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UNIDAD III:

EL CONTRATO DE TRABAJO. LA RELACIÓN DE DEPENDENCIA


1. Noción de dependencia
Como se consignara en el Cap. I, el trabajo que regula la LCT no es todo el trabajo
humano; queda fuera de su alcance el trabajo benévolo, el familiar y el autónomo, que
no incluyen la nota de dependencia: el autónomo trabaja por su cuenta y
riesgo, no está sometido a una organización ajena, sino que lo hace en su propia
organización o trabaja solo. Es un trabajador independiente: trabaja bajo su propio
riesgo.El trabajador protegido por la LCT y el derecho individual del trabajo es el que
presta su actividad personal a cambio de una remuneración, en relación de dependencia
o subordinación respecto de otro —empleador (persona física o jurídica)— que requiere
de sus servicios.
Es decir que trabaja en una organización ajena, sometido a las directivas o
instrucciones que se le imparten y bajo el riesgo de otro, que recibe la tarea y la
dirige: no asume riesgos económicos.
El trabajo en relación de dependencia es un trabajo dirigido. El trabajador está bajo
la dependencia o dirección del empleador: el trabajador pone a disposición del
empleador su fuerza de trabajo y se somete a sus decisiones e instrucciones respecto del
trabajo, y el empleador se compromete a pagarle la remuneración pactada y a otorgarle
condiciones de trabajo dignas, seguras e higiénicas para su condición humana.
Puede decirse que el contrato de trabajo, conforma una relación jurídica "típica" que
genera obligaciones de determinadas características predeterminadas por la ley, y que se
sustenta en una relación que como tal tiene sujetos —trabajador y empleador—, un
objeto —la prestación de servicios dependiente— y una causa final que es para el
empleador la apropiación del resultado del trabajo prestado y para el trabajador la
percepción de una remuneración.
Proyecciones de la dependencia: es posible destacar que la relación de dependencia se
caracteriza por la subordinación, que a su vez se manifiesta en un triple sentido:
- Técnica: El trabajador somete su trabajo a los pareceres y objetivos señalados por el
empleador; este tipo de subordinación resulta más amplia y palpable respecto de los
trabajadores con menor calificación, y más tenue en relación con los más capacitados
profesionalmente. En el contrato de trabajo, el trabajador dependiente siempre estaría
sujeto al derecho de dirección del empleador, en cualquier momento y con relación a las
modalidades de la ejecución, careciendo de toda autonomía al respecto.
- Económica: El trabajador realiza determinada labor pero no recibe de forma directa
el producto de su trabajo y tampoco comparte el riesgo de la empresa. Por un lado, el
trabajador pone su fuerza de trabajo a disposición del empleador a cambio de una
remuneración, y por el otro, los mayores beneficios o los quebrantos derivados de la
explotación sólo benefician o perjudican al patrono, resultando ajenos al obrero. El
elemento económico incluye además la significación económica que la relación tiene
para cada una de las partes: para el empleador la apropiación del resultado del trabajo
prestado por el trabajador, y para éste, la percepción de un salario a cambio de poner su
esfuerzo personal a disposición de aquél.
- Jurídica: La subordinación jurídica es la principal característica para configurar la
dependencia y consiste en la posibilidad jurídica del empleador de dirigir en el empleo
la conducta del trabajador hacia los objetivos de la empresa.
El trabajador está sometido a la autoridad del empleador: facultades de organización,
dirección, control y poder disciplinario.
No obstante, el hecho de que una persona "realice actos, ejecute obras o preste servicios
en favor de otra [...] mediante el pago de una remuneración" no implica necesariamente
la existencia de contrato de trabajo. Lo importante es determinar si actúa "bajo la
dependencia de otra", que —como quedara dicho— significa la existencia de una
relación de autoridad entre ellas.
Contrato de trabajo y contrato de obra o servicios
El contrato de obra o servicios es un contrato civil por el cual una parte —actuando
independientemente— se obliga a favor de otra a realizar una obra material o intelectual
o a proveer un servicio mediante el pago de una retribución; sin perjuicio del carácter
autónomo de la prestación y de que su objeto consiste en el resultado, el contratista o
prestador de servicios acepta ejecutar el servicio que le contratan bajo las instrucciones
del comitente.
El autónomo es titular del CUIT (Clave Única de Identificación Tributaria) y debe
cumplir obligaciones tributarias (presentar la declaración jurada del impuesto a las
ganancias) y previsionales (aportar mensualmente al sistema previsional), emite facturas
por servicio prestado, percibiendo una retribución (precio u honorarios). Además,
organiza su propio trabajo (puede tener trabajadores dependientes), establece las
condiciones y tiempo de trabajo, y asume los riesgos de la actividad.
A pesar de estas diferencias, y de que el Código Civil y Comercial de la Nación en su
art. 1252 se encarga de aclarar que los servicios prestados en relación de dependencia se
rigen por las normas del derecho laboral, se presentan dudas en diversos casos para
determinar la existencia de relación de dependencia, inclusive a veces los propios
organismos recaudadores de la seguridad social desconocen el carácter autónomo de
determinadas relaciones entendiendo que configuran un fraude. Los casos deben ser
resueltos a la luz del principio de primacía de la realidad y tomando en cuenta la
presunción de relación laboral en los casos de prestación de servicios (art. 23, LCT).
El art. 1279 del CCyCN agrega que "El contrato de servicios continuados puede
pactarse por tiempo determinado. Si nada se ha estipulado, se entiende que lo ha sido
por tiempo indeterminado. Cualquiera de las partes puede poner fin al contrato de
duración indeterminada; para ello debe dar preaviso con razonable anticipación".
Art. 21. — Contrato de trabajo.
Habrá contrato de trabajo, cualquiera sea su forma o denominación, siempre que una
persona física se obligue a realizar actos, ejecutar obras o prestar servicios en favor de la
otra y bajo la dependencia de ésta, durante un período determinado o indeterminado de
tiempo, mediante el pago de una remuneración. Sus cláusulas, en cuanto a la forma y
condiciones de la prestación, quedan sometidas a las disposiciones de orden público, los
estatutos, las convenciones colectivas o los laudos con fuerza de tales y los usos y
costumbres.
Art. 22. — Relación de trabajo.
Habrá relación de trabajo cuando una persona realice actos, ejecute obras o preste
servicio en favor de otra, bajo la dependencia de ésta en forma voluntaria y mediante el
pago de una remuneración, cualquiera sea el acto que le dé origen.
La dependencia es uno de los conceptos cuya delimitación más dificultad ha planteado a
la doctrina jurídica.
Esto se observa en la propia LCT, que no la define concretamente, limitándose a resaltar
la relación jerárquica existente entre las partes (art. 5º), las facultades de organización y
dirección con que cuenta el empleador (arts. 64 y 65), las que como consecuencia
natural de esa disparidad negocial deben ser ejercidas con carácter funcional y sujetas a
las limitaciones impuestas por la ley; incluso cuando se refiere al contrato y a la relación
de trabajo hace expresa alusión a la dependencia pero sin determinarla.
Esta omisión, que se explica en la propia elasticidad de la expresión, llevó a que fuera la
doctrina la encargada de establecer (con la amplitud necesaria) sus elementos
tipificantes, haciendo hincapié en su faz jurídica y desatendiendo la técnica y,
especialmente, la económica. La jurisprudencia debió casuísticamente (y no siempre
con criterio homogéneo) establecer la existencia de subordinación en aquellas
actividades fronterizas que despertaban incertidumbre, pero siempre sobre la disyuntiva
que importaba admitir la presencia de subordinación para aplicar íntegramente la
normativa laboral, o excluirla totalmente de cualquier protección.
En algunos casos, fue el propio legislador quien mediante leyes especiales (estatutos) le
asignó determinada protección a ciertas actividades; o bien excluyó la naturaleza laboral
en otras (por ejemplo, fleteros y productores asesores de seguros).
A pesar de los aspectos negativos señalados, el concepto de dependencia cumplió su
función durante casi medio siglo sin demasiados inconvenientes.
Sin embargo, las transformaciones económicas y tecnológicas, la descentralización
productiva y las nuevas formas de organización del trabajo obligan a un profundo
replanteo de esta cuestión, teniendo en cuenta la existencia de un número cada vez
mayor de trabajadores que si bien podrían encuadrarse como autónomos, al prestar
servicios independientes jurídicamente, en cambio, se encuentran en una posición de
dependencia económica
Casos dudosos de relación de dependencia
Trabajador autónomo. Profesiones libres
- En el caso de profesionales universitarios el concepto de "dependiente" queda relegado
en razón que los mismos poseen un conocimiento que es precisamente el que justifica su
contratación, por lo que también se flexibiliza la exigencia al cumplimiento de un
horario determinado.
Profesionales del arte de curar: Nada impide a un profesional liberal desempeñarse
total o parcialmente por cuenta ajena.
La subordinación económica no pasa por el monto de los ingresos del dependiente, sino
por el hecho de trabajar para quien cuenta con los medios de producción. Una cosa es la
libertad en el ejercicio de la función que puede tener un profesional liberal, en el caso
psicóloga y psiquiatra, y otra cosa es la incorporación a una organización ajena para
cubrir una necesidad que es propia de la misma.
Viajantes. Corredores
La ley 14.456 no es aplicable a los viajantes que se hallen incluidos en el ámbito de
aplicación personal del convenio colectivo de trabajo 308/75, dado que su art. 2º admite
expresamente que el régimen del estatuto citado rige también para los viajantes que
vendan servicios. Y, si bien la norma convencional no menciona específicamente a las
administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones por explicables razones
cronológicas (éstas no existían cuando se suscribió la convención), corresponde
entender que aquélla es aplicable a los viajantes que se desempeñan en éstas, dado que
la actividad de la demandada es comercial.
Trabajo a domicilio
El trabajador a domicilio no es otra cosa que un dependiente desplazado de la sede de la
empresa, que tiene un lugar fijo para la realización de sus labores, por lo que el vínculo
y la dependencia presentan connotaciones particulares que no son índice de un trabajo
autoorganizado sino de una labor organizada por el empresario de acuerdo con su
propio beneficio. Las disposiciones de la Ley de Contrato de Trabajo relativas a la
extinción del contrato son aplicables a los trabajadores a domicilio pues resultan
compatibles con la naturaleza y las modalidades de la actividad, así como con el
régimen jurídico al que se hallan sujetas.
Al tratarse de una trabajadora a domicilio, en principio la relación se encontraría regida
por la ley 12.713, la cual incluye tanto a los talleristas calificados de pequeños
empresarios, como a los operarios a domicilio, cuyo desempeño puede o no reunir las
características de una relación dependiente (art. 21, LCT), de modo que sólo cuando se
trata de un trabajador en los términos del art. 25, LCT, resultan aplicables las
disposiciones de la LCT, correspondiendo por tanto desestimar el cuestionamiento
formulado con relación a la proyección de la presunción contenida en el art. 23, LCT.
Taxistas: el conductor de un automóvil afectado al servicio, puede estar bajo relación
de dependencia, tanto del titular como del mandatario, ello porque la particularidad de
la actividad del servicio público en cuestión, permite que no sean los titulares de las
unidades los responsables del giro empresario, ya que el alquiler con Taxímetro prevé la
figura del mandatario-administrador del servicio público de taxis, las normas a que debe
someterse su inclusión en el régimen y los recaudos que debe reunir en su carácter de
responsable de la explotación.
Remiseros
El vínculo que unió a las partes debe calificarse como autónomo si el accionante era el
titular del vehículo que conducía, asumía todos los gastos de la explotación económica
del mismo, no existían directivas precisas a las que aquél debiera subordinarse en
relación con los días, horarios y modo de cumplimiento de la prestación y si el modo y
cuantía de las retribuciones percibidas se pactó de manera tal que por los viajes
realizados debía descontar un 20% que era para la agencia y el actor se quedaba con el
restante 80%.
Una persona física puede incorporarse a una estructura empresarial ajena, aún con un
bien propio como es el vehículo, cuando compromete sus servicios personales a una
organización que lo convoca, ordena y dirige con miras a producir un bien o prestar un
servicio, abdicando de sus derechos básicos de libertad, autodeterminación y a la
propiedad de los frutos de su labor. Si el remisero se beneficia guardando para sí el 80%
del valor de los viajes, pagando el 20% al agenciero, en compensación por la aportación
de la clientela, la publicidad, la organización de los viajes y la organización
administrativa del sistema, no resulta posible suponer que haya enajenado los frutos de
su trabajo a favor del agenciero, puesto que esa proporción de la retribución de su
trabajo es visiblemente indicativa de que se trata de un desempeño por cuenta propia, en
beneficio del mismo remisero, quien sólo paga una parte mínima al agenciero que, por
su parte, le presta un servicio que aquél necesita para desarrollar esa actividad de la que
se beneficia en forma directa y personal.
Otros. Changarín. Docentes. Cuidadores de enfermos. Guías de
turismo. Venta directa. Contrato de trabajo entre familiares
La C. Nac. Trab., sala 10ª, en autos "Guerrero, Eva O. v. Cordero, Eduardo A. y otro",
9/2/2011, resolvió que el cuidado de enfermos y ancianos en el domicilio particular
permite desvirtuar los efectos de la presunción de carácter iuris tantum que prevé el art.
23, LCT, apoco que se aprecie que tal presunción cede frente a las "circunstancias,
relaciones o causas" que hubieran motivado los servicios, máxime cuando los
demandados no conforman una empresa productora de bienes o servicios como así lo
contempla la ley laboral (arts. 5º y 23, ley cit.) se determinó que el cuidador del
vehículo o "trapito", presta servicios fuera del radio privado del Hipódromo de San
Isidro y que si alguna retribución percibió no fue de la entidad sino de parte de los
concurrentes a los eventos, en virtud de utilizar en beneficio propio un predio público,
por lo que no existió una relación laboral. consideró que el cuidado de una menor
sometida a un tratamiento médico en el ámbito hogareño no está encuadrado en la Ley
de Contrato de Trabajo ni en el Estatuto de Servicio Doméstico, sino que la relación
existente entre el cuidador y el enfermo —o su familia— es una locación de servicios
regulada por el Código Civil, pues la prestación no fue a favor de una persona titular de
una organización de medios instrumentales, destinados a la producción de bienes o
servicios.
Sujetos:
Art. 5° — Empresa-Empresario.
A los fines de esta ley, se entiende como "empresa" la organización instrumental de
medios personales, materiales e inmateriales, ordenados bajo una dirección para el logro
de fines económicos o benéficos.
A los mismos fines, se llama "empresario" a quien dirige la empresa por sí, o por medio
de otras personas, y con el cual se relacionan jerárquicamente los trabajadores,
cualquiera sea la participación que las leyes asignen a éstos en la gestión y dirección de
la "empresa".
Art. 6° — Establecimiento.
Se entiende por "establecimiento" la unidad técnica o de ejecución destinada al logro de
los fines de la empresa, a través de una o más explotaciones.
Art. 25. — Trabajador.
Se considera "trabajador", a los fines de esta ley, a la persona física que se obligue o
preste servicios en las condiciones previstas en los artículos 21 y 22 de esta ley,
cualesquiera que sean las modalidades de la prestación.
Art. 26. — Empleador.
Se considera "empleador" a la persona física o conjunto de ellas, o jurídica, tenga o no
personalidad jurídica propia, que requiera los servicios de un trabajador.
Art. 27. — Socio-empleado. —Las personas que, integrando una sociedad, prestan a
ésta toda su actividad o parte principal de la misma en forma personal y habitual, con
sujeción a las instrucciones o directivas que se le impartan o pudieran impartírseles para
el cumplimiento de tal actividad, serán consideradas como trabajadores dependientes de
la sociedad a los efectos de la aplicación de esta ley y de los regímenes legales o
convencionales que regulan y protegen la prestación de trabajo en relación de
dependencia.
Exceptúanse las sociedades de familia entre padres e hijos. Las prestaciones accesorias
a que se obligaren los socios, aun cuando ellas resultasen del contrato social, si
existieran las modalidades consignadas, se considerarán obligaciones de terceros con
respecto a la sociedad y regidas por esta ley o regímenes legales o convencionales
aplicables.
Art. 28. — Auxiliares del trabajador.
Si el trabajador estuviese autorizado a servirse de auxiliares, éstos serán considerados
como en relación directa con el empleador de aquél, salvo excepción expresa prevista
por esta ley o los regímenes legales o convencionales aplicables.
De los requisitos esenciales y formales del contrato de trabajo.
Art. 32. —Capacidad. Las personas desde los dieciocho (18) años, pueden celebrar
contrato de trabajo.
Las personas desde los dieciséis (16) años y menores de dieciocho (18) años, pueden
celebrar contrato de trabajo, con autorización de sus padres, responsables o tutores. Se
presume tal autorización cuando el adolescente viva independientemente de ellos.
Art. 36. —Actos de las personas jurídicas.
A los fines de la celebración del contrato de trabajo, se reputarán actos de las personas
jurídicas los de sus representantes legales o de quienes, sin serlo, aparezcan como
facultados para ello.
Capacidad para contratar:
Punto 5.Del objeto del contrato de trabajo:
Art. 37. —Principio general. El contrato de trabajo tendrá por objeto la prestación
de una actividad personal e infungible, indeterminada o determinada. En este último
caso, será conforme a la categoría profesional del trabajador si se la hubiese tenido en
consideración al tiempo de celebrar el contrato o en el curso de la relación, de acuerdo
a lo que prevean los estatutos profesionales y convenciones colectivas de trabajo.

Está constituido por la prestación de una actividad personal e infungible —un


quehacer humano insustituible—, según la categoría profesional del
trabajador que estipulan las partes. Esto resulta esencial para determinar las
tareas que debe desarrollar el trabajador y su remuneración. Como principio
general el art. 37, LCT dispone que: "el contrato de trabajo tendrá por objeto
la prestación de una actividad personal e infungible, indeterminada o
determinada. En este último caso, será conforme a la categoría profesional
del trabajador si se la hubiese tenido en consideración al tiempo de celebrar
el contrato o en el curso de la relación, de acuerdo a lo que prevean los
estatutos profesionales y convenciones colectivas de trabajo". Sin embargo, si
bien el art. 37, LCT dispone que la actividad personal o infungible que
constituye la prestación objeto del contrato de trabajo puede ser
indeterminada o determinada, debe existir una mínima determinación, ya que
de lo contrario el trabajador podría ser asignado a cualquier tipo de tareas.
Por lo general, las partes, al celebrar el contrato verbalmente, se ponen de
acuerdo sólo en los aspectos principales de la relación laboral, quedando todo
lo restante —en lo cual se puede incluir distintas condiciones de trabajo—
sujeto a la legislación aplicable y a los convenios colectivos. En tal sentido, el
art. 46, LCT establece que: bastará, a los fines de la expresión del
consentimiento, el enunciado de lo esencial del objeto de la contratación,
quedando regido lo restante por lo que dispongan las leyes, los estatutos
profesionales o las convenciones colectivas de trabajo, o lo que se conceptúe
habitual en la actividad de que se trate, con relación al valor e importancia de
los servicios comprometidos. Lo comprometido es lo convenido en el
contrato; por ejemplo, si se contrató a alguien para hacer trámites
administrativos, ésa es la prestación a que está obligado el dependiente, y la
debe realizar aunque sea licenciado en administración de empresas.

Art. 40. —Trabajo prohibido. Se considerará prohibido el objeto cuando las normas
legales o reglamentarias hubieren vedado el empleo de determinadas personas o en
determinadas tareas, épocas o condiciones.

La prohibición del objeto del contrato está siempre dirigida al empleador

El objeto prohibido es el contrario a la ley o a las normas reglamentarias. El art. 40,


LCT considera prohibido el objeto del contrato cuando las normas legales y
reglamentarias hubieran vedado el empleo de determinadas personas o en
determinadas tareas, épocas o condiciones. Es una norma protectora y resulta
coincidente con el art. 279 CCyCN,. que establece: el objeto del acto jurídico no debe
ser un hecho imposible o prohibido por la ley, contrario a la moral, a las buenas
costumbres, al orden público o lesivo de los derechos ajenos o de la dignidad humana.
Tampoco puede ser un bien que por un motivo especial se haya prohibido que lo sea.
Cabe citar

Art. 39. —Trabajo ilícito. Se considerará ilícito el objeto cuando el mismo fuese
contrario a la moral y a las buenas costumbres pero no se considerará tal si, por las
leyes, las ordenanzas municipales o los reglamentos de policía se consintieran,
tolerara o regulara a través de los mismos.

El objeto ilícito es contrario a la moral y las buenas costumbres (art. 39, LCT), es decir
que es reprochable desde el punto de vista ético. Se puede citar, como ejemplo, el
"prestar servicios" para una banda que se dedica a delinquir o al juego clandestino.
Art. 41. —Nulidad del contrato de objeto ilícito. El contrato de objeto ilícito no
produce consecuencias entre las partes que se deriven de esta ley.

En cuanto a los efectos del contrato de objeto ilícito, produce la nulidad absoluta: no
es susceptible de confirmación por hallarse afectado el orden público; el contrato de
objeto ilícito no genera consecuencia alguna entre las partes; ni el trabajador ni el
empleador pueden efectuar ningún reclamo con fundamento en la LCT (art. 41). La
declaración de nulidad, tanto en los contratos de objeto prohibido como en los de
objeto ilícito, debe ser efectuada de oficio por los jueces, es decir, aun sin mediar
petición de parte.

Se puede mencionar, como ejemplo, el caso en que se hubiere pactado una


remuneración inferior al salario mínimo, vital y móvil. Dicha cláusula sería nula,
quedaría remplazada ipso iure por el mínimo legal o convencional correspondiente, el
contrato proseguiría y el trabajador tendría derecho a reclamar las diferencias
devengadas entre lo percibido y el salario correspondiente.

Art. 42. —Nulidad del contrato de objeto prohibido. Inoponibilidad al


trabajador. El contrato de objeto prohibido no afectará el derecho del trabajador a
percibir las remuneraciones o indemnizaciones que se deriven de su extinción por tal
causa, conforme a las normas de esta ley y a las previstas en los estatutos
profesionales y las convenciones colectivas de trabajo.

Art. 43. —Prohibición parcial. Si el objeto del contrato fuese sólo parcialmente
prohibido, su supresión no perjudicará lo que del mismo resulte válido, siempre que
ello sea compatible con la prosecución de la vinculación. En ningún caso tal supresión
parcial podrá afectar los derechos adquiridos por el trabajador en el curso de la
relación.

Art. 44. —Nulidad por ilicitud o prohibición. Su declaración. La nulidad del


contrato por ilicitud o prohibición de su objeto tendrá las consecuencias asignadas en
los artículos 41 y 42 de esta ley y deberá ser declarada por los jueces, aun sin mediar
petición de parte. La autoridad administrativa, en los límites de su competencia,
mandará cesar los actos que lleven aparejados tales vicios.

Punto 6 De la formación del contrato de trabajo

Para la celebración del contrato de trabajo rige el principio de libertad de las formas.
Esto significa que no se requiere una forma determinada como requisito de validez,
como en el caso de los contratos formales. El art. 48, LCT dispone que las partes
podrán escoger libremente sobre las formas a observar para la celebración del
contrato de trabajo, salvo lo que dispongan las leyes o convenciones colectivas en
casos particulares. Por lo tanto, el principio general es que el contrato de trabajo es
informal: no hay formas impuestas u obligatorias. Sin embargo, a pesar de ser
esencialmente informal, existen excepciones legales; por ejemplo, se requiere la
forma escrita en el contrato a plazo fijo, en tal sentido.

Art. 45. —Consentimiento. El consentimiento debe manifestarse por propuestas


hechas por una de las partes del contrato de trabajo, dirigidas a la otra y aceptadas
por ésta, se trate de ausentes o presentes.

Art. 24. — Efectos del contrato sin relación de trabajo. Los efectos del
incumplimiento de un contrato de trabajo, antes de iniciarse la efectiva prestación de
los servicios, se juzgarán por las disposiciones del derecho común, salvo lo que
expresamente se dispusiera en esta ley.

Dicho incumplimiento dará lugar a una indemnización que no podrá ser inferior al
importe de un (1) mes de la remuneración que se hubiere convenido, o la que resulte
de la aplicación de la convención colectiva de trabajo correspondiente.
De la forma y prueba del contrato de trabajo

Art. 48. — Forma. Las partes podrán escoger libremente sobre las formas a observar
para la celebración del contrato de trabajo, salvo lo que dispongan las leyes o
convenciones colectivas en casos particulares.

Art. 49. —Nulidad por omisión de la forma. Los actos del empleador para cuya
validez esta ley, los estatutos profesionales o las convenciones colectivas de trabajo
exigieran una forma instrumental determinada se tendrán por no sucedidos cuando
esa forma no se observare.

No obstante el vicio de forma, el acto no es oponible al trabajador.

Art. 51. —Aplicación de estatutos profesionales o convenciones colectivas de


trabajo. Cuando por las leyes, estatutos profesionales o convenciones colectivas de
trabajo se exigiera algún documento, licencia o carné para el ejercicio de una
determinada actividad, su falta no excluirá la aplicación del estatuto o régimen
especial, salvo que se tratara de profesión que exija título expedido por la autoridad
competente.

Empleo no registrado

ARTICULO 7° — Se entiende que la relación o contrato de trabajo ha sido registrado


cuando el empleador hubiere inscripto al trabajador:

a) En el libro especial del artículo 52 de la Ley de Contrato de Trabajo (t.o. 1976) o en


la documentación laboral que haga sus veces, según lo previsto en los regímenes
jurídicos particulares;

b) En los registros mencionados en el artículo 18, inciso a).

Las relaciones laborales que no cumplieren con los requisitos fijados en los incisos
precedentes se considerarán no registradas.

INDEMNIZACIONES LABORALES. Ley 25.323

ARTICULO 1° — Las indemnizaciones previstas por las Leyes 20.744 (texto ordenado
en 1976), artículo 245 y 25.013, artículo 7°, o las que en el futuro las reemplacen,
serán incrementadas al doble cuando se trate de una relación laboral que al momento
del despido no esté registrada o lo esté de modo deficiente.

Para las relaciones iniciadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la presente


ley, los empleadores gozarán de un plazo de treinta días contados a partir de dicha
oportunidad para regularizar la situación de sus trabajadores, vencido el cual le será
de plena aplicación el incremento dispuesto en el párrafo anterior.

El agravamiento indemnizatorio establecido en el presente artículo, no será


acumulable a las indemnizaciones previstas por los artículos 8°, 9°, 10 y 15 de la Ley
24.013.

Art. 52. — Libro especial. Formalidades. Prohibiciones.

Los empleadores deberán llevar un libro especial, registrado y rubricado, en las


mismas condiciones que se exigen para los libros principales de comercio, en el que se
consignará:

a) Individualización íntegra y actualizada del empleador) Nombre del trabajador)


Estado civil) Fecha de ingreso y egreso. e) Remuneraciones asignadas y percibidas)
Individualización de personas que generen derecho a la percepción de asignaciones
familiares. g) Demás datos que permitan una exacta evaluación de las obligaciones a
su cargo. h) Los que establezca la reglamentación.

Se prohíbe: 1. Alterar los registros correspondientes a cada persona empleada.2.


Dejar blancos o espacios.3. Hacer interlineaciones, raspaduras o enmiendas, las que
deberán ser salvadas en el cuadro o espacio respectivo, con firma del trabajador a que
se refiere el asiento y control de la autoridad administrativa.4. Tachar anotaciones,
suprimir fojas o alterar su foliatura o registro. Tratándose de registro de hojas
móviles, su habilitación se hará por la autoridad administrativa, debiendo estar
precedido cada conjunto de hojas, por una constancia extendida por dicha autoridad,
de la que resulte su número y fecha de habilitación.

Simplificación Registral: REGIMEN LABORAL. Ley 25.877

ARTICULO 39. — El MINISTERIO DE TRABAJO, EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL


establecerá el organismo encargado y los procedimientos destinados a la simplificación
y unificación en materia de inscripción laboral y de la Seguridad Social, con el objeto
de que la registración de empleadores y trabajadores se cumpla en un solo acto y a
través de un único trámite.

El PODER EJECUTIVO NACIONAL dictará las normas para la reglamentación e


instrumentación de lo dispuesto en el presente artículo.

Ley 25.212. Ratificase el Pacto Federal del Trabajo

ARTICULO 2º — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional. DADA EN LA SALA DE


SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A LOS VEINTICUATRO
DIAS DEL MES DE NOVIEMBRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS NOVENTA Y NUEVE.

PACTO FEDERAL DEL TRABAJO

En la Ciudad Buenos Aires, a los 29 días del mes de julio de 1998, reunidos el
Presidente de la Nación Argentina, el señor Ministro de Trabajo y Seguridad Social, el
señor Ministro del Interior y los representantes de las provincias de Buenos Aires,
Catamarca, Córdoba, Corrientes, Chaco, Chubut, Entre Ríos, Formosa, Jujuy, La
Pampa, La Rioja, Mendoza, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, San Juan, San Luis,
Santa Cruz, Santa Fe, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Antártida e Islas del
Atlántico Sur, Tucumán y del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,

DECLARAN:

Que el trabajo es la actividad que más inequívocamente expresa, identifica y


caracteriza la condición humana y que, por lo tanto, dignifica y enriquece a quien la
ejerce en el seno de una comunidad organizada.

Que, citando a su Santidad Juan Pablo II, "el trabajo, en cuanto problema del hombre,
ocupa el centro mismo de la cuestión social", convirtiéndose entonces "en una clave,
quizá la clave esencial de toda la cuestión social".

Que los cambios tecnológicos, organizacionales y productivos acontecidos en las


últimas décadas en el escenario laboral internacional, no pueden ser utilizados como
argumento para desconocer la dimensión del trabajo como vehículo de desarrollo y de
crecimiento de los hombres.
Que, por el contrario, estas transformaciones brindan la oportunidad de imaginar y
poner en práctica nuevas y creativas acciones que contribuyan a la mejora de las
condiciones de trabajo y, por lo tanto, de vida de los habitantes de la Nación.

Que la jerarquización, transparencia y estabilidad del trabajo en todas sus formas es


un deber indelegable del Estado Nacional y de las Provincias.

Que la asignación de competencias, que en materia laboral impone el sistema federal


de gobierno, no debe convertirse en un obstáculo para la instrumentación de políticas
y acciones en toda la República que procuren el bienestar general sino que, por el
contrario, ofrece la posibilidad de sumar voluntades y recursos humanos y materiales
en toda la extensión del país.

Que como parte de esos deberes de protección del trabajo, el Estado Nacional, las
Provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires deben garantizar la igualdad de
oportunidades para todos los habitantes que se encuentren en situación de trabajo o
que aspiren a incorporarse a la actividad productiva, para lo cual debe atenderse la
situación de los sectores más vulnerables o insuficientemente protegidos de la
sociedad, como son los trabajadores no registrados, los niños y los discapacitados,
asegurando también la igualdad de oportunidades para las mujeres.

Que esta especial atención que requieren los sectores mencionados no debe ser
asumida independientemente por cada jurisdicción, sino que se impone la cooperación
y coordinación de esfuerzos y funciones para alcanzar el objetivo común sobre la base
de igualdad de oportunidades y homogeneidad de las regulaciones.

Que la observancia del cumplimiento de la normativa laboral, si bien es un deber


irrenunciable de los gobiernos, no garantiza por sí misma el éxito en la lucha contra la
reiteración de procedimientos y conductas contrarias a la naturaleza social del trabajo,
resultando entonces necesaria la adopción de medidas adicionales que contribuyan a
instalar una conciencia colectiva acerca de la importancia de proteger el trabajo en
todas sus formas, extendiendo a todos los trabajadores los deberes, derechos y
beneficios de los sistemas de la seguridad social.

Que tales medidas también deben orientarse a lograr el compromiso de los actores
sociales a través de la participación de las organizaciones representativas de
empleadores y de trabajadores y de otras instituciones sociales.

Que para coordinar la actuación de los organismos competentes en materia laboral de


la Nación, de las Provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es preciso
institucionalizar el Consejo Federal de Administraciones del Trabajo a fin de procurar
la mayor eficiencia en las medidas a adoptarse, bajo los principios de cooperación y
corresponsabilidad.

Que para asegurar la unidad y seguridad jurídica de la Nación en materia laboral,


alcanzando también una más adecuada coordinación de la actividad de fiscalización
del cumplimiento de la legislación laboral, es preciso unificar el régimen general de
sanciones por infracciones laborales.

ARTICULO 3º — El Consejo Federal del Trabajo actuará mediante los siguientes


órganos: la Asamblea Federal, el Comité Ejecutivo, la Secretaria Permanente y las
Comisiones Técnicas, a saber:

a) La Asamblea Federal es el órgano superior del Consejo, determina su acción y


política general, aprueba su Estatuto y elige a los miembros del Comité Ejecutivo y de
las Comisiones Técnicas. Tendrá al menos una reunión ordinaria cada tres (3) meses y
sus resoluciones se adoptarán por el voto de los dos tercios de los miembros
presentes. Estará integrada por una representación del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, una de cada provincia y una de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. El Ministro de Trabajo y Seguridad Social, es el presidente natural del cuerpo.
Las representaciones provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, elegirán
un presidente alterno que ejercerá también las funciones de vicepresidente.

b) El Comité Ejecutivo es el órgano responsable de las acciones necesarias para el


cumplimiento de las decisiones de la Asamblea y estará integrado por un presidente,
un vicepresidente y tres secretarios, elegidos entre los representantes de las
provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, quienes durarán un (1) año en
sus funciones, pudiendo ser reelectos por un período similar.

c) La Secretaría Permanente ejercerá la secretaría de la Asamblea Federal y del


Comité Ejecutivo con la misión de conducir las actividades y estudios resueltos por
esos cuerpos. Su titular será el Secretario de Trabajo del Ministerio de Trabajo y
Seguridad Social, pudiendo delegar total o parcialmente sus funciones.

La Asamblea podrá constituir Comisiones Técnicas permanentes o transitorias,


integradas por representantes que pueden o no ser miembros del Consejo, pero cuyo
presidente sí deberá serlo.

Punto 7 Prueba del contrato de trabajo LCT 20 744

El art. 50, LCT establece que el contrato de trabajo se prueba por los modos
autorizados por las leyes procesales y lo previsto en el art. 23 de esta ley. La
prueba del contrato de trabajo no reconoce limitaciones articuladas por el
derecho común ni incorpora restricciones específicas, sino que agrega
instrumentos probatorios —la presunción del art. 23, LCT— que le son
rigurosamente propios. El principio que rige es el de la libertad de prueba, ya
que el contrato de trabajo puede probarse por todos los medios comunes de
la presunción consagrada en el art. 23, LCT, y surge de la mera prestación de
servicios. Se debe tener en cuenta que la carga probatoria, en un juicio
laboral, recae en la parte que invoca un hecho y no en quien lo niega,
principio procesal adoptado en el art. 377, CPCCN. Por lo tanto, si un
trabajador invoca la existencia de un contrato de trabajo y la empresa lo
niega, es al trabajador a quien corresponde demostrar sus afirmaciones. Sin
embargo, la presunción contenida en el art. 23, LCT—la prestación de
servicios hace presumir el contrato de trabajo— invierte la carga de la
prueba. En cambio, si el trabajador invoca la existencia de un contrato por
tiempo indeterminado y el empleador lo niega pero aduce que entre las
partes medió, por ejemplo, un contrato de plazo fijo, es al empleador a quien
le corresponde probar tal afirmación.

Art. 23. — Presunción de la existencia del contrato de trabajo. El hecho de la


prestación de servicios hace presumir la existencia de un contrato de trabajo, salvo
que por las circunstancias, las relaciones o causas que lo motiven se demostrase lo
contrario.

Esa presunción operará igualmente aun cuando se utilicen figuras no laborales, para
caracterizar al contrato, y en tanto que por las circunstancias no sea dado calificar de
empresario a quien presta el servicio.

Los principales medios de prueba para acreditar la existencia del contrato son:

— la prueba confesional, — la prueba documental —esencialmente recibos de


sueldos, cartas documento, telegramas y certificados—, — la prueba pericial —
especialmente la contable mediante el control efectuado por el experto a los libros que
obligatoriamente debe llevar la empresa—, — la prueba informativa —informes
provenientes de entidades públicas y privadas— y, — la prueba testimonial —
declaración de testigos sobre hechos que han conocido por sus sentidos—. El tema se
desarrolla en el capítulo Derecho Administrativo y Procesal del Trabajo.
De la forma y prueba del contrato de trabajo

Art. 56. — Remuneraciones. Facultad de los jueces. En los casos en que se


controvierta el monto de las remuneraciones y la prueba rendida fuera insuficiente
para acreditar lo pactado entre las partes el Juez podrá, por decisión fundada, fijar el
importe del crédito de acuerdo a las circunstancias de cada caso.

Art. 57. —Intimaciones. Presunción. Constituirá presunción en contra del


empleador su silencio ante la intimación hecha por el trabajador de modo fehaciente,
relativa al cumplimiento o incumplimiento de las obligaciones derivadas del contrato
de trabajo sea al tiempo de su formalización, ejecución, suspensión, reanudación,
extinción o cualquier otra circunstancia que haga que se creen, modifiquen o extingan
derechos derivados del mismo. A tal efecto dicho silencio deberá subsistir durante un
plazo razonable el que nunca será inferior a dos (2) días hábiles.

Art. 58. —Renuncia al empleo. Exclusión de presunciones a su respecto. No se


admitirán presunciones en contra del trabajador ni derivadas de la ley ni de las
convenciones colectivas de trabajo, que conduzcan a sostener la renuncia al empleo o
a cualquier otro derecho, sea que las mismas deriven de su silencio o de cualquier
otro modo que no implique una forma de comportamiento inequívoco en aquél
sentido.

Art. 59. —Firma. Impresión digital. La firma es condición esencial en todos los
actos extendidos bajo forma privada, con motivo del contrato de trabajo. Se
exceptúan aquellos casos en que se demostrara que el trabajador no sabe o no ha
podido firmar, en cuyo caso bastará la individualización mediante impresión digital,
pero la validez del acto dependerá de los restantes elementos de prueba que acrediten
la efectiva realización del mismo.

Art. 60. —Firma en blanco. Invalidez. Modos de oposición. La firma no puede ser
otorgada en blanco por el trabajador, y éste podrá oponerse al contenido del acto,
demostrando que las declaraciones insertas en el documento no son reales.

Art. 61. —Formularios. Las cláusulas o rubros insertos en formularios dispuestos o


utilizados por el empleador, que no correspondan al impreso, la incorporación a los
mismos de declaraciones o cantidades, cancelatorias o liberatorias por más de un
concepto u obligación, o diferentes períodos acumulados, se apreciarán por los jueces,
en cada caso, en favor del trabajador.

EMPLEO. Ley Nº 24.013 Empleo no registrado

ARTICULO 11. — Las indemnizaciones previstas en los artículos 8°, 9° y 10


procederán cuando el trabajador o la asociación sindical que lo representen
cumplimente en forma fehaciente las siguientes acciones:

a. intime al empleador a fin de que proceda a la inscripción, establezca la fecha real


de ingreso o el verdadero monto de las remuneraciones, y b. proceda de inmediato y,
en todo caso, no después de las 24 horas hábiles siguientes, a remitir a la
Administración Federal de Ingresos Públicos copia del requerimiento previsto en el
inciso anterior.

Con la intimación el trabajador deberá indicar la real fecha de ingreso y las


circunstancias verídicas que permitan calificar a la inscripción como defectuosa. Si el
empleador contestare y diere total cumplimiento a la intimación dentro del plazo de
los treinta días, quedará eximido del pago de las indemnizaciones antes indicadas. A
los efectos de lo dispuesto en los artículos 8°, 9° y 10 de esta ley, solo se computarán
remuneraciones devengadas hasta los dos años anteriores a la fecha de su entrada en
vigencia.
Falta de inscripción ARTICULO 8° — El empleador que no registrare una relación
laboral abonará al trabajador afectado una indemnización equivalente a una cuarta
parte de las remuneraciones devengadas desde el comienzo de la vinculación,
computadas a valores reajustados de acuerdo a la normativa vigente.

En ningún caso esta indemnización podrá ser inferior a tres veces el importe mensual
del salario que resulte de la aplicación del artículo 245 de la Ley de Contrato de
Trabajo (t.o. 1976).

ARTICULO 9° — El empleador que consignare en la documentación laboral una fecha


de ingreso posterior a la real, abonará al trabajador afectado una indemnización
equivalente a la cuarta parte del importe de las remuneraciones devengadas desde la
fecha de ingreso hasta la fecha falsamente consignada, computadas a valores
reajustados de acuerdo a la normativa vigente.

ARTICULO 10. — El empleador que consignare en la documentación laboral una


remuneración menor que la percibida por el trabajador, abonará a éste una
indemnización equivalente a la cuarta parte del importe de las remuneraciones
devengadas y no registradas, debidamente reajustadas desde la fecha en que
comenzó a consignarse indebidamente el monto de la remuneración.

PREVENCION DE LA EVASION FISCAL. Ley 25.345

Limitación a las transacciones en dinero en efectivo. Sistema de medición de


producción primaria. Régimen de recaudación de los aportes y contribuciones
previsionales. Régimen especial para la determinación y percepción de los
aportes y contribuciones con destino al Sistema Unico de la Seguridad Social
para las pequeñas y medianas empresas constructoras. Sistema de
Identificación Nacional Tributario y Social (SIN-TyS). Exportación de
cigarrillos y combustibles. Impuestos sobre los combustibles líquidos y el gas
natural. Normas referidas a las relaciones laborales y el empleo no
registrado. Otras disposiciones.

INDEMNIZACIONES LABORALES. Ley 25.323

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc.


sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1° — Las indemnizaciones previstas por las Leyes 20.744 (texto ordenado
en 1976), artículo 245 y 25.013, artículo 7°, o las que en el futuro las reemplacen,
serán incrementadas al doble cuando se trate de una relación laboral que al momento
del despido no esté registrada o lo esté de modo deficiente.

Para las relaciones iniciadas con anterioridad a la entrada en vigencia de la presente


ley, los empleadores gozarán de un plazo de treinta días contados a partir de dicha
oportunidad para regularizar la situación de sus trabajadores, vencido el cual le será
de plena aplicación el incremento dispuesto en el párrafo anterior.

El agravamiento indemnizatorio establecido en el presente artículo, no será


acumulable a las indemnizaciones previstas por los artículos 8°, 9°, 10 y 15 de la Ley
24.013.

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