Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Todas las sociedades organizadas del mundo tienen su sistema jurídico. De una forma u otra, ese
derecho contempla la forma en que se hará el registro de los derechos inmobiliarios, o se llevarán a
cabo las transferencias de tales derechos.
La tierra es una expresión de soberanía de todo Estado, y por tanto ellos se preocupan por reglamentar
la tenencia de las tierras.
Cada uno de los sistemas de registros de la propiedad inmobiliaria y sus desmembraciones tiene sus
características que les son propias. Ellas lo distancian y diferencian de otros sistemas. Sin embargo, los
tratadistas y doctrinarios del derecho de registro de propiedad inmobiliaria está de acuerdo en que lo
ideal es que el sistema de registro cuente con lo cuatro principios fundamentales, que son: la publicidad,
legalidad, autenticidad o legitimidad y la especialidad.
Cuando el sistema de registro inmobiliario carece de uno de esos principios, entonces afirmamos que
está incompleto. Y en muchos de los casos no ofrece la seguridad que requieren los derechos que
recaen sobre las tierras. Ahora bien, de ninguna manera se desea afirmar que el sistema incompleto no
funcione. Lo que se quiere significar es que funciona con menos garantías que las que pudiera operar.
2.2.2 Los cuatro grandes sistemas de registros inmobiliarios. El Sistema Informal. El Sistema
Judicial. El Sistema Ministerial. El Sistema Ministerial en la República Dominicana.
Atendiendo a los principios fundamentales antes mencionados, decimos que los cuatro sistemas de
registros de la propiedad inmobiliaria y sus desmembraciones más importantes en el mundo son: el
Sistema Informal, el Judicial, el Ministerial y el Torrens.
Sistema Torrens: Este sistema establece el régimen legal de la tenencia de las tierras más
científico, organizado, seguro y coherente de todos los sistemas que existen en el mundo. Su
característica esencial está en que cumple a cabalidad con los principios de publicidad, legalidad,
autenticidad y especialidad.
El sistema Torrens tiene su fundamento en que todo inmueble se reputa propiedad del Estado y sólo es
propietario distinto aquél que aparece con su derecho registrado en el libro de registro.
Características del Sistema Torrens dominicano , Los cuatro principios de publicidad, legalidad,
especialidad y autenticidad, que constituyen la base, el fundamento de todo sistema de
registrocientíficamente organizado y que son la piedra angular del Sistema Torrens, se encuentra
formalmente incorporado al Sistema Torrens dominicano, no solamente por el conjunto de sistema, sino
por disposiciónexpresa de una serie de artículos de la Ley de Registro de Tierras.
En el artículo 17, literal b, del Reglamento General de Registros de Títulos, se trata como función del
Registrador “cumplir los principios registrales y ejercer la función calificadora de los documentos que le
son presentados como base de una actuación registral”. En los artículos 56 y 61 del mismo Reglamento
se establece como vicio sustancial y deficiencia documental insubsanable, respectivamente, la
inobservancia al principio de especialidad. No obstante, es necesario admitir que, aun cuando en
nuestro sistema inmobiliario registral se retienen los principios esenciales antes enunciados, todos los
demás principios tienen eficaz aplicación en el mismo, por tanto tiene que ser estudiado, comprendido y
aplicado.
En el caso nuestro, resultan aplicables los principios de inscripción, prioridad o rango, rogación, tracto
sucesivo, especialidad, legalidad, legitimidad o autenticidad, fe pública registral y publicidad.
Principio de inscripción: 2.1 Principio de inscripción.- Este principio es el que le otorga la razón de ser
al registro inmobiliario, es decir, lo que explica su universalidad, es común a todos los sistemas
registrales. Un asiento o anotación producirá efectos cuando sea inscrito. En la República Dominicana, el
Registro de Títulos produce, desde el punto de vista de la inscripción, efectos constitutivos y sustantivos,
pues produce el nacimiento, transmisión, modificación o extinción de los derechos reales inmobiliarios.
Principio de especialidad: 2.2 Principio de especialidad.- Este principio busca la determinación exacta
de los derechos reales inscribibles, por ello exige la identificación del titular del derecho y del que ha
pactado con éste, la descripción del inmueble, y se aprecien de forma clara los derechos inscribibles y
las informaciones que hagan posible establecer su naturaleza, contenido y sus alcances.
En nuestro sistema se abre un folio para cada inmueble. La constitución del régimen de condominio y la
subdivisión de una parcela son ejemplos típicos del principio de especialidad. En cada caso es menester
abrir un folio para los inmuebles que surjan, ya sean apartamentos o nuevas parcelas, como también
habrá que precisar la designación catastral de cada uno y las características particulares.
Esta situación queda fijada cuando se realiza en el Registro de Títulos el llamado historial, que consiste
en la investigación que permite establecer la cadena registral, se plasma con claridad quienes han sido
los sucesivos titulares del inmueble desde su primer registro hasta el momento mismo en que es
investigada la propiedad.
En el artículo 31 del Reglamento General de Registros de Títulos se incorpora el principio del trato
sucesivo, el cual establece: “Con posterioridad al primer registro, para ejecutar actos por los cuales se
constituyan, transmitan, declaren, modifiquen o extingan derechos reales, cargas o gravámenes sobre
inmuebles, se requiere que previamente conste registrado el derecho de la persona que otorga, o en
cuyo nombre se otorgan los mismos”.
El artículo 35 del referido Reglamento establece que “el derecho del disponente debe estar
debidamente justificado con el correspondiente asiento en el Registro de Títulos”.
Principio de trato breve: 2.5 Principio de trato breve.- Este se enmarca en el propio ámbito del
principio de trato sucesivo y tiene lugar cuando en el asiento registral se anotan distintas transmisiones
y sólo se inscribe la última. Con este principio se procura evitar inscripciones innecesarias e inútiles que
cuanto hará será encarecer y retrasar el procedimiento registral.
También busca preservar el vínculo concatenado entre el propietario que antecede y el que prosigue,
tiene que mantenerse la continuidad del tracto, tal cosa constatará de manera clara e inequívoca, solo
que todo se enlazará a partir del titular registrado hasta el último adquiriente, haciéndose constar
sujeto, objeto y causa de la relación registral.
Principio de prioridad: 2.6 Principio de prioridad.- Este encuentra su fundamento en la máxima latina
prior in tempore, potior in iure, que significa “el primero en el tiempo es el más poderoso en el
derecho”. En efecto, el primer expediente o documento que ingresa al Registro de Títulos tiene rango
preferente, no importa la fecha en que haya sido redactado o firmado. El principio de prioridad hace
posible que se establezca un nuestro sistema el momento en el cual se origina o nace el derecho.
En el artículo 32 del referido Reglamento señala que “la prioridad para inscripciones o anotaciones se
rige por la fecha y hora de ingreso del expediente al Registro de Títulos”. La inscripción produce dos
consecuencias: a) elige en el Registro el derecho de inscripción mismo; y b) permite la determinación del
rango.
El establecimiento del Registro de Títulos tiene como propósito fundamental la obtención de seguridad
jurídica para la actividad inmobiliaria y viabilizar la publicidad de todas sus incidencias, de manera que
los terceros tomen pleno conocimiento del estado de la propiedad.
Con el principio de publicidad se impide que alguien pueda ocultar la existencia de cargas, gravámenes,
litis, etc., que pueda producirse más de una transferencia con respecto a un mismo inmueble. En tal
sentido, el artículo 134 del Reglamento General de Registro de Títulos instituye que “la información
contenida en los Registros de Títulos es de acceso público para todo el que tenga interés en conocer el
estado jurídico de una inmueble”.
Este principio se subdivide en tres: 1) publicidad formal, que consiste en el establecimiento de una
estructura dispuesta por el Registro en interés de que todas las personas que tengan algún interés
legítimo puedan conocer la situación de los inmuebles en él inscritos. En efecto, esta publicidad procura
informar sobre el inmueble, sus titulares, las cargas y gravámenes que le afectan, o sobre la inexistencia
de estas.
Gracias a este tipo de publicidad es que se puede obtener las certificaciones sobre el status registral,
historiales y copias auténticas, copias certificadas de documentos inscritos y el acceso a la Sala de
Consulta o al Libro-Registro, según sea el caso.
b) De no existencia de gravámenes.
c) De inscripción.
d) De no inscripción.
e) De no Propiedad.
b) De inscripción de inmueble.
e) De registro de acreedores.
f) otras certificaciones.
2) La publicidad material, que son los derechos que otorga la inscripción: a) la presunción de la
existencia de los derechos y son propiedad de la persona que figura como titular en el asiento registral;
y b) la oponibilidad frente a un tercero no inscrito. Ahora bien, los actos registrables que no sean
inscritos no producen efecto con respecto a los terceros. El sistema de publicidad material se apoya en
la presunción de exactitud de depara la fe pública registral. La persona cree en lo que le dice el Registro,
confía y hace sus operaciones comerciales bajo su presunción de exactitud, de ahí la protección que
brinda esa fe pública registral al tercero adquiriente de buena fe y a título oneroso.
Tercero registral, . El tercero registral o tercero protegido es aquel que, no siendo parte de la operación
inmobiliaria, ha adquirido, en las condiciones antes establecidas, de manos de la persona que aparece
en el Registro con el derecho inscrito a su favor.
Para que el tercero tenga el beneficio de la protección es menester que cumpla con los requisitos
siguientes: a) Que haya inscrito su derecho en el Registro. b) Que el derecho lo haya adquirido de su
legítimo propietario. c) Que la adquisición haya sido a título oneroso. d) Que haya estado presente la
buena fe. ¿Cómo se manifiesta la buena fe? Se manifiesta en base a tres criterios generales: 1) Que el
tercero haya ignorado el vicio de su enajenante al celebrar el contrato y subsistir hasta la inscripción; 2)
Haber comprobado la existencia de continuidad en los títulos de los individuos que figuran en el
Registro; y 3) Que no se advierta apariencia de contubernio en el enajenante.
2.2.6 Principio de legalidad: 2.8 Principio de legalidad.- Con este principio se persigue que el derecho
a inscribirse en el registro sea examinado y, en cada caso, establecer que los requisitos de ley se
cumplan estrictamente. El Registrador de Títulos hace que el principio de legalidad se cumpla
cabalmente, al ejercer la función calificadora, mediante la cual escruta los documentos de todo el
expediente, y sólo si en estos están presentes los elementos requeridos por las leyes, reglamentos y
normas complementarias, entonces procederá a inscribir. De ese modo constituirá el derecho y éste
surtirá todos sus efectos.
2.2.7 Principio de rogación: 2.9 Principio de rogación.- Es cuando una parte con interés legítimo y que
cumple con las exigencias establecidas, tiene la potestad de solicitar una inscripción o la cancelación de
un derecho real inmobiliario. La inscripción también puede ser formulada por aquellos que se subroguen
en los derechos del titular a través de orden judicial.
Según el artículo 26 del Reglamento General de Registro de Títulos, el principio de rogación implica que
“los derechos reales, cargas, gravámenes y medidas provisionales sobre inmuebles registrados se
inscriben, anotan o cancelan a solicitud expresa de parte interesada o por disposición de un juez o
tribunal competente”. Dicha solicitud se hace a pedimento del propietario, por sí mismo o por
intermedio de su representante, si lo hubiere. También lo puede hacer los beneficiarios de ciertos
derechos reales, carga o gravamen que se quiera inscribir, anotar o cancelar, por sí mismo o mediante se
representante. Asimismo, el juez, en caso de inscripciones, anotaciones y cancelaciones ordenadas
judicialmente, puede solicitar dichas inscripciones.
2.2.8 Principio de fe pública registral: 2.10 Principio de Fe pública registral.- Este principio garantiza
de que exista un clima de confianza en el tráfico jurídico inmobiliario.
La fe pública registral es una expresión elevada de la llamada presunción de exactitud del registro.
El Registrador de Títulos es el depositario de la fe pública registral. Es por ello que los documentos bajo
su cuidado son de naturaleza pública. De ahí que los certificados de títulos, las certificaciones,
historiales, etc., hacen fe pública.
La fe pública registral hace suponer que todo adquiriente de un derecho inscrito en el Registro de
Títulos, transmitido por persona con calidad para hacerlo, será dueño de un derecho inatacable y debe
mantener su adquisición.