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14/07/2021

AL IGUAL QUE EN LOS CUENTOS DE HADAS , UNA POBRE HUÉRFANA REFUGIADA GANA UN CONCURSO DE BELLEZA Y SE
LEVANTA PARA SER REINA DE LA NACIÓN. CUANDO UN VIL ENEMIGO AMENAZA A SU PUEBLO CON LA DESTRUCCIÓN,
ELLA PONE SU VIDA EN RIESGO POR ELLOS . LUEGO, EN UN SORPRENDENTE GIRO EN LAS CIRCUNSTANCIAS , ¡LA
SITUACIÓN DE SUS ENEMIGOS CAMBIA POR COMPLETO Y LO QUE PARECÍA UNA DERROTA ASEGURADA SE
TRANSFORMA EN UNA VICTORIA MARAVILLOSA ! LO ASOMBROSO ES QUE ESTO NO ES UN CUENTO DE HADAS , ES
REAL.
EL LIBRO DE ESTER ESTÁ TAN CARGADO DE SUSPENSO QUE ENCONTRARÁS DIFÍCIL ABANDONAR SU LECTURA UNA
VEZ QUE LA COMIENCES . PERFILES DE PERSONAJES PERFECTAMENTE TRABAJADOS COMO LOS DE ESTER,
MARDOQUEO, AMÁN, Y EL REY JERJES I DE PERSIA, CREAN UNA LECTURA APASIONANTE . PERO MÁS ALLÁ DE SER
UNA GRAN PIEZA LITERARIA , ESTA PUEDE SER UNA LECTURA TRANSFORMACIONAL . A MEDIDA QUE CONSIDERAS LAS
DEBILIDADES Y FORTALEZAS DE ESTAS PERSONAS PUEDES APRENDER LECCIONES IMPORTANTES PARA EL CRECIMIENTO
DE TU CARÁCTER. DE IGUAL MODO QUE MARDOQUEO DESAFIÓ A ESTER A CONSIDERAR POR QUÉ DIOS LA HABÍA
LEVANTADO PARA «UN MOMENTO COMO ESTE » (EST 4:14), REFLEXIONA EN LA MISMA PREGUNTA , ¿POR QUÉ DIOS
TE PERMITE ESTAR VIVO HOY ? ¿QUÉ DESAFÍOS QUIERE QUE TOMES ? ¿QUÉ ACTOS DE REDENCIÓN QUIERE REALIZAR
A TRAVÉS DE TI ?
AUNQUE EL NOMBRE DE DIOS NO SE MENCIONA NI UNA SOLA VEZ EN EL LIBRO DE ESTER, SU INFLUENCIA
IMPREGNA TODO EL RELATO . PRESTA ATENCIÓN EN LA MANERA TAN SUTIL EN LA QUE ESTE LIBRO REVELA EL
CARÁCTER DE DIOS Y ACENTÚA SU FIDELIDAD . NOTA LAS ALUSIONES INDIRECTAS A LA INTERVENCIÓN DE DIOS
EN LA VIDA DE SU PUEBLO . DESCANSA EN EL HECHO QUE ÉL ESTÁ A CARGO, AUN CUANDO LAS COSAS
PAREZCAN ESTAR FUERA DE CONTROL .

QUE ES LA PROVIDENCIA: El Diccionario Bíblico Cristiano del Dr. J. Domínguez dice que la providencia divina
es: “El cuidado y gobierno de Dios para con todo el universo, especialmente para cada hombre, ¡que lo conoce por
su nombre, y le tiene contados hasta los cabellos de la cabeza!”.

EL LIBRO DE ESTER Y LA PROVIDENCIA DE DIOS Ro. 8:28

De acuerdo como la historia se va desenvolviendo, Dios tiene gente en posiciones claves solo
esperando el tiempo de Dios.

Ester 1:1
El tema es: "La mujer que rehusó obedecer a su marido". Este capítulo de la
historia de una nación pagana fue insertado en la Biblia con un propósito definido:
enseñar la providencia de Dios. Comprobaremos este tema al ir recorriendo las
páginas de este libro. Comienza la historia con la ley de un reino pagano y una
dificultad, que en este caso fue un problema matrimonial. Fue un asunto personal el
que surgió en este reino, pero tuvo repercusiones internacionales. Así que
entraremos en este primer capítulo, en el versículo 1, del libro de Ester que dice:
"Aconteció en los días de Asuero, el Asuero que reinó desde la India hasta Etiopía
sobre ciento veintisiete provincias"
En primer lugar tenemos que entender que esta palabra Asuero no era en realidad
el nombre de aquel hombre, sino que era un título. Significaba "altísimo padre" o
"venerable rey". Así como la palabra Cesar era un título y no identificaba a un
hombre determinado, así Asuero no identificaba a este rey Persa en la historia
secular. SU NOMBRE ERA JERJES

Ester 1:2
Él había llamado pues, a los gobernadores y príncipes de 127 provincias. Leamos
los versículos 2 y 3, de este capítulo 1:
"Que en aquellos días, fue afirmado el rey Asuero sobre el trono de su reino, el cual
estaba en Susa, capital del reino. En el tercer año de su reinado, ofreció un
banquete a todos sus príncipes y cortesanos; invitó también a los oficiales del
ejército de Persia y de Media, gobernadores y príncipes de provincias"
Y aquí tenemos un gran banquete pagano en el palacio de este rey Jerjes. Éste fue
un gran banquete. Ahora, ¿por qué lo hizo? Bueno, él estaba en los preparativos
para una campaña contra Grecia. Y estaba llamando a todos estos líderes y
gobernadores, con el propósito de convencerlos de la conveniencia de ir a la guerra
contra Grecia. Imaginemos la suntuosidad de esa fiesta. Había 127 provincias en el
reino, y de cada una de ellas el rey invitó a una delegación, ignoramos de cuántos
miembros, así que probablemente asistieron a este banquete, de mil a dos mil
invitados. Indudablemente, fue un evento de la máxima importancia para aquel
período de la historia. Ahora, ¿cómo podría Dios intervenir en una escena como
ésta? Bueno, lo haría por Su providencia. Fue como si Dios estuviera de manera
invisible para los seres humanos, ocupándose de la protección de los suyos. Decían
los versículos anteriores que el rey había invitado a los cargos de su reino y el
versículo 4, nos dice para qué:
"Para mostrarles durante mucho tiempo, ciento ochenta días, el esplendor de la
gloria de su reino, y el esplendor y la magnificencia de su poder".
Durante 180 días Asuero hospedó a esa gran cantidad de invitados. El padre de
Luis XV de Francia estaba hablando con el preceptor y con el tesorero del reino
sobre este banquete, y dijo que no podía comprender como el rey había tenido
paciencia para tener semejante banquete. Y el tesorero, que estaba a cargo de las
finanzas del reino, dijo que no comprendía como pudo financiarlo.
El banquete reveló la riqueza, el lujo y el carácter regio de esta corte oriental. El
motivo era obvio. Había invitado a los príncipes y gobernadores de todas las
regiones de su reino para obtener su apoyo incondicional para la campaña de
conquista de Grecia, para poder convertirse en el soberano supremo del mundo de
su época. Y, por supuesto, casi tuvo éxito en su intento. Creemos que habría
conseguido su propósito si Dios ya no hubiera predicho que la operación resultaría
un fracaso y de que el poder se desplazaría del este al oeste.
Jerjes quería que los príncipes y gobernadores supieran que él era capaz de pagar
los gastos de la guerra que estaba contemplando provocar. Por ello desplegó las
riquezas de su reino ofreciendo esta gran fiesta pagana. Porque aquel banquete era
pagano desde el principio hasta el fin. Dios nos estaba presentando aquí una corte
pagana, en las que se estaban tomando las decisiones que afectarían al mundo.
Parecía que Dios había sido dejado de lado, pero Él quiere que sepamos que estaba
por encima de esas circunstancias, y que iba a cumplir Su propio propósito. Ahora,
en el versículo 5, de este capítulo 1 de Ester, leemos:
"Cumplidos estos días, ofreció el rey otro banquete por siete días en el patio del
jardín del palacio real a todo el pueblo que había en Susa, capital del reino, desde
el mayor hasta el menor".
Jerjes llevó el banquete a su punto culminante en los últimos siete días.
Aparentemente, implicó en la fiesta a una multitud de gente durante los siete días
finales en el patio del jardín. Continuemos con el versículo 6:
"El pabellón era blanco, verde y azul, sostenido por cuerdas de lino y púrpura, en
anillas de plata sujetas a columnas de mármol; los reclinatorios eran de oro y de
plata, sobre un pavimento mosaico de pórfido y de mármol, de alabastro y de
piedras preciosas".
Tenemos ante nosotros una descripción del lugar. La plata, el oro, las joyas y las
hermosas colgaduras nos muestran la riqueza de aquel reino. Fue una exhibición
realmente llamativa. Las ruinas de aquellos palacios aún hablan de la riqueza de
Persia. Hace años se celebraron los 2500 años del imperio Persa, que es el mismo
imperio del que estamos hablando. Tal vez usted ni lo recuerde; pero en esa
ocasión hubo un gran banquete; las revistas y los programas de televisión
mostraron algo del gran despliegue de riqueza que tuvo lugar allí, y donde se gastó
el equivalente a millones de Euros. Ahora, esto provocó muchas críticas, debido a la
pobreza que sufría aquel país. Pero el banquete que organizó Jerjes, fue tan caro
que superó toda imaginación, para influenciar a los asistentes y predisponerlos
favorablemente para le inminente próxima campaña militar. Y en el versículo 7,
leemos:
"Se bebía en vasos de oro, diferentes unos de otros, y el vino real corría en
abundancia, como corresponde a la generosidad de un rey".
Este banquete, que fue una fiesta pagana desde el principio hasta el fin, terminó en
una orgía. Y el versículo 8 dice:
"Pero el mandato era que a nadie se le obligara a beber, porque así lo había
mandado el rey a todos los mayordomos de su casa: que se hiciera según la
voluntad de cada uno".
Incluso estos reyes orientales, que ejercían un poder absoluto, nunca obligaban a
nadie a beber, aunque ellos mismos bebían sin ningún control, como era el caso de
este rey Jerjes, como veremos más tarde. Y en el versículo 9, se nos dice lo
siguiente:
"También la reina Vasti ofreció un banquete para las mujeres en el palacio real del
rey Asuero".
Ahora, la reina Vasti había hecho un banquete para las mujeres. Usted puede
apreciar que los hombres y las mujeres no tenían banquetes juntos en esos días.
Hubiera sido un incumplimiento de las costumbres sociales el que hombres y
mujeres asistieran juntos a la misma fiesta. Las mujeres eran mantenidas en salas
separadas. El banquete de los hombres era para tratas asuntos de importancia y,
aparentemente, ellos no quisieron mezclar el sexo con negocios de estado. Jerjes
estaba tratando de vender el proyecto de una guerra y entonces, la reina Vasti
agasajó a las mujeres en otro banquete. Así que veamos lo que sucedió, leyendo el
versículo 10:
"El séptimo día, estando el corazón del rey alegre por el vino, mandó a Mehumán,
Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos que servían delante
del rey Asuero"
Eso quiere decir que él estaba borracho. El rey se había excedido con la bebida. En
estos banquetes uno no tenía que beber si no quería, o podía beber todo lo que
quisiera. Aparentemente, este rey no era una de esas personas abstemias, es decir,
que no participaba en las bebidas alcohólicas y por tanto, se emborrachó. Así que
en el séptimo día el rey estaba eufórico. Aquí encontramos al rey Jerjes bajo la
influencia de la bebida, haciendo algo que quizá no hubiera hecho si hubiera estado
sobrio. Les pidió a los jefes de los camareros que servían en su presencia que
trajeran a la reina Vasti al banquete. Continuemos leyendo el versículo 11, donde
pidió a los eunucos
"Que llevaran a la presencia del rey a la reina Vasti, con la corona regia, para
mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza; porque era hermosa".
El rey ya había exhibido sus riquezas y el lujo que le rodeaba, y les había
demostrado a sus invitados su capacidad para llevar a cabo la campaña que había
proyectado. Entonces, bajo la influencia del alcohol, hizo algo contrario a las reglas
de corrección de aquellos tiempos. Y fue intentar exhibir a Vasti, una mujer
hermosa, para que la vieran los hombres asistentes a aquel banquete. Si no se
hubiera encontrado ebrio, nunca hubiera hecho esto. Porque ésta era una actitud
impropia de un caballero, un comportamiento descortés e indecoroso. Quiso que
todos contemplaran a Vasti, como si fuera su tesoro más preciado, la joya más
valiosa de su corona. Lejos estaba de suponer que iba a provocar un escándalo en
la familia real. Veamos lo que ocurrió leyendo el versículo 12:
"Pero la reina Vasti no quiso comparecer a la orden del rey enviada por medio de
los eunucos. Entonces el rey se enojó mucho. Lleno de ira"
Pensamos que cuando el rey hubo enviado a sus ayudantes a buscar a la reina, se
habrá levantado y dicho a los comensales: "Tengo una gran sorpresa para ustedes;
quiero que ustedes vean a la reina. Ella será traída ante ustedes con la corona real
sobre su cabeza". Pero cuando la orden llegó hasta la reina, ella se negó a ir. Y a
los pocos minutos uno de los camareros susurró en el oído del rey: "no desea
venir". Y así fue como Vasti rechazó el pedido del rey, que se habrá visto obligado a
improvisar una disculpa ante sus invitados. Imaginamos que en aquel momento
aquella gran concurrencia habrá comenzado a murmurar, preguntándose qué clase
de rey sería aquel, que no había sido capaz de hacer cumplir una orden a la reina.
Aunque la reina Vasti estaba perfectamente justificada en no haber querido acudir a
la orden del rey, pensamos que debería haber reflexionado sobre las consecuencias
de su actitud. Tendría que haber imaginado que su negativa podría causar un
escándalo que perjudicara la posición de su marido.
I.- Veamos El Lado Feo De La Belleza (Parece Ilógico)
El presidente del actual instituto bíblico Moody tubo una experiencia en el oeste de
África: Resulta que conoció a un misionero que era criticado por la apariencia de su
esposa. Porque ella era muy esbelta y eso no era aceptable en esa cultura. Se
consideraba que el esposo no estaba cuidando bien de ella porque era flaca, Entre
otras personas de África las mujeres de sobre peso son consideradas muy bellas,
conforme mas pesaba la mujer, mas pulcra era, incluso había un proverbio que
decía Asi tu esposa se sube al camello y el camello no se puede parar entonces
tienes una esposa realmente bella@ Lo feo de una cultura es lo hermoso de otra.
- Esta será el punto culminante de su demostración visual A La mujer más bella y
Hermosa de su reino@
Nota: Cuando se mostraba a la reina era hecho con gran pomposidad: todos sus
eunucos (siete) van como ujieres o sirvientes en presencia de la reina. Pero aun
dentro de tanta A hermosura hay fealdad@. Ester 1;10-12 Espíritu independiente
(Rehusarse a someterse)

QUE DICEN LAS ESCRITURAS DE LA BELLEZA


Proverbios 31:30 Engañosa es la gracia y vana la belleza, {pero} la mujer que
teme al SEÑOR, ésa será alabada.
1 Timoteo 2:9 Asimismo, que las mujeres se vistan con ropa decorosa, con pudor y
modestia, no con peinado ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos;
1 Timoteo 4:8 porque el ejercicio físico aprovecha poco, pero la piedad es
provechosa para todo, pues tiene promesa para la vida presente y {también} para
la futura.
1 Pedro 3:3-4 Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de
oro o vestidos lujosos, sino {que sea} el yo interno, con el adorno incorruptible de
un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios.
- Eso era un problema matrimonial y era un acto que traía consecuencias graves
porque era como un ejemplo a seguir
En aquellas circunstancias excepcionales, ella tendría que haber obedecido al rey,
acudiendo al banquete. Leamos pues, los versículos 13 al 15, de este primer
capítulo del libro de Ester:
"Consultó a los sabios que conocían los tiempos, ya que los asuntos del rey eran
tratados con todos los que sabían la ley y el derecho. Los más cercanos al rey eran
Carsena, Setar, Admata, Tarsis, Meres, Marsena y Memucán, siete príncipes de
Persia y de Media, los cuales formaban parte del consejo real, y ocupaban los
primeros puestos en el reino. El rey les preguntó: Según la ley, ¿qué se debe hacer
con la reina Vasti, por no haber cumplido la orden del rey Asuero, enviada por
medio de los eunucos?"
En otras palabras, éstos eran los miembros de su gabinete. Ellos eran los príncipes
que se reunían privadamente con el rey, tal como lo hacen los gabinetes de los
presidentes en el día de hoy. Ahora, todo este asunto a nosotros nos puede parecer
intrascendente y anecdótico, pero en aquella época no era un simple incidente. La
reina se había negado a obedecer un mandato del rey. Y el gabinete tenía que
ocuparse de esa crisis. Recordemos que estaban preparando una gran campaña
militar, y en ese momento la reina había desobedecido una orden del rey.
Imaginémonos el asombro producido por semejante negativa en un país y en una
corte donde la autoridad del rey era absoluta. Los grandes allí reunidos debieron
quedar horrorizados ante una afrenta tan atrevida. ¿Qué tendrían que hacer con
ella? Parecía no haber una ley que pudiera aplicarse. Entonces el rey formuló una
pregunta a sus consejeros. Leamos el versículo 16:
"Entonces dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el
rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los
pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero".
Hoy se dice mucho de que las mujeres de esa época eran simplemente propiedad
del marido, como uno de sus efectos personales. Y eso era verdad en muchos
casos, pero parece que esta mujer tenía mucha libertad y no había ninguna ley que
la pudiera obligar a obedecer el mandato del rey de ir al banquete. Por tanto, el
gabinete tendría que crear una nueva ley, severa y ejemplar, para hacer frente a la
situación.
Continuemos pues, leyendo los versículos 17 y 18, de este capítulo 1 del libro de
Ester:
"Porque esta acción de la reina llegará a oídos de todas las mujeres, y ellas tendrán
en poca estima a sus maridos, diciendo: El rey Asuero mandó que llevaran ante su
presencia a la reina Vasti, y ella no fue. Entonces las señoras de Persia y de Media
que sepan lo que hizo la reina, se lo dirán a todos los príncipes del rey; y eso traerá
mucho desdén y enojo".
Evidentemente, al trascender este incidente, habría sido un mal ejemplo, o mal
precedente, y se alarmaron por las consecuencias que la desobediencia de la reina
podría tener en sus propias casas, alterando las relaciones conyugales de los
príncipes de todo el reino y provocando reacciones de rechazo o de solidaridad
hacia la reina Vasti. Así fue que Memucan, uno de los príncipes, preocupado por la
situación en su propia familia, llegó a la conclusión de que había que tomar
medidas drásticas. Observemos la propuesta de este príncipe, leyendo el versículo
19:
"Si parece bien al rey, salga un decreto real de vuestra majestad y se inscriba entre
las leyes de Persia y de Media, para que no sea revocado: Que Vasti no se presente
más delante del rey Asuero; y que el rey dé su título de reina a otra que sea más
digna que ella".
Tenemos que ser conscientes que el escenario del libro de Ester está en una corte
pagana. Se promulgó una ley que no tenía nada que ver con la ley de Moisés. Era
una ley nueva y extrema, pero era una ley de Los medos y los Persas. Notemos la
reacción del rey y de los otros que estaban con él. Leamos los versículos 20 al 22:
"El decreto que dicte el rey será conocido en todo su reino, aunque es grande, y
todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.
Agradó esta palabra al rey y a los príncipes, e hizo el rey conforme al consejo de
Memucán, pues envió cartas a todas las provincias del rey, a cada provincia
conforme a su escritura, y a cada pueblo conforme a su lenguaje, diciendo que todo
hombre afirmara su autoridad en su casa; y que se publicara esto en la lengua de
su pueblo".
Analizando el decreto vemos esto: en primer lugar la reina fue puesta a un lado, ya
no sería más reina. Y la razón dada para tomar esa grave medida fue que ella se
negó a obedecer al rey. Por tanto se publicó el decreto en el que se ordenaba que
en el reino la esposa tenía que honrar a su marido y que éste ejercería la autoridad
en la familia. Aparentemente, ésta no había sido la costumbre antes en el imperio
de los Medos y los Persas. Pero ahora era una ley que no podía ser alterada o
cambiada.
Esta ley reveló el carácter del rey Jerjes, tal como lo recuerda la historia profana.
Recordemos que llevó su ejército, el más numeroso que jamás se había reunido,
hasta las Termópilas. También comandó una flota de trescientos barcos que fueron
destruidos en Salamina. Se cuenta que este hombre en un arranque de locura
descendió al mar y ¡golpeó las olas con un cinturón, para destruir la flota enemiga!
Ahora, un hombre capaz de hacer eso tenía evidentemente una grave perturbación
mental. Así les sucedió a otros destacados líderes de otras épocas, como por
ejemplo, Nabucodonosor, Julio César, Napoleón, etc.
Eso era un problema matrimonial y era un acto que traía consecuencias graves
porque era como un ejemplo a seguir;
En otras palabras esta bella mujer tenía unas actitudes muy feas, en este caso
ánimo a las mujeres a que con su ejemplo fueran rebeldes a sus maridos.
Las mujeres verían con con desprecio a sus maridos.
- Conforme a la palabra de Dios el hombre es la cabeza, la mujer le debe respeto y
sumisión. 1 corintios 11:3
- Este decreto pone una plataforma para un matrimonio. - Es un patrón para la
pareja: Efesios 5:22-23 / Colosenses 3:17-20
- La pareja matrimonial que guarda este principio, aunque sean personas que
carezcan de personalidad o en otras palabras no sean muy guapos ellos tienen una
belleza que viene de Dios. 1 pedro 3:1-7 una mujer que pone en practica el
sometimiento, es una mujer bella, de cualidad que va mas allá de su apariencia
física. Va más allá de la carne
Llegamos así a
Ester 2:1

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