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AUTO SUPREMO N:271/2017

FECHA AUTO:2017-03-09
TRIBUNAL SUPREMO DE JUSTICIA
SALACIVIL

Auto Supremo: 271/2017 Sucre: 09 de marzo 2017


Expediente: CB-20-16-S
Partes: Juana Campos de Ortuño. c/Remberto Zeballos Calatayud y otros.
Proceso: Acción Pauliana y Repetición.
Distrito: Cochabamba.
VISTOS: El recurso de casación de fs. 343 a 349 vta., interpuesto por Elizabeth Ortuño
Campos en su condición de hija de la demandante Juan Campos Vda. de Ortuño, contra el
AUTO DE VISTA que CONFIRMA la sentencia de primera instancia de 15 de enero de
2016, cursante a fs. 337 a 340 vta. de obrados, pronunciado por la Sala Civil Segunda del
Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba, en el proceso ordinario de Acción
Pauliana y Repetición seguido por Juana Campos de Ortuño contra Remberto Zeballos
Calatayud y otros; la respuesta de fs. 353 a 356 vta., el Auto de concesión de fs. 365; los
antecedentes del proceso, y:
I. ANTECEDENTES DEL PROCESO:
El Juez Primeo de Partido en lo Civil y Comercial de Quillacollo, dictó Sentencia en fecha
07 de noviembre de 2007, cursante de fs. 249 a 256, declarando IMPROBADA la demanda
principal de fs. 14-16 y probadas las excepciones perentorias detalladas de fs. 71-72 y 75
opuestas por los demandados e IMPROBADA la acción reconvencional de fs. 71-72
aclarado a fs. 78, sin costas en previsión del art. 198-III del C.P.C.
Resolución de primera instancia que es apelada por la demandante Juana Campos Vda. de
Ortuño mediante escrito de fs. 259 a 265, que mereció el Auto de Vista
REG/S.CII/ASEN.004/15.01.2016, cursante de fs. 337 a 340 vta., que en lo relevante
fundamenta que; la parte actora no habría probado todos los presupuestos que hacen viable
a la acción Pauliana, es así que no se ha demostrado la complicidad del tercero adquiriente
con el vendedor; es decir que no existe prueba objetiva que acredite que los compradores
del inmueble Cirilo Calatayud Balderrama y Hortencia Zeballos de Calatayud habrían
tenido conocimiento de la deuda que Remberto Zeballos Calatayud tenía con la señora
Juana Campos Vda. de Ortuño; puesto que en el momento en que se realizó la transferencia
del lote de terreno, no existía gravamen alguno sobre el mismo que pueda llevar a la
convicción de los compradores de la existencia de alguna deuda. Máxime si se considera lo
dispuesto por el art.1538 parágrafo I) del Código Civil. Aspectos que denotan negligencia
en la demandante, dejando de lado que la preste acción le es favorable al “acreedor
diligente”.
Por otra parte respecto de la excepción de prescripción, prevista en el art. 1.507 del Código
Civil, misma que dispone que el “Los derechos patrimoniales se extinguen por la
prescripción en el plazo de CINCO AÑOS a menos que la ley disponga otra cosa”
cuestionada en el recurso de apelación, el Tribunal de alzada considera que en el presente
caso la obligación ha prescrito en su totalidad, por haber trascurrido los cinco años, sin que
el demandado Remberto Zeballos Calatayud haya sido citado con demanda alguna, pues de
la revisión de actuado procesales se tiene que hubo negligencia y dejadez por parte de la
demandante al no haber ejercido oportunamente su derecho de reclamo de pago, llegando a
la conclusión de que el Jue A quo habría valorado las pruebas de cargo y descargo
conforme lo disponen los arts.1.286 del Código Civil y 397 de su procedimiento; por lo que
CONFIRMA la Sentencia apelada, con costa.
Resolución de Alzada que es recurrida de casación por la parte demandada, que obtiene el
presente análisis.
II. DEL CONTENIDO DEL RECURSO:
Del contenido del Recurso de Casación se tiene lo siguiente:
Acusa violación, aplicación indebida y errónea del art. 1.446 del Código Civil, alegando
que el Tribunal de Alzada no habría considerado doctrinalmente el significado de la Acción
Pauliana, misma que señala que; “les corresponde a los acreedores a efecto de que sean
revocados todos los Actos que en su perjuicio haya realizado dolosa o fraudulentamente el
deudor….”, consiguientemente su madre habría demostrado los cinco requisitos jurídicos
exigidos por el art. 1.446 del Código Civil, pero que el Tribunal de Alzada distorsionando
su aplicación correcta habría confirmado la injusta e incorrecta Sentencia; por lo que pide a
este digno Tribunal Supremo de Justicia casar el Auto de Vista y en el fondo declarar
probada la demanda principal de Acción Puliana y consiguiente repetición de pago.
Acusa error en la valoración de la prueba de cargo y descargo de fs. 4, 5, 6, 154, 156, 91,
92, por lo que aplicando los principios de legalidad, justicia, debido proceso, especificidad,
transparencia y contradicción por el digno Tribunal de Justicia deba casar el Auto de Vista
impugnado, incidiendo se declare probada la demanda principal.
Con relación a la excepción de prescripción, acusa errona valoración de la prueba (léase fs.
154-156, 91-92) pruebas que no habrían sido valoradas en su integridad por el Juez A quo a
tiempo de emitir su injusta sentencia y menos por el Ad quem a tiempo de emitir su
incorrecto e ilegal Auto de Vista, llegando a la convicción que la prescripción inventada
por los demandados no resulta procedente en el presente caso.
Acusa vulneración del inc. II) del art. 1.503 del Sustantivo Civil, aduciendo que no habría
operado la prescripción en la obligación de repetir el pago, debido a que el mismo habría
sido interrumpido con la Escritura Pública de fs. 154-156, en el entendido de que la
prescripción también se interrumpe por cualquier otro acto que sirva para constituir en
mora al deudor, conforme se tiene señalado en la citada norma; en consecuencia la
recurrente considera que el computo de la prescripción sería a partir de la suscripción de la
citada Escritura Pública; es decir a partir del 03 de octubre de 2.000 y toda vez que la
demanda principal data del 09 de enero de 2004, recién habrían transcurrido tres años y
nueve meses, por lo que no habría operado la prescripción.
Por lo expuesto, pide al tribunal de casación emitir Auto Supremo casando el Auto de Vista
y se dicte nueva Resolución declarando probada la demanda principal de Acción y
repetición de pago. Y de otra parte se declare improbadas las excepciones perentorias,
como la demanda reconvencional opuesta por los demandados.
De la respuesta al recurso de casación.
Los demandados Cirilo Calatayud Balderrama y Hortencia Zeballos de Calatayud se
pronuncian respecto del recurso de casación interpuesto por la parte actora, indicando que
el recurso de casación se asemejaría a una demanda nueva, en la que deben ser expresadas
con claridad y precisión la Ley o leyes infringidas, violadas o aplicadas indebida o
erróneamente, especificado en que consiste la infracción, violación, falsedad y error; y no
fundamentar en memoriales anteriores, ni suplirse posteriormente.
Bajo ese preámbulo, señalan que la recurrente con falsas afirmaciones vertidas en su
recurso de casación, habría obrado de mala fe y con deslealtad procesal; pretendiendo
sorprender la buena fe de los Magistrados del Tribunal de Casación y olvidando el mandato
del art. 1.448.I, III del CC, mismo que señala que la “Acción Pauliana favorece al acreedor
diligente, pero solo en la medida de su interés”. Además que de acuerdo a la jurisprudencia
nacional el Acreedor debe tomar los recaudos correspondientes y necesarios conducentes a
proteger el patrimonio de su deudor, pues en el caso que nos ocupa ellos no se consideran
deudores ni tendrían ninguna obligación de pago ni deuda hacia la demandante Juana
Campos Vda. de Ortuño, menos habrían participado en la deuda contraída por Remberto
Zeballos, negando rotundamente su participado en colusión con el mismo debido a que
desconocía la deuda que su vendedor hubiera adquirido del Banco Mercantil y/o la
demandante; recalcando que el lote de terreno lo habrían adquirido de buena fe y en merito
a que sobre el mismo no existía ningún tipo de gravamen a amerite su restricción de venta,
aspectos que fueron considerado por el Tribunal de Alzada.
Por otro lado hacen referencia a la excepción de prescripción aplicada en el presente caso;
señalando que el art. 1.493 del CC establece: “La prescripción comienza a correr desde que
el derecho ha podido hacerse valer o desde que el titula ha dejado de ejercerlo”,
concordante con el art. 1.492 del Idem “I. Los derechos se extinguen por la prescripción,
cuando su titular no los ejerce durante el tiempo que la Ley establece”, en consecuencia la
excepción de prescripción habría operado en el caso que nos ocupa, concluyendo que al
Auto de Vista recurrido sería justo y correcto, donde se habría valorado correctamente la
pruebas de cargo y descargo, no habiendo sido vulnerado, conculcado ni violado, menos
interpretado, aplicado incorrecta o indebidamente norma legal alguno, por lo que solicita
declarar infundado el recurso. Con costas en las tres instancias.
III. DOCTRINA APLICABLE AL CASO:
III.1.- De la Acción Pauliana.-
El A. S. Nº 26/2016 de 20 de enero de 2016, respecto de este instituto señala que; “la
acción pauliana o revocatoria es el instituto jurídico mediante el cual el acreedor está
facultado para demandar que los actos jurídicos de su deudor, respecto a él, sean ineficaces
y surtan efectos, conservándose de esta forma su patrimonio antes de quedar insolvente.
De esta manera conforme señala el art. 1.446 del Código Civil, el acreedor puede demandar
que se revoquen, declarándose ineficaces respecto a él, los actos de disposición del
patrimonio pertenecientes a su deudor, debiendo concurrir ineludiblemente los siguientes
requisitos: “1) Que el acto impugnado origine un perjuicio al acreedor provocando o
agravando la insolvencia del deudor. 2) Que el deudor conozca el perjuicio ocasionado por
su acto al acreedor. 3) Que, en los actos a título oneroso, el tercero conozca el perjuicio que
el acto ocasiona al acreedor, no siendo necesario este requisito si el acto es a título gratuito.
4) Que el crédito sea anterior al acto fraudulento, excepto cuando el fraude haya sido
dispuesto anticipadamente con miras a perjudicar al futuro acreedor. 5) Que el crédito sea
líquido y exigible. Sin embargo no se tendrá el término por vencido si el deudor resulta
insolvente o si desaparecen o disminuyen las garantías con que contaba el acreedor.
II. No es revocable el cumplimiento de una deuda vencida.”
En este contexto, es necesario incidir que cada uno de los requisitos señalados debe
concurrir necesariamente para la procedencia de la revocatoria, conforme lo señala la
norma precitada, que fue interpretada por la extinta Corte Suprema de Justicia y asumida
por éste Tribunal Supremo de Justicia, determinando una línea jurisprudencial consolidada.
Sin embargo, cabe aclarar que algunos requisitos tienen su excepción prevista por la misma
norma, aún a ello, la concurrencia de estos requisitos es la regla y lo otro la excepción.
III.2.-Respecto a la valoración de la prueba.-
El Auto Supremo Nº 410/2015 de 09 de junio, ha señalado que: “…es facultad privativa de
los Jueces de grado, apreciar la prueba de acuerdo a la valoración que les otorga la ley y
cuando ésta no determina otra cosa, podrán hacerlo conforme a su prudente criterio o sana
crítica, según dispone el art. 1286 del Código Civil concordante con el art. 397 parágrafo I
de su procedimiento. En esta tarea jurisdiccional, la examinación de la prueba es de todo el
universo probatorio producido en proceso, siendo obligación del Juez el de valorar en la
Sentencia las pruebas esenciales y decisivas, conforme cita el art. 397 parágrafo II del
código adjetivo de la materia”.
III.3.- Sobre el tema de la prescripción.-
Sobre el tema el A. S. Nº 265/2016 de 11 de marzo a orientado que, “la prescripción es una
institución jurídica por la cual se extingue el derecho por el transcurso ininterrumpido del
tiempo determinado en ley. El fundamento de la prescripción es de mantener el orden social
y resguardar la seguridad jurídica, que hace necesario el de establecer la temporalidad de
disposición del derecho, impidiendo el ejercicio intempestivo del mismo.
En ese marco, la doctrina establece dos presupuestos para la prescripción, al respecto Díez-
Picazzo y Gullón (Instituciones del Derecho Civil, Vol. I/1, pág. 282) señala que: “Pero el
transcurso fijado en ley no es suficiente para perfilar la prescripción. Es uno de sus dos
presupuestos. El otro lo constituye la falta de ejercicio del derecho. La falta de ejercicio del
derecho es la inercia o la inactividad del titular ante su lesión (p. ej., acreedor que no
reclama el pago de la deuda, propietario que no impide que un tercero usufructúe su finca).
No obstante, esta falta de ejercicio debe ir unida a una falta de reconocimiento del derecho
por parte del deudor o sujeto pasivo de la pretensión que contra él se tiene.”.
En virtud a lo expuesto, la prescripción para surtir el efecto extintivo del derecho debe
transcurrir el tiempo determinado en ley, unido a la inactividad del titular ante el
incumplimiento de la obligación, y la ausencia de reconocimiento del derecho por parte del
deudor, conforme establecen los arts. 1492 y 1493 del Código Civil.
Y en cuanto al comienzo de la prescripción el art. 1493 del CC, establece: “ La prescripción
comienza a correr desde que el derecho ha podido hacerse valer o desde que el titular ha
dejado de ejercerlo" la doctrina en cuanto a la referida norma Carlos Morales Guillem
citando a Pothier señala: "El punto de arranque para computar la prescripción, es el día a
partir del cual puede ser ejercitada la acción por el acreedor, esto es, desde el día que el
acreedor puede demandar a su deudor ….".
III.4.- De la Interrupción de la Prescripción.-
Al respecto el A. S. Nº 232/2016 de 05 de marzo de 52016 ha señalado “que la prescripción
es la institución que estudia el efecto que tiene el transcurso del tiempo sobre la estabilidad
de algunos derechos, puede verse alterado por algunos hechos, que se conocen como
suspensión e interrupción de la prescripción.
Según anota el autor Carlos Morales Guillén, la suspensión de la prescripción detiene el
curso del plazo, sin anular el tiempo cumplido y se reanuda desde el punto en que se había
detenido, apenas cesa la causa de la suspensión, la interrupción destruye la prescripción,
porque borra retroactivamente todo el plazo transcurrido hasta el momento de la
interrupción, en otras palabras, los actos que interrumpen la prescripción borran totalmente
el plazo transcurrido el cual deberá computarse nuevamente por completo.
El citado autor Luis Moisset de Espanés, señala que uno de los problemas más serios que se
presentan en la doctrina y la jurisprudencia es el relativo al alcance y valor que debe darse
al vocablo demanda. Para unos la demanda judicial a que hace referencia la norma y que
interrumpe la prescripción no puede ser otra que la demanda tendiente al cobro de la
acreencia, sin embargo, otros autores consideran que la palabra demanda, en un sentido más
amplio, comprende todas aquellas peticiones judiciales que importen una manifestación de
la voluntad del acreedor de mantener vivo su derecho, en ese sentido, el citado autor,
anotando el criterio expuesto por la Corte Suprema de la Provincia de Buenos Aires, apunta
que: "el término "demanda", no debe tomarse a la letra, y no excluye otros actos igualmente
formales y demostrativos de la intención del acreedor de no permanecer en inactividad o
silencio para el cobro de su crédito".
El art. 1503 del Código Civil señala: “I. La prescripción se interrumpe por una demanda
judicial, un decreto o un acto de embargo notificados a quien se quiere impedir que
prescriba, aunque el Juez sea incompetente.
II. La prescripción se interrumpe también por cualquier otro acto que sirva para constituir
en mora al deudor”. En tal caso, la norma presenta dos escenarios de interrupción vía
judicial y extrajudicial. La primera mediante actos desarrollados ante tribunales
jurisdiccionales aun incompetentes, cuyo requisito fundamental es la citación (notificación
en sentido genérico) con la demanda y demás actuados que se indican; y la otra, es oponer
un acto que sirva para constituir en mora al deudor.
IV. DE LOS FUNDAMENTOS DE LA RESULUCIÓN:
Del análisis del recurso de casación en todo su contexto y con la finalidad de dar una
respuesta ordenada, coherente y entendible a las partes, se procederá a absolver en principio
el reclamo referido a la excepción de prescripción.
Bajo ese preámbulo se pasara a analizar los reclamos referidos a la excepción de
prescripción aducida por la recurrente, quien acusa errónea valoración de la prueba (léase
fs. 154-156, 91-92) pruebas que no habrían sido valoradas en su integridad por el Juez A
quo a tiempo de emitir su injusta Sentencia y menos por el Ad quem a tiempo de emitir su
incorrecto e ilegal Auto de Vista, llegando a la convicción que la prescripción inventada
por los demandados no resulta procedente en el presente caso, vulnerando de esta forma el
inc. II) del art. 1.503 del Sustantivo Civil.
En ese entendido de la revisión de obrados se tiene que la actora Juana Campos de Ortuño
habría cancelado la deuda de Remberto Zeballos C. al Banco Mercantil S.A. de la suma de
$us. 12.582,71, en fecha 08 de abril de 1998, tal como se videncia de la certificación
emitida por la entidad bancaria antes mencionada, cursante a fs. 4 de obrados; fecha desde
la cual se convierte la accionante en acreedora del nombrado deudor; es decir que desde
aquella fecha la parte actora tenía todo el derecho de realizar todo acto y acciones legales
tendientes a recuperar su acreencia, tales como pedir medidas precautorias contra los bienes
de su deudor, requerimientos en mora, acción de repetición y todo cuanto fuere necesario,
actos que van a interrumpir la prescripción.
En el caso la demanda recién es interpuesta el día 10 de enero del 2004; es decir después de
los cinco años que prevé la ley; por lo que en aplicación del art. 1.507 del Código Civil los
Jueces de instancia declaran probada la excepción de prescripción, en virtud a que la actora
no habría ejercido su derecho de demandar en la vía correspondiente el pago de su
acreencia. Resolución que es confirmada por el Auto de Vista bajo los mismos
fundamentos.
Ahora, si bien la recurrente refiere que la documental de fs. 154-156 interrumpe el computo
de la prescripción con el fundamento de que el mismo habría constituido en mora al deudor,
por lo que el término de la prescripción debería correr desde la fecha de suscripción del
documento (02 de octubre de 2000); al respecto debemos aclarar que la Escritura Pública
Nº 816/2000, con la que se procedió a cancelar el gravamen prendario que pesaba sobre el
vehículo Minibús, marca Asia, con Placa de Circulación Nº CRL-982 de propiedad de
Remberto Zeballos Calatayud, otorgado al mismo por el Banco Mercantil, siendo esa su
finalidad.
Sin embargo debemos tener en cuenta que para que pueda hacerse efectivo el art. 1503-II)
del Código Civil, la parte recurrente debe acreditar que el acto o documento por el que
constituye al deudor en mora, como ser una Carta Notariada, medida preparatoria u otros
documentos que determinen o señalen la mora en el que el deudor hubiera caído; en el caso
presente la Escritura Pública Nº 618/2000 descrita supra, donde la recurrente no participa
documental que tiene como única finalidad la liberación del gravamen del vehículo
Minibús de propiedad del deudor principal y que no hace referencia alguna al crédito
emergente de la deuda cancelada por Juana Campos de Ortuño en favor de Remberto
Zeballos Calatayud al Banco Mercantil S.A. Consecuentemente de ninguna manera este
documento constituye en mora al deudor como erradamente pretende la recurrente, no
siendo correcto pretender aplicar lo prescrito en el parágrafo II del art. 1503 del Código
Civil.
En consecuencia el razonamiento realizado por los Jueces de Instancia resultan correctos,
en razón de que correspondía tomar como fecha de inicio para el computo de la
prescripción el siguiente día de haber sido cancelada la deuda por la demandante Juana
Campos de Ortuño al Banco Mercantil S.A. en beneficio de Remberto Zeballos Calatayud,
cuya data es de fecha 08 de abril de 1998, según certificación de fs. 4 de obrados emita por
la entidad financiera, habiendo operado la prescripción a la fecha de la interposición e la
demanda de fecha 10 de enero de 2004.
Lo mismo ocurre con la prueba documental de fs. 91-92 Escritura Pública Nº 188/98 de 05
de mayo de 1998, relativa a la compra venta del lote de terreno en cuestión suscrita entre
Remberto Zeballos Calatayud en su condición de vendedor y los esposos Cirilo Calatayud
Balderrama y Hortencia Zeballos de Calatayud en su condición de compradores,
documento que tiene una finalidad distinta a la constitución de mora descrita en el
parágrafo II) del art. 1503 del Código Civil, deviniendo en infundado lo acusado en este
punto.
Respecto a la violación, aplicación indebida y errónea del art. 1.446 del Código Civil, la
recurrente alega que el Tribunal de Alzada no habría considerado doctrinalmente el
significado de la Acción Pauliana y que la parte actora habría demostrado los cinco
requisitos jurídicos exigidos por el citado artículo, pero que sin embargo el Tribunal de
Alzada distorsionando su aplicación correcta habría confirmado la injusta e incorrecta
Sentencia, cuestionando la Resolución de primera instancia confirmada por el Auto de
Vista ahora impugnado, cuyo fundamento central se basa en el hecho de que la parte actora
no habría dado cumplimiento a todos los requisitos que hacen viable a la Acción Pauliana,
en particular el numeral 3) de la citada norma.
En el caso que presente, el criterio de los Jueces de Instancia es que la parte demandante no
habría dado cumplimiento al requisito señalado en el numeral 3) de la citada norma, en el
entendido de que: “…en obrados se advierte que, no existe prueba objetiva de que los
compradores del bien inmueble Cirilo Calatayud Balderrama y Hortencia Zeballos de
Calatayud hubieran tenido conocimiento de la deuda que Remberto Zeballos Calatayud
tiene con la señora Juana Campo Vda. de Ortuño, puesto que cuando se realizó la
transferencia del lote de terreno NO existían gravámenes sobre el mismo que puedan llevar
a la convicción de que los nuevos propietarios hubieran tenido conocimiento de la
existencia de alguna deuda del Sr. Remberto Zeballos…”
Sin embargo no se tomó en cuenta la deuda pendiente que tenía Remberto Zeballos C. en
favor de Juana Campos de Ortuño garante del deudor a la fecha de la interposición de la
demanda se encuentra prescrita conforme se declaró al acogerse la excepción de
prescripción, que en el caso de Autos fue dispuesto por los Jueces de Instancia en merito a
los argumentos de orden legal descritos en la respuesta al primer punto, hecho que hace
inexigible el pago de la acreencia pretendida por la actora.
En tal sentido, debemos señalar que el quinto y último requisito del art. 1446 del Código
Civil, exige que el crédito sea líquido y exigible; si bien sobre el particular la recurrente
indica que la prescripción no habría operado en el presente caso, dicho extremo ha sido
resulto por los Jueces de Instancia al haber declarado probada la excepción de prescripción,
en consecuencia no se habría dado cumplimiento al num. 5) del citado artículo; es decir que
la acreencia se tornó en inexigible.
En conclusión para ejecutar el cobro de una deuda esta debe tener esa condición de
exigibilidad con la finalidad que pueda hacerse efectiva materialmente la obligación y
siendo este uno de los requisitos que hacen a la procedencia de la acción pauliana,
conforme lo establece el numeral 5) del art. 1446 del Sustantivo Civil, como es la
exigibilidad del crédito; sin embargo siendo que en el caso presente la deuda que se
pretende repetir se encuentra prescrita, deuda de la cual depende la existencia de la acción
pauliana, cuya finalidad es proteger al acreedor de posibles disposiciones que pudiera
realizar el deudor en perjuicio de propio patrimonio, así se tiene señalado en punto III.1 de
la doctrina aplicable.
Se debe tener presente que al ser la acción Pauliana es una acción de protección de crédito
del acreedor conforme antes se expuso, la misma no puede ser procedente cuando el crédito
que precisamente genera el derecho de accionar la revocatoria de una supuesta transferencia
fraudulenta se convierte en inexigible, esto por efecto de la prescripción del mismo; es
decir, no se puede a través de la acción pauliana proteger un crédito prescrito, ya que dicha
prescripción decanta en el incumplimiento del quinto requisito del art. 1446 del Código
Civil, aspecto que da lugar a la inviabilidad de la acción pauliana, cuya existencia depende
de la obligación señalada supra, razonamiento que no fue desarrollado por los de instancia ,
pero que si bien establece en esta etapa el motivo correcto de la improcedencia de la acción
pauliana dicho yerro no modifica la decisión de fondo de los Jueces de Instancia.
Deviniendo en infundado lo acusado en este punto.
En cuanto a la acusación del error en la valoración de la prueba de cargo y descargo de fs.
4, 5, 6, 154, 156, 91, 92, la recurrente señala que en aplicación de los principios de
legalidad, justicia, debido proceso, especificidad, transparencia y contradicción por el digno
Tribunal de Justicia deba casar el Auto de Vista impugnado, incidiendo se declare probada
la demanda principal.
De la revisión de obrados, se tiene que a fs. 4 cursan certificación emitida por el Banco
Mercantil S.A., cuyo contenido acredita ue en fecha 08 de abril de 1998 la señora Juana
Campos de Ortuño habría cancelado la deuda de Remberto Zeballlos Calatayud, a fs. 5
memorial dirigido a la Juez Registradora de Derechos Reales, solicitando certificado
negativo de Remberto Zeballos Calatayud, a fs. 6 Certificado emitido por Derechos Reales
de la provincia de Quillacollo, misma que certifica la venta efectuado por Remberto
Zeballos Calatayud en favor de Cirilo Calatayud Balderrama y Hortencia Zeballos de
Calatayud, la documental de fs. 154-156 Escritura Pública Nº 816/2000 de cancelación de
gravamen de vehículo Minibús otorgado en por el Banco Mercantil en favor de Remberto
Zeballos Calatayud y la documental de fs. 91-92 Escritura Publica Nº 188/98 de Compra
Venta efectuada por Remberto Zeballos Calatayud en favor de Cirilo Calatayud Balderrama
y Hortencia Zeballos de Calatayud; pruebas que tienden a demostrar el pago del crédito por
el que se pretendía accionar la repetición y documentos que conforme se expuso supra no
interrumpieron la prescripción, son pruebas que no resultan eficaces para probar la
procedencia de la acción pauliana, más si se toma en cuenta que la deuda que se pretendía
repetir en la causa contra el demandado prescribió, por lo que el crédito se hizo inexigible;
pues al no acreditar la interrupción de la prescripción dicha aprueba es ineficaz
De lo explicado se colige que el recurso de casación en estricta observancia de los puntos
planteados, no tiene el suficiente fundamento para revertir la decisión asumida por el Ad
quem, fundamentalmente si se considera que la deuda se encuentra prescrita, aspecto que
invalida la procedencia de la acción pauliana, en el entendido de que la misma surge como
consecuencia de la deuda oblada por la garante en favor del deudor principal.
Por lo manifestado corresponde resolver el recurso de casación en la forma prevista por el
art. 220.II del Código Procesal Civil.
POR TANTO: La Sala Civil del Tribunal Supremo de Justicia del Estado Plurinacional de
Bolivia, con la facultad conferida por el Art. 42.I num. 1) de la Ley Nº 025 del Órgano
Judicial y en aplicación a lo previsto en el art. 220.II del Código Procesal Civil, declara
INFUNDADO el recurso de casación en el fondo de fs. 343 a 349 vta., interpuesto por
Elizabeth Ortuño Campos contra el Auto de Vista REG/S.CII/ASEN.004/15.01.206,
pronunciado por la Sala Civil Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de
Cochabamba. Con costas y costos
Se regula honorarios en la suma de Bs. 1.000
Regístrese, comuníquese y devuélvase.
Relatora: Mgda. Dra. Rita Susana Nava Durán.

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