Está en la página 1de 2

Alimentos a evitar y a incluir en las dietas blandas

Tal y como hemos visto en el apartado anterior hay una serie de alimentos que es preciso evitar para
realizar una dieta blanda, son los siguientes:

Lácteos. Se tomarán desnatados y eligiendo preferiblemente yogures naturales y queso fresco. Es mejor
evitar los quesos curados que tienen más grasa.

Huevos. Se pueden tomar huevos pasados por agua o tortilla francesa. En pacientes más delicados se
puede ingerir solo la clara y más adelante la yema, puesto que tiene más grasa.

Carnes y pescados. Es mejor tomar carnes blandas como pollo o pavo hechos a la plancha, hervidos o al
horno. En cuanto a los pescados son más recomendables los pescados blancos. Se evitarán las carnes rojas
y los embutidos, así como los pescados azules y los mariscos.

Frutas y verduras. Se podrán tomar en compota o cocidas. Es preferible no comer fruta cruda. En cuanto
a las verduras es mejor comerlas cocidas o en puré. Es mejor evitar los vegetales crudos.

Legumbres. Es aconsejable tomarlas en pequeñas dosis y pasadas por el chino para quitar la piel.

Bebidas. En las dietas blandas se debe evitar el café, el alcohol, los refrescos con gas y el té. Lo más
aconsejable es beber agua e infusiones, excepto el té.

Para qué sirve una dieta blanda

La dieta blanda no es una dieta para adelgazar sino para proteger los órganos internos que se han podido
ver afectados por una enfermedad intestinal como la diarrea, la gastritis o la gastroenteritis. Por otra parte,
las dietas blandas se suelen recomendar por los médicos para los días anteriores y posteriores a una
intervención quirúrgica.

Recomendaciones para seguir dietas blandas


Además de las recomendaciones en cuanto a los alimentos que es aconsejable ingerir, existen una serie de
recomendaciones generales en relación a las dietas blandas, que son las siguientes:

Comer pocas cantidades y varias veces al día.

Comer despacio y masticar muy bien los alimentos para facilitar la digestión.

Ingerir la comida tibia, es decir, que no esté ni muy fría ni muy caliente.

Cocinar con poca sal y sin picantes ni condimentos.

Por lo que se refiere a la duración, por lo general, se realiza durante dos o tres días y poco a poco se irán
incluyendo en la dieta alimentos habituales. No obstante, es aconsejable seguir siempre los consejos del
médico y consultar con él si tras la dieta se siguen sintiendo molestias.

También podría gustarte