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El documento describe el proceso de producción escrita, que incluye varios subprocesos como analizar la situación de comunicación, generar ideas, hacer planes, redactar, revisar y reformular. Al hacer planes, se generan y organizan ideas y se formulan objetivos para el texto. La redacción transforma el proyecto de texto en un discurso verbal comprensible. La revisión implica supervisar el texto y compararlo con el plan inicial para mejorar el contenido, organización, sintaxis y estilo.
El documento describe el proceso de producción escrita, que incluye varios subprocesos como analizar la situación de comunicación, generar ideas, hacer planes, redactar, revisar y reformular. Al hacer planes, se generan y organizan ideas y se formulan objetivos para el texto. La redacción transforma el proyecto de texto en un discurso verbal comprensible. La revisión implica supervisar el texto y compararlo con el plan inicial para mejorar el contenido, organización, sintaxis y estilo.
El documento describe el proceso de producción escrita, que incluye varios subprocesos como analizar la situación de comunicación, generar ideas, hacer planes, redactar, revisar y reformular. Al hacer planes, se generan y organizan ideas y se formulan objetivos para el texto. La redacción transforma el proyecto de texto en un discurso verbal comprensible. La revisión implica supervisar el texto y compararlo con el plan inicial para mejorar el contenido, organización, sintaxis y estilo.
El proceso de producción escrita: estrategias de planificación, textualización y revisión
La comunicación escrita requiere un proceso que incluye subprocesos: analizar la
situación de comunicación, generar ideas, hacer planes, redactar, revisar y reformular enunciados.
Analizar la situación de comunicación implica tener en cuenta a los destinatarios (quién
leerá); aclarar nuestra intencionalidad (qué efecto queremos producir); valorar el marco institucional y/o el contexto social; decidir el contenido (el referente, aquello de lo que vamos a hablar); tomar decisiones respecto del código y sus variaciones (lenguaje, niveles), etc.
Cuando nos dedicamos a hacer planes, hacemos una representación mental de lo que
queremos/debemos escribir y de cómo tenemos que proceder. Esta etapa incluye tres subprocesos: generar, organizar y formular objetivos.
Para generar recurrimos a la memoria y a la información previa (propia o relevada,
investigada, etc.
Para organizar, clasificamos y ordenamos la información. Conviene elaborar una
representación gráfica: un mapa, esquema de contenidos, esquema de llaves, etc. A partir de este momento ponemos en práctica nuestra competencia discursiva y textual ya que comenzamos a imaginar la forma, la silueta, el esqueleto de nuestro futuro texto y eso se realiza en función de la elección de una tipología. ¿Cómo se pueden organizar los contenidos de un texto?
Por último, al formular objetivos establecemos los propósitos de nuestro escrito,
imaginamos un texto con ajuste a los formatos conocidos y a la exigencia concreta de la situación de comunicación de que se trate. Esa anticipación del futuro texto planteará objetivos de contenido (información que contendrá) y de formas (estructura expositiva, ordenamiento, sintaxis, estilo). Entonces, formular objetivos pasa por responder a:
¿Qué quiero conseguir con este texto?
¿Cómo quiero que reaccionen los lectores y las lectoras? ¿Qué quiero que hagan con mi texto?
Llegado el momento de redactar, nos encargaremos de transformar el proyecto de
texto, que hasta ahora era una representación esquemática de ideas, en un discurso verbal lineal e inteligible.
De este modo, el texto escrito que elaboremos se ajustará a tres tipos de
demandas, ya que deberá respetar:
a. las reglas del sistema de la lengua,
b. las propiedades del texto,
c. las convenciones socioculturales establecidas.
Si procedemos a revisar, nos disponemos a una acción de supervisión o control que
es permanente aunque, claro está, se intensifica cuando nuestros borradores no nos parecen satisfactorios y buscamos definir una versión final. Daniel Cassany ha pensado en un modo de revisión basado en preguntas, al que puede acceder aquí.
Se espera que en la etapa de revisión leamos globalmente el texto y lo
comparemos con el plan previo. Luego, leeremos selectivamente algunas partes y atenderemos a aspectos diferentes: los contenidos y su organización (estructura), la sintaxis y el estilo (léxico, tono, etc.). Luego de la revisión, la mayoría de las veces, debemos rehacer.