para valorar adecuadamente los
hechos o la credibilidad de la declaración de la víctima. Si esas preguntas
fueran formuladas, el Presidente no permitirá que sean contestadas.

Contra la resolución que sobre este extremo adopte, podrá interponerse en su


día el recurso de casación si se hiciere en el acto la correspondiente protesta.

En este caso, constará en el acta la pregunta o repregunta a que el Presidente


haya prohibido contestar.

En los careos del testigo con los procesados o de los testigos entre sí no
permitirá el Presidente que medien insultos ni amenazas, limitándose la
diligencia a dirigirse los careados los cargos y hacerse las observaciones que
creyeren convenientes para ponerse de acuerdo y llegar a descubrir la verdad.

No se practicarán careos con testigos que sean menores de edad salvo que el
Juez o Tribunal lo considere imprescindible y no lesivo para el interés de
dichos testigos, previo informe pericial.

c) Informe pericial: Los peritos podrán ser recusados por las causas y en la
forma prescrita en los artículos 468, 469 y 470.

La sustanciación de los incidentes de recusación tendrá lugar precisamente en


el tiempo que media desde la admisión de las pruebas propuestas por las
partes hasta la apertura de las sesiones.

Los peritos que no hayan sido recusados serán examinados juntos cuando
deban declarar sobre unos mismos hechos y contestarán a las preguntas y
repreguntas que las partes les dirijan.
Si para contestarlas considerasen necesaria la práctica de cualquier
reconocimiento harán este acto continuo, en el local de la misma audiencia si
fuere posible.

En otro caso se suspenderá la sesión por el tiempo necesario, a no ser que


puedan continuar practicándose otras diligencias de prueba entre tanto que los
peritos verifican el reconocimiento.

d) Prueba documental: El Tribunal examinará por sí mismo los libros,


documentos, papeles y demás piezas de convicción que puedan contribuir al
esclarecimiento de los hechos o a la más segura investigación de la verdad.

e) Inspección ocular: Para la prueba de inspección ocular que no se haya


practicado antes de la apertura de las sesiones, si el lugar que deba ser
inspeccionado se hallare en la capital, se constituirá en él el Tribunal con las
partes, y el Secretario extenderá diligencia expresiva del lugar o cosa
inspeccionada, haciendo constar en ella las observaciones de las partes y
demás incidentes que ocurran.

Si el lugar estuviese fuera de la capital, se constituirá en él con las partes el


individuo del Tribunal que el Presidente designe, practicándose las diligencias
en la forma establecida en el párrafo anterior.

En todo lo demás se estará, en cuanto fuere necesario, a lo dispuesto en el


título V, capítulo I del libro II.

PROPOSICIÓN, ADMISIÓN O DENEGACIÓN; PRUEBA


ANTICIPADA; PROPOSICIÓN EN EL ACTO DEL JUICIO; PRUEBA
ACORDADA “EX OFFICIO”.

I. Proposición.

Dispone la L.E.Cr. respecto al procedimiento ordinario por delitos graves que:


“El Ministerio Fiscal y las partes manifestarán en sus respectivos escritos de
calificación las pruebas de que intenten valerse, presentando listas de peritos y
testigos que hayan de declarar a su instancia.

En las listas de peritos y testigos se expresarán sus nombres y apellidos, el


apodo, si por él fueren conocidos, y su domicilio o residencia; manifestando
además la parte que los presente si los peritos y testigos han de ser citados
judicialmente o si se encarga de hacerles concurrir” (artículo 656).

Cada parte presentará tantas copias de las listas de peritos y testigos cuantas
sean las demás personadas en la causa, a cada una de las cuales se entregará
una de dichas copias en el mismo día en que fueren presentadas. Las listas
originales se unirán a la causa. Podrán pedir además las partes que se
practiquen desde luego aquellas diligencias de prueba que por cualquier causa
fuere de temer que no se puedan practicar en el juicio oral, o que pudieren
motivar su suspensión (artículo 657).

II. Admisión o denegación.

Presentados los escritos de calificación, o recogida la causa de poder de quien


la tuviere después de transcurrido el término señalado en el artículo 649, el
Letrado de la Administración de Justicia dictará diligencia teniendo por hecha
la calificación, y acordará pasar la causa al ponente, por término de tercer día,
para el examen de las pruebas propuestas (artículo 658).

Devuelta que sea la causa por el Ponente, el Tribunal examinará las pruebas
propuestas, e inmediatamente dictará auto admitiendo las que considere
pertinentes y rechazando las demás.

Para rechazar las propuestas por el acusador privado, habrá de ser oído el
Fiscal si interviniere en la causa.

Contra la parte del auto admitiendo las pruebas o mandando practicar la que
se hallare en el caso del párrafo tercero del artículo 657, no procederá recurso
alguno.

Contra la en que fuere rechazada o denegada la práctica de las diligencias de


prueba podrá interponerse en su día el recurso de casación, si se prepara
oportunamente con la correspondiente protesta (artículo 659).

En cuanto las actuaciones se encontraren a disposición del órgano competente


para el enjuiciamiento, el Juez o Tribunal examinará las pruebas propuestas e
inmediatamente dictará auto admitiendo las que considere pertinentes y
rechazando las demás, y prevendrá lo necesario para la práctica de la prueba
anticipada.

Contra los autos de admisión o inadmisión de pruebas no cabrá recurso


alguno, sin perjuicio de que la parte a la que fue denegada pueda reproducir su
petición al inicio de las sesiones del juicio oral, momento hasta el cual podrán
incorporarse a la causa los informes, certificaciones y demás documentos que
el Ministerio Fiscal y las partes estimen oportuno y el Juez o Tribunal admitan
(artículo 785).

III. Prueba anticipada.

Ya hemos dicho que en materia probatoria la regla general es la de que el


Tribunal tan solo puede fundamentar su sentencia en la prueba practicada bajo
su inmediación en el juicio oral (artículo 741).
Pero, en no pocas ocasiones, deviene imposible practicar la prueba en el juicio
bajo la inmediación del Tribunal decisor.

En tales supuestos, se hace necesario que el Juez de Instrucción o, incluso la


policía judicial, actuando “a prevención” del Juez proceda al aseguramiento
de la prueba, bien practicándola directamente bajo la inmediación del Juez,
bien asegurando las fuentes de prueba para poder trasladarlas en su día a
órgano jurisdiccional de enjuiciamiento.

De lo anterior se infiere que el aseguramiento de la prueba es una actividad


del Juez de Instrucción.

Tales actos, aun cuando se practiquen dentro de la instrucción, se diferencian


claramente de los actos instructorios o de investigación, porque se manifiestan
aptos para desvirtuar la presunción de inocencia. Son, pues, auténticos actos
de prueba, pero practicados por el Juez de Instrucción y custodiados bajo la fe
pública judicial.

Ahora bien, para que tales actos de aportación fáctica se conviertan en actos
de prueba, es preciso que cumplan con todo un conjunto de requisitos y de
garantías, que son los siguientes:

1. Material: La Irrepetibilidad del hecho.

Característica común a todos estos actos de prueba, tanto la anticipada como


la preconstituida es su irrepetibilidad con respecto al futuro y adecuado
trámite normal de su práctica, que, ha de suceder en el juicio oral. Se trata,
pues, de actos que, por la fugacidad del objeto sobre el que recaen, no han de
poder ser reproducidos el día de la celebración del juicio oral.

Así, si un testigo o perito insustituible se encuentra en peligro de muerte o ha


de ausentarse en el extranjero, la L.E.Cr. adorna su declaración con todo un
conjunto de garantías de contradicción e igualdad entre las partes y ello con el
objeto de que tales declaraciones, que podían practicarse con meros actos
investigatorios, se transformen en auténticos actos de prueba y puedan ser
valorados por el Tribunal sentenciador (artículos 448 y 476 en relación con el
artículo 467.2). Pero, si se tratara de un testigo que puede comparecer el día
de la celebración del juicio oral, el Tribunal debe disponer su comparecencia e
interrogatorio público por las partes en la vista.

El Tribunal Supremo afirma que, como regla general, las diligencias


sumariales no poseen valor probatorio alguno y que no son actos de prueba
sumarial anticipada la inspección ocular practicada por la policía, ni los
reconocimientos fotográficos en la policía salvo que se ratifiquen mediante la
diligencia de reconocimiento “en rueda”.
2. Subjetivos: la independencia y contradicción y su posible excepción
en la prueba preconstituida.

En segundo lugar, los actos de prueba instructora requieren, de un lado, la


intervención del Juez de Instrucción y, de otro, la posibilidad de
contradicción.

La necesidad de la concurrencia del primer requisito es evidente, si se tiene en


cuenta que la prueba exige siempre la inmediación de un órgano dotado de
imparcialidad e independencia, lo que plenamente tan solo acontece con la
Autoridad Judicial.

En cuanto a la del segundo, hay que recordar que la prueba exige


contradicción e igualdad de armas, razón por la cual, la L.E.Cr. desde siempre
admitió la posibilidad de contradicción en la declaración sumarial de testigos
con peligro de muerte o de ausencia (artículo 448) o en el incidente de
“recusación de los peritos”.

Pero la doctrina jurisprudencial no exige que la contradicción efectivamente


se produzca, sino tan sólo que se posibilite.

 Supuestos legales de prueba anticipada.

a. Prueba anticipada en la fase sumarial.

Supuestos de prueba anticipada en la fase sumarial nos encontramos en la


L.E.Cr. con referencia a la prueba testifical cuando dispone que:

Si el testigo manifestare, al hacerle la prevención referida en el artículo 446, la


imposibilidad de concurrir por haber de ausentarse del territorio nacional, y
también en el caso en que hubiere motivo racionalmente bastante para temer
su muerte o incapacidad física o intelectual antes de la apertura del juicio oral,
el Juez instructor mandará practicar inmediatamente la declaración,
asegurando en todo caso la posibilidad de contradicción de las partes. Para
ello, el Letrado de la Administración de Justicia hará saber al reo que nombre
abogado en el término de veinticuatro horas, si aún no lo tuviere, o de lo
contrario, que se le nombrará de oficio, para que le aconseje en el acto de
recibir la declaración del testigo. Transcurrido dicho término, el Juez recibirá
juramento y volverá a examinar a éste, a presencia del procesado y de su
abogado defensor y a presencia, asimismo, del Fiscal y del querellante, si
quisieren asistir al acto, permitiendo a éstos hacerle cuantas repreguntas
tengan por conveniente, excepto las que el Juez desestime como
manifiestamente impertinentes.
Por el Letrado de la Administración de Justicia se consignarán las
contestaciones a estas preguntas, y esta diligencia será firmada por todos los
asistentes.

La declaración de los testigos menores de edad y de las personas con


capacidad judicialmente modificada podrá llevarse a cabo evitando la
confrontación visual de los mismos con el inculpado, utilizando para ello
cualquier medio técnico que haga posible la práctica de esta prueba (artículo
448).

En caso de inminente peligro de muerte del testigo, se procederá con toda


urgencia a recibirle declaración en la forma expresada en el artículo anterior,
aunque el procesado no pudiese ser asistido de Letrado (artículo 449).

b. En la fase del juicio oral.

Cabe la práctica de prueba en la fase del juicio oral antes de iniciarse las
sesiones del mismo. La L.E.Cr. dispone que podrán pedir además las partes
que se practiquen desde luego aquellas diligencias de prueba que por
cualquier causa fuere de temer que no se puedan practicar en el juicio oral, o
que pudieren motivar su suspensión (artículo 657, párrafo 3º).

IV. Proposición en el acto del juicio.

El Ministerio Fiscal y las partes manifestarán en sus respectivos escritos de


calificación las pruebas de que intenten valerse, presentando listas de peritos y
testigos que hayan de declarar a su instancia.

En las listas de peritos y testigos se expresarán sus nombres y apellidos, el


apodo, si por él fueren conocidos, y su domicilio o residencia; manifestando
además la parte que los presente si los peritos y testigos han de ser citados
judicialmente o si se encarga de hacerles concurrir (artículo 656).

Cada parte presentará tantas copias de las listas de peritos y testigos cuantas
sean las demás personadas en la causa, a cada una de las cuales se entregará
una de dichas copias en el mismo día en que fueren presentadas. Las listas
originales se unirán a la causa (artículo 657).

No podrán practicarse otras diligencias de prueba que las propuestas por las
partes, ni ser examinados otros testigos que los comprendidos en las listas
presentadas (artículo 728).

Se exceptúan de lo dispuesto en el artículo anterior:

1º. Los careos de los testigos entre sí o con los procesados o entre éstos, que el
Presidente acuerde de oficio, o a propuesta de cualquiera de las partes.
2º. Las diligencias de prueba no propuestas por ninguna de las partes, que el
Tribunal considere necesarias para la comprobación de cualquiera de los
hechos que hayan sido objeto de los escritos de calificación.

3º. Las diligencias de prueba de cualquiera clase que en el acto ofrezcan las


partes para acreditar alguna circunstancia que pueda influir en el valor
probatorio de la declaración de un testigo, si el Tribunal las considera
admisibles (artículo 729).

Podrán también leerse o reproducirse a instancia de cualquiera de las partes


las diligencias practicadas en el sumario, que, por causas independientes de la
voluntad de aquéllas, no puedan ser reproducidas en el juicio oral, y las
declaraciones recibidas de conformidad con lo dispuesto en el artículo 448
durante la fase de investigación a las víctimas menores de edad y a las
víctimas con discapacidad necesitadas de especial protección (artículo 730).

Y por lo que respecta al procedimiento abreviado, la L.E.Cr. establece que, el


Juicio oral comenzará con la lectura de los escritos de acusación y de defensa.
Seguidamente, a instancia de parte, el Juez o Tribunal abrirá un turno de
intervenciones para que puedan las partes exponer lo que estimen oportuno
acerca de la competencia del órgano judicial, vulneración de algún derecho
fundamental, existencia de artículos de previo pronunciamiento, causas de la
suspensión de juicio oral, nulidad de actuaciones, así como sobre el contenido
y finalidad de la pruebas propuestas o que se propongan para practicarse en el
acto. El Juez o Tribunal resolverá en el mismo acto lo procedente sobre las
cuestiones planteadas. Frente a la decisión adoptada no cabrá recurso alguno,
sin perjuicio de la pertinente protesta y de que la cuestión pueda ser
reproducida, en su caso, en el recurso frente a la sentencia.

El “contenido y finalidad de las pruebas propuestas o que se propongan para


practicarse en el acto” comprende en realidad tres supuestos diferentes:

 De un lado, las pruebas que, habiendo sido inicialmente propuestas en


los escritos de calificación, fueron denegadas por el Juez o Tribunal en
el auto sobre admisión de pruebas (artículo 785.1).
 De otro, los “informes, certificaciones y demás documentos que el
Ministerio Fiscal y las partes estimen oportuno y el Juez o Tribunal
admitan (artículo 785.1, último párrafo).
 Finalmente, en los supuestos de no presentación de escrito de defensa
en el trámite seguido ante el Juzgado de Instrucción, la L.E.Cr. dispone
que “ la defensa sólo podrá proponer la prueba que aporte en el acto del
juicio oral para su práctica en el mismo” (artículo 784.1, párrafo 3º).
Aquí caben, en realidad, dos posibilidades:
a. Que la defensa comparezca al acto de la vista oral con las pruebas de
que intente valerse.
b. Que esas pruebas hayan sido solicitadas ante el propio órgano de
enjuiciamiento con anterioridad al momento de la vista oral. La defensa
que no presentó escrito de calificación podrá interesar previamente que
se libren las comunicaciones necesarias, siempre que lo haga con
antelación suficiente respecto de la fecha señalada para el juicio
(artículo 784.1, párrafo 3º).

V. Prueba acordada “ex officio”.

A diferencia de lo que ocurre en el procedimiento civil, el proceso penal


aparece marcado por la exigencia de la búsqueda o averiguación de la verdad
material. En efecto, no cabe olvidar figuras como la proposición de oficio de
medios de prueba prevista en la L.E.Cr., que faculta al Juez o Tribunal para
llevar a efecto las diligencias de prueba no propuestas por ninguna de las
partes, que considere necesarias para la comprobación de cualquiera de los
hechos que hayan sido objeto de los escritos de calificación (artículo 729.2º).
Por la misma razón el Tribunal puede acordar de oficio los careos de los
testigos entre sí o con los procesados o entre éstos (artículo 729.1º) o
examinar por propia iniciativa los libros, documentos, papeles y demás piezas
de convicción que puedan contribuir al esclarecimiento de los hechos o a la
más segura investigación de la verdad (artículo 726).

Algunos autores consideran que las facultades concedidas a los Tribunales de


acordar de oficio la práctica de pruebas no propuestas por las partes contradice
el principio acusatorio porque su ejercicio “convierte al Tribunal en acusador
o defensor según que la prueba acordada sea de cargo o de descargo”,
perdiendo el Tribunal su “imparcialidad objetiva”.

LAS PRUEBAS OBTENIDAS CON VIOLACIÓN DE DERECHOS


FUNDAMENTALES.

La Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que “no surtirán efecto las
pruebas obtenidas, directa o indirectamente, violentando los derechos o
libertades fundamentales” (artículo 11).

La doctrina viene diferenciando los conceptos de prueba ilícita y prueba


prohibida. El primero, engloba todo supuesto de prueba cuya obtención haya
existido vulneración de normas legales, cualesquiera que sean su rango y
valor; la prueba prohibida, no es sino la practicada con específica violación de
las normas constitucionales que tutelan los derechos fundamentales y
libertades públicas.
Tales derechos y libertades son, naturalmente, los contenidos en el Título I de
la Constitución. Como ejemplos de prueba prohibida cita Gimeno Sendra los
siguientes:

a. La obtenida con vulneración de los derechos a la integridad, a la


libertad o a la intimidad.
b. La entrada y registro en domicilio o lugar cerrado practicada fuera de
los casos permitidos por la ley.
c. La intervención y grabación de comunicaciones con vulneración del
derecho al secreto de las mismas.
d. La declaración del imputado que, con vulneración del derecho
constitucional de defensa es interrogado en calidad de testigo, sin
expresa información, por tanto, de los derechos que le asisten.

En cuanto a los efectos de la prueba prohibida o vulneradora de derechos


fundamentales, existen dos teorías al respecto:

a. La teoría directa, a tenor de la cual la prohibición de valoración debe


circunscribirse al acto probatorio inconstitucional estrictamente
considerado, pero no a otras pruebas obtenidas en el curso del proceso.
b. La teoría indirecta o refleja, conforme a la cual la nulidad de un
determinado acto probatorio comporta la nulidad de cuantas pruebas
deriven del mismo. Esta teoría, parece ser la adoptada por el legislador
español.

Las consecuencias de la prueba prohibida se limitan a la prohibición de su


toma en consideración como prueba de cargo, incluyendo en su caso, y de
seguirse la teoría indirecta o refleja, los actos probatorios derivados de la
misma.

LA PRUEBA PRODUCIDA IRREGULARMENTE.

En el concepto de prueba irregularmente obtenida debe incluirse, desde una


perspectiva amplia, toda aquella practicada con infracción de normas legales,
sean éstas de la naturaleza que sean.

Las irregularidades procesales en la formación de la prueba no escapan al


régimen general que en materia de nulidad de actuaciones previsto en la Ley
Orgánica del Poder Judicial, que dispone que “Los actos procesales serán
nulos de pleno derecho en los casos siguientes:

1º. Cuando se produzcan por o ante tribunal con falta de jurisdicción o de


competencia objetiva o funcional.

2º. Cuando se realicen bajo violencia o intimidación.


3º. Cuando se prescinda de normas esenciales del procedimiento, siempre que,
por esa causa, haya podido producirse indefensión.

4º. Cuando se realicen sin intervención de abogado, en los casos en que la ley
la establezca como preceptiva.

5º. Cuando se celebren vistas sin la preceptiva intervención del secretario


judicial.

6º. En los demás casos en los que las leyes procesales así lo establezcan”
(artículo 238).

Fuera de tales casos, por tanto, las irregularidades cometidas en la práctica y


obtención de pruebas habrán de reputarse irrelevantes o, cuando menos,
subsanables. Lo que sucede, es que en estos casos la infracción de derechos
fundamentales se genera a partir de la vulneración sustancial de normas
procesales cuya reparación únicamente puede llevarse a cabo mediante la
correspondiente declaración de nulidad de lo actuado y, por lo general, su
ulterior repetición conforme a Derecho.

Especial interés merece la determinación del momento procesal en que los


órganos jurisdiccionales hayan de pronunciarse sobre la eventual nulidad de la
prueba practicada.

En la fase de juicio oral, la apreciación de la ilicitud de las pruebas practicadas


puede verificarse en alguno de los siguientes momentos:

a. En el trámite de admisión de las pruebas propuestas.


b. Dentro del procedimiento abreviado, el órgano decisor puede
considerar la validez de las pruebas propuestas en el debate o audiencia
preliminar.

Por descontado, la validez o nulidad de las pruebas practicadas puede y debe


examinarse en el momento de dictar sentencia. La apreciación de ilicitud o
irregularidad puede dar lugar a consecuencias diversas:

1. Si la prueba de cargo viciada o irregular es determinante en orden a la


apreciación de la culpabilidad o inocencia del acusado, procede un
pronunciamiento absolutorio, a menos que el defecto obedezca a la
omisión esencial de normas de carácter procesal, en cuyo caso, y por
imperativo del artículo 238 de la L.O.P.J., deberá declararse la nulidad
de lo actuado y la retroacción del procedimiento a la fase en que se
observó la irregularidad.
2. La existencia de la llamada prueba prohibida determina la exclusión de
dicha prueba, pero ello no impide que pueda dictarse un fallo
condenatorio.

Medios de Pruebas

Medios de pruebas: Promoción y evacuación

Manuel Castro – negrosrojos@hotmail.com

1. Medios de prueba

2. ¿Qué es la prueba?

3. ¿Qué se prueba?

4. ¿Cómo se prueba?

5. Diferencia entre los conceptos de prueba y medios de prueba

6. Promoción de pruebas

7. Admisión de la prueba

8. Evacuación de la prueba

9. La prueba por escrito

DE LOS MEDIOS DE PRUEBA, DE SU PROMOCIÓN Y EVACUACIÓN

Medios de prueba

Por medios de prueba deben considerarse los elementos o instrumentos utilizados por las
partes y el juez, que suministren esas razones o motivos.

El artículo 395 del Código de Procedimiento Civil, dispone:


“Artículo 395: Son medios de prueba admisibles en juicio aquellos que determina el Código
Civil, el presente Código y otras leyes de la República.

Pueden también las partes valerse de cualquier otro medio de prueba no prohibido
expresamente por la ley, y que consideren conducente a la demostración de sus pretensiones.
Estos medios se promoverán y evacuarán aplicando por analogía las disposiciones relativas a
los medios de pruebas semejantes contemplados en el Código Civil, y en su defecto, en la
forma que señale el Juez.”

De la transcripción anterior, se evidencia que son medios de pruebas admisibles en juicio, los
que determina el Código Civil, el Código de Procedimiento Civil y otras leyes de la República,
además de aquellos no prohibidos por la ley y que las partes consideren conducentes para la
demostración de sus pretensiones.

Así, en sentencia publicada en fecha 16 de julio de 2002, bajo el N° 0968, se estableció lo


siguiente:

“Conforme ha sido expuesto por la doctrina procesal patria y reconocido por este Tribunal
Supremo de Justicia, el llamado sistema o principio de libertad de los medios de prueba es
absolutamente incompatible con cualquier intención o tendencia restrictiva de admisibilidad
del medio probatorio seleccionado por las partes, con excepción de aquellos legalmente
prohibidos o que resulten inconducentes para la demostración de sus pretensiones, lo cual se
deduce sin lugar a equívocos del texto consagrado en el artículo 395 del Código de
Procedimiento Civil, que dice:

‘Son medios de prueba admisibles en cualquier juicio aquellos que determina el Código Civil, el
presente Código y otras leyes de la República.

Pueden también las partes valerse de cualquier otro medio no prohibido expresamente por la
ley, y que consideren conducente a la demostración de sus pretensiones. Estos medios se
promoverán y evacuarán aplicando por analogía las disposiciones relativas a los medios de
pruebas semejantes contemplados en el Código Civil, y en su defecto, en la forma que señale
el Juez.’

Vinculado directamente a lo anterior, destaca la previsión contenida en el artículo 398


eiusdem, alusiva al principio de la libertad de admisión, conforme al cual el Juez, dentro del
término señalado, ‘… providenciará los escritos de pruebas, admitiendo las que sean legales y
procedentes y desechando las que aparezcan manifiestamente ilegales e impertinentes’;

Conforme a las consideraciones precedentes, entiende la Sala que la providencia interlocutoria


a través de la cual el Juez se pronuncie sobre la admisión de las pruebas promovidas, será el
resultado de su juicio analítico respecto de las condiciones de admisibilidad que han de reunir
las pruebas que fueran promovidas, es decir, de las reglas de admisión de los medios de
pruebas contemplados en el Código de Procedimiento Civil y aceptados por el Código Orgánico
Tributario, en principio atinentes a su legalidad y a su pertinencia; ello porque sólo será en la
sentencia definitiva cuando el Juez de la causa pueda apreciar, al valorar la prueba y al
establecer los hechos objeto del medio enunciado, si su resultado incide o no en la decisión
que ha de dictar respecto de la legalidad del acto impugnado.

Así las cosas, una vez se analice la prueba promovida, sólo resta al juzgador declarar su
legalidad y pertinencia y, en consecuencia, habrá de admitirla, salvo que se trate de una
prueba que aparezca manifiestamente contraria al ordenamiento jurídico, o cuando el hecho
que se pretende probar con el medio respectivo no guarde relación alguna con el hecho
debatido, ante cuyos supuestos tendría que ser declarada como ilegal o impertinente y, por
tanto, inadmitida. Luego entonces, es lógico concluir que la regla es la admisión y que la
negativa sólo puede acordarse en casos excepcionales y muy claros de manifiesta ilegalidad e
impertinencia, (…).

Conforme a lo expuesto, la Sala Político-Administrativa del Tribunal Supremo de Justicia,


mantiene su criterio en cuanto a la libertad de los medios de pruebas y rechaza cualquier
intención o tendencia restrictiva sobre la admisibilidad del medio probatorio que hayan
seleccionado las partes para ejercer la mejor defensa de sus derechos e intereses, con
excepción de aquellos legalmente prohibidos o que no resulten pertinentes para la
demostración de sus pretensiones.

Así, corresponde al juez de mérito declarar la legalidad y pertinencia de la prueba promovida


una vez realizado el juicio analítico que le corresponde respecto a las condiciones exigidas para
la admisibilidad del medio probatorio escogido por las partes, atendiendo a lo dispuesto en las
normas que regulan las reglas de admisión de las pruebas contenidas en el Código de
Procedimiento Civil; y será en la sentencia definitiva cuando el juez de la causa, como
resultado del juicio de valor que debe realizar sobre la prueba promovida, determine la
incidencia de la misma sobre la decisión que habrá de dictar en cuanto a la legalidad del acto
impugnado.
Los medios de prueba en el ordenamiento positivo venezolano:

El código civil estudia la materia en el capitulo V del Titulo III, de su libro III, cuando habla de la
Prueba de las obligaciones y de su extinción” y su articulo 135 pauta: “quien pida la ejecución
de una obligación debe probarla, y quien pretenda haber sido liberado de ella debe por su
parte probar el pago o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”

De la forma transcrita se desprende que la teoría de la prueba no solo compete al estudio de


las obligaciones, sino que domina todo el derecho; ya que no basta ser titular de un derecho
de familia, real o de crédito, porque se ese derecho es desconocido, tendrá que probarse su
existencia para evitar se le considere como inexistente.

Código civil: El capitulo V del Libro III del Código Civil, consta de siete secciones donde se
encuentran las pruebas establecidas por el legislador venezolano: sección: 1º) de la prueba por
escrito. 2º) de la prueba de testigos. Sección 3º) de las presunciones. Sección: 4º) de la
confesión. Sección 5º) del juramento. Sección 6º) de la experticia. Sección 7º) de la inspección
ocular”

¿Qué es la prueba?

Definición: Es aquella actividad que desarrollan las partes con el tribunal para adquirir el
convencimiento de la verdad o certeza de un hecho o afirmación fáctica o para fijarlos como
ciertos a los efectos de un proceso.

La prueba es el elemento procesal más relevante para determinar los hechos, a efectos del
proceso ya que para obtener un fallo al fondo se exige una reconstrucción de los hechos.

Historia: Ya desde el derecho romano existe una elaborada doctrina, recibida en la legislación,
acerca de los medios de prueba. Las pruebas pertenecían al demandante en virtud del
principio “actori incumbit onus probandi” las principales pruebas eran el escrito y la prueba
testifical además del juramento y la pericia.

Iniciados los debates en el proceso, las partes comparecen el día fijado, los debates se
entablan regularmente. Consisten en los alegatos, causae peroratio. Y en el examen de las
pruebas, que cada uno pretenda hacer valer en apoyo de sus alegaciones. En principio, el que
afirma en su beneficio la existencia de un derecho o de un hecho es quien está obligado a
suministrar la prueba. Así pues, el demandante debe justificar su pretensión. Si no lo consigue,
el demandado es absuelto. Por su parte, el demandado no tiene que hacer prueba directa; su
papel se limita a combatir las suministradas por el demandante. Pero si se opone una
excepción en la demanda, debe a su vez probar los hechos en que se apoya este modo de
defensa, en cuanto a la excepción, desempeña el papel del demandante. Los modos de prueba
consisten en:

a. Escritos, instrumenta, tales como el escrito que comprueba una estipulación, el arcarium
nomen.

b. En testigos, testes. Estos se aprecian, no de acuerdo a su número, sino conforme el valor de


los testimonios.

c. En el juramento, jusjurandum in juidicio. El juez puede deferirlo de oficio a una de las partes.
Este juramento le instruye, pero no le compromete (Gayo, L.31, D., de urej., XII, 2.).

¿Qué se prueba?

El objeto de la prueba es demostrar la veracidad y certeza de ciertos hechos que al ser


alegados llevan consigo la necesidad de determinar su verosimilitud. La noción del objeto
probatorio es tan amplia como el concepto jurídico que se pueda tener de los hechos.

Son objeto de la prueba:

1. Los hechos producidos del que hacer humano;

2. Los hechos productos de la naturaleza y en cuya formación no ha habido presencia humana.

3. El ser humano en su aspecto tanto físico como biológico.

4. Los hechos psíquicos de la personalidad.


5. Los actos voluntarios o involuntarios del individuo que denotan su conducta en relación con
los otros seres.

6. La costumbre.

7. La ley extranjera.

8. Los hechos sociales ya sean presentes o pasados.

¿Cómo se prueba?

El juez según lo establecido en el artículo 12 del código de Procedimiento Civil, sentenciara


conforme a lo alegado y probado por las partes en el curso del proceso. Es decir, que para
lograr éxito en sus pedimentos las partes han de llevar a su conocimiento la verdad de los
hechos controvertidos durante el juicio; no pudiendo la prueba versar sobre otros diferentes
de los contenidos en el libelo o de los alegatos en la contestación de la demanda porque es
sobre estos dos presupuestos o lo que ha de contraerse el debate judicial.

De aquí, la necesidad de que la contestación de la demanda sea lo más clara y precisa posible,
a fin de poder determinarse con exactitud las probanzas a producir por los litigantes en interés
y defensa de sus derechos.

Diferencia entre los conceptos de prueba y medios de prueba

Como bien lo expresa Rocco: se puede diferenciar la prueba del medio de prueba. En sentido
estricto, son pruebas judiciales las razones o motivos que sirven para llevarle al juez la certeza
de los hechos, en tanto que por medios de pruebas, deben considerarse los elementos o
instrumentos utilizados por las partes y el juez, que suministren esas razones o motivos.

Probar en el proceso, no es mas que una actividad de parte, consistente en llevar a el, por los
medios y procedimientos prescriptos en la ley, las razones que convengan al juzgador de la
certeza o veracidad de los hechos cuestionados.
En cuanto a esa diferencia entre pruebas y medios, diferencia muy sutil, Dellepiani toma como
la primera la acción de probar, de hacer la prueba (para nosotros esto en sentido procesal)
como cuando se dice que el actor incumbe la carga de la prueba de los hechos afirmados por
el. “actor probat actionem” con lo cual se preceptúa que es el quien debe suministrar los
elementos de juico o producir los medios indispensables para determinar la exactitud de los
hechos que alega como base de su acción, sin cuya demostración perdería el pleito, en tanto
que medios de prueba (que para nosotros solo es la actividad probatoria) son los distintos
elementos de juicio, producidos por las partes o recogidos por el juez, a fin de establecer la
existencia de ciertos hechos.

Es pertinente hacer una distinción entre el hecho fuente o fuente de la prueba, ósea el hecho
principal, el hecho demostrativo que va a servir de evidencia; y el medio, ósea, el
procedimiento, que deviene en lo aportado por la parte para lograr la certeza dentro de la
secuela del proceso.

El maestro Carnelutti nos enseña que fuentes de la prueba en sentido estricto son los hechos
que sirven para la deducción del hecho a probar y que están constituidas por la representación
de este, en tanto que medios de prueba constituyen la actividad del juez mediante la cual
busca la verdad del hecho a probar.

Promoción de pruebas

Hay unas variaciones en materia civil y penal con respecto a la conceptualización de


“promoción de prueba”. En materia civil la promoción tiene que ver con la proposición y
presentación de pruebas, cuestión que deriva, básicamente del principio dispositivo; no
obstante, en los sistemas inquisitivos o en aquellos que los jueces tienen facultades
probatorias, cuando el juez actúa oficiosamente la ordenación forma parte de ese concepto de
“proposición y presentación de pruebas”

Deben precisarse algunos conceptos subsidiarios de “promoción de pruebas”, cuales son:


Proposición y Presentación de la prueba. Hay Proposición cuando la parte se limita a indicar un
posible medio con la exigencia al juez que lo admita y decrete y se proceda a la práctica,
cuestión incluso valida cuando la prueba es oficiosa, pues, el decreto de ordenación lleva
implícito la proposición. Hay Presentación cuando la parte interesada aduce el medio y el juez
se limita a admitirlo, en este caso hay simultaneidad entre la proposición y la presentación,
ejemplo, los documentos.
La promoción de pruebas esta sujeta al cumplimiento de diversas condiciones de orden
intrínseco y extrínseco. Las primeras se refieren a los requisitos que debe satisfacer todo acto
procesal, esto es, legitimación del peticionario y competencia y capacidad del funcionario ante
quien se hace el acto. Las segundas corresponden a los requisitos de modo, tiempo y lugar,
como: escrito u oral, concentración o periodo delimitado, oportunidad y preclusión.

En el artículo 388 del Código de Procedimiento Civil se establece la apertura del lapso
probatorio de la siguiente manera:

Artículo 388. Al día siguiente del vencimiento del lapso del emplazamiento para la
contestación de la demanda, sin haberse logrado la conciliación ni el convenimiento del
demandado, quedará el juicio abierto a pruebas, sin necesidad de decreto o providencia del
Juez, a menos que, por deberse decidir el asunto sin pruebas, el Juez lo declare así en el día
siguiente a dicho lapso.

En el artículo 396 CPC, señala que:

Artículo 396. Dentro de los primeros quince días del lapso probatorio deberán las partes
promover todas las pruebas de que quieran valerse, salvo disposición especial de la Ley.
Pueden sin embargo, las partes, de común acuerdo, en cualquier estado y grado de la causa,
hacer evacuar cualquier clase de prueba en que tengan interés.

En el articulo 397 del CPC se prevé el momento en el cual será el momento en el cual las partes
expresaran si convienen en los hechos que se tratan de probar por la otra parte:

Artículo 397. Dentro de los tres días siguientes al término de la promoción, cada parte deberá
expresar si conviene en alguno o algunos de los hechos que trata de probar la contraparte,
determinándolos con claridad, a fin de que el Juez pueda fijar con precisión los hechos en que
estén de acuerdo, los cuales no serán objeto de prueba. Si alguna de las partes no llenare dicha
formalidad en el término fijado, se considerarán contradichos los hechos.

Pueden también las partes, dentro del lapso mencionado, oponerse a la admisión de las
pruebas de la contraparte que aparezcan manifiestamente ilegales o impertinentes.
Es necesario recordar, que cuando el legislador se refiere a que el asunto deba decidirse sin
pruebas se dirige a lo previsto en el artículo 389 ejusden, que dice:

Artículo 389. No habrá lugar al lapso probatorio:

1. Cuando el punto sobre el cual versare la demanda aparezca, así por ésta como por la
contestación, ser de mero derecho.

2. Cuando el demandado haya aceptado expresamente los hechos narrados en el libelo y haya
contradicho solamente el derecho.

3. Cuando las partes, de común acuerdo, convengan en ello, o bien cada una por separado
pida que el asunto se decida como de mero derecho, o sólo con los elementos de prueba que
obren ya en autos, o con los instrumentos que presentaren hasta informes.

4. Cuando la ley establezca que sólo es admisible la prueba instrumental, la cual, en tal caso,
deberá presentarse hasta el acto de informes.

En el artículo 392 se establece el término ordinario de promoción que es de quince días,


computados conforme el artículo 197 con la interpretación dada por el tribunal Supremo de
Justicia. Estas normas son aplicables al proceso o causa principal.

No obstante, como se ha dicho la promoción implica proposición y presentación de las


pruebas, por lo que en el proceso se pueden presentar diversas oportunidades e incidencias en
las cuales hay necesidad de hacerlo, sin que sea la apertura ordinaria a pruebas. A
continuación se tratara las otras oportunidades.

Conforme al artículo 340 ordinal 6º del Código de Procedimiento Civil el demandante deberá
acompañar con el escrito de demanda el instrumento en que funde su pretensión. Es la prueba
que el actor trae junto con su demanda para darle certidumbre a sus alegatos, puesto que
dicho instrumento fundamental recoge los hechos en los cuales el demandante basa su
pretensión. Esta presentación de prueba al inicio del proceso, “Constituye una excepción a los
principios de oportunidad y concentración de la prueba”. Debe conocerse que esta
oportunidad es preclusiva, puesto que el artículo 434 ordena que si el demandante no hubiere
acompañado su demanda con los instrumentos en los que base su pretensión, no se le
admitirá después, sin embargo tiene excepciones:
a) Si el indico en la demanda la oficina o el lugar donde se encuentra.

b) Que no tenía conocimiento de ellos.

c) Que sean de fecha posterior.

También, en el libelo de la demanda el actor puede promover la absolución de posiciones


juradas y el juramento decisorio. Es importante destacar que el Magistrado Cabrera Romero
argumenta que realmente el juramento decisorio no se puede dar sino hasta que haya
contestación al fondo de la demanda. En resumen, se podrá promover con el escrito de la
demanda el instrumento fundamental y la absolución de posiciones juradas, cualquier otro
medio que se proponga y presente es extemporáneo y debe ser rechazada en esta etapa del
proceso.

En los procedimientos especiales ejecutivos es imprescindible la presentación del instrumento


fundamento de la pretensión. Así tenemos en la vía ejecutiva el artículo 630 que dice: Cuando
el demandante presente instrumento público u otro instrumento auténtico que pruebe clara…;
en el articulo 643 ordinal 2 en el procedimiento por intimación se establece como condición de
inadmisibilidad: “Si no se acompaña con el libelo la prueba escrita del derecho que se alega”;
en la ejecución de créditos fiscales en el articulo 654 establece:

“ Con la demanda se presentara la liquidación del crédito o el instrumento que lo justifique…;


en la ejecución de Hipoteca establece el articulo 661: “…. El acreedor present6ara al tribunal
competente el documento registrado constitutivo de la misma…; en el juicio de cuentas
dispone el articulo 673 que el demandante debe acreditar de modo autentico la obligación que
tiene el demandado de rendir cuentas.

En cuanto al demandado la ley no exige como carga que acompañe a su contestación el


instrumento fundamental de su defensa. Pero, al igual que es imprescindible para el
demandante en algunos juicios acompañar el instrumento, también esto es exigido para el
demandado, como por ejemplo en los juicios fiscales en el articulo 656 ordinal 1º se dispone
que debe acompañar el documento que compruebe el pago; en la ejecución de hipoteca en el
articulo 663 en los ordinales 2º, 3º, 4º y 5º se exige consignar la prueba escrita que demuestre
el motivo especifico de la oposición.
En los procedimientos ordinarios cuando se pide en el libelo de la demanda o en cualquier
grado medidas cautelares debe probarse la circunstancia en que funde su petición. En el
artículo 585 del Código de Procedimiento Civil se estatuye lo siguiente:

Artículo 585. Las medidas preventivas establecidas en este Título las decretará el Juez, sólo
cuando exista riesgo manifiesto de que quede ilusoria la ejecución del fallo y siempre que se
acompañe un medio de prueba que constituya presunción grave de esta circunstancia y del
derecho que se reclama.

En la solicitud de la medida, no basta con hacer afirmaciones de buen derecho y que pueda
quedar ilusoria el fallo, debe probarse mediante hechos objetivos, tanto el periculum in mora
(peligro por el retardo), es decir, que no se pueda garantizar la ejecución del fallo, como el
fumus boni iuri (presunción de buen derecho) en el sentido cual es la posición jurídica
tutelable. El auto decretando las medidas debe motivarse y debe expresar la valoración que le
dio a las pruebas presentadas, debe tenerse presente el principio de la publicidad y el de la
contradicción con relación a dicha decisión, pues, contra quien obra la medida tiene el recurso
de oposición y debe conocer los fundamentos de las medidas para impugnarlas, si es
procedente. En el caso de las medidas innominadas a que se refiere el parágrafo segundo del
articulo 588, debe probarse además el periculum in domni, esto es el peligro por el daño que
puede ocasionar el demandado al derecho pretendido.

Nótese en el procedimiento cautelar in comento que en el articulo 601 se establece la


hipótesis que el juez puede ordenar la ampliación de la prueba si considera que es insuficiente.
Obsérvese, también, que en el procedimiento cautelar de acuerdo al articulo 602 hay
articulación probatoria ope lege, haya habido o no oposición, lapso que es corrido para
promoción y evacuación.

Con relación a las cuestiones previas, que se oponen antes de la contestación de la demanda
(articulo 346 C.P.C), el procedimiento esta establecido en el artículo 352:

Artículo 352. Si la parte demandante no subsana el defecto u omisión en el plazo indicado en


el artículo 350, o si contradice las cuestiones a que se refiere el artículo 351, se entenderá
abierta una articulación probatoria de ocho días para promover y evacuar pruebas, sin
necesidad de decreto o providencia del Juez, y el Tribunal decidirá en el décimo día siguiente al
último de aquella articulación, con vista de las conclusiones escritas que pueden presentar las
partes.
Cuando las cuestiones previas a que se refiere este artículo, hayan sido promovidas junto con
la falta de jurisdicción a que se refiere el ordinal 1° del artículo 346, la articulación mencionada
comenzará a correr al tercer día siguiente al recibo del oficio que indica el artículo 64, siempre
que la resolución sea afirmativa de la jurisdicción.

Allí tenemos pues, otro lapso probatorio que es anterior al lapso central del proceso o de la
causa. En todos estos lapsos hay una fase de promoción o actos de promoción de prueba, en
los cuales debe aplicarse el debido proceso de a prueba.

Finalmente en este punto se puede acotar que de conformidad con el articulo 396, que se
refiere concretamente a la promoción de pruebas en la causa principal, se estipula que las
partes, de común acuerdo, en cualquier estado y grado de la causa, pueden hacer evacuar
cualquier clase de prueba en que tengan interés, esto significa que previamente a la
evacuación las partes promoverán ante el juez la proposición de tales pruebas y si es
procedente el juez ordenara su evacuación.

Concluido el lapso de promoción, conforme al articulo 397 del Código de Procedimiento Civil,
las partes disponen de los tres días siguientes para expresar si convienen en alguno o algunos
de los hechos que trata de probar la contraparte, con el fin que el juez precise los hechos que
están en controversia, en los que estén de acuerdo no serán objeto de pruebas. El contenido
de la norma nos indica que los medios de prueba que se propongan deben estar dirigidos a
probar los hechos, por ello, se debe indicar que hechos se pretenden probar con cada uno de
los medios propuestos (excepto la prueba testimonial).

No hay ninguna otra forma de advenirse a los hechos, sino mediante la explanación de cuales
son los hechos que se pretenden probar con determinada prueba.

Las partes podrán oponerse a la admisión de las pruebas de la contraparte que aparezcan
manifiestamente ilegales o impertinentes cuando tiene por objeto hechos que ningún aspecto
se relacionan con el litigio o la materia del proceso. Esto significa que el proponente tiene que
enseñar el hecho que se pretende probar con esa prueba.

¿Cómo podrá alguna parte alegar la impertinencia de una prueba sino sabe que se pretende
probar con ella?
Finalmente, debe indicarse que el término a que se refiere el artículo 397 es preclusivo. Las
partes disponen de esos tres días para hacer su oposición a las pruebas de la contraparte, de
suerte que si la hacen fuera de los tres días siguientes al vencimiento de los quince días de
promoción, es extemporánea la oposición que se haga. No obstante, que no haya habido
oposición el juez puede de oficio, porque así lo facultad la ley, rechazar las pruebas que sean
manifiestamente ilegales o impertinentes.

En cuanto a la promoción de pruebas en el procedimiento oral (aplicable al procedimiento de


transito), existen dos oportunidades para promover pruebas:

a) Con la demanda (articulo 864) se debe acompañar toda prueba documental y mencionar el
nombre, apellido y domicilio de los testigos que rendirán declaración, pueden solicitarse
posiciones juradas, pero se evacuaran en el debate oral. La oportunidad para la prueba
documental es preclusiva, pues, no se admitirá después, a menos que se trate de documento
público y se haya indicado la oficina donde se encuentre.

El demandado deberá acompañar con su escrito de contestación toda prueba documental y las
menciones de los testigos (articulo 865, si no da contestación oportuna tendrá un lapso de
cinco días siguientes a la contestación omitida, para promover todas las pruebas que quiera
valerse; en el caso del procedimiento en LOPNA la demanda debe expresar los medios
probatorios (articulo 455, literal “d”, no obstante se hace en los literales subsiguientes
especificación con relación a los testigos y la prueba pericial, que deberán indicar los hechos a
declarar y los puntos sobre las que versara la experticia, en cuanto a la prueba documental
sigue el mismo criterio del CPC. El demandado en su contestación deberá cumplir los mismos
requisitos en cuanto a la prueba que s ele exigen el demandante (artículo 461), en la ley de
tierras y desarrollo agrario, en el artículo 214 se sigue el mismo criterio del CPC, lo mismo se le
exige al demandado (artículo 220; b) en la etapa de fijación de hechos y apertura de pruebas
contemplada e el artículo 868 del Código de procedimiento Civil (tercer aparte) que dice:

Articulo 686: … “Aunque las partes o alguna de ellas no hubiesen concurrido a la audiencia
preliminar, el Tribunal hará la fijación de los hechos y de los límites de la controversia dentro
de los tres días siguientes por auto razonado en el cual abrirá también el lapso probatorio de
cinco días para promover pruebas sobre el mérito de la causa. Admitidas las pruebas….”

Admisión de la prueba
Después del lapso para oposición previsto en el artículo 397, se advierte la etapa de admisión
de pruebas. En efecto, el artículo 398 dispone que dentro de los tres días siguientes al
vencimiento del término fijado en el artículo anterior, el juez providenciara los escritos de
pruebas, admitiendo las que sean legales y procedentes y desechando las que aparezcan
manifiestamente ilegales o impertinentes. Igualmente, deberá indicar aquellos hechos que
aparecen claramente convenidos por las partes, prohibiendo toda declaración o prueba sobre
ellos.

De lo expuesto se desprende que no toda prueba propuesta por las partes debe ser admitida.
Para la admisión es indispensable que se cumplan los requisitos intrínsecos de utilidad del
medio, de pertinencia del hecho que se pretende probar, licitud del medio y la formalidad
exigida; de la misma forma, deben cumplirse los requisitos extrínsecos que corresponden el
proceso en general como: oportunidad procesal, legitimación del proponente y competencia
del funcionario que deba admitir.

En el auto de admisión o rechazo de pruebas debe ser motivado debe expresarse conforme lo
exige el articulo 398 los fundamentos en los que se basa para admitir o para rechazar. Cabe
destacar que habitualmente los tribunales emiten de forma breve que admiten las pruebas
solo con una declaración “se admiten cuanto ha lugar en derecho” sin hacer un
pronunciamiento razonado sobre su admisibilidad. Como lo indica Henríquez La Roche, esto es
una postergación de la decisión sobre la legalidad, pertinencia o idoneidad de la prueba, para
la sentencia definitiva. Debe analizarse si hay la pertinencia y legalidad, es un deber del juez y
un derecho de las partes.

Esa motivación implica una precognición del proceso en cuanto a los hechos alegados por el
actor y por el demandado, lo cual fijara los hechos controvertidos y sobre estos es que se debe
operar la etapa probatoria, así lo establece el artículo 397. Esto supone que las partes deben
expresar la correspondencia entre el medio probatorio y el hecho que pretenden probar, es
decir, en la propuestas del medio de debe manifestar que hecho se pretende probar con el, allí
el juez podrá “podrá fijar con precisión os hechos en que estén de acuerdo las partes, los
cuales no serán objeto de prueba”.

Si los proponentes de las pruebas no expresan los hechos que pretenden probar con los
medios aducidos, la contraparte no podrá expresar s conviene en alguno o algunos de los
hechos u oponerse a la admisión de aquellas pruebas que sean impertinentes. La pertinencia o
impertinencia son cuestiones de hecho, su apreciación consiste si tales hechos se relacionan o
no con los derechos que se ventilan en el proceso y por tanto pueden o no influir en la
sentencia. De manera, que la única forma que tienen las partes y el juez para determinar la
pertinencia o impertinencia de un medio de prueba es mediante la indicación que haga el
proponente del hecho que trata de probar.
El juez debe admitir o rechazar las pruebas por auto expreso dentro del lapso de tres días. La
norma así lo ordena. En caso que el juez no admita las pruebas en tal lapso se aplicara lo
dispuesto en el articulo 399, que contiene dos supuestos: uno, la multa disciplinaria para el
juez que incurrió en la falta y, dos, si no hay oposición de las partes a la admisión, estas
tendrán derecho a que se proceda a su evacuación, aun sin providencia de admisión. Si hay
oposición si es necesaria la providencia.

En el mismo auto, dice el articulo 398 in comento, el juez indicara los hechos que aparezcan
claramente convenidos por las partes, ordenando que se omita toda declaración o prueba
sobre tales hechos, resulta inútil practicar una prueba sobre hechos que han sido aceptados
por las partes, ello atenta contra la economía y celeridad procesal. No presenta ninguna
utilidad al proceso, puesto que el hecho admitido por las partes no es controvertido y por
tanto so es objeto de prueba.

Del auto de admisión, bien porque admita o niegue la admisión de pruebas tiene apelación, al
cual e oye a un solo efecto. Podrá apelar quien haya hecho oposición, cuando hayan sido
admitidas las pruebas impugnadas, o a quien se les haya negado.

En el caso que haya silencio, es decir, que el juez no se pronuncie por la admisión puede
entenderse como denegación de justicia lo cual esta previsto en el articulo 19, en cuyo caso las
partes están facultados para acudir al Superior (articulo 399 CPC). Si el juez silencia el
pronunciamiento sobre alguna de las pruebas propuestas, no debe presumirse que hayan sido
admitidas. En estos casos queda el recurso de apelación a favor de la parte agraviada, tal como
se dispone en el artículo 402 del Código de Procedimiento Civil.

En el procedimiento oral tenemos la audiencia preliminar contemplada en el artículo 868 CPC,


segundo aparte que dice:

“…Verificada oportunamente la contestación y subsanadas o decididas las cuestiones previas


que el demandado hubiere propuesto, el Tribunal fijará uno de los cinco días siguientes y la
hora para que tenga lugar la audiencia preliminar en la cual cada parte deberá expresar si
conviene en alguno o algunos de los hechos que trata de probar la contraparte,
determinándolos con claridad; aquellos que consideren admitidos o probados con las pruebas
aportadas con la demanda y la contestación; las pruebas que consideren superfluas o
impertinentes, o dilatorias y las que se proponen aportar en el lapso probatorio y cualesquiera
otras observaciones que contribuyan a la fijación de los límites de la controversia. De esta
audiencia se levantará acta y se agregarán a ella los escritos que hayan presentado las
partes….”

Puede observarse que en la audiencia preliminar hay una especie de decantación del proceso
sobre los hechos y las pruebas, cuestión prevista en el procedimiento escrito pero que no se
cumple, lo que permite una mas rápida y concreta tramitación. De esto se deriva que el juez,
con la base a esa frase de depuración, fija los hechos y limites de la controversia.

Evacuación de la prueba

El concepto de evacuación de la prueba es equivalente al concepto de práctica de la prueba.


No debe confundírsele con el termino “recepción” de la prueba. La recepción es, si se cumplen
los requisitos de ley, la orden de agregación al expediente. Sobre este aspecto hay que prestar
atención, porque de acuerdo a la agregación en la causa, como en el caso de los documentos
escritos comienzan a correr lapsos preclusivos, por ejemplo, los instrumentos privados
conforme lo indica el articulo 444 del Código de Procedimiento Civil. En tanto que, practica de
la prueba es el procedimiento para formar el medio probatorio, por ejemplo, realización de la
inspección judicial o deposición de testigos.

Parece adecuado la definición que sobre practica de la prueba da DEVIS ECHANDIA que dice:
“Son los actos procesales para que los diversos medios concretos aducidos o decretados de
oficio se ejecuten en el proceso”. La evacuación o practica de la prueba no es un acto simple,
esta integrado por diversos actos, los cuales son algunos comunes a todos los medio y otros
específicos a cada medio en particular.

Requisitos:

Esta fase probatoria tiene igualmente sus requisitos intrínsecos y extrínsecos. Son requisitos
intrínsecos: la licitud de la prueba, la formalidad adecuada, posibilidad de realizar; son
extrínsecos los relativos a su admisión, esto es, que la prueba haya sido admitida; los de
oportunidad procesal, o sea, que este dentro del lapso de evacuación; competencia de la
autoridad que la admite y en caso que se comisione para ejecutarla que esa autoridad tenga
competencia; legitimación de la parte que la realiza y de la parte que intervenga; que satisfaga
los principios del debido proceso.

Lapso de evacuación.
En nuestro código de Procedimiento Civil la evacuación de la prueba en lo específico del lapso
y la manera de computarse se establece en el artículo 400, que dispone:

Artículo 400. Admitidas las pruebas, o dadas por admitidas conforme a los artículos
precedentes, comenzarán a computarse los treinta días destinados a la evacuación; pero si
hubieren de practicarse algunas mediante comisión dada a otro tribunal, se hará el cómputo
del lapso de evacuación del siguiente modo:

1. Si las pruebas hubieren de practicarse en el lugar del juicio, se contarán primero los días
transcurridos en el Tribunal después del auto de admisión hasta la salida del despacho para el
Juez comisionado exclusive, y lo que falta del lapso, por los días que transcurran en el Tribunal
comisionado, a partir del día siguiente al recibo de la comisión.

2. Si las pruebas hubieren de evacuarse fuera del lugar del juicio, se contarán a partir del auto
de admisión: primero el término de la distancia concedido para la ida; a continuación, los días
del lapso de evacuación que transcurran en el Tribunal comisionado, a partir del día siguiente
al vencimiento del término de la distancia, de lo cual dejará constancia el comisionado; y
finalmente, el término de la distancia de vuelta. No se entregarán en ningún caso a las partes
interesadas los despachos de pruebas para los jueces comisionados. Si las comisiones no
fueren libradas por falta de gestión del interesado, el lapso de evacuación se computará por
los días que transcurran en el Tribunal de la causa.

El lapso de evacuación empieza a correr a partir del auto de admisión, es decir al día siguiente
de su aparición en autos. Debe mirarse la hipótesis del 399 que dice “…. Y si no hubiere
oposición de las partes a la admisión, estas tendrán derecho a que se proceda a la evacuación
de las pruebas, aun sin providencia de admisión”. Por la redacción del articulo se interpreta
que se acude al Superior y este deberá autorizar se expida el correspondiente despacho de
pruebas. Significa, entonces, que el lapso empezara a correr a partir del día que se otorgue la
autorización para la evacuación de las pruebas.

Con relación a las evacuación en las incidencia, por ejemplo, las cuestiones previas el articulo
352 CPC establece que al no haberse subsanado el defecto u omisión indicado en el articulo
350 o haberse contradicho las cuestiones previas, se abrirá una articulación probatoria de ocho
días para promover y evacuar. Es un lapso continuo e integrado. Lo mismo es valido en los
casos de oposición a las medidas cautelares (articulo 602 CPC). En otras hipótesis, por ejemplo,
en el procedimiento de medidas preventivas si el juez encuentra deficiente la prueba
producida para solicitar las medidas preventivas, mandara a ampliarlas sobre el punto de la
insuficiencia, determinándolo (articulo 601 CPC). Allí la norma autoriza al juez para que,
excepcionalmente, fije el lapso para la ampliación de la prueba.

La anterior actividad compete, básicamente, a las partes en cuanto a la diligencia para


promover y evacuar las partes, allí esta rigiendo el principio dispositivo. No obstante, en la
producción de la práctica el juez puede intervenir para aclarar puntos que le sean dudosos.
Concluido este periodo probatorio, nuestro sistema procesal tiene previsto la posibilidad que
el juez intervenga y realice actividades de iniciativa probatoria, bien inmediatamente después
de la etapa probatoria (articulo 401 CPC) o bien después de informe en un lapso perentorio de
quince días (articulo 514 CPC)

Los dos artículos mencionados, prácticamente tiene el mismo contenido en cuanto las
facultades probatorias del juez, solo difieren en que el 401 prevé el llamado de testigos que no
hayan rendido declaración o que aparezca mencionado en autos, mientras que el 514 no tiene
esta prueba de testigos. Por otra parte, para hacer uso del 401 es una vez concluido e lapso
probatorio, mientras que con el 514 es después de informes en el lapso perentorio de quince
días, con relación al articulo 401 surgen dos dudas, ya que la ley no dispone acerca de ello: a)
¿Cuál es el lapso que dispone el juez después de informes para ordenar la practica de tales
pruebas?, y b) ¿Cuál es el lapso que dispone el juez para practicarlas? Respecto a la primera
pregunta, pensamos que debe aplicarse el articulo 10 del Código de procedimiento Civil, y
sobre la segunda, el lapso no debe ser superior al lapso normal de evacuación. Estas dos
formas previstas en nuestra ley procesal recogen la doctrina mayoritaria que ha venido
surgiendo en Iberoamérica. En las conclusiones de las jornadas Iberoamericanas de derecho
procesal civil se estipulo que en las reformas que se realizaran a las leyes procesales se tratara
de incorporar la autorización o facultades al juez con relación a la actividad probatoria, de
manera que este dispusiera de facultades para poder verificar las afirmaciones controvertidas
de las partes. Ellas representan una manera que efectivamente el principio de la veracidad rija
en el proceso. En la doctrina nacional se ha dicho que las partes son dueñas del objeto
litigioso, pero no del proceso y la sentencia debe ser la expresión genuina de la verdad.
Agregan, que la actividad probatoria no es patrimonio exclusivo de las partes, sino que hasta
cierto punto, también es obligatoria del juez, porque su función es administrar justicia
mediante la búsqueda de la verdad.

Las facultades estatuidas en los articulo 401 y 514 del Código de procedimiento Civil son
facultad-deber para el para el juez. No debe vérseles como simplemente discrecionales sino
que siempre haya una duda sobre la verdad tiene el juez el deber de activar esas facultades
que el juez dispone y puede activarlas en razón de la búsqueda de la verdad y de una
administración de justicia trasparente. Admitir el criterio de la extraordinariedad es como
aislar esta facultad del desenvolvimiento normal del juez y dejar depender dichas facultades
de un hecho “raro” o “inusual” en el proceso. No, las facultades concedidas al juez en materia
probatoria están encaminadas a la trasparencia de la verdad y de la justicia en la solución de
conflictos particulares, porque hay un interés social de un proceso justo y que el conflicto se
solucione sobre la base de la justicia.

Oposición e impugnación de la prueba.

Siguiendo el criterio Magistrado Cabrera Romero distinguimos los conceptos de oposición e


impugnación. La oposición es una figura preventiva que procura impedir la entrada del medio
de prueba al proceso. La oposición la regula la ley y la determina sus causas. La impugnación
surge de una situación fáctica, que para el momento de la promoción no consta en autos, que
puede ser en su momento de promoción o en la evacuación. Ambas son parte del derecho de
defensa.

La oposición, según Cabrera Romero atiende a dos conceptos jurídicos: el de la impertinencia y


el de la ilegalidad. El artículo 397 del CPC contempla en su segundo aparte el derecho a
oponerse a la admisión de las pruebas de la contraparte. Es simplemente una alegación en la
cual se argumentara, con base a lo que hay en autos, la impertinencia o ilegalidad. No esta
previsto ninguna incidencia especial para hacer oposición, ni invocar nuevos hechos y pedir
pruebas. La ley restringe la oposición a ese lapso, sin que pueda abrirse un lapso incidental. No
esta descartada la contraargumentación de la parte a quien se le han opuesto, por supuesto en
el lapso, es decir, antes que el juez dicte el auto de admisión o negativa de pruebas, si la
decisión es contraria podrá apelar y exponer sus argumentos.

Por pertinencia se entiende la congruencia que debe existir entre el objeto factico de la prueba
promovida y los hechos alegados controvertidos. Por ilegalidad se entiende que con la
proposición del medio, se trasgreden sus requisitos legales de existencia o admisibilidad,
infracción que consta para el momento de la promoción, excepcionalmente, para el momento
de su evacuación, don relación a ciertos medios. Es la contraria a la ley. La propuesta del
medio viola disposiciones legales, bien es sus requisitos y formas, o en la manera como se
pretende que sea evacuada por el tribunal.

Expresa el Profesor y magistrado Dr. Cabrera Romero que a veces los medios tienen la
apariencia de legalidad y pertinencia, pero en realidad son ilegítimos, inexactos o falsos. Frente
a estas situaciones la impugnación es el medio adecuado para despojarlo de esas apariencias.

En el código Vigente encontramos diversas formas de impugnación así: la tacha de


documentos publico, el desconocimiento y tacha de instrumentos privados, la tacha de
testigos, la nulidad de la prueba fuera de la audiencia oral en el procedimiento oral. No
obstante, otros medios no tienen un procedimiento de impugnación, se suerte que la
impugnación debe ser dirigida a destruir su apariencia de veracidad, exactitud, legitimidad,
legalidad, etc. Deberá alegarse entonces la falsedad, inexactitud, ilegitimidad e legalidad. Por
ello, la impugnación, cualquiera sea su forma, es una ataque dirigido a debilitar un medio de
prueba.

La prueba por escrito

En materia probatoria Se habla de prueba por escrito o documental.

Allí se engloba todo escrito: publico o privado, en fin en cualquier instrumento en donde
conste algo que constituya un esfuerzo intelectual sobre su contenido y u inscripción. En el se
registran los hechos como ocurrieron y la forma como se manifestaron, por ello se considera
como un testimonio humano que descubre un vínculo con el pasado. Debe agregarse que el
acto que crea el documento no es representativo del hecho que se inscribe en el, sino que se
limita a crear el vinculo de representación, que es ese documento. En el documento hay una
declaración o una manifestación intelectiva del hombre, la cual se constituye en el contenido,
independiente del acto de creación del medio de representación. No obstante, no se debe
soslayar que el documento es una cosa que contiene una manifestación simbólica del ser
humano (escrito o representativo) y que ha sido creada por un acto.

DEVIS ECHANDIA nos define documento como “toda cosa que sea producto de un acto
humano, perceptible con los sentidos de la vista y el tacto, que sirve de prueba histórica
indirecta y representativa de un hecho cualquiera” le asigna una utilidad de prueba, sin
descartar que es representativa de un hecho de cualquier naturaleza.

En cuanto a la naturaleza jurídica es un medio de prueba indirecto extraprocesal, pues, refleja


una situación que sucedió en el pasado fuera del proceso. El maestro ECHANDIA sostiene que
es “un medio de prueba indirecto, real objetivo, histórico y representativo”, que en unas
oportunidades puede ser declarativo y en otras, solo representativo, que puede contener una
confesión o simplemente una declaración testifical de terceros, pero siempre es extraprocesal.

El documento tiene diversas funciones entre ellas: de carácter pragmático, que sirve para
consignar un hecho declarativo o no, con ello se mantiene el registro histórico; de carácter
sustantivo, en cuanto puede reflejar una relación jurídica, bien simplemente sustancial o
solemne; de carácter probatorio y procesal, después de formado cuando se requiera puede ser
aducido en proceso. Se puede notar que en algunos casos naturaleza jurídica es mixta, como
en el caso de los actos que para su existencia es necesario que estén expresados en
documento (Hipoteca), aquí es un requisito ad solemnitatem para la existencia de la hipoteca,
pero también tiene su función probatoria, tanto dentro como fuera del proceso.

En nuestra legislación se mantiene normas con la relación a la prueba por escrito, tanto en el
código Civil como en el Código de Procedimiento Civil. Ambas se complementan. El código civil
regula todo lo relativo a su producción como acto e incluso en algunos casos le determina
como valor probatorio, en cuyo caso invade el campo procesal; por su parte, el Código de
procedimiento Civil regula estrictamente su aducción a juico y las incidencias que se pueden
presentar.

En materia probatoria, la prueba documental es uno de los medios disponibles para demostrar
la veracidad de un hecho alegado. Esto por cuanto la información que consta en documentos o
escritos puede ser valorada por un juez como muestra veraz de la autenticidad de un hecho.

La prueba documental se divide en dos tipos:

Los documentos públicos

Los documentos públicos son el medio más idóneo para demostrar un hecho. Éstos se dividen
en dos tipos:

• Los documentos públicos: Son documentos emitidos por funcionarios de las agencias
públicas. Por ejemplo, certificaciones del registro de la propiedad, o documentos emitidos por
las oficinas judiciales. Los documentos públicos gozan de fe, es decir, se cree que son ciertos, y
para que pierdan validez, debe demostrarse la falsedad de su información.

• Los instrumentos públicos: son las escrituras emitidas por notarios.

Tanto los documentos como los instrumentos públicos hacen plena prueba de los hechos.

Los documentos privados


Los documentos privados son todos aquellos escritos en que se incluyan, sin intervención de
un notario, declaraciones capaces de producir efectos jurídicos. Mientras no se compruebe la
autenticidad de las firmas del documento, no valen como prueba judicial. Una vez
comprobadas las firmas, tienen tanta validez como un documento público.

En caso que alguno de los firmantes declare que no es la firma suya la que aparece en el
documento, éste puede ser dotado de validez ya sea por testigos que verifiquen la
autenticidad de la firma, o por la exanimación del documento por parte de expertos en
caligrafía que certifiquen la autenticidad.

Su finalidad

Su finalidad es demostrar, contradecir y reconocer la autenticidad y realidad de los hechos


expuestos por las partes en litigio y su objetivo de valoración y actuación de la pruebas resulta
ser obligatorio, independiente y de acuerdo a derecho.

También podría gustarte