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· Capital: Interés
· Tierra: Renta
· Trabajo: Salario
· Empresario: beneficio/ganancia
Sectores de la producción
Teorías Económicas, es la ciencia que estudia la forma en que se organizan los hombres para
producir bienes limitados que satisfagan necesidades ilimitadas. Es decir, toman los datos de la
estadística económica, y a partir de esto desarrollan y analizan diferentes teorías.
Políticas Económicas, es aplicar las teorías en una sociedad, teniendo en cuenta su momento y
cuál es la mejor opción para solucionar sus problemas.
Base Empírica, los resultados luego de aplicar políticas económicas se ven en la base empírica que
se traduce como la realidad económica.
La economía política es la ciencia que estudia las leyes que rigen la producción de mercancías y la
acumulación de riquezas, es decir la disciplina que se aboca a estudiar las relaciones sociales de
producción y sus determinantes. Se preocupa de la producción y de las características principales de
las relaciones sociales en el proceso de producción y de la forma en que evoluciona la acumulación.
Adam Smith es considerado el padre de la ecopol por su trabajo “La riqueza de las naciones”, donde
realiza aportes importantes como que el origen del valor de las mercancías es el trabajo humano y
afirma que hay una concepción no conflictiva de las relaciones entre las clases sociales, ya que
todas se verían beneficiadas con el progreso económico.
El rasgo fundamental de la
economía política es que en
ella la estructura economía
está íntimamente relacionada
con el conjunto de formas
institucionales de la sociedad
como el Estado, las leyes,
etc. formando un todo que no
puede analizarse separadamente sin caer en cierto reduccionismo.
La economía es una ciencia social cuyo objeto de estudio es lo social. Por lo tanto, pensar en la
objetividad en la economía es un poco difícil ya que la ideología del que la estudia es fundamental.
Las ideologías del economista orientan e influyen el análisis científico, favorece la integración del
resultado científico, una mayor adaptación con el entorno social.
Cuentas Nacionales
Terminología técnica
Todos los bienes y servicios elaborados como productos han de ser susceptibles de ser vendidos en
el mercado o al menos han de poder ser provistos por una unidad a otra, onerosa o gratuitamente.
Los servicios no son entidades independientes sobre las que se puedan establecer derechos de
propiedad, esto es, no pueden intercambiarse separadamente de su producción, lo cual los diferencia
de los bienes: los servicios son productos heterogéneos que consisten en cambios en las
condiciones de las unidades que los consumen. En el momento de concluir su producción los
servicios han sido suministrados a sus consumidores.
Valor agregado bruto (VAB): se define como el valor de la producción menos el valor del consumo
intermedio, y es una medida de la contribución al PIB hecha por una unidad de producción, industria
o sector.
El PIB es igual a la suma de los valores agregados brutos de todas las unidades institucionales
residentes dedicadas a la producción, entendiéndose por residente una unidad institucional que se
encuentra en el territorio económico de un país y mantiene un centro de interés económico en ese
territorio, esto es, una unidad que realiza o pretende realizar actividades económicas o transacciones
a una escala significativa, indefinidamente o durante un período prolongado, que normalmente se
interpreta como un año. El VAB es la fuente de la que provienen los ingresos primarios generados en
la producción. Incluye los siguientes conceptos:
Asalariados registrados. En este caso, las remuneraciones incluyen los aportes jubilatorios, cuotas
de afiliación gremial, obra social, seguro, etc., como así también las contribuciones patronales y
asignaciones familiares.
Asalariados no registrados. Se ha seguido como criterio general asignar a los trabajadores en esta
condición ingresos equivalentes a los de los asalariados registrados de igual sector de actividad,
jurisdicción y estrato, excluidos aportes y contribuciones al sistema de seguridad social.
Impuestos sobre los productos (excepto el IVA). Se considera el valor de los impuestos devengados
en el período en que gravan a los productos en forma unitaria, como es el caso de los impuestos
internos, el impuesto a los combustibles, etc.
Impuesto al Valor Agregado (IVA). Incluye el monto devengado durante el período en concepto de
IVA–neto, esto es, la diferencia entre los débitos y créditos acumulados por cada uno de los sectores.
El SCN93 recomienda presentar el IVA devengado en forma separada de las cuentas de producción
de los sectores. Los valores agregados sectoriales se representan valuados a precios de productor
sin IVA, el cual se suma para obtener el PIB a precios de mercado.
Uso económico. Este concepto busca diferenciar los posibles destinos asignados a la producción
nacional y a las importaciones.
Demanda intermedia. Incluye el valor de los bienes y/o servicios cuya adquisición tenga por objeto su
utilización intermedia para la elaboración de otros bienes o servicios.
Demanda final. Incluye el valor de las ventas de bienes y servicios que no quedan incorporados en el
proceso de producción. En ese sentido, la apertura utilizada es la siguiente:
Consumo privado. Mide el valor de los bienes y servicios (como productos terminados) producidos
internamente o importados durante el período, destinados al consumo de las familias. El consumo
privado es consignado a precios de comprador.
Consumo público. El VBP de las actividades desarrolladas por el sector público es asignado al
consumo final del gobierno nacional y de los gobiernos provinciales y municipales.
Inversión bruta interna. Se mide por la suma de la inversión interna bruta fija más la variación de
existencias del período.
Inversión interna bruta fija (IIBF). Mide el valor de los bienes y servicios producidos internamente o
importados durante el período, destinados a la incorporación de activos fijos por parte de las
empresas y de las familias.
Exportaciones. Incluyen el valor de los bienes y servicios producidos internamente y adquiridos por
no residentes durante el período de referencia. La valuación debe efectuarse a precios de frontera
(FOB). Por consiguiente, incluye los gastos de comercialización, transporte y acarreo, y los
impuestos, excepto el IVA.
Importaciones. Las importaciones han sido procesadas con el máximo nivel de desagregación a
precios CIF más todos los impuestos (excepto el IVA) que deben ser abonados para la libre
circulación de la mercadería en el territorio nacional, tales como tasa de estadística, aranceles de
importación, otros gastos de aduana, etc. En consecuencia, quedan valuadas a precios
nacionalizados en la frontera de nuestro país.
Métodos de valuación:
Precios de productor (sin IVA); Registran el valor de los bienes y servicios a precios de salida de
fábrica o local.
Precios básicos; Representan la cantidad a cobrar por el productor, excluido cualquier impuesto (neto
de subsidios) a los productos.
Conceptos clave
Año base: año que se toma como base para calcular los precios. En las nuevas cuentas nacionales
el año base es 1993.
Costo de factores: implica que deducimos al precio de mercado los impuestos indirectos netos de
subsidios.
Efecto diferencial: diferencias originadas por las distintas trayectorias temporales de las variables,
suponiendo que las ponderaciones sectoriales fueran idénticas.
Enfoque del gasto: suma del gasto nominal de todas las unidades económicas, en bienes y servicios
finales producidos en el país.
Enfoque del ingreso: suma de la remuneración a los factores de producción que hayan intervenido en
la creación del producto.
Enfoque del valor añadido: mide el valor añadido en cada fase restando los gastos realizados en
bienes intermedios comprados a otras empresas.
Exportaciones netas: desde el punto de vista de la utilización, como los bienes creados por los
residentes incluyen su componente importado, éste es mostrado como un ajuste negativo de las
exportaciones.
Globalización (su problema principal): surge del hecho de que es imposible asociar las diversas
partes de una empresa cuando no están ubicadas en un mismo territorio nacional.
Ingreso nacional neto (YNN): igual al producto bruto nacional (PBN) menos el consumo de capital
(CC) y los impuestos indirectos (Ii).
Interno o Geográfico o Doméstico: calificativo que se aplica a la actividad llevada a cabo dentro de
las fronteras de un país por parte de “residentes y no residentes”.
Nacional: calificativo que se aplica a la producción final llevada a cabo por los residentes del país. Es
igual al producto interno ajustado por los ingresos netos de los factores de producción del resto del
mundo.
Producto bruto nacional (PBN): el valor de mercado de los bienes y servicios finales producidos en
un período dado (año) por los factores de producción de propiedad nacional (independientemente de
su ubicación geográfica).
Producto nacional neto (PNN): se obtiene de deducir el consumo de capital (CC) del producto bruto
nacional (PNB).
Servicios: productos heterogéneos que consisten en cambios en las condiciones de las unidades que
los consumen. En el momento de concluir su producción los servicios han sido suministrados a sus
consumidores. No son entidades independientes sobre las que se puedan establecer derechos de
propiedad. No pueden intercambiarse separadamente de su producción, lo que los diferencia de los
bienes.
Sistema de estadísticas económicas: es una presentación ordenada de los hechos que tienen lugar
en un sistema económico expresado en términos de las transacciones entre sus diversas partes. Su
finalidad es conocer el comportamiento de los agentes que realizan actividades económicas.
Sistema estadístico globalizado: otro método de descomposición del PIB mundial. Triple enfoque:
gasto, valor agregado e ingreso.
Valor bruto de producción: suma del valor de todas las transacciones.
Nuevas cuentas nacionales: el producto bruto interno (PBI) a precios de mercado tuvo una tasa de
crecimiento media anual de 4,0% entre 1993 y 1999. El PBI con base 1993 resultó 9,1% inferior en
promedio al indexado con base 1986. Su nivel alcanzó a $282.769 millones y las importaciones de
bienes y servicios a $32.515 millones en 1999. El PBI tiene mayor desagregación sectorial: antes
había 9 grandes sectores, mientras que ahora hay 17. El consumo (público + privado) fue de
$233.547 millones en 1999. La inversión alcanzó a $53.908 millones en 1999, y las exportaciones de
bienes y servicios a $27.827 millones en 1999.
Las cuentas nacionales son la manera de establecer una de las nociones más importantes a nivel
macroeconómico, que es la de medir o cuantificar una economía a escala nacional en materia de
consumo, ingresos, producción, ventas a lo largo de un periodo determinado, lo cual lo hace dicha
medición relevante con fines de evaluación de desempeño (como aumento/disminuyo el nivel de la
economía contrastada con ciclos anteriores/posteriores), comparación (como fue el nivel de la
economía en contrastación con otras; con o sin limitaciones geográficas) y por último para realizar un
análisis más sectorial de la propia economía.
Por todo esto es más que relevante tener una correcta contabilización nacional; la cual es llevada a
cabo por las ciencias económicas, mediante la formulación y aplicación de teorías económicas, las
cuales son previamente respaldadas por su prueba empírica, adaptando las mismas al la realidad,
con el afán de conseguir las estimaciones deseadas con la mayor precisión posible, teniendo en
cuenta todos aquellos agregados económicos que afectan la misma.
La forma en que nos referimos a esta acción de medición estadística de las magnitudes económicas
registra varias denominaciones. Entre las más usuales encontramos: contabilidad social, contabilidad
nacional, contabilidad económica y cuentas nacionales. Si bien se utilizan todos estos términos para
referirse al mismo propósito, en nuestro caso tendremos presente la siguiente apertura:
Este registro histórico (contabilidad) de los agregados económicos es definido como “una
presentación ordenada de los hechos que están teniendo lugar en un sistema económico,
expresados en términos de las transacciones entre sus diversas partes”. Es “una presentación
comprensiva y sistemática de transacciones económicas de diferentes tipos entre grupos
significativos de transactores durante sucesivos períodos y una presentación de los resultados de las
transacciones, en términos de balances, al final de sucesivos períodos”.
• Facilita el estudio de la evolución de los agregados y el análisis de los efectos de las políticas
económicas aplicadas.
• Muestra cómo se comportan los diferentes sectores de la economía y en qué nivel contribuyen a la
expansión del producto.
Esta dinámica tarea de la investigación económica, consistente en atribuir números reales a los
conceptos económicos, ha permitido avanzar en el análisis del comportamiento interrelacionado de
las unidades de consumo y producción. Sin embargo, debemos tener en cuenta el significado preciso
de los conceptos, elementos y límites de cada sistema.
Con estas reservas, el sistema suministra la información sobre las transacciones en la economía
nacional.
Permiten saber: a cuánto asciende la producción de bienes y servicios del país, cómo evoluciona
nuestra capacidad (o incapacidad) para generar valor agregado año a año, qué sectores existen y
cómo contribuye cada uno a la generación de riqueza, qué se produce, cómo participa cada sector
en las relaciones con el resto del mundo, cuánto se dedica a bienes de consumo, cuánto a bienes de
inversión, cuántos bienes y servicios son privados y cuántos públicos, cuánta es la distribución (es
decir, cómo se retribuye a los factores de la producción), cuál es el consumo intermedio y cuál el
producto. También nos habilita para compararnos en el plano internacional, medir el ritmo de
acumulación, determinar cuánta riqueza se apropia el Estado para sus fines específicos y cómo
inciden los argentinos y el resto del mundo en la formación de nuestra riqueza, seguir y evaluar la
marcha de la economía, averiguar cuántas personas trabajan, qué sectores demandan mano de
obra, cuál es el ingreso per cápita de la población, cómo se distribuye el producto entre todas las
provincias, cuáles son los sectores productivos más dinámicos y cuáles los más rezagados.
Estas alternativas nos llevan a lo que se denomina el triple enfoque: gasto, valor agregado e ingreso.
Por ahora diremos que en este último el producto se obtiene mediante la suma de la remuneración a
los factores de producción que hayan intervenido en la creación del producto.
Previamente a la consideración de los diferentes enfoques para medir el producto conviene hacer
algunas reflexiones generales en función de lo explicitado en el flujo circular.
Se debe diferenciar claramente el valor bruto de producción del producto bruto. Son conceptos
diferentes.
El producto bruto interno (PBI) es la producción total de bienes y servicios finales. Un producto final
es aquel que se produce y se vende para el consumo o la inversión. El PIB no comprende los bienes
intermedios, es decir, aquellos que se utilizan para producir otros.
Para calcular el PIB utilizando el enfoque del flujo de productos no es muy complicado excluir los
bienes intermedios. Se incluye simplemente el pan y los automóviles, evitando incluir el trigo y la
masa utilizados para hacer el pan, o el acero y el vidrio utilizados para fabricar los automóviles, pues
si lo hiciéramos estaríamos duplicando los valores.
El enfoque del valor añadido trata de evitar la duplicación incluyendo en el PIB solamente los bienes
finales y no los bienes intermedios que se utilizan para producirlos. Mide el valor añadido en cada
fase, teniendo cuidado de restar los gastos realizados en los bienes intermedios comprados a otras
empresas.
El enfoque de los ingresos evita debidamente la doble contabilización y registra una sola vez los
salarios, los intereses, los alquileres y los beneficios.
- Los bienes finales son los producidos para uso final, y no para venderlos de nuevo o para producir
otros bienes.
El valor del producto final es igual a la suma de los valores agregados en cada una de las etapas.
Este valor final es el único que hay que tener en cuenta para calcular el producto nacional. No se
debe sumar el valor de todas las transacciones (valor bruto de producción).
Enfoque La medición del producto por este método se funda en la identidad básica del gasto y el producto.
de gasto Debemos tener presente que esta forma de cálculo de los bienes finales sólo es posible a nivel
global, a diferencia de los otros métodos indicados (producto o valor agregado e ingreso) que lo
permiten por sectores económicos.
La utilización de este enfoque permite medir el Producto Bruto Nacional (PBN) sumando el Gasto
Nominal:
El gasto en consumo incluye todos los bienes y servicios que las personas (unidades de consumo)
adquieren para atender sus necesidades personales y utilizan en el período considerado.
Comprenden bienes duraderos tales como artículos del hogar, y bienes no duraderos, tales como
alimentos y servicios.
El gasto en inversión nace de la relación entre empresas o unidades productivas. En síntesis, nos
referimos al gasto de los productores en mercancías –nuevos activos físicos reproducibles– que se
utilizan pero no se consumen en el proceso productivo. Son excepciones (en función del sujeto
demandante) las viviendas, pues si bien son demandadas por las familias, se imputan como
demanda de inversión debido a las características específicas de dichos bienes.
El gasto en exportaciones netas que corresponde a una economía abierta nace de la relación
existente entre las unidades de consumo y producción (integrantes del sistema interno) y el exterior.
Los consumidores gastan parte de sus ingresos en mercancías que se producen en el exterior –
importaciones–; también las unidades productivas satisfacen necesidades de insumo e inversión
mediante bienes producidos en el exterior.
La sumatoria es la demanda de importaciones, que conforma un flujo de gastos que surge del
ingreso nacional, pero que no se transforma en ingreso “interno” para los factores de la producción
del sistema. Por el contrario, es una fuga de nuestra corriente de gasto interno o doméstico. Por otro
lado, parte de los bienes que se producen internamente se venden al exterior, es decir, existe una
demanda externa –exportaciones– que conforma un flujo de ingresos para las empresas, siendo
externo el origen del gasto. Dicho de otra manera, las exportaciones son gastos producidos por el
resto del mundo y recibidos por nuestras unidades productivas (origen de la producción).
Como consecuencia del flujo recíproco de bienes surge otro flujo recíproco de ingresos entre
residentes y no residentes. Recordemos que a todo flujo real corresponde uno nominal y viceversa.
La forma adoptada para imputar estas transacciones con el resto del mundo consiste en sumar el
valor de las exportaciones y restar las importaciones. Para una mejor comprensión desarrollamos
estos conceptos en términos de una identidad:
Producto = C + I + (X – M)
Según esta metodología, el Ingreso Nacional (YN) consiste en las sumas que ganan los propietarios
de los factores de la producción por su participación en el proceso productivo. Sólo los ingresos
emergentes de la producción corriente se incluyen en este agregado. Los precios de los bienes y
servicios que conforman la corriente del gasto incluyen impuestos comerciales indirectos que no son
ganados por los propietarios de los factores.
En consecuencia, para obtener el Ingreso Nacional (YN) hay que deducir del Producto Nacional
definido en el párrafo anterior los “impuestos indirectos”, porque éstos son cobrados por el Estado en
función de su poder coactivo y no porque sean un factor productivo. En la actualidad, el impuesto de
esta naturaleza que cuenta con mayor relevancia es el impuesto al valor agregado (IVA). ¿Por qué
no consideramos los “impuestos directos”? Porque se aplican sobre los ingresos ganados por los
factores.
Cuando expliquemos el sistema vigente en nuestro país nos detendremos en este enfoque, también
denominado factorial, para ampliar su tratamiento.
Otra clasificación pertinente surge de la diferencia entre el agregado bruto o neto, en función de si
incluye o excluye el consumo de capital, llamado contablemente “amortización”.
Combinando las clasificaciones anteriores podemos indicar que el ingreso nacional neto (YNN) es
igual al producto bruto nacional (PBN) menos el consumo de capital (CC) y los impuestos indirectos
(Ii):
Pero todavía debemos esperar para gastar, porque el “ingreso personal” aún no disponible es el flujo
recibido antes de haber pagado el impuesto personal sobre la renta y de haber adicionado las
“transferencias recibidas”: sólo luego de este pago surge el ingreso disponible. Ejemplo: si
suponemos un total de ingreso nacional neto de 1000, algunos factores deben pagar impuestos a las
rentas por 100, que deduciremos, y otros factores pueden estar recibiendo algún tipo de
transferencia (impuesto negativo), que deberemos sumar.
Si del Ingreso Personal disponible deducimos el gasto en consumo personal, obtendremos el “ahorro
personal”, que se constituye en uno de los componentes del “ahorro privado bruto”. El otro
componente es el “ahorro comercial bruto”, que se califica de esta forma por la inclusión del consumo
de capital. En consecuencia, el “ahorro comercial neto” se obtiene de deducir al “bruto” el consumo
de capital: este residual puede considerarse con criterio amplio como utilidades no distribuidas.
Para lograr que la medición sea válida debemos cuidar que la referencia, o base de la medida, no se
altere. Imaginen lo que pasaría si no pudieran mantenerse constantes las unidades de cálculo en un
sistema cualquiera de pesos y medidas: sencillamente sería desechado. En la economía sucede lo
mismo, con la diferencia de que debemos utilizar algún método para ajustar nuestra unidad de
medida, porque la forma de hacer homogéneo el cálculo es el valor del dinero. El problema consiste
en que el dinero tiene dos valores: uno nominal o escrito y otro real, que es la inversa del nivel
general de precios. Debemos prestar atención al valor real; caso contrario observaremos las
variaciones aparentes y no las reales.
En síntesis: ante cualquier variación y sin importar el signo, lo correcto consiste en mantener
constante la unidad de medida. De esta forma, obtendremos la magnitud en moneda constante (en
oposición a corriente), lo que estaría expresando que sus alteraciones corresponden a cantidades
físicas, reales.
Por último, señalemos que las diferencias no relevantes que pueden surgir de la medición al utilizar
los diferentes enfoques se denominan “discrepancias estadísticas”.
“Si tuviéramos que opinar sobre lo bien que le va a una persona económicamente, es posible que lo
primero en que nos fijaríamos fuera su renta. Una persona que tiene una renta alta puede permitirse
el lujo de comprar más fácilmente bienes necesarios y bienes de lujo. No es sorprendente que las
personas que tienen más renta disfruten de niveles de vida más altos: mejor vivienda, mejor
asistencia sanitaria, automóviles más elegantes, vacaciones más opulentas, etc.”
Lo mismo ocurre con la economía general de un país. Cuando se juzga lo bien o mal que le va a una
economía, es lógico observar la renta total que gana el conjunto de sus miembros. Ésa es la labor del
producto interior bruto (PIB).
El PIB mide dos cosas al mismo tiempo: la renta total de todos los miembros de la economía y el
gasto total en la producción de bienes y servicios de la economía. La razón por la que el PIB puede
realizar la difícil tarea de medir tanto la renta total como el gasto total se halla en que estas dos cosas
son en realidad lo mismo. En una economía considerada en su conjunto, la renta debe ser igual al
gasto.
¿Por qué? La razón por la que la renta de una economía es igual a su gasto se halla simplemente en
que toda transacción tiene dos partes: un comprador y un vendedor. Cada dólar de gasto de un
comprador es un dólar de renta de un vendedor.
La importancia y complejidad de este esquema abierto, con intercambio de bienes y factores con el
resto del mundo, requiere avanzar en la explicación de las relaciones entre lo “interno” y lo “nacional”.
Se puede decir que cuando hablamos de conceptos que se refieren a la actividad llevada a cabo
dentro de las fronteras de un país por “residentes y no residentes”, se les adiciona el término interno,
geográfico o doméstico. Si se quiere obtener la producción final nacional, se ajusta el interno por los
ingresos netos de los factores de producción del resto del mundo (INFE).
¿Por qué necesitamos este nuevo término? Las exportaciones e importaciones son sólo una parte de
la relación económica de nuestro país con el resto del mundo que indica el intercambio de bienes y
servicios reales. Pero ¿esto es todo en las relaciones económicas? No. Actualmente, dada la
movilidad del capital, la tecnología y el trabajo, en los procesos de generación de riquezas de los
países existe un movimiento de factores cuya propiedad corresponde a no residentes y, por lo tanto,
no cae bajo la jurisdicción nacional sino que es resuelta por el INFE.
Es aquí relevante la relación entre el saldo de la cuenta corriente del balance de pagos y la cuenta
“resto del mundo” en las cuentas nacionales para determinar si se están ganando o perdiendo
recursos. La primera es una parte de la balanza de pagos que oficia como un cuadro de resultados
en un balance: indica los flujos de tipo real y excluye los de tipo nominal, destinados a otra parte de
la balanza. Ello implica que la cuenta incluye el intercambio de bienes, servicios y factores.
Debemos tener en cuenta la diferencia entre el flujo de mercancías importadas y exportadas (flujo de
servicios reales) que incluyen conceptos que no constituyen remuneraciones a los factores de la
producción, como por ejemplo “fletes”, “seguros”, “pasajes”, etc., y los servicios financieros
(intereses, utilidades, beneficios) vinculados a los factores.
PBI = C + IBI + X – M
Teniendo presente que los componentes de la balanza comercial son X y M, podemos expresar que:
Desde el punto de vista de la utilización, el componente importado incluido en los bienes creados por
los residentes es mostrado como un ajuste negativo de estos últimos, esto es, exportaciones netas.
Pero también existe un flujo de factores entre el sistema interno y el externo. Estas corrientes de
ingresos y egresos afectan positiva o negativamente a los ingresos del país. Dicho movimiento,
reiteramos, se registra como “ingreso neto por factores de producción recibidos del exterior” (INFE).
PBI = C + IBI + X – M PBN = C + IBI + X – M +/- INFE PBN = PBI +/- INFE
La diferencia entre el PBI y el PBN se debe al INFE. Cuando el INFE es negativo se paga más al
exterior por el servicio de los factores que lo ingresado por este concepto. Recordemos que es un
proceso de flujo y no de stock. Un ejemplo sobre el capital: debemos realizar el cálculo de los
ingresos y egresos de remuneraciones de factores entre el resto del mundo y nuestro país. Además,
debemos pensar que los signos de nuestro país implican signos opuestos de los otros países o resto
del mundo.
El ahorro es la diferencia entre las importaciones y las exportaciones, ajustada por el INFE, ecuación
que ya analizamos. Cuando el ahorro es positivo para el resto del mundo, ello implica una
disminución de nuestros activos internacionales o un aumento del endeudamiento, lo que significa
que utilizamos ahorro del exterior. En el caso contrario (ahorro negativo para el resto del mundo), el
resultado será un aumento de nuestros activos en el exterior –es decir, financiaremos al resto del
mundo– o una disminución de sus obligaciones.
Podemos utilizar esta cuenta para recordar que el ingreso nacional disponible a precios de mercado
es el ingreso nacional a precios de mercado ajustando las transferencias corrientes netas del resto
del mundo.
La idea hasta aquí fue aproximarnos en primer lugar a la economía cerrada (ver parágrafo 5.1.) y
luego a la abierta para señalar la existencia de relaciones entre las cuentas nacionales y la balanza
de pagos.
Visión integrada
Después de explicar diferentes formas de medición es importante que el lector pueda visualizar las
interrelaciones existentes. Cuando nos referimos al producto “a precios de mercado” esto significa “a
precios abonados por los compradores”. Por otro lado, “a costo de factores” implica que deducimos
del concepto anterior los impuestos indirectos netos de subsidios. Expresado por el lado del
“ingreso”, diríamos que la suma de remuneración al trabajo y al capital empresario componen el
“ingreso bruto a costo de factores”.
Donde
Cuando todos los conceptos se refieren a la actividad llevada a cabo dentro de las fronteras de un
país por residentes y no residentes del mismo, se les agrega el término “interno”. Si lo que se trata de
medir es la producción final llevada a cabo por los residentes del país, el concepto se define como
“nacional” y es igual al producto interno ajustado por los ingresos netos de los factores de producción
recibidos del resto del mundo. Si luego le adicionamos los “impuestos indirectos” y le restamos los
“subsidios o transferencias”, obtendremos el “ingreso o producto bruto a precios de mercado”.
Por su parte, el producto nacional neto (PNN) se obtiene de deducir el consumo de capital (CC) del
producto bruto nacional (PBN). Para obtener el ingreso nacional (YN) se deducen del PNN los
impuestos indirectos, lo cual es similar a considerar el PNN a costo de factores. A su vez, el YN está
compuesto por la suma de la remuneración a los factores de la producción (trabajo y capital
empresario en sus diversas manifestaciones). Para alcanzar el ingreso personal disponible (YPD)
debemos restar al ingreso personal (YP) los impuestos sobre la renta y adicionar los ingresos que no
surgen por su participación en el producto (transferencias). El YPD tiene dos destinos: consumo y
ahorro. Este último forma, junto al ahorro comercial bruto, el ahorro privado bruto. Por otra parte, la
corriente del gasto en consumo, inversión, gasto público y exportaciones netas nos lleva a la
medición del PBN por el enfoque del gasto.
El sistema de cuentas nacionales sintetiza la compleja serie de procesos que hacen a la producción,
distribución y uso de mercaderías y servicios. Para ello utiliza la compilación de datos estadísticos y
los ordena de modo tal de descifrar la estructura, evolución y características de la economía del país
con la información en el estado más desagregado posible.
Las series de datos se elaboran a precios constantes de un año base para señalar si la actividad de
que se trate ha mejorado, empeorado, o se ha mantenido estable con respecto al período anterior
referente. En la actualidad se dispone también de precios corrientes, que se tornan relevantes por el
proceso de estabilidad de la Argentina. Desde 1993 (nuevo año base) hasta 1999, la variación de
precios-promedios- anuales-consumidor fue de y la variación de precios mayoristas de %.
El presupuesto del Sector Público contiene datos a precios corrientes que proporcionan ciertas (y
muy parciales) estimaciones sobre la intención de gasto del Gobierno en el rubro “inversión pública”.
Existen otros instrumentos, tanto oficiales como privados, que pueden ser utilizados para lograr una
mejor evaluación del sistema.
Políticas Macroeconómicas
Los instrumentos macroeconómicos son las políticas fiscal y monetaria y la política cambiaria. Estos
interactúan entre sí y todos afectan el balance de pagos, los precios, el nivel de actividad y el
empleo. En segundo lugar, porque una política consistente enfocada en el empleo no supone ignorar
restricciones y objetivos con relación al balance de pagos y la inflación. Para esto, la política
macroeconómica debe ser formulada integralmente en sus tres componentes y tomando en cuenta,
obviamente, la coherencia de objetivos.
Los canales de influencia del tipo de cambio real (TCR) sobre el empleo
TCR: Tipo de cambio ajustado por los bienes y servicios locales. Precio relativo de los bienes
y servicios extranjeros, con respecto a los precios locales.
Los mecanismos por los cuales el TCR afecta el empleo se puede distinguir en tres: canal
macroeconómico (refiere al papel del TCR en la determinación de los niveles de actividad y empleo
en el corto plazo), canal del desarrollo (apunta a la influencia del tipo de cambio real en el
crecimiento económico y consecuentemente, en la velocidad de generación de nuevos empleos.) y
canal de intensidad laboral (la forma en el que el TCR afecta la intensidad laboral de los procesos
económicos; esto es, la influencia del TCR para generar empleo dados un cierto nivel de actividad o
tasa de crecimiento del producto.)
Canal macroeconomico
Canal de Desarrollo
Este canal señala la influencia del TCR sobre la tasa de crecimiento de la economía y
consecuentemente, sobre la tasa de generación de empleos.
En un trabajo reciente de Wing Thye Woo, destaca que La estrategia ISI, distorsiona precios hacia la
producción de importables. Por otro lado, Woo llama EPI (Industrialización por Promoción de
Exportaciones) a aquellas políticas que distorsionan precios relativos hacia la producción de
exportaciones. Las EPI se caracteriza por Los precios domésticos relativos de exportaciones e
importaciones igualan los precios internacionales relativos, debido a que los subsidios efectivos para
exportaciones son similares a las tasas efectivas de protección en las importaciones.
El objetivo de las EPI es distorsionar los precios relativos domésticos hacia actividades transables en
detrimento de las no transables. Esto es fácil de demostrar mediante la definición de precios
domésticos e internacionales de bienes transables.
Woo caracteriza las políticas industriales de las estrategias EPI por un patrón de incentivos que es
similar al generado por un TCR competitivo. El TCR determina los precios relativos de las
exportaciones, importaciones y bienes no transables. Un TCR más depreciado es equivalente a una
tarifa uniforme sobre las importaciones. Un TCR depreciado no distorsiona los precios relativos en
contra de las exportaciones porque implica simultáneamente un subsidio a las exportaciones del
mismo importe (una transferencia de ingresos). Un TCR más depreciado implica la distorsión de los
precios relativos domésticos transables/no transables a favor de las actividades transables: la
combinación de mayor protección de actividades locales que compiten con las importaciones junto a
mayor competitividad de actividades exportadoras.
A pesar del rol obvio del TCR comentado arriba, la economía del desarrollo no se ha enfocado sobre
los regímenes y las políticas cambiarias. Su discusión macroeconómica se ha concentrado en los
problemas de corto plazo, mientras el análisis de largo plazo se enfoca más en la sostenibilidad
financiera y externa que en el crecimiento y el empleo.
Balassa creía que la política de tipo de cambio era clave para el desarrollo. Si el TCR es
suficientemente competitivo para incentivar a los empresarios a vender en los mercados
internacionales, entonces las firmas invertirán y contratarán fuerza laboral local y la economía
crecerá, enfatiza la importancia de preservar un TCR competitivo para promover la rentabilidad de
actividades transables e incentivar a las firmas a invertir y expandir la producción y el empleo.
Dani Rodrik creía que era importante un TCR competitivo en el proceso de desarrollo, y sugiere dos
factores para obtener el éxito. El primero de ellos implica en el corto plazo la generación de
condiciones iniciales necesarias para dar comienzo al proceso de crecimiento. Dadas estas
condiciones iniciales, el segundo factor es la creación de instituciones y la aplicación de políticas
capaces de sostener altas tasas de crecimiento en el largo plazo. Coincidentemente con la mayoría
de las ideas del desarrollo, Rodrik afirma que las economías subdesarrolladas están caracterizadas
por muchas fallas
de mercado (externalidades de aprendizaje y fallas de coordinación) en sectores no tradicionales que
bloquean la iniciativa privada y reprimen la inversión y el crecimiento.
La situación es precisamente la opuesta en el marco internacional actual: mientras el comercio y
otros incentivos o políticas compensatorias no son permitidos, los países en desarrollo gozan de más
grados de libertad con respecto a la elección del régimen cambiario y a las políticas de tipo de
cambio.
Política cambiaria
Las intervenciones del banco central en el mercado de cambios tienen como objetivo mantener un
TCR competitivo y estable.
Preservar la estabilidad del TCR no implica indexar el tipo de cambio. Así, las intervenciones del
banco central en el mercado deben responder a dos objetivos: evitar la formación de expectativas de
apreciación del TCR y permitir la flotación del tipo de cambio nominal con el objeto de desincentivar
flujos de capitales especulativos de corto plazo. El rango de intervenciones debe ser lo
suficientemente estrecho para desempeñar la primera función y lo suficientemente amplio para
permitir la segunda.
Con el fin de contribuir a la formación de expectativas, son importantes las expresiones del banco
central y el gobierno sobre el rol fundamental del TCR competitivo en las estrategias de desarrollo
para un país, aunque no implique ningún compromiso formal.
El mercado cambiario se comporta como un mercado de activos. Las decisiones de compra y venta
están en buena medida basadas en expectativas. Si las intervenciones y señales del banco central
estabilizan las expectativas alrededor de la meta de TCR las fuerzas de mercado tenderán a
estabilizar el tipo de cambio real. Se requiere menos intervención del banco central. Por esta razón,
para potenciar el efecto sobre las expectativas cambiarias, las intervenciones del banco central
deben ser contundentes, con el objetivo de mostrar al mercado la voluntad y la fuerza de la autoridad
monetaria.
Mercado de Cambios
Los bancos centrales pueden compensar la contracción o expansión del dinero resultante de la
intervención en el mercado de cambios de modo de mantener las fluctuaciones del stock de dinero
dentro de límites tolerables.
Los argumentos ortodoxos contra el TCR se centran en las situaciones de exceso de oferta que
hacen inmanejable las intervenciones cambiarias. Sin embargo, no se ha verificado la inefectividad
de las políticas restrictivas.
La necesidad de políticas restrictivas no es permanente, ellas hacen su trabajo solamente en los
momentos de auge, y sabemos bien que estas fases no duran para siempre.
Politica Monetaria
En un régimen macroeconómico de TCR competitivo y estable, la política monetaria no puede estar
enfocada exclusivamente en la inflación. La política monetaria tiene que estar simultáneamente
enfocada en el TCR, en el control de la inflación y en el nivel de actividad.
Según la orientación ortodoxa, la inflación debería ser el único objetivo de la política monetaria y
tendría que ser manejada por un banco central independiente (para mejorar la credibilidad de la
política monetaria) con un mandato antiinflacionario estrecho.
Consecuentemente, en el régimen propuesto el banco central tendría un mandato amplio. La política
monetaria debe formularse conjuntamente con el resto de las políticas macro e implementarse en
forma coordinada. En cualquier caso, la independencia del banco central debe ayudar a vigorizar la
credibilidad de las políticas de tipo de cambio y monetarias.
En las economías en desarrollo, el tipo de cambio es el principal mecanismo de transmisión de los
impulsos de variaciones de la cantidad de dinero a los precios. El objetivo de TCR precisamente
incentiva al banco central a implementar políticas evitando variaciones del dinero que afectan
inicialmente el tipo de cambio nominal y causan fluctuaciones en el TCR. En contrario, una meta
exclusiva de inflación genera incentivos conducentes la apreciación del TCR.
La autoridad monetaria puede manejar diferentes instrumentos con este fin, las más comunes son las
operaciones de esterilización. Consiste en la venta de títulos del banco central o del sector público
con el objetivo de absorber dinero. Es importante tener en cuenta que el conjunto de instrumentos
que puede manejar el banco central depende del contexto institucional y normativo, por un lado, y del
tamaño relativo – con respecto al tamaño del sistema financiero – y estructura de los activos y
pasivos del banco central.
Modelo IS-LM
El modelo IS-LM (Inversión Ahorro-Liquidez Oferta monetaria, por sus siglas en inglés), se centra en
el equilibrio de los mercados de bienes y servicios, y en el mercado de dinero. Muestra
principalmente la relación entre la producción real y los tipos de interés.
Fue desarrollado por John R.Hicks, basado en la “Teoría general” de J.M. Keynes, en la cual
analizaba cuatro mercados: bienes, trabajo, crédito y dinero. Este modelo, primero llamado IS-LL,
aparecía en su artículo “Mr. Keynes and the Classics: a Suggested Interpretation” (Sr. Keynes y los
clásicos: una interpretación), publicado en 1937 en la revista Econometrica.
Para entender cómo funciona este modelo, primero veremos la curva IS, que representa el equilibrio
en el mercado de bienes y posteriormente la curva LM, que hace relación al mercado monetario.
Finalmente veremos cómo se alcanza el equilibrio.
Y = C(Y-T) + I + G
Consideramos que la inversión no es constante, y vemos que depende solo de dos factores: el nivel
de ventas y los tipos. Si las ventas de una empresa aumentan, necesitará invertir en la adquisición de
nuevas fábricas para aumentar la producción; la relación es positiva. Con respecto a los tipos de
interés, cuanto mayor sean, más caro es invertir, por lo que la relación entre estas variables es
negativa. La nueva relación queda expresada:
Y=C(Y-T)+I(Y,i)+G
La curva LM representa la relación entre liquidez y dinero. En una economía cerrada, el tipo de
interés queda determinado por el equilibrio entre oferta y demanda monetarias. M/P = L(i,Y)
considerando M la oferta monetaria, Y la renta real, i el tipo de interés y L la demanda monetaria que
es función de i e Y.
Modelo IS-LM
Por otro lado, si consideramos una política monetaria como un aumento en la oferta monetaria, la
curva LM se desplazará, como vemos en la figura derecha. Un aumento en la oferta monetaria
disminuirá los tipos de interés, desplazando la curva LM a la derecha, aumentando la producción.
Los monetaristas criticaron en gran medida este modelo, haciendo énfasis en algunos aspectos
como la elasticidad (y por tanto la pendiente) de ambas curvas. En su opinión, la curva LM es
inelástica mientras que la curva IS es muy elástica. La conclusión más relevante de este enfoque es
la diferencia en las consecuencias y efectividad de las
políticas expansionistas fiscales y monetarias.
Por otro lado, los monetaristas resultan ser más escépticos que los keynesianos respecto a la política
fiscal. Esto es porque, como se ve en la figura, el cambio inicial de la curva IS (del punto E1 a E2)
será parcialmente compensado por un segundo movimiento de la misma curva. Esto, conocido como
efecto desplazamiento, ocurre ya que el aumento en gasto público aumenta los tipos de interés, que
disminuirán el atractivo de la inversión. Por tanto, cuanto mayor sea el gasto público, menor capital
privado será invertido, que mueve el punto de equilibrio de E2 a E3. También, debido a la mayor
producción, la demanda de dinero aumenta, lo que moverá la curva LM hacia la izquierda (punto E4).
Ambas perspectivas tiene sus defensores entre investigadores dividiendo esta materia en dos
doctrinas: la nueva economía keynesiana y la nueva macroeconomía clásica. Todos los efectos aquí
presentados deben ser considerados al analizar el modelo IS-LM. Sin embargo, debe apreciarse que
algunas conclusiones cambian al considerar una economía abierta, que es analizada por el modelo
IS-LM-BoP o modelo de Mundell-Fleming.
Modelo IS-LM-BP
Aunque ambos economistas investigaron sobre el mismo tema, al mismo tiempo, ambos poseen
análisis diferentes. El artículo de Mundell “Capital Mobility and Stabilization Policy under Fixed and
Flexible Exchange Rates” (Movilidad de capitales y políticas de estabilización bajo tipos de cambio
fijos y flexibles), publicado en 1963, analiza el caso de la movilidad perfecta de capitales. Por otro
lado, el modelo de Fleming desarrollado en su artículo “Domestic Financial Policies under Fixed and
under Floating Exchange Rates” (Políticas financieras nacionales bajo tipos de cambios fijos y
flexibles), publicado en 1962, era más realista, ya que asumía movilidad imperfecta de capitales y por
tanto, hizo más riguroso y completo este modelo. Sin embargo, hoy en día, este modelo ha perdido
interés, ya que la situación del mundo actual se parece más a la hipótesis de movilidad perfecta de
capitales que corresponde al punto de vista de Mundell.
Para entender como funciona este modelo, primero veremos la curva IS, que representa el equilibrio
en el mercado de bienes; posteriormente la curva LM, que representa el equilibrio en el mercado
monetario; y, por último, la curva BP que representa el equilibrio de la balanza de pagos. Una vez
comentadas estas curvas explicaremos como se alcanza el equilibrio conjunto.
Y = C(Y-T) + I + G + NX
Consideramos que la inversión no es constante sino que depende de dos factores: el nivel de ventas
y los tipos de interés. Si las ventas de una empresa aumentan, necesitará invertir en la adquisición
de nuevas fábricas para aumentar la producción; la relación es positiva. Con respecto a los tipos de
interés, cuanto mayor sean, más caro resulta invertir, por lo que la relación entre estas dos variables
es negativa.
Como se ha dicho anteriormente, también es necesario analizar las variaciones en los tipos de
cambio (e). Si e disminuye, podremos comprar más moneda extranjera con menos moneda propia.
Por otro lado, los extranjeros tendrán que pagar más de su propia moneda a cambio de la nuestra.
Así, cuando e disminuye (también llamado apreciación bajo tipos de cambio flexible, o revaluación
bajo tipos de cambio fijos), los residentes del país tienen un mayor poder adquisitivo, por lo que
pueden comprar la misma cantidad de bienes usando menos moneda doméstica. Lo contrario ocurre
cuando e aumenta (también llamado depreciación bajo tipos de cambio flexibles, o devaluación bajo
tipos de cambio fijos), los residentes del país pagarán más por los mismos bienes. Resumiendo, un
aumento de e provoca un aumento de las exportaciones netas (la curva IS se mueve a la derecha) y
una disminución provoca una reducción de las exportaciones netas (la curva IS se desplaza hacia la
izquierda).
La curva LM representa la relación entre la liquidez y el dinero. En una economía abierta, el tipo de
interés es determinado por el equilibrio entre la oferta y la demanda monetaria: M/P = L(Y,i)
considerando M la oferta monetaria, Y la renta real, i el tipo de interés y L la demanda de dinero.
También, el tipo de cambio debe ser analizado ya que afecta a la demanda de dinero (los inversores
pueden decidir comprar o vender bonos en un país dependiendo del tipo de cambio).
El equilibrio del mercado de dinero implica que, dada una cantidad de dinero, el tipo de interés es
una función creciente de la producción. Cuando la producción aumenta, la demanda de dinero
aumenta pero, como hemos comentado, la oferta de dinero está dada. Por lo tanto, los intereses
aumentan hasta que los efectos opuestos actuando sobre la demanda de dinero sean cancelados, la
gente demandará más dinero debido a la mayor renta y menos debido al incremento de los tipos.
La pendiente de la curva es positiva, al contrario de lo que ocurre con la curva IS. Esto es porque la
pendiente refleja la relación positiva entre producción y tipos de interés.
La curva BP muestra en qué puntos la balanza de pagos está en equilibrio. En otras palabras,
muestra combinaciones de producción y tipos de interés que garanticen que la balanza de pagos
está viablemente financiada, lo que significa que el volumen de exportaciones netas que afectan al
total de la producción debe ser consistente con el volumen de salida
neta de capitales. Normalmente la pendiente será positiva ya que
cuanto mayor sea la producción, mayores serán las importaciones,
lo que perturba el equilibrio de la balanza de pagos, a no ser que
aumenten los tipos (lo que provocaría que los flujos entrantes de
capital mantuvieran el equilibrio). Sin embargo, dependiendo como
de grande sea la movilidad de capital, tendrá una mayor o menor
pendiente: cuanto mayor sea la movilidad, mas plana será la curva.
El modelo IS-LM-BP
Una política monetaria expansionista moverá la curva LM a LM’, lo que hace que el punto de
equilibrio se desplace de E0 a E1. Sin embargo, como estamos por debajo de la curva BP, sabemos
que la economía tiene un déficit sobre la balanza de pagos. Ya que los tipos de cambio son fijos, la
intervención del gobierno es necesaria: el gobierno comprará moneda nacional y venderá extranjera,
lo que provocará un descenso de la oferta monetaria y moverá la curva LM’ a su posición original
(punto de equilibrio E2). La política monetaria por tanto no tiene
ningún efecto en estas circunstancias.
Una política fiscal expansionista moverá la curva IS a IS’, moviendo el punto de equilibrio de E0 a E1.
Como la economía tiene un superávit sobre la balanza de pagos, y como el tipo de cambio es fijo, el
gobierno intervendrá en la dirección opuesta: comprará moneda extranjera y venderá moneda
nacional. Esto aumentará la oferta monetaria desplazando la curva LM a la derecha. El equilibrio final
es alcanzado en el punto E2, donde al mismo tipo de interés, la producción ha aumentado
significativamente: la política fiscal funciona perfectamente en estas circunstancias.
Una política fiscal expansionista moverá la curva IS a IS’, llevando el punto de equilibrio de E0 a E1.
Ahora, dependiendo de la movilidad de capital, podremos tener un
superávit (movilidad de capital elevada, curva BP+) o un déficit
(movilidad de capital reducida, curva BP-) sobre la balanza de pagos.
Como el tipo de cambio es fijo, el gobierno tendrá que intervenir: sus
adquisiciones y ventas de divisas tanto nacional como extranjera
desplazarán la curva LM a LM’ o LM*. Si revisamos lo que ocurre
arriba, un superávit en la balanza es el mismo escenario que en una
política fiscal con movilidad perfecta de capital y tipos de cambio
fijos, mientras que un déficit en la balanza equivale al escenario de la
política monetaria. Bajo estas circunstancias, la política fiscal es
completamente eficiente. De hecho es más eficiente cuanto mayor
sea la movilidad de capital.
El modelo de Mundell-Fleming es una herramienta muy útil a la hora de analizar una economía
abierta. Un gran número de libros de texto y artículos discuten en favor o en contra de estos
modelos. Sin embargo, no se puede negar que el mundo se está moviendo hacia la liberalización del
comercio internacional y movimientos de capitales (principalmente a través de acuerdos de la
Organización Mundial del Comercio), lo que nos hará inclinarnos hacia el punto de vista de Mundell.
Para resumir, bajo movilidad perfecta de capital, la política monetaria solo funcionará si los tipos de
cambio son flexibles, mientras que la política fiscal será efectiva si los tipos de cambio fueran fijos.
Sector Externo y BP
Las ideas mercantilistas en materia de comercio internacional estipulaban que “una nación se
beneficia con el comercio internacional sólo cuando tiene un saldo favorable en su balanza
comercial”, exportaciones mayores a las importaciones.
Por lo cual, prevalecían las prácticas proteccionistas, limitando el flujo de las importaciones y
aplicando subsidios a las exportaciones. Se agravaba la importación de manufacturas y se prohibía
la exportación de materias primas, se procuraba estimular las exportaciones de productos
manufacturadas.
Adam Smith
De acuerdo con Smith, un país tendría ventajas absolutas sobre otro en la producción de un mismo
bien si pudiera fabricarlo con menores costo, independientemente de que esas ventajas derivaran de
factores naturales o una mejor dotación de recursos (ventajas naturales o estáticas) o bien que
fueran resultados de acciones concientes o esfuerzos realizados a través del tiempo por los agentes
económicos (ventajas adquiridas o dinámicas).
Smith sostenía que todos los piases encontrarían conveniente especializarse en la producción del
bien/bienes en que fueran más eficientes. Cada país produciría un bien determinado solo cuando
pudiera hacerlo a menor costo que el extranjero.
En cuanto a las consecuencias, la división internacional del trabajo resultante permitiría un mejor
aprovechamiento de los recursos disponibles por parte de todos y cada uno de los participantes del
intercambio y obtener mayor cantidad y variedad de productos que si se intentara producirlos
internamente.
En las décadas siguientes, la producción industrial se fue afianzando y como consecuencias llevaron
a que adquiriera importancia estratégica para la industria inglesa la promoción de la adopción
generalizada del librecambio a nivel internacional, lo que ampliaría tanto las posibilidades de
colocación externa de manufacturas, como la importación de materias primas y de bienes-salarios,
tendientes a obtener reducciones en los costos de producción industrial, adicionales a las derivadas
de los incrementos de productividad.
David Ricardo
Aporto un enfoque más elaborado que apuntaba a demostrar mediante la noción de beneficio
mutuo, qué el comercio internacional libre de trabas beneficia a todos los que participan del mismo,
aún a aquéllos países que cuenten con desventajas absolutas en todos sus productos. La clave
consistía en el concepto de ventajas comparativas o relativas que explican las causas del
comercio entre países y la estructura del mismo.
Estas ventajas comparativas surgen de las diferencias entre los costos relativos de distintos bienes
al interior de un país y los de los mismos bienes en otro país. De acuerdo con la visión ricardiana
sería conveniente especializarse en aquellos en los que se es relativamente más eficiente e importar
los restantes. Del mismo modo, también podría abrazar la especialización y ser exportador de
algunos bienes, un país con generalizadas desventajas absolutas. El beneficio mutuo estriba en
que todos los países que participen del comercio internacional estarían en condiciones de consumir
mayor cantidad de bienes sin el empleo de más recursos productivos, sino con una más eficiente
utilización de los mismos.
Según Ricardo el requisito para que exista comercio entre dos países es que existan diferencias
entre los respectivos costos de oportunidad (informa las unidades de un proceso que debería dejarse
de fabricar, ante desplazamientos de recursos productivos a la elaboración de otro bien), esto es,
entre los respectivos precios relativos. Esas diferencias en las condiciones de producción parecen
tener que ver con distintas capacidades tecnológicas de los países.
Síntesis de Ricardo
- Las causas del comercio internacional deben buscarse en la existencia de diferentes costos de
oportunidad entre países, los que indican la existencia de distintas condiciones de producción.
- La estructura o patrón de intercambio es determinada por las ventajas comparativas (y no por las
absolutas) al especializarse cada país en el/los bien/en que es relativamente más eficientes.
- El comercio internacional conduce al beneficio común que se deriva de un uso más eficiente de los
recursos a partir de la división internacional del trabajo resultante de las mencionadas pautas de
especialización.
Entre dos países sin diferencias en los costos de oportunidad no existiría el comercio, ya que las
cantidades respectivas de bienes que podrían obtener serían las mismas con o sin especialización,
es decir, con o sin comercio.
Es común observar que los países importan y exportan simultáneamente un mismo bien. Este
comercio intraindustrial se explica porque un bien que un país importa presentan diferencias con
relación a los de producción doméstica. Aunque los niveles de calidad y las prestaciones de unos y
otros puedan ser muy parecidas, tienden a diferenciarse por los respectivos énfasis asignados en
diversos aspectos.
Según Smith, el comercio exterior posibilita remitir al exterior el excedente de los productos que no
tienen demanda interna, traer artículos que se solicitan en el país y estimula la máxima división del
trabajo en cada rama. Por lo tanto, si un país posee ventajas o adquiridas en la producción de un
producto y otro país carece de ellas, siempre será ventajoso para éste adquirirlo en el primero en
lugar de producirlo. Smith planea que el comercio exterior favorece el aumento de la división del
trabajo y fomenta el desarrollo de las fuerzas productivas, Smith introduce aspectos dinámicos que
influyen decisivamente en el tipo de especialización de cada país en el mercado internacional.
El intercambio (de naturaleza intersectorial) existe porque las condiciones de producción de cada
mercancía varían entre países y beneficia a todos los países que intervienen debido a que
contribuyen a aumentar la división del trabajo y la productividad.
Por otro lado, Ricardo explica la existencia de intercambio incluso en las situaciones en las que un
país tiene desventajas absolutas en la producción de todos los bienes transados. Además, se
diferencia de Smith, porque considera que el comercio exterior y la extensión del mercado
incrementaban “la masa de bienes disponibles, y por lo tanto la suma de disfrutes” pero no
necesariamente la tasa de beneficios interna. Consideraba que la tasa de beneficio sólo podía
aumentar, en condiciones estáticas, a partir de una reducción permanente de los salarios reales. Esta
disminución del costo de reproducción de los trabajadores sólo podía provenir de una mejora técnica
en la producción de bienes salario o de la importación de bienes salario a un precio inferior al interno.
Bajo los supuestos de inmovilidad internación de los factores de producción, movilidad al interior de
cada país, y determinación de los valores de las mercancías por la cantidad de trabajo total
incorporada en ellas, el comercio internacional de dos mercancías se hace posible si existen
diferencias en los cocientes de los costos de producción en cada uno de los países involucrados y
por lo tanto en las productividades relativas.
La condición suficiente para que exista intercambio es que el cociente entre el costo de producción
de ambas mercancías en un país sea diferente al que corresponde en el otro.
Recomendaciones de la teoría
- La intervención apuntaría a favorecer la extensión del comercio y las condiciones que determian la
creación de ventajas dinámicas. La extensión del mercado favorece la especialización productiva, el
aprovechamiento de economía de escalas y el desarrollo de procesos de aprendizaje, aspectos que
en conjunto determinan ventajas dinámicas en el comercio.
- En Smith, subyace la idea de que el mercado puede ser desarrollado y que los procesos de
aprendizaje y de especialización pueden modificar la naturaleza de las ventajas absolutas de los
países en el comercio internacional.
El modelo de Heckscher – Ohlin explica la composición del comercio internacional a partir de las
ventajas comparativas, a diferencia de Ricardo estas ventajas aparecen como resultado de la
relación entre recursos y tecnología, entre la abundancia o escasez relativa de los factores de
producción y la intensidad en el uso de los mismo en la producción de un bien.
La tesis central es que los países tienden a especializarse y a exportar bienes que hacen uso
intensivo de los factores en que tiene oferta abundante, mientras que tenderán a importar productos
que utilizan intensivamente sus factores relativamente escasos.
Al existir diferentes intensidades en el uso de los factores, la principal restricción para ampliar la
producción de un bien cualquiera es la escasez en la disponibilidad del factor del que se hace uso
intensivo.
Consecuentemente, para lograr el uso más eficiente de los recursos productivos, cada país debería
tender a especializarse en aquellos bienes intensivos en el uso del factor relativamente más
abundante o a concretar sus recursos en la producción de los bienes que hacen uso intensivo de los
factores en que están relativamente mejor dotados.
El establecimiento de relaciones comerciales entre dos países con distintos precios relativos lleva a
la convergencia del precio relativo de los productos. Esto implica un estímulo a incrementar la
producción del bien cuyo precio relativo aumentó, lo cual llevará a los países a la adopción de
especializaciones complementarias.
Sin embargo, los cambios en los precios relativos de los bienes provocan cambios en los precios
relativos de los factores. Por lo tanto, la convergencia entre países del precio relativo de los
productos llevará inexorablemente a que también se igualen los precios relativos de los factores en
los dos países.
- Habrá comercio entre dos países cuando los mismos difieran en su respectiva dotación de factores
de la producción (esto implica diferentes ventajas comparativas y, por lo tanto, distintos precios
relativos de los bienes en casa país, antes del comercio)
- Cada país se especializará y exportará los bienes que hagan uso intensivo del factor relativamente
más abundante.
- A su vez, la igualación de los precios de los bienes provoca la igualación de las retribuciones a los
factores en los países que comercian, lo que implica cambios en la distribución del ingreso en cada
país como consecuencia del comercio internacional.
Concretamente el modelo permite apreciar que, cuando un país comercia, los propietarios de los
factores relativamente abundantes se benefician de incrementos en sus ingresos, mientras que se
perjudican los propietarios de lso restantes factores. El comercio internacional provoca una
redistribución del ingreso en cada país, desde los propietarios de los factores menos abundantes
hacia los propietarios de los factores más abundantes.
Los países comercian porque son diferentes y en función de esas diferencias. Diferencias de costos
por distintos niveles de eficiencia (Smith y Ricardo) cuyo origen no nos es revelado o por distintas
dotaciones factoriales (Hackscher – Ohlin).
Los países que participan del intercambio alcanzan – sin excepciones- una mejor situación de la que
les corresponde en caso de optar por la autarquía, ya que logran una mayor disponibilidad relativa de
bienes gracias al mejor aprovechamiento que cada cual hace de sus recursos. Sin embargo, las
causas del comercio no pueden ser exclusivamente las diferencias entre países, ya que quedarían
sin explicación los intercambios entre países con semejantes dotaciones relativas de factores de la
producción, con parecidos niveles de eficiencia o con similares capacidades tecnológicas.
- El supuesto de inmovilidad de los factores de la producción que excluye a las firmas multinacionales