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FACULTAD DE DERECHO

ESCUELA ACADEMICO PROFESIONAL DE DERECHO

INFORME

LA AJENIDAD DEL TRABAJO

AUTOR

DANAÍ MICHELLE FARFÁN SALAS

DOCENTE

EDUARDO ALONSO PACHECO YEPEZ

Trujillo – Perú
2018
I. INTRODUCCION

La creación del Derecho del Trabajo supuso, en definitiva, que la regulación de las
relaciones laborales que había estado tradicionalmente a cargo de fuentes de
configuración -en los hechos- unilateral: el contrato de arrendamiento de servicios, el
reglamento interno de trabajo y la costumbre, que expresaban la disparidad, se trasladara
a las nuevas fuentes: la ley laboral y el convenio colectivo, que buscan la paridad.

Como la relación laboral es, de un lado, conflictiva, porque los intereses de los
trabajadores son diferentes y a veces opuestos a los de los empresarios, siendo ambos
legítimos, se requiere regulación, para que el conflicto discurra entre los márgenes del
sistema; y por el otro lado, es desigual, porque los trabajadores no tienen poder
económico y los empresarios sí, se requiere que esa regulación sea equilibrada.

Los elementos que siempre se encuentran en un contrato de trabajo son la dependencia y


la ajenidad. Además este crea una relación laboral entre empleado y empleador

La ajenidad es un elemento del trabajo que este a su vez es el objeto del Derecho laboral,
a lo largo de los años hemos realizado trabajos para sobrevivir y también se han creado
derechos para los trabajadores debido al abuso de algunos empleadores.

Generalmente, el trabajo puede ser por cuenta propia (independiente) o ajeno


(dependiente) en el cual se trabaja para un tercero y se retribuye nuestro esfuerzo físico o
mental de forma monetaria.
II. DEFINICION

El trabajo que interesa al Derecho del Trabajo es únicamente el que se cumple por cuenta
ajena que está vinculado con la subordinación ya que el empleado que trabaja para el
empresario está sujeto a la dirección de éste, por lo tanto lo único que hace el empleado
es prestar sus servicios produciendo los frutos de los cuales no disfruta, bajo la dirección y
normas del empresario, al cual se le hace la entrega de lo producido y este a su vez, lo
retribuye monetariamente por la labor realizada.

La ajenidad se define cuando los frutos del trabajo productivo pasan inicial y directamente
a una persona distinta de quien ha ejecutado el trabajo y a este se le paga por su
producción con el que está vinculado a través de un contrato de prestación de servicios.

El trabajo también puede ser ejecutado por cuenta propia que se opone al concepto de
ajenidad, ya que el primero trabaja y obtiene los frutos producidos para sí mismo, y si se le
entrega a un tercero es por el acto de compra – venta.

III. OTRAS TEORIAS

a) Ajenidad en los riesgos. El origen de la alienación de nuestra doctrina parece


hallarse en la doctrina francesa de la responsabilidad agravada del empresario,
sobre todo en la célebre afirmación de Colin y Capitant de que en el contrato de
trabajo «los riesgos son todos para el dueño». El trabajador presta su trabajo y por
ello percibe un sueldo, mientras que el empresario corre con los distintos riesgos
que puedan presentarse, sobre todo el del buen fin de la operación. La teoría
parece demasiado esquemática, en cuanto que el riesgo suele estar ligado a la
situación de infortunio o pérdida, y es obvio que la causa concreta del empresario
no es perder, sino obtener un beneficio. El concepto jurídico de riesgo «hace
referencia a la pérdida o destrucción de la cosa, a las consecuencias de éste
respecto a la obligación».
Pero, sobre todo, el problema del riesgo no sirve para diferenciar al contrato de
trabajo de los de arrendamiento de obra o servicio, porque no es cierto que en
éstos sea el comitente quien asuma el riesgo de la obra o el servicio, por cuanto
con frecuencia se acuerdan mecanismos de reparto; así, en el contrato de obra el
riesgo lo asume el contratista.
b) Ajenidad en los frutos. Los frutos del trabajo son atribuidos inicial y directamente
a persona distinta de la que ejecuta el trabajo, una atribución originaria que es
previa a la ejecución del trabajo. Los frutos son «claramente objetos», y el contrato
de trabajo es el título jurídico por el cual se opera el cambio. Un contrato cuyo
objeto, no obstante, va a ser el trabajo mismo y no los mencionados frutos debido
a que la división del trabajo impide obtener la unidad de valor durante el proceso.
c) Ajenidad en la utilidad patrimonial. Como perfeccionamiento o ampliación de la
anterior teoría, el concepto de utilidad patrimonial elude las limitaciones en que
incurre la de ajenidad en los frutos, pero se topa igualmente con el problema de
fondo acabado de ver.
d) Ajenidad en la titularidad de la organización. Muy influida por la teoría de la
ajenidad en los frutos, a la cual considera la explicación más coherente en la
atribución del poder de dirección, entendiendo a la dependencia como «mera
consecuencia de la ajenidad [en los frutos]» y a los riesgos como un efecto de la
titularidad de los dichos frutos, esta teoría parte del momento originario para
reflexionar sobre la traslación que se produce.
El trabajador presta sus servicios trabajando sobre materiales o utilizando cosas o
instrumentos cuya titularidad no le pertenece. Esta ajenidad en la titularidad
explicaría suficientemente el fenómeno de incorporación del resultado material
del trabajo al patrimonio del titular efectivo.
e) Ajenidad en el mercado. El contrato de trabajo separa al trabajador del mercado,
pues los productos van a ser vendidos por el empleador, quien detenta la
propiedad de los medios de producción e intermedia entre el trabajador y los
clientes.
IV. CONCLUSION

En conclusión, la ajenidad en el derecho laboral, es un elemento que generalmente se da


en la mayoría de trabajos, ya que mayormente las personas trabajan dependientemente
de un empresario, este elemento se da meramente en el trabajo por cuenta ajena que es
regulado por el Derecho Laboral y es lo único que le interesa a esta rama del Derecho,
puesto que existe una relación laboral entre empresario y empleado, en la cual es
necesario tener en claro los derechos y obligaciones que tienen tanto los empleados como
los empresarios.

Vemos también que la ajenidad y la subordinación están muy conectados, ya que al


trabajar por cuenta ajena, laboramos bajo la dirección y normas del tercero que nos
remunera por nuestros servicios.
V. BIBLIOGRAFÍA
 COLIN y CAPITANT, Curso Elemental de Derecho Civil, traducción española, vol. IV,
Reus, Madrid 1955, pág. 482, cit. por MONTALVO CORREA J., Fundamentos de
Derecho del Trabajo, Civitas, Madrid 1975, pág. 201.
 En ALONSO OLEA M., Introducción al Derecho del Trabajo, Revista de Derecho
Privado, Madrid 1974', págs. 207-209, y en La materia contenciosa laboral,
Instituto García Oviedo, Sevilla 1967.
 ALONSO OLEA M., Introducción al Derecho del Trabajo, en el resumen efectuado
por ALBIOL MONTESINOS I., «En torno a la polémica», págs. 24-26.
 MONTOYA MELGAR A., Derecho del Trabajo, Tecnos, Madrid 200526, pág. 38.
 ALARCÓN CARACUEL MR., «La ajenidad en el mercado», cit., págs. 495

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