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NOMBRE
Eli Miguelina Santos Polanco

MATRICULA
2019-08718

FACILITADORA
Leocadia Rodríguez

ASIGNATURA
Trastornos del Aprendizaje
Introducción

En el presente trabajo se pretende hacer una aproximación al estudio de las


necesidades específicas de apoyo educativo que tienen los niños y niñas con
discapacidad. Tras unos aspectos introductorios de tipo conceptual y definitorio, se
pasa al análisis de las necesidades que pueden presentar los niños y niñas con
discapacidades, sensorial (visual y auditiva) y motora, a las que se sugieren unos
elementos generales de respuesta educativa. Finalmente, con una integración de
ese análisis, se trataría de llegar a una conclusión y reflexión para la intervención
psicopedagógica y la acción tutorial en base a una perspectiva que atienda la
diversidad de los niños y niñas con necesidades específicas de apoyo educativo.
1. Redacta un informe en el que expliques la NEE de discapacidad intelectual y
argumentes sobre la atención psicopedagógica que debe recibir este tipo de
alumnado. Indaga y emite tu juicio sobre la situación actual de nuestro
país respecto a esto, ¿reciben los estudiantes con discapacidad intelectual
una atención adecuada en nuestros centros educativos? ¿Qué se puede hacer
para mejorar esto?
Se considera que un alumno o alumna presenta Necesidades Educativas
Especiales por «Discapacidad Intelectual» (DI) cuando manifiesta limitaciones
sustanciales en su funcionamiento actual con implicaciones importantes en su
aprendizaje escolar. Se caracteriza por mostrar un cociente intelectual entre 70 y 75,
o inferior, en su capacidad intelectual y por presentar un percentil inferior a 5 en, al
menos, una de las destrezas adaptativas conceptuales, prácticas o sociales. Estas
limitaciones han de estar presentes antes de los 18 años de edad. Aunque la
discapacidad intelectual puede presentarse simultáneamente con la discapacidad
sensorial o motora, con los trastornos generalizados del desarrollo, los trastornos
graves de conducta, los trastornos emocionales o las dificultades específicas de
aprendizaje, así como otras influencias extrínsecas (problemas socioculturales e
instrucción inapropiada o insuficiente), no es el resultado exclusivo de estas
condiciones o influencias.

Las destrezas adaptativas conceptuales hacen referencia al nivel de competencias y


destrezas académicas funcionales necesarias para la independencia y autonomía
personal que tienen una aplicación directa con la vida diaria y no están vinculadas
necesariamente con el nivel de competencia curricular.

Las destrezas adaptativas prácticas están relacionadas con la vida en la comunidad,


es decir, a las habilidades necesarias para un adecuado uso de recursos y servicios
de la sociedad, además de la capacidad para responder adecuadamente a
situaciones sociales como el uso del reloj, emplear el dinero, control de la
puntualidad, etc. También se refieren a las habilidades para la vida personal,
satisfaciendo sus propias necesidades de autonomía personal especialmente en el
marco del hogar, así como en lo relacionado con la alimentación, el vestido o el
aseo personal entre otras; incluyen también destrezas motoras como la motricidad
fina y gruesa relativas a movilidad, forma física, coordinación motora general,
coordinación visomotora y precisión de movimientos.

Las destrezas adaptativas sociales están relacionadas con las habilidades sociales
y comunicativas implicadas en la interacción social de distintos entornos y, también
comprensión y expresión del lenguaje oral y escrito.

Criterios a tener en cuenta para la atención del alumnado con DI.

Ante la presencia de un alumno o alumna con Discapacidad Intelectual en el aula


ordinaria el profesorado debe considerar los siguientes aspectos para su atención
educativa:

Cuando se proporcione una información deberá ser simple, concreta, precisa,


organizada y secuenciada. Igualmente, las instrucciones deben ser lo más simples
posible y reiterativas, partiendo de lo que el alumno o alumna realmente sabe y
asegurándonos que lo ha comprendido estimulando al escolar a que lo verbalice. El
profesorado debe proporcionar la información en distintos formatos para así facilitar
que el escolar la perciba por el mayor número de vías posible, procurando no
excederse en la exposición oral en detrimento del resto, enfatizando lo dicho,
hablando despacio y haciendo visible lo manifestado.

En un contexto de aprendizaje cooperativo, las tareas individuales o grupales


deberán ser cortas, fraccionándolas en pequeños pasos, reduciendo la complejidad
de los aprendizajes y el número de respuestas, de forma que haya una respuesta
por tarea. Para mantener la motivación y la concentración, se deben modificar
frecuentemente las tareas, procurando que éstas sean asumibles por el escolar,
pero sin poner límites a su capacidad. Se aumentará el tiempo para la ejecución de
las actividades o tareas, incorporando algunas que propicien su autonomía,
reforzando mediante el modelado, las habilidades sociales, los hábitos higiénicos y
otras conductas adaptativas.
Con frecuencia se deben utilizar estrategias de refuerzo positivo y potenciar
aquellas acciones que faciliten la autorregulación de su propia conducta dentro del
aula. Para ello, debe disponerse de cierta rutina en las sesiones de trabajo, con un
ambiente muy estructurado, que facilite la compresión de la situación y de la tarea
solicitada. Es necesario comunicar los cambios de rutina por distintas vías y con
antelación. Debemos ser pacientes al recibir la repuesta del escolar, comunicándole
información de cómo lo ha hecho y enfatizando los avances.

La adaptación en los procedimientos e instrumentos de evaluación, a que hace


referencia el artículo 29.8 de la Orden de 13 de diciembre de 2010, sin diferenciarlos
excesivamente del grupo clase, deben tener en cuenta que las pruebas escritas se
proporcionen con frases sencillas y con preguntas en las que no se requiera de
mucho desarrollo, incorporando respuestas de elección múltiple, verdadero o falso,
etc. Para este tipo de pruebas se debe conceder más tiempo que al resto de los
escolares. Es recomendable el desarrollo de las pruebas escritas en varias
sesiones, facilitando durante éstas las oportunas indicaciones de apoyo, tales como
el control del tiempo y la recomendación de repaso de lo realizado previo a su
entrega.

Programa:
Las pautas de interacción para atender a los alumnos de baja autoestima, en
general, van en función de una serie de características:

Personales: escaso autocontrol de sus estímulos. Poseer una imagen negativa de


sí mismo. Sentimientos de incapacidad respecto a otras áreas.

Contexto socio-familiar: experiencias de marginalidad respecto a su entorno.


Falta de conexión entre las exigencias de la familia y la sociedad y las respuestas
del niño. Múltiples variables que distorsionan los objetivos a lograr.

Contexto escolar: fracaso escolar. Realimentación educativa de aspecto


negativo frecuentemente.

Estas pautas implican una serie de necesidades:

Personales: desarrollar una serie de estrategias de autocontrol. Alcanzar metas


socio-personales congruentes, obtener ciertos éxitos. Crear una imagen positiva.
Contexto socio-familiar: llevar a cabo estrategias y actividades de integración
social. Orientar a las familias para adecuar las metas que deben imponer a sus hijos
con la realidad que estos pueden alcanzar.

Contexto escolar: desarrollar actividades escolares adecuadas al nivel de


competencia y al estilo de aprendizaje del niño. Variar sus atribuciones:
verbalizar con frases positivas su conducta adecuada.

Para finalizar, es importante señalar que estas pautas determinan: Una respuesta
educativa: en el contorno del colegio, la familia y la escuela; en armonía

A nivel del centro escolar: medidas de atención a la diversidad. Plan de acción


tutorial adecuado. Colaboración con las familias.
A nivel de aula/individual: programas de acción tutorial. Adaptaciones de los
temas.
Conclusión
En conclusión, de acuerdo con todo lo comentado, que las necesidades específicas
de apoyo educativo resultan de la integración de características personales, a las
que se puede asociar las provenientes de una discapacidad, la cual no es exclusiva
de la persona, sino que mantiene una reciprocidad con los contextos. De ahí que las
particulares limitaciones en la movilidad, en la comunicación, en el lenguaje o en la
interacción y desenvolvimiento social, que pueden darse en las discapacidades
sensorial y motora, se convierten en necesidades a las que dar respuestas
educativa, personal y social, dentro una comunidad con una visión de
interdependencia social, en la que la capacidad es fruto de la convivencia y la
cooperación social, de la necesidad y dependencia de unos y otros, necesidad que
se valora positiva y propia de nuestra esencia social como seres humanos. De esta
manera, el desarrollo de planes y programas de intervención sociales y educativos,
con intenciones de integración funcional y comunitaria, consigue para la
discapacidad un valor social, centrando cualquier intervención en el desarrollo de
sus capacidades. De esta manera, no se queda fijado en lo que no puede hacer
(visión negativa de la discapacidad como adjetivo), sino en la formación y desarrollo
de la persona, que es lo sustantivo. En suma, desde la acción educadora,
busquemos desarrollar el sentido de comunidad y apoyo mutuo, fomentando una
Escuela que persigue trabajar una Educación sobre los valores de la persona, en
consonancia con un desarrollo social justo y solidario.
Bibliografías

https://centropedagogicopaideiaavila.wordpress.com/2019/04/24/
necesidad es-educativas-especiales-de-alumnos-con-discapacidad-
intelectual/

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