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DIETA BLANDA

esta dieta se recomienda para ayudar en casos de problemas digestivos. Normalmente se asocia al
proceso de recuperación tras sufrir una gastroenteritis, infecciones víricas, episodios de diarrea
y/o vómitos, o intoxicaciones alimentarias. También es habitual pautarla en posoperatorios o
como fase de adaptación para retomar la tolerancia a los alimentos.

Hay que aclarar que no se trata de ingerir alimentos necesariamente blandos o de fácil
masticación, Se trata de una dieta de protección gástrica y de fácil digestión.

Son alimentos con poco residuo es decir que prácticamente todo lo que comemos lo vamos
asimilar de manera que nuestro sistema digestivo va a funcionar mucho más fácilmente.

Las Recomendaciones para seguir dieta y mejorar nuestro sistema digestivo son:

-Mantener la hidratación constante, Evitar que el líquido esté muy frío o muy caliente.

-Introducir los alimentos poco a poco, procurando que sean variados para cubrir las necesidades
nutricionales básicas.

-Comer en pequeñas cantidades cada vez, pero aumentando la frecuencia a lo largo del día.

-Comer despacio, en un ambiente tranquilo, masticando bien cada bocado.

-Eliminar por completo el alcohol, el café, el té, los refrescos y los zumos comerciales.

-No fumar.

-Cocinar con muy poca sal, pocas especias y muy poca grasa, usando aceite de oliva extra virgen.

-Priorizar técnicas de cocción suaves y ligeras, como el hervido, el microondas, el vapor y la


plancha.

-Evitar los dulces o los azúcares añadidos.

-Comer la comida tibia.

-Reposar después de cada comida.

La dieta blanda se suele recomendar hacer de 3 a 4 días. Tiempo en el cual se va recuperando el


aparato digestivo. Luego iremos introduciendo alimentos según su tolerancia.

Vamos a excluir de la dieta aquello alimentos que tengan fibra y la grasa al máximo.

Legumbres y algún alimento especiado con exceso de azucares y sal


Hay que priorizar los cereales refinados arroz, pasta y pan blanco por que contienen menos fibras,
se asimilan más fácilmente y generan muy poco residuo.

Carnes magras. Las pechugas de pollo y pavo son las más recomendables, cocidas o hervidas, o en
una plancha o al horno con el mínimo de grasa, por supuesto sin piel.

Los pecados: se deben consumir pescados blancos, y evitar los pescados azules y los mariscos que
tienen un mayor contenido de grasa.

El huevo: tenemos dos partes muy bien diferenciadas la clara que es una parte proteica y la yema
que una parte más grasa al principio el recomendable utilizar solo la clara por su bajo contenido en
grasa y después ir introduciendo el huevo completo

Verduras cocidas o cremas. Comenzar con zanahoria cocida o triturada en puré o crema, e
introducir otras hortalizas ligeras según tolerancia del paciente.

Frutas cocidas o asadas. Evitar las frutas ácidas como los cítricos y bayas, y priorizar aquellas que
son más ricas en pectinas, preferiblemente retirando la piel, como la manzana y la pera. El plátano
se suele tolerar bien en crudo, pero procurando que esté maduro, más blando.

Yogur natural. Es conveniente evitar todos los lácteos en una fase más aguda del proceso de
recuperación, pero el yogur puede tolerarse bien pronto gracias a los fermentos que incorpora.
Hay que escoger yogur auténtico y 100% natural, sin ningún ingrediente o aditivo añadido.

Legumbres. Especialmente para personas vegetarianas y veganas; se recomienda usar solo


legumbres peladas cocidas y trituradas en puré.

Clasificación

Astringente: disminuye las dolencias intestinales como dolor de estómago, diarrea, náuseas,

No astringente: contribuye al proceso de sanación de dolencias odontológicas y de la garganta,


proporcionando al paciente alimentos fáciles de masticar y tragar.

Específicas: recetadas en casos de pacientes candidatos a intervenciones quirúrgicas o personas


que necesitan exámenes médicos como la colonoscopia.

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